Revista Globalización (Home page)

LA RECESIÓN MUNDIAL Y AMÉRICA LATINA

Federico García Morales
fegarc@mailcity.com

Desde que comenzaron los quebrantos en el sistema económico mundial, en los 90s, a pesar de los fuertes bajones del PB global, del estallido de las bolsas asiáticas, rusa y turca y de la sucesión de "los efectos tequila, samba, tango", ni siquiera los desastres de Wall Street y el sostenido derrumbe de las bolsas europeas permitieron a analistas económicos o gobernantes dejar de vocear que todo esto es pasajero, o con mayor irresponsabilidad, dar por alcanzado el fondo en las caídas y que todo no pasaba de ser un ajuste necesario para un nuevo crecimiento. Es sorprendente que transcurridos ya varios años en medio de este panorama inquietante, esta situación todavía no tenga nombre, a pesar de que la ciencia económica provee algunos términos que hacen línea: contracción, recesión, depresión, baja del ciclo, quiebra de onda larga o secular, etc. Todos, términos que tienen el inconveniente de alarmar a los mercados.

Las contracciones son corrientes en la operación económica. No siempre los negocios marchan en una continua línea ascendente. Generalmente singularidades del mercado experimentan contracciones, por ejemplo, el mercado de trabajo puede contraerse por diversas razones (aumento de la productividad, cierre de empresas, aparición de otras ofertas de trabajo de más bajo precio, etc), o también puede ser una contracción en el mercado de capitales ( falta de incentivos, caída en los mercados de valores, bajas en los intereses o en las tasas de ganancia, bajas en la capitalización, del el ahorro, etc). Las contracciones pueden ser de corta duración, o el comienzo de algo más profundo, una recesión, por ejemplo. Lo que está pasando en el mundo de los negocios, por lo menos desde la crisis Asiática ( de 1997) no puede definirse como una contracción. Es una caída demasiado profunda, demasiado extensa. No tiene características regionales—es global.

En los últimos tiempos se ha traído a cuento la recesión—definida como la caída del Producto Bruto de un país por dos trimestres sucesivos, en donde quedan implicadas bajas en las tasas de ganancia y un cierto aumento del desempleo. Esta definición se discute todavía si se aplica a algunos países europeos y a los propios EEUU, sobre todo después que se descubrieron caídas muy graves, que se habías ocultado fraudulentamente, en los trimestres recientes. De todos modos, y enmarcándose en estas definiciones, el FMI, el Banco Mundial y otros organismos internacionales y diversos bancos centrales, proporcionan información suficiente para permitir establecer que la economía mundial se encuentra en recesión, señalando una cierta diferencia entre países que ya llevan un largo trecho en ella y otros que recién están entrando o claramente en vísperas de entrar.

En esta visión de lo que se podría entender por recesión hay cosas que no se establecen con claridad, dada la situación actual.

  1. Se alude siempre a caídas en el crecimiento de uno u otro país, y se olvida el tema que había venido apareciendo adelante, casi de modo obsesivo, en la cuadratura de la cuestión económica neoliberal, y es que estos procesos habría que ponerlos sobre un trasfondo más amplio, el de la globalización capitalista, o si se quiere, percibirlos en términos no de economías enmarcadas en el estado- nación, sino en el marco de la economía capitalista y de la política mundial. Anotemos que en estos días "la g l o b a l i z a c i ó n"—muy desgastada por el desastre económico, no se cita ni una sola vez en el célebre documento de Bush sobre Seguridad. Pero entendamos también que la globalización corporativa, en su momento de ascenso creó la estructura mundial que actualmente ha entrado en tan violenta crisis (descubre violencia económica, social y militar, y en qué dimensiones). El ángulo de análisis debe ser pues, no el de las economías locales afectadas por un pretendido "contagio", sino el de una afección de la economía mundial, como está constituida, como un todo, que resuena en distintos lugares, pues todos han sido atraídos a esta vorágine.
  2. La actual situación mundial, muestra que los rasgos recesivos operan claramente en las diversas regiones del mundo, y que los centros más fuertes, aquéllos con tonalidades imperiales, parecen estar animando la estampida recesiva de los otros: solamente en el último año, las caídas mayores se registran en Japón, en Europa y en EEUU, al punto que las economías periféricas, ya muy deprimidas, sino devastadas, sólo esperan su salvación del arranque "ojalá en el próximo semestre" de las economías centrales, sobre todo, de la economía norteamericana.

    Los gobernantes periféricos, se sienten afectados por el "entorno adverso", pero nada dicen sobre el modo cómo sus propias economías han quedado integradas al movimiento central que conduce esta crisis, con estructuras que las enfilan hacia la recesión o quizás la depresión, que juega como un destino. Por ejemplo, en América Latina fuera de mantener silencio sobre el significado nefasto de las privatizaciones, continúan buscando en lo que les queda por vender una última y efímera tabla de salvación.

  3. La tendencia a manejar estos descensos en el crecimiento como un archipiélago sin conexiones, ha ido definiendo la tendencia a perseguir sus estallidos en términos de explosiones de "burbujas" con una determinación cerradamente nacional, y a pensar – si es que se piensa-- en relaciones más o menos mecánicas entre los mercados- afectados por un mismo orden causal, generalmente ubicado en el espacio financiero y que opera por contagio. Si se examinan de cerca las declinaciones que se muestran en los PIBs y en las diversas bolsas de valores se podrá observar que no hay contactos casuales y súbitos que originan "contagios", sino profundos enlaces mundiales del capital y de los mercados que van acompañando estas rasgaduras de la economía global, que sobredeterminan estos procesos, y lo que vendrían a ser las condiciones particulares de algunos estallidos, y que hacen decir que "las recesiones tienen diferentes orígenes". Los países del sud Este asiático y sus economías no eran en 1996 0 97 ni ahora, independientes de la economía japonesa, como el Japón no lo era, ni lo es, de los EEUU. Una economía tan desnacionalizada y allanada por las corporaciones transnacionales como la de México, no puede imaginarse un "efecto tequila" propio, sino al remolque de la economía mundial, y por eso sus gobernantes hoy lo esperan "todo" de "la recuperación norteamericana".
  4. En la visión fragmentada de la recesión mundial se suele perder de vista el proceso que la conduce, y así los últimos en entrar en la caída económica, se ven como originales. En estos días, por ejemplo, se repite majaderamente el verso sobre "la entrada en recesión de los EEUU después de los actos terroristas del 11 de septiembre". Pero la situación viene de más lejos, como lo atestigua el cálculo de "crecimientos del PIB" del propio Banco Mundial:

    Entre 1997 y 1999 el crecimiento del PIB mundial estaba cayendo de 3.2 a 1.9, en los países en desarrollo, de 2.8% a 1.6, en Asia, de 4.5% a 0.1, y en América Latina y Caribe, de 5.1% a 0.6.

  5. Si se puede indicar las condiciones que empujan a la recesión global y regional, no se ha establecido hasta ahora qué pudiera sacar a la economía mundial de este callejón. De manera que casi no tiene interés analizar las expresiones de toda la documentación oficial, académica o de la prensa, que aluden a alguna prometida recuperación, ya que estos dichos no se sustentan. Y esto por dos razones – de carácter ideológico—ya que por un lado, hablar de recuperaciones de esta recesión es aceptar que hay recesión, y lo otro, llegar al extremo de comparar la recesión actual—que habrá que ver en sus causas, extensión e intensidad—con anteriores crisis recesivas, conduciría a aceptar la ciclicidad del proceso económico capitalista, y apreciar muchos de sus mecanismos internos. Esa dualidad oficial es muy visible en los documentos de organismos como CEPAL y FMI, en donde en una misma frase se acepta que las cosas van mal pero se agrega "irán mejor...aunque". O bien "las cosas van mejor este año, aun cuando la reciente revisión hacia abajo del producto bruto de USA, prueba que en todo caso la caída es más moderada, etc" (World Outlook,2002, FMI)
  6. La medida de la situación recesiva es muy inexacta. Viene a ser el resultado de otra medición inexacta: la del Producto Nacional Bruto, que se calcula sumando toda la producción de bienes y servicios de un país o del mundo—en el caso del Producto global. Con este cálculo África por ejemplo, con sus muy visibles e inenarrables niveles de pobreza aparece en los documentos oficiales adornada con el crecimiento floreciente que pertenece al sistema transnacional que la desangra (así Chad tiene crecimientos anuales del 6.5% y Guinea Ecuatorial, del ¡45%!) O en el caso del Producto per cápita, en donde se divide la producción total por el total de la población. Y allí hay mucho que descartar para que el cálculo sea preciso—y hay cosas que no se descartan, como el hecho de que buena parte de ese producto nunca se separa de las grandes corporaciones que se lo adueñan y nunca que se sepa lo dividen –aunque sea para cálculo—entre todos. Si se observa, por ejemplo la participación de esas corporaciones en el producto global, se puede advertir que el remanente a dividir entre 6500 millones de gentes es marginal. Y entonces cuando se calcula "la tasa de crecimiento" de ese PNB, se verá también que en una fase recesiva, el castigo del capital merece otro tratamiento, y pudiera ser mayor, de no darse estrategias para hacer recaer el peso del desastre en el área periférica. Como son testigos todos los países en donde operan privatizaciones de los recursos públicos, desvíos a los causes financieros de los fondos sociales, flexibilizaciones laborales, rescates permanentes a los sistemas bancarios, servicios al IED y a la deuda eterna, etc. Que como el lector puede notar, son procedimientos de moda en estos días en que las economías centrales se ven afectadas por bajas en los beneficios. Con la llegada del tenebroso dueto Rice-Bush, agreguemos las guerras.
  7. Los estudios sobre la recesión también han abusado de la generalidad. No todas se ven afectadas por los mismos elementos causales. Algunas están más inclinadas hacia situaciones de consumos deprimidos e inventarios sin salida, sobre las oscilaciones en el precio del petróleo, o sobre el proceso financiero o fugas de capitales . Algunas parecen encaminar inflaciones, otras deflaciones—en este momento la deflación parece dominar mundialmente. Aunque hay regiones como Argentina, Brasil o Uruguay en donde reinan la devaluación y la inflación incontestadas. Sin duda, las recesiones, como el resto de la economía, cabalga sobre contradicciones. Toman impulso y rasgos de las condiciones del desarrollo desigual a niveles globales, el centro tiene el poder para hacer recaer gruesa parte del peso de su propia recesión en la periferia ,y también los ritmos y la profundidad de las recesiones se ven afectados según su enlace en el despliegue de largas fases depresivas. La duración de la recesión tiene mucho que ver con esto. Como así, las discusiones sobre su salida, en donde siempre la cuestión urgente es escaparle a algo de la situación presente. Hay también aquí apariencias: unos lugares parecen estar entrando en recesión, en otros –por ejemplo el caso del sudeste Asiático, parecieran detenerse a contemplar...antes que algunos vuelvan a entrar. Y en el entretanto, el juego de las tasas y las apreciaciones o depresiones monetarias.

Sin embargo, quienes se han atrevido a esbozar juicios más elaborados sobre el tema de la recesión, avanzan la idea de que la prolongación de una recesión termina disolviéndola en una depresión, que trae signos de parálisis industrial generalizada, corridas bancarias, profundos desastres en los mercados de valores, y desempleo masivo. Para entender de depresiones está el modelo de la Gran Depresión de los 30s. y a tales extremos todavía no llegamos, pero existe en el aire el temor de que para allá podríamos estarnos encaminando. No en vano el actual sistema mundial proviene de esa Gran Depresión, tiene con ella, por así decirlo, un parentesco, ya que de la mano de las instituciones de Breton Woods, volvió a encaminar la sobreexplotación del mundo por unos pocos, creando mecanismos de expropiación de valor que mentirosamente alejaban una nueva presentación de la crisis. ¿Dónde está Argentina en este recorrido? ¿Dónde extensas zonas de África? ¿A dónde se van los países deudores y exportadores de América Latina, si se prolonga un poco más "la recesión" norteamericana y europea, y su propio desastre interno? ¿A dónde estamos volviendo?

En este año (2002) solamente, el crecimiento del Producto Bruto mundial ha tenido que revisarse a la baja, en Japón reina el estancamiento( promedio en diez años de 1994 a 2003: 1.0%), EEUU dice que crece al 1.1, y Europa ya no describe el crecimiento sino la recesión (1.6 a 1.1% entre 2001 y 2002). Las bolsas de valores de todo el mundo evaporan el dinero del "enriquecimiento" , la fuente de la globalización, según algunos apologistas, en sumas siderales cercanas al 30%. En la "Nueva Economía" el Nasdaq que baja de 7000 a los 1140 puntos. La excepcionalidad de China –ligada ahora la OMC y a grandes procesos de inversión occidental—también se pone en duda, pues baja desde un crecimiento del 12.6% en 1994 a sólo 7.5 en el 2002.—Mientras ,en la periferia occidental, América Latina se "blinda" con una deuda cercana al millón de millones de dólares, y con los consejos del FMI, que Guatemala siguió puntualmente desde hace 16 años, para llegar a exhibir una dentada pobreza del 86%; Honduras el 74%. Argentina y Brasil han creado un ritmo millonario...en la producción de pobreza. El PB de Argentina se desploma del +8.7% en 1997 al –16.0% en el 2002, mientras Brasil lo hace del +3.3 al +1.5 en los mismos años, claro que con fuertes respaldos en deuda. En vano esperarán crecimientos de "la inversión extranjera directa", más preocupada de sus propios problemas en sus sedes centrales y en la búsqueda de nuevos milagros—para los que aprovecha la experiencia acumulada—en la apertura de los países "en transición" del Asia Central (en el 2002, Kazajstan con 13.2, Tajikistan con 10.2 ¡y Turkmenistán que va de –11.3% en 1997 a +20.5% en 2002...!), no en vano una de las apuestas del capital norteamericano está en su dominio de los recursos petrolíferos del planeta. ¿O no va por eso en su guerra contra "el mal"?

En Chile, el "milagro", ha bajado en su crecimiento del 6.6% al 2.8 en los años que estamos considerando (datos todos del FMI), y se ha creado una estructura económica en donde de 38 mil millones de deuda externa, 32 mil millones son deuda "privada", y en donde bajo cobertura "progresista", el 5% más rico de la población posee el 60% de todo, mientras el 20% más pobre sólo alcanza a "participar" con el 4% de algo. América Latina inicia el nuevo milenio con 280 millones de pobres que se reparten entre países quebrados y milagrosos. Y el sistema no se rebelaba ante tanta pobreza, más bien se adecuaba a ella, y la miraba como su "ventaja competitiva". Bajo el dominio del gran capital imperialista, mientras todo parecía prometedor en los años del auge clintoniano, "el crecimiento" se resolvía con mano de obra barata y nuevas reestructuraciones de la deuda.

En estas condiciones llega la crisis: la de Asia-de Rusia-de Europa y de EEUU, y obviamente tiende a transformarse en un huracán devastador en estas economías latinoamericanas. Se cierran mercados a sus productos, o la exportación de "sus" productos van a las cuentas de algunas casas matrices, las incapacidades de pago deprimen intereses, préstamos e inversiones de "riesgo", las economías "exportadoras" a su vez se vuelven importadoras sin consumo. Y creció el desempleo y aumentó la propensión a la quiebra y el cierre. Por eso, lo de Argentina, como veremos, no fue "recesión" ya que el desplome tomó más fuerza que la que tuvo la Gran Depresión de 1929. ¿Será "recesión" lo que padece Perú, que lleva ya 5 años de desplome en su "crecimiento"? ¿Será "recesión" lo que aguarda a Brasil con una deuda de 600 mil millones absolutamente impagable, con el grueso de sus empresas privatizadas y una "estabilidad" apuntalada con más deudas a intereses imposibles? Conviene pues que la teoría de la recesión—que viene actualmente a agrandar su importancia en la teoría económica— venga a explicar sus teoremas, y nos ayude a definir el espacio mundial en que se mueve. Y nos ayudemos a deslindarnos de los modelos y gobernantes del desastre.

En pocos números, el FMI ha mostrado no hace mucho de que manera se va dando el enfriamiento económico. (Véase el cuadro 1)

Cuadro 1.
__________________________________________________________________________________
Evolución del gasto de consumo privado: años 1998 1999 2001 2002
 
En las economías avanzadas 3.0 4.1 2.3 2.2
Formación de capital 5.5 5.2 -1.8 -1.4
Demanda doméstica final 3.1 4.0 1.4 1.6
Crecimiento del empleo 1.0 1.1 0.3 -0.1
Crecimiento PIB per cápita 2.2 2.5 0.1 1.0
Crecimiento PIB per cápita en los EEUU 3.3 3.2 -1.3 1.2
 
PIB en los países en desarrollo
     (En África) 3.4 2.8 3.5 3.1
     (En Asia) 4.0 6.1 5.6 6.1
     (En China) 7.8 7.0 7.3 7.5
     (En India) 5.8 6.7 4.1 5.0
 
PIB En América Latina 2.3 0.2 0.6 -0.6
    (Argentina) 3.8 -3.4 -4.4 -16.0
    (Bolivia) 5.2 0.4 1.2 1.5
    (Brasil) 0.2 0.8 4.4 1.5
    (Chile) 3.2 -1.0 2.8 2.2
    (Colombia) 0.6 -4.2 2.7 1.4
    (Costa Rica) 8.4 9.4 2.2 0.9
    (Guatemala) 5.1 3.8 3.6 1.8
    (Haití) 2.2 2.7 0.9 -1.7
    (México) 5.0 3.6 -0.3 1.5
    (Uruguay) 4.8 -2.8 -3.1 -11.1
    (Venezuela) 0.2 -6.1 2.8 -6.2

Como se puede observar la contracción muy evidente desde 1999, ha ido arrastrando en los últimos tres años a todos los países, y ya tiene un nido muy consistente en aquellos países que tienen una más gruesa participación en el PIB mundial. Ahí se pueden señalar solamente dos puntos que pocas veces se consideran, obscurecidos por la cuestión financiera de las bolsas: la caída en la formación de capitales y en la demanda doméstica en los países centrales, particularmente en los EEUU:

Sin embargo el modo como se conduce este proceso recesivo admite matices—en las zonas centrales, la amenaza mayor viene a ser el crecimiento de una deflación, que afecta a las ventas y a la capitalización, mientras en las periferias se dan fuertes azotes inflacionarios, que devalúa violentamente al trabajo. (véase The Economist, Dial D for Deflation ,oct 15,2002) Los precios al consumidor bajan en Japón, Europa o los EEUU ( de –2 ó –1.2, en Japón a 1.5 en EEUU o Europa), mientras en Angola hay alzas que van del 156 al 300%, en el Congo de 553 al 357%, en Turquía, del 54% en Ecuador de mas del 37%, en Costa Rica del 11.3%, en Colombia del 8%,etc. De todos modos, las bajas en el PIB de los países tercermundistas, deben entenderse como compartidas por los poderes transnacionales centrales que operan en ellos: se trata, en parte muy importante, de bajas en la producción que ellos sustraen, dejando atrás como efecto de los procesos inflacionarios sólo los salarios más miserables de los trabajadores proporcionados por esos "estados de competencia".

Balanzas de pagos negativas, profundos endeudamientos, balanzas comerciales completamente desequilibradas, dificultades en el financiamiento, agregan dramatismo a la situación y estrechan los márgenes de maniobra de quienes quisieran escapar de este vértigo. Y todas estas situaciones tan graves se tornan aún más graves a medida que se estrecha la capacidad reproductiva del sistema, que autogenera entonces la sucesión de estallidos depresivos. Este panorama define por si mismo la multidimensionalidad causativa de una recesión de esta envergadura. Y es también lo que hace difícil definir el futuro bajo estas condiciones, lo que implica verdaderos bloqueos estratégicos. Las crisis son lugares poco seguros para todos los seres humanos, sobre todo para los que manejaban modelos en donde las crisis no existían Es aleccionadora en este sentido la experiencia de Cavallo, el Ministro argentino que primero labró su fama como "mago de las finanzas" en un período en donde todas las economías iban por la corriente ascendente del ciclo, y que luego vino a "salvar" a los argentinos con el viejo vademécum cuando el desastre ya era generalizado. Y terminó haciendo algunas estancias en la cárcel. Es extraño que Greenspan no haya reflexionado sobre esta experiencia.

La recesión en la teoría económica.

La postura neoliberal dominante ha eludido sistemáticamente las discusiones vinculadas a la crisis, cuanto más algunas lineas sobre la capacidad del capitalismo para utilizar las contracciones en su proceso de reacomodos de la acumulación ascendente, Pero más recientemente, los bordes doctrinales comienzan a ser corroídos por aproximaciones a keynesianas y a reconsideraciones de temáticas de las discusiones marxistas sobre la crisis abiertas desde los años 1920s. Toda esta recuperación se hace, claro está en el supuesto de que inclusión de algunas modulaciones extraídas desde ese pasado pre-neo-liberal pudiera contribuir a prevenir un mayor deterioro de la situación. Intentos de este tipo se advierten, por ejemplo, en el reciente libro de los economistas demócratas norteamericanos Buestone y Harrison, "Prosperidad"(Ed.FCE, México 2001) o en los repetidos planteamientos sobre el curso económico de P.Krugmann desde su columna en el N.Y Times e incluso en algún escrito póstumos de Rudi Dornbusch.

La idea de la economía como un sistema en equilibrio, se desplaza incorporando las visiones que tenían del equilibrio Ricardo, Jevons, J.B.Say hasta llegar a descubrir en diversos momentos una tendencia contraria, presidida por el profundo pesimismo que acarrean precisamente las rupturas de ese equilibrio, con que se superpone a la visión optimista de un proceso con "tendencia al equilibrio", la visión crítica de un proceso "con tendencia a la crisis". En el fondo de esta discusión subyace indudablemente diferencias sobre la "naturaleza del capitalismo" y sobre la capacidad para entender el fenómeno. El liberalismo se mueve confortablemente apoyando esquemas de acumulación en épocas de expansión, pero muestra una espantada inseguridad en el fondo de las crisis.

(Sobre esta discusión recomendamos el estudio de Paul Mattick: Economic Crisis and Crisis Theories: http://www.geocities.com/cordobakaf/ctheory.html

En el estado en que ha ido avanzando esta crisis, es más instructiva la intensa discusión entre los marxistas sobre las crisis del capitalismo, sostenida ya en la obra del propio Marx , asi como en el período que siguió a la Revolución rusa y a la Gran Depresión., una discusión que prosigue en la actualidad. En este discurso destacan planteamientos sobre las causas de la conducta cíclica del proceso capitalista, las determinaciones en el avance de crisis, recesiones y depresiones. Esta percepción-contra lo que se pudiera suponer- ha sido bastante abierta- no constreñida por las ortodoxias del equilibrio, y arroja un saldo positivo en cuanto a la previsión de estos procesos. En muchos trabajos marxistas, por ejemplo, se previó la llegada de la crisis de comienzos del milenio, por ejemplo, en los trabajos de Mandel, en su discusión sobre la onda larga de Kondratieff. (Al respecto véase otros artículos publicados en Globalización ):

F.Garcia: La Crisis. ¡Estamos viviendo la quiebra de una onda larga?

F.García: Las políticas de la Crisis

La Economía de la Turbulencia Global

F.García: La Caída

S.Amin; La Economía Política del siglo XX

 

La situación en América Latina

La economía latinoamericana ya entró en un cuadro de recesión y por ello tendrá una caída del 0,8% este año.

Según asegura la CEPAL, "por culpa del contagio de la crisis argentina y el ahora sombrío panorama de Uruguay y Brasil," los primeros síntomas de ese "contagio" se reflejaron en el primer semestre, ya que en ese período el Producto Interno Bruto, PIB, de la región se desplomó en 3%. El estudio de la Cepal destaca que luego de estancarse en 2001, la economía latinoamericana registrará un crecimiento negativo (-0,8%) en el 2002, marco en el cual el desempleo superará una tasa del 9%".


CEPAL anuncia que para este año la nación gaucha tendrá la mayor caída del PIB (-13,5%), escoltada por Uruguay (-5%), Venezuela (-3,5%), Haití (-1,5%) y Paraguay (-1%). Perú y República Dominicana encabezan el grupo, con un aumento de 3,5% del PIB, seguidos de Chile, Ecuador, Honduras, El Salvador y Nicaragua (2,5%), Costa Rica y Guatemala (2%), Bolivia y Brasil (1,5%).

Por su parte, la Cepal pronosticó un "crecimiento" del 1% en la economía de Colombia, Cuba y México, mientras en Panamá el Producto Interno Bruto aumentará en 0,5%.

En general, en A.Latina, se pronostica que este año el producto bruto per cápita caerá en un 2.8%. Una situación que podrá agravarse "si se prolonga la crisis norteamericana."


La situación de América Latina, prácticamente completado el proceso de re-colonización que entregó la casi totalidad de sus recursos a las corporaciones transnacionales, es la de un continente adherido a la recesión global. Las cifras de crecimiento de los 90s fue el resultado de la ficción de un IED en expansión a medida que la inversión internacional manaba hacia el empoderamiento de esos recursos. La finalización de ese proceso, unido al fuerte deterioro de los mercados internacionales a partir del 2000, conduce la llegada del momento para análisis menos optimistas, como el del reciente informe de CEPAL, donde se lee a la letra:

"La economía de América Latina y el Caribe registraría una caída del 0.8% del producto regional en 2002, luego de estancarse en 2001 (0.3%). Se estima que el desempleo superará el 9%, porcentaje que representa un nuevo máximo. La recesión iniciada a fines del 2001 se agudizó en los tres primeros meses de 2002, con una reducción superior al 3% del producto interno bruto (PIB) regional.."

Y se agrega, "Pese a la heterogeneidad de la región, la desaceleración económica es generalizada y el retroceso del producto por habitante afecta a numerosos países. Este año se completará "media década perdida" en la región, lo que se refleja en la disminución de cerca de un 2% del PIB por habitante en relación con 1997, a lo que se agrega una gran volatilidad"

 

Indagando las causas, CEPAL indica temas como la contracción de los mercados centrales, la baja de las exportaciones, la baja en el precio de las materias primas y el descenso muy brusco de la IED. Con respecto, a lo primero-la contracción de los mercados de Europa y EEUU—CEPAL repite la fórmula "no habrá crecimiento y el hundimiento continuará mientras no se de una recuperación en las economías centrales". Respecto a lo último, la acariciada IED:

"Por cuarto año consecutivo, la región sufrirá una salida neta de recursos hacia el exterior, según datos del Estudio. Los flujos de inversión directa (IED), que desde mediados de los años noventa adquirieron un rol preponderante en la entrada de capital externo a la región, continuarán reduciéndose, en tanto que el capital financiero seguirá escaso. El ingreso de capitales fluctuaría en torno a los 50 000 millones de dólares, cifra mucho menor a los 74 000 millones de dólares recibidos en promedio desde 1996 a 1998. En 2002 se esperan entradas de capitales autónomos de unos 38 000 millones de dólares, a lo que se suman 11 500 millones de capitales compensatorios ya ingresados. El principal flujo privado seguirá siendo la IED, manteniéndose la tendencia de la última década. En cambio, los flujos netos de préstamos y otros capitales privados serán casi nulos."

CEPAL-Comunicado: http://www.cepal.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/prensa/noticias/comunicados/6/10736/P10736.xml&xsl=/prensa/tpl/p6f.xsl

En lo inmediato, las mayores economías de América Latina muestran sus llagas: Argentina en colapso completo, Brasil con la presión de una deuda cara y gigantesca de corto plazo, y México experimentando la contracción del mercado norteamericano que atraía la casi totalidad de sus exportaciones; unos con monedas derrumbadas, en proceso de brusca devaluación (en este año el real brasileño ha perdido el 40% de su valor) o todavía sobrevaluadas, y con equipos que persisten en aferrarse a las políticas del FMI y en la confirmación del curso depresivo, que se refleja en sus valores bursátiles (por .ejemplo, el índice Bovespa ha bajado en un 50%) .

El precario y entreguista gobierno argentino reduce su política económica al mantenimiento de una ortodoxia en el vacío y, entonces, a la espera de nuevas renegociaciones de su deuda bajo las condiciones que ponga el FMI. Brasil encara el chantage de una deuda de intereses superlativos, a través de la colocación de nuevos bonos de deuda, un último regalo de Cardoso Más endeudamiento, donde la deuda es 400 veces mayor que las exportaciones totales del país.

La economía brasileña entró en recesión el año 2001, según datos divulgados este mes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). El producto Bruto Interno (PBI) de Brasil se contrajo consecutivamente desde el segundo trimestre hasta el cuarto.

En el segundo trimestre el PBI brasileño registró un retroceso de 0.77 por ciento, en el tercero se contrajo 0.83 por ciento y en el cuarto un 1.67 por ciento, dijo el IBGE.

En Colombia se reporta el exiguo (poco) crecimiento de 0,57 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano durante el primer trimestre de este año, la caída del 4,1 por ciento en las exportaciones en abril y la contracción de 3.96 por ciento en la industria en lo corrido del año, dejan al país al "borde de la recesión", coincidieron en señalar analistas económicos y financieros.

Según el estatal Departamento Administrativo de Estadística (DANE), entre enero y marzo pasados el PIB creció apenas 0.57 por ciento respecto al mismo período del 2001, cayendo 0.9 por ciento con relación al trimestre octubre-diciembre del mismo año

En Chile el Imacec de junio tuvo un crecimiento en doce meses de apenas 0,3% y el Producto Interno Bruto (PIB) experimenta un incremento promedio de sólo 1,7% desde el cuarto trimestre de 2001, "muy por debajo de las estimaciones oficiales", según comenta Hugo Facio del CENDA

América Latina está bien instalada en la orientación depresiva que vive el capitalismo mundial.

¿Qué hacen los gobiernos?

Los gobiernos que han ido experimentando los efectos recesivos, los han encarado por lo regular –según el momento en que se sumergían—apelando al apoyo del sistema financiero internacional y reforzando sus ortodoxias neoliberales, con algunas excepciones, de donde vino a nacer un keynesianismo al revés—utilizando por ejemplo, los fondos de pensiones para fortalecer los mercados de valores, o cerrando al público el acceso a sus depósitos –como con los corralitos argentinos. En general la baja de la marea fiscal, fue enfrentada disponiendo de lo que quedaba en materia de bienes públicos por privatizar. Recientemente se dio en Chile una polémica al respecto entre ex socialistas, de esos que se llaman renovados, a propósito de cuánto les convenía terminar rematando las empresas públicas, entre los lamentos del neoliberal Ministro de Hacienda, que pronosticaba pan para hoy y hambre para mañana. En México, a pesar de que este año se han cerrado maquilas dejando sin trabajo a 250 000 personas, los gobiernos estatales y el federal continúan impertérritos con sus programas de crecimiento hacia fuera, y búsqueda de "transparencias" para sus fronteras, que este año hacen subir las importaciones agrícolas desde los EEUU en casi un 50%, mientras en el campo mexicano se acumula más del 80% de la pobreza extrema, en tanto el gasto en desarrollo agropecuario se baja en un 54%.

En los años iniciales de la gran contracción, fue posible que diversas economías, y el propio FMI concurrieran en apoyo de los países asiáticos , de México y de Brasil y que el mercado pudiera actuar sosteniendo las paridades y ofreciendo paraísos a la inversión directa y a los capitales especulativos. A medida que la contracción avanzó, fue mostrando una economía latinoamericana descarnada, y ya sin apoyos en otros sectores de la "globalidad", ahora ella misma, un continente con sus recursos enajenados y sin capacidad de valoración en los mercados, con una capitalización interna en descenso, en una extensa crisis política que deriva del oprobioso control de minorías cínicas, hipócritas y corruptas, en rápida pérdida de legitimidad. Esa economía desgarrada recibe, es cierto, el impacto todavía más devastador de la contracción de las economías centrales, pero también en ella hay un territorio minado. No demorará mucho tiempo construir sus propios efectos. Y estos no encaminan "una rápida recuperación".

REFERENCIAS

Barry Eichengreen and Peter B. Kenen  Managing the World Economy under the Bretton Woods System

http://www.udesa.edu.ar/cursos/smi/notes/managing.html

J. Beinstein: Recesión global y decadencia del Imperio

http://usuarios.advance.com.ar/cepros/recdecim.html

 

(Volver a página inicial)