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Agosto 2011

Bolivia: ¿Proyecto piloto del litio 100% estatal? Uhm, tengo mis dudas…


Juan Carlos Zuleta Calderón*


Eju tv

Por si mis lectores más cuidadosos no se hubieran dado cuenta, otra vez, estuve en lo correcto. Cierto, no me equivoqué cuando cerraba mis comentarios sobre las últimas declaraciones del gerente de recursos evaporíticos al periódico Página Siete publicados hace apenas tres días.

Dije que dicho funcionario público acababa de entrar en un laberinto. Que, mientras el proyecto piloto no produzca una sola tonelada de carbonato de litio "grado batería", el país no podrá comprar tecnología "llave en mano" para producir baterías ni encontrar un socio para instalar su propia planta de baterías. Por tanto, señalé que sólo quedaba una salida: que la empresa que le ofrezca tecnología "llave en mano" o el socio que elija para instalar una planta de baterías se involucren de alguna manera en la producción de carbonato de litio "grado de batería". En estas circunstancias, anoté, se hará evidente nuevamente la retórica del proyecto piloto de que las dos primeras fases de la mal llamada estrategia de industrialización del litio serán 100% estatales.

Dicho y hecho. Según se ha podido saber, el gobierno de Bolivia optó por la segunda alternativa: Eligió a las empresas Kores y Posco de Corea del Sur como sus socias para la industrialización del litio en el Salar de Uyuni. Ahora el discurso del gerente de evaporíticos es que el proyecto piloto mantendrá el desafío de producir por su cuenta el carbonato de litio necesario para la fabricación de baterías y que con las empresas coreanas se avanzará "en la producción de materiales de cátodo, electrolitos y finalmente la instalación de plantas de acumuladores de baterías de litio en Bolivia" Por cierto, el gerente de recursos evaporíticos parece que no termina de entender que acumuladores y baterías son esencialmente lo mismo. Pero, vayamos adelante.

Como he argumentado en anteriores ocasiones, ante la inminencia de un boom de litio, baterías de iones de litio y vehículos eléctricos en los próximos 2 ó 3 años, los métodos clásicos de explotación de litio y otros recursos evaporíticos basados en evaporación solar podrían enfrentar algunas dificultades en virtud principalmente de la extensión de su ciclo productivo, que en las mejores condiciones climatológicas dura entre 14 y 18 meses. A esto se suman, los enormes requerimientos de agua para las piscinas de evaporación, ya que un litro de salmuera de explotación requiere alrededor de 98 litros de agua dulce imprescindible para la supervivencia de las comunidades circundantes y la necesidad de integrar los procesos de producción de carbonato de litio y otros derivados de las salmueras a los de producción de cátodos y electrolitos fundamentales en la fabricación de baterías de iones de litio. En este sentido, ya en noviembre de 2010, cuando asistí a la primera reunión de expertos en litio organizada por la CEPAL y celebrada en Santiago de Chile, fui el primero en señalar que el proyecto piloto debía analizar la pertinencia de métodos de extracción de litio que vayan más allá de procesos de evaporación solar, más allá de procesos de evaporación como tales e incluso más allá de procesos de obtención de carbonato de litio para pasar directamente a la producción de cátodos de litio para baterías.

El pueblo boliviano debe saber que estos métodos de explotación tan innovadores fueron desarrollados precisamente por Corea del Sur a través de un proceso de investigación con salmueras del Salar de Uyuni entregadas por la COMIBOL, cuyos resultados fueron presentados oficialmente al gobierno de Bolivia a fines de agosto de 2010. También debe saber que el embajador de Corea del Sur en Bolivia - aparentemente temeroso de no llegar a un acuerdo final con Bolivia - se resistió hasta el último minuto a entregar los resultados de esta investigación, exigiendo al gobierno de Bolivia un pago por el trabajo realizado. Finalmente, la opinión pública debe saber que cuando yo demandé al proyecto piloto - en ocasión de la reunión de expertos arriba mencionada - que analizara la relevancia de los procesos inventados por Corea con salmueras bolivianas, el actual gerente de recursos evaporíticos respondió enfáticamente que esos procesos no eran más que resultados muy preliminares de una investigación de los coreanos.

Pues bien, resulta que ahora el mismo señor, muy suelto de cuerpo, señala que los coreanos apoyarán a Bolivia, no en las dos primeras fases de la mal llamada estrategia de industrialización de recursos evaporíticos de la COMIBOL, sino en la tercera fase, es decir en la fase de producción de material para cátodos, electrolitos y baterías. Vale la pena puntualizar que dada la tecnología desarrollada y patentada por Corea del Sur que permite la obtención directa de cátodos de batería a partir de la manipulación de las salmueras del Salar de Uyuni, la línea divisoria entre las dos primeras fases y la tercera fase de la estrategia del gobierno se vuelve muy tenue y ambigua. En la medida en que la industrialización del litio en Bolivia se oriente a la fabricación de baterías, me pregunto si tendrá sentido en estos momentos insistir en la utilización de otros métodos de extracción del metal. Surgen entonces algunos temas adicionales que requieren urgente atención, tales como la negociación con Corea del Sur sobre el uso de la patente de dicho proceso de explotación y procesamiento, así como el análisis de la factibilidad económica del mismo, habida cuenta de la reciente decisión del gobierno de construir rápidamente el gasoducto de Villazón a Uyuni, que yo he sido el primero en ponderar en un artículo anterior.

Asimismo, resulta absolutamente evidente que los avances logrados por Bolivia en la planta piloto servirán muy poco para iniciar el proceso de industrialización del litio en el país y que tal como anoté hace tres días, las empresas Kores y Posco deberán involucrarse en las dos primeras fases de la mal llamada estrategia de industrialización de los recursos evaporíticos del proyecto piloto para poder avanzar en la fabricación de baterías en Bolivia. En estas circunstancias, el gerente de recursos evaporíticos puede seguir intentando tapar el sol con un dedo, pero lo cierto es que el proyecto piloto fracasó en su intento de producir al menos 40 toneladas métricas de carbonato de litio al mes y que luego de más de tres años de trabajo infructuoso e inversiones mal realizadas llegó Corea del Sur en su auxilio para empezar prácticamente de cero. A partir de ahora será muy difícil saber qué es estatal y qué es privado en el proyecto de litio de Bolivia. La pregunta que sigue es: ¿Rodarán cabezas en el proyecto piloto, tal como prometió el presidente del Estado?

* Analista de la economía del litio


HidrocarburosBolivia.com


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