LAS NOTICIAS DE JUNIO: EXPLOSIONES E IMPLOSIONES EN ASIA.
Carrera nuclear entre India y Pakistán.
Fue primero India. Entre el alborozo de funcionarios y populacho, en una confundida fusión de castas, se anunció que habían hecho explotar cinco dispositivos atómicos.
A la semana, después de un período de consultas y reservas, Pakistán celebraba sus propias explosiones.
De este modo se expande también el ominoso club de las potencias con capacidades para el exterminio en masa. La discusión que seguiría versaría sobre si firmaban los recién llegados la Declaración sobre No Proliferación.
Los editoriales de estos días no dejaron de ironizar sobre el hecho de que cada una de las grandes religiones tiene ya una cierta capacidad para acabar con la experiencia humana, pues hay bombas cristianas, musulmanas, budistas, brahamánicas y hebreas. Ahora el problema alguna vez será si la hecatombe se hace a nombre de Cristo, de Mahoma o de Kali... Pero mientras tanto, contaminan.
El tema en el Asia se enciende dadas las transformaciones experimentadas por las potencias nucleares alguna vez controladas por la URSS, los conflictos entre India y China, y entre Pakistán e India, y la conflictiva situación del Medio Oriente. Y una carrera atómica y nuclear no puede hacer más que complicar los conflictos ya existentes, sobre todo cuando no parece existir en el lugar una clara lógica de contensión.
La experiencia de la carrera por la posesión de armas de destrucción en masa encareció enormemente el mantenimiento de los sistemas contendientes durante el último medio siglo, y cuando este mismo entusiasmo se apodera de países como India y Pakistán, con una inmensa miseria interna y rodeados de un cinturón de fuerzas económicas en destrucción, la satisfacción de esta tentación puede llegar a ser muy lamentable.
Depresión en Asia, recesión en Japón.
El Banco Mundial anuncia la entrada de Asia en una profunda depresión. Una depresión, o recesión como también se la ha denominado, que puede ser de muy larga duración. Funcionarios del Banco Mundial ponen la principal responsabilidad en la recuperación sobre los hombros de Japón, y especulan sobre el modo cómo el resto de la economía mundial pudiera encontrar la manera de apoyar a esta región.
A mediados de mes, también surgió una declaración algo escueta de parte de Japón en el sentido de que la economía japonesa entraba decididamente en una etapa recesiva. Había sido antecedido de un documento de la Sanyo en el sentido de que se estaban dando problemas financieros muy graves hacia el interior de la economía japonesa. (Sobre este tema, véase artículo de portada de este número de Globalización).
En Japón se ha registrado el despido en el sólo el mes de mayo de 160 000 trabajadores, de modo que el desempleo abierto ha alcanzado a 2.460.000 personas, o sea al 3.6% de la fuerza de trabajo. Los mayores despidos han sido en la construcción y en las manufacturas. Es interesante señalar que en Japón no existen pensiones de cesantía. Entretanto, los precios al consumidor han subido, las inversiones en el extranjero han caído en lo que va del año en un 23%, y el 95% de las empresas se resienten por falta de liquidez. El producto bruto está cayendo verticalmente, y el índice Nikkei muestra bajones históricos.
En respuesta a todo estas cifras de derrumbe, los países industrializados de Occidente se han aproximado reclamando apertura de mercados, rebajas de impuestos y desregulaciones financieras. El interés de EEUU y Europa está en la ampliación de los mercados japoneses a su propia concurrencia, pero todo esto a expensas de Toyota, Nissan, Mitsubishi,Sony, Hitachi & Co.
Occidente, entretanto comienza a resentirse del hundimiento de sus principales mercados en Asia. Esta es una Asia completamente distinta a la de hace medio año, un Asia que no está comprando petróleo ni importando materias primas ni alimentos.
En Japón el último año las bancarrotas aumentaron en 37%, las manufacturas invirtieron un 5% menos; hay 13 bancos que no sobrevivirán sin urgente asistencia. Bancos tan importantes como el Tokio-Mitsubishi se encuentran tocando el límite legal de sus reservas, y su disponibilidad ha caído al 8,2%.
Represión y reclamos en Indonesia
En Indonesia el ejército con su general Wiranto se ha dedicado a respaldar al régimen de Habibi "en contra de la subversión".
El 11 de junio hubo manifestaciones estudiantiles demandando la convocatoria del MPR (Parlamento Ampliado) para decidir sobre el nombramiento de Presidente y de Vicepresidente.
Ha habido diversas declaraciones en contra de la corrupción que sigue reinando. Las consignas que se agitan en este momento son:
- Convocatoria a una Asamblea Constituyente
- Reconstrucción de la economía popular
- Liberación del campesinado
- Igualdad religiosa, étnica y racial.
- Salida de East Thimor
- Salida del FMI que con sus demandas intensifica la miseria de los trabajadores.