INDONESIA Y LA CAIDA DE SUHARTO

 

 

Un extenso movimiento de masas determinó la caída del dictador Suharto, que se había sostenido en el poder en Indonesia durante los últimos 34 años.

La inevitable separación de la Presidencia se origina de su fracaso político que lo rodeó de un cerco de protestas que reclamaban su renuncia, que el dictador trata ahora de romper designando a un viejo asociado suyo como Presidente por el resto del período, en la esperanza de que el designado pudiera dar continuidad a sus políticas. En sus primeras declaraciones, Habibie se proclama obediente a las fórmulas del Banco Mundial y del FMI: Las mismas fuerzas, armadas o no, nacionales o extranjeras, que acompañaron a Suharto durante estos años, no han dudado en apoyarlo en esta maniobra. No cabe duda que la esperanza de Suharto es conservarse como operador detrás de las bambalinas.

El pueblo ha entendido esto perfectamente, y ya se alzan voces que junto con celebrar la salida del dictador, reclaman también la búsqueda de una solución democrática a la crisis y la revisión, fundamentalmente, del rumbo económico que hasta ahora se venía imponiendo.

Hay diez reclamos básicos que se hacen valer:

  1. El rechazo del nuevo Presidente designado, Baharuddin Jusuf Habibie y el lanzamiento de un proceso que establezca su destitución.
  2. El establecimiento de un consejo de gobierno revolucionario conformado por las fuerzas democráticas.
  3. Existe en este momento un grave problema de representatividad en los cuerpos legislativos (el Mejeli Permasywaratan Rakyat y el Diwan Perwakilan Rakyat) que afecta su legitimidad, que debe ser resuelto mediante elecciones efectivamente democráticas en donde se renueven esos cuerpos.
  4. Reforma de la Constitución de 1945 a fin de asegurar el cumplimiento de los "cinco principios básicos"(Pancasila), fundamentalmente en lo referente a la igualdad, la justicia social y la democracia. En este último aspecto deberá impedirse la reelección del Presidente y de los miembros del legislativo, a fin de evitar todo montaje autocrático.Debe irse también a la derogación de la legislación represiva, particularmente de la Ley de Subversión.
  5. Someter a juicio político y criminal a Suharto y de sus principales colaboradores por enriquecimiento ilícito y otros crímenes contra la humanidad.

 

6. Establecimiento de una política económica y social de reconstrucción del ingreso popular. Los principales monopolios y conglomerados deben ser nacionalizados. Deberá establecerse la efectividad de la propiedad social en los rubros indicados por la Constitución vigente y de acuerdo con los cinco principios.

  1. Total rechazo a la ingerencia norteamericana en el desarrollo de la situación en Indonesia.
  2. Rechazo a los intentos del Banco Mundial y del FMI . Sólo cuerpos representativos de la soberanía popular pueden dirigir las finanzas y la política económica de la República.
  1. Liberación de los presos políticos.
  2. Reorganización y llamada a retiro de los altos mandos de las Fuerzas Armadas.

La agenda seguramente crecerá en los días que sigan. Pero el hecho central es la no aceptación de la mascarada política que envuelve este relevo ideado por Suharto y sus consejero cercanos.

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