El Drama Asiático: Medidas, Discusiones, Contramedidas, y una Crisis que Continúa"

Federico García Morales

"arriba esta la corrupción, y abajo, la incompetencia"

En Asia se sigue desarrollando un sainete complicado, donde en cada país de la región se advierten movimientos dirigidos a bloquear algín sentido de la crisis desencadenada en octubre pasado, o que vienen a ser expresiones de la misma intranquilidad. Se han reconformado gobiernos, gabinetes, (en algunos casos como en Corea las elecciones han favorecido a partidos de oposición). En otros lugares, el espacio bien real de las calles lo ocupan grandes manifestaciones de repudio a las políticas gubernamentales y a las mismas estructuras en el poder. Destaca en este último sentido Indonesia, donde se va desplegando un enlace entre la crisis económica y la crisis política. Pero gran parte del proceso sigue en el nivel en que comenzó, el financiero, horadando estructuras a veces inimaginables: la Universidad Dankook en Corea, es el primer establecimiento educacional en declararse en bancarrota, al no poder cubrir una deuda de 150 millones de dólares, y atrás hay otras diez que enfrentan el mismo problema...

El efecto de la crisis asiática se deja sentir ya sutilmente en los EEUU, donde en el mes de enero se alcanzó un déficit en la balanza comercial de 12 mil millones (en diciembre había sido de 11 mil millones). En esa composición sólo el déficit con Corea subió de 783 millones a 2.2 mil millones.

En otros planos, están las intervenciones de las agencias internacionales de carácter financiero, directamente el FMI y el Banco Mundial (véase artículo: Plomerías Financieras en el Asia en el número 4 de Globalización). Donde ha venido a expresarse un conjunto de puntos de vista respecto a todo esto, que indican donde se ubica la conciencia del sistema, ha sido en una mesa redonda, "un foro de expertos" la denominó la revista AsiaWeek, que se celebró en Manila entre el 9 y el 13 de marzo.

Allí estuvieron Cielito Habito, de la Secretaría de Planificación de Filipinas, Robert Lawrance de Harvard, Mari Pangestu, de estudios estratégicos de Jakarta, Nora Lustig del BID,y otras personalidades representativas de los gobiernos y corporaciones de la zona o en la zona como Vinold Thomas, del Banco Mundial. El intercambio dio a ver la percepción a veces dividida que tienen los personeros de los diferentes países, su encierre en la defensa de la continuidad de los regímenes, cierta unanimidad en los aspectos retóricos y su fe en el recetario neoliberal. En algunos casos, alguna nota cómica como la insistencia de Lustig en tratar de ver el problema asiático a través de la óptica de "los éxitos" mexicanos y argentinos. Pero en el fondo de esta discusión alumbró de modo permanente el problema de Indonesia, eso desde la intervención inicial del profesor Lawrance, que advirtió sobre la inexistencia de consensos políticos en ese lugar. "Allí es ya cuestión de quien pestañea primero --dijo. Y es ese el modo como se va a la guerra".

Otras ideas siguieron a ésa, como la observación de Pangestu, que se pregunta si se podría enderezar la situación sin un cambio de régimen. Lustig ,por su lado, en perfecto código neoliberal, se encerró en demostrar que más valía el endurecimiento, siguiendo las pautas de Argentina y México, donde los gobiernos pudieron implementar una política con altos costos sociales, ya que se pudo aceptar una baja de los salarios reales en un 40%, y el empobrecimiento de un tercio de la población... también les recomendó la receta de apoyarse en las exportaciones, pero tuvo cuidado en preguntarse ?en dónde podría estar el comprador que alimentara una recuperación por la vía de las exportaciones? La discusión terminó con propuestas de "sentido común" que enfrentaban el riesgo de las economías burbujas con quienes continuaban sosteniendo la necesidad de tomar ciertos riesgos, y quienes utilizaban recetas de dueña de casa para recomendar "enfriamientos económicos".

Enfriamientos de los que casi no conviene hablar en el caso de Indonesia, que en medio de relativas recuperaciones de los mercados asiáticos, permanece como un tumor pronto a estallar, de inseguridades y de devaluación.

Fue interesante observar que el ponente japonés, el profesor Fukao Mitsuhiro de la Universidad de Keio, muy cauto tras la quiebra de numerosas entidades de crédito y el reconocimiento de la desconfianza del consumidor japonés, haya dicho que desde su rincón poco se podía esperar. Mucha discusión ha habido en estos últimos meses, y a lo largo de ellas se han ido también decantando algunos motivos, por ejemplo: los indicios del debilitamiento del boom chino, o también la baja de los precios de la propiedad raíz, que hasta muy recientemente había actuado en el Sud este de Asia como fuente de aprovisionamiento financiero, y algo que también toca directamente al rediseño de políticas, que ahora preocupa mucho a los medios financieros, cual es la gigantesca corrupción de las bancas centrales del Asia, y el tremendo endeudamiento de la banca privada, en donde las deudas impagables alcanzan hasta el 30 o 40% de los portafolios (según Goldman Sacks de Hongkong).

Con respecto a esto último, el Ministro de Finanzas de Thailandia, Tarrin, ha llegado a decir que para devolver la credibilidad a los bancos centrales "habría que reinventarlos". Pero fue precisamente en Thailandia donde a principios de este mes de marzo se vino a saber que el Banco Central de ese país había dilapidado 25 mil millones de dólares en rescates imposibles a favor de firmas con conexiones. Entonces, en todo el espacio financiero se escuchan alaridos tales como el que se ha hecho célebre: "arriba esta la corrupción y abajo la incompetencia"...

A través de muchas de estas discusiones, se filtra pues algo de lo que esta pasando en la realidad, aunque las mas de las veces parecieran ser coros que se dirigen a un solo sujeto, generalmente a Suharto, el dictador de Indonesia que acaba de entrenar su séptimo período, y que alguna vez fue llamado "el Padre del Desarrollo". Y así, Thailandia le aconseja; "aprecie la rupiah", mientras Singapur casi le grita: "defina la línea de sucesión". Mientras Camdessus susurra: "nos llevas al abismo". Pero mientras los otros discuten, él y su pandilla, en la que se incluye su familia, él toma del decisiones que sin duda afectarán a todos.

Entretanto en toda la región, y con particular énfasis en Indonesia, Malaysia, Thailandia y Corea, continuaba el despido de obreros, y manifestaciones empresariales llamando a un repliegue en las políticas salariales. Esto es notable en niveles de manufacturas , industrias maquiladoras y comercio, pero ha llegado a tocar también a esas áreas que están más cercanas al inversionista: casas de bolsa, corredurías, sistemas de comunicación. En Corea cerca de un millón de empleados del gobierno, han debido aceptar un acuerdo de rebajas salariales de un 20%. El Banco Mundial calcula que en estos días el desempleo alcanzara a 1.8 millones de thailandeses, Y a 1.2 millones de coreanos, mientras en Indonesia las 3 cuartas partes de la población caerán bajo los niveles de pobreza.

Mientras muchos se preguntaban qué medidas tomaría China para escapar de la crisis, el puesto de poder fue asumido por Zhu Rongji, que sustenta un programa de "control macroeconómico", una terminología que se basta por si sola para indicar la orientación del nuevo Premier, con un programa que pudiera duplicar el desempleo, que en el sector urbano nada mas ya se estima por encima de los 10 millones, y eventualmente catapultar una devaluación, que vía Hongkong volvería a sacudir al mundo.

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