El neoliberalismo, la globalización y el gato del país de las Maravillas.

Federico García M.

"El tiempo está fuera de quicio" . Hamlet.

"En el Universo, el tiempo es un material muy raro y escaso ". Yo.

"No había decidido qué camino tomar, cuando una voz pitilluda comenzó a cantar desde algún lugar sobre ella, arriba de los árboles. Y estaba delante de ella, detrás de ella... --¿puedes pararte sobre tu cabeza ?-- le preguntó el gato ". (Lewis Carroll, Alicia en...)

Resumen

El momento actual es de grandes fetiches, de palabras que reclaman un retorno a la Summa medieval, convertidas en fuerzas epistémicas que rechazan razón, análisis e historia. Proponiéndose como substancias verdaderas, eficaces, y eternas de aquí en adelante, capaces, además de subordinar desde una condición de omnipotencia toda particularidad, y de absorber asi a todos los sujetos, de hecho aniquilarlos. Fingen por eso también una capacidad antipolítica y antiestatista, en esta vocación con momentos aniquiladores de particularidades. El problema es de si el neoliberalismo es tal como se autodefine, la regulación apolítica de todos los hechos económicos y sociales por las leyes del mercado; y si la globalización responde a una súbita explosión tecnológica, y que es sólo el sinónimo de precios y valores que se constituyen simultáneamente a un nivel planetario proponiendo la expansión ilimitada de la producción.

En esta presentación se pasa revista a las condiciones de emergencia del discurso neoliberal y el proyecto a que sirve, y se concentra en la búsqueda de los elementos visibles o censurados que conforman la agenda corporativa de la globalización.

Como consecuencia de este tratamiento del problema, se afirman algunas alternativas, y hasta algunas estrategias, suponiendo la existencia de sujetos trasgresores. En este campo, el ensayo sostiene que sin un manejo desideologizante, y hasta deconstruccionista de los conceptos y de las prácticas que dominan el actual discurso económico y político, no se puede sostener un adecuado establecimiento de la situación, construir un programa o modelo de sociedad alternativo, y sobre todo una estrategia que empuje el cambio, y se redunda en el juego globalizante y en operaciones de servicio. En el fondo se trata de descubrir otros movimientos de la sociedad que los que han sido oficialmente reconocidos y legalizados (o santificados).

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La escena más amplia.

Cuando llegó a su fin el siglo XVIII asomaba el triunfo de la burguesía, y un modo de pensar el mundo que con la Enciclopedia anunciaba el triunfo cartesiano sobre la vieja Summa mundis. Las cosas ya no están dadas, ni siquiera la naturaleza, pensar será en adelante pensar en construcciones sociales, en montajes que modificarán el sentido de los objetos y los objetos y sujetos mismos. La época de la burguesía y del capitalismo es una época que conduce grandes transformaciones. Al punto, que en un momento de su marcha, pudo ser posible su propia abolición. 1848, año de los pueblos, se cita todavía hoy sobre el calco de una frase: "un fantasma recorre el mundo, el fantasma del comunismo".

Sin embargo, cuando llega a sus finales el siglo XIX, todavía la burguesía en plena "belle epoque" se ve triunfante. Y hasta se la ve provista de tintes imperiales. Para entonces se puede afirmar que el capitalismo que ha logrado crear una economía mundial, ha sido también capaz de presentarse con un nuevo rostro, con la aparición hegemónica del capital financiero que multiplica su capacidad de acumulación. Y sin embargo, también mostró nuevamente que llevaba algo así como un destino fatal en su seno: y se precipitó en una serie de grandes catástrofes, crisis económicas, guerras, nuevas crisis y revoluciones.

Las revoluciones de principios del siglo XX parecían anunciar la llegada de un mundo nuevo. Lograron consolidarse, lograron organizarse internacionalmente. Pero se vió muy pronto: no alcanzaron a desarrollar su propio gérmen y vencer la recuperación de estructuras de diferencia, y de explotación. La mediación burocrática primero dio aliento a un capitalismo malherido; después se desvaneció en la confusión, mientras la economía mundial continuaba un rumbo incierto, en donde el énfasis volvía a recaer en la revalorización del capital y la desvalorización de la vida social . A lo largo de este siglo, el capital profundiza en su vocación cartesiana para el análisis práctico de la operación sobre el valor trabajo, y fusiona reproducción ampliada con acumulación originaria, el construído del obrero con el del esclavo, y un programa ideológico, comunicativo y político que conduce a la extinción de todo sujeto. Alguna vez hacia los años 50, los ideólogos del capital todavía decían: "el conocimiento es poder", pero en este final de siglo, en la embriaguez fascistoide del dominio casi perfecto que asegura la obediencia perfecta, nos enseñan que "el poder es conocimiento". Y es sobre la base de ese poder --que contra todo lo hipócritamente sostenido en academias y foros-- es el poder del Estado, viene a fundarse este tiempo, el de finales del siglo XX, el del asomo al nuevo milenio, el tiempo del neoliberalismo y de la globalización.

Cuando llegamos a los finales del siglo XX, constatamos, desde espacios prácticamente marginales: la marcha de un sistema en donde la riqueza social ha quedado concentrada en muy pocas manos, la exacerbación de la miseria entre miles de millones de seres humanos, la destrucción acelerada del ambiente natural, la pérdida de proyecto y de esperanza en las nuevas generaciones, y una falla que ha negado programa y estrategias de liberación a los de abajo. Mientras los pueblos callan, la voz que se escucha es la del gato del país de las Maravillas.

Pero pareciera ser que nuevamente el tiempo está fuera de quicio.

¿Qué tan liberal es el neoliberalismo ?

Enfocándonos en América Latina, tenemos hoy toda una plétora de difusores/defensores del neoliberalismo, prácticamente cada uno instalado en el Ministerio de Economía o de Hacienda de cada país, si es que no se aposenta en sillones más dorados. Se les conoce por su práctica profética a Cavallo (saliente de Argentina) y a Ortiz (todavía obstinadamente montado en su modelo en México): todos dicen que es bueno que mientras tanto los salarios permanezcan deprimidos, porque así se asegura el renacer económico para dentro de un par de generaciones.

...siempre y cuando se asegure el libre juego de las leyes del mercado. Pero los profetas de hoy ya fueron profetizados. En plena dictadura militar argentina, por allá en los años 1974, el Ministro Aldo Ferrer exponía la receta:

"El mercado debe asignar los recursos productivos y destribuir los ingresos entre los agentes de la producción; la empresa privada debe encabezar el desarrollo y el Estado cumplir una función subsidiaria; la economía debe abrirse a la competencia internacional y especializarse conforme a las ventajas comparativas reveladas por el mercado internacional; la inflación debe frenarse mediante la reducción del gasto público y sin déficit fiscal, y el crecimiento del gasto nominal debe contenerse mediante una política monetaria rigurosa... en un país periférico , como Argentina, el enfoque ortodoxo es también una propuesta para imponer la disciplina social y reafirmar el sistema de poder vigente..."

En este texto puede notarse de qué modo la concepción neoliberal ya le colgaba al Estado. En América Latina, la burguesía no existe sin el estado.

El liberalismo aquí tiene extraños espacios de gestación:

--Se viene a formular ante la inminencia o en el proceso de una crisis de estabilización, en donde fuertes tensiones sociales ponen en entredicho la situación del poder.

--Para su implantación precisa violentar de tal forma los derechos del sector laboral, que casi inevitablemente viene a ser el preámbulo del programa de regímenes autoritarios o dictatoriales. En Brazil, Chile , Argentina, procede de golpes de estado, o en otros países de la subsistencia de sistemas autoritarios, de Congresos arrasados o arrastrados, y de organizaciones obreras amaestradas.

-- El neoliberalismo es adoptado como estrategia por grupos industriales y financieros vinculados al capital extranjero operante en la región, y naturalmente su discurso arma permanentemente la equivalencia entre la llegada de capital extranjero y "el progreso". Ejemplo, los programas de Martínez de Hoz, de Krieger, de Cavallo, en Argentina, o los que lanzan "el milagro económico" en Brazil o en México ...milagros sobre los que todavía se disfruta.

--Se trata de incertar aceleradamente la economía del país en la estructura del poder mundia, o en alguna de sus placas. Según reza la experiencia chilena , "la rapidez de la incersión es fundamental". Esta cuestión se vincula también al sometimiento político al nuevo meta-estado constituído por centros de decisión como el FMI.

--Las políticas de mercado abierto caben dentro del esquema general de "disciplinar las fuerzas del mercado" mediante la competencia, que encierra como meollo "la disciplina del trabajo". La Junta militar argentina, desde 1976 señalaba como objetivo supremo, "la disciplina social".

Otro profeta y ministro, esta vez Alejandro Foxley de Chile, actual presidente del Partido Demócrata Cristiano, escribía estas aladas palabras:

"La presencia de régímenes autoritarios es la que hace posible la aplicación de políticas de mercado de corte ortodoxo, que implican fuertes caídas de los salarios reales y tendencias recesivas para un largo período... Se trata también de una redistribuición y de alterar las formas de funcionamiento de la sociedad y de la economía. Se trata de dar un papel protagónico a los grupos capitalistas privados, que habían sido parcialmente desplazados de los centros de decisión política y económica debido a la presencia creciente del estado y de los trabajadores en las experiencias políticas anteriores."

Con lo que la nueva visión liberal muestra meridianamente que "la aplicación" (es decir la movilización de la voluntad del estado autoritario) puede reordenar una redistribución a favor del capital, fundamentalmente mediante la contracción salarial, y que esta actividad estatal puede ahora revertor otras intervenciones de cuando los trabajadores tenían mayor presencia. Eso vale claramente para Chile o para México. Por eso también la recurrencia de la visitación y consejo chileno a los gobernantes neoliberales mexicanos para "ayudarlos a salir de la crisis", y la admiración de Televisa por esa capacidad para los ajustes de ciertas dosis de autoritarismo.

Entonces, como estrategia, básicamente el neoliberalismo conviene con que el paso hacia la acumulación redoblada se logra eliminando "drásticamente" la influencia que pudieran tener grupos antagónicos, fundamentalmente los trabajadores. Y por eso, sin excepcion, los regímenes neoliberales suprimen la legislación laboral e inician políticas de represión sobre los salarios reales.

Pero los patrones de acumulación tienen sus reglas en el mundo semicolonial, y si se trata de generar un nuevo modelo de desarrollo, ha de ser sobre una mayor apertura externa en la que se modifican los patrones de acumulación --generalmente por la vía de la asociación del capital "criollo" con el capital trasnacional. Así se generaron los billonarios latinoamericanos de los últimos decenios.

Pero como consecuencia, el modelo de operación neoliberal termina entregando al capital extranjero --más fuerte, y en control del mercado mundial-- el control de las posiciones dominantes de la economía.

El neoliberalismo tuvo también otros matices, los vinculados por ejemplo a su concepción monetarista de la inflación, o en el uso de la inflación para establecer su modelo, básicamente en lo que se refiere a la acumulación y concentración del capital. Las devaluaciones drásticas siempre le sirvieron al capitalista más fuerte --casualmente asociado con el Gobierno--para eliminar competidores. También en estos reparos, se podía magnificar el control de los salarios y la liberación de precios para hacer operar al mercado como asignador de recursos (crecimiento del ahorro se le llama ).. Lo que también se acompaña de la deseada apertura del mercado a la economía internacional, lo que conduce a desregulaciones, obsesiones por la política cambiaria,etc.).

Pero a estas operaciones viene a agregarse la creación automática de substitutos del dinero, y con alta frecuencia los mecanismos de ajuste automáticos se ven agujereados por la corrupción, la burocracia, el crecimiento del gasto militar, el pago de la deuda, etc. Y entonces, el control del salario lleva a endurecer las instituciones del estado, mientras el control de precios conduce a situaciones de estanflación.

La apertura de mercados, en muchos países de Latinoamerica que fundaron su desarrollo en industrias substitutivas, o agriculturas medianamente subsidiadas, resultó catastrófica. Un ejemplo a la mano es México.

El neoliberalismo, viene a resultar una estrategia que lejos de alejar de la circulación al Estado, lo utiliza conduciéndolo a servir a agentes del capital tanto nacional como extranjero, y con una clara orientación vinculadora con la estructura de concentración transnacional de esta fase del capitalismo tardío. La recuperación que hace del estado, no significa que le conceda un papel fundamental como operador de la economía nacional. Eso quedó atrás . Y en esto, las burguesías locales, no trepidan en cumplir un papel desnacionalizador y hasta anti-nacional. Sin embargo esto no significa que se hayan vuelto anti.estatales. Para eso, se vuelven hacia el estado imperial, o hacia sus delegaciones en los nuevos centros de decisiones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario, la OIC. O hacia la refundación sobre bases regionales, de nuevos estados, como ha estado ocurriendo en Africa, la antigua Unión Soviética o Yugoeslavia. Muy recientemente, un grupo de priistas chiapanecos anduvo agitando banderas de secesión.

Para la economía neoliberal, el Estado tiene una importancia primordial; y recoge la definición hobbesiana que le adjudicaba cuerpo, y ahora hasta le agrega peso. El neoliberalismo se impone aguerridamente "con todo el peso del Estado".

¿Cuáles son los soportes del neo-liberalismo en América Latina ?

a) El sector financiero trasnacional y especulativo, entre los que operan los grupos de la cumbre de la pirámide latinoamericana de ingresos, con fuertes bases en la banca y las actividades de exportación.

b) Organizaciones políticas de derecha, asociados tradicionalmente a la defensa de la propiedad y del sector capitalista, también tradicionalmente afectas al liberalismo ortodoxo. Tras los años 50, vienen a tener también parentescos con el conservadurismo latinoamericano.

c) Cuadros técnicos que resultan de la impregnación ideológica en instituciones americanas (Chicago, Stanford, Boston ).

d) Sectores medios y proletarios, mediados por dirigencias "renovadas".

e) Grupos políticos de la antigua izquierda latinoamericana, de vuelta de sus veleidades socialistas, que asumen como "necesidad histórica" la continuidad del modelo.

f) Los operadores de pactos sociales y políticos "a la Monclova", que orillan el estallido de crisis sociales.

g) Las privatizaciones masivas y a cero costo, que han permitido un rápido crecimiento de sectores empresariales nuevos y agresivos, vinculados a la extensión del sistema neoliberal y la globalización.

h) El apoyo asegurado por el extenso espacio de la corrupción, que promueve el ascenso de grupos que explotan economías con fases confusas o en remate, y conducen el funcionamiento estabilizador de ensambles políticos, policiales, sindicales. militares, caciquiles, junto al narcopoder que con frecuencia concurre a estas economías junto al lavado de dinero que ha dado esplendor a los "milagros".

Ya en sus comienzos la propia burguesía que "analizaba" descubrió la diferencia entre lo subjetivo, en donde enterraba a la teoría, y "lo objetivo" en donde decía encontrar las verdaderas bases de su poder, o en donde efectivamente el poder residía. Por eso, en los tiempos del abismo profuctivo y financiero entre el centro y la periferia, todo el esfuerzo neoliberal es tender hacia la globalización.

¿Qué tan objetiva y real es la globalización?

Globalización es un nombre que se repite desde hace algunos años en el discurso oficial, y con intenciones algo reverentes en el discurso académico (que desde el sometimiento del intelectual pasó a ser algo oficial) . A punto que sin más es considerado como el Paraíso por alcanzar, y por otros un Moloch al que se debe obedecer. De alguna manera, la Globalización es el término que el neoliberalismo ha puesto en el lugar de los "ismos" del medio siglo anterior, exponiéndolo a la adoración de las multitudes.

Los neoliberales dicen que para llegar a establecernos en la Globalización debemos instalar nuestros quehaceres productivos en la esfera de la más pura competitividad. Y para eso debemos reclamarles a nuestros obreros que aumenten su productividad, que cuando lo hagamos, creceremos. Todos los reacomodos que se viven, responden a esa necesidad quizás incómoda pero ineluctable de globalizarnos.

De hecho, se nos explica o hasta se instuye que una palabra tan grande nos está diciendo que el sistema capitalista es un fenómeno que se cumple a nivel mundial (lo que no es en absoluto novedoso). Y suponemos entonces, que hay algo que se ha sumado a lo que conocíamos en desarrollos anteriores como sistema capitalista de corte imperialista y corporativo o trasnacional.

Puede anotarse aqui para nuestros lectores "renovados" que nada en la globalización lleva hasta ahora a suponer que el capitalismo ha sido abolido en las nuevas relaciones de producción, que se puede seguir hablando de relaciones de producción, y que la lógica del capital se acuerda todavía a la ley del valor. Todo esto significaría que en esta etapa, de una transición "globalizante" cuyo destino final nadie conoce, muchos rasgos de la relación centro-periferia de la Segunda posguerra, sólo se han visto agravados, en el sentido que el traslado de valor de las regiones menos desarrolladas hacia las metrópolis se ha visto acentuada con la introducción de una red quizás más eficiente de aseguramiento de los capitales. también puede notarse que la concentración del capital ha cobrado volúmenes nunca antes imaginados. Eso en fases de crisis y de estancamiento de muchos de sus sectores.

Y aquí viene el problema del Paraíso. ¿ Es la globalización una realidad de abundancia, o siquiera su promesa aproximada ? Un universo humano con 4,500 millones de pobres, y entre los cuales 1,500 millones ya no tienen siquiera para alimentarse mínimamente, nos responde negativamente.

La Globalización flota sobre otra cuenta de hechos: que en los mercados bursátiles, circo al que asisten unos pocos billonarios, se muevan más de un millón de millones de dólares al día; que por sucesivos movimientos de fusión y de montaje de conglomerados, han crecido las bancas que mueven el capital mundial las 24 horas del día y todos los días del año; que hay un agudo repunte de la pirámide de ingresos, que ha concentrado la pirámide en una punta donde el 5% de la población gana más que el resto de los miles de millones; que continúa a paralelas y aceleradamente un proceso genocida de homogenización y mercantilización cultural...

Pero como todas las palabras grandes, que se finjen sustantivas, la Globalización no dice cuáles son sus bases reales. Se propone, por algunos la idea de que viene a resultar de un crecimiento de la producción; lo que no es efectivo. En los últimos años el capitalismo a escala mundial ha estado viviendo una fase contractiva, crisis largas y de más corta duración. Existe si un movimiento interno, hacia la concentración, en diferentes placas o regiones. Y en este último sentido más que globalizaciones, se ha ido más bien conformando un conjunto de grupos que manejan una competencia difícil entre difíciles arreglos. Por otro lado, la base del sistema globalizante, que opera en silencio, ha sido la alimentación de su reproducción mediante una baja masiva y a nivel mundial de la captación que realiza el trabajo del producto mundial.

En los países de mayor desarrollo se han observado fenómenos como el crecimiento de la cesantía, el recorte salarial, el crecimiento del empleo de medio tiempo. En el subdesarrollo, han sido más golpeadores los procesos vinculados a la inflación de precios, el desempleo, la migración, los cortes en educación y salud, la descomposición del campo. En todas partes, la sorprendente capacidad de la gente para absorber sin protesta ni rebelión golpes demoledores contra su sobrevivencia, llama a reflexionar sobre algunos factores políticos que promueven esa inercia. Y así, nos globalizamos, toda vez que los de abajo dejan de representar demandas que prefiguren alternativas de poder.

Vistas las cosas así, la Globalización, lejos de ser un ente inefable, resultado de ajustes técnicos, es un resultado, un construído, que viene a resultar de la imposición del programa o agenda corporativa, que refuerza mecanismos de extracción de plusvalía en un espacio que incluye y a la vez desborda al antiguo sistema de estados territoriales, o economía internacional.

La globalización ha encontrado también otros instrumentos: por ejemplo, a través del control de clases políticas, de gobiernos, y hasta la nulificación del estado en su papel tradicional. Por lo general, encontramos hoy a los estados librando guerras de baja intensidad contra una nueva sociedad civil --diferente a la del siglo XVIII, porque esta vez está integrada básicamente por un amplio frente proletario o semi-proletario. Para los efectos de su buen gobierno, la economía globalizante ha encontrado nuevos mecanismos de dirección, también globales, en el Fondo Monetario Internacional, el banco mundial y la Organización Internacional de Comercio (reciente sucesora del GATT), el Grupo de los Siete... Y estos organismos se han constituído en el auténtico y real gobierno mundial; dictan la política económica de las distintas regiones del planeta con muy pocas excepciones, y sobre bases que han excluído no sólo el sentido nacionalista para el desarrollo, sino también y de modo principal, el escrutinio democrático. A partir de esta realidad, puede decirse que definitivamente la era democrática de la revolución burguesa, tocó fondo.

Pero en este tiempo que se sale de quicio, la Globalización muestra una capacidad para sostener un cierto ritmo de expansión que implica un desgaste de energía, que toma de alguna parte. Y vale entonces la pena buscar alguna referencia a fuentes de acumulación que frecuentemente son censuradas, pero que son efectivas.

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