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Marzo 2019

Resistencia contra la planta termoeléctrica en Huexca, Morelos

El desarrollismo de López Obrador, un peligro para la emancipación humana

J.G.F. Héctor

Pareciera que (López Obrador) quisiera actuar como un mago [...] haciendo que todos veamos una mano, la del agua tratada, para que no veamos la otra, donde está el truco: el riesgo volcánico y la explotación de los recursos naturales por parte de la industria.

Carta abierta a López Obrador del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala

El asesinato del activista indígena Samir Soberanes Flores el 20 de febrero, quien era uno de los líderes en la lucha contra la construcción de una planta

termoeléctrica en Huexca, Morelos, revela cuán peligroso es el gobierno actual, incluso cuando no hay represión directa por parte del Estado.

La termoeléctrica
sería parte de lo que
es conocido como
Proyecto Integral
Morelos (PIM), una
iniciativa cuya meta
supuestamente es
producir y distribuir
energía a un precio
más bajo. El megaproyecto incluiría
por tanto no sólo
esta termoeléctrica,
sino también un gasoducto, una línea
eléctrica y la construcción o remodelación de autopistas y vías férreas que conectarían a Morelos con el resto del país1. Fue anunciado por primera vez durante el gobierno de Felipe Calderón en 2011 y avanzó paulatinamente durante el sexenio de Peña Nieto (2012-2018). No obstante, es con la nueva ad- ministración de López Obrador que el proyecto ha recibido su más fuerte empuje.

Desde el primer momento, ha habido resistencia contra el PIM, especialmente por parte de las comunidades indígenas (algunas de ellas integradas al Congreso Nacional Indígena, CNI) que se verían directamente afectadas debido al despojo de sus tierras y a la alteración del medio ambiente. Samir y muchos otros han sido parte de esta importante resistencia. Sus vidas, como las de buena parte de los activistas en este país, han estado siempre en peligro. Sin embargo, ¿cómo es que con este nuevo gobierno, cuyo discurso se centra en la “reconciliación nacional” y en privilegiar el “diálogo” por sobre el enfrentamiento social directo, se activaron los engranes que llevaron al asesinato de Samir? ¿Cuáles son las fuerzas objetivas detrás de todo esto?

El capitalismo es el mayor peligro para la humanidad


López Obrador ganó de manera abrumadora la elección del pasado 1 de julio, obteniendo más de 50% de los votos. Esto se debió, en buena medida, a sus promesas de acabar con la corrupción gubernamental. Los mexicanos estábamos hartos de décadas y décadas de administraciones corruptas del PRI y luego del PAN, por lo que votar por López Obrador fue una forma masiva y contundente de decir “no” a seguir viviendo bajo esos regímenes2. Una vez en el poder, López Obrador ha permanecido fiel a sus promesas anticorrupción: ha subastado el avión presidencial, ha dejado de vivir en la mansión de Los Pinos y se ha desecho de otros lujos con los que sus predecesores solían contar; asimismo, ha iniciado una intensa cruzada contra la “ordeña” de gasoductos por parte de bandas criminales (huachicoleo; véase “Las muertes en Tlahuelilpan...” en Praxis 24, febrero-marzo 2019, p. 1); más aún, ha comenzado a “limpiar” al gobierno de algunos funcionarios corruptos, lo que le ha permitido recuperar dinero para usarlo en programas sociales.

No obstante, al lado de todo esto aparece la idea fundamental de López Obrador del desarrollismo. Desde su perspectiva, la única manera de alcanzar el progreso económico del país es colaborando con el capital nacional e internacional generándole las mejores condiciones para sus proyectos de inversión. Esto es lo que explica la súbita reactivación del PIM, que había permanecido en un impasse relativo por más de un sexenio y que ahora ha vuelto al primer plano. Lo mismo puede decirse del Tren Maya, el Corredor Transístmico en Oaxaca y todos los otros megaproyectos urbanos, energéticos y mineros que López Obrador ve con muy buenos ojos.

En ese sentido, López Obrador está siguiendo el camino de los gobiernos progresistas de América del Sur, especialmente de Brasil y Bolivia en la última década, quienes ciertamente han generado un crecimiento de la economía nacional, pero sólo al precio de destruir la Amazonia y de intentar despojar a los indígenas de sus tierras para promover allí la inversión de capital, por no hablar ya de los escándalos de corrupción de los que han sido protagonistas, sobre todo en el caso de Brasil. El gran error histórico que el gobierno de López Obrador está cometiendo es pensar que el capital, purificado de la corrupción y de otros excesos, puede en verdad ser una opción viable para la humanidad. Todo lo contrario. Incluso en su modo “normal”, el capitalismo es el más grande peligro para el auténtico desarrollo de los seres humanos y la naturaleza. Es precisamente ahora, cuando un gobierno “honesto” ha llegado al poder, que esto se nos presenta en su forma más clara.

Apenas López Obrador hubo ganado las elecciones, los zapatistas publicaron un importantísimo comunicado en el que nos advertían del riesgo que esto significaba, así como postularon la necesidad de tener una visión anticapitalista global si es que de verdad queremos alcanzar los cambios profundos que buscamos:

El sistema escogió, de entre los cuatro candidatos, al que se propone como más eficiente, el señor López Obrador. Y las pruebas de amor que dio el señor López Obrador, o que está dando este señor, para el gran capital, [son] la entrega de los territorios de los pueblos originarios [...] proyectos de despojo [...]

La reforma no es posible ya; lo que destruyó el capitalismo ya no es salvable, ya no puede haber un capitalismo bueno (pensamos que nunca ha existido esa posibilidad), tenemos que destruirlo totalmente (“300, segunda parte”).

Éste es claramente el punto de partida teórico y práctico que necesitamos para transformar de raíz a la sociedad. ¿Cómo seguirlo desarrollando?

La posición de López Obrador puede provocar un crimen”

Fiel a su espíritu “democrático-populista”, López Obrador propuso una consulta para saber si estábamos de acuerdo o no con la construcción de la planta termoeléctrica en Huexca. Al mismo tiempo, se pronunció claramente a favor del proyecto y acusó a las personas que se oponen a éste de ser “ultraconservadores de izquierda radical”. Inmediatamente, el Frente Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTA), le envió una carta pública a López Obrador advirtiéndole de los riesgos de adoptar dicho posicionamiento:

Nos presentamos ante usted porque parece que no nos conoce. Somos
aquellos que ha dicho en
sus discursos sobre la termoeléctrica de Huexca y el PIM “que fueron reprimidos”, “encarcelados” y torturados [por los] anteriores gobiernos.

Usted, Sr. Presidente, debe ser consciente que su posición puede empoderar a sujetos que han estado atacando al pueblo de Huexca y que pueden provocar un crimen o una desaparición forzada, de la cual usted sería en parte responsable porque derivaría de las causas del proyecto que usted está impulsando, omitiendo ver los problemas sociales que existen al respecto3.

Samir Soberanes Flores

La carta fue enviada el 11
de febrero. Poco más de una semana después, Samir fue asesinado. Ciertamente, no fue López Obrador quien ordenó su muerte. De hecho, él habría hecho todo lo posible por evitar este “problema” para su gobierno. Pero ése es exactamente el punto: ¿qué podría haber hecho? La contradicción es bastante profunda. Al impulsar el PIM y otros proyectos desarrollistas, López Obrador está poniendo en movimiento a todas las fuerzas “legales” e “ilegales” que tienen fuertes intereses económicos en ellos. Tales fuerzas “ilegales” (bandas criminales, narcotráfico, paramilitares, etc.), quienes la mayoría de las veces no hacen sino el trabajo sucio de las fuerzas “legales” (bancos, empresarios, etc.), siempre han existido como parte orgánica del propio desarrollo del capital. El Estado no puede controlarlas, ni siquiera con militarización o con mayor gasto social. La única manera de deshacerse de ellas por completo es deshaciéndose del capitalismo. Por tanto, a pesar de sus “buenas intenciones” y “esfuerzos conjuntos”, el gobierno de López Obrador está mostrando su incapacidad intrínseca de detener la violencia que recorre el país. ¿Es esto lo que podría provocar su caída y la generación de posibilidades para el cambio profundo que realmente necesitamos?

Una consulta simulada

A pesar de que el asesinato de Samir ocurrió apenas tres días antes de la realización de la consulta sobre la termoeléctrica (23 y 24 de febrero), esto no detuvo las intenciones de López Obrador de llevarla a cabo. De inmediato, una campaña nacional de resistencia fue lanzada por el FPDTA y el CNI. Ésta buscaba, sí, generar presión en el gobierno para que decidiera cancelar la consulta y la planta termoeléctrica, pero sobre todo incitar a la población a no formar parte de dicho “ejercicio democrático” y rebelarse contra éste. Incluso antes del asesinato de Samir, la consulta presentaba claramente una serie de problemas.

En primer lugar, como afirmó el abogado del CNI Carlos González, ésta sería una mera “encuesta”, ya que no equivaldría de ninguna manera al derecho internacionalmente reconocido de los pueblos indígenas a su autodeterminación.

En segundo lugar, ¿quién participaría en ella? De acuerdo con la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos (APPM), son ocho los municipios alrededor de la planta termoeléctrica; no obstante, las casillas de votación fueron instaladas en un total de 60 municipios de Morelos, Puebla y Tlaxcala, por lo que personas no directamente afectadas por su construcción —y muchos más, incluso turistas, según algunos observadores—, podían decidir al respecto. En estos ocho municipios, el “no” a la termoeléctrica fue rotundo: 11 mil 409 votos en contra por sólo 4 mil 975 a favor4.

Durante los dos días de la consulta, los pueblos en resistencia recorrieron buena parte de los lugares donde estaban las casillas de votación para cerrarlas e incluso quemar algunas de ellas. Éste no fue un acto “antidemocrático ultraizquierdista”, como diría el presidente López Obrador, sino una forma muy concreta de expresarle rechazo a un proyecto que sólo ha significado y seguirá significando muerte, despojo, explotación y deterioro ambiental para las comunidades indígenas y para la población mexicana en general. Dichas acciones recibieron como respuesta, naturalmente, represión policiaca.

Por otra parte, los resultados de la consulta son tan dudosos como su desarrollo mismo. Las cifras oficiales indican un 59.5% de votos a favor de la termoeléctrica. No obstante, estos datos ocultan que sólo alrededor de 56 mil personas participaron en dicho “ejercicio democrático”, lo que representa poco menos de 3% de la lista nominal de los municipios involucrados5. Además, como habíamos visto, en los ocho municipios directamente afectados la respuesta fue totalmente negativa. ¿Puede una decisión ser considerada “democrática” cuando está plagada de todas estas irregularidades?

Varias comunidades indígenas de Morelos, Puebla y Tlaxcala han estado desde entonces llevando a cabo asambleas comunitarias en donde han decidido posicionarse totalmente en contra del PIM y de los resultados de la consulta; al mismo tiempo, han estado dialogando para consensuar qué deben hacer a continuación. Su defensa de la tierra, los recursos naturales y el medio ambiente abre sin duda la posibilidad de una concepción y práctica totalmente nuevas de desarrollo humano en México, realmente centrados en la vida, en oposición absoluta a la visión desarrollista de López Obrador, centrada en un “progreso” abstracto a costa de la destrucción y explotación del ser humano y la naturaleza. ¿Cómo seguir avanzando en este sentido?

No sólo una visión anticapitalista, sino una proyección del futuro

Un enfoque anticapitalista, tal como el que ha sido planteado desde hace más de una década por los zapatistas y el CNI, es sin duda el necesario punto de partida. Sin entender cómo funciona en verdad el capitalismo y por qué cualquier solución dentro de su marco —sin importar cuán “humana” o “democrática” parezca— es insuficiente, no podemos ir a ningún lado. Las luchas desde abajo y los activistas que se solidarizan con ellas deben definitivamente tener éste como un punto central de su agenda.

Sin embargo, este necesario comienzo no es suficiente en sí mismo. La pregunta sobre qué hacer a continuación para concretar, poner en práctica tal visión anticapitalista aparece constantemente frente a nosotros. ¿Cómo decidir las acciones necesarias sin separarnos ni un instante de dicha visión? Es decir, ¿cómo desarrollar la relación entre teoría y práctica? Evidentemente, es necesaria no sólo una comprensión sobre el funcionamiento objetivo del capital (cifras eco- nómicas, datos duros, etc.), sino también de las fuerzas subjetivas que resisten contra éste y de los caminos humanos que abren para superarlo.

A fin de concretar, poner en práctica una visión anticapitalista requerimos entonces tanto de las acciones e ideas de resistencia de los sujetos desde abajo (comunidades indígenas, trabajado- res, mujeres, desempleados, etc.) como de una visión filosófica emancipadora que apunte al futuro, es decir, que nos guíe en torno a qué es necesario transformar para acabar con el capitalismo de una vez por todas. Sólo caminando simultáneamente sobre estas dos bases es que podremos construir la sociedad nueva en que la humanidad ha largamente soñado. Nada menos que esto será suficiente. Ni el puro activismo, ni siquiera las formas democráticas de auto-organización por sí solas o los deseos de “regresar al mundo anterior al capitalismo”, no obstante lo genuino de estas aspiraciones, van a bastarnos. Todos estos caminos están llenos de contradicciones, cuando justamente lo que necesitamos es pasar superándolas a fin de acercarnos cada vez más a la nueva sociedad humana. Éste es el significado auténtico, así como el propósito último, de una filosofía total de la liberación.

1 “Proyecto Integral Morelos”. Grieta. Modelo para Armar, <http://www.grieta.org.mx/index.php/proyec- to-integral-morelos-pim/>.

2 Para nuestro análisis sobre las elecciones del 1 de julio, véase especialmente Praxis en América Latina núm. 21, agosto-septiembre 2018, pp. 9, 11.

3<https://www.congresonacionalindigena. org/2019/02/12/carta-abierta-al-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-frente-de-pueblos-en-de-fensa-de-

la-tierra-y-agua-morelos-puebla-y-tlaxcala/>

4 Comunicado de la APPM del 28 de febrero.

5<https://www.facebook.com/appmorelos/photos/a.1913811395524828/2283179355254695/?type=3&theater>

PRXIS EN AMÉRICA LATINA La práctica con la teoría y la teoría con la práctica. Suplemento Página A - B. Marzo 2019









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