Entrevista Provea | Manuel Sutherland: La guerra económica es la excusa para tapar una mala administración
Sep 9, 2018
Manuel Sutherland es economista egresado de la Universidad Central de Venezuela, Magister Scientiarum en Ingeniería Industrial y Planificación del Desarrollo. Además es director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO). Con una mirada diferente a lo que puede escucharse sobre diagnóstico económico en el país, preguntamos su opinión sobre las medidas de la llamada “reconversión económica” y las perspectivas para el futuro.– ¿Cuál es tu opinión sobre el conjunto de medidas adoptadas recientemente por el gobierno?
Los anuncios no se sabe si son medidas, si son oficiales, si salen o no en la Gaceta Oficial. Anuncian una cosa, en la gaceta sale otra. Maduro decía que tenía un plan, pero este no se ve por ninguna parte. Un plan está compuesto de metas y de indicadores que digan si la meta fue alcanzada. Por ejemplo: la inflación deberá ser de dos dígitos en un plazo de dos meses, pero nada de eso hay y tampoco hay proposiciones al respecto. El conjunto de anuncios de Maduro es un conjunto de medidas inconexas, poco armoniosas y que reflejan una pugna por el poder entre cuatro corrientes del chavismo: una que quiere más controles, otra que quiere privatizaciones bajo el modelo ruso, otra que quiere hacer una “radicalización” del proceso y otra aperturista. Las cuatro corrientes metieron mano a ese conjunto de anuncios y Maduro hizo una mezcla, con un poco de todo. El símil de esas medidas es aquel donde cuatro mulas son atadas por el cuello en dirección de los cuatro puntos cardinales, las cuatro buscan comer heno de manera simultánea y obviamente ninguna puede comer porque están tirando al mismo tiempo en direcciones opuestas. Lo ideal sería que Maduro realmente diseñara un plan, aunque no es la persona más indicada, sinceramente, por lo menos que buscara a especialistas en planes de recuperación económica.
– Maduro afirmó que esos anuncios estaban respaldados por expertos nacionales e internacionales
Claro, suponemos. Es obvio que el no hizo el supuesto “plan”. Lo que hay que hacer es un verdadero plan, concreto, correcto, amplio, sobre todo con elementos que faltaron y que son de suma importancia. Por ejemplo, la restricción externa. No hay dólares, por lo tanto, no se pueden importar muchos productos y materias primas que no pueden llegar, motivado por dos razones: la caída de explotación y producción petrolera y el peso de la deuda externa. Los anuncios no hablan nada de eso. A mi juicio lo primero sería declarar una moratoria del pago de la deuda externa. Por otro lado, las formas tampoco han sido las adecuadas. Esos anuncios no fueron concertados, ni consultados, con los diferentes actores sociales antes de haberlos lanzado. Debieron haberse realizado asambleas, un documento base, con acceso al público, que permitiera realizar aportes y llegar a consensos. Sin embargo, lo que se hizo fue un conjunto de anuncios “sorpresa” que han creado más incertidumbre que esperanza.
Sobre el modelo
– Se ha discutido sobre la caracterización del conjunto de medidas. Algunos las califican de “neoliberales”. ¿A qué se parecen?
Hay un poco de todo. Hay un poco de ultra liberalismo, liberalismo, una versión malentendida de marxismo, una versión malentendida de socialismo, hay keynesianismo, un “batiburrillo” pleno de contradicciones. Si se toman como ejemplo alguna de las medidas anunciadas, de manera puntual, pudiera decirse que es un plan anti obrero. Pero si tomas otras puedes decir que es un plan a favor de la clase obrera. Si tomas otras medidas como la de los salarios, puedes decir que tiene un enfoque keynesiano, pero si tomas otra puedes decir que es contractiva, como la medida contra el déficit fiscal siguiendo la ortodoxia de la corriente liberal alemana. Pero no se puede decir que es un plan neoliberal al estilo de Macri en Argentina, que está aplicando un plan completamente empresarial, que reduce el salario a fuerza de reducir subsidios y gasto estatal. Como hay un poco de todo pues menos funciona. Es un conjunto de medidas que buscan resolver simultáneamente cuatro problemas: hiperinflación, reducción del crecimiento económico, caída del poder adquisitivo y el cuarto reducción del déficit fiscal. Entonces, cuando se estimula la resolución de alguno rompe con el otro y así sucesivamente. Por lo tanto, en su conjunto, no va a funcionar.
– En un artículo reciente afirmabas que “La ruina de Venezuela no se debía al socialismo ni a la revolución” ¿Cuáles son las características que difieren al modelo venezolano de uno de socialismo clásico?
Las revoluciones socialistas clásicas parten primero de una revolución y en Venezuela no ha habido una. Lo que hubo en el “proceso” bolivariano fue un conjunto de políticas inclusivas de los sectores populares, en un inicio, donde personas de bajos recursos accedieran a puestos de poder, un poco como la Revolución Mexicana. Así tenemos casos de personas casi analfabetas con cargos de ministros y el advenimiento de esos sectores a espacios de poder se ve como una revolución, pero no lo es. Una revolución es por lo menos un cambio en las relaciones de propiedad, no hablemos de las relaciones de producción, pero sí de las relaciones de propiedad. Una revolución socialista es aquella donde la clase capitalista es sustituida por la clase obrera, la cual gestiona directamente los medios de producción, a través del Estado, eso no ha pasado en Venezuela. El PIB (Producto Interno Bruto) y la gran mayoría de las industrias son privadas. Por otro lado, las políticas del Estado no han sido para aumentar la industrialización nacional, ni aumentar el agro, ni la producción y menos la productividad que fue lo que hicieron las revoluciones rusa, china, incluso la RDA. Más bien han destruido la industria, el agro y disminuyó la producción a fuerza de exportar la renta petrolera, además de crear mecanismos delincuenciales de apropiación de esa renta. Eso no tiene nada que ver con socialismo. El proyecto del gobierno bolivariano es la defensa de la industria extranjera subsidiando las divisas, es decir cobrando muy poco por las divisas del petróleo y permitiendo una hipertrofia de las importaciones. Las importaciones entre 2004 y 2012 subieron casi seis veces y la fuga de capitales está calculada por el orden de los 600 mil millones de dólares y esa fuga fue financiada por el gobierno. Entonces ningún gobierno que se tilde socialista puede abaratar, financiar o subsidiar la fuga de capitales, las importaciones y la destrucción del capital propio. Eso no tiene que ver ni con Marx, ni con Lenin, ni con ningún otro que recuerde. Tiene más bien que ver con la utilización de un discurso para dotarse de un aura ideológica superior, simplemente para organizar un saqueo.
Despilfarro y malversación
– En un foro calculaste los ingresos venezolanos, entre 1998 al 2015, a lo equivalente a 3 Planes Marshall. Sorprende que tales recursos no se hayan concretado en el bienestar durable de la población.
Te puedo decir que, recalculando, es mucho más. Nada más en ingresos petroleros son equivalentes, al menos, a 10 Planes Marshall en los últimos 14 años. Con un Plan Marshall se reconstruyó la mitad de Europa, con 10 nos hemos convertido en el país más pobre del mundo, con uno de los salarios más miserables del planeta. Esos ingresos petroleros debieron haber financiado la industrialización tecnológica más importante del Tercer Mundo y debieron convertirnos en la Suiza de América, era para que tuviéramos una segunda Venezuela Saudita, que se tuvo en cierto momento de 2006 a 2012 pero que estalló de una manera muy dramática, con errores similares a los cometidos por Carlos Andrés Pérez en su primer período, con un derroche de renta muy similar, pero durante un período más largo. Cuando CAP I la expansión de la renta petrolera fue de cuatro años máximo, sin embargo, el chavismo lo hizo durante diez años, más o menos, hasta el 2015.
– De manera simultánea, alta renta y endeudamiento
Y endeudamiento, porque nada más hemos hablado de ingresos petroleros. Si hablamos de endeudamiento estaríamos hablando de 14 planes Marshall. La magnitud de lo que se derrochó es tan grande que un plan de recuperación solo necesitaría de a un 5 a un 6% de ese monto para reflotar la economía. Tengo algunos cálculos que me dicen que, si hubiésemos ahorrado un 40% de nuestras exportaciones que se quintuplicaron en ese período, tendríamos 350 mil millones de dólares en reservas internacionales, unas 42 veces de las que tenemos ahora que son alrededor de 8 mil millones de dólares. Si hubiésemos ahorrado, en cambio, un 30% tendríamos alrededor de 260 mil millones de dólares. Entonces tenemos que la destrucción del capital venezolano es impresionante y no tiene nada que ver con socialismo.
– ¿Qué razones explican entonces que tal cantidad de dinero no se haya traducido en mejoras sostenibles para la población?
No se tradujo porque el gobierno lo que hizo fue exportar la renta, aumentada por el endeudamiento, a través de una forma altamente lesiva y con la sobrevaluación del tipo de cambio. No hay que olvidar que, hasta febrero de este año, había un dólar a 10 Bs. y ese dólar fue el mecanismo para saquear la renta. Es cierto que había tanto dinero que, por teoría del derrame, a alguien de pronto le cayó un viaje al exterior, a otro dólares a través de CADIVI, a otro le regalaron un carro, a esto hay que sumarle que el gobierno lanzó muchísimo dinero a la calle a través del gasto público. Eso, indudablemente, permitió una mejora momentánea de la población en forma de dádivas, limosnas y clientelismo político. Esas formas en las que el chavismo distribuyó el dinero, convirtió a la población en clientes y no reivindicó el trabajo asalariado, ni el esfuerzo, algo super clásico en las revoluciones del socialismo real. Acá, en cambio, se destruyó cualquier intención de trabajo, esfuerzo y éxito sustituyéndolo por alabanza, adulación, enchufe para hacer dinero. Esa renta que fue regada como limosnas se fue gastando muy rápidamente.
Sobre el salario de 1800
– Tomado en cuenta este panorama ¿Cuáles son sus pronósticos sobre el poder adquisitivo de los salarios en los próximos meses?
Lo más probable es que la inflación se vaya comiendo poco a poco el salario.
– ¿Poco a poco? Hay quienes aseguran que para diciembre el nuevo cono monetario valdrá menos que el papel en el que se imprimió…
Puedo decirte que nunca había visto un aumento del salario mínimo de 37 veces, pero la inflación va tomar un giro muy importante, aunque atenuado por la escasez. Sin embargo, es muy difícil predecir en cuanto tiempo va destruir el nuevo poder adquisitivo. Al momento de la reconversión se calculó el salario mínimo en 30 dólares al mes, al cabo de una semana se convirtió en 17 dólares, es posible que en dos tres meses llegue a 4 ó 5 dólares.
– Víctor Theoktisto, en un escrito, afirma que el salario mínimo había aumentado ya que el barril de petróleo había subido su precio, entonces el salario ahora era en realidad de 34 USD.
Lo que al parecer no sabe es que en la Gaceta Oficial el salario es de 1.800 Bolívares y no dice nada del Petro, ni del barril de petróleo. En todo caso vincularlo al Petro o al petróleo es una locura. Supongamos que el precio del barril se duplica, el sector productivo y el sector público también deben duplicarles el sueldo a sus empleados, eso no tiene sentido. Una cosa es la productividad en la industria petrolera y otra la de una señora que trabaja haciendo empanadas. Lo contrario también puede ocurrir, si el precio baja a la mitad, deberías entonces disminuir el sueldo a la mitad. Eso fue una locura que se les ocurrió para hacer negocios y para engatusar a alguna gente.
PDVSA endeudada y con bajos ingresos
– ¿Cuál es la situación actual de la industria petrolera en el país?
La industria petrolera está en su peor momento. Estamos extrayendo la misma cantidad de petróleo que hace 60 años. De extraer 3,3 millones de barriles, estamos máximo a 1,2 millones. Lo peor es que el dinero que tenía PDVSA para invertir se lo gastó y se lo robaron ¿Por qué digo esto? Porque la inversión de PDVSA creció mucho, hay economistas que dicen que no invirtió nada, sin embargo si se analiza las exportaciones en dólares esta se quintuplicó. El problema es que la corrupción en esas inversiones fue tan grande que compraron cosas que nunca llegaron, con un sobreprecio de 20 a 30 veces. Por ejemplo, si compraron 10 taladros llega uno y, además, es usado, ya a los seis meses el efecto se ve. Es como lo que hicieron con el sector eléctrico, donde se trajeron unos generadores de Tanzania usados, que en ese país ya habían terminado su vida útil, los pagaron como si fuera de la última tecnología japonesa, a los meses ya no servían y se gastaron miles de millones de dólares. En la industria petrolera pasó lo mismo con importaciones fraudulentas, causando que con los años PDVSA perdiera capacidad tecnológica y productiva. Yo que soy marxista, con todo el dolor debo decir que la única solución es abrir el mercado para dar concesiones y que saquen el petróleo por nosotros. La empresa está sumamente endeudada y con muy bajos ingresos.
– Sin embargo, ya esas empresas está el país como Chevron, Conoco, Rosneft, entre otras
Pero están en la faja del Orinoco que es petróleo extra pesado, costoso con un margen de beneficio muy pequeño. Para mí es un misterio el empeño del gobierno con la Faja. Se lo he preguntado a expertos petroleros como Mendoza Potellá, Quiroz y no han sabido responderme. Ese petróleo requiere de mejoradores, una vez procesado el costo puede ser 37 a 38 dólares. Entonces, si el barril está a 40 o 45 dólares el margen de ganancia es nada, sin contar con las inversiones que se requieren para su extracción que son mil millonarias. El occidente venezolano es el que nos puede rescatar en el corto plazo, el asunto es que ya el gobierno, al ser ya considerado como un gobierno forajido atraerá inversiones muy rapaces.
La guerra económica
– El gobierno adjudica la responsabilidad de la crisis a la llamada “guerra económica”. ¿Qué cuota de responsabilidad considera que tiene el sector privado en la actual recesión que sufre el país?
Voy a ser un poco polémico en este punto. La guerra económica es una mentira, es un disparate, un absurdo, no tiene nada que ver. Las sanciones económicas vienen de agosto-septiembre de 2017, no puede decirse que son las causantes de esta debacle.
– Se habla de “guerra económica” desde que Maduro asumió la presidencia
Hay quienes afirman que desde el 2012, pero eso es un disparate. Hubo muchos años de crecimiento económico y no se hablaba de guerra económica. Es una excusa para tapar una mala administración. El gobierno administró la economía como un boxeador de 19 años borracho que se gastó todos sus ingresos en prostitutas, drogas, casas de 200 habitaciones, en comprar elefantes, jirafas; una forma narco de gastar las divisas arruinando al país. Ahora bien, el sector privado también es responsable de eso y ahí me voy en su expresión política que fue la MUD, porque para gastarse la renta el gobierno no se la gastó solo, se la gastaron en un franco matrimonio compuesto por la burguesía emergente y la burguesía tradicional. En ese pacto, muy rápidamente, se apropiaron de la renta de todos nosotros.
– ¿Los Bolichicos por ejemplo?
Claro, pero esos también hicieron negocios con el sector privado. Y puede ser que votaron contra el gobierno, que hayan financiado las campañas de la oposición, pero igual seguían comiendo con el gobierno, siendo socios y haciendo dinero. El sector privado hizo negocios con el gobierno y son tan culpables como el chavismo, a través de importaciones fraudulentas, trayendo contenedores llenos de periódico quemado, con arena, sobornando gente en CADIVI, sobornando gente en la aduana, etc. Tenemos entonces que la inutilidad de la MUD y su escasa capacidad de combate tienen que ver también con que esos grandes capitales que estuvieron robando con el gobierno. Después del 2015 se agudiza un poco el conflicto porque la torta se redujo, porque si a ver vamos las malas medidas económicas tienen muchos años y la oposición no hizo nada.
El futuro
– ¿Qué medidas deberían implementarse para no descargar el peso de la crisis en los que menos tienen?
Soy optimista y pesimista. En mi parte optimista diría que Venezuela tiene remedio ya que el 80% de la crisis se debe a una mala gestión. Es como si tuvieras una panadería y dejas que los empleados te roben y tú también te robas, dejas quemar los panes o lo regalas. Si llega una administración sensata la panadería se puede rescatar. Ahora bien, la parte pesimista es que el país está tan mal, con una producción por el piso, no hay técnicos, profesionales, muchos se han ido, hay un montón de malandros extorsionado, robando, es decir hay una lumpenización muy fuerte y esa lumpenización nos ha convertido en mano de obra sobrante para el capital. Este término explica que el capital no sepa que hacer con nosotros y que no podamos vender nuestra fuerza de trabajo, degradados en nuestra subjetividad productiva. En principio creo que con 20 o 25 mil millones de dólares esto pudiera reflotarse, porque somos tan pero tan pobres que la nómina completa del país, unos 12 millones de trabajadores, que ganan unos 15 dólares mensuales serían 3.600 millones de dólares en un año, con eso puedes soportar esa nómina. Otra medida debe ser la declaración de moratoria de la deuda externa con una restructuración. No podemos seguir pagando y menos con esos intereses. Si además se pide un año de gracia, o un período muerto, se podrían ahorrar de 5 a 6 mil millones de dólares, que si entran a la economía, más la venta de la mitad de las reservas internacionales, eliminando trabas para acumular capital tanto privado como público, como por ejemplo las que tienes al esperar un año para registrar una empresa, que tienes que pagarle a 17 funcionarios para que te den un permiso, liberar el tipo de cambio aunque esté muy devaluado, esto podría mejorar muy rápidamente en unos seis meses. A diferencia de mis amigos economistas neoclásicos, el estudio de la historia económica nos dice que siempre hay un rebote y si esto se mejora un poco podemos dar un salto de un 20 a 25% en un año y al siguiente un 14 o 15%. El asunto es que eso está en manos de China, y si ellos quieren ayudar al chavismo tienen que imponerle un conjunto de medidas drásticas y serias con ese carácter liberal marxista chino tan particular. Eso debe estarse discutiendo en estos momentos. Hay economistas chinos que están ahora en el Banco Central enseñándoles qué es una política monetaria y cómo funciona. Si eso ocurre este país tiene oportunidad de crecer a largo plazo.
Luis Silva | Especial para Provea
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