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Septiembre 2017

La rebelión de Achacachi y el tema del liderazgo indígena


Daniel Sirpa Tambo
PUKARA

La reciente protesta de Achacachi ha sorprendido... pero sólo a los desprevenidos y a los ilusos que creyeron en el cuento de la descolonización al estilo del MAS.

Hay quienes creyeron que el Estado Plurinacional eliminaba de una vez el «problema» de los indios. Equivocación. No se trata de «autonomías» como progresista apartheid, sino del papel del indio en el Estado. La lucha india es por el poder, es decir por la participación decisoria en los asuntos públicos, no como adorno exótico en supuestas autonomías indígenas. Una parte de ese mecanismo actual de participación del indio en los asuntos administrativos son las alcaldías. Sin embargo, el diseño de esas alcaldías realizada durante el gobierno de Sánchez de Lozada con la famosa «Participación Popular» estuvo viciada por el culturalismo y el pos-modernismo liberal, que en nuestro caso contó con la fantasista y pachamamista guía de teóricos como Javier Medina, que envolvieron la realidad política india en una nebulosa más mistificadora que mística. De esa manera, esas alcaldía debían ser inexorablemente las formas contemporáneas de vinculación colonial y sumisa del indio con los criollos. Los alcaldes en el área rural, aun cuando elegidos por cualquier partido, terminan jurando y articulando con el partido de gobierno, cualquiera que sea, el cual buen desconocedor de la realidad colonial, cree que es simpatía y adhesión sincera.

Amparados en ese esquema los alcaldes hacen lo que les da la gana y, por lo general, ello se manifiesta en malversaciones y corrupción impune pues esas autoridades se confían en el amparo del poder central, en lo que no se equivocan pues lo de Achacachi nos lo demuestra una vez más.

Había quienes estaban convencidos de que al ser Evo Morales el «primer presidente indígena», los indígenas y, en general, el área rural le era totalmente adherente. Error. Ya para quienes están inhibidos de nuestra realidad o por lo menos para el observador advertido, ello era una mentira, por lo menos una ilusión, que buscaba encandilar a los no indios, poniendo el incondicional apoyo indio como una amenaza permanente y mantener así disciplinados a criollos y mestizos que pudieran comportarse críticamente con este gobierno. Ya años antes lo de Caranavi y de Chaparina debían alertar sobre lo errado de esa apreciación, pero muchos caían en esa ilusión. La presente rebelión de Achacachi es un claro desmentido a esa afirmación, siendo por ello una humillación simbólica (y práctica) para el MAS, Evo Morales y su gobierno.

Habiéndose disipado la ilusión del liderazgo de Evo Morales, la gran sorpresa, para algunos, es que los pobladores de Achacachi hayan llamado al Mallku Felipe Quispe Huanca para que lidere su lucha. Decimos sorpresa para algunos, especialmente para quienes buscaban respirar aliviados deshaciéndose de ese luchador, o para quienes sin reunir los méritos suficientes anhelaban ocupar un puesto que creían vacante. La Voz del Pueblo es la Voz de Dios, dicen. Entonces es necesario tener los oídos bien destapados.

El hecho de que Felipe Quispe ocupe nuevamente posiciones de liderazgo es muy revelador. No se impuso merced a argucias de un aparato politiquero; tampoco disponiendo de estructuras orgánicas que solamente estando en el gobierno se puede disponer en el campo. Fue porque el impacto de su discurso y la fuerza de su personalidad lo catapultan como recurso necesario para lograr el triunfo. Ello porque lo que simboliza Felipe Quiispe es una tarea necesaria e insoslayable. Si está todavía vigente este líder, es porque el MAS y Evo Morales fracasaron en transformar la realidad en el área rural. Lejos de descolonizar, se sirvieron del indio, igual que otros gobiernos anteriores.

Sorprende, finalmente, cuando observamos a los que marchan, bloquean, hacen huelga y guerrean actualmente en Achacachi, que son jóvenes la mayoría. Un líder es líder cuando prepara el relevo. Felipe Quispe anuncia que él no busca la presidencia y no sabemos si culminará las etapas de descolonización en la que está comprometido. Pero lo que él predica es que la gran tarea que inminentemente nos muestra el futuro es de los jóvenes, no sólo como combatientes, sino como dirigentes. También en ello se muestra la grandeza del Mallku. Los jóvenes tienen en él el mejor maestro.

PUKARA Cultura sociedad y política de los pueblos originarios. Periódico Mensual Septiembre 2017 Qollasuyu Bolivia Año 11 Número 133. Pg. 2.

http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-133.pdf







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