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Mayo 2017

Política agrícola neoliberal: el caso del programa de modernización sustentable de la agricultura tradicional en Tlaxcala

Zagoya Martínez, Joaquín1 ; María Ramírez, Andrés2 ; López Zamora, Rafael de Jesús2 ; Hernández Rodríguez, María de Lourdes2

Resumen

La incorporación de México al neoliberalismo, resultó en el impulso de acuerdos comerciales con el propósito de acelerar su crecimiento, lo que llevó inicialmente a la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Es evidente que México se ha beneficiado con estos acuerdos –incremento en exportaciones de frutas y verduras–, pero de igual modo ellos han generado efectos adversos en determinados sectores económicos. En este sentido, el gobierno, durante la década de los noventa implementó programas de desarrollo, teniendo como propósito realizar ajustes estructurales y con ello acelerar la integración comercial. Las políticas públicas aplicadas por el modelo neoliberal en el sector primario han desestimulado la producción agrícola. A pesar de la ineficacia de estas políticas en cuanto al logro de sus objetivos económicos, sociales y ambientales, se continúan implementando de la misma forma. Con base a lo anterior, es evidente la necesidad de una constante evaluación y reformulación de políticas públicas, fundamentalmente las relacionadas a un sector tan vulnerable como el primario. El objetivo del presente trabajo fue realizar un análisis sobre los principales componentes del programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional, así como sus logros en el segmento trigo en el estado de Tlaxcala; ello a partir de información secundaria consultada para la tesis de doctorado en curso del autor principal. Los resultados preliminares mostraron que el eje principal de este programa es la agricultura productivista, lo que permite prever una baja aportación a la sustentabilidad económica, social y ambiental en Tlaxcala.

Introducción

La modernización del campo mexicano a partir de la Revolución Verde generó transformaciones sociales, resultando en pérdida y envejecimiento de la población, desempleo, exclusión social, migración, abandono de las tierras de cultivo e infraestructuras deficientes. El proceso de globalización y reestructuración productiva afecta a países y regiones, ya sean desarrolladas o atrasadas, al ámbito urbano o rural; de este modo se ven afectadas de manera diferente, en función de su dotación de recursos, de su inserción en la economía global y de su capacidad de respuesta a los retos actuales, siendo necesaria una nueva estrategia en la que los territorios dejen de ser únicamente el lugar físico en el que se ubican las actividades productivas y las organizaciones, para pasar a ser entes con personalidad propia y capacidad de actuación y respuesta.

En México aún se encuentran territorios agrícolas con una clara correspondencia entre el ámbito socio-espacial en el cual la población se desenvuelve y establece un marco simbólico-cultural que determina un habitus de comportamiento, de este modo se configuran territorios integrados y coherentes, ya que permiten resolver de manera adecuada las necesidades de la vida cotidiana. Por otra parte, el neoliberalismo comprende el libre mercado, eliminar el gasto público para los servicios sociales, desregulación, privatización, eliminación del concepto de bien público o comunidad. En este sentido, el neoliberalismo económico considera que la excesiva regulación económica por parte de los gobiernos desestimula la libre circulación de bienes y capital, elementos necesarios para dinamizar el libre mercado (Vargas, 2007).

En este sentido, y a partir de aquella necesidad se acuña el concepto de “políticas públicas”, que en el marco del modelo neoliberal y aplicado a los sectores económicos, sugiere dar por supuesto que la política económica real es que no debe existir una como tal, en este caso una política agrícola; esto es, no más intervención del Estado en la economía. En años recientes ya no se habla de una política agrícola, virtud por la cual, más que favorecer a los productores o sectores más desprotegidos, las medidas aplicadas por el Estado actualmente están orientadas al productivismo, estimulan la producción de más alta eficiencia y rentabilidad económica (Martínez y Roca, 2003) y esto tiene que ver con la visión de que es más factible importar alimentos para compensar los déficits; lo que genera condiciones desfavorables y coloca en condiciones de desventaja a los productores de bajos ingresos (Sánchez, 2012).

Ejemplo de ello, ha sido PROCAMPO en los años 90, el cual fue diseñado con el supuesto de hacer frente a la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual no generó los resultados esperados, debido a que a través de él, México reafirmaba su carácter de país importador de alimentos, dejando a un lado el empleo de instrumentos para revertir su situación estructural, difícil de romper sin políticas publicas adecuadas de inducción al incremento de la producción y de la modernización de las unidades productivas (Trujillo et al., 2007).

Con base a lo anterior, el estudio de las políticas agrícolas requiere considerar el ámbito nacional e internacional en el cual se insertan y con ello generar alternativas que impulsen el desarrollo y disminuyan las disparidades 3. En este sentido, la economía ecológica cobra un papel importante, ya que ésta considera los procesos de la economía como parte integrante de la naturaleza –biosfera y ecosistemas– es decir, incorpora el comportamiento físico y territorial de los distintos sistemas y procesos (Naredo, 2001). De igual modo brinda elementos para plantear alternativas a partir de las tradiciones, los conocimientos y saberes históricos, por otra parte enfatiza el aprovechamiento de innovaciones como medio para diseñar sistemas de producción y distribución amigables con el ambiente que contribuyan a generar estructuras que garanticen la justicia social (García, 2008). El objetivo de este trabajo fue realizar un análisis sobre los principales componentes que integran el programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), así como sus logros en el segmento trigo en el estado de Tlaxcala; ello a partir de información secundaria consultada para la tesis de doctorado en curso del autor principal.

  1. México en el contexto neoliberal global

Predecir el futuro ha sido de interés constante del ser humano, sin embargo, difícilmente se puede tener certeza plena sobre éste. Prever el futuro de las naciones resulta aún más complejo, siendo tema de discusión por parte de diferentes instancias; prueba de ello es lo expuesto por Flinth Cahan, Secretario General Adjunto de la Organización Europea para la Cooperación Económica –actualmente OCDE– en 1960, señalando textualmente que (Gurria, 2011):

Hasta ahora, nadie ha podido convencerme de que todos nuestros actos sean positivos y útiles. Muchos son vestigios del pasado y, como todos sabemos, los países y las organizaciones que no logran liberarse de su pasado están destinados a desaparecer un día. Éste es el ineluctable destino de los seres humanos, pero no tiene por qué ser el de las organizaciones, si éstas son lo suficientemente hábiles para adaptarse a las nuevas situaciones

En este sentido, Ohmae (2005) considera que existen múltiples factores que pueden irrumpir en cualquier momento a las naciones, ya sea dando prosperidad o conduciendo a la destrucción de éstas –aunque en algún tiempo hayan sido ricas–Por lo que es fundamental que las naciones sean adaptables y flexibles a la dinámica de la economía global. Sin embargo, desarrollar dichas capacidades no es tarea fácil, prueba de ello es la economía mundial, la cual no ha logrado alcanzar niveles de crecimiento que mantenía antes de la crisis de 2008. Durante el periodo 2004-2007 el producto mundial presentó un crecimiento promedio anual de 5.4%, disminuyendo a 3.5% en el lapso de 2011 hasta 2014, lo que devela debilidades estructurales en los países que no permiten alcanzar un mayor dinamismo en la economía (CEPAL, 2015).

En el caso de México, su desempeño económico a partir de los años 90 no ha estado a la altura de sus posibilidades en comparación con el dinamismo de otras economías emergentes (OCDE, 2010). En este sentido, México optó por implementar un modelo económico neoliberal que impulsa acuerdos comerciales regionales con el propósito de acelerar su crecimiento, lo que condujo inicialmente a la negociación del TLCAN y a un intento de virtual relanzamiento de las relaciones interamericanas.

A raíz de la relevancia que tienen las actividades comerciales a nivel global, en 1995 fue establecida la Organización Mundial del Comercio (OMC), con el propósito de ayudar a los productores de bienes y servicios, los exportadores y los importadores a llevar adelante sus actividades de manera efectiva (OMC, 2015). A pesar de las “intenciones” de la OMC en busca de un comercio justo, es evidente la existencia de naciones ganadoras y perdedoras. Siendo el primer caso, países con balanzas activas –respecto a su Producto Interno Bruto (PIB)– destacando durante el año 2014 China (3.7%) e integrantes de la Unión Europea como, Alemania (6.4%), Dinamarca (5.3%) y España (2.4%). Sin embargo, dentro de este último bloque comercial se encuentran naciones con balanzas pasivas como Grecia (2.3%), Francia (1.8%) y Bulgaria (0.7%). La misma situación presentan los países integrantes del TLCAN –Estados Unidos (3.0%), Canadá (0.9%) y México (0.9%)– (BM, 2015a).

Con base a lo anterior, el Banco Mundial señala que Europa occidental es el continente más integrado a nivel global, ya que los países intercambian aproximadamente 35% de su producto interno bruto, y más de la mitad de ese comercio tiene lugar entre países vecinos. Destacando la voluntad y deseo existente para la cooperación, ya que hasta hace poco se encontraban divididos, pero en la actualidad comercian con antiguos enemigos para formar una Unión Europea cada vez más integrada, no sólo en el aspecto económico, sino en el político y social (BM, 2009). Con ello, la Unión Europea se caracteriza por ser una “Unión Económica Federal”, obedeciendo a un motivo, la defensa de la soberanía e independencia económica de los países miembros frente a terceros, a través del encapsulamiento de su comercio exterior en una normativa común, que facilita su protección con la unión y la creación de un gran mercado interior seguro (Pérez, 2009). Caso contrario ha sido el TLCAN, el cual no tuvo la finalidad de crear un mercado común y dista por mucho de la experiencia Europea (Van Klaveren y López, 1997). Si bien, México se ha beneficiado a través de diferentes acuerdos comerciales, estos de igual modo generaron efectos adversos en determinados sectores económicos.

En esta perspectiva, el Banco de México (2014) señala en su informe “Evolución y perspectivas de la economía mexicana”, que durante el periodo 1994-2004, se registró un crecimiento promedio en el PIB de 2.7% y para el periodo de 2010- 2014 de 3.3%. Así como una tendencia de tasa de crecimiento promedio de 0.6% entre 1980 y 2014 (OCDE, 2015). Por otra parte, Delgadillo (2008), argumenta que el TLCAN, como parte del modelo económico neoliberal, sólo ha derivado en desigualdades territoriales, y reestructuración en los sectores económicos, tal como lo demuestran los datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI, 2014), en donde informa que la mayor participación en unidades económica se ubica en el sector terciario con 87.4%, seguido del sector secundario con 12.1% y en tercer lugar el sector primario con menos del 1%.

  1. El sector agrícola y la población rural en México ante el neoliberalismo

Si bien es cierto, el TLCAN como parte de la política neoliberal implementada en México ha generado un efecto económicamente positivo, de igual modo ha provocado una reestructuración económica, ejemplo de ello es la notoria disminución del PIB agrícola, causando a su vez mayor concentración de la población en zonas urbanas y despoblamiento en zonas rurales. En el caso del PIB agrícola su tendencia ha sido a decrecer de manera pronunciada en el periodo comprendido de 1970 hasta principios del siglo XXI, registrando una disminución de casi 73%, para después contar con cierta estabilidad hasta el año 2014, donde registró valores cercanos a 3.5%, dato superior al de sus mayores socios comerciales en el TLCAN –Estados Unidos de América 1.19% y Canadá 1.63%– (BM, 2015b). De igual modo, el porcentaje de la población rural ha disminuido, pasando de casi 41% en 1970 a 21.3% en el año 2013, lo que significa un decremento de 48%, evidenciando el despoblamiento de las zonas rurales (BM, 2014). Con base a lo anterior, las políticas agrícolas implementadas a partir del ingreso al neoliberalismo en México han desestimulado el crecimiento de éste sector, de manera que se plantea más factible importar alimentos para compensar su déficit. Generando condiciones desfavorables para los productores nacionales (Sánchez, 2012).

  1. Metodología


El presente trabajo se realizó en el estado de Tlaxcala, México donde a partir de la revisión y análisis de información secundaria existente relacionada al cultivo de trigo –superficie sembrada, producción y rendimiento– durante el periodo 2003-2014 se identificó a los municipios que registraron producción de este grano básico. El estudio de datos se efectuó a través del software estadístico SPSS versión 23.0 utilizando estadística descriptiva, así como inferencial empleando análisis de varianza y prueba de Tukey (P<0.05), lo que permitió corroborar los efectos de MasAgro sobre el rendimiento y la producción de trigo entre los años y municipios en estudio.

  1. Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro)

Considerando las consecuencias sociales y ambientales negativas que genera el modelo de agricultura neoliberal, han surgido políticas alternativas con el supuesto de alcanzar una agricultura sustentable, es decir, que busca una producción de alimentos suficientes conservando el suelo, el agua y los recursos genéticos, procurando ser económicamente viable, socialmente justa y ecológicamente adecuada, con la capacidad de responder a la crisis ecológica y de producción de alimentos (Gliessman, 2002; Barkin, 1999; Altieri, 1991). Sin embargo, la dinámica de mercados, la introducción de tecnologías de la Revolución Verde, la crisis económica mundial y la transculturalización, dificultan dicho fin.

En México, durante el periodo 2009-2011, el consumo aparente de maíz blanco registró 18 millones 843 mil toneladas, del maíz amarillo 9 millones 61 mil toneladas y en trigo ascendió a 6 millones 431 mil toneladas. No obstante esta relevancia para la población mexicana, existe un déficit promedio (periodo 2009-2011) de 3.7% en maíz blanco, 80% en maíz amarillo y de 51.30% en trigo para satisfacer la demanda del mercado nacional, generando desabasto (FAO, 2013), motivando al Gobierno Federal a implementar el denominado Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), con la finalidad de mejorar la autosuficiencia de estos granos básicos.

En este sentido, MasAgro se autoproclama como un programa que impulsa la agricultura de pequeña escala con la finalidad de incrementar entre cinco y nueve millones de toneladas la producción anual de maíz de temporal y en 350 mil toneladas la cosecha de trigo. Estableciendo sus propósitos en ampliar las capacidades productivas de los pequeños agricultores de maíz y trigo; asegurar mejores rendimientos que contribuyan a la suficiencia alimentaria en ambos cultivos; y hacer frente a los efectos del cambio climático y el deterioro del medio ambiente, a través de prácticas agronómicas sustentables (agricultura de conservación y precisión), además de tener impacto en el ingreso, el empleo y el arraigo en el medio rural. La vigencia del programa es de octubre de 2010 hasta diciembre de 2020, con una inversión del gobierno federal de 138 millones de dólares americanos (SAGARPA, 2012), así como, 25 millones más aportados por la Fundación Bill y Melisa Gates y la Fundación Carlos Slim (SAGARPA, 2013).

MasAgro durante el año 2014 reportó un incremento de 10% y 17% en los rendimientos promedio de trigo y maíz respectivamente –utilizando su tecnología– a nivel nacional (CIMMYT, 2015). Sin embargo, MasAgro en sus paquetes tecnológicos incorpora: 320 marcas de herbicidas, 408 de insecticidas, 167 de fungicidas, 51 fertilizantes sólidos y 149 fertilizantes foliares (SAGARPA-CIMMYT, s.f). Con ello se vislumbra difícil el cumplimiento de sus propósitos planteados, al menos en lo referente al aspecto ambiental.

  1. La producción de trigo en México y el mundo

En México, el trigo ocupa el segundo lugar en cereales de consumo humano después del maíz, con un promedio de ingesta per cápita de 52.70 kg (FAO, 2013). Durante el periodo 2003-2014 se registró un promedio de 691 mil hectáreas sembradas de este cultivo en todo el territorio nacional, donde se produjeron alrededor de 3.4 millones de toneladas de trigo en grano, con un rendimiento promedio general de 5.09 t ha-1. Siendo los estados con mayor producción Sonora (46.95%), Baja California (15.02%) y Guanajuato (13.67%) representando más del 75% del grano producido en México (SAGARPA, 2014).

La producción de trigo en México ha presentado fluctuaciones entre 1.8 y 5.2 millones de toneladas en el periodo 1970-2013. La cosecha de este grano a nivel mundial registró los 728 millones de toneladas durante 2015 (FAO, 2015a). Los mayores productores en el periodo 2004-2013 fueron la Unión Europea (18.72%), China (15.03%), India (10.85%), Estados Unidos de América (7.91%) y Rusia (6.78%); en el caso de México únicamente representó 0.5% del total de la producción mundial (FAO, 2015b).

    1. La producción de trigo bajo condiciones de temporal en México

En México se registran 22 estados con producción de trigo bajo condiciones de temporal durante el periodo 2010-2014, con un promedio de 119 mil hectáreas sembradas, una producción superior a las 187 mil toneladas y un rendimiento de 1.60 t ha-1. Las entidades con mayor superficie sembrada fueron Tlaxcala con 28.52% de la superficie nacional, seguida por Oaxaca (12.13%), Guanajuato (10.65%) y Nuevo León (9.59%). En el caso de la producción promedio Tlaxcala generó 45.44% del total, seguida del Estado de México (12.29%), Nuevo León (7.70%), y Zacatecas (6.70%). El rendimiento promedio en estos estados fue Tlaxcala 2.56 t ha-1, Estado de México 2.42 t ha-1, Nuevo León 1.42 t ha-1, y Zacatecas 1.30 t ha-1 (SAGARPA, 2014) (Cuadro 1).


Cuadro 1. Valores promedio (2010-2014) en la producción de trigo bajo condiciones de temporal en México.


Municipio

Sup. Sembrada (Ha)

(%) Sup. Sembrada Respecto a la Nacional bajo temporal

Sup. Cosechada (Ha)

(%) Sup. Cosechada Respecto a la Nacional bajo temporal

Producción

(t)

(%) Producción Respecto la Nacional bajo temporal

Rendimiento (t ha-1)

Tlaxcala

33978.30

28.52

24178.90

30.15

85111.26

45.44

2.56

Oaxaca

14446.24

12.13

9978.83

12.44

11969.36

6.39

0.95

Guanajuato

12682.95

10.65

7137.20

8.90

11731.79

6.26

1.18

Nuevo León

11426.14

9.59

7289.60

9.09

14429.71

7.70

1.42

México

9590.10

8.05

7670.80

9.57

23011.00

12.29

2.42

Zacatecas

9000.31

7.56

5028.66

6.27

12545.15

6.70

1.30

Baja California

8757.80

7.35

6446.60

8.04

4262.42

2.28

0.76

Jalisco

5156.16

4.33

3024.54

3.77

3690.31

1.97

1.37

Puebla

3659.76

3.07

2825.92

3.52

5316.11

2.84

1.49

Durango

3632.05

3.05

2461.80

3.07

3811.46

2.04

1.43

Michoacán

2185.00

1.83

1207.35

1.51

5570.43

2.97

2.39

Hidalgo

1571.49

1.32

1036.68

1.29

1356.17

0.72

1.10

Veracruz

745.40

0.63

588.60

0.73

907.29

0.48

1.19

San Luis Potosí

592.40

0.50

243.60

0.30

299.66

0.16

0.81

Morelos

374.60

0.31

301.20

0.38

1247.44

0.67

3.33

Chihuahua

352.80

0.30

195.60

0.24

477.87

0.26

1.16

Tamaulipas

270.60

0.23

72.60

0.09

694.62

0.37

1.55

Sinaloa

212.34

0.18

212.34

0.26

366.34

0.20

1.72

Coahuila

189.50

0.16

110.25

0.14

135.63

0.07

0.46

Querétaro

180.40

0.15

78.60

0.10

215.99

0.12

1.39

Chiapas

116.40

0.10

96.40

0.12

118.41

0.06

1.01

Sonora

8.50

0.01

8.50

0.01

25.10

0.01

4.10

Prom./Total

119129.24

100.00

80194.57

100.00

187293.50

100.00

1.60

Fuente: Elaboración propia con datos de la SAGARPA (2014)


Durante el periodo 2003-2014, en el estado de Tlaxcala 28 municipios registraron producción de trigo, sembrando en promedio cerca de 38 mil hectáreas que produjeron casi 96 mil toneladas, con un rendimiento de 2.5 t ha-1. Los municipios que destinaron mayor superficie para la siembra de trigo fueron Tlaxco, Calpulalpan y Xaltocan alcanzando en su conjunto cerca de 38% del total en el estado. Asimismo es notorio que la producción de trigo se concentra en los municipios de la parte nororiente del estado. En este sentido, destaca el municipio de Xaltocan, donde a pesar de destinar en promedio más de 4 mil hectáreas para el cultivo de trigo presentó el menor rendimiento en toda la identidad al registrar 1.75 t ha-1 mostrando con ello que la lógica de los agricultores no se rige necesariamente por la productividad (SAGARPA, 2014) (Cuadro 2).

Cuadro 2. Valores promedio (2003-2014) en la producción de trigo en el estado de Tlaxcala.

Municipio

Sup. Sembrada (Ha)

(%) Sup. Sembrada Respecto a la Estatal

Producción (t)

Producción Respecto a la Estatal (%)

Rendimiento

(t ha-1)

Tlaxco

6043.08

15.99

16335.62

17.02

2.72

Calpulalpan

4126.08

10.92

9949.24

10.36

2.57

Xaltocan

4010.00

10.61

6887.26

7.17

1.75

Hueyotlipan

3079.25

8.15

8556.98

8.91

2.74

Nanacamilpa de Mariano Arista

2661.17

7.04

7879.30

8.21

2.77

Terrenate

2163.08

5.72

5721.07

5.96

2.63

Tetla de la Solidaridad

1904.83

5.04

5406.58

5.63

2.49

Españita

1528.25

4.04

4056.58

4.23

2.75

Muñoz de Domingo Arenas

1457.17

3.86

4121.63

4.29

2.70

Atlangatepec

1396.67

3.70

3934.13

4.10

2.78

Huamantla

1241.92

3.29

3248.48

3.38

2.65

Sanctorum de Lázaro Cárdenas

1095.17

2.90

3069.61

3.20

2.73

Yauhquemecan

1057.92

2.80

1853.86

1.93

1.84

San Lucas Tecopilco

962.67

2.55

1849.05

1.93

1.96

Apizaco

849.00

2.25

2402.00

2.50

2.83

Cuapiaxtla

769.00

2.03

1945.93

2.03

2.55

Benito Juárez

594.13

1.57

1618.78

1.69

2.72

Xaloztoc

567.17

1.50

1221.00

1.27

2.51

San José Teacalco

458.00

1.21

1256.00

1.31

2.70

Tzompantepec

403.58

1.07

1010.72

1.05

2.55

Altzayanca

391.33

1.04

1029.00

1.07

2.55

Ixtacuixtla de Mariano Matamoros

361.17

0.96

872.60

0.91

1.96

Tocatlän

312.00

0.83

815.99

0.85

2.59

Zitlaltepec

134.42

0.36

338.08

0.35

2.42

Lazaro Cárdenas

95.33

0.25

248.46

0.26

2.58

El Carmen Tequexquitla

73.08

0.19

187.96

0.20

2.53

Emiliano Zapata

46.75

0.12

119.08

0.12

2.65

Ixtenco

17.92

0.05

56.46

0.06

1.89

Fuente: Elaboración propia con datos de la SAGARPA 2014

Entre los años estudiados no se encontraron diferencias significativas en superficie sembrada (P=0.947) y producción (P=0.065). Sin embargo en rendimiento si se presentaron (P=0.000), siendo superiores y con similitud estadística los años 2012 (3.43 t ha-1), 2010 (3.07 t ha-1), 2006 (3.06 t ha-1), 2013 (2.87 t ha-1) y 2009 (2.85 t ha-1). Entre municipios no se encontraron diferencias significativas en rendimiento (P=0.472).

  1. MasAgro en el estado de Tlaxcala –segmento trigo–

La implementación específica de este programa en el estado de Tlaxcala se realizó el 27 de enero de 2012 (SAGARPA-CIMMYT, 2013; SAGARPA, 2014). Sin embargo, en la entidad predominan prácticas agrícolas tendientes al modelo convencional, como el excesivo laboreo del suelo, uso indiscriminado de agroquímicos, que da como resultado una degradación paulatina de los recursos. En este contexto, es notoria la necesidad de mitigar los efectos negativos sobre el ambiente y los recursos naturales, provocado por el uso excesivo de las tecnologías tipo Revolución Verde, principalmente por pequeños productores, de aquí el supuesto del Estado mexicano, que a través de la implementación de MasAgro presume revertir dicha problemática, además de alcanzar la seguridad alimentaria.

MasAgro cuenta con una cobertura de 2 mil 500 productores de maíz y trigo beneficiados, abarcando casi 12 mil hectáreas –en los registros no existe diferenciación por cultivo– Los municipios con mayores apoyos fueron Tlaxco y Calpulalpan. Caso contrario fue Xaltocan al registrar sólo ocho productores beneficiados con 48 hectáreas a pesar de ser el municipio con mayor especialización en el cultivo de trigo en el estado (Cuadro 3). Asimismo a partir de la implementación de MasAgro la producción y el rendimiento promedio estatal decreció en 15.30% y 21.65% respectivamente (Figura 1 y 2) (SAGARPA, 2015; SAGARPA, 2014, Zagoya, 2016 4)

Cuadro 3. Beneficiarios MasAgro en el estado de Tlaxcala.

Municipio

Beneficiarios MasAgro


Beneficiarios MasAgro

Respecto al

Estatal (%)

Sup.Territorial (Miles Ha)


Hectáreas Beneficiadas MasAgro


Hectáreas Beneficiarias MasAgro Respecto al

Estatal (%)

Tlaxco

307

11.87

57.51

1602.08

13.43

Calpulalpan

182

7.04

25.38

1217.58

10.21

Huamantla

149

5.76

34.86

554.50

4.65

Tetla de la Solidaridad

148

5.72

16.97

550.09

4.61

Hueyotlipan

144

5.57

17.59

488.05

4.09

Cuapiaxtla

134

5.18

8.42

922.00

7.73

Nanacamilpa de Mariano Arista

132

5.10

10.81

734.22

6.15

Terrenate

121

4.68

15.46

740.85

6.21

Españita

115

4.45

13.96

467.24

3.92

Sanctorum de Lázaro Cárdenas

114

4.41

9.92

509.16

4.27

Ixtacuixtla de Mariano Matamoros

102

3.94

16.14

403.59

3.38

Lázaro Cárdenas

96

3.71

2.54

390.44

3.27

Ixtenco

89

3.44

4.44

268.80

2.25

San José Teacalco

73

2.82

3.60

342.00

2.87

Altzayanca

68

2.63

18.81

316.00

2.65

Tzompantepec

66

2.55

3.84

187.25

1.57

Muñoz de Domingo Arenas

64

2.47

3.64

307.48

2.58

Atlangatepec

59

2.28

10.81

282.75

2.37

Apizaco

58

2.24

4.38

226.64

1.90

Xaloztoc

56

2.16

4.15

208.00

1.74

Benito Juárez

47

1.82

2.56

233.96

1.96

Emiliano Zapata

36

1.39

4.99

83.20

0.70

Tocatlan

32

1.24

1.42

175.00

1.47

Yauhquemecan

30

1.16

3.68

180.17

1.51

Tequexquitla

30

1.16

5.84

109.00

0.91

San Lucas Tecopilco

25

0.97

2.88

160.00

1.34

Zitlaltepec

22

0.85

7.71

66.00

0.55

Xaltocan

8

0.31

10.27

48.00

0.40


Fuente: Elaboración propia con datos de la SAGARPA 2015




Fuente: Elaboración propia con datos de la SAGARPA 2014


Figura 1. Producción de trigo en el estado de Tlaxcala periodo 2003-2014.

Fuente: Elaboración propia con datos de la SAGARPA 2014

Figura 2. Rendimiento promedio en la producción de trigo en el estado de Tlaxcala periodo 2003-2014.

Conclusiones

Los resultados obtenidos reflejan que el estado de Tlaxcala destina una parte significativa de su territorio al cultivo de trigo, existiendo una clara especialización en esta actividad. Resultando en un factor importante para la construcción de su identidad cultural, de esta forma devela la importancia de considerar los aspectos culturales en la formulación e implementación de políticas dirigidas a un territorio determinado.

El análisis de MasAgro en su segmento trigo en el estado de Tlaxcala, mostró que su aplicación no ha logrado el cumplimiento de sus objetivos productivos y por consiguiente de los sociales, económicos y ambientales. A raíz de que los componentes que la integran están fundamentados en el modelo de la Revolución Verde resultando por consiguiente en una baja vinculación de ellos con las cultura e iniciativas de desarrollo local, generando con ello dependencia de los productores al uso de insumos y tecnologías externas a sus sistemas de producción, asimismo éstas sólo se orientan al productivismo, dejando a un lado aspectos importantes como lo es la conservación de los recursos naturales y estructuras sociales en el medio rural.

Con base a lo anterior, es notorio que para lograr un crecimiento económico y más aún el desarrollo de un país y sus regiones, no es suficiente con adoptar modelos generados en otras condiciones económicas, políticas, sociales y culturales. Por lo que es fundamental incentivar y fortificar las competencias de las regiones a través de políticas y estrategias basadas en iniciativas sociales, de carácter participativo de los productores y con enfoque agroecológico, a fin que permitan maximizar sus potencialidades y fortalecer la generación de oportunidades en el medio rural.

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1 El Colegio de Tlaxcala A. C. Avenida Melchor Ocampo No 28, Apetatitlán de Antonio Carvajal, Tlaxcala. (246)464 5874. joaquin.zagoya@coltlax.edu.mx. La presente ponencia es un avance de investigación que para obtener el grado de Doctor en Desarrollo Regional por El Colegio de Tlaxcala A .C. realiza actualmente Joaquín Zagoya Martínez.

2 Profesor investigador de El Colegio de Tlaxcala A. C.

3 La ponencia se inscribe en el marco teórico de la investigación en extenso en curso, misma cuyo marco teórico se ubica en las teorías del desarrollo regional, en particular del Desarrollo Sustentable y el debate de la Economía Ecológica desde el enfoque del “Marxismo Ecológico” y la “Ecología Social” (Martínez y Roca, 2003; López Zamora, 2014).

4 Avances de investigación.
















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