Corrupción y pérdida de biodiversidad
Alfredo Ramos Vázquez
aramosvr@hotmail.com
La corrupción en México ha contribuido a la degradación de los ecosistemas terrestres y acuáticos, afectando de forma negativa a la biodiversidad. Existen varios ejemplos de cómo se ha originado esta situación, que va desde la destrucción de gran parte de las selvas en la década de los setentas y ochentas, hasta las actuales concesiones que se han ofrecido a diversas compañías mineras en zonas que son áreas naturales protegidas.
Para entender un poco más este tema, demos una revisión a nuestra historia moderna de cómo la corrupción ha contribuido a la degradación ambiental. En la década de los setentas el gobierno en el poder que pertenecía al Partido Revolucionario Institucional (PRI) creó la “Comisión de Desmontes” que se encargó de destruir una gran extensión de bosques. Por ejemplo, en sólo cinco años, esta dependencia abrió 42,300 hectáreas para los nuevos colonizadores, quiénes utilizaron dicha área para la ganadería y la agricultura. Asimismo, diversos políticos corruptos en esa época aprovecharon la ocasión para explotar la madera clandestina, producto del desmonte de dichos terrenos y obtuvieron concesiones de terrenos ganaderos. Este tipo de visión originó la desaparición casi completa de la selva en Tabasco y redujo considerablemente su extensión en Veracruz, mientras que en los estados de Chiapas y Campeche su efecto fue menor, pero redujo la extensión de este tipo de bosques, los cuales se caracterizan por tener una gran riqueza de especies (Toledo, et al., 1985).
A nivel mundial la situación no es muy diferente; encontramos que la corrupción de algunos países del trópico han permitido que la madera que comercializan provenga de la tala ilegal, lo cual constituye del 50 al 90% de su mercado, lo que representa del 10 al 30% de toda la madera comercializada a nivel global, esto ofrece un valor estimado de 30 a 100 mil millones de dólares por año (Nellemann et. al., 2014). Además, estos mismos autores indican como la venta ilegal de plantas y animales silvestres es producto de la misma corrupción, lo cual ha diezmado a varias especies silvestres, siendo las ganancias de 7 a 23 mil millones de dólares y, en cuestión de la pesca ilegal, las ganancias van de 11 a 30 mil millones de dólares por año (Nellemann et. al, 2014).
La corrupción en nuestro país ha permitido que las empresas continúen contaminando el agua, aire y suelo de múltiples áreas de México. Por ejemplo, el caso más reciente y grave de contaminación por la minería lo encontramos en Sonora, en donde, la empresa denominada Buenavista del Cobre que pertenece a Grupo México, en el año de 2014 derramó 40,000 metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre sobre el arroyo Tinajas, que es tributario del río Bacanuchi que a su vez es un afluente del río Sonora. Dicho derrame afectó 5,700 hectáreas y 24,000 habitantes. Esta situación fue producto de la corrupción que existe en México, porque como señala el informe de la Comisión especial de la Cámara de Diputados, se violaron varias leyes relacionadas con la conservación ecológica y ambiental, como algunas normas ambientales relacionadas con el cuidado de aguas residuales, prevención de contaminación de acuíferos, ríos y aguas superficiales y del control de residuos peligrosos; asimismo, se violaron algunos acuerdos de cooperación ambiental para América del Norte (Cámara de Diputados, 2014).
Otra situación que ha generado la corrupción en México es el empobrecimiento de la gente, lo que origina la degradación del ambiente, particularmente la deforestación de los bosques, excepto en el caso de los indígenas que protegen sus bosques a pesar de la marginación en la que viven (Deininger y Minten, 2002; López, 2012). En donde, la culpa de la deforestación por este aspecto no es de la gente pobre, sino de las políticas gubernamentales que no les han dado la oportunidad de desarrollo a las personas, para que puedan buscar otras alternativas.
Por tanto, podemos decir que la corrupción ha contribuido a la degradación de los ecosistemas y con ello, a la pérdida de las especies. Por lo que, si queremos revertir esta situación es necesario tomar un camino diferente, en donde, dicho problema se debe resolver a partir de la conservación y protección de los ecosistemas y las especies que habitan en ellos. Para esto, debemos participar todos aquéllos que deseamos preservar el ambiente y las especies que viven en él. Por tanto, debemos organizarnos de forma inteligente y buscar los mecanismos para que nuestras exigencias sean escuchadas y puestas en práctica. Ya no podemos ser tan pasivos y ver como los ecosistemas se continúan degradando, originando la pérdida de especies. Tampoco, podemos ya tolerar tanta corrupción a nivel mundial que origina la muerte de múltiples especies, poniendo en peligro su existencia.
Nos encontramos en uno de los periodos más ricos en biodiversidad a través de la historia de la Tierra, la cual debemos proteger para convivir con ella, ya que ésta contribuyó a moldear el planeta, creando potencialmente uno de los planetas más bellos del universo. Finalmente, somos miles de personas alrededor del mundo que estamos conscientes de la importancia de la biodiversidad y que debemos protegerla sin excusas, creando una gran fuerza para presionar a las instituciones, gobiernos y empresas que permiten dicha destrucción, para que se transformen y actúen de forma correcta o en su caso, debemos suplantarlas por nuevas instituciones con reglas nuevas y correctas.
Referencias
Cámara de Diputados. (2014). Primer Informe de Trabajo de la Comisión Especial para dar Seguimiento a la Problemática Generada por el Derrame de Diversas Sustancias Contaminantes a los Ríos Sonora y Bacanuchi. Gaceta Parlamentaria 4113-V. Recuperado de: http://gaceta.diputados.gob.mx/PDF/62/2014/sep/20140917-V.pdf
Deininger, K. y Minten, B. (2002). Determinants of Deforestation and the Economics of Protección: an application to Mexico. American Journal of Agricultural Economics 84(4): 943-960. Recuperado de: https://library.conservation.org/Published%20Documents/2002/deininger%202000%20defor%20and%20economics%20of%20protection.pdf
Laminers, G. (2014). Río Sonora La historia detrás del derrame. Crónica Ambiental 05. Recuperado de: http://www.cronicaambiental.com.mx/ediciones/05/rio-sonora.pdf
López, A. (2012). Deforestación en México: Un análisis preliminar. CIDE. División de Economía, numero 527. Recuperado de: http://www.ccmss.org.mx/wp-content/uploads/2014/10/Deforestacion_en_Mexico_un_analisis_preliminar.pdf
Nellemann, C., Henriksen, R., Raxter, P., Ash, N., Mrema, E. (2014). The Environmental Crime Crisis – Threats to Sustainable Development from Illegal Exploitation and Trade in Wildlife and Forest Resources. United Nation Environmental Program. Recuperado de: http://www.unep.org/unea1/docs/RRAcrimecrisis.pdf
Toledo, V., Carabias, J., Mapes, C. y Toledo, C. (1985). Ecología y autosuficiencia alimentaria. Siglo XXI, México.
Vázquez-Yanez, C. y Orozco, A. (1989). La destrucción de la naturaleza. Fondo de Cultura Económica. México.
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