GRANDES CUESTIONES; LA CONSPIRACIÓN DEL SILENCIO
Walter Ritter Ortiz
Sección de Bioclimatología, Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito Exterior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacan, México, D. F. email: walter_ritter@hotmail.com.
LA GENTE DE TORPE PENSAMIENTO ESTARÁ DE ACUERDO CONTIGO; DE HECHO LLEGARÁN A AMARTE, PUES TUS ENSEÑANZAS SE AJUSTARÁN A LO QUE LES ES COMÚN, Y HABRÁN DE MALDECIR MI PALABRA, PUES LO QUE YO DECLARO ES ALGO NUEVO, JAMÁS ESCUCHADO. Simón el Mago.
NO VES ALGO HASTA QUE TIENES LA METÁFORA PERFECTA QUE TE PERMITE PERCIBIRLO. Thomas Kuhn.
LA ÚNICA DEFINICIÓN COMPLETA ES AQUELLA QUE INCLUYE LA DECLARACIÓN DE LA CAUSA… TODAS LAS PARTES DEL MUNDO, DEBEN ESTAR EN SU LUGAR PRECISO Y DESEMPEÑAR UNA FUNCIÓN DETERMINADA QUE PERMITE A ESE CONJUNTO PERFECTO MANTENER LA ARMONÍA. PODÍA ROMPERSE, PERO ERA FUNCIÓN DE LA JUSTICIA RESTABLECERLA. Aristóteles.
A VECES UN CONCEPTO RESULTA DESCONCERTANTE NO PORQUE SEA PROFUNDO Y DIFÍCIL DE ENTENDER, SINO PORQUE ESTÁ EQUIVOCADO. E. O. Wilson.
LAS CATEGORÍAS DEL “LOGOS(RAZÓN)” PODÍAN EN CIERTO SENTIDO “MANDAR” SOBRE LA REALIDAD, INCLUSO CUANDO SE TRATABA DE UN ORDEN CONSIDERADO INMUTABLE COMO EL DE LAS ESTRELLAS Y HASTA LA VOLUNTAD DE LOS DIOSES… LOS DIOSES NO PUEDEN RECIBIR, NI INFRINGIR UNA INJURIA, PUESTO QUE EL DAÑAR Y SER DAÑADO VAN UNIDOS. Seneca.
LA NATURALEZA ES ABUNDANTE CON LOS DETALLES, PERO PARCA CON LOS PRINCIPIOS. UNA LEY DE LA NATURALEZA, PRECISA TRASCENDER LA DISCIPLINA EN LA CUAL SE ORIGINÓ Y USARSE EN MÁS DE UNA DISCIPLINA CIENTÍFICA. Richard Koch.
SIEMPRE ME HA GUSTADO LA IDEA DE MEZCLAR TEMAS INCOMPATIBLES, LO QUE CONSIDERO UNA CONDICIÓN CASI INDISPENSABLE PARA GENERAR IDEAS CREATIVAS… DE HECHO LAS MATEMÁTICAS NOS LLEVAN A ENTENDER LOS CONCEPTOS MÁS ABSTRACTOS MEDIANTE GENERALIZACIONES, ASOCIACIONES Y LA PROYECCIÓN DE NUESTRA RESPUESTA FÍSICA ANTE ELLOS. A PARTIR DE AHÍ SE PUEDEN DESARROLLAR MÁS Y MÁS VALORACIONES DE LAS METÁFORAS Y ANALOGÍAS QUE SUBYACEN A OTRAS DISCIPLINAS MATEMÁTICAS MÁS AVANZADAS, COMO LA PROBABILIDAD Y LA ESTADÍSTICA. J. Allen Paulos.
TODOS LOS MODELOS SON INCORRECTOS; ALGUNOS MODELOS SON ÚTILES… LOS ESTADÍSTICOS, COMO LOS PINTORES, TIENEN LA MALA COSTUMBRE DE ENAMORARSE DE SUS MODELOS. George Box.
SIGNIFICA ELEGIR DELIBERADAMENTE UNA SERIE DE ACTIVIDADES DISTINTAS PARA ENTREGAR UNA MEZCLA UNICA DE VALOR. Michael Porter.
ÉSE ES EL ORIGEN DE TODOS LOS MALES DEL MUNDO, DESDE CONFLICTOS PERSONALES HASTA GUERRAS ENTRE NACIONES. EN POCAS PALABRAS, TODOS LOS MALES DEL MUNDO PROVIENEN DE ESA VISIÓN EQUÍVOCA. Walpola Rahula.
LOS SCHELLING, FICHTE, HEGEL BUSCAN UNA RAZÓN CAPAZ DE INTEGRAR TODAS LAS REGIONES DE LA EXPERIENCIA HUMANA. NO QUERRÍAN RESIGNARSE A TENER QUE VIVIR EN DOS MUNDOS EL DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO, INDIFERENTE A LAS CUESTIONES ÉTICAS Y EL DE LA MORALIDAD, NO SUSCEPTIBLE DE SER CIENTÍFICAMENTE DETERMINADO. YA QUE EN LA NATURALEZA SE CONTRADICEN, ¿ES ACASO EL HOMBRE EL ÚNICO SER CONTRADICTORIO?
Franciska von Reventlow.
TODOS LOS ANIMALES ENCUENTRAN PLACER SEMEJANTE EN COMER, BEBER, DORMIR Y COPULAR, PERO LA PASIÓN POR EL HONOR NO ES NATURAL NI A LOS ANIMALES CARENTES DE LOGOS NI EN TODOS LOS SERES HUMANOS. Jenofonte.
PARA POSEERLO TODO, NO DESEES POSEER NADA, PARA SER TODO, NO DESEES SER NADA… PARA LLEGAR ADONDE NO ESTAS, TIENES QUE IR ADONDE NO ESTAS. PARA LLEGAR DESDE TODO HACIA TODO, TIENES QUE DEJARLO TODO, Y CUANDO HAS LLEGADO A TENERLO TODO. DEBES TENERLO SIN QUERER NADA… SÓLO SOY UN HOMBRE SOLITARIO, TRATANDO DE SER UN HOMBRE SANTO, INCAPAZ DE TOMAR TU MANO O INCLUSO DE HACER UNA DECLARACIÓN HONESTA, NI SIQUIERA CUANDO TRATO LO MEJOR QUE PUEDO… ¿ME PUEDES DECIR HACIA DÓNDE VA ESTE CAMINO? ESTE CAMINO NO VA A NINGÚN LADO. TODAS LAS MAÑANAS ME LO ENCUENTRO AHÍ MISMO. ¡ESTE DEBE SER EL NIÑO MÁS TONTO QUE JÁMAS HAYA CONOCIDO!. TAL VEZ ASÍ SEA, SEÑOR, PERO NO SOY YO EL QUE ESTÁ PERDIDO. EN EL FONDO, TODOS SOMOS ESE NIÑO: SIN SABER NADA, SIN TENER NADA, SIN SER NADA. UN CAMINO BASTANTE DIRECTO Y PURO. NO PUEDES LLEGAR HASTA ACÁ DESDE ALLÁ. EL YO NO PUEDE REALIZAR EL NO YO. EL MAL LO CAUSA EL YO Y QUE, POR LO TANTO, ES EL YO EL QUE NOS ENVILECE; PERO TAMBIÉN, EL YO PUEDE ABSTENERSE DE CAUSAR EL MAL Y, POR LO TANTO, ES MEDIANTE EL YO QUE NOS PURIFICAMOS. Jeff Shore.
EL ÚNICO PROBLEMA AQUÍ ES NUESTRA LARGA VIDA DE AUTOENGAÑOS CONDICIONADOS. PERO ESTOS SON DE HECHO MERAS ILUSIONES. SON EN VERDAD INSUSTANCIALES; NO TIENEN UNA AUTENTICA RAÍZ. ASÍ QUE NO SE ROMPAN LA CABEZA CON CUESTIONES ESPECULATIVAS, TOMANDO DISTANCIAS Y PREGUNTANDOSE CÓMO ES POSIBLE “EL NO YO”. Rüdiger Safranski.
NO HAY NINGÚN MOTIVO PARA LA DESESPERANZA PORQUE, AUNQUE NADA IMPORTARA EN REALIDAD, PROBABLEMENTE NO IMPORTA QUE NADA IMPORTE. Y SI NADA IMPORTA Y TAMPOCO TIENE IMPORTANCIA QUE NADA IMPORTE, ENTONCES POR QUÉ NO ITERAR EL RAZONAMIENTO A METANIVELES SUPERIORES. NO IMPORTA QUE NO IMPORTE QUE NADA IMPORTE, Y ASÍ SUCESIVAMENTE. Thomas Nagel.
NO SOMOS MÁS QUE UN PEDO EN EL VENDABAL DE UNA TORMENTA. SIN CHICHIS NO HAY PARAISO. Proverbios populares.
TAN SÓLO EXISTE UN PROBLEMA AUTÉNTICAMENTE SERIO, Y ES EL DE JUZGAR SI LA VIDA VALE O NO LA PENA DE SER VIVIDA. Albert Camus.
LA SOCIEDAD ACTUAL, GRATIFICA Y SATISFACE VIRTUALMENTE TODA NECESIDAD EXCEPTO UNA; LA NECESIDAD DEL SENTIDO DE LA VIDA. LA FRUSTRACIÓN DE LA VOLUNTAD DE SENTIDO DESEMPEÑA UN IMPORTANTE PAPEL EN EL ORIGEN DE LA NEUROSIS O DE LA TENTATIVA DE SUICIDIO… AQUELLO CONOCIDO COMO “LA TRIADA DE LA NEUROSIS” DE MASAS Y QUE SON LA “DEPRESIÓN, LA AGRESIÓN Y LA ADICCIÓN” Y DONDE ESTA ÚLTIMA “LA ADICCIÓN” TAMBIÉN ES DERIVADA DE LA SENSACIÓN DE CARENCIA DE SENTIDO … LOS HOMBRES PARECEN SER MÁS PROPENSOS A MATAR CUANDO SE SIENTEN DOMINADOS POR LA AUSENCIA DE SENTIDO EN SUS VIDAS… EL VACÍO EXISTENCIAL ESTA AUMENTANDO Y EXTENDIENDOSE TAL QUE SE LE PUEDE CONSIDERAR COMO UNA NEUROSIS DE MASAS… LA VOLUNTAD DE SENTIDO NO ES TAN SÓLO UNA AUTÉNTICA MANIFESTACIÓN DE LO ESENCIALMENTE HUMANO, SINO TAMBIÉN UN CRITERIO DE SALUD MENTAL… DE CADA 20 ALCOHÓLICOS, 18 CONSIDERAN SU EXISTENCIA COMO CARENTE DE SENTIDO Y DESPROVISTA DE FINALIDAD´… LAS COSAS VAN MAL, Y A NO SER QUE NOS ESFORCEMOS POR MEJORARLAS, TODO IRÁ PEOR AÚN; LA VOLUNTAD DE SENTIDO NO ES CUESTIÓN DE FE SINO UN HECHO. Viktor Frankl.
EL HOMBRE QUE CONSIDERA SU VIDA COMO DE FALTA DE SENTIDO NO SOLAMENTE ES DESDICHADO, SINO DIFICILMENTE APTO PARA LA VIDA. Albert Einstein-
SÓLO SE MANDA SOBRE LA NATURALEZA OBEDECIENDOLA. Francis Bacon.
LO OPUESTO DE UNA VERDAD TRIVIAL ES TOTALMENTE FALSA. LO OPUESTO DE UNA GRAN VERDAD TAMBIÉN ES CIERTA. Niels Bohr.
NADA FALLA COMO EL ÉXITO. Richard Pascal.
ES LA MEJOR ÉPOCA POSIBLE PARA ESTAR VIVO, CUANDO CASI TODO LO QUE PENSASTE QUE SABÍAS ES ERRONEO… SOMOS MEJORES PARA PREDECIR EVENTOS EN EL LÍMITE DE LA GALAXIA, O DENTRO DEL NÚCLEO DE UN ÁTOMO, QUE PARA SABER SI LLOVERÁ EN LA FIESTA DEL DOMINGO, PORQUE EL PROBLEMA RESULTA SER DIFERENTE. Tom Stoppard.
UNA CAUSA MUY PEQUEÑA, QUE SE NOS ESCAPA, DETERMINA UN EFECTO CONSIDERABLE QUE NO PODEMOS IGNORAR… EL CAOS ES ESTUPENDO, ES ABSOLUTAMENTE MARAVILLOSO; ESTÁ LLENO DE TODO TIPO DE FORMAS Y COMPORTAMIENTOS INTRIGANTES. Ian Stewart.
ME COMPLACÍA SOBRE TODO EN LAS MATEMÁTICAS, DEBIDO A LA CERTEZA Y EVIDENCIA DE SUS RAZONES. René Descartes.
SI PUDIERA OTORGAR UN PREMIO A LA MEJOR IDEA DE TODOS LOS TIEMPOS, SE LO DARÍA A DARWIN, PORQUE SU IDEA UNE DE GOLPE DOS MUNDOS QUE HASTA ENTONCES ERAN TOTALMENTE DISPARES; LAS CIENCIAS FÍSICAS MECÁNICAS SIN SENTIDO, LA ASTRONOMÍA, LA FÍSICA Y LA QUÍMICA, POR UN LADO, CON EL MUNDO DEL SIGNIFICADO, LA CULTURA, EL ARTE Y LA BIOLOGÍA. Daniel Dennett.
RESUMEN
Es evidente que el ciudadano en general que paga impuestos y de los que entre otras cosas se pagan los salarios de los investigadores, tiene derecho a ser informado y tiene derecho a una información veraz que no se vea obscurecida para alejarla de su entendimiento, con los clásicos alardes de los científicos altamente especializados. Los científicos a su vez comprenderán la fuerte necesidad que sienten las personas de saber y estar actualizados en los conceptos fundamentales de la vida o de la naturaleza, que los científicos se encargan de estudiar. De conocer detalles concretos adecuadamente combinados con la explicación justa y la teoría correcta, comprendiendo además lo desdeñosa de la actitud general de las personas hacia todo subterfugio y hacia toda evasiva que impida su acceso a dicho conocimiento. Para los enterados, les parece algunas veces que los autores concretan demasiado y generalizan demasiado lo general, sin embargo lo que importa es describir de forma veraz, sin medias verdades y evasivas que se van colando fácilmente en la narración. La síntesis de los pensamientos en palabras breves y precisas constituye una buena forma de acceder tanto al pensamiento como a las cuestiones más importantes de la vida y demuestra que, uniendo la claridad conceptual y el espíritu crítico, no sólo se puede sacar a la luz, de manera sensible y sabia, lo que nuestra sociedad exige, sino también abrir nuevos horizontes de comunicación.
Los enunciados aforísticos y agudos, provocan la réplica y estimulan la reflexión, captan la diferencia entre pensamientos conscientes y realidad inconsciente, busca desplegar las posibilidades humanas en la sociedad y luchan por lo que todo ser humano tiene que poder lograr; su pleno potencial.
Nada es definible de manera clara. La imposibilidad de medir una cosa no significa su no existencia. La evidencia es de qué ningún sabio es capaz, por sí solo, de alcanzar la maestría en las técnicas necesarias para el estudio de un solo problema. El progreso del conocimiento exige el continuo contacto comunicativo de especialistas en los variados campos. Hacer filosofía es una manera de pensar. No hay una única manera de pensar, aunque se haya impuesto una forma sobre el resto. Asociamos al pensamiento con la racionalidad, pero existe un tipo de pensamiento que logra trascender lo cotidiano y preguntarse por el fundamento, sin embargo no todo pensamiento se ejerce en ese sentido. Deducir resultados, consecuencias o conclusiones de un razonamiento en la que la inferencia se obtiene de ciertas premisas es la forma que más utilizamos, donde podemos deducir y argumentar, pero también asociar e imaginar.
Las grandes preguntas existenciales no han cambiado y seguimos haciéndonos las mismas preguntas sin poder trascenderlas. Hacer filosofía es una manera de pensar que privilegia la búsqueda de lo fundamental. No podríamos explicar la totalidad de todo en su funcionamiento efectivo, pero podemos explicar el funcionamiento de cualquier cosa, conocer es encontrar razones y encontrar una explicación coherente, nos dice Dario Sztajnszrajber. Buscar el fundamento de cualquier cosa o fenómeno es encontrar una respuesta que explique, porqué las cosas son de este modo y no de otro. Para los griegos el mundo debía ser un todo ordenado en el que cada ser debía cumplir una función y desarrollarla con excelencia. Para Alexander Koyré, las revoluciones científicas hicieron pasar al hombre del “mundo cerrado al universo infinito” donde las preguntas “¿Quién soy?”, “¿Dónde estoy?”, “¿Qué es el hombre?”, no podían responderse una sin la otra. Para Popper este es un mundo abierto, un mundo de la libertad potencial y del desarrollo, en que tenemos posibilidades de elección, en que siempre podemos hacer nuevos proyectos que luego contradecimos y podemos sustituir por otros mejores. Es indudable que Platón y Aristóteles proveyeron las herramientas que más tarde servirían a la construcción de la sociedad abierta, y de la subjetividad que es su sustento. ¿Qué es uno?, ¿Qué somos?, ¿Qué no es? ¿Sueño de una sombra es el hombre? Para Marcía Lavel “sujeto” es alguien que se reconoce como un “YO” en la medida en que tiene una perspectiva distinta de sí mismo; un sujeto es un agente que es capaz de introspección y de asumir la responsabilidad de sí mismo y de algunas de sus acciones. Ser esa clase de sujeto, tener una vida personal, supone un autoconocimiento, donde conocerse nos transforma.
Nuestra identidad se remonta a los primeros tiempos, de la vida en el planeta y, a la vez, el conocimiento de nosotros mismos se ha ido construyendo muy lentamente. La conciencia es apenas un iceberg que enseña la punta de una inconsciencia insondable. ¡Cómo íbamos a tener una vida propia, personal, si nos ignoramos de tal manera! La sabiduría, la filosofía, debía entonces levantar el velo que cubre las cosas para contemplar “El Cósmos”. El conocimiento, la belleza, la justicia, la vida buena residen en la reproducción de ese orden y la conducción de la propia vida en él. Una sola cosa es la sabiduría; conocer con juicio verdadero cómo todas las cosas son gobernadas a través de todas las cosas, nos dice Heraclito. Aún las respuestas limitadas a la clase de cuestiones que plantea la pregunta ¿por qué? No son todas de la misma especie. Nos encontramos en un momento crucial, perspectiva avalada por rigurosas investigaciones científicas donde la visión que tenemos del mundo cambia radicalmente de forma espontanea y a consecuencia de ello, las soluciones a los problemas creados por el viejo paradigma de pensamiento se hacen evidentes. La ciencia nos ofrece un lenguaje común con el que explorar los misterios de la vida. La capacidad de desactivar las crisis que amenazan a nuestras vidas y nuestro mundo depende de que estemos dispuestos a aceptar las revelaciones del nuevo paradigma. El tiempo forma parte de nuestro mundo y de nuestras vidas, sin él, ninguna ecuación puede representar de forma realista el misterio que todos queremos resolver. Hay que poner en duda absolutamente todo, incluida la propia existencia de uno mismo, ya que es posible que lo que experimentamos nos engañe. Por otro lado, sencillamente no es plausible dudar de toda nuestra experiencia sobre esta base.
Uno no debe de proponerse dudar de las cosas y preservar sólo aquéllo de lo que no se puede dudar, por cuanto que es claro y distinto. En ocasiones la teoría puede tener buenas razones, pero en la práctica se tienen mejores. ¿Hay que abandonar la búsqueda de un método que amplíe nuestro conocimiento del mundo y, a un tiempo lo justifiquen? Da lo mismo de dónde saquemos nuestras hipótesis, lo importante es que sean elementos juzgados y objetivamente establecidos, conforme a una lógica de la justificación. El estudio filosófico del método científico, nos dice Alfredo Marcos, no será ya del método de descubrimiento, sino sólo del de justificación; donde el contexto de justificación se entiende así como el refugio último de una cierta forma de razón científica amenazada, de una razón entendida como certeza. Es importante deslindar, nuestra responsabilidad que no alcanza a las causas naturales de los problemas sobre los que no tenemos capacidad de control. ¿De qué manera podemos saber si un conocimiento es verdadero? El hecho de que un conocimiento se diga que es verdadero no es suficiente; necesitamos tener la certeza de que es verdadero. El conocimiento filosófico, dirigido a la totalidad de las cosas, y el científico, orientado hacia campos específicos de la realidad, son esencialmente distintos; de manera que entre la filosofía y la ciencia impera la diversidad; no sólo en un sentido objetivo, sino también subjetivo. En matemáticas la gente suele desterrar la credulidad para no extraer conclusiones precipitadas hasta disponer de pruebas fehacientes. Wittgenstein esperaba que la filosofía desapareciera como disciplina pero que todas las materias se siguieran abordando desde una perspectiva filosófica. Para John Allen Paulos le gustaría que la matemática se viera de manera más generalizada y que sus razonamientos e ideas pudieran guiar el enfoque de todas las demás materias. Para la filosofía de la vida toda la historia de la metafísica, y también la de la ciencia es la historia de una búsqueda en falso. Indeterminado es aquéllo que no está hecho como una cosa ni puede llegar a estarlo. Indeterminado significa sólo una cosa: el YO.
Las preguntas despiertan la conciencia y la lógica del inconsciente. Las cuestiones a las que según Kant no puede responder la razón son las metafísicas: la pregunta por el comienzo del mundo, de su sentido, y por la inmortalidad del alma. Kant investiga el alcance y los límites de nuestro conocimiento racional. Descubrió que no podemos conocer de ningún modo cómo es la realidad “en sí”; ya que nunca la captamos “pura”, sino filtrada por las formas de nuestro conocimiento, la amoldamos a nosotros. Sostiene que es indiscutible la existencia permanente de la realidad de ahí fuera, a la que llama cosa en sí, pero advierte que no nos es dado conocerla tal cual, sino sólo en su derivación registrada por nuestra sensibilidad. Esas formas del conocimiento se da a priori, no son el resultado de la experiencia, sino su condición previa. El espacio y el tiempo se consideraban los supremos garantes de la objetividad, y ahora Kant demuestra que sólo son meras herramientas de nuestro espíritu. Sólo nuestra intuición subjetiva se ocupa de ubicar las cosas y los acontecimientos en un determinado punto del espacio y el tiempo. De igual modo se comporta la causalidad. No se trata de un esquema del mundo exterior, sino de un esquema mental que imponemos a ese mundo exterior.
Nuestro entendimiento es el único encargado de organizar los datos recibidos por nuestros sentidos conforme al principio de causalidad. Hay un orden perpetuo del ser, más allá del incierto hervidero del mundo corpóreo; éste es susceptible de pensarse, y de lograrlo, pasamos así a formar parte de dicho orden. En la teoría del conocimiento se trata del pensamiento que se estudia a sí mismo para descubrir y desarrollar los modelos mentales que nos sirvan para conocer las cosas de la realidad. Sócrates busca hacer de toda acción humana un acto consciente, un saber. Trata de elevar los contenidos de la vida a la conciencia filosófica y con Platón la reflexión filosófica se extiende hasta abarcar el contenido total de la conciencia. Como una autorreflexión sobre los valores de lo verdadero, lo bueno y lo bello. La filosofía de Aristóteles se centra en una ciencia universal del ser y ante todo, como una concepción del universo. La filosofía se convierte en una reflexión vital y como una concepción del universo. Entre la filosofía y la ciencia impera la diversidad, no sólo en un sentido objetivo sino también subjetivo. La actualización del conocimiento es fundamental para que la ciencia mantenga su honestidad, actualidad y significado. La mayoría de nuestros modelos mentales provienen del siglo XIX, y los conservamos simplemente porque son más cómodos. Con la visión científica del siglo XIX, la gente pensaba que entendía cómo funcionaba el mundo y así al inicio del siglo XXI todavía la mayoría de nosotros nos sentimos cómodos con la visión científica de ese siglo y nos manejamos en nuestras vidas diarias de acuerdo con ellas. La realidad se conducía de acuerdo con unas pocas leyes básicas, universales y confiables. Todo era una máquina, todo estaba determinado de antemano, todo obedecía a leyes simples; todo encajaba y podía entenderse, analizarse, predecirse y reducirse a sus elementos básicos. Con la división y desglozamiento de las cosas se trataba de analizarlas y entenderlas, sin embargo lo único que se conseguía era observar al mismo principio desde distintas perspectivas.
El problema de usar modelos matemáticos inapropiados con la intención de esclarecer algún fenómeno consiste en hacer lo contrario: Partir de un fenómeno bien conocido e intentar readaptar modelos matemáticos que encajen con él en algún sentido general. Las aplicaciones y las malas aplicaciones, así como las demostraciones y generalizaciones fallidas, no son ajenas a las aspiraciones desmedidas de los matemáticas, acusa John Paulos Allan. Siempre que consideremos rasgos relacionados con muchos factores independientes, el teorema de Límite Central de amplia aplicación, dice que esos rasgos tendrán una distribución normal. Los “sucesos raros” se les suele describir mejor con una distribución de Poisson; la cual da la probabilidad de que suceda un determinado número de eventos a lo largo de un intervalo de tiempo si estos se producen a un ritmo medio conocido como independientes del tiempo transcurrido desde el suceso anterior. Cada vez que se realiza un descubrimiento científico importante, lo primero que dice la gente es que contradice a la religión, y después dice que siempre había sido del conocimiento de todo el mundo en todas partes. Sin embargo nos estamos ahogando en información mientras nos morimos de sed de sabiduría. A la nueva ciencia la entendemos como la empresa organizada y sistemática que reúne el conocimiento acerca del mundo y lo condensa en leyes y principios comprobables. El mundo a partir de ahora estará regido por los sintetizadores y no por los analizadores. No existen realidades, sino sólo interpretaciones.
El constructivismo está presente donde reprochamos a los científicos sus simples esbozos con sus modelos del mundo, en lugar de conocer el mundo tal como es. Con cada investigación científica recurrimos a un registro particular mediante el cual producimos conocimiento y puesto que consideramos verdaderas muchas de ellas, en realidad no conocemos las realidades en sí mismas, sino sólo aquellas realidades de nuestros registros lo cual no debe tomarse que nosotros produzcamos algo sólo por el hecho de que lo registremos de otra manera. Desechar nuevos datos, comprobados y verificados, por el mero hecho de que no corroboran las creencias científicas del momento es, en realidad, todo menos científico, lo que señala la reticencia a desprenderse de viejos modelos y formas de pensar. Si el pensamiento existente no es capaz de explicar lo que vemos, será necesario actualizar nuestra manera de concebir el mundo, tomando en consideración las nuevas observaciones y descubrimientos. Si de entrada las ideas están erradas, no se van a corregir mientras sigamos avanzando por el camino erróneo que nos ha conducido hasta ellas. A veces conviene estudiar a fondo un problema antes de actuar, pero también hay veces en que un estudio prolongado no es lo más conveniente. Las mentes más lúcidas de nuestro tiempo reconocen que los múltiples cursos de acción que hemos adoptado están abocados a un final desastroso.
Para resolver dichos problemas, todo debe empezar porque tomemos conciencia de cuáles son las profundas verdades de nuestra existencia y basarnos en éstas para tomar nuestras decisiones. Debemos dejar espacio a los nuevos descubrimientos que han echado por tierra algunas de las convicciones más preciadas de la ciencia del pasado. Si no lo hacemos, nos quedaremos anclados en las creencias y formas de vida que nos han arrastrado a este camino de destrucción en el que nos encontramos, que nos impiden avanzar y tener una perspectiva verdaderamente sostenible del mundo y del papel que desempeñamos en él. Muchos de los hechos científicos en los que durante siglos hemos confiado para explicar el universo y nuestro papel en él son defectuosos. La barrera que impide a la mayoría de los científicos responder a las grandes preguntas sobre la vida y el universo es la restricción que supone aceptar teorías basadas en presunciones erróneas. Gregg Braden nos dice que es rasgo de locura esperar obtener resultados diferentes y resolver las crisis de nuestro tiempo contemplándolas desde perspectivas que fueron las culpables de nuestros problemas y que nos condujeron a ellas. Nos encontramos ante una crisis múltiple, una amenaza sin precedentes y todas ellas son cuestiones a las que hay que responder de inmediato con nuevas formas de pensar reconsiderando las creencias más básicas de las decisiones que tomamos y de la forma en que vivimos. Necesitamos crear estilos de vida sostenibles que nos ayuden a adaptarnos a los ciclos naturales de cambio en la naturaleza, como resolver así también a los provocados por los seres humanos. Nuestra civilización se ha multiplicado por cuatro en el último siglo, ¿Cómo construir economías sostenibles y tecnologías que resuelvan el entramado de nuestras relaciones y de la sociedad en general y poder hacer las elecciones que más nos convienen? Necesitamos comprender quiénes somos y utilizar las soluciones acertadas o continuar respondiendo a las crisis con erróneas respuestas basadas en una ciencia incompleta.
Los ciclos de cambio de nuestro planeta apuntan a que nos enfrentamos y que opciones están a nuestro alcance. En las ciencias transdisciplinarias se observan los mismos fenómenos y los mismos patrones de comportamiento. Los físicos saben que las mismas leyes pueden ser aplicadas todo el tiempo y en cualquier parte y que lo que funciona en biología, bien puede funcionar también en economía, física o psicología, o tener relevancia en meteorología, mercados bursátiles, química o geología, con capacidad de utilizar o crear expresiones matemáticas similares en todos ellos. Se dice que la razón por la cual esto funciona así es porque “El universo es más fundamental que nuestra taxonomía científica”. La sinergética se ocupa del comportamiento de los sistemas complejos y abiertos, compuestos por muchos subsistemas. Dichos sistemas pueden organizarse por sí mismos por acción de influencias externas y a consecuencia de ello podemos observar estructuras espacio temporales sumamente ordenadas que se extienden por todo el sistema. La sinergética ha estimulado y unificado la comprensión de los procesos de autoorganización espontánea que se observan en los sistemas complejos de varias disciplinas científicas. La vida es un patrón de comportamiento que manifiestan los sistemas cuando alcanzan cierto tipo y nivel de complejidad, sin embargo la comunidad científica todavía no se ha puesto de acuerdo sobre cuál sería una clara definición de la vida. Para Kierkegaard la vida humana es un misterio que se ha de vivir, no un problema que se deba de resolver.
La selección natural como elemento eliminador de lo que no sirve fue considerado por Darwin como el motor de la evolución y el creador de nuevas estructuras. La selección natural, el proceso automático, ciego e inconsciente que descubrió Darwin, y que ahora sabemos que es la explicación de la existencia y forma de todo tipo de vida con un propósito aparente, no tiene mente ni imaginación, no planifica el futuro, no tiene ninguna previsión ni posible visión. La pura suerte a veces significa que los organismos mediocres se reproducen mientras los más aptos sufren una muerte prematura. En el corto plazo, al menos, la naturaleza no siempre tiene la razón. Con el tiempo, la selección natural tiende a producir mejoras, algo extraño e injusto y también imperfecto, pero en general funciona bastante bien y posiblemente es un hecho que ningún otro sistema lo pueda superar y operar mejor. Los distintos científicos de distintas disciplinas, responden a la pregunta de manera distinta; lo hacen empleando términos específicos que reflejan su área especializada de conocimiento, y, por lo tanto, ni siquiera los expertos se han puesto de acuerdo con una definición universal de nuestra simple existencia. Se nos enseña que somos víctimas de la herencia, pero la “epigenética” nos demuestra que el código genético considerado como el “patrón de la vida”, nuestro ADN, cambia por la influencia del medio ambiente.
Ese medio ambiente que cambia nuestro ADN incluye algo más que las toxinas que nos rodean, incluye además, nuestras experiencias, emociones y pensamientos personales y subjetivos. Sólo hay trescientos genes en el ser humano que no estén en el ratón. Esto nos dice que los genes no pueden de ninguna manera explicar todo lo que nos hace ser lo que somos. La diferencia entre ratón y hombre no reside en el ADN. El hombre y el chimpancé tenemos una tatarabuela que nos es común. El hombre se hizo humano ante la necesidad de bajar de los arboles debido a la escases de alimentos por la presencia de sequias, lo que lo obligaba a buscar alimentos en espacios abiertos y mantenerse erguido dentro de las sabanas y ya con las manos libres poder utilizar herramientas como palos o piedras que le permitieran defenderse de posibles depredadores o escavar en busca de raíces; al tratar de mejorar sus herramientas podríamos decir que aparece la creatividad y con la creatividad aparece el razonamiento y con ello un ser humano, que razona eficientemente. Los que no se atrevieron a bajar de los arboles, siguen siendo monos. Fue una necesidad y una capacidad de atrevimiento lo que nos hizo humanos.
En los millones de años de la historia del clima terrestre se presentan patrones de ciclos de calentamiento y enfriamiento y esto se daba cuando todavía no existía ninguna industria humana, por lo que podemos decir que los cambios climáticos observados no fueron inducidos por los seres humanos. Además de que en dichos ciclos, el aumento de gases de efecto de invernadero, generalmente van a la zaga respecto del ascenso de las temperaturas. ¿Son los gases de efecto de invernadero las que producen las altas temperaturas o son las altas temperaturas las que producen los gases de invernadero? El clima lo hace el Sol y el hombre sólo modifica y cambia el medio ambiente para peor y no hay razón para que nos confundamos. La evidencia sobre el calentamiento de invernadero es ambigua; y algunas afirmaciones sobre el daño ambiental ha sido exagerado; los pronósticos anteriores de catástrofe ambiental no se han confirmado según Constanza, Daly, Gooland, Cumberland y Norgaard máximos expertos en Ecología Económica. No tendría sentido pedir sacrificios a la población para detener un fenómeno que podría depender casi totalmente de la variación de la actividad solar. Para deslindar responsabilidades, necesitamos datos adecuados y teorías sólidas que justifiquen las conexiones causales ya que poco se conoce todavía de los vínculos causales entre la acción humana y sus resultados ambientales… No deberíamos pensar que las situaciones de incertidumbre son sólo pasajeras o circunstanciales. Las proyecciones del futuro deben mostrar e identificar por separado los efectos de la falta de predictibilidad, de la incertidumbre propia de los modelos y de los supuestos asumidos en cada escenario. A mayor tamaño del área en que se puedan habitar, debemos esperar un mayor número de especies y aproximadamente cada 100 millones de años se ha ido dando una gran extinción, de la cual a la Tierra le lleva hasta diez millones de años recuperarse y volver a tener su anterior diversidad. Con la deriva continental se van generando nuevos nichos que hacen que la diversidad prospere alcanzando un pico en la actualidad de la historia terrestre.
Otro factor que influye en el incremento de la diversidad de las especies es la disponibilidad de la energía solar, y a mayor disponibilidad de energía un mayor número de especies puede ser mantenida, es decir; a más energía más especies. Esto lo podemos constatar en las regiones tropicales en las selvas húmedas. El otro factor de influencia se da cuando tenemos una mayor estabilidad climática en el área; es decir, que a mayor tiempo un área se mantenga sin cambios, será donde podemos encontrar un mayor número de especies. Las especies tendrán tiempo para ajustarse no sólo al ambiente de su entorno, sino también entre ellas, convirtiéndose en sistemas estables. Y cuanta más área ocupen más especies podrán vivir de forma sostenible. Cuanto más grande es el espacio mayor será el animal y cuanto más estable el sistema y el clima local, más número de especies se deben esperar. La vida envuelve a todo el planeta, ocupando todo posible hábitat, encontrándose vida en cualquier lugar que podamos o sea posible concebir. Si es cierto el segundo principio de la termodinámica, todas las concentraciones de energía en todos los lugares del universo se están igualando, y en ese sentido, el universo se está degradando. Cuando esto suceda, no ocurrirá nada; porque aunque la energía seguirá allí, no habrá ya ningún flujo que haga que las cosas sucedan. A los procesos elementales en los que intervienen pocos objetos es imposible saber si el tiempo marcha hacia atrás o hacia adelante. Las leyes de la naturaleza se cumplen igual en ambos casos.
En los procesos en que intervienen muchas partículas, la entropía siempre aumenta y aceptamos ese aumento como señal de que todo se desarrolla normalmente y de que nos movemos hacia adelante en el tiempo. Si de pronto la entropía disminuye, nos estaríamos moviendo hacia atrás en el tiempo. A la entropía suele llamársele “la flecha del tiempo”, porque su constante aumento marca lo que consideramos el “avance” del tiempo. Todo existe simultáneamente, los acontecimientos no se suceden dentro de una secuencia temporal, sino que aquéllo que parece ser secuencia temporal es tan sólo un autoengaño ocasional por nuestra consciencia, al deslizarse a lo largo de los acontecimientos que no se suceden sino que realmente coexisten, nos explica Einstein. En el mundo de los átomos no es posible medir las posiciones o velocidades precisas de los electrones, y la luz es tanto una onda u ola, como una partícula; nada es real ni predecible, todo es incierto y está relacionado en forma misteriosa con todo lo demás. Cualquier objeto que se mueva más de prisa que la luz, tendrá que tener una masa y una longitud expresadas en lo que los matemáticos llaman “números imaginarios”; lo inmediato es suponer que tales cosas, al ser impensables, no existen u objetos que en lugar de atraer la materia, la repelen. El espacio es curvo y la gravedad es el resultado de la deformación del espacio y el tiempo, por una masa o materia física. El espacio y el tiempo son un marco de referencia, donde el tiempo es parte del universo físico, y donde no existe una realidad objetiva.
Nadie conoce el futuro, pero la perspectiva cuántica nos dice que seleccionamos continuamente cuál será nuestro futuro con las elecciones que hacemos en cada momento de nuestra vida. La creencia en un ser inmodificable conocido como “quietismo”, tiene su contraparte en el pesimismo del “existencialismo” que es consecuente con la creencia de que todo es “inestable y cambiante”. Concebimos la vida como un proceso de evolución, pero olvidamos que es la mutación la que crea monstruos y lo imprevisto. Los ciclos bélicos parecen experimentar un flujo y reflujo, y tal vez no sea una coincidencia que buena parte de ese flujo y reflujo guarda relación con los grandes cambios del clima de la Tierra. Los restos arqueológicos globales contradicen la idea de que la guerra haya sido siempre un rasgo de la existencia humana. Los datos muestran que la guerra es en gran medida una tendencia de los últimos diez mil años. La violencia se legitima por su fuerza, su supremacía y su poderío. La violencia como principio no es precisamente parte de nuestra naturaleza humana. La voluntad de destruir aparece cuando no se puede satisfacer la voluntad de crear algo. En la naturaleza todo se hace por sí mismo, sin plan ni propósito y es con el hombre que aparecieron por primera vez en la tierra el propósito y el plan. Las matemáticas es lo más próximo que tenemos los seres humanos de la verdadera magia de la naturaleza. ¿De qué otra forma podemos describir las pautas en nuestras mentes que por algún agente misterioso captan pautas del universo que nos rodea?
Las matemáticas conectan ideas que de otro modo parecen totalmente ajenas, revelando incluso, si las matemáticas son sólo una creación de la mente humana, nos han dado un enorme poder sobre el mundo en el que vivimos. Ian Stewart nos dice que parte de la magia de las matemáticas es la forma en que una pregunta simple y divertida puede conducir a ideas profundas y de gran alcance. Al vernos frente a la transitoriedad de la vida, podemos decir que el futuro no existe aún, que el pasado no es ya y que lo único que realmente que realmente existe es el presente. O bien podemos decir que el futuro es nada, que el pasado tampoco y que el hombre surge de la nada, “arrojado” al ser y amenazado por el vacío. ¿Puede hallar el hombre sentido en la vida? Hemos heredado un cierto capital natural del mundo, una herencia de naturaleza económica que ahora estamos usando y destruyendo. La tendencia a consumir en exceso y de forma agresiva y competitiva en todo el mundo, se debe a que el cerebro está hecho así, ya que estamos influenciados por nuestra naturaleza biológica. El resultado es que en el plano de la planificación económica de los recursos naturales cometemos errores terribles. A lo largo de 60 años se ha desarrollado la historia de una gran manipulación; un modelo teórico del ser humano egoísta, individualista y egocéntrico y una trampa que nos conducirá a un colapso universal.
El arma de la guerra fría se convirtió en lo que conocemos hoy como “Neoliberalismo” y “economía de la información” y que ha sido dirigida contra las conquistas de la economía social. La implantación de este nuevo egoísmo ha adquirido carácter normativo en el mundo entero. Debemos pensar en una vía de salida, construyendo nuevos modelos altruistas y de colaboración que no conviertan nuestras vidas en simples ecuaciones matemáticas de conveniencia ególatra. Es peligroso valorar al hombre en exceso, pero es mucho más peligroso infravalorarlo; las generaciones más jóvenes pueden corromperse si se les infravalora. Es precisamente la voluntad de sentido la que permanece insatisfecha y no se le presta la atención debida en la sociedad actual. Aquél que se preocupa acerca del sentido de la vida está demostrando su esencia humana; la búsqueda de sentido es una característica distintiva de que se es humano. Algunas necesidades son creadas por la propia sociedad; más la necesidad de sentido permanece insatisfecha en medio de nuestra abundancia y a pesar de ella. Entonces, cuando solamente un 15% del personal laboral agrícola puede satisfacer las necesidades de la población mediante la tecnología en boga y de que se puede prescindir del resto y por lo tanto, con una vida carente de sentido. Tal parece que lo más importante y urgente en la actualidad es contrarrestar el sentimiento de que la vida carece de sentido.
A diferencia del hombre del pasado, sus impulsos e instintos no le dictan aquéllo que ha de ser, tampoco le prescriben tradiciones y valores tradicionales y aquéllo que debe hacerse. Según Viktor Franckl son sentimientos que afectan a los jóvenes que acuden en busca de ayuda como es la ausencia de finalidad. ¿Es realmente una neurosis de masas? Para Viktor Franckl: El hombre no busca tensiones, sino misiones cuya realización agregue sentido a su existencia. Sin embargo hay multitud de personas que no son capaces de encontrar tal sentido y tal finalidad a su vida. El hombre está “existencialmente frustrado”. Su principal preocupación es más bien un sentimiento de “vacío existencial”. La gente no encuentra finalidad ni sentido alguno a sus vidas. La filosofía existencial denomina “heroísmo trágico” a la posibilidad de decirle un sí a la vida, a pesar de su transitoriedad y falto de sentido, destacando el presente por transitorio que éste pueda ser. La voluntad de sentido posee “valor de supervivencia”, donde no sólo las situaciones extremas sino también la abundancia, puede estimular la búsqueda de sentido por parte del hombre o también puede frustrar su voluntad de sentido. Tanto la frustración como la satisfacción de las necesidades pueden impulsar a buscar el sentido de la vida.
Todas las cosas están conservadas en el pasado y para siempre; nada puede cambiarlas, nada puede borrarlas. Una persona de edad puede reflexionar con orgullo y alegría sobre la riqueza que ha transcrito en sus notas y sobre la vida que ha vivido plenamente. En lugar de posibilidades, él cuenta con realidades de su pasado, no sólo la realidad del trabajo realizado y del amor que ha vivido, sino también de los sufrimientos que valientemente ha soportado. Los jóvenes por su parte, si tienen suficiente suerte para llegar a viejos, verán como su desdén por los ancianos se torna en desprecio por sí mismos, nos narra poéticamente Viktor Franckl.
INTRODUCCIÓN
Las matemáticas se han convertido en la gran máquina pensante de la física. La matemática instruye al físico para que piense en posibilidades más generales y busque la ampliación de sus experiencias, librándola de las limitaciones de los casos especiales. Es la proveedora metódica de leyes formales para la física. En la mayoría de los casos, sin embargo, es el físico quien con ayuda de consideraciones matemáticas, lleva a cabo el proceso y avance generalizador.
El trabajo matemático consiste en encontrar, dados determinados supuestos, lo que sea compatible con ellos. La matemática nos ofrece hechos en conexión lógica; enseñando qué hechos pueden seguir a otros hechos dados y, por otro lado cuales deberán ser excluidos una vez que existe un determinado sistema de observaciones, con independencia de que los hechos existan o no.
Se necesita un instinto especial para saber escoger que hechos pueden ser coordinados con una determinada conexión matemática y cuales otros con otra, ya que el puro tanteo matemático de nada nos serviría. Sin olvidar que la meta última de la física se orienta hacia el conocimiento de la naturaleza.
La matemática es el instrumento universal de la física, donde el proceso del conocimiento de la naturaleza transcurre en un intercambio de posibilidad y realidad. La matemática, nos enseña lo que está permitido y lo que está prohibido, pero jamás lo qué sea físicamente correcto.
Aún y cuando la situación estructurada que comprobamos hoy en día sea extraordinariamente improbable, la evolución en la naturaleza se realiza según leyes estadísticas, es decir, de manera ordenada. Sin olvidar que hay que prever que lo que finalmente se impondrá en nuestra escala macroscópica es la evolución de lo más probable. Es decir que la entropía o caos del sistema que parte de un valor extraordinariamente bajo, se oriente hacia su valor máximo, según nos señala la suprema segunda ley de la termodinámica.
El gran mérito de Boltzmann es la de haber observado que el crecimiento de la entropía era una consecuencia del “caos molecular”, sin embargo, no podemos esquivar el “determinismo” ya que su naturaleza y presencia parece ser una necesidad lógica de la naturaleza. La existencia del determinismo, procedería directamente de su naturaleza y que por lo mismo, es una cuestión matemática. Sin embargo hay la necesidad de distinguir “las cuestiones de hecho y las de derecho”. En lo material están las cuestiones de “hecho” y en las del mundo intelectual se enfrentan las teorías de “derecho”.
El nexo de estos dos universos es fundamental si deseamos entender nuestra relación con el mundo. No considerar uno en beneficio del otro, sería lo que nos llevaría a considerar “de que no se puede demostrar de que algo existe”.
En matemáticas en la formulación de “existencia”, resulta que los objetos que no existen” tienen propiedades que permiten demostrar cualquier cosa. Cuando no se puede llegar lógicamente a una conclusión, en ese momento se dice que, la “única conclusión obligatoria” es de que tal cosa no puede existir.
Concluimos que “las cosas son”, y que los acontecimientos “se suceden” pero todo debe estar estructurado por la matemática. Lo que marca un límite a la “contingencia” porque nos lleva, como principio del universo del “derecho” al del “hecho”, viéndonos forzados a aceptar de que “La infinita variedad del mundo está dispuesta y caracterizada para toda la eternidad por algunos teoremas”.
Con esto no podemos imaginar mas que la matemática no puede ser de otra manera que como es, y por lo que la “realidad misma” está delimitada y constreñida por las leyes de las matemáticas. ¿Significa esto que en nuestra ignorancia y en la búsqueda de respuestas, debemos buscar refugio en las mismas matemáticas?
Son muchos los que atestiguan la potencia de las matemáticas y esperan que algún día el mundo en su realidad esté enteramente abierto a ellas. Con lo que podremos decir que hemos dominado la contingencia y que todo será por fin, claro y transparente y de que las cosas son así, porque no podían ser de otra manera. Sin embargo tendríamos que responder a la pregunta obligada; ¿Por qué las matemáticas pueden escapar a la influencia del azar? Y ¿por qué la matemática no pudo ser de otra manera, diferente a lo que ahora es? ¿Por qué, no es ella misma contingente?
¿Pero además, por qué el universo está construido con arreglo a ciertas leyes físicas y no otras? Los científicos, no sabrían responderte. Einstein comentó alguna vez, que lo que realmente le interesaba es si Dios tuvo alguna elección al crear el mundo. Para él, el propósito de la empresa científica no era sólo para conocer cómo es la naturaleza y cómo se llevan a cabo sus transacciones, sino también alcanzar en la medida de lo posible, a conocer porqué la naturaleza es así y no de otra forma.
Estamos empezando a descubrir leyes que cada vez se hacen más coherentes y universales y ello no es simplemente un accidente, que existe una belleza en estas leyes y que reflejan algo que está incorporado en la estructura misma del universo a un nivel muy profundo.
También podemos preguntarnos: ¿Acaso la matemática no está únicamente determinada por la lógica y en ella es posible también que se dé lugar a lo arbitrario? ¿Los objetos matemáticos, tienen existencia independiente, de manera que toda proposición referente a ellas debe ser falsa o verdadera, sin importar el hecho de que sean demostrables o no? ¿Sólo existe una matemática legítima, la que da cuenta exacta de todas las propiedades posibles? Con lo que: ¿Podemos construir proposiciones indecibles pero verdaderas? ¿O considerar que las matemáticas sólo tienen existencia operativa? Ya que lo indecible se refiere a una cuestión sin respuesta ya que no puede resolverse y no podemos decretar la respuesta, tal vez porque la pregunta no debe formularse con la impresión de que podemos conocer los secretos de la naturaleza y de extraer de ella verdades eternas. En el momento del descubrimiento, como sabemos, no dejamos de ver las cosas como son, es decir que el misterio con esto al fin se ha disipado.
Sin embargo y a pesar de todo, uno no puede sino sentirse invadido por la duda, en base a que las matemáticas no dependen únicamente de algunas intuiciones geniales y, emergen nuevas preguntas: Si las circunstancias y las necesidades que había que satisfacer hubieran sido diferentes, ¿No habría sido diferente la matemática? ¿Existe acaso un itinerario obligado con un desarrollo lógico, que nos dirige hacia un fin? Ya que allí donde observamos un camino indicado a seguir, tal vez sólo sean las huellas de un camino generado por la marcha del azar.
Las matemáticas parecen poseer el asombroso poder de explicar cómo funcionan las cosas, porqué son como son y qué nos revelaría el universo si fuésemos capaces de escucharlo. Sin embargo, el modo en que nos vemos a nosotros mismos se halla íntimamente relacionado con lo que sabemos. Las matemáticas expresan verdades universales que influyen en nuestra manera de pensar y de sentir y, es el mejor modo de construir sociedades. Donde en el nivel fundamental, la naturaleza prefiere la belleza.
Los modelos dinámicos pueden ser útiles en las primeras etapas del análisis de sistemas de un problema ecológico complejo, concentrando la atención en las relaciones básicas e influenciando al sistema y definiendo las variables y subsistemas que el investigador considere que son críticas. En las etapas últimas, sin embargo, será preferible cambiar nuestro principal esfuerzo a uno de los otros modelos de igual asociación familiar.
Las matemáticas tienen gran relevancia para las ideas filosóficas que constituyen el fundamento de la sociedad. Cantidad y cualidad son aspectos inseparables; científicos y filósofos buscan las respuestas fundamentales de la existencia, donde los valores cuantitativos contribuyen a entender los problemas cualitativos.
Los instrumentos matemáticos no pueden sustituir los conocimientos, no obstante, son capaces de proporcionar perspectivas nuevas y necesarias. No consiste tanto en operar con números como en asumir un modo de pensamiento y plantear cuestiones que nos permitan percibir el sentido de su verdadera naturaleza.
Las matemáticas, utilizando ciertos enunciados conocidos como “axiomas”, tratan de obtener y deducir conclusiones que nos sean de utilidad. Dichos axiomas deben ser los menos posibles y sobre todo, ser consistentes además de que las conclusiones no deban de contradecirse.
Una parte importante de la física moderna no se basa en la medición, sino en la experimentación mental. Los experimentos mentales son posibles como ejercicios prácticos y es que, la clave de un experimento mental está en que no es necesario llevarlo a cabo realmente, ya que toda la información necesaria se encuentra ya ahí en los escondrijos ocultos de la conciencia.
¿Cuál es la naturaleza de la verdad? La gente busca las respuestas en Dios y los matemáticos en las ecuaciones.
Precisamos de las matemáticas para poner cierto orden en la confusión. Verdad y belleza son dos caras de la misma moneda. Pero la verdad puede contradecir la intuición.
El engaño de la observación y los azares de la predicción convierten en un reto el sentido de la información. Pero, permiten contemplar con una gran claridad a las matemáticas en una extraordinaria gama de cuestiones, en muchas de las cuales son invenciones políticas y sociales de las más apreciadas por la sociedad; como un lenguaje que nos autoriza a traducir la complejidad del mundo en pautas manejables.
Cuando ya no podemos predecir de forma segura, cuando el pasado no determina el presente o cuando la serie de observaciones no pueden ser más resumidas, podemos decirnos que domina el azar y que sólo con el manejo de las probabilidades reconoceremos los grados de incertidumbre y así poder evaluar la parte azarosa que pueda esconder el futuro.
La “ciencia positivista” de Auguste Compte, significa ciencia numérica. El gran auge del pensamiento estadístico se manifiesta claramente en que el desarrollo y crecimiento de un estilo de raciocinio, es una cuestión no sólo de pensamiento sino también de acción.
Se observa a menudo que basta con una pequeña intervención, quizá debida al azar, es decir imprevisible, cuando comienza el desarrollo de un fenómeno complejo, para que el resultado sea muy distinto a lo que se esperaba. Por eso será siempre imposible prever el tiempo con mucha antelación, porque, para ello, sería preciso poder tener en cuenta todos los hechos que influyen en ese tiempo, incluidos los que se producen al azar, cosa claramente irrealizable. Es lo que se conoce como sensibilidad a las condiciones iniciales, que nos dan la principal característica de los fenómenos caóticos.
La física de no equilibrio y la dinámica de los sistemas dinámicos inestables asociados a la idea del caos, nos conduce a la autoorganización y a las estructuras disipativas, caracterizadas por un tiempo unidireccional y también irreversibilidad.
Con la sola ayuda de las leyes de la dinámica, en el determinismo, los procesos se hacían inteligibles. En cambio ahora con la irreversibilidad del tiempo, podemos decir que estamos en la base de una multitud de fenómenos, incluyendo remolinos y huracanes en la atmósfera, donde el tiempo juega un papel fundamentalmente constructivo. En todo movimiento que subvierte un orden establecido, nadie tiene la información completa.
Los sistemas inestables conducen a una nueva formulación de las leyes fundamentales de la física y a las leyes de la naturaleza expresadas en posibilidades y donde cobran un nuevo sentido y, en una transformación en la descripción de la naturaleza.
Tanto en la interpretación clásica determinista, donde “la medición” se corresponde con una “rotura de simetría” en el tiempo (pasado y futuro) y en la mecánica cuántica, tenemos leyes fundamentales que expresan posibilidades, no certidumbres, con acontecimientos no deducibles de las leyes, pero que actualizan sus posibilidades.
En 1963 se demostró que “la hipótesis del continuo” no es demostrable como tampoco lo es su negación; se trata más bien de un “indecible”. Existen hechos no reducibles a un estudio teórico consistente, por falta de principios básicos en que apoyarse; de la misma forma, puede darse el caso de que principios lógicos formulados con claridad conduzcan a conclusiones que caigan fuera, en su totalidad o parcialmente, del ámbito de hechos actualmente accesibles a nuestra experiencia. Toda paradoja tiene un marco más amplio donde encuentra su explicación. Donde alcanzar algo, significa que existe un número infinito de distancias que no se desvanecen y que convergen a cero y, que pueden tener una suma finita y ser recorridas en un tiempo finito. Respuestas que requieren una teoría de lo infinito y de los procesos en el límite.
El examen de las características de la vida en la Tierra conduce a una visión organísmica e histórica, que acepta una fuerte dependencia del entorno físico, donde la prudencia elemental nos lleva a pensar que una porción pequeña del sistema no puede entender completamente el sistema entero.
Caracterizar los ecosistemas como sistemas físicos nos obliga a observarlos en sus propiedades generales; especialmente en su autoorganización, donde se dice que su extraordinaria capacidad creativa viene de las mismas restricciones impuestas por dichas leyes físicas. Destacando el carácter sistémico de la Tierra, donde su capacidad de autoregulación deriva de la vida misma.
Lo más importante en la naturaleza es su tendencia a aumentar la información con una selección natural que nos lleva a estructuras más complejas, donde el valor de dicha información se potencia a sí misma, pero donde todas las cosas operan entre límites. Donde la supervivencia depende de la capacidad de obtener información con poco gasto energético, así como de irla enriqueciendo hasta que simplificaciones debidas a perturbaciones externas, imposibles de prever por su dinámica azarosa, abren posibles vías de exploración en su generación de organización.
Riemann fue el primero en afirmar que la naturaleza encuentra su ámbito natural en la geometría del espacio multidimensional, donde el hiperespacio no tan sólo simplifica las leyes de la naturaleza, sino que posibilita argumentos puramente geométricos.
Los métodos tradicionales reduccionistas no pueden resolver problemas complejos como los que se dan en climatología, ecología, economía y sociedad. Cuanto más estudiamos los principales problemas de nuestro tiempo, más nos percatamos de que no pueden ser entendidos ni resueltos aisladamente; por ser problemas sistémicos complejos que están interconectados y son interdependientes.
Una ciencia muy inexacta ¿No es ciencia? Las ecuaciones de equilibrio constituyen el centro de nuestra disciplina; otras ciencias, como la física o incluso la ecología, ponen en comparación más énfasis en la determinación de las leyes dinámicas del cambio. El dinámico mundo de hoy se rige por una disciplina que no sabe qué hacer del dinamismo.
La economía es una ciencia incierta. El pensamiento económico actual basa sus conceptos en la física de Newton, con entidades fijas y aisladas en equilibrio que se mueven de modo uniforme en un espacio homogéneo e infinito. Las relaciones económicas que parecen perfectamente sólidas en teoría, no siempre valen en la práctica.
En nuestros días, todo el conjunto de las matemáticas y la mayor parte de las ciencias, están compuestas de teorías. De aquí que la “Metateoría”, o “teoría de las teorías”, resida en la base del análisis de las matemáticas y la ciencia. Esta disciplina, estudia a si mismo las relaciones entre las teorías en lo que se refiere a su estructura y generalización. La mayor parte de las teorías han demostrado ser incompletas e indecibles, cosa que, muy lejos de constituir una derrota de la razón, sugiere unas posibilidades ilimitadas para la expansión del campo de lo racional.
Una teoría, ya sea matemática o empírica, cuenta con determinadas características formales, que la diferencian de un mero conjunto de opiniones. Una teoría que tenga contenido factual, no solamente planteará problemas de carácter “metamatemáticos” o relacionados con la teoría de modelos, sino también de otros tipos, como pudieran ser: Semánticos, epistemológicos, metodológicos, pragmáticos, etc.
Después de todo, la “Metateoría” es la “conciencia” de la ciencia teórica y constituye una prueba para la filosofía. Solamente una filosofía que dé cuenta de la naturaleza y papel central en la ciencia contemporánea, merece ser tomada en consideración.
La noción de unas matemáticas estáticas, totalmente mecánicas y de un vigor formal absoluto, fue un intento desafortunado de Hilbert, de demostrar la certeza absoluta del razonamiento matemático.
Los números primos manifiestan cierto tipo de aleatoriedad porque su distribución posicional no manifiesta ningún orden posible. A pesar de lo simples que son los números enteros y los números primos, es fácil formular preguntas claras y directas acerca de ellos, que nadie sabe responder: ¡Ni siquiera por los más grandes matemáticos del mundo y de la historia!
Tenemos una ley de la naturaleza si hay la posibilidad de comprimir los datos. Si los datos experimentales están comprimidos en un programa de cómputo con menos “bits” de información que los que componen los datos que el programa trata de explicar y, cuánto mayor compresión, mejor es la ley y, mejor se entienden los datos. Por el contrario, si el programa más pequeño para calcular es tan grande como los datos, entonces esos datos “carecen de ley”, carecen de “estructuras o patrón discernible” y no son susceptibles de estudio científico; son incomprensibles. Son en una palabra ¡Aleatorios Irreductibles!
¿QUÉ ES LA VIDA?: ¿Qué es la vida y cuál es su origen? Todo mundo sabe qué es la vida, pero es imposible describirla con palabras. El término es demasiado general y vago. Sabemos que no existe una definición satisfactoria de lo que es la vida. Y sin responder a estas preguntas, no puede haber ninguna concepción biológica del mundo sólida y ni siquiera, una concepción más primitiva, sería posible de establecer.
¿Cómo empezó la vida? Investigaciones al respecto son necesariamente subjetivas y abiertas a interpretaciones cuando se presentan lagunas de información que hay que llenar con conjeturas informadas para resolver lo que pudo haber pasado. Lo que en muchas ocasiones implican, tan solo respuestas provisionales que pueden llegar a mejorar con el tiempo. Se dice que el destino de una idea nueva en la ciencia es la de inicialmente descartarla como ridícula y, después considerarla como “una teoría revolucionaria” y finalmente como “definitiva”.
Para muchos la vida debe ser el fruto de una carambola de improbabilidad astronómica; Donde su extraordinaria complejidad revela una insólita concatenación de sucesos, única en el cosmos.
Oparin nos dice que estos cuentos inocentes acerca del origen repentino de las cosas o, de los animales y de las plantas, a sugerencia de los creacionistas, donde aparecen como ya hechos y como seres organizados, descansan en la ignorancia y en una interpretación simplista de la observación superficial de la naturaleza que nos rodea.
El principal supuesto en la mayoría de los científicos en lo que se refiere al “origen de la vida”, es que ésta se originó a partir de la materia inanimada a través de un incremento gradual y espontáneo de la complejidad molecular y funcional y de que ésta apareció, sin ninguna ayuda y de forma espontanea, como todo proceso natural que se observa en la naturaleza. Fue la naturaleza, trabajando dentro del ámbito de sus leyes inmutables y capitalizando los caprichos del azar, quién hizo todo.
Esta presunción se da por sentada y aparece en la mayoría de los libros: Donde las moléculas sin la ayuda de enzimas ni genes, se ensamblaron en estructuras de mayor y creciente complejidad, orden y funcionalidad, estableciendo una continuidad gradual evolutiva de la materia inorgánica a moléculas orgánicas; y de éstas a las moléculas complejas hasta alcanzar el comienzo de la vida celular, con lo que podemos decir que la creencia de que la vida se originó por sí sola, a partir de materia inanimada, es rica en implicaciones filosóficas de la vida en general. La teoría de la “panspermia” contempla la vida como una propiedad que impregna el cosmos y por ende, no necesita tener un origen.
Todos los procesos vivos están relacionados con los compuestos orgánicos, aunque no todos los componentes orgánicos estén relacionados con la vida; toda la vida se basa en los mismos componentes básicos aminoácidos y azucares. “Las ligaduras” ordenadas de las leyes naturales y los azares veleidosos de la “presión ambiental”, supuestos y comprometidos de esta situación, siempre serán muy útiles; sin embargo pueden resultar difíciles en situaciones consideradas como críticas. Las formas más antiguas de la vida en la Tierra, las bacterias unicelulares, han estado por aquí hace ya casi 4 mil millones de años sobreviviendo a todas las dificultades del entorno.
El reto al que se enfrentan los científicos que luchan por explicar el origen de la vida es que fue un hecho que ocurrió hace miles de millones de años y han dejado muy poca huella. El concepto de “metaestabilidad” para el éxito de que se dé la vida es crucial; por eso, la vida está siempre en busca de energía libre útil que explotar, sobre todo en las fuentes de energía considerada como metaestables; y lo hacen con el uso de enzimas para catalizar reacciones consideradas como “lentas”. Es casi un milagro, nos dice Francis Crick, ya que son muchas las condiciones que tuvieron que darse para que se pusiera en marcha dicho fenómeno. Seguramente que ninguna ley de la naturaleza podría producir a partir de sustancias químicas incoherentes semejante estructura tan compleja. Sin embargo, tampoco fue un milagro, pero sí es claro que se da en una naturaleza y un universo considerado como bioamigable y asombrosamente ingenioso y creativo.
Incontables moléculas debieron de haber intervenido todas ellas en coordinación cinergética, generando una complejidad basada en la información de forma espontanea, autosostenida y autocreadora; sin negar que todo tuvo que darse en muchos aspectos al azar y las circunstancias o contingencias. Con lo que queda en espera el poder explicar “el origen de dicha información biológica”.
Las leyes de la física y la química para los “deterministas” han determinado “causal y secuencialmente” la serie obligatoria de sucesos que condujeron “de la materia inanimada a lo que hoy conocemos como vida”, donde cada paso dado está casualmente ligado a los previos y a los siguientes por darse, obedeciendo simplemente las leyes de la naturaleza. Donde el estado de un sistema en cualquier momento determina el comportamiento futuro, sin influencias consideradas como de origen azaroso o aleatorio.
El comportamiento estocástico por el contrario, no puede predecirse con exactitud; no es una “trayectoria causal lineal”, como en el determinismo y su secuencia de pasos puede estar determinada por todo el conjunto de parámetros operativos de cada paso considerado. Según Christian de Duve, “La vida estaba abocada a surgir en las condiciones adecuadas que rodeaban su nacimiento”. Con estas condiciones iniciales adecuada, la emergencia de la vida es altamente probable estando gobernada por las leyes de la química y la física. H. J. Morowitz nos dice: “No tenemos razón para creer que la “biogénesis” no fue una serie de hechos químicos sujetos a todas las leyes que gobiernan los átomos y sus interacciones. Rechazando las sugerencias de Monod de que el origen de la vida requiere de una serie de hechos altamente improbables. ¿Acaso la vida en la Tierra era algo inevitable? ¿Está el universo preñado de la vida y la biosfera del hombre, como creía De Duve?
Con esto podemos decir que para llegar a generar la vida, aparte de la evolución y sus interacciones con el entorno, únicamente se necesita de “las moléculas y sus interacciones”. Se dice también que esto sólo representa una aproximación insatisfactoria y que mientras que la estructura puede verse constituida de partículas, no podemos decir lo mismo con sus “propiedades y su comportamiento” pero a la vez, esto no significa necesariamente que esté más allá de nuestro alcance a través de la ciencia.
Los primeros pasos hacia la complejidad tiene que haber dependido de reacciones espontaneas bajo control termodinámico; lo que no significa que exista una cadena causal de eventos termodinámicos que lleve a la vida, ya que el resultado termodinámico depende de las condiciones iniciales y éstas suelen ser contingentes. La química de la vida no está determinada por la termodinámica, sino por una larga serie de reacciones bajo control cinético.
Queda pendiente otra pregunta: ¿Puede la vida surgir como resultado de la organización de la materia orgánica? ¿Cuál es el motor principal para el ascenso por la escalera de la complejidad en la vida? Contemplando la evolución, nos vemos obligados a considerar de que existe “un compromiso” entre los factores principales, como son “las ligaduras”. El problema del origen de la vida se reduce a saber cómo pudo surgir repentinamente esa sustancia especial, dotada de todas las propiedades de la vida. ¿La vida se formó a partir de elementos inanimados? ¿Se dio acaso de forma casual? ¿Los elementos esenciales para la formación de las moléculas extraordinariamente complejas, y con todos los atributos de la vida, se combinaron solos? ¿El acontecimiento más importante de la vida fue puramente casual? ¿Y en consecuencia, no es posible obtener respuestas a las preguntas que nos podamos plantear? Esta explicación, está en claro también, que no explica absolutamente nada.
Para conocer los escenarios de hacia dónde nos estamos yendo dentro de la ciencia, tenemos que empezar por las cosas que pensamos que sabemos; modelos que sabemos que han encajado perfectamente los experimentos con las observaciones, modelos considerados como muy cercanos con la perfección en la descripción de la naturaleza, de donde igual de importante será saber dónde se encuentran sus límites de aplicabilidad.
Si ahora podemos hablar de revolución biológica, es porque la biología molecular redujo fuertemente el misterio y lo sobrenatural que existe en el funcionamiento del ser vivo. Los seres vivos constituyen estructuras históricas ya que pueden guardar memoria de formas y funcionamiento que se conquistaron en la antigüedad remota, durante el largo período de la evolución biológica. El funcionamiento de los seres vivos está basado en condiciones muy alejadas del equilibrio termodinámico.
Podemos ver que hasta los seres vivos más simples tienen una estructura tan compleja que no pudieron surgir de repente y que debieron haber sufrido transformaciones prolongadas y sucesivas. De aquí que haya que recurrir al estudio de estas transformaciones en la historia y desarrollo de nuestro planeta. Debemos mostrar cómo el ser vivo surge de la dinámica relacional de sus componentes y, describir el operar de los componentes del ser vivo en términos exclusivamente locales, no funcionales y no propositivos, nos dice Humberto Maturana.
El problema es la de analizar los datos proporcionados por la ciencia, aceptando el principio de desarrollo evolutivo de la materia y descubrir las leyes que han surgido sucesivamente en el proceso evolutivo terrestre y que han determinado su devenir. ¿Acaso podamos decir que la vida no es sino una forma especial de la existencia de la materia? Sabemos que la materia, nunca permanece en reposo, sino que se mueve constantemente, se desarrolla y se eleva a peldaños cada vez más altos o más complejos y podemos decir también, que quizá más perfectos, adquiriendo nuevas cualidades, desconocidas con anterioridad.
Podemos ver y casi convencernos de forma patente de que en aquellos primeros tiempos, en la tierra, las poblaciones eran distintas a las actuales y de que conforme más avanzamos en la profundidad de los siglos o milenios pasados, las poblaciones son cada vez más simples y menos diversas. Se pasa de lo simple a lo complejo, de lo menos eficaz a lo más eficaz. ¿La historia del universo es la historia de la materia que se organiza? ¿Acaso podemos concluir que la vida no es más que un determinado peldaño, de los muchos que se dan en la naturaleza y que surge del desarrollo histórico de la materia? O acaso, ¿Es inasequible dicho conocimiento al mundo real en que nos desarrollamos? Y si no y en cualquier caso: ¿no lo hemos alcanzado a entender todavía y es por ello que nos es también desconocido?
Es el número de factores, cada uno con un peso estadístico desconocido, lo que hace impredecible el suceso y lo convierte en aleatorio. La contingencia puede definirse como la interacción simultanea de varios factores independientes, para determinar lo que sucede en una situación de espacio y tiempo dada. No se deriva de la indeterminación, sino de una combinación impredecible de hechos causales; donde si las condiciones cambian, no importa que sea sólo en un factor, el resultado final será muy diferente. Todo esto no es contrario a las leyes conocidas de la ciencia, sino que tan sólo es una visión estocástica al cumplimiento de las leyes de la naturaleza.
Podríamos, de todo esto, preguntarnos: ¿A qué nos podría obligar algo desconocido? Ya que en consecuencia, no puede servirnos ni de consuelo, redención u obligación. Pero sí, por otra parte, podemos ver que el “mundo verdadero” del “creacionismo” es una idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera obliga, es una idea que se ha vuelto inútil y superflua. En consecuencia, es una idea que ha sido refutada. Por lo que debemos eliminarla, en la consideración de que al eliminarla, siendo posiblemente lo verdadero, estamos eliminando también el mundo aparente.
La sabiduría convencional es inaplicable para nuestro entorno moderno, complejo y recursivo, donde debemos entender que recursivo significa que el mundo en que vivimos tiene un mundo creciente de “bucles de retroalimentación”, que hacen que “los sucesos sean causa de más sucesos”, con lo que se generan bolas de nieve y ciertos efectos arbitrarios e impredecibles.
Para Heisenberg, el mundo está construido como una estructura matemática, no como una estructura material. En consecuencia, no sirve de nada preguntarse a qué se refieren las ecuaciones de la física matemática, porque no se refieren a nada más allá que a ellas mismas.
La precisión de la formulación científica y su comprobación por la observación, que combinada con la lógica y su gran poder para conectar hechos de muy diferentes dominios, se combinan para formar un instrumento capaz de arrojar nueva luz sobre los problemas que surgen con la experiencia cotidiana. Más allá de la última respuesta a un problema, siempre existe otra. El objetivo de la ciencia es descubrir un esquema que pueda relacionar los hechos observados de forma consistente y con óptima simplicidad. En el nivel fundamental, el mundo es inequívocadamente no local. Lo que significa que éste responde como un todo y cambia y evoluciona como un todo
Nuestros antepasados pasaron más de cien millones de años como mamíferos no pensantes y actualmente, pensamos mucho menos de lo que creemos y, generalmente nuestro razonamiento lo utilizamos para cosas secundarias y sin importancia. Tendemos a aprender lo preciso y no lo general, sin reglas sino hechos y sólo hechos, desdeñando lo abstracto. Sin considerar que cuanto más y mejores preguntas te establezcas, más acertadas, concretas, directas y certeras serán las respuestas y más podrás indagar y profundizar en cualquier tema elegido. Creces en tu conciencia y con esto, remueves partes de tu ser y, que van tomando sentido al hacer que aparezcan nuevas preguntas y con esto, el crecimiento continúe.
Sin embargo el cerebro es mucho más complejo que un ordenador y éste carece de muchos de los ingredientes que tiene el cerebro humano y que son absolutamente básicos para su funcionamiento. No se puede comparar en absoluto la complejidad cerebral con ninguna máquina diseñada por el hombre.
Se necesita lo que se conoce como “meta cognición” es decir conciencia de nuestra falta de conciencia.
La historia de la vida significa una evolución de eventos improbables y difíciles de probar. Las extinciones en masa han ejercido una gran influencia en configurar la historia de la vida en la tierra, de formas no posibles de predecir.
Los cambios dramáticos ocurrieron debido a fuerzas geológicas. Las temperaturas globales cambiaron y se formaron grandes capas de hielo en los polos, impulsando al hombre a evolucionar. Los efectos ecológicos de estos cambios fueron dramáticos. La noción de cambio es central, lo importante son los “patrones” seguidos en estos cambios en el flujo de la vida en la naturaleza. Las imágenes que emergen que se dan como procesos fundamentales que alimentan el flujo de la vida, sobre todo cuando analizamos las comunidades ecológicas considerándolas como un todo.
La gran proliferación de formas de vida compleja ocurrió en los últimos mil millones de años y hace 500 millones se dio un gran explosión de apariciones de plantas y animales que colonizaron la tierra, tanto en diversidad como en complejidad; hecho que Darwin explica con la teoría de la evolución con especies que se van ramificando para formar linajes cada vez más diversos, lo que nos dice y señala que toda la vida en la Tierra mediante este proceso, desciende de un ancestro común. La variación es la clave; la historia de la vida en la Tierra es una historia de adaptación gradual evolutiva, ya que sin variación la adaptación es imposible. La ciencia presenta el mundo natural como una unidad.
Muere el viejo mundo, nace uno nuevo al que domina un bípedo oportunista que conquista el planeta. Inventa el arte, el amor, la guerra y se interroga sobre sus orígenes. La evolución es asunto de acontecimientos y éstos, suelen ser medioambientales.
Nuestros genes y la composición química de nuestras células es un fragmento pequeño del océano primitivo. Hemos guardado en nosotros el medio del que salimos. Nuestro cuerpo relata la historia de nuestros orígenes. Se dice que las leyes de la naturaleza están amañadas a favor de la vida. ¿Pero, qué procesos químicos pueden transformar la materia inerte en materia viva? El hecho de que se haya dado, ¿Eso acaso significa que la vida, es parte del orden natural de las cosas? ¿O, que la vida fue un accidente anómalo de la química, con la posterior emergencia de organismos complejos conscientes, como resultado puramente fortuitos en una lotería cósmica?
Muchos fenómenos maravillosos han emergido en el universo, pero por sorprendentes que estas cosas puedan ser, el fenómeno de la vida es más notable que todas ellas en su conjunto.
Para la física, los organismos vivos son todo un misterio que no puede explicar. Que la vida es un asunto incierto, una consecuencia de ciertas felices coincidencias en la estructura matemática subyacente del universo.
Para muchos, la vida es tan extraordinaria en sus propiedades que merece ser descrita como un “estado alternativo de la materia”. Sabemos que la vida es un fenómeno químico, pero el secreto de la vida realmente procede de sus propiedades de información: Es “un complejo sistema de procesado de información”.
Paul Davies hace una reconstrucción especulativa, uno más de los muchos posibles escenarios para el origen de la vida y nos dice: El agua del mar, que no puede hervir debido a la enorme presión de las capas superiores crea un tumultuoso embrollo químico y, en algún lugar de estas tórridas profundidades, está sucediendo algo extraordinario: “Está naciendo la vida”.
Sigue habiendo una enorme laguna en nuestros conocimientos y aún estamos muy lejos de comprender el “cómo” y mucho más lejos, de comprender el “porqué”. No es ignorancia solamente, sino que es una “laguna conceptual” importante, ya que nos falta “comprender el tema global”.
Para otros, simplemente la vida está abocada a aparecer por las “condiciones correctas”, lo que significa que “algo verdaderamente sorprendente” está sucediendo en el universo, algo que tal vez tenga “profundas implicaciones filosóficas”. Por lo pronto, es necesario aceptar que el estudio del origen de la vida está exigiendo nuevas ideas, incluso si son estas radicales, pero que nos permitan seguir en nuestra tarea, sin preocuparnos de que una franca admisión de ignorancia pueda socavar los posibles financiamientos. No se da ningún crédito haciendo afirmaciones exageradas simplemente para consumo público, sin ver que “la ignorancia” proporciona motivaciones mayores que la certeza.
En la “Biogénesis” no cabe duda de que hay implicado “algo profundamente sorprendente”, puesto que pone a prueba las bases mismas de la ciencia y nuestra “visión del mundo”. Para esto hay que empezar por tener “una profunda comprensión de la naturaleza de la vida”. Todavía tenemos mucho que aprender acerca de los procesos que se dan en una célula fertilizada.
A medida que se eleva la temperatura de un líquido, en cierto punto sus moléculas súbitamente se “autoorganizan” disponiéndose en celdillas hexagonales, que por su estructura tienen similitudes con procesos que operan en las células vivas, concluyendo de que si en la dinámica de fluidos era posible ese espectacular caso de “autoorganización”, tal vez fuera igualmente posible en la química y en la biología.
La vida es tan sorprendente que de algún modo evade la segunda ley de la termodinámica considerada “La más fundamental de todas las leyes de la naturaleza”, la cual describe una “tendencia universal” hacia la degeneración de todas las cosas. La vida va en contra de la corriente al crear orden, a partir del caos. Contrariamente a lo que suele creerse comúnmente, estar vivo es antinatural; lo cierto es que toda vida existe desafiando la ley más fundamental del universo y no en conformidad con ella. Utiliza el principio de conservación de energía, para contrarrestar su irreversible degradación.
Para saber cómo la vida empezó, necesitamos saber primero cómo poder hacer frente a la segunda ley de la termodinámica o principio de degeneración de todo sistema físico. Es una ley fundamental de la naturaleza y no se puede escapar a ella; son los casos en que el orden se rinde al caos.
Para que un organismo se mantenga a sí mismo, alimentándose de información negentrópica, debe aproximarse en ciertos aspectos a un sistema cuántico. La comunicación instantánea y multidimensional sugiere que el tipo de orden que caracteriza a los sistemas cuánticos, también se aplica a los sistemas en el ámbito de la vida. En un entorno hipercomplejo, imposible de entender y gobernar para la mente humana individual, las personas seguirán vías simplificadas y utilizarán interfaces diseñadas para entender, al reducir dicha complejidad.
El hombre solamente provee las fuerzas motrices de la historia: Pero sus necesidades y sus pasiones, malas y buenas, no son cantidades invariables ya que en el curso del desarrollo humano, las pasiones fundamentales se transforman, se reducen y se extinguen, mientras que otras nacen y crecen. Debemos admitir que, a pesar de vivir él hombre en la naturaleza, las causas determinantes de su evolución, es bastante claro que el hombre, tanto física, intelectual o moralmente sufre de manera inconsciente pero profunda, la acción del medio ambiente en el cual vive.
La acción del medio ambiente no es solamente directa, sino que también es indirecta y “retenida, en una subordinación de los órganos” conocida como “Ley de correlación”, donde un simple cambio en las costumbres que someta a uno o varios órganos a un uso desacostumbrado, tiene a veces, como consecuencia, modificaciones profundas en todo el organismo. Ballenas y delfines, antiguos mamíferos terrestres, encontraron en el mar una alimentación más fácil y abundante y se transformaron al adaptarse.
Algunos procesos de desarrollo son completamente ajenos al control genético, los cuales podrían ser esclavos sumisos, cumpliendo órdenes del resto del organismo y del medio en que viven. El organismo es un sistema integrado donde procesos autónomos se abarcan en todos los niveles simultáneamente. Surgen correlaciones de largo alcance no lineales, casi instantáneamente, heterogéneos y multidimensionales. La coordinación de las funciones ocurre por medio de una transferencia de información casi instantáneamente entre los grupos o conjuntos.
Admitamos que: “El problema fundamental” de la Biogénesis es la de saber de dónde procede “la información biológica” utilizada, ya que la vida “Debió haber sido desencadenada de algún modo, por la misma “organización de esta información”. ¿Vivimos en un universo “Bioamigable” de un carácter “asombrosamente creativo” o todo esto es derivado por la “Organización de la información”?
Según Gödel, un sistema lógico nunca es suficiente para su propia descripción; la evolución a su vez, se traduce por un aumento de la complejidad. Los límites de la vida no pueden dejarse al azar, están prescritos en el programa que: “Desde la fecundación del ovulo, fija el destino genético del individuo”. La evolución es el resultado de una lucha entre lo que era y lo que será, entre conservación y revolución, entre la identidad de la reproducción y la novedad de la variación. Solamente a partir del momento en que un objeto está sometido a la selección natural, merece el nombre de organismo. Donde la marca de lo viviente se ve en la facultad de reproducirse.
La llamada “Ilustración” condujo a una exaltación de la razón al comprender cuán poderosa herramienta es para estudiar la naturaleza: La razón ha dado de sí todo lo que podía dar y hay que buscar otra cosa para ponerla en su lugar… Un científico es un buscador de la verdad. La certidumbre completa está más allá de su alcance y, muchas cuestiones cuyas respuestas quisiera encontrar, yacen fuera del universo del discurso de la ciencia natural.
Los seres humanos son el resultado de la interacción de genes y ambiente, pero es el entorno y no los genes, el elemento clave de nuestros actos. Simplemente no tenemos los suficientes genes para que esta idea del “determinismo biológico” sea cierta. La maravillosa diversidad de la especie humana no está integrada en nuestro código genético. Nuestro entorno es decisivo. La importancia del ADN queda minimizada. Cuanto más destapamos el genoma, más vulnerables a la experiencia resultan ser los genes.
Al conseguir sintetizar sustancias orgánicas de sustancias inorgánicas, se demostró que la vida no era necesaria para hacer sustancias orgánicas y se puso fin a la idea de que las sustancias químicas orgánicas eran diferentes, haciendo innecesario postular tipos distintos de materia. Ahora sabemos que los átomos se reciclan continuamente a través de la biosfera, dentro y fuera de los organismos vivos.
En la lista de los componentes químicos de nuestro cuerpo, están excluidos, la gran mayoría de los elementos químicos. En cambio, podríamos decir que las proteínas son las piedras con que se construye la casa de la vida. Parte del secreto de la vida está en la superficie interna de la célula, cuya química sólo se sintetiza en el laboratorio con temperaturas y presiones que superan enormemente las del organismo vivo; con frecuencias de cargas eléctricas e increíble velocidad que superan los millones de veces por segundo.
Genealógicamente todos descendemos de un antepasado común muy reciente, que vivió hace sólo 150,000 años, mientras que nuestro último ancestro común con el chimpancé, vivió hace al menos cinco millones de años. La mente humana es demasiado compleja para ser fruto de la selección natural. Y todas las razas humanas tienen capacidades mentales similares, donde para Darwin: Entre la conducta humana y animal existen más semejanzas que diferencias. El hecho de que dos animales sean distintos no significa que no puedan también ser similares. ¿Sería perverso sostener que las personas no difieren de los simios? La diferencia es de grado no de clase, es cuantitativa, no cualitativa. La unicidad no es exclusiva. Tanto la semejanza como la diferencia pueden ser verdaderas al mismo tiempo. Las dos coexisten.
Cuando dos especies muestran una conducta similar, esto nos revela menos acerca de su antepasado común y más acerca de las presiones del ambiente que las moldearon.
Vivimos tan lejos de nosotros mismos, que ignoramos casi todo lo que sucede en el horizonte de nuestro ser. Nuestros órganos son cómplices místicos de un ser superior y todo lo que pudieron decirnos es nada en comparación de lo que tiene lugar y, de lo que nuestro cuerpo no ignora. Básicamente estamos hechos de bacterias y somos recipientes de bacterias. El hombre no ha cambiado como ser biológico, pero como ser animal social vive transformándose cada vez de forma más acelerada. No basta con saber qué clase de individuo es el humano; la clave estriba en gran medida en el cómo ha llegado a ser lo que es.
El mundo está repleto de fenómenos que podríamos considerar diversos y complejos. Donde ciertos aspectos de la naturaleza, son regidos por las leyes del azar. La Tierra se regula a sí misma… así el contenido de oxigeno de la atmósfera terrestre se ha mantenido notablemente estable por millones de años. La capacidad de entender las leyes de la naturaleza y de aplicarlas es fundamental para las personas y la sociedad en que se vive. Desde la perspectiva multidimensional, la ciencia debe contemplarse como una parte esencial de la persona, en conexión íntima con sus otras facetas, porque surge del dialogo permanente con el mundo en que los seres humanos están inmersos y necesariamente implicados.
Se ha comenzado a reconocer las conexiones entre las constantes fundamentales de la física y la existencia de la vida en nuestro planeta.
La ciencia progresa gracias a un balance entre lo abstracto y lo concreto. Aunque las formas de la creación son muy variadas, se repiten pautas y estilos análogos. La búsqueda de conocimiento, es la más noble y más significativa de las empresas humanas. ¿Pero estamos aquí, sólo para imaginarnos porqué estamos aquí?¿Podemos aprender todo lo que hay por conocer?
Actualmente el hombre tiene la capacidad de producir la sexta extinción; en las anteriores cinco, fueron causados por desastres naturales, pero casi dos tercios de las especies vivas desaparecieron. La voracidad y apetitos sin límites del hombre serán los causantes.
Tal parece que la apariencia es lo único que importa y lo que cuenta; debemos hacer para tener. Tener y consumir, con políticos con cara de plástico dirigiéndonos, donde nadie logra expresar sus pensamientos y toda la disputa gira en torno a destruir los argumentos del otro, sin tocar temas inconvenientes para los intereses privados, los cuales son importantísimos e intocables.
Sabemos que la mayor cantidad de víctimas fatales es provocada por la epidemia de la insatisfacción, donde muy pronto sobrevienen señales de descontento, de vacío, de falta de rumbo y una marcada falta de interés por el progreso. Nos piden denunciar todos los posibles casos sospechosos; de no titubear y de que es mejor desconfiar que quedarse fuera de la prosperidad. Hay que estimular el deseo y sostener con mano férrea la dispersión y el miedo. Inculcando y reforzando el miedo a través de recompensas para dejar de ser y mensajes subliminales con miedo al ridículo, a la quietud y a la soledad.
Apoyado por la propaganda y los medios de comunicación, el miedo llega a todos los estratos de la sociedad. Miedo a la diferencia, miedo al futuro, lo malo, y lo muy malo es ser diferente. ¿Para qué cambiar? El cambio trae riesgos, recházalo apenas te lo ofrezcan. El miedo al poder es la clave y el deseo de poseerlo es, nuestro incentivo.
Vivimos escapando del poder arbitrario, del dominio del tiempo y del dolor. Somos empujados por una fuerza que viene persiguiendonos desde el pasado y que ponemos toda la energía en escapar, en lugar de ser nosotros mismos. Es hora de enfrentarte cara a cara y decirle ¡Ya no te tengo miedo, yo soy el que soy! Esta historia persigue a los seres humanos con su repetido argumento y ya es hora de cambiar.
Debemos ayudar a los demás a recuperar sus partes dispersas, a retornar a su esencia y avanzar de otra manera. Buscar un renacimiento y no desentenderse de los desamparados que corren por las calles de la Ciudad del Miedo. Se tiene que entender que es preciso liberarse del apuro colectivo, de la culpa, comprender el sentido de la epidemia de insatisfacción, es preciso liberarse de la huida.
La pregunta de cómo debemos vivir es muy antigua y la respuesta es, que son las cosas que amas las que te hacen lo que eres. Aristóteles nos dice que el tipo de existencia ideal podría consistir sólo en el pensamiento puro, una vida de contemplación a lo divino sin interrupciones. Donde el arte nos eduque y permita explorar la condición humana y así aprender más de nosotros mismos. La poesía nos permita explorar situaciones hipotéticas y quizá donde la literatura estrafalaria sea la más filosófica de todas, por ser amplia la gama de situaciones hipotéticas que surgen.
La lotería de estar vivos, se inicia desde antes de la concepción, ante el momento singular en que un espermatozoide penetrara el óvulo y las probabilidades de ser personas pasaron de ser cifras imposibles a cifras contables. Vivir ya es un milagro, pero la mayoría de la gente no tendrá oportunidad de morir porque nunca tuvo la oportunidad de nacer. Estos fantasmas no nacidos seguramente incluyen poetas y científicos más grandes de los que existieron en la historia de la humanidad.
La idea de un “presente móvil” donde el presente se desplaza del pasado al futuro, es considerado un fenómeno subjetivo donde existe la oscuridad tanto en un pasado muerto como en un futuro desconocido y en el que de lo que sigue o de lo que ocurrió antes de nacer, somos absolutamente ignorantes.
Desafiando posibilidades astronómicas en contra, nos hemos despertado de un sueño de miles de millones de años y gradualmente vamos acumulando conocimientos según vamos creciendo, gozando de un planeta único y apto para evolucionar, donde se nos ha dado la oportunidad de preguntarnos y comprender porqué estamos aquí y porqué vemos lo que vemos, cosa que se dará sólo en un corto tiempo de orden, que significa sólo un pequeño chispazo de lucidez en el infinito siempre caótico y eterno transcurso del tiempo y el espacio.
Hemos despertado en un mundo compartido con la flor y con las bestias, con las nubes, vientos, estrellas, mares y habitantes del bosque y, tenemos al fin la oportunidad de comprender porqué se da todo lo que vemos. ¿La ciencia es útil para contestarnos esta pregunta? ¿Tiene que haber un valor y un tiempo agregado a nuestro trabajo diario y dedicarlo simplemente a vivirlo y percibirlo intensamente en nuestro interior? ¿Es posible cambiar este mundo y sus valores completamente materialistas?
El deseo inconsciente siempre es más fuerte que el consciente. La mente binconsciente no se da cuenta de que prohíbe la realización del mismísimo deseo consciente y es la frustración de un deseo legítimo. No se dan cuenta de la repetición y del patrón que hay en sus vidas, simplemente dejan pasar lo obvio. Acostumbrados a asumir que ciertos acontecimientos son coincidencias y de que existe un destino que los está poniendo a prueba de manera arbitraria. Que la gente que los rodea es responsable de sus repetidos problemas, de modo que no logran encontrar el común denominador de todos los acontecimientos causados por su imagen. No saben que esas imágenes rara vez son conscientes y la única solución es hacer que las imágenes se vuelvan conscientes.
Faraday se dio cuenta de que si tenía que ser hombre de ciencia, tendría que aprender no sólo las teorías sino también las de aprender las cuatro mejores formas de convertirse en inteligente: Ir a conferencias, tomar cuidadosas notas, mantener correspondencia con personas de intereses similares y unirse a un grupo de discusión.
El origen de la vida es la clave para el significado en un universo con finalidad. El origen de la vida parece casi un milagro, pues son muchas las condiciones que tendrían que haberse satisfecho para que se pusiera en marcha.
Los procesos de este mundo material no pueden ser interpretados sin recurrir a un marco de referencia que se encuentra fuera del plano en que se manifiesta lo que se ha de interpretar y donde los signos y escrituras que no transmiten ideas ni significados, resultan tontos y vacíos. El único remedio es descubrir cuál es la imagen y sobre qué bases se formó, así como cuáles fueron las conclusiones equivocadas obtenidas.
¿DETERMINANDO LO INDETERMINADO?
Toda ciencia presupone el principio de la causalidad universal o determinismo. Toda la experiencia basada en la vida práctica, se sustenta en la creencia también de que esta presunción es satisfecha, al menos en la medida en que es necesaria en la vida práctica, en los contactos personales y en la misma naturaleza.
El principio de causalidad es equivalente a la tesis del determinismo y, que sabemos por experiencia qué es correcto, “al menos para todos los fines prácticos”. Aunque quizá no para “Absolutamente, todos los sucesos” y en “Todas las partes y sin la más ligera excepción”. Dudas que han sido sembradas, con la aparición de la “Mecánica Cuántica”.
El problema es discutible, pero sólo con argumentos empíricos, mientras que el pensamiento especulativo en estas cuestiones, no puede usar más que “Pseudo argumentos”. La idea intuitiva del determinismo es la de que:
“AUNQUE EL ESPECTADOR NO CONOZCA EL PASADO, TODO SUCESO FUTURO, SIN EXCEPCIÓN, PODRÍA EN PRINCIPIO CONOCERSE CON CERTEZA EN UN MUNDO DETERMINISTA, EXACTAMENTE COMO PODEMOS CONOCER EL PASADO, PUESTO QUE EXISTE EN EL MISMO SENTIDO EN EL QUE EXISTE ESTE PASADO”.
La mirada determinista nos dice que lo que hoy es ley, lo fue ayer y lo será mañana; de que podemos prever los comportamientos básicos de la naturaleza y donde el tiempo es irrelevante. Donde el sentido común nos hace ver también que “Todo acontecimiento es causado por otro acontecimiento y de que este acontecimiento puede ser predicho o explicado”.
De todo lo anterior podemos preguntarnos: ¿El futuro está dado de antemano y no lo podemos cambiar o, está en perpetua construcción? ¿El tiempo es el elemento fundamental de nuestra existencia? El determinismo no autoriza distinción alguna entre pasado y futuro. De que en el nivel fundamental de la naturaleza, el tiempo no presenta dirección alguna. Lo cual se ha convertido en motivo de fe y como la expresión de un conocimiento ideal, objetivo y completo.
La imagen del mundo determinista es fría e impersonal. Tiene que ser aceptada tal como es, no porque nos guste, sino porque así es como el mundo funciona, nos dice el premio Nobel, Steven Weinberg.
Qué la física se hace mejor sin prejuicios, ya que en cualquier momento hay tantas cosas que podrían hacerse, tantos prejuicios aceptados que podrían ponerse que, sin alguna guía de nuestros prejuicios, no haríamos nada en absoluto. ¿Tal vez sea por qué los principios filosóficos no nos han proporcionado, en general, los prejuicios correctos?
La mirada filosófica advierte que hay indeterminación en el mundo, de que existe la historia en todo y que no siempre lo que nos sucedió antes determina lo que nos sucede hoy o nos puede suceder mañana y por lo mismo, de que el tiempo sí es relevante. Surgiendo de esta manera una ciencia que ya no se limita a situaciones simplificadas, sino que nos enfrenta a la complejidad del mundo real: Una ciencia que permite la creatividad y la evolución, y es la expresión singular de un rasgo fundamental y común en todos los niveles de la naturaleza.
¿Podemos hacer y dar una descripción evolucionista a los fenómenos físicos?
El determinismo científico es el resultado de substituir la idea de Dios por la de la Naturaleza y la idea de “ley divina” por la de “ley natural”, donde la naturaleza o las “leyes de la naturaleza” son “omnipotentes” y donde todo se fija de antemano y donde éstas pueden ser descubiertas por la razón humana, ayudada por la experiencia, con lo que sí conocemos las leyes de la naturaleza, podemos predecir el futuro a partir de los datos actuales y por métodos puramente racionales.
Podemos concluir además de que: “Si todo suceso en el universo está predeterminado; si sucediera la existencia de un solo suceso que no estuviera pre determinado en el futuro; debemos rechazar el determinismo”. Éste solo suceso que no pudiera predecirse por medio de los cálculos basados en las leyes naturales y a los datos que existieran inicialmente o del pasado, habría que rechazar el “determinismo científico”:
La doctrina metafísica del determinismo afirma que todos los sucesos de este mundo son fijos, o inalterables o incluso predeterminados, de que el futuro es tan inalterable e inmutable como el pasado, e incluso si el mundo no diera señales de ser predeterminado, el futuro podría seguir estando predeterminado, e incluso ser conocido para quién tuviera la capacidad de hacerlo; e incluso aunque el mundo tuviera una apariencia totalmente regular, esto no establecería que no existiera algún suceso no determinado de algún tipo.
Podemos agregar también que la falta de contrastes o de contenido empírico es indicativa de debilidad lógica y no necesariamente de falta de sentido. Con lo que una doctrina puede ser demasiado débil lógicamente como para ser contrastada y, decirse de él que contiene sólo lo que es común a las diversas teorías.
Fue el éxito de las leyes deterministas de Kepler y de Newton, lo que llevó a la aceptación casi universal del determinismo científico. Sin embargo Newton no explicó “nada” sino que dio una nueva forma de “definir y analizar” los cambios en el movimiento. Al hacerlo convirtió los viejos hechos en nuevos conocimientos, englobando diversos fenómenos bajo dos o tres leyes del movimiento, aunque las causas de dichas leyes no se hayan descubierto, Newton ofrecía certeza absoluta de sus métodos y el que la física y todas las demás ciencias se hicieran precisas, cuantitativas y predecibles.
Sin embargo, el tiempo nos ha enseñado que el universo es un lugar mucho más extraño de lo que imaginábamos, abriendo una brecha entre lo que se observaba y lo que se podía explicar con sus leyes deterministas. Y todavía muchas personas consideran que otras disciplinas sólo son científicas en la medida en que puedan seguir las pautas indicadas y marcadas por Newton.
Podemos preguntarnos; ¿Los hechos se suceden al azar o el mundo marcha siguiendo ciertas reglas que podemos descubrir y utilizar? Lo cierto es que la búsqueda de sentido forma parte de la vida humana. Buscamos las regularidades del mundo para utilizarlas en nuestro beneficio. La búsqueda de sentido se hace con miras a una acción; acción que descansa en un número casi infinito de reglas comprobadas en el pasado y proyectadas al futuro, reconociendo en el presente las situaciones a que dichas reglas se aplican.
Decir que el mundo no tiene sentido significa que no discernimos en él ninguna regla, que no comprendemos el pasado y que no podemos predecir el futuro. Todas estas reglas, ¿o Leyes? constituyen el sentido que damos al mundo. ¿Existe realmente el azar o somos víctimas de una ilusión? Tal vez se trate de una idealización de la realidad y hay que tener conciencia de que no podemos construir series numéricas verdaderamente aleatorias, de que los ordenadores más poderosos son incapaces de reproducir las propiedades del azar, y de que hay que ir a buscarlo donde éste se encuentra, es decir, en la naturaleza.
Es imposible decidir sobre la cuestión del determinismo o del indeterminismo en el universo en que vivimos, simplemente especulando, pesando el número de argumentos a favor y en contra ya que estos no serían más que pseudo-argumentos sin ninguna validez.
Sabedores del problema podremos apreciar la habilidad con que la naturaleza se esconde ante nosotros especialmente cuando utiliza el azar para disimularse o para pasar desapercibida. Sin embargo la misma evolución de la “función de onda” en mecánica cuántica es “determinista” y se representa con la “ecuación de Schrödinger” y lo mismo que en la física clásica de Newton, utilizamos aproximaciones y consideramos que al menos momentáneamente algunos subsistemas están aislados, con lo que el “medir una magnitud física” significa transferir de lo puramente determinista a lo puramente probabilista, con lo que el resultado de “la medición” se da como un acto de “echar suertes”.
En mecánica cuántica medir es echar suertes. ¿Pero quién es el que echa suertes en la naturaleza? ¿Estamos ante una ilusión? La verdad es que sólo tenemos acceso a ciertas variables que determinan el estado del sistema que estamos estudiando, pero ¿será posible de que si tuviéramos acceso a todas ellas podríamos predecir la evolución del sistema y el resultado de cualquier medición? ¿Será posible que ciertas variables se nos estén ocultando y con esta ignorancia se crea la ilusión del azar?
Una serie infinita se llamará “contingente” si no se le puede definir de manera más económica que transcribiéndola completamente y de que la serie continúe siendo contingente. De que los primeros términos de la serie, aparezcan también como contingentes o sea de que no puedan anotarse de forma sintetizada o más económica.
Una serie es contingente en el sentido de Kolmogorov con la formulación de un mundo en el cual “la única regla es de que no hay reglas”. Se trata de una construcción puramente lógica en la que el azar, en el sentido de las probabilidades no tiene ningún lugar. En este punto se prefiere llamar a la serie “contingente” en lugar de “aleatoria”. En realidad estas series son aleatorias en el sentido de que no pueden encontrarse procedimientos para adivinar un término de la serie partiendo de las anteriores, tampoco podemos encontrar un procedimiento para sintetizar la información contenida en sus primeros N términos, es decir, de que tales series no son obtenibles como consecuencia de tiradas independientes siguiendo una ley dada, como requiere el modelo clásico de la teoría de probabilidades.
Kolmogorov introdujo el empleo de la “entropía” como instrumento de análisis en este tipo de cuestiones. Donde cada nueva inserción de información en la serie disminuye la entropía en tanto que en cada sucesión dada de símbolos incoherentes, la aproximan a uno. Con esto podemos decir que una serie es “contingente”, si la entropía de los N primeros números permanece próxima a uno, es decir, la comunicación que nos dan los primeros N números de la serie necesitan un poco menos de N casillas o bits para su alojamiento.
Con la “contingencia” y el “caos” se trata de una nueva revolución de la ciencia que está cambiando sustancialmente el concepto de la naturaleza y subvierte los principios y metas clásicas del pensamiento común. Esta revolución se da en el tiempo en que se presentó la maduración de los métodos que permitieron conceptualizar a los conjuntos complejos, observándose a la vez la erosión del determinismo de las ciencias naturales y el perfeccionismo de la estadística en un proceso supremo de acomplejización; que permite dar cuenta de aspectos cada vez más detallados de los fenómenos. En una valiosísima contribución a la historia de las ciencias y las ideas.
Las series engendradas mecánicamente por una regla de iteración, representan un mundo puramente determinista en el cual el futuro es previsible exactamente partiendo del pasado. En el otro extremo, las series contingentes, que atestiguan, un mundo totalmente desprovisto de sentido en el que la única regla es que no hay reglas y en el que nunca se podrá arrancar al pasado ninguna certeza sobre el futuro.
Con esto surge otra racionalidad, donde el mundo rechaza toda regla determinista y se pliega dócilmente al cálculo de las probabilidades. Series para las que nunca se puede prever el resultado de una tirada individual, pero que es accesible a las predicciones estadísticas y que aparece en el polo contrario del modelo determinista. Donde a medida que nos alejamos de uno de estos dos polos nos aproximamos al otro.
Si la realidad última está descrita por el cálculo de las probabilidades, el mundo estará sometido a las leyes de la estadística. Se dice que son hechos independientes preñados de incertidumbre en la escala microscópica, para obtener una casi certeza en la escala macroscópica.
En la matemática no hay ningún lugar para la contingencia. Todo es cierto o verdadero por necesidad; no hay ni comprobación de hechos ni argumento de autoridad. Las matemáticas están plagadas de conjeturas, es decir, de cuestiones que están en suspenso y que esperan, a veces desde hace siglos que sean resueltas; con la posibilidad de que nunca lo hagan. Pero en cada etapa hay una ambigüedad; si una proposición es indecible, su contrario también lo es y según lo que se elija, se obtienen dos matemáticas diferentes dotadas ambas de una perfecta coherencia interna, pero incompatibles entre sí. Afirmándose así la existencia de una infinidad de matemáticas distintas, todas derivadas de una misma necesidad.
El principal objetivo de la física no es proporcionar imágenes, sino formular leyes; pero si existe una imagen, tanto mejor; el que exista o no una imagen es una cuestión de importancia secundaria, nos señala Paul Dirac. Pero para René Thom: “La discontinuidad es tanto la norma como la excepción”; en su “Teoría de catástrofes” tiende a desafiar a los científicos a cambiar su forma de pensar sobre procesos y sucesos en muchos terrenos de la ciencia. Había pensado profundamente sobre el orden de la naturaleza y cómo se refleja ésta en todas las teorías científicas. Había dejado de pensar, cuando buscaba una explicación a sus dudas, mediante analogías con mundos que funcionan como máquinas y donde el pensamiento-maquina avanzaba pasiva e insensiblemente sobre sentimientos y acciones.
Sin embargo, todas nuestras experiencias de cada día se dan en el tiempo; ya sea en un mundo exterior o dentro de nuestras propias experiencias subjetivas, fluyendo hacia el futuro del pasado y viviendo permanentemente en el presente. Lo que era incierto se convierte en determinado, las posibilidades se convierten en realidades y van apareciendo otras inesperadas y las mismas experiencias cotidianas pueden llegar a revelar características imprevistas.
¿Acaso los acontecimientos se desarrollan en el azar o, existe un propósito en todo lo que se manifiesta? Esta clase de preguntas nos invita a buscar respuestas, pero éstas pueden parecer distintas a las esperadas o no poder encontrar respuestas si no revisamos y precisamos primero que vivimos la etapa inicial de la simple búsqueda de un significado. Donde la mayoría de nuestras interpretaciones tienen un fuerte componente subjetivo que, a veces es lo principal. La consciencia se suma a los atributos inconscientes y ayuda a interpretar la realidad.
Las leyes de Newton son sustituidas por las leyes de la teoría cuántica ya que estas últimas, son más precisas en la descripción del mundo. La situación no es de “Newton para los objetos grandes y la cuántica para los pequeños”. ¿Todo es mecánica cuántica?
Lo cierto es que la búsqueda de sentido forma parte de la vida humana. Donde el azar parece ser el dato fundamental, el mensaje último de la naturaleza. El mundo es todo lo que tiene lugar, todo lo que acontece, todo lo que somos, todo lo que uno comprueba.
Estamos en condiciones de precisar esta idea de un universo totalmente contingente, sin regla alguna que pueda permitir una predicción. Es menester que los mensajes que este universo nos dirige no puedan ser sintetizados o condensados. Es inevitable también que un mundo sin ninguna regla exhiba grandes regularidades en ciertas zonas.
En todos los niveles de observación podemos reconocer hoy el papel primordial de las fluctuaciones y la inestabilidad, contrario a la ciencia clásica que privilegiaba el orden y la estabilidad y así damos lugar a una formulación nueva de las leyes fundamentales de la naturaleza, donde la claridad es el primer paso hacia una comprensión más profunda.
La física tradicional conocida como clásica vinculaba conocimiento completo y certidumbre que garantizaban el pronóstico del futuro. Con la incorporación de las inestabilidades, el significado de las leyes de la naturaleza empiezan a cobrar un nuevo sentido, basados en probabilidades; con lo que las “leyes fundamentales” expresan sólo “posibilidades”.
La materia es ciega al equilibrio, allí donde no se manifiesta la flecha del tiempo. Los seres vivos constituyen estructuras históricas ya que pueden guardar memoria de formas y funcionamiento que se conquistaron en la antigüedad remota, durante el largo período de la evolución biológica.
El funcionamiento de los seres vivos está basado en condiciones muy alejadas del equilibrio. Sin la coherencia de los procesos irreversibles del no equilibrio sería inconcebible la aparición de la vida en la Tierra. No engendramos la flecha del tiempo sino que somos producto de ella. La ironía de la vida está en que se vive hacia delante, pero se entiende hacia atrás, nos dice Kierkegaard. La idea buena que no cabe en veinte palabras no es una idea tan buena… Y quizá no haya forma más elegante y eficaz de comprimir una reflexión que un aforismo inspirado, capaz de reducir el pensamiento a su forma más compacta y por tanto universal, nos dice Wagensberger.
Desde siempre podríamos decir que las matemáticas tienen la misma imagen de su matemática, la cual como sabemos descansa en algunos axiomas simples, donde al combinarlos con ciertas reglas lógicas permite la demostración de otras proposiciones. Extendiéndose así a todo lo que es posible demostrar, resguardándola del azar y la historia y sólo por estar fundamentada en la pura necesidad lógica.
Kurt Gödel, demostró que esta imagen de la matemática era “falsa”, demostrando que cualquiera que sea el sistema, existe un número finito de axiomas y reglas utilizados, donde se podrán hacer proposiciones que “No puedan ni demostrarse ni invalidarse” dentro de ese mismo sistema. Es decir, que existen proposiciones matemáticas “que son verdaderas”, pero que “no se pueden demostrar”. Que sólo un ser sobrenatural que pudiera abarcar el universo entero de los números con una sola mirada, podría comprobar inmediatamente si una propiedad es verdadera o falsa. Pero el ser humano común y corriente es incapaz de hacerlo.
El único recurso que nos queda es buscar una demostración, sin embargo en el caso de que no la encontremos, no necesariamente podemos concluir de que sea falsa, ya que existe siempre la posibilidad de que alguien más afortunado encuentre el método necesario para una feliz conclusión.
En matemáticas existen muchas cosas en suspenso que esperan que alguien las resuelva, aunque también existe la posibilidad de que nunca lo sean; y no tan sólo eso sino de que existe la posibilidad de construir proposiciones con un carácter de “indecibilidad” dentro del sistema estudiado. Podemos ir incorporando nuevos axiomas a los ya existentes, con lo que a su vez pudieran seguir manifestándose, también cómo indecibles y seguir así indefinidamente. Pero en cada nueva etapa, se dará una ambigüedad ya que si una proposición es “indecible” su contrario también lo será, por lo que según se elija, la proposición o su contrario, obtendremos “matemáticas diferentes”, pero con coherencias internas, sin embargo son incompatibles entre sí, con lo que tendremos en existencia legal, una infinidad de matemáticas distintas, pero derivadas de una misma necesidad.
En el escenario de que “todo está escrito o predeterminado”, Dios no tendría otra tarea que la de releer eternamente las páginas de un libro concluido por su propia mano desde el principio. Sin embargo vivimos en un mundo en que todo está vinculado y, por detalles a menudo insignificantes que perturban para siempre el curso de los acontecimientos. El Universo se reorganiza constantemente formando unos sistemas que se vinculan de varias maneras: Donde en gran parte es imprevisible, creativo y caótico. En todos los sistemas complejos del universo, una pequeña causa puede generar grandes efectos con el paso del tiempo. Lo imprevisible o azar y lo predeterminado se conjugan para crear las cosas tal como son y observamos, siendo esto la forma como la naturaleza crea e inventa. El principio de acausalidad se complementa con la causalidad, escapando al modelo científico tradicional, en el que en todo reina la causalidad.
El Universo de Newton se evapora y es reemplazado por un mundo en el que el futuro está abierto y la materia adquiere un elemento de creatividad. Los efectos no lineales pueden dar lugar a que la materia se comporte de forma milagrosa, autoorganizándose y desarrollando pautas y estructuras espontáneas, volviéndose inestables, cambiando de forma aleatoria y totalmente impredecibles.
Las teorías científicas son esencialmente modelos del mundo real, pero no constituyen la realidad y por mucha seguridad que tengamos de que los modelos describen como es el mundo, no podemos negar la posibilidad de que exista una nueva y mejor forma de mirar las cosas. Por elegante que sea una teoría científica, y distinguido su creador, si no está de acuerdo con los experimentos y los hechos observados “DEBE SER RECHAZADA”.
De los millones o miles de millones de pequeños hechos que acontecen antes de que se produzca, un suceso, sólo algunos serán relevantes para una comprensión de lo sucedido. Los sucesos evolucionan a través de la contradicción o los opuestos, de tal forma que no sólo el conocimiento puede tener un valor dudoso, sino también la información. ¿Qué beneficios conlleva evitar la toxicidad de la mucha información? El solapamiento puede ser tal que, cuanto más leamos, menos información obtengamos, ya que el hecho de categorizar, siempre produce la sorpresa de una reducción de la autentica complejidad, donde no compartamos tal vez las mismas opiniones, pero sí el mismo esquema de análisis. Donde el problema puede no estar en la naturaleza de los sucesos, sino en la forma en que los percibimos. Y donde el “redil platónico” es donde nuestra representación de la realidad deja de aplicarse, aunque puede suceder que simplemente no lo sepamos. Con lo que su función se reducirá al análisis, y no a la toma de decisiones.
La Epistemología, considerada como la filosofía del conocimiento, la filosofía de la historia y la estadística tienen como fin entender las verdades, investigar los mecanismos que las generan y separar la regularidad de lo coincidente en los asuntos históricos. Donde algunos resultados científicos, no sólo son inútiles en la vida real, porque infravaloran el impacto de lo altamente improbable, sino que es posible que algunos de ellos estén creando una realidad falsa, nos dice Nassim Taleb. Puede ser solamente que hemos generado una realidad pasajera, con soluciones obvias que no nos atrevemos a implementar, para no tocar intereses creados, con lo que no solamente no resolvemos el problema sino que lo amplificamos, a la vez que hacemos gala de un enorme derroche de recursos, que sólo nos llevan de forma eficiente pero inútil a ninguna parte.
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