A 40 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA
El golpe de Estado cívico-militar del 24 de marzo de 1976, fue la continuidad del ciclo terrorista iniciado con los pronunciamientos golpistas en Uruguay - junio de 1973 - y en Chile, el 11 de septiembre de ese mismo año.
La naturaleza del régimen dictatorial de la Junta Militar encabezada por el general Jorge R. Videla, es similar a los sistemas de gobierno implantados tempranamente en Brasil (1964) y Bolivia (1971). Se trató de férreas dictaduras destinadas a cumplir con la aplicación de programas de gobierno cuyos objetivos pueden sintetizarse en tres ejes fundamentales:
a. Desarticular, por la vía del terror, las organizaciones sociales y políticas de la clase trabajadora y del campo popular, incluyendo a la intelectualidad contestataria y expresiones críticas del mundo de la cultura;
b. Debilitar las franjas del empresariado que habían crecido al amparo de las sustitución de importaciones y la protección de las políticas públicas y abrir con ello, espacios para facilitar el predominio del gran capital nacional y extranjero;
c. Reordenar la vida institucional mediante el repliegue del Estado de áreas sustantivas como la educación, la salud y la prestación de los servicios básicos (luz, agua potable, comunicaciones y producción de energéticos, entre otros).
Las secuelas de la dictadura instaurada en 1976 son universalmente conocidas, no obstante, es conveniente reiterar algunos de los efectos más brutales de ese régimen de horror: 30 mil desaparecidos, miles de ejecutados de manera extrajudicial, cientos de niños apropiados y dados en adopción de manera ilegal, miles de presos por causas políticas y un número indeterminado de exiliados.
Sin forzar paralelismos ni comparaciones caprichosas, es importante que el horror vivido en Argentina y otros países de la región, durante la década de los setenta, permanezca en nuestra memoria y cada uno de los pueblos se mantenga alerta ante la ofensiva conservadora del gran capital. Esta ola desestabilizadora, se expresa en el gobierno de Mauricio Macri y en el intento de enjuiciamiento a Cristina Kirchner, en la cargada jurídica y mediática contra el presidente Nicolás Maduro de Venezuela, en la persistente campaña de hostigamiento contra el gobierno de Dilma y los agravios a la figura del expresidente Lula y en el intento de cuestionar la obra del presidente Evo Morales,tratando de dañar la vida privada del mandatario boliviano.
Los tiempos no son fáciles, los grandes poderes corporativos locales y el capital financiero internacional, se mueven de manera concertada para lograr, en el corto plazo, efectos regionales favorables a sus intereses. Por lo tanto, debemos proponernos, que esta conmemoración del 40 aniversario del golpe genocida de 1976 en Argentina, sirva también para mantener alerta a los pueblos y redoblar esfuerzos en la urgente tarea de recomponer las organizaciones sociales y políticas de los trabajadores, agrupamientos de la sociedad civil e intelectuales identificados con las banderas del desarrollo económico con inclusión, democracia y justicia social.
Ciudad de México, 24 marzo de 1976
MOVIMIENTO DE SOLIDARIDAD NUESTRA AMÉRICA
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