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Marzo 2016

Razones estructurales de la derrota del SÍ del MAS


Pablo Mamani Ramírez

Contexto y su resultado final

El día 21 de febrero, 2016, desde las 16:00, a través de las diferentes redes sociales en internet se ha empezado a difundir los resultados del Referéndum para modificar o no el artículo 168 de la Constitución Política del Estado, con el objetivo de habilitar a una nueva re-elección de Evo Morales y Álvaro García.

Los resultados en Japón, Corea y países de Europa, el NO se imponía. Y el hecho no es de menor importancia, pues, durante dos días el país entró en una especie de psicosis colectiva. Pero finalmente el martes 23 febrero a las 23:00 el TSE (Tribunal Supremo Electoral) anunció oficialmente que al 99.40% de conteo de votos el NO se impuso con el 51.33% frente a 48.67% del SI. Esto pese a los intentos de fraude denunciados en las mismas redes sociales donde se evidenció papeletas marcadas por el SI y una señora detenida llevando 50 papeletas marcadas con esta opción en Santa Cruz.

Este resultado es catastrófico para el gobierno de MAS, y más propiamente para su Jefe Único y su Jefe Real, es decir, Evo Morales y Álvaro García. Aunque, como alertan algunos analistas, Evo al parecer no acepta realmente la derrota para buscar otros artificios para 2019. El contexto estuvo marcado que días antes, los miembros del gobierno habían asistido a escándalos del Jefe acusado de “tráfico de influencias” con respuestas incoherentes y nerviosamente contradictorias. Y luego, algunas organizaciones afines al gobierno (los interculturales) han dicho que la derrota es culpa de los Ministros. Esta es la segunda derrota consecutiva del MAS porque en el Referéndum por las Autonomías Departamentales, del año anterior, fue derrotado en todo el país donde se acudió a las urnas.

Aquí nos interesa analizar, dentro del contexto anterior, la pregunta: ¿cuáles son las razones de la derrota del SI del MAS? ¿Cómo explicar dicho resultado en sentido estructural que deja totalmente maltrecho más de lo que ya estaba meses y años anteriores al MAS? Aquí algunas razones de por qué la gente no quiso la continuidad de Morales-García, para que puedan ser candidatos para las elecciones generales de 2019. Aunque el gobierno culpa de ello a las Redes Sociales donde se difundió de un modo muy diligente el escándalo amoroso del Presidente con la señora Zapata y posible tráfico de influencia denunciada por Carlos Valverde desde Santa Cruz, a sólo 18 días del Referéndum. El gobierno culpa de otra parte a que este hecho fue tergiversado hasta llegar al grado del insulto. En los hechos, los insultos en las redes sociales vinieron desde ambas partes, de los del SI y lo del NO. Para sorpresa mayor de todos, la tía de Zapata (Pilar Guzmán), el día sábado 27 de febrero, declara que el hijo de Morales-Zapata vive y el gobierno responde apresuradamente que el Presidente Evo Morales “no ha mentido” porque le comunicaron que el niño había fallecido. Pues el Presidente había declarado que su hijo había muerto. Esto es un hecho que vuelve a sacudir nuevamente al gobierno.

Más allá de esto, existen otros factores estructurales de importancia social y política para la derrota del MAS, que meses antes estaban muy seguros de lograr la aprobación de la población para su posible re-elección en 2019. El tema es amplio. Aquí la presentamos en forma breve porque la misma tiene mayores complejidades y profundidades que por factor de espacio no es posible entrar a esos detalles.

Dinero y tierra

Uno de los hechos de mucha importancia es el despilfarro económico. Se ha gastado el dinero de modo poco responsable en millones de bolivianos para sobornar a dirigentes o en obras sin impacto para la gente. Ejemplo, las canchas de césped sintético. Esto es que dicho dinero no se ha utilizado para grandes proyectos productivos, de condición ecológica, como es la crianza de camélidos en los Andes. O “exportar” agua de las zonas interandinas hacia los Andes, para que florezcan estas tierras llenas de rica historia y del sistema alimentario. ¿Es imposible ello? No. Es cuestión de decisión política y de tecnología. Y en el Oriente se invirtió para apoyar a la agroindustria y otras empresas mediante incentivos y no a la gente de a pie. Oriente y la Amazonia son ricos en diversos productos por su sistema climático y por la mayor existencia de agua con la que se puede hacer grandes hechos para el bien vivir de la gente.

Otro hecho que va relacionado con lo anterior, y no es menor, es la constitucionalización del latifundio oligárquico en el Oriente. Como nunca antes, los grandes latifundios se han convertido en Constitucional, según el art. 399 (CPE. 2009: 155-156), porque no es retroactivo su posible redistribución porque sólo éste tiene vigencia desde la promulgación de la Constitución. Misma que es de gran importancia social y política porque un gobierno que salió de las luchas anti-oligárquicas se ha convertido en un gobierno pro-oligárquico. Es decir, de la vieja oligarquía. La “nueva derecha” está en proceso de producción de sus estructuras de acomodamiento en la que obviamente no son de tierra, sino de empresas exportadoras o, de grandes negocios, entre otros.

Se han distribuido tierras fiscales o saneadas las pequeñas propiedades, para sostener de que existe una revolución agraria. Incluso, con el fin de favorecer a dichos grupos se han intervenido las tierras forestales bajo el argumento de que su defensa es una idea de los países capitalistas. Y como si esto fuera poco, se ha penalizado la lucha por la tierra y el territorio, mediante Ley No. 477 aprobada el 30 diciembre de 2013. Esto favorece directamente a los agroindustriales latifundiarios de Santa Cruz (IBSE sostiene que más de 70 predios productivos fueron avallasados en ese año para justificar aquello). Esto es muy grave porque esto reafirma los grandes intereses de los terratenientes y donde además, la realidad de la tierra está en pocas manos que son nacionales y extranjeros (M. Urioste, 2011). Sin duda esto es inconcebible teniendo la experiencia de la violencia oligárquica contra los Sin Tierra. Incluso se han realizado reuniones entre los patrones de las tierras y los movimientos sociales para aparentemente tener cercanía cuando los campesinos e indígenas son las que históricamente han luchado contra ese tenebroso grupo de usurpadores de tierras y bosques.

De otra parte, se hizo más inversión económica en el Oriente, aunque éste no le haya retribuido al gobierno en el Referéndum del 21 de febrero porque en Santa Cruz el No ganó por encima del 60, 34%. (TSE, 27/02/2016). Este es otro hecho de mucha importancia, dado que dicha inversión estuvo en gran parte favorecida a la oligarquía agro-industrial que ostenta grandes extensiones de tierra y de negocios, relacionados con los insumos de la producción agropecuaria (maquinaria, semillas, camiones de carga, etc.) y a la de trasnacionales de alimentación. Y en contrapartida, se ha dado poca atención económica al Occidente indio/indigena del país, pese a seguir siendo la base de apoyo del MAS (aunque a última hora se han acordado de esta parte del país en estos 10 años de gobierno). Esto también es un hecho trágico porque está demostrado que los viejos grupos de poder del Oriente, en vez de ser utilizados los ha utilizado al gobierno del MAS. ¿Cómo ha sido posible que grupos y activistas de la vieja derecha neoliberal que pateaban kollas en 2003, hayan recibido los grandes favores de un gobierno que se reclama ser el gobierno de los pueblos oprimidos y sectores históricamente discriminados?

Violencia e inseguridad política

De otra parte, se instauró el “asesinato” mediático y físico. Son varios los casos denunciados de violencia mediática, agresión física y muertos, por denunciar la corrupción. Es el caso del dirigente que denunció corrupción del Fondo Indígena, Jacobo Soruco Cholima, de Beni. El asesinato fue denunciado por Joel Huarachi de la CSUTCB (Pagina Siete, 24/10/2014). Este hecho ha conmocionado a la sociedad. El poder no ha sido efectivo para investigar esto y otros hechos, porque es un hecho de interés nacional. Luego estalló el caso de Fondo Indígena, donde hoy existen dirigentes detenidos y procesados (particularmente los críticos al régimen del MAS como Damián Condori, Félix Becerra y otros). En este contexto y más propiamente en lo político, se hizo abuso del poder para linchar a través de los medios de comunicación a los disidentes particularmente indios, aunque de algunos viejos grupos de poder. Se ha establecido un sistema de control de las organizaciones y de sus dirigentes de modo selectivo. Esto es apuntar al dirigente para su control y no directamente a las bases.

Esto junto a la inseguridad ciudadana por delincuencia común, se ha convertido en la forma de hacer política. Aunque el Vicepresidente García Linera habla del “matonaje político” en oportunidad del conteo de votos del día lunes 22 de febrero, cuando es el gobierno quien ha hecho uso sistemático de la violencia policial o de agentes encubiertos para provocar, por ejemplo, las muertes ocurridas en Caranavi en 2010 (los autores materiales e intelectuales hasta el día hoy no han sido sancionados penalmente), en Mallku Quta, en Apolo, en Takovo Mora en 2015; o bien en contra de los propios policías y militares de baja graduación, movilizados para descolonizar el Estado y de estas instituciones que son los núcleos duros del racismo y neocolonialismo en Bolivia.

Es decir, la violencia política se ha convertido en un hecho que amenaza la seguridad física o psicológica de los dirigentes. Es en este sentido que no ha cambiado el “Estado Plurinacional” en relación al viejo patrón estructural del Estado republicano. Por el contrario, se reprodujo la genealogía de la violencia estatal-gubernamental que motivó, por ejemplo, la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003. Allí se aplicó la violencia policial-militar, en tanto un hecho constituyente de la historia del Estado colonial. Y este hecho ocurrió en 2003 en la ciudad de El Alto, y allí la violencia policial-militar rebasó cualquier tolerancia de la gente para levantarse aunque sin armas y derrotar paradójicamente militarmente al Estado y su sistema de gobierno. Y un gobierno salido de estas luchas sociales aplica de manera selectiva o en grupo dicha violencia, sin ningún arrepentimiento, de un pueblo que lo catapultó hacia el poder del Estado. Eso quedó marcado muy bien en la memoria de la gente.

Narcotráfico y corrupción

Sin duda otro de los hechos que bajó la popularidad del Presidente Morales es la corrupción denunciada y que hasta el presente, no han sido esclarecidos varios de ellos. La gente expresa que está hastiada de un gobierno que decía que iba luchar contra este flagelo y no lo hizo. Sin duda pueden existir errores, pero lo que se produjo son: sistemáticas prácticas de manejo poco trasparente de los recursos públicos. Esta es también parte de la genealogía de la histórica política de los anteriores regímenes de poder que han vivido y se han hechos ricos de los recursos que la gente produce, mediante el sistema de pago de impuestos y otros que vienen de los recursos del territorio de los pueblos indios/indígenas.

Otro factor relacionado con lo anterior es la expansión del narcotráfico, que según las denuncias, la coca excedentaria del Chapare va al narcotráfico. Este hecho no ha sido esclarecido convincentemente. El sentido de vivir igual o parecido a la historia de Colombia o México, que según la gente, están atrapados en dicho flagelo donde la vida no tiene sentido porque mueren jóvenes casi todo los días, sin siquiera pertenecer a los grupos de traficantes de la droga. Eso a la gente le preocupa mucho. Y en realidad, esto es un hecho de gran importancia social y política porque el narcotráfico es capaz de penetrar y corromper las mismas estructuras internas del Estado y gobierno. Es eso lo que pasó con Colombia y México. La gente no puede denunciar ante la policía hechos de narcotráfico porque es la misma policía el narcotraficante o su espía.

En ese sentido, el Estado se vuelve en un “narco Estado” porque sus instituciones y su personal es parte activa o pasiva de este hecho. En ese caso, el Estado-gobierno no garantiza la vida, que es su función histórica, sino es el administrador de la muerte. Tan grave como eso es el detalle que la gente siente y piensa como peligroso. En esto se ha detenido actores del Estado por las causas del narcotráfico, como es el del ex Comandante de la policía Boliviana, René Zanabria, actualmente detenido en Estado Unidos.

Soberbia y división de organizaciones sociales

Otro hecho de igual importancia es la soberbia del Jefe Único y Jefe Real y el querer ser eternos en el poder. Para la gente que vive en la cultura andina no existe la eternización en un cargo. Esto no le gusta a la gente porque de allí surge, sin duda, la tiranía y la violencia del poder. Un tema por demás debatido por los liberales del siglo XX y XIX en Europa o Estados Unidos. En los Andes, particularmente en los ayllus-markas, existe la rotación en-y-del poder, y no la re-elección. Esto en parte es causal de la derrota del MAS, pues, en el área rural existió el voto por el NO, lo que niega lo que el régimen sostiene que allí existe un apoyo cerrado a Evo-García. Y en general, el voto a favor de Evo Morales ha caído en cerca de 14% a nivel nacional.

En este contexto existe la continuidad de la discriminación del indio real. Los aymaras-quechuas-guaraníes, según ellos mismos, en todo este tiempo sólo han servido para los actos folclóricos, dado que no toman decisiones políticas y económicas de importancia estructural. El ejemplo es la queja del dirigente o Secretario de Tierras de los interculturales, José Blaz, de que el SI haya perdido en el referéndum del 21 de febrero por culpa de los Ministros (Pagina Siete, 25/02/2016). La pregunta es: ¿Cómo pueden haber caído las organizaciones sociales en los adornos del poder, cuando son ellos quienes han puestos los muertos y la idea de un nuevo tipo de proyecto de Estado y de sociedad, desde sus propias experiencias históricas?

Otro hecho que se relaciona con lo anterior es la de que el gobierno dividió e intervino a las organizaciones sociales. Los casos más notables son: CONAMAQ, CIDOB, la división de Bartolinas, CSUTCB y un control autoritario de “sus” organizaciones sociales o también, mediante descarado acto de prebenda. Esto, en última instancia, es un hecho típicamente de la política colonial de “dividir y reinaras”. A partir de ello se ve gravemente amenazado el tejido social que fue recuperado y reconstruido largamente después de las dictaduras militares de la década 70 y 80, del siglo XX. Y es el caso de la tirante relación entre sindicato y el ayllu. El sindicato campesino impide que los ayllus expresen libremente sus ideas y sus acciones. De esta misma manera son los conflictos entre grupos partidarios de una u otra opción política que polariza a la propia sociedad india/indígena, tanto rural como urbana. El tejido social es esa energía que articula a unos con otros, bajo distintas dinámicas para que la sociedad sea un espacio de vida y de libertad.

Otro gran factor del NO es la violencia estatal-gubernamental. El gobierno se ha ensañando contra la crítica e incluso, contra la autocrítica, que surgió de los propios aymaras, quechuas, guaraníes, y clase media, acusándolos de ser la derecha. Los casos no sancionados y saldados con muerte y la violación de los derechos colectivos e individuales son: Caranavi, Tipnis, Apolo, Takovo Mora, Mallku Quta, CONAMAQ-CIDOB, etc. Y esto posiblemente es lo que más le afectó al gobierno porque un grupo que nunca estuvo en la luchas sociales entre 2000 ó 2003, se han apropiado del gobierno, para luego criminalizar a sus fundadores y dirigentes que tiene presencia en la población. Y los primeros críticos fueron sin duda los intelectuales y dirigentes aymaras, que vivieron las sangrientas jornadas de octubre en carne propia porque en La Paz-El Alto- se expulsó al régimen neoliberal de entonces, encabezado por Gonzalo Sánchez de Lozada. A aquéllos, algunos los llaman los “paracaidistas” que sin ser actores de la lucha de ayer, hoy se han convertido en el gran factor del poder del gobierno y del Estado.

Asimismo, el gobierno se ensañó con ataques desmedidos a la libre expresión y libre organización de la sociedad. Una gran parte de los medios de comunicación son controlados por el gobierno y el resto, se ha autocensurado. En ese sentido, se ha cerrado los espacios de libre debate. Esto es también importante resaltar porque toda opinión crítica, aunque no es de la vieja derecha, ha sido tildado por el gobierno de ser de derecha. Y esto sin duda, enoja mucho a la gente. Los indianistas-kataristas son los que más han sufrido de este hecho. Y por su puesto, muchas otras corrientes de opinión pública también diariamente se sienten amenazadas de ser censuradas o de perder fuentes laborales, como ocurrió con varios y conocidos periodistas. Del mismo modo se ha atacado a las ONGs que trabajan en temas de medio ambiente y con pueblos indios. Varias de estas organizaciones han sido amenazadas y otro, expulsadas del país (caso IBIS-Dinamarca). Es decir, ni los viejos grupos de poder habían hecho tales acciones. Por lo que esto se convierte en un hecho trágico que contradice radicalmente a las luchas anti-autoritarias del pasado reciente. También es el caso del cierre de la Universidad del Tawantinsuyu, con sede en la ciudad de El Alto, dirigida por los aymaras, y que formaba jóvenes desde una perspectiva propia o anti-colonial. Los argumentos aparentemente técnicos encubren una decisión política de discriminación y racismo anti-aymara, que es un hecho constitutivo del viejo Estado colonial de Bolivia.

Posiblemente otro hecho que ha calado hondo en la decisión de la gente es la mentira sistemática y descaro de Álvaro García Linera y Evo Morales. Han mentido sistemáticamente al pueblo al decir que son honestos, cuando no lo son (el caso del título de García Linera como Licenciado). Hoy se ha descubierto que el Vicepresidente de Uruguay no tiene título universitario y la gente está pidiendo su renuncia en dicho país. Y renunció. Y en Bolivia, esto al parecer es un hecho de poca importancia.

Entonces no se produjeron transformaciones estructurales

Consecuentemente con lo descrito arriba, no se produjeron transformaciones estructurales en Bolivia. Lo que sí se produjo, fue paradójicamente la reproducción del Estado-Nación criollo mestizo, a la que decía combatir el Vicepresidente García Linera. Es decir: el viejo Estado-Nación criollo ahora tiene una mejor legitimidad que el Estado Plurinacional y esto, trágicamente, bajo la imagen del indio. No se ha movido ni un milímetro la línea autoritaria de este Estado-Nación en relación a su reciente pasado histórico que además, y hay que decirlo, es la característica fundacional desde 1825. Aunque éste no reclama de modo abierto la homogeneidad cultural, para hacer desaparecer a los pueblos preexistentes, ha dicho Estado, como también lo hizo el llamado Estado del 52. Aquí el proyecto histórico, sin embargo, es igualmente para hacer desaparecer a estos pueblos, pero desde el propio indio, bajo el discurso de la diversidad que no es más que la aplicación de liberalismo multicultural.

En dicho Estado-Nación, como es lógico, se reprodujo del mejor modo, los viejos y nuevos grupos de poder. Los agroindustriales, los banqueros, los “nuevos” empresarios de prensa escrita y televisiva, las trasnacionales petroleras-mineras, las constructoras, y otras empresas que odiaban a Evo Morales, son ahora quienes ganan mejor que en los tiempos de Gonzalo Sánchez de Lozada. Un ejemplo es la construcción de la “Casa Grande del pueblo”, el nuevo Palacio, que está siendo realizada por un inminente dirigente del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario). Este es Douglas Ascarrúnz Eduardo, que fue parte del gobierno de Víctor Paz Estensoro, como Ministro de Industria y Comercio (1985-1989) y luego Ministro de Desarrollo Económico entre 1993-1997, con Gonzalo Sánchez de Lozada. Dicha construcción se realiza a través de la Empresa Constructora Tauro SRL. por más de 30 millones de dólares (El Deber, 17/11/2014). Sin bien la gente no sabe muy bien de este hecho, tiene la memoria para juzgar tales hechos. Y como parte de ese fenómeno, se instaló en el palacio un entorno “blancoide” a la vez de un Presidente que deja dudas sobre la autenticidad de ser de origen indio/indígena.

Esto conecta perfectamente en la lógica del viejo Estado-Nación donde se organiza el poder bajo el color de piel más clara en desprecio de la piel más morena. Y esto no ha cambiado en gran medida en Bolivia. Los altos cargos públicos o privadas siguen siendo ocupados por los descendientes de Francisco Pizarro o Diego de Almagro. Es decir, los colonizadores del siglo XVI. Y los cargos menores, por funcionarios de origen indígena. Incluso los que limpian las oficinas o limpian baños siguen siendo ocupados por los indígenas, ya sea de origen urbano o rural. Los comportamientos de los “señores del poder” son casi los mismos: paternalistas, racistas, discriminatorios, miran con desconfianza a los profesionales de origen indígena, a no ser que éstos sean buenos alardeadores del Jefe de oficina. Ahora, al indio o indígena se le asocia con la corrupción (aumentada con el caso de Fondo Indígena) como se hacía en el pasado o se sigue haciendo bajo el imaginario de que el indio es asaltante, sucio y de doble moral.

Y así se han hecho grandes negocios millonarios con las transnacionales extranjeras y otros. Lo último es la de CAMC, transnacional China, que según lo denunciado, tiene grandes negocios con el Estado boliviano por encima de 500 millones de dólares. Y este no es el único, sino que existen otros negocios con las trasnacionales petroleras como Repsol, Petrobras la brasileña, Total la francesa, PDVSA-venezolana, etc. Hay que recordar que Repsol, empresa española, en 2003 explotaba el pozo Margarita de Tarija de donde se tenía previsto exportar gas hacia Estados Unidos vía Chile y México. Y hoy dicha empresa tiene grandes negocios con el Estado boliviano, pese a ser causantes de la masacre de El Alto en 2003. En este sentido no se hizo una real nacionalización de los hidrocarburos sino lo que se hizo, es el arreglo de contratos. En 2015 se han creado incluso nuevos incentivos económicos para las empresas petroleras en la Asamblea llamada Plurinacional de Bolivia. Es decir, las petroleras nunca perderán en términos económicos sino siempre obtienen grandes ganancias.

Es a esto que hemos llamado la falsa nacionalización de los hidrocarburos y de la minería, porque es lo contrario al discurso de la nacionalización de los hidrocarburos del gobierno. El que exista más divisas en Bolivia está dado por los altos precios internacionales, aunque hoy está solamente en 45 dólares el barril del petróleo.

En esta lógica se produjo entonces la falsa descolonización del Estado republicano. Bolivia sigue siendo un país racista, neocolonial, discriminador, machista, porque, por ejemplo, no sirve las instituciones del ayllu (de los Andes) o tecoa (en el Oriente) para refundar Bolivia. Los ayllus tienen un verdadero sistema político llamado el muyu que es el ejercicio del turno y rotación en y del poder. Una institución absolutamente diferente al sistema liberal electivo de la democracia representativa y del sistema socialista del poder. La finalidad sociológica de ello es que no exista la concentración del poder en un grupo o personas. Y además su finalidad filosófica es que el poder está siempre redistribuido en la gente, en aymara llamado cumuna.

Pensamiento Único

Como parte del hecho estructural, esto es algo totalmente curioso: es la restauración del pensamiento Único. El tan criticado pensamiento único neoliberal, ahora, se ha restaurado el otro pensamiento único, definido en parte en la “revolución democrático-cultural” o en el “socialismo del siglo XXI”. Y, pues, quienes critiquen a este “pensamiento” son calificados de trasnochados o que no entiende el rumbo de la Historia. Y con este hecho, el argumento de que vivimos una nueva era con el Estado Plurinacional, un sistema de gobierno constituido en la pluralidad cosmológica y política, hace aguas por todos lados. Los críticos aymaras y otros de este hecho o son ignorados o tildados de derechistas. Sin duda este tipo de pensamiento Único, siempre lleva a la lógica de G. Bush (expresidente de Estados Unidos) que es la relación amigo-enemigo. Y por tanto se impone la lógica de suma cero, como sostiene uno de politólogos europeos. En términos concreto esto es: “o estás conmigo o estás contra mí”.

Tan llamativo es esto, aunque el Estado mediante diferentes formas lleva siempre a la concentración del poder, porque no se acerca en lo mínimo con el objetivo histórico de los pueblos que han luchado contra el Estado colonial de desmontar o destruirlo. En 1952 el MNR se sentía como el único factor de la historia del país y fuera de ella no existía revolución. Este pensamiento único sesgó de una manera brutal la visibilidad de abrir permanentemente el debate y la mirada de los hechos que se producen en la sociedad y dentro del propio gobierno y Estado.

Con el caso del MAS lo que se produjo entonces es la aplicación a la inversa de la fórmula del MNR. Hoy se tiene muy presente la concepción stalinista de la ex Unión Soviética de que es inevitablemente, construir un Estado administrador, pero que este mismo sirve, para deshacerse de sus propios fundadores o del pueblo que suele ser crítico con lo viejo que reproduce el “nuevo” régimen de poder. Esto tiene al parecer muy claro la Vicepresidencia, donde se toman las decisiones más importantes para que luego esto sea formulado o expresado por el Presidente.

Sin embargo esta concepción del poder les nubla la visibilidad del mundo social y de su propio mundo interno. Álvaro García suele jactarse de haber leído 20 mil libros y tener claras las radicales contradicciones de la sociedad. Pero está demostrado que el palabrerío no es suficiente para realmente hacer historia con H mayúscula. Hereda la genealogía de los “doctores de dos caras” del siglo XIX, por su origen criollo e hispano dado que nunca pudo o puede entender lo que el aymara, por ejemplo, piensa y tiene, de la rotación del cargo de una autoridad en el ayllu-marka.

Entonces, al no tener una pluralidad de visiones se aplica el viejo canon del sindicalismo campesino autoritario en contra de los indios/indígenas, por ejemplo, junto al viejo sistema de exclusión del Otro, desde el Estado. Esto, con la única finalidad de ser El Centro, que suprime las diferencias para constituirse en Yo Absoluto frente a lo de Nosotros. Esta vieja lógica del Estado-Nación entonces produce lo que en la historia se produjo: la polarización, para destruir al indio o Kolla que es el Otro radical, que perjudica el desarrollo del país (tantas veces repetida desde el darwinismo criollo). Ejemplo de este hecho está en cómo además, este pensamiento (el pensamiento único) está depositado en dos personas al que catalogamos como el Jefe Único y el Jefe Real.

El NO, no es para que se apropie la vieja derecha neoliberal

Finalmente hay que hacer constar que el triunfo del NO dado el 21 de febrero, según varios grupos de activistas del NO, no es para que se apropien los viejos dirigentes del neoliberalismo, pues, después de las 20:00 horas del día 21, salen en los canales de televisión para adjudicarse la derrota del MAS o del SI. Esto, sin duda, es el descaro absoluto del criollaje boliviano. Así éstos se han convertido funcionales al MAS, porque luego la gente dice, “ah… ellos son, pero son los mismos de ayer” que condice con el discurso del gobierno.

El NO, es el resultado de que la gente se ha cansado con lo mismo, dadas las condiciones de que no ha cambiado radicalmente la vida de la mayoría de la gente en las ciudades y en el área rural. La única novedad son las canchas de césped sintético o sedes sociales, que pasajeramente hace sentir cierto orgullo a la gente de tenerla pero que a la larga no tiene las condiciones materiales ni subjetivas para vivir mejores días. Si hay dinero, ¿Cómo es que no existen proyectos de inversión en producción agrícola, en condiciones ecológicas y ambientalmente sanas? Esto sí sería cambiar de un sistema civilizatorio a otro sistema civilizatorio.

Ahí las razones de la derrota del SÍ. Aunque el gobierno abre grandes dudas de cumplir los resultados del 21 de febrero. Si no cumple con el referéndum del 21, Bolivia se abre a una gran crisis política donde el gobierno no tendría posibilidades de controlar, porque en Bolivia están pendientes dos guerras históricas. El tener mentes abiertas y una mirada plural del mundo es la única posibilidad de terminar obras aún no terminadas.

Nuevos escenarios

Después del triunfo del NO, se abren nuevos escenarios políticos y sociales posibles para 2019 o incluso antes de esta fecha. Aquí algunos de ellos.







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