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Febrero 2016

PROYECTO SYNCO - PRÁCTICA CIBERNÉTICA EN EL GOBIERNO


Stafford Beer

DIRECCIÓN INFORMÁTICA CORFO

BIBLIOTECA CORFO - 20224

1. PRÁCTICA CIBERNÉTICA EN EL GOBIERNO
Presentación
2. LA CIBERNÉTICA Y LA LIBERTAD
3. EL CONTROL EN TIEMPO REAL
4. EL DISEÑO DE SISTEMAS Y LA INGENIERÍA DE VARIEDAD
5. ATRAVESANDO LA BARRERA DEL TIEMPO: CYBERSTRIDE
6. EL PODER DE LA PRONOSTICACIÓN
7. UNA MÁQUINA DE DECISIONES: LA SALA DE OPERACIONES
8. LA INCLUSIÓN
Figuras 1-8
Referencias


Parte 1. PRÁCTICA CIBERNÉTICA EN EL GOBIERNO

\1 Tercera Conferencia Conmemorativa Richard Goodman, leída en el Politécnico de Brighton Moulsecoomb. Brighton. el 14 de febrero de 1973. Título original: "Fanfare for Effective Freedon”.
Nota: Stafford Beer ha trabajado en Chile con un grupo actualmente estructurado en la Dirección de Informática de CORFO. Se ha considerado de interés difundir los conceptos vertidos por él en la Conferencia de Brighton. siendo éstos de su exclusiva responsa­bilidad.

Presentación

El informe del Proyecto Synco –una verdadera joya que hizo el mismo Staffor BEER para sus pares en Inglaterra en febrero de 1973— fue editado por CORFO el que además de ser un documento "en tiempo real" de lo que se hacía en el Gobierno Popular, describe perfectamente el Sistema SYNCO y su diseño lógico, técnico y procesal, dentro de la CORFO y del Gobierno, con antecedentes muy relevantes como la participación directa y que releva el mismo Beer del Presidente Allende, el  que entendió perfectamente lo que este sistema representaba para el control popular del Proceso Productivo.

De hecho, a partir de la fecha de este  Informe, la CORFO, con su Vicepresidente Pedro Vuscovic y Beer con su equipo, siguieron implementándolo, en particular con las interfases y  diseños que Beer en este informe anticipa, en especial  para lograr operar  y utilizar el Sistema de manera que ello fuera posible de manejar y aprovechar:   "Tanto por los trabajadores como los ministros". Uno de los usos  en especial  fue recoger la información en tiempo real de la  "capabilidad", (Lo que se puede hacer) y la realidad existente en el Área de Propiedad Social y así trabajar para proyectar para sus directivos y trabajadores,  lo que se hará mañana: Producto, Inversión, (Recursos) y control de gestión del  Plan; es decir,  el enfoque en tiempo real del Programa, lo cual es diametralmente diferente al paradigma tradicional  de Productividad, Capacidad técnica teórica de los equipos y la base financiera  del proyecto modelado.

La Corfo nombró un "Comite de Coordinación" de las tres principales gerencias que debían intervenir en esta función: La Gerencia de Informática, donde estaba radicado el Proyecto SYNCO. (Al menos allí estaba el equipo chileno de Beer, el que nombró para establecer esta coordinación a Eugenio Balmaceda, un ingeniero civil). Por su parte, la Gerencia de Inversiones, nominó al Ingeniero Civil Químico Juan Pablo Perelman, (desaparecido hasta hoy, a quién su hermano cineasta le hizo una película con su caso, "Imagen latente").  Para la Gerencia de Planificación, nombraron a José Guillermo Ríos Campos, en ese tiempo Bachiller en Economía. Esta Coordinación comenzó muy bien aunque  sólo se alcanzó a trabajar unos  meses, pero fue lo suficiente para apreciar entonces lo útil del Sistema y hasta hoy, la genialidad y compromiso con el Proceso de la UP de Beer y sus equipo, chileno e inglés, así como la comprensión de  las autoridades políticas que lo apoyaron.

Por José Guillermo Ríos Campos

Las Redes Tecnológicas y el Gobierno de Allende.



Por Miguel Ángel Soto.
Le Monde diplomatique
http://www.lemondediplomatique.cl/imprimer.php3?id_article=4478

En Chile la red informática ya estaba instalada en la década de los años setenta en el periodo del Presidente Salvador Allende, que deseoso de innovaciones tecnológicas, contrató al científico británico Stanfford Beer, para que realizara un experimento tecnológico en el país. El proyecto se denominó CYBERSYN y fue la primera red de carácter estatal.
Esta red de comunicación se localizaba en algunas fábricas de Santiago, conectadas entre sí y con los diferentes departamentos gubernamentales. Los trabajadores recogían diariamente las estadísticas de producción económica y eran despachadas desde las 17:00 horas hacia el palacio de gobierno y en tiempo real. A partir de estas informaciones mediadas por las redes, los especialistas y asesores podían definir las políticas económicas que requería el gobierno de Salvador Allende.
Según, el periodista británico Andy Betkell el resultado de este proyecto fue asombroso, el sistema de comunicaciones cubría todo el territorio chileno, transportando información relacionada a la producción y a las materias primas. Muchas de estas informaciones, eran necesarias para poder superar el / los boicots económicos y políticos (atentados) provocados y promovidos por la CIA y la derecha política de ese entonces.
Muchas de estas informaciones, eran necesarias para poder superar el / los boicots económicos interno y políticos (atentados) provocados y promovidos por la CIA y la oposición de ese entonces.
El presidente Allende confiaba plenamente en este sistema, tanto es así, que en las salas de control ubicadas en los diferentes ministerios, el propio gobernante y sus asesores, estaban diariamente conectados con los trabajadores para coordinar y ejecutar acciones que permitieran superar la crisis económica y política que vivía el país.
Ocurrido el golpe militar, CIBERSYN fue cancelado, y la mayoría de los 500 “Telex” y las bases de datos incautados por los militares siguen ocultos hasta el día de hoy. Sin lugar a dudas CYBERSYN, es considerado como el primer proyecto cibernético, alternativo en el mundo.
* Miguel Ángel Soto Universitario y Candidato a Doctor en comunicación y cultura por la Universidad ARCIS de Chile.


PRÁCTICA CIBERNÉTICA EN EL GOBIERNO



Stafford Beer

Es esta la primera vez que dicto una conferencia en recuerdo de un hombre a quien conociera personalmente; más aún, de un hombre por quien guardé afecto. Fue un cibernético tenaz; fue el pionero en esa materia aquí en Brighton, pero su nombre al menos se conoció en todo el ambiente de la cibernética. Pero por sobre todo eso --lo que tiene aún más importancia-- fue un hombre que consagró su vida a la humanidad. Quizá no se conozca bien este rasgo suyo, pero yo sí sabía que su interés por la cibernética social era tanto como el que profesaba por los aspectos matemáticos más recónditos de esta ciencia. Sé también perfectamente que se hubiera fascinado con la historia, aún inconclusa, que relatare aquí formalmente por primera vez. Si yo hubiese contado con sus consejos a medida que se desarrollaba este proyecto, posiblemente esta historia fuera mejor. Con todo, espero que sea digna de su memoria.

En noviembre de 1970, el doctor Salvador Allende asumió la Presidencia de la República de Chile. En noviembre de 1971, después de intercambiar algunas cartas, de celebrar una reunión en Londres, y de adelantar algunos estudios para la tarea, llegué a Santiago. Ahí conocí por primera vez al grupo de personas que se había preparado como núcleo de un equipo de trabajo que a la fecha se ha multiplicado y con quienes aún estoy colaborando, puesto que desde esa época he trajinado las 8,000 millas entre Londres y Santiago a menudo.

El desafío planteado era temible: ¿Cómo emplear la cibernética en la práctica del gobierno nacional? Observarán ustedes que de antemano se había decidido afirmativamente que la cibernética atañe a los problemas de gobierno y de la sociedad.

Cuál era la situación; ¿Cuál es ahora? La respuesta, como lo he constatado de muy cerca durante los últimos dieciocho meses, es enormemente complicada. Con rápidas pinceladas les haré un cuadro imperfecto y personal de la situación. Para empezar, más de la mitad de la población total lleva vida de ciudad en la pequeña zona central de este largo y angosto país --región cuyo magnífico clima equilibra perfectamente el Norte árido y el lluvioso Sur. Aquí el pueblo tiene un alto grado de información y su mentalidad es constitucionalista; los hombres son francos y amistosos, las mujeres hermosas y chispeantes. Impera un clima de libertad como pocas veces se encuentra en el mundo, y que en tantas partes cada vez se encuentra menos. Sin embargo, como ustedes seguramente lo saben, Chile está envuelto en un proceso de transición al socialismo dentro de los marcos constitucionales y legales.

El gobierno anterior había emprendido un proceso de reforma agraria y esa política contaba con el consenso general. Los terra­tenientes no podrían controlar predios agrícolas de más de ochenta hectáreas --unos 200 acres. Las tierras restantes se repartieron, entregándolas a organizaciones de campesinos, que cuentan con el apoyo de instituciones gubernamentales. En los seis años de aquel gobierno anterior, se ejecutó alrededor de un 20 % del programa. Pero el pueblo estaba impaciente, especialmente en las zonas rurales del Sur, ante una burocracia arraigada profundamente y que se movía con lentitud. Se dieron nuevas formas de expresión a la reforma agraria, y se completó el programa --no siempre sin tropiezos--, durante los primeros dos años de gobierno de la Unidad Popular.

La rapidez de los cambios sin duda ha contribuido a la escasez de alimentos del momento, y no tanto --quizá-- porque los nuevos sistemas sean ineficaces en sí, sino porque los terratenientes que quedan, al verse desplazados por estos sucesos y ante el temor de más cambios, consumen los cereales para semilla en lugar de usarlos para producir más.

También en la industria se han implementado tan rápidamente las políticas del nuevo gobierno de nacionalización y participación obrera, que el control del proceso ha sido, y sigue siendo, extremadamente difícil. La mayoría de los extranjeros que estaban a cargo de empresas que se han expropiado, se han ido del país, y el problema de encontrar hombres que se hagan cargo de ellas ha sido, y sigue siendo, grave. El problema se ha agudizado por la “fuga de cerebros" chilenos; son numerosos los profesionales capacitados que han emigrado del país. No cabe duda de que este proceder estaba implícito en su formación y en sus anhelos; pero el problema de estos profesionales se vio agravado por el pánico psicológico provocado por las campañas de la oposición, fomentando rumores de horrores por venir. En cuanto a la inversión en la industria, como era esperable el proceso en desarrollo ha significado incertidumbre para los capitalistas, que agregado a la nacionalización de los bancos, mecanismo financiero del cual usufructuaban, ha redundado en una baja de la inversión privada.

En el terreno de la política, los problemas del Gobierno han sido, en todo momento, enormes. En la elección presidencial que lo llevó al poder, el doctor Allende obtuvo tan sólo el 36 % de la votación. En todo momento el Presidente ha debido hacer frente a una Cámara Baja y un Senado que le son hostiles y que obstaculizan cualquier iniciativa del Gobierno mediante la mayoría del 60 % contra 40 % que mantiene la oposición. Por otra parte, el Gobierno está facultado para anular cualquier votación mayoritaria del Congreso, siempre que su propia fuerza alcance por lo menos a un tercio de los votos. Así se origina el impasse; así se explica la tensión por el voto marginal; de ahí la importancia de la elección parlamentaria del mes próximo.

Especialmente cuando hablamos en términos cibernéticos, se reconoce fácilmente que los problemas descritos conforman una situación extremadamente inestable. Y cuando por primera vez yo tuve que ver con ella, sus tendencias económicas explosivas eran perfectamente pronosticables. Se había producido un aumento muy grande y muy repentino del poder de compra del pueblo en general. Los salarios subieron rápidamente, particularmente en el caso de los obreros agrícolas, quienes mejoraron notablemente su nivel relativo en igualdad de condiciones de salarios con respecto a los obreros urbanos. Los beneficios provisionales de los trabajadores con cargas familiares, ya fueran menores de edad, ancianos o incapacitados, aumentaron en forma muy considerable. Era de esperar, entonces, que los abastecimientos volaran; era evidente que las reservas se esfumarían. Por lo pronto, todo esto estaba claramente entendido, y en mi primera visita uno de los ministros dedicó varias horas a explicarme los riesgos que se estaban incurriendo, así como la firmeza política con la que se aceptaban esos riesgos como costo del progreso social acelerado. El problema estaba en que el Gobierno pudiera frenar la situación con firmeza suficiente en el momento oportuno, es decir, antes que la bomba de tiempo de la inflación explotara en sus manos.

De hecho, el Gobierno no pudo hacerlo y la situación del país es ahora muy precaria. Resultaría frívolo abordar el problema desde el punto de vista de la escasez de alimentos o de las "marchas de cace­rolas”, por molesto que es el problema alimenticio para la clase media. Más importancia reviste el hecho de que Chile sufre los efectos de un bloqueo económico. Se ha bloqueado el comercio de repuestos, lo que ha dificultado todavía más la marcha de la agricultura, la productividad industrial y el desarrollo del transporte. Se han bloqueado las exportaciones, y aquí me refiero en especial al cobre, del que anteriormente provenían más del 80 % de las divisas extranjeras que recibía el país. Se intenta cerrar los mercados mundiales al cobre chileno, y el precio mundial ha bajado. Por sobre lo demás, se han bloqueado los créditos foráneos. Y, dado que los recursos naturales de Chile algún día lo transformaran en un país rico cuando esos recursos se manejen bien, cabe pensar que la estrangulación del crédito no es meramente una cuestión económica.

Me parece que el Gobierno no previó el grado de revanchismo con que el mundo rico reaccionaría frente a sus actos, los que, deseo insistir, han sido --hasta ahora-- perfectamente legales. En cualquier caso, no se percibe dentro de la creciente inestabilidad, una verdadera resolución de los intensos conflictos que afectan a la sociedad chilena, y ésta puede que demore mucho. Sin embargo, estimo que éste es principalmente un fenómeno de la cibernética del poderío internacional: Podría decirse que al pueblo chileno no se le ha dado una oportunidad de éxito. A los chilenos se les está aislando sistemáticamente detrás de aquella hermosa cordillera andina, y se encuentran sitiados. Los medios de comunicación de masas tampoco han servido de ayuda, especialmente en el país mismo, donde se ha respetado la libertad de expresión en circunstancias extremadamente difíciles. Dada la posición de clase de los propietarios de muchos de esos medios, la libertad de expresión se aprovecha principalmente para atacar al Gobierno. La que por el prestigio de que goza se copia ampliamente afuera, e inclusive se la exagera.

Es muy revelador de las buenas intenciones del Gobierno el hecho de que el trabajo que describiré se ha realizado en un ambiente tan evidentemente tumultuoso. Se necesitaban herramientas científicas para abordar los problemas del país, y el Gobierno estaba consciente que su creación demandaría tiempo --quizá demasiado tiempo. Es posible que así sea. Hasta aquí el Gobierno ha tenido que batirse con las herramientas que han usado sin éxito otros gobiernos. Además ha querido resolver la relación que existe entre la ciencia y el pueblo, y ésta es una labor que debería interesarnos a todos. Hemos entrado en una época en que el mal uso de la ciencia ha creado una sociedad a la que poco le falta para ser una tecnocracia. El lenguaje mismo --esa jerga deshumanizada-- en que las naciones poderosas hablan de las guerras que hacen, o en que las empresas poderosas hablan sobre las gentes que explotan, francamente me da náuseas.

Soy un científico, pero si me convirtiera en un tecnócrata dejaría de ser un hombre. Sin embargo, ahí estaba yo un año y medio atrás, dedicado a la creación de un método científico de gobierno. Y aquí me tienen hoy, orgulloso de las herramientas que hemos creado. ¿Por qué? Porque creo que la cibernética puede cumplir esa función mejor que una burocracia y, por ultimo, en forma más humanitaria. Debemos aprender a desterrar la tecnocracia pero sin rechazar a la ciencia, puesto que el buen uso de ésta representa para el mundo su más clara esperanza de gobierno estable. Hay personas en Chile que comparten este punto de vista, y ellos rechazan la tecnocracia con tanta vehemencia como yo. En este sentido, la posición nuestra ha sido ya tergiversada, así como también se ha falseado la labor científica que hemos realizado, equiparándola con otros sistemas de control administrativo que han fracasado. Ambos comentarios pasan por alto la cibernética, que es el tema que nos proponemos analizar aquí, y que es una materia que en los círculos de gobierno en general, prácticamente no se entiende.

Continuará Parte 2. LA CIBERNÉTICA Y LA LIBERTAD







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