EL TPP, RECONFIGURACIÓN ESTRATÉGICA DE EUA: MÉXICO REAFIRMA SU STATUS
EN LA ÓRBITA GEOPOLÍTICA DE EUA
Jorge Retana Yarto.
1.- Relevancia Regional-Global del TPP y su Impacto Geopolítico en México
1.1 Su nombre oficial es Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP). Es el más grande acuerdo de integración económica que se ha negociado, en orden a tres aspectos estratégicos:
el número de miembros (iniciaron 4 países, son 12 los actuales y pueden ser más de 20 países, incluyendo a quienes han solicitado su integración),
está formado por una coalición de países de tres regiones distintas, e incluye a prácticamente todas las grandes potencias económicas de esas regiones: a EUA y Canadá en Las Américas, a Japón y los tigres asiáticos en Asia Oriental; a Australia y Nueva Zelanda en Oceanía. En América Latina destaca la participación de México, Colombia, Chile y Perú (que forman también, la Alianza Comercial del Pacífico, ACP). En con junto se estima en 32% del PIB mundial y poco más de 800 millones de personas);
el Acuerdo es parte de las dos grandes iniciativas estratégicas de los EUA para reconfigurar el orden económico mundial a su favor: el otro es el Tratado de Comercio e Inversión con la Unión Europea, por lo tanto, es un acuerdo con un alto contenido geopolítico y geoestratégico; en América, excluye a Brasil y Argentina, en Eurasia excluye a Rusia, en Asia Oriental excluye a China, y en Asia del Sur margina a la India (la razón de la exclusión –buen pretexto-, es ubicación geográfica: no se localizan en la Cuenca del Pacífico, aunque su peso económico justificaría la inclusión).
China ya generó una respuesta de gran alcance: un Acuerdo de Integración Económica de todos los miembros del Foro de Cooperación Asia- Pacífico, APEC (en su última reunión se acordó iniciar el proceso), que incluye a los principales países que están en las tres regiones que cubre el TPP (EUA, Canadá, México, Japón, Australia y Nueva Zelanda y los tigres asiáticos), pero agrega, a la propia China, India y a la Federación de Rusia, Tratado-APEC que tendrá un peso económico mayor que el del TPP y el de la EUA-Unión Europea, y consolidará a la región pacífico-asiática completa como el gran motor de la economía y la política mundial (se estima comprenda el 47 % del PIB mundial, con 2,800 millones de personas). A la vez, que estas últimas tres potencias (China, India y Rusia), refuerzan sus alianzas bilaterales y su participación en el grupo BRICS, con Brasil y Sudáfrica (que comprende también una coalición en tres regiones).
Si no tenemos esta visión geopolítica y geoestratégica para analizar y valorar la trascendencia estratégica del TPP, caemos en una postura economicista y limitada al pensar que los acuerdos de integración sólo incluyen intereses económicos. México está entonces plenamente alineado a la geopolítica y geo estrategia económica (y en consecuencia, militar) de los EUA en la gran zona interregional con respecto al TPP, frente a los grandes rivales geoestratégicos de EUA, incluso, fue invitado a integrarse al TPP por recomendación de EUA (lo hizo a las rondas negociadoras en octubre de 2012, Peña Nieto asumió el proyecto, aunque se adquirió en la administración anterior).
1.2.- El TPP, por su magnitud y alcances, en sus rondas de negociaciones (mecanismo central de sus discusiones y acuerdos), comprendió, inicialmente, 21 renglones temáticos: acceso a mercados, reglas de origen, medidas sanitarias, obstáculos técnicos al comercio, compras de gobierno, comercio de servicios, inversión, propiedad intelectual, comercio electrónico, temas laborales, medio ambiente, remedios comerciales, sector textil, acceso temporal a mercados, servicios financieros, competencia, empresas de Estado, coherencia regulatoria, Pymes, solución de controversias y asuntos legales e institucionales, extendiéndose al final, hasta 30 apartados distintos. Una amplísima y complejísima variedad que haría demasiado largo un estudio y aprendizaje de los perfiles de la discusión y sus detalles (son tres años ya para México de negociaciones, casi en secreto).
Entonces, pretendemos generar una visión de conjunto de los acuerdos obtenidos, paro centrarnos en los temas álgidos que definieron el contenido fundamental del acuerdo, a partir de lo cual, podemos deducir con certeza, sus principales impactos, positivos y negativos en materia de integración económica, desarrollo y bienestar social, en lo sustantivo. Aparte, de la valoración geopolítica y estratégico militar.
1.3.- ¿Cuáles fueron los temas álgidos que definieron el contenido del TPP y sus efectos?, justamente, los que se dejaron hasta el último por falta de consenso, por ello, el cierre del acuerdo se prolongó mucho más de lo previsto y lo deseado, obteniéndose casi a finales de 2015, cuando se concluyeron los acuerdos, sobre: propiedad intelectual (que se relaciona con todos los sectores, porque representa los procesos de innovación tecnológica, el registro de patentes y marcas para comerciar bienes y servicios legítimamente (como los medicamentos genéricos, los “derechos digitales” en el uso de internet, los insumos agrícolas y no ser acusado de dumping, falsificación, piratería, etc.), las compras del Estado (este tema es altamente sensible para las Pymes que integran el padrón de proveedores del gobierno) y las Empresas del Estado (a la luz de los recientes cambios en energéticos), para estas mismas Pymes (en peligro de ser arruinadas), están sectores como textiles-confección, cárnicos, calzado y lácteos, que abordaremos en el apartado último de este ensayo, para algunos de estos sectores.
1.4.- Lo anterior es importante, porque una vertiente de la crítica a lo firmado, debe ser, de igual manera, la defensa de las pequeñas y medianas empresas mexicanas, ante el TPP, ya que en el Consejo Consultivo Empresarial y en el llamado “Cuarto de Junto” (integrado por 23 asesores empresariales) predominaron los intereses y la visión de las grandes organizaciones patronales, por lo que hay “ganadores y perdedores”.
2.- Breve Reseña del Proceso Negociador
2.1.- Antecedentes: El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) tiene por objeto la creación de una plataforma para una potencial integración económica en la región del Asia-Pacífico. Los países participantes se proponen diseñar un acuerdo inclusivo y de alta calidad que siente las bases para el crecimiento económico, el desarrollo y la generación de empleo de los países miembros, y que a su vez se convierta en el fundamento para un futuro Acuerdo de Libre Comercio del Asia-Pacífico (FTAAP, por sus siglas en inglés). Para México, el TPP junto a la Alianza Comercial del Pacífico (ACP, con países latinoamericanos) se están presentando como los nuevos paradigmas del desarrollo, en paralelo con ajustes importantes en el TLCAN (la integración energética y un probable acuerdo militar regional) y el Acuerdo existente con Europa.
El TPP fue una iniciativa desarrollada por los países que actualmente forman parte del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, a saber: Brunei Darussalam, Chile, Nueva Zelandia y Singapur, conocido como P4, suscrito en 2005 y vigente desde el 2006 como un acuerdo abierto a la posibilidad de adhesión de terceros países (Artículo 20.6 del Tratado) con el objeto de promover la creación de una alianza estratégica mayor para la liberalización del comercio en la toda la región de Asia Oriental (Cuenca del Pacífico). Así, el 4 de febrero de 2008, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) anunció la participarían en las negociaciones sobre inversión y servicios financieros programadas en marzo siguiente entre Singapur, Chile, Nueva Zelanda y Brunei.
El 22 de setiembre de 2008, los países del P4 y los Estados Unidos anunciaron negociaciones para la participación de este último. Posteriormente, Australia, Perú y Viet Nam formalizaron su interés en adherirse a las negociaciones del acuerdo, durante la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) de noviembre de 2008 en Lima, Perú. El 14 de noviembre de 2009, los EUA anunciaron su integración formal al TPP y su colaboración con el grupo.
2.2.- Rondas de Negociación: la primera ronda de negociaciones se realizó entre el P-4, conjuntamente con Estados Unidos, Perú, Australia y Viet Nam, del 15 al 19 de marzo de 2010, en Melbourne, Australia. La segunda fue en San Francisco (EUA) el 14 de junio de 2010. Adicionalmente, se realizó una mini-ronda de negociaciones en Lima, Perú, entre el 20 y el 21 de agosto.
Posteriormente, los integrantes del TPP ampliado (ya con 8 miembros), se dieron cita en Brunei, Darussalam, del 04 al 10 de octubre de 2010 celebrando la tercera ronda de negociaciones, con 24 grupos negociadores se reunieron para abordar los temas comprendidos en el acuerdo. Malasia presentó formalmente su solicitud de integrase a las negociaciones en curso y fue aceptada por unanimidad, ampliándose a 9 miembros.
La cuarta ronda de negociaciones se realizó del 6 al 10 de diciembre de 2010, en Auckland, Nueva Zelanda. La quinta ronda tuvo lugar en Santiago de Chile del 14 al 18 de febrero de 2011. La sexta ronda se realizó en Singapur del 28 de marzo al 1º de abril. La séptima ronda se realizó en Ho Chi Minh, Viet Nam, del 20 al 24 de junio de 2011 y la octava ronda de negociaciones en Chicago, Estados Unidos, del 09 al 15 de setiembre de 2011. La novena ronda de negociaciones comenzó en Lima, Perú, el 20 de octubre de 2011. El 12 de noviembre de 2011, en Honolulu, Estados Unidos, durante la Reunión Ministerial del “Foro 2011 de Cooperación Económica Asia-Pacífico” (APEC), los países miembros del TPP anunciaron la culminación de los lineamientos generales del acuerdo. Canadá, Japón y México manifestaron su interés de participar en el TPP (obsérvese, después de formalizado el ingreso de EUA, son tres aliados estratégicos de EUA). Se acordó reunirse a principios de diciembre de 2011 para continuar su trabajo, planificar rondas de negociaciones adicionales en 2012 y continuar las discusiones con los países que manifestaron su interés en unirse al TPP (entre ellos México) para facilitar su futura participación en las negociaciones.
La décima ronda de negociaciones del TPP se realizó entre el 05 y 09 de diciembre de 2011 en Kuala Lumpur, Malasia. En febrero de 2012, Costa Rica anunció explorar su posible participación en el proceso de negociación del TPP. La onceava ronda de negociaciones se realizó en Melbourne Australia, entre el 03 y 09 de marzo de 2012.
El 18 de junio de 2012, el presidente de los Estados Unidos anunció formalmente que los países que negocian el Acuerdo de Asociación Transpacífico extendieron una invitación para que México se sume a las negociaciones de dicha iniciativa. De igual forma, el 19 de junio de 2012, Canadá recibió una invitación formal para formar parte de las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico.
La 14.a ronda de negociaciones que tuvo lugar en Leesburg, Estados Unidos del 6 al 15 de setiembre de 2012. En noviembre se llevó a cabo una reunión intermedia de negociación. La 15.a ronda se realizó del 03 al 12 de diciembre de 2012, en Auckland, Nueva Zelanda. La 16.a ronda de negociaciones se realizó en Singapur del 04 al 13 de marzo de 2013. En abril, en Surabaya, Indonesia, los ministros de comercio de los países miembros del TPP se reunieron para definir líneas de acción sobre cuestiones pendientes para la conclusión de las negociaciones y la entrada de Japón al acuerdo.
El 24 de abril de 2013, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) anunció que la Administración de EE.UU. notificó al Congreso su intención de incluir a Japón en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP). Los 9 + 3 (que solicitaron su ingreso y les fue aceptado) conforman el actual grupo de 12 miembros de pleno derecho, hay muchos más que están solicitando su ingreso.
La decimoséptima ronda de negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) se realizó en Lima, Perú del 15 al 24 de mayo de 2013. La decimoctava ronda de negociaciones se llevó a cabo en Malasia, del 15 al 25 de julio. La decimonovena ronda de negociaciones tuvo lugar en Bandar Seri Begawan, Brunei Darussalam, del 22 al 30 de agosto 2013. Los Ministros de Comercio se reunieron para avanzar en las negociaciones, del 3 al 4 de octubre de 2013, en Bali, Indonesia. Los Ministros y Jefes de Delegación de los países que negocian el TPP se reunieron en Singapur, del 07 al 10 de diciembre 2013. Adicionalmente, los Ministros de Comercio Exterior se reunieron en Singapur en dos ocasiones: del 17 al 25 de febrero y del 10 al 20 de mayo de 2014.
Una nueva reunión de los grupos técnicos se realizó entre el 1º y el 10 de setiembre de 2014, en Hanói, Vietnam. Los ministros de comercio de los países miembros del TPP se reunieron, en Sídney, Australia, el 25 de octubre de 2014, y en Beijing, China, en noviembre de 2014, respectivamente. Entre el 7 y 12 de diciembre los jefes negociadores del TPP se reunieron en Washington, D.C. Cuatro reuniones adicionales han tenido lugar desde el inicio de 2015: meses de abril, julio (Hawái), agosto (Hawái) septiembre-octubre (de inmediata y próxima realización).
2.3.- Fast Track en EUA: el Senado de EUA acordó renovar la Autoridad Negociadora otorgada al Ejecutivo conocida como fast track (vía rápida) que facilitaría la negociación del TPP, hasta hoy, firmado entre 12 países y unos 15 más solicitando su incorporación. Dicha facultad legal se otorga al Presidente de la República para llevar al cabo las negociaciones comerciales y presentar los acuerdos firmados al Poder Legislativo, sólo para que los ratifique o desapruebe, sin modificar su contenido. Ello había sido solicitado por los otros 11 miembros actuales, porque ello permitiría presentar sólo una vez sus negociaciones ante el Ejecutivo de EUA, evitando un doble proceso negociador ante posibles enmiendas en el Poder Legislativo. Esta facultad legal le fue otorgada al Poder Ejecutivo por tres años para que negocie también la Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversión entre EUA y la Unión Europea, así como una autorización por 6 años para el Programa de Ajuste Comercial que provee adiestramiento a largo plazo y ayuda financiera a los trabajadores que pierdan su empleo debido a estos Acuerdos.
EUA manifestó que deseaba aprobar la totalidad del TPP a finales de este 2015, para que no se “contaminara” con el ambiente electoral interno en 2016, por ello, se trabajó con celeridad, para ser condescendientes con los deseos del “gran hermano”. Las reuniones de septiembre- octubre de este 2015, fueron determinantes para ello.
3.-Valoración General de la Incorporación de México al TPP
3.1.- Una primera consideración estructural es la de que México es uno de los países que más acuerdos de liberalización comercial ha firmado (11 Tratados de Libre Comercio que comprenden a 46 países, más 9 Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial, en el marco de la ALADI –Asociación Latinoamericana de Integración-, que son acuerdos que comprenden sectores específicos de la economía, como el sector automotor con Brasil y Argentina, por ejemplo). Su problema No es la apertura de mercados para sus exportadores, sino tres temas de ello derivados: a) la ampliación competitiva de su oferta de bienes y servicios, b) la incorporación significativa de un número mayor de empresas al sector exportador (hoy altamente concentrado en tres niveles: mercado, producto y empresa), y c) la integración de su sector industrial, para que su dependencia de las materias primas, insumos intermedios y maquinaria y equipos que generan la oferta exportadora, tenga un mayor valor agregado nacional y no haya una salida tan grande de divisas por concepto de importaciones, y que el impacto del sector exportador sea más favorable en lo económico y social.
3.2.- México ya tiene Acuerdos Comerciales con las principales potencias del TPP ubicadas en América del Norte, Asia Pacífico y América Latina: EUA y Canadá; Japón, Singapur, Australia, respectivamente. En América Latina, tiene con Chile y Perú (en el Acuerdo Comercial del Pacífico, junto con Colombia). De los integrados al TPP, no tiene Tratados de Liberalización Comercial: con Nueva Zelanda y Brunei (dos de los fundadores del TPP); de los que entraron después, no tiene con Vietnam ni con Malasia. De los que han solicitado entrar y no se ha resuelto su petición, pero seguramente serán aceptados: tiene Tratados comerciales, con Colombia, Costa Rica y Ecuador; igualmente, con los países de Centroamérica como: Nicaragua, Honduras, El Salvador y Panamá. De la región Asia Oriental, Indonesia solicitó su integración y no tiene Tratado de Libre Comercio con México.
En suma: México ampliaría sus mercados en Asia Oriental con Vietnam, Malasia e Indonesia (en caso de ser aceptada), en Oceanía, con Nueva Zelanda (ya integrante al TPP, y con Australia, existe algo cercano con ella a un Acuerdo Marco para impulsar el comercio y la inversión, especialmente en minería, desde 2009). Y en general con otros solicitantes futuros de Asia Oriental, pero nada más. Dentro de los hoy miembros del TPP, los dos países que tendrían mayor atractivo para México, por el tamaño de su población y su nivel de ingreso promedio per cápita serían, Nueva Zelanda y Australia; Indonesia (solicitante para ingresar). Vietnam y Brunei, tienen una importancia menor. En Latinoamérica, con los ya integrantes (Perú y Chile) y con los que están solicitando su ingreso (Colombia, Centroamérica), tiene ya acuerdos.
3.3.- Dado que en los Acuerdos de Integración Económica o Tratados de Libre Comercio se negocian también Capítulos de Inversión (México tiene ya firmado un APRI con Australia), regularmente, México posee ya acuerdos para regular la inversión con todos los países mencionados antes, pero con las excepciones también comentadas líneas atrás (Nueva Zelanda, Brunei, Vietnam, ya integrantes del TPP, y con Indonesia, en caso de ingresar), No parece –entonces- que el atractivo para México, en ambos rubros (liberalización comercial y flujos de inversión) sea muy grande (aunque ningún nuevo avance es despreciable), o que justifique los esfuerzos de negociación de tres años (2012-2015) dentro del TPP, exponiéndose a retrocesos significativos como los que EUA impuso en materia de propiedad intelectual.
3.4.- El arancel promedio de México ante sus muy diversos socios comerciales, se ubica entre el 0 y el 15% (este último dato, en aquellos acuerdos que no han cumplido las etapas previstas del desarme arancelario), es decir, es ya muy bajo con la mayoría absoluta de los países que integrarán el TPP (nos referimos a los 12 países ya integrantes, salvo con Nueva Zelanda, Malasia, Vietnam y Brunei, no así con los que han solicitado apenas su ingreso en la región asiática). Con los nuevos países potencialmente participantes, se tendrá que recorrer un proceso de liberación gradual, pero a la vez, acelerada, para empatar los niveles de liberalización preexistentes con la mayoría de los socios (en Asia, América Latina y Oceanía), que son los más poderosos del TPP, probablemente, cursando un proceso similar al del Acuerdo Comercial del Pacífico, que entró en vigor con 90% de liberalización casi inmediata.
Pero, se ha informado que el TPP ha hecho un verdadero cerrojo que liga las preferencias arancelarias al cumplimiento de las reglas de origen, impidiendo que se vulnere este principio causal, lo uno no es posible sin lo otro, teniendo que demostrar dicha relación los exportadores antes de que el producto entre en territorio externo, evitando las triangulaciones comerciales como práctica vulnerante, pero los importadores serán legalmente responsables también de su observancia (http://www.monitoreodemedios.com.mx/noticias/9376589.html, noviembre 24, 2015). Todo lo anterior nos lleva a una hipótesis: acceder a nuevos mercados libres no parece ser la razón más poderosa para firmar el TPP, pero sí, una razón relativa de interés nacional. Abrir mercado para nuevos sectores de actividad o que estos accedan a una mejor posición dentro de una cadena global o regional de valor, siempre será bueno comercialmente para empresas del sector, no necesariamente para el país en conjunto.
3.5.- En consecuencia, si las razones de mayor peso para la firma del TPP No son de apertura de mercados, liberalización comercial, y flujos de inversión muy significativos, o para insertar flujos de producción mexicana en economías nacionales consideradas potencias económicas (Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Vietnam, no lo son, aunque tengan cierto atractivo, con Malasia ha crecido mucho el comercio), y con los demás países, ya hay Acuerdos de Libre Comercio y Asociación Económica (Japón), entonces tenemos que ampliar nuestro enfoque hacia lo estratégico como razones de mayor gravitación en la decisión tomada respecto al TPP: alineamiento con EUA, así como, defensa de las posiciones logradas en dicho mercado. Igualmente, la decisión nacional de participar activamente en los procesos de reconfiguración regional e inter-regional de las zonas geoeconómicas más importantes del Planeta (aunque sin liderazgo), especialmente, para el caso de América Latina y Asia Oriental, entrando a practicar un tipo de regionalismo abierto, distinto al anterior, conocido como regionalismo limitado.
Hoy el regionalismo es abierto, acompañado del nuevo orden comercial multilateral bajo gobernanza de la OMC, y se centra en las relaciones “Norte-Sur”. Dicha integración económica, ha ido también acompañada de una cooperación política creciente en la agenda internacional sobre temas regionales, subregionales o globales. México es hoy demasiado cauteloso en esta materia para evitar chocar con las políticas estratégicas de EUA. No sigue una política exterior de principios, de defensa firme de la legalidad internacional, hoy se acomoda a las pautas estratégicas de EUA y al principio de la cooperación económica internacional como eje fundamental de su accionar global. Es el nuevo paradigma (1)
(1)Usamos el concepto de “paradigma” como lo propone T.S. Khun en su libro “Historia de las Revoluciones Científicas”, es decir, como un modelo para conocer un nuevo fenómeno o nueva problemática, abordar su estudio por parte de la masa de especialistas en la materia, para pensar sus problemáticas y proponer soluciones, todo lo cual, genera un nuevo consenso entre los especialistas. Por ello, hablamos de que el TPP es el nuevo paradigma del desarrollo para México (como lo fue en su momento el TLCAN), siempre articulado a la política comercial y estratégica de EUA. Y es también el nuevo paradigma de los Acuerdos de Integración o Asociación Económica basado en un regionalismo abierto, dentro del sistema OMC y del neorrealismo (competencia global por el poder) en política mundial. Desde luego, proponemos el disenso sobre este nuevo paradigma en su doble vertiente señalada, otra interpretación de la realidad, otra perspectiva desde México, etc.
El enfoque que siguieron las secretarías del Poder Ejecutivo mexicano, No tiene que ver con las problemáticas económicas existentes mencionadas: desintegración del sector industrial, alto contenido importador de la planta productiva, fuerte gravitación de la producción segmentada, tanto en la estructura industrial como en la balanza comercial, falta de competitividad, porque predomina la primacía de la integración de las cadenas productivas en América del Norte. Hoy el enfoque No parte de lo nacional, sino de lo regional, integración y competitividad regional, pero esto No nos ha resuelto la vulnerabilidad estructural. Y nada indica que se busque modificar el status subordinado y fragmentado de la economía mexicana en los procesos de integración.
Este es el tema central en materia integracionista para México: las fallas estructurales deben tender a resolverse en el largo plazo con las políticas adecuadas. Los gobiernos en turno no lo han considerado así, aunque ello implique de manera más que fehaciente, que los beneficios de tales procesos no logran ser lo que podrían, con una situación estructural distinta, como lo han demostrado con toda claridad China, la India, los “tigres asiáticos”, y países, hoy socios de México, en Oceanía.
C-1: Comercio de los Países Miembros del TPP, Datos 2014.
País
Comercio total (mdd)
Como % mundial
Estados Unidos
4,033.079
10.60
Japón
1,506.097
4.00
Canadá
949.709
2.50
México
809.087
2.10
Singapur
776.016
2.00
Australia
478.141
1.30
Malasia
443.003
1.20
Vietnam
299.736
0.80
Chile
147.834
0.40
Nueva Zelanda
84.140
0.20
Perú
81.672
0.20
Brunei
14.108
0.00
Total Mundial
38,093.000
100.00
Fuente: “Evolución del Comercio Internacional”, formato Pdf, OMC, Elaborado con Cuadros Diversos https://www.wto.org/spanish/res_s/statis_s/its2015_s/its15_world_trade_dev_s.htm.
La interdependencia puede llegar a ser una realidad, pero no equivale a una relación simétrica de poder económico y político entre dos países, dos economías, dos Estados, al contrario, puede haber interdependencia dentro de una relación estructural asimétrica, en donde, por tal razón, los beneficios fluyen mucho más de un lado con relación al otro. El enfoque de la convergencia histórica es una falacia, porque las disparidades de partida tienden –como demuestra la experiencia de México dentro del NAFTA- a acentuarse y aún, expandirse. Los cambios estructurales internos tendientes a disminuir gradualmente las divergencias sistémicas, son una política cualitativamente superior al enfoque más simple de libre cambio, como búsqueda de un mayor ingreso nacional en el intercambio mercantil. En el mediano plazo, éste, con la entrada de nuevos competidores más eficientes, tiende a eclipsarse y desparecer, sin haberse modificado la realidad estructural que pudiera evitarlo, o posibilitar la recomposición competitiva a la brevedad posible.
C-2: Índice Global de Competitividad, Conforme al Foro Económico Mundial, 2014-15.
IMCO, http://imco.org.mx/competitividad/indice-global-de-competitividad-2014-2015-via-wef/.
Obsérvese en los cuadros que presentamos con información estadística, lo siguiente:
De los 11 países que con México suscribieron el TPP (Ver C-2), 7 de ellos, los más importantes y en ese orden, Singapur, EUA, Japón, Canadá, Nueva Zelanda, Malasia, Australia, además, de ser quienes pudieran representar para México oportunidades de acceso a mercados relevantes por las preferencias pactadas, por su ingreso per cápita, aún, teniendo ya firmados instrumentos contractuales de libre comercio (con las salvedades antes consignadas), están dentro de los 30 países del mundo con economías y marcos institucionales más competitivos, pero México, no aparece en dicho ranking, es decir, México (y los demás países) es para ellos, una oportunidad de mercado, y no como apunta la lógica de la firma del Tratado, al revés. México, entonces, tiene en riesgo sus espacios comerciales en los mismos mercados ante economías más competitivas.
México aparece como la cuarta economía con mayor participación en el comercio mundial y en valor monetario de su comercio exterior (Ver C-1), pero los beneficios para su población (o la parte de ellos en los que influye el mismo) en orden al ingreso per cápita, no se corresponde con dichos indicadores: México solamente supera a Perú y a Vietnam, siendo el décimo país en ingreso personal anual. Australia, Singapur, Nueva Zelanda, Brunei, Chile y Malasia –para no mencionar ya a EUA, Canadá y Japón-, está muy por encima de la población mexicana (salvo el caso de Malasia, muy cercano con México), lo que significa (como hipótesis), que los beneficios del comercio exterior son mayores, y que sus mercados internos contribuyen de manera determinante a ese elevado ingreso personal. Ninguna de ambas variables pueden constatarse en México.
Los países como Chile, Perú (socios también de México en la Alianza Comercial del Pacífico), Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Vietnam, Brunei, cuyos volúmenes comerciales son realmente bajos con México, podrán incrementar sus transacciones, no sabemos con qué resultados. Probablemente en el caso de Perú, Chile, Vietnam (potencia en el comercio textil) y Brunei, ofrecerán mejores posibilidades para una balanza favorable a México, no puede saberse.
C-3: PIB PER CÁPITA ANUAL PAÍSES DEL TPP, 2014 ( miles USD)
PAÍS
PIB PÉR CAPITA ANUAL
Australia
61,887
Singapur
56,286.8
Estados Unidos
54,629.5
Canadá
50,271.1
Nueva Zelanda
42,409
Brunei
41,344
Japón
36,194.4
Chile
14,528.3
Malasia
10.933.5
México
10,230.2
Perú
6,550.9
Vietnam
2,052.3
Elaborado con World View, 2015, http://wdi.worldbank.org/table/1.1. Países seleccionados.
C-4: Comercio de México con Países del TPP, 2014 (mmd)
País
Valor $ del Comercio
Estados Unidos
513,644
Canadá
20,759
Japón
20,153
Malasia
6,756
Chile
3,546
Perú
2,836
Vietnam
2,265
Singapur
1,729
Australia
1,563
Nueva Zelanda
0.448
Brunei
0.003
TOTAL
573,251.7
Fuente: SE, Subsecretaría de Comercio Exterior, Columna: Comercio Total. Países Seleccionados. http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/2527/total_2014_por_sector-pais.pdf
C-5: PIB de los Países del TPP (2014)
País
PIB (mdd)
Como % mundial
Estados Unidos
17,419.0
22.4
Japón
4,601.5
5.9
Canadá
1,786.7
2.3
Australia
1,453.8
1.9
México
1,282.7
1.6
Malasia
326.9
0.4
Singapur
307.9
0.4
Chile
258.1
0.3
Perú
202.9
0.3
Nueva Zelanda
188.4
0.2
Vietnam
186.2
0.2
Brunei
17.3
0.0
Total TPP
28,031.2
36.0
Total Mundial
77,868.8
100.0
Fuente: http://wdi.worldbank.org/table/1.1, Países Seleccionados, World Development Indicators.
4.- LO NEGOCIADO EN EL TPP, UNA PRIMERA EVALUACIÓN DE IMPACTO EN MÉXICO EN ALGUNOS SECTORES ECONÓMICOS RELEVANTES (2)
4.1.- El TPP se ha presentado en su importancia para México y el mundo: a) como nuevo paradigma de desarrollo; b) como modelo del nuevo regionalismo abierto practicado por nuestro país y el mundo; c) como un nuevo gran paso en la incorporación de México al modelo de gobernanza global del comercio dentro de las reglas de la OMC, incluso, como establecedor de nuevos estándares en ellas; d) como un avance de nuevo posicionamiento regional de México para una mejor inserción del país en la articulación de las cadenas de valor internacional desde la región de América del Norte. En los cuatro grupos de argumentos, se persiste en una visión reduccionista del gobierno mexicano sobre los procesos de inserción de nuestro país dentro de los flujos de comercio e inversión regional-globales, y bajo una falsa idea de neutralidad ideológica y estratégica de los alcances del TPP. Está previsto que entrará en vigor el 1 de Enero de 2017.
4.2.-El TPP incluye o consta de 30 apartados, que constituyen otros tantos temas negociados a lo largo de cinco años. Es importante observar que en la descripción general por cada apartado, se repiten los “lugares comunes” consabidos, beneficios para la población, mayor competitividad, generación de empleos, etc., todo abstracto.
Son cinco –nos dicen- las principales características-virtudes del TPP firmado:
Acceso Integral a los mercados (se refieren a acceso simultáneo de bienes, servicios e inversión, todos, liberalizados, desregulados); ii) Compromisos con enfoque regional (facilitación de la producción y articulación de las cadenas de valor.
Enfoque regional a los compromisos. (se refiere a que facilita el desarrollo de la producción y las cadenas de valor o suministro, y por tanto, la generación de empleos y la integración transfronteriza).
Orientación a los nuevos desafíos comerciales. (alude al impulso a la innovación, la productividad y la competitividad abordando nuevos temas, como economía digital, empresas estatales en la economía global).
El comercio Incluido. (se refiere a que los acuerdos de comercio e inversión, generan beneficios para todos los tamaños de empresas, incluyendo capacidad comercial externa para que los beneficios los alcancen).
(2) (Utilizamos para la información oficial vertida sobre el TPP en esta parte del ensayo, la versión en inglés publicada en la página oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio del Gobierno de Australia, con información oficial, 5 de octubre, 2015), http://dfat.gov.au/trade/agreements/tpp/Pages/trans-pacific-partnership-agreement-tpp.aspx
Igualmente y en forma comparativa, la transcripción que hace del Resumen publicado por “Scoop Independent News” (Agencia de Noticias Independiente) de Nueva Zelanda. (http://www.scoop.co.nz/stories/WO1510/S00016/summary-of-the-trans-pacific-partnership-agreement.htm) que es el mismo Resumen existente en el Comunicado de Prensa de la Representación Comercial de los EUA en las concluidas negociaciones del TPP.
Plataforma para la integración regional. (significa que el enfoque del acuerdo es esencialmente promotor de la integración regional de las economías, especialmente para Asia y el Pacífico9.
Si estas son generalidades ya conocidas por reiteradas, entonces, efectivamente, “el diablo está en los detalles”, no conocidos hasta una vez que fueron firmados. Ejemplos:
4.3.- La Industria Automotriz en México, es fundamental en cinco sentidos:
participación en el total de las exportaciones, y por tanto, en el flujo de divisas hacia México;
en la importación de insumos;
en la automatización de procesos;
en la integración sectorial regional; y
en la integración industrial del sector con las empresas netamente mexicanas del ramo. Datos sobre su enorme relevancia:
Conforme a datos aportados por el Presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz AMIA), Sr. Eduardo Solís Sánchez, durante su intervención en la “Expo Cumbre Cenit 2015” (22 de Septiembre, 2015, en Puebla): i) dicho sector es el principal generador de divisas para el país, en 2015 cerrará con $50,000 millones de USD anuales (más que petróleo, remesas y turismo juntos). Además, “uno de cada cuatro dólares que se exporta en manufacturas, es del sector automotriz” (es decir, el 25% del total de exportaciones manufactureras, 73% de tales exportaciones del sector, van a EUA); iii) cuenta con plantas de fabricación y ensamble, de las más automatizadas del continente, e integradas internamente, ya que las plantas de vehículos ligeros, por ejemplo, procesan desde el ensamblado y el blindaje, hasta la fundición y el estampado de los vehículos y motores, es decir, una sólida cadena de suministro o de valor (son complejos productivos, ya no maquilas), mano de obra y personal técnico (ingenieros) de alta especialización; iv) su localización geográfica es inmejorable, ya que tiene frontera y atiende al mercado más grande del mundo (EUA), favorecida por los acuerdos regionales predominantes (TLCAN, etc.), es el 7º fabricante de vehículos en el mundo, primer fabricante de ellos en América Latina, cerrará con 3.4 millones de unidades producidas, cifra récord; v) produce de manera directa, un millón de empleos directos al año, representa 3% del PIB y su balanza comercial a 2015 tiene un saldo favorable en cerca de $50,000 millones de USD. No hay un sector industrial con tal relevancia en México.
Sin embargo, en un estudio de la Fundación Fredrich Ebert, uno de los especialistas de nombre, Alex Covarrubias Valdenebro, de marzo de 2014, titulada “Explosión de la Industria Automotriz en México: de sus encadenamientos actuales a su potencial transformador”, se señala que una base fundamental de su bonanza económica es que el ingreso de sus trabajadores ha venido descendiendo, de representar el 30% del valor agregado bruto de la producción del sector, hasta al 20% en los últimos tres años. En contraste, la masa de ganancias de las empresas del sector se elevó desde el 69.7% al 77.4%. Es decir, la distribución de los ingresos sufrió una severa alteración en favor de las ganancias, debido a que la productividad creció sin ser equiparada en el aumento de los ingresos laborales. De allí que los costos de trabajo del sector en México sen de los más bajos de 18 países en donde está presente la industria: en México se paga a 4.0 USD la hora en promedio para obreros en línea de producción, y en Taiwán se paga a $7.5 USD, n Polonia a $7.8 USD, en Hungría a $9.0 USD, en Brasil a $11.0, y en la República checa a $ 11.5 USD. (pp. 24-25, http://library.fes.de/pdf-files/bueros/mexiko/10645.pdf). La pregunta central es: ¿qué ofrece a este respecto el TPP para los trabajadores mexicanos?, la respuesta es: promesas y más promesas. La realidad es que esta industria tiene una enorme deuda con los trabajadores mexicanos. Veamos otro aspecto:
México postuló en las negociaciones del TPP para este sector, un componente de valor interno (contenido nacional o regla de origen) de los productos a exportarse desde cada país de la región asiática en la industria automotriz y de autopartes, del 50% (para la primera, y cercana a él, en la segunda). El parámetro es, al respecto, el arreglo logrado en el TLCAN, que establece un 62.5% de valor, sin cuyo compromiso, el producto no puede ser exportable dentro de los países del acuerdo comercial, ya que contendría un porcentaje de valor mediante agregación de insumos traídos del exterior, que no lo haría un “producto nacional” para ingresar con preferencias arancelarias a otro mercado, puesto que NO cumple el requisito de la “regla de origen”. Por ejemplo, una de las propuestas de Japón fue del 30% (reunión de Hawái, EUA). La postura de México protege la competitividad de las empresas asentadas en territorio mexicano, sus ganancias crecientes, y la estabilidad del empleo, ¿cómo quedó exactamente este arreglo? Por lo que podemos entender del apartado “4. Reglas de Origen” del TPP, el tema se solucionó favorablemente para países como Japón y sus transnacionales automotrices y de autopartes, mediante un concepto llamado de “acumulación”, es decir, si un producto japonés transita por tres países distintos dentro del TPP puede lograr llegar al porcentaje de valor nacional agregado establecido como mínimo para cumplir “la regla de origen” y ser exportado a otros países del propio TPP con las preferencias arancelarias del caso, lo cual aumenta la competitividad de las empresas ubicadas en ese supuesto, y favorece también la operación de ellas dentro de la región y sub-regiones del TPP, que de esa forma cuidan sus propias ganancias y empleos. A esto no puede llamársele una negociación exitosa, ni un modelo para el futuro de integración de las cadenas de valor regional, porque las armadoras establecidas en México muy probablemente requerirán mantener o aumentar el descenso relativo (antes comentado) de la participación de los salarios de los trabajadores mexicanos en la distribución del producto del sector para mantener márgenes de competitividad adecuados vía precio de sus productos frente a la competencia asiática hoy incrementada con este nuevo estándar sobre la materia: 45% como regla de origen para autopartes (y electrodomésticos, y 55% para calzado).
Todo lo anterior, permite sostener con bases firmes, que tal arreglo se negoció directamente entre EUA y Japón en las semanas anteriores a esta ronda final (la prensa internacional dio cuenta de ello, y de que tal negociación, se había convertido en un severo obstáculo, excluyendo a todos, quedando la regla de origen en 45% para automóviles y 30% para autopartes (Periódico Vanguardia Mx, 18 de agosto de 2015 (http://www.vanguardia.com.mx/antesdefirmareltppmexicoquiere50comoregladeorigenautomotriz-2365425.html), y lo segundo, fue detallamdamente sostenido por los Premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Adam S. Hersh, en un artículo reproducido por el periódico mexicano La Jornada el 3 de octubre de 2015, (http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/10/03/el-gobierno-debe-exigir-un-acuerdo-transpacifico-que-beneficie-a-mexicanos-6486.html)
¿Que fue entonces lo que realmente negoció México en tal materia dentro del TPP? ¿Nada significativo? E incluso, ¿se fracasó en mantener las posiciones de mercado en la economía de EUA, como parece revelar el caso de la industria automotriz? Después de cinco años, parece que muy poco. Podemos suponer con razón suficiente también, que esta tónica de exclusión y de arreglo entre gigantes se reprodujo en muchos otros de los 30 temas concernidos en el TPP que luego asumió como compromisos nacionales irreversibles el Estado mexicano. ¿Es esto un nuevo modelo de “regionalismo abierto” entre “Norte-Sur”?
Esta “negociación” llevó a Stiglitz-Hersh a fijar un criterio lapidario pero cierto:
“(…) el TPP abriría los mercados a productores extranjeros –como China– que no necesitan seguir las reglas y obligaciones del TPP ni necesitan brindar una apertura de comercio recíproca a los países del TPP para obtener los beneficios del acuerdo. Esta disposición es claramente un retroceso sobre las disposiciones del TLCAN”. Es así, porque China, sin estar dentro del TPP se beneficiaría cumpliendo tal criterio de regla de origen, pero sin dar nada a cambio. ¿Negociación exitosa? No sólo hay un triunfalismo acartonado, sino falsificación de los hechos. Decía Platón: “la mentira desde el Estado como formadora de consensos”. (El Espíritu de las Leyes).
4.4. El Apartado “19. Trabajo”, establece la vigencia de los derechos laborales y exhorta a mantener vigentes todos los derechos laborales reconocidos por la Organización Internacional del Trabajo en su Declaración de 1998 (de huelga, contratación y negociación colectiva, libre asociación y prohibición del trabajo infantil y del trabajo forzoso), así como el rechazo de los productos que de algún país del TPP, incluyan la violación a estas disposiciones. De igual manera se menciona en dicho apartado, refiriéndose a las partes suscriptoras: “También están de acuerdo sobre la vigencia de las leyes que rigen los salarios mínimos, horas de trabajo y seguridad y salud en el trabajo. Estos compromisos se aplican también a las zonas francas de procesamiento.” Luego: “Cada una de las 12 Partes del TPP se compromete a garantizar el acceso a los procedimientos administrativos y judiciales justos, equitativos y transparentes y para proporcionar recursos efectivos ante violaciones de su legislación laboral”. ¿En verdad el gobierno mexicano impulsará el cumplimiento de tales compromisos dentro de todo el país, y en forma irrestricta?, ¿será un compromiso real o formal? El riesgo de que no sea más que demagogia oficial frente al exterior es muy grande, los mexicanos lo sabemos por una experiencia acumulada de muchas décadas. La propia central sindical estadounidense AFL-CIO se ha pronunciado en contra del acuerdo, argumentando que “beneficia a las grandes corporaciones, pero no a los trabajadores” y “exigió al Presidente Obama la divulgación inmediata del texto”. (htpp://mx.newshub.org/méxico-firma-tpp-alianza-comercial-que-perjudicará-a-ciudadanos-según-premios-nobel-18799808.html).
El gobierno mexicano podría empezar por hacer cumplir la máxima constitucional de que “a trabajo igual, salario igual” en la propia y muy exitosa industria automotriz para terminar con la dispersión salarial existente, ya que –conforme al estudio antes mencionado- no sólo la brecha es abismal entre los ingresos de los trabajadores mexicanos y los de otros países, no precisamente del “primer mundo” como vimos, sino dentro de México y en la misma rama productiva: el promedio de sueldo en empresas como General Motors, San Luis Potosí, es de $217 pesos diarios, en Ford Cuautitlán es de $288.79 pesos, en Ford Hermosillo es de $304.8 pesos, en WV de Puebla $398.00 pesos y en Nissan Civac, es de $419.00 pesos (datos recopilados en 2014). Influyen 3 cuestiones en ello: los sindicatos poco representativos, los privilegios otorgados a ciertas empresas y los contratos de protección laboral a empresas, que han denunciado distintas organizaciones laborales en México.
Frente a todo esto, el Secretario de Trabajo de México, Lic. Alfonso Navarrete Prida anduvo perdido: declaró que el TPP “garantizará el acceso de productos mexicanos a 11 naciones, como Estados Unidos, el mercado más grande del mundo.”. (https://mx.newshub.org/m%C3%A9xico-firma-tpp-alianza-comercial-que-perjudicar%C3%A1-a-ciudadanos-seg%C3%BAn-premios-nobel-18799808.html) Aunque no dijo a qué productos se refería, podemos afirmar con precisión, que hace más de 20 años que tal acceso de productos mexicanos a EUA en condiciones preferenciales se produjo mediante el TLCAN, y hace varios años que tales productos ingresan preferencialmente en países como Chile, Australia, Japón, Singapur, Canadá, por ejemplo, firmantes hoy del TPP.
4.5 Uno de los capítulos más polémicos y desfavorables para las economías emergentes como la de México, según las filtraciones en prensa independiente y en Wikiliks, sobre el curso de las discusiones y acuerdos preliminares, es el “18. Propiedad Intelectual”, considerado “eje real del TPP”, su gran aspecto estratégico, porque se relaciona con prácticamente todas las actividades, con la legalidad de los productos que se comercian y se usan para el mismo comercio (cubre patentes, marcas, procesos de innovación, derechos de autor, diseños industriales, secretos comerciales, otras formas de propiedad intelectual y la observancia de los derechos de propiedad intelectual, las instituciones jurídicas que las consagran así como las áreas en las que las Partes acuerdan cooperar). Una de sus afirmaciones centrales, es que este acuerdo “hará que sea más fácil para las empresas buscar, registrar y proteger los derechos de propiedad intelectual en los nuevos mercados”, entiéndase, será más fácil, rastrear, registrar posibles violaciones y recurrir a la justicia del país en la materia para proteger los derechos de propiedad intelectual reclamados.
Este apartado tuvo, muchas, pero entre otras, tres áreas críticas de discusión e impacto: producción de medicamentos genéricos, derechos digitales e insumos agrícolas.
Sobre “medicamentos genéricos” –nuevamente, no se conoce el texto final- el apartado resumido en sus contenidos afirma que posee: “disposiciones en materia farmacéutica que facilitan tanto el desarrollo de innovadores, medicamentos que salvan vidas y la disponibilidad de medicamentos genéricos, teniendo en cuenta el tiempo que varias de las Partes pueden necesitar para cumplir con estas normas. En el capítulo se incluyen los compromisos relativos a la protección de la prueba no revelada y demás datos presentados para obtener la aprobación de comercialización de un nuevo producto farmacéutico o de productos químicos agrícolas”. Según la información revelada por los negociadores del gobierno chileno, “el periodo de protección de datos para los medicamentos extranjeros, antes de que un genérico pueda utilizar la formula e ingresar al mercado local” será de cinco años. Un periodo muy corto, que pretende favorecer a las empresas nacionales de medicamentos genéricos. Los negociadores chilenos informan que EUA había hecho su última propuesta consistente en una “protección de datos de 12 años”, y otros en la fase final, avalaban la propuesta de “5+3”, ambas, rechazadas por Chile, quien insistió en cinco años y lo logró, afirmó el canciller Heraldo Muñoz. Se trata de “datos” no de patentes, aclara, los que se entregan al Instituto de Salud Pública de cada país, para pedir el permiso de comercialización, datos que contienen la información clínica del fármaco y las “pruebas no reveladas”. (http://static.pulso.cl/20151005/2193323.pdf). Para la mayoría de los países suscriptores, implica cambiar la legislación respectiva, entre ellos México.
En la otra vertiente del tema, la Asociación Médicos Sin Fronteras (MSF) mencionó que la última postura que se discutía presentada por EUA, era la de extender las patentes hasta por 20 años de nueva vigencia, lo que “generará un aumento en el costo de los fármacos y retraso en la competencia de productos genéricos”, por lo que “los grandes perdedores en el TPP son pacientes y proveedores de tratamientos en países en desarrollo”. Específicamente en México, tal extensión de patentes podría darse por dos razones esenciales (adicionales al TPP): “por retrasos injustificados en el otorgamiento de patentes en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI)”, y “por retrasos en la obtención de registros sanitarios por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)”. Si este es el entorno institucional de eficiencia en que se procesan las demandas de empresas transnacionales farmacéuticas en México, la aplicación de lo acordado en el TPP, puede resultar ser factible y prácticamente inmediata. (6 de octubre, 2015, http://www.primerahora.com.mx/index.php?n=155040)
El concepto derechos digitales, describe los permisos de las personas para realizar acciones legítimas que comprendan el uso de una computadora, todo tipo de dispositivos electrónicos, o una red de comunicaciones. Tiene estrecha relación con la protección y cumplimiento de derechos existentes tales como: el derecho a la privacidad o la libertad de expresión e información en las redes digitales, en el contexto de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información (TIC), especialmente, Internet, este último, llamado también derecho al ciberespacio, derecho a asociarse en comunidades en línea, es decir, a constituir “comunidades virtuales”, independientemente de la ubicación geográfica. En cuanto a estos derechos digitales, son tres los apartados del TPP negociados, que tienen incidencia directa en ellos (insistimos, aunque no se conoce el texto puntual): “13. Telecomunicaciones” y “18. Propiedad Intelectual”, aunque esta última, en forma más generalizada por ser la norma y el instrumento legal de los derechos de los innovadores en la materia. El temor fundamental y que no alcanza a transparentarse por la secrecía y opacidad de las negociaciones y el documento mismo, es el de una legislación y principios reguladores de carácter restrictivos, lo cual sugiere lo siguiente: i) Las Partes del TPP “se comprometen, a expedir en donde se requiera una licencia, para garantizar la transparencia en los procesos de regulación y que las regulaciones por lo general no discriminen a tecnologías específicas (…) Las Partes del TPP reconocen la importancia de confiar en las fuerzas del mercado y las negociaciones comerciales en el sector de las telecomunicaciones.”. Es decir, no hay derechos predeterminados o preconcebidos, sino expedición de licencias como mecanismo de regulación para el uso de las telecomunicaciones, alámbricas e inalámbricas, así como, predominio de las fuerzas del mercado y negociaciones comerciales. Nada más; ii) “el capítulo de propiedad intelectual establece compromisos que requieren protección de las obras, interpretaciones o ejecuciones, y fonogramas, como canciones, películas, libros y software, e incluye disposiciones efectivas y equilibradas sobre medidas tecnológicas de protección e información sobre gestión de derechos (…) las Partes TPP acuerdan proporcionar sistemas sólidos de ejecución, incluyendo, por ejemplo, los procedimientos civiles, medidas provisionales, medidas en frontera y procedimientos penales y sanciones por falsificación de marcas a escala comercial y derechos de autor o de la piratería de los derechos relacionados. En particular, las Partes TPP proporcionarán los medios legales para impedir la apropiación indebida de secretos comerciales, y establecer procedimientos y sanciones penales por robo de secretos comerciales, incluso por medio de ciber-robo, y por cam-grabación.”
Se habla esencialmente de protección y sanciones penales contra la falsificación y el robo comercial. La orientación es el endurecimiento de la legislación punible. Naturalmente que nadie puede estar a favor de la violación de derechos de autor, patentes y marcas, proceso innovadores, etc., pero la aparición de estos “mercados paralelos” tiene relación directa con las prácticas oligopólicas de apropiación de sobre-ganancias tecnológicas, como la prioridad comercial sustantiva de las empresas innovadoras. Imponer esta orientación corporativa sin considerar la facilitación de los accesos y la libre actuación, es decir, sin hacerlas compatibles, resulta atentatorio al status actual de acceso generalizado y de libertad en la actuación, contenidos, etc., sobre todo contenidos de interés público, porque el proveedor autorizado del acceso determinará al usuario, cuyo acceso puede ser bloqueado y él sancionado hasta con la cárcel. Esto es un grave retroceso. Tales principios reafirman la línea central de las Leyes SOPA y PIPA, draconianas (Preventing Real Online Threats to Economic Creativity and Theft of Intellectual Property Act, y Stop Online Piracy Act, presentadas al Congreso de EUA en mayo y octubre de 2011, que no fueron aprobadas por la oposición que causaron). Deriva también del ACTA (o Tratado Comercial Anti-falsificación en español) acuerdo multilateral voluntario que propone fijar protección y respaldo a la propiedad intelectual, con el propósito de evitar la falsificación de bienes, los medicamentos genéricos y la piratería en Internet, es decir, en sustancia, con la misma orientación que SOPA y PIPA. Para lograr el cometido, este acuerdo permitió aumentar la vigilancia fronteriza, el cual fue rechazado, por ejemplo, por la Unión Europea, pero firmado por México, aunque rechazado por el Senado el 25 de julio de 2012, exhortando al Poder Ejecutivo a “establecer una reserva para que el Art. 27 y otras disposiciones que pudieran afectar derechos de los mexicanos no se apliquen en el país “. “Lo que salió por la puerta se quiere colar por la cocina”. El TPP ha servido de marco para darle legitimidad a un retroceso sustantivo en la vida moderna mediante la denegación del uso de las TIC, imponiendo una dictadura corporativa que vulnera los derechos humanos.
El tema de los insumos agrícolas es también crítico respecto al contenido sustancial del TPP, porque son materiales que comprenden: a plaguicidas de uso agrícola, fertilizantes y abonos, semillas y material de propagación vegetal, agentes y productos biológicos para el control de plagas, productos de uso veterinario y alimentos para animales, todos, dentro del apartado “2. Comercio de Mercancías”, en donde se habla también de la producción agrícola, y en donde hay dos riesgos cruciales, en el contexto de la liberalización del comercio agrícola: llevar el tema de las empresas comercializadoras del Estado exportadoras (o con participación estatal) a discusión al seno de la OMC, y el tema de “la limitación de los plazos permitidos para las restricciones a las exportaciones de alimentos a fin de proporcionar una mayor seguridad alimentaria en la región”. Lo relativo a marcas y patentes, aplica a los insumos agrícolas y contiene riesgos para los agricultores pequeños y medianos que puedan ser acusados de violentar la vigencia de la exclusividad de los derechos de explotación comercial de determinados productos de uso común en la agricultura, ya ha habido casos al respecto que son ilustrativos en Colombia; pero también, una política dual aparentemente contradictoria: impulsar la eliminación de los subsidios agrícolas, que no se producirá, como no se ha producido en 20 años, y abatir cualquier tipo de restricción a las exportaciones agrícolas (las grandes potencias y muy pocos países emergentes tienen grandes excedentes exportables, como Australia y Nueva Zelanda), lo que generaría, en el caso de México, una mayor dependencia alimentaria del exterior para satisfacer la dieta de los mexicanos, lo cual va en sentido inverso a lograr la autosuficiencia, contrapuesta al aumento de la seguridad alimentaria de las regiones. En México los ganaderos, pidieron a los negociadores un blindaje para rescatar la autosuficiencia lechera ante la gran capacidad competitiva de Nueva Zelanda, como lo hicieron los empresarios de la cadena textil-del vestido, ante la capacidad de competencia de Vietnam, como segundo exportador de textiles del mundo. Nada de ello parece haber sucedido.
Algo de lo que tiene que responder fehacientemente el Ejecutivo mexicano ante la sociedad, es ¿cuáles fueron los blindajes que se lograron negociar para sectores altamente sensibles en México: medicamentos genéricos, acero, textiles, comunicaciones digitales, insumos agrícolas, sector lechero, propiedad intelectual, telecomunicaciones, compras del gobierno y empresas del Estado?, en donde una mala negociación, débil, deficiente, o negligente, puede ocasionar la ruina de muchas empresas y la pérdida de empleos, de por sí, escasos en México, aumentando además, la vulnerabilidad del sector externo de la economía. Hablamos de blindajes en tres sentidos: plazos adicionales suficientes para su completa desgravación respecto de aquellos plazos negociados entre las economías más desarrolladas; transferencias de capital a tales sectores en condiciones preferenciales (inversión o crédito); y reserva para firmar cláusulas claramente lesivas para ramas específicas. Si esto no se logró en sectores económicos críticos por sus actuales condiciones estructurales, por su impacto social, no hay discursos ni campañas mediáticas, ni oscurantismo informativo, que puedan ocultar esta gigantesca pifia del poder ejecutivo mexicano, esta inmensa irresponsabilidad política y económica.
Este hermetismo y opacidad en las negociaciones con que se construyó el TPP, presentado como un acuerdo del siglo XXI, es incompatible con las aspiraciones democráticas justamente de este siglo. Mientras nuestros países avanzan poco a poco en mejorar sus democracias (incluso, con retrocesos importantes) y establecer mejores mecanismos de transparencia pública, el TPP en su proceso constructor es todavía un resabio de opacidad propia de regímenes autoritarios del siglo XIX o del periodo de entreguerras (1920-1934). Si el TPP tendrá impactos en materias tan sensibles como el rol del Estado en la economía, los derechos en internet o el acceso a la salud, precisamente lo que se requiere es más debate público. No existe ninguna razón para que un tratado de esta magnitud haya sido negociado a espaldas de la ciudadanía.
Difícilmente, la revelación completa de los textos de la negociación, con todos sus tecnicismos, celosamente ocultos durante los últimos siete años al ser liberados, si bien, nos permitirá conocer la real dimensión de los costos y beneficios asociados de suscribir esta alianza comercial, difícilmente permitirá que la percepción general con la información preliminar obtenida, pueda alterarse significativamente, ni en forma global, ni en lo particular, al contrario. Lamentablemente, nuestros Congresos no pueden proponer modificaciones, por menores que ellas sean, ni rechazar cláusulas o fragmentos de ellas, que sean abiertamente contraproducentes a los intereses nacionales; las únicas alternativas son aceptar o rechazar el texto en su totalidad. Una mayoría sumisa y cómplice lo aprobará, si es puesto a votación, porque el propio tratado consigna un mecanismo aprobado que puede hacer nula esta necesidad.
5.- El Apartado no Incluido pero Relevantemente Existente
El proceso de transición hacia un nuevo Orden Global, es decir, de cambio hegemónico (se usa el concepto, como sinónimo de dominación del sistema interestatal y de sus instituciones, etc.) trae siempre como consecuencia, un periodo de incertidumbre estratégica, en donde los grandes poderes planetarios están en disputa por los reacomodos en todos los sectores de poder que el propio cambio de época lleva consigo. Por lo tanto, es casi imposible no considerar que detrás de los movimientos regionales o globales de las más grandes potencias en conflicto, no subyazcan plataformas militares con distintas consideraciones y cálculos estratégicos. Es decir, la dimensión estratégica-militar del TPP es una vertiente imprescindible en el análisis.
Hoy ya nadie pone en duda que la magna región asiática es la zona planetaria del Gran Juego Estratégico, por ello, el TPP no puede y nunca ha sido, solamente un proyecto de libre comercio, regulación de flujos de inversión, normas reglamentaras internacionales al amparo de la OMC, etc. sino también, un amplio proyecto de reposicionamiento militar de los EUA y sus más importantes aliados, tanto en la región asiática, como en Oceanía y América Latina, de cara a sus grandes rivales estratégicos: China, Rusia e India, frente a los cuales, EUA y las potencias occidentales (OTAN-Japón), han perdido posiciones muy importantes en la industria, el desarrollo tecnológico y militar, las finanzas, el orden monetario, la política regional.
REPOSICIONAMIENTO ESTRATÉGICO-MILITAR PROYECTADO POR EL TPP.
Son conocidos los proyectos y acciones reveladas por los miembros de la OTAN, de tender un cerco militar a la Federación de Rusia, por ejemplo, de bloquear su salida al Mar Mediterráneo desde Siria y su base militar en Tartus, de pelear el tema de Ucrania por el proyecto habido de incorporarla a la Unión Europea, como primer paso para ingresarla a la OTAN y hacerse de la base estratégica de Crimea, el escudo antimisiles proyectado para emplazarse en Europa centro-oriental (Polonia) o Turquía (el país que comunica territorialmente Oriente con Occidente), y otros aspectos más, como el bloqueo a los grandes gasoductos liderados por Rusia en Oriente Medio y Asia Central, que golpean severamente su economía energética, vital para Rusia.
El Presidente Obama declaró abiertamente ante la inminencia de la firma del TPP:
“No podemos permitir que países como China escriban las reglas de la economía global. Nosotros debemos escribir esas reglas, abriendo nuevos mercados a los productos estadounidenses, estableciendo altos estándares para la protección de los trabajadores y preservando nuestro medio ambiente". La dedicatoria era precisa para todos los fines políticos. (http://www.telesurtv.net/news/Obama-no-permitira-que-China-lidere-la-economia-global-20151006-0007.html)
Durante la más reciente visita a la Casa Blanca en Washington del primer ministro japonés Shinzo Abe, se revisaron los temas pendientes por consensuar entre ambos países al seno de las negociaciones del TPP (especialmente el tema de la industria automotriz), y de igual manera, se revisó el estado de las relaciones de cooperación militar, revisando el Tratado Bilateral de Defensa suscrito en 1997, ante “las nuevas amenazas” y considerando la necesidad de extender “el ámbito geográfico de la alianza militar”. (http://www.efe.com/efe/america/politica/obama-y-abe-unen-fuerzas-a-favor-del-tpp-niegan-que-su-alianza-amenace-china/20000035-2598268, Agencia EFE, 25 de Abril. 2015)
EUA tiene tratados bilaterales de asistencia militar y defensa con la mayoría absoluta de los países del TPP (Canadá es parte de la OTAN), salvo, Vietnam, Perú y México (nos referimos a Tratados de Defensa, aunque los últimos dos países fueron miembros formales del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, acuerdo de defensa colectiva, engendro de la guerra fría, del que México se alejó, recientemente). Con otros países integrantes del TPP, decíamos, tiene acuerdos militares desde hace más de 50 años, en algunos casos, es decir, son acuerdos de defensa muy consolidados en donde, varios de ellos, los más importantes, son partes militares cooperantes del Comando del Pacífico (USPACOM): es el caso del Tratado firmado con Australia-Nueva Zelanda (ANZUS, de 1952), igualmente con Singapur (miembro fundador de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, creado por EUA en plena “guerra fría”, 1967), con quien efectuó maniobras militares a finales de julio de 2014, en el contexto de la intensificación de las diferencias diplomáticas entre China y Japón por los límites marítimos en el llamado “Mar Meridional de China”, en las cuales, también participaron, entre otros, Brunei y Malasia, bajo el comando de la 7ª Flota de los EUA, al mando del Vicealmirante R. Thomas. (https://actualidad.rt.com/actualidad/view/135379-eeuu-singapur-maniobras-mar-china-meridional). Mientras, China exigía a EUA abstenerse de intervenir en la disputa de límites marítimos con Japón, que tiene muchos años.
Lo anterior, como realidad insoslayable de los factores sustantivos que rodean la concepción, construcción y puesta en práctica del TPP, y que llevan a un analista internacional a sostener enfáticamente:
“Estados Unidos mantiene compromisos militares de algún tipo con todos o casi todos los países que participan en las negociaciones: Australia, Japón, Malasia, Nueva Zelandia, etcétera, y que en la práctica el Transpacífico se convierte en una OTAN del Pacífico diseñada para envolver estratégicamente a China.” (Fernández, Raúl, Universidad de California: “Un Análisis del tratado Transpacífico y la Política Global de Obama”,http://deslinde.co/un-analisis-del-tratado-transpacifico-y-la-politica-global-de-obama/) Entonces, la consecuencia militar del TPP es más que evidente.
En tanto, en la revista Sputnik de Rusia, se analizaba el impacto geopolítico y estratégico del TPP de la siguiente manera:
“La implementación del TPP, además de suponer la creación de amplias coaliciones económicas y financieras, implica posteriores coaliciones político-militares que podrían controlar enormes mercados”, dice desde el Centro de Investigaciones político militares, del Instituto Nacional de Relaciones Internacionales de Rusia, Alexei Podberyoskin.(http://mundo.sputniknews.com/radio_al_contado/20151009/1052338802/tpp-eeuu-china.html)
En el caso de América Latina, EUA tiene tratado militar directo con Colombia (aspirante a ingresar al TPP) pero con México no (luego haremos algunos comentarios), sin embargo, ambos, son sus más importantes aliados en la subregión. La presencia militar de EUA es aplastante en el subcontinente: cerca de 30 bases militares (en 13 países latinoamericanos), una relación con los ejércitos muy estrecha mediante diversos acuerdos de cooperación militar que datan de la guerra fría y que se han conservado, salvo algunos casos recientes. En particular, con el ejército chileno recientemente se estableció un acuerdo destacado, con supuestos fines de ayuda humanitaria, lucha contra el narcotráfico, cooperación militar con otros países, apoyo en caso de catástrofes naturales, entre otras, porque EUA lleva décadas instalando bases militares en distintos países de la región.
Uno de los recintos militares más conocidos en Chile de pocos años a la fecha, es la Base Naval Fuerte Aguayo en Concón, financiado por EUA, especializada en entrenar a los militares latinoamericanos en “guerra urbana”, recogiendo todo el arsenal de enseñanzas que tuvo EUA en la invasión de Irak. El acuerdo, permite el despliegue militar estadounidense en territorio chileno. (http://centinela66.com/2015/02/10/la-base-de-estados-unidos-en-concon-para-la-guerra-urbana-permite-el-despliegue-de-tropas-estadounidenses-en-suelo-chileno/) Para ello, la base militar alberga al Destacamento de Infantería de Marina No. 2, que supuestamente, entrenará destacamentos militares latinoamericanos con destino a las misiones de paz mandatadas por la ONU (sic). El acuerdo se concretó en abril de 2012 en el gobierno derechista de Sebastián Piñera, mediante el Comando Sur de los EUA.
El comentario más exacto de su rol y funciones reales, lo aporta James Petras:
“las bases militares de Estados Unidos son ’un peligro, porque cuando los marines van a un lugar, no buscan lo mejor para los pueblos afectados. Normalmente, van para entrenar a los militares locales en la contrainsurgencia y en la represión de los movimientos populares y, en ocasiones, también se ven involucrados en esa violencia contrainsurgente”.’(http://www.laizquierdadiario.com/spip.php?page=movil-nota&id_article=19203)
En el caso de Perú, con una relación creciente (a riesgo de imprecisiones porque la información regularmente es clasificada), EUA está presente en las instalaciones (FOL, Forward Operating Location) de Iquitos y Nanay, que son instalaciones militares pequeñas en comparación con otras bases en la región. Se encuentran en el Amazonas peruano y tienen como objetivo, de acuerdo con el gobierno, la lucha contra grupos insurgentes y el control del tráfico de drogas. Otra información, explica a mayor detalle lo siguiente:
“existen en Perú alrededor de nueve FOL como parte de la red de bases militares que mantiene EE.UU. en Nuestra América. Además, Perú le ha otorgado a la IV Flota tres puertos para el reabastecimiento y apostadero de sus naves”. Es el único país de la región que lo ha hecho.
El 31 de agosto de 2014 el puerto del Callao recibió el flamante Buque de Asalto Anfibio de la Marina, el USS America (LHA 6), para realizar operaciones navales como parte del recorrido que realiza el Comando Sur y la IV Flota en la región. Se encontraba presente el jefe del Comando Sur general John F. Kelly y el almirante George Ballance.
Dos días antes Perú había aceptado una “donación” de Estados Unidos conteniendo repuestos para la fuerza aérea y el ejército y había firmado “un acuerdo de cooperación para la construcción y uso (por parte del Pentágono) de un hangar para el almacenamiento de una aeronave Beechcraft 1900D (en la parte noroeste del perímetro de la base aérea del Callao), además de oficinas administrativas y otro hangar para aeronaves de la Dirección de Aerofotografía.
En febrero de 2015 -continúa la información del portal del ALBA- fue aprobado por el Congreso peruano un incremento en la cantidad de militares del Cuerpo Sur de los Marines norteamericanos que realizarán ejercicios en la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), donde, según el periódico Marine Corps Times, se está trabajando para incrementar el tamaño de su fuerza de 3.500 a 6.000 hombres, con el fin de aumentar el tiempo de permanencia de sus tropas entre las misiones.” (3 de Julio, 2015; http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article88409).
En general, EUA diferencia dos tipos de instalaciones militares (presentamos la explicación de M. T. Klare), allende sus fronteras: las “tradicionales”, con personal militar permanente, pertrechos de guerra, fuerte y relativamente amplia infraestructura, establecidas a partir de acuerdos formales legales con los gobiernos (como las de la OTAN y otras) destinadas a generar control y desplazamiento militar rápido en zonas estratégicas del mundo para su seguridad nacional, en momentos de crisis política regional o internacional; y las tipo FOL (antes mencionadas), acuerdos entre ejércitos, que ofrecen la imagen de una presencia no permanente, por lo que se presentan como instalaciones no estrictamente militares con poco personal militar, en las que pueden participar en el arreglo, contratistas privados, territorialmente acotadas en puertos o aeropuertos, terrenos alquilados o cedidos temporalmente por el país
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article88409.
anfitrión: “En general, el rol administrativo de un FOL lo cumple un contratista privado, casi siempre un oficial norteamericano retirado que alquila estas instalaciones al país anfitrión y luego les cobra una tarifa a los pilotos de la fuerza aérea norteamericana que pasan por esa base. Oficialmente es un hombre de negocios que trabaja para sí mismo, algo que a los países anfitriones les gusta porque pueden decir (a sus ciudadanos) que no están realmente trabajando con militares norteamericanos. Es una relación indirecta con las fuerzas armadas norteamericanas que evita tensiones”. (Lutz, Catherine: US Bases and Empire: Global Perspectives on the Asia Pacific”, http://japanfocus.org/-Catherine-Lutz/3086/article.html)
Y me permitiría agregar, un tercer tipo: presencia militar de personal y equipos de EUA en instalaciones militares de los ejércitos de cada país, que por ello, siguen siendo instalaciones militares soberanas, en donde el personal militar estadounidense, también es restringido, pero actúan con iniciativa propia y en encargos propios, parte de una cooperación militar, de inteligencia, etc. pactada con el país anfitrión, como las 7 bases que había convenido Colombia con EU, que el ejército de este último país podía ocupar (acuerdo Obama-Uribe, octubre de 2009) y que el máximo Tribunal de Justicia de Colombia, obligó judicialmente a desconocer, algo similar a lo que han propuesto recientemente a México.
El caso mexicano, es muy peculiar, debido a tres aspectos:
i) una amplia corriente de opinión pública social reticente a aceptar las influencias mayores y los seudo-dictados de EUA que afectan las decisiones soberanas;
b) debido a la altamente conflictiva situación -en distintos momentos de la historia-, de las relaciones entre ambos países, es decir, la mala experiencia histórica; y
iii) los graves estragos que ha causado en la sociedad mexicana la política antidrogas y anti-crimen transferida desde EUA, sin que haya significado solución a una aguda problemática bilateral. Más de 100, 000 muertos.
En México está en proceso, soterradamente, una informal y no reconocida integración militar silenciosa y lenta, de facto, cuya avanzada ha sido la estrecha colaboración policiaca y militar en la lucha militarizada al combate en contra del conjunto de crímenes que realizan las organizaciones transnacionales del delito. Desde la firma del ASPAN (Acuerdo para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, 2005, tras los atentados a las Torres Gemelas), se han venido posicionando en los círculos militares estadounidenses –y aceptando en México- conceptos como: “seguridad regional”, “amenazas comunes”, “acciones regionales”, etc., con los ejércitos de los tres países al frente, profundizando gradualmente sus concepciones, visiones estratégicas y acciones de cooperación militar (EUA, Canadá y México), al grado que recientemente México ha participado en maniobras conjuntas con tropas estadounidenses, tanto en América Latina como en Asia Oriental, lo que no sucedía antes, así como, que se ha intensificado al máximo el entrenamiento de policías, agentes de inteligencia y tropas mexicanas en EUA, dentro y fuera de la “Iniciativa Mérida”, además de que la ayuda militar a México, es ya la segunda más importante del subcontinente, luego de la de Colombia (candidato a ingresar también a la OTAN). Sin embargo, este sería otro tema.
La política del avestruz (que entierra la cabeza para no ver lo que sucede a su alrededor), practicada por políticos, gobernantes, intelectuales orgánicos de las derechas entreguistas en el poder en México, que pretenden ignorar y no hablar de estos temas vinculados estructuralmente a la firma del TPP, sólo dañan la lucha permanente por la soberanía y hacen su contribución al mantenimiento de un statu quo muy desfavorable para el progreso más independiente de nuestros pueblos, frente al poderoso vecino del norte, empecinado en reconstruir su desgastada etapa de preeminencia absoluta en el sistema global, involucrando en calidad de aliados a todos los países que le son posibles, usando todo tipo de presiones o patrañas, encubiertas por intereses legítimos (defensa, seguridad, vigilancia, etc.)
Querer ver sólo preferencias arancelarias, acceso a mercados, reglas de origen, y flujos de capital, en este Tratado, es pensar y actuar imitando al avestruz. Estemos claros de todas las implicaciones que conlleva el TPP sin fingir ignorancia.
Noviembre-Diciembre, 2015.
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