SIRIA: UNA GUERRA ESTRATÉGICA DEL CAPITALISMO GLOBALIZADO DE CARA AL NUEVO ORDEN PARA EL SIGLO XXI
Dos Tratados Secretos: Del Sykes-Picot al Lancaster House. La Diplomacia Neocolonialista
Por Jorge Retana Yarto
En las dos primeras décadas de este siglo XXI, las superpotencias consolidadas de Occidente y Japón y las potencias geoestratégicas en ascenso (China, Rusia, India), con sus respectivas alianzas regionales, disputan los términos en que se desarrollará y concretará el Nuevo Orden Global, las jerarquías de autoridad política, el tipo de instituciones, el perfil y alcances de las mismas, su comando y control, y la dirección, contenidos, regiones geoeconómicas predominantes y ventajas de las transacciones económicas-financieras y tecnológicas que están dominando el presente siglo.
Dentro de esta disputa, como lo ha reconocido el Presidente Obama y sus asesores en Seguridad Nacional, el nuevo pivote estratégico, el heartland (concepto de Sir J. Halford McKinder) es la región de Asia Oriental, pero el Oriente Próximo ha sido una zona de determinantes geoestratégicas que no puede declinarse, aunque hay militares del equipo de investigación de la fuerza aérea de EUA (Murphy Donovan) que sostienen que dicho país ya relegó la región de la antigua Mesopotamia a segundo término, la abandonó en su orden de prioridades estratégicas. (Ver “Perfidius Turkey”, Revista: American Thinker, Diciembre 2, 2015, http://www.americanthinker.com/articles/2015/12/perfidious_turkey.html).
Hoy Siria, el conflicto bélico interno-externo que allí se viene desarrollando desde hace algunos años (finales de 2010, y desde 2011, en adelante), se ha convertido en el parteaguas geopolítico y geoestratégico militar del Oriente Medio en la región de Levante, que ha desplazado dos grandes temas regionales históricos: el conflicto árabe-palestino-israelí, y el conflicto Irán-EUA-Israel-Occidente, con el tema petrolero y la “Doctrina Carter” como telón de fondo. Esto, en sí mismo, es altamente significativo y trascedente, no sólo para la eventual y necesaria solución de ellos (en el segundo caso, se ha avanzado en lo fundamental del conflicto, que es el uso pacífico y vigilado de la energía nuclear en Irán; en el caso del primero, se encuentra estancado, con retrocesos y rodeado de la impunidad israelí en su accionar en Gaza y Cisjordania, incluso, en Líbano), sino, por cuanto ha modificado el orden de las prioridades estratégicas de las grandes potencias, incluida Rusia y China en la región.
Pero lo peor de la guerra en Siria, la más grande infamia, es que ha sido producto de una agresión planeada contra una República Soberana por parte de las “potencias democráticas occidentales”, una diplomacia neocolonialista en pleno siglo XXI.
I.- Enlazando el Pasado con el Presente
Históricamente, la República Árabe de Siria (RAS) es un Estado soberanamente muy joven, ya que tal condición se le escamoteó luego de la derrota Turco-Otomana en la primera guerra mundial a partir del famoso acuerdo secreto Saykes-Picott, anglo-francés de 1916, que reparte territorialmente y reconfigura así el Oriente Próximo al antojo de los intereses de estos dos vencedores en la contienda bélica. Por ello, Siria, Irak, Líbano y Palestina, se dividirían en áreas administradas por los gobiernos británico y francés, expulsando a los turcos de territorio hoy sirio, y de toda la región, territorio sobre el cual, en particular, plantean reivindicaciones ambas potencias occidentales, quedando finalmente aquella nación bajo la gran influencia geopolítica de Francia, accediendo a la Independencia hasta 1946, después de una nueva victoria aliada en la segunda guerra mundial que trastocó su estatus político precedente, país quien posee cinco grandes características que le singularizan y le dan la relevancia que hoy tiene:
Su posición geopolítica en la costa oriental mediterránea, le permite una salida rápida por vía del Mar Mediterráneo, desde Oriente Próximo a las costas occidentales, por ello mismo, con fronteras: desde el norte con Turquía, desde el este con Irak, por el sur con Jordania e Israel, y por el oriente con Líbano. Emplazamiento territorial, que en cierto momento, geopolítico, geoeconómico (comercio petrolero), o claramente bélico-conflictivo (tránsito de armas o tropas, posiciones militares) puede ser determinante dado su alto contenido geoestratégico;
http://recortesdeorientemedio.com/the-sykes-picot-agreement-1916-2/
Con una población que no llega a 25 millones de habitantes, el gobierno es laico dentro de una República Unitaria, en donde la mayoría que habla árabe, pertenece a la vertiente religiosa sunní (el gran conflicto interreligioso del islamismo desde hace 14 siglos, es entre sunnitas, que no aceptan ni tienen una autoridad religiosa central, y chiitas, que consideran necesario que la continuidad de Mahoma esté representada por un clérigo de la más alta jerarquía, que obligue a practicar los cinco credos básicos, y en menor medida, están en conflicto religioso también con los alawitas), el siguiente grupo demográfico musulmán son precisamente, los alawitas (una “ghulat”, derivación del tronco religioso chiita, que en la mayoría de los casos siguen actuando como sociedades secretas y practicando rituales; en Siria son unos 4 millones de personas, aproximadamente, el 13% del total, y dominan la Presidencia de la República y el grueso de las fuerzas armadas desde hace cuatro décadas), y luego, los chiitas, después, la población se segmenta étnicamente, en asirios, armenios, turcos, kurdos y refugiados palestinos. De allí la gran importancia que los ayatolas chiitas de Irán le dan al conflicto que arriesgó el dominio alawita y la condición de segunda congregación religiosa para los chiitas. No obstante lo anterior, desde el año de 1955 se marca un quiebre histórico en la política en Siria, en un doble contexto que la condicionó en amplia medida, en lo interno e internacional: la “guerra fría” y el conflicto israelí-palestino-árabe en Oriente Medio. La elección como Presidente de la RAS de Chukri el-Kuatli, que había vivido exiliado en Egipto y había adherido a la ideología del panarabismo socialista del gobernante egipcio, Coronel Abdel Nasser, facilitó un proceso que transcurrió entre 1958 y 1961, en el cual, Egipto y Siria formaron la República Árabe Unida (RAU). El-Kuatli y Nasser coincidían en su oposición a la continuación de la influencia occidental en ambos Estados y naciones, a sus objetivos tácticos y estratégicos, particularmente, al proyecto de formar una Federación Árabe expansiva propugnada desde Bagdad por el entonces gobernante Nuri es-Said, así como, la adhesión a los pactos defensivos anglosajones. Dicha política encontró aprobación y apoyo en la entonces U.R.S.S. y suscitó, en cambio, serios recelos en Turquía e Irak. De la Unión Soviética, llegaron abundantes cargamentos de armas a Siria, cuyo presidente visitó Moscú.
El 13 de noviembre de 1970, Hafez al-Asad (quien se formó militarmente entre oficiales soviéticos, opuesto a la unificación entre Siria-Egipto, la cual se disolvió en 1961, y enfrentó la enorme derrota ante Israel en la Guerra de los Seis Días, y consideró que Palestina era una parte central de la “Siria del Sur”, ocupó Líbano en 1976 y resistió y aplastó un levantamiento armado de la Hermandad Musulmana para derrocarlo en 1982, organización que realizaba atentados en Siria y Egipto) tomó el poder mediante un golpe de estado llevando al gobierno al Partido Baath Árabe Socialista. Al-Asad gobernó durante casi 30 años y a su muerte el 10 de junio de 2000, fue sucedido por su hijo Bashar Al-Asad, refrendado en una elección de candidatura única pero con legalidad. Ello inicia una nueva etapa que nos adentra en el conflicto actual. Es decir, en ambos gobiernos hay una filiación ideológica-religiosa, chiíta-alawita mezclada con orientaciones progresistas arabistas (hasta el inicio de la guerra, gobernó formalmente el Partido Baath Árabe Socialista con una orientación política civilista), una política externa de rechazo a la supremacía geopolítica occidental (EUA), pero practicadas internamente con “mano dura”, lo cual lo acerca mucho más a Irán y a los gobiernos chiítas actuales de Irak, a Rusia y China, pero lo pone frente a rivales regionales poderosos como Israel, Turquía y las monarquías del Golfo encabezadas por Arabia Saudita. Siria fue geoestratégicamente concebida en Occidente para ser parte de la “Primavera Árabe”, el cambio de regímenes o rediseño geopolítico de Oriente Medio Levante y el Norte de África, impulsados por los servicios de inteligencia occidentales, árabe-sauditas y el Mossad, un cambio inducido tipo “implosión”.
Se ha desarrollado en la zona una gigantesca operación geopolítica de Estado, mediante amplias y variadas “operaciones encubiertas”, guerra psicológica, manipulación mediática y propagandística, mucho dinero, impulso a grupos como los de la Hermandad Musulmana en la región, a fracciones de Al Qaeda (como Al Nousra), ejércitos de mercenarios, apoyo militar logístico y cobertura diplomática global. La guerra en Siria inició formalmente con un levantamiento en contra del gobierno, que ante la represión oficial y la injerencia externa, se fue convirtiendo en un movimiento armado para derrocar al gobierno de Bashar Al Asad, agrupándose la oposición en dos estructuras: el Consejo Nacional Sirio y el Ejército Sirio Libre con amplio apoyo extranjero. A ellos, se unió en 2014 avanzando desde el norte de Irak el Dáesh o Estado Islámico.
La economía actual de Siria ha colapsado como producto de la guerra civil (2011) y la intervención extranjera, que ha actuado mediante “sanciones económicas” por “violaciones a los derechos humanos”, es decir, propiciando un estrangulamiento económico, no obstante, posee una riqueza energética considerable: un tercio de las reservas de petróleo y gas del mundo, incluyendo la variante de yacimientos de lutitas o shale, que cruzando gran parte del desierto sirio puede tener salida vía comercio o explotación directa por las grandes corporaciones privadas, al Mediterráneo (la conexión Oriente-Occidente) para abastecer Europa Occidental, lo que la convierte en un territorio geoeconómicamente muy codiciado, pero que además, su dominio por EUA-OTAN revertiría el alineamiento actual de Siria con los rivales estratégicos de EUA y la UE, la Federación de Rusia y China. Una parte de la economía petrolera que controla el Estado Islámico (ISIS en inglés), y que le da cientos de millones de USD anualmente, y sostiene su gran aparato de guerra, va hacia oriente y occidente, vía Turquía. Se ha comprobado fehacientemente.
El Estado Islámico (se pasó a autoproclamarse así en junio de 2014) o Dáesh, efectivamente es un proto-Estado o un Estado embrionario: tiene una fuerza armada creciente y regular al servicio de una causa específica, una autoridad política-religiosa central, controla amplias zonas territoriales de Irak y Siria, tiene una economía que administra a base de las riquezas que toma de las zonas que conquista militarmente, tiene un conjunto amplio de relaciones externas con Estados y fuerzas irregulares, y tiene un proyecto de nación: el Califato Islámico en los territorios que hoy ocupan los Estados de Irak y Siria, justamente, sin omitir el impulso desde EUA-Occidente, principalmente, quien crea Al Qaeda e impulsa a ISIS, y opera con una doble política en la zona: apoyando subrepticiamente al EI o ISIS para lograr el cambio de régimen político en Siria (incorporándola al reordenamiento estratégico llamado “Primavera Árabe”), y mediáticamente, planteando su combate a fondo al mismo, a sus métodos brutales y a sus propósitos políticos. Pero hay muchas evidencias de este doble juego geopolítico y militar, lo mejor, el reconocimiento explícito de la Secretaria de Estado Hillary Clinton:
“En una entrevista concedida al medio digital The Atlantic …, (Hillary) Clinton admite que esta milicia ha sido creada por la Casa Blanca pero que se le escapó de las manos. "Hemos fracasado en crear una guerrilla anti-Assad creíble... El fracaso de este proyecto ha llevado al horror al que estamos asistiendo hoy en Iraq". La ex secretaria de Estado, incluso menciona una conversación con su presidente del febrero pasado, en la que le mencionó expresiones cuyo sentido comprende recién ahora. "Cuando tienes un ejército de profesionales que actúa contra campesinos, carpinteros e ingenieros que comienzan una protesta tienes que hacer algo - le habría dicho Obama- Lamentablemente, modificar la ecuación de las fuerzas en lucha es difícil, casi nunca uno lo logra". (Barlocci, Alberto, 19 de agosto, 2014, http://www.ciudadnueva.org.ar/areas-tematicas/internacionales/hillary-clinton-admite-que-el-estado-islamico-isis-es-nuestra-creacion/) Ver también los videos: https://www.youtube.com/watch?v=kz293ocSvJ4), https: //www.youtube.com/watch?v=Dqn0bm4E9yw, https://www.youtube.com/watch?v=J70E1xPlEcM;
De igual manera, un analista anglosajón como Patrick Cockburn (corresponsal en Oriente Medio de The Independent y antes analista del Financial Times) consigna el hecho histórico y sus consecuencias más inmediatas, en la responsabilidad de la dupla petro-guerrerista gobernante, W.Bush-Cheney:
“De no haber sido por la decisión de George y Dick de realizar un “paseo militar” por Iraq; de no haber agitado el espantajo de la destrucción nuclear y no haber proclamado que el régimen de Saddam Hussein estaba de algún modo vinculado con al-Qaeda y por lo tanto con el atentado de las Torres Gemelas; de no haber enviado decenas de miles de soldados estadounidenses a una Bagdad incendiada y saqueada (“son cosas que pasan”), desbandado el ejército iraquí, construido bases militares por todo el país y dejado llevarse por sus fantasías de eterna dominación del principal centro de producción de petróleo del planeta, independientemente de las tensiones étnicas y religiosas existentes en la región, el ISIS habría sido una posibilidad muy improbable. Fueron ellos quienes provocaron el impulso que rompió el equilibrio de poder existente en el lugar y crearon el vacío que un movimiento como el ISIS estaba tan horrorosamente bien preparado para llenar”. (“El porqué del fracaso de la guerra contra el terror emprendida por Washington”, Rebelión, 29/08/2014, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=188992)
La retirada de las tropas de Estados Unidos de Irak, facilitó que la versión política militar inicial del EI, una facción integrista del islamismo (vinculan orgánicamente los preceptos religiosos con la concepción del Estado y la Ley, desde una perspectiva ortodoxa) crezca y decida participar en la guerra contra el gobierno de Siria, lo que provoca una disputa de poder interna entre los líderes integristas Al Baghdadi y Ayman al Zawahiri, el heredero de Osama Bin Laden al frente de Al Qaeda, disputa que gana el primero y pasa a tratar de concretar su propio proyecto del Califato Islámico (un Estado con un sistema político religioso basado en el Islam, como los que crearon los discípulos de Mahoma, entre 632 y 1924, en que se creó el último Califato Otomano de orientación sunnita que tuvo como su capital Estambul, abolido por la reforma constitucional de 1926 en Turquía) en las zonas por ocuparse de Siria e Irak, autoproclamándose como el Califa Ibrahim con capital en Al Raqa (un Califa es un Príncipe de los creyentes), bajo la perspectiva histórica de reinstalar los imperios orientales islamitas (otomanos) en la zona geográfica ubicada entre España y Marruecos, y al oeste hasta Pakistán, así como parte de la India al este. Por ello han dicho diversos analistas que el EI o ISISI evoca la restauración del Medioevo en toda esa región. (Ver, Osama Saeed, “The Return of the Caliphate”, The Guardian, http://www.theguardian.com/politics/2005/nov/01/religion.world). Para estudiar y comprender una descripción al detalle de la estructura general de un Califato, recomendamos ver (http://www.nurelislam.com/ElCalifato/elCalifato.html).
Su avance amenaza con extenderse mediante el radicalismo de corte islámico, hacia el Cáucaso Sur: Armenia (con fronteras en Turquía), Georgia y Azerbaiyán, principalmente, es decir, a una parte fundamental de Asia Central. De allí, entre otras razones de gran peso geopolítico y estratégico, la confrontación directa decidida por el gobierno de Vladímir Putin, Presidente de la Federación de Rusia con ISIS.
ISIS pretende gobernar la Umma (comunidad de creyentes del Islam) y que todos los musulmanes le juren lealtad, entre tanto triunfa del todo, les convoca a desarrollar a su lado la jihaad islámica, la guerra santa contra los infieles. Su legitimidad no radica en sus métodos de gobierno o de trato a los adversarios (bárbaros en sí), sino en sus proclamas ideológico- religiosas de corte integrista (movimiento político que pretende implantar en los países islámicos la ortodoxia islámica más rígida, por ello, considera a los países desarrollados de Occidente como enemigos por infieles a Mahoma.
La diferenciación religiosa fundamental con otras vertientes islámicas del movimiento integrista, no proviene de la interpretación del Corán, sino de su pretensión de hacer de él la única fuente de toda ley. La ley islámica viene descrita en la Sharía o Ley del Islam. Aunque, como en toda ley, hay interpretaciones más laxas, como la de los suníes y sufíes, y más rigurosas como la de los chiítas.
A ISIS religiosamente se le considera una corriente yihadista-fundamentalista-wahabita. El wahhabismo es una corriente religiosa musulmana de la rama mayoritaria del sunnismo, creada por el reformador religioso Muhammad Ibn'Abd al-Wahhab (1703-1792) en el siglo XVIII, y su expandida influencia se debe a la inclinación hacia esta vertiente religiosa por parte de la Casa de Saúd, la dinastía de la familia real saudita y al apoyo mutuo que se brindaron. El wahhabismo es la orientación religiosa del Islam que tiene más influencia sobre los musulmanes sunníes en Arabia Saudí, que son la mayoría en dicho país). Es lógica entonces, la militancia de Arabia Saudita en la causa de ISIS, con dinero, con diplomacia, con servicios de inteligencia, con armas y aliados, etc.
Es más que evidente, lo extraño u opaco que resulta todo este cuerpo histórico, cultural, filosófico, religioso y doctrinario para el liberalismo occidental, cuyos Estados y gobiernos lo simplifican y visualizan sólo en términos de sus intereses primordiales y de su óptica como potencias regionales y globales, y así actúan sobre todo ello. Realmente, no entienden las grandes diferencias ni las respetan.
En un libro muy ilustrador, Jean Ziegler, socialista suizo, expone este sentimiento colectivo existente en ciertas sociedades, apoyado en la teoría de Maurice Halbwachs expuesta en “Les Cadres sociaux de la mémorie” y en “La Memoria Colectiva”:
“Halbwachs formula una teoría empíricamente verificable: al igual que los individuos, las sociedades humanas pueden experimentar el estado de conmoción, el desasosiego paralizante provocado por una agresión exterior, padecida sin previo aviso, y que manifiesta una violencia inaudita que ninguna categoría preexistente del pensamiento social consigue aclarar…¿Cómo reacciona una sociedad en estado de conmoción?. Destierra a lo más profundo de su memoria el acontecimiento destructor que su conciencia no consigue dominar. Existen pues, memorias claras y memorias obscuras. (…) Cuanto más traumatizante es un acontecimiento para una sociedad, más profundamente se hunde éste en su memoria. La conciencia colectiva debe entones domesticar lentamente el horror vivido. Sólo después de un largo periodo de maduración podrá hacerse posible la comunicación y el horror vivido transformarse en objeto de análisis” (“El Odio a Occidente”, Ediciones Península, Barcelona, 2008, pp.43-44).
En los razonamientos anteriores se mezclan dos cuestiones esenciales:
El extremo abuso de Occidente (potencias coloniales e imperialistas) sobre los pueblos de la región medio oriental asiática (incluyendo el apoyo irrestricto al sionismo Israelí y todo lo que el mismo ha propiciado), que provocó un estado de conmoción social, de desasosiego y conciencia obscura (salvo en el caso de las elites que prefirieron unir su suerte con servilismo ante Occidente);
Que luego de domesticar parcialmente –cuando menos- la agresión multifacética vivida a lo largo de décadas (expoliación de recursos naturales, agresiones políticas como golpes de Estado, agresiones militares, etc.) han pasado a una reacción al límite desde sus raíces más profundas existentes en su conciencia social, como lo es la religión islámica en sus vertientes interpretativas diferenciadas-, y ella se manifiesta, con Al Qaeda-ISIS, salvajemente, pero este es su origen primario, como explicación histórica elemental, no como justificación del presente.
No olvidar que el último Califato existente (el del Imperio Turco-Otomano, quien se alió con Alemania y la Triple Alianza como tal) fue destruido por Occidente militarmente durante la Primera Guerra Mundial, el del sultán Abdul Hamid, quien en su calidad de Califa, lanzó un llamado a la Yihad islámica contra la Triple Entente, la alianza militar durante ese conflicto, de Francia-Gran Bretaña y la Rusia de los Zares, pero fue desoído por las tribus y clanes guerreros de la Península Arábica, de Siria e Irak, en donde las maniobras políticas y promesas de Gran Bretaña y Francia habían logrado perder la voluntad de los clanes locales hacia la autoridad de Estambul. Legalmente, abolió el Califato en la República de Turquía, el primer Presidente Kemal Atatürk en 1922, junto a la renuncia expresa a cualquier objetivo imperial. La presión de la coalición militar vencedora, era muy poderosa para los vencidos. (Ver, Dimitri Kitsikis, “El Imperio otomano”, Capítulo II, Fondo de Cultura Económica, México, 1989).
Todos los grupos de “guerreros santos” que se nuclearon en torno a Osama Bin Laden y otros jefes militares en Afganistán para combatir y derrotar la intervención soviética de entonces (1979-89), procesaron y practicaron una alianza táctica con Occidente (EUA-OTAN) para ese propósito común (la derrota soviética), pero jamás han olvidado estos agravios históricos, y otros muchos más. De allí su cambio de frente de lucha.
Situación Estratégico-Militar en Territorio Sirio.
En el mapa anterior ofrecido por la agencia BBC Mundo, a pesar de reflejar la situación existente hacia el 1º de octubre de 2015, se muestra el emplazamiento y la disputa de los territorios en la guerra en Siria:
la presencia de Hezbolá en torno a la capital, Damasco y en toda la frontera con Líbano;
la zona controlada por ISIS, especialmente la franja que conduce a la capital del Estado Islámico, Raqqa;
la zona bajo control rebelde en torno a Alepo; iv) las zonas en donde actúan las fuerzas del Kurdistán, arriba de las importantes ciudades de Hazaka, Raqqa y Alepo;
pero sobre todo, la zona de las estratégicas ciudades en la frontera con Líbano y que conducen a la capital, Damasco, región en disputa entre ISIS-ESL y aliados, y el ejército leal a Bashar al Assad: Latakia, Hama, Tartus y Homs, área primordial actual de los bombardeos de la aviación rusa, y los disparos de misiles cruceros desde 4 navíos pertenecientes a la Flota del Mar Negro, en las zonas controladas por los rebeldes y en disputa con las fuerzas leales al Presidente sirio, como las zonas que circundan Latakia y Hama, bombardeos que apoyan una fuerte ofensiva terrestre con apoyo de tropas iraníes; ISIS en una situación de pánico, desarrollan una táctica de “escudos humanos”, están trasladando sus mejores pertrechos de guerra y centros de comando, a zonas altamente pobladas. (http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151001_internacional_mapa_siria_control_gobierno_estado_islamico_amv.shtml;http://elcomercio.pe/mundo/actualidad/rusia-bombardeos-siria-generan-panico-estado-islamico-noticia-1846272?ref=nota_mundo&ft=mod_leatambien&e=titulo/)
Es evidente que estamos ante un Estado (Sirio) cuya potestad soberana –decíamos al principio, muy joven históricamente- sobre su territorio nacional ha colapsado gravemente, y la autoridad pública sobre sus ciudadanos se encuentra severamente debilitada, al grado de que comprende a una parte muy heterogéneamente repartida en las grandes ciudades. Una crisis profunda y dramática de un ejemplar Estado laico y republicano en una zona plagada de Estados teocráticos y monárquicos.
Por lo tanto, es evidente que el conflicto actual hunde sus raíces en tres grandes apartados temáticos: la siempre conflictiva y violenta relación durante muchas décadas entre Islamismo y el Cristianismo, la economía y la política de Oriente y Occidente en choque sísmico; en la intrincada y compleja división del propio islamismo en diferentes tendencias al interior del credo musulmán; y en el enorme valor geoestratégico que la región del Oriente Próximo tiene en la geografía, la economía, la política y la estrategia militar de los Estados en el sistema interestatal. Pero sin un acercamiento básico a todo ello, es más complicado todavía su mínimo entendimiento, porque quedamos presos, entonces, de los slogans mediáticos sin contenido real. De la simple manipulación, o peor aún, de la tergiversación y la propaganda negra (material informativo que falsifica y deforma la realidad social, presentándose como neutral u objetiva, cuando su interés se ubica claramente en una parte del conflicto. Es propaganda engañosa).
Es decir, no basta la condena moral-cultural y mediática hoy del victimario, menos aún, el doble juego geopolítico, sino el análisis de las causas más profundas, históricas y contemporáneas de la víctima, por mencionar los hechos en esa forma simplificada, así como, las rectificaciones posibles. Se requieren cambios de fondo en la forma y contenidos tácticos y estratégicos en la promoción y defensa de los intereses nacionales de las potencias occidentales en Oriente Medio y Levante.
Para sorpresa de muchos, el Papado actual ha puesto sobre la balanza de fuerzas en disputa, todo su peso moral y religioso- cultural en favor de que las grandes potencias occidentales y otras regionales, salgan de la región y dejen de apoyar veladamente a ISIS, pero condenen sus métodos y actos de barbarie, sin abrir la más mínima posibilidad de cambiar lo fundamental de sus políticas y acciones en dicha región, históricamente sobre-agraviada por aquellas desde largo tiempo atrás, un sentir, sin duda, absolutamente mayoritario en toda la región, que antes, otros, pero recientemente Al Qaeda-ISIS han manifestado y explotado hasta los extremos, un orden construido sobre esas bases y que éstos últimos y su Estado en ciernes, desean derribar, instaurando un modelo de completa inspiración salafista (movimiento sunnita que reivindica el retorno a los orígenes del islam, fundado en el Corán y la Sunna o colección de escrituras sobre la vida de Mahoma, y el entendimiento de los Sahaba -se refiere a lo dicho y oído por los compañeros, discípulos, escribas y la familia del profeta Mahoma. La palabra se define como "compañero" o "aquella persona que vio o escucho al profeta Mahoma”-. Pese a ser un movimiento fundamentalista, no está unificado sino que existen varias ramas del salafismo que se diferencian en la manera de poner en práctica su disciplina, que propugna el uso de la violencia para imponer el Islam de los orígenes).
II. La Naturaleza Actual del Conflicto: Una Guerra del Capitalismo Globalizado
El conflicto internacional en torno a Siria es una guerra de posicionamiento estratégico del capital y sus ejércitos posmodernos en la región, y a partir de allí, en la esfera política, económica y militar global. No es, entonces, una guerra esencialmente civil interna, tampoco una nueva versión de la confrontación Este-Oeste de la guerra fría, ni solamente una guerra para controlar recursos naturales, es la primera guerra determinante de la posguerra fría (Afganistán, Irak fueron invasiones de ocupación neocolonial que no pudieron consumarse en su totalidad) para alterar los equilibrios de fuerzas resultantes de dicho escenario posmoderno en favor de una de las coaliciones estratégicas contendientes, la del capitalismo globalizado.
Revisemos y analicemos la siguiente concepción, cercana a la nuestra y aplicable sobre la actual guerra en Siria:
“El mundo, a partir de la década de los ochenta del siglo pasado, entró en una nueva fase de confrontación bélica que denominamos Nueva Guerra. Es nueva en la medida que supedita el carácter político-militar a los intereses económicos, no confronta a un enemigo en particular, sino que busca apropiarse de los recursos estratégicos y necesarios para el desarrollo y expansión del capitalismo; es una guerra no creada para el propósito de contrarrestar a un ejército subversivo y con proyecto anti-sistémico, puesto que no existe, más bien su orientación está en confrontar a todo aquello que se opone o resiste a la privatización y usurpación de recursos previamente focalizados (gas, petróleo, agua y biodiversidad), lo cual le da el distintivo de guerra privatizadora o expropiadora.
El caudal de recursos descansa en una base amplia que liga tres elementos importantes: tecnología, comunicación digital/satelital y nueva forma de combates que evitan la confrontación directa.
Estamos ante una nueva organización y operatividad logística que no es manejada por intereses geopolíticos y geoestratégicos, donde el territorio, el lugar, el sitio era preponderante para el dominio territorial; ahora interesa más la alianza militar para controlar, privatizar o usurpar recursos estratégicos que den más vida al capitalismo, bajo el domo convergente de la producción de las empresas transnacionales, el comercio internacional, el capital especulativo y otras formas de cooperación que se mueven alrededor de los intereses de la economía capitalista y que funcionan como poder de facto.”. Los intereses geopolíticos y geoestratégicos existen, pero se supeditan al fin superior que es posicionar al capital globalizado con poderosísimos ejércitos al frente, mayormente, en una región económicamente decisoria de aquí al final del tránsito energético en curso del siglo XXI. (Salazar, Pérez Robinson: “La Nueva Guerra y los Recursos Estratégicos”, http://www.ecoportal.net/TemasEspeciales/Politica/LaNuevaGuerraylos_Recursos_Estrategicos)
Por ello, en buena medida, en Siria se definirá una parte significativa de los términos de la estructura futura del balance del poder mundial, es decir, del nuevo Sistema Político Multilateral y del Nuevo Orden Económico Global, de la jerarquización de las potencias a su interior, de las alianzas y de los emplazamientos militares hacia el desarrollo del siglo XXI, como se está perfilando en las dos primeras décadas.
No olvidar, que los entornos geoeconómicos estratégicos en evolución, y luego los eventos tempranos que van tensando y confrontan a las fuerzas en Siria, tiene que ver con la disputa gasera de largo alcance entablada entre Rusia y aliados y EUA-Europa en torno a los mega-proyectos de gas, North Stream y South Stream impulsados por V. Putin (1995) mediante una Gazprom en proceso expansivo (la estrategia consistió en conectar las grandes zonas gasíferas de Rusia hacia Azerbaiyán, Turkmenistán e Irán, hasta el Oriente Próximo, en donde el territorio sirio (y libanés), con gran salida a la zona oriental del Mediterráneo, es fundamental para ir precisamente hacia la Europa mediterránea y luego a la zona centro-oriental (dos antiguos países integrantes del Pacto de Varsovia, pero sobre todo, la entrada a Alemania, la gran potencia Europea, con quien ahora se tienen acuerdos muy importantes de suministro gasero, y se ha esforzado por no proseguir a pie juntillas los dictados de EUA ante Rusia, a pesar del pensamiento conservador de Ángela Merkel) por lo que, situaron a Rusia en Europa como un poder energético casi imprescindible, que alertó a EUA y lanzó su propio mega-proyecto gasero llamado Nabucco, como la respuesta geoeconómica y estratégica del capitalismo globalizado, con una propuesta competidora, alternativa. Pero Putin iba un paso adelante, tenía la iniciativa. EUA trata de emparejar el paso con la iniciativa político militar, ulteriormente, como lo veremos.
North Stream ha sido conocido como Gasoducto Ruso-Alemán o Gasoducto del Báltico, funcionando, una construcción con valor de $6,000 millones de euros , y South Stream , un gasoducto desde Rusia al Mar Negro a través de Bulgaria, hasta Italia y Austria, pero cancelado en diciembre de 2014 (decisión del Presidente Putin), justamente por las disputas y presiones desatadas por EUA en el contexto de la “Crisis de Ucrania”, siendo sustituido por el Turkish Stream en 2014, que llevará gas natural desde Rusia a Turquía cruzando el Mar Negro, quedando una parte de los 63 millardos de m3 anuales en Turquía, y el resto, será reexportado a Europa. Por esto, por sus amplios vínculos con Rusia, Turquía tenía que ser el centro de la provocación, lo abordaremos luego. (Ver: “Putin: Russia Cannot Continue South Stream Construction in Current Situation». RIA Novosti, http://sputniknews.com/business/20141201/1015368062.html, 1 de Diciembre , 2014; y Paul, Amanda, 24 de enero de 2015, “Game on for “Turkish Stream”, http://www.todayszaman.com/columnist/amanda-paul/game-on-for-turkish-stream_370649.html)
En tanto, Nabucco, ha sido un proyecto alterno de gasoducto para el transporte de gas natural desde Erzurum, en Turquía, hasta Baumgarten an der March, en Austria. El objetivo de este tendido gasífero es el de diversificar las actuales rutas de suministro gasístico existentes en Europa (fundamentalmente, el Gasoducto del Báltico Rusia-Alemania), disminuyendo así la dependencia Europea con respecto a Rusia.
El Tendido Paralelo de los Gasoductos, South Stream y Blue Stream.
Fuente: http://russiaparachilenos.blogspot.mx/2011/07/el-gasoducto-del-norte.html
Todos estos nudos estratégicos pasan por Siria, directa o indirectamente. Un mega factor en juego subvaluado en la mayoría de los análisis, porque su territorio es ideal para la transportación de gas y petróleo, lo cual llevó en 2009, al Presidente de Siria, Bashar al Asad a anunciar el plan de desarrollo que denominó “Estrategia de los Cuatro Mares” para convertir a Siria en un nodo de transporte de petróleo y gas entre el Golfo Pérsico, el mar Negro, el Mediterráneo y el Caspio. En todo, tienen una gravitación central Irán y Rusia (como abastecedores y protectores del plan estratégico) y China (como el gran demandante o comprador, entre otros). Ya entonces, por su territorio pasaba el Gasoducto Panárabe (Arab Gas Pipeline), que conecta Egipto con Libia, y lo atravesó el tramo de gasoducto que conectó la ciudad de Kirkuk (Irak) con el puerto sirio de Baniyas (suspendido desde la invasión a este país).
La historia desde los proyectos de Putin a las disputas gasera involucradas en la actual guerra estratégica de Siria, es muy larga, recomendamos abajo una fuente de información fundamental. En ambos casos, de los mega-proyectos respectivos, se reconocía con amplitud y precisión que la guerra del petróleo era sustituida por la guerra del gas en la zona, como principal fuente de energía, con la Doctrina Carter vigente: EUA usará la fuerza militar ante cualquier intento de bloqueo o amenaza a los suministros energéticos desde la región. (Imad, Fawzi Shueibi: “Siria, Centro de las Guerras del Gas en Medio Oriente”, http://www.voltairenet.org/article174146.html)
Un último dato sustantivo:
“El verano de 2011 Siria firmó un convenio con Irak e Irán para construir un nuevo gasoducto que saldría del yacimiento de gas South Pars (Pars del Sur) en Irán, pasaría por Irak y Siria, y desde allí por el Mediterráneo llegaría hasta Europa. El proyecto, que costaría unos 10.000 millones de dólares, tendría una capacidad de transporte de 110 millones de metros cúbicos al día y empezaría a funcionar entre 2014 y 2016.” (Expertos: La transportación de gas es la razón verdadera de la guerra en Siria”, 28 d agosto, 2013, https://actualidad.rt.com/economia/view/104129-siria-guerra-gas-economia-petroleo).
El complemento analítico necesario. F. William Engdahl, especialista ofrece una mirada que incorpora el tema del conflicto inter-religioso en la zona:
“Los países orientales, la mayoría de los cuales profesa el islam sunita, ven el proyecto como un 'gaseoducto chií', es decir, un gaseoducto que sale desde Irán -chií-, pasa por Irak -de mayoría chií- y llega a Siria -donde los chiíes están en el poder, incluido el presidente. La situación se agrava, recuerda el experto, por el hecho de que el yacimiento South Pars se ubica en la frontera entre Irán y Catar, que es sunita y aliado de EE.UU.” (Ídem)
Esto pone a Rusia, China, Irán e Irak en una posición ventajosa en estos gigantescos negocios frente a las grandes empresas de EUA, pero sobre todo, pone a Europa como zona de disputa estratégica en tono a los suministros energéticos, a Siria como espacio clave de la transportación de los mismos (su salida por el oriente al Mediterráneo), especialmente de gas natural, el más inmediato sustituto del petróleo, por lo menos de aquí al año 2040- 2050. Y los radicales suníes islámicos, a ISIS, con su proyecto del Califato Islámico de corte wahabita, e incorporado al mercado petrolero como “abastecedor independiente”, rematando el barril de petróleo a 20 USD, y ocupando territorios de Irak y Siria, como golpeador de la economía energética de los gobiernos chiitas, de sus poderos aliados (con la aquiescencia y complacencia de sus propios patrocinadores regionales y extra-regionales, sobre todo, Arabia Saudita y EUA), y de los mega-proyectos en ciernes. Este conjunto de circunstancias lo hacen, a querer o no, muy cercanos a la alianza occidental y a las monarquías conservadoras del Golfo Pérsico, incluso en los temas del mercado internacional del petróleo y el gas.
En dicho contexto estratégico, Ucrania llevada a la UE-OTAN pretendía revertir la fuerte influencia geoeconómica ganada por Rusia a través del abasto gasífero a Europa y acercar la estructura militar del pacto atlántico en la frontera con Rusia, así como cerrar el acceso a Rusia a las costas del Mar Mediterráneo (derrocando a Al Asad y expulsándola de su base naval en Tartus que comunica con Crimea-Ucrania). Por razones de la geo-estrategia actual y de las guerras de última generación, Ucrania y Siria quedaron atrapadas en medio de nodos estratégicos de amplia e intensa disputa, proyectados en su posible solución a los escenarios y cursos de la lucha por reposicionarse de cara al siglo XXI. Cerrar el acceso al Mediterráneo a la poderosa marina rusa, por Siria y/o por Ucrania, le inmovilizaría en dicha zona fundamental, uno de sus dos grandes brazos a dicho país. El Zar Alejandro III había dicho algún día, que Rusia sólo tenía dos grandes amigos, su ejército y su armada. Putin, en ese sentido, no lo permitió.
En Siria, “la guerra de los gasoductos” inicia como lo narra Enrique Montánchez:
“…en 2009 cuando el Emirato de Qatar propuso, impulsado por Estados Unidos con objeto de reducir el control de Rusia sobre la energía de Europa, la construcción de un gran gasoducto de casi 5.000 kilómetros para enviar el gas natural qatarí a Europa a través de Arabia Saudí, Jordania, Siria y Turquía.
El presidente sirio, Bashar al-Asad, rechazó el proyecto al entender que perjudicaba los intereses gasistas de su aliado ruso, el mayor proveedor de gas natural al viejo continente. Apenas un año después, Al-Asad comenzó a negociar con Irán la construcción de un gasoducto alternativo que llevaría el gas iraní del campo de South Pars a Europa a través de Irak, Siria y Turquía.
Obama entró en escena y vio que la única forma de seguir adelante con el gasoducto qatarí y de acabar con la principal fuente de financiación de la economía rusa, junto con las exportaciones de petróleo, era derrocar al régimen de Al-Asad. La operación permitía, de paso, neutralizar el gasoducto iraní. (http://www.alertadigital.com/2015/12/11/el-gasoducto-mas-sangriento-de-la-historia-250-000-muertos-y-11-millones-de-desplazados-sirios/)
Esta disputa tiene también como antecedente lo sucedido en 2008 en la guerra entre Georgia y Osetia del Sur, que involucró como causal inmediato anterior la llamada “diplomacia de los oleoductos”. La cita siguiente es larga pero muy reveladora:
“El factor estratégico fundamental del conflicto es el petróleo en la región del Mar Caspio y sus oleoductos en lo que en 1995, 1998 y siguientes se denominó "la diplomacia de los oleoductos". Dicho concepto demostraba una predisposición de evitar un tema conflictivo y tratar de llegar a una solución negociada dándole a Rusia ciertos beneficios haciendo que todo el petróleo del Mar Caspio tuviese que pasar necesariamente por territorio ruso para llegar a los mercados internacionales (…) Este factor estratégico es clave y coincide con la actual política exterior rusa (….) La cuestión de los oleoductos merece dos observaciones. En primer lugar, que los georgianos realizaran un fuerte lobby en Washington con firmas especializadas de la actividad. En segundo lugar, el descubrimiento de reservas petroleras en el Mar Caspio (que despertara los intereses de las empresas petroleras occidentales, las cuales presionaron para lograr una mayor intervención diplomática de sus gobiernos en la zona del Cáucaso).
Ante el rechazo de Azerbaiyán de incluir a Armenia en el proyecto del oleoducto que llevaría el crudo de Bakú a la ciudad turca de Ceyhan, Georgia se transformó en un engranaje clave para la realización del proyecto. Sin perjuicio de lo anterior, Georgia se transformó en una pieza esencial para la nueva proyección global del poder de Estados Unidos después del 11-S. Así las cosas, y con el pretexto de la aparición de "terroristas" en el valle de Pankisi, Washington empezó a entrenar fuerzas especiales georgianas. Georgia, a su vez, envió dos mil efectivos como parte de las Fuerzas de la Coalición en Irak.” (Leopoldo M. Adolfo Godio: “Las Razones Políticas y Estratégicas de Rusia en el Conflicto de Georgia con Osetia del Sur” Noviembre 10, 2009, http://mundo.sputniknews.com/mundo/20091110/123917953.html
En Siria y Ucrania, la dinámica ha sido otra, ya Rusia ha mostrado sagacidad, rapidez y decisión, usando en un momento determinado del conflicto, la fuerza militar para evitar un posicionamiento estratégico occidental frente a sus fronteras, su accionar en Georgia fue preciso y mostró que se había producido un cambio evidente con relación al desprendimiento de Kosovo de la antigua Federación Serbia, al que Rusia pretendió oponerse diplomáticamente, consumado bajo el impulso de EUA-Occidente, en cuyo conflicto, todas las posturas de Rusia nunca fueron tomadas en serio.
A su vez, el profesor Michel Chossudovsky reafirma y amplía la visión ofrecida antes:
“La Estrategia de la Ruta de la Seda (SRS) constituye una piedra de base esencial de la política exterior de EE.UU. en la era posterior a la Guerra Fría. La SRS fue formulada en una ley presentada al Congreso de EE.UU. en 1999. Requería la creación de un corredor energético y de transporte que uniera a Europa Occidental con Asia Central y en última instancia con Lejano Oriente. La SRS es definida como un “sistema de seguridad trans-eurasiático”. La SRS demanda la “militarización del corredor eurasiático” como parte integral del “Gran Juego”. El objetivo declarado, tal como lo formula la Ley de Estrategia de la Ruta de la Seda, propuesta en marzo de 1999, es desarrollar el imperio de negocios de EE.UU. a lo largo de un extenso corredor geográfico.
Aunque la legislación de la SRS de 1999 (HR 3196) fue adoptada por la Cámara de Representantes, nunca llegó a convertirse en ley. A pesar de este revés legislativo, la Estrategia de la Ruta de la Seda se convirtió, bajo el gobierno de Bush, en la base de facto del intervencionismo de EE.UU. y la OTAN, especialmente para integrar a las antiguas repúblicas soviéticas del Sur del Cáucaso y de Asia Central en la esfera de influencia de EE.UU. La implementación exitosa de la SRS exigió la “militarización” concomitante de todo el corredor eurasiático desde el Mediterráneo Oriental a la frontera occidental de China llegando hasta Afganistán, como medio de asegurar el control sobre amplias reservas de petróleo y gas, así como para “proteger” rutas de oleoductos y gasoductos y corredores comerciales. La invasión de Afganistán en octubre de 2001 sirvió para apoyar los objetivos estratégicos de EE.UU. en Asia Central, incluyendo el control de corredores de oleoductos y gasoductos. Afganistán limita con la frontera occidental de China. También es un istmo estratégico que une la amplia riqueza de la cuenca del Mar Caspio con el Mar Arábigo.“ (“El Corredor Euroasiático: la Geopolítica de los Oleo y Gasoductos y la Nueva Guerra Fria”, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=71854).
De allí, la extraordinaria relevancia de esta guerra siria de reposicionamientos estratégicos. Siria es hoy justamente un nudo de cruces estratégicos, en donde contiende el capital globalizado con parte de sus enormes ejércitos, sus aliados regionales y sus vasallos locales, ante una coalición interestatal, económica, política y militar emergente que resiste y disputa los posicionamientos estratégicos occidentales. Todo lo demás, los regímenes autoritarios, los derechos humanos, el conflicto interreligioso, etc. son la cobertura ideológico-política, cultural y mediática, expresada en forma multifacética, inherente a todo gran conflicto político, pero no son los factores determinantes, no lo han sido a lo largo de los enfrentamientos bélicos.
El otro gran espacio de definición estratégica es la magna región de Asia Pacífico, hacia la cual EUA ha volcado sus prioridades, por ello desea dejar reordenado el Oriente Próximo, pero no le ha sido posible, a su medida y necesidades, porque diversas fuerzas regionales y extra-regionales se lo han impedido.
Pero, además y principalmente, hay analistas serios que convergen en la opinión de que, en Siria, si los temas y grandes intereses en conflicto, se salen de control (el propio Papa Francisco lo ha sugerido), puede engendrase un conflicto de proporciones mayores, indeseable para todos los actores presentes, porque la mezcla de actores estatales, no estatales organizados, mercenarios, agencias de inteligencia y seguridad, movimientos radicales, armas de alto poder, aviones cazas, buques de guerra, etc., pueden provocarlo, el cóctel es francamente de muy alta explosividad, a pesar de la conferencia internacional celebrada en la ciudad de Viena el 30 de octubre, y a la que asistieron 17 países participantes en el conflicto, directa o indirectamente.
Los graves riesgos:
“Siria, donde la sobresaturación de los cielos está a la orden del día. Los cazas rusos, los de Estados Unidos y los de la coalición que lidera, están volando cada vez más cerca. Ya (….) fuimos testigos de un incidente en el que Turquía decidió derribar un avión ruso. Y es allí donde está el riesgo de una confrontación entre las potencias. Un mal manejo de la crisis, la repetición de incidentes como el que vimos (…) podría desencadenar una serie de eventos, la invocación de alianzas y pactos de defensa, y consecuencias que podrían salirse de las manos de todas las partes. No sería la primera vez en la historia que algo así ocurriría”. (Meschoulam, Mauricio: “¿Tercera Guerra Mundial?. Los riesgos reales”, El Universal, 29/11/2015,http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/critica/mauricio-meschoulam/mundo/2015/11/29/tercera-guerra-mundial-los-riesgos).
Los propios analistas de la revista Forbes-México, comentan enfáticamente:
“(….) hay tensiones crecientes y roces entre las dos máximas súper potencias nucleares del orbe que tienen intereses contrarios, y están dispuestas a defenderlos con las armas. Los dos grandes bandos encabezados por Rusia-China y Estados Unidos-Europa-Japón, se siguen “enseñando los dientes”. El sábado, por ejemplo, el secretario de Defensa norteamericano, Ash Carter, acusó a Moscú y Beijing de poner en peligro el “orden internacional basado en principios”. Por supuesto, el orden al que se refiere es el que quiere imponer Washington, donde Rusia y China estorban: ambos jamás se permitirían ser estados vasallos. Eso molesta en especial a los neoconservadores norteamericanos que ansían la supremacía absoluta estadounidense, sin oposiciones. Lo anterior es imposible lograrlo por la buena. La guerra se erige entonces como la única vía para ese perverso fin. Por ello cada bando realiza ejercicios militares en preparación.” (Barba, Guillermo: ¿Hay Preparativos para una Tercera Guerra Mundial?, Diciembre 2, 2015; http://www.forbes.com.mx/hay-preparativos-para-una-tercera-guerra-mundial/).
En la Conferencia de Viena sucedieron varias cosas importantes, la prensa internacional tiene distintos enfoques y resalta diversos puntos tratados y posturas asumidas, pero todo indica que hubo muchos disensos, pero dos consensos fundamentales:
encargar a la ONU que procese un alto al fuego en cuanto sea posible pero a la brevedad, para abrir una pausa de negociaciones entre el gobierno sirio y la oposición, para integrar un gobierno inclusivo, creíble y no sectario, que permita encontrar una solución negociada de mediano y largo plazo a tan complejo conflicto; y
que la lucha contra ISIS tiene que intensificarse, coordinarse mejor, pero no pasa por la remoción del Presidente de la RAS, sin embargo, la pacificación tendrá que desembocar en unas elecciones libres y equitativas para elegir un nuevo régimen político.
A pesar de los bloques encontrados, EUA-Europa Occidental-Arabia Saudita-Turquía, de un lado, y Rusia-China-Irán, por el otro, éstos parecían acercarse, igualmente en dos puntos previos de alta conflictividad:
la salida de Bashar al Asad no es condito sine qua non para buscar salidas alterativas, y
Rusia no pretende mantener indefinidamente al Presidente sirio, sino que está dispuesta a aceptar un proceso de transición a un régimen distinto, pacíficamente.
El nudo gordiano parece estar en la oposición: ni logra una postura unificada para hacerse presente como tal en la mesa de negociaciones, pero aunque la tuviera, no aceptan dialogar con Bashar Al Asad, quienes además, no aceptan tampoco la presencia de Rusia e Irán en las conversaciones; no parece ceguera ni torpeza política o falta de realismo sobre los factores gravitantes de poder regional en el conflicto, más bien, apostaron todo al derrocamiento violento del régimen sirio y no logran asimilar en ese punto su derrota, además, el patrocinio occidental pesa demasiado en ellos. (http://www.elmundo.es/internacional/2015/10/30/5633d65046163f905f8b4605.html; http://www.abc.es/internacional/abci-claves-cumbre-viena-sobre-guerra-siria-201510300207_noticia.html)
Sin duda, la Conferencia de Viena, es la cumbre diplomática más importante celebrada sobre la guerra en Siria, y el esfuerzo multilateral por buscar una solución diversa al cauce actual de los enfrentamientos militares, cada vez más amplios y agudos.
Sin embargo, no está en posibilidades mínimas -debido a su naturaleza-, a su reducida convocatoria (aunque importante para la región) de dar a luz los trazos centrales de la parte del Nuevo Orden Global que se disputa en Siria, sus soluciones entonces, serán relativas, consensuara aspectos colaterales, no puede resolver el fondo estratégico de las disputas, la guerra apunta para un conflicto aún más prolongado.
De igual manera, la cumbre del G-20 en Antalya (Turquía) ciertamente se preocupó por la economía, pero de lo que más se habló fue de la situación en el Medio Oriente. Numerosas negociaciones bilaterales tuvieron lugar durante esa cumbre y todavía se ignoran los detalles de lo que allí se habló y de las decisiones tomadas en varios encuentros privados y bilaterales entre varios Jefes de Estado y Gobierno. Tendrán que revelarse de alguna manera en los próximos meses.
III.- El Arco Geopolítico del Desmembramiento de Siria y la Provocación a Rusia
Sin embargo, la guerra en Siria, se ha regionalizado e internacionalizado visiblemente, de tal manera, que actores regionales no involucrados directamente en el conflicto bélico, pretenden hacer su aportación a la balanza de fuerzas integrada de cada lado, y/o buscan un alineamiento estratégico con los grandes poderes en pugna en la zona y la problemática regional que se expresa mitificadamente en lo ideológico y político como una confrontación nacional entre una dictadura criminal y una oposición que busca la democracia y el progreso social. Nada más falso, nada más deformador y distorsionante producto de la desinformación como arma bélica, y la guerra psicológica como recurso mediático privilegiado. Propaganda negra, en pocas palabras.
Las investigaciones alternativas han cuestionado severamente, y en muchos casos, denunciado acremente, no sólo esta verdad oficial impuesta en y desde las agencias noticiosas y los medios electrónicos de la prensa en Occidente, han ofrecido –entre otras cuestiones- análisis en donde se ventilan las discrepancias soterradas al interior de la alianza atlántica con relación a Rusia, tanto en el conflicto de Ucrania (con otra versión mitificada de perfil similar al anteriormente esbozado para Levante) como en el propio caso de la guerra en Siria. Estas posturas matizadas o diferenciadas (según el punto o la acción en discusión) las han sostenido Alemania y Francia, que han secundado en lo fundamental las posiciones anglosajonas (EUA y Gran Bretaña), pero introduciendo variantes perceptibles por expertos o estudiosos del ambiente internacional. De manera que actúan como un bloque compacto, pero homogéneo no.
La hegemonía impuesta por la política occidental sobre la región, para remontarnos al proceso más reciente, tiene que ver con el reordenamiento geopolítico y estratégico mediante la “Primavera Árabe” que desarrolló en el terreno de la lucha política e ideológica, el cambio de régimen inducido externamente, que conllevaba la lista de “Estados Canalla” elaborada durante la Doctrina de W .Bush, de la “guerra global contra el terrorismo”, de las “guerras de ocupación y estabilización” y de las guerras “contra enemigos asimétricos”, a la que siguió la Doctrina Obama, de las “guerras encubiertas”, que incluyeron, ambas doctrinas (mayoritariamente, no en su totalidad) a los Estados luego trastocados en su régimen político, como, Irak y Afganistán (2001), Túnez, Yemen, Bahréin, Jordania y Libia (2011), alcanzando a Egipto, (el régimen de Mubarak había dejado de ser positivo para EUA), aunque varios Estados más, enlistados, sobrevivieron a la sentencia occidental (Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán y Siria). Dos de ellos, Irán y Siria, están en la mesa de negociaciones sobre Levante con EUA. La resistencia rinde frutos.
Todo ello, porque era evidente que para EUA-OTAN, los tres grandes aliados en Oriente Medio, ya no eran suficientes, ni adecuadamente funcionales a sus intereses regionales y estratégicos: Israel, Egipto y Arabia Saudita, eran insuficientes, por lo que se tomó la decisión de introducir variantes que permitieran expandir sus márgenes de maniobra táctica y estratégica, tanto, con nuevos actores estatales, como no estatales. En este sentido la articulación de esta política de cambios hacia los sectores del islamismo conservador, y proclives a Occidente, que renunciaran explícitamente a los actos de terrorismo armado, condujo sin contratiempos a la Hermandad Musulmana o Hermanos Musulmanes, una organización perteneciente al llamado “Islam Político”.
“La Cofradía de los Hermanos Musulmanes fue creada por Hasan al-Banna en la ciudad egipcia de Ismailiya en 1928. Su inspiración fueron las diferentes corrientes regeneracionistas musulmanas, en función de las que dotó a sus teorías de una dimensión política y social. Se convirtió en la organización más importante de Egipto y en parte del mundo musulmán, llegando a ser punto de referencia para los movimientos islamistas del siglo XX (…) los Hermanos Musulmanes surgieron como un Movimiento que aspiraba a un modelo social. Expandieron una organización en red que, progresivamente le dotó de una estructura de servicios paralela a la Administración pública. (…) En la década de los cincuenta, durante los años calientes de la guerra fría, Said Ramadan, yerno y seguidor del fundador, mantuvo contactos con el presidente Eisenhower. Desde el exterior se percibía entonces a los Hermanos Musulmanes como el mejor instrumento para luchar contra el régimen de Nasser quién, a su vez, inició una campaña contraria a la Hermandad, disolviéndola en 1954. En las décadas siguientes fueron reprimidos, y pasaron la mayor parte de su trayectoria en la clandestinidad. Muchos salieron de Egipto hacia Europa, Estados Unidos o Arabia Saudí (…) Al margen de las diferencias entre shiíes o sunníes, el ímpetu reformador acabó traduciéndose en un proceso de filiación musulmana frente a los gobiernos occidentales.” (Algora, Weber, Ma. Dolores: “Los Hermanos Musulmanes Después de la “Revolución del 25 de Enero”: de los Ideales de Pasado a los Desafíos Políticos del Presente”, http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4098404/1.pdf)
Occidente de la mano de EUA, hizo una apuesta alta en la región por la alianza con la fracción menos radical del islamismo militante, el sunismo vinculado a la Hermandad Musulmana, ejecutaron a Bin Laden y provocaron la reconfiguración de Al Qaeda y simpatizantes cercanos, que desembocó en Irak, por ejemplo, en una especie de filial que es Al Nusra, el más radical de los destacamentos islámicos contra Occidente y las potencias de Oriente, triunfando el proyecto, no ya de seguir atacando a las potencias occidentales mediante un tipo de terrorismo sistémico religioso, sino de construir por la vía armada un Estado Islámico (un Califato) en territorios de Irak-Siria (en Libia, Al Qaeda e ISIS se combaten), lo que lo acercaba en algunos aspectos a Occidente-EUA y sus aliados regionales, pero lo alejaba desde otras perspectivas de todos ellos. ISIS fue estimulado para su creación, usado y apoyado en un primer momento, pero será combatido denodadamente en otro. Su tiempo pasó y no lograron –con la oposición siria, entre ellos, del Movimiento Islámico de los Hombres Libres de Siria, milicianos y un ejército de mercenarios, más todo el apoyo occidental y de las monarquías conservadoras de la región-, derrocar a Bashar Al Asad.
La entrada abierta y clara de Rusia, Irán y China en la guerra, con sus propios objetivos tácticos y pertrechos militares, en áreas directas de combate, modificaron el balance de fuerzas. La estructura y la coyuntura del conflicto, en la región y su proyección global, cambió de manera irremediable. Hoy existe otra guerra en Siria, respecto de la que apreciábamos hace tres meses.
ISIS no pudo cumplir ésta última función (derrocamiento de Al Asad) que es lo que más les interesaba para su proyecto, estratégicamente, y que esperaba de ellos, la alianza occidental, parece ser entonces, que como ejército (no la causa nacional que sustentan), su suerte está echada, aunque en el mediano plazo, porque su fuerza es real y seguirán apoyándolos varios países y decenas de miles de musulmanes. Los bombardeos británicos y franceses y la pretendida coordinación de éstos últimos con la ofensiva aérea y terrestre de Rusia-Irán-China, así como el acuerdo prudencial con EUA para el tránsito aéreo de aviones de combate de ambos bandos en cielo sirio avanza en esa dirección, accidentadamente, pero perfila esa línea de continuidad.
Los atentados de París, con los antecedentes del ataque a la revista Charlie Ebdo, tiene un tufillo a ser el 11 de septiembre francés: a) señalábamos en nuestrso reflexiones sobre este “atentado” que había dos razones fundamentales para el evento: forzar al presidente François Hollande a una injerencia mucho mayor y abierta en Siria contra ISIS, y que la imagen dubitativa y frágil que proyectaba su mandato frente al “terrorismo” para las elecciones más cercanas, lo ponían en riesgo de una derrota parcial frente a la derecha radical que presagiaba una derrota mayor en las elecciones presidenciales; b) que era central generar un sentimiento muy enconado de tipo “anti-islam” en Francia y Europa, como prerrequisito para orientar las fuerzas militares a una mayor apoyo contra Bashar Al Asad y hacer triunfar a las “facciones moderadas” en Siria, que hoy combaten cercanas al lado de ISIS. Después se encargarían de ISIS, primero, derrocarlo y avanzar con fuerzas islámicas proclives y dóciles a Occidente. La “alianza oriental” ha frustrado las maniobras.
Sabemos también, que Francia, el Presidente Hollande, tiene un proyecto propio para la región, tiene su propia guerra en Siria e Irak (las reminiscencias del Sykes-Picot) en alianza con el Estado y gobierno de Israel. Es difícil pensar que sin la anuencia del resto de la OTAN. Correctamente señala el analista Rubén Lara:
“Con una mano, el gobierno francés moviliza todos sus medios de prensa para atraer la atención de la población hacia los atentados del 13 de noviembre. Con la otra, el mismo gobierno francés inicia, con Israel, una nueva guerra en Irak y en Siria. Su objetivo ya no es el derrocamiento del régimen laico en Siria, tampoco la destrucción del ejército de ese país sino la creación de un Estado colonial en territorios pertenecientes a Irak y Siria, colonia que sería administrada por los kurdos, para atrapar a los Estados árabes en una tenaza. Regresa el sueño de expansión de Israel desde el Nilo hasta el Éufrates.”. (Noviembre 24, 2015,http://www.laproximaguerra.com/2015/11/francia-e-israel-inician-una-nueva-guerra-en-irak-y-en-siria.html).
LA HIPÓTESIS DEL DESMEMBRAMIENTO PLANEADO DE SIRIA y LA RECONFIGURACIÓN DE ORIENTE MEDIO.
Fuente: “Imagining a Remapped Middle East”, By ROBIN WRIGHT, Published: September 28, 2013
Dicho analista hace alusión al planteamiento que hizo Robin Wright en el periódico The New York Times-Sunday Review el 28 de septiembre de 2013, en que ofrece una descripción de la reconfiguración planeada en esta alianza judeo-gala para la región, a partir del centro estratégico que representa Siria. El eje de dicho plan sería la formación del Kurdistán como Estado Nacional hacia el norte, y del Sunnistán al sur, solucionando de esa manera lo que un funcionario de la ONU –según el mismo autor estadounidense- llamó “la falla central” territorial entre sunníes y chiíes: el actual territorio de Irak (para decirlo en estos términos, los sunitas están extendidos especialmente en el Magreb o norte de África, la Península Arábiga y parte de Asia Central, mientras que la mayoría de los chiítas vive en el antiguo territorio de Persia (Irán y el Irak de hoy).
Si entendemos correctamente la hipótesis, en otras palabras, las fronteras geográficas actuales no concuerdan con las identidades nacional-religiosas y étnicas, y ello genera una inestabilidad permanente a la que es menester hacer frente con una reconfiguración geográfica, política, étnica y religiosa, en este caso, promovida por occidente y liderada por la alianza judeo-gala con respaldo de la OTAN.
Pero detrás de todo el acontecer de Siria, como telón de fondo histórico, está un evento sustantivo acaecido desde antes de la “primavera árabe”. Y para todos los que aún creen en que detrás de las guerras occidentales está principalmente la lucha por la libertad y los derechos humanos, aquí tienen lo siguiente:
“El ex ministro francés de Relaciones Exteriores Roland Dumas reveló en un programa de la televisión del Parlamento francés que los británicos recurrieron a él en 2010, o sea antes de la «primavera árabe», en busca de apoyo para desatar una guerra contra Siria (proyecto que implicaba el envío de «rebeldes y otros mercenarios contras» según sus propias declaraciones en el programa de TV al cual fue invitado.
Las revelaciones de este ex ministro socialista de Relaciones Exteriores, dadas a conocer en el programa “Ça vous regarde”, del canal LCP, confirma la hipótesis de que la agresión contra Siria ya estaba prevista en las cláusulas secretas del Tratado de Lancaster House, firmado el 2 de noviembre de 2010. Aquel documento, que supuestamente debía organizar la cooperación militar franco-británica, ya incluía también una serie de cláusulas secretas sobre la agresión contra Libia.” (23/06/ 2013, http://www.alertadigital.com/2013/06/23/el-ex-ministro-frances-de-relaciones-exteriores-confirma-que-la-guerra-contra-siria-se-planeo-antes-de-la-primavera-arabe/)
Adicionalmente, y para demostrar que este plan secreto, si bien esta encabezado por Francia y Gran Bretaña, cuenta con la participación multifacética de EUA-OTAN. Particularmente, un documento secreto de la DIA (Defense Intelligence Agency) del 12 de agosto de 2012, que desclasificó en mayo de 2015 mediante solicitud al gobierno de los EUA, la ONG estadounidense “Judicial Watch” (http://www.judicialwatch.org/), quien titula el documento “Informe de Levante. La Realidad del Medio Oriente”, el cual contiene los siguientes códigos secretos de identificación y clasificación: “BT CONTROLS SECRET INFORM SECTION 1 OF 3, QQQQ, SERIAL (U)” y luego en un pequeño recuadro con la siguiente inscripción: “ (3) (10) USC (luego un signo no identificable) 424” y una leyenda que dice: “THIS IS A COMBINED MESSAGE”, y al parecer, un nuevo código clasificatorio: “ 14-L-0552/DIA/ 287”, documento, al parecer titulado “Estado Islámico en Irak”, establece un análisis como el siguiente (mediante traducción), en donde se consagra una alianza planeada por los objetivos estratégicos buscados con el derrocamiento del Presidente de Siria, y de facto (en el terreno militar) entre Occidente y la oposición siria capitaneada por ISIS, y cómo, esta organización es plenamente funcional a la estrategia occidental en Siria, y también el inconveniente fundamental de ello:
“LA SITUACIÓN GENERAL:
A. EVENTOS INTERNOS, están tomando la DIRECCIÓN SECTARIA PREVISTA.
B. EL salafismo, la Hermandad Musulmana, Y AQI (se trata de Al Qaeda, JRY) SON LAS FUERZAS importantes que impulsan la insurgencia en Siria.
C. EL OESTE, los países del Golfo y Turquía apoyan a la oposición; Mientras que Rusia, China e Irán apoyar al régimen....
3. (C) Al Qaeda - IRAQ (AQI): ... B. AQI apoyó la oposición siria desde el principio, tanto ideológica como por los medios de ......
4.D. HUBO una regresión de AQI en las provincias occidentales en Irak durante los años de 2009 y 2010; Sin embargo, tras el surgimiento de la insurgencia en Siria, LOS PODERES religiosos y tribales en las regiones COMENZARON a simpatizar con el levantamiento sectario. ESTE (CONDOLENCIA) apareció en SERMONES oraciones del viernes, que pedían voluntarios para apoyar a los sunitas [sic] en Siria. ...
“7. (C) LOS SUPUESTOS DE FUTURO DE LA CRISIS:
A. EL RÉGIMEN va a sobrevivir y tener control sobre el territorio sirio.
B. DESARROLLO DE LA ACTUALIDAD EN REPRESENTACIÓN DE GUERRA: ... las fuerzas de oposición están tratando de controlar las zonas orientales (Hasaka y Der Zor), adyacentes a LAS PROVINCIAS occidentales iraquíes (Mosul y Anbar), ADEMÁS DE LAS FRONTERAS TURCAS vecinas. LOS PAÍSES OCCIDENTALES, LOS ESTADOS DEL GOLFO Y TURQUÍA están apoyando estos esfuerzos. Esta hipótesis es MUY PROBABLEMENTE DE ACUERDO CON LOS DATOS DE EVENTOS recientes, que ayudarán a preparar refugios BAJO PROTECCIÓN INTERNACIONAL, similar a lo ocurrido en Libia CUANDO BENGASI fue elegido como el centro de mando DEL GOBIERNO PROVISIONAL....
8. C. SI LA SITUACIÓN se desenreda, EXISTE LA POSIBILIDAD DE QUE SE ESTABLEZCA UN PRINCIPADO Salafista declarado o no declarado EN EL ESTE DE SIRIA (Hasaka y Der Zor), y esto es exactamente lo que los PODERES DE APOYO A LA OPOSICIÓN QUIEREN, a fin de aislar al régimen sirio, que se considera LA PROFUNDIDAD ESTRATÉGICA DE LA EXPANSIÓN SHIA (Irak e Irán).
8.d.1. ... ISIS PODRÍA TAMBIÉN DECLARSE UN ESTADO ISLÁMICO A TRAVÉS DE SU UNIÓN CON OTRAS ORGANIZACIONES TERRORISTAS EN IRAK Y SIRIA, creando un PELIGRO GRAVE EN RELACIÓN A UNIFICAR IRAK Y LA PROTECCIÓN DE SU TERRITORIO.” (http://www.globalresearch.ca/defense-intelligence-agency-create-a-salafist-principality-in-syria-facilitate-rise-of-islamic-state-in-order-to-isolate-the-syria)
Ante el problema para EUA de consolidar la reunificación socio-religiosa y política de Irak y la protección del territorio, se optó por una estrategia combinada: utilizar el proyecto nacional de ISIS como medio para concretar los objetivos del acuerdo secreto Franco-Británico-Israelí, una vez, habiendo tenido una serie de éxitos parciales con la “Primavera Árabe” y el entrenamiento de la oposición siria.
Otro web-site se refiere así al contenido del documento desclasificado:
“documento desclasificado de 2012 de la Agencia de Inteligencia de la Defensa revela: "Con el fin de aislar al régimen sirio" Occidente facilitará el ascenso del Estado Islámico. El ex director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, Michael Flynn, confirma que no sólo había estudiado el Memo de la DIA, en donde se confirma que Occidente respaldó un Estado islámico en Siria en 2012, sino que incluso afirma, que el patrocinio de yihadistas radicales desde la Casa Blanca (que surgirían como ISIS y al-Nusra) contra el régimen sirio fue ‘una decisión deliberada.’ (8 de Agosto, 2015, http://shoebat.com/2015/08/08/former-defense-intelligence-agency-chief-says-obama-white-house-made-willful-decision-to-support-al-qaeda-and-muslim-brotherhood-in-syria/)
Las potencias seudo-democráticas occidentales haciendo alarde de una diplomacia neocolonialista, conspirando para derrocar a un gobierno legal y legítimo porque les estorba para concretar sus planes de desmembramiento de una República Soberana, poseen, al menos, siete propósitos estratégicos:
Una segunda reconfiguración del Medio Oriente incluyendo Levante, ha sido proyectada en el contexto de dos premisas de gran alcance: una postura regional-global de repliegue relativo como signo dominante de la política exterior de EUA-Obama, y bajo condicionantes geopolíticas, geoeconómicas, geoestratégicas y militares de la diplomacia occidental, en general, con las cuales pretenden enfrentar la permanente inestabilidad y la fragilidad institucional de los Estados de la región, bajo una óptica de perfil neocolonial.
Los antecedentes del pretendido cerco a la Federación de Rusia y de control de los corredores euroasiáticos del gas, petróleo y del transporte, para los gigantes energéticos de EUA, GB y Francia, arrancan con la formación del GUAM (acuerdo militar de 1997, patrocinado por EUA, entre Georgia, Ucrania, Uzbekistán, Azerbaiyán y Moldavia, en 2007 se retira Uzbekistán), rutas energéticas que van, desde la Cuenca del Mar Caspio hasta Europa Occidental, particularmente, el oleoducto Odessa-Brody-Plotsk (OBP), que lleva petróleo centroasiático vía Odessa al Norte de Europa, evitando territorio ruso, cerco geoestratégico-militar y geoeconómico, que los últimos gobiernos rusos han desmontado gradualmente, por lo que la guerra en Siria, ha pretendido recomponer dicho cerco para bloquear el camino de Rusia al mar Mediterráneo, como parte de una estrategia ofensiva que pretende circunscribir los movimientos estratégicos de esta poderosa federación en plena emergencia geopolítica y global, golpeando su factor estratégico esencial: la economía energética, su red de gasoductos y oleoductos, sus vínculos con Europa.
Controlar, ya reconfigurada y con uno de los rivales estratégicos reducido en sus proyecciones económicas y militares, el gas de la región, asegurando un abasto seguro, suficiente y competitivo, en una etapa de transición energética que determinará el futuro de las economías que compiten (las asiáticas emergentes y las occidentales consolidadas) de cara a la estructuración del nuevo Orden Global del siglo XXI.
El capital globalizado y tecnológico de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, decidió pelear y tratar de ganar una guerra estratégica que en Siria se ha venido desarrollando bajo el signo de tomar ventajas frente a los grandes poderes económicos emergentes, en la carrera por lograr una transición energética hacia el gas natural, por las rutas más factibles, que conecten el oriente del Mar Mediterráneo con el sur y centro de Europa, en sustitución del petróleo, que en la región ha sido el gran factor geopolítico y geoestratégico durante el siglo XX para Occidente.
Los atentados de París (viernes 13 de noviembre, 2015), los que han bautizado algunos analistas como el “11/09 francés” ha permito tres objetivos en paralelo:
incorporar plenamente, con consenso social al Estado y ejército francés, a la guerra estratégica en Siria y a la promoción mayormente activa del proyecto de desmembramiento nacional y reconfiguración regional de Siria, con la cobertura ideológica de la “lucha contra el terrorismo-yihadismo islámico”, conforme al tratado secreto de Lancaster House de noviembre de 2010, entre Francia y Gran Bretaña con la activa y coadyuvante participación de Israel (bajo sus propios objetivos), y la igualmente activa promoción y apoyo de EUA y demás miembros de la OTAN. Hoy queda más que claro, que el diseño estratégico y la operatividad de la “Primavera Árabe” fue el Plan Regional complementario de EUA-OTAN para coadyuvar al logro de los objetivos del Tratado Lancaster House. Una estrategia de pinza sobre los Estados no sumisos a Occidente en Medio Oriente-Levante y el Magreb (Norte de África), esencialmente;
permitir al gobierno francés ejecutar sus nuevos enfoques sobre contrainsurgencia, diseñados por el gobierno del ex presidente Nicolás Sarkozy (plasmada en el “Libro Blanco para la Defensa”) reformulada parcialmente y aplicada por el actual presidente francés, François Hollande (expresada en el “Libro Blanco: para la Defensa y la Seguridad Nacional“, ver, http://www.ambafrance-mx.org/Libro-Blanco-defensa-y-seguridad, junio, 2013), lo cual conlleva a determinar la seguridad exterior a partir de una concepción de la seguridad interior, en cuyo entorno de crisis se revalora la identificación del “enemigo interno” que ataca la seguridad nacional del Estado, y cuyo eje es su doctrina del “paralelismo jerárquico”, es decir, el sobre-posicionamiento de una estructura de poder de las fuerzas coercitivas del Estado, soterradamente, por encima del orden constitucional, para hacer frente a las amenazas manifiestas a dicha seguridad. Un discurso de guerra sirve siempre a los fines autoritarios, a hacer de la excepción la norma. No olvidar que el Presidente Hollande califico “los atentados de Paris” como “un acto de guerra” del Estado Islámico. Todo ello conlleva al endurecimiento de las políticas de seguridad, inmigración, etc., del Estado, la coacción e intimidación diversa sobre la sociedad civil, en la ruta señalada por las “Leyes Patriot I y II” y “La Ley de la Victoria”, propias de la experiencia estadounidense luego del “9/11/01”: contraponer como disyuntiva política nacional, la seguridad interior al ejercicio pleno de las libertades constitucionales, avalando jurídicamente la comisión de todo tipo de actos ilegales y tropelías contra “inmigrantes sospechosos de terrorismo”. La propuesta de Hollande en este sentido preciso, ha sido un Estado de Excepción por tres meses. Mayor claridad no se puede pedir; y
Es evidente que Francia desea recuperar un papel protagónico en Medio Oriente, pero sobre todo, en Siria, pero en Francia, el líder del “socialismo francés” escogió la peor vía posible. Gilbert Achcar se ha encargado de exhibir como se ha echado a nadar la estructura coercitiva paralela al orden constitucional ante la crisis de “los atentados”: “La consecuencia del discurso de la guerra ya está ahí: François Hollande ha decidido hacer votar una ley que prorroga por tres meses el Estado de excepción proclamado tras los atentados y que la vigente ley limita a doce días. Desea reformar la Constitución francesa para ampliar las causas para las excepciones a las normas democráticas que contempla la misma, incuso cuando se trata de una Constitución nacida en 1958, en una situación de excepción y que ya codifica de forma copiosa la excepcionalidad a golpe de poderes excepcionales (art. 16) y de Estado de sitio (art. 36). A partir de ahora, el gobierno francés prevé, sin recato, graves violaciones de los derechos humanos: privación de la nacionalidad a personas de otra nacionalidad (imagínense a quien irá dirigida), detenciones sin cargos, y otras cartas blancas que se otorgan al aparato represivo”. (Le Monde, 11/2o/15, http://www.vientosur.info/spip.php?article10704)
La parafernalia guerrerista actual en Francia, el acuerdo de ésta con Israel, el pacto de ella con Gran Bretaña, y la propia “Primavera Árabe”, cuadran y se adaptan perfectamente bien, se complementan y encuentran su mejor antecedente, en la llamada “Estrategia de la Ruta de la Seda” de EUA, cimiento sustancial de la política exterior de dicho país en la etapa pos-guerra Fría, presentada como proyecto de ley al congreso de los EUA en 1999, en la cual se planteó la creación de un corredor energético y de transporte que uniera a Europa Occidental con Asia Central y en última instancia con Lejano Oriente, se definía también, como un sistema de seguridad energética trans-euroasiático, demandando su militarización, poniendo como objetivo estratégico el control de todo el corredor eurasiático desde el Mediterráneo Oriental (Siria tienen salida a dicho mar por esa costa) a la frontera occidental de China llegando hasta Afganistán, como medio de asegurar el control sobre amplias reservas de petróleo y gas, así como para proteger rutas de óleo y gasoductos y corredores comerciales. Esta, que fue una estrategia diseñada en el gobierno de George W. Bush, podemos observar que mantiene algunos de sus aspectos cruciales en las dos administraciones de Barak Obama. En toda esa estrategia, estorban los gobiernos de Siria, Irán, Rusia y China, y ahora, hasta el gobierno chií de Irak. (Chossudovsky, Michel. “The Eurasian Corridor: Pipeline Geopolitics and the New Cold War”, http://www.globalresearch.ca/the-eurasian-corridor-pipeline-geopolitics-and-the-new-cold-war/9907).
Esta brutal y nefasta política de Occidente, ha permitido que hoy un Estado embrionario como ISIS, se haya convertido en una potencia media en la exportación de petróleo: a través de las zonas que controla (en Irak y Siria), su producción de petróleo supera los 1.5 millones de barriles diarios (hay distintas estimaciones, el rango de estimación va desde 400,000 barriles diarios a 2.1 millones, de manera que esta cifra sería un valor cercano al promedio de ellas), completada como corolario con la nauseabunda política del actual gobierno turco de permitir el paso por su frontera para que dicho hidrocarburo sea vendido a precio de remate, al 50% del precio promedio internacional que oscila entre $40-45 USD, es decir, a entre $20 y 25 USD el barril, lo que le genera un ingreso diario multimillonario. Pero además, introduce un factor adicional de desajuste en un mercado internacional de suyo afectado por la caída de su valor monetario promedio, impulsando una mayor tendencia a la baja, por lo menos en la región y en los mercados de crudo cercanos a ella. (30 de Noviembre, 2015, http://www.alertadigital.com/2015/11/30/como-afecta-a-la-economia-mundial-el-ansia-de-erdogan-por-comprar-el-petroleo-del-estado-islamico/).
La provocación montada contra Rusia mediante la mano sucia de Turquía, en el evento del derribo de un avión de combate (Su-24) que supuestamente violó el espacio aéreo de Turquía, es inverosímil que haya sucedido sin la anuencia de la OTAN en pleno, fue un paso muy arriesgado, Rusia se abstuvo de una respuesta simétrica, entendiendo tres cuestiones que están detrás de ello:
i) infligir una pequeña derrota militar al gobierno de Putin, en el contexto de una campaña de su aviación de guerra muy exitosa contra cientos o miles de objetivos militares de ISISI en Siria, y prácticamente deteniendo su avance, lo que ha modificado el cuadro de guerra en dicho país a favor de la coalición oriental que encabeza Rusia, precisamente;
ii) probar la capacidad de los Su-24 frente a la aviación militar que poseen los miembros no líderes de la propia OTAN, y probar también, el grado de resistencia de Putin y el ejército ruso ante tales provocaciones, que en cualquier otro momento y escenario, pudieron desatar una guerra. En realidad, la respuesta al ataque está aún pendiente, no se ha dado, no se conoce; finalmente,
iii) Turquía era el país indicado, porque había logrado acuerdos económicos fuertes con Rusia en plena campaña anti-rusa de la OTAN por el tema de Ucrania, y porque eso hacía parecer como creíble “la violación del espacio aéreo turco” como causal directa del ataque, adicionalmente, porque el gobierno turco fue internacionalmente exhibido por el gobierno ruso mostrando pruebas irrefutables, de su perversa y criminal colaboración económica con ISIS (además de la colaboración política y militar) en la comercialización de petróleo crudo sustraído violentamente a la soberanía de los gobiernos de Irak y Siria, con la colaboración directa de uno de sus hijos, pero además, los tanques de transportación petrolera turcos, fueron destruidos por la aviación rusa, y la acción de Turquía, como miembro de la OTAN, es también inverosímil creer que para dicho comercio no se contó con la anuencia implícita de los gobiernos occidentales, incluido EUA, lo cual pegó muy fuerte en la reputación regional y global del presidente turco y sus aliados occidentales (para deslindarse de dicha anuencia, Gran Bretaña ha bombardeado últimamente los campos petroleros que explota ISIS). Desde esta cuádruple perspectiva, el ataque al Su-24, fue una venganza de alto riesgo para provocar al gobierno ruso, quien exhibió complicidades turco-occidentales canallescas.
La respuesta que Rusia ha dado, no particularizada, sino general, en el contexto de la guerra estratégica que se libra en Siria, es en tres sentidos principales:
a) reforzar el emplazamiento de armamento táctico y estratégico, incorporando aviones de la última generación (SU-27M y Su-30M) que cuidarán el trabajo destructivo de las posiciones ganadas por ISIS en Siria, complementando mayormente, la ofensiva terrestre del ejército sirio y aliados (Hezbolhá, ejército iraní, y otros),
b) como ejemplo de ello, llevando al campo terrestre de batalla, los tanques T-90 –muy avanzados y superiores a las misiles anti-tanques que poseen ISIS, el Ejército Libre de Siria y Al-Nusra- para la ofensiva en curso en los frentes de las ciudades de Alepo y Damasco (7 de diciembre, 2015, http://www.laproximaguerra.com/2015/12/rusia-lleva-siria-los-pesados-tanques-t-90-para-impulsar-guerra-en-siria.html), y
c) e incluyendo la movilización de barcos de la Flotilla del Mar Caspio de Rusia que ya están participando en una serie de ejercicios en el marco de una preparación bélica para la batalla que incluye el uso de misiles y buques de artillería, una fuerza de más 50 barcos y diversos buques de apoyo, reforzando desde el mar y aire la campaña iniciada y la defensa aérea, informó la agencia RIA Novosti citando un comunicado dado a conocer por el Distrito Militar Sur de Rusia. (8 de Diciembre, 2015, http://www.laproximaguerra.com/2015/12/mas-de-50-barcos-rusos-de-la-flotilla-del-caspio-se-preparan-para-el-combate.html).Todo indica que Rusia quiere ganarle tiempo al tiempo, es decir, inclinar en forma indubitable la balanza de fuerzas en favor de la coalición oriental que encabeza e infringir derrotas decisivas a las fuerzas anti-gobierno sirio y pro-occidentales, pero también, estar lista para responder cualquier nueva provocación militar, de producirse,, que podría ser catastrófica, regional y globalmente. La Federación Rusa y aliados, siguen ofreciendo colaboración a la alianza occidental, pero no parecen dispuestos a ella en forma total, porque implica renunciar a una parte fundamental de los objetivos trazados y que han llevado a la región y al mundo hasta donde hoy estamos.
Francia no está en 1955, 1961 o 1963 combatiendo al Frente de Liberación Nacional de Argelia o las guerrillas del Vietcong, cuando instauró el Estado de Excepción y se hizo famosa en plena “guerra fría” por su doctrina de “lucha antisubversiva” que fracasó estrepitosamente en Argelia y en Indochina, porque el mejor antídoto contra el terrorismo como método de lucha es el cambio radical desde una política de corte neocolonialista a otra de respeto a la Soberanía y a la Autodeterminación de los Estados y los pueblos. A mediano y largo plazo, EUA, Francia, Gran Bretaña y la OTAN, Israel y Turquía, morderán el polvo de la derrota como en otros tiempos lo han hecho las políticas de avasallamiento social y de desmembramiento territorial soberano, ante lo cual, no sirven los pactos secretos por poderosos que sean o parezcan sus hechores, esto es muy claro a la largo de la historia, pero incluso, de la historia más reciente. Sin embargo, la soberbia del poder, lo olvida reiteradamente.
La apuesta occidental en Siria, en la región, ha sido muy alta, los gobiernos rusos y aliados la han respondido prácticamente, en forma simétrica, las grandes fuerzas están en tensión, el riesgo es latente, lo que se juega, es también muy importante, trascedente para el curso del siglo XXI. Todos los actores directos, lo saben.
Diciembre de 2015.
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