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Octubre 2015

LOS INTERESES DEL IMPERIO NORTEAMERICANO DETRÁS DE LA CRISIS FRONTERIZA

GEOPOLÍTICA DE LA FRONTERA ENTRE VENEZUELA Y COLOMBIA

POR JULIO ESCALONA

Las fronteras nacionales se van consolidando con la conformación del Estado nacional moderno. Esas fronteras van teniendo un carácter excluyente de otros Estados y otras poblaciones. El tamaño de las naciones y la necesidad de extender las fronteras en detrimento de otros Estados nacionales, es una cuestión clave. La extensión permanente de las fronteras condujo a guerras y diversos conflictos vinculados a la expansión imperialista y a la formación de bloques de poder imperial. La posesión de colonias fue un criterio de poder político, militar y económico. Esa expansión se hizo en nombre, entre otros procesos, de la soberanía nacional. Las fronteras nacionales se van convirtiendo en límites territoriales pero también en procesos de expansión geográfica y conflictos bélicos.

La soberanía nacional se fue asociando a relaciones de poder y dominación imperial. Así se llegó a la concepción del "espacio vital" y al nacional-socialismo. El nacionalismo radical quedó asociado a las posiciones fascistas.

Como bien sabemos el capital no tiene patria, pero se conforma y se consolida vinculado al Estado nacional moderno, a las monarquías absolutas, al Estado liberal, a los Estados nazifascistas y más contemporáneamente al Estado del Bienestar. Estas variantes en el desarrollo del Estado se han ido correspondiendo con el proceso de conformación del sistema capitalista mundial y sus necesidades políticas, superestructurales. En un solo proceso se van conformando estructura y superestructura, las clases sociales y la diversidad de conflictos políticos y militares como una totalidad.

El Estado del Bienestar se genera en sintonía con las necesidades de enfrentar la Gran Depresión de 1929, crisis que se prolonga a través de los años 30 y cuya solución va surgiendo aplicando políticas keynesianas y particularmente con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

El mundo de la posguerra no permite el desarrollo del capital tal como es, que se expresará en los tiempos del Consenso de Washington. El surgimiento del campo socialista, el enfrentamiento del Este y el Oeste, la Guerra Fría, la emergencia de los movimientos de liberación nacional y de luchas radicales en sintonía con el desarrollo del socialismo en Asia, África y América Latina y el Caribe, el ascenso de los partidos comunistas en Europa; el triunfo de la Revolución Cubana, de la Revolución China, la guerra de Vietnam, obligan al desarrollo de una estrategia imperial global que articula en un solo proceso, dos dimensiones: el halago y la seducción y las guerras de contrainsurgencia, vinculadas a golpes de Estado, asesinatos, sobornos, compra de conciencias, espionaje, guerras de baja intensidad, etc.

Simultáneamente con el desarrollo del Estado del Bienestar la estructura organizacional de las empresas va cambiando teniendo como referencia los procesos de integración vertical y horizontal de en función de la organización y reorganización de la producción y la articulación entre centro y periferia. Surge así la corporación multinacional que se va como infiltrando a través de la reacción creando filiales en los distintos mercados nacionales, integradas en un centro corporativo mundial.

Finalmente, se derrumba la URSS, se desintegra el campo socialista, los movimientos de liberación nacional y las luchas radicales vinculadas a la lucha armada son derrotadas, los partidos comunistas entran en un proceso de crisis aguda a través del mundo, los gobiernos patrióticos son derrocados y sus líderes, como Salvador Allende y el general Juan José Torres son asesinados, y en ese proceso, violento y criminal, surge y se impone el Consenso de Washington y marchamos hacia la globalización neoliberal, que va destruyendo el Estado del Bienestar y los derechos económicos, sociales y políticos que le sirvieron de fundamento a la democracia representativa que comienza a ser sustituida por procesos totalitarios que van estableciendo la cohesión social en torno al miedo, la seguridad (que va surgiendo como el bien más apreciado), la dictadura del mercado y sus valores (el egoísmo y el individualismo) y las leyes del mercado desarrollando la tendencia a que este vaya sustituyendo a la sociedad.

Ese proceso tiene un primer punto culminante cuando utilizando como excusa el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, el poder mundial dio un golpe de Estado contra la democracia, los derechos humanos y la paz mundial.

GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL Y DESAPARICIÓN PROGRESIVA DE LAS FRONTERAS NACIONALES

El gran proceso de producción mundial va siendo cada vez más un solo proceso que va integrando unidades productivas distribuidas a través de todo el planeta que van generando materias primas, productos en proceso y esto se va integrando en un producto final que puede crearse en aquel lugar del mundo que reúna las mejores ventajas competitivas. De hecho, producciones que son consideradas nacionales, en verdad sólo son un departamento de la gran corporación transnacional.

Las antiguas fronteras nacionales pierden sentido. Los tratados de libre comercio como el Alca persiguen, precisamente, resolver la integración de los mercados por encima de esas fronteras nacionales, por tanto, disolviendo cualquier idea-proceso de soberanía nacional que se corresponda con un espacio territorial delimitado por fronteras estatales soberanas. Las fronteras se van estableciendo en función de los procesos de integración vertical y horizontal que desarrollen las corporaciones transnacionales y se localizan internacionalmente como departamentos de la gran corporación y no como parte de una economía nacional, que se conforme como parte de un Estado soberano, pues eso rompe con la lógica de los procesos de acumulación a escala mundial. Por eso hoy el enemigo principal del poder mundial son los Estados soberanos.

Es en dicho proceso en el que emerge el presidente Hugo Chávez enfrentándose al Alca, reinterpretando el concepto y las prácticas de la soberanía, resaltándola como vinculada a la independencia nacional y la integración de los pueblos soberanos. La soberanía no se consolida compitiendo con otros Estados, lo que condujo a las guerras del siglo XX y el siglo XXI. La soberanía es consustancial con la solidaridad, con el reconocimiento del otro.

Con los recientes ejemplos de los problemas limítrofes a los que se ha enfrentado Venezuela, quizás podamos explicar mejor aspectos de este problema.

 

LOS CASOS DE GUYANA Y COLOMBIA

a) Guyana

La zona del Esequibo es una zona en reclamación, posee petróleo, diversas riquezas naturales y depende de la jurisdicción tanto de Venezuela como de Guyana. La Faja Petrolífera del Orinoco también tiene petróleo y pertenece a Venezuela. La decisión del poder mundial es que la Exxon-Mobil tome posesión de ambos territorios y conforme una nueva unidad económica y geopolítica que una lo que es hoy el territorio de Guyana, la Guayana Esequiba y buena parte de la región suroriental de Venezuela con todas sus riquezas, lo que incluye el Delta del Orinoco.

El plan es sobornar al gobierno guyanés, desestabilizar y derrocar al gobierno bolivariano y establecer una nueva frontera de carácter estratégico determinada por la geopolítica transnacional y los intereses financieros del poder mundial. Es también una manera de golpear intereses estratégicos de China y Rusia.

b) Colombia, la destrucción de la frontera y la "media luna" que desintegraría el occidente de Venezuela

En el caso de la frontera con Colombia, grosso modo, la situación se plantea así: Colombia dejó de ser un Estado nacional y es una base territorial y geopolítica de los poderes que los gobiernos de Estados Unidos e Israel representan. De hecho, quien ha entrenado a los narcoparamilitares colombianos en técnicas como el descuartizamiento, torturas, exterminio de la población civil, desplazamiento de civiles, y captura de sus tierras no sólo son los expertos de Estados Unidos sino especialmente los técnicos israelíes, que tienen una larga práctica aterrorizando a los palestinos.

Colombia dejó de ser un Estado nacional y es una base territorial y geopolítica de los poderes que los gobiernos de Estados Unidos e Israel representan.

Los planes para eliminar a la República Bolivariana de Venezuela como Estado soberano, dependen, como lo ha señalado el periodista Walter Martínez reiteradamente, de la ocupación militar y política de Colombia.

Progresivamente han venido ocupando ambos lados de la frontera, de tal manera que de hecho, es una frontera cuyo control Venezuela ha venido perdiendo. Pero no sólo la frontera, el plan que se viene ejecutando incluye también la infiltración de narcoparamilitares hacia zonas claves venezolanas desde donde han creado redes, particularmente de jóvenes, utilizando el microtráfico de drogas y los microcréditos. Desde esas bases promueven la inseguridad y el miedo, convirtiendo la inseguridad en un grave problema que conduce a que la "seguridad" sea un bien esencial, por tanto, la gente estará dispuesta a pagar protección.

Los secuestros, asesinatos, atracos, robo de vehículos, asaltos, invasión de viviendas cometiendo violaciones y robos, en fin, la mayor suma de delitos posibles para crear paranoia y miedo. Ahora ha aparecido el descuartizamiento uno de cuyos principales objetivos es sembrar más miedo y terror. Estas actividades no aparecen directamente vinculadas a bandas delincuenciales, sino como a una situación de descontrol social provocada por fallas de los cuerpos de seguridad del Estado y otras insuficiencias de las políticas públicas. La inseguridad se transforma en descrédito para las instituciones del Estado con efectos seriamente desestabilizadores.

Sobre todo porque las bandas mafiosas han logrado establecer, incluso en la ciudad de Caracas, un toque de queda: a partir de las ocho o nueve de la noche la gente se va encerrando en sus casas. También han logrado establecer una especie de zonas de exclusión por las que no se puede transitar. Esto afecta particularmente a los jóvenes que sienten que no pueden tener actividades de recreación durante las noches como ir al cine, a una fiesta, etc., y por supuesto, la responsabilidad es transferida al gobierno.

Un amplio sector de la población venezolana se encuentra en Estado de shock por la acción combinada de la inseguridad, las colas, la escasez inducida, la inflación, la depreciación constante del bolívar, etc. El Estado de shock facilita que las poblaciones colocadas en esas circunstancias puedan aceptar cualquier solución, como un derrocamiento violento del gobierno, que conduzca una situación totalitaria y represiva. El miedo siempre ha sido un arma importante del fascismo.

La Doctrina del Shock, es el nombre de un excelente libro de Naomi Klein. Un resumen bien completo fue llevado al cine. El documental dura más de sesenta minutos y está puesta en Youtube. (https://www.youtube.com/watch?v=yIhZjEsgsNQ)

La ocupación de la frontera venezolana es un paso decisivo para construir otra región económica y política desvinculada de la República Bolivariana de Venezuela, integrada al poder mundial y a las redes transnacionales que va construyendo la globalización neoliberal al servicio del capital. Es lo que se ha venido denominando "la media luna" integrada por Zulia, Táchira, Trujillo, Mérida, Barinas y Apure.

La ocupación de la Guayana Esequiba, de la Faja Petrolífera, del Delta del Orinoco y del sur de Venezuela bajo el reinado de la Exxon-Mobil, significaría el total desmembramiento de la patria de Bolívar y Chávez y probablemente un proceso de violencia criminal acompañado de procesos de exterminio de dirigentes y militantes bolivarianos.

Estos son los propósitos imperiales, pero ellos pueden ser derrotados. En la VII Cumbre de las Américas realizada en Panamá, se logró
aislar al presidente Obama y él tuvo que declarar que en efecto, Venezuela no era una amenaza para EE.UU., si bien, por supuesto, no derogó la orden ejecutiva.

La clave es ganar la batalla política y diplomática desarrollando una estrecha unidad con los países soberanos. La acción diplomática de Venezuela en la Alba, en Petrocaribe, Unasur, Celac; con aliados como Rusia y China, con países africanos y de Asia, puede construir un sólido muro de contención que entorpezca y pueda derrotar la agresión.

Es muy importante la acción en las Naciones Unidas. La clave es derrotar las maniobras a través de las cuales pretenden que desde algún órgano de Naciones Unidas, surja una condena por violación a los derechos humanos, tratando de consolidar la matriz internacional que se viene desarrollando. Las campañas mediáticas sólo pueden complicar la solución pues hay asuntos delicados en juego que no se resolverán a través de los medios de información.

EL CARÁCTER TRANSNACIONAL DEL NARCOPARAMILITARISMO COLOMBIANO

1) Las oligarquías de Colombia y Venezuela no tienen nacionalidad

Sólo formalmente se identifican como venezolanos y colombianos por razones de conveniencia política. Luego, los sectores fascistas siempre han sido ultranacionalistas. Recordemos que durante la Segunda Guerra Mundial los ultranacionalistas estadounidenses y los ultranacionalistas alemanes colaboraban estrechamente como representantes del capital. Ambas burguesías eran racistas, fundamentalistas religiosos, maltusianos, contrarios a la democracia y al respeto a los derechos humanos. Las principales corporaciones estadounidenses colaboraban estrechamente en la construcción de la máquina de guerra nazifascista: la General Motor y la Ford les suministraban camiones, repuestos y todo lo que la industria automotriz alemana, volcada hacia la guerra, necesitaba. La Standar Oil le suministraba petróleo y así por el estilo.

Así sigue siendo hoy. En el mundo entero hay un resurgimiento del fascismo, particularmente en EE.UU. y Europa. A través del mundo los ultranacionalistas siguen uniéndose para excluir y reprimir a los "diferentes". Anti inmigrantes, racistas, guerreristas, anti musulmanes (que sin embargo, directa o indirectamente, financian al Ejército Islámico en la medida que este ataca a cuanta fuerza soberana y democrática se expanda por el mundo), partidarios de las torturas, de los asesinatos selectivos, antiterroristas que favorecen el terrorismo de Estado, contrarios a los derechos humanos, maltusianos, enemigos jurados de la diversidad cultural, étnica o religiosa…

2) Es el poder transnacional quien maneja los hilos

En los negocios del contrabando, el tráfico de drogas, el paramilitarismo, la especulación con el dólar, los golpes contra el bolívar, etc., participan por igual ambas oligarquías, la venezolana y la colombiana. Ambas oligarquías están coaligadas en estos negocios y coordinadas por el dominio imperial, que resguarda dichos negocios con siete bases militares instaladas en territorio colombiano y una base israelí, no reconocida ni declarada oficialmente, que se encuentra cerca de la frontera con Venezuela. Es, pues, el poder transnacional quien está manejando los hilos.

En los negocios del contrabando, el tráfico de drogas, el paramilitarismo, la especulación con el dólar, los golpes contra el bolívar, etc. participan por igual ambas oligarquías, la venezolana y la colombiana.

Como sabemos, este es un negocio dirigido por las mafias narcoparamilitares, que formalmente, aparecen como colombianas, pero también son transnacionales con una clara conexión con el sistema bancario internacional, dominado significativamente, por los sionistas. Sistema bancario a través del cual fluyen y se legalizan, los capitales generados por el narcotráfico.

Pero este no es todo el poder que han acumulado estas mafias. Ellas son una parte fundamental de los poderosos ejércitos privados que se están conformando en el mundo y que están pensados en función de encubrir a los Estados en toda la guerra sucia que se desarrolla en el mundo y evitar que estos aparezcan directamente relacionados con crímenes de lesa humanidad.

Empresas como Halliburton y Blackwater son de las principales empresas que mantienen miles de mercenarios a través del mundo. Incluso, en Colombia hay numerosos mercenarios que dependen de estas u otras empresas, haciendo trabajo "sucio", lo cual le da una particular peligrosidad a cualquier agresión que venga desde este país. Ellos son de los principales asesores en asesinatos atroces como el descuartizamiento, asesinatos masivos, torturas crueles, violaciones en masa, etc.

Detrás de la guerra económica y toda la ofensiva que viene desde Colombia está pues todo el poder militar-financiero que gobierna el mundo. Debemos saber claramente a quien nos estamos enfrentando. No es a un simple grupo de narcoparamilitares sino a un poder supranacional que es quien, en los hechos, gobierna el mundo.

Es bien sabido como las mafias narcoparamilitares están muy integradas al capital financiero trasnacional. Incluso, durante la crisis financiera de 2008 masas de capital financiero proveniente del narcotráfico fueron fuentes importantes para proveer liquidez al sistema bancario e impedir el derrumbe.

No es a un simple grupo de narcoparamilitares sino a un poder supranacional que es quien, en los hechos, gobierna el mundo.

Esas mafias transnacionales son, por lo menos, cogobierno en Colombia. Es lo que en Colombia ha recibido el nombre de parapolítica, significando que las instituciones civiles, militares y de seguridad, están fuertemente influidas, incluso dominadas por el narcoparamilitarismo.

Entonces, surge la siguiente pregunta: ¿qué hechos pueden obligar al presidente Santos, o más bien al poder que está detrás de él, a renunciar a estas evidentes ventajas, a ceder y facilitar la estabilidad del gobierno bolivariano, del cual la oligarquía colombiana es un fervoroso enemigo?

3) El poder transnacional internacionaliza el conflicto

Pero el asunto va mucho más allá. Hay un inusitado interés en internacionalizar el conflicto sacándolo no sólo del diálogo bilateral sino también de la esfera regional, pues el gobierno de EE.UU., representante del poder mundial, no maneja a su gusto las instancias regionales. Prefiere dirimir este conflicto en las instancias que puede manejar mejor, en las que tiene una decisiva influencia.

¿Será casual que con motivo de las medidas tomadas por el gobierno venezolano, totalmente justificables a la luz del derecho internacional, se haya desatado una feroz campaña internacional, acusándolo de violador de los derechos humanos de familias, niñas y niños, de aplicación de violencia contra las familias, destrucción de viviendas, etc.? ¿Que los medios informativos internacionales aliados con los que funcionan en Venezuela estén desarrollando una intensa campaña con imágenes, titulares, entrevistas, etc. que tiñen de violencia y amarillismo las pantallas de la televisión y las portadas de periódico y revistas, acusándonos de terroristas y crímenes contra la humanidad?

¿Será también casual que esa misma sea la acusación que se le viene haciendo al Estado venezolano por las detenciones de algunos dirigentes opositores que han estimulado y organizado actos terroristas?

4) El revés sufrido en la Cumbre de Panamá convenció al poder mundial de no enfrentar en bloque a nuestra región

Especialmente a raíz de la Cumbre de Panamá, Estados Unidos comprendió que no podía enfrentar en bloque a la región latino-caribeña pues en los intentos que hizo se quedó aislado y la República Bolivariana de Venezuela salió fortalecida,

Entonces, comenzó a tramar un conflicto intrarregional. Lo inició en el enfrentamiento con Guyana mediado por la Exxon-Mobil. Este fue como un ensayo general y finalmente, tramó la crisis con Colombia que está en pleno desarrollo.

Un conflicto regional que rápidamente lo va internacionalizando para conducirlo hacia los espacios que puede controlar y predeterminar. Uno es la ONU, pero sobre todo la Corte Penal Internacional. El solo hecho de que un país sea acusado ante este órgano y que se cree la expectativa mediática de que dicho órgano pueda aceptar la acusación, ya es un problema.

5) Pese a las graves pérdidas económicas que el conflicto en la frontera les ocasiona, han decidido asumirlas a cambio de derrocar al proceso bolivariano

El cierre de la frontera le está causando a los empresarios colombianos y al Estado, grandes pérdidas económicas. La apelación a la Corte Penal Internacional, lo prolongará y agudizará esas pérdidas. Han decidido asumirlas en función de derrocar al gobierno bolivariano.

Accionar los mecanismos regionales a través de Unasur es una gran prioridad. Lo que resalta la importancia de la propuesta que hizo el presidente Maduro para que una comisión paritaria de Unasur se instale en la frontera de los dos países. Es notable como el presidente Santos se apresuró a convocar una reunión de emergencia de Unasur para tratar el tema. Obviamente no se sintieron cómodos con la propuesta que hizo el presidente Maduro, pues la Comisión de Unasur iba a poner sobre la mesa toda la verdad. Seguramente el imperio azuzó para abandonar ese camino.

EL CIERRE DE LA FRONTERA NO ES INDEFINIDO

Bien sabemos que esta medida tiene un límite. Los hechos han demostrado que fue necesaria y correcta. Debe completarse cerrando, por lo menos, parte de la frontera del Estado Zulia.

En algún momento hay que enfrentar los problemas económicos y estructurales que tienen que ver con el contrabando, el bachaqueo, el empoderamiento de las mafias narcoparamilitares en la frontera, la especulación con la relación bolívar-dólar, los crímenes y demás delitos transfronterizos, etc.

EL MUNDO ESTÁ MARCHANDO HACIA EL FASCISMO

En el mundo entero va creciendo esta tendencia. Se agudiza en EE.UU., en Europa y avanza en Colombia. En dicho país mafias narcoparamilitares van controlando el Estado. Es notable como esa influencia se va expresando en el más reciente conflicto con Venezuela. En Colombia hicieron una propuesta estableciendo condiciones para aceptar un diálogo bilateral. Luego, prácticamente sin esperar respuesta alguna, se presentan anunciando una demanda ante la Corte Penal Internacional (CPI), en la que se acusa al gobierno venezolano de violación a los derechos humanos y solicitan la detención del presidente Nicolás Maduro. La política exterior colombiana se coloca abiertamente al servicio de la desestabilización y el eventual derrocamiento del gobierno de Venezuela.

Previamente el ministro colombiano de Defensa declaró, que estaban preparados para lo peor. Listos para "enfrentar y derrotar toda amenaza interna o externa".

Es fácil alardear y fanfarronear cuando en su territorio se cuenta con siete bases militares estadounidenses y una israelí. Sin embargo, no esas mismas elites colombianas no son capaces de denunciar a los soldados de EE.UU. que han violado a más de medio centenar de niñas colombianas.

Septiembre de 2015.
http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones109/nota01.htm







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