EL INTERMINABLE CARNAVAL ELECTORAL DEL MAS EN BOLIVIA
JORGE LORA CAM
Se acerca el 29 de marzo de 2015, cuando se dará la importante elección nacional de gobiernos departamentales, municipales y residualmente indígenas en las que el MAS en el inicio de una inminente caída económica y probablemente política, intentará acrecentar su hegemonía territorial y consolidar su poder político pensando en el mediano plazo. No obstante, es previsible que el MAS vuelva a ser derrotado –como antes del 2006- en varios departamentos y muchos municipios, por las oposiciones de derecha e izquierda, pero mantendrá un poder político que ya se ha establecido en todo el país, a través de un poder corporativo y clientelar territorial, con lideres nativos intelectualizados: campesinos, mineros, contrabandistas, comerciantes, transportistas y en general, viejos y nuevos empresarios nativos ricos, que construyen micro-poderes con los campesinos y pobladores pobres, que disfrutan de cierta estabilidad en la pobreza y reciben bonos estatales, reproduciendo redes tradicionales y modernas, en un imaginario, un lenguaje, un discurso, símbolos y políticas plebiscitarias cohesionadas en torno a Evo y la ansiada modernidad. En el futuro próximo señala el analista de Naciones Unidas, Diego Ayo: “Sea quien sea quien gobierne, deberá hacer pacto con ese frente político”, que ha desperdiciado la oportunidad de transformar Bolivia en una sociedad más justa, anticolonial, democrática, intercultural y plurinacional. Todo lo contrario.
Aliados con la derecha empresarial oriental, han transformado a los adversarios de izquierda en enemigos que se quiere desaparecer. Pueblos y comunidades indígenas-campesinas, intelectuales y cuadros disidentes críticos, ONGs, colectivos ecologistas, movimientos sociales hoy son obstáculos para los proyectos extractivistas y desarrollistas; y al combatirlos, no hacen más que destruir las bases sociales que les permitieron ser gobierno.1 En la última reelección de Evo hicieron acuerdos políticos con personajes tradicionalmente corruptos, intentaron un fraude marginal y robaron dos congresistas a otros partidos que no obtuvieron el 3% de votos en el nivel nacional, para conseguir los dos tercios. También significó continuar aumentando beneficios y facultades a los grandes empresarios, legalizar hechos de corrupción, continuar con la mediocridad administrativa, constituyéndose en motivos de deslegitimación y preocupación. Pero lo más grave es primero la división y después el uso electoral de organizaciones y sectores sociales. La nominación de candidatos desde arriba que se antepone al cuoteo masista, provoca disputas y divisiones alrededor de caudillos que sustituyen y expropian la representatividad popular. A tiempo de beneficiarse del respaldo circunstancial del pueblo, el electoralismo contribuye al oportunismo, a la pérdida del poder constituyente y a las potencialidades de cambio social. Paralelamente al mal utilitarismo inmediatista, se impone la idea de que el poder y el gobierno son el único objetivo, sustituyendo de esta forma la conciencia y potencia social revolucionarias en una envilecida fuerza electoral.
Después del triunfo electoral de Evo y el MAS, García Linera considera que lo que ha sucedido en Bolivia en la última década, es la emergencia y consolidación de una manera casi unánime de entender el mundo y de actuar, caracterizada por el trípode constitucional de: economía plural con eje estatal, reconocimiento de las naciones indígenas con un gobierno de movimientos sociales, y régimen de autonomías territoriales. Un horizonte de época que ha desplazado a los tres ejes discursivos, que 20 años atrás definieron al neoliberalismo en el imaginario social: la extranjerización de los recursos públicos, la gobernabilidad partidaria, y la oenegización de la deuda social. Deberíamos desmenuzar estos asertos para examinar si esto es cierto. Y cómo se transita del capitalismo andino y la bifurcación a la Bolivia plural y unipolar.
Vayamos por partes en el desmentido. Economía plural: ¿Será aquélla donde el gobierno ha expropiado y potenciado varios proyectos que tienen como eje el proyecto de la oligarquía oriental adoptándolo como suyo, el de las trasnacionales y banca, el Estado y la nueva burguesía nativa? O, será una economía donde una parte de las ganancias se redistribuye en bonos y obras de interés colectivo. También se apropiaron de las políticas neoliberales, en particular la lotización del país, la mercantilización de los bienes comunes y de la vida cotidiana, la flexibilidad laboral, complicidad objetiva del Estado con respecto a la «desregulación de los mercados»; esto es, a la supresión de las restricciones al capital privado y la promoción de medidas que favorezcan las condiciones de su rentabilidad. ¿Y las recetas del equilibrio macroeconómico? Son las mismas del FMI, sólo que sin políticas de shock. Y la corrupción inherente al capitalismo actual, se sabe que la ingeniería de la corrupción organizada es invisible y representa la argamasa de un sistema económico, político y cultural que acepta como regla de juego infringir las reglas cuando se trata de obtención de beneficios privados. ¿Todo esto no es acaso extranjerización? Quizás García tenga razón al decir que esto es discursivo y pertenece al imaginario (electoral). Porque en la realidad, no hay una verdadera significativa economía nacional, ni comunitaria, ni autogestionaria. Que el Estado reciba mejores ingresos por la renegociación del contratos hidrocarburíferos, no responde a quién controla los sectores claves de la economía: trasnacionales, bancos, inversionistas extranjeros. Mientras que el Gobierno es felicitado por el FMI, BM, CNN, recordemos que la caída de Allende fue por nacionalizar el cobre y las principales industrias estratégicas, por apoyarse en los cordones industriales de fabricas tomadas. En Uruguay los tupamaros proponían lo que llamaban reformas mínimas: las empresas agrarias no podían ser mayores de 2,500 Has. Y había que devolver la población al campo, no pagar la deuda externa.
El segundo eje es más difuso aún. ¿Pues, debemos preguntarnos si a las burocracias clientelares se les puede aún llamar movimientos sociales? No se tratará de una reapropiación de la soberanía popular y nacional, en oposición precisamente a los movimientos sociales y al antiimperialismo de los pueblos. ¿Quién toma las decisiones fundamentales, una cúpula de tecnócratas o los pueblos indígenas y los sectores populares? ¿Y las autonomías territoriales? Todo esto nos remite a los poderes estatales y qué ha ocurrido con ellos. La centralización y monopolización del poder judicial, congreso, electoral, ejecutivo, militar y mediático ¿a qué ha conducido? Conciliar con las trasnacionales significó olvidarse de los delitos económicos trasnacionales, y con los militares disolver la memoria de las represiones en dos nombres: Sánchez de Lozada y Sánchez Berzain, evitando profundizar en el castigo a los muchos represores. Igual que antes, las autonomías indígenas son marginales, cuando los municipios indígenas y las organizaciones populares urbanas deberían ser el centro del poder. Controlar el poder judicial para destruir a la derecha oriental, condujo a los grupos de extorsión y a la delincuencia a la impunidad; controlar a los campesinos llevó al debilitamiento de la lucha por la tierra y a la expansión del narcotráfico; controlar los medios a anular la crítica; controlar las elecciones, a apropiarse del modelo cruceño y a las alianzas con organizaciones y partidos indeseables (ADN, Unión Juvenil Cruceñista). Bajo la consigna dividir para reinar, escindió a la burguesía, a los movimientos, a la izquierda y la derecha. Intento destruir a los pensadores críticos, a las ONG que lo llevaron al poder y a los movimientos sociales: y allí está la diferencia entre la derecha y el progresismo; éste último es capaz de controlar los movimientos societales.2
El nuevo neoliberalismo destruye no sólo a los partidos sino también al asociacionismo y al ciudadano mismo afectando sus derechos; en particular sus derechos sociales a la educación y a la salud de calidad, al empleo y la seguridad, etc. El neoliberalismo ha generado también la atomización social, un individualismo extremo y un consumismo que, asociados a la fragmentación del poder político de las organizaciones sociales y de ciudadanos, están dando lugar a la descomposición de la vida social: la anomia generalizada, la informalidad, la corrupción tolerada, el narcotráfico y la sobrevivencia del crimen organizado, el sicariato, la extorsión, el feminicidio, las violaciones, el asedio, etc. La preferencia de Evo por el extractivismo, se expresa en su última denuncia acerca de que YPFB y las empresas privadas están sometidas al chantaje de las comunidades con la consulta previa y licencias ambientales, por lo que pidió apoyo popular para impulsar proyectos petroleros.3
SÓLO UN PROGRAMA: LA REREELECCIÓN
Dicho todo esto en un país así, ¿qué es lo que ha cohesionado y potenciado al MAS? Diego Ayo, con la ambigüedad del funcionario internacional, en otro artículo, evalúa el proceso electoral y acierta al considerar que el triunfo del MAS se debería al gobierno del lenguaje y los símbolos, cuya mejor síntesis es la propia constitución: haber refundado la nación integrando simbólicamente, pero en la realidad marginalmente, a decenas de miles de indígenas y campesinos invisibilizados y a la nación boliviana, en base al eje distributivo y la construcción de un imaginario social donde la recuperación de los recursos naturales es para dar el excedente a los pobres y reducir la pobreza.4 La distribución ya no es sólo para engordar extranjeros y a la oligarquía local. Ahora hay una parte que se redistribuye. El orden político se relegitima y no importa que en la pugna electoral el Estado no respete el Estado de Derecho. Se relegitima a partir de la consolidación de una democracia plebiscitaria, de vinculación del líder con la gente al margen de las instituciones. Donde no Importa que se violen derechos de pueblos indígenas, de la madre tierra, de género, etc. La legitimación surge de la identidad Evo-pueblo. La representación fue modificada por el MAS: ya no es a través de los partidos, sino mediadas por las direcciones de lo que fueron los movimientos sociales y los sujetos del prebendalismo, bajo una dinámica de sometimiento. Esos partidos que respondían a oligarcas y al capital internacional se han disuelto y reciclado, aunque controlan la economía del país. Y, tampoco los gringos; Evo trasmite que se hace respetar por ellos, expulsa a la USAID y renegocia con las transnacionales. Evo posiciona a los bolivianos en el mundo con un presidente de faz indígena, defensor medioambiental: reencarna el renacimiento nacional, la distribución de los recursos naturales a los pobres, la participación de los indígenas y campesinos en las decisiones nacionales, la relegitimación del sistema político y de la política en sí misma. La recuperación de la soberanía nacional se cierra con el ofrecimiento de mar, contando con el apoyo del país y personalidades como los ex presidentes. Es sólo la imagen.
La derecha clásica estaba derrotada y no era real oposición al régimen del MAS. Hasta 2005 la derecha decía representar la eficiencia en el manejo de la economía, y por ello basaba su campaña política demandando estabilidad en el manejo económico y advirtiendo el riesgo de un descalabro económico si un partido no neoliberal accedía a controlar el gobierno. Hoy, el MAS no sólo blande el programa de la derecha económica, sino que en sus filas ahora, están hasta los integrantes de grupos de choque de los antes fascistas y propagandistas de la oposición. Pero, entre 2006 y 2014, el ingreso per cápita pasó de US$ 1.010 a US$ 2.750. Al mismo tiempo, el salario mínimo subió de US$ 72 a US$ 206. Las reservas internacionales llegan a $US 15.464 y el Fondo Monetario proyecta que este año, Bolivia tendrá un crecimiento económico de 5,2%, el más alto de Sudamérica. Las bases de ese crecimiento no son resultado de reformas aplicadas por Morales. La bonanza económica es posible gracias a los buenos precios de las materias primas y también a los mayores ingresos generados por la explotación hidrocarburífera, tema en el que el gobierno de Morales apenas es un administrador de la legislación, aprobada al impulso de la llamada “guerra del gas”. Las cifras de la macroeconomía no sólo le quitaron su principal argumento a la derecha, sino que también perdió su programa, financiadores y seguidores. Los empresarios aumentaron sus ganancias. Así, los depósitos bancarios aumentaron de $US 2.879 millones en 2005 a $US 13,152 millones a fines de 2013, con una mora bancaria que bajó del 11,3 al 1,5% en el mismo período. En 2004 los bancos tuvieron una utilidad de $US 43,6 millones, en 2013. a $US 212,6 millones. Ganan los bancos y los otros sectores.
Los “méritos” bien sintetizados por Ayo5 tienen su contraparte. El grupo La Comuna hace algún tiempo, señalaba que el problema de las elecciones del 12 de octubre es que no cumple con los requisitos y las condiciones democráticas. Se hizo el censo, pero no se cumplió con el requisito indispensable de la actualización cartográfica y luego quedó secuestrado por el ejecutivo. Se montó una lista perversa de votantes sobre la base de una ausencia censal. Por otra parte, no hay acceso a la información fidedigna, ni del Gobierno ni de la “oposición”. El pueblo, este referente tan amplio, tan aparentemente homogéneo, que significa la voluntad general, no ejerce la autonomía, en sus distintas formas. Se mueve o corporativamente presionada por coerciones organizativas, en un caso; o por presiones de terrorismo “ideológico”, en otro. El primero, se refiere a los aparatos de presión oficialistas; el segundo, alude a la especulación aterrorizada y terrorista “ideológica” de la llamada “oposición”. El llamado pueblo, que no es ciertamente, ni homogéneo, ni la voluntad general, no se encuentra en condiciones de ejercer y realizar su autonomía y libertad, concepto moderno que se refiere a la voluntad.6
Manuel Monereo acaba de decir sobre España, nuestra matriz colonial, algo que es válido para sus nuevas dependencias: para entender lo que pasa aquí y ahora, es necesario hacerse siempre la siguiente pregunta: ¿cómo mandan los que no se presentan a las elecciones? Es un viejo y siempre actual problema. Refleja la contradicción orgánica entre la democracia y el capitalismo, es decir, entre un sistema político que se fundamenta en la igualdad jurídico-formal de las personas y una formación económico-social organizada en base a una desigualdad estructural de poder, renta y riqueza, entre clases y grupos sociales. Las relaciones entre democracia y capitalismo han sido siempre conflictuales y, periódicamente, ambas lógicas político-sociales se hacen más antagónicas y contrapuestas, coincidiendo y no es casual, con graves crisis económicas del capitalismo…. ¿Qué vemos? La cooptación de la entera clase política por los poderes económicos. El instrumento fundamental: la corrupción.7
Son enunciados generales que contextualizan parcial pero globalmente lo ocurrido en estas elecciones. Expresan la imposibilidad de la democracia en el capitalismo colonial. Y, hay mucho que decir al respecto. Lo primero es que el MAS es tan antidemocrático como la derecha política. No sólo que el aprendizaje electoral de los poderosos ha sido plenamente asimilado por el MAS en cuanto a manipulación, manejo, uso antidemocrático, etc. Mucho antes, las denuncias de intención de fraude comienzan el 2009, y se basaban en un estudio realizado por un investigador de FLACSO durante las elecciones del 2009, denominada "La Danza de las Cifras", donde evidencia un inusual crecimiento y manipulación del padrón electoral, creando, a su criterio, las bases de una “ingeniería de fraude electoral” que daría como ganador al Movimiento Al Socialismo por una amplia mayoría. En efecto, el 16 de octubre de 2009, el último día de inscripción, la CNE reportó 4.883.379 inscritos. El 23 de octubre de 2009, el ente electoral informó que el biométrico cierra con 5.088.924 de empadronados, es decir, 205.545 empadronados más, después del cierre del padrón. De acuerdo con el investigador de la FLACSO, el 24 de noviembre de 2009, la CNE publicó los datos depurados del Padrón Biométrico con un total de 5.138.538 de personas habilitadas para votar. “Como si el padrón tuviera vida propia siguió creciendo y la depuración incremento en 49.614 el número de empadronados. Primera vez en la historia mundial que “hay una depuración expansiva”, señala el investigador. Concluye señalando que en los 26 días hábiles entre el 9 de septiembre y el 15 de octubre (fecha de cierre), la CNE empadronó a 2, 472,078 personas. En promedio, se empadronó a poco más de 95.000 personas diarias. Cabe señalar que los equipos de la CNE tienen capacidad para procesar sólo 60.000 registros diarios.8 La oposición, que sufría las consecuencias de haber apoyado el intento desestabilizador de 2009, se limitó a anunciar fiscalización al gobierno y evitar la reelección de Morales. Las elecciones fueron una de las pocas en las que no se discutieron propuestas, sino que los candidatos en si representaba el plan de gobierno.9
De acuerdo con la analista María Galindo, el MAS no se enfrentaba más que consigo mismo, con sus traiciones y su neoliberalismo. Con su discurso opuesto a los cambios reales. Con sus mentiras y farsas ideológicas. Y lo peor, cómo deja al país en términos de división, fraccionamiento de la organización social y sus solidaridades. Un largo trabajo de Evo Morales. Él se concentró en dos cosas: por un lado, la relación con los movimientos sociales fue clientelar y de cooptación de las dirigencias; un ejemplo es la Central Obrera Boliviana, que convocó al voto por Evo después de recibir el 1ª de Mayo un hotel. Entonces, queda una central obrera boliviana dividida, un movimiento campesino en su cúpula cooptado, pero en sus bases dividido y un movimiento indígena del oriente boliviano de las sierras bajas, que no son lo mismo que los indígenas Quechuas y Aymaras -que son los que se han empoderado en el poder- cuyas organizaciones están destruidas, divididas y cooptadas con una serie de pequeños regalos y de prebendas.10
El MAS arrasó con todas las organizaciones populares y movimientos sociales y sólo le quedaba acabar con los partidos. Pero además destaca el arrasamiento de la oposición intelectual y de las ONG críticas, el empobrecimiento teórico que viene de la despolitización, de la mercantilización de la vida, donde los discursos partidarios ya no ayudan a entender las diferencias. No parecen percibir problemas y necesidades históricas esenciales, sensibles y vitales; ven por encima de la realidad colonial, carentes de tacto, con comportamientos infames, viles, con ideas acabadas y envejecidas, pero según su teórico, posmodernas. Sin norte, la oposición de derecha, carente de proyecto político porque se lo expropió el MAS y por ello, desprovistos de discurso. Se concentraron en una disputa de posicionamiento, ubicarse como el mejor segundo, de cara a las próximas elecciones. La oposición de derecha jugó a perder desde que fue dividida, presentándose sin ideas, programas, ni líderes confiables; nunca pusieron en riesgo la reelección de Morales. Sus candidatos, Quiroga y Doria Medina, aún son considerados como representantes del neoliberalismo y el pactismo, que en la década de los 90 deterioró los niveles de vida de la población y que colapsó con la victoria popular en la llamada “guerra del gas” de 2003. Esta oposición, dirigida por grupos de personas que controlaron la política entre 1985 y 2005, intentó agruparse, pero las ambiciones personales de sus líderes les impidió articular una candidatura que haga frente al dirigente cocalero y, al final de la campaña electoral, el PDC terminó enfrascado en un dura polémica con la UD. Mientras que la oposición de izquierda, también dividida, derrotada su tendencia centroizquierdista por su ambigüedad, caudillismo, ausencia de críticas de fondo e ideas y propuestas sobre lo fundamental. Juan del Granado, destacado alcalde por la construcción de barrios y comunidades con agua potable y servicios básicos en La Paz, propuso resolver problemas como la desnutrición, la marginalidad social, la inseguridad ciudadana, la falta de oportunidades para las nuevas generaciones; denunciando el derroche de la riqueza nacional. Colocar una candidatura cruceña fue una buena idea para Del Granado, pero la elegida no, por los problemas legales de Adriana Gil (candidata a la Vicepresidencia) estando acusada su familia de afectar a una cooperativa de ahorro y crédito. Esta oposición zigzagueante -el MSM- se ha suicidado electoralmente: primero, por sus incoherencias que van desde la propuesta de capitalía plena para Sucre, pasando por los coqueteos con Rubén Costas y la embajada norteamericana, y su confianza en el caudillismo. Luego de la derrota, se refunda para reiniciar local y departamentalmente.
El democristiano hoy adenista, antes Tuto Quiroga, sintetizó su propuesta en tres ejes: en la delincuencia, la economía y la democracia; al mismo tiempo resalta una lucha frontal al narcotráfico y lo novedoso, ofrece entregar a cada boliviano mayor de 18 años una “libreta de acción propietaria” de las empresas estatales. Samuel Doria Medina, candidato por Unidad Demócrata, asegura que de ganar las elecciones, lo primero que hará será vender los autos y los aviones blindados comprados por el Gobierno actual, sembrar CITES en todo el país y, garantizar seguridad ciudadana. Por último, la oposición verde de izquierda, Fernando Vargas, candidato a la presidencia, símbolo de coherencia de modo más sustantivo, indica que la propuesta principal del Partido Verde es la aplicación de la política con ética, es decir, rescatar los valores esenciales del ejercicio de la democracia, promueve la ecología política, preservación de los recursos naturales, la defensa de la vida. Sin embargo, Vargas no tiene la imprescindible vinculación con las bases y organizaciones sociales como para que su programa -el más avanzado- pueda ser tenido en cuenta.
Y finalmente Evo Morales, con su equipo de estrategas, que en realidad ya había concluido su sempiterna campaña y ni siquiera se dignaba debatir formalmente, plantea: Inversión, industrialización, desarrollo, interconexión, progreso. Son 12 puntos, y la primera tarea es reducir la pobreza. "En 2020 se pretende reducir al 9 por ciento la pobreza extrema. En pobreza moderada al 20 por ciento". A pocos días de cumplir 9 años en el gobierno, sólo destaca la renegociación con las trasnacionales del gas y petróleo, con su secuelas los bonos y subsidios; un leve fortalecimiento de los programas productivos agropecuario campesinos, particularmente de riego, semilla, mecanización y créditos de fomento a las organizaciones campesinas, carreteras y obras públicas. Destacan en el fondo, los cambios económicos generados por el gobierno de Evo -fundamentalmente en su primer gobierno- y que en gran medida, siguen vigentes logrando un crecimiento económico que por ahora, aún ofrece seguridad en la población y una inédita estabilidad económica ahora en riesgo traumático. Y, la recuperación de espacios para los empresarios indígenas y respetabilidad para los indígenas simbolizada por Evo. Sin embargo, su apuesta para mantener apoyo es por el modelo cruceño y fortalecer su alianza con latifundistas y trasnacionales para sostener el PBI. A pesar de la ejecución de programas productivos, el agro sigue siendo una cuestión abandonada. Por otro lado, se mantiene la debilidad de la industria, de la revolución del conocimiento, de la economía nacional y comunitaria; la plurinacionalidad y el buen vivir se convierten en sueños carnavalescos. Morales representaba la continuidad del capitalismo “andino” que se aplica en Bolivia desde 2005, la misma que sobre la base de buenos precios de las materias primas, permitió la generación de nuevos grupos de poder, ya sean éstos cooperativistas mineros, transportistas o cocaleros, agregándose a los viejos.
El candidato y el partido oficialista, por su parte, con objetivos claros, desde el Estado, organizaron desde el 2009 una poderosa estructura y maquinaria electoral con el propósito de desaparecer a la oposición de izquierda, porque a la derecha la tienen dividida y derrotada. Desde la entrega y puesta en marcha del satélite Túpac Katari, desataron una intensa campaña electoral. Diseñaron e implementaron, en una fenomenal ingeniería de reproducción del poder, con el Tribunal Supremo Electoral a su favor, varios dispositivos para otorgar enormes ventajas al candidato oficialista, entre los que se puede destacar la reducción de la propaganda electoral de 60 a 30 días y la reducción de escaños uninominales, en ciudades donde históricamente se concentra el voto opositor. Con la meta de llegar, incluso, a una votación superior a los 2/3 ó 70%, dentro de sus alianzas corporativas, cedieron candidaturas a la Central Obrera Boliviana (COB), juntas vecinales, transportistas y a otros de los mal llamados "movimientos sociales”. La obsesión hegemónica les impulsó también a incorporar en sus listas de candidatos y en sus filas partidarias, a personajes y grupos que otrora se ubicaban en la oposición y la extrema derecha. Estratégicamente, la organización, en Santa Cruz, de la Cumbre de los G77, donde se invirtieron más de 75 millones de dólares en importantes obras de infraestructura y seguridad ciudadana, fue concebida también por los ideólogos y operadores políticos del MAS, en esa perspectiva. Los significativos réditos electorales están a la vista y se reflejan en la votación de ese departamento, donde el MAS nunca había ganado elección alguna. La entrega y funcionamiento de las líneas Roja y Amarilla del teleférico La Paz-El Alto, estuvo cronológicamente planificada, así como la entrega de miles de computadoras a estudiantes de sexto de secundaria en todo el país. Cerraron con apoteósicos cierres de campaña en las tres principales capitales de departamento, con un enorme dispendio. La construcción e inauguración de innumerables obras civiles en todos los rincones del país, respondía en gran medida, al sentimiento social de algo nuevo en una sociedad donde domina la inercia. Con ese arsenal un resultado extraño a los 2/3 implicaría una derrota electoral.
El verdadero proyecto del MAS es el intento por inercia, de controlar a la sociedad boliviana incluyendo clases, etnias y movimientos para mantenerse indefinidamente en el poder. Para conseguirlo, necesita del control de todos los poderes políticos por más de los dos tercios y esto, le han traído consigo grandes problemas de legitimidad entre el pueblo reflexivo, la clase media y otros sectores. Desde el Gobierno central, el Congreso de nombre Plurinacional, y la manipulación clientelar corporativa -desmovilización de los movimientos sociales- iniciaron una carrera por controlar y manejar todo el país. Para derrotar a la “Media Luna” –hace seis años- necesitó inventar o incentivar una asonada separatista que lo llevó a compromisos con los militares-policías y también a apoderarse del Poder Judicial. Ello derivó en la fuga del gobernador de Tarija, el apresamiento del Gobernador de Pando, la caída del Gobernador de Chuquisaca, quedándoles pendiente sólo el departamento de Beni. De la mano con ese proceso, avanzó la corrupción gubernamental, la expansión del narcotráfico y la aparición de bandas de extorsionadores manejadas en los mas altos niveles del ejecutivo y que ahora, son víctimas de los jefes de máximos de entonces. Necesitó incorporar al MAS o aliarse con delincuentes políticos prontuariados en todo el territorio de la Media Luna (cuyo mejor ejemplo fueron los compromisos con la juventud cruceñista, la oligarquía cruceña y acuerdos con ADN-MIR. Su fundamento que consistía en respetar los latifundios, ya estaba en la misma constitución. Pues, seguimos viviendo sus secuelas con un gobierno aún mas pragmático, que incorporó a sagaces políticos de ONG proclives al mando, que fácilmente abandonaron todo el programa con el que nació. Sólo faltaba el poder electoral y crearon el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que suplanta las “cortes electorales” ya establecido por la Constitución y, las leyes aprobadas por el régimen de Evo Morales. Éste está compuesto por siete miembros, seis de los cuales fueron elegidos por el Congreso (con control de 2/3 por Morales) y uno, por el presidente (el mismo Morales). De esta forma, la Presidencia controla la totalidad del tribunal y de sus dependencias departamentales. Las leyes electorales del régimen ha impuesto el monopolio de la información para el TSE (lo mismo ocurrió con el Censo), violando la libertad de prensa y de información, de manera que nadie puede emitir resultados parciales, en boca de urna o datos que no sean los del Gobierno. La intención de control tendría como objetivos, eliminar a parte de la oposición (MSM y Verdes) y además, conseguir los 2/3 en el Congreso para perennizar a Evo Morales en la Presidencia.
La victoria de Morales era previsible. Manejaban el país a su antojo, el Censo, los datos, el TSE, las mesas de sufragio, las encuestadoras, los medios, las acciones gubernamentales como campaña, sin limitaciones, etc. Antes de las elecciones, todas las encuestas le auguraban una victoria y la única duda era, el porcentaje con el que el jefe del MAS sería ratificado en el gobierno. Las encuestas a boca de urna realizada por equipos Mori fueron ratificadas: Evo obtuvo el 61% de votos, el candidato de Unidad Democrática, Samuel Doria Medina, obtuvo el 24%, Jorge Quiroga del Partido Demócrata Cristiano (PDC) logró el 9% de votos, Juan del Granado del Movimiento sin Miedo (MSM) lo mismo que Fernando Vargas del Partido Verde de Bolivia no llegaron al 3% y, abusivamente, fueron despojados de sus curules. En 2009, Morales venció sólo en seis de los nueve departamentos; esta vez Morales lo logró en ocho departamentos, incluido en el hasta hace poco reacio departamento de Santa Cruz. El MAS habría asegurado 111 representantes, de los 166 escaños que cuenta la Asamblea Legislativa Plurinacional en ambas cámaras. A este número se debe añadir los dos curules obtenidos por el Movimiento Sin Miedo (MSM) y el Partido Verde de Bolivia (PVB) que, de acuerdo con una interpretación arbitraria de las disposiciones vigentes por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), pasarían al partido oficialista.
Cuando Morales se convirtió en opción de gobierno en 2002, el MAS estaba formado casi en su totalidad por activistas de izquierda ligados a organizaciones sociales, entre la que sobresalía las Federaciones de Productores de Coca del Trópico de Cochabamba. La guerra del gas y la “agenda de octubre” —un referéndum para definir el destino de un proyecto de exportación de gas, la nacionalización de hidrocarburos y una Asamblea Constituyente— hicieron de Morales presidente. Frente a esa Agenda los sectores de derecha organizaron una oposición que polarizó Bolivia entre 2005 y 2009, proceso en el que los sectores políticos más radicales —varios de ellos empresarios—habían comenzado a articular la “nación camba”, un movimiento separatista en el oriente. Fue en ese contexto, en el que se desarrollaron las elecciones de 2009, en las que Morales se impuso con el 64% de los votos. Pero esa oposición fue derrotada, no por el gobierno de Morales, sino por los sectores sociales que con actitudes críticas al gobierno, salieron en defensa del llamado “proceso del cambio”.
Al final, la batalla de la contienda electoral del pasado 12 de octubre se reduce a la obtención o no, de los dos tercios en los escaños de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Efectivamente, nos encontramos con que en la Asamblea Legislativa, el MAS tiene mayoría abrumadora respecto de las otras bancadas, pero en su interior, lo que habrá, es una suma de representaciones gremiales y sectoriales que nunca se han preocupado del país como tal. Ahí están los transportistas, los dirigentes vecinales, los cooperativistas mineros, los sindicalistas obreros y, por supuesto, también los representantes de soyeros y madereros y otros grupos de poder como narcotraficantes y contrabandistas (chuteros). Podemos prever que todos ellos le van a estar pasando a Evo la cuenta de sus respectivas alianzas en pro de sus intereses sectoriales y grupales, en contra de los intereses nacionales y plurinacionales.
COLOFÓN: DE UN FRUSTRADO Y BURDO FRAUDE ELECTORAL POR LOS 2/3 A UNA RELATIVA DERROTA
Con los datos de las encuestadoras, el Gobierno y el MAS decidieron manipular el proceso para llegar a los 2/3 y eliminar a la oposición. Alejandro Almaraz, que fue candidato a primer senador por el Partido Verde de Bolivia (PVB) y ex viceministro de Tierras del gobierno de Evo Morales, denunció hoy un presunto fraude electoral en el conteo de votos de la circunscripción especial indígena de Cochabamba y ante esta presión, la presidenta del Tribunal Departamental Electoral (TDE), Consuelo Grigoriu, simuló suspender el cómputo de actas en Cochabamba, mientras continuaba el computo. Almaraz, en declaraciones a ERBOL Radio, aseguró que está ocurriendo un fraude porque constataron que una hora antes de que se abran los sobres con las actas de la circunscripción especial indígena en el TDE, ya estaban publicados los resultados en la página oficial del Órgano Electoral Plurinacional (OEP).
“Hemos denunciado con evidencia concluyente que está ocurriendo fraude, hemos demostrado documentalmente, con fotografías, que en el caso de la circunscripción indígena de Cochabamba, se subieron datos oficiales a la página electrónica del Órgano Electoral, aproximadamente una hora antes de que se abran los sobres lacrados con las respectivas 13 actas de esa circunscripción”, afirmó el político.
En Cochabamba, ya estaban publicados en el sitio web los datos de la circunscripción especial indígena, antes de que los sobres de las actas sean abiertos. “¡Esto se llama fraude!”, expresó el ex candidato a senador por el Partido Verde (PVB) Alejandro Almaraz, exponiendo gráficas del portal del TSE de las 11:12 horas de ayer, con resultados de la circunscripción indígena de Cochabamba, cuando las actas eran abiertas recién a las 11:40. El representante del PVB ante el Tribunal Electoral Departamental (TED), Pablo Rojas, expresó que los datos de las 13 mesas ya estaban publicados cuando él se encontraba, junto a las autoridades del TED abriendo los sobres lacrados. La ex candidata a diputada uninominal por el PVB, Lizeth Beramendi, también denunció que en la circunscripción 28 habrían registrado una cantidad mayor de votantes a los habilitados y que sólo asistió a sufragar el 30 por ciento. El conteo de TSE avanza, luego retrocede, aumenta votos y genera incertidumbre. Agregó que los resultados que se publicaron con anticipación en la página del OEP, eran otros a los que realmente correspondían en las actas que recién se estaban abriendo. Almaraz dijo que otra irregularidad que detectó el Partido Verde, es que según los datos oficiales del OEP, en Quillacollo, no habría concurrido a votar ni el 30% del Padrón Electoral. “Esta situación es absolutamente inaceptable, va en contra de la tendencia del más 90% de asistencia en las elecciones. Estos hechos, nos están advirtiendo de que hay un fraude en marcha”, aseveró. “Por supuesto, los resultados eran otros, diferentes a lo que constan en las actas y ciertamente más favorable al partido de gobierno. Éste no es un caso aislado, todo lo contrario, está generalizada la manipulación de los datos en la página oficial del Órgano Electoral, por eso, lo mismo se denunció en Tarija”.
En efecto, después que el Tribunal Departamental Electoral de Tarija determinó un cuarto intermedio en el cómputo de actas, los partidos de oposición se encontraron en la mañana con que el Movimiento Al Socialismo apareció con mayor cantidad de votación al reinicio del acto, denunció el candidato a la circunscripción 40, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Gustavo Rodríguez. “Aparecieron 14.000 votos en una sola mesa y esta mesa ayer no había y ha aparecido como por arte de magia, cuando han visto que el resultado de la provincia Méndez ha sido adverso para ellos”, denunció. Existe tensión y amagues de enfrentamiento, mientras los militantes masistas no dejan ingresar al control del cómputo a los representantes de otras fuerzas políticas.
“Lamentablemente el tribunal está tomado por el MAS, y ahí están los miembros del tribunal obedeciendo las órdenes vía teléfono desde la ciudad de La Paz; hay grupos de choque del MAS, encabezados por Darío Gareca y funcionarios de la Gobernación, han tomado la puerta del órgano electoral, yo creo que no debería haber este tipo de arbitrariedades de parte del partido de Gobierno. Es lamentable la desesperación del partido oficialista que acá en Tarija no ha tenido el respaldo y el apoyo y están forzando las ánforas y gestando un fraude para favorecer a uno de sus candidatos”, explicó.
Se generalizaron la manipulación y las denuncias en Tarija, Santa Cruz, Chuquisaca, Cochabamba. Fraude en tres actos: encuestas de Ipsos y Mori; manipulación al subir datos falsos a la página electrónica del TSE; y el tercero, cambiar actas para acomodar datos al fraude electrónico. Unidad Demócrata (UD) también denunció las incongruencias en porcentajes y horarios de publicación. El ex candidato a senador por UD, Arturo Murillo, mostró las gráficas de diferentes horarios, de la misma página de internet:
“a las 7:45 horas 94.86 por ciento de mesas estaban escrutadas y le daban a UD 20.24 por ciento , mientras que a las 12:15 el total escrutado había bajado a 90.71 por ciento y los votos para UD reducen a 19.6 por ciento ” y que cerca de las 17:00 volvieron a publicar al 93.52 por ciento y UD tenía 20.30 por ciento de votos. “Están buscando anular la senaduría de UD”, dijo Murillo. En horas cambian las cifras del conteo que publica el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en su pagina en internet. Si en la mañana se había computado el 75% de los votos de la circunscripción 1 de Sucre, en la tarde este avance retrocedió al 47%. Algo peor sucedió en Tarija. En la C-40 se habían computado 420 mesas, donde había 66.353 votos y ganaba un opositor; unas horas después, en el mismo territorio apareció una mesa más (421) y los votos subieron a 80.558, es decir 14.505 más, y el ganador pasó a ser un masista. El senador electo por Unidad Demócrata (UD), Arturo Murillo, denunció actas “clonadas” en dos mesas del recinto electoral de la unidad educativa Club de Leones de Cochabamba.
Explicó que pudo conseguir las copias de dos actas de las mesas 3 y 4, de este recinto, cuyos jurados electorales y resultados no coinciden. “Estamos viendo que hay actas clonadas porque tiene los mismos números de código. Cuidado nos vayan a decir mañana que eran actas de capacitación. Eso nos parece absolutamente extraño”, afirmó. En cuanto a la mesa 3, ambos documentos coinciden en sus datos de referencia (colegio y número de mesa) y en el código 30003. Sin embargo, la primer acta tiene unos jurados, mientras que el segundo documento es firmado por otros jurados. Periodistas, políticos y los electores en general se manifestaron confundidos al respecto, mientras que opositores denunciaron fraude y anunciaron impugnaciones. Las irregularidades se registraban en todo el país. El escrutinio de la circunscripción 1 de la ciudad de Sucre, estaba en un 75% de avance a las 09.27 de este martes, luego bajó a 64% y a las 15.32 el cómputo retrocedió aún más hasta el 47%, según constató el periodista Iván Ramos. En la circunscripción 1, el conteo es liderado por el candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Horacio Poppe, sobre su rival del Movimiento Al Socialismo (MAS), Celsa Salazar. En la mañana, cuando el escrutinio estaba al 75%, Poope tenía 24.217 votos, mientras que Salazar llegó a 19.800. Y, en la tarde, al 47% de avance de conteo, el PDC tenía 15.489 votos y el MAS, 11.988.
El ex candidato a senador de Unidad Demócrata (UD), Edwin Rodríguez, denunció la existencia de actas en las que el Movimiento Al Socialismo (MAS), no sólo obtuvo el 100% de la votación en regiones de Potosí, sino que también tuvo una mayor cantidad de sufragios que de inscritos para emitir su voto.
“Verificando las actas del norte de Potosí tienen el 100% de votación para el MAS, es más, hay algunas actas que han ido a votar más gente de los que estaban inscritos”, explicó Rodríguez a la Red Erbol.
El representante de UD, señaló que funcionarios del partido oficialista trasladaron personas en camiones para votar, y que en el municipio de Tacobamba se le negó el ingreso a un recinto electoral.
La orden venía de arriba sin medir las consecuencias. La orden era conseguir mas del 50% y los dos tercios en el CP a como de lugar. Luego se sacrificó a miembros del TSE colocados por ellos mismos. Como ya es tradición política, nunca llega la acusación a los verdaderos perpetradores.
De acuerdo con Raúl Prada estas últimas elecciones son una manifestación de decadencia política. Evidentemente diferentes a las del 2005, también a las del 2009, cuando todavía había entusiasmo, cuando aún se daba la pelea por la Constituyente y la Constitución: se nota la elementalidad de la propaganda, lo grotesco puesto en mesa de discusión; fueron elecciones como cualquier otra que se da en el mundo, donde prepondera el esfuerzo publicitado de la imagen, dejando de lado los contenidos políticos. Se enfrentaron, por un lado, un bloque clientelar, decidido a preservarse en el poder, y otro campo disperso de una oposición no solamente descuartizada, sino también mediocre y sin argumentos. Ambos, tanto el bloque como ese campo político disperso de la llamada oposición, forman parte de lo mismo, de la compulsión de deseo de poder. Unos pedían mayor institucionalidad, otros pedían respeto a la Constitución, reduciéndola a unos cuantos artículos des-contextuados. Estas posiciones no podían oponerse al mito, al mito del caudillo, que a pesar del desencanto popular todavía mantiene de rehén a sus numerables clientelas, todavía tiene cierto apego afectivo de las mayorías. Era difícil, imposible, lograr que las mayorías desencantadas del “proceso” voten nulo, menos que se movilicen para evitar las elecciones, exigiendo conformar condiciones adecuadas democráticas y de reconducción del “proceso”. Su acto de votación fue un acto nostálgico, para preservar el recuerdo de lo que fue, perdiéndose en algún lugar del camino.
Para Raúl Prada, esta oposición, atrincherada en sus costumbres de clase política, ha muerto. No se dieron cuenta que la clase a la que pretenden representar, la burguesía, esta con el presidente, que les dio lo que los gobiernos neoliberales no pudieron lograr: paz, para poder efectuar abiertamente el comercio y la producción. La oposición que llaman los oficialistas de “derecha” no representaba a la burguesía sino a ciertas clases medias asustadas, que no comprenden hasta ahora, que el presidente “indígena” es uno más de los presidentes del Estado-nación. La otra oposición, la institucional y la verde, no podían oponerse moralmente a una mecánica de poder, que se mueve con fuerza y se efectúa en correlaciones de fuerzas.
Asistimos entonces, a la muerte del gobierno progresista, que de progresista ya tenía poco; ahora sólo le queda ser un buen gobierno burgués. Asistimos a la muerte del MAS, conglomerado que nunca pudo llegar a conformarse como movimiento, salvo lo que respecta a las Federaciones Sindicales Campesinas del Trópico, el núcleo duro del MAS. Tampoco se conformó como partido; solamente fueron el recurso de emergencia para las convocatorias electorales. Nunca fue el MAS consultado ni en lo que respecta a la Constitución, ni en lo que respecta a las políticas. Sólo se acuerdan del MAS en las convocatorias electorales, contentando a los militantes con prebendas, incorporaciones sin importancia en el ejecutivo, o con su participación silenciosa en el Congreso. El idílico MAS y el gobierno progresista, no podrían sostenerse cuando el “proceso ha muerto”. Lo que viene es un gobierno, como cualquier otro, y una crisis de un partido que nunca fue tal. ¿Será posible contrarrestarlos pese a su presencia camaral y su capacidad de movilización social? Ojalá lo sea.11
Pero las instituciones defienden “el proceso” a ultranza, tal es que el Tribunal Supremo Electoral, mediante una circular, determinó que los parlamentarios actuales no podrán postular como candidatos a alcaldes, concejales, asambleístas regionales y otros cargos, porque no cumplen con el requisito de residencia permanente de dos años. En referencia directa a posibles ganadores en las próximas elecciones, como son los diputados disidentes del MAS, Ever Moya, en Oruro, y Rebeca Delgado en Cochabamba, que optaron por desafiar esta disposición y de registrarse como candidatos.
El proceso que la Asamblea Legislativa le está siguiendo a Gualberto Cusi y a otras dos magistradas del Tribunal Constitucional, ha puesto sobre el tapete el problema de la separación de poderes. Es posible que la actuación de la Asamblea Legislativa tenga bases legales, pero eso sólo significaría que las leyes sean congruentes. La Asamblea Legislativa no puede procesar y sancionar al Tribunal Constitucional, que es el que tiene el papel de controlarlo, y eso simplemente porque lo ha contrariado con la famosa Ley del Notariado, que ya ha sido declarada constitucional por el mismo TC. Está claro que nos encontramos ante un caso de abuso de poder que, pareciera, tiene como objeto principal la destitución, anulación y castigo de un magistrado indígena que viene a simbolizar las contradicciones del actual proceso.
Gualberto Cusi, un desconocido, fue colocado en las listas oficialistas de candidatos a las magistraturas.
Electo en el nuevo Tribunal fue tomando decisiones independientes, que molestaban a un Ejecutivo acostumbrado al sometimiento general. La conclusión la expresó Cusi, cuando dijo que estaba decepcionado de los indígenas y su increíble capacidad de sometimiento después de una tan larga historia de rebeldía y de reafirmación de sus identidades. El infame recurso del Ministro de Salud, de aislarlo anunciando que padece de SIDA, ha revertido contra el MAS. Se anuncia una nueva reforma de la justicia que apuntará a su mayor sometimiento; por tanto a una nueva y generalizada frustración.12
La informalidad (60%) y la falta de empleo formal que de allí se deriva, irán creciendo junto a la reducción del crecimiento y la inflación. La falta de empleos productivos y de calidad, acrecentará la crisis educativa (una buena educación no es necesaria para la economía informal) y la economía social (salud, vivienda, etc.) El chorreo” no funciona sin el crecimiento de precios de las materias primas y que ahora no será suficiente para aliviar la pobreza con la política de bonos que por definición, debía ser temporal.
En este contexto y con lo que ocurra en los próximos dos meses, se darán las elecciones vislumbrándose la derrota relativa del MAS: perderán gobernaciones y municipios importantes y seguramente ganaran la mayoría de municipios de menor significado político nacional.
La lucha contra el Estado capitalista y colonial, pareciera ser mediante medios de combate callejeros y acción directa en formas de rebeliones. Eso podrá ocurrir en unos años. A su vez, también falta que maduren las luchas sin el Estado, que es lo central para este periodo, con formas revolucionarias de organización y asociatividad territorial y de construcción de un poder-hacer. Asimismo, la tarea siempre compleja de luchar desde el Estado, mediante reformas, conquistas dentro de la institucionalidad burguesa que permitan avanzar en la acumulación de una fuerza anti sistémica. Todo esto, con la perspectiva de ir más allá y ser una verdadera contra-tendencia a los patrones de dominio hegemónicos.
1 Diego Ayo, Elecciones 2015: las jefaturas territoriales en juego, Pagina siete, 14 de diciembre de 2014.2 Alvaro García Linera, El nuevo campo político en Bolivia, Rebelión, 07-11-20143 Pagina siete, 31 de diciembre de 2014.4 Sin importar que los bonos, explican menos del 5% de la reducción de la pobreza, no representan más de uno y pico por ciento del PIB y/o están destinados en casi 3/5 partes a sectores ya de por sí no pobres.
5 Diego Ayo, Evo ganó antes de las elecciones, Pagina Siete, 9 de noviembre de 2014
6 De Comuna a los y las electoras, La discreta comedia electoral. Bolpress.7 Manolo Monereo, La corrupción como instrumento político e ideológico de los poderes económicos: la trama, Cuarto Poder, www.rebelion.org, 21/10/2014
9 Tomemos, por ejemplo, las relaciones entre población en edad de votar (PEV), el Padrón Electoral y los votos emitidos empleando datos oficiales publicados. Normalmente, la PEV será mayor que el padrón (no todas las personas mayores de 18 años se empadronan), y el padrón será mayor a los votos emitidos (no todos los empadronados van a votar). Una primera constatación es que el Padrón Electoral del OEP no se ajusta a la distribución de la PEV que registra el INE con el censo nacional (2012): hay dos departamentos -Cochabamba y Tarija- en los que el padrón es mayor que la PEV. En el resto, la cobertura del padrón es del orden del 93% de la PEV. Si la cobertura del padrón es 93% y la participación llegó al 89%, los votantes serían un 82% de la PEV. En la ciudad de La Paz (cuatro circunscripciones), El Alto (cuatro) y Cochabamba (tres) la votación es igual o mayor que la PEV. Sucre y Oruro tienen dos circunscripciones que están dentro del municipio, y una tercera compartida con otros municipios. En ambos casos el voto en las dos circunscripciones plenamente municipales es mayor que la PEV municipal total. La participación (votos emitidos respecto al padrón) en las capitales, excepto en Santa Cruz de la Sierra, es igual o mayor al 100%. Por el contrario, fuera de las ciudades capital (y El Alto) la participación baja 30 puntos en promedio. En los departamentos de La Paz y Pando la participación en el resto está 40 puntos porcentuales por debajo de las circunscripciones que incluyen a la capital. “Censo bien, padrón mal, resultados”, 08 de noviembre de 2014
10 María Galindo “Las clases dominantes arcaicas de la sociedad boliviana han penetrado al Movimiento al Socialismo”. Entrevista realizada por el programa Piedra Libre de La Colectiva a12 Rafael Puente Gualberto Cusi, símbolo de nuestras contradicciones, 07 de noviembre de 2014
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