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Agosto 2014

Elecciones generales 2014:
Dicotomía de izquierda y derecha en la democracia liberal

David Alí Condori*

Ante las elecciones generales que se avecinan en octubre de este año, creemos que es importante recordar la crisis de la democracia representativa liberal y la partidocracia que se produjo en Bolivia, después de la denominada “guerra del gas” en octubre de 2003. La muestra de esa decadencia, fue que en septiembre del año 2004, la aprobación de la población hacia los partidos políticos apenas llegaba al 24% (La Razón, 17/10/14). Todo esto parecía avizorar, la ruptura del monopolio de los partidos políticos en Bolivia, por eso en la Reforma Constitucional del mismo año, se incorporó en la Carta Magna que la representación popular no sólo se ejerce por medio de los partidos políticos, sino también a través de las agrupaciones ciudadanas y los pueblos indígenas[1].

Hasta ese momento, no se hablaba todavía de la democracia comunitaria, sólo se privilegiaba la democracia representativa y participativa[2]. Sin embargo, en la Asamblea Constituyente realizada entre los años 2006 a 2008, se introdujo la democracia comunitaria en la nueva Constitución Política del Estado. Así por ejemplo, en el Articulo 11 de la mencionada Constitución se señala que “La República de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres” (Gaceta Oficial de Bolivia, 2009). Y el parágrafo 3 del mismo Articulo especifica que la democracia comunitaria es “la elección, designación o nominación de autoridades y representantes por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblo indígena originario campesinos” (Ibídem).

Esto, al parecer mostraba el trastocamiento del poder colonial, porque no sólo se legalizaba las normas y procedimientos de los pueblos indígenas, sino que se estaba aperturando otra forma de elegir a los representantes, es decir sin la mediación de los partidos políticos, porque en la democracia comunitaria no hay partidos políticos, la decisión se adopta en deliberaciones colectivas. No obstante, en la misma Constitución Política del Estado se contradice cuando menciona en su Artículo 166 que “La Presidenta o el Presidente y la Vicepresidenta o el Vicepresidente serán elegidas o elegidos por sufragio universal, obligatorio, libre y directo” (Gaceta Oficial de Bolivia, 2009). En esa misma lógica, la Ley Nº 026 de Régimen Electoral patentizó la democracia liberal, otorgando la mediación entre la colectividad y la representación política a los partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas con personalidad jurídica reconocidas por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP)[3].

Entonces ¿Dónde quedó la democracia comunitaria?, ¿Por qué en estas elecciones generales nuevamente se tienen que elegir a los representantes políticos mediante la democracia liberal representativa? Y ¿Cómo se construye la dicotomía de la izquierda y derecha en el sistema de la partidocracia? Estas incógnitas guiarán nuestra reflexión en los próximos párrafos.

Democracia comunitaria vs. democracia liberal representativa

Uno de los principios fundamentales de la democracia comunitaria es que la administración del poder no está concentrada en el individuo o en grupos de personas, “como ocurre en el sistema de la democracia representativa; sino la asume la colectividad, de ahí que el representante sólo exprese la decisión adoptada por la colectividad” (Patzi, 2009: 59). En otras palabras, en este sistema de democracia “El poder lo tiene sólo y siempre en potencia la comunidad política, o sea el pueblo” (Dussel, 2006: 45). Aquí, el ser autoridad “no es la de ganancia; sino la de servicio, y por lo tanto de gasto” (Patzi, 2009: 59).

Desde ese punto de vista, el ejercicio de autoridad en los pueblos originarios “es visto como una ‘carga’, porque quita tiempo y dinero” (Ticona y otros, 1995: 81). Pero, en el escenario de la política liberal, el ejercicio de autoridad es deseado y de lucro, por eso los representantes de partidos políticos se aferran al cargo, así como lo hace Evo Morales, Doria Medina, Juan del Granado y Jorge Quiroga. Aquí el poder se fetichiza, donde el gobernador “tiene el gusto, el placer, deseo, la pulsación sádica del ejercicio omnipotente del poder fetichizado sobre los ciudadanos disciplinados y obedientes (ya que los no obedientes son objeto de la represión policial)” (Dussel, 2006: 56).

Pues, en la lógica liberal –como sostiene Rafael Bautista- el poder se presenta “como propiedad privada, porque es una propiedad que priva siempre a algún otro” (Bautista, 2014: 77, cursivas del autor). En el actual contexto político que vive Bolivia, esa “propiedad privada” pertenece a los “dueños” de los partidos políticos que anteriormente mencionamos. En consecuencia, la democracia comunitaria es el “remozamiento de lo mismo” (Yampara, 2007). Ya que, sigue intacto la democracia liberal representativa, probablemente por tres razones, primero: los actores políticos gobernantes, entre ellos los del Órgano Electoral Plurinacional, no entienden realmente en qué consiste la democracia comunitaria. Segundo, hay una mentalidad colonial en la que se percibe que la democracia comunitaria es una cuestión arcaica y no aplicable a las sociedades modernas. Y por último, no les conviene tanto al partido gobernante, ni a la oposición, porque la democracia comunitaria no privilegia la partidocracia, ni la reelección consecutiva de los representantes, sino que establece “turno y rotación obligatoria”. Por tanto, ahí no tendrían más cabida Evo Morales, Juan del Granado, Jorge Quiroga y Doria Medina, quienes aparecen como “eternos” y “únicos” actores políticos, como si no hubiera otros líderes políticos para gobernar este país.

Entonces, la democracia intercultural y comunitaria, sólo está en los papeles (Constitución Política del Estado) y sirve para el discurso, su implementación es solo una “ilusión”. Por eso, creemos que entre tanto, los sujetos-actores de la democracia comunitaria no estén en los espacios de decisión política, no habrá elección de representantes bajo este sistema, aunque aparezca como una nueva alternativa a la democracia representativa.

La dicotomía de la izquierda y la derecha

Para las elecciones generales del 12 de octubre de 2014, los electores estaremos obligados a decidir entre la izquierda y la derecha (aunque otros dicen ser de centro derecha o centro izquierda). La izquierda personificada en el candidato Evo Morales, que entona el himno nacional empuñando la mano izquierda, y la derecha representada por Jorge Quiroga, Doria Medina y Juan del Granado. Aunque, por ahí se disputará un candidato indígena, como Fernando Vargas del Partido Verde, que tiene muy pocas posibilidades de obtener alguna representación en el Órgano Ejecutivo y Legislativo.

Pero la pregunta es ¿en dónde surgió la izquierda y la derecha?, acaso no emergió con la Revolución Francesa, donde en su Asamblea Nacional, los girondinos se ubicaron a la derecha postulando un visión más conservadora y los jacobinos a la izquierda con una visión más progresista. Todo apunta, que desde ahí surgió la dicotomía de la izquierda y derecha. Pues, los políticos que propugnan ciertos cambios se considerarán de la izquierda y los conservadores de la derecha.

Por tanto, la derecha como la izquierda tienen un matriz cultural en común, es decir occidental-europeo, en otras palabras es la “mismidad” (Mamani, 2014). Entonces: ¿Por qué el Movimiento Al Socialismo, que propugnan la descolonización se autoproclama como de izquierda?, ¿no habrán entendido hasta ahora, qué es la descolonización?

Probablemente, en la mentalidad colonial de los masistas no hay otra alternativa que no sea la derecha y la izquierda. Desde esa perspectiva, ellos prefieren ser de la izquierda y postulan el socialismo comunitario, como el nuevo proyecto societal, ya que esto se puede evidenciar en su Programa de Gobierno 2015-2020, denominado “Bolivia: Juntos vamos bien para Vivir Bien”, en la que se menciona: “Estamos avanzando en la construcción del Socialismo Comunitario, como un proceso de revolución ininterrumpida... El Socialismo Comunitario es una síntesis de las aspiraciones políticas de la clase obrera hacia la construcción del socialismo, y de las naciones y pueblos indígena originario campesinos” (Programa de Gobierno del MAS-IPSP, 2014: 21). Pero, los movimientos sociales de los años 2000 a 2005 que propiciaron el asenso de Evo Morales al gobierno, no demandaron en ningún momento el socialismo, como dice el programa de gobierno del MAS, que el socialismo es una síntesis de las aspiraciones de los obreros y pueblos indígenas.

Si bien el MAS, nos presenta a la izquierda como nacionalizadora de los recursos naturales y distribuidora de las riquezas generadas por las empresas estatales; pero esta es sólo una construcción de creencias que tratan de mostrar la buena imagen de del actual gobierno. En el fondo, la izquierda es igual o peor que la derecha, es decir, autoritario y ambicioso de poder, tal como se puede observar en Venezuela, las políticas represivas del Presidente Nicolás Maduro. Por tanto, pensar que la izquierda y el socialismo son las alternativas al sistema capitalista, es una concepción ilusoria.

Por otro lado, los partidos políticos de la derecha (aunque otros dizque son social demócratas), tampoco postulan otra alternativa de proyecto societal, distinto al capitalismo, sino siguen apostando a lo mismo. Así por ejemplo, el Programa de Gobierno de Unidad Demócrata (UD) señala que “La lucha por el ‘modelo’ es inútil” y “no proponemos otras ‘refundaciones’. Lo que queremos es dar continuidad a los que está bien, mejorar lo que puede mejorarse” (Programa de Gobierno de UD, 2014: 12-13). En la misma perspectiva, el Movimiento Sin Miedo (MSM) sólo está preocupado en “Compatibilización del Estado Plurinacional con el concepto y contenidos de República” (Programa de Gobierno de MSM, 2014: 83).

En consecuencia, la izquierda como la derecha tienen muchos elementos en común, por eso Pablo Mamani dice que es la “mismidad” (Mamani, 2014). No obstante, en la actual coyuntura política, ambas buscan intensamente diferenciarse, las unas de las otras. Por medio de las “ideologías” y los “mitos” que pululan, nos imponen ciertas creencias del “bien” y del “mal”. Ya que, desde la percepción del MAS, la derecha es “vende patria”, “pro imperialista” y “neoliberal”, o sea el “mal”. De la misma manera, los de la derecha califican a la izquierda de “totalitarismo” y “populista”. Pero, después ambas vertientes políticas terminaran haciendo lo mismo, es decir manteniendo las viejas estructuras coloniales que permanecen con cierto remozamiento en el Estado Plurinacional de Bolivia.

Consideraciones finales

En el epilogo de nuestra reflexión, consideramos de la democracia comunitaria fue encubierta por el manto de la colonialidad que impera en la mentalidad de los actores políticos que gobiernan nuestro país. Los discursos de la democracia intercultural o comunitaria sólo sirven como argumentos retóricos de legitimación de un gobierno que a veces se presenta como indígena, para luego ser de la izquierda. Además, los actores-políticos de la derecha, poco o nada entienden de las normas y procedimientos que rigen en la democracia comunitaria.

Por tanto, en las próximas elecciones generales a realizarse en octubre de 2014, el pueblo nuevamente enajenará su capacidad de decisión a los partidos políticos. Es más, sólo tendremos dos alternativas para elegir, es decir por la izquierda de Evo Morales y el MAS o la derecha de los partidos tradicionales reciclados con nuevas siglas como: UD, MSM y PDC. Aunque por ahí, el Partido Verde aparece como otra alternativa, pero con muy pocas posibilidades de ganar en estos comicios.

Frente a esta realidad, urge retomar los principios de la democracia comunitaria que está establecido en la Constitución Política del Estado, como una nueva alternativa aplicable a cualquier sociedad. Entonces, debemos asumir el desafío de cómo implementar este sistema de elección de autoridades, porque no basta discutir la democracia en su forma liberal y representativa, como otros analistas políticos lo hacen muy bien.

Bibliografía

BAUTISTA, Rafael (2014). La descolonización de la política. Introducción a una política comunitaria. La Paz: Plural.

DUSSEL, Enrique (2006). 20 Proposiciones de la Política de la Liberación. La Paz: Tercera Piel.

MAMANI, Pablo (2014). “Elecciones 2014. La mismidad: entre la derecha y la izquierda”. En: Periódico Página Siete, domingo 06 de julio.

PATZI, Félix (2009). “La forma liberal y comunitaria como posesiones ideológicas y políticas contemporáneas”. En: Visiones del des-conocimiento entre bolivianos. La Paz: FBDM, pp. 35-68.

TICONA, Esteban y otros (1995). Votos y Wiphalas. Campesinos y pueblos originarios en democracia. La Paz: CIPCA.

YAMPARA, Simón (2007). “¿Cambio estructural del sistema educativo o remozamiento de lo mismo?”. En: SAAVEDRA, José (Comp.). Educación superior, intercultural y descolonización. La Paz: PIEB.

Normas y programas de gobierno

GACETA OFICIAL DE BOLIVIA (2009). Constitución Política del Estado. La Paz.

MOVIMIENTO AL SOCIALISMO (2014). Programa de Gobierno 2015-2020. Bolivia: juntos vamos bien para Vivir Bien. La Paz.

MOVIMIENTO SIN MIEDO (2014). Programa de Gobierno. La Paz.

UNIDAD DEMÓCRATA (2014). Una mejor Bolivia es posible ¡La unidad es el camino! La Paz.

VICEPRESIDENCIA DEL ESTADO (2011). Ley Nº 026 de Régimen Electoral. La Paz.

Periódico

La Razón, “El monopolio de los partidos políticos aún sobrevive en el parlamento”, Domingo 17 de octubre, 2004.

* Es sociólogo y miembro de la Comunidad Académica de Estudios Sociales (CAES).

Email: d.aly42@hotmail.com

[1] Ver, los artículos 222, 223 y 224 de la Constitución Política del Estado reformado en abril del año 2004.

[2] Ver, el Articulo 1 de la Constitución Política del Estado reformado en abril del año 2004.

[3] Ver, por ejemplo el Articulo 48 de la Ley Nº 026 de Régimen Electoral.

http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2014080604







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