
Julio 2014
Irak:
las consecuencias de
la “primavera árabe”
Por:
Ani-gt/Redacción
Internacional
En
diciembre del año pasado se cumplieron diez años
después de la detención del líder iraquí
Sadam Husein derrocado por una invasión extranjera. Los EE.UU.
y sus aliados invadieron Irak al haber engañado a todo el
mundo, declarando que Sadam Husein tenía
armas químicas. El régimen iraquí no era ideal
pero era mundano y junto con Siria garantizaba estabilidad y ausencia
de los terroristas en toda la región. Después de la
intervención militar de EE.UU. la situación en el país
se ha agravado dramáticamente.
El
líder del país Sadam Husein fue ahorcado en un día
sagrado para los musulmanes – es un acto superior de vandalismo
y cinismo. El modo milenario de vida fue destruido. Irak fue
devastado tanto que el país se ha derrumbado en varias partes
hostiles combatiendo una contra otra. El número de muertos se
cuenta en cientos de miles de personas y los ataques terroristas
sangrientos se realizan a diario. La mayor parte del país fue
metida en la Edad Media.
Según la
ONU sólo en el año 2013 en el país murieron al
menos 7818 civiles y 1050 representantes
de las fuerzas
de seguridad. Irak no ha visto tantas cantidades de víctimas
desde 2008, el año que fue el pico de una lucha por el poder
entre los diferentes grupos políticos y confesionales. Diez
años después de la eliminación de Sadam, Irak se
ha convertido en un estado fallido donde los islamistas
radicales están ganando fuerza. Irak, o sea más
precisamente la parte del país que se quedó después
de la separación de Kurdistán iraquí,
está al borde de la guerra civil. Su resultado es bastante
predecible – el país será dividido en las partes
suní y chií, habrá más
sangre, caos, inestabilidad y tierras silvestres que serán
sede de los terroristas.
El apoderamiento
por los “yihadistas”
de las provincias de importancia estratégica que confinan con
Arabia Saudita, Siria y Jordania - no es la confrontación
entre suníes y chiítas, es un nuevo juego geopolítico
de cuyo resultado depende quién va a controlar el Levante. Por
su parte los EE.UU. no han sido capaces de construir en Irak
democracia, pero han puesto muchas “trampas” abiertas y
encubiertas que sólo aumentaron el grado del conflicto en la
sociedad. Utilizaron un modelo de “democracia parlamentaria”
en una sociedad que desde hace mucho fue construida por el principio
del “despotismo oriental”. Entregaron el poder al
gobierno chií en un país donde la inmensa mayoría
de los ciudadanos son sunitas. Como resultado de eso, sucedió
que el chiíta al-Maliki “no oye” al sunita
al-Saadi. Y por el contrario al-Saadi con el apoyo de las grandes
masas no puede “hacer oír” a las autoridades
oficiales.
El
Estado iraquí diseñado por los estadounidenses se
desintegra ante los ojos. La política exterior de Estados
Unidos fue atrapada una vez más. Los insurgentes del “Estado
islámico de Irak y el Levante” (EIIL) actúan no
sólo en Siria sino también en Irak. El objetivo de EIIL
es la creación en los territorios vecinos de Siria e Irak de
un estado islámico sunita que viva bajo la ley de chariat. Por
consiguiente en el campo de guerra sirio, EE.UU. suministran armas
para los insurgentes y proporcionan asistencia financiera. En Irak el
presidente Obama está considerando “todas las medidas
posibles” contra esos mismos yihadistas. Washington sigue fiel
a su política de estándares dobles. El fortalecimiento
de la posición de los yihadistas satisface a EE.UU.; ya que
conduce a una escisión definitiva de Irak en tres partes -
sunita, chiíta y curdo. El caos en el país va a crear
una nueva fuente de tensión cerca de las fronteras de Irán.
El mundo árabe tendrá una guerra civil en un país
más. Los aliados estadounidenses por la OTAN, de nuevo serán
arrastrados hacia la guerra en el lado de EE.UU.
Los
estadounidenses aprovecharán eso para volver a Irak y es bien
probable para extender la intervención hacia Siria. En la Casa
Blanca ya están hablando abiertamente sobre el hecho de que
después de la victoria en la elección presidencial de
Bashar al Assad hay que bombardear a Siria. En Er Riad no ocultan la
satisfacción de tales planes. Arabia Saudita no sólo
quisiera derrocar a Al Assad en Siria sino también está
dispuesto en su confrontación con Irán, unirse a
cualquier acción anti-chiíta de EE.UU.
En
la extensión de la guerra hacia Irak están
interesados los mismos círculos que
provocaron la guerra en Siria – son los gobernantes de Arabia
Saudita y otros países del Golfo Pérsico que mantienen
la idea de establecer un califato mundial, también son
poderosas fuerzas de los EE.UU. y Europa, que tratan a través
de “la oposición islámica moderada”
consolidar su influencia en la región pero en realidad
alimentan el terrorismo.
¿Quién
está financiando a los islamistas armados que operan en Irak y
Siria? Las investigaciones de este problema indican que el grupo de
patrocinadores es bastante amplio. Según los expertos sólo
el financiamiento de “Al-Qaeda” se compone del 30-40% de
tráfico de drogas, el 20-30% de los fondos se derivan de
donaciones de particulares y organizaciones religiosas, el 10-20% de
las bandas criminales y contrabandistas, el 10-15 % de los
comerciantes ilegales de diamantes, el resto de fuentes son
desconocidas.
El
número total de patrocinadores de “Al-Qaeda” se
estima en 44 mil personas ubicadas en todo el mundo. El flujo de
armas estadounidenses que envían hacia la zona del conflicto
está pagado por donantes árabes que ven el conflicto
sirio como un paso hacia la radical “transformación
islámica del mundo árabe”.
Hoy
en día los diplomáticos y empresarios americanos y
británicos huyen de Bagdad. Los Estados Unidos y Gran Bretaña
como naciones que atacaron y saquearon Irak hace más de 10
años y recientemente se retiraron de allí porque
supuestamente ganó la democracia y está cumplida la
misión, hoy se comportan irresponsablemente y cobardemente,
abriendo varios frentes militares contra las civilizaciones
tradicionales. A mediados de junio de este año el secretario
de Estado de EE.UU., y ministro de asuntos exteriores de
Inglaterra se reunieron en Londres pero no para discutir la situación
en Irak, sino participar en una conferencia sobre la violencia sexual
en los conflictos armados. Haciendo abstracción de la
violencia sexual John Kerry y William Hague dijeron que ni los EE.UU.
ni Gran Bretaña enviarían tropas a Irak. Aunque
justamente estos países en 2003 bombardearon Irak y lo
invadieron. Ahora en lugar de un país entero aparece un estado
cuasi-islámico de Irak y el Levante. El régimen de
chariat tiene en su posesión gran cantidad de dinero, un
montón de armas pesadas incluyendo aviones que están
listos para morir en la batalla por la expansión de su
territorio a todo Medio Oriente.
El
debate actual en el Congreso de EE.UU. sobre Irak lleva
una parte significativa de la hipocresía. Justamente los
legisladores estadounidenses bloquearon un acuerdo para suministrar a
Bagdad aviones de caza F-16 y helicópteros “Apache”
que al-Maliki había solicitado desde 2011 para suprimir a los
separatistas e islamistas. Washington motivaba durante tres años
su negativa por el hecho de que “EE.UU. no tenían
confianza en que el primer ministro iraquí no usaría
armas suministradas para mayor opresión de la minoría
sunita y la represión en contra de los luchadores por los
derechos de esa minoría”.
Ahora
los republicanos en el Congreso están presionando a Barack
Obama para empezar la operación terrestre en Irak en la cual
Estados Unidos tendría que también librar la guerra
contra Irán en cambio de interactuar. No es casualidad que
Teherán en los últimos días comenzó a
actuar en contra de cualquier intervención extranjera en el
conflicto de Irak. Los estadounidenses, británicos y franceses
se preparan para la re-intervención en Irak y en este caso
Irán se verá obligado a unirse a la batalla. La
situación amenaza con escalar a una guerra religiosa de gran
escala. El Occidente puede estar en el mismo lado con los grupos
terroristas sunitas.
Al
mismo tiempo en la
Casa Blanca comenzaron a hablar de que el primer ministro iraquí
Nuri al-Maliki renunciará. La administración del
presidente de los EE.UU. Barack Obama considera que al-Maliki no es
capaz de llegar a un acuerdo con la minoría sunita en el país
y estabilizar la situación. Además de acuerdo con los
funcionarios de Estados Unidos, a Washington le gustaría que
los partidos políticos iraquíes formaran un nuevo
gobierno sin al-Maliki. Según The Wall Street Journal
cada vez hay más legisladores estadounidenses y sus aliados
árabes (entre ellos Arabia Saudita y los Emiratos Árabes
Unidos) que presionan la Casa Blanca para que renuncie apoyar al
actual primer ministro de Irak. Al permitir que los yihadistas
destrocen Irak, el grupo - Washington - Riad - Tel Aviv - demuestra
una vez más al mundo de hoy que es lo que le sucede a un país
que opta por el socio “equivocado”.
Los
recientes acontecimientos en Irak han dado de que pensar para muchos
expertos internacionales que unánimemente han llegado a la
misma conclusión. Y consiste en que no sólo en Irak
sino también en tales países como Siria, Afganistán,
Libia, Venezuela, Ucrania los políticos estadounidenses crean
intencionadamente tensiones, caos artificial, para después
convertirse en “pacificadores” y consolidar la posición
de Washington.
Esto
es un análisis profundo de expertos de renombre mundial que
tienen datos confiables y numerosos que revelan la política
militar de EE.UU. dirigida para socavar la paz en muchas regiones del
planeta. Washington liberó al genio de la botella, creó
la “primavera árabe” que destruyó a los
regímenes árabes mundanos y generó el islamismo
de la manera más radical. Ahora este fruto de EE.UU. está
fuera de control de su “maestro”. En un futuro cercano
tenemos que esperar nuevas turbulencias en el Medio Oriente.
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