Febrero 2014
¿QUÉ TANTO REALMENTE SABEMOS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO?
Walter Ritter Ortiz
Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito exterior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacan, México, D. F.
email: walter@atmosfera.unam.mx .
ANTECEDENTES
La determinación del clima mundial es tan increíblemente compleja que los científicos auténticamente punteros en el campo de la climatología son muy conscientes de las carencias que presenta la comprensión del actual proceso del llamado cambio climático, y de que todavía no es posible hacer modelos de él con demasiada confiabilidad.
¿EXISTE O NO EXISTE EL CAMBIO CLIMÁTICO?
SI EXISTE; y siempre ha existido y siempre va a existir, ya que es algo que forma parte intrínseca del clima, siendo "el cambio" su principal característica. Sin embargo hasta la fecha no podemos discernir cuándo tenemos un verdadero cambio climático o tan solo manifestaciones naturales de la variabilidad climática.
¿ENTONCES, CUAL ES REALMENTE EL PROBLEMA?
El auténtico asunto es: ¿En qué medida existe la probabilidad de que el equilibrio climático, tal cual es, se vea más o menos afectado durante el próximo siglo por el CO2 producido por las actividades humanas?
¿ES DECIR, ACASO NO EXISTE UN CONSENSO, SOBRE EL VERDADERO ORIGEN DEL ACTUAL CAMBIO CLIMÁTICO?
NO. El IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), al que muchos climatólogos aceptan como representativo del consenso general en este campo, informó basado en los resultados de modelos, que con la duplicación de las concentraciones de carbono conduciría a incrementos de temperatura mundial de 2.5 ºC, para dentro de 50 años.
Pero Richard Lindzen del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y otros, arguyen que el calentamiento global es el único asunto de la ciencia atmosférica en el que el enfoque de consenso se ha proclamado antes de que apenas haya empezado la investigación; ha deplorado públicamente hasta qué punto generalmente se oculta la carencia de consenso en este campo,
ARGUMENTANDO: que la modelización del clima global es todavía tan insatisfactorio que hay otras tantas hipótesis que explicarían el calentamiento global observado en el último siglo, igual de bien que la hipótesis del CO2.
¿CUÁLES SON LAS OTRAS HIPOTESIS?
SABEMOS: Que si no hubiésemos disfrutado de la ventaja de un efecto invernadero natural, posiblemente la Tierra se habría congelado de forma permanente y la vida nunca habría llegado a conseguirse, y sólo sería una bola de hielo sin vida, con una temperatura media de -50ºC.
SABEMOS: Que las influencias naturales sobre el clima son a muy largo plazo y sobre eso no se puede hacer gran cosa, y de que fue Milankovich quién calculara estas periodicidades climáticas de largo plazo. De que sus cálculos, son lo más confiable que tenemos a la mano, ya que ha sido posible verificarlas en repetidas ocasiones; incluyendo los datos del experimento paleoclimático de los hielos de Vostok, Siberia, los cuales no tan solo verifican sus valores pronosticados, sino además nos muestran variaciones enormes de las concentraciones de CO2 en los últimos 150,000 años, desde mucho antes que los seres humanos produjeran impacto alguno, mostrando que se dieron cambios climáticos, drásticos y rápidos, en un pasado lejano mucho antes de que la actividad humana pudiera ser responsable de los mismos.
SABEMOS TAMBIÉN QUE: La norma general de la Tierra ha sido, durante la mayor parte de su historia, el calor, sin ningún hielo permanente en los polos y, en los últimos 2,5 millones de años se han dado un mínimo de 17 episodios glaciales con una duración de unos 100,000 años, coincidente con los valores de Milankovich.
SABEMOS DE QUE: Vivimos en un período interglacial de clima más cálido y benigno que ha permitido el desarrollo de nuestra actual civilización, donde los períodos interglaciales anteriores sólo han durado 8,000 años, y el nuestro ha cumplido ya su diezmilésimo aniversario.
SABEMOS QUE: Durante los últimos 4,000 años las temperaturas en Groenlandia han sido más elevadas que hoy, y el actual período de calentamiento es uno más de los innumerables períodos de calentamiento natural; incluso menos cálido que los anteriores 4 períodos cálidos de los últimos 1,500 años
SABEMOS QUE: La historia básica actual del calentamiento global es de que éste tendrá lugar por la acumulación en la atmósfera de determinados gases de efecto invernadero, entre ellos el CO2. Estos gases no bloquean demasiada energía del sol, que es como la Tierra se calienta; pero bloquean parte de la radiación de onda larga, que es una de las formas de enfriamiento de la Tierra, donde el proceso más importante viene siendo la evaporación. Con la acumulación de los gases de invernadero, ésta última se retiene y acumula de tal manera que la temperatura podría aumentar. El clima es más complicado, que esta historia elemental y muchos de sus funcionamientos todavía se entienden vagamente. Una mejor modelización de la evaporación que se obtendría como resultado de un calentamiento, podría indicar los efectos retroalimentadores negativos de las nubes, que moderarían el incremento del calentamiento que de otra forma se daría y además, hasta qué punto su efecto depende de otras características complejas de las nubes. Se trata de procesos complicados de efecto indirecto que siguen sin poder cuantificarse de forma confiable.
SABEMOS QUE: Se ha demostrado en forma convincente que los cambios en la geometría orbital de la Tierra han sido las causas fundamentales de las edades de hielo en el último medio millón de años, y éstas señalan que la tendencia a largo plazo es hacia una glaciación en el Hemisferio Norte. Vaticinio que no tiene en cuenta los posibles efectos de la acción del hombre. Sin embargo sin la intervención humana y sin la influencia del CO2, el clima constantemente ha estado cambiando por miles de millones de años, a veces más y más rápido que en la actualidad.
SABEMOS QUE: Entre las décadas de 1940 y 1970, a pesar del aumento de los gases de invernadero, la temperatura media de la superficie de la Tierra disminuyó. Los modelos pronosticaban el doble de temperatura a lo que está en realidad.
SABEMOS QUE: En 1968 las lluvias dejaron de extenderse hacia el Norte porque la Zona de Convergencia Intertropical dejó de moverse hacia el Norte en verano, como lo hacía en los sesentas. La pauta climática observada en la década de 1970, muestra una mayor similitud con la pauta climática de la pequeña glaciación. ¿Será que éstas están realmente retornando?
SABEMOS QUE: Debemos considerar a la Tierra en su funcionamiento como un sistema homeostático interconectado con todos los elementos que la constituyen, a través de procesos de retroalimentación. Así por ejemplo, si el clima tiende a calentarse, aumenta la evaporación y, con una mayor nubosidad, habrá una mayor reflectividad de la luz solar, reduciendo el calentamiento del planeta y retornando a sus condiciones iniciales. Con un ciclo hidrológico fortalecido por efectos de calentamiento del CO2, contaremos también con incrementos en la evaporación, precipitación y los escurrimientos. Al mezclarse la lluvia con el CO2 atmosférico, se producen los efectos de lluvia ácida que al combinarse con silicatos de calcio y magnesio, disminuye el CO2 del aire, así como sus efectos de calentamiento y retornando como consecuencia a las condiciones originales.
SE HA IGNORADO QUE: Los intercambios de CO2 en el Hemisferio Sur es solamente de un tercio de los que se observa en el Hemisferio Norte. Cuando el suelo oceánico tiene razones de separación mayor y volcanismo activo, el nivel del mar sube, incrementa el CO2, y el clima es cálido y más húmedo.
SE HA IGNORADO QUE: Las erupciones volcánicas lanzan a la atmósfera 30 veces más CO2 que los humanos.
SE HA IGNORADO ASÍ TAMBIÉN: La relación entre clima y fluctuaciones en los rayos cósmicos, y el hecho de que la influencia del sol, modulando el flujo de rayos cósmicos sobre la temperatura de la Tierra, es de 280 veces más intensa que la influencia del CO2 atmosférico.
SE HA IGNORADO LA IDEA SISTÉMICA BASADA EN PROCESOS DE RETROALIMENTACIÓN: De que una elevación de las temperaturas podría provocar una era glacial: al aumentar los índices de evaporación se incrementaría la cubierta nubosa, lo que provocaría en latitudes altas una acumulación de nieve más persistente, que podría provocar una era glacial. Así también con el derretimiento de los hielos de los polos; la corriente cálida del Golfo no llegaría a mayores latitudes produciendo un bloqueo de ésta y congelamiento sobre Canadá e Inglaterra y finalmente glaciaciones. Situación que sabemos se ha dado en varias ocasiones. En síntesis, tanto el calentamiento como el enfriamiento, su destino final son las glaciaciones.
SE HA IGNORADO QUE: El verdadero centro motor de la superficie del planeta son los mares, que se le da de maravilla la tarea de retener y transportar calor en cantidades increíblemente grandes, lo que afecta a su vez al clima de forma considerable.
SE HA IGNORADO QUE: Estudios sobre las variaciones en la intensidad solar hacen notar que ésta desciende en más de un 2% cuando no hay manchas solares. Pero una de las cuestiones que más llama la atención en nuestro sol, es el hecho de haber tenido cuando joven un 25% menos luminosidad que actualmente; eso debería de haber tenido como consecuencia que la Tierra fuese mucho más cálida. Este cambio colosal debería de haber tenido unas consecuencias absolutamente catastróficas en la Tierra y, sin embargo, parece que nuestro mundo apenas se ha visto afectado.
SE HA IGNORADO QUE: A través del proceso de quemar combustibles, se lanza a la atmósfera cantidades considerables de calor, sin embargo éstas son muy pequeñas cuando se las compara con la de la energía solar que llega a la superficie de la Tierra; pero en lugares específicos son muy superiores a las que en términos generales se experimentan en la naturaleza, y la creación de estas islas de actividad energética, pueden afectar al tiempo pero sólo en una escala local o regional.
SE HA IGNORADO QUE: Las predicciones de cambio de nivel del mar han pasado de 8 metros en 1980 a 65 centímetros para finales de este siglo, olvidándose que las mayores capas de hielo terrestre de la Antártida han permanecido sin cambio durante más de 14 millones de años, aún con la presencia de drásticas fluctuaciones de temperatura.
SE HA IGNORADO QUE: Las predicciones de los cambios en las precipitaciones inducidos por gases de efecto invernadero varían enormemente de un modelo a otro y tampoco nos dicen donde va a llover más o donde menos, pero en general es de esperarse que disminuya en áreas continentales grandes, alejadas de los mares y, se incrementará en zonas que bordean los mares.
UNA PREGUNTA INTERESANTE ES QUE: Si el bióxido de carbono es tan importante en el equilibrio radiativo de la Tierra, y siguen apareciendo zonas y periodos de enfriamiento, una respuesta razonable sería que estamos en medio de un período de rápido enfriamiento natural y lo probable es que el bióxido de carbono impida a la Tierra enfriarse tanto como lo habría hecho sin él.
LA LECCIÓN A APRENDER ES QUE: Nuestro ambiente natural es de suma complejidad y nuestros conocimientos sobre él son insuficientes y aunque seamos conscientes del problema de la vulnerabilidad hay sin duda muchos otros problemas ambientales que surgirán de la acción o inacción del hombre y que acabarán por salir a flote. Debido a estas complejidades, hasta ahora no ha podido elaborarse un modelo matemático adecuado de nuestro sistema climático y todavía no podemos predecir con seguridad las pequeñas desviaciones de los cambios climáticos naturales. Nuestro conocimiento sin embargo es suficiente para decirnos que el hombre ha influido de forma significativa en el clima de algunas regiones de la Tierra, pero no necesariamente a través del CO2. El gradiente entre los polos y el Ecuador será mayor en épocas frías lo cual implica que cuando éstos gradientes crecen debemos esperar un mayor número de eventos extremos y no en épocas de calor como actualmente se considera.
CONCLUSIONES
Lo que nos revelan los datos paleoclimáticos de Vostok Siberia, no resulta tranquilizador ya que durante la mayor parte de su historia reciente, el clima de la Tierra ha oscilado violentamente entre períodos de calor y frío. El hecho extraordinario es que sólo una cosa es segura, la de que vivimos en el filo de la navaja.
Ciclos similares se han producido en el nivel natural de dióxido de carbono.
En el pasado, de forma natural sin el efecto de la contribución humana, por lo que podemos decir sin temor de equivocarnos, de que al final el ciclo del carbono se restablecerá y devolverá a la Tierra su situación de estabilidad mantenida por millones de años. Esto nos lo dice la historia del clima en el pasado y podemos confiar en que esto será algo que continuará repitiéndose.
La sincronización de las fluctuaciones en el registro de las temperaturas, y el hecho de que cualquier calentamiento de tipo invernadero probablemente se vea retrasado durante varias décadas debido a la inercia térmica de los océanos, nos parece indicar con fuerza que los cambios observados, se trata de fluctuaciones climáticas naturales.
El sistema climático de la Tierra, está tan abarrotado de circuitos de retroalimentación que nuestros conceptos habituales de causa efecto ya no son válidos. Lorenz dio con la prueba que dejaba "sin fundamento" el de que todo lo que hacía falta para hacer mejores predicciones era disponer de ordenadores más rápidos y de redes de observación más detalladas, demostrándose además de estas falsedades que las técnicas lineales de predicción estaban lejos de ser perfectas.
El tiempo meteorológico, unas veces es más caótico que otras. Si se realizan predicciones varias veces con ligeras variaciones en las condiciones iniciales y si todas resultan más o menos iguales, sabemos que se puede confiar en la pauta global de la predicción. Como señalara Ian Stewart(1990), podemos predecir el estado del tiempo con precisión siempre y cuando éste no haga algo inesperado.
Los cambios climáticos son necesarios para que haya evolución, pero en estos cambios son las especies llamadas especialistas las que más sufren las consecuencias, así como las poblaciones con una tasa de renovación más lenta, siendo en cambio los generalistas ecológicos los principales supervivientes.
Considerar a la Tierra actuando como un sistema y aceptar que sobre una escala global, todo está interconectado. Entender cómo se afectan o están interconectadas la deriva continental, los gases atmosféricos, el clima, la evolución biológica y la biogeografía regional. Donde la interconexión entre estas variables pudiera ser muy sutil pero no cabe duda de que los efectos son bastante obvios.
RECOMENDACIONES
El calentamiento global debe tomarse en serio, pero no es motivo de alarma o de actuaciones drásticas, como tampoco es una cuestión que debe decidirse por presiones fatalistas o medios histéricos.
Debemos mejorar nuestro conocimiento para adoptar medidas en el recorte de usos de combustible fósil y remediar fracasos de mercado en la alternancia a fuentes alternativas de energía.
Debemos asegurar una educación ambiental y sistémica a todos los niveles, así como la de asegurar los recursos genéticos de las especies amenazadas, y desarrollo de tecnologías eficientes y sustentables, reconociendo que la peor amenaza al entorno surge, más que de ningún otro sitio, de la pobreza del Tercer mundo: Esto es algo más urgente y donde los recursos serían mejor aprovechados.
Tendremos que encararnos a la elección entre: Aceptar alguna remota posibilidad de un brusco cambio climático a largo plazo, con enormes e incuantificables posibles efectos negativos en lo social y económico; o adoptar medidas draconianas de urgencia, con toda la seguridad de darse catástrofes económicas y sociales si se llegan a adoptar. Los costos económicos y por tanto sociales, de actuar de manera que se evite toda concebible posibilidad de catástrofe a través del "principio precautorio," serían astronómicas y esto sí, no tendría ninguna incertidumbre.
Si somos capaces de ver con mayor claridad qué conflictos son reales y cuáles son ficticios, podremos movernos hacia un mejor equilibrio entre nuestros auténticos objetivos. Apoyar los objetivos de una ecología científica para la Tierra, cuyos recursos deben evaluarse, controlarse, y preservarse, basados en criterios científicos y no en preconcepciones irracionales.
Poder predecir los efectos económicos del cambio climático en los próximos cien años es construir un modelo informático muy elaborado, que pudiera abarcar cientos de ecuaciones y ya existen varios de ellos, pero lo cierto es que no hace falta ninguno; todo lo necesario podría escribirse en una hoja o incluso hacerse de memoria, ya que la mayoría de la gente no pasará en los próximos cien años ningún cambio climático mayor o más drástico que los cambios climáticos sufridos en los pasados cien años.
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