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Noviembre 2013

ENTRE LOS ESTERTORES DE LA MUERTE Y LA AGONÍA DE LA VIDA: LAS IGNORANCIAS QUE MATAN

 

Walter Ritter Ortiz

Sección de Bioclimatología, Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito exterior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacan, México, D. F.

email: walter@atmosfera.unam.mx .

INTRODUCCIÓN

Todos los esfuerzos por construir una filosofía de la biología en el marco de las ciencias físicas han constituido sólo fracasos. El orden biológico es un orden más desarrollado que el orden físico: es un orden que se desarrolló con la vida, donde orden y desorden se incrementan mutuamente en el seno de la organización e incluye y tolera más desordenes que en el mundo de la física. Es un mundo de armonía ligado a la disarmonía, asociando dos términos, a la vez complementarios y antagonistas. Uno suprime al otro pero, al mismo tiempo, pero en ciertos casos colaboran y producen la organización y la complejidad, manteniendo la dualidad en la unidad. Asimismo, con acciones recursivas se rompe con la idea lineal de causa efecto, porque todo lo que es producido reentra sobre aquéllo que lo ha producido; el efecto volverá sobre las causas y el producto será también productor, enriqueciendo el conocimiento de las partes por el todo y del todo por las partes, en un ciclo en sí mismo autoconstitutivo, autoorganizador y autoproductor.

Los fenómenos climático-biológico y económico-sociales exigen no tan sólo nuevos instrumentos conceptuales, sino también matemáticos, ya que las matemáticas de la física clásica se manifiestan inadecuadas en relación con estos fenómenos, y el problema fundamental es el descubrimiento de nuevas leyes, donde haya subordinación de las partes al todo, pero donde las propiedades generales de estos sistemas se den en su autorregulación y en sus arreglos estructurales, a través de fuentes de energía, materia e información externa. Un universo en el cual lo que se crea -se crea no solamente en el azar y el desorden- sino mediante procesos autoorganizadores, diferentes a la visión tradicional de la ciencia en la cual todo es determinista, sin autonomía ni conciencia.

La entropía o energía no utilizable de estos sistemas abiertos puede disminuir y desarrollarse espontáneamente hacia estados de mayor heterogeneidad y complejidad. Así, los sistemas biológicos como sistemas abiertos y los principios de entropía, no son aplicables como lo son algunos otros principios básicos de las ciencias físicas y tienen que ser eliminados y reemplazados por principios pertinentes a la biología.

Las leyes naturales que subyacen tras la selección natural y la evolución, conllevan la generación de información y echan por tierra cualquier concepción mecanicista puramente causal y determinista de la naturaleza, describiendo así un mundo con un futuro abierto e indeterminado, donde su dinámica fundamental no es la adaptación sino su capacidad creadora.

La física moderna con su relatividad y mecánica cuántica, fue la primera que ha puesto de manifiesto las limitaciones de la visión cartesiana mecanicista del mundo, señalando que el universo debe verse como una red de relaciones vinculadas entre sí, donde la naturaleza se concibe a través de su autoconsistencia, sin estructuras estáticas y su estabilidad es el resultado de un equilibrio dinámico.

La naturaleza no consiste en la física, química y biología, ya que éstas son divisiones arbitrarias, de fronteras siempre borrosas, hechas por el hombre y a conveniencia de expertos, conocidos como especialistas. No hay realidad que podamos comprender de manera unidimensional. Toda visión parcial es pobre, y hay que tener sentido del carácter multidimensional de toda realidad. La existente fragmentación del conocimiento y el caos resultante, no son reflexiones del mundo real sino artefactos académicos. El especialista analiza las cosas de manera reduccionista -mediante el estudio de sus componentes- que conduce de modo natural a una clasificación jerárquica de materias y teorías. Por su parte, el concepto central del estudio de sistemas muestra propiedades que son propiedades del todo -no sólo las propiedades de sus partes componentes- donde la manera en que las distintas partes se integran en el conjunto es más importante que las partes mismas; donde las totalidades poseen propiedades no evidentes en sus componentes –que es la diferencia fundamental entre reduccionistas y holistas del enfoque sistémico- reconociendo que la visión del enfoque de sistemas es más que un simple concepto, es una forma de vida intelectual, una visión del mundo, un concepto acerca de la naturaleza de la realidad y de cómo investigarla. El enfoque sistémico es una metadisciplina que se puede aplicar virtualmente dentro de cualquier disciplina, concentrándose en la interacción entre las diferentes partes del problema, considerando que el mundo contiene totalidades estructuradas que pueden mantener su identidad, dentro de un rango de condiciones, y que exhiben principios generales de integración y contribuyen eficazmente al conocimiento del mundo.

Debido a que la forma actual de hacer las cosas es insostenible, el verdadero problema es la supervivencia del planeta. Necesitamos una ciencia integrada y comprometida con la sobrevivencia y bienestar de la humanidad, sin manipular la atención selectiva hacia aquello que favorece nuestras ideas o la inatención selectiva hacia aquello que la desfavorece. Necesitamos generar el ser universal: aquél que se dice que no recibe, sino que comparte; no gobierna sino que sugiere; no ofende sino que respeta; que afronta los problemas con razonamiento y entrega, prudencia y humildad. Hoy el reto inevitable de nuestra vida es el de luchar por vivir en paz y armonía con nuestro medio ambiente interno y externo. El ser universal es la solución para nuestra existencia y consiste en vivir en un interminable cuestionamiento; aprender a ser responsables de pensamientos y actos, cambiando todo aquello que nos desagrada de nosotros mismos, alcanzando el equilibrio con paciencia, integración, conocimiento y esperanza, para perseverar a través del sacrificio y disciplina. Pero a la vez debemos entender que no se busca ni el conocimiento general ni la teoría unitaria, ya que no podremos escapar jamás a la incertidumbre y jamás podremos tener un saber total, ya que el universo es mucho más rico que lo que nuestro cerebro puede concebir.

No se trata de saber cada vez menos sino de más cosas, o de saber todo de nada, o bien saber nada de todo; que como dijera Prigogine -podemos observar- tienen límites patéticos si no es el de incorporarnos al fascinante mundo de la visión sistémica, que nos permite comprender el mundo y mejorarlo. No se busca una teoría general de prácticamente cualquier cosa, ya que tal teoría no tendría sentido, porque en la medida que aumentamos la generalidad, tenemos que hacerlo a costa del contenido; o bien, entre lo específico que no tiene significado y lo general que no tiene contenido en el que debe existir un grado óptimo de generalidad.

Hay que acostumbrarse a una nueva forma de pensar, liberándonos de la intuición y el sentido común; sustituyendo los objetos por relaciones, organizando lo más relevante de la información con visiones de conjunto, donde sin buscar un principio unitario de todos los conocimientos, podamos aspirar a una comunicación entre las disciplinas sobre la base de un pensamiento complejo; señalando que sólo cuando se pone en duda lo evidente, se podrá decir que hay avance de la ciencia. El paradigma sistémico se ha ido fraguando con nuevas teorías y disciplinas científicas, como son la ecología, termodinámica y teoría general de sistemas, donde la complejidad es uno de sus principales constituyentes. Como señala Garrido y colaboradores: es donde la multicausalidad y las contradicciones no son sinónimos de error sino reflejos de la existencia de dimensiones profundas o desconocidas de la realidad. Así, obligando a la inter y transdisciplinariedad como modelos de organización, basado en la sostenibilidad y en la ética ecológica para finalmente reposar en el principio de prudencia y precaución.

Nada puede ser comprendido si se estudia por separado pues todo forma parte de un sistema, donde el mundo es una jerarquía interconectada de materia y energía; pero por otro lado, la biosfera evoluciona en su conjunto como un ser vivo, con procesos autoorganizativos de estructuras disipativas y alejadas del equilibrio, actuando como catalizadores que se producen a sí mismos -almacenando información adquirida históricamente y que no es accesible a las visiones reduccionistas. El modelo sistémico ha propuesto una epistemología diferente -que todavía no ha alcanzado el status de paradigma, y no ha logrado suplantar ni siquiera absorber, aunque sí complementar- el que está en vigencia; y no es porque el enfoque sistémico no reúna los elementos conceptuales adecuados, con alcances interdisciplinarios y virtualmente ilimitados. La tendencia que existe en varias ciencias hacia la integración, tal vez pudiera darse mediante el desarrollo de los principios unificadores de la Teoría General de Sistemas, como también con el avance del enfoque sistémico y la evolución; con ello se abre el camino para una concepción que vea las cosas tal como son, es decir como totalidades y no como fragmentos.

 

EN BUSCA DE UNA MEJOR COMPRENSIÓN DEL MUNDO

La ciencia es el intento de lograr una mejor comprensión del mundo mediante la observación, la comparación, el experimento, el análisis, la síntesis y la conceptualización. La ciencia es una aventura interminable, donde no hay una respuesta última para el misterio de la realidad y donde nada nos obliga a pensar que el mundo ha de ser completamente inteligible. La ciencia no trata de concebir descripciones enormemente complejas del mundo, y para la ciencia materialista, la historia del universo es simplemente la historia de la evolución de la materia, con científicos que teorizan sobre un universo material regido por las leyes mecánicas de la causalidad. Asimismo trata de concebir descripciones que iluminen el mundo y lo hagan comprensible, sin olvidar que nada es tan peligroso como la certidumbre de tener la razón, adhiriéndonos a sistemas de creencias e ignorando, censurando o distorsionando todas las observaciones que entren en conflicto con nosotros. Igualmente existe la tendencia natural a convertir una metodología satisfactoria en un credo dogmático y así, por varias generaciones, un amplio sector del clero eran los ejemplos constantes de oscurantismo, su sitio ha sido ocupada actualmente por los científicos. No podemos aceptar que una respuesta satisfactoria carezca de racionalidad y el oscurantismo es la negativa a especular libremente sobre las limitaciones de los métodos tradicionales.

El problema de la creación cósmica no se debe limitar al origen de los elementos fundamentales de la materia, sin tomar en cuenta cuestiones como el problema del origen de las formas, del orden implícito de sus leyes universales y el sentido de las cosas. La verdad es la misma en todas partes, no es dogmática ni sectaria y no se basa en consideraciones ideológicas o inferencias verbales, sino en una metodología científica y datos reales. La medida es un modo de observar la naturaleza creado por el hombre y se le considera como la verdad absoluta o como la verdadera esencia de la realidad. Sin embargo la medida en ningún modo es la realidad, es algo arbitraria y sujeta a elección caprichosa o al gusto de cada individuo. La virtud de la ciencia es que los datos nuevos son constantemente incorporados, que la llevan a cambiar sus visiones e ideas. Hace falta no sólo observar el mundo como un todo, sino prestar atención y energía para introducir claridad y orden en la totalidad del campo de la medida. En el análisis de grandes conjuntos de datos, entre más información se recabe y almacene y con la utilización de formulas matemáticas, mayor será la probabilidad de descubrir pautas y predecir comportamientos; sin embargo, esta técnica es increíblemente inexacta cuando se refiere a individuos.

La ciencia no pretende dar una explicación completa y definitiva y se contenta con respuestas parciales y provisionales. El universo no se explica en todos sus detalles por una sola formula o teoría única. Las teorías que explican demasiado terminan por no explicar nada. En física y biología, la realidad es antes abstracta y relacional, más que concreta y substancial. El mundo es una colección de procesos más que de entidades, por lo que debemos acostumbrarnos a una nueva forma de pensar, que substituya objetos por relaciones. El universo en que vivimos posee un carácter plural y complejo y el concepto de ciencia no es absoluto ni eterno; las implicaciones filosóficas y prácticas nos impulsan a abandonar el ideal tradicional de la omnisciencia con el reconocimiento de que una ciencia sin conciencia no es más que la ruina del alma.

El quehacer científico no consiste tan sólo en observar y acumular datos observacionales o experimentales; para deducir una teoría es necesario contar con una hipótesis, es decir haber decidido ya lo que puede ser posible. Todo comienza siempre por la invención de un mundo posible. El científico empieza con una conjetura y pone a prueba su validez de forma exhaustiva. Toda ciencia se construye en torno de un misterio fundamental que se trata de elucidar y que, probablemente, nadie podrá realizar; donde la mayor parte de las disciplinas está constituida por sistemas contradictorios y el conocimiento brota del hecho de que cada una de ellas es cuestionada de manera permanente. La posibilidad de ser cuestionada es lo que define el carácter científico de una teoría, observándose que los grandes progresos tienen lugar cuando confluyen las disciplinas. El método científico obliga a cotejar continuamente las explicaciones con la realidad. Para Jacob premio nobel de Biología: Una de las cualidades mayores de un científico consiste en juzgar los problemas que han madurado, y decidir cuando es tiempo de explorar de nuevo un viejo territorio, retomar preguntas consideradas casi como resueltas, o bien insolubles.

El comprender es algo previo a resolver. La formulación y el estudio de teorías tienen como propósito comprender mejor el mundo en que vivimos, las cuales sólo pueden ser comprendidas si son explicadas y como predicción -para Deutsch- no equivale a la explicación: "las principales teorías deben ofrecer tanto profundas explicaciones del fenómeno en estudio como ajustadas predicciones". El conocimiento aislado que ha obtenido un grupo de especialistas en un campo estrecho, generalmente no tiene valor en el sistema teórico que lo reúne con todo el resto del conocimiento. La materia viva, si bien no elude las leyes de la física, probablemente implica "otras leyes físicas", desconocidas por ahora -como dijera Schrödinger, en su famoso libro ¿Qué es la vida?- identificando la unificación como la incuestionable meta de la ciencia.

Con todo esto, la expresión "enfoque sistémico" lleva implícita el significado de la integración multidisciplinaria, la tierra fértil dispuesta a dar frutos en todas las disciplinas del saber. La metodología del análisis de sistemas produce escenarios al parecer más realistas que el de tratar de prever o predecir por otros métodos, considerando que no por el hecho de una mayor flexibilidad pueda no llevarnos también a definir suficientes conclusiones.

EL PARADIGMA QUE VIENE Y SUS NUEVAS REALIDADES

Un paradigma es un esquema conceptual en el que no sólo cambian las teorías científicas, sino que también cambia la concepción del mundo. El hecho de que la mayor parte de nuestra élite académica tenga una percepción limitada de la realidad, está dado por las limitaciones clásicas de su visión cartesiana del mundo y por lo mismo, del sistema de valores en el que se basa. Esta visión resulta por tanto, totalmente inadecuada para entender los principales problemas de nuestro tiempo y están afectando seriamente nuestra salud individual y social. La sociedad actual no refleja las relaciones armoniosas e interdependientes que observamos en la naturaleza. Las leyes básicas y fundamentales de la física, controlando estructuras y dinámicas fundamentales de la naturaleza, se basan en la simetría; tendiendo a asociar simetría y perfección.

Las simetrías que nos rodean reafirman la noción de que existe una armonía y un orden perfecto subyaciendo bajo diferentes aspectos del universo. La vida en sí misma es un agente destructor de simetrías y cada vez que se rompe una simetría se hacen posibles nuevos niveles de diversidad y creatividad. El caos y la complejidad obedecen leyes sencillas, pero los fenómenos u objetos más complejos e interesantes del universo, se producen precisamente al borde del caos, justo antes de que el orden quede destruido, allí donde habita la complejidad. Sin embargo, la ciencia no ha aportado todavía una respuesta única y coherente en relación al eventual proceso dinámico que podría estar detrás del orden que observamos en la naturaleza. Proceso de captar la esencia de su dinámica a través de la cual se construye la complejidad y surge el orden, partiendo de lo indeterminado y lo turbulento. Es entender cómo puede surgir el cosmos del seno del caos y dar con las claves de una posible dinámica fundamental de la naturaleza.

Nuestra crisis actual es multidimensional y compleja y afecta a todos los aspectos de nuestra vida. El daño que le hemos causado al planeta nos hace preguntarnos por alternativas, las cuales implicarían no sólo nuestra forma de actuar sino también de pensar; necesitamos cambios drásticos en el estrato de normas, en el sistema de valores y en las metas del hombre. Nuestra sociedad requiere una mayor diversidad y tolerancia en su búsqueda de la verdad. Hay que reemplazar la visión clásica de causa-efecto por un concepto más amplio de causalidad estadística, donde las probabilidades de que ocurra algo está determinado por la dinámica de todo el sistema. Es el todo lo que determina el comportamiento de las partes, y el universo es cómo una red de relaciones vinculadas entre sí.

Los problemas relacionados con la interacción de un gran número de variables, o de aquellos que son esencialmente multivariados con complejidades organizadas, lo que cuenta es su organización -emergiendo a menudo propiedades que no son desplegadas y no pueden ser predecibles a partir de un conocimiento de los componentes del sistema- produce novedades diferentes de cualquier cosa existente, donde el análisis no suministra una descripción plena de las interacciones entre los componentes; y al descender en el análisis de los niveles más bajos o menos complejos, disminuye también su poder explicativo, llegándose a un nivel en que el significado total del sistema se destruye.

Los organismos forman una jerarquía de sistemas cada vez más complejos: moléculas, células y tejidos, organismos, poblaciones y especies, donde en cada nivel surgen características que no se habrían podido predecir estudiando los componentes del nivel inferior, y donde el planeta puede regular el ambiente planetario a través de una gran variedad de procesos, formando un sistema complejo que tiene todas las formas típicas de la autoorganización, que le permiten mantener las condiciones óptimas para la evolución de la vida, y donde la teoría general de sistemas, seguramente, es la mejor forma de observar dicho mundo.

No pueden analizarse virtudes y errores, diagnosticar problemas o considerar cambios beneficiosos sino los consideramos como problemas de complejidad organizada. Los sistemas autoorganizados usan la retroalimentación para pasar a una estructura más ordenada. Es un orden complejo compuesto de movimiento y cambio. El principio creativo reside en las matemáticas, por lo tanto es posible que el pensamiento puro pueda asir la realidad. Muchas ecuaciones pueden dar tanto resultados sencillos como caóticos -según el valor de un parámetro y el ritmo con el que se pasa de la sencillez al caos- y es en gran medida independiente de las propias ecuaciones, existiendo constantes universales que miden este ritmo. Además, una clase entera de ecuaciones podría conducir al mismo tipo de organización; por lo que en vez de intentar buscar una ecuación específica para representar la serie determinada de datos que se tengan, es más significativo investigar el método general mediante el cual estos patrones surgen a partir del azar; donde la autoorganización presentará apariciones imprevistas de nuevas estructuras entre unos resultados, esencialmente aleatorios.

Cabe señalar que la emergencia de esta complejidad es totalmente independiente de las leyes naturales que generan los resultados.

La evolución es un aspecto esencial de la autoorganización, observándose: orden, regulación y automantenimiento, a la vez que cambio continuo, regulación y aparente intencionalidad teleológica, mostrando conductas que pueden ser complejas pautas de búsqueda de metas. Sólo cuando percibimos la totalidad entendemos el significado de mucho de lo que hacemos. La interacción de las partes confiere a la naturaleza como un todo, sus características más pronunciadas. Así también, los resultados de un proceso evolutivo se dan habitualmente como un producto de la interacción entre numerosos factores fortuitos. Sólo ahora estamos empezando a adquirir material de confianza para soldar en un todo indiviso, la suma de los conocimientos actuales. De la misma manera, uno de los cambios importantes de estos nuevos paradigmas es la incorporación de la transdisciplinariedad. Dentro de un contexto global y de amplias consideraciones de aspectos multidisciplinarios, las crisis de alimentos, crecimiento poblacional y desarrollo económico se están convirtiendo en fenómenos fuertemente entrelazados.

Aquellos valores básicos que se consideran profundamente enraizados en la sociedad humana son en última instancia responsables de muchos de nuestros problemas. Vivimos en el final de una era y en el umbral de otra, donde habrá un período de transición en el que los sistemas complejos, ya sea el clima, ecosistemas, economía o sociedad se bifurcarán sucesivamente, con súbitos cambios de dirección en la manera en que los sistemas se desenvuelven, dando lugar a procesos repentinos y no lineales, definiéndose como una clase de orden compleja, sensitiva e impredecible. De nosotros depende encontrar bifurcaciones sensatas y eficaces, así como la dirección correcta. El nacimiento de esta nueva cultura es indicio de un gran hambre intelectual, de un anhelo de acceder a las ideas importantes que marcan nuestro histórico momento, planteando de forma más frecuente las mejores preguntas y también formuladas de mejor manera, donde la convergencia de las disciplinas compartan un único marco de referencia; y como fruto de estos desafíos, crecer en comprensión y conocimiento.

Se pensó que las computadoras incrementarían las capacidades de modelación en todas las disciplinas y nos llevarían a una mayor especialización. Esto ha sucedido sólo en cierto grado, ya que la potencia computacional reciente ha revelado un mundo donde la predicción y la exactitud están limitadas.

EL ENFOQUE SISTÉMICO, METODOLOGÍA DE TRABAJO DE LOS SISTEMAS COMPLEJOS

El enfoque sistémico, como metodología de trabajo de integración multidisciplinaria de las ciencias de la complejidad, funciona y conduce tanto a la comprensión como a la predicción, sin limitarse a entidades materiales, sino que es apropiada también a entidades inmateriales y heterogéneas, como son las empresas comerciales, valores monetarios, motivación y otros elementos imponderables que pueden brindar respuestas precisas y consejos prácticos; donde además, se considera que los procesos históricos no son completamente accidentales, sino que obedecen a leyes y regularidades que pueden determinarse, siendo útil además en la economía y desarrollo de valores humanos.

La visión sistémica de Ludwig von Bertalanffy (1968), enriquecida por contribuciones de Norbert Wiener y Arturo Rosenbluet (1948), Shannon y Weaver (1949), Neumann y Morgenstern (1974), Cannon (1929) y Forrester (1970), entre otros, aparece como una ciencia en torno a las ideas del holismo y la integración de sistemas, alcanzando su madurez con la termodinámica irreversible de los sistemas disipativos de Ilya Prigogine (1980), teoría de catástrofes de Rene Thom (1972), cinergética de Hermann Haken (1987) y lógica difusa de Kosko (1993)

El holismo es un enfoque que incluye un estudio de las interacciones en un sistema complejo, encontrándose en conflicto con los pensamientos de algunos biólogos reduccionistas. Es evolutiva y no lineal, y considera que en los estudios multidisciplinarios -con enfoque de sistemas- no sólo significa recolectar el conocimiento de las diferentes disciplinas, sino seguir una metodología de investigación, donde la suma de las partes puede ser igual, mayor o menor al todo. Su metodología da los siguientes pasos:

  • Aplica con cierta sistematización y congruencia los conocimientos, utilizando y formulando los diagramas conocidos como de Forrester.
  • Da versatilidad y proporciona respuestas rápidas a preguntas que se hacen.
  • Esta metodología presenta una gran capacidad para facilitar el trabajo de expertos de muy diversas disciplinas y campos de especialización, facilitando su comunicación.
  • El modelador se convierte en experto de la generalidad o integrador que sintetiza y sistematiza los conocimientos de los expertos.
  • En ocasiones después de un riguroso proceso de formalización, los resultados de simular no se utilizan para concluir respuestas cuantitativas sino también cualitativas, Ritter et al. (2007).

El mejor modelo es el más útil y, no necesariamente el más exacto; identificando de manera precisa las variables críticas y las principales relaciones entre ellos, con lo que seremos capaces de representar la historia y el estado actual del sistema, además con capacidades para proyectar al futuro los diferentes estados del sistema. Se conoce como simulación a la generación de los escenarios del sistema por medio del modelo que lo representa. No existe un modelo único para todos los propósitos, ya que no es posible maximizar simultáneamente generalidad, realismo y precisión. La legitimidad o ilegitimidad de un modelo para otros propósitos de lo que fue diseñado, puede no tener significado.

Los sistemas formados por un número pequeño de componentes se pueden abordar matemáticamente en forma analítica, como son los problemas que se presentan en física clásica. Según Grant y colaboradores, cuando los problemas se refieren a un sistema con muchos componentes, podemos abordarlos de forma estadística; si además en el problema se involucran sistemas con muchos componentes, el conocimiento de sus relaciones es medianamente conocido. Por otro lado, cuando se cuenta con poca información, pocos datos y pocas expectativas de generar una base de datos completa, enfrentaremos aquí una situación que es precisamente por la que ha sido diseñado y desarrollado el análisis de sistemas y sus metodologías de investigación, que permiten integrar el conocimiento obtenido por medio de la descripción, la clasificación y el análisis matemático y estadístico de las observaciones del mundo real.

LA VISIÓN SISTÉMICA Y SUS PROCESOS DE RETROALIMENTACIÓN EN DINÁMICA DE REDES

La mayor parte de los sistemas que encontramos en la naturaleza y la sociedad son sistemas complejos, que actúan de forma imprevisible y no controlable, y que por lo mismo, no pueden predecirse de forma adecuada. Complejidad no es complicación, sino una repetición de elementos simples que se reproducen y proliferan sin necesidad de una ley que los impulse, desarrollándose con la disposición de cosas simples. Una de las situaciones cruciales del planteamiento sistémico ha sido comprender que la red es el patrón de manifestación preferido de la naturaleza, donde la función de cada componente de esta red, consiste en transformar o sustituir a los demás, de modo que la red entera se genera a sí misma de manera continua.

El objetivo consiste no sólo en ofrecer un planteamiento coherente y sistémico de una visión unificada de la vida y el ambiente, sino también de algunas de las cuestiones críticas de la economía, sociales y personales que vivimos en nuestra época, y actúan como procesos de retroalimentación de lo que nos hayamos planteado inicialmente. La Tierra es un sistema autoorganizado y autorregulado. Con esto, estamos hablando de flujos a través de redes de nodos y conectores, donde los nodos son los procesadores, mientras que los conectores determinan los flujos de transporte y las posibles interacciones.

Para los sistemas complejos adaptativos de Holland, ni los flujos ni las redes permanecen inmutables, variando con el paso del tiempo y donde los nodos y conectores pueden aparecer y desaparecer, dependiendo de si los agentes tienen éxito o no en su proceso de adaptación. Así podemos ver que los sistemas socioeconómicos, ecológicos y climáticos están formados por cientos de procesos de retroalimentación interconectados, conocidos como bucles o rizos que pueden ser positivos y negativos, identificando las razones estructurales que nos permitan decidir cómo modificar los bucles causales que lo alteran, ya que se considera que es la forma del diseño de la estructura del sistema lo que provoca su comportamiento, donde si el sistema tiene los elementos que causan el problema, también tiene la forma en la que éstos pueden solucionarse.

Dentro de los sistemas del tiempo atmosférico (entendido éste como la fluctuación temporal que se produce dentro del sistema autoorganizado del clima), existen procesos de retroalimentación reiterada, que por su no linealidad presentan una gran sensibilidad a las más pequeñas fluctuaciones de sus parámetros interiores -con efectos de amplificación, bifurcación y cambio- que acaban por producir un gran impacto, creando contingencias que producen comportamientos o conductas variables. El efecto multiplicador es una de las principales características de las redes y de los flujos, y surge independientemente de la naturaleza particular del sistema y es particularmente evidente cuando ocurren cambios evolutivos, que es la causa por la que frecuentemente fallan las predicciones a largo plazo. Es decir, la retroalimentación total amplifica lo pequeño en el interior del sistema mayor, apareciendo repentinamente lo imprevisible.

El análisis de sistemas y su simulación son los medios apropiados para la solución de estos problemas caracterizados por una "complejidad organizada", en la cual la estructura del sistema mismo, no tan sólo controla sino que también está controlada por su propia dinámica.

CONCLUSIONES

Las teorías científicas son esencialmente modelos del mundo real, pero no constituyen la realidad; y por mucha seguridad que tengamos de que los modelos describen cómo es el universo, no podemos negar la posibilidad de que exista una nueva y mejor forma de mirar las cosas. Por elegante que sea una teoría científica y distinguido su creador, si no está de acuerdo con los experimentos y los hechos observados, debe ser rechazada. Esta imagen de la ciencia es una idealización, ya que en la práctica la naturaleza de la verdad científica es con frecuencia mucho más sutil y contenciosa. Con el paradigma o visión actual del materialismo newtoniano, cuando las personas buscan una explicación, es cada vez mayor la tendencia de intentar cualquier situación mediante analogías con el funcionamiento de una maquina, por lo que al extenderse a los dominios de los hechos humanos -como la política o la economía- el pensamiento-máquina de newton se traduce en una falta de moral y de personalidad. La gente se siente inútil, ya que sólo son engranajes en una maquina que avanza pasiva e insensible sobre sus sentimientos y acciones, rechazando el materialismo como una yerma y estéril filosofía, que reduce los seres humanos a autómatas y no deja lugar al libre albedrío o la creatividad.

La revolución generalizada se da sobre la forma de pensar de los científicos que estudian el nuevo paradigma del enfoque sistémico, donde la materia se comporta de forma milagrosa, como autoorganizándose y desarrollando pautas y estructuras espontáneas conocidas como "emergencias", volviéndose inestables, cambiando de forma aleatoria y totalmente impredecible, y donde el universo del paradigma materialista de newton se evapora y es reemplazado por un mundo en que el futuro está abierto y la materia adquiere un elemento de creatividad.

El éxito de los métodos lineales durante los tres últimos siglos ha ocultado el hecho de que los sistemas reales casi siempre se vuelven no lineales en algún momento, y ya no es posible proceder por análisis, pues ahora, el conjunto es mayor a la suma de las partes, mostrando un rico y complejo repertorio de comportamientos y de hacer cosas inesperadas, lo cual debe ser entendido en su totalidad. Significa también tener en cuenta una variedad de restricciones, condiciones de contorno y condiciones iniciales, las que son absolutamente fundamentales para determinar qué va a pasar. La no linealidad les otorga una misteriosa habilidad para hacer cosas inesperadas, con cualidades casi de seres vivos. Incluso aceptando un comportamiento estrictamente determinista (predecible) de la naturaleza, los estados futuros del universo están abiertos, lo que significa que no tenemos que elegir entre la catástrofe y la inmovilidad, sino entre diversos destinos alternativos.

Las actuales instituciones están impregnadas de concepciones anacrónicas del mundo y del lugar del hombre en ese mundo. Se han vuelto obsoletas de su época y de no poder ver las cosas en una perspectiva integral. Necesitamos promover el pensamiento holístico, basados en la integración de las ciencias naturales y sociales, compartiendo la ambición de trabajar como generalistas especializados, considerando los problemas y los desafíos de nuestra época, como elementos de un proceso histórico complejo pero unitario, donde podamos reunir las nacientes ideas, y donde éstas se fertilicen y fortalezcan mutuamente.

La riqueza no debe provenir del dominio de trabajos esclavizantes sino de la liberación de la creatividad humana y la emancipación de la mente. Debemos saltarnos la fase industrial, con todas sus consecuencias, y abrazar un nuevo orden económico basado en las ideas de información, estrategia y educación sistémica.

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