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Diciembre 2011

¿QUÉ ES EL EGO?

 

Walter Ritter Ortíz y Tahimi E. Perez Espino

Centro de Ciencias de la Atmósfera. UNAM,

Circuito Exterior. CU. 04510 México DF. México

 

INTRODUCCIÓN

Quizá la mejor forma de entender qué es el ego, esté dado por el siguiente relato. Se dice que conversaban un hombre sabio y un rey, el que le hace la pregunta: "¿Qué es el ego?" --"¡A quién se le ocurre, pregunta tan estúpida!" --le responde el hombre sabio; el rey sumamente molesto se dice a sí mismo: "¿Acaso esta persona, no sabe que soy el rey y que no puede contestarme de esta forma". El hombre sabio responde: --"ESTO, su forma de reaccionar, es precisamente el ego. Cuando alguien habla mal de nosotros, quizá nos sintamos más afectados de lo que la crítica merece, y siempre reaccionamos intentando defender o reforzar nuestra imagen dañada en lugar de enfrentarnos directamente a la crítica en cuestión."-- Si nuestros esfuerzos por lograr una mejor y más feliz calidad de vida generan resultados desastrosos, los viejos intentos por solucionar problemas han alcanzado los límites de la inefectividad.

En vez de buscar nuevas técnicas de cambio, continuamos aplicando la desastrosa receta de hacer más con lo mismo, un modo seguro de suicidio. El individuo no es consciente de cómo desarrolla su proceso cognitivo y esta falta de conciencia puede llevarle al caos, imponiendo su verdad como irrebatible.

La realidad puede ser casi infinitamente descompuesta y analíticamente inagotable. La mayoría de la gente no es consciente de la conexión que existe entre aquello que hace y el por qué deciden hacerlo. Es decir, desconocen qué hay detrás de sus decisiones. Y somos la personificación de las creencias y valores con los que tuvimos contacto desde que nacimos. Actuamos automáticamente a partir de estos. El resultado de nuestras acciones está directamente relacionado e influido por nuestras creencias y valores.

Los seres humanos piensan que no es suficiente ser ellos mismos. Quieren alcanzar poder, prestigio y todo lo demás en lugar de limitarse a ser simplemente seres humanos. Nunca somos aceptados como somos, todos intentan destacar nuestras fallas y debilidades; nunca se elogia lo que eres sino tu potencial futuro, si es que puedes llegar a ser alguien respetable, poderoso o famoso de una u otra forma, no un don nadie. No somos responsables de lo que somos, es la naturaleza la que nos ha hecho así. Pensamos que no valemos lo suficiente porque podemos llegar a más. Nacemos como simples semillas y crecemos hasta dar floración y frutos, sin embargo esta floración y frutos nada tiene que ver con el poder, dinero o política, que es sólo el progreso individual, donde una distracción significa encaminar mal el deseo natural de crecimiento.

El ego nos hace conscientes de nosotros mismos y de las pleitesías que deben rendirnos los demás. Poseer algo nos hace esclavos y de hecho, el objeto acaba poseyéndonos a nosotros. Los intereses creados se aprovechan de la necesidad de crecer. Este condicionamiento te enseña a competir y a compararte con los demás. Te enseña la violencia y la lucha, de que no importan los medios, que lo que importa es el fin, que el éxito es el objetivo. Nacemos con el instinto de crecer concedido por la naturaleza misma; sin embargo la sociedad desvía y cambia tus instintos naturales y hace transformarlos en utilidad social.

CONÓCETE A TI MISMO Y CONOCERÁS EL EGO

Por encima del corazón está el ser y el ser equivale a conocerte a ti mismo.

El hombre que comete felonías puede considerarlo actos malos y arrepentirse y cambiar, pero en el fondo no puede identificarse con la maldad misma. Los mayores criminales por grandes que sean sus errores se consideran tan humanos como usted o como yo. El ser humano no soporta identificarse con la maldad. Solamente una persona enferma podría hacerlo. La psicología nos dice que al hombre le cuesta mucho identificarse consigo mismo, reconocer lo que son sus propias acciones, sus propias emociones y sentimientos, de tal modo que en su interior el hombre mismo queda disfrazado. Conocerse a sí mismo significa ahondar para encontrar la verdad, y la verdad puede no gustarnos, aunque eso sí, ese conocimiento nos librará de nuestras cargas y culpas. En síntesis, la verdad nos hará libres, como también lo proclama la Biblia.

Si uno desea conocerse a sí mismo debe traer a su propia conciencia, cómo es que le fue en su niñez y en el proceso posterior de su vida, y cómo los objetos de identificación y sus atributos obraron en su mente, en sus pensamientos y en sus actitudes. El conjunto de todas esas vivencias forma lo que yo soy ahora. No somos lo que somos porqué sí, sino que en nosotros están presentes las fuerzas vivas de la experiencia. Y reconocer esas experiencias y observarlas, mediante la comprensión de cómo se inducen, nos permite conocernos más y mejor a nosotros mismos. Pero el ser humano se mueve por las expectativas. Si esperamos mucho del mundo, éste nos frustrará, porque tiene poco que dar. El mundo se compone de deseos y anhelos y es precisamente que de éstos surge el sufrimiento. Todo deseo que no se satisface es doloroso.

Unas veces deseamos ser queridos a base de que los demás nos admiren por lo que poseemos, otras por el poder que ostentamos, por el rol que jugamos o podemos incluso odiar para ser amados y no querer ser queridos para serlo. El ego tiene bajo su responsabilidad proteger la imagen que tengas de ti mismo; él crea los compartimentos donde se oculta todo lo que tienes de indeseable. Quien logra liberarse o controlar sus expectativas, a base de conocerse a sí mismo, es alguien que se habrá superado y por tanto, liberado del sufrimiento y de la frustración excesiva. Sólo aquel que está dispuesto a prestar atención a la complicada tarea de conocerse a uno mismo y trata de mejorar acabando con sus defectos puede encontrar dentro de sí los elementos que le ayuden a crecer como persona y lograr su transformación.

Lo invisible es lo más esencial del hombre. No se le puede ver únicamente desde un ángulo ya que es multidimensional y cuando se vuelve sobre sí mismo y pierde la compasión por los demás, pierde su propia naturaleza y se enajena y vuelve a la animalidad desequilibrada. Como el anónimo de Saint Paul nos dice: "Anda plácidamente entre el ruido y la prisa y recuerda que la paz puede estar en el silencio". Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente: escucha a los demás incluso al aburrido y al ignorante, que ellos también tienen su historia. Evita las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu.

Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso y amargado, porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde; es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Usa la precaución en tus negocios, porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir; mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo. Especialmente no finjas afectos. Tampoco seas cínico respecto del amor; porque frente a toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierba. Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de juventud. Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina. Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina sé amable contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas; tú tienes derecho a estar aquí. Y te resulte evidente o no, sin duda el universo se desenvuelve como debe.

Por tanto mantente en paz, con Dios o de cualquier modo que lo concibas, cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones; mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma. Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, éste sigue siendo un mundo hermoso. Ten cuidado, reesfuérzate en ser feliz.

EL EGO Y LOS IDEALES

Los ideales son los que han convertido este mundo en un inmenso manicomio. El ideal significa que no eres lo que deberías ser, te crea ansiedad, tensión y angustia, sobreviene la repulsa porque nunca llegas al ideal y el sentimiento de culpa aparece. El ego necesita lo imposible, y por su propia naturaleza, lo imposible no ocurre. El perfeccionismo es el origen de todas las neurosis. La característica intrínseca del ideal perfeccionista consiste en que no puede alcanzarse. Los ideales son imposibles, por eso mismo son ideales. Ofrece un ideal y el sentimiento de culpa surgirá automáticamente. Eres perfectamente imperfecto ya que "solo en la imperfección algo es posible", solo en la imperfección existe desarrollo. Si todo fuera perfecto no podría hacerse nada, y no tendríamos libertad para hacer las cosas. Solo puede darse el crecimiento si existe la imperfección. No hay que pensar en ser perfectos sino en ser totales.

Mucha gente ha pensado en construir una sociedad ideal para mejorar la sociedad, resultando en desastres y calamidades, destruyendo el respeto de las personas hacia sí mismas y despertando el sentimiento de culpa; sin embargo cualquier cosa puede provocarte el sentimiento de culpa, y quien logra provocar el sentimiento de culpa adquiere poder sobre ti, ya que sólo esa persona puede redimirte. Se crea la culpa en nombre de Dios, y después se te perdona en nombre de Dios. Las contradicciones son algo inherente en la vida.

El ego forma parte del proceso natural de desarrollo; pero eso no significa que tengas que mantenerlo para siempre. Para Freud, nuestra vida inconsciente está dominada por los instintos y represiones sexuales. En cambio para Jung, el inconsciente tiene una dimensión creativa oculta --y que no está impulsada solamente por los instintos sexuales-- donde cada persona es el resultado de un equilibrio entre las fuerzas de la intuición, la sensación, el pensamiento y el sentimiento, señalando una estructura interior ordenada dentro del inconsciente --en lugar de una masa desordenada de represiones e instintos-- donde el inconsciente colectivo es una zona profunda y universal de la mente, terreno común a toda la humanidad.

Jung ha creado una explicación para el origen de la mente en el universo. Mucho más allá del inconsciente personal, en sus niveles más profundos posee una rica estructura de fuerzas dinámicas, patrones simétricos y centros autónomos de energía. En una psique sana, el pensamiento está en armonía con el sentimiento para que la lógica y el razonamiento puedan trabajar de un modo constructivo. El pensamiento debe estar en equilibrio con el sentimiento, si el pensamiento domina el sentimiento, las emociones son reguladas por el ego.

EL EGO. EL ÉXITO Y LA FAMA

El éxito no es sino pura palabrería, es algo casual, como la fama. La idea de éxito es el mayor desastre de la vida; significa que hay que competir, que hay que luchar, no importa porque medios buenos o malos. El éxito cambia la calidad de todos tus actos y transforma los actos malos en buenos. El nombre y la fama carecen de importancia; lo único que cuenta a la hora de la verdad es cómo hayas vivido cada momento de tu vida. Las comparaciones provocan conflicto. El ego es el espejismo que se crea al pensar sobre ti mismo de una manera y otra sobre los demás. No hay necesidad alguna de intentar ser especial, porque ya lo eres.

La existencia entera es especial. Pienses lo que pienses sobre ti, piensa lo mismo de los demás, y entonces desaparecerá el ego. Si intentas ser especial, es que no te has enterado de nada, tu esfuerzo estará basado en un mal entendido que te producirá confusión, porque cuando intentas ser especial has dado por supuesto que no eres especial. Y te harás normal. Dentro de tu normalidad sabrás que eres la persona más extraordinaria del mundo. La sociedad está dominada por quienes saben expresarse, tal vez no saben nada y no sean muy inteligentes, pero han aprendido a manejar el lenguaje, lo que los recompensa con respetabilidad, dinero y poder.

El deseo de poder es la peor enfermedad que padecemos, y los sistemas educativos, religiones y sociedades la fomentan. Las personas con ansias de poder ni siquiera se dan cuenta ya que su deseo de poder es prácticamente inconsciente y surge intempestivamente de un vacío de su interior. La sola idea de ejercer poder sobre los demás significa arrebatarles su dignidad, destruir su individualidad, obligarlos a ser esclavos; sólo una mente sucia, enferma y perversa puede hacer semejante cosa.

Tú eres lo que tu deseo más profundo es. Como es tu deseo, es tu intención; Como es tu intención, es tu voluntad; Como es tu voluntad, son tus actos; Como son tus actos, es tu destino. Según los textos Védicos de la India: Nuestro destino proviene en última instancia de los niveles más profundos del deseo y también del nivel más profundo de la intención; ambos están íntimamente vinculados. El poder siempre ha estado en manos de personas violentas con otros o consigo mismas. El deseo de poder, surge de tus sentimientos de inferioridad. Quieres que la gente te muestre respeto y para ello tienes que ser un hombre importante, un conquistador del mundo o cualquier otra estupidez.

La guerra ofrece la oportunidad de volver a ser animales, y de ahí su gran atractivo. El ver violencia y sangre te recuerda de repente tu pasado animal. Sin embargo es una ley fundamental de que nada puede retroceder. No puedes ser animal y encontrar la paz al mismo tiempo. No puedes engañar al animal que hay en ti. Para conocer una persona hay que conocer sus sueños, no su vida fingida; la vida real se muestra en los sueños, porque los sueños son más naturales, sin represión, disciplina ni control; los sueños son mucho más auténticos que la llamada vigilia y el inconsciente es libre de participar. La verdadera religión consiste en no reprimir lo animal sino en purificarlo. Si se propaga el amor, desaparecerá la guerra, ya que no pueden coexistir. El esfuerzo que hay que realizar debe centrarse en ayudarte a que pases de los pensamientos al silencio y de la mente a la meditación.

El hombre se ha perdido el respeto a sí mismo cuando sólo se mueve por la fuerza devastadora del ego. El éxito se impone no importa a qué precio: en el ganar, en la competencia, en llegar a ser el mejor, en tener más y en olvidar a los demás. La persona está en función de los fines, perdiendo su alegría; su ambiente es un pequeño infierno de luchas psicológicas y persecuciones terribles de unos contra otros. El poder corrompe; ya que si no hubiera nada destructivo ni nocivo en el inconsciente, no habría abuso del poder; por eso en el sistema educativo debería de dedicarse cierto tiempo a limpiar el inconsciente, ya que todo mundo está lleno de violencia, avaricia, cólera y pasiones.

El poder únicamente saca la corrupción a la luz. La gente lucha durante toda su vida por el poder, buscando el poder de diferentes formas. El júbilo del poder en la mujer es la de atraer a los hombres y después renegar de ellos, reduciendo el amor a una política de poder. El amor es algo enormemente valioso para convertirlo en un producto de mercado. Tenemos que crear una nueva humanidad, y un mundo nuevo, en el que el amor no sea en absoluto un asunto de poder; intentando convertir al ser humano en un lago de serenidad, de paz, silencio, amor y éxtasis.

LA EDUCACIÓN Y EL EGO

La educación es un programa para fomentar la ambición mediante castigos y premios. Cualquier educación basada en la idea de la ambición creará el infierno en la tierra. La educación que nos han dado es errónea y totalmente perniciosa. Por siglos los conceptos erróneos de la vida llevan corrompiendo a los seres humanos. El ego es la enfermedad del ser humano; ser sano y completo representa un peligro para los intereses creados del mundo. El ego nunca se satisface, antes de satisfacerlo es seguro que la muerte habrá acabado con nosotros.

A menos que te liberes del ego, jamás llegarás a conocerte. El ego sólo produce tristeza, sufrimiento, lucha, frustración, locura, suicidio, asesinatos y toda clase de crímenes. Al destruir el ego, descubrirás tu ser y el inicio hacia la felicidad absoluta. El ego es la mayor de las mentiras. El ego sólo existe en lo que no es, porque en sí mismo no existe. El ego del pobre es pequeño, porque no se puede permitir un ego mayor, mientras que el del rico o de la persona importante es mayor, pero así también es mayor el sufrimiento para poder deshacerse de él.

La mente es lógica y tremendamente útil, pero has de ser tú quien la utilice, no ella a ti, ya que es el origen de todas las tensiones, angustias y preocupaciones. La mente porque no tiene interruptor funciona continuamente desde el nacimiento hasta la muerte, la educación nos enseña cómo utilizar la mente pero no nos enseña a cómo detenerla y a relajarla, lo que de hacerlo nos proporcionaría una paz y un silencio que jamás hemos experimentado, con lo que se tendría más capacidad para hacer cosas con mayor eficacia y mayor inteligencia.

El silencio de la meditación nos enriquece al ofrecernos el mundo de nuestro ser más recóndito y liberará tus poderes mentales con una fuerza arrolladora. La mente es un buen sirviente, del inmenso poder, en manos del silencio. Si podemos ordenar al hombre, también quedará ordenado el mundo. Si logramos que el hombre esté en silencio, en paz, con amor, desaparecerán las guerras y los políticos sucios, recordando que todas las políticas son sucias, porque nada más conocen el arte de la mentira. La política no es necesaria, es algo completamente anticuado, al igual que los partidos políticos, un mundo sin políticos será un mundo humano, sin guerras, sin luchas innecesarias, dejando de vivir en el absurdo de llevar miles de años matándonos entre nosotros en nombre de nuestro dogma político y de Dios, sin sentir ninguna vergüenza y destruyendo a todo aquel que no cree en nuestro dogma, porque lo consideramos divino. Sin ellos se producirá un gran cambio, una revolución, la única que aún no ha tenido lugar y la única que es necesaria.

A menos que sientas que eres importante para alguien, necesidad básica del ser humano, tu vida carece de sentido y empiezas a morir. El cuerpo necesita comida tanto como el alma necesita amor. El amor es la mejor terapia que pueda haber. El calor humano de otra persona derrite muchas enfermedades, derrite el ego y te hace sentir de nuevo vivo. De cien pacientes, noventa sufren fundamentalmente porque no han sido amadas, y si pueden satisfacer esa necesidad, experimentan una mejoría casi mágica. Un niño sin cariño, se queda aislado, sin conexión con la existencia e incluso puede morir. La mente es la causa de todas las enfermedades y el corazón es el origen de toda curación. El ego es una falsa identidad que adoptamos en nuestro proceso de socialización, es un envoltorio de nuestra conciencia y, a menos que nos liberemos de él, jamás llegaremos a conocernos: es nuestra ambición la que dará la medida de nuestro ego, que es también la medida de nuestro fracaso.

Nosotros creamos los dictadores que sufrimos, porque nadie quiere responsabilidades, y necesitamos que alguien nos diga que tenemos que hacer librándonos de la responsabilidad de si algo está bien o está mal. Sin embargo perdemos el alma, cuando dejamos nuestra responsabilidad en manos de otro que está dispuesto a cargar con todas las responsabilidades, llevándose tus derechos, tu individualidad y libertades. Las personas se aferran a la infelicidad porque se han adaptado a una pauta de conflictos, ira, violencia y peleas continuas. El mismo hecho de crear problemas te cierra los ojos. Te vuelve agresivo con la vida. Llevas tanta carga en la mente que esa carga te está matando: te has dejado llevar por la codicia, y la codicia te ha hecho aún más desgraciado, la codicia nunca le ha dado a nadie la felicidad, pero no aprendemos y seguimos con lo mismo. No aprender produce neurosis, y por eso todos estamos neuróticos, un estado mental de desequilibrio. Quien es capaz de aprender jamás se vuelve neurótico.

EL EGO Y EL ENFOQUE SISTEMICO

El proceso de conocer nuestra forma de conocimiento, es circular y recurrente al acto de observación. La epistemología es un conjunto de reglas usadas en el pensamiento de grandes grupos de personas para definir la realidad.

La teoría general de sistemas llevó a la formulación de un nuevo paradigma contrario a la causalidad lineal, utilizando el concepto de circularidad o recurrencia. Los modelos son entidades conceptuales y no pueden ser ni más ni menos simples que la realidad, son simplemente otra cosa. Los modelos estadísticos estudian fenómenos de alta complejidad para ser analizados por un proceso sintético-inductivo y su importancia radica en la observación del estimulo y la respuesta; son una forma de análisis que introduce las correlaciones sin preocuparse por la naturaleza de los mecanismos y sus causas, su objetivo es determinar qué estímulos desencadenan cierto tipo de respuesta, sin explicar el porqué, ya que utilizan el modelo de la caja negra. El modelo sistémico es de estructura diferente a la de las formas clásicas, o como la superación de éstas, dando un mayor énfasis a los fenómenos dinámicos y los universos totales abiertos a su entorno en una secuencia epistemológica de carácter evolutivo. La absorción de información no constituye el verdadero aprendizaje.

La mente más preciada en el futuro será la mente capaz de sintetizar, con la capacidad de entretejer información procedente de distintas fuentes en un todo coherente. Toda simulación es una simplificación, pero para la mayoría de nosotros es difícil pensar de una manera sistémica incluso en el seno de una sola disciplina, ¿Cuánto más difícil será dominar varias perspectivas y luego combinarlas en una amalgama que pueda ser útil? Pocas personas, y aún menos instituciones, tienen el don de inculcar la capacidad de síntesis, así como de normas o criterios para determinar sí una síntesis es productiva o prematura, defectuosa o totalmente errónea. No basta con que las disciplinas se yuxtapongan: deben estar realmente integradas y ofrecer una comprensión que las distintas disciplinas no puedan ofrecer por separado. La mayoría de los problemas que enfrenta la humanidad se relacionan con nuestra ineptitud para comprender y manejar sistemas cada vez más complejos e interconectados de nuestro mundo. Donde si hay desavenencias, se expresan mediante acusaciones y nunca experimentamos directamente las consecuencias de muchas de nuestras decisiones más importantes. Debemos examinar las estructuras que modelan los actos individuales y crean las condiciones que posibilitan cierto tipo de acontecimientos. La estructura del problema influye sobre la conducta y generan ciertos patrones de conducta. Las explicaciones estructuradas si resultan claras y comprensibles tienen un impacto considerable. El sistema causa su propia conducta.

La estructura ordenada surge siempre que los sistemas complejos están inmersos en un flujo de energía rico y duradero, presentando diversidad de componentes y complejidad de estructuras para ser estable en más de un estado dinámico. Muchas de las mejor intencionadas intervenciones del gobierno son presa de la retroalimentación compensadora. Sabemos que toda simulación es una simplificación y de que es necesario prestar atención no sólo a lo evidente sino a lo sutil; enfrentando los problemas, y no esperando a que alguien más lo haga. Nuestros actos crean los problemas que experimentamos y, los que crean la realidad y pueden cambiarla. Varios problemas humanos no son técnicos sino sistémicos, donde lo que importa no es la presencia de una variable específica sino la sinergia con otras.

Las organizaciones hoy en día tienden a ser organizaciones del conocimiento y donde la absorción de información no constituye el verdadero aprendizaje. Hay que ser capaz de responder, de poder dejar de ser lo que se es, para ser lo que sea necesario ser, donde la gente no sobresale ni aprende porque se lo ordenen sino porque lo desea. Es contraproducente tratar de imponer una visión, por sincera que sea pero el pensamiento sistémico presenta la ventaja de ser una disciplina que integra las demás disciplinas fusionándolas en un cuerpo coherente de teoría y práctica. La estructura sistémica alude a las interrelaciones clave que influyen sobre la conducta a lo largo del tiempo, entre variables clave y nos habla de la necesidad de una lógica que trascienda las racionalidades en conflicto. La estructura sistémica es sutil porque formamos parte de ella. Habitualmente no percibimos las estructuras en juego, pero nos sentimos obligados a actuar de determinada manera

CONCLUSIONES

Todo mundo nace con cierto talento, y a menos que desarrolle ese talento al final puede sentir que le falta algo, siempre tendrá la sensación de que algo que debería existir no existe. No te sentirás satisfecho si le haces caso a la mente, porque la mente siempre sufrirá pidiendo más y más, y ese deseo no tiene fin.

Tenemos que utilizar toda nuestra inteligencia para poder distinguir entre impulso natural y acondicionamiento. Tenemos que cortar con todas las estupideces de la sociedad porque nos distraen y desvían de las verdaderas metas a seguir. La riqueza no tiene nada que ver con el dinero. La riqueza es lo que hay de autentico en nosotros; lo sincero, verdadero, amor, creatividad y sensibilidad. Ser uno mismo es la mayor riqueza que se puede obtener en este mundo; proporciona todo lo necesario para sentirse satisfecho y para que la vida tenga significado. Si todos llegamos a ser nosotros mismos, tendremos la fuerza, poder, inteligencia, comprensión y satisfacción sin límites.

Necesitamos desarrollar un nuevo sistema de valores que no esté basado en normas convencionales, preceptos, mandamientos y miedo al castigo, sino en nuestro conocimiento y comprensión del orden universal. El trabajo psicológico, conduce a reducir significativamente la agresión y a aumentar la tolerancia, con una profunda reverencia por la vida y una empatía por todos los seres vivos, descubriendo la relatividad de los valores éticos, reduciendo nuestra propensión al comportamiento inmoral y antisocial, y nos enseña el amor y la compasión, proporcionando una toma de conciencia de la posibilidad de que puedan darse grandes repercusiones existenciales por los comportamientos dañinos, incluso aquellos que escapan a las penalizaciones sociales. Cuando se toma conciencia de la relatividad de todas las normas y valores éticos, se llega a la conclusión de que, puesto que no existen valores morales absolutos, toda decisión ética es un acto creador que refleja nuestra etapa actual de desarrollo de conciencia y la información que tenemos disponible.

Puesto que el mal está inexplicablemente tejido en el entramado cósmico y es indispensable para la existencia de los mundos de experiencia, no puede ser derrotado y erradicado, sin embargo, podemos sin duda transformarnos y desarrollar formas radicalmente diferentes de enfrentarnos con el lado oscuro de la existencia. La vida significa insatisfacción y situaciones y circunstancias causantes de nuestra infelicidad. Podemos reducir sus diversas manifestaciones en nuestra vida cotidiana, en que la introspección sistemática puede ayudarnos a afrontar la insatisfacción y a atravesar los aspectos difíciles de la existencia.







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