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Mayo 2011

CHILE: CARTAS ABIERTAS

AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DON SEBASTIÁN PIÑERA



Prof. Dr. h. c. Manfred Max-Neef
Ex Rector
Director Instituto de Economía
Universidad Austral de Chile



Señor Presidente:


Con el respeto que me merece su persona y su investidura, me permito en mi calidad de ciudadano libre de compromisos políticos, empresariales e institucionales, plantearle algunas preguntas y un comentario en relación al megaproyecto Hidroaysén, próximo a ser votado en cuanto a su factibilidad.


Preguntas:

¿Está usted dispuesto a cargar en su consciencia el que bajo su presidencia se haya aprobado el más brutal Megaproyecto de la historia de Chile, en cuanto a sus devastadores impactos ambientales, sociales y culturales?

¿Imagina usted el infierno de impacto social y cultural que significará para los asentamientos humanos de la región vivir diez o doce años rodeados de megamaquinarias y de miles de trabajadores no locales destruyendo y devastando su entorno, su cotidianeidad, sus costumbres y su tranquilidad familiar? ¿Está usted dispuesto a cargar eso en su consciencia?

¿Piensa usted que una línea de transmisión de 2.300 kilómetros con torres de 70 metros de altura (equivalentes a edificios de 20 a 25 pisos) cada 400 metros, que, según análisis preliminares basados en peticiones mineras realizadas por y para los interesados, fragmentaría 6 parques nacionales, 11 reservas nacionales, 26 sitios prioritarios de conservación, 16 humedales y 32 áreas protegidas privadas, es algo liviano como para cargas en su conciencia?

¿Ha pensado usted que una franja de 2.300 kilómetros de largo por 100 metros de ancho para instalar las torres, significan 23.000 hectáreas de total deforestación? Cuatro veces más que las presuntas hectáreas que serán inundadas por las represas.

¿En adición a lo anterior, ha reflexionado usted sobre la descomunal destrucción de naturaleza que significará trasladar, desde unos pocos puertos, 5.750 torres de esa magnitud a su lugar de emplazamiento? ¿Vale la pena eso en la consciencia?

De concretarse la construcción de dicha línea, Chile podrá sentirse “orgulloso” de haber generado la cicatriz más grande del planeta. ¿Cabría tal “orgullo” en su conciencia?

Es un hecho que, a pesar de la desinformación, la publicidad maliciosa, las presiones y las tácticas de seducción locales a través de regalitos realizadas por la empresa, una clara mayoría ciudadana se manifiesta contraria al proyecto. ¿Siendo nuestro país una presunta democracia, cabe en su conciencia que esa ciudadanía que hizo posible que usted fuera Presidente, no sea respetada?

Muchos sabemos, y desde luego usted también sabe, los múltiples vicios que se han cometido en el Estudio de Impacto Ambiental. No sólo el haber despreciado e ignorado totalmente la participación y las observaciones ciudadanas que la ley garantiza. Ha habido mentiras, descalificaciones y adulteraciones de todo tipo, que resultan inaceptables para una ciudadanía responsable y preocupada por un futuro digno para el país. El resultado final, de aprobarse el proyecto, sería el de constatar una vez más, que vivimos en un país que practica toda clase de rituales democráticos falsificados y enmascarados, de tal manera que el poder y el dinero acaben siempre siendo los vencedores. ¿Estría usted dispuesto a corroborar esta verdad con su conciencia?

El hecho de que la construcción de las represas se presente como un proyecto distinto y separado del de la línea de transmisión es no sólo una bofetada al sentido común, sino una grave ofensa a la inteligencia ciudadana. La más elemental honestidad y transparencia institucionales (de que tanto se habla como propósito del gobierno) obligaría a evaluar lo que realmente corresponde; es decir un solo proyecto que incluye represas y línea de transmisión. El hecho que no se haga como corresponde es obvio. El rechazo del proyecto sería casi seguro. ¿Está usted dispuesto a legitimar este tipo de truco en su consciencia?


Comentario.


Permítame aclararle, señor Presidente, que no soy un “terrorista ambientalista” ni un fundamentalista fanático. Tengo un prestigio internacional bien ganado y consolidado como intelectual que ha trabajado en el diseño de alternativas económicas y de desarrollo que eviten los desastres locales y globales que estamos experimentado tan duramente en las últimas décadas. Para mi, respeto a todas las formas de vida, amor a la Naturaleza, belleza, felicidad, dignidad, bienestar y calidad de vida, son componentes que no pueden ni deben estar marginados del concepto de desarrollo. Es más, sostengo con toda mi fuerza que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar sobre la reverencia por vida; de todas las manifestaciones de la vida. ¿Cuántos de estos principios respeta el monstruo de Hidroaysén?

Usted ha manifestado en múltiples oportunidades que Chile está próximo a ser un país desarrollado. ¿Cómo entiende usted el desarrollo? ¿Se trata de alcanzar un determinado PIB per cápita? En mi opinión se trata de cumplir con las condiciones que acabo de enumerar. Y para cumplirlas nos falta mucho, muchísimo señor Presidente. Desde luego que favorecer proyectos como Hidroaysén, que prioritariamente contribuyen al enriquecimiento de corporaciones trasnacionales que no le deben ninguna lealtad a Chile, nos aleja aún más del verdadero desarrollo que necesitamos.


Aún cuando no existe entre usted y yo una amistad profunda, hemos mantenido cordiales relaciones personales desde hace muchos años. He apreciado su inteligencia y sus capacidades. Del mismo modo me fui formando la impresión de que usted era uno de los pocos políticos sensibles al medioambiente y amante de la naturaleza. A pesar de que no voté por usted, me sentí contento de que tendríamos un Presidente capaz de concebir un desarrollo armónico entre economía y Naturaleza. Me apenaría mucho, no sólo por mí, sino por usted, el poder haberme equivocado.


Hago votos, señor Presidente porque inicie usted un diálogo profundo con su conciencia. Quienes realmente amamos la notable belleza de nuestro país sinceramente lo esperamos.
Saluda a usted cordial y respetuosamente.


Luis Sepúlveda

Escritor

Doctor Honoris Causa por la Universidad de Toulon, Francia

Doctor Honoris Causa por la Universidad de Urbino, Italia

Caballero de las Artes y Las Letras de la República Francesa

Gijón, 10 de mayo de 2011

Excelentísimo señor

Don Sebastián Piñera

Presidente de la República de Chile

Palacio de La Moneda

Santiago de Chile

Ciudadano Presidente: soy un escritor nacido en Chile y un profundo conocedor de la Patagonia y la Tierra del Fuego. En muchos de mis libros traducidos a un gran número de idiomas está presente la vida, gentes y sueños de esa región austral que amo y defiendo con el mismo sano y pacífico tesón que sus habitantes.

Hace muy pocos años desde las mismas oficinas en las que hoy usted ejerce la función de gobierno, y desde la elegante frialdad de algunos bancos, se intentó perpetrar un crimen medioambiental contra la Patagonia, específicamente contra la región de Aysén. Una empresa llamada Noranda, con domicilio postal en Canadá y domicilio fiscal en el paraíso tributario de las Islas Caimán, valiéndose de la odiosa Ley de Aguas chilena, una de las más liberales del planeta, pretendía bloquear, detener su curso, matar, tres ríos que desembocan en el Gran Fiordo de Aysén, para construir tres centrales hidroeléctricas que darían energía a una fábrica de aluminio, una de las industrias más contaminantes, y a un puerto destinado a recibir la bauxita y otros minerales. La oposición de los habitantes de Aysén fue muy decidida. Desde la seriedad de un proyecto económico, social y cultural alternativo llamado “Aysén Proyecto de Vida”, los aproximadamente cuarenta mil habitantes de Puerto Aysén, Puerto Chacabuco, Coyhaique y otros poblados que con ese crimen de “emprendedores” verían seriamente afectada su vida, su cultura y sus esperanzas, su presente y su futuro, fueron injustamente ofendidos por el ministro de Economía de entonces, don Sergio Rodríguez Grossi, quien aseguró que, en términos macroeconómicos, cuarenta mil seres humanos eran “nadie”.

Pero a esos “nadie” se unieron otros “nadie” en todo el mundo, porque la preocupación medioambiental, ecológica y en aras de una economía sustentable es parte del imaginario de futuro que mueve a millones de mujeres y hombres que quieren ser ciudadanos antes que consumidores. Esos “nadie” pidieron algo muy simple y legítimo: un estudio de impacto ambiental realizado por un organismo científico independiente, no por la misma empresa impulsora del proyecto o por un gobierno directamente implicado y partícipe de los intereses empresariales. Y esos “nadie”, que fueron groseramente calificados como eco-terroristas, consiguieron detener, al menos temporalmente, uno de los mayores atentados criminales contra la Patagonia. Yo fui uno de esos “nadie”, ciudadano Presidente, hice un documental llamado Corazón Verde, el film fue premiado en el festival de Cine de Venecia, y sirvió para que esos cuarenta mil y tantos “Nadie” se sintieran acompañados por los cientos de miles de otros “Nadie” que defienden la Patagonia, el prístino mundo austral que es patrimonio de toda la humanidad. Soy uno de los tantos que paralizaron “una inversión de siete mil millones de dólares”, y como los ríos que intentaron matar siguen desembocando en el Gran Fiordo de Aysén, asumo esa culpa con orgullo.

Ahora, ciudadano Presidente, nos enfrentamos a una nueva desproporción, a un nuevo intento de terminar con la vida de una de las últimas regiones no contaminadas del planeta, y por eso mismo de un valor incalculable. El valor de la Patagonia, de su naturaleza vital, de sus gentes, de sus sueños y esperanzas, no puede ser decidido ni calculado, ni en sus oficinas presidenciales, ni en la bolsa de valores, y mucho menos en la mesa innoble del consejo de accionistas de la empresas energéticas que pretenden la aprobación del mega proyecto llamado Hidroaysén.

Usted, ciudadano Presidente, declaró monumento nacional al caballo chileno, y con razón. Cuando lo hizo, muchos respiramos satisfechos pues su declaración salvó al soberbio caballo chileno de cualquier experimentación genética. ¿No cree usted, ciudadano Presidente, que una línea de territorio nacional de dos mil trescientos kilómetros de largo por cien metros de ancho, también merece el mismo trato digno que otorgó al caballo chileno? ¿Es usted capaz de imaginar una extensión de veintitrés mil hectáreas? Es difícil convertir los números en imagen. Lo invito a imaginar veintitrés mil estadios de futbol, uno junto al otro. E imagínelos llenos de árboles, de bosques, no de burdas plantaciones de pino o eucaliptos, sino del noble bosque nativo chileno, de la maravillosa diversidad forestal, de la fauna que habita en esos bosques, y de las gentes, de los chilenos y chilenas que conocen esos bosques y los aman. Hidroaysén, ciudadano Presidente, significa la completa deforestación, la aniquilación, el exterminio de veintitrés mil hectáreas de bosque chileno.

Yo sí puedo imaginar esa extensión, porque conozco la Patagonia, porque amo el mundo austral, a sus gentes, a sus sueños y esperanzas, y por eso me opongo a la realización de ese crimen de lesa ecología y lesa humanidad que se llama Hidroaysén.

Hace muy pocos días, ciudadano Presidente, usted declaró que Adán y Eva fueron los primeros “emprendedores”, porque se atrevieron a comer del fruto prohibido. Al margen de las apreciaciones que tenga la iglesia católica o los productores de manzanas tras su afirmación, me permito recordarle que la Patagonia no es una manzana, sino un territorio cuyo mayor valor reside en su pureza ambiental, y habitado por ciudadanas y ciudadanos de la República de Chile que, por esa misma condición tienen derecho a manifestar su aprobación o desacuerdo con el proyecto Hidroaysén. Pero ocurre que los “emprendedores” e instigadores del macrocrimen ambiental han ignorado la opinión ciudadana.

El estudio de Impacto Ambiental para Hydroaysén ha ignorado las opiniones ciudadanas, no ha existido la participación libre de presiones y democrática que la legalidad garantiza. Es un informe viciado, y eso lo sabe usted, ciudadano Presidente, y si no es así, consulte a sus ministros. Hasta las 13.30 horas del día 26 de abril el Informe de Impacto Ambiental estaba rotulado como “inconforme”, pero a las 2 de la tarde de ese mismo día y sin que intervinieran más que funcionarios de la Oficina del Departamento de Desarrollo Urbano y un señor llamado Nicolás Terrazas, a su vez funcionario del Ministerio de Vivienda, la evaluación del Estudio de Impacto Ambiental paso de “inconforme” a “conforme”.

Poderoso Caballero es Don Dinero” escribió el gran Francisco de Quevedo y Villegas, pues se da la casualidad que otro miembro de la familia Terrazas, a saber don Pablo, hermano de Nicolás, es propietario de varios terrenos que resultarían inundados si se lleva a cabo el proyecto Hidroaysén, asegurándole una más que jugosa indemnización.

Tan sólo este hecho, este detalle, ciudadano Presidente, vicia por conflicto de intereses (eufemismo para esconder la palabra corrupción) todas las consideraciones acerca del Estudio de Impacto Ambiental y, desde la más estricta legalidad, aconseja paralizar la aprobación del proyecto Hidroaysén.

Sin embargo, usted que ocupa el más alto cargo en la República de Chile, más allá de las triquiñuelas ideadas por subalternos a los que debe despedir de manera fulminante, debe considerar que se está enfrentando a la historia, que siempre juzga, aunque tarde, mas juzga de manera clara y contundente.

En un futuro próximo un busto suyo ocupará un lugar en la galería de los adustos ex presidentes chilenos, y cuando el encargado de limpieza le sacuda el polvo con un plumero, de usted depende que ese hombre diga con admiración: estoy quitándole el polvo al busto de un ex presidente que salvó de la destrucción a la Patagonia, o que simplemente pase de largo y se niegue a desempolvar la imagen del destructor de una de las regiones más bellas y puras del planeta. De Usted depende, ciudadano Presidente.

Con mi más alta consideración.



Movimiento Ciudadanos Asamblea de Dichato

- Braulio Quezada, dirigente campamento el molino

- Ximena Toledo, dirigente campamento El Molino

- Nury Antao, dirigente campamento El Molino

- Selva torres, dirigente campamento El Molino

- José mora dirigente. Dirigente Villarrica

- Eduardo Barra, dirigente campamento El Molino

- Ricardo Ruz, representante Red Construyamos Dichato

- María Larenas, dirigente campamento El Molino

- Lorenna Arce, dirigente, Comité Borde Costero

- Maritza Gajardo, dirigente campamento El Molino

- Paola Gatica, poblador

- Luís Cisterna, poblador.

- Julio Villarroel, poblador.

- Edith Villarroel, dirigente Comité Lomas de Dichato.

- Frecia Bello, dirigente Comité Lomas de Dichato.

- Marta Gonzáles Comité Lomas de Dichato.

- Lucia Méndez junta vecinal Manuel Montt.

- Adolfo Arce, representante de Artesanos.

- Katty González, pobladora

- Francisco de la Sota, poblador Villa Frecia.

- Moisés Constanzo, dirigente Campos Deportivos de Dichato.

- René Lantaño, poblador

de Red Construyamos, el Lunes, 21 de febrero de 2011 a las 17:15

Dichato, Comuna de Tomé.



Señor Presidente de la República de Chile Sebastián Piñera Echenique

Señor Presidente, como ya es conocido por la opinión pública, muchos dirigentes de Dichato fueron injustamente reprimidos y detenidos el día Jueves 17, durante su sorpresiva vistita a este tranquilo balneario. Detenidos antes siquiera de poder ejercer su derecho a voz en un país con un gobierno que entendemos es democrático.

Vengo en son de paz” dijo a su llegada, pero lo acompañaba un tremendo contingente de civiles sin identificación, policía de carabineros e investigaciones y marinos, cuatro helicópteros y una torpedera de la armada de Chile. Curiosa su pacifica llegada, ni siquiera para el terremoto del 27 de febrero hubo tal contingente movilizado, ¡como nos hubiese gustado tener todo ese personal pagado por todos los chilenos esos primeros tres difíciles días post terremoto ¡

¿En son de Paz?, que pensaría el presidente, ya sabemos que no sabe mucho de nuestra fauna, pero ya debería haberse enterado que la pacificación del sur de Chile fue hace ya bastantes años.

En este tranquilo balneario nadie lo esperaba, es más ni siquiera sabíamos que venía, a última hora nos enteramos, lo que nunca supimos es a que vino.

Señor presidente con todo el respeto que nos merece su envestidura y reconociéndolo como presidente de todos los chilenos, quisiera pedirle que nos explicara a estos humildes lugareños y de paso a todo el país algunos datos para tener mayor claridad de sus verdaderas intenciones, que hasta ahora con su proceder nos confunde.

- ¿Por qué el presidente debe llegar en son de paz a territorio chileno?

- ¿Por qué tiene que generar un tremenda operación de inteligencia en un pueblo que no tiene más de tres mil habitantes?, la mayoría de ellos hacinados en los cerros.

- ¿A qué le teme el presidente?

Los dichatinos estamos con las manos limpias y actuamos a rostro descubierto, incasablemente hemos requerido la atención de las autoridades regionales, lo que no ha sido posible. Hemos solicitado a la Intendenta la señora Jacqueline van Rysselberghe que respete a los dirigentes validados por el pueblo y nunca nos han considerado.

No hemos podido participar de los cambios que se están generando en este pueblo, la intendente intervino Dichato, localidad que depende de la alcaldía de Tomé y a ninguneado a las autoridades municipales.

Son muchos los problemas que hoy tenemos, es más le podemos decir responsablemente que las autoridades regionales, no sólo no han solucionado los problemas, lamentablemente nos han generados otros.

Se está realizando una expropiación selectiva en la región, algunas localidades que fueron arrasadas por el tsunami están siendo expropiadas y otras no. En sectores donde no hubo ningún problema con el terremoto y el posterior maremoto se está expropiando, mintiendo y extendiendo falsos certificados de inhabitabilidad. Los precios que se quiere pagar por las misma tierras varía desde 3.0 Uf para algunos hasta 7,8 Uf, quien sabe bajo qué criterio.

El Plan de mitigación no sirve, le podemos entregar bastantes antecedentes para confirmar lo dicho, el gasto podría considerar una canalización del estero de Dichato que es por donde finalmente entre la gran masa de agua.

Señor presidente, actualmente las necesidades básicas y fundamentales de los dichatinos no están cubiertas, existe una precaria urbanización y a los pobladores se les tiene prohibido repoblar sus terrenos.

Le decimos con claridad y fuerza No hay reconstrucción en Dichato, como no hay reconstrucción en el resto del territorio más afectado por el terremoto.

Planteamos la posibilidad de que cada propietario que tienen terrenos en el plano, pueda bajar su mediagua de los campamentos, para poder iniciar su propia reconstrucción, pero no lo permiten, es decir no reconstruyen ni dejan reconstruir, ¿Qué hay detrás de todo esto?, ¿Por qué no se permite repoblar el plano?

Finalmente le pedimos públicamente que se reúna con los dirigentes de Dichato, acá no hay ninguna guerra. Le pedimos que transparenten plazos y dineros destinados a la reconstrucción. Le pedimos que públicamente explique, cada gasto que se ha hecho en la reconstrucción y de la cara como presidente de un país, es lamentable verlo arrancar de la ciudadanía.



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