¿QUÉ ES LA PLANIFICACIÓN?
Walter Ritter Ortíz y Tahimi E. Perez Espino
Centro de Ciencias de la Atmósfera. UNAM,
Circuito Exterior. CU. 04510 México DF. México
INTRODUCCIÓN
La alternativa ecológica para un futuro de prosperidad debe fundamentarse en un modelo donde la intensidad de la actividad humana dependa tanto de la economía y la cultura como del aporte de los sistemas naturales, y donde entre más pronto nos demos cuenta de esta realidad más pronto nos percataremos de que el sistema en que vivimos tiene límites de crecimiento y por lo tanto tenemos que ajustar nuestras ambiciones a la capacidad de nuestros alrededores para sostenernos. Limitando el crecimiento de nuestros sistemas estaremos actuando conforme al concepto de sociedad en estado estable.
Los habitantes de cada país deben comenzar a planificar el futuro con base al ajuste ecológico. Esto implica una delimitación inicial de la riqueza natural y de las potencialidades de cada zona de vida. Cualquier función vital que pueda llevarse a cabo utilizando los sistemas naturales debe efectuarse de esta manera en vez de emplear estrategias que exigen un alto costo de energía.
Tiene que desterrarse la idea errónea de que una región puede crecer y desarrollarse indefinidamente. También hay que eliminar el mito de que las regiones con zonas naturales son de importancia sólo si se desarrollan económica o socialmente. Estos dos mitos propician a la larga los desastres ecológicos que ocurren a diario.
Desde el punto de vista de la sucesión ecológica, la sociedad estable representa el máximo desarrollo permisible, lo que proporciona la estabilidad de largo plazo. En los sistemas de estado estable se deja de crecer, pero a la vez se mantiene un flujo de energía estable que retiene la capacidad de diversificación y la oportunidad de utilizar con más eficacia la energía que recibe; esto implica más oportunidades para acomodar en el sistema un mayor número de componentes, los cuales recibirán la cantidad de energía necesaria para mantener sus actividades a un nivel adecuado y de mayor eficiencia, utilizando toda su energía para mantener la calidad de vida de sus componentes.
Si se destruye una estructura, se repara de inmediato, es decir hay construcción y crecimiento lo que no se da cuando se alcanza el nivel de desarrollo clásico. Como la sociedad en estado estable incorpora la riqueza natural en la ecuación de desarrollo y como, a su vez, el éxito de esta sociedad depende de la creatividad y el trabajo humano, muchos de los problemas sociales y poblacionales disminuirán en importancia a medida que se efectúen los ajustes culturales y sociales con las realidades y los límites naturales de los países.
El tipo de asociación que va a caracterizar a la humanidad, de hoy en adelante, se debe basar en la comprensión de que todo está vinculado entre sí y es interdependiente. Ahora es mayor que nunca la necesidad de entender que hay un contacto íntimo entre la economía del desarrollo y el medio ambiente. Existe una relación fundamental entre estas disciplinas, en vista de los intercambios que se producen en las complejas comunidades de productores y consumidores.
Desafortunadamente las consecuencias económicas de aspectos como es la sustentabilidad no son aún lo bastante claras para los creadores de políticas de la economía, en vista de que la sustentabilidad nos obliga a prestar atención al futuro ya que quienes toman las decisiones son propensos a considerar sólo los beneficios inmediatos y a pasar por alto los costos a largo plazo. Si bien es posible que al continuar con el crecimiento económico podemos capacitarnos para afrontar los problemas del medio ambiente con más eficacia, la experiencia nos ha mostrado muy pocos éxitos en este sentido.
En sí mismo el crecimiento económico no es ni la única causa ni el remedio de la degradación ambiental ya que sus nexos son mucho más sutiles y complejos. Los problemas del medio ambiente no han sido bien entendidos ya que generalmente nos ocupamos más de los síntomas que de las causas medulares, donde las manifestaciones son indicadores tardíos de un desarrollo no sostenible. Las consideraciones económicas señalan tanto las causas medulares como el posible remedio de la degradación ambiental. La buena economía y la buena ecología deben ir de la mano en los países en desarrollo, factor esencial para la calidad de la vida, donde el ambiente es un determinante crítico de la cantidad, calidad y sustentabilidad de las actividades humanas, y de la vida en general.
Los problemas ecológicos tienen una dimensión de cantidad y otra de calidad. Con el agua, influye la escasez y el deterioro de su propia calidad; con el bosque la deforestación y la reducción de su productividad; con el suelo su erosión, anegamiento y salinidad; con la pesca la sobreexplotación y el cambio de la composición piscícola a favor de especies menos valiosas en su demanda y la contaminación de los peces; en el ambiente urbano con la contaminación del aire, agua y ruido.
Cuando se habla de la degradación del medio ambiente es importante considerarla en sus tres dimensiones: cantidad, calidad y diversidad así como su interdependencia. No existe nada en el universo que pueda considerarse un sistema cerrado e independiente y, ninguna transformación de trabajo en energía en estos sistemas puede ser perfecta, ya que el calor siempre se disipa como subproducto, por lo que en cualquier lugar donde aparece un foco de orden y desarrollo, se hace a costa de que se produzca más desorden en algún otro lugar.
Cualquier tipo de explotación de los recursos no renovables lleva de un modo inevitable a su agotamiento parcial o total, así como a la degradación del paisaje y a la generación de desechos. La cuestión no es cómo prevenir o eliminar por completo la degradación ambiental, sino cómo reducirla al mínimo o por lo menos mantenerla en un nivel que sea congruente con los objetivos de la sociedad. A fin de construir una sociedad sostenible para las generaciones venideras, será preciso que rediseñemos por completo muchas de nuestras tecnologías e instituciones sociales, salvando el abismo actual entre el diseño humano y los sistemas ecológicamente sostenibles de la naturaleza.
Las leyes naturales son absolutas e inmutables y funcionan independientemente de los valores y juicios humanos. Por eso debemos identificarlas y obedecerlas si deseamos ajustarnos al orden natural. Debemos tratar también de comprender los factores que gobiernan y regulan el desarrollo, estructura y funcionamiento de los sistemas naturales. Los fenómenos u objetos más complejos e interesantes del universo se producen precisamente al borde del caos, justo antes de que el orden quede destruido, allí donde habita la complejidad.
El caos y la complejidad obedecen leyes sencillas, basándose en la sensibilidad a las condiciones iniciales y a los procesos de retroalimentación, lo que nos permite explicar, aunque no siempre predecir. La naturaleza se rige por estas leyes y, mediante la selección natural, los sistemas se adaptan a las condiciones del ambiente local.
Es decir que la vida en nuestro planeta se caracteriza por su capacidad reproductiva, evolutiva y adaptativa, y se organiza por niveles de complejidad que aumentan con el tamaño del sistema. Absorción, concentración y regulación de los flujos de materia y energía entre los componentes del sistema dependen de su organización estructural y son ejemplos de procesos que contribuyen al flujo óptimo de energía. Un sistema con gran complejidad estructural sólo puede existir si el ambiente físico es lo suficientemente benévolo para mantener su organización.
Con un óptimo flujo de energía, aumenta al máximo el trabajo que rinde un sistema, por consiguiente mejora su condición competitiva y así el sistema mejor acoplado al ambiente con esta ventaja competitiva será el sistema con la mayor probabilidad de sobrevivir. Interesa poder conocer las adaptaciones estructurales al ambiente físico y biológico al cual se expone el sistema, y saber cómo y por qué su propia organización contribuye a su funcionamiento y por lo tanto a los flujos de energía a través del ecosistema.
La biosfera es capaz de abastecerse por sí sola de todas las substancias y alimentos necesarios para mantener la vida, y ninguna especie puede sobrevivir aislada del resto de este gigantesco sistema. Un regulador de ecosistemas es una especie que utiliza una porción de los recursos del sistema y a cambio, ejecuta acciones especializadas que son necesarias y de provecho para la sobrevivencia de ese sistema. Los animales son reguladores de ecosistemas ya que hacen posible el flujo de energía a través de éste.
Muchas veces las acciones humanas alteran la estructura y función de los sistemas naturales, sin embargo, debemos comprender que entre una especie y el sistema que la contiene hay una relación dinámica, en la cual ambas partes tienen la capacidad de evolucionar y adaptarse.
La magnitud de los problemas del ambiente trascienden fronteras amenazando la salud, prosperidad y empleos, por lo que será crítico redireccionar el uso de nuestros recursos naturales para alcanzar una estabilidad económica y política.
La ciencia constituye una larga historia en el arte de aprender a no engañarnos, donde las matemáticas expresan verdades universales que influyen en nuestra manera de pensar, sentir y de tomar decisiones.
La matemática no consiste tanto en operar con números como en asumir un modo de pensamiento y plantear cuestiones para percibir el sentido de su verdadera naturaleza, teniendo una gran relevancia para las ideas filosóficas que constituyen el fundamento de la sociedad. Permiten contemplar con asombrosa claridad una extraordinaria gama de cuestiones, subyaciendo en muchas de las invenciones políticas y sociales más apreciadas por la sociedad. Es un lenguaje que nos autoriza a traducir la complejidad del mundo en pautas manejables, nos da un punto de vista elevado, que permite descubrir detalles que de otra manera pasarían inadvertidos, donde la verdad puede contradecir la intuición y donde el sentido común es el menos común de los sentidos. Nos dan una expansión de nuestra conciencia, y nos dejan ver más y llegar a algunas verdades que no es posible alcanzar por la vía de la pura lógica.
En los números radican tipos muy diferentes de verdades y basándonos en lo que dicen, debemos tomar decisiones vitales. Impresiona ver su capacidad a la hora de filtrar los datos y determinar lo que es cierto en una variedad de situaciones. Las matemáticas reflejan en muchos aspectos la manera en la que opera nuestro cerebro, moldeando nuestras percepciones cotidianas, ya que después de todo, la naturaleza humana dio lugar a las matemáticas complejas y condujeron a la creación de tecnologías tan variadas como la informática o la ingeniería genética.
Estas mismas estrategias de la naturaleza humana se pueden convertir en obstáculos limitando nuestra capacidad, para comprender fenómenos cruciales, en contextos diferentes, como es nuestra supervivencia como especie, incluyendo los riesgos de la contaminación, del crecimiento poblacional y del decrecimiento de los recursos naturales. Donde cambios mínimos en las tasas de supervivencia pueden conducir a la extinción de especies y donde el crecimiento nunca es sostenible, tanto por el aumento poblacional como por el agotamiento de los recursos, donde no es posible prevenirse contra lo que uno no advierte, donde siempre existe el peligro de que la estimación del riesgo sea errónea o cuando un defecto insignificante pondrá en marcha una reacción en cadena de acontecimientos que culminará en un desastre.
Vislumbramos el mundo real, llamémoslo información, mensajes, señales, relaciones, etc., a través de las pautas o señales que percibimos en nuestra mente, la cual presenta obstáculos por su naturaleza particular de actuar, donde comprender algo exige llegar a captar los modos en que el conocimiento llega a nuestra mente, donde las observaciones que para una persona aportan datos, para otra constituyen sólo ruido. La dificultad de obtener información cierta de el mundo real o la búsqueda de la verdad en los números, donde la cantidad no sólo determina con frecuencia la cualidad, sino que la cantidad o la escala puede afectar a la noción misma de lo que es verdad, de lo que es posible y desde luego de lo que existe o puede existir.
La diferencia entre señales de información y ruido a menudo depende enteramente del contexto en que se den, si se desea llegar a la verdad de algo, lo primero que hay que hacer es ponderarlo. Si bien la medida es la piedra angular del conocimiento y nos permite establecer comparaciones y cuantificar relaciones, el formular interrogantes sobre la naturaleza resulta siempre un tanto difícil porque las respuestas que se obtengan dependerán de las preguntas que se planteen y donde sistemas de referencia diferente pueden proporcionar respuestas muy dispares.
En situaciones donde la incertidumbre es grande e imposible de cuantificar, donde el contenido de información es poca y las decisiones pueden ser complejas, los escenarios bioclimáticos pueden proveernos de la información necesaria de las causantes del cambio, implicaciones del curso normal de los acontecimientos y de las posibles opciones de acción por darse, donde las políticas alternativas pueden ser consideradas a la luz de escenarios contrastantes y comparar su fortaleza a posibles futuros, donde relacionar la ciencia del pronostico con el manejo y toma de decisiones dependerá de una comunicación efectiva de involucrados y donde las fuentes de incertidumbre y su potencial impacto e identificación de controles rebasados deben ser considerados cuando se decida donde los esfuerzos del pronostico pueden ser de mayor valor, proveyendo además de información de la vulnerabilidad a eventos extremos y sus potenciales consecuencias.
El desarrollo de capacidades de predicción no ha sido aún integrado como parte de un proceso de predicción comprensible y debe darse atención a los problemas en que el pronóstico es posible y aquellos que no son actualmente predecibles pero pudieran llegar a darse, involucrando políticas que son relativamente insensibles a incertidumbres que incrementan la habilidad de los ecosistemas de proveer de servicios, Asimov(1984).
El éxito en el manejo del cambio ambiental se basa en la capacidad de anticipación que utilicemos. El terminar con los recursos naturales que sostienen a las economías regionales, así como el deterioro del agua, suelo y aire, son verdaderas amenazas a nuestra civilización. El continuo abastecimiento de agua y alimentos así como la conservación de nuestra salud, depende de nuestra habilidad de anticipar y de prepararnos para un futuro incierto. La simulación dinámica de escenarios en la naturaleza es una herramienta útil para entender cómo funcionan los sistemas naturales, identificar sus potenciales problemas y explorar soluciones para estos.
Los escenarios generados por procesos de simulación proveen de un indicador de posibilidades (pero no así de algo definitivo), siendo las bases para realizar proyecciones que aplican las herramientas del pronóstico bioclimático en escenarios específicos. Los atributos de los ecosistemas pronosticables, son aquellos en los que la incertidumbre puede ser reducida a la magnitud en la que con los pronósticos estamos reportando información útil para la toma de decisiones.
La simulación no es un fin en sí misma, tampoco es una bola de cristal que pueda pronosticar el futuro con absoluto detalle y exactitud, pero si puede ayudarnos a entender los mecanismos interiores que determinan como trabaja un sistema; describiendo sus procesos y transformaciones, e identificando posibles mecanismos detrás de los ciclos y tendencias observadas de largo plazo; determinando además cómo el sistema mantiene su estabilidad o identificando mecanismos por los que puede perderla, pronosticando futuras manifestaciones de los sistemas existentes, proyectando ciclos y tendencias, evaluando los impactos de políticas opcionales e identificando escenarios en que la estabilidad se pierda o se restaure.
No debemos olvidar que una manera útil de juzgar un modelo es a través de cuánta información pueda aportarnos con el máximo posible de economía, así como de que nos permita comunicarnos de forma más efectiva con dicho modelo y lo que éste representa.
ECONOMÍA ECOLÓGICA Y ENFOQUE SISTÉMICO, ENTES INSEPARABLES EN LA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS SOCIALES
Necesitamos movernos de una economía que ignora la interdependencia a una que la reconozca y se base en ella. Es imperativo, por tanto, mantener el tamaño de la economía global dentro de la capacidad del ecosistema para sostenerla. Una economía que aumenta su producción sólo se está haciendo más grande, superando los límites y dañando la capacidad de auto-reparación del planeta. La economía ecológica representa un intento para capturar el espíritu del análisis integrado e interactivo de los problemas y a través de este es como podemos aspirar a comprender y resolver nuestros problemas económicos y sociales más urgentes y complejos; comprendiendo que los avances en la política y la administración ambiental y del futuro bienestar dependen de la integración de estos campos del pensamiento.
Los sistemas económicos y ecológicos presentan características observadas en los sistemas vivos, por lo que no se comprenden bien usando métodos reduccionistas de la ciencia clásica. El análisis de sistemas a su vez nos da una visión más natural, transdisciplinaria e integradora de dichos sistemas.
El problema de sistemas es esencialmente el problema de las limitaciones de los procedimientos analíticos, superando estas limitaciones, modelando lo no lineal y lo complejo en diferentes escalas.
La administración ambiental adaptativa nos ayuda a comprender y administrar sistemas complejos y su transformación, donde todo esta interconectado y cambiando y donde hay grandes incertidumbres, reconociendo la naturaleza coevolucionista de los sistemas económicos y ecológicos, lo que nos ayuda también a entender como los sistemas naturales y sociales se interconectan y cambian. Inspirando a estudiar el ambiente como una ciencia de sistemas
vinculándola con la economía y otras disciplinas.
Es imperativo revisar nuestro pensamiento económico a fin de adaptarlo a la energía finita y los recursos limitados de la Tierra. El objetivo no sólo consiste en interpretar el mundo sino en transformarlo. Lo que se consume cuando usamos energía no es la energía en si misma, sino su disponibilidad para realizar trabajo útil. La producción gobernada por el afán de lucro origina una producción de ingentes cantidades de objetos inútiles, eso significa que en dicho afán, algo anda mal en la distribución de la riqueza o el poder, o en ambas cosas.
Para el bien de la posteridad, la humanidad debe contentarse con el estado estacionario, antes que la necesidad nos obligue, el cual demandaría menos recursos de nuestro medio, pero mucho más de nuestros recursos morales. Las consecuencias económicas y sociales del estado estacionario son enormes y revolucionarias en función de una población y un nivel de vida deseable. El cambio en el pensamiento económico, esboza un sistema económico sensible a la ecología y la ética.
SIMULACIÓN CON ENFOQUE SISTÉMICO EN LA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS AMBIENTALES
Los modelos generalmente no capturan de forma precisa toda la realidad y esto se refleja en el hecho de que muchos de los modelos ampliamente usados en el campo ambiental deben ser continuamente ajustados y refinados. Pero
finalmente lo más valioso de un modelo será su capacidad de detectar los cambios y fluctuaciones, y de identificar las variables críticas responsables de dichos cambios, así como de capturar y entender los efectos de retroalimentación en el sistema, ya que en los sistemas dinámicos sus elementos se modifican de manera constante y complicada, e incluso sorpresiva.
El objetivo no es desarrollar modelos que capturen todas las facetas de la vida diaria, ya que tales modelos tendrían poca utilidad al ser tan complicados como los sistemas mismos que deseamos entender y el verdadero propósito de la modelación dinámica es llegar a descubrir los principios básicos que nos conduzcan a descubrir la complejidad observada en la naturaleza. Para nosotros esto es el significado de simplicidad.
La posibilidad de comprender todo lo comprensible, depende más de la estructura de nuestro conocimiento que de su contenido, donde nuestras teorías llegarán a ser tan generales y tan profundas, y a estar tan integradas entre sí, que se convertirán, de hecho, en una sola teoría de una estructura unificada de la realidad. Las estimaciones iniciales de simulación pueden ser derivadas de la información empírica o aun de sugerencias razonables de los expertos en la materia o del equipo de modeladores; ya que aun los modelos construidos en tales situaciones de incertidumbre pueden ser de gran valor y utilidad en la toma de decisiones, proveyéndonos de un cuadro congruente de referencia, en lugar de información exacta.
El flujo de información de una variable de estado dentro de un sistema se hace a través de cadenas de transformación para dirigirnos a las variables de control, cambiando así las primeras y entrando en ciclos siempre cambiantes, para al final volver a otra variable de estado o tal vez irse hacia el infinito, al cero o al comportamiento caótico. Esto nos habla de un proceso de retroalimentación, hecho tan común en los sistemas bioclimáticos.
La retroalimentación negativa tiende a forzar a las variables de estado hacia metas establecidas y es la idea básica de los sistemas dinámicos de control. La variación en el proceso de retroalimentación puede llevarnos a relaciones no lineales, las cuales se hallan presentes si una variable de control no depende de otras variables de manera lineal. Como resultado, los procesos de retroalimentación no lineales pueden exhibir comportamientos dinámicos complejos, consecuentemente debemos poner especial atención a la no linealidad particularmente si se trata de efectos de retraso.
INFORMACIÓN, AUTOORGANIZACIÓN Y SISTEMAS DISIPATIVOS EN EL PRONÓSTICO DE LA DINÁMICA PRODUCTIVA DE LOS ECOSISTEMAS
Los modelos son herramientas para detectar “patrones” o tendencias que pueden ser útiles para generar hipótesis comprobables acerca de la organización de comunidades. La abundancia relativa de grandes ensambles heterogéneos de especies tiende a ser gobernada por muchos factores independientes y, de acuerdo al teorema de límite central, será distribuida en forma log-normal. Un alto grado de ajuste al modelo log-normal indica que la comunidad está en alto grado de equilibrio. Sin embargo, buenos ajustes a la distribución log-normal pueden ocurrir a pesar de los cambios y condiciones en la composición de la comunidad.
La principal motivación al crear los modelos de distribución, fue desarrollar un modelo general de abundancia de especies, para facilitar la comparación de diversas comunidades por sus diferencias o similitudes en los parámetros del modelo, el cual potencialmente daría información fundamental de los nichos de las especies y cómo las especies coexisten o comparten los recursos ambientales disponibles. Aunque tal modelo general sería una herramienta valiosa para el ecólogo, no parece existir tal paradigma general, revelándose que hipótesis contradictorias pueden llevarnos al mismo modelo y diferentes modelos derivados de postulados en conflicto, pueden ser ajustados al mismo grupo de datos.
El mayor obstáculo a resolver al usar índices de diversidad es su interpretación, ya que si se da sólo el valor del índice de diversidad, es imposible decir la importancia relativa de riqueza y uniformidad, pues una alta riqueza y baja homogeneidad será equivalente a un sistema de baja riqueza y alta homogeneidad. En general podemos decir que un ecosistema será más complejo conforme sea más maduro, cualidad que aumenta con el tiempo en que permanezca sin ser perturbado.
La sucesión nos lleva a considerar como más maduro o más complejo al ecosistema, cuando esté compuesto de un mayor número y grado de interacción de sus elementos; largas cadenas alimenticias, un uso más completo del alimento, relaciones bien definidas o más especializadas, situaciones más predecibles, promedio de vida mayor, menor número de hijos, y la organización interna pasa por perturbaciones aleatorias a ritmos cuasi-regulares.
Si se desea pronosticar futuros procesos de producción, será necesario tener una descripción de estos sistemas en su ambiente particular, que incluya tantos detalles relevantes como sea posible. Debemos estar interesados en todas las interacciones que controlan o alteran el número o tipo de organismos encontrados en una región dada; ya que una noche fría o una hora de fuerte viento pueden producir grandes diferencias en el mundo biológico. Tal información puede ser construida en una simulación poblacional, que puede ser usada para predecir los efectos de políticas particulares de administración.
El valor de la simulación es obvio pero su utilidad reside principalmente en que analiza casos particulares. Una teoría bioclimática debe de hacer de preferencia afirmaciones sobre el ecosistema como un todo global, así como de especies y de tiempos en particular, y afirmaciones válidas para muchas especies y no solamente para una. La alternativa es intentar analizar la naturaleza de tal forma que pueda ser descrita en una forma rigurosa donde las predicciones puedan ser derivables mediante procedimientos reproducibles; siendo capaces de definir, en algún grado, la diferencia entre lo que conocemos sobre bases teóricas y lo que nos falta por hacer, antes de que podamos realizar predicciones más seguras.
Una descripción matemática precisa de los sistemas productivos puede incluir cientos de parámetros; muchos de los cuales son difíciles de medir y cuyos resultados esperados, a partir de las muchas ecuaciones diferenciales parciales simultáneas no-lineales de simulación, usualmente no tienen solución, para conseguir respuestas que son complicadas expresiones de los parámetros y que no son fáciles de interpretar.
Claramente se observa la necesidad de diferentes metodologías para tratar con estos sistemas que son intrínsecamente complejos.
El establecimiento de relaciones clima-vegetación puede ser útil para propósitos de pronóstico ya que la vegetación refleja el ambiente y los cambios en uno pueden resultar en cambios en el otro, y tales cambios pueden ser usados para evaluar la naturaleza y magnitud de impacto ambiental.
Cualquier modelo puede ser considerado como una teoría surgida de los datos y necesitamos evaluar su exactitud predictiva, generalidad, complejidad e interpretabilidad. No debemos buscar una solución a un problema específico de predicción, sino buscar aquellas características que nos permitan predicciones más generales. Identificar patrones activos, definiendo el interés en términos de utilidad para obtener algún fin, por lo que la exactitud de las predicciones no debe ser lo único a juzgar. Se pueden encontrar patrones similares de interacción en sistemas muy diferentes y, una vez que los patrones básicos sean entendidos, todos los sistemas podrían ser comprendidos.
Los modelos nos permiten realizar deducciones, formular hipótesis y predecir resultados, construyéndose así las teorías y, en un despliegue de sistemas, las leyes se revelarán por sí mismas con este nuevo enfoque, donde las pautas básicas se deben clasificar y los conceptos básicos se deben inferir. Los sistemas complejos que cuentan con una gran riqueza de conexiones cruzadas muestran conductas complejas y estas conductas pueden ser complejas pautas de búsqueda de metas.
Las matemáticas de la complejidad de la naturaleza pasan de los objetos a las relaciones, de la cantidad a la cualidad y de la sustancia al patrón de la forma, eludiendo todo modelaje mecanicista, donde simples ecuaciones deterministas pueden producir una insospechada riqueza y variedad de comportamientos, a su vez lo que pareciera un comportamiento aparentemente complejo y caótico puede dar lugar a estructuras ordenadas con sutiles y hermosos patrones de formas, con frecuentes ocurrencias de procesos de retroalimentación autorreforzadora donde pequeños cambios pueden ser repetidamente amplificados. La mayor contribución de Poincare fue la recuperación de las metáforas virtuales, rompiendo el dominio del análisis y las fórmulas, y volviendo a los patrones visuales.
La predicción exacta aún para las ecuaciones estrictamente deterministas, no existe, pero ecuaciones simples pueden producir una increíble complejidad que supera todo intento de predicción. La organización del sistema complejo es independiente de las propiedades de sus componentes y su objetivo es la organización y no la estructura, en la que la función de cada componente es participar activamente en la producción o transformación de otros componentes del sistema. El producto de su operación es su propia organización, donde toda la red se hace a sí misma continuamente.
ANTICIPACIÓN A LOS PROBLEMAS AMBIENTALES
Anticiparnos a muchos de nuestros desafíos ambientales por presentarse en las próximas décadas requiere de un mejoramiento sustantivo de las actuales metodologías de adquisición del conocimiento científico; donde la simulación y el pronostico bioclimático emergen como un imperativo para mejorar la planeación y la toma de decisiones sobre el estado de los ecosistemas y de su capital natural productivo, llevándonos hacia una capacidad de producir, evaluar y comunicar dichos pronósticos en aquellos estados críticos que requieran de un proceso de atención inmediata, que involucre ligas interdisciplinarias y análisis de sus posibles procesos de propagación y retroalimentación, incluyendo procesos evolutivos y emergentes, considerando impactos sociales y la relevancia del pronóstico en los procesos de toma de decisiones.
En base a la nueva visión de la ciencia del enfoque sistémico, se propone la creación de un modelo general de simulación y pronóstico, que de forma integrada de respuesta a una serie de cuestionamientos sobre ecología, manejo de recursos naturales y evaluación de impacto ambiental. La visión filosófica de este modelo tiene su fundamento en el “enfoque sistémico” derivado de la “teoría general de sistemas”, cuyo proceso metodológico nos permitirá la creación de escenarios requeridos para una mejor toma de decisiones. Definimos al pronóstico bioclimático como el proceso de predecir el estado del ecosistema, de sus servicios por aportar, su capital natural de crecimiento, contingencias y escenarios sobre el clima, uso del suelo, población humana, tecnologías, actividad económica y educativa.
A fin de utilizar aspectos de metodologías comunes en los diferentes proyectos por desarrollar, se hace necesario incorporar en los objetivos de este estudio, un proceso de descripción general de las mencionadas metodologías del enfoque sistémico a utilizar en el desarrollo de dicho modelo y en los posibles proyectos por derivarse de este, esperando con esto una mayor homogeneidad y cohesión de sus propósitos, así como en una mayor sistematización en la obtención de los objetivos planteados. El objetivo consiste no sólo en ofrecer un planteamiento coherente y sistémico de una visión unificada de la vida y el ambiente, sino también de algunas de las cuestiones críticas de la economía, sociales y personales que vivimos en nuestra época y actúan como procesos de retroalimentación de los objetivos iniciales.
Cuando nos encontramos con un problema de tipo ambiental o de cualquier otro tipo y necesitamos resolverlo, además de considerar las interacciones entre los factores físicos, climáticos, biológicos y ecológicos debemos tomar en cuenta también los factores económicos, culturales y legales; ya que si abordamos estos problemas por métodos simplistas llegaremos al diseño de experimentos y muestreos de baja calidad que nos conducirán a tomar decisiones erróneas e inadecuadas. El análisis de sistemas para la solución de estos problemas se basa en un planteamiento holístico con los requeridos modelos matemáticos para identificar, simular y predecir las características importantes de la dinámica de estos sistemas considerados como complejos.
El origen de la visión de sistemas se remonta al periodo de la Segunda Guerra Mundial y estuvo relacionada con la solución de problemas de tipo logístico. Actualmente el uso de esta perspectiva en ecología, climatología, evaluación, manejo de recursos naturales, simulación y pronóstico de impacto ambiental, consiste en proporcionar un enfoque que permita abordar la solución de dichos problemas en los sistemas complejos (como son todo tipo de ecosistemas conocidos) y que además promueva el diseño de proyectos de investigación que nos ayuden a tomar decisiones adecuadas, utilizando el método científico como una forma de resolver dichos problemas, basándose en una observación disciplinada y en la manipulación de las partes del mundo real que resulten interesantes en el contexto del problema en estudio.
Como climatólogos ecólogos y administradores de los recursos naturales frecuentemente debemos analizar sistemas que están caracterizados por una complejidad organizada como cuando se cuenta con poca información, pocos datos y poca expectativa de generar una base de datos completa. Para esto es precisamente que ha sido diseñado y desarrollado el análisis de sistemas y sus metodologías de investigación, que permiten integrar el conocimiento obtenido por medio de la descripción, la clasificación y el análisis matemático y estadístico de las observaciones del mundo real.
En el modelo tradicional los expertos interpretan los datos, eligiendo algunos de sus aspectos e ignorando otros. Necesitamos una amplia distribución de información, puntos de vista e interpretaciones si queremos entender el significado del mundo en que vivimos. El cual debe entenderse no como un mundo de objetos sino de procesos. La grandiosa meta de toda ciencia es abarcar el mayor número de hechos empíricos por deducción lógica a partir del menor número de hipótesis o axiomas, como solía decir Einstein, y Mandelbrot; nos dice que en un mundo cada vez más complejo, los científicos necesitan tanto las imágenes como los números, es decir la visión geométrica y la analítica.
Necesitamos partir de un marco teórico para el desarrollo, evaluación y uso de los modelos de simulación y pronóstico en impacto ambiental, climatología, ecología y manejo de los recursos naturales. Donde en el desarrollo del modelo conceptual podamos abstraer del sistema real aquellos factores y procesos que deben ser incluidos dentro del modelo por ser relevantes en nuestros objetivos específicos y de tal manera que en la evaluación del modelo se compare el enfoque de sistemas con otros métodos utilizados para resolver problemas en estas y otras áreas.
El modelo puede ser de lo más simple posible siempre y cuando no excluya a aquellos componentes cruciales para su solución donde las decisiones deben estar basadas en la información de mejor calidad que tengamos acerca del sistema en estudio. En otro caso podrá ser necesario monitorear varios atributos del sistema en forma simultánea clasificando los componentes del sistema de interés por sus diferentes funciones en el modelo. Dichos componentes los podemos clasificar como variables de estado, variables externas, constantes, variables auxiliares, transferencias de materia, energía e información, fuentes y sumideros.
Obviamente, si con los conocimientos adquiridos no podemos formular hipótesis útiles acerca de la estructura y funcionamiento del sistema, debemos concentrar nuestro esfuerzo en realizar nuevas observaciones en el sistema natural. La idea básica fundamental detrás de todo esto es que podamos realizar experimentos de simulación de la misma forma en que se pudiera realizar en un laboratorio o en la misma naturaleza.
La justificación del estudio es debido a nuestro interés por lograr un crecimiento económico sin destruir los sistemas ecológicos que forman la base de nuestra existencia. Necesitamos introducir el uso del análisis de sistemas y su simulación como herramientas de apoyo para resolver los problemas de impacto ambiental que a diario se nos presentan y que además nos ayuden en la toma de las mejores decisiones. El análisis de sistemas y su simulación es un conjunto de técnicas cuantitativas desarrolladas con el propósito de enfrentar problemas bioclimáticos relacionados con el funcionamiento de los sistemas complejos como son los diferentes tipos de ecosistemas conocidos.
La utilidad del análisis de sistemas y su simulación se da tanto por el proceso de identificación y especificación de los problemas, así como del desarrollo, usos y producto final del modelo.
El objetivo general es el de diseñar y generar un modelo integral de simulación y pronóstico de los sistemas bioclimáticos bajo el enfoque de sistemas y de sistemas complejos, con aplicaciones específicas a la evaluación del impacto ambiental y manejo de recursos naturales del cual se puedan derivar proyectos más específicos en la solución de problemas regionales.
Generar escenarios de los sistemas ecológicos en el tiempo histórico (en el pasado, actual y futuro) y el espacio para evaluar el impacto de origen humano.
Analizar la dinámica de transferencia productiva (flujos de materia, información y energía) de los sistemas bioclimáticos para determinar su estabilidad o inestabilidad a través del tiempo y el espacio.
Realizar en forma funcional el modelo integral de simulación y pronóstico de los diferentes sistemas ecológicos y climáticos, incorporando las potenciales redes de intercomunicación en dichos ecosistemas, de tal forma que el modelo sea multidisciplinario, multifactorial, multirelacional y multifuncional, que sirva de herramienta en la simulación de posibles escenarios y a su vez sea una herramienta para la toma de decisiones.
METODOLOGÍA BÁSICA GENERAL DEL ENFOQUE SISTÉMICO
Para contestar una pregunta, demostrar una teoría o para clasificar una parte del mundo real, todos coincidimos en que dependiendo de nuestros intereses algunas de las posibles perspectivas a elaborar serán más adecuadas y útiles que otras; donde los sistemas de interés generalmente presentan dos propiedades de importancia primordial:
Primera, los sistemas pueden estar anidados, es decir que un individuo es parte de una población, una población es parte de una comunidad y así sucesivamente.
Segunda, a cualquier escala y a cualquier nivel de detalle los sistemas naturales pueden ser estudiados usando el mismo conjunto de principios y técnicas desarrolladas y conocidas por la teoría general de sistemas, donde debemos definir cuidadosamente los límites del sistema de interés de acuerdo con el problema que estamos estudiando.
El reduccionismo actual, (estudio de las partes por separado) ha demostrado ser muy eficiente en la ciencia, siempre y cuando podamos entender que las entidades complejas de la naturaleza no sólo son la suma de sus componentes más simples. Las matemáticas de la física clásica están concebidas para complejidades no organizadas y muchos de los problemas biológicos, económicos y sociales son esencialmente organizados, multivariados y complejos, por lo tanto deben introducirse nuevos modelos conceptuales, incluyendo a la cibernética, teoría de la información, teoría de juegos, teoría de decisiones, análisis factorial, ingeniería de sistemas, investigación de operaciones, etc., considerando a los sistemas como un complejo de componentes interactuantes, con conceptos característicos de totalidades organizadas como son: interacción, suma, mecanización, centralización, competición, finalidad, etc., y saber aplicarlos a fenómenos concretos.
La naturaleza posee un orden que podemos comprender y la ciencia tan solo es una descripción optimista de cómo pensar una realidad que nunca comprenderemos del todo, sin embargo con el enfoque sistémico, comenzamos a entrever una forma enteramente nueva de comprender las fluctuaciones el desorden y el cambio, donde conceptos como los de atractor, retrato de fase, diagrama de bifurcación y fractal no existían antes del desarrollo de la dinámica no lineal.
En la modelación de impacto ambiental, lo consideraremos ejemplificado por nuestros estudios de diagnóstico, simulación y pronóstico, que estarán apoyados exclusivamente en las metodologías de simulación, ya que si escogemos las variables apropiadas y representamos adecuadamente las reglas que gobiernan la dinámica y el proceso de cambio en el sistema de estudio debemos poder predecir los cambios de dichos sistemas a través del tiempo, es decir, podríamos simular correctamente el comportamiento del sistema basados en las cuatro etapas fundamentales del proceso de desarrollo y uso del modelo, las cuales, son las siguientes:
Desarrollo del modelo conceptual;
Desarrollo del modelo cuantitativo;
Evaluación del modelo y Uso del modelo.
En primer lugar hay que identificar el problema con claridad, y describir los objetivos del estudio con precisión, teniendo en mente que vamos a estudiar la realidad como un sistema. El resultado de esta fase ha de ser una primera percepción de los elementos que tienen relación con el problema planteado. La estadística y los métodos numéricos serán de gran utilidad cuando exista una gran abundancia de datos y podamos suponer que la realidad permanecerá estable.
Debemos conocer los elementos que forman el sistema y las relaciones que existan entre ellos, ya que con frecuencia para solucionar un problema es más fácil y efectivo trabajar con las relaciones, incluyendo sólo aquellos elementos que tienen una influencia razonable sobre nuestro objetivo que es la de proponer acciones practicas para solucionar el problema. En las diferentes fases de construcción del modelo se añadirán y suprimirán elementos con la correspondiente expansión y simplificación del modelo, donde a través de un diagrama causal se incorporan los elementos clave del sistema y sus relaciones.
El concepto de rizo (definido como una cadena cerrada de relaciones causales) será muy útil, porque nos permitirá a partir de la estructura del sistema que analizamos, llegar hasta su comportamiento dinámico. Donde podemos ver que los sistemas socioeconómicos, ecológicos y climáticos estarán formados por cientos de rizos positivos y negativos interconectados, identificando las razones estructurales que nos permitan decidir como modificar los bucles causales que lo alteran, ya que es la estructura del sistema lo que provoca su comportamiento, donde si el sistema tiene los elementos que causan el problema, también tiene la forma en la que se puede solucionar.
Notándose que en las estructuras de los sistemas estables hay un número de relaciones impar y el bucle o proceso de retroalimentación es negativa y donde cualquier acción que intente modificar un elemento se ve contrarrestado por todo el conjunto de bucles negativos superestabilizando el sistema, neutralizando en conjunto la acción o los cambios del exterior. En tales sistemas el factor limitativo es lo verdaderamente importante, el cual es dinámico con capacidad de producir comportamientos inesperados pero al final será el rizo negativo el que estabilice el sistema.
Con base en los objetivos del proyecto debemos decidir cuáles son y cómo se relacionan entre ellos los componentes del mundo real que incluiremos en nuestro sistema de interés, también debemos bosquejar los patrones esperados de comportamiento en términos de la dinámica temporal de los componentes más relevantes del sistema, sirviendo como puntos de referencia en la validación del modelo, asegurándonos que éste provea el tipo de predicciones que nos permita responder nuestras preguntas y finalmente tomar las mejores decisiones.
Así mismo, a través de los objetivos debemos determinar si el modelo es apropiado o no para cumplir con nuestros propósitos y dependiendo de dichos objetivos podemos profundizar en la interpretación de las relaciones entre sus componentes, así como en su capacidad predictíva, donde además nos interesa evaluar qué tan sensibles son las predicciones del modelo a aquellos aspectos que hemos representado con cierta incertidumbre, así como en determinar dicha sensibilidad a posibles errores cometidos al representar la ecuación fundamental, usando relaciones estimadas a partir de un amplio grupo de especies.
Debemos definir los objetivos en términos del problema que queremos resolver o de la pregunta que queremos responder, donde las preguntas o problemas pueden surgir a partir de observaciones en el sistema real o pueden ser impuestas por la necesidad práctica de evaluar diversos esquemas de manejo. Dichos objetivos deben definir el marco conceptual para las bases, desarrollo y evaluación, así como interpretación de los resultados del modelo.
El objetivo final del análisis de sistemas será responder las preguntas identificadas al comienzo del proyecto, lo cual, implica que debemos diseñar y simular con el modelo desarrollado los mismos experimentos que realizaríamos en el mundo real para responder nuestras preguntas fundamentales. Sí en el diseño experimental es necesario desarrollar una versión estocástica del modelo, podemos correr el número de réplicas necesarias y comparar los valores predichos en el marco de cada uno de los regímenes de nuestras variables usando un análisis de varianza y detectando cualquier incoherencia que nos ayude con su identificación a comprender el sistema y obtener sus beneficios en el proceso de desarrollo del modelo.
En forma sintética, podemos decir que con el desarrollo del modelo conceptual definimos un proceso por medio del cual abstraemos del sistema real aquellos factores y procesos a incluir en nuestro modelo y por ser relevantes para nuestros objetivos específicos, de tal forma que en la evaluación del modelo podamos determinar la utilidad del modelo desarrollado.
Con respecto a nuestros objetivos específicos, definiremos los límites del sistema de interés e identificaremos las relaciones entre los componentes que generan la dinámica del sistema basados en las siguientes etapas de desarrollo del modelo: Definir los objetivos del modelo; Definir los límites del sistema de interés; Clasificar los componentes del sistema de interés; Identificar los componentes del sistema; Representar formalmente el modelo conceptual; Describir los patrones esperados del comportamiento del modelo.
Durante el desarrollo del modelo cualitativo trataremos de traducir nuestro modelo conceptual a una serie de ecuaciones matemáticas que en conjunto forman el modelo cuantitativo haciendo uso de los diversos tipos de información sobre el sistema real; posteriormente resolvemos todas las ecuaciones del modelo para el periodo completo de simulación. Esta simulación recibe el nombre de simulación de referencia.
Con la generación de este modelo esperamos simular adecuadamente la dinámica general y productiva del sistema, la magnitud del impacto ecológico y económico. Además de pronosticar el destino de los sistemas actuales, ya que podremos generar escenarios que nos permitirán derivar la mejor toma de decisiones. Así mismo, nos permitirá conocer el grado de estabilidad de los sistemas existentes (naturales, implantados e impactados).
La elección entre un modelo analítico de la física y un modelo de simulación del análisis de sistemas, implica para el primer caso, pérdida de realismo ecológico para tener más potencia matemática y para el segundo, la pérdida de potencia matemática para incluir más realismo ecológico.
Si el nivel de detalle que se busca para lograr los objetivos deseados, es mayor y, por lo tanto, nos exige el uso de modelos analíticos, debemos de tratar de usarlos; sin embargo; si se observa que en el nivel analítico de detalle apropiado se requiere de un modelo que para trabajarlo resulta demasiado complejo, debemos otra vez cambiar y regresar al uso de los modelos de simulación, es decir, regresar a la idea de que lo complejo se resuelve con lo simple.
Esto es muy importante, ya que en muchos problemas ecológicos, manejo de recursos naturales y estudios de impacto ambiental es necesario representar el sistema de interés de una manera demasiado compleja, recurriendo para su solución a metodologías de análisis sistémico, ya que no se puede hacer de forma analítica.
REDES DE INFORMACIÓN REGIONAL Y MONITOREO PERMANENTE
La medida es un modo de observar creado por el hombre, donde las ideas acerca de las medidas consisten en formas de observar la naturaleza y se les considera como verdades absolutas acerca de la realidad. Sin embargo la medida puede ser algo arbitrario y sujeto a elección caprichosa o al gusto de cada individuo. La medida en ningún modo es la realidad pero puede ayudarnos a conseguir orden y armonía en nuestras ideas y vidas. La medida si bien no es la esencia de la realidad, al menos es la clave de su esencia, por lo que debemos dedicar toda la atención y toda la posible energía creativa para poder introducir claridad y orden en la totalidad del campo de la medida. Donde hace falta no tan sólo observar el mundo como un todo, sino también cómo funciona nuestro mismo pensamiento.
Las redes de información y el monitoreo permanente son necesarios para un mejor pronóstico así como para un mejor conocimiento de las estrategias adaptativas y de diseño con retroalimentación, evolución y otras dinámicas básicas en la naturaleza.
CONCLUSIONES
El proceso de planeación debe empezar utilizando la información climática biológica y socio-económica existente, donde adicionalmente para la mayoría de los sitios se requiere de prospecciones para proveer información más exacta en que basarnos en nuestras tomas de decisiones y nos permitan además los diagnósticos requeridos de planeación, enfocándose principalmente en la información necesaria en los procesos de toma de decisiones, utilizando las mejores herramientas para estos objetivos como son los sistemas de información geográfica, fotografía aérea, sensores remotos, etc. con la participación de las localidades en la adquisición regional de información.
Los datos regionales son críticos en la realización de pronósticos y conocimiento de los procesos de gran escala ya que los estudios de pequeña escala nunca serán suficientes para este propósito. La forma en como los datos sean colectados, interpretados, administrados y almacenados determinará la eficiencia en la administración de los recursos naturales. Mucha de la información de tipo multidisciplinario está ya disponible de fuentes regionales, nacionales y mundiales, así como de otras fuentes, por lo que los sistemas de información geográfica (S.I.G.) y otros software sobre ambiente están siendo utilizados para procesar y manejar esta información.
Una primera meta debe ser la de acceder a esta información, para generar nuestros propios bancos de información.
En general no se conocen bien los caracteres estructurales y funcionales de los ecosistemas, por lo que necesitamos muchas mediciones antes de estar en condiciones de asentar sólidos principios para la predicción.
La mayor parte de las investigaciones bioclimáticas se dirigen al estudio de las variaciones de estado, ciclos y procesos biológicos relativamente cortos, adquiriendo un buen conocimiento de trabajo sobre periodicidades, ritmos y fenologías asociadas y llegando a comprender su importancia dentro del sistema ecológico en que operan. Es mucho menos lo que sabemos en relación con los ciclos largos, sus mecanismos y posible función de ciertos fenómenos biológicos poco frecuentes y aparentemente aleatorios.
La segunda ley de la termodinámica señala que es imposible reciclar la energía y que toda ella acabará por convertirse en desecho térmico, además de que es imposible reciclar los materiales en su totalidad, con lo que con el tiempo cesará todo tipo de vida y a medida que la entropía o el desorden producido, se acerquen a su máximo la contaminación térmica nos sorprenderá, pues cada vez que usamos energía producimos inevitablemente desechos térmicos inutilizables que pueden tener graves consecuencias en los ecosistemas y sistemas climáticos, que dependen de la temperatura.
El agotamiento de los recursos y la acumulación de desperdicios significan lo mismo que un incremento de la entropía, por lo que podemos considerar que nuestra manía por el crecimiento es una segura receta para el desastre. El incremento adicional en el uso de la energía tenderá a complicar los problemas ambientales, por lo que las perspectivas de mantener las funciones de los ecosistemas son muy desalentadoras.
Nadie parece reconocer que la causa de todo esto es que los economistas no han reconocido la naturaleza entrópica del proceso económico actual y de que la humanidad no estaría dispuesta a renunciar a sus comodidades. La economía clásica es masivamente ineficiente y las tecnologías actuales sólo hacen degradar la energía, la materia y la biodiversidad o riqueza biológica, más rápidamente, por lo que es necesario desarrollar nuevas tecnologías que trabajen con procesos naturales, que requieran menos insumos y energía, utilicen metodologías agroecológicas y cambiar las estructuras disciplinarias de nuestras instituciones por el pensamiento sistémico. Identificar las desventajas actuales y conocer las posibilidades de las tecnologías con base ecológica, es lo que permitirá la sustentabilidad y la distribución y asignación justa y eficiente, dando nacimiento de un nuevo tipo de industrialización, que difiera en su filosofía, metas y procesos fundamentales y a través de esta transformación, sea capaz de crear una economía sana y vital, donde para que exista prosperidad debemos obtener mucho más beneficios de cada unidad de energía, agua u otro material tomado de la naturaleza.
Con este cambio de economía se ofrecerán nuevas oportunidades, disminuyendo el agotamiento de los recursos naturales y la contaminación y servir así como una posible base para el incremento del empleo. La mejor comprensión de los sistemas ecológicos y la forma cómo funcionan y se mantienen puede ayudarnos a diseñar y mantener sistemas económicamente sustentables.
La productividad y sus estrategias pueden detener la degradación de la biosfera, hacerla dar más beneficios, generar un mayor número de empleos, salvaguardando los sistemas vivos y obteniendo una mayor cohesión social,
fomentando procesos de producción alternativos para asegurar que el producto o desecho secundario sea ahora un componente absolutamente integral en el sistema. Diseñando nuevos productos que proporcionen el mismo servicio o incluso mejor, usando menos recursos, menos complicaciones de trabajo y menos capital. Pasando de una economía de productos a una de flujos de servicios, donde la calidad, utilidad y buen desempeño promueva nuestro bienestar. Evitando a la vez que el acceso a los recursos naturales sea motivo de generación de conflictos.
Las naciones difieren mucho en su capacidad para planear, absorber capital en forma efectiva y resolver el gran número de complejos problemas relacionados con su desarrollo. Con frecuencia les falta el número suficiente de personas adiestradas y experimentadas en el enfoque sistémico de los sistemas pensantes, donde además es común la dilapidación de fondos económicos para beneficio de grupos selectos; donde las erogaciones militares exceden las que se destinan a la salud publica y la educación juntas. Se aceptan sobornos, y con frecuencia se exigen, prácticamente en todos los niveles de la burocracia gubernamental.
Para la eliminación de la pobreza y del hambre en el tercer mundo, bastaría que los países del primer mundo, dieran el 1% de su PNB y de que redujeran estos sus gastos militares, así como de que se diera la voluntad política necesaria, y podrían eliminarse estas, prácticamente tan solo en una generación. Necesitamos un mayor número de personas pensando más en el sentido y propósito de la vida y menos en las posesiones personales. Las instituciones se han vuelto más grandes, y la función humana se ha empobrecido y se ha hecho menos significativa.
Mientras sigamos tomando nuestras decisiones en base de costo-beneficio y eficiencia, sin considerar de que en la realidad hay límites al crecimiento, esta situación seguirá prevaleciendo; lo cual llevará consigo la semilla de la revuelta social y aun de la destrucción, reconociendo que ni la población ni la opulencia pueden seguir creciendo indefinidamente, si no lo hacemos, la naturaleza lo hará por nosotros. Sin embargo, no debemos, ni podemos parar el crecimiento de repente, la transición debe hacerse en forma gradual, experimentar con nuevos enfoques y una vez que exista la comprensión general de la necesidad, (de donde y como trabaja la gente y donde y como vive), y con el diseño de nuevas ciudades con autosuficiencia, eficiencia y comodidad la transición debe hacerse en forma gradual.
Sabemos que por falta de decisiones claras y programas constructivos, las naciones pobres avanzan en línea directa hacia el hambre, la peste, la revolución y el derramamiento de sangre en escalas masivas. No es preciso que esto ocurra, porque tenemos el poder de crear un nivel de civilización del todo nueva.
Bibliografía
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Mandelbrot, B., (1977). The fractal geometry of nature, Freeman, San Francisco.
En Globalización: WALTER Ritter Ortíz y TAHIMÍ E. Pérez Espino
Dic 2010 ¿Qué es el enfoque sistémico de los sistemas pensantes?
Nov 2010 ¿Qué es la Educación Ambiental Sistémica?
Oct 2010 ¿Qué es el nivel de conciencia?
Sept 2010 ¿Qué es ser sustentable?
Agosto 2010 ¿Qué es la competencia y la especulación económica?
Julio 2010 ¿Qué es la creatividad?
Junio 2010 ¿Qué son y por qué se dan los eventos catastróficos del clima?
Mayo 2010 ¿Qué es la Bioclimatología Sistémica?
Mayo 2010 ¿Por qué colapsan los imperios?
Abril 2010 ¿Qué es el cambio climático y qué tan efectivo es su pronóstico?
Marzo 2010 ¿Las nuevas realidades, una visión sistémica de la complejidad del mundo?
Marzo 2010 ¿Qué es la realidad?
Agosto 2003 Las Maravillosas Conexiones Ocultas de la Vida: Agroecología versus Biotecnología Tahimí Pérez Espino, Walter Ritter Ortiz, Alfredo Ramos Vazquez, Juan Suarez, Sánchez
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