Febrero 2010
Víctimas del shock para beneficio del capitalismo violento
Por
Mónica Oporto.
loquesomos.org
, Febrero de 2010.
Hace unos días escribía que Haití había sido robado a los ojos de la comunidad internacional (1) bajo eufemismos tales como ayuda solidaria que encubren la llegada de tropas de ocupación.
Hoy encuentro una nota escrita por Vicky Peláez sobre las razones por las cuales Haití está recibiendo esta peculiar ayuda de Estados Unidos: tanques, 20.000 marines y
contratistas!. Añade Peláez que las tropas norteamericanas estaban listas con anticipación para intervenir en Haití
Un día antes del terremoto, el Comando Sur ensayaba medidas para ayudar a Haití en caso de desastre. La misma noche del terremoto el segundo en el mando en el Comando Sur, el general P.K. (Ken) Keen ya estaba en la embajada de los EE.UU. en Haití, que no sufrió ningún daño por el terremoto. Actualmente el general Keen está a cargo de la fuerza de expedición norteamericana en Haití a quien Preval dio autoridad ilimitada (2)
Varios autores ya han destacado que se estaba produciendo la entrega del país de manos de presidente René Preval a los militares norteamericanos. Pero volviendo a la nota de Peláez, es un hecho evidente que el alcalde de Puerto Príncipe expide decretos que prohíben reconstruir chabolas (cabañas rústicas) en una ciudad destruida en un 70% y que por estas horas ha tomado estado público que Haití está enclavado sobre una importantísima reserva de petróleo.
Cuba posee petróleo, y en línea con estas dos islas Venezuela posee la mayor reserva en América del Sur. No es casual que esté pasando la República Bolivariana por manifestaciones y protestas en estos mismos momentos. Pero además Haití posee uno de los yacimientos más grandes de oro en el mundo, posee uranio, 235 y 238 y también yacimientos de minerales estratégicos raros como circonio, usado en reactores nucleares, e iridio, imprescindible para la construcción de naves espaciales. Ni qué decir del cobre y diamantes.
Los tiburones rondaban la isla para hincarle el diente
Todo esto me hizo recordar las palabras de Naomi Klein en su libro La Doctrina del SOC (3), el auge del capitalismo desastre. Klein describe situaciones que guardan grandes similitudes con la catástrofe de Haití.
En primer lugar hay que remontarse a la década de 1970 y a una persona que marcó dicha década: Milton Friedman. Y también a unos hechos: el Huracán Katrina sobre la ciudad de New Orleans. Tras el desastre esta ciudad no se reconstruyó de inmediato. Friedman emitió una observación puntual: una crisis da lugar a un cambio verdadero. Por eso, bajo el engañoso lema de la reconstrucción se terminó la obra del huracán, y luego llegaron contratistas: comunidades y edificios públicos fueron reemplazados por una vida ciudad empresarial con tal rapidez que no dieron tiempo a las víctimas del desastre a reagruparse y buscar solución, en tanto que muchos emigraban hacia otros estados. El grupo empresario que se hizo cargo de la situación, declaró que el miedo y el desorden representaban una verdadera promesa para sus negocios. Es que el capitalismo perverso encuentra oportunidad en la muerte.
En segundo lugar, Naomi Klein puntualiza la relación entre los enormes beneficios de las empresas y las grandes catástrofes, que favorecen a las multinacionales e incluso a los organismos de crédito internacional que aprovechan para imponer condiciones a los países víctimas de desastres, bajo la amenaza de negarles los préstamos.
En Chile, por ejemplo, la llegada al poder de Pinochet contó con el acompañamiento de un asesor tal como lo explica Naomi Klein: Milton Friedman aprendió lo importante que era aprovechar una crisis o estado de shock a gran escala durante la década de los setenta, cuando fue asesor del dictador general Augusto Pinochet. Los ciudadanos chilenos no sólo estaban conmocionados después del violento golpe de Estado de Pinochet, sino que el país también vivía traumatizado por un proceso de hiperinflación muy agudo. Friedman le aconsejó a Pinochet que impusiera un paquete de medidas rápidas para la transformación económica del país: reducción de impuestos, libre mercado, privatización de los servicios, recortes en el gasto social y una liberalización y desregulación generales. Poco a poco, los chilenos vieron cómo sus escuelas públicas desaparecían para ser reemplazadas por escuelas financiadas mediante el sistema de cheques escolares. Se trataba de la transformación capitalista más extrema que jamás se había llevado a cabo en ningún lugar, y pronto fue conocida como la Revolución de la Escuela de Chicago, pues diversos integrantes del equipo económico de Pinochet habían estudiado con Friedman en la Universidad e Chicago. Friedman predijo que la velocidad, la inmediatez y el alcance de los cambios económicos provocarían una seria de reacciones psicológicas en la gente que ´facilitarían el proceso de ajuste´. Acuñó una fórmula para esta dolorosa táctica: el ¨tratamiento de choque´ económico. Desde hace varias décadas, siempre que los gobiernos han impuestos programs de libre mercado de amplio alcance han optado por el tratamiento de choque que incluía todas las medidas de golpe, también conocido como ´terapia de shock´.
Pinochet también facilitó el proceso de ajuste con sus propios tratamientos de choque, llevado a cabo por las múltiples unidades de tortura del régimen y demás técnicas de control infligidas en los cuerpos estremecidos de los que se creían iban a obstaculizar el camino de la transformación capitalista. Muchos observadores en Latinoamérica se dieron cuenta de que existía una conexión directa entre los shocks económicos que empobrecían a millones de personas y la epidemia de torturas que castigaban a cientos de miles que creían en la sociedad distinta. El escritor uruguayo Eduardo Galeano se preguntaba, ´¿Cómo se mantiene esa desigualdad si no es mediante descargas de shocks eléctricos?´. Podemos agregar que los planes de ajuste sólo se imponen con represión y la historia reciente lo demuestra.
Años después Irak sería el país en el cual también aplicaron la fórmula del shock pero con mayor violencia: la guerra, impuesta para controlar la voluntad de los adversarios, sus percepciones y su comprensión, es decir lograr dejar impotentes para cualquier tipo de reacción. Sobre esa capa se aplicó el shock económico llevado adelante por un delegado norteamericano: privatizaciones, liberalización absoluta del mercado, impuestos y un Estado cuyo papel se vio reducida. La resistencia del pueblo iraquí terminó en violenta represión. Las tropas norteamericanas se establecieron en Irak con tanta comodidad como lo hicieron ahora en Haití.
El desembarco de marines aprovechó el estado de shock. Lo tenían previsto en su doctrina militar ya desarrollada para la guerra de Irak: Del shock y de la conmoción surgen miedos, peligros y destrucciones inaprensibles par ala mayor parte de la gente, para elementos y sectores específicos de la sociedad de la amenaza o para los dirigentes. La naturaleza, bajo la forma de tornados, huracanas, terremotos, inundaciones, incendios descontrolados, hambrunas y epidemias también puede generar estados de shock y de conmoción. Faltaría agregar las ayudas para los golpes de Estado que erigieron dictaduras o dictablandas en América, desde México hacia el sur. Es todo lo que necesitan hoy. Sucedió y ya probaron esta teoría del shock en su propia casa con la catástrofe del Katrina. La catástrofe fue acompañada de drásticas medidas que prepararon el terreno para los tecnócratas. Lo probaron con el 11-S que les sirvió para implementar una cruzada político-ideológica, la creación del eje del mal y la Doctrina de la Guerra Preventiva.
Y lo aplicaron hacia fuera donde se encontraban todos los malos. Hoy son ejemplo de tales incursiones: Honduras, Haití, intentos y más intentos en Venezuela, Bolivia, Argentina
Ahora las tropas de Irak están en Haití. Los contratistas ¿erigirán un centro petrolero o un centro turístico caribeño?
Más artículos de la autora
1.- Están robando un país a los ojos de todos
2.- http://www.cubadebate.cu/especiales/2010/01/26/oscuras-razones-ocupacion-haiti/
3.- http://www.naomiklein.org/shock-doctrine/materiales-espanol
Haití, territorio olvidado
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