¿QUÉ ES SER SUSTENTABLE?
Walter Ritter Ortíz y Tahimi E. Perez Espino
Centro de Ciencias de la Atmósfera.
UNAM, Circuito Exterior. CU. 04510 México DF. México
INTRODUCCIÓN
La energía solar es absorbida por las plantas y parte de ésta es convertida a energía potencial por los procesos de fotosíntesis a través de una conversión lenta a energía cinética, lo cual permite a las comunidades ecológicas sobrevivir. Cuando un depredador consume su presa, la población de presas está siendo usada como máquina para convertir algunas porciones del mundo relativamente abundante de las plantas en formas más útiles de alimento. Los competidores interaccionan sobre el mismo nivel trófico, es decir, a través de interacciones horizontales existiendo también las interacciones verticales. Desde este punto de vista del depredador, los herbívoros son máquinas que convierten las plantas en su alimento y donde un depredador racional no consumirá de una sola sentada dichas presas, dejando algunas para reproducirse y reemplazar a las que consume, buscando explotar las poblaciones de herbívoros en tal forma que maximice el siguiente cociente: números de calorías consumidas por los depredadores (salida) entre el número de calorías de las plantas consumidas por las presas (entrada). Esta razón es la eficiencia de las presas en producir alimento para los depredadores. Esta eficiencia es realmente función de tres diferentes especies: plantas, presas y depredadores.
El número de presas y de depredadores presentes en cualquier tiempo se le conoce como producción bruta. La eficiencia de las presas depende no sólo del alimento proporcionado sino también en su efectividad al utilizarlo y en estos casos, la razón del cociente: número de calorías de las presas consumidas por depredador por unidad de tiempo (salida/tiempo) entre el número de calorías de las plantas consumidas por las presas en la unidad de tiempo (entrada/tiempo). Ésta se le conoce como eficiencia de la cadena alimenticia de las presas y así también su tasa de cambio es llamada la eficiencia ecológica de las presas. Como el proceso de mantener una población viva requiere un continuo flujo de energía potencial y el tamaño de la población depende de la tasa a que dicho potencial de energía entra al sistema, ya sea a través de plantas o animales, que servirán posteriormente de alimento a otros consumidores, se genera así una cadena trófica o cascada bioenergética, donde las plantas son consideradas como las únicas con capacidad transformadora y productora, siendo las demás poblaciones dependientes de dicha producción de forma directa o indirecta.
Un depredador prudente consume sus presas de manera tal que pueda maximizar su suplemento alimenticio al mismo tiempo que minimizar la posibilidad de que la población consumida sea incapaz de automantenerse así misma y poder seguir siendo utilizada como alimento en el futuro. Es decir un depredador debe usar sus presas de manera eficiente y al igual que todos los organismos en la naturaleza, también parecen comportarse con mucha prudencia, lo cual fue aprendido y obtenido a un costo de experimentos evolutivos interminables, lo cual también implica que dicho aprendizaje tuvo grandes costos en vidas, Lotka(1925), Slobodkin(1961), Leigh (1965), Odum(1953), Morowitz(1968), Ulanowicz(1972), Whittaker y Likens(1975), Paine(1966), Patten(1971), Wiegert y Owen(1971), Beecham y Farnsworth(1998), Green(1994).
DINÁMICA POBLACIONAL: PROCESOS DE DEPREDACIÓN Y EXPLOTACIÓN, FERTILIDAD Y SOBREVIVENCIA
Si por simplicidad consideramos que existe una tasa de depredación constante y queremos conocer sus efectos sobre las poblaciones en estado estacionario, debemos recordar que el proceso de depredación es una alteración a las probabilidades de sobrevivencia en las diferentes edades, donde además estamos agregando nuevas fuentes de mortalidad adicionales a las mortalidades que se dan de forma natural. Si se obtiene un nuevo estado estacionario bajo estas condiciones de depredación los valores de fertilidad y sobrevivencia son alterados y donde debemos considerar, que al remover algunos de estos animales, incrementamos la disponibilidad de alimentos para los que son dejados, por lo que debe de incrementarse también la tasa reproductiva, restaurándose un nuevo estado estacionario a niveles más bajos de biomasas de producción.
La depredación o pesquería que es lo suficientemente severa para reducir significativamente el número de individuos reproductores también disminuirá la intensidad de competencia entre las crías y alterará la distribución de los sobrevivientes restaurando las condiciones de estado estacionario. Las especies en que no son alteradas en sus sobrevivencias o fertilidades como consecuencias del acto de depredación por pesca, serán incapaces de retornar a sus condiciones de estado estacionario y por lo tanto debe esperarse que se extingan, Nisbet and Gurney(1982), Hassell et al.(1976).
Los factores de denso dependencia controlan en gran parte los tamaños poblacionales en todas las especies y automáticamente compiten con otras fuentes de mortalidad natural, así cuando la tasa de pesca es baja, la mortalidad por hambre y enfermedades incrementa, observándose que en el efecto de depredación el tamaño de la presas substituye una causa de mortalidad por otra, o disminuye la sobrevivencia en una edad en particular en la población. También puede actuar sobre ambas cosas. Sin embargo si la sobrevivencia en alguna edad en particular es reducida, se presentará un cambio compensativo ya sea en la sobrevivencia o en la fecundidad de las presas, donde probablemente estas últimas se harán inestables yendo en consecuencia hasta la extinción y así el efecto de la pesca, sobre la biomasa de las presas, dependerá de manera precisa y definible en la eficiencia con que los organismos se reproducen y en la distribución de la sobrevivencia en las diferentes edades, Holland(1995), Holling(1993), Hraber and Milne(1997).
Concluyendo de esto que la magnitud de la eficiencia no necesariamente tiene que ver con la razón de eficiencia que se da en las maquinas. La dinámica de los recursos naturales es muy complicada, encontrándose que el efecto determinístico de denso dependencia representado por la ecuación logística, estabiliza el sistema de las cadenas tróficas, llevándonos de dinámicas caóticas y periódicas a estados estacionarios y que la adición de los procesos estocásticos del ambiente exterior puede resultar en la reducción en amplitud y frecuencia de la dinámica poblacional, Cai-lin Xu y Zi-zhen li(2002).
LA VISIÓN ENERGÉTICA EN EL MANEJO DE RECURSOS NATURALES
El concepto de comunidad es más interesante si es definido en términos de transferencia energética entre organismos y pescadores.
Un organismo hace muchas cosas que requieren de energía; movimiento de sus partes internas movimiento de sí mismo en su ambiente productivo, producción para crecimiento de su cuerpo y reproducción. Pero solamente la producción relacionada con su crecimiento será considerada como un tipo útil de energía potencial y otros tipos posibles de energía a nivel individual son generalmente ignoradas. Aunque todos los organismos dependen en última instancia de la energía radiante del sol, la energía que es transferida de organismo a organismo y conserva efectivamente al sistema ecológico funcionando, es la energía potencial que está guardada en la moléculas orgánicas, considerando conveniente hablar de la energía como un flujo que se da a través de la población en la cual deben establecérsele claros estados de sus limitaciones; la energía entra a una población a través de la boca de un animal y lo abandona ya sea como calor o como la energía potencial de un animal muerto o de sus heces o al ser capturado y alimentar a un pescador o depredador. El contenido de energía en una población puede ser medida en términos de calor liberado en su combustión interna. Si conocemos el valor energético del alimento dado a una población y el valor energético de su rendimiento, seremos capaces de calcular la eficiencia de la población de convertir el alimento en peso de su cuerpo.
Para estar seguros de que la población que alimentamos en un cultivo será capaz de persistir bajo el procedimiento de remoción de sus individuos, el número de animales removidos debe fijarse como una fracción del número de animales que nacen o son incorporados en la población. Un procedimiento para determinar el número de animales a removerse no limita las edades de los tipos de animales a remover, así podemos remover animales adultos o animales jóvenes y después de un tiempo lo suficientemente largo tendremos información, para cada población, sobre su número promedio y distribución de tamaños, que será de forma desigual, y donde podemos obtener así también, el número promedio y distribución de tamaños del rendimiento en cada censo. Estos números pueden convertirse a calorías, determinando el suplemento de alimento dada a la población en unidades caloríficas.
Para tener una estimación del alimento dado a la población, debemos estimar la proporción del alimento comido por cada elemento poblacional de manera indirecta, determinando el consumo de alimentos y las tasa de crecimiento. Con toda esta información podemos evaluar los conceptos de eficiencia poblacional, donde la más simple y más importante de las interacciones de la comunidad es la razón del contenido de energía del animal removido de cada edad poblacional, respecto al contenido energético del alimento suministrado.
Cuando consideramos la energía del alimento, estamos considerando la eficiencia de la cadena alimenticia, mientras que cuando consideramos el alimento comido por los elementos de la población, estaremos refriéndonos a la eficiencia ecológica, la cual está determinada por la tasa de remoción de animales y la proporción del alimento consumido que pueden ser convertidas en calorías del animal, pero que no representan una relación directa al tamaño de la población de la que el animal es removido. Para muy bajas tasas de remoción resultan en bajas eficiencias de la cadena alimenticia y ecológica mientras para tasas altas de remoción resultan en eficiencias más altas. Altas tasas de remoción sin embargo reducen la población a un grado tal que es incapaz de consumir todo el alimento provisto y la eficiencia de la cadena alimenticia diminuye, Ritter et al.(1992).
Una estimación típica de campo de la eficiencia ecológica seguirá lo siguientes cálculos y procedimientos:
-Debe considerarse cada especie asignada a un determinado nivel trófico ya sean plantas herbívoros carnívoros etc.
-El consumo total de alimentos en calorías debe ser estimado para cada nivel trófico.
Sorpresivamente los valores observados en el campo son esencialmente idénticos con los máximos valores observados en el laboratorio, y todas estas estimaciones están en el rango de 5.5. a 13.3 %, notándose que el nivel trófico superior en cualquier comunidad tiene una eficiencia ecológica de 0 por definición. Para propósitos prácticos la eficiencia ecológica puede considerarse como una constante donde puede esperarse que futuras estimaciones de ella tiendan a convergir en valores de alrededor de un 10 %.
Factores adicionales que debieran considerarse, son la relación entre la remoción de animales de una población como es la cosecha y el tamaño de esta población y su consumo energético, la cual puede ser estudiada por medio de la eficiencia poblacional, donde si el proceso de la remoción no altera el consumo energético de la población, la eficiencia poblacional puede expresarse como el cociente de las calorías de la cosecha obtenida en la unidad de tiempo y una composición dada de edades, dividida por el producto del consumo energético de la población, por la diferencia del contenido calórico de la población en su estado estacionario, respecto a las calorías que existirían si no existiera remoción de individuos, Maes (1994), Holling (1993), Holland (1995).
ESTADO ESTACIONARIO, BALANCES DE LA NATURALEZA Y MANEJO SUSTENTABLE
Una población en estado estacionario mantiene el número de animales, composición de edades y distribución de tamaños constante, y para ser esto la distribución de tamaños y edades de los elementos removidos debe ser constante. Estados estacionarios en el tamaño medio de las poblaciones en la naturaleza no necesariamente representan valores de equilibrio. Los estados estacionarios en ecología son dependientes del suplemento energético dados a una tasa constante e introducidos al sistema por el exterior y donde si este suplemento de energía desaparece, el sistema pierde dicho estado estacionario y se alcanza el equilibrio físico de la termodinámica, que significa la muerte.
Por lo tanto los estados estacionarios son distintos del equilibrio y se dan tanto en sistemas vivos como no vivos. Las comunidades ecológicas poseen lo que para la ciencia es lo más importante y el problema menos manejable, de cómo una comunidad ecológica llega a ser en la forma en que es. Una comunidad es en la forma que es, porque sus condiciones locales lo dictaminan así, donde los miembros de la comunidad están estrechamente adaptados a estas condiciones en concordancia e interactuando íntimamente entre ellos, lo que en una comunidad con composición de diferentes especies, no podría sobrevivir.
Asociado con esta visión de estructura fundamental está la noción del "balance de la naturaleza", que nos dice que cuando la naturaleza es perturbada, rápidamente reaccionara para restaurar su equilibrio. El balance de la naturaleza se refiere a la habilidad de la comunidad a resistir o recuperarse de perturbaciones externas. Las modificaciones en el medio físico pueden ser una herramienta poderosa de cambio evolutivo y a menudo vienen siendo los factores críticos, Gardner y Ashby (1970), Levins (1968)., Ritter et al. (1986), Ritter et al. (1988), Ritter et al. (1997), Ritter et al. (2000ª), Ritter et al (2000b), Ritter et al. (2002), Ritter et al. (2004).
Las respuestas políticas remediadoras actuales, sin estar diseñadas para la eficiencia, equidad y sustentabilidad, tienden a concentrarse en los síntomas del daño ambiental más que en las causas básicas. La escala material de la actividad humana supera la capacidad de carga sustentadora de la tierra. Con tecnologías que reducen sus recursos y cuyos desperdicios no asimilados envenenan el aire, el agua y el suelo. Las civilizaciones basadas en una elevada tecnología y de mucha energía, son básicamente inestables, vivirán unos cuantos siglos y de forma inevitable perecerán debido al mal uso de su gran poder. La anarquía prevalece a nivel mundial y por encima del nivel nacional.
Hemos pasado de un "mundo vacío" (de artefactos humanos pero lleno de capital natural), a un "mundo lleno", donde las necesidades, ya sean percibidas o no por los encargados de tomar decisiones, se refieren al mejoramiento de los vínculos entre componentes en su desarrollo y los flujos de desperdicio reciclados en un mundo donde el simple paliativo de "mayor crecimiento" ya no es una solución, y con el desafío de vivir de forma sustentable, y dentro de los límites de un planeta finito. El camino a la sustentabilidad, se dará a través del mejoramiento cualitativo más que cuantitativo, es decir no podemos "crecer" hacia la sustentabilidad.
La economía mundial usa ya hoy en día, alrededor del 40% del producto primario neto de la fotosíntesis terrestre, Vitousek (1986), con el aumento de la desertificación, invasión urbana de las tierras de cultivo, erosión de suelos y contaminación, donde más de 6000 millones de personas queman cada una en promedio, una tonelada de carbón al año. Las especies clave de las cuales depende la supervivencia de muchas otras pueden disminuir, lo cual conduciría a un desequilibrio general en los servicios ambientales y acelerarían las extinciones de las demás especies. Reducir las tasas de crecimiento poblacional y de consumo per cápita, es condición esencial para alcanzar la sustentabilidad. Hay que mantener la escala de la economía consistente con las capacidades regenerativas y asimilativas de los sistemas sustentadores de la vida, sabiendo que todo crecimiento material consume recursos y produce desperdicios.
Los problemas son globales, de largo plazo e involucran a muchas disciplinas académicas. Actualmente una especie tiene que tener un valor muy alto en el futuro para que valga la pena ahorrarlo el día de hoy. Los recursos biológicos que no aumentan de valor tan rápidamente como las tasas de interés, según la lógica económica actual, deberán ser explotados, por lo que las tasas de interés bancaria bajas parecen favorecer la conservación y las altas desfavorecerlo. La ciencia ambiental disciplinaria y la economía clásica han producido políticas y esquemas de administración inapropiadas. Los recursos utilizados por varios usuarios sin reglas que gobiernen su uso serán sobreexplotados. La ausencia o destrucción de instituciones que regulan propiedades de usufructo conjunto ha dado lugar a la extinción de diversas especies.
El desarrollo como un proceso de coevolución entre conocimiento, valores, organización, tecnología y el medio ambiente, puede ayudarnos a entender la manera como los sistemas naturales y sociales se interconectan y cambian. Nuestros valores, conocimientos y organización social han coevolucionado en torno a los hidrocarburos fósiles, favoreciendo valores individuales, y comprensión reduccionista a costa de la comprensión sistémica.
La economía de mundo lleno, desafía a la economía de mundo vacío que prevalece actualmente. El tiempo de duplicación poblacional se ha acortado, lo cual complica la aceleración engañosa. Con una tasa constante de crecimiento el mundo pasaría de medio lleno a totalmente lleno en un sólo período de duplicación. Hay mucha evidencia de que la capacidad de carga a largo plazo se alcanza a menos del 40% actual, ya que sólo está a un tiempo de duplicación para llegar al 80%, una cifra que representa lleno excesivo.
La Tierra en su estado natural, no habría podido mantener a más de diez millones de personas cuyo genero de vida fuera recolectar alimentos; esto significa un individuo por cada dieciséis kilómetros cuadrados de tierra firme. En estas circunstancias, en zonas de fertilidad natural promedio, los cazadores no eran capaces de proveer a grupos mayores de 200 personas. La domesticación de animales y la agricultura permitieron aldeas con poblaciones de 200 a 300 personas. Así regiones que en la época preagrícola habrían podido alojar un millar de personas, en el período agrícola eran capaces de albergar medio millón de personas, divididas en unas 2 mil aldeas. Este fenómeno aceleró el ritmo del cambio tecnológico y al final condujo a la aparición de las ciudades de 300 mil habitantes y hasta 3 millones en toda una región, y además algo muy importante, que algunas personas dedicaran todo su tiempo a actividades distintas del cultivo de la tierra.
El uso de los animales de tiro, permite por cada uno de ellos, el equivalente de quince veces la fuerza de un hombre. Una clave importante en la evolución cultural del hombre fue su capacidad de controlar la energía, por lo que conceptos como civilización y uso controlado de energía son inseparables.
La fácil disponibilidad de energía en grandes cantidades y la invención de la máquina de vapor, creaba un nuevo ambiente en que la demanda de energía per cápita aumento con rapidez, creándose un nuevo ambiente del cual brotaría la cultura de la máquina, donde un litro de gasolina quemado en una maquina de un caballo de fuerza, produce un rendimiento de energía equivalente a siete días-hombre de arduo trabajo físico y con costos tan bajos que equivale a comprar mano de obra al precio de 2.5 pesos por hombre-día. El motor de combustión interna condujo a un considerable incremento en la producción agrícola y ganadera por hora-hombre de trabajo, y a una disminución de costos en función de la energía.
El promedio de consumo de energía per cápita es un buen índice de la riqueza individual en un país. Los países ricos consumen como promedio 130 veces más energía por persona al año que la utilizada por los más pobres. El consumo de energía mundial ha aumentado unas 1800 veces el total de la necesidad humana cuando el hombre era todavía un recolector de alimentos. En 1960 la persona promedio en un país rico consumía 18.5 más energía que la de un país pobre. Para 1970 se había elevado a 20.5, y para 2020 se espera que la relación llegue a 40. Si continúan los índices de crecimiento poblacional mundial de 1970, para el año 2020 será de 10500 millones de habitantes de los cuales unos 1400 serían ricos y unos 8500 serían pobres y el consumo total de energía en el mundo sería de unos 100000 millones de toneladas de carbón mineral por año, donde la parte rica se caracterizará por una opulencia creciente y la pobre por un aumento de población, fenómenos que a su modo estarán determinando el destino de la humanidad. Estos índices de crecimiento, sencillamente no pueden mantenerse por mucho tiempo, y algo tiene que cambiar antes del 2020, Brown(1982).
Poco a poco fue descubriéndose que los resultados de esfuerzos hechos en una investigación sistemática aplicada podían ser muy valiosos. En 1850 la agricultura aportó ingresos tres veces superior al de la industria; un siglo después la industria aportaba cuatro veces más que la agricultura, y para 1975 la excedía por un coeficiente de 7. Como podemos ver, la tecnología y la ciencia son los únicos campos de la actividad humana en el que ha habido progreso; no ha habido un avance correspondiente en la sociabilidad humana, a pesar de que en este terreno son una necesidad apremiante. El gran negocio de los países ricos, sigue siendo comprar barato los recursos naturales de los países pobres y vendérselos ya elaborados a precios caros en los cuales ya va incluido el mayor bienestar de sus trabajadores.
En 1960, el presidente Eisenhower advirtió al pueblo estadounidense de los peligros del consorcio militar-industrial que había surgido a raíz de la segunda guerra mundial, la advertencia fue muy pertinente, pero en gran parte no se hizo caso de ella; ese consorcio es hoy mayor y más poderoso que nunca. Durante muchos años Estados Unidos y la Unión Soviética han sido los gigantes en el negocio de exportación de armas, incrementándose a un ritmo exponencial las compras en los países en desarrollo. La transferencia masiva de armas convencionales ha conducido a un surgir de organizaciones militares grandes y efectivas, que tienen una voz poderosa en sus respectivas naciones, para hablar en pro del incremento de su correspondientes poderíos militares. A su vez los países en desarrollo, hambrientos y mal alimentados no pueden funcionar como conviene; un gran número de niños menores de cinco años, cuando no mueren, sufren lesiones biológicas graves que los incapacitan para su vida futura, y si bien los pueblos bien nutridos no son por necesidad felices, la alimentación suficiente es a todas luces elemento esencial para una vida satisfecha y significativa.
RESISTENCIA AMBIENTAL, CAPACIDAD DE SOSTEN Y EQUILIBRIO EN ECOSISTEMAS
La estructura y funcionamiento de un ecosistema son mantenidos por retroalimentaciones sinergéticas entre organismos y su medio ambiente.
El flujo de energía y los ciclos biogeoquímicos establecen un límite superior a la capacidad de sostén y equilibrio de los ecosistemas. Una vez alcanzado el equilibrio puede ser muy estable, y la dificultad para salir de éste es algo común a los seres vivos, pero a la vez puede ser un consuelo, pues demuestra la elástica capacidad de resistencia de todas las formas de vida.
El cambio existe y los equilibrios se rompen y es incuestionable además que nuestros logros tecnológicos son capaces de causar vértigo, y quizás el egoísmo y el engreimiento que caracterizan nuestra época estén justificados, pero un orgullo tal de nada sirve contra las fuerzas impersonales de la resistencia ambiental y una cosa es segura que tarde o temprano, de una manera u otra, chocaremos con la resistencia ambiental. La cuestión es cómo operará dicha resistencia y cuándo experimentaremos su pleno impacto, donde no tan sólo hay restricciones al crecimiento, sino que incluso es posible que se reduzca, especialmente si el sistema ha sido explotado en exceso.
Ninguna sociedad está ansiosa de efectuar cambios fundamentales, que son simplemente, demasiado amenazadores. En varios sentidos el mundo actual está lejos de un estado de equilibrio, y la calidad del futuro dependerá de la eficacia con que nos adaptemos a las fuerzas del cambio que operan actualmente, de la prudencia y la creatividad con que nos empeñemos en encontrar un nuevo equilibrio. Debemos apoyar los objetivos de una ecología científica para la Tierra, cuyos recursos deben evaluarse, controlarse, y preservarse, basados en criterios científicos y no en preconcepciones irracionales, afirmando la responsabilidad y los deberes de la ciencia hacia la sociedad en su conjunto.
Si somos capaces de ver con mayor claridad qué conflictos son reales y cuáles son ficticios, podremos movernos hacia un mejor equilibrio entre nuestros auténticos objetivos. Si se adoptan las políticas adecuadas no existe un conflicto real entre crecimiento económico y el entorno, Debemos suponer algún término medio entre objetivos que compiten entre sí, o lo que es lo mismo, alcanzar un equilibrio. La pobreza es generalmente, el peor enemigo del medio ambiente, donde el suministro de agua potable, cuidados sanitarios y una adecuada nutrición son factores vitales a resolver. La pobreza ha contribuido a la deforestación en diversos países, destruyendo una fuente valiosa de renta en forma de madera, erosión del suelo y reducción de fuentes de abastecimiento de agua, sin embargo su agricultura tradicional, respeta la necesidad de sostenibilidad y regeneración y es la modernización de las técnicas agrícolas las que causan a veces una mayor degradación ambiental, tendiendo a destruir la sostenibilidad a largo plazo de esas áreas.
En resumen, una causa principal de degradación ambiental es la combinación de población creciente con falta de medios de vida que no sean los que degraden el entorno. Un hombre que no está seguro de cómo obtener la próxima comida para su familia difícilmente se preocupará por los posibles problemas de la posteridad.
Las personas ven la misma situación de diversas maneras y este celo unilateral nos ha conducido a las guerras. El "héroe trágico" se niega a aceptar compromisos y se muestra intransigente con cualquiera que esté en desacuerdo con él, se toma a sí mismo demasiado en serio y su compañía suele ser desagradable para todos.
Por el contrario el "héroe cómico" queda relegado a la condición de bufón rastrero y tonto, aunque inocuo. Su meta es simplemente sobrevivir y divertirse lo mejor posible, no está dispuesto a pelear e intenta superar en astucia a sus enemigos y a las autoridades. Sus victorias son pequeñas; para él, lo importante son la supervivencia y la vida, y no hay causa por la cual valga la pena morir; es amigo de la vida y se toma las cosas como son. Se ha dicho que el verdadero heroísmo está en ver el mundo como es y amarlo así, pero; ¿será que ha llegado el tiempo de perder la dignidad y de rendir homenaje a esas virtudes?
Cada disciplina no es tan sólo un cuerpo de conocimientos, sino también un punto de vista. Hay muchas maneras de interpretar las experiencias históricas, pero lo que importa finalmente es el proceso mediante el cual evoluciona un equilibrio y cómo se rompe. La pérdida de confianza en que el gobierno será capaz de resolver nuestros problemas estimulará la adaptación individual, permitiendo un ritmo de cambio más ordenado y con más tiempo para buscar las alternativas. Los grandes líderes son los que con más claridad entienden las tendencias de su época y los que supieron sacar partido de ellas. En la historia hay una vasta dinámica que se encamina por donde quiere y que es sumamente resistente a todos los esfuerzos que se hagan por encauzarla. Los programas que tratan de contrarrestarla no tienen éxito por más energía que se ponga en llevarlos a la práctica. Mientras que los que siguen la tendencia de la época funcionan sin tropiezos y virtualmente se realizan solos, Jonhson(1981).
La cantidad y número de organismos, y el número de niveles tróficos que pueden existir en un ecosistema, depende de su disponibilidad y eficiencia energética. Las perturbaciones naturales son parte del desarrollo y de la evolución de los ecosistemas. Si no se les permite entrar al ecosistema, éste se vuelve más frágil, con el riesgo de una destrucción masiva y extensa, con perturbaciones mayores. La diversidad de las especies aumenta la productividad de los ecosistemas, al utilizar un mayor número de caminos posibles para el flujo de energía y el ciclo de nutrientes, proporcionando al ecosistema la elasticidad para responder a sorpresas inesperadas. No es sencillamente la diversidad lo que resulta importante; es la forma como la diversidad está organizada en un sistema completo y coherente, y es esta organización de un sistema junto con su elasticidad y productividad, lo que determina conjuntamente la salud total del sistema. La mayoría si no todas las funciones del ecosistema son, a largo plazo, benéficas para la sociedad.
LOS SISTEMAS ECOLÓGICOS, LA HUMANIDAD Y LA COMPLEJIDAD
Las leyes naturales son absolutas e inmutables y funcionan independientemente de los valores y juicios humanos. Por eso debemos identificarlas y obedecerlas si deseamos ajustarnos al orden natural. Debemos tratar también de comprender los factores que gobiernan y regulan el desarrollo, estructura y funcionamiento de los sistemas naturales. La naturaleza se rige por estas leyes y mediante la selección natural, los sistemas se adaptan a las condiciones del ambiente local.
Es decir que la vida en nuestro planeta se caracteriza por su capacidad reproductiva, evolutiva y adaptativa, y se organiza por niveles de complejidad que aumentan con el tamaño del sistema. Absorción, concentración y regulación de los flujos de materia y energía entre los componentes del sistema dependen de su organización estructural y son ejemplos de procesos que contribuyen al flujo óptimo de energía.
Un sistema con gran complejidad estructural sólo puede existir si el ambiente físico es lo suficientemente benévolo para mantener su organización. Con un óptimo flujo de energía, aumenta al máximo el trabajo que rinde un sistema y por consiguiente mejora su condición competitiva y así el sistema mejor acoplado al ambiente, con esta ventaja competitiva, será el sistema con la mayor probabilidad de sobrevivir. Interesa poder conocer las adaptaciones estructurales al ambiente físico y biológico al cual se expone el sistema y saber cómo y porqué su propia organización contribuye a su funcionamiento y por lo tanto a los flujos de energía a través del ecosistema, Lovelock y Margulis (1973), Haken (1987).
La biosfera es capaz de abastecerse por sí sola de todas las substancias y alimentos necesarios para mantener la vida, y ninguna especie puede sobrevivir aislada del resto de este gigantesco sistema. Un regulador de ecosistemas es una especie que utiliza una porción de los recursos del sistema, y a cambio ejecuta acciones especializadas que son necesarias y de provecho para la sobrevivencia de ese sistema. Los animales son reguladores de ecosistemas ya que hacen posible el flujo de energía a través de éste. Pero muchas veces las acciones humanas alteran la estructura y función de los sistemas naturales, sin embargo, debemos comprender que entre una especie y el sistema que la contiene hay una relación dinámica, en la cual ambas partes tienen la capacidad de evolucionar y adaptarse.
En las leyes biológicas existe subordinación de las partes y de los mismos procesos que lo componen. Niveles de orden superior implican nuevas leyes que no son deducibles de los niveles inferiores, con el poder de desarrollarse espontáneamente hacia estados de mayor heterogeneidad y complejidad, Hraber y Milne (1997), Jorgensen et al. (1998), Kauffman (1993), Langton (1990), Ritter et al. (1998), Ritter et al (2000ª), Ritter et al (2000b), Ritter et al (2002), Ritter et al (2004).
ESTABILIDAD Y FRAGILIDAD EN SISTEMAS COMPLEJOS ADAPTATIVOS
La naturaleza es cambio y estabilidad al mismo tiempo.
La ciencia de la complejidad trata de la estructura y el orden, donde buscamos reglas fundamentales que subyacen en los sistemas, ya sea en clima, ecosistemas, economía o la misma sociedad. La complejidad es el circuito de conocimientos que funcionan atrayéndose mutuamente, y cuyo proceso permite concebir la reorganización transdisciplinaria del conocimiento. Es el entrelazamiento y la interacción incesante de la infinidad de fenómenos y sistemas que componen el mundo natural.
Interesa conocer las pautas de la naturaleza y las tendencias de la evolución tanto en la ecología y climatología como en la historia de la vida de la Tierra, donde los sistemas complejos adaptativos son buscadores de pautas, interaccionan con el entorno, aprenden de la experiencia y como resultado se adaptan buscando principios universales y en esta adaptación exhiben sistemas dinámicos con múltiples atractores. Ritter et al. (1992), Ritter et al (2000 a), Ritter et al(2000b), Ritter et al. (2004). La teoría Gaia señala que el clima y la composición química de la Tierra se conservan por largos períodos de tiempo debido a su homeostasis, hasta que fuerzas externas e internas los conducen a nuevos niveles de estacionaridad.
Los sistemas complejos relacionados por muchos vínculos suelen ser los más estables, donde la estabilidad de estos sistemas depende de muchos factores, como son el tamaño, cantidad y diversidad de los subsistemas que abarque, y el tipo y grado de conectividad que exista entre ellos. Esta estabilidad es muy importante ya que cada vez que realizamos un cambio en cualquier sistema complejo, debemos esperar que haya resistencia al cambio y finalmente se alcance un nuevo equilibrio el cual debemos analizar en su pertinencia.
El equilibrio observado en la naturaleza podemos considerarlo como una propiedad emergente y al modificar el ambiente algunas especies se extinguirán mientras que otras se convertirán en dominantes, pero después de romper el equilibrio inicial, surgirá otro nivel de equilibrio de forma natural, donde es necesario comprender la dinámica de este nuevo sistema para beneficiarse de él. Lotka y Volterra intentaron comprender las interacciones complejas entre un bosque y la diversidad de sus especies, fallando sus modelos al tratar de explicar la gran estabilidad a largo plazo de los ecosistemas complejos de las selvas tropicales, sugiriendo que la fragilidad de los ecosistemas aumenta con la diversidad. Lo que no quiere decir que los sistemas complejos sean menos estables que los sencillos, sino que tanto un sistema complejo en un medio ambiente de nivel bajo de fluctuaciones aleatorias, como un sistema sencillo con ambientes de un alto nivel de fluctuación aleatoria presentan la misma probabilidad de sobrevivir.
De otra manera, que los sistemas tropicales presentan menos capacidad de sobrevivir las perturbaciones de impacto humano que los bosques templados. Dado que todos los animales y plantas que se encuentran en un ecosistema compiten o se devoran entre sí para conseguir energía, la totalidad del entramado de la vida tiene sus vínculos formados por una serie de intercambios de energía que se deben optimizar si la especie desea sobrevivir. La vida en nuestro planeta se caracteriza por su capacidad reproductiva y evolutiva y se organiza en base a niveles de complejidad. Es a nivel de ecosistema donde se incluyen todos los elementos físicos, químicos y geológicos necesarios para sostener la vida de forma permanente y, por lo tanto es la unidad básica del planeta.
Los componentes bióticos de un ecosistema se estudian en base a su diversidad de especies y a los correspondientes patrones de abundancia en el tiempo y el espacio, donde además sus procesos internos de regulación permiten al sistema funcionar como un todo, en armonía con su medio físico. La Bioclimatología estudia los sistemas naturales buscando las leyes y factores que los gobiernan y regulan su estructura y desarrollo, donde interesa poder describir las adaptaciones estructurales al ambiente físico y biológico al cual se expone el sistema y así elucidar cómo la propia organización contribuye a su funcionamiento y por ende al flujo optimo de energía a través del ecosistema.
CLASIFICACIÓN DE ECOSISTEMAS Y CRITERIOS FUNCIONALES DE ESTABILIDAD Y PRODUCCIÓN
Una clasificación de ecosistemas, basada en criterios funcionales resulta más útil a los planeadores y administradores de la Tierra, donde el estudio de la función se dirige a procesos tales como el flujo de energía, productividad, ciclos de nutrientes y periodicidades. Generalmente se describe el comportamiento de algún sistema ecológico en respuesta a un grupo específico de condiciones climáticas y, una vez que las instrucciones generales de operación del sistema son conocidas, el comportamiento del sistema en respuesta a cualquier ambiente constante o cambiante puede ser pronosticado. El equilibrio termodinámico y de otro tipo, no es el destino ni el objetivo de los sistemas vivos, simplemente porque como sistemas abiertos, están asociados a los cambios y fluctuaciones de su medio ambiente.
En el caso de ambientes fluctuantes, el ecosistema estará compuesto de especies con una razón reproductiva alta y menores requerimientos especiales; con menor diversidad y menor complejidad y su flujo de energía por unidad de biomasa permanece relativamente alto. Poblaciones y comunidades están influenciadas no solamente por factores físico-climáticos e interacciones bióticas sino también por la estocasticidad demográfica. Un ecosistema que no está sujeto a perturbaciones fuertes del exterior, cambia de manera progresiva, pronosticable y direccional, convirtiéndose en más maduro, con incrementos de la complejidad de su estructura y minimización del flujo de energía por unidad de biomasa, Mingers (1995), Patten (1991), Foerster y Zoff (1962), Prigogine (1989), Glandsdorv y prigogine (1971), Margalef (1968), Margalef (1980), May (1972a), May (1972 b), Ritter y Patiño (2000).
Aunque para períodos de largo plazo podamos observar que el número promedio de individuos en una población puede ser relativamente estable, en el corto plazo tienden a fluctuar alrededor de su valor promedio. Algo clave para entender la dinámica de las comunidades ecológicas en el corto tiempo, es la de obtener un mayor conocimiento de qué, es lo que determina la fluctuación interna de la población. Pero también sería de gran utilidad en tratar de pronosticar los efectos posibles de los cambios naturales o inducidos por el hombre, como los que ocurren cuando una población es explotada o cuando los patrones climáticos son alterados, Seara(1995), Gay y Estrada (2001), Schneider (1994), Schneider y Londer (1984), Vitousek (1994), Root y Schneider (1995), Gribbin (1982).
Una vez que la comunidad ha alcanzado su equilibrio, la mayor fuerza de perturbación del balance es el clima, ya sea de largo plazo o por episodios repentinos, tales como tormentas o cambios de temperatura. Todo lo que observamos en la historia de las poblaciones, ya sea su regularidad o aparente aleatoriedad o cualquier combinación de las dos, se dice que es resultado de fuerzas externas tales como cambios en el clima. Cambios poblacionales, pueden llevar a la comunidad a mayores niveles de diversidad de especies, donde los parches naturales de los diferentes ambientes, reflejan pequeñas pero muy importantes variaciones en las condiciones físicas del entorno. Las poblaciones, no sólo fluctuarán en tamaño conforme transcurran en el tiempo, sino también su distribución en el espacio presentara una distribución de conglomerados o parches, que emergen de la misma naturaleza, Levins (1968a), Levins (1970b), Slobodkin y Sanders (1969), Roughgarden (1972), Conway y Murdie (1972). Cuando el clima o agente externo sea más estable, el suplemento de recursos para la población será también más estable.
DESARROLLO DE ECOSISTEMAS, EFICIENCIAS E INTERFERENCIAS DEL AMBIENTE FÍSICO
En los primeros pasos del desarrollo de un ecosistema, las especies predominantes producen gran cantidad de crías, la mayoría de las cuales muere, porque son vulnerables a los cambios en el medio ambiente y hay un uso ineficiente de la energía en su producción y sobrevivencia. Observándose que el número total de pobladores con posibilidades de vivir en un lugar y tiempo determinado está dado por el medio ambiente de su entorno, en función de su capacidad de sostén del sistema o por el número de espacios o nichos que ofrece el medio ambiente. En esta etapa temprana, el medio ejerce el rol dominante y ejerce extrema presión en la selección de las especies. Pero al madurar el ecosistema desarrolla su estabilidad interna en coherencia con el medio, que a su vez crea las condiciones que soportan un uso más eficiente de la energía y protección de la demandas del medio.
En la evolución de estos sistemas dinámicos se ha observado que es el desequilibrio la condición necesaria para el crecimiento del sistema. Es decir que como sistemas abiertos usan el desequilibrio para evitar el deterioro, llamándoseles estructuras "disipativas" porque disipan la energía a fin de encontrar nuevas formas de organización, razón por la que también se les conoce como sistemas auto-organizativos. Un ecosistema con una estructura compleja es rico en la relación productividad/biomasa, que mide el metabolismo por unidad de biomasa. Su tasa de cambio es negativa a lo largo de la sucesión. El cociente biomasa/productividad puede definirse como la cantidad de información que puede ser mantenida con un gasto definido de energía potencial. El concepto de información está sustentado en la segunda ley de la termodinámica.
Se toma la información en el sentido de algo a lo que la vida ha llegado a través de una serie de decisiones y que influye de una u otra manera en posibles futuros eventos, utilizando términos como: desorden, orden, entropía negativa, naturaleza retroactiva u organización, construyendo lo que se llamó causalidad circular. La estabilidad y el cambio pueden explicarse como diferentes órdenes de retroalimentación. La "entropía organizacional" será una medida del costo energético por unidad de desarrollo y puede extenderse para cubrir un amplio rango de ambientes.
La tendencia a mantener el equilibrio interno a través de mecanismos reguladores complejos, revela un equilibrio estático, un estado estacionario, conocido como homeostasis, mientras que la morfogénesis se da en los sistemas más permeados al entorno, con flexibilidad en las reglas de su funcionamiento, que le permiten, frente a situaciones de crisis, modificar sus pautas y reacomodarse a la nueva situación. Proceso que posibilita que el sistema madure, alcanzando niveles evolutivos superiores, acumulando experiencias que lo llevará a sortear nuevas dificultades con menor gasto de energía, Sole y Bascompte (1998), Fordham et al. (1997), Gathmann y Williams (1998), Kot et al.(1988), Schaeffer (1985), May (1976).
MADUREZ, ORGANIZACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PATRONES ECOLÓGICOS
La madurez tiene un doble significado; en su aspecto estructural puede ser medida en términos de diversidad o de complejidad a través de un cierto número de niveles. En los aspectos relacionados a la materia y energía, puede ser medida como producción primaria por unidad de biomasa total. Los organismos pequeños, generalmente muestran un menor grado de organización y madurez que los mayores, quienes muestran patrones definitivos de distribución. Pero, aún para escalas locales, la distribución de organismos no es aleatoria, demostrándose la existencia de leyes naturales capaces de pronosticar patrones ecológicos. Si los patrones de abundancia relativa, resultan de la interacción de muchos factores independientes, una distribución log-normal, es pronosticable por la teoría y es lo generalmente encontrado en la naturaleza. En grupos relativamente pequeños y homogéneos de especies, donde un factor pueda predominar o ser el factor limitante, nos lleva a distribuciones de "vara rota", mientras que lo opuesto nos lleva a distribuciones logarítmicas. Esto es, que la distribución log-normal refleja el "teorema de límite central" ó "ley de los grandes números". En cambio, existen circunstancias especiales donde se observan la distribución de "vara rota", "series geométricas" o "distribuciones logarítmicas"; éstas reflejarán las características intrínsecas de la comunidad biológica.
Necesitamos una teoría general que pronostique la abundancia relativa de las especies individuales en cada una de las distribuciones anteriores, ya que es inconcebible para muchas personas que ante la posibilidad de colapso de la biodiversidad no exista todavía una teoría general de la biodiversidad. La biodiversidad es la suma total de todas las variaciones biológicas desde poblaciones de microbios a elefantes y comunidades de multiespecies y de ecosistemas a paisajes y niveles globales de organización biótica. Agregando la especiación a la teoría biogeográfica de islas, se obtiene una teoría unificada que genera un número adimensional que controla no solamente la riqueza de especies, sino también la distribución de la abundancia relativa de especies, relaciones área-número de especies, conocido como "el número fundamental de la biodiversidad", el cual puede ser estimado de la abundancia relativa y así obtener información acerca de las tasas de especiación y tamaños de las metapoblaciones y metacomunidades, examinando las consecuencias teóricas de considerar que las comunidades ecológicas están estructuradas enteramente por la deriva ecológica, migración y especiación aleatoria, Patten (1971,1991), Pielou(1969), Rosen (1970), Conway y Murdie (1972).
ECONOMÍA DE LA NATURALEZA Y LA LEY DEL TODO
Existe una economía en la naturaleza, obedeciendo a un conjunto relativamente pequeño de leyes fundamentales, el movimiento y el cambio surgen del universo como un todo. Esta nueva dinámica demuestra que todo movimiento y cambio surgen de una ley del todo y que los patrones y sucesos de la naturaleza son la expresión de esta unidad fundamental. Por intermedio de complejos procesos biológicos y geofísicos, la tierra, agua y atmósfera están íntimamente ligadas entre sí y un mayor conocimiento de las interacciones entre ecosistemas regionales, puede ser de gran ayuda al tratar de optimizar la contribución de los recursos naturales para un mayor bienestar del ser humano.
Los ecosistemas no tienen un estado de equilibrio único que prefieran. En vez de ello, tienen numerosos equilibrios que también evolucionan con el paso del tiempo. Cuando los flujos climáticos externos cambian, la estabilidad física es violada y el sistema entra a un nuevo estado de equilibrio dinámico. Es decir que existe un nivel de perturbación, arriba del cual la estabilidad tanto de la biota como de su ambiente se pierden. Los sistemas fuera del estado de equilibrio se manifiestan como sistemas complejos que evolucionan hacia estados crecientes tanto de tamaño como de complejidad, hacia niveles más elevados de organización y dinamismo así como de una más estrecha interacción con el medio físico (clima).
Las respuestas de estos sistemas a los cambios desestabilizadores de su medio se manifiestan a través de saltos e impulsos comparativamente bruscos y son de la mayor importancia para entender la dinámica de evolución de los diversos dominios de la naturaleza. Donde el estar más alejados del equilibrio termodinámico más sensibilidad de respuesta se manifiesta al cambio de sus estructuras y más refinados serán también los ciclos y procesos de retroalimentación que los mantiene, Prigogine (1989), Glandsdorv y Prigogine (1971), Schuster (1984), Tabor (1989), Nicolis y Prigogine (1977).
La vida no es el mantenimiento o restauración del equilibrio, sino el mantenimiento del desequilibrio, es una tendencia inexorable hacia formas superiores de existencia y una imagen de las tendencias de las fuerzas del universo. No es un receptor pasivo de estímulos exteriores, sino un creador activo del medio que le rodea, representando orden, regulación y automantenimiento, a la vez que regulación y cambio continuo y lo más curioso es que aparenta seguir un propósito.
Las estructuras disipativas no sólo se mantienen en un estado estable lejos del equilibrio, sino que pueden incluso evolucionar. Cuando el flujo de materia y energía a través de ellas aumenta, pueden pasar por nuevas inestabilidades y transformarse en nuevas estructuras de complejidad incrementada, donde las inestabilidades y saltos a nuevas formas de organización son el resultado de fluctuaciones internas, amplificadas por bucles de retroalimentación positiva, apareciendo como fuentes de un nuevo orden.
SISTEMAS DE CONTROL, ENFOQUE SISTÉMICO, COEVOLUCIÓN Y PROCESOS EMERGENTES
La naturaleza es creadora, pero por definición el creador es también un destructor Los ecosistemas pueden ser entendidos como sistemas en el sentido de la Teoría General de Sistemas y son el ejemplo más complejo de un sistema de control. Considerando a la biodiversidad como un asunto de profundo significado para el futuro de la humanidad y la vida, la cual es sinónimo de riqueza y abundancia relativa de especies, Bertalanffy (1968), Emery (1969), Lilienfeld (1978).
La naturaleza sólo es sencilla en sus causas y su economía consiste en producir un gran número de fenómenos, a menudo muy complicados, mediante un pequeño número de leyes generales. La sencillez es la base de la complejidad y el complicado comportamiento del mundo, no es más que una complejidad superficial que surge de una profunda sencillez. La historia de la Tierra es un relato dramático, una sucesión de mundos desaparecidos que, por medio de la transformación de la atmósfera y una revolución biológica nos ayuda a comprender nuestro pasado y nos llevan hasta el mundo que conocemos hoy. Las especies aparecen y desaparecen en una sucesión geológica de extinciones que ponen de manifiesto la fragilidad de las poblaciones en un mundo de competencia y cambio ambiental. La impresión general que surge de la larga historia planetaria es la de interacciones entre organismos y ambientes (coevolución), reflejando la continua acción reciproca entre las posibilidades genéticas y las oportunidades ecológicas, Gould (1989), Gould y Eldredge (1972).
La vida nació por mediación de procesos físicos (tectónicos, oceanográficos y atmosféricos) que sustentaron la vida, era tras era al tiempo que modificaban continuamente la superficie de la Tierra. La vida se expandió y diversificó uniéndose a los procesos tectónicos y físico-químicos en la transformación de la atmósfera y los océanos hasta convertirse en una fuerza planetaria por derecho propio. La materia viva se originó a partir de la materia inanimada por medio de un proceso evolutivo continuo. Toda estructura disipativa tiene la potencialidad de evolucionar, donde la emergencia tiene como resultado innovar y lo nuevo es a menudo cualitativamente diferente de los fenómenos de los que emergió, Lewin(1992), Kauffman (1993), Green y Green(11977), Thom (1972), Mandelbrot (1983), Hogeweg (1988), Hubell(2001).
La mayoría de los animales en estado salvaje experimentan períodos de limitación de energía, limitando lo que ellos pueden hacer en cuanto a movimiento, crecimiento, reproducción y producción de calor. La cantidad de energía que se recibe procedente de los alimentos debe equilibrar la cantidad de energía que se utiliza para vivir, si este delicado equilibrio se descompensa, la muerte está asegurada, salvo que se pueda recuperar rápidamente el equilibrio. En todas las especies de mamíferos y en muchos otros animales, la relación entre el tamaño del cuerpo, la tasa metabólica y la duración máxima de la vida es impresionante, donde la relación entre el tamaño corporal y la tasa metabólica se podría fijar con exactitud, lo que tiene implicaciones enormes en sus funciones, fisiologías, conducta, modo de vida y en la ecología en general.
Los animales pequeños viven a una velocidad diferente, debido a su metabolismo frenético diferente a los de mayor tamaño, sin embargo el número de latidos del corazón durante toda su vida es similar, lo que explica el porqué los animales grandes vivan más tiempo. Una de las instituciones cruciales del planteamiento sistémico ha sido comprender que la red es el patrón de manifestación preferido de la naturaleza, donde la función de cada componente de esa red consiste en transformar o sustituir a los demás, de modo que la red entera se genera a sí misma de manera continua. La nueva manera de comprender la vida es la de que las formas y las funciones biológicas no están determinadas simplemente por un programa genético, sino que son propiedades emergentes de la totalidad de la red, donde la dinámica no lineal y las nuevas matemáticas por surgir de la necesidad de llegar a comprender estos patrones de manifestación del mundo vivo, jugarán un papel muy importante. Una comprensión plena de los fenómenos biológicos sólo se dará si se considera la biología del fenómeno, las leyes físicas y químicas y la dinámica no lineal de los sistemas complejos.
En general existen las siguientes metas en el manejo de los recursos naturales y ambientales de una región: a) La satisfacción de las necesidades humanas a través del desarrollo económico y humano. b) La conservación de los recursos naturales a través de su administración sustentable. c) Evitar la degradación del ambiente a través de medidas de protección probadas y confiables. La minimización de conflictos para lograr estas metas requiere del arreglo de convenios institucionales, adecuado financiamiento y recursos para investigación. Sólo cuando se sabe qué perjudica y cuánto, es posible determinar la mejor manera de actuar para mejorar el estado de las cosas y es cuando se puede planear una estrategia correcta. La planeación es absolutamente esencial, pues sin una planeación cuidadosa, la ejecución de la estrategia estará destinada al fracaso, recordando que cuando se es muy lento para actuar nunca se hará lo necesario en el momento requerido.
Se deben establecer prioridades para las actividades y reconocer qué actividades representan tareas desperdiciadas y cuales pueden resolverse por sí sólos con el tiempo, siendo cuidadosos en no exagerar en esfuerzos y compromisos. En vez de enfrentar el caos y cambiar con temor, se debe evaluar con calma y claridad las situaciones que puedan representar una oportunidad de mejora y ganancia. Se debe analizar cualquier problema por pequeño que pudiera parecer, mientras más pronto nos encarguemos de ellos, menos energía necesitará para su solución y menor será el espacio para que se desarrollen mayores complicaciones. Debemos esforzarnos por dominar el arte de la prevención, donde si sabemos actuar a la primera señal de síntomas preocupantes, corrigiendo condiciones indeseadas antes que se presenten y cultivando el arte de la oportunidad, podamos lograr mucho más en menos tiempo y con menos problemas, Slobodkin(1960, 1969), Lewontin(1969), Leaky(1995), Seara (1995), Emery (1969), Conway y Murdie (1972).
Mejores teorías de biodiversidad son necesarias, para describir, manejar y proteger nuestros recursos, ya que entenderlas en sus orígenes, mantenimiento y pérdida tiene una profunda importancia para el futuro de la humanidad y la vida como la conocemos.
CONCLUSIONES
El tipo de asociación que va a caracterizar a la humanidad, de hoy en adelante, se basa en la comprensión de que todo está vinculado entre sí y es interdependiente. Ahora es mayor que nunca la necesidad de entender que hay un contacto íntimo entre la economía del desarrollo y el medio ambiente.
Las manifestaciones económicas señalan tanto las causas medulares como el posible remedio de la degradación ambiental. La buena economía y la buena ecología deben ir de la mano en los países en desarrollo, factor esencial para la calidad de la vida, donde el ambiente es un determinante crítico de la cantidad, calidad y sustentabilidad de las actividades humanas y de la vida en general. Cuando se habla de la degradación del medio ambiente, es importante considerarla en sus tres dimensiones, cantidad, calidad y diversidad así como su interdependencia. Cualquier tipo de explotación de los recursos no renovables lleva de un modo inevitable a su agotamiento parcial o total, así como a la degradación del paisaje y a la generación de desechos. La cuestión no es cómo prevenir o eliminar por completo la degradación ambiental, sino cómo reducirla al mínimo o por lo menos mantenerla en un nivel que sea congruente con los objetivos de la sociedad.
La deforestación debe ser aceptable si todos los costos se han tomado en cuenta, incluso los que provienen de la disminución de la cantidad y la calidad o de la pérdida de diversidad de los bosques. El problema es que quienes toman las decisiones suelen considerar los beneficios inmediatos de la conversión de un bosque, pero no los costos a largo plazo. Es comprensible que se juzgue indeseable la deforestación en todas sus formas, no importa cuál sea su justificación económica, sin embargo este énfasis en los síntomas impide la formulación de políticas eficaces para lidiar con el problema.
Con frecuencia la prevención es más eficaz, en términos de costos, que la rehabilitación. La explotación excesiva, el uso ineficiente, la conservación inadecuada y la falta de inversión para la regeneración de los recursos naturales proviene de la incapacidad del mercado, o del gobierno, para asignar a dichos recursos un precio acorde con su escasez social, por ejemplo el agua de riego se provee en forma gratuita y no se hace ni el menor intento de recuperar el costo o de cobrar un precio que refleje el valor de escasez o el costo de oportunidad de ese recurso. Se dice que la sustentabilidad no se puede alcanzar si no hay crecimiento económico, pero este crecimiento también tiene sus costos: agotamiento de los recursos, degradación del medio ambiente, perturbaciones ecológicas y una desigualdad generalizada. Esos costos los deben afrontar las personas que los han generado.
El manejo científico de los recursos naturales, provee de un área fértil para la aplicación de las nuevas metodologías del enfoque sistémico o Sistemas Pensantes con una visión integrada de los sistemas complejos. Sin embargo no deja de sorprendernos la poca atención que en general se ha dado a los aspectos económicos de conservación, donde el análisis económico de las industrias basadas en los recursos naturales es prácticamente inexistente. Una posible explicación en esta falta de aparente interés, puede estar en la naturaleza interdisciplinaria del problema, por lo que expertos en biología, economía, climatología y sociología, tienen que admitir su ignorancia en el campo de los otros. Por ésta razón es necesaria la simulación y construcción integrada de modelos dinámicos bio-económicos con incorporaciones climáticas y ambientales así como sociales, que es donde debe aterrizar finalmente toda modelación de éste tipo.
En primer lugar hay que identificar el problema con claridad, y describir los objetivos del estudio con precisión, teniendo en mente que vamos a estudiar la realidad como un sistema. El resultado de esta fase ha de ser una primera percepción de los elementos que tienen relación con el problema planteado, por lo que debemos conocer los elementos que forman el sistema y las relaciones que existan entre ellos, incluyendo sólo aquellos elementos que tienen una influencia razonable sobre nuestro objetivo que es la de proponer acciones practicas para solucionar el problema, basados en las cuatro etapas fundamentales del proceso de desarrollo y uso del modelo, las cuales, son las siguientes: Desarrollo del modelo conceptual; Desarrollo del modelo cuantitativo; Evaluación del modelo y Uso del modelo. Grant et al.(2001), Watt(1968), Patten(1991), Rosen(1970).
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