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ECUADOR:LA DESCOLONIZACIÓN SIGUE EN EL DEBATE
(II PARTE)

JORGE LORA CAM

Como hemos visto la nación, la modernidad, el progreso y la ciudadanía boliviana y ecuatoriana se construyen sobre pilares coloniales, donde el ingreso a ese campo solo era y es para los que aspiran a ser “civilizados”. Debemos reconocer que Occidente siempre manejo mejor el simbolismo de los mitos e ideologías, lo que fue tanto o mas importante que la superioridad de las armas.1 La recolonización neoliberal también se baso en el convencimiento, la ideología caló profundamente a pesar de que la acumulación por despojo intensificó las desiguales relaciones dentro del Estado, entre capitales/territorios, clases/etnias, ciudad/campo, centro/región, agricultura/industria, género/sexo, población/región, etc. Con las reconfiguraciones políticas que modifican las relaciones entre riqueza y poder, entre economía y política, entran en tensión un conjunto de desregulaciones asociadas al tráfico de capitales en bolsas y paraísos fiscales, al consumismo y al individualismo, a la corrupción pública y privada, al prebendalismo y al neocorporativismo, al trafico sexual, de niños, órganos y drogas. El desempleo, las migraciones, la inseguridad y la violencia se generalizan. Modificar este nuevo espacio exigirá un esfuerzo que los gobiernos de centroizquierda no están dispuestos a darlo.

El impulso del individualismo a través del mercado, la ciudadanía étnica, la propiedad privada y la religiosidad –particularmente evangélica- esta destruyendo tejidos sociales y así como permiten el enriquecimiento de la clase política y sectores burgueses de cada país, en tanto posibiliten las privatizaciones y las reformas estructurales, también lo hacen con los sectores de los pueblos indígenas siempre y cuando selectos dirigentes colaboren en la destrucción de las organizaciones y entramados sociales. Este desgarramiento social comenzó en las ciudades con la reapropiación de la industria y los trabajadores, la flexibilización laboral y la negociación individual; en las universidades con las privatizaciones, destrucción de sindicatos y gremios estudiantiles y las evaluaciones asociadas al financiamiento; en el campo con la apropiación de los recursos de sobrevivencia, la destrucción de la agricultura y las migraciones. El despojo ha continuado sin cesar y ahora la ofensiva declarada es contra los pueblos indígenas.

Lo dicho forma parte del menú especializado de la dominación y la contrainsurgencia que debe contextualizarse en los discursos y prácticas de la sumisión: democracia colonial, gobernabilidad, cesión de los gobiernos locales, candidaturas sin partido, el empoderamiento y la formación de líderes para que los políticos o las ONGs no se queden con la “ayuda filantrópica”, la resolución de conflictos, el multiculturalismo y el etnodesarrollo, la educación bilingüe y algunos derechos indígenas como a la cultura y a sus usos y costumbres. La intelectualidad de centroizquierda es portadora del pensamiento único y de estas políticas que se expresan a cada momento en las políticas gubernamentales. O sea hacer pequeños cambios y cooptar líderes para someter pueblos. Tiene mucha razón Eric Toussaint cuando señala “...los proyectos del BM tienen un fuerte contendido político: frenar el desarrollo de movimientos que pongan en cuestión la dominación ejercida por las grandes potencias capitalistas”. 2 La vieja tarea del BM desde hace medio siglo fue construir instituciones y crear poderes políticos e intelectuales –junto a las fundaciones FORD-Rockefeller- para apoyar a la derecha y sus dictaduras totalitarias y dividir o desestabilizar a la izquierda con pretensiones de poder.

Esas políticas han tenido respuestas confusas y complejas pero parcialmente antiimperialistas, son para algunos autores protagonizadas por las multitudes (Negri-Hardt) y para otros es el caos y búsqueda de alternativas populares ante la incertidumbre (Pablo González Casanova). Por el contrario nosotros pensamos que esta interrelación de procesos y la recuperación de la memoria que introduce a los vencidos en la historia universalizándola, convocan a nuevos proyectos políticos ante el peligro inminente de una nueva desaparición de los olvidados. Los expropiados del trabajo, de su territorialidad, de sus saberes y cultura, los siempre castigados, las víctimas del racismo son los excluidos del presente con conciencia de ello son los sujetos de las continuas rebeliones en los Andes. Sin embargo, el rechazo al progreso no puede incluir dos enormes valores de la ilustración: la libertad y la igualdad.

Para los problemas de fondo que exigen soluciones estratégicas, el imperio tiene poderosas iniciativas como son los proyectos geoestratégicos (PPP; Plan Colombia, Patriótico, Dignidad, etc.), los acuerdos comerciales, la deuda externa, las llamadas reformas estructurales y la militarización como garantía de su dominación. Viendo aspectos de este lúgubre panorama algunos intelectuales indígenas decían: ¡estamos cercados! ¿Cómo romper el cerco y retomar la iniciativa?

La solidez del neoliberalismo en Ecuador tiene que ver con que desde 1982 se implementó el conservadurismo neoliberal y se fraguó una deuda corrupta, odiosa, ilegal e ilegítima, bajo el comando de gobiernos y políticos coloniales, del capital financiero, las trasnacionales y los gremios empresariales que culminan en el salvataje bancario y la dolarización con Jamil Mahuad (1998-2000). En esos años se reprimarizó la economía, se privatizaron mas empresas, se convirtió en colonia militar con la base de Manta y se provocó un desastre social puesto de manifiesto en la miseria popular y las migraciones. Se impuso un totalitarismo ideológico que se consolidó en la universidad pública y privada como estudios empresariales. El modelo a seguir –lo mismo que Perú, Colombia, Uruguay, Argentina, etc.-era el chileno. Pero no se hizo sin la respuesta de los movimientos sociales, principalmente el indígena desde 1990 hasta hoy. Desde 1996 hasta el 2006 fueron 7 gobiernos neoliberales.

Interpretar este proceso implica nuevos problemas que están siendo discutidos, están esbozados en las nuevas constituciones, pero exigen pronta solución teórica y práctica:

  1. ¿Los pueblos indígenas por si solos podrán cambiar las sociedades latinoamericanas?, ¿por qué las tendencias al aislamiento?
  2. ¿Son compatibles el Estado plurinacional con la interculturalidad? ¿Son complementarios el indianismo, el indigenismo y el comunitarismo como proyectos de cambio?
  3. ¿Es posible definir estrategias de rebeldía separando el problema del indio, del problema de clase y el problema nacional?, en otras palabras podemos separar la autonomía, de la emancipación y de la autodeterminación nacional de los pueblos y nacionalidades?
  4. En el mismo sentido, ¿podemos separar el anti-poder del contrapoder y la toma del poder, en la perspectiva de destruir al Estado?
  5. ¿Cuál es el sujeto del cambio: la ciudadanía étnica aliada a la universal o son los sujetos que provienen de los lugares de la explotación y dominación?
  6. ¿Es necesario idealizar, mitificar y fetichizar al indio y su culturas para recuperar al indio como sujeto revolucionario y a sus culturas originarias como base del cambio civilizatorio o es necesario que la aceptación de la diversidad, sea precedida por la lucha por la igualdad?
  7. ¿Qué hacer con el Estado nación, reconstruirlo con las nacionalidades como base o volver al nacionalismo criollo y patriotero con su religiosidad y politicidad colonial?
  8. ¿Cuál y como debe ser la relación entre los intelectuales indígenas y los ahora llamados postorgánicos? ¿Y cómo recuperar el hacer y el conocimiento sin rechazar el eurocentrismo y la colonialidad del saber?
  9. ¿Es el mismo problema y los mismos sujetos en países de mayoría indígena o negra o donde son minorías?
  10. ¿Será posible comenzar con la reapropiación territorial y de los recursos naturales, la expulsión de trasnacionales expoliadoras y acabar con la militarización solo con medidas legales?

Estas son algunas de las interrogantes sustanciales que creemos necesitan mayor debate y respuestas estratégicas. Veamos más de cerca como están operando los poderes especialmente imperialistas con sus secuaces internos en algunos espacios de América Latina, para pensar mejor en las respuestas.

En un acercamiento al Imperialismo y sus proyectos hegemonistas, nos apoyaremos en una lectura entre líneas de los Anuario El Mundo Indígena 2002-2003 y 2004,3 en la revista del OSAL,4 en documentos de cada país y en entrevistas y observaciones. Desde la experiencia y como ilustración, a grandes rasgos, revisemos e interpretemos lo que viene ocurriendo en los países de mayor relevancia indígena: Ecuador, Bolivia, México, Perú y Guatemala.

De los países indígenas mencionados únicamente México destaca por su larga trayectoria en política indigenista y la construcción de un mítico y fetichizado Estado nacional, que a algunos hace olvidar que este país es indígena. Aunque no importan demasiado los porcentajes en 1900 tenía un 84% de población que hablaba lenguas nativas (Ilán Semo 5 ), y hoy los indígenas excluyendo a los que fueron transformados en mexicanos han pasado a ser oficialmente alrededor del 9%, considerando además la intencional deficiencia en los censos y el etnocidio estadístico. En definitiva México sigue siendo un país indígena aunque no lo reconozca ni el Subcomandante Marcos. Y ello tiene tremendas consecuencias estratégicas. Decimos esto por que el problema de los otros países indígenas es la no construcción de un Estado nacional desde una perspectiva plurinacional, que es lo que reclaman explícita y constitucionalmente los indígenas ecuatorianos y bolivianos e implícitamente los peruanos, guatemaltecos. Sin embargo en estos 20 años últimos han conseguido el reconocimiento de algunos derechos y se han transformado en sujetos jurídicos y en menor medida políticos, o sea ciudadanos plebeyos –étnicos dirán otros con elegancia- o de tercera clase.

Marcos prefirió el reracionamiento externo cuando lo interno era lo más importante, la errática estrategia autonómica pudo haberse clarificado e impulsado hace una década desde el Congreso Indígena a todo el país y no 10 años después. Los indígenas están en todo el país, como atisbó Armando Bartra en octubre del 2001

    ...ocho comunidades indias del Distrito Federal y del Estado de México hicieron una Declaratoria de Bienes Comunales y de Autonomía y siete de Michoacán firmaron un Decreto del Pueblo Purépecha, del mismo talante. Decisiones donde se prolonga una lucha por las autonomías, que tiene por lo menos un cuarto de siglo de impulsarse adrede y más de 15 años de llamarse así”. 6

Además la lucha por la autonomía y los derechos indígenas no puede desligarse de la lucha unitaria del pueblo en su anclaje clasista por la autodeterminación y emancipación en un país cada vez más recolonizado. Los obreros, campesinos, migrantes y muchos otros demandan un proyecto antiimperialista, de una nueva sociedad, la lucha social y política –no decimos electoral- nuevas organizaciones, para disputar el poder en todas sus dimensiones y no para dentro de 500 años sino para el momento histórico actual.7

En el Ecuador la lucha étnico-clasista ha sido una constante del siglo XX, pero también el accionar contrainsurgente del Estado. El movimiento indígena participó en las elecciones desde 1996, a través del Movimiento Pachakutic obteniendo algunos lugares en el sistema y en el 2002 cuando eligen a Lucio Gutiérrez, colocan dos ministros y cientos de funcionarios. Meses después debido al incumplimiento de compromisos por parte del ejecutivo (privatizaciones, política petrolera y precio del gas) y que llega a su límite con el apoyo a la invasión a Irak por los Estados Unidos y la aprobación de la Ley de Servicio Civil y la Carrera Administrativa, como continuación de los acuerdos con el FMI desde su primer día de Gobierno, los principales líderes indígenas y de otras fuerzas políticas abandonan sus cargos y vuelven a la lucha pero otros se quedan. Es la segunda gran división, pues la primera fue la escisión de Antonio Vargas quien fuera candidato y mas tarde sirvió a Lucio Gutiérrez, convertido en estratega contrainsurgente.

La arremetida de Gutiérrez se orientaba a expropiarle a la CONAIE las conquistas logradas como son los derechos indígenas y las instituciones públicas de desarrollo: el Consejo de Desarrollo de las nacionalidades y Pueblos del Ecuador (CONDENPE), la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (DINEIB) y la Dirección Nacional de Salud (DNSPI). Fue una conquista de derechos colectivos para la reconstitución social y cultural, de instrumentos de autonomía e identidad de los pueblos y nacionalidades indígenas. Para ello contó con la colaboración de la FENOCIN, la irrepresentativa FEDEPICNE y los evangélicos de la FEINE como base de una posible nueva central indígena y la organización de medio millón de indígenas organizados paramilitarmente por el Ministro de Bienestar Social, Antonio Vargas, y sus secuaces. Este dirigente nunca transpuso la línea de una amalgama de etnicismo indianista y un indigenismo integrador al Estado que postulaba una autonomía orgánica que iba contra la unidad y la visión global. Con el apoyo del Estado, de las corporaciones multinacionales o agencias recolonizadoras como USAID, el BM-BID y algunas ONG intervinieron en los espacios de la CONAIE con el beneplácito de sectores de la dirigencia.

La guerra continua y en abril del 2005 es destituido Gutierrez. El enemigo está más definido: el imperialismo, el Estado, la oligarquía y sus partidos, los dirigentes indígenas traidores. La CONAIE esta claramente en contra de los proyectos geoestratégicos y la militarización del Ecuador, contra el TLC y el ALCA, las fumigaciones y los transgénicos, las trasnacionales petroleras (15) como CGC-Chevron que divide, asesina y tortura indígenas en Sarayacu (en Pastaza), Territorio Quichua Autónomo que lucha por decidir sobre sus recursos naturales. Antonio Vargas utilizaba los alimentos donados por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), para cooptar dirigentes de la Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza (OPIP) y dividir al movimiento indígena para posibilitar el ingreso de las petroleras.

El jefe del Comando Sur del Ejército y la Embajadora de los Estados Unidos gobernaban el Ecuador. Visitaban al Presidente y tenían juntas con militares y paramilitares colombianos, ecuatorianos y venezolanos, frecuentan los fuertes militares como el Amazonas en Shell Mera en Pastaza, etc.8 Los barcos norteamericanos estacionados en Manta llegaron a hundir embarcaciones ecuatorianas.

Si bien el combate electoral para muchos era un evento perdido quedaban preguntas respecto a los resultados la participación en la democracia colonial: si se participa para acumular fuerzas, conquistar espacios institucionales o dar la lucha desde dentro del mismo poder y cómo quedan las fuerzas sociales en el Estado. Luis Macas señala que el movimiento indígena debe retomar su proceso histórico y su proyecto político, y si es necesario dejar de participar electoralmente. La conciencia, autocrítica y reflexividad de algunos dirigentes garantizan la continuidad de la rebeldía.

La rebelión de los forajidos expulsa a Gutierrez y da inicio al Gobierno de Alfredo Palacio como rehén de la derecha primero desarrolló una política ambigua o más bien, ante la presión nacionalista de la CONAIE y otras organizaciones adoptó algunas medidas soberanas en torno a los hidrocarburos como la caducidad del contrato con la OXY, la utilización de excedentes para fortalecer Petroecuador y el intento de acercarse a Venezuela en proyectos conjuntos. Sin embargo, ante las presiones de la embajada norteamericana, la solicitud de amparo constitucional contra las reformas a la Ley de Hidrocarburos y los avances de la derecha en países vecinos como Chile, Colombia y Perú, dio marcha atrás favoreciendo a las trasnacionales, boicoteo los acuerdos de integración energética con Venezuela, eliminó aranceles a la importación de cientos de productos preparándose para un TLC con los Estados Unidos.

El 26 de noviembre de 2006 gana Acuerdo País con Rafael Correa en la segunda vuelta electoral con el mandato de revertir el neoliberalismo. El 15 de abril de 2007 AP gana la consulta popular por la Asamblea Constituyente con el 81.72% y 30 de septiembre, en las elecciones constituyentes, consiguen 80 de los 130 curules para cambiar la Constitución neoliberal de 1998.

ECUADOR ENTRE LA AMBIGÜEDAD DE LAS CLASES MEDIAS Y LA COOPTACIÓN DE LOS LÍDERES DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

América Andina vive la emergencia de una nueva politización popular identitaria étnica-clasista sumamente compleja en los ámbitos de las estructuras, acciones y subjetividades. Imaginarios y simbolismos culturales que no han podido establecer hegemonías universalizantes por la diversidad de sujetos interactuantes, entre los que destacan algunos que con su resistencia van adquiriendo reciente visibilidad. En esta subregión no logró consolidarse el Estado-Nación más que en el plano subjetivo, por la debilidad de la lumpenburguesía y por los pactos cambiantes, del mismo modo la institucionalidad corrió paralela a tradiciones no estatales de administrarse. La crisis del 2000 fue ejemplarizadora de las paradojas y riesgos del poder sometido al colonialismo, al mismo tiempo que resquebrajó a los bancos con sede en la costa desato entre los banqueros que quedaron y los políticos ansias de saqueo y corrupción que los llevó a su deslegitimación. Una multiplicidad de ideologías en conflicto eurocéntricas y nativas acompañaron el proceso de formación del Estado. Las demandas y necesidades nunca se concretan cuando llegan al espacio político y mas bien se produce una descomposición de lo social.

La contienda con la derecha partidaria expresada en el PRIAN, el PSC (2.3%), la UDC (0.7%) esta sobredimensionando el campo de la oposición crítica de los partidos, pasando a segundo plano las críticas de los movimientos sociales. Esta derecha viendo las experiencias venezolana y en menor medida la boliviana al pretender impedir la consolidación de AP comete torpezas que le han costado réditos políticos. Sin embargo hay líderes reconocidos que financiados por embajadas imperialistas, trasnacionales, empresarios y con el poder de los medios controlados por ellos pueden aglutinar nuevamente a las clases medias si se ven afectadas: Jaime Roldós, Lucio Gutiérrez, Rodrigo Borja, Osvaldo Hurtado, León Febres. La derecha se reconcentro tras el Congreso y los gremios empresariales tras la crítica a la nueva constituyente por no respetar a las minorías e impulsando el modelo autonómico con asesoría primero del BID-BM-CAF y después con asesoría española, culminando el 2006 con el proyecto de Ley Orgánica del Sistema Autonómico suscrito por los alcaldes de Guayaquil y Quito, Jaime Nebot y Paco Moncayo oponiéndose al nacionalismo antineoliberal. La Asamblea Constituyente al aprobar la Ley de Equidad Tributaria, provincializar Santo Domingo y Santa Elena y la Ley que regula a fundaciones y ONG fueron un revés para el regionalismo separatista.

Correlativamente, Correa en la búsqueda de un poder unilateral y evitar condicionamientos tampoco quiso aliarse con los movimientos sociales, olvidando que los votos son coyunturales y las configuraciones étnico-clasistas son estructurales e históricas. El maximalismo discursivo y el economicismo desarrollista de Correa es otro elemento que oscurece la conciencia social. Un neodesarrollismo que busca colocar a la nación en el centro de la escena política. Es una política que privilegia cambios económicos hacia una economía mixta regulada por el Estado e impulsada por la banca de fomento. La Corporación Financiera Nacional y el Banco Nacional de Fomento son reactivados para lanzar los microcréditos en su afán de luchar contra la pobreza, dejando como fundamento de la economía la agroexportación de los agronegocios y la producción de hidrocarburos. La política asistencial electoralista se complejiza, los programas sociales aumentan y no existe una estrategia de economía alternativa. Para Pablo Dávalos esta es la base de su fuerza y mañana puede ser la de su caída. A fines del 2007 mantenía un 80% de popularidad, mientras que los partidos y el Congreso estaban en 4%.

Correa con los crecientes ingresos por hidrocarburos que le da el 46.2% de la propiedad estatal de los hidrocarburos mas los impuestos (815 millones solamente por el impuesto de un 50% a un 99% a las ganancias extraordinarias por el alza de precios) pudo bajar la tarifa eléctrica para los más pobres, ofreció de un bono por 3,600 dólares para construir viviendas y otro por 30 dólares para discapacitados, ancianos y familias pobres, subsidió al gasto social y apoyo con microcréditos. La derecha empresarial acusa al Gobierno de populismo y ser causante de la inflación. Para continuar con este proyecto el 2008 y después, Correa tiene como fuentes de financiamiento una reducción del servicio de la deuda, mayores impuestos directos y mejor recaudación.

En este contexto el Gobierno ha marcado límites de acercamiento a los movimientos sociales y partidos, basándose únicamente en el liderazgo carismático. Y, a su vez, estos no han creado las condiciones suficientes para expresarse políticamente y solo lo hacen a través del voto y sus formas tradicionales de hacer política. Al entrar al sistema político corrupto y aliarse con organizaciones corruptas se hacen proclives a la corrupción, al interés personal o de grupos y a la división. La clase media rural o urbana aun pretende asumir la conducción política de los países andinos. Lo vemos en Bolivia, en Perú y ahora en Ecuador. Son los mismos que ayer eran neoliberales y hoy son progresistas, los que antes apoyaban la globalización y ahora la repudian o a la inversa. En los tres países miembros del gabinete son gentes con pasado neoliberal, de la derecha tradicional o ex funcionarios de organismos multilaterales.

Pablo Dávalos nos habla de la política del gatopardo y comienza radiografiando la situación del país con la que se encontró Correa:

  • Tenía industrias, empleo, salarios que cubrían una canasta básica de bajo costo, reducidas tasas de interés se transforma en un cuarto de siglo en primario exportador , desindustrializado, liberalizado, desinstitucionalizado en lo social o sea recolonizado y dolarizado.
  • Posee el mayor flujo migratorio, cerca del 10% migró en la última década y las remesas llegan al 7% del PBI (3 mil millones de dólares en el 2006).
  • Las políticas de ajuste comenzaron en 1982 y desde ese momento se aplicaron todas las modalidades y variantes macroeconómicas. No hubo inversión social y los excedentes petroleros se destinaron al pago de la deuda.
  • Con el objetivo de despolitizar y desmovilizar a los movimientos el BM, BID, USAID, las fundaciones y ONG crearon programas como PRODEPIME (para pueblos indígenas y negros), PROLOCAL (para municipios), PROGENIAL (mujeres), otros para Mipymes, microfinanzas, participación ciudadana.
  • La Constitución de 1998 consagró los principios neoliberales y se criminaliza la protesta social y los sindicatos.
  • El ex jefe del FMI, Michel Camdessus alguna vez sostuvo que en Ecuador había una relación incestuosa entre banqueros, grupos de presión político-financieros y funcionarios corruptos.9

Correa apuesta por una reforma política constitucional y no quiere tocar –al igual que Morales- los aspectos económicos de la dominación y explotación financiera como la dolarización en Ecuador que ya cumple 7 años. Su apuesta por la constituyente según Dávalos “es desde la necesidad de recuperar los espacios de maniobra” legales y consolidar las prácticas clientelares y asistencialistas apostando por la estabilidad social.10

En su ambigüedad forma una comisión especial para investigar los excesos y corrupción de la banca y al mismo tiempo cumple rigurosamente con el pago de la deuda en bonos Global (4 mil millones d dólares) considerados ilegítimos, ilegales e inmorales. Recurre al programa del Banco Mundial y al regionalismo cepalino que privatiza territorios. Propone la defensa de la propiedad privada combinada con otras formas y al mismo tiempo obliga a las trasnacionales a dejar el 99% de las ganancias extraordinarias del petróleo para el país. Ofrece resistencia a la base de Manta y cede en otros compromisos con el militarismo norteamericano. Ratifica la cesación del contrato con Occidental Petroleum y orienta políticas depredadoras como la pesquera y petrolera.

Adscribirse a un supuesto socialismo del siglo XXI significa colocar en el centro del poder al partido Alianza País y su confianza en la ficticia democracia liberal, aunque con su asistencialismo rompa solidaridades y estructuras organizativas de los movimientos sociales, haga a un lado al movimiento indígena y a los movimientos sociales e invisibilize a la izquierda política. Los poderes de la burguesía están siendo atacados, caso del Congreso11 pero los demás siguen incólumes como el judicial, los medios, el eclesiástico y principalmente el económico y las Fuerzas Armadas.

En el análisis de Hidalgo Flor los resultados electorales para la izquierda orgánica también son negativos, con la excepción del MPD que se presento apoyando a Correa pero desde más a la izquierda con autonomía y programa político propio a diferencia de Pachakutic (1.5% de los votos) que marcó un distanciamiento crítico, perdiendo espacios y capacidad de movilización. En parte cierto pero la capacidad de movilización la perdieron ambas fuerzas al apoyar críticamente a Gutiérrez.12

Kintto Lucas elogiaba el milagro de Correa al haber unido a parte de la difuminada izquierda en una sola lista y critica a la izquierda que no lo hizo: Pachakutik, Polo Democrático, Movimiento Bolivariano Alfarista, y el movimiento Alfaro Vive, quienes desde la movilización deben apoyar la constituyente y tender puentes hacia el Gobierno. Meses después advierte que esta en peligro la soberanía alimentaria por el modelo agrario que promueven quienes han elaborado el proyecto de ley de Soberanía Alimentaria favorece a los importadores de agroquímicos y a las empresas agroalimentarias, reconcentra la tierra y la concentración de la tierra, busca someter al campesino a las cadenas productivas.13

En minería en el periodo de auge neoliberal se otorgó más de cinco mil concesiones mineras en un país riquísimo en minerales donde se calculan reservas por más de 210 mil millones de dólares. La Asamblea Constituyente expidió un Mandato Minero que excluye las minas en producción pero define limitaciones a la expoliación. Por su parte la Ley Minera entra en contradicción al darle trato preferencial a la inversión extranjera, otorga títulos transferibles, transmisibles y sujetos a cesiones de garantía. No hay limitación al monopolio, se marginan los derechos colectivos y los derechos de la naturaleza, de la biodiversidad y de las comunidades, ni aparece la obligación de restauración de ecosistemas, llevándolos a una incierta reglamentación.14

En su informe a la nación ante la Asamblea Constituyente Correa –ante las críticas de propiciar una política extractivista y de privatización del campo petrolero ITT donde esta la reserva ecológica de Yasuní- objetó la legislación minera e instó a suspender las concesiones que ya son mas de 4 mil y por los cuales el Estado no recibe nada.

En conclusión Correa y su círculo de amigos onegeistas son ambivalentes en su oposición a la política norteamericana, sus debates con los empresarios, el rechazo al agresivo militarismo colombiano, impugnación a la partidocracia y al Congreso, su vínculo con Chávez y su política redistributiva mantiene un amplio apoyo urbano, creciente apoyo indígena. Mas aun considerando que los constituyentes coinciden en cuestiones sustanciales con las propuestas de la CONAIE, tales los casos de la propiedad y control estatal de los recursos naturales, de la soberanía y la expulsión de la base militar de Manta, la redefinición territorial, etc. hay enormes coincidencias con Bolivia en que a través de la Constituyente podrán diseñar otro país.

Dos grandes problemas que pueden mostrar los límites del Gobierno de Correa son la deuda y la dolarización.

El Gobierno de Rafael Correa creó en octubre de 2007 una comisión para la auditoria global de la deuda para determinar las partes ilegítimas, particularmente las derivadas del endeudamiento privado que pasó a ser deuda pública, las impuestas por los organismos multilaterales y organismos financieros para consultorías o implementación relativas al proyecto neoliberal, o las derivadas de amenazas y engaños.

Esta Comisión para la Auditoría Integral de Crédito Público (CAIC) durante más de un año auditó la deuda ecuatoriana y descubrió entre muchas relaciones colonialistas, que se extienden de seguro a toda la América Latina y gran parte del mundo, lo siguiente:

  • Se incrementó de 240 millones en 1970 a 17,400 millones en el 2007 y ha sido una herramienta de saqueo de recursos y sumisión colonial.
  • No tenía registrada la deuda, ni había seguimiento y control y en muchos casos se pago 2 y 3 veces la misma obligación.
  • Las dictaduras militares contrajeron deudas odiosas, ilegales e elegítimas. Entre 1976-1982 se otorgaron créditos por 3,424 millones de los cuales 984 se destinaron a la defensa. La Junta de Defensa no quiere informar.

Los convenios eran redactados por los propios acreedores estableciendo la renuncia a la soberanía, altas tasas de interés, castigos, moras, anatocismo, revalorizaciones. Condiciones que aparecen en el Plan Brady, Plan Adam, Eurobonos y otros. Pero además Gobiernos y funcionarios fueron cómplices de múltiples irregularidades en contra del patrimonio nacional como el no acogerse a prescripciones de la deuda.

Los créditos para el desarrollo no fueron para tal propósito sino que por el contrario debilitaban al Estado, desregulaban la economía, subsidiaba a las trasnacionales y generaba conflictos.15

La deuda en Ecuador es un problema tan grave como en otros países. El servicio de la deuda previsto en el 2007 es de cerca de los 2,800 millones de dólares, nada menos que el 38% de su presupuesto. Banqueros y empresarios comisionistas, rentistas, se sirvieron con la cuchara grande para acumular una deuda de 10 mil millones de dólares. El gobierno ofreció auditar las deudas contraídas con acreedores privados bajo la forma de bonos, lo mismo que la deuda interior pública para determinar su legitimidad. Y como sostienen los expertos en deuda Eric Toussaint y Daniel Mollet tiene que hacerlo de modo unilateral y no como lo plantea Correa y Jubileo Internacional que la comunidad internacional convoque a un tribunal internacional de arbitraje. Para repudiar la deuda se basan en el derecho internacional sobre la doctrina de la deuda odiosa, el cambio de circunstancias fundamentales, el estado de necesidad. Llegando al cuestionamiento de los propios IFIS que apoyan a dictaduras y son organismos dictatoriales al imponer políticas neoliberales antidemocráticas. Hay que decidir de modo unilateral pues puede que no exista otra coyuntura tan favorable para hacerlo.16

Se debe desenmascarar la cooperación “humanitaria y civilizatoria” de las potencias imperiales en torno a alianzas estratégicas, para el acceso a mercados y a los recursos naturales y por la liberalización y desregulación del Estado que se apoyan en la deuda y la dolarización entraran en confrontación con las demandas de soberanía del pueblo sobre todos los órdenes de la vida nacional y la conducción de la economía. La OMC, los bancos regionales, el Banco Mundial, el FMI.

En un último escrito de Toussaint plantea sus dudas respecto al Gobierno de Correa y se pregunta “llegará hasta la suspensión del pago de ciertas deudas en el 2008? ¿decidirá repudiar las numerosas deudas odiosas e ilegítimas? No es seguro por varias razones…tomará el camino para una solución soberana y justa a la deuda ilegítima? Lo esperamos, pero no se puede garantizar.”17

Respecto a la dolarización Pablo Dávalos señala que es el centro de gravedad del modelo neoliberal y sirve para readecuar las relaciones de poder en beneficio del capital financiero. Sus consecuencias han sido la destrucción de la economía y sociedad ecuatoriana. Y si no se sale de ella no se cambiaran las relaciones de poder y las consecuencias aun pueden ser peores. Desde el año 2000 ha destruido la pequeña producción campesina, la pequeña y mediana producción industrial, desquiciado el sistema de precios y destrozado la capacidad adquisitiva; ha provocado un profundo intercambio desigual urbano-rural, incentivado el consumismo y déficit comercial, provocado una enorme migración. Ha polarizado la concentración del ingreso, incentivado comportamientos rentistas, transformado el mercado financiero provocando fuga de divisas y endeudamiento externo agresivo.18

Las disyuntivas económicas y de gobernabilidad serán decisivas, una de ellas esta en los ingresos estatales que se pueden conseguir y la redistribución social que exigirá más de los mismos, llevando al país a una encrucijada. Otra esta en la preservación del medio ambiente y la necesidad de obtener mayores ingresos.

Por último, a raíz de la invasión y bombardeo colombiano de territorio ecuatoriano en marzo de 2008 se puso en evidencia algunos alcances de la penetración de la CIA en las Fuerzas Armadas y policiales del Ecuador. Jorge Brito denunció en el 2000 la existencia del grupo de ultraderecha Legión Blanca –similar al grupo Colina en Perú- constituido para asesinar líderes, políticos, sociales, sindicales, defensores de derechos humanos y periodistas. Igualmente se sabe de la influencia del Ex Presidente Gutiérrez en un grupo de oficiales. Lo preocupante es que en abril del 2008 el Comando Sur este inaugurando un seminario sobre desafíos estratégicos con la embajadora de los Estados Unidos y el Jefe del Comando Conjunto ecuatoriano.19

EL MOVIMIENTO INDÍGENA Y LOS LÍMITES IMPUESTOS POR LAS REDES DE PODER GLOBAL

El testimonio de Dolores Guatemal, dirigente de la CONAIE, precisamente en Fortalecimiento Organizacional, es sumamente ilustrativo para entender como lo que fue la principal fuerza social del Ecuador que pudo enfrentar al neoliberalismo y sus representantes internos, organizar levantamientos, derrocar gobiernos (Bucaram, 1997. Mahuad, 2000), imponer el Estado Pluinacional, recuperar la dignidad indígena, etc. desde el 2004 se encuentre en crisis, expresada en la débil convocatoria al levantamiento de junio de ese año. ¿Qué había ocurrido?. Sufrió el sabotaje e intento de destrucción de los Estados Unidos, las trasnacionales y el gobierno de Gutiérrez. Pero esto nos se hubiese dado sino ellos mismos no se debilitaban internamente al pasar a compartir espacios de poder oficial, centrando sus energías allí, con las mismas prácticas que los políticos, perdiendo autonomía y abriendo el camino a traidores. Con Gutiérrez y Antonio Vargas se busco destruir federaciones provinciales, nacionales (Ecuarinari y Confeniae) y finalmente la propia CONAIE.

Las estrategias fueron: atraer a líderes indígenas hacia políticas institucionales como el Fondo Indígena para trabajar con el Banco Mundial en el desarrollo de tecnologías de información y comunicación y su portal “Development Gateway”. Con el apoyo de agencias y fundaciones internacionales como la alemana GTZ y la americana USAID se implemento el fortalecimiento institucional (Prodepine) con fondos del BM. Se sustituyeron en las direcciones a los viejos luchadores por técnicos, a otros se les contrato en el BID, BM o la ambientalista WWF, los dirigentes eran invitados a eventos internacionales y se convirtieron en burócratas dorados. Las trasnacionales fomentaron pequeñas empresas de servicios con dirigentes amazónicos, financiaron ONG y fundaciones, los becaron en universidades para adiestrarse en tecnologías administrativas.

Una segunda estrategia fue estimular posiciones etnicistas y regionalistas para aislarlos de la lucha urbana y de la izquierda, lo mismo entre sierra, costa y amazonía. Fomentar intrigas contra los dirigentes honestos y combativos. Separar a los dirigentes de las bases, dividir a las comunidades y debilitar las organizaciones creando otras asociadas a nuevas ONG y financiamiento internacional crea el clima propicio para la división. Despojarlos de técnicos en gestión y de herramientas de comunicación (técnicos de la agencia alemana INWENT sabotearon el sistema de información sobre pueblos indígenas) anulaba el cerebro y sistema nervioso del movimiento. Por último mediatizar, reducir o usurpar la presencia internacional, acercándolos a la OEA, ONU y separándolos de las coordinadoras de movimientos indígenas en lucha.

Las ONG –felizmente no todas, e incluso hay comprometidas con la trasformación radical- son el instrumento del neoliberalismo. Los Estados Unidos por ejemplo, a través de la Fundación Nacional para la Democracia NFD impulsan la penetración de la CIA apareciendo como desarrollo de la sociedad civil. Europa no escapa a esta política imperial, tenemos a la Friederich Ebert de los socialdemócratas, la Conrad Adenauer de la democracia cristiana o la gubernamental GTZ que apoyó la privatización del agua en Bolivia y Ecuador. Reemplazan el abandono estatal de lo social para ellos asumir la lucha por la democracia, los derechos humanos, la gobernabilidad, contra la pobreza, el desarrollo de bancos de los pobres, etc.20

Desde los años 80 del siglo pasado, en mas de un cuarto de siglo se crearon decenas de fundaciones, miles de ONG en los países andino-amazónicos absorbiendo primero a los intelectuales y dirigentes de izquierda, después a los dirigentes y luchadores populares. Cuando fracasan estas mediaciones están los paramilitares, los asesinatos de dirigentes, la criminalización de las luchas sociales.

En el III Congreso de la CONAIE realizado entre el 10 y el 12 de enero de 2008 insisten en la implementación del. Estado Plurinacional considerado como autodeterminación de los pueblos y nacionalidades indígenas o sea el derecho de las nacionalidades de elegir su sistema político y jurídico, así como su modelo de desarrollo. En este sentido se oponen a la presencia de las depredadoras y contaminantes trasnacionales mineras. Como vemos, la CONAIE-Pachacuti buscan salir de la marginalidad en que se encuentra luego de haber obtenido el 5% de los votos para la Asamblea Constituyente. El BM, el PNUD y otras agencias coloniales lograron su objetivo de corromper a una dirigencia –muchos de clase media indígena- ilusionada con una seudo homogeneidad que escondía explotación y opresión de una mayoría campesina y obrera indígena por una minoría de medianos y pequeños terratenientes, medianos y grandes comerciantes y empresarios indígenas y mestizos que asesorados por intelectuales y académicos solo buscaban un mayor ascenso social. Esta endeble base social no podía llegar más lejos. Ante su crisis consultores académicos y sectores mas aburguesados abandonan el barco y buscan otras opciones.

Los debates acerca de la economía solidaria y la democracia participativa en el Estado plurinacional, son promisorios. Los indígenas podrán recuperar y reconstruir la economía comunitaria y tendrán derecho a decidir en todos los aspectos que atañen a sus relaciones sociales cambiando su relación con territorios, tierra y recursos naturales y modificando por tanto la administración de la población. La revolución desde arriba necesita volver a revolucionar a los sujetos desde abajo, única garantía para abrir caminos hacia la emancipación e impulsar una transformación duradera.

EL GOBIERNO DE CORREA Y LAS LUCHAS SOCIALES

Dos posiciones vienen colocándose en el centro de futuras polémicas, la de Correa y su entorno centroizquierdista y cristiano por un lado y los movimientos populares por otro. Alberto Acosta y la CONAIE están liderando a los segundos. Acosta como Presidente de la Constituyente invitó a los movimientos a discutir los textos, pero la decisión final estuvo en la dirección de Alianza País. Y justamente las principales diferencias estuvieron alrededor del Estado plurinacional, que no tiene efectos sobre las estructuras políticas de poder ni define el autogobierno. El otro punto tiene que ver con la defensa del desarrollo alternativo, la decisión indígena en la explotación de los recursos naturales y el acceso al agua frente a los extractivistas que afectan los derechos de los pueblos.

Hemos visto que el neoliberalismo es un proyecto que trasciende lo económico, es histórico y político, esta inscrito en el Estado social de derecho que incluye la violencia oficial protegiendo la propiedad y los contratos y deja al mercado que regule las otras relaciones. Reasegura los monopolios estratégicos bajo el comando económico del capital financiero y el militar bajo la dirección de los comandos del imperialismo norteamericano. Desaparece lo público y se impone la racionalidad del interés egoísta como reguladora de la sociedad.

Frente a los objetivos de los grandes poderes no es suficiente la propuesta de capitalismo popular de Rafael Correa o el capitalismo andino de Evo Morales. Correa ganó en el 2006 y fue refrendado en abril de 2007.

En octubre de 2008 se aprobó la Constitución que -igual a la boliviana- responde a las nuevas tendencias del capitalismo y se basa en el respeto a la propiedad privada bajo la forma de empresas mixtas, propiedades mixtas, que ocultan formas de privatización de recursos estratégicos: telecomunicaciones, recursos no renovables, transporte y refinación de hidrocarburos, biodiversidad, patrimonio genético y cultural, el espectro radioeléctrico y el agua. Prohibe las confiscaciones y mantiene la privatización de la salud y la educación. Es reconocida la deuda y sus perversos mecanismos. Crea nuevas formas de precarización criminaliza las luchas sociales, ilegaliza las huelgas, mantiene la privatización de las jubilaciones, somete al trabajo a las juntas de conciliación y arbitraje. Le pone candados en los reglamentos a la soberanía del Estado plurinacional o se le otorga atribuciones al ejecutivo para tomar la última decisión. Correa oscila, sigue a Alan garcía en algunos aspectos y a Chávez en otros. En el primer caso confía en tener recursos financieros a partir de una acumulación vía despojo en hidrocarburos y minerías otorgando concesiones por 20 años renovables y hasta cinco mil hectáreas contiguas. De allí que este Presidente se oponga al consentimiento previo, profundo y vinculante de los pueblos y las comunidades campesinas. A pesar de que intenta favorecer a trasnacionales como Repsol y Petrobrás frente a Petroecuador, los abusos de aquellas empresas y el incumplimiento de contratos lo obligan a poner orden. Apuesta por mantener la acumulación neoliberal que permitan el asistencialismo y el clientelismo electoral, así como por la redistribución marginal de los ingresos. A veces Correa sorprende con acciones radicales como el embargo por malversación de los bienes del Clan Isaías con mas de 165 empresas y dos canales de televisión o la expulsión de la empresa brasilera Odebrecht que contradice su opción neodesarrollista que tiene como sujetos a la nueva burguesía trasnacional ecuatoriana y una alianza con Brasil y que se expresa en medidas como la privatización parcial del Río Napo en el marco del corredor IIRSA, Manta-Manaus-Belem, bajo hegemonía brasileña o la puesta en marcha del proyecto minero en el área protegida Yasuni.

Lo mismo que en Bolivia, el Gobierno ecuatoriano coexiste y cogobierna con la derecha y la centroizquierda y coinciden en que el cambio no es mas que reacomodar las relaciones de poder buscando recomponer elementos del viejo poder. Las influencias externas favorecen este proyecto. Personajes del gobierno viven en el limbo de la ambigüedad, critican al neoliberalismo y resaltan las bondades del mercado, las privatizaciones equivalen a modernización, las inversiones son buscadas y son consideradas indispensables, los banqueros son los nuevos filántropos y los organismos de Naciones Unidas, las ONG, las IFI son los aliados en el crecimiento.

Del mismo modo que Bolivia mantiene tropas en Haití, Correa guarda silencio respecto a la presencia de la IV Flota y persevera el proyecto de espionaje electrónico con Los Estados Unidos. Mantiene la dolarización y sus secuelas, tal como la destrucción de los pequeños productores agrarios e industriales o la elevación del costo de vida. Ambos países conservan las concesiones petroleras y mineras, su apuesta por el IIRSA, la apertura de fronteras. No modifica la economía colonial primario-exportadora, las relaciones del Estado con trasnacionales (Halliburton, Repsol, Petrobrás, ITT, Andes Petroleum, etc.), deja abierta la opción por los biocombustibles.

Las nuevas constituciones tienen avances sin duda significativos, a pesar de su abstracción y retórica: la plurinacionalidad e interculturalidad, los derechos colectivos y de la naturaleza, rescate de la soberanía y el trato al ambiente, la gratuidad de la enseñanza pública, la soberanía alimentaria, la universalización de la seguridad social, respeto a la diversidad, la economía solidaria y el buen vivir, la renovación de la justicia. La política en los países indígenas es aun monopolio de las clases medias convertidas en clase política o en burguesía comisionista, compradora o en lumpenburguesía. Si antes los movimientos revolucionarios de las clases medias arrastraban tras de si a pobladores de la ciudad y el campo en revueltas, levantamientos y guerrillas, ahora sus lideres son los políticos de la democratización y los indígenas y campesinos están movilizados tras intelectuales contaminados de neoliberalismo desde las ONG y fundaciones. Existen sin embargo intelectuales revolucionarios que provienen de los trabajadores, indígenas y mestizos sin organización o en entidades con débiles estructuras de masa que pugnan por profundizar los timoratos cambios o rehacer los procesos desde fuera del sistema o a través de la violencia inaugurando procesos sangrientos que marcan discontinuidades.

En Ecuador y Bolivia no estamos frente a revoluciones pues no hay formas organizadas de un nuevo poder que introduzcan formas de ruptura histórica. Son producto de diversas determinaciones tales como el cuestionamiento al pensamiento único, la pérdida del miedo a la recolonización, la reducción de la capacidad de intervención imperial, la oposición crecimiento/miseria popular, cansancio de luchar por la supervivencia y perdida de expectativas frente al desempleo, trabajo precario y migraciones, desilusión por la saturación individualista, consumista y publicidad mediática, amenaza de su territorialidad.

Al modificarse las formas de desposesión cambian las contradicciones. Estamos ante un movimiento contra la modernidad colonial pero de contenido liberal que en el poder estatal defiende el estado de derecho, usan las técnicas de la represión social, no trascienden el reconocimiento cultural y jurídico de los pueblos indígenas, se quedan entre las autonomías, las reivindicaciones y la gestión del Estado. El problema agrario ya no se resuelve solo con la reforma agraria ahora debe ir acompañada de la lucha contra el capital, los jornaleros, siervos y esclavos se sindicalizan. El movimiento estudiantil y obrero pierden fuerza a expensas del movimiento barrial y regional. Hay conflictos más fundamentales como el que se da entre la ficción y realidad del Estado-nación y la propuesta de estado plurinacional que en la práctica no se resuelve. El territorio indígena histórico y ancestral es un espacio material, social y cultural de estos pueblos y no un objeto de expoliación capitalista. Otro tema es que los recursos del subsuelo y sobre el suelo no deben ser del Estado Nación sino de los pueblos indígenas. La legitimidad estatal esta en retroceso pues cada vez menos piensan que el estado representa al interés general y que por ello puede ser comisionista a través de la clase política.

El último lustro en Ecuador y Bolivia hay una ocupación de poderes y participación política, con el proyecto constitucional se esperaba el diseño de un país nuevo, a descolonizar, pero únicamente han logrado reavivar la memoria impulsando su reconstrucción junto a la identidad y territorialidad, reconociendo diferencias y una interculturalidad igualitarista. La territorialidad es vista de diverso modo por unos y otros; para unos es objeto de inversión y desposesión y para otros son recursos de vida y sobrevivencia. Para unos son recursos naturales de los cuales se puede disponer y para otros hay que oponerse a esa concepción eurocéntrica, a ese imaginario, memoria y conocimiento depredador, colonialista. El neoliberalismo continúa su curso expandiéndose el capital y las trasnacionales. El mercado permanece como ente regulador-clasificador de la socialización de consumidores soberanos. No se han configurado proyectos ni alianzas estratégicos de poder duraderas que den sostenibilidad a los procesos y mas bien se ha frenado la lucha de clases privilegiando la étnica o la cohesión vertical a la horizontal, lo campesino a lo urbano, lo estable a lo precarizado. Se ha tomado el Gobierno y no el poder, no se construye poder popular y aunque lo inédito esta fuera del orden liberal este es el que se impone.

Si bien es cierto que los movimientos sociales se independizan de los partidos al mismo tiempo autoconstituyen caciquismos plebiscitarios o quedan atados al Estado por el clientelismo y prebendalismo desnaturalizando el mandar obedeciendo. Al avanzar se autolimitan. Por ejemplo, en Bolivia en la medida en que avanza la solución del problema de la tierra sobre tierras fiscales son sometidos por el agronegocio, el capital financiero, los biocombustibles, los transgénicos, los narconegocios o simplemente conseguida la tierra entran en la total pasividad.

El indianismo esta en auge en Bolivia, Perú y Ecuador, expresa la capacidad regenerativa, comunitaria, solidaria. En el primer lugar la CSUTCB recién en los 80 rompe con el Estado, mas tarde se reactiva el katarismo radical en conflicto con los integracionistas que usan al campesinado como fuerza de presión, coinciden en que ambos reivindican la nación aymará que incluye a los mestizo indígenas, respetan la diversidad pero si es subalterna a sus lideres y al Estado. Los primeros devienen en partido y los otros quedan a la expectativa.

La respuesta a la expansión trasnacional que ocupa territorios indígenas y destruye estructuras comunitarias, militariza la geografía y criminaliza las luchas, limita la movilidad social, comprime su capacidad de consumo y sobrevivencia es reafirmarse en el caudillismo aceptando parcialmente el Gobierno compartido y el integracionismo. Ciertas características de la dominación mutan, manteniéndose el sistema. No se perciben muchas veces por que los cambios tecnológicos, políticos, organizativos son de alcance global y se usan de acuerdo a la naturaleza del conflicto. La expropiación-explotación vienen asociados al crecimiento de presupuestos militares, a la destrucción de organismos sociales, uso de servicios de inteligencia y persecuciones que amplifican la conciencia anticolonial. Desde los años 80 al ritmo de las acciones expropiatorias aparecen o se transforman el MST (1984), el MRTK (1992), la CSUTCB (2000), el EZLN (1994), el MOCASE-MNCI de Santiago del Estero (1990), las FARC y SL, y otras organizaciones, como distintas expresiones de esa conciencia que se expanden al ritmo de la conciencia a las geoestrategias de poder y despojo en minería, hidrocarburos, soya, transgénicos, biodiversidad, etc. y al crecimiento de un cada vez mas vasto ejercito de mediadores comisionistas, tecnócratas y dispositivos de seguridad que reduzcan el riesgo país.

En Perú y Colombia, en correspondencia con el nuevo escenario económico, los conflictos son tratados como de baja intensidad en democracias de seguridad, basándose en la construcción social del miedo. A las acciones de USAID, al fomento de la desposesión por el BID-BM-ONG y al énfasis en la organización de la sociedad civil se le agregan operaciones especiales psicológicas, simbólicas y culturales con una máxima manipulación por los medios

Evo al aprobar el referéndum constitucional logró su objetivo de compartir el poder con la derecha y con ello salvo la relación clientelar, patriarcal y plebiscitaria con los movimientos sociales basada en un discurso antineoliberal y antinorteamericano. Sin embargo al modificar el cuadro de contradicciones entre indianistas radicales y moderados, autonomistas secesionistas y regionalistas, obreros y campesinos, obreros y trasnacionales, etc. abre un momento de incertidumbre. Sintetiza la memoria colectivista, las revueltas indígenas, las luchas mineras y de la COB que el neoliberalismo pretendió destruir.

En el Ecuador en menos de una década 1997-2005 el pueblo ecuatoriano expulso a varios gobiernos. La derecha tratará de contener, dividir, corromper o destruir a los movimientos con violencia. O neutralizarlos, nulificarlos, occidentalizarlos y llevarlos a la traición. Correa sigue esos pasos y se bautiza en la comunidad amazónica Dayuna, Limón y Chillames.

La oposición en Ecuador es encabezada por Lucio Gutiérrez y su partido Sociedad Patriótica, los grandes medios de comunicación, la Iglesia los grupos empresariales encabezados por Noboa y la Democracia Cristiana, la juventud universitaria de las universidades, la lumpenoligarquía colonialista, en particular la trasnacionalizada y la comisionista.

La Iglesia se opone al cambio por que las revueltas anticoloniales afectan al núcleo subjetivo de la dominación cultural. Los Presidentes ecuatoriano y paraguayo aún guardan un especial respeto por la jerarquía eclesiástica. Del mismo modo que la vieja partidocracia mediadora, lobysta reacciona al ser es reemplazada por grupos de tecnócratas y burócratas que también buscan privilegios.

En conclusión, los proyectos de Morales y Correa no son más que la readecuación del neoliberalismo a la nueva época, a un nuevo momento histórico. Si esto es así participar del sistema político y de la política significa contener, rechazar la voluntad política revolucionaria. Es colaborar con el restablecimiento del sistema previo a la rebeldía y legitimar la subjetividad hegemónica, al reencadenamiento a la ideología e institucionalidad estatal y someterse a la lógica capitalista imperial y colonial subsistente. Al parecer solo la conciencia revolucionaria de los trabajadores expresada en un programa anticapitalista podrá enderezar el rumbo de estos gobiernos.

La CONAIE se ha constituido en el Gobierno de las nacionalidades y pueblos indígenas del Ecuador y esta conformado por los Consejos de Gobiernos Regionales: CONFEÑAIE, ECURUNARI y CONAICE con un parlamento compuesto por los Presidentes de cada Nacionalidad y Pueblo. Exigen al Gobierno central total respeto a los territorios de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador.

NOTAS:
  1. Ger Groot, “Un humanismo bien temperado. Conversación con Tzvetan Todorov”, Revista de Occidente, No 328, septiemnbre 2008.
  2. Eric Toussaint, “El apoyo del Banco Mundial y del FMI a las dictaduras”, EDI, Economistas de izquierda de Argentina.
  3. IWGIA, Mundo Indígena 2002-2003, Mundo Indígena 2004, Copenhague 2003, 2004.
  4. OSAL, revista de CLACSO, Bs. As.
  5. Ilán Semo, “El Estado-Mosaico”, Revista Fractál, México.
  6. OSAL N°12, Bs. AS. P.280, 2004
  7. En Chiapas han transcurrido 10 años de lucha indígena que han servido de ejemplo e inspiración de la lucha indígena latinoamericana y de la lucha contra la globalización y el neoliberalismo por parte de la sociedad civil y la ciudadanía universal, particularmente europea. En medio de una violencia de baja intensidad y el acoso de los partidos, del Estado (militares y paramilitares), las iglesias y las corporaciones multilaterales se están construyendo los gobiernos autónomos, los municipios, las Juntas de Buen Gobierno y los Caracoles (que sustituyen a los Aguascalientes). Después de un periodo antinómico de espera de las decisiones del sistema político, del Congreso y de la Corte Suprema mientras se construían los municipios autónomos con un Ejército Zapatista de Liberación Nacional detrás y se realizaba una gran marcha donde el Congreso Indígena tuvo una significativa presencia; el EZLN decidió dar una respuesta a la Reforma Constitucional del 2001 y al no cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.
    Destacan también las luchas de los indígenas de varios Estados: Atenco en el Estado de México, Michoacán, Guerrero, Oaxaca. En Guerrero y Oaxaca existen grupos guerrilleros que actúan esporádicamente. En varios Estados se están organizando municipios autónomos. En Guerrero además los pueblos indígenas de la montaña: mixteco y tlapaneco han decidido tomar en sus manos la administración y procuración de justicia. En Zacatecas, Durango y Oaxaca los conflictos entre indígenas, entre campesinos y entre indígenas y campesinos son una constante
  8. Kintto Lucas, “El regreso de Superman y la Mujer Maravilla”, en www.voltairenet.org ,9-08-2004.
  9. Roger Burbach, “Nuevo Gobierno izquierdista triunfa en la confrontación con la derecha”, www.voltairenet.org 2 abril 2007.
  10. Pablo Dávalos, “Ultimo día del neoliberalismo y primero de lo mismo”, www.alainet.org 26-02-2007, “La política del Gatoardo”, www.alainet.org 20 agosto 2007.
  11. El Tribunal Constitucional fueron destituidos por acciones inconstitucionales al pretender destituir al primero por haber decidido una consulta para refundar instituciones.
  12. Francisco Hidalgo Flora, “Ecuador: voluntad de cambio contundente”, correspondencia personal.
  13. Kintto Lucas, “Chao soberanía alimentaria?, www.alainet.org, 19 de nov. 2008.
  14. Alberto Acosta, “Ser o no ser constitucional, reto de la nueva ley minera”, www.alainet.org, 18/11/2008.
  15. Eduardo Tamayo, “Las deudas se pagan, las estafas no”, www.alainet.org, 20-11-2008.
  16. Eric Toussaint, “La Deuda odiosa”, www.rebelion.org, 19-05-2007.
  17. Eric Toussaint, “Ecuador: los desafíos para el gobierno de Rafael Correaq y la nueva constituyente”, www.rebelion.org, 17-10-2007. Las razones son: los ingresos petroleros, la capacidad de usar de nuevos préstamos y evitar tensiones con los acreedores y con los grandes grupos privados internos.
  18. Pablo Dávalos, “Ecuador y la dolarización. El debate prohibido”, www.rebelion.org, 07-05-2007.
  19. Kintto Lucas, “El brazo de la CIA en Ecuador”, www.rebelion.org, 11-04-2008.
  20. Miguel Guatemal, “La situación del movimiento indígena en Ecuador”, en Ganamos pero perdimos, Fabiola Escárcega y Raquel Gutiérrez, CEAM, México, 2006.


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