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Sofía Correa: Sebastián Piñera cambió totalmente el escenario político chileno
Historiadora devela trenza de poder de Lagos

por  Bernardita del Río
www.elmostrador.cl/

Según historiadora de la U. de Chile, la irrupción del empresario en el ruedo político contribuyó a dinamizar la política chilena 'empantanada' hace tiempo en dos bloques estáticos. Además escarba en los vínculos del gobierno de Lagos con los empresarios, la UDI y las Fuerzas Armadas lo cual explica, en parte, el éxito de su gestión y su gran aprobación.

La historiadora de la Universidad de Chile, autora del libro "Con las riendas del poder: la derecha chilena en el siglo XX", cree que la irrupción de Sebastián Piñera en el escenario político en mayo de este año -tras su proclamación en el consejo general de RN- vino a cambiar todos los parámetros que existían hasta ahora.

"Hasta la irrupción de Piñera la política chilena -como efecto del sistema binominal- estaba empantanada en dos bloques inmovilizados: la Concertación y la UDI, que negociaban entre sí, muchas veces a espaldas del electorado", asegura la académica. Algunas de estas negociaciones fueron conocidas como la que lideró el ex timonel UDI, Pablo Longueira, con el mismo Ricardo Lagos para superar la virtual crisis institucional que se produjo luego de los escándalos de corrupción (Caso Coimas y Mop-Gate).

Llama la atención que Sofía Correa no hable de la Alianza sino que simplemente de la UDI, pero, a su juicio, ello no es gratuito. "Renovación Nacional es un partido muy pequeño, quebrado en distintas facciones y que ha sido un acompañante menor de la UDI", explica.

Pero la derecha no fue la única que estrechó lazos con el gobierno. Según la historiadora, "durante el período de Lagos la Concertación se ha ido transformando en una estructura de poder. Yo la visualizo como una trenza de poder muy apretada, muy sólidamente articulada. Una trenza que vincula a tres poderes: el poder del Estado, el poder del gran empresariado (no sólo a nivel gremial, sino que los tradicionales "clanes" o familias del mundo empresarial) y el poder militar".

El vínculo con los empresarios y las FF.AA

La estrecha relación de Lagos con el mundo empresarial quedó en evidencia cuando el presidente de la CPC, Hernán Somerville, declaró que "los empresarios aman a Lagos" (aunque después aclaró que se refería a los empresarios extranjeros), pero se pudo palpar cada vez que connotados empresarios acompañaban a Lagos en el avión presidencial a la firma de los TLC o en actividades propias de la vida social.

Muy diferente es la relación que podría tener Michelle Bachelet con el mundo empresarial, quien incluso ha tenido que reunirse públicamente con algunos empresarios -como José Luis Del Río, de Sodimac- para entregarle garantías a ese sector. Para la historiadora, ese tipo de actos son necesarios en esta segunda vuelta, ya que "ella tiene que mostrarse como continuadora de la Concertación" y mantener los vínculos que inició Lagos.

Por otra parte, Sofía Correa Sutil -quien es hermana del subsecretario del Interior, el DC Jorge Correa Sutil- señala que "desde que el general Juan Emilio Cheyre está al mando de las Fuerzas Armadas se ha producido un reencuentro entre las elites estatales y la jerarquía militar", constituyéndose así la tríada antes mencionada entre el Estado, el empresariado y el poder militar.

Sin embargo, indica que esta trenza de poder en torno al gobierno no implica necesariamente que exista una negociación con estos sectores. "Con la UDI sí se ha negociado, pero con los empresarios y el poder militar, no. Se los ha incorporado, se ha producido un acercamiento, pero nada más", precisa.

El desencanto

A su juicio, gran parte del desencanto que exhibe hoy la ciudadanía con la política y con los partidos se debe a que los acuerdos y negociaciones del gobierno se realizan a nivel de cúpulas y a la existencia de un sistema electoral excluyente (binominal) en el que difícilmente pueden participar las fuerzas políticas emergentes. Además, la escasa participación política probablemente se deba a la tenue línea que separa hoy día la derecha de la izquierda, en un escenario en que las ideologías dejaron de ser el motor principal de los partidos.

Ya parece no existir una diferencia crucial entre ser de izquierda o de derecha, entre ser socialista o gremialista. "Si el empresariado está tan vinculado al gobierno de Lagos ¿Qué es lo que diferencia entonces a los dos bloques políticos existentes?", se pregunta a sí misma Correa Sutil. Y ella misma se contesta: "hasta la irrupción de Piñera estos conglomerados se diferenciaban por su rechazo o adhesión a la dictadura". Pero esta línea divisoria comienza a desmoronarse cuando se escuchó por primera vez decir a Joaquín Lavín que siente una "desafección" cada vez mayor por Pinochet y termina por caerse completamente con la aparición del empresario en el ruedo político.

Esa incipiente lejanía de la UDI con la figura de Pinochet -producto del escándalo del Riggs- se vio reforzada, en opinión de la académica, con la entrada de Piñera en la carrera presidencial.

"La irrupción de Piñera le da un dinamismo a la política chilena que antes no tenía, creando un antes y un después decisivo. El líder de la derecha (Piñera) es una figura que estuvo en contra de la dictadura, que votó por el No y que estuvo en el Caupolicán en 1980, por lo que no se lo puede adjudicar a la polaridad Concertación-Alianza, pero además logra articular desde la derecha un espacio para personas afines a la Concertación, capturando un voto importante en este sector", explica.

"La UDI se suma para no quedar aislada"

Uno de los primeros cambios que introdujo el empresario en el escenario político fue la pérdida por parte de la UDI del monopolio de la negociación con el gobierno, atribución que ahora debe compartir con Renovación Nacional. Aunque la tienda de calle Suecia es tremendamente importante para Piñera en su odisea por conquistar el voto popular cabe preguntarse qué espera obtener a cambio. Para Sofía Correa, "la UDI, aún siendo el principal partido del Congreso, se quedó sin liderazgo propio, por lo que no le queda otra que apoyar a Piñera. Tiene que sumarse, sino queda aislada". Además de esto, estima que hay negociaciones secretas para obtener determinados cargos en un eventual gobierno de la Alianza.

Esto explica, en su opinión, el rápido respaldo de Joaquín Lavín al ex timonel de RN apenas supo que pasó a segunda vuelta y el alineamiento inmediato de la UDI detrás del empresario.

Otro cambio que ya se comenzó a gestar con la entrada de Piñera es el movimiento que se produjo al interior de los partidos políticos. Por ejemplo, la convocatoria de su candidatura a los sectores más conservadores de la Democracia Cristiana motivó la migración de algunas figuras de la Falange para la conformación de un gran movimiento cuyo punto de unión es, en opinión de la académica, el rechazo a la dictadura.

Asimismo generó un proceso de cambio al interior de algunos partidos, como la UDI, que luego de la elección del 15 de enero probablemente iniciarán una introspección profunda para intentar dilucidar sus nuevas metas, su electorado, sus valores, para reubicarse en un tablero en el que parecen haberse movido varias fichas.

"Por otra parte, la baja votación de Tomás Hirsch en las últimas elecciones y el apoyo del PC a Michelle Bachelet indican que no se pudo quebrar este empantanamiento político desde la izquierda, porque la izquierda no ha sido capaz de recoger este descontento", puntualiza. Todo ello deja abierta la puerta para que se produzcan interesantes cambios en la política chilena en los próximos años.


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