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La hegemonía de EEUU: Declinación constante y peligro permanente.

Richard B. Du Boff

La "hegemonía global" puede definirse como una situación en la que un estado-nación juega un rol predominante en la organización, regulación y estabilización de la economía política mundial. El uso de la fuerza armada ha sido siempre una parte inseparable de la hegemonía, pero el poder militar depende de los recursos económicos a disposición del estado. No puede desplegarse como respuesta a cualquier amenaza a los intereses económicos y geopolíticos, y lleva consigo el peligro de sobrepujanza imperial, como fue el caso de Gran Bretaña en África del Sur (1899-1902) y de EEUU en Vietnam (1962-1976).

Gran Bretaña dominaba desde 1815 a 1913, pero hacia los 1890s debía admitir la rivalidad de Estados Unidos y de Alemania, y entre las dos guerras mundiales ya no fue capaz de funcionar como el motor del sistema mundial. La hegemonía de EEUU comenzó durante la Segunda Guerra Mundial y llegó a su climax unos treinta años más tarde. Los EEUU todavía tiene un poder inmenso e inigualado sobre la política y la economía internacional, pero aún como el único superpoder se encuentra menos capaz que antes para influir y controlar el curso de los sucesos externos. Su supremacía militar ya no se acompaña de una supremacía similar en las esferas políticas y económicas, y viene a ser de dudoso valor en la preservación del orden económico global y de la porción que tiene en él el capital norteamericano. Aún durante los años dorados de 1944-1971, EEUU fue incapaz para evitar la derrota militar en Vietnam y su retirada de Corea.

Lenta declinación en perspectiva: La Hegemonía desde los 70s.

Una idea de la declinación del poder económico norteamericano, puede formarse a partir de lo siguiente: (1)

    • En 1950 EEUU proveía la mitad del producto bruto mundial, contra sólo el 21% actual. El 60% de la producción manufacturera en 1950, venía de EEUU, y en 1999 sólo el 25%. . La proporción de EEUU en el comercio-la parte de más rápido crecimiento en la economía mundial—era del 24% en 2001, mientras la Unión Europea tenía el 23%-- un 40%, si se contaba la exportaciones intra Unión Europea.
    • Compañías no-norteamericanas dominaban las mayores industrias en 1922, comprendiendo entre éstas, nueve de las diez mayores manufactureras de equipos electrónicos, ocho de los diez mayores fabricantes de vehículos motorizados y de utilidades eléctricas o de gas, siete de las diez más grandes refinadoras de petróleo, seis de diez compañías de telecomunicaciones; cinco de diez firmas farmacéuticas, cuatro de seis productores químicos, cuatro de siete aerolíneas. De los 24 más grandes bancos del mundo, 19 no eran bancos norteamericanos, aunque los más grandes eran el Citibank y el Bank of America.
    • De las cien mayores corporaciones del mundo en el año 2000, evaluadas según sus inversiones extranjeras, 23 eran americanas. Juntos, Alemania, Francia, Reino Unido y Holanda, con un producto bruto combinado, de siete décimos del de los EEUU, tenían cuarenta, Japón tenía 16. Durante los 1990s, la participación de las multinacionales de EEUU en las ventas al extranjero de las cien más grandes multinacionales, decrecieron del 30 al 25 %, y la participación de las compañías con base en la Unión Europea creció del 40 al 46%.
    • En el 2001, el 21% de los stocks mundiales de inversión directa eran norteamericanos, comparados con el 47% de 1960. Durante 1996-2001, el 17% de toda la nueva inversión directa en el exterior vino de EEUU y el 16% de Gran Bretaña; juntos, Francia, Bélgica y Luxemburgo tenían el 21%.
    • De las 25 grandes fusiones y adquisiciones (M&As) en los EEUU en 1998-2000, cinco fueron capturadas por multinacionales extranjeras (tres británicas, dos alemanas). De las veinte mayores corporaciones comprometidas en M&As internacionales entre 1987 y 2001, sólo dos fueron norteamericanas (General Electric y Citigroup), y respondían por el % del valor de todas las M&A de esos años..

En finanzas globales, EEUU no es sólo menos dominante, sino que es también vulnerable. El eslabón débil es el dólar, cuyo estatus como divisa clave mundial ha venido erosionándose desde los 1970s, irregularmente y con resurgimientos periódicos. Entre 1981 y 1995, la porción de ahorros del sector privado mantenida en monedas europeas creció del 13 al 37%, mientras la proporción del dólar cayó del 67 al 40%. El 44% de los nuevos bonos han sido cotizados en euros, desde que se introdujo esta nueva divisa en 1999, acercándose al 48% marcada en dólares. La mitad de las reservas internacionales de las bancas centrales del mundo en 1990 estaba compuesta de dólares, comparada con el 76% de 1976; la proporción volvió a subir al 68% en el 2001, debido a la salida de los ecus (reservas emitidas para los bancos europeos por el Instituto Monetario Europeo), para abrirle camino al euro. (2) Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial había otra fuente de pago universalmente aceptable en la economía mundial –en un momento en que la balanza de pagos de EEUU comenzaba a mostrar déficits record.

Desde 1971, cuando EEUU tenía un déficit en su comercio de bienes (mercaderías) por primera vez en setenta y ocho años, las exportaciones habían excedido a las importaciones solamente en 1973 y en 1975. Una nación puede manejar déficits en su comercio y todavía ser capaz de mantener un equilibrio en su trato con otros países. Los déficits en el comercio de mercaderías pueden ser sostenidos si se tiene un balance positivo en venta de servicios (financieros, seguros, telecomunicaciones, propaganda u otros servicios de negocios) e /o ingresos provenientes de inversiones en ultramar (ganancias, dividendos, intereses, pago de patentes, etc.) Pero el déficit en mercaderías de los EEUUU ha llegado a ser demasiado grande para ser pagado por servicios vendidos al extranjero o por el retorno de inversiones. La cuenta corriente de EEUU (la suma de las balanzas de comercio en bienes y servicios más el ingreso neto de las inversiones en el exterior), que estuvo casi constantemente con signos positivos desde 1895 a 1977, está actualmente en un deterioro en profundización; el déficit en mercaderías ha llegado a ser demasiado grande para ser pagado con servicios rendidos al extranjero. Y desde 1990, la balanza positiva en los ingresos de inversión se ha ido encogiendo mientras las inversión extranjera en los EEUU ha crecido más rápido que la inversión de EEUU en el exterior. En el 2002, la balanza se volvió negativa: por primera vez EEUU está pagando al extranjero más ingresos de inversión por sus pertenencias aquí de lo que recibe de sus propias inversiones afuera.

Como muchos vacíos entre el ingreso y los gastos, el déficit de cuenta corriente se cubre mediante préstamos. En 2002, EEUU contrajo préstamos en el exterior por $US 503 mil millones , equivalente al 4.8% de su Producto Bruto. Cuando los extranjeros reciben dólares de sus transacciones con residentes de EEUU (individuos, compañías, gobiernos), los pueden usar para comprar bienes de inversión americanos (bonos del Tesoro, bonos de corporaciones, y acciones, compañías y bienes raíces) . Es así como EEUU se transformó en una nación deudora en 1986; las inversiones de propiedad extranjera en EEUU rondan actualmente en los $US 2.5 trillones, por arriba de las inversiones de EEUU afuera. Hacia mediados del 2003, los extranjeros tenían el 43% de toda la deuda en mercado del Tesoro, el 24% de todos los bonos corporativos, y el 13% del paquete accionario corporativo. Las compañías norteamericanas continúan invirtiendo hacia fuera, pero al revés del Imperio Británico en las décadas anteriores a la Primera Guerra Mundial, EEUU es incapaz ahora de financiar esas inversiones de su cuenta corriente. En contraste, la cuenta corriente de Gran Bretaña tenía excedentes, que alcanzaban al 3 o 4 % de su Producto Bruto en cada año desde 1850 a 1913. cuando el ingreso por servicios e inversión extranjera era mayor que su déficit en el comercio de mercaderías (3).

Hasta aquí, la clase inversionista global ha parecido dispuesta a financiar los déficits externos norteamericanos, pero eso no será para siempre. Los déficits están ejerciendo una succión hacia abajo en el dólar, anunciando la sospecha de que EEUU favorece un dólar más barato para ayudarse en el pago de su inflado déficit comercial. A medida que el dólar declina en valor, cae el retorno de los inversionistas extranjeros nominados en dólares. Las inversiones alemanas en propiedades de oficinas en Nueva York, San Francisco y otros lugares, se recortaron agudamente en 2003. Mientras los edificios llegaban a ser más baratos en euros, las rentas se encogían cuando se convertían a dólares a su regreso a casa. "Si podemos obtener la misma ganancia en Gran Bretaña o en los países nórdicos, para qué ir a EEUU, donde el riesgo en los cambios (de divisas) es mayor?" , se preguntó el jefe de la oficina de inversiones del fondo de propiedades con base en Munich. (4)

Hasta muy recientemente todos los países de la OPEC vendían su petróleo solamente en dólares; Irak se volvió hacia el euro en el 2000 (una decisión que termina con perjuicios extremos en marzo del 2003), e Irán ha considerado una conversión desde 1999. En un discurso en España en abril del 2002, el jefe del Departamento de Análisis de Mercado de la OPEC, Javad Yarjani veía pocas posibilidades de cambio "en el próximo futuro--- (pero) en el largo plazo el euro no es como tal una desventaja respecto al dólar. La Euro-zona tiene una mayor porción en el comercio mundial que EEUU...y una cuenta corriente externa más equilibrada. " La adopción del euro por los principales productores europeos de petróleo, Noruega y Gran Bretaña, pudiera crear " un momentum de giro hacia el euro en el sistema de precios petroleros ". Así, concluía Yarjani, "la OPEC no descarta enteramente la posibilidad de adoptar el euro para precios y pagos en el futuro." (5)

Si los inversionistas extranjeros tienen los pies congelados, y cesan de invertir en las industrias de EEUU, venden sus valores en cartera, el dólar comenzará una caída más rápida. Las rasas de interés en EEUU pudieran aumentar, el dinero en préstamo se hará más difícil, y los consumidores pagarían más por mercaderías importadas, drenando recursos de otras adquisiciones y empantanando la economía. Una corrida del dólar pudiera causar que especuladores hundieran el precio e acciones y bonos, enviando a Wall Street al abismo. En todo caso, el dólar actualmente se percibe tan riesgoso como el euro, y quizás tanto como otras dos o tres divisas (el yen, la libra esterlina y el franco suizo).

El comerciante yankee en los Mercados mundiales

Con su preeminencia económica en peligro, y en caída desde los 1970s, EEUU se vuelve hacia una política de comercio internacional más beligerante. Bajo la Sección 301 del Trade and Tariff Act de 1974, el presidente, actuando como fiscal, juez y jurado, puede dirigirse en contra de cualquier nación que viole "los derechos de EEUU bajo cualquier tratado comercial" y contraatacar cualquier actividad extranjera que le parezca "injustificable, irrazonable o discriminatoria..que afecte o restrinja el comercio de EEUU". Entre las nuevas armas comerciales estarían "os acuerdos de reordenamiento de mercados" alcanzados con Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán en 1973, para poner límites "voluntarios" a sus exportaciones a EEUU de algodón y textiles sintéticos; en 1981, Japón estuvo de acuerdo en bajar sus exportaciones de automóviles. Cuando la reunión del GATT de 1982 se terminó sin llegar a acuerdos sobre una nueva ronda de negociaciones, dada la resistencia europea a las propuestas de EEUU, éste anunció que esperaría en adelante negociar sobre una aproximación en dos etapas—alcanzando acuerdos bilaterales con países individuales, mientras al mismo tiempo perseguiría acuerdos multilaterales con vistas a alcanzar un sistema de comercio abierto. Este movimiento hacia el bilateralismo llevó a que en la Iniciativa sobre la Cuenca del Caribe de 1984 se garantizaran preferencias comerciales a países de la región, a un pacto comercial con Israel un año más tarde, y al Tratado de Libre Comercio con Canadá (en 1984) que se extendería luego a México (1994)—el NAFTA.

Hacia 1990, se habían iniciado más de cien investigaciones bajo la Sección 301, con resultados mixtos. Un empujón más fuerte comenzó en octubre de 1993 contra Japón, que habría estado sobrepasando su acuerdo "voluntario" de 1981 al producir automóviles dentro de EEUU. Un impuesto del 100% habría de imponerse sobre los valores de trece fabricantes de automóviles japoneses, a menos que Japón desregulara su mercado de autopartes e importara al menos cien mil modelos hechos en EEUU anualmente.

A pesar de lo que la administración Clinton llamara "la dureza ocasional" de las conversaciones, y las "poco candorosas" críticas de los japoneses, se alcanzó un acuerdo en junio de1995, justo cuando las tarifas punitivas comenzarían a entrar en efecto. Ya no se impondría ninguna tarifa ni cuota, en reciprocidad, Japón hacía vagas promesas de cambiar sus sistema de provisión de partes y de aumentar el número de vendedores interesados en tratar con coches americanos. "En Tokio, en general se vio el acuerdo como no requiriendo de los fabricantes de automóviles que hicieran más de lo que de cualquiera manera hubieran podido hacer" (6)

En 1998 EEUU fue sacudido por tres derrotas en la Organización Mundial de Comercio (OMC). En enero, un panel de la OMC dispuso que el apoyo de Japón a Fuji Film en su competencia con la Kodak no constituía una barrera comercial. En mayo, otro panel encontró que EEUU no podía detener las importaciones de camarones capturados en redes que mataban a las tortugas de mar. Luego, en junio, un panel de apelación permitió que la Unión Europea reclasificara computadoras y partes como equipos de telecomunicaciones a fin de proteger su industria y tarifas. EEUU trató de contraatacar en el comercio de bananas y de ganado tratado con hormonas. La disputa bananera comenzó en 1993, cuando los distribuidores americanos del fruto de Latinoamérica (dirigidos por el ejecutivo de Chiquita Brands, Carl Lindner, un fuerte contribuyente tanto del Partido Republicano como del Demócrata) reclamaron que no se les estaba dando acceso a los mercados de Europa porque la cuota y el sistema de licencias de la Unión Europea (UE) favorecía a las bananas de las antiguas colonias de Europa en el Caribe y en África. EEUU también puso la mira en la prohibición de la UE en el uso de hormonas del crecimiento en la carne, una prohibición que se aplica tanto a la producción doméstica de la UE como a los importados.

En abril de l999, la OMC concedió a EEUU una victoria parcial en su guerra de la banana-- ninguna multa punitiva, pero amplio9 acceso a los mercados europeos y status preferencial r5educido a los productores del caribe y de África. En la guerra de las hormonas, la regla europea fue declarada ilegal, pero la indemnización por daños de $US 900 millones que reclamaban EEUU y Canadá se redujo a $US 120 millones, y la disputa quedó en "veremos".

La UE contraataca. En julio de 1999, un panel de la OMC dictaminó que la US Foreign Sales Corporation Law (FSC), de 1971, constituía un subsidio ilegal a las exportaciones y ordenó que fuera abolida, marcando la más grande derrota comercial de EEUU en toda su historia. Bajo la FSC, había cerca de seis mil compañías norteamericanas, que respondían por más del 30% del ingreso por exportaciones de los impuestos de EEUU que establecían subsidiarias en el exterior para ventas de exportación en paraísos fiscales como Bermudas y Barbados. Los recortes de impuestos entre 1991 y 2000, totalizaban $US 1 billón para Boeing y General Electric, $US 300 millones o más para Motorola, Honeywell, Caterpillar y Cisco. El valor anual de la evasión impositiva para todas las compañías se estimaba en $US 5 billones en 2002. Cualquier intento de la UE por imponer sanciones de este orden habría hecho detonar "una bomba nuclear en el comercio mundial", advirtió el representante comercial de EEUU, Robert Zoelick (7)

Con todo, en agosto del 2002, la OMC dictaminó que la UE podría imponer $US 4 mil millones en multas, otros impuestos de hasta el 100% podrían imponerse a otros 1600 ítems, incluyendo leche y productos de la carne, azúcar, cereales, ropas y maquinaria.

Los líderes europeos tienen ahora todo un club para usar en contra de EEUU; y pronto podrían tener otro. En otra ruptura unilateral a las reglas del comercio, el presidente George W. Bush, en marzo del 2002, impuso tarifas a cerca del 30% de la mayoría de los tipos de aceros importados desde Europa, Asia y América de Sur, en una de las mayores acciones para proteger una sola industria en décadas.

La UE se juntó con Japón, China, Corea del Sur, Nueva Zelandia, Suiza, Noruega y Brasil amenazando con contraatacar, y las compañías de EEUU que usaban el acero se quejaron de que ya no podrían obtener los productos que necesitaban. Bajo esta presión EEUU pedaleó hacia atrás y excluyó 178 productos de acero de las tarifas de marzo del 2002, pero repentinamente impuso nuevas cargas tan altas como del 369% a importaciones de alambres de acero desde Canadá, Brasil, México y Ucrania. En julio del 2003, la OMC dictaminó que las tarifas del acero eran ilegales, con lo que se confirmó otra derrota de EEUU en la OMC.

Pero EEUU ha estado renovando su ofensiva en la agricultura- Dos meses después de que puso sus tarifas sobre el acero, el presidente Bush firmó una resolución con subsidios record, aumentando el gasto en un 80% sobre los niveles existentes, por un costo de $US 190 mil millones en diez años. Esto venía a socavar esfuerzos globales, en la OMC en Ginebra, para rebajar paulatinamente los subsidios agrícolas, no sólo en los EEUU sino también en la UE, Japón y Corea del Sur. En mayo del 2003, EEUU, junto con Canadá y Argentina, inician un juicio en la OMC contra la moratoria por cinco años en la UE para los alimentos genéticamente modificados, sosteniendo que sus agricultores estaban perdiendo ventas de soya y maíz con bioingeniería. El tener naciones desarrolladas a bordo era considerado crucial para la causa de EEUU, pero Egipto se distanció bajo presión de su mayor socio comercial, Europa, e inmediatamente una enardecida Casa Blanca decapitó los planes para un acuerdo de libre comercio0 con el Cairo- Los europeos han indicado que EEUU ha rechazado unirse a la firma del Protocolo de Cartagena sobre la Salvación de la Vida , y que EEUU actualmente está procesando aplicaciones para la venta de variedades de alimentos genéticamente modificados. En vez de responder a estas declaraciones, el presidente Bush acusa a Europa "de dañar la causa de terminar con el hambre en África". (8)

Luego viene la larga batalla sostenida por la madre de todos los mercados—Boeing versus AirBus.

Un consorcio de cuatro naciones europeas creó en 1970, en competencia directa con Boeing, la Industria AirBus (AI), que se construyó en base a préstamos y subsidios gubernamentales. EEUU luchó en cada paso del camino. AI replicaba que Boeing se beneficiaba de considerable ayuda gubernamental, proveniente del desarrollo de la aviación de guerra y de los programas espaciales. El "acuerdo " Airbus de 1992 fue básicamente una victoria del AI, no sólo legitimando los subsidios, sino superándolos, hacia la época en que AI se apodera del 30 % de las nuevas ordenes en materia de aeronáutica a todo lo ancho del mundo. Un problema que enfrentaban los americanos, era la integración de sus negocios a través del Atlántico. Algunas partes de la industria de EEUU—manufactureras de máquinas como General Electric y también compañías aéreas—tenían fuertes interés en el éxito de AI y se opusieron a acciones comerciales en contra de ella. Lockheed Martín exploraba la posibilidad de llegar a ser un quinto socio de AI, y había accedido a unirse al programa aeroespacial francés MATRA, una firma del consorcio AI, en una aventura por un avión tanque estratégico. Hacia 1997, Boeing estaba comprando $US 2 mil millones en repuestos de países europeos, que generaban sesenta mil empleos en Europa, y el 30% de las aeronaves típicas de AI fueros hechas por compañías de EEUU o sus subsidiarias europeas. AI alcanzó la paridad con Boeing en ordenes para jets comerciales en 2001. Dos años después pasaba a la delantera en entregas, asegurándose su primer más grande contrato militar al producir 180 aviones de transporte para siete países europeos, y es ahora el más grande fabricante de aviones comerciales.

Otro monopolio americano amenazado es el Global Positioning System (GPS), que ya tiene diez años, un sistema de navegación satelital financiado y controlado por el Departamento de Defensa del Gobierno de EEUU, sistema que provee señales en código que permite a un receptor computar posición, velocidad y tiempo en cualquier zona del globo. Diseñado para uso militar, actualmente sirve a miles de usuarios corporativos o individuales en todo el mundo. En el 2000, la UE anunció planes para lanzar su propio sistema de navegación satelital, Galileo, "un programa civil bajo control civil que permite a la UE sacudirse de la dependencia (del GPS)...y estar presente en la escena internacional en todos los aspectos de la tecnología más fina," señaló el Comisionado para el Transporte de la UE, Loyola de Palacio. También EEUU ha intentado bloquear este proyecto. El Sun secretario de Defensa Wolfowitz advirtió a sus contrapartes de la UE en 2001, que Galileo interfiere con GPS (se planea que sea compatible), y que esto presenta "serios retos y problemas a la alianza de la NATO".(9) la administración Bush trató de desacreditar un informe de la firma contable Pricewaterhouse Coopers de que Galileo ganaría 8 mil millones de libras o más en veinte años y que crearía 140 mil nuevos empleos. En marzo del 2002, la UE anunció que proseguiría con el proyecto Galileo de 3.6 mil millones de libras, de modo que estaría operativo en 2008, sincronizando datos de trasmisión y controlando tráfico terrestre y marítimo con una precisión menor a un metro.

Las batallas AirBus y Galileo gotean sobre otro campo de competencia—las M&As corporativas. La UE revisó las fusiones que podrían crear una posición dominante en el mercado europeo, sin considerar la nacionalidad de las compañías en cuestión. En 1997, el jefe de Reglas de Control de Fusiones de la UE (Karel Van Miert) se dirigía a bloquear la fusión de las compañías de EEUU Boeing y McDonnel Douglas. Boeing salvo el acuerdo capitulando ante varias demandas de la UE, principalmente, al abandonar sus veinte años de ser el proveedor exclusivo en los contratos con delta, Continental y American Airlines. En 1998, Van Miert anunciaba un sondeo de la planeada fusión de dos firmas auditoras norteamericanas, Ernst & Young y KMPG Peat Marvick; un mes más tarde Ernst & Young se retractaban del acuerdo. En el 2000 la Comisión de Competencia de la UE (EUCC) detuvo dos acuerdos ( la fusión de World Com con Sprint y la toma de Honeywell por General Electric), así como la fusión de los manufactureros suecos de camiones (Candia y Volvo). Después que la administración Bush resolvió el caso anti-trust contra Microsoft en 2001, al dejar de lado muchas de las sanciones propuestas, la EUCC anunció que continuaría con sus propias investigaciones en torno al gigante del software, por el dominio ilegal del mercado de software para servidores y por atar su propia música, video y software de mensajería instantánea al monopolio del sistema Windows.

Finalmente, las sanciones de EEUU contra otros países se sostuvieron bastante bien hasta 1970, cuando comenzaron a recibir fuego graneado; hacia 1980 tenían éxito sólo en un diez por ciento de los casos. (10) El boicot a Cuba es ampliamente ignorado, aún por Gran Bretaña, que encabezó la oposición en 1982 al embargo a la exportación de turbinas y otros equipos por firmas de EEUU afiliadas en Europa con la URSS para sus cañerías de gas en Alemania Occidental. En 1998, EEUU fue obligado a deponer sus sanciones contra todas las firmas que usaran "propiedad confiscada" en Cuba o invirtieran en proyectos de energía en Irán y en Libia; en contrapartida, la UE acordaba apretar las exportaciones de armas y tecnologías hacia Irán y Libia. Abandonadas en la intemperie, las compañías norteamericanas protestaron ante su propio gobierno que los competidores europeos se estarían alzando con las ganancias del comercio con esos países.

La "Nueva Economía" de los 90s: Y qué viene ahora…

La declinación desde largo plazo del poder económico de EEUU quedó obscurecida durante un tiempo por la rápida expansión de fines de los 1990s. Pero cuando la economía se hundió en la recesión en marzo el 2001, en medio del colapso destructivo de riqueza de la burbuja del mercado accionario, el velo desapareció. Y ya se pueden escuchar murmullos sobre la declinación.

La China "está socavando más de 50 años de dominio (económico) americano en Asia", en tanto acapara la mayor parte de la inversión extranjera en el área, exporta bienes manufacturados baratos, importa productos de alta tecnología de Singapur y Japón, y se lanza en esfuerzos diplomáticos para establecer una zona de libre comercio en el Este de Asia, y es ahora la región de más rápido crecimiento en todo el orbe. "la política que daba fuerza a los EEUU como el mercado más poderoso, seguramente está en declinación", observa James Castle, por largo tiempo líder de la Cámara Americana de Comercio en Indonesia. Europa está desafiando a EEUU en su propio patio trasero—América Latina. De las veinticinco compañías extranjeras más grandes en América Latina en el 2000, catorce eran europeas, once americanas, y los flujos de inversión desde Europa estaban comenzando a superar a los del Norte (11) En otra diversión del comercio lejos del multilateralismo, EEUU está buscando pactos bilaterales, uno por uno, con Chile, Colombia, la República Dominicana, los cinco países Centroamericanos, para abrirse camino hacia su propia Área de Libre Comercio Alaska-Cabo de Hornos para el 2005. pero las dos economías más grandes de América del Sur, Brasil y Argentina, con Paraguay y Uruguay, formaron su propio bloque regional en 1991, el MERCOSUR (Mercado Común del Sur). Ahora, el tercer grupo comercial más grande (después de la UE y NAFRA), el MERCOSUR, ha buscado negociar convenios con la UE, y está trabajando para formar un área de libre comercio de América del Sur para proporcionarle más potencia al continente frente a EEUU.

A fines de los 1990s, muchos europeos creían que las corporaciones norteamericanas habían pasado por una exitosa reestructuración a lo largo de dos décadas, para llegar a ser dominantes en tantas industrias en términos de tecnología, productividad y retornos de capital, que dejaban a Europa atrás sin esperanza. Pero con la "nueva economía" adelgazándose hasta mostrar los huesos—una caída cíclica en el crecimiento productivo, la difusión más rápida en tecnologías de información, en los lugares de trabajo y en las instalaciones de producción, casas y escuelas---y con los escándalos financieros, fraudes en auditorías y bancarrotas extendiéndose entre sus legiones, la América corporativa se ve algo menos que inexpugnable. En altas tecnologías, un laboratorio japonés ha construido un computador que iguala al poder procesador de las veinte computadoras más rápidas de EEUU combinadas. Por mucho viene a superar a líder anterior (una máquina IBM), y tiene aplicaciones científicas y prácticas que reflejan "un nivel de voluntad que no habíamos imaginado"—esto de acuerdo con el diseñador de supercomputadoras del Instituto de Tecnología de California, Thomas Sterling. "Estos muchachos nos volaron del agua, y haríamos bien en darnos cuenta". En el crecimiento del Internet, EEUU tiene un porcentaje menor de usuarios de banda ancha que Canadá, Japón, Corea del Sur, Taiwán y los países de Escandinavia, y está detrás de diez países en el uso per cápita del Internet. Por menos de 25 dólares al mes, la mitad del costo en los EEUU, los clientes en Japón y Corea del Sur se conectan al Internet a una velocidad de 10 megabites por segundo—diez veces más rápido que en el servicio típico del servicio de banda ancha en los EEUU. (12)

Más problemas para la economía de EEUU vienen del ataque al gobierno federal que comenzó con la administración Reagan en los 1980s, y que ha alcanzado una ferocidad sin precedentes en el reinado de Bush II. Tres recortes de impuestos desde 2001, ladeados hacia los ricos, han ayudado a eliminarlos excedentes del presupuesto de 1998 a 2001 y producir déficits de $US 374 mil millones para el 2003 y sobre los $US 450 mil millones para 2004-6. El problema no está en los déficits en si mismos: si se gastaran en educación, transporte, ambiente y salud no sólo producirían una economía más estable y fuerte sino que también mejorarían sensiblemente el bienestar de los cuatro quintos del fondo en cuanto a ingresos. Pero esto es precisamente lo que Bush y Compañía quieren destruir: los cortes impositivos están dirigidos a debilitar al gobierno federal, quitándole recursos y forzándolo a no gastar más que en lo militar.

Estas políticas están alimentando una "tormenta fiscal perfecta". Los explosivos déficits presupuestarios reducen el ahorro nacional, profundizan el déficit internacional del país y aumentan su dependencia del capital extranjero para pagar el consumo doméstico y la inversión. En casa el daño viene de la congelación fiscal del gobierno estatal y local (SLG), la peor desde los años 1930s. Los cortes en la ayuda federal a los SLGs, a los talones de ingresos de los años 1986, han llegado en un tiempo cuando el gobierno federal está clavando más pesadas cargas fiscales en los SLGs , principalmente para Medicaid, Social Security Insurance para hogares de bajos ingresos, y nuevas medidas de seguridad doméstica tras los sucesos del 11/9. Los gobiernos estatales enfrentan ahora déficits que totalizan entre $US 60 y $US 85 mil millones para el próximo año—entre el 13 y el 18 por ciento de los gastos estatales. Ya que todos los estados, excepto Vermont, requieren por constitución o estatuto manejar presupuestos equilibrados, los déficits están forzando a los SLGs a realizar profundos cortes en sus gastos en educación, seguridad pública, bibliotecas, parques y a alzar impuestos frente a la recesión-- precisamente lo opuesto a lo que ordenaría un doctor. Así de discordantes y aún contradictorias, son las políticas adoptadas por los diferentes niveles de gobierno, y que resultan en la parálisis en el funcionamiento del sistema económico en su conjunto. Si la hegemonía gobierna sobre la eficiencia económica, el sistema Americano de gobierno deja mucho que desear, y su manipulación por la oligarquía de extrema derecha radical que está ahora en el poder alcanza niveles "dementes", como lo reconoce una de las voces del capital global, el Financial Times (13).

¿Un remedio militar para el retroceso económico?

¿Puede ser usada la supremacía militar americana para reconstruir la hegemonía económica? ¿Puede ésta servir a los intereses del capital global en todo el mundo?

Por más de cincuenta años el establecimiento militar americano ha sido la fuente de apoyo del capital monopolista, y para alianzas cuya lógica es preservar un libre comercio y el sistema de inversión a través del mundo. La presencia militar de EEUU todavía protege intereses económicos, notablemente en Arabia Saudita y en otras satrapías petroleras, y ahora podría permitir a EEUU controlar los campos petrolíferos de Irak, pero la extensión y duración de un tal control, y si esto habrá de aumentar el ascenso de EEUU sobre la provisión y los precios de los mercados mundiales de petróleo, sigue siendo algo muy problemático. La Pax Americana ha sido siempre una bendición a medias de los aliados de EEUU: ha sido mantenida parcialmente por el poder militar, y por esfuerzos de aliados en Japón y Europa por forjar políticas internacionales independientes. Con la caída de la Unión Soviética , EEUU llegó a ser "el único superpoder todavía en pie", y rápidamente se puso en la tarea de establecer la nueva configuración de poder en el mundo para reafirmar y expandir su dominio sobre todos los pretendientes.

En 1990-1991 EEUU juntó una coalición para librar la primera Guerra del Golfo ( "Dios mío, le hemos dado una patada de una vez por todas al síndrome de Vietnam", exclamó el Presidente George Bush el día que terminó la guerra) , pero no pagó por ella y se quejó cuando sus aliados comenzaron a renegar de sus promesas de $US 37 mil millones. Al mismo tiempo, EEUU andaba buscando maneras para mantener viva la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) , aun cuando la razón de la época de su fundación en 1949—la URSS—había desaparecido. De acuerdo con un documento de planeación del Pentágono, de 1992, " Es de importancia fundamental preservar la OTAN como el instrumento central de defensa y seguridad de Occidente, así como canal de influencia de EEUU en su participación en los asuntos de seguridad europea (y) debemos buscar prevenir la emergencia de arreglos de seguridad puramente europeos... Debemos mantener los mecanismos para conjurar a competidores potenciales siquiera para aspirar a un más extenso rol regional o global" (14) Siete años más tarde, EEUU usaría a la OTAN para lanzar una guerra aérea contra Yugoslavia por haber ésta rechazado las condiciones de Washington para el arreglo de las disputas étnicas y territoriales en Kosovo—una provincia de Yugoslavia. (15) Así, fue la desunión Europea y su capacidad militar muy inferior la que explotó para mantenerla unida a EEUU, en un rol francamente subordinado y una presencia americana mandona fue reforzada dentro de la UE, un polo rival en el capitalismo global. En octubre del 2001, EEUU iniciaba su "guerra contra el terrorismo", bombardeando e invadiendo Afganistán, a fin de eliminar la red al Qaeda a la que hacia responsable de los ataques a Nueva York y Washington. Un año más tarde la administración Bush declaraba que usaría la fuerza militar contra cualquier "adversario potencial...que persiguiera construir un poder militar que sobrepasara o igualara el poder de EEUU." (The National Security Strategy of the United States, septiembre 2002).

En la carrera hacia la segunda Guerra en Iraq en Marzobdel 2003, EEUU intentó secuestrar a las Naciones Unidas, obteniendo una resolución que autorizara el uso de la fuerza para "desarmar" a Irak. El esfuerzo terminó en la más completa derrota diplomática. Puesto por tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Francia, China, Rusia), EEUU fue incapaz de obligar a los "seis del medio"—Angola, Camerún, Guinea, Chile, México, Paquistán—a votar en su favor, aún con una enorme presión diplomática y cohecho en directo. Turquía le negó a EEUU el permiso para usar su territorio como cabeza de playa para sus operaciones militares.

Después de la Guerra quedó claro que EEUU no tenía medios efectivos para castigar a Turquía –o a Francia o a Alemania. Una vez más EEUU mostraba que puede explotar divisiones en Europa; los gobiernos (no el pueblo) de Gran Bretaña, de España y Polonia respaldaban la guerra, pero sólo Gran Bretaña dio un apoyo militar sustancial. La ocupación de Irak pronto se probó estar más allá de los medios militares que EEUU puso en el país. Afganistán no se ve mejor después que la guerra cesó; ya tan temprano como noviembre del 2002 el país volvía a un caos completo, a la inseguridad y al control de los señores de la guerra, mientras al Qaeda se reagrupaba en la provincia de Paktika.

Mientras, dos años de "guerra contra el terrorismo" han fracturado la legitimidad de los EEUU en todo el mundo, dándole un golpe, en efecto, a la ideología y a la cultura del imperialismo americano. La guerra en Irak, como lo demuestra una encuesta del Pew Global Attitudes, "amplió la rivalidad entre los americanos y los europeos occidentales, inflamó aún más al mundo musulmán, ablandó el apoyo a la guerra contra el terrorismo, y significativamente debilitó el apoyo público global a la Alianza del Atlántico Norte". Sólo siete de veinte naciones encuestadas tenían una opinión favorable a EEUU, y de esas naciones (Gran Bretaña, Israel, Kuwait, Nigeria, Italia, Australia), el apoyo iba en caída. En un estudio de opinión de la BBC en nueve naciones, incluyendo EEUU y sólo una nación árabe (Jordania), dos tercios de los entrevistados veían a EEUU como un superpoder arrogante que planteaba una más grande amenaza para la paz que Corea del Norte e Irán (los dos sobrevivientes del "eje del mal") , y sólo el 25%, excluidos los americanos, decían que el poder militar de EEUU podía hacer del mundo un lugar más seguro. Una encuesta de Transatlantic Trends conducida en julio del 2003 por la German Marshall Fund de los EEUU y la Fundación Compagina di San Pablo (Turín, Italia) mostraba que sólo el 8% de todos los europeos entrevistados pensaba que era "muy deseable" que EEUU ejerciera un fuerte liderato sobre los asuntos mundiales: el 70% en Francia y el 50% en Alemania, lo declaraban "indeseable". (16)

Co0mo observa Gabriel Kolko, "Los EEUU siempre han estado listos para usar su fuerza militar superior ...en su fútil nunca finalizada búsqueda por resolver las inestabilidades sociales y políticas que desafían a sus intereses, como ellos los definen... Las mismas políticas que en diversos grados han producido desastres para los EEUU todavía se consideran como el único modo de tratar los problemas continuos y crecientes de un mundo que ya hace cincuenta años era para ellos demasiado complejo para manejarlo " (17) En el mundo de la post Guerra Fría las rivalidades intercapitalistas ya no pueden contenerse subordinados a las cuestiones que dominaron la Guerra Fría. En estos días y en esta época los conflictos entre estados capitalistas rivales muy probablemente se encaminen a desestabilizar al capital global, socavando la constelación de empresas multinacionales cuyos intereses comunes sobrepasan las alianzas con cualquier estado, ya que incorporan a segmentos de las economías nacionales de todos los continentes. Cada nación representa y apoya a su propio capital, pero todos los capitales nacionales –en la extensión en que permanecen siendo nacionales—son mutuamente dependientes de la producción , del comercio, de las finanzas transfronterizas. Casi cualquier impulso imperialista de EEUU está orientado a amenazar los mercados abiertos, la estabilidad política, e instituciones internacionales aceptadas, de los que depende el capital global, y estos han servido a los intereses de EEUU desde los 1940s.

EEUU ahora enfrenta a un rival formidable—la Unión Europea, su igual en producción y en comercio. La UE es también una entidad política emergente, voceada por Alemania y Francia e inclinada a una mayor competencia con Estados Unidos a pesar de su inferioridad en poder militar. Los países de Asia se están aglomerando en una zona económica regional en torno a Japón y China, flanqueados por India como una expansiva fuente de manufacturas, de software y de servicios de cómputo. En la conferencia de la OMC en Cancún (México, septiembre 2003), Brasil emergió como líder y organizador de veintidós países en desarrollo, incluyendo a China e India, que se rebelaron ante la "plataforma de Singapur" (reglas de inversión, comercio y competencia, y procuración gubernamental que defendían los intereses de las multinacionales en los países en desarrollo) y ante los inmensos programas de subsidios agrícolas de los EEUUU, la UE y Japón. Los países ricos apoyaban la plataforma de Singapur, mientras evitaban tratar o hacían concesiones turbias sobre el segundo tema. El colapso de la ronda de Cancún fue sólo un signo de la reacción post-iraquí contra los EEUU. La alianza Mercosur salió de Cancún hacia un nuevo momentum, apoyando una propuesta peruana por una zona de comercio de "la nación Sudamericana", que uniera el MERCOSUR con los países de la comunidad andina (Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela) como un contrapeso al plan de EEUU de encerrar a América en un área de libre comercio de su propia factura.

La Guerra de Vietnam coincidió con el primer desgajamiento de la hegemonía americana, y la "guerra contra el terrorismo" acelerará su declinación. Estados Unidos ya no puede controlar un mundo multipolar a través de la acción unilateral, militar o de cualquier otra laya; sólo puede acarrear devastación y caos e impedir que cualquier otra regla del juego pueda materializarse, si así lo quiere. Resistir el nuevo imperialismo americano es darles esperanzas a sus víctimas, y a las fuerzas progresistas que están irrumpiendo tanto en el mundo en desarrollo como en el primero.

Notas

    1. Los datos que siguen se toman principalmente del Banco Mundial, Development Indicators 2003 (New York: Oxford University Press, 2003); World Trade Organization, International Trade Statistics 2002 (Geneva: WTO, 2002); Fortune, July 21, 2003; The Banker, July 2003; United Nations Conference on Trade and Development, World Investment Report 2002 (New York: UN, 2002). La Unión Europea EU incluye a todos los países de Europa Occidental excepto Noruega y Suiza véase http://www.eurunion.org
    2. Eurecom, May 1997, en www.eurunion.org; International Monetary Fund, Annual Report 2002 (Washington: IMF, 2002), Table 1.2
    3. La importación de bienes exceden a las exportaciones en todos los años excepto 1870; B. R. Mitchell, British Historical Statistics (New York: Cambridge University Press, 1988), 869–870.
    4. "Auf Wiedersehen, Park Avenue," Bushiness Week, July 7, 2003.
    5. "The Choice of Currency for Denomination of the Oil Bill," en www.opec.org (then News & Info, Speeches).
    6. Economic Report of the President 1995 (Washington: U.S. Government Printing Office, 1995), 231–235; "A Deal on Auto Trade," New York Times, June 29, 1995.
    7. "Exporters Fear Loss of Subsidy," Wall Street Journal, May 1, 2002; "US sends top official to help resolve trade dispute," Financial Times, November 27, 2001.
    8. "Bush Links Europe’s Ban on Bio-Crops with Hunger," New York Times, May 22, 2003.
    9. "Les Etats-Unis multiplient les pressions contre le project européen ‘Galileo,’ " Le Monde, December 19, 2001.
    10. Kimberley Elliott and G. Hufbauer, "Same Song, Same Refrain? Economic Sanctions in the 1990s," American Economic Review 89 (May 1999); "U.S. Backs Off Sanctions, Seeing Poor Effect," New York Times, July 31, 1998.
    11. "Asian Leaders Find China a More Cordial Neighbor," New York Times, October 18, 2003; "China Emerges as Rival to U.S. in Asian Trade," New York Times, June 28, 2002; "Latin America Tops Asia in Luring Foreign Investors," Wall Street Journal, February 22, 2000.
    12. "Japanese Computer is World’s Fastest, as U.S. Falls back," New York Times, April 20, 2002; "What's Slowing Us Down?" Wall Street Journal, October 13, 2003.
    13. Editorial, Financial Times, May 23, 2003.
    14. "U.S. Strategy Calls for Insuring No Rivals Develop," New York Times, March 8, 1992.
    15. See Diana Johnstone, Fools’ Crusade (New York: Monthly Review Press, 2002).
    16. "World’s View of U.S. Sours after Iraq War," New York Times, June 4, 2003; "U.S. is arrogant, poll in 11 nations says," Philadelphia Inquirer, June 19, 2003; www.transatlantictrends.org.
    17. Gabriel Kolko, Another Century of War? (New York: New Press, 2002), ix–x, 87.

Traducción de F.García M. para Globalización, Economía, Sociedad y Cultura. En inglés: Monthly Review

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