Arnaldo Pérez Guerra
aperezguerra@yahoo.es
(I)
Las salmoneras están en el banquillo: sin resguardos ambientales y sanitarios mínimos, con bajísimos estándares laborales, acusados de ocupar químicos y tóxicos prohibidos, entre otras irregularidades. Para el gobierno y la industria acuícola, lo que importa es seguir creciendo “a cualquier costo”.
El juez que investiga el envío de salmones contaminados a Holanda citó a autoridades del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) y representantes de Nutreco y AquaChile, empresas que ya fueron sancionadas por el uso de “verde malaquita”. Chile prohibió este cancerígeno y mutagénico el 2002. Las salmoneras de marras señalan no ser responsables del embarque retenido en Rótterdam, Holanda, desde el mes pasado. Para los empresarios, la querella interpuesta por grupos ecologistas intenta desprestigiar una industria “en pleno auge”.
Luis Mariano Rendón (Acción Ecológica), patrocinante de la querella dice: “Nos llama la atención que hayan contratado un abogado. Los dirigentes de SalmonChile fueron citados como testigos. Pensamos que se podrían hacer parte para cooperar en la identificación de quienes utilizan productos cancerígenos que dañan los ecosistemas, pero que igualmente provocan un importante daño a la acuicultura”. Juan Carlos Cárdenas (Centro Ecocéanos) agrega: “Es impresentable e injustificable que una transnacional como Nutreco, la que se supone posee los más altos estándares ambientales y sanitarios, se encuentre involucrada”. La transnacional holandesa Nutreco es la mayor productora mundial de salmón. En Chile lidera el ranking de producción y exportaciones. AquaChile se encuentra en segundo lugar. Un 45% de las salmoneras chilenas está controlada por las transnacionales, que representan un 33,9% de las exportaciones.
Más y más acusaciones
Los ecologistas han exigido que las autoridades entreguen los nombres de las compañías responsables del cargamento retenido en Holanda. El “verde malaquita” -mutagénico y cancerígeno- no sólo elimina hongos y parásitos de las ovas del salmón, sino también fitoplancton e invertebrados. Las salmoneras lo usan por razones económicas: su costo es 20 veces menor que el de otros productos. Pero no es lo único, también se utilizan millones de litros de pinturas antifouling para impregnar las redes de jaulas, y antibióticos.
No hace mucho, fueron retirados salmones chilenos -“Robinson Crusoe” de Pesquera Trans Antartic- de mercados de Miami y Florida (Estados Unidos) y San Juan (Puerto Rico), por “riesgo de intoxicación”, al encontrárseles Clostridium botulinun, bacteria que genera una neurotoxina que puede causar incluso la muerte.
En marzo de 2003, en Inglaterra se encontró “verde malaquita” en cargamentos de la Sociedad Jiménez y Gutiérrez y Cía. Ltda., y Multiexport. Las salmoneras no toman resguardos ambientales y sanitarios mínimos. La manipulación de estos productos se hace sin elementos de seguridad. Además, los residuos líquidos son directamente vertidos al medioambiente.
En junio, el diario noruego Dagbladet reporteó los bajísimos estándares laborales de salmoneras noruegas en Chile. El reportaje evidencia lo que ocurre en Mainstream (Cermaq), y cuestiona a la embajadora de Noruega Monna Brother. Relata, entre otras, la historia de una joven que abortó “después de trabajar 11 horas nocturnas, una madre soltera despedida a causa de su hijo minusválido, un padre de tres niños que murió por las deficientes medidas de seguridad, un líder sindical hostigado y suspendido ilegalmente”. Expone, además, el vínculo de la embajadora con la farmacéutica Alpharma. Su esposo, Asmund Baklien, gerente de Alpharma-Chile, hace millonarios negocios vendiendo vacunas a las salmoneras. “Sus clientes potenciales son las compañías que iban a ser investigadas por su mujer, la embajadora”, afirma Dagbladet.
En junio de 2002, salmoneros de Irlanda y Escocia acusaron a las empresas chilenas de dumping. La investigación fue levantada en febrero de 2003. A fines de abril, salmoneras norteamericanas solicitaron al Departamento de Comercio de Estados Unidos que cerrara otra investigación de dumping (1997) contra 14 salmoneras chilenas por “vender bajo el costo y recibir subsidios”. Chile podría enfrentar nuevas acusaciones, esta vez de productores de Alaska que intentan proteger el mercado del salmón silvestre, seriamente amenazado por el salmón de cultivo. El propio The Washington Post publicó recientemente que los salmones de cultivo poseen altos niveles de PCBs -aislante industrial- prohibido por sus efectos cancerígenos.
Expandirse y crecer
Los canales de Aysén y Magallanes, en el extremo sur de Chile, se están llenando de cultivos. Las salmoneras han solicitado más de 1.000.000 de hectáreas para instalar sus jaulas. Con solo 10.000 hectáreas, producirían 300.000 toneladas anuales, su meta para el 2010. La expansión ha provocado la búsqueda de nuevos lugares para concesiones. La Cámara de Turismo de Coyhaique está preocupada por la instalación de salmoneras en sitios destinados al turismo, e incluso en reservas naturales y parques nacionales. “Ya se han perdido las termas de Puyuhuapi, Quitralco y Chinconal”, señalan. “El parque nacional de Isla Magdalena está en grave riesgo. Hoy es el turno del fiordo Queulat. Se está amenazando toda la región por el millón de hectáreas solicitadas en concesiones”. Mientras, el Presidente de la República, Ricardo Lagos, anunciaba la Política Nacional de Acuicultura (PNA) en las oficinas de PescaChile, filial de la transnacional española Pescanova, en Puerto Chacabuco, XI Región.
Según el gobierno, el objetivo de la PNA es “promover el máximo nivel posible de crecimiento económico de la acuicultura en el tiempo, sujeto a condiciones de sustentabilidad ambiental y equidad en el acceso a la actividad”. Para el Centro Ecocéanos, “la presentación de esta política, luego de 20 años de crecimiento no regulado, se realiza en un marco de crítica nacional e internacional al comportamiento poco transparente de la industria y al rechazo a los dobles estándares ambientales, laborales y sanitarios que las transnacionales acuícolas aplican en el país”.
La Política Nacional de Acuicultura regulará el acceso a la actividad acuícola, estableciendo mecanismos de incentivo, y normando “el acceso y uso de las concesiones de acuicultura, de manera de dinamizar su venta, compra, transferencia o hipoteca, agilizando los procedimientos de inversión con vista a respaldar la implementación de la segunda fase de expansión de la industria hacia las regiones de Aysén y Magallanes”. Para la industria salmonera se trata de crecer a cualquier costo.
(II)
Hugo Fazio, economista del Centro de Desarrollo Alternativo (Cenda), afirma: “Los embarques chilenos de salmón se multiplicaron por cinco entre 1990 y 1999. La salmonicultura se concentra en la X Región, previéndose su próxima expansión a la XI Región. El número de empresas exportadoras se viene reduciendo sistemáticamente, fundamentalmente como consecuencia de un acentuado proceso de fusiones y absorciones. En 1999, diez empresas acumularon un 51,3% de las exportaciones”.
La transnacional holandesa Nutreco lidera la producción y exportaciones a nivel mundial. Trouw, de su propiedad, es la primera productora de alimentos para peces. Nutreco posee inversiones en Noruega, Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Italia y Francia, entre unos 18 países. Se encuentra en Chile desde fines de la década de los ochenta. En 1998, adquirió Salmones Caicaén S.A. y concesiones de Congelados y Conservas Fitz Roy (grupo Yaconi-Santa Cruz). Ejemplo de “concentración sectorial”, en 1999 compró Marine Harvest -con presencia en Chile y Escocia-, y Biomaster, del holding Iansa, perteneciente a la trasnacional española Ebro.
Otra empresa, Mainstream, controlada por la familia Eblen, es un holding del que dependen Salmones Mainstream, Aquacultivos, Produal, Gentec y Salmones Llanquihue. Su expansión en la producción de salmones fue apoyada por las adquisiciones de Aquacultivos y activos de Seafind, Aucar y Mardim. En 1995 la familia Eblen se incorporó a Mainstream -creada en 1982 por el grupo Furman- y asumió el control en un 70%. La transnacional noruega Cermaq -con presencia en Canadá, Escocia y Chile- finalmente compró la propiedad.
La española PescaNova, controla PescaChile y posee cultivos en la XI y XII regiones. Cuenta con flota pesquera pero no posee las certificaciones medioambientales ISO 14.000 y 9.000, como la mayoría de las empresas que operan en el sector.
Industria millonaria
El 2000, en el tercer lugar de exportaciones nacionales figuraba Multiexport, constituida en 1983 por José Ramón Gutiérrez, Martín Borda -ex ministro del dictador Augusto Pinochet Ugarte-, Alberto del Pedregal, Carlos Pucci y Hugo Pino. Ellos crearon, en 1989, Salmones Multiexport, adquiriendo a fines del 1999, Chisal, del holding Córpora. Salmones Antártica aparecía, en 1999, en el sexto lugar. Es controlada por la transnacional japonesa Nippon Suissan Kaisha. Aguas Claras, otra de las 10 más importantes exportadoras, es controlada por el empresario y senador Sebastián Piñera (RN), y el ex subsecretario de Pesca del gobierno de Ricardo Lagos, Daniel Albarrán.
A fines de 2001, las transnacionales noruegas -las mayores del mundo en la industria del salmón-, iniciaron su expansión en el país. “En once años la producción en Chile creció en más de diez veces, acortando la distancia con Noruega. Ese año, un 36% del sector estaba en poder de capitales extranjeros, preferentemente noruegos (15% del total)”, afirma Hugo Fazio. Además de Noruega, controlan el sector transnacionales de Holanda, España, Japón y Canadá. El 2000, Fjord Seafood ASA (Noruega) compró Tecmar y Salmoamérica, convirtiéndose en una de las tres primeras exportadoras de Chile. Ewos adquirió Mainstream. La noruega Stolt Sea Farm, filial de la transnacional Stolt Nielsen, compró Eicosal.
Las transnacionales también hacen negocios en la producción y venta de alimentos para peces. El 2001 vendieron 1.700 millones de dólares, de los cuales 550 millones fueron aportados por la industria chilena. La holandesa Nutreco (Trow) y la noruega Cermaq (Ewos) controlan cerca del 80% del mercado mundial.
Hugo Fazio señala: “tres salmoneras radicadas en Chile se encuentran entre las diez más grandes a nivel mundial, según cifras de 2000: AquaChile (ex Salmones Pacífico Sur) en el sexto lugar; Camanchaca en el noveno; y Multiexport en el décimo. Entre las 30 más grandes doce son chilenas o tienen filiales en el país. Es una producción que mueve en el mundo más de 3.300 millones de dólares anuales”.
¿Alumysa o salmoneras?
La XI Región es una de las de mayor valor y riqueza desde el punto de vista ambiental en el país. La transnacional canadiense Noranda Inc, dueña del proyecto Alumysa, se encuentra entre las mayores productoras mineras del mundo, con intereses en rubros como la producción de energía, gas y petróleo. Desde 1976, Noranda participa en la mina Collahuasi en la II Región (Antofagasta).
Según Fundación Terram: “El megaproyecto significará la mayor inversión extranjera en la historia de Chile colocada de una vez: 2.750 millones de dólares. (...) Se importarán 1.100.000 toneladas de insumos al año (alúmina, coque calcinado, sales fluoradas, criolita, alquitrán, diesels, gas licuado y otros) para los procesos, tanto de reducción de aluminio, como para la fabricación y reciclaje de ánodos y cátodos. Producirá 440.000 toneladas de aluminio puro al año. (...) Aysén absorberá la nada despreciable diferencia de 660.000 toneladas de desechos al año”.
La propia industria salmonera ha criticado los efectos ambientales del megaproyecto: “Hay temas que nos preocupan, como la existencia de otras industrias que frenen nuestro desarrollo. Creemos necesario la existencia de un marco legal que nos proteja de la llegada de proyectos como, por ejemplo, Alumysa, el que en términos medioambientales es incompatible con todas las actividades pesqueras y acuícolas que tradicionalmente se han desarrollado en la XI Región”, señaló Rodrigo Infante Varas, gerente general de la Asociación de la Industria del Salmón.
Las salmoneras han interpretado como un fuerte respaldo -frente a los últimos cuestionamientos por problemas medioambientales y el megaproyecto Alumysa- el que el Presidente de la República, Ricardo Lagos, anunciara la Política Nacional de Acuicultura (PNA) en una de las planta de PescaChile, de propiedad de la transnacional española PescaNova. “El apoyo es a las transnacionales”, como lo afirma el periódico noruego Dagbladet que plantea que se debieran investigar todas las transnacionales noruegas instaladas en Chile.