Andrea Comas Medina Noviembre 2002 Introducción La reestructuración del capital a escala global está significando la desvalorización del trabajo en el mundo. Las grandes empresas trasnacionales han impulsado una dura ofensiva en contra de los trabajadores, con el propósito de revertir la disminución de la tasa de ganancia a través de reducir el costo de la mano de obra mediante las siguientes estrategias: Esta reestructuración del capital, al introducir nuevos métodos productivos e imponer las políticas neoliberales en todo el mundo tiende a desvalorizar el trabajo en términos económicos al disminuir los salarios, desemplear a los trabajadores, precarizar el empleo y cancelar de manera progresiva las políticas de desarrollo social; además de colocar a los trabajadores de México dentro de los peor remunerados y más pobres del mundo. En México, los empresarios nacionales y extranjeros han logrado con mucho éxito abatir el costo de la mano de obra y aumentar la productividad de las empresas a través de tres mecanismos básicos: 1) la imposición de los topes salariales por 2 décadas, 2) la prolongación e intensificación de las jornadas laborales por el mismo salario, 3) la contratación de personal sin ninguna prestación laboral. Un poco de historia La Industria Maquiladora surge en México en el año 1964, tras la suspensión del Programa Bracero, como parte del Programa Nacional Fronterizo, con el objetivo de resolver una necesidad concreta: dar empleo permanente a los trabajadores temporales (braceros) que cruzaban la frontera para trabajar en los campos agrícolas de E.U. Al finalizar el gobierno de López Portillo existían 585 maquiladoras en México. En 1983 un año después de haber iniciado su gobierno Miguel de la Madrid expide el primer decreto para regular la operación de las maquiladoras en México. Cuyos objetivos prácticamente siguen normando la legislación sobre maquiladoras: Crear empleos; integrar la tecnología a la industria nacional, capacitar a la mano de obra; distribuir el ingreso; el aprovechamiento de la capacidad industrial ociosa y la captación de divisas. 77% de las maquiladoras se encuentra en los estados fronterizos de baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Sonora y Nuevo León la región norte del país se ha convertido en un gran polo de atracción para los mexicanos que buscan empleo. Además las maquiladoras se encuentran desvinculadas del resto de la economía nacional ya que sólo usan el 2% de insumos mexicanos. Lo interesante es que a más de 30 años de establecida su operación no ha favorecido el desarrollo industrial de México, con bases tecnológicas propias, que pudieran asegurar el verdadero progreso, revertir los índices de pobreza y miseria y reducir la migración a EU. Ahora, con la contracción del mercado, los capitales se fugan y sólo en este año han empujado al desempleo a más de 280 000 trabajadores. Caracterización de una maquiladora Las maquiladoras según Jorge Tovar Montañez son: "Centros de trabajo cuya actividad se concentra en el ensamblaje, transformación y/o reparación de componentes destinados a la exportación, como condición necesaria y suficiente para su operación; gozan de un régimen fiscal de excepción lo cual les permite importar insumos sin pagar aranceles y exportar pagando solamente un arancel que fue agregado en México. Otro rasgo clave es que operan bajo el concepto globalizador de "aprovechar las ventajas competitivas" que es este caso es la mano de obra barata de los mexicanos, mayoritariamente femenina". Motor del desarrollo Uno de los problemas de utilizar el modelo maquilador como motor del desarrollo nacional es la cada vez mayor dependencia de la inversión extranjera, con las concesiones que implica, como por ejemplo el compromiso de mantener bajos los salarios, impuestos etc. La captación de inversión extranjera directa para instalar maquiladoras en la región no contribuye al desarrollo social y al despegue económico como se propone en el Plan Puebla Panamá, ya que a la fecha por lo menos en México no ha significado, necesariamente que se borre la pobreza que rodea a las zonas donde se instalan los "talleres del sudor" (denominación usada por activistas estudiantiles en EU que luchan contra las injusticias laborales de las maquiladoras (sweat shop). Un informe de la OCDE de marzo del 2001 lo dice con claridad: "vista desde una perspectiva de 20 años, la zona fronteriza no constituye aún un buen ejemplo de desarrollo sustentable" (La jornada 25-03-01) Despidos en maquilas Información del INEGI hasta marzo del 2002, establece que la industria Maquiladora de Exportación IME perdió el 17% de su personal en relación al mismo período del 2001, esto es, 219,188 trabajadores (en su gran mayoría mujeres, muchas de las cuales son jefas de familia y el principal sostén de sus hogares). La cantidad de despedidos sólo incluye a los trabajadores que laboran en las empresas maquiladoras y no se tiene un registro aproximado de los despidos en las empresas subsidiarias de esas maquilas, ni la de las maquilas informales que también abundan en la nación. A la fecha 3,430 maquilas son informales y 3,750 son formales, la mayor parte de éstas últimas se concentra en los estados fronterizos. Fuentes del área de investigación de la universidad obrera señalan que el 20.6% (de un total de 1,847,974) del empleo de la IME de México, Centroamérica y el Caribe, se perdió por la recesión, es decir 386,000 despidos y la cancelación de al menos, 768 empresas maquiladoras. De los cuales, el 57.36%, o mejor dicho 1,000,060 corresponden a la maquila mexicana. Del total de 386,000 despidos, el 72.74% (280,790) corresponden a la maquila mexicana. Del total de de quiebras del sector de la IME que ascendió a 768 en México, Centroamérica y el Caribe 88.67% (681) corresponden a la IME mexicana. La IME es uno de los sectores industriales que más ha crecido en los últimos 35 años y aunque ha sido una de las más importantes generadoras de empleos en los últimos 20 años, actualmente se encuentra en recesión. La recesión maquiladora se expresa también en la caída de las horas laboradas, las cuales cayeron de 208.8 millones en octubre del 2000 a 150.4 millones de horas en febrero del 2002. Una reducción de 58.4 millones de horas laboradas. Desde noviembre del 2000 las horas trabajadas en el sector no han dejado de caer. El reajuste de las empresas, cierre definitivo de maquilas o baja en la producción, está acompañada con un retroceso en materia de sueldos, salarios y prestaciones: en diciembre de 1999 su valor correspondía a 6,351.2 millones, para diciembre del año 2000 y creció a 7,999.3 millones de pesos, para retroceder a 7,465.4 millones en abril del 2001, la caída es de 533.9 millones de pesos, la cual continuó hasta los 6,779.7 millones en enero de este año y se fue a 5,504.3 millones en los estados fronterizos. Como podemos apreciar, el valor de los sueldos, salarios y prestaciones de los trabajadores de la Industria Maquiladora de Exportación retrocedió desde su punto más alto alcanzado en diciembre del año 2000 a abril del 2002 en 1,219.6 millones de pesos. En los estados fronterizos el punto más alto alcanzado es entre enero y diciembre del 2000 con 6,488.5 millones de pesos para descender en marzo del 2002 a 5,836.5 millones de pesos la caída desde el punto más alto alcanzado por el rubro de sueldos y salarios y prestaciones de los trabajadores en los estados fronterizos es de 652 millones de pesos. Investigadores de la universidad obrera señalan que esta caída en sueldos, salarios y prestaciones de debe a varios factores: En cuanto a sí son o no elevados los salarios de los trabajadores maquiladores, podemos decir que el 2002, los salarios promedio tuvieron un valor de 98.16 pesos diarios, equivalente a 9.62 usd por una jornada de 8 horas, (1.20 usd la hora), frente al salario mínimo de Estados Unidos, que es de 5.25 usd por hora y entre 8 y 10 usd la hora en la industria. Sólo en el sur de Asia y China se pagan salarios más bajos que en las maquiladoras mexicanas. La caída de los salarios de los trabajadores mexicanos en los últimos 18 años es del 75.92% (1982-2000). Si tomamos como referencia la devaluación y recesión de 1994-1995, el retroceso de los salarios fue del 33.75% mientras que los salarios de la industria manufacturera cayeron 32.05% y los de la IME retrocedieron 18.39%. La situación actual esta provocando el "reajuste" de personal, especialmente de obreros y obreras en la IME, el pronóstico es la profundización de la caída salarial y el valor de las prestaciones sindicales en la IME, además del actual reajuste. Maquiladoras y explotación Los salarios y las condiciones de trabajo no guardan relación directa con los niveles de productividad de las maquiladoras, es evidente que al contratar a las personas sin las prestaciones de Ley, la mano de obra se vuelve más barata y esto redunda en la disminución de los costos para las maquiladoras. Cómo decíamos con anterioridad sólo en el Sur de Asia y en China se pagan salarios más bajos que en las maquiladoras mexicanas. Ante el deterioro salarial y la necesidad que tienen las maquiladoras de aumentar su productividad, los trabajadores han tenido que aceptar el aumento de la duración de sus jornadas laborales para incrementar sus ingresos. En algunos casos llegan a duplicar la jornada de trabajo, con todas las consecuencias laborales y humanas imaginables. También regresamos al pago por destajo, este sistema prohibido por la legislación laboral, después del triunfo de la revolución mexicana ha reaparecido en las maquiladoras sobre todo en aquellas donde predomina el trabajo manual, al respecto cabe afirmar que las autoridades mexicanas soslayan estas prácticas por captar inversión extranjera. Los trabajadores a destajo observaron un aumento del 63%, al pasar de 1,511,919 en 1991 a 2,464,224 en el 2000. En general la política del gobierno es dejar trabajar a las maquiladoras a puertas cerradas aún cuando se realicen en ellas operaciones peligrosas sin el equipo adecuado que pongan en riesgo la salud de los trabadores. Para sobrevivir, los trabajadores mexicanos no sólo se han empleado en la economía informal o han aumentado sus niveles de emigración a EU, se han tenido que emplear en la Industria Maquiladora de Exportación y han tenido que cambiar incluso sus hábitos alimenticios, trabajar horas extras o varias jornadas muchas veces, regresar al pago por destajo; se han visto obligados a realizar trabajos a domicilio; han tenido que contratarse sin ninguna prestación de ley a la que tienen derecho; han tenido que emplearse mediante la contratación temporal y verbal; y cada vez más mujeres, jóvenes y niños trabajan por aumentar el ingreso familiar. Es increíble pensar que a 157 años de distancia un poco más de un siglo y medio las similitudes entre la clase obrera en Inglaterra en el año 1845 y la mexicana en el año 2002 sean tantas Hoy la industria maquiladora como la manufacturera en 1845 centralizan la propiedad en manos de unos pocos, utilizan a los trabajadores como piezas del capital y los explotan en las condiciones más adversas. Evidentemente, el modelo maquilador no es la solución al atraso económico de México, aunque las maquiladoras han ayudado parcialmente a resolver el problema del desempleo en México, no han elevado el nivel de vida del pueblo en general si reconocemos que el 40% de la población mexicana vive en la pobreza. Además de que nos colocan en una situación de vulnerabilidad a la dependencia de inversiones que en cualquier momento de inestabilidad buscaran otras latitudes. Fuentes de información
Y SUS EFECTOS EN LA CLASE TRABAJADORA.