Isaac Bigio *
Conoce de algún país donde el mayor triunfador en unas elecciones generales sea un difunto? La respuesta la encontramos no en un país pobre e inestable, sino en el mero corazón de la Unión Europea.
En Holanda, considerada como una de las democracias parlamentarias más estables, prósperas y consensuales del mundo, el asesinado Pim Fortuyn se convirtió, a nueve días de su asesinato, en el principal protagonista y ganador de los comicios del 15 de mayo.
Desde 1994 Holanda venía siendo el paradigma de lo que era la nueva socialdemocracia orientada hacia el centro y que co-gobernaba con partidos de derecha liberal moderada. Hoy, el partido laborista oficialista PvdA, está perdiendo casi la mitad de sus votos y escaños, y con ello el premierato.
La emergencia de una extrema derecha enfocada en frenar la inmigración del tercer mundo ha vuelto ha obligar a que la socialdemocracia pierda el poder tal cual recientemente ha pasado en Francia, Austria y Dinamarca.
El movimiento ultra-derechista que ha resultado la gran sorpresa en Holanda es novedoso en muchos sentidos. La Lista Pim Fortuyn no es un partido ni tiene grupos de choque. Es una reunión ecléctica de amateurs sin mayor experiencia política (donde hay desde una ex reina de belleza hasta un granjero de porcinos) hecha hace tan solo dos meses y de la noche a mañana, y en torno a un caudillo.
Ni si quiera tiene una denominación programática y su nombre es el de su jefe.
Fortuyn, al igual que Fujimori, fueron profesores universitarios que lograron concitar súbitamente una gran popularidad en base a cuestionar la partidocracia oficial y prometer un sistema de orden. La posibilidad que se repitiese en Europa el éxito de listas populistas improvisadas ahora es una realidad.
La Lista Fortuyn tiene, además, una serie de novedades. Es un movimiento de extrema derecha ' light ' que se distingue de los partidos xenofóbicos de Alemania, Austria, Francia e Italia que hunden sus raíces en el nazifascismo colonialista y militarista derrotado en la segunda guerra mundial. Pim Fortuyn quiere reducir el gasto militar cerrando el ejército y la aviación. No tiene ni
quiso tener grupos de choque. No se basa en los lúmpenes que atacan sindicatos e inmigrantes.
Mientras Hitler deportaba a todos los homosexuales a campos de exterminio, Pim Fortuyn es el político que abiertamente se enorgullece de ser un gay promiscuo que más cerca ha llegado a convertirse en mandatario.
Él se vanagloriaba que podía adivinar que tipo de alcohol habían tomado sus amantes la noche anterior al saborear su semen. Su fobia anti-musulmana se basaba en cuestionar al Islam por despreciar a los gays, las mujeres y la sociedad liberal abierta holandesa. Él se ufanaba de conocer más íntimamente a muchos hombres musulmanes pues, a diferencia de los clérigos mahometanos que le atacaban, él sí se había acostado con varios varones de credo islámico.
El racismo de Fortuyn es más sutil. No planteaba el ' poder blanco' (como la ultra británica o germana) ni la expulsión de los musulmanes (como lo hace el Frente Nacional de Francia o Unidad Nacional en Israel). El llama a ' holandizar ' el décimo de la población de origen inmigrante y a cerrar la inmigración pero sin echar a nadie. Muchos emigrantes proviene de las que son o han sido colonias holandesas en Sudamérica e Indonesia.
Lo paradójico es que quien sucedió a Fortuyn en el primer puesto de la lista es un joven negro emigrante de una ex colonia portuguesa. Esto es algo muy inusual en la extrema derecha tradicional europea nutrida en un desprecio hacia las personas de color.
En los homenajes póstumos a Fortuyn se ponen fotos de Malcolm X, Kennedy o Luther King. Sus partidarios han querido asociarlo a figuras ligadas a los demócratas y los anti-racistas estadounidenses, marcando sus delimitaciones con el panteón de los héroes de la derecha militarista.
Fortuyn representa una extrema derecha ' post-moderna ' y ' potable ' . En cierta manera es un puente entre conservadores como Thatcher y el nuevo populismo hostil a la emigración.
Si la primera vez que el Reino Unido tuvo una primer ministro fue con una representante del ala más dura y nacionalista de la derecha tradicional, la primera vez que en Europa pudo haber un ministro abiertamente gay pudo haber sido con un homosexual de derecha dura.
Tanto Fortuyn como la ' dama de hierro ' tienen en común su extremo liberalismo económico, el querer poner trabas a la emigración y en querer restringir la integración europea.
Fortuyn ha venido planteando despedir a un cuarto de los empleados públicos y recortar los beneficios a los discapacitados.
Muchos de los votos a Fortuyn han sido en simpatía con el asesinado. Sin embargo, el gran castigado ha sido el laborismo.
La Lista Fortuyn es muy probable que acabe con diversas divisiones. Lo único que les unía está ahora enterrado. Un signo de lo que va a pasar es que Peter Langendam, electo como el Nuevo líder de la agrupación el sábado 11 tuvo que renunciar al cargo el 13, dos días antes de los comicios. Esta lista habrá servido para que los demo-cristianos vuelvan al poder y con una agenda de restricciones a los inmigrantes.
Uno de sus proyectos es obligar a todos los emigrantes que se casen conholandeses a que pasen por un curso de $3,000 para empaparse con la lengua y cultura nacionales.
Al igual que en Francia parte del desencanto hacia la socialdemocracia ha sido canalizada por la izquierda verde quien ha subido su votación.
Los comicios holandeses están acrecentando la ola de restricciones a los inmigrantes y las políticas de cortar inversiones sociales en muchos sectores, especialmente de los inmigrantes. Además crearán más problemas a la socialdemocracia. Dentro de sus filas habrán quienes promuevan que el retroceso se deba a que no se han movido al centro aún más y no han tratado de abanderar las reinvidicaciones que canaliza la derecha como luchar contra el crimen y la fuerte emigración. Por otro lado también crecerán quienes acusen a los
líderes socialistas por haberse alejado de sus postulados primigenios enajenando a su base social obrera y permitiendo que la extrema derecha logre canalizar en el descontento hacia las políticas liberales que ellos han venido implementando.
Londres, 15 de Mayo del 2002
(*) Isaac Bigio enseña en la London School of Economics