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Argentina

Tratemos de darle una salida concreta al “Que se vayan todos”

por Mauricio, licenciado en Ciencia Política (Universidad de Buenos Aires)

 

Este artículo tiene como objetivo aportar a la comprensión de la actual situación política nacional, a través de la explicación de algunos conceptos o consignas que se están proponiendo y debatiendo en las asambleas. Sin la pretensión soberbia de dar “cátedra”, quisiera poner al servicio de mis compañeros y vecinos, los conocimientos que tuve la suerte de adquirir en nuestra querida universidad.

¿Cuáles son las salidas políticas que se están discutiendo?

1- La salida fascista: el golpe

En las últimas semanas se le dio “manija” al rumor de un golpe, ya sea tradicional o uno “institucional” o “cívico-militar”. Detrás del proyecto estarían los grupos dolarizadores, sectores de la banca yanqui, Menem, López Murphy, etc.

Pienso que hoy esta salida no es viable: las condiciones típicas para ello no se dan. Por primera vez en la historia, la clase media no “golpea la puerta de los cuarteles”, la clase obrera está movilizada y vigilante, etc.

No digo con esto que -si la crisis sigue su curso- no lo intenten (del mismo modo que reprimen, amenazan, mandan patotas, matan, etc). Lo que digo es que la sociedad argentina ha cambiado en estos años lo suficiente como para hacer frente a los posibles intentos e incluso a resistir con éxito si logran asaltar el poder. Es más: pueden llegar a cavarse su propia fosa si enfurecen al pueblo organizado. Ellos lo saben, y es por eso que esta alternativa por ahora sólo es usada para asustar, pero no es viable ni siquiera para quienes la propagandizan.

2- La salida de “elecciones ya” o cómo hacer para que todo lo logrado se pierda

El planteo de “elecciones ya” aparece reiteradamente en las asambleas y uno tiende a pensar que surge de un genuino sentimiento contra la política corrupta, etc. Pero mucho cuidado: “elecciones ya” es la salida de los que quieren que la rebelión popular se detenga y se “canalice en las instituciones”. ¿Podemos permitir que todo lo logrado sea expropiado? Van a llamar a elecciones, donde ellos están cómodos: es su juego, no el nuestro. “Que se vayan todos” es también “que se vayan sus métodos manipuladores y sus elecciones truchas [falsas] ”.

Es más, no bien respiren un poco, la UCR y el PJ comenzarán a preparar sus internas punteriles y tradicionales como siempre. Ya lo están reclamando los De la Sota, los Kirchner y los Macri (la derecha, obviamente, se sumará al circo si lo del golpe no es oportuno). Y si no nos seducirán con “nuevas” propuestas: ARI (ex radicales), FRENAPO (ex frepasistas), POLO SOCIAL (ex duhaldistas), y largos etcéteras.

Cuidado con los nuevos (¿nuevos?) “progres” que se oponen al “Fuera la Corte Suprema” y plantean sólo “juicio político” (para salvar a la institución judicial). Ojo con los que proponen “control” de la “gestión” de los políticos y la “política”, para evitar que las asambleas luchen por el poder político. Atención con los que proponen subsidios para “jefes de hogar” (¿y los demás no?) de $ 380: los empresarios se van a agarrar de eso para establecer que $ 380 sea el nuevo salario (y no precisamente el mínimo...).

“Elecciones ya” es, en realidad: “Detengan la rebelión popular ya”, “Frenen las asambleas populares ya”, “Paremos a los piqueteros ya”.

3- La salida de las asambleas piqueteras y barriales: Asamblea Popular Constituyente

Tomar conciencia de lo logrado

Debemos tomar conciencia de lo logrado en estos años y en estos últimos meses. Enumeremos rápidamente algunas cosas.

PIQUETEROS: los sectores más empobrecidos de la sociedad se habían separado del peronismo (¡las manzaneras son ahora piqueteras!) y organizado en forma independiente, cortando rutas, exigiendo empleo y proponiendo programas políticos generales.

MOVIMIENTO OBRERO: crece la cantidad y calidad de fábricas, comisiones internas y gremios que luchan contra la burocracia sindical.

CACEROLEROS: nunca la clase media, en los últimos 25 años, había salido de su individualismo, se había organizado en asambleas y había unid su lucha a la de los trabajadores.

ESTUDIANTES: por primera vez los radicales son desalojados de la FUBA [Federación Universitaria de Buenos Aires], a manos de la izquierda. En el movimiento secundario, esto ya viene de antes.

IZQUIERDA: con todas sus limitaciones, por primera vez en décadas, el movimiento popular tiene una presencia significativa de los partidos de izquierda.

No es poco. Se trata de un bloque social y político que -si no nos equivocamos- se puede transformar en la dirección de un cambio profundo en la sociedad argentina.

Tomar conciencia de nuestras limitaciones

En honor al equilibrio, también debemos reconocer:

Las divisiones que persisten, a veces profundas.

Los sectarismos y los prejuicios.

Que todavía no hemos logrado una salida por la positiva (sacamos dos gobiernos, pero siguen ellos).

Pero ¿podemos gobernar?

Las limitaciones de los planteos ultraizquierdistas

Muchos compañeros y vecinos dicen, con razón, que algunos planteos -en especial los de la izquierda- se hacen “en el aire”: son muy espectaculares, pero nadie sabe cómo llegar a aplicarlos.

Algunos grupos de izquierda “aparatean” las asambleas con propuestas muy generales, pero que para la gente común son bastante incomprensibles. No por casualidad quienes caen en estas prácticas son compañeros cuyos partidos tienen una nula o débil inserción en el movimiento obrero, piquetero, estudiantil o barrial. Y quieren reemplazar el paciente trabajo junto con la gente con consignas grandilocuentes.

Quiero decir que estos compañeros se equivocan. Que está muy bien hacer planteos generales, pero: a) hay que “traducir” el lenguaje a veces cerrado y, b) hay que unir lo general con las luchas cotidianas. Si las asambleas no logran cosas concretas, mucha gente se va a cansar y se va a ir. A las asambleas hay que ir para organizar, no para hacer discursos revolucionarios (es más emocionante la revolución en acto que el discurso de la revolución).

Las limitaciones de los planteos vecinalistas

Aquí se da el problema inverso: por luchar a favor de lo barrial, se subestima la lucha política general. Así, se dice que las asambleas deben ir a lo “concreto” y dejar de lado lo “abstracto”.

Estos compañeros deben tener cuidado: por supuesto que la lucha por la comida, el trabajo, la salud y la educación empieza por casa, en el barrio, entre los vecinos. Pero ojo: la política de los PJ, UCR, FREPASO, FRENAPO, CTA, etc., es la de presentarse como “vecinos” (porque no pueden dar la cara como partidos) con el objetivo de separar la lucha barrial de la lucha política general, nacional. Es por eso que tratan de debilitar a la Interbarrial de Parque Centenario, o de llevar (y “canalizar”) las asambleas a los CGP (es decir, a los organismos del Estado manejados por los políticos corruptos y entregados al capital).

¿Entonces?

De lo que se trata es de que nos demos cuenta de lo que estamos haciendo:

Tenemos un parlamento deliberativo y ejecutivo mil veces más democrático que los tres poderes “democráticos” del Estado.

Organizamos la alimentación de los vecinos y compañeros a través de diversos métodos (ollas populares, comedores, huertas, exigencias de alimentos a los supermercados).

Luchamos por la educación y la salud, organizándonos conjuntamente padres, docente, alumnos, médicos, enfermeros, pacientes, etc.

Empadronamos a los desocupados y exigimos trabajo a través de marchas, piquetes, cortes de ruta, etc.

Ocupamos las empresas que quiebran o despiden y las ponemos a funcionar bajo control de sus trabajadores (Zanón, Bruckman, etc.).

Luchamos contra los cortes de servicios y los tarifazos, a través de escraches, marchas, reconexión de servicios (ya hay algunas brigadas de electricistas, gasistas y plomeros organizados en las asambleas).

Proponemos no pagar el Alumbrado, Barrido y Limpieza, y con ese dinero comprar insumos para los hospitales.

Proponemos un banco controlado por las propias asambleas, con las cuentas públicas y el debate abierto sobre la distribución de sus fondos.

Los ejemplos se pueden multiplicar, pero bastan los anteriores para hacer la siguiente pregunta: si estamos aprendiendo a distribuir la comida, a defender la salud y la educación, a luchar por empleo genuino, a enfrentar tarifazos y cortes, a administrar nuestro dinero, a debatir, votar y ejecutar lo votado... si estamos haciendo todo eso, ¿quién dijo que no podemos gobernar? Quien se hace responsable de todas las cuestiones que hacen a la vida misma (alimentación, trabajo, salud, educación, cultura, etc) está -en realidad- aprendiendo a autogobernarse, cansado de esperar que algún caudillo le dé “de arriba” lo que necesita.

Estamos aprendiendo

Decía recién que estamos aprendiendo a hacernos responsables de todas las cuestiones que hacen a la vida misma de todos los vecinos y compañeros. Eso es algo inédito.

Pero también es cierto que las asambleas populares recién se están desarrollando, que hay que darles tiempo para equivocarse, para aprender, para crecer, para fortalecerse.

Lo que quiero decir es que no comparto el planteo que hacen algunos grupos, diciendo que al país lo tienen que gobernar las asambleas. No porque no piense que sea posible, sino porque aún están inmaduras para hacerlo. Es un poco demagógico decir lo que dicen algunos partidos (MST, CS, etc.), y políticos de izquierda (Zamora): “Yo me someto a lo que diga la asamblea”. Suena bien, pero no ayuda a la concientización y crecimiento de la misma. Está bien “que la base decida”, pero a la base hay que ayudarla con la experiencia de los demás. Por ejemplo, las asambleas populares tienen mucho que aprender e imitar de las asambleas piqueteras, de las asambleas sindicales y de los partidos de izquierda, cualquiera sean los defectos que todos ellos tengan.

4- ¿De qué hablamos cuando hablamos de Asamblea Constituyente?

La Asamblea Constituyente que nos quiere vender el sistema

Debemos esclarecer esto de la Asamblea Constituyente. En primer lugar, quisiera plantear qué NO es una Asamblea Constituyente realmente del pueblo.

Por ejemplo, en 1994 se convocó a elecciones de diputados constituyentes para reformar la Constitución Nacional. De allí, y como resultado del nefasto Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín, salió la actual Constitución. No es el modelo de Asamblea Constituyente que sirva al pueblo, ya que: 1- la convocaron “desde arriba”, 2- la manipularon los partidos del sistema a su antojo, 3- la limitaron a 3 o 4 temas que eran los que querían cambiar, 4- dejando intacto todo el régimen político dominante.

Lamentablemente, algunos políticos (Elisa Carrió, por ejemplo) quieren aprovechar el reclamo popular de Asamblea Constituyente para pedir algo parecido a lo del ´94: que el Estado llame a elecciones de constituyentes, para que los políticos del sistema reformen la Constitución.

La salida del pueblo es: ¡Que se vayan todos! y Asamblea Popular Constituyente.

Una diferencia fundamental entre la Asamblea Constituyente de los que defienden el actual régimen y la Constituyente del pueblo, es que la primera se convoca respetando la vigencia de los poderes del Estado, es decir, dejando en sus puestos a los ilegítimos Poder Ejecutivo (Duhalde), Poder Legislativo (los Roggero, los Alfonsín, los cavallistas, los Bussi) y Poder judicial (La Corte Suprema corrupta).

Por eso, el llamado a una Constituyente genuina requiere ANTES la salida de todos los corruptos: ¡que se vayan todos. Sólo de ese modo se logrará una Constituyente independiente de los políticos del régimen.

Las características de una Asamblea Constituyente realmente popular son: 1- debe ser convocada desde abajo, 2- debe evitar la manipulación por parte del sistema, 3- debe tener soberanía ilimitada, es decir, amplios poderes dados por el pueblo, para reorganizar en forma completa al país sobre nuevas bases sociales, económicas y políticas, 4- lo que implica (antes que nada) la salida de Duhalde (y cualquier otro) del gobierno.

Que la convoque el pueblo es fundamental. Si es una iniciativa del Estado, seguramente será para estrangular a las asambleas. La iniciativa desde abajo evitará las manipulaciones. Por eso es que -para diferenciarla de la Constituyente tradicional- le agregamos la palabra “popular”.

Además, no debe haber límites: se trata de reconstruir el país sobre nuevas bases, lo que significa que la Asamblea es soberana, porque proviene del mandato popular directo.

¿Quién convoca a la Asamblea?

Dijimos más arriba que las asambleas barriales están haciendo cosas concretas que -de hecho- las preparan en un futuro para gobernar. También dijimos que aún no están maduras para ello.

Pero lo que sí pueden hacer es impulsar un amplio movimiento popular que convoque a la Asamblea Popular Constituyente.

¿Quiénes deben convocar a la Asamblea Popular Constituyente?: los mismos que -en la práctica- estamos interviniendo en las luchas de todos los días: la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, la Asamblea Nacional de Asambleas Populares (que se reúne el 17 de marzo), los estudiantes universitarios y secundarios, los partidos de izquierda, etc.

¿Cómo se eligen nuestros representantes a una Asamblea Popular Constituyente?

Desde ya que no hay un “librito” donde diga cómo se hace todo esto, y que se hace camino al andar. Pero podemos aprender de los que tienen más experiencia: por ejemplo, podríamos utilizar la metodología de la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, que eligió un delegado cada veinte. O podríamos convocar a elecciones -controladas desde las asambleas-.

5- ¿Qué debe decidir la Asamblea Popular Constituyente?

Por supuesto que esto no se puede determinar totalmente de antemano, pero sí podemos analizar algunas de las medidas que hoy se discuten en las asambleas.

Lo más importante, en mi opinión, es que se tomen medidas de carácter general que den respuestas a los problemas más cotidianos y urgentes de la gente. Analicemos brevemente algunas:

Nacionalización de la banca

La nacionalización de la banca significa que el Estado se hace cargo de todo el dinero de los bancos y decide a quién y en qué condiciones lo presta. Es importante tener en cuenta que esta medida sólo puede tener éxito si la banca es controlada por los trabajadores y asambleas. De otro modo, puede hacerle el juego a intereses ajenos.

¿Qué se puede hacer con la nacionalización de la banca?: 1- devolver el dinero del “corralito” a los ahorristas en forma inmediata (el Estado dispondría de los fondos de todos los bancos), 2- dar créditos baratos y a plazo largo para construcción de viviendas populares, escuelas, hospitales, etc, 3- cobrar a los grandes evasores todos los impuestos desde sus cuentas bancarias (una especie de “débito automático”), 4- congelar los depósitos de los que tienen fugados en el exterior 150 mil millones de dólares.

Obviamente, esta es una lista incompleta, pero creo que sirve para ilustrar que no tiene nada de “abstracto”: se trata de sacarle a los ladrones de la riqueza argentina y dársela a los creadores de esa riqueza los trabajadores, jubilados, etc.

Nacionalizar el comercio exterior

En este caso, el Estado -siempre bajo control de las asambleas y los trabajadores- se hace cargo del la administración y el control de todo lo que entra y sale del país. ¿Para qué serviría en concreto?: 1- para evitar el desabastecimiento de productos por culpa de los que especulan con los precios, 2- para controlar los precios (hoy, el pan aumenta porque los exportadores lo cobran en el mercado a precio internacional), 3- combatir realmente el contrabando.

No pagar la deuda externa

La más famosa de las medidas, serviría para: 1- detener la fuga de divisas, 2- invertir en obras públicas (generando miles de puestos de trabajo genuino).

Aquí es importante tener en cuenta lo utópico de creer que no pagar la deuda en forma aislada sirve de algo (Alan García y Rodríguez Saá “dejaron de pagar” y no sirvió para nada). Sólo como parte de un paquete de medidas bajo control obrero será eficaz.

Reforma impositiva

Una reforma impositiva profunda debe: 1- desgravar el consumo del pueblo (abolición del IVA), 2- gravar a las grandes fortunas y patrimonios, 3- permitir la expropiación de los grandes evasores.

Nacionalización bajo control obrero de toda empresa que despida, quiebre o cierre

Siguiendo el ejemplo de Zanón y Bruckman, la idea es que hay que seguir produciendo aunque los empresarios se declaren incompetentes para encabezar las empresas o lo quieran hacer pretendiendo seguir echando gente.

Nadie mejor que los propios trabajadores de las fábricas, bancos, trenes, hospitales, escuelas, supermercados, etc, para administrar y llevar adelante la producción y los servicios.

Zanón y Bruckman no existirían sin sus trabajadores. En cambio, sus directivos se “borraron del mapa” y la empresa sigue funcionando. Necesitamos empresas, no empresarios.

Nacionalización de las empresas privatizadas

Uno de los robos más grandes de la última década, renacionalizar las privatizadas serviría para: 1- bajar tarifas, 2- mejorar la eficiencia (ineficiente es un Estado corrupto, no un Estado con control obrero), 3- generar recursos para el país.

Nacionalización de las AFJP

El vaciamiento de las cajas jubilatorias, del PAMI y el ANSES, y el déficit fiscal (que tanto cacarean los Hadad), se debe a la privatización de los ahorros de los trabajadores. Renacionalizar las AFJP [Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones] serviría para: 1- pagar el 82 % móvil a los jubilados, 2- dar un servicio de salud digno y de calidad. La administración de las cajas, el PAMI y el ANSES estaría bajo control de los trabajadores del sector y de los jubilados.

Nacionalización de los laboratorios

La salud: problema tan grave y tan sentido. Nacionalizando los laboratorios lograríamos: 1- dar medicamentos baratos y/o gratuitos para todos, 2- acabar con el lucro con la vida que se hace con las marcas de los medicamentos, 3- producir genéricos (la droga necesaria, no pastillitas de colores) de todas las especialidades (repudiando la ley de patentes que da el derecho de propiedad de muchos medicamentos a los laboratorios).

Los científicos de las universidades, médicos y trabajadores de la salud, serían quienes controlarían el sistema.

Reparto de las horas de trabajo

Hoy en día hay compañeros que trabajan 12 horas y otros que no tienen trabajo. La presión del desocupado le permite al empresario bajar el salario del ocupado. Y logra dividir a ocupados y desocupados.

El reparto de las horas de trabajo permitiría crear uno o dos turnos más de trabajo en las empresas, de modo que todos trabajen 8 horas, con un salario acorde al costo de la canasta familiar. El costo de esto lo deben pagar los empresarios, ya que los trabajadores son hasta ahora los únicos que han pagado. A eso se refiere la aclaración de que el reparto de las horas de trabajo es “sin afectar los salarios” (algunos vivos quieren proponer bajar el salario de los que tienen trabajo para pagarle a los desocupados...).

Esto incluye la anulación de la reforma laboral, salario mínimo de $ 600 u $ 800, seguro o subsidio al desocupado de $ 500, y reclamo de trabajo genuino (por ejemplo, como hizo el Bloque Piquetero exigiendo a las petroleras 50 mil empleos genuinos).

Conclusión

Lo anterior no es más que un esbozo, seguramente incompleto y desordenado, pero que espero sirva para abrir el debate, generar mayor conciencia y ayudar a producir el cambio profundo que necesitamos y merecemos los trabajadores y el pueblo.

Reitero un concepto: de nada sirven las medidas generales si no están ligadas a la lucha de todos los días. Y de nada sirve la lucha de todos los días si no las ligamos a los cambios de fondo.

Estamos experimentando un poder popular nunca visto antes en el país. Los enemigos de la Argentina están nerviosos, tratan de reprimirnos, y si no de censurarnos, y si no de cooptarnos. No los dejemos. Sigamos avanzando en lo pequeño y en lo grande, en la olla popular de la esquina y en la asamblea nacional, en la exigencia de insumos para los hospitales y en la lucha por el control popular de los laboratorios. Nunca perdamos de vista el ida y vuelta entre lo de todos los días y lo global. Si sólo vemos lo de todos los días, sólo veremos el árbol. Si sólo vemos el bosque, no juntaremos voluntades para fortalecernos (la vanguardia es vanguardia porque colabora a organizar a millones, no por suplantarlos).

4-3-2002

Fuente: argentina.indymedia

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