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LA PERMANENCIA DE LA ACUMULACIÓN PRIMITIVA: NOTAS SOBRE LA CONSTITUCIÓN SOCIAL

Werner Bonefeld

Introducción

En la última década ha habido un aumento en el tráfico de mujeres y de niños, en la prostitución y en la esclavitud. Han surgido nuevos mercados de bebés y de órganos humanos. Los propietarios del poder laboral no sólo se enfrentan con nuevas formas de explotación (ver Caffentzis,1999). También son transformados en un recurso accesible a ser libremente utilizado y vendido, junto a los bebés que se exportan (Federici,1997). Algunos comentaristas han sugerido que estamos presenciando la reemergencia de las condiciones de la acumulación primitiva (véase entre otros, Dalla Costa,1995ª,1995b). Estos trabajos muestran claramente que la visión de Marx de acuerdo a la cual una gran proporción del capital, que aparece hoy en los EEUU sin certificado de nacimiento, fue ayer, en Inglaterra, la sangre capitalista de los niños (Marx,1983,p.707), sigue siendo un juicio potente de las condiciones contemporáneas.

Este ensayo sostiene que la acumulación primitiva no sólo escribe el período de transición que conduce a la emergencia del capitalismo. La acumulación primitiva es, en los hechos, la base de las relaciones sociales capitalistas, y es por ello la constitución social a través de la cual subsiste la explotación del trabajo. En otras palabras, los desarrollos contemporáneos de la acumulación primitiva no son desarrollos casuales. Más bien, la acumulación primitiva es un componente necesario del capitalismo. Entonces, sostenemos que la acumulación originaria es una acumulación que se reproduce permanentemente. Es la condición y el presupuesto de la existencia del capital. En pocas palabras, la acumulación primitiva es una acumulación constantemente reproducida, sea en términos de la renovada separación de nuevas poblaciones de los medios de producción y de subsistencia, o en términos de la reproducción de las relaciones salariales en las relaciones "establecidas del capital. La primera busca atraer nuevos obreros bajo el comando del capital, y la última los retiene como un recurso humano explotable—llamado el factor humano de la producción. La relación social capitalista reposa en el divorcio de la masa de la población de los medios de producción. Este divorcio fue el resultado de la acumulación primitiva y es el requisito sobre el que descansa la explotación capitalista del trabajo.

La Acumulación Primitiva y el Capital

En la tradición marxista, la acumulación primitiva se ve corrientemente como la pre-historia del capitalismo. El capitalismo se desarrolló a partir de la acumulación originaria y una vez que el capitalismo sea abolido, la historia de la acumulación primitiva –una historia de sangre y fuego en donde las ovejas reemplazaron a los humanos en la limpieza de los territorios—se verá como simp’lemente como historia. La acumulación originaria, entonces, es vista como un período de transición histórica del pre-capitalismo al capitalismo. El carácter temporal específico de la acumulación primitiva queda referido a la "limpieza de los campos", esto es la separación del trabajo de los medios de producción y de las condiciones naturales del trabajo.

Escritores marxistas sobre el imperialismo, especialmente Luxemburgo (1963), implícitamente reconocieron que "elñ capitalismo propiamente dicho" en los centros imperialistas depende para su propia reproducción ampliada de la subyugación de nuevas poblaciones a las relaciones de cambio capitalistas. Luxemburgo, que no negaba el punto de vista convencional de que la acumulación primitiva es un período distinto en el amanecer del capitalismo, aceptaba sin embargo, la coincidencia de las relaciones capitalistas constituídas con la acumulación primitiva. Y lo que es más importante, la acumulación primitiva no fue vista como una "acumulación original", sino, más bien, como la consecuencia de la lógica contradictoria del capitalismo: la acumulación de capital necesitaba de la apertura de nuevos mercados en orden a realizar en el intercambio la plusvalía extraída. Entonces, desde este punto de vista, la acumulación primitiva deriva de la lógica contradictoria de la acumulación capitalista y de sus crisis. Esto hizo posible que Luxemburgo aceptara que la acumulación primitiva marca el período de transición al capitalismo, y sostener, al menos como una implicación, que la acumulación primitiva es una característica del carácter sujeto a crisis de la acumulación capitalista. Amin, escribiendo en los 1970s, enfoca también este problema: los mecanismos de la acumulación primitiva" no se remite solamente a la prehistoria del capitalismo; también son contemporáneos.

Son estas formas de acumulación primitiva, modificadas pero persistentes, para la ventaja del centro, lo que constituye el dominio de la teoría de la acumulación a escala mundial" (Amin, 1974,p.3) El entendimiento de la acumulación primitiva sólo como un período de transición no ve que el divorcio del trabajo de los medios de producción no es sólo la premisa histórica de las relaciones sociales capitalistas sino, aún más importante, la condición y el requerimiento de la explotación capitalista del trabajo. Como marx lo señalaba (1973,p.515) "el cambio de trabajo por trabajo—y de la misma manera la condición de la propiedad de los trabajadores—se sostiene sobre las bases de "la carencia de propiedad" de los trabajadores." Las relacio9nes sociales capitalistas se fundan en la separación del trabajo de los medios de producción y eso entraña que la acumulación capitalista se sostenga reproduciendo constantemente el divorcio del trabajo de sus medios.

La Acumulación Primitiva y la Constitución Social

La crítica de la economía política de Marx dejó claro que el ‘capital’ no es una ‘cosa’,y sostuvo que el punto de partida del capital y el trabajo es el mismo. El capital no es una cosa porque es una relación social definida y el punto de partida del capital y del trabajo es el mismo porque ambos son formas pervertidas de la reproducción social. Para Marx, cada "forma", aún la forma más simple, como por ejemplo, la mercancía, "es ya una inversión que hace que las relaciones entre las gentes se vean como relaciones entre cosas" (Marx, 1972,p.508) o, más enfáticamente, cada "forma" es una "forma pervertida" (Marx, 1962,p.90). La perversión más desarrollada,lo constituye el fetiche de la sociedad capitalista, la relación del capital consigo mismo, de una cosa consigo misma (ver Marx, 1972,p.515) . la expresión extrema de esta perversión es el interés del capital: la " la forma más externalizada, más fetichística" del capital (Marx, 1966,p.391).

Y el "salario"-- ¿cuál es la definición del salario del trabajo? "El salario del trabajo, o "precio del trabajo" es una expresión tan irracional como un "logaritmo amarillo" (Ibid. P. 818). Lo que entonces necesita explicarse no es la relación entre el capital y el trabajo asalariado en su sentido directo e inmediato, sino más bien la constitución social en que se funda esta relación, y a través de la cual subsiste. En otras palabras, lo que se necesita explicar es por qué las prácticas social productivas humanas toman la forma del capital.De ahí la pregunta de Marx, "¿por qué este contenido ( las prácticas productivas sociales humanas) asumen esta forma (la forma del capital) ¿" (Marx, 1962,p.95) Esta pregunta plantea el problema de la constitución social del valor. La dimensión crítica de esta percepción es la siguiente: " No es la unidad de la humanidad viviente y activa con las condiciones de lo natural, las condiciones inorgánicas de sus intercambios metabólicos con la naturaleza, y más allá su apropiación de la naturaleza, lo que requiere explicación, y de ahí el resultado del proceso histórico,-- sino más bien la separación entre estas condiciones inorgánicas de la existencia humana y su existencia activa, una separación que se plantea completamente sólo en la relación del salario y el capital." (Marx,1973,p.489). El antagonismo de clase entre el capital y el trabajo se basa y subsiste a través de la separación de la práctica social humana de sus medios. No podría haber acumulación capitalista sin la continua reproducción del divorcio del trabajo de sus condiciones.

El intercambio de mercancías y el "dinero" anteceden a la producción capitalista. Sin embargo, para que el dinero "se transforme en capital, debe existir el prerrequisito de la producción capitalista" (Marx,1972,p.272). La primera presuposición histórica es la separación del trabajo con respecto a sus condiciones, y "por eso la existencia de medios de trabajo como capital" (ibid.) Para Marx, esta separación comprende una historia mundial. "La mercancía y el dinero se transforman en capital ...porque el mismo trabajador es obligado a vender su trabajo (vender directamente su fuerza de trabajo) como una mercancía al dueño de las condiciones objetivas del trabajo. Esta separación es el prerrequisito para la transformación del dinero (o de la mercancía que lo representa) en capital" (ibid. P.89) La constitución de la actividad humana intencional como relaciones entre las mismas cosas se basa en esta separación y, una vez establecida se presenta como el supuesto constitutivo de kas relaciones sociales capitalistas (véase Krahl, 1971, p.223). En suma, la separación del trabajo de sus condiciones es el supuesto de su existencia como capital y es la base de la producción capitalista.../y) se da en la producción capitalista" (Marx,1972.p.272)

Separación significa que las condiciones de trabajo enfrentan al trabajo como "capital ajeno" (Marx,1972,p.422) ya que las condiciones de producción "se han perdido (para el trabajador) y han asumido la forma de una propiedad ajena" (id). Entonces, el divorcio de la práctica humana intencional de sus condiciones y su transformación en fuerza independiente, ej. En capital, transforma al producto del trabajo en una mercancía y hace que la mercancía aparezca como "un producto del capital" (Marx,1966,p.880). Esto entraña la materialización de las características sociales de la producción y la personificación de las ‘bases materiales de la producción’ (id.) . De este modo, el capitalista y el obrero asalariado "llegan a ser sólo encarnaciones, personificaciones del capital y del trabajo asalariado, características sociales definidas, estampadas sobre los individuos por el proceso social de producción’" (id.). De esta manera, la acumulación primitiva aparece suspendida (aufgehoben) en la forma de mercancía. Pero aún suspendida, es la condición constitutiva de las relaciones sociales capitalistas como relaciones entre cosas.

Los supuestos del capital, que originalmente aparecían como condiciones de su devenir –y que por eso no podían surgir de su accionar como capital—ahora aparecen como resultados de su propia realización, realmente, como puestos por él—no como condiciones de su surgimiento, sino como resultados de su presencia" (Marx,1973,p.460). En pocas palabras, la acumulación primitiva no solamente es una época histórica que antecede a las relaciones sociales capitalistas y de donde emerge el capitalismo. Entraña, fundamentalmente, la suposición constitutiva a través de la cual subsiste el antagonismo entre el capital y el trabajo--- la acumulación primitiva está en la base de la reproducción capitalista" (Marx,1983, p.585)

La acumulación primitiva es el punto centrífugo en torno al cual se resuelve el modo capitalista específico de existencia del poder laboral, la determinación de la actividad humana intencional en la forma de mercancía laborante. Mientras la producción capitalista y las relaciones de intercambio subsisten a a través de la forma mercancía, la acumulación primitiva es la historia secreta de la determinación de la práctica intencional humana en la forma de una mercancía laboral asalariada. La forma mercancía subsiste a través de esta determinación, la supone y, a través de esta forma, niega en nombre de lo abstracto la igualdad y la libertad.

Esta visión es enfocada en Marx en su crítica al fetichismo: "la suma total del trabajo de todos esos individuos y grupos privados constituye el agregado del trabajo social. Como los productores no entran en contacto social unos con otros hasta que intercambian sus productos, el carácter específico del trabajo de cada productor no se muestra a sí mismo salvo en el acto de intercambio. En otras palabras, el trabajo de los individuos se sostiene como una parte del trabajo de la sociedad, sólo por medio de las relaciones que establece el acto de intercambio directamente enytre los productos, e indirectamente, y a través de ello0s, entre los productores. Por eso, para éstos últimos, las relaciones que conectan al trabajo de un individuo con el del resto aparece, no directamente como relaciones entre individuos que trabajan, sino como son realmente, relaciones materiales entre personas y relaciones sociales ente cosas" (Marx,1983,pp.77-8). Entonces, el individuo social, subsiste como tal individuo, no en un sentido "inmediato", sino en un sentido "mediado": mediado por la forma mercancía.

La forma mercancía plantea la totalidad de las relaciones sociales burguesas y en esa totalidad pone la base de la práctica productiva de todos los individuos como individuos alienados.

La forma mercancía incluye no solamente la actividad de cada individuo, es también independiente de esta conexión con el individuo. Entonces, el divorcio del trabajo con respecto a sus condiciones entraña no sólo la completa independencia entre los individuos, sino también su completa dependencia a relaciones impersonales impuestas por la forma mercancía. Así, la independencia del individuo es "una ilusión, que podemos llamar más adecuadamente, una indiferencia" (Marx,1973,p.162). Su independencia es la de los individuos atomizados del mercado, que "son libres para chocar unos contra otros y entregarse a intercambios dentro de esta libertad" (id.pp.163-64). La separación de la actividad humana de sus condiciones es así no sólo la generación real del proceso del capital, sino también, una vez constituída, el proceso "real" de la forma mercancía. En otras palabras, la acumulación primitiva es suspendida en la forma mercancía como su condición "subterránea", su requisito constitutivo, y su base histórica.

La "separación lógica" (véase Negri, 1984), entraña que capitalista individual tenga que expandir constantemente su capital " en orden a preservarlo, pero no puede expandirlo, sino mediante la acumulación progresiva" (Marx,1983,p.555). El riesgo es la bancarrota. Así, mediado por la competencia, el capital personificado es empujado a la acción. "Con la propensión fanática de hacer que el valor se expanda a si mismo, (el capitalista personificado) empuja brutalmente a la raza humana a "producir por el gusto de produce", aumentando "la masa de seres humanos explotada por él" (id.). El poner los resultados del trabajo humano como una fuerza por encima del individuo social, incluyéndose aquí tanto al capitalista como al trabajador asalariado, se funda en la separación del trabajo de sus medios. "Los medios e producción se transforman en capital solamente al extremo en que han llegado a separarse del trabajador y enfrentan al trabajador como un poder independiente" (Marx,1963,p.408). En pocas palabras, la libertad del trabajo de suys condiciones y su transformación en propiedad privada entraña el derecho de propiedad capitalista para preservar la riqueza abstracta mediante "el sacrificio de las máquinas humanas" en las pirámides de la acumulación" (Gambino,1996,p.55). La ley de la propiedad privada conduce a que " la capacidad de trabajo ha apropiado para sí solamente las condiciones subjetivas del trabajo necesario –los medios de subsistencia para reproducir la capacidad de trabajo, esto es, para su reproducción como mera capacidad laboral separada de las condiciones de su realización – y plantea estas mismas condiciones como cosas, como valores, que enfrenta como personificaciones alienadas y dominantes" (Marx,1973,p 452-53). La lógica de la separación es "el proceso real del capital" (Marx,1972,p.422). Por supuesto, como alega Marx, el capital "es la separación de las condiciones de producción con respecto al trabajador" (id.)

En resúmen, Marx no concibe al capital como nuna cosa en sí misma, provista de una lógica objetiva,--como intercambios en si y para sí, y al hacerlo, generando ganancia. Más bien, lo concibe como una relación social entre el trabajo y las condiciones de trabajo que se "hecho independientes en relación al trabajo (id. 422). La pérdida por parte de los trabajadores de las condiciones de trabajo se expresa en el hecho de que estas condiciones de trabajo llegan a ser independientes como capital o como cosas bajo la disposición del capitalista" (id. P.271).

Entonces, la acumulación primitiva, no es exactamente un "período" de donde emergen las relaciones sociales capitalistas. Más bien es el "acto" histórico constituyente de la relación social capitalista como un todo. Como lo señala Marx, "esta separación forma (bildet) la concepción (Begriff) del capital." (marx,1966,p.246). La separación del trabajo de sus condiciones y la concentración de éstas en manos de los "no trabajadores" (Max,1978, p.116) propone al capital como una forma pervertida de la práctica social humana en donde "el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre, en vez de ser controlado por él" (Marx,1983, p.85). La lucha de clases, entonces, que liberó al amo del esclavo y al esclavo del amo, es constitutiva de la relación entre capital y trabajo. La acumulación primitiva, entonces, persiste, en la relación del capital, como acción constituyente. Esta "acción" se establece en el corazón de la reproducción del capital: la acción pre-supuesta de separación del trabajo con respecto a los medios no es el resultado histórico del capital sino su presuposición, presuposición que convierte al capital en una relación social de producción en y mediante el divorcio de la fuerza social productiva del trabajo con respecto a sus condiciones.

Subsiste entonces el carácter sistemático de la acumulación primitiva, en una forma suspendida a través de las relaciones constituídas del capital. La separación no es el resultado del capital sino su génesis. Y ahora se plantea como la presuposición del capital. Ya no "figura" como la condición de su emergencia histórica, sino más bien como la presuposición constituyente de su fanática inclinación a reproducir las relaciones humanas como relaciones entre propietarios de mercancías, convertidas en categorías de la reproducción capitalista. En resumen, la separación "comienza con la acumulación primitiva, aparece como un proceso permanente en la acumulación y concentración del capital, y finalmente se expresa a sí misma como la centralización de los capitales existentes en unas pocas manos y en una privación de la mayoría de su capital ( para quienes ahora la expropiación ha cambiado) " (Marx,1966, p.246).

El terror de la separación, de los comienzos originales del capitalismo, pesa como una pesadilla sobre la práctica social de la actividad humana intencional. La mercantilización del trabajo, como trabajo asalariado, significa que la práctica social humana enfrenta sus condiciones como condiciones alienadas, como condiciones de explotación, y como condiciones que aparecen, y así existen contradictoriamente, como relaciones entre cosas.

"El hombre es enfrentado por cosas, el trabajo es enfrentado por sus propias condiciones materiales, como sujetos independientes, auto-contenidos, como personificaciones alienadas, en suma, como la propiedad de otro y, en esta forma, como "empleados" y "administradores" del trabajo en sí mismo, que los apropian en vez de ser ellos los apropiadores. El hecho de que el valor –así exista como dinero o como mercancías—y en posteriores desarrollos, las condiciones de trabajo enfrentan al trabajador como propiedad de otra gente, como propiedades independientes, significa simplemente que éstas lo enfrentan como propiedad del no-trabajador, o capitalista, y enfrenta (las condiciones de trabajo) no como un trabajador sino el propietario del valor,etc., como el sujeto forzado por estas cosas que poseen su propia voluntad, cosas que se pertenecen a sí mismas y que se personifican como fuerzas independientes" (Marx,1972,p.475-76) . El capital presupone el trabajo como trabajo asalariado y el trabajo asalariado presupone al capital como capital. Cada uno es la precondición del otro.

" Toda pre-condición del proceso de reproducción social es al mismo tiempo su resultado, y cada uno de sus resultados aparece simultáneamente como su pre-condición. Todas las relaciones de producción en el que se mueve el proceso son tanto sus productos como sus condiciones. Cuanto más uno examina su naturaleza como realmente es, tanto más claramente ve que su última forma llegan a consolidarse más firmemente, de modo que con independencia del proceso estas condiciones parecen determinarlo, y sus propias relaciones aparecen para quienes compiten en el proceso, como condiciones objetivas, como fuerzas

objetivas, aspectos de las cosas, tanto más cuanto en el proceso capitalista, todo elemento, aún el más simple, la mercancía por ejemplo, es ya una inversión y causa relaciones entre las gentes que aparecen como atributos de cosas y como relaciones de las gentes con atributos sociales de las cosas" (Marx, 1972,p.507-8).

En otras palabras, la forma perversa del valor presenta el modo de existencia de la actividad intencional del hombre en la forma de relaciones impersonales, confiriendo al ser humano la indignidad de una existencia (Dasein) como una personificación de cosas. Así, en lo que se refiere a la relación capital-trabajo, ‘ los trabajadores se producen a si mismos como capacidad laborante, al mismo tiempo que al capital que los enfrenta’. Al mismo tiempo ‘el capitalista se reproduce a sí mismo como capital del mismo modo que la capacidad viviente del trabajo que lo enfrenta’ (Marx,1973,p.458). ‘Cada uno se reproduce a sí mismo, reproduciendo al otro, como su negación. El capitalista produce al trabajo como algo ajeno; el trabajo produce el producto como algo ajeno’ (id)

Una vez que se da por garantizada la separación lógica, ej., cuando su presupuesto constitutivo es sólo asumido como un pasado histórico, la lógica de la separación puede ser entendida solamente en términos del fetiche constitutivo del capital como el sujeto que estructura las acciones de los agentes humanos. Las visiones ortodoxas se alimentan de esta separación entre la estructura (capitalista y la agencia (humana) . Como lo señalara Horkheimer (1985,p.246), la separación del "génesis" con respecto a "la existencia" constituye el punto ciego del pensamiento dogmático. Esto no significa, sin embargo, que las aproximaciones ortodoxas no provean un análisis del valor. Pero lo hacen sólo en términos del trabajo como una agencia humana, y en términos de valor como trabajo encarnado. Esta teoría del valor solamente muestra que "el desarrollo del trabajo social produce un proceso de acumulación de valor o una compleja norma de distribución" (Negri, 1992, p.70). Desde este punto de vista, la existencia perversa de relaciones humanas como relaciones entre cosas se asume en la práctica como verdadera y entonces la fuerza dirigente del desarrollo capitalista se viene a ver en el propio capital. Tales ofertas analíticas solamente confirman que el "mito" no es sólo la condición sólo para tiempos anteriores, sino que continúa ejerciendo su poder sobre el pensamiento. De ahí la insistencia de Marx en torno a la demistificación: Ni las naciones, ni la historia ni el capital hacen las guerras. "La historia no hace nada, no posee "grandes riquezas", no "libra batallas"! Es el Hombre, esrto es el Hombre viviente el que hace todo eso, el que posee y lucha, no es la Historia la que usa al hombre para perseguir sus fines, como si fuera una persona aparte. La Historia no es nada más que la actividad del Hombre persiguiendo sus fines" (Marx/Engels, 1980,p.98). La crítica de Marx al fetichismo es fundamentalmente una crítica a presupuestos no reflexionados: muestra la necesidad de las formas capitalistas a la luz de su constitución social. En pocas palabras, y como lo señalara Marcuse, "la constitución del mundo se da a las espaldas de los individuos, pero aún así es su propia obra". (1988,p.151)

Sin un entendimiento de la constitución social del mundo pervertido del capital, no podrá haber una crítica del capital sin exponerlo a mismo tiempo como realizando una función económica útil. Esto, entonces conduce a ver al capital como "el sujeto" que encarna la lógica de una estructura abstracta de mercado cuya realidad empírica es mediada por la lucha de clases y otras fuerzas sociales (Jessop, 1991). Contra esta racionalización teórica del capital como una fuerza extra-humana, es sólo sobre la base de una comprensión de la lógica de la separación que una crítica del capital puede ser propuesta: esta crítica se despliega hacía una comprensión de la explotación capitalista y de la acumulación como una forma constituída y "enfatiza esta constitución y marca la singularidad y la dinámica del antagonismo que se comprende en la ley del trabajo" (Negri,1992,p.70). La relación del capital es el producto histórico de la alineación de sí mismo que tiene el trabajo. El capital "es la forma asumida por las condiciones del trabajo" (Marx, 1972,p.492) y la existencia del capital descansa no justamente en la explotación del trabajo sino, más bien, en la continua acumulación de capital a través de la progresiva explotación del trabajo (véase Marx, 1983, p. 555). El "poder natural" del trabajo para mantener el valor y crear nuevo valor (Id. P.568) es dirigido por el capital en el proceso de producción que es, al mismo tiempo, el proceso de consumo del trabajo viviente.

"Es elñ trabajador el que constantemente produce riqueza material objetiva, pero en la forma de capital, en la forma de un poder extraño que domina y explota (al trabajador) : y el capitalista como constantemente produce poder-trabajo, pero en la forma de una fuente subjetiva de riqueza, separada de los objetos en los que y por los que él solo puede realizarse; en suma, él procesa al trabajador, pero como trabajador-asalariado. Esta reproducción incesante, esta perpetuación del trabajador, es el sine qua non de la producción capitalista " (id. Pp. 535-36). De ahí, la afirmación de que la acumulación capitalista no está basada justamente en los resultados de la acumulación primitiva, sino más bien, que la acumulación primitiva es el presupuesto del antagonismo de clases entre el capital y el trabajo. Como Marx lo señala, la acumulación capitalista " solamente presenta como un proceso continuo lo que en la acumulación primitiva aparece como un proceso histórico distinto, como el proceso de la emergencia del capital" (Marx, 1972,p.272, véase también Marx, 1983, p.688). No podría haber acumulación capitalista sin la reproducción del trabajo como "trabajo libre-desobjetivado" (Marx, 1973, p.507). La constitución social de los derechos de propiedad capitalista es el divorcio del trabajo con relación a sus medios, el trabajo "privado de objeto bajo el mando del capital" (id. P.508)

El supuesto de la reproducción social capitalista es la libertad del trabajo con respecto a su condición; este supuesto in-forma y da forma al movimiento real de las relaciones sociales capitalistas. El capital. "fanáticamente inclinado en hacer que el valor se expanda a sí mismo (id. P.555) no puede hacer otra cosa que intensificar la división del trabajo para aumentar su poder productivo. No hay duda alguna que la subdivisión del trabajo es el asesinato de un pueblo" (Uquhart, citado en Marx, 1983, p.343); y así solamente consolida la separación "original" del trabajo con sus condiciones a través de mayores y mayores fragmentaciones del proceso social del trabajo, desmembrando al Hombre (Mensch) (Marx, 1977, p.155).

Aún así, por muy fragmentado que esté el trabajo social, dividido y subdividido, la cooperación humana sigue siendo "la forma fundamental del modo capitalista de producción" (Marx,1983,p.317). Esta cooperación existe contra sí misma en la forma mercancía que integra "el asesinato del pueblo" con las formas respetuosas de las relaciones de intercambio libres e iguales.

El trabajo " es y permanece siendo el supuesto del capital" (marx, 1973,p.399). El capital no puede librarse del trabajo, depende de la imposición del trabajo necesario, el otro lado constituyente del trabajo excedente, a las clases trabajadoras del mundo.. Tiene que proponer el trabajo necesario al mismo tiempo que lo reduce al máximo a fin de aumentar la plusvalía. Esta reducción desarrolla el poder productivo del trabajo y, al mismo tiempo, la posibilidad real para un reino de libertad. Dentro de la sociedad capitalista, esta contradicción sólo puede contenerse por la fuerza (Gewalt), incluyendo no sólo la destrucción de las capacidades productivas, el desempleo, el empeoramiento de las condiciones de vida, la extensión de la pobreza, sino también la destrucción de la vida humana en la guerra, el desastre ecológico, el hambre, la quema de tierras, el envenenamiento de las aguas, la devastación de las comunidades, la producción de bebés para el mercado, el uso del cuerpo humano como una mercancía a ser cambiada o destazada, la industrialización de la producción humana a través de la clonación, etc. La existencia del Hombre como un ser degradado, explotado, rebajado, despreciado, olvidado, esclavizado, indica que la produccoión capitaluista no es producción para humanos—es producción por medio de humanos. En otras palabras, la forma del valor no es justamente sólo una abstracción del individuo socialo real. Es una abstracción que es "verdadera en la práctica" ( Marx, 1973,p.105). La reducción universal de todas las prácticas sociales humanas a una sola, una forma abstracta de trabajo, desde el campo de batalla al laboratorio de clonaciones, indica que la separación que comenzó con la acumulación primitiva aparece ahora en la determinación biotécnica para expropiar a los seres humanos. El capitalismo ha recorrido un largo camino. Indiferente a la vida, "se satisfizo con nada más que expropiando un número excesivo de horas de trabajo" (Dalla Costa, 1995ª, p.21) . Ahora está dedicado a la producción de trabajadores-humanos.

Conclusión

A través de este ensayo se ha sostenido que la acumulación primitiva es una acumulación en constante reproducción, sea en términos de una separación renovada de nuevas poblaciones con respecto a los medios de producción y de subsistencia, o en términos de la reproducción de la relación salarial en las relaciones "establecidas" del capital. La primera mira a llevar nuevos trabajadores al mando del capital (Della Costa, 1995ª,b: Caffentzis,1995) y la última, a contenerlos allí como categprías "liberadas" de sus condiciones.

La lucha por la autonomía humana y por la autodeterminación entraña la transformación de los medios de producción en medios de emancipación. La sociedad de "los libres e iguales" (ver Agnoli, 2000) o "el modo de producción de los productores asociados" (ver Godelier,2000), no puede alcanzarse a través de una política a espaldas de la clase obrera. Como Marx (1983, p 447) lo señaló " ser un trabajador productivo ...no es un pedacito de suerte, sino una desgracia". Las teorías que dan la espalda a la clase obrera llevan a la aceptación de programas y etiquetas cuya base común es la religión de todos los días de la sociedad burguesa: el fetichismo de la mercancía. La emancipación de los trabajadores sólo puede ser obra de los mismos trabajadores, y esto significa el fin de la clase trabajadora como una clase social. La emancipación significa emancipación humana. El comunismo entraña el fin de las clases, una sociedad sin clases. La emancipación de la clase obrera significa entonces que el Hombre "reconoce y organiza sus propias fuerzas" como fuerzas sociales, y de este modo ya no separa las fuerzas sociales de sí en la forma "de fuerzas políticas" y de fuerzas materiales. (Marx,1964,p.370). Marx vio esta nueva forma de sociedad anticipada en "la comunidad de proletarios revolucionarios, que extiende su propio control sobre las condiciones de su propia existencia y en las de todos los miembros de la sociedad. Es como individuos que los individuos participan en ella. Es exactamente esta combinación de individuos (suponiendo, por supuesto, un estadio avanzado de las nmodernas fuerzas productivas) lo que establece las condiciones para el libre desarrollo y el movimiento de los individuos bajo su control—condiciones que anteriormente se abandonaban a la casualidad y que habían ganado una existencia independiente por encima y en contra de los individuos separados, precisamente por esa separación entre individuos" (Marx y Engels,1962,p.74).

En resumen, Para los humanos, el establecimiento de relaciones entre ellos mismos, no como individuos separados cuya existencia social se hace manifiesta a sus espaldas a través de la forma mercancía, sino el establecimiento de esas relaciones como individuos sociales, como dignidades humanas que tienen el control sobre sus condiciones sociales, debe abolirse el control económico del capital sobre el hombre, de modo "que la reproducción social del hombre sea acontrolada por él mismo (véase Marx, 1983,p.85).

Parafraseando a Adorno (1975,p.44), el pleno empleo cobra sentido en una sociedad en donde ya el trabajo no es la medida de todas las cosas. Entonces, en otras palabras, la teoría del valor trabajo supone la separación de la práctica humana con respecto a sus condiciones. Es esta suposición la que constituye la explotación capitalista sobre el trabajo y es esta suposición la que la lucha por la emancipación humana debe colocar en el museo de las antigüedades. La cooperación humana ha de liberarse de su lazo antagónico con el capital. En el capitalismo la cooperación es una fuerza productiva contradictoria. "No solamente tenemos aquí un crecimiento del poder productivo del individuo, por medio de la cooperación, sino también la creación de un nuevo poder, esto es, el poder coloectivo de las masas" (Marx, 1983,p.309). Se da, por supuesto, el caso que la crítica de la economía política puede hacerse manifiesta en la práctica sólo cuando es aprehendida por las masas; cuando, en otras palabras, las masas asumen la comprensión de que es su propio trabajo, su práctica social, lo que produce el mundo que las oprime (véase Marx, 1975,p.182). Este mundo es un mundo de separación, de trabajo "sin-objeto". Lo que se necesita superar, entonces, es la alineación de la práctica social humana de sus condiciones. Es la alineación lo que constituye la relación entre el trabajo asalariado y el capital.

Bibliografía