Globalización: Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura


Noviembre de 2022

Conozca la nueva moneda de reserva global basada en el oro y recursos
Pepe Escobar


Se está formando una nueva realidad: el mundo unipolar se está convirtiendo irrevocablemente en una cosa del pasado, uno multipolar está tomando forma. Un nuevo sistema mundial.


Era algo digno de contemplar. Dmitri Medvedev, ex presidente ruso, atlantista impenitente, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, decidió desconectarse por completo (de Occidente) en un arrebato combativo al estilo de un misil hipersónico Khinzal, que provocó una conmoción y un asombro palpables en toda la OTAN.

Medvedev dijo que las “infernales” sanciones occidentales no solo no han logrado paralizar a Rusia, sino que están “volviendo a Occidente como un boomerang”. La confianza en las monedas de reserva se está “desvaneciendo como la niebla de la mañana”, y el abandono del dólar estadounidense y el euro ya no es poco realista: “Se acerca la era de las monedas regionales”, dijo.

Un nuevo orden financiero

Después de todo, agregó, “lo quieran o no, tendrán que negociar un nuevo orden financiero (…) Y la voz decisiva será entonces la de aquellos países que tienen una economía fuerte y avanzada, finanzas públicas sanas y un sistema monetario confiable”.

Medvedev transmitió su sucinto análisis incluso antes del Día D —el jueves 31 de marzo como la fecha límite, establecida por el presidente Putin, después de la cual los pagos por el gas ruso por parte de “naciones hostiles” solo se aceptarán en rublos.

Quebrando el G7 del Hegmón

El G7, como era de esperar, había adoptado una pose (colectiva): Nosotros no pagaremos (en rublos). El “nosotros” significa los 4 que no son grandes importadores de gas ruso. “Nosotros”, además, significa el Imperio de las Mentiras (dixit Paul Craig Roberts) dictando las reglas. En cuanto a los 3 que estarán en una situación desesperada, no solo son importantes importadores, sino que también son los perdedores de la Segunda Guerra Mundial: Alemania, Italia y Japón, territorios aún ocupados de facto (por el Hegemón). La historia tiene la costumbre de jugar trucos pervertidos.

Pero la negativa no duró mucho. Alemania fue la primera en quebrarse, incluso antes de que los industriales, del Ruhr a Baviera, organizaran una revuelta masiva. Scholz, el insignificante canciller, llamó a Putin, quien tuvo que explicar lo obvio: los pagos se están convirtiendo en rublos porque la UE congeló las reservas de divisas de Rusia, en una crasa violación del derecho internacional.

Las nuevas reglas de Eurasia

Con paciencia taoísta, Putin también expresó su esperanza de que esto no represente un deterioro en los términos del contrato para los importadores europeos. Los expertos rusos y alemanes deberían sentarse juntos y discutir los nuevos términos.

Moscú está trabajando en un conjunto de documentos que definen el nuevo acuerdo. Esencialmente, la explicación es simple, sino hay pagos rublos, no hay gas. Los contratos se vuelven nulos y sin efecto una vez que violas la confianza. EE.UU. y la UE rompieron ilegalmente los acuerdos vinculantes con sanciones unilaterales y, además, confiscaron las reservas de divisas de una nación —nuclear— del G20.

Las sanciones unilaterales hicieron que los dólares y los euros no tuvieran ningún valor para Rusia. Los ataques de histeria no son suficientes: esto se resolverá, pero bajo los términos de Rusia. El Ministerio de Relaciones Exteriores ya había advertido que la negativa a pagar el gas en rublos, conduciría a una grave crisis global de impagos y quiebras en serie a nivel mundial, una reacción en cadena infernal de transacciones bloqueadas, congelamiento de activos colaterales y cierres de líneas de crédito.

El tiempo de las decisiones

Lo que sucederá a continuación es parcialmente predecible. Las empresas de la UE recibirán el nuevo conjunto de normas. Tendrán tiempo para examinar los documentos y tomar una decisión. Aquellos que digan “no” quedarán automáticamente excluidos de recibir envíos directos de gas ruso, incluidas todas las consecuencias político-económicas.

Habrá algún compromiso, por supuesto. Por ejemplo, bastantes naciones de la UE aceptarán usar rublos y aumentar sus adquisiciones de gas para poder revender el excedente a sus vecinos y obtener ganancias. Y algunos también pueden decidir comprar gas en las bolsas mercantiles de energía.

Así que Rusia no está imponiendo un ultimátum a nadie. Todo llevará tiempo, un proceso continuo. Con algo de acción lateral también. La Duma está contemplando la extensión del pago en rublos a otros productos esenciales, como el petróleo, metales, madera, trigo. Dependerá de la voracidad colectiva de los chihuahuas de la UE. Todo el mundo sabe que su histeria puede traducirse en una ruptura colosal de las cadenas de suministro en todo Occidente.

Adiós a los oligarcas rusos

Si bien las clases dominantes atlantistas se han vuelto totalmente desquiciadas, aún siguen enfocadas en luchar hasta el último europeo para extraer cualquier riqueza palpable restante de la UE, Rusia está jugando con calma. De hecho, Moscú ha sido bastante indulgente, blandiendo el espectro de cortar el gas en la primavera en lugar del invierno.

El Banco Central de Rusia nacionalizó los ingresos en divisas de todos los principales exportadores. No hubo incumplimiento. El rublo sigue subiendo, y ahora ha vuelto aproximadamente al mismo nivel que tenía antes de la Operación Z. Rusia sigue siendo autosuficiente en cuanto a los alimentos. La histeria estadounidense sobre la Rusia “aislada” es risible. Todos los actores importantes en Eurasia —sin mencionar los otros 4 BRICS y prácticamente todo el Sur Global— no demonizaron ni sancionaron a Rusia.

El casus belli de Putin en Ucrania

Como bono adicional, es posible que el último oligarca capaz de influir en Moscú, Anatoly Chubais, se haya ido. Llámelo otro trascendental engaño histórico: la histeria de las sanciones occidentales desmembró de facto a la oligarquía rusa, el proyecto favorito de Putin desde el 2000. Lo que eso implica es el fortalecimiento del estado ruso y la consolidación de la sociedad rusa.

Todavía no tenemos todos los hechos, pero se puede argumentar que, después de años de evaluación cuidadosa, Putin optó ir por todo y romperle la espalda de Occidente, usando esa trifecta (un ataque relámpago inminente en Donbass; los laboratorios de armas biológicas de EE.UU.; y Ucrania trabajando en armas nucleares) como su casus belli.

Una jugada prevista y calculada

El congelamiento de las reservas de divisas tenía que haber sido prevista, sobre todo porque el Banco Central Ruso había estado aumentando sus reservas de bonos del Tesoro de EE.UU. desde noviembre del año pasado. Luego está la seria posibilidad de que Moscú pueda acceder a reservas extranjeras “secretas” en el extranjero, una matriz compleja construida con la ayuda interna de China.

El cambio repentino de dólares/euros a rublos (por la compra del gas) fue una llave de judo geoeconómico de nivel olímpico. Putin incitó al Occidente colectivo a desatar su demente e histérico ataque sancionador, que se volvió contra el oponente con un solo movimiento rápido.

Del Rublo-Gas al Rublo-Oro

Y ahora todos estamos tratando de absorber tantos desarrollos sincronizados que cambian el juego (como un juego de ajedrez simultáneo en 6 planos sobre un Cubo de Rubick), luego de la militarización de los activos en dólares: la rupia-rublo con la India, el petroyuan saudita, las tarjetas Mir-UnionPay con la misma insignia emitidas por los bancos rusos, la alternativa SWIFT de Rusia-Irán, el proyecto de EAEU-China de un sistema monetario/financiero independiente.
Sin mencionar el golpe maestro del Banco Central Ruso, vinculando 1 gramo de oro a 5,000 rublos, que ya rondan los $60, y subiendo.

Junto con No Rubles No Gas, lo que tenemos aquí es energía vinculada de facto al oro. Los chihuahuas de la UE y la colonia japonesa necesitarán comprar muchos rublos en oro o comprar mucho oro para tener su gas. Y se pone mejor. Rusia puede volver a vincular el rublo al oro en un futuro próximo. Podría llegar a 2000 rublos, 1000 rublos, incluso 500 rublos por un gramo de oro.

El tiempo de ser soberanos

El Santo Grial en las discusiones en evolución sobre un mundo multipolar, desde las cumbres del BRICS en la década del 2000 con Putin, Hu Jintao y Lula, siempre ha sido cómo eludir la hegemonía del dólar. Ahora está justo frente a todo el Sur Global, como una aparición benigna con la sonrisa de un gato de Cheshire: el rublo dorado, o el rublo respaldado por exportaciones de petróleo, gas, minerales y materias primas.

El Banco Central Ruso, a diferencia de la Fed, no practica la QE (Emisión Cuantitativa, que es la emisión de billones de dólares creados de la nada) y no exportará su inflación tóxica al resto del planeta (como lo ha hecho EE.UU. desde 1974). La Armada rusa no solo asegura todas las líneas marítimas rusas, sino que los submarinos nucleares rusos son capaces de aparecer en todo el planeta sin previo aviso.

El “poder naval continental”

Rusia está muy, muy por delante implementando ya el concepto de “poder naval continental”. En diciembre del 2015, el teatro sirio fue el punto de inflexión estratégico. La cuarta división de submarinos con base en el Mar Negro es la estrella del espectáculo.

Ahora las flotas navales rusas pueden emplear misiles Kalibr en un espacio que comprende Europa del Este, Asia Occidental y Asia Central. El Mar Caspio y el Mar Negro, unidos por el canal Don-Volga, ofrecen un espacio de maniobra comparable al Mediterráneo Oriental y el Golfo Pérsico combinados, 6,000 km de longitud. Y ni siquiera necesitas acceder a aguas cálidas.

Eso cubre alrededor de 30 naciones: la tradicional esfera de influencia rusa; fronteras históricas del imperio ruso; y esferas actuales de rivalidad política/energética.

No es de extrañar por qué los residentes del Beltway, en el D.C., están locos.

Rusia garantiza el envío a través de Asia, el Ártico y Europa, junto con la red ferroviaria BRI en toda Eurasia.
Y por último, pero no menos importante, no te metas con un oso nuclear.

El advenimiento de una nueva era

Esencialmente, de esto es lo que se trata la política del poder incondicional. Medvedev no se jactaba cuando dijo que la era de una moneda de reserva única había terminado. El advenimiento de una moneda de reserva global basada en recursos significa, en pocas palabras, que el 13% del planeta ya no dominará al otro 87%.

Es la OTAN vs. Eurasia redux. Guerra Fría 2.0, 3.0, 4.0 e incluso 5.0. No importa. Todas las naciones del antiguo Movimiento de Países No Alineados (MNA) ven en qué dirección soplan los vientos geopolíticos y geoeconómicos: el momento de afirmar su soberanía real está cerca cuando el “orden internacional basado en reglas” muerda el polvo.

Un nuevo sistema mundial

Bienvenidos al nacimiento del nuevo sistema mundial. El Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, en China, después de reunirse con varios homólogos de toda Eurasia, no podría haberlo descrito mejor:

“Se está formando una nueva realidad: el mundo unipolar se está convirtiendo irrevocablemente en una cosa del pasado, se está formando uno multipolar. Es un proceso objetivo. Es imparable. En esta realidad ‘gobernará’ más de un poder, será necesario negociar entre todos los estados clave que hoy tienen una influencia decisiva en la economía y la política mundial. Al mismo tiempo, al darse cuenta de su situación especial, estos países garantizan el cumplimiento de los principios básicos de la Carta de la ONU, incluido el fundamental: la igualdad soberana de los estados. Nadie en esta Tierra debe ser visto como un jugador menor. Todos son iguales y soberanos”.

Pepe Escobar es un analista geopolítico independiente, escritor y periodista. Escribe para Asia Times Online, y trabajó como analista para RT, Sputnik News y Press TV. Anteriormente trabajó para Al Jazeera.

Fuente: https://thesaker.is/meet-the-new-resource-based-global-reserve-currency/
Traducción: A. Mondragón


https://elnuevosistemamundo.org/conozca-la-nueva-moneda-de-reserva-global-basada-en-el-oro-y-recursos/

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