Globalización: Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura


Junio de 2022

CAMINOS Y EXTRAVÍOS DE LA CONCIENCIA
Walter Ritter Ortiz


Sección de Bioclimatología, Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito Exterior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacán, México, D. F.
email: walter@atmosfera.unam.mx

INTRODUCCIÓN

La consciencia es en la actualidad uno de los principales temas de estudio y objeto de curiosidad general. La consciencia de manera directa proporciona y permite que la mente al hacer, descubra que sean posibles las experiencias mentales, del placer al dolor, junto con todo lo que percibimos, memorizamos, rememoramos y manipulamos cuando describimos nuestro entorno y nuestro interior, durante el proceso de observar, pensar y razonar. Nada puede conocerse sin la presencia de la consciencia, nos dice Antonio Damasio. Y fue indispensable en la aparición de las culturas y contribuyó a cambiar el rumbo de la historia humana, pero al mismo tiempo, es fácil exagerar la dificultad de entender cómo surge, convirtiéndola en un misterio inescrutable.

Por definición la ciencia es objetiva, pero en la definición de la conciencia / consciencia se admite que es subjetiva; por lo tanto no puede haber una ciencia de la conciencia / consciencia. La consciencia no es un tema conveniente para la investigación científica, debido a que ha sido muy mal definida. Y en el mejor de los casos, el concepto de conciencia es confuso y en el peor ¡Místico!, nos dice Michel Jouvet. La vigilia es sobre todo la condición principal de la toma de conciencia y se aplica tanto al cuerpo como a la mente, consecuentemente esos centros tienen una relación con los sentidos del olfato, gusto, vista, oído y tacto, así como de la locomoción, prensión, excreción, procreación y habla. Donde la mente, la razón y el pensamiento tienen moradas en el cerebro, pero las emociones o las acciones no tienen una localización.

El comienzo del concepto de conciencia se da inicio con John Locke y termina con Karl Popper Y a ello se debe que ese dominio, pertenezca sobre todo a los filósofos o a los psicólogos, y a sus ideas frecuentemente oscuras. Y según el sabio Salomón, ciencia sin conciencia no es sino la ruina del alma. Andrés Vesalio, eliminó de una vez por todas, la idea de que el corazón es un monarca soberano para poner en su lugar el cerebro que gobierna todo, incluso nuestras ideas. Sin él, el concepto de conciencia habría tenido quizá más dificultades para establecerse. René Descartes, según Jouvet, utilizó poco el concepto de conciencia pero su definición de pensamiento, “Como una conciencia de las operaciones que se producen en nosotros”, y su máxima famosa de “Pienso luego existo”. En sus meditaciones metafísicas, escribió, “Cuando yo considero mi espíritu, es decir a mi mismo en cuanto que soy sólo una cosa que piensa, no puedo distinguir allí partes algunas, sino que me concibo como una cosa única y entera.

¿Qué es la conciencia? Uno de los motivos por lo que cuesta definirla es que la conciencia somos nosotros mismos y hay que observarla como si fuera “otro nosotros”. La mejor forma de comprender la conciencia es mediante la experiencia, en lugar de mediante la definición. ¿Qué significa decir soy consciente? Significa decir que mi mente está en posesión de un conocimiento que espontáneamente me identifica como su propietario y se refiere a mi mismo, a mi cuerpo del cual estoy informado, a través de lo que siento.

¿Sabes que podrías no haber existido, pero has existido. Y es lo último por lo que damos las gracias? Hay algo que no somos capaces de apreciar del mundo y que es lo más primordial y, es de hecho desconcertante y extraordinario que tales cosas existan, como la de que haya algo en lugar de nada. Y es por esto que la mayoría de científicos y filósofos dedican su vida a analizar cómo son las cosas, que tipo de elementos existen, de donde vienen y como se relacionan entre ellos. Pero lo más asombroso es, de qué se nos ha olvidado asombrarnos de que las cosas existan y de que haya un mundo a nuestro alrededor y, el hecho de que exista el Ser, es la cruda realidad con la cual tropezamos constantemente y de que casi siempre se nos pasa por alto.

Heidegger analiza los elementos más básicos de la existencia; aquellos que apenas notamos de lo familiares que nos resultan y debamos extraerlos para que los inspeccionemos. Y es de hecho desconcertante y extraordinario, lo que nos sucede a diario. Y es Nietzsche, quién nos dice que hay un menosprecio hipócrita en todas las cosas y que de hecho,, consideran los hombres como las más imprescindibles de todas las cosas. La gran estimación de las cosas importantes casi nunca es por completo cierta y aunque nos hayan acostumbrado a un lenguaje hipócritamente exagerado, no han logrado cambiar el sentimiento que no atribuye a estas cosas importantes. tanta relevancia como a esas cosas desestimadas. Y de esta doble hipótesis, se desprende una mortificante consecuencia y, es la de que de las cosas más inmediatas, no son un objeto de estudio sino que teniéndolas por vergonzosa. Se prescinde de su aplicación intelectual, pero que de un lado la costumbre y la ligereza, vencen el elemento no considerado alcanzando y un triunfo fácil. Mientras por otro lado, nuestras continuas infracciones de las leyes más sencillas, nos llevan a todos a una esclavitud y dependencia; es decir, a esa dependencia en el fondo superflua, cuya presión se realiza siempre sobre la sociedad entera. Y de todos modos, hemos de confesar que las cosas más inmediatas, están mal consideradas y mal estudiadas por la mayor parte de la gente, pero de esta falta derivan casi todos los vicios de los individuos. Y el hecho de no saber lo que nos es negativo, en el orden de la existencia y en elección de nuestras relaciones, como en el mando y en la obediencia, en las sensaciones de la naturaleza y el arte y, en el reflexionar.

La sabiduría de la vida consiste en eliminar lo que no es esencial, nos dice Lin Yutang. Y el Esencialismo, según Greg Mckeown, consiste en invertir de la manera más inteligente posible, el tiempo y la energía, para dar nuestra mayor contribución al hacer sólo lo que es esencial. Y es un enfoque disciplinado, sistemático para determinar dónde se encuentra nuestro punto de contribución más alto y luego, ejecutar esas cosas sin esfuerzo, distinguiendo las muchas cosas triviales de las pocas vitales, ya que lo que nos hace humanos, es nuestra capacidad de elección, sabiendo que la mayor parte de cuanto existe en el universo, tiene poco valor y produce pocos resultados. Por otro lado, pocas cosas funcionan maravillosamente bien y tienen un enorme impacto, ya que la estrategia es tomar decisiones, hacer concesiones y elegir ser diferente de manera deliberada. Pero también tener cuidado con la esterilidad de una vida muy ocupada, como nos dice Sócrates. Y, nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos, pensantes y comprometidos, puede cambiar el mundo y, de hecho son los únicos que lo han logrado, como argumenta Margaret Mead.

Muchas personas están ajetreadas con actividades que ni quieren ni disfrutan. Cada día, dicen, que la carencia en su vida los asusta: carencia de dinero, de amor y de salud. Se sienten frustrados porque están muy ocupados y tan carentes de lo que realmente quieren. ¿Qué clase de vida es esa? Y la mejor manera de prepararse para el mañana, es hacer que la conciencia presente sea serena y armoniosa. Las demás cosas buenas seguirán después. Y, nadie puede darnos sino nosotros mismos, nadie puede robarnos sino nosotros mismos y, solo hay un rincón del universo en que puedes estar seguro de mejorar, que es tu propio Yo, donde lo que pensamos, constituye la base de nuestras experiencias en la vida; puedes obtener lo que quieras y decidas y, sólo te detienen tus creencias y tus juicios. Y si eliminamos el miedo de nuestra vida, entonces todas las cosas se vuelven posibles. ¿Amas la vida? Pues entonces no desperdicies el tiempo, que de él está hecha la vida.

No es suficiente poseer una buena mente, lo principal es saber usarla bien. Y si queremos un mundo de paz y de justicia, hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor, pensar como ser de acción y actuar como ser pensante. La firmeza de voluntad es el secreto para construir grandes proyectos y con esto, comenzamos por dominarnos a nosotros mismos, que es la primera condición para el éxito en cualquier empresa; donde hay quienes luchan por muchos años y son muy buenos en resultados. Pero hay los que luchan toda su vida y esos, son los imprescindibles.

Un pensamiento es una sustancia concreta, que produce resultados concretos y, afecta nuestra mente y cuerpo de maneras muy específicas. Y aún donde muchos creen que son cosas triviales y que no tienen ningún efecto en nuestra vida, pero lo cierto es que nuestra mente tiene la capacidad de crear aquella realidad representada o imaginada por cada uno de nuestros pensamientos. Pero no busques disfrutar de los placeres mentales al adquirir conocimiento, gratificar toda ambición o superar a otros o ser famoso, ya que todo esto es parte legitima de la vida. Sin embargo, la persona que vive en exclusiva para los placeres del intelecto, sin más tendrá sólo una vida parcial y nunca estará satisfecha por completo. Hacer lo más que puedas de ti mismo, para ti mismo y para otros y, así lograrás ayudar mucho más a otros desarrollando al máximo tus talentos, donde tu función es crear, no competir por lo que ya está creado. Y, no tienes porqué engañar o tomar ventaja sobre nadie.

Ser ignorante en las cosas más mezquinas y más ordinarias, es lo que hace de la tierra para muchas personas, un campo de perdición. Y no se argumenta como siempre, de falta de juicio entre los hombres, sino por el contrario, hay entendimiento suficiente pero está conducida en una dirección falsa y desviada de cosas triviales o inmediatas. Y las manifestaciones de la incertidumbre, se tratan de superar, con planteamientos que se acercan más a lo espiritual, intentando así encontrar un sentido trascendente a nuestra compleja existencia.

Y según Andrés Pascual y Kant, nos dicen que nuestro conocimiento comienza con la experiencia, por medio de objetos que hieren nuestros sentidos y provocan representaciones y, ponen en movimiento nuestra capacidad intelectual para compararlos, enlazarlos o separarlos y, elaborar así, con las impresiones sensibles, un conocimiento de los objetos.

Podemos ver que nuestras prioridades están mal organizadas, ya que lo que admitimos como “Más Importante”, es en nuestras vidas, desatendido. Y lo que declaramos como “Superficial”, ocupa la mayor parte de nuestro tiempo, energía, atención y vida. Y a menos de que nos hagamos plena y completamente conscientes de este error, no existirá para nosotros la ‘posibilidad real de encontrar felicidad, bienestar y paz duradera’, como nos dice Dilvar.

Hemos sido persuadidos, hipnotizados y estamos totalmente convencidos de que la felicidad, el bienestar y la paz, vienen de factores externos, donde la vida nos demuestra, una y otra vez, que tiene la curiosa cualidad de ser impredecible, incierta e incontrolable. Y qué es lo que permea la forma en la que vemos el mundo y a nosotros mismos y donde el 99.9% de las veces las cosas son como son y, no como queremos que sean. Y si nuestro bienestar se basa en las circunstancias externas, la desilusión y la frustración están aseguradas. El cambio que buscamos no es externo sino interno, donde la felicidad y la paz, se dan cuando adquirimos una serie de habilidades que nos ponen en contacto con el Ser.

Y donde el conocimiento, es una función del Ser y, así cuando hay un cambio en el Ser, hay un cambio correspondiente en la naturaleza. Y la misma cuantía del conocimiento y toda la historia de la meditación del hombre sobre el hombre y, donde sabe que él es el objeto más digno de estudio, pero no se atreve a tratarlo como un TODO a investigar, su ser y sentido auténticos, con una resignación de poder estudiar todas las cosas del cielo y de la tierra, menos a sí mismos, al considerar al hombre como dividido en secciones y donde cada una de las partes se podrá estudiar en la forma menos problemática, menos exigente y menos comprometedora. Y entre todas las ciencias humanas, la del hombre es la más digna de él, pero sin embargo, no es tal ciencia entre todas las que poseemos y, la mayoría de los hombres la descuidan por completo o menos aún, la cultivan con éxito.

El exclusivismo de esta renovación, consiste en la eliminación de todos los elementos materiales y objetivos que existen con Kant, tomando la filosofía un carácter puramente formal y metodológico. Y, qué significa una renovación de tipo Aristotélico, en la cual nos encontramos todavía y que ha conducido a ensayos de una “Metafísica Inductiva”, como las emprendidas por Hartmann, Wundt y Driesch. Y por otra parte, a una filosofía de la intuición, como la de Bergson o en la moderna “Fenomenología” de Husserl y Scheler, lo que nos ha conducido a determinar otros elementos esenciales de la filosofía. Y uno de éstos es la “Concepción del Yo” y otro, con la “Concepción del Universo”. Por lo que la filosofía es ambas cosas: Una concepción del Yo y una concepción del Universo.

Donde los aspectos principales han sido la totalidad de los objetos y el carácter Cognoscitivo, donde por totalidad, puede entenderse tanto el “mundo exterior” como el “mundo interior”; tanto en el “Macrocosmos” como en el “Microcosmos” y donde los dos elementos se insertan muy bien, ya que se complementan y se corrigen. Y donde la ciencia natural matemática, retorna al ideal del saber, donde Kepler y Galileo, se apoyan directamente en ideas de Pitágoras, Demócrito y Platón. Donde estas ideas cobran al mismo tiempo un sentido nuevo, donde aciertan a tender un puente entre lo inteligible y lo sensible. Y lo que ocurre según Ernst Cassirer, el puente que no habían sabido tender la Ciencia y la Filosofía y donde la materia como tal, aparece penetrada por la armonía de los números y dominada por las leyes de la geometría.

No existe según Cassirer, ningún conflicto entre un “mundo inferior” y un “mundo superior”, ya que el universo es uno solo, por cuanto que es y sólo es uno el Conocimiento del Universo y uno también la Matemática Universal. Podemos ver directamente cómo el nuevo ideal de la matemática Universal, va imponiéndose progresivamente en nuevos y nuevos campos del conocimiento de la realidad. Podemos decir que el mundo de los cuerpos y las formas, se halla sometido, sin limitación alguna, al imperio del pensamiento matemático y, no queda en él, ningún residuo no comprendido y, no quedan aquí “Cualidades Oscuras” sustantivas e irreductibles a los conceptos puros de magnitud y número, como señala Cassirer.

Durante mucho tiempo, los economistas y los diseñadores de políticas en el ámbito de los problemas de las naciones más pobres, contaron una historia que extorsionaba la real experiencia humana. Sus modelos se amparaban en la idea de que la calidad de vida de un país, mejoraba cuando se incrementaba su producto interno bruto o PIB, indicador que asignaba elevadas notas a países que contenían alarmantes desigualdades y donde un considerable porcentaje de la población no gozaba de los frutos de la economía nacional; sin embargo, este modelo sigue vigente, como nos señala Martha Nussbaum.

Todos los países están en vías de desarrollo y, mejorar la calidad de vida de las personas exige decisiones políticas inteligentes y la participación dedicada de muchas personas. Donde las teorías son una parte sustancial de nuestro mundo, ya que enmarcan nuestro modo de ver los problemas y, moldean nuestras apreciaciones de lo que es destacado y lo que no lo es. Y por consiguiente, decantan el debate hacia ciertas políticas que hacia otras y, son muchos los activistas sensatos e inteligentes que no consiguen tener más que una influencia poco notoria en las altas esferas del poder. Y donde las teorías dominantes están profundamente equivocadas y por lo tanto, han canalizado sus políticas de desarrollo hacia elecciones que son erróneas desde el punto de vista de los valores humanos. Y si queremos un avance en la dirección correcta, que pongan en entredicho esas teorías. Teorías que nos sirvan para dar con nuevas formulas del mundo del desarrollo y que nos indiquen un catálogo de prioridades con maneras distintas de ordenarlas y, es el “Enfoque de las Capacidades” lo que necesitamos para los acuciantes problemas y sus injustificadas desigualdades. Pero lo que no tenemos necesidad alguna es la de enfoques que oculten y acallen la discusión y la crítica, ya que la verdadera riqueza de una nación está en su gente. Y el objetivo básico del desarrollo es crear un ambiente propicio para que los seres humanos disfruten de una vida prolongada, saludable y creativa, por lo que la economía del desarrollo, necesita un nuevo enfoque teórico si pretende responder a los problemas más urgentes de la gente. Argumenta Nussbaum que las teorías del desarrollo actualmente imperante, han producido políticas que ignoran nuestras necesidades más fundamentales de dignidad y respeto personales y, nos muestra cómo podemos capacitar a las personas prestando atención a los relatos de los individuos y comprendiendo la repercusión cotidiana de las políticas implementadas, para que lleven vidas plenas y creativas.

Sin embargo, la esperanza media de su vida es absurda, terrorífica e insultantemente corta, ya que si logra llegar a los ochenta años, habrá vivido unas cuatro mil semanas, nos dice Oliver Burkeman. Y desde luego, no hay nadie que no sea consciente de que no hay tiempo para todo y de que vivimos obsesionados con nuestras tareas pendientes, sintiéndonos culpables por no estar haciendo más o, por no estar haciendo otras cosas o bien por ambas sensaciones a la vez. Todo lo cual hace que sea frustrante que se nos dé tan mal gestionar de nuestro escaso tiempo y de que nuestros esfuerzos por sacarle el máximo partido posible, no sólo no estén funcionando sino que parezcan empeorar las cosas.

El tiempo es un fenómeno extraño y es a la vez, uno de los recursos más abundantes y renovables que tenemos. Y es también gratis pero que sin embargo muchas veces nos sentimos como desposeídos de tiempo; pero si vives 86 años, tendrás más de 750,000 horas para usarlas como quieras. Doreen Virtue nos dice que parte del problema es que cada año que vivimos, se convierte en un pedazo progresivamente más pequeños del pastel de la vida, que cada año pasa más rápido porque es un porcentaje menor de tu vida; y al no vivir en el momento, en el aquí y el ahora, nos privamos de experimentar plenamente el día; también el miedo y la preocupación agotan la energía, lo que reduce aún más nuestro tiempo productivo; igualmente el dinero puede ser un factor importante en la creación de esas emociones. Las preocupaciones y los miedos constantes sobre la falta de tiempo, drenan la energía y bloquean la creatividad. Donde el frenesí acelerado y materialista de las décadas pasadas, no nos dio la salud y la felicidad que esperábamos y más del 75% de las visitas al doctor están relacionadas con el estrés y se sienten atrapados en estilos de vida demasiado estresados.

Nuestros sentidos, son las vías por medio de las cuales lo que “llevamos en el interior”, es guiado por el contacto, con el mundo exterior para el conocimiento de lo real. La conciencia es el fenómeno por el cual la misma existencia del universo se hace conocida y, al aceptar al hombre como un ser dual, da entrada a la existencia de un cuerpo y una consciencia espiritual. Considerar al hombre como un ser más allá de un cuerpo, nos habla del lado espiritual y, de cómo estamos conectados con todas las cosas del universo y cómo se puede integrar, viéndonos como seres nobles, listos para proteger al prójimo, porque todos venimos del mismo origen.

Sabemos además que los mecanismos biológicos no dependen del reino de la física cuántica; y tal vez la conciencia, sea la excepción como nos dice Roger Penrose. Y lo que el hombre llama Universo, no es el límite de la existencia, es sólo el límite de los sentidos del hombre. Más allá de éstos, existe una extensión sin límites, que nunca se podrá alcanzar completamente por medio de los sentidos, porque ellos sólo perciben un fragmento, sólo una parte. Y lo que no tiene límites, no puede estar sujeto a división y fragmentación, ya que lo ilimitado sólo se puede alcanzar mediante lo ilimitado, según comentarios del pensador oriental Osho.

En la vida, nos dice Osho, nada ocurre sin la lucha de opuestos; pero tratamos de eliminar las inconsistencias con nuestra mente y nuestros razonamientos. Nuestro razonar es un intento de hacer consistente lo que en su totalidad aparece inconsistente, ya que en la vida, todas las inconsistencias están juntas; así vida y muerte están unidas entre sí y es por eso que no se puede llegar a la verdad razonando. Las medias verdades, pueden ser siempre consistentes, pero una verdad total siempre es inconsistente, porque es una verdad total, donde el opuesto queda también incluido y, siempre que la verdad sea dicha en su plenitud y en sus múltiples significados, se habrán hecho declaraciones inconsistentes.

Para Séneca, la filosofía es un asunto fundamentalmente práctico, cuyo principal objetivo es el de encaminar a los hombres hacia la virtud, instruyéndoles el conocimiento de la naturaleza del mundo y del lugar que ocupan en él, para que sean capaces de dirigir sus vidas de acuerdo con la voluntad divina, a través del esfuerzo de obrar y pensar rectamente. El tono moral de Séneca, tiene una fuerte carga religiosa, pero pese a ello, sus enseñanzas nos harán reflexionar profundamente sobre nuestra existencia.

Séneca nos dice que la mayor parte de los hombres se queja de la naturaleza, culpándola de que nos haya creado para edad tan corta y, que el espacio que nos dio de vida corra tan veloz, que vienen a ser muy pocos aquéllos a quiénes no se les acaba en medio de las prevenciones para pasarla. Sin embargo, él agrega que el tiempo que tenemos no es corto, pero perdiendo mucho de él, hacemos que lo sea, ya que la vida es suficientemente larga para ejecutar en ella cosas grandes, si la empleáramos bien. Pero al que se le pasa en ocio y en deleites y no la ocupa en loables ejercicios, cuando le llega el último trance, conocemos que se le fue, sin que él haya entendido que estaba caminando su tiempo de vida. Y lo cierto es que la vida que se nos dio no es breve, sino que nosotros hacemos que lo sea y, que no somos pobres sino pródigos de tiempo. Larga es la vida, si la sabemos aprovechar.

¿Qué significa para un ser humano existir? Según Heidegger, nuestra existencia está ligada a nuestro tiempo limitado de vida, tanto que de hecho que los dos son sinónimos de existir, ya que para el ser humano, es existir en el tiempo, en el período que transcurre desde el nacimiento y la muerte con la certeza de que habrá un final, aunque no pueda saber cuándo se dará ese final. Pero quizá tenga más sentido decir que “Somos una cantidad limitada de tiempo” y, es lo limitado de nuestro tiempo lo que nos define. Y son los filósofos los que han estado discutiendo sobre qué se quiere decir exactamente que seamos tiempo.

Lo limitado de nuestro tiempo, no es sólo una de las cosas con las que tenemos que lidiar, sino que es lo que nos define como humanos. Y antes de preguntarme sobre lo que debería hacer con mi tiempo, debo reconocer que ya estoy sumergido en el tiempo y que es él, el que a través de mi historia de vida, me ha hecho lo que soy y, del que nunca podré escapar. Que es el río del tiempo el que me lleva hacia el futuro y supone el hecho de sacrificar infinitas potenciales alternativas, ya que al mismo tiempo que construyo mi vida, al mismo tiempo descarto la posibilidad de muchas otras y para siempre. Y, de que toda vida finita es un decir adiós a otras posibilidades. Y eso según Heidegger, es el desafío fundamental de la existencia humana, puesto que es la finitud la que define nuestra vida, por lo que debemos vivir nuestra vida en la medida que podamos, reconociendo de forma lúcida nuestras limitaciones. Y aprendemos algo, de que somos mortales y de que puedes decir que lo sabes, pero no lo sabes.

Es natural que una situación así nos parezca desafortunada, nos dice Bukerman, y de que ansiemos una versión alternativa de la existencia; pero es asombroso que se nos haya concedido para empezar, la posibilidad de existir. Y si tu vida es un tiempo prestado, tendría más sentido hablar no de tener que tomar decisiones, sino de la oportunidad de poder tomarlas; y de que cada decisión se convierte en una oportunidad para elegir entre varias posibilidades. Y deja de tener sentido que te compadezcas porque te has quedado sin todas las demás opciones, ya que lo mismo se aplica por supuesto, a toda tu vida.

Recuérdate a menudo que hay tiempo de sobra, para que tengas salud física y mental, emocional, espiritual y financiera; salud que no se deriva de luchar contra la vida, sino de relajarse con ella y, no tienes que esperar a que llegue el futuro, porque el tiempo extra no se da ahora a través de decisiones conscientes. Y recuerda, no encontramos tiempo extra; lo creamos.

En el lenguaje de cada día, se refleja nuestra forma cotidiana de ver las cosas; y son aquéllos de los elementos más básicos de la existencia, aquéllos que apenas notamos de lo familiares que nos resultan y, al extraerlos para que los inspeccionemos, de modo que a veces precisamente por eso, nos damos de cabeza con la realidad.

Charles Eisenstein, se dio cuenta de que había algo que estaba mal en el modo en que empleamos el tiempo, por lo que nos dice: Yo sabía que la vida, a la fuerza, tenía que ser algo más alegre, más real, más trascendente y el mundo, un lugar más hermoso. No deberíamos tener que levantar la mano para que nos dieran permiso para ir al baño. No deberíamos tener que estar siempre bajo techo cuando hay un bonito día. Y es aquí cuando llegamos al meollo del asunto, de que rara vez se llegan a hacer las cosas de que de verdad importan; y con el convencimiento de que la gestión del tiempo tal y como la conocemos, ha fracasado estrepitosamente y que tenemos que dejar de fingir que no es así. Y, en el creer que la persona totalmente optimizada, podrá al fin abordar las cosas que de verdad dan sentido a la vida, ya que nada de eso va a ocurrir.

La pregunta por el sentido y finalidad de la vida, nos lleva a la cuestión de qué son las necesidades humanas, donde la necesidad es algo enteramente subjetivo y es el afán de conseguir una cosa deseada con tanta ansia, que podemos llamarla necesidad y, cuya satisfacción nos procura placer, nos dice Erich Fromm.

El objetivo de la vida es crecer y desarrollarse y, el propósito de la naturaleza es el progreso y la expansión de la vida, donde todos tenemos el derecho a mejorar de acuerdo a nuestras capacidades y deseos. Contentarse con menos, es indebido. Y es natural que las personas quieran convertirse en todo lo que son capaces de ser. Este deseo es una de nuestras mayores motivaciones en la vida. Ya que el deseo no es más que una posibilidad, buscando una expresión o un buen desempeño y mientras exista un potencial sin expresión o una función no desempeñada, habrá un deseo insatisfecho. Y no hay un mayor servicio que le puedas prestar a tus seres queridos, a tu país y a la humanidad, que convertirte en lo máximo que puedas ser. Y sólo así harás uso de todos los dones que posees.

Piensa en las necesidades que se originan en la naturaleza del hombre y conducen a su desarrollo y a la realización de sí mismo. No hay felicidad puramente subjetiva, sino objetiva, normativa, como nos dice Erich Fromm. Y sólo conduce a la felicidad el cumplimiento de los deseos que están en el interés del hombre.

La duda está en si no es cierto que la norma en sí tiene validez objetiva: ¿No puede decirse que el hombre tiene una naturaleza? Y si tiene una naturaleza que podemos definir objetivamente, ¿No podremos creer que su finalidad es la misma a la de todos los seres vivientes, la de su más plena realización de sus posibilidades? Y ¿No se sigue de ello que ciertas normas son conducentes a esta finalidad, mientras que otras la obstaculizan? El fin de la vida es llegar a realizar todo tu potencial, siguiendo normas conocidas por la experiencia. Y así, aún careciendo de conocimientos teóricos sobre los motivos de que ciertas normas conduzcan al óptimo desarrollo y ejercicio del hombre.

Los sistemas nerviosos aparecieron para servir a la vida y para hacer que ésta fuera posible cuando la complejidad hizo necesario niveles elevados de coordinación funcional. También contribuyeron a generar extraordinarios fenómenos y funciones que no estaban presentes, como los sentimientos, la mente, la consciencia, el razonamiento, los lenguajes y las matemáticas. Asimismo estas innovaciones tenían como propósito el de servir a la vida, colaborando en la optimización de la regulación homeostática y disminuyeran los riesgos para el mantenimiento de la vida y, que los organismos multicelulares y multisistemas complejos requerían para subsistir.

En la historia de la vida, que condujo a nosotros, se dieron tres fases evolutivas consecutivas: la primera, por el hecho de Ser; una segunda por la capacidad de Sentir; y una tercera por el proceso de Conocer. Las tres coexisten dentro de cada ser humano y se emplean en función de sus necesidades.

Ésta es la razón por la que todos los grandes maestros de la humanidad han llegado a enseñar, esencialmente, las mismas normas, que se resumen en la necesidad de vencer la codicia, el engaño y el odio y de conseguir amor y participación, como condición para alcanzar un grado óptimo de ser. Para Erich Fromm, sacar conclusiones de las pruebas reales, aún careciendo de teorías que las expliquen, es un método perfectamente sensato y de ninguna manera Acientífica, aunque el ideal científico siga siendo descubrir qué leyes hay detrás de las pruebas.

El querer vivir, el gustarnos vivir, es cosa que no necesita explicación; pero si nos preguntamos cómo queremos vivir, qué pedimos a la vida, qué le hace tener sentido, se trata de preguntas que recibirán muchas respuestas diferentes. Pero quién se disponga a abordarlo desde la orientación al Ser, tendrá que empezar haciéndose la pregunta fundamental: ¿Para qué quiero vivir? En el hombre pasiones como el amor, el odio, el orgullo y la lealtad pueden ser más fuertes que la voluntad de vivir y, parece que la misma naturaleza o la evolución ha dado al ser viviente la voluntad de vivir. Y la mayoría probablemente diga que para ser felices, es llegar a poseer cosas; sin embargo, si entendemos por felicidad cosas tan diferentes e incompatibles, será una idea abstracta y más bien vana, nos dice Fromm, que más bien se trata de examinar lo que significa tanto para el filósofo como para el profano.

Has estado viviendo en lo irreal y tu existencia se ha desarrollado sobre lo inexistente. Careces de base, porque todo el tiempo has vivido pensando que las cosas eran de una manera y has actuado en concordancia con ello. Sin embargo, en el camino del conocimiento, debes penetrar más profundamente en ti mismo y ya es tiempo de que despiertes y te des cuenta de lo frágiles que son tus creencias. Y que lo que antes eran tus pilares de sostén son ahora sólo vestigios.

Nos sentimos atrapados en una realidad insatisfactoria y, nos creemos incapaces de hacer cambios significativos, pero en realidad no es lo que somos, lo que nos aleja de nuestros objetivos en la vida, sino lo que no creemos, que somos. Somos potencialidad pura y nuestro mundo no es más que una proyección holográfica de nuestros pensamientos y emociones dominantes; por lo que tomará lugar en tu mundo aquello que te permitas percibir y reconocer en ti y si no tienes la capacidad de reconocer la divinidad que hay en tu interior, no tendrás la capacidad de manifestarla, como lo manifiesta Soledad Maurizio.

No entiendes nada de lo que pasó, pero sientes que has perdido el tiempo y te verás como alguien dedicado a cosas fútiles. Otras cosas te importarán y otros demonios enfrentarás y otros hermanos caminarán contigo. Mira con nuevos ojos y prepárate para renacer al mundo de la realidad. Estás estancado y no fluyes y tu entorno ya no te aporta nada nuevo, así que simplemente abandona esta situación y marcha en busca de nuevos amaneceres y deja lo superfluo. Y lleva contigo sólo lo esencial, nos dice Lucas Estrella. Simplemente abandona esta situación y de seguro, encontrarás nuevos compañeros de viaje. Y en medio de la vorágine, recordarás gratos momentos y el corazón se sentirá reconfortado.

Una gran tarea te aguarda y tú vida dependerá de lo que vas a hacer. Hay una tarea delante de ti y, no prestes atención ni a tú comodidad, ni a tu pereza, ni a tu indulgencia. Y debes medir con cuidado tus próximos pasos y vigila que tu corazón esté siempre limpio, libre y liviano. Y observa si vas a donde quieres o, simplemente eres arrastrado. Y qué sentido tiene lo que estás viviendo ahora. ¿Es tu corazón aún tierno y bondadoso?

Nuestra razón sólo obra hasta el punto en que no esté sofocada por la codicia, ya que el que está preso de sus pasiones irracionales, se encuentra forzosamente a su merced, pierde la capacidad de ser objetivo y no hace más que justificarse cuando cree decir la verdad. Y es en la sociedad industrial donde se ha perdido esta idea de la liberación como finalidad de la vida o se ha mermado y tergiversado. En la sociedad industrial se ha tergiversado también el concepto de la razón, tal como ha ocurrido con el de la liberación.

Desde el comienzo del Renacimiento, el principal objeto que la razón trató de captar fue la naturaleza; y los frutos de la nueva ciencia fueron las maravillosas técnicas, por lo que el hombre dejó de ser objeto de estudio, convirtiéndose cada vez más en mero instrumento para fines económicos. Donde el obstáculo más difícil para aprender el arte de vivir sea La Gran Mentira. La que no se limita al terreno de la información humana, manifestación que penetra todas las esferas de nuestra sociedad, con productos que se fabrican para durar poco, sobrevalorados o, realmente inútiles, sino perjudiciales.

Esa publicidad, que mezcla un poco de verdad con mucha falsedad y otros muchos fenómenos sociales, forman parte de esa gran estafa, donde el valor de una mercancía se encubre con el que indican la publicidad y el nombre del productor. Pero ¿Cómo podría ser de otra manera en un sistema cuyo principio básico es que la producción se base en el máximo lucro, y no en la máxima utilidad para el hombre? Una sociedad totalmente comercializada, en la que la venalidad y el máximo beneficio, constituyen los valores centrales de todas las cosas. Y sin embargo en la esfera política sólo se ha descubierto la punta del iceberg, ya sea que se trate de Vietnam, Irak, Afganistán, Ucrania o muchas otras más.

¿Cómo puede vivir nadie sin haber sido instruido en el arte de vivir y de morir? Nos pregunta el maestro Eckhart.

Debes saber que: “Tú eres la mayor riqueza para ti mismo, y esa riqueza nadie puede quitártela, porque tú no eres lo que tienes, sino lo que eres”. Y donde la habilidad para hacer las cosas de la manera correcta, no es simplemente el resultado de tener talento, es algo natural e inherente al ser humano buscar una vida de plenitud; y esa naturaleza de la inteligencia, la de buscar la expansión de sus límites y encontrar mejores maneras de manifestarse, donde para Wallace Wattles, el universo es un ser vivo, que siempre se mueve hacia más vida y hacía un funcionamiento cada vez más perfecto, por lo que su función principal es asegurar el avance de la vida. Y debido a esto, todo lo que concierne a ella, es suministrado en abundancia.

En general, la inmensa mayoría en lo más profundo, estamos separados y divididos y, es en ese estado cuando nos equivocamos, en nuestra forma de vivir, errando en nuestra manera de interpretar y de relacionarnos con la realidad y, la creencia de que “Somos un YO separado”, es la causa subyacente que genera la aparición del resto de errores, en las diferentes áreas y dimensiones de nuestra vida. Y es la razón por la que en el mundo, hay tanto conflicto y sufrimiento. Donde podemos ver que el nivel de sufrimiento es proporcional al tamaño de tu ego, según Eckhart Tolle.

Prácticamente no existen límites acerca de la cantidad de sufrimiento que puede generar el inconsciente y, todos somos frágiles a este. Sin embargo, “Sólo tienes un YO, que es tu yo real y está más allá del bien y el mal, donde la conciencia se contempla a sí misma. Y esa es su función más básica y de esta sencilla función, puede nacer un nuevo Yo y al final, un nuevo mundo”, tal como nos dice Chopra.
Tus manifestaciones, tus problemas y tus relaciones son un reflejo de tu estado de conciencia; y no son las circunstancias sino la manera cómo las tomamos lo que determina nuestra existencia. La incompetencia emocional es uno de los factores que mayor influencia tiene en nuestras vidas y, para poder desarrollar nuestra inteligencia emocional, primero debemos conocer nuestras emociones y su finalidad.

Donde el Ego, es un mecanismo de defensa que vamos desarrollando inconscientemente para poder sobrevivir al abismo emocional que suponen los primeros años de nuestra existencia. Y cuando nos identificamos con el ego, nuestra percepción no es neutra ni objetiva, sino que es totalmente subjetiva; y es entonces cuando confundimos la realidad y, con la distorsión que hacemos de ella, es en base a las lentes egocéntricas desde donde la percibimos y nos convierte en el centro de nuestro diminuto universo.

Cuando estamos cegados por el ego, no vemos a nadie más que a nosotros mismos; y por lo que todo lo que sucede, lo tomamos como algo personal y, es imposible comprender que todo lo que necesitamos reside en nuestro interior. Y la creencia de que algo externo es la causa de nuestra felicidad, bienestar y afecto, han de venir de fuera, manteniéndonos en un estado de insatisfacción crónica, ya que no somos nosotros los que elegimos reaccionar, sino que ésta se dispara automáticamente, convirtiéndonos en esclavos de nuestras circunstancias; y convencidos de que los demás son la causa de nuestros sufrimientos y, en ningún momento asumimos nuestra responsabilidad y nunca pensamos, que la causa no tiene tanto que ver con el hecho, sino con la reacción ególatra que se desencadena frente al hecho.

Así, el ego es un disfraz con el que pretendemos conseguir que algo de fuera, resuelva nuestro conflicto interno y aplaque nuestro miedo y nuestro dolor; pero lo único que se consigue, es que nuestra vida se convierta en una farsa, representada en lo que llamamos sociedad y, lo que implicaría cuestionar los pilares sobre los que hemos construido nuestra identidad.

Así, el ego es la mente no observada que dirige nuestra vida cuando no estamos presentes como observadores y, cuando nos percibimos como un YO separado de la realidad que observamos. Por lo que ser conscientes de cómo opera, es el primer paso para salir de esta ilusión, así como de la trampa y el engaño a los que nos mantiene sometidos. Por lo que saber sus mecanismos, permite dejar de identificarnos con él y, de ahí, que sea tan importante que las cuestionemos, ya que la mayoría de ellas son erróneas y limitantes, ya que no las hemos elegido voluntariamente, ni las hemos verificado a través de nuestra experiencia. Por lo que muchas de nuestras creencias nos han sido impuestas desde nuestra infancia y al no poder adoptar una actitud crítica, fue que nos creímos todo lo que nos contaron acerca de Dios y el Universo y desarrollamos una cosmovisión, es decir, una manera de ver, comprender e interpretar y relacionarnos con el mundo. Y es Maharishy quien nos dice: “Vives prisionero en un mundo imaginario creado por tu mente”.

Somos condicionados por nuestro entorno social y por las creencias limitantes que adquirimos y, vamos construyendo una mentalidad prefabricada; y cuando nos identificamos con el ego, nuestra percepción no es neutra ni objetiva, sino totalmente subjetiva.

Jung, se dio cuenta de que lo inconsciente no está en mí, sino en nosotros. Y cuando tenemos impulsos e instintos inconscientes, éstos proceden de toda la historia de la humanidad, por lo que cada uno de nosotros, está vinculado a un “Inconsciente Colectivo”. Y el hecho de que creamos Yoes independientes y aislados es una ilusión, donde nadie puede salir del Yo Colectivo, por lo que se dice que Jung desnudó la superficie social para dejar al descubierto la dimensión oculta del “Nosotros”. Por lo que el YO que tú y yo compartimos con el resto de la humanidad, es esencial para nuestra supervivencia.

Lo inconsciente colectivo te tiene atrapado y bajo la superficie, lo inconsciente colectivo es un torbellino de impulsos, prejuicios, deseos frustrados, miedos y recuerdos que forman parte de ti, porque el “Nosotros” es tu identidad tanto como tu “Yo”. Y sabemos de hace mucho, que cuando una persona se aísla, tiene mayores riesgos de padecer una enfermedad, en comparación con las personas que tienen fuertes lazos sociales, por lo que se dice que un matrimonio feliz te da salud.

Y fue necesario descubrir las moléculas mensajeras, para demostrar que el cerebro traduce todas las emociones a un equivalente químico. Y cuando llegan a través del torrente sanguíneo, la felicidad o la tristeza se transmiten al corazón, hígado, intestinos y riñones.

La necedad, el yerro, la culpa y la codicia ocupan nuestro espíritu, trabajan nuestro cuerpo y, así como los mendigos, se nutren de miseria, nosotros nos nutrimos de los remordimientos. Nuestro pecado, nos dice Baudelaire, es terco, la contrición cobarde; nos hacemos pagar muy bien lo confesado y creyendo lavar con vil llanto las culpas, nos volvemos alegres al camino del fango. No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad. Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles.

Donde el estado de incertidumbre no es algo transitorio o una circunstancia que hemos de capear. Es un estado natural y permanente y es Andrés Pascual quien nos dice que desde el principio de los tiempos, pensadores y científicos han buscado la forma de lidiar con las tres manifestaciones de la incertidumbre: la inseguridad, el caos y el cambio. El cosmos de la matemática universal, el cosmos del orden y, la medida envuelve y agota ahora todo el conocimiento, ya que este mundo lleva en sí su propia autonomía y no necesita apoyarse en nada, ni puede reconocer otro punto de apoyo que el que en sí mismo encuentra.

Se ha descubierto que los sucesos de “Sincronicidad” ocurren con más frecuencia de lo que normalmente percibimos; y por lo tanto “El poder de la Coincidencia”, puede tener en nosotros un efecto de transformación que nos invita e incluso nos reta a estar abiertos a nuestra propia naturaleza de sincronicidad. Y según Neil Turok, con el tiempo, cada nuevo descubrimiento ha producido tecnologías que conllevan cambios de paradigma en la estructura de la sociedad; ahora nos hallamos en el umbral de otra transformación importante, la revolución cuántica inminente, que sustituirá nuestra insatisfecha era digital.

Ante este nuevo mundo, Turok llama a reinventar creativamente la manera de desarrollar y compartir el conocimiento avanzado y, a hacer posible el acceso a los enormes depósitos de talento intelectual, todavía por explotar, donde la investigación, la enseñanza y la divulgación científica son vitales para nuestra futura economía, a la vez que poderosas fuerzas para un progreso global y pacifico y, aborda sobre todo el futuro: el de la ciencia, el de la sociedad y el nuestro.

La desconexión entre ciencia y sociedad es peligrosa, en especial cuando se considera que la ciencia, es en general liberal, tolerante y democrática; y es en muchos aspectos, un modelo para la sociedad, ya que es de un interés más amplio y podría contribuir al progreso, por lo que según David Hume: “Parece que la naturaleza ha iniciado un tipo de vida mixto como el más adecuado para la raza humana”. La sociedad en sus preocupaciones puede beneficiarse de la ciencia, ya que la precisión es en cualquier caso, ventajosa y, el razonamiento justo para el sentimiento apacible.

Reconectar la ciencia con la sociedad, tiene que ver con el tipo de sociedad que queremos crear. Una sociedad con objetivos, confiada y optimista. La física cuántica ha revelado que el comportamiento del universo y la manera en que estamos implicados, es más extraña de lo que nadie podía haber imaginado y esperado, ya que en el horizonte, hay entendimiento que sobrepasan todo lo que hemos experimentado hasta el momento. Y así es que tenemos el reto de elevarnos hasta el siguiente nivel de existencia, la siguiente fase en nuestra evolución y en la del mismo universo.

Fueron Planck y Einstein, quiénes descubren la inconsistencia que con el tiempo habría de alterar toda la imagen clásica del mundo. Y, donde la teoría de Maswell surgiera en una forma nueva, que estableció la pauta para toda la física del siglo XX, hecho del que todavía estamos lidiando con sus implicaciones. Y, donde la imagen de leyes absolutamente deterministas, ha desaparecido y ha surgido una concepción cuántica de la realidad, más misteriosa, que incorpora un mayor grado de posibilidades. Y, nos confiere un rol más importante, lo que abriría la puerta a la unificación del espacio, el tiempo, la masa y la energía, la gravedad. Y, plantearía la semilla para el estudio de todo el cosmos en evolución.

Al ser creaturas de capacidad limitada en un mundo muy complejo, lo mejor que podemos hacer es centrarnos en las regularidades subyacentes a la naturaleza y comprenderla, ya que los modelos matemáticos sólo son buenos si lo son los supuestos que los sustentan. Y cuando dichos supuestos son erróneos, todo nuestro mundo se viene abajo. Maswell había revelado una de las propiedades más básicas del universo y su perseverancia lo llevo al esclarecimiento donde la verdad es más hermosa que nuestros sueños más fantásticos. Los modelos son una representación de la realidad, pero nunca son definitivos. Y a medida que se desarrollan, cambian y son continuamente mejorados; y según Einstein: “En la medida en que las leyes de las matemáticas se refieren a la realidad no son ciertas, y en la medida de que son ciertas, no se refieren a la realidad.

EL HOMBRE: AUTOANÁLIS Y PERSPECTIVAS, CUANDO TU CUERPO TE CONECTA CON LA NATURALEZA Y CON TU ESENCIA

Podemos decir que tanto la realidad como el ser humano es paradójica, lo que significa que lo que somos no se agota en la personalidad que tenemos. Donde nuestra paradoja se halla constituida por dos niveles, que podemos llamar, como “Personalidad” e “Identidad”, donde el crecimiento integral de la persona requiere atender ese doble nivel. Y cuando no bloqueamos el proceso de Autoconocimiento, llegamos a comprender que somos más que el Yo separado, que la mente piensa que somos.

Donde Maslow y Kant, nos dicen que “El Autoconocimiento, es el principio de toda sabiduría” y, nuestro modo de ver la realidad, será siempre deudor del modo de cómo nos vemos a nosotros mismos. Y de que el modo de ver adecuadamente, se requiere una mirada transpersonal. La Psicología Transpersonal, valora e integra, influyendo decisivamente en la comprensión de nosotros mismos y de la realidad, donde somos más que nuestra mente y más de lo que nuestra mente piensa que somos. Y más que las personas, somos más que todo aquello que podemos observar, somos eso que observa: testigo y consciencia. Y es el reconocimiento de que nuestra identidad trasciende por completo el Yo que pensamos o creemos ser. Y constituye una herramienta imprescindible para responder adecuadamente a la pregunta, ¿Qué soy Yo?, Como nos dice Enrique Martínez.

La comprensión del ser humano, según Martínez Lozano, requiere que se atiendan sus dos dimensiones: “La Psicológica y la Espiritual”. Todo se reduce a poder ver con claridad y en alcanzar la verdad de lo que somos, sabiendo que la Verdad es una con la Realidad, de que ya está ahí y, lo que nos queda es descubrirla. Y eso requiere saber que necesitamos desaparecer muchas cosas, como son: las ideas, creencias, maneras de ver y de pensar y que habíamos dado por definitivas. Y por eso podemos decir que es tan importante aprender a acallar la mente, ya que según Krishnamurti, “Sólo una mente en silencio puede alcanzar la verdad, no una mente que se esfuerza por verla”.

Uno de los campos del saber que mayores progresos han experimentado últimamente en el desarrollo científico, es la psicología, al punto de resultar difícil abarcarla en todas sus manifestaciones; desde sus antecedentes filosóficos y las grandes escuelas de Freud, Jung y Adler hasta las investigaciones mediante tests, la caracteriología, la psicología animal y social y la sociología, sin olvidar las últimas corrientes de Merleau-Ponty.

Seguramente te has dado cuenta de que los seres humanos son complejos, sus vidas son complejas, al igual que su contexto social en el que se desenvuelven. Y hasta en la actividad humana más sencilla, intervienen una serie de factores tan amplia, que se torna casi imposible predecir cualquier cosa. Incluso en un sistema determinista y, conforme el conocimiento que adquirimos del mundo, adquiere mayor valor, y nos vemos obligados a reconocer que incluso las explicaciones más superficiales, no necesariamente son las más simples, como nos dice Stephen Briers. Y de ahí que Oscar Wilde, nos dice que “La verdad rara vez es pura y nunca es simple”.

Y si de por si el entender el comportamiento de la materia inerte es lo bastante complicado y, el tratar de comprendernos a nosotros mismos, representa una tarea monumental, por lo que las probabilidades de que algún día lleguemos a comprendernos a nosotros mismos en lo más mínimo, son bastante reducidas; y las posibilidades de que cualquier aspecto importante de nuestras vidas multifacéticas, multidimensionales y sumamente idiosincráticas, el hecho posible de que puedan desentrañarse utilizando un juego de reglas básicas, son prácticamente nulas.

Cada persona hace en cada momento, lo mejor que sabe y puede, teniendo en cuenta su nivel de conciencia y, su “Mapa Representativo”. Y donde todas las religiones afirman que el ser humano se halla orientado hacia el bien. Y es Martínez Lozano, quién se pregunta si ignoramos por ignorancia y, de que para acabar con esta ignorancia necesitamos de una “Espiritualidad sin Adjetivos”, de una espiritualidad que es sinónimo de profundidad humana y de Fraternidad Universal. La espiritualidad como un “Territorio Compartido”, que propone cuatro preguntas a contestar:

1.- ¿Qué es una persona integrada? ¿Qué es necesario tener en cuenta para crecer en unificación personal en las relaciones armoniosas?
2.- Si estamos bien hechos, ¿Por qué funcionamos mal? ¿Dónde está el origen de nuestro sufrimiento, y qué nos cabe hacer?
3.- ¿Cómo llegar a comprender y a ser lo que paradójicamente, ya somos?
4.- ¿Con que “herramientas” o prácticas podemos contar para todo ello?

Razonar es solamente la preparación para lo que está más allá de razonar y, la razón puede ser sólo un instrumento, no una meta. Lo que el hombre no sabe es que todas las definiciones son circulares y, todos los principios también lo son; y nuestra misma conciencia es circular. Y es por esto que en la vejez, nos comportemos como niños, según Osho.

La existencia de cualquier cosa que en este mundo parece estar en oposición, está basada en su opuesto; y aun el hecho de que exista una mentira, puede ser así sólo con el apoyo de la verdad. Y para que exista una mentira, también debe clamar que es verdad, pero la verdad nunca clama que es verdad, pero la mentira siempre clama que es verdad. Y así la existencia de cualquier cosa en este mundo está basada en su opuesto.

La verdad, no necesita, sin embargo, el apoyo de las mentiras, dándose el caso de que si la mentira no se apoya en la verdad, entonces estará en dificultades. La existencia no necesita de algo que sea cambiable, pero lo que está cambiando, sólo se puede entender en relación con lo que es inmutable. Y sólo entendemos lo cambiable, porque eso es lo que somos; y es por eso que cada vez que pensamos en la inmortalidad, tratamos de entenderla sólo a través de aquello que es cambiable, donde nuestros sentidos captan las cosas, solamente dentro de ciertos límites.

Las religiones hablan acerca del origen y no acerca del final; hablan de dónde vino el mundo y de dónde venimos nosotros y dice que no tenemos que preocuparnos sobre a donde vamos, porque no podemos ir a ningún lado, sino de regreso a esa fuente primaria. Y así nuestro origen es nuestro destino, nuestra búsqueda y nuestro final. En cambio la ciencia está en una búsqueda orientada hacia el futuro, hacia dónde vamos y adonde llegaremos y en qué nos transformamos, qué pasará mañana, y qué es el final, y que según Osho, es por eso que la ciencia está orientada hacia la muerte.

Los sistemas de pensamiento demasiado rígidos o normas restrictivas, son el mejor camino para impedir que se desarrollen tanto nuevas ideas como la conciencia de uno mismo. Y sin duda nos dice Briers, la ciencia tiene sus limitaciones; y los experimentos sólo son buenos en la medida en que estén bien diseñados, pero si se quiere o se trata de adquirir conocimiento sobre el mundo, probablemente la investigación científica es el mejor método que actualmente conocemos. Y sin embargo, muchos aspectos clave de nuestras vidas son construcciones sociales, cuestiones de gustos y de valores sociales, simple y llanamente es la manera en la que hacemos las cosas, por lo que a veces hay preguntas que no tienen respuestas ni buenas ni malas. La consecuencia que esto conlleva es peligrosa, pues pueden difuminar con facilidad la frontera entre las opiniones, las ideologías y los datos comprobables. Y en ese aspecto, a menudo no se evalúa la calidad de los estudios citados ni toman en cuenta estudios contradictorios.

Según Mencken, “Para cada problema existe una solución, simple, clara y equivocada”, de ahí los peligros de simplificar demasiado las cosas. Todos necesitamos conceptos que nos permitan reducir a segmentos manejables y que nos brinden un marco de referencia, para interpretar nuestra experiencia y lograr cierto grado de predictibilidad en nuestra vida y, tenemos que elegir los más adecuados. Todo debe hacerse tan simple como sea posible, pero no más, como nos dice Einstein. Y William Blake agrega que: “Si las puertas de la percepción se purificaran, todo se aparecería al hombre como es, infinito”.

Según Kant se puede delimitar el campo de la filosofía en sentido universal, mediante cuatro preguntas:

1.- ¿Qué puedo saber?
2- ¿Qué debo hacer?
3.- ¿Qué me cabe esperar?
4.- ¿Qué es el hombre?

A la primera pregunta responde la metafísica; a la segunda la moral; a la tercera, la religión; y a la cuarta la Antropología. Y en el fondo del dilema, todas estas disciplinas se podrían refundir en la Antropología, porque las tres primeras se revierten en la última y reconduce esas tres cuestiones hacia una cuarta: la de la naturaleza o esencia del hombre y, la adscribe a una disciplina a la que llama Antropología, que por ocuparse de las cuestiones fundamentales del filosofar humano, habrá que entenderse como “Antropología Filosófica”, y ésta sería la disciplina filosófica fundamental del hombre.

Pero a pesar de todo, Kant para nada se ocupa de definir qué es el hombre ni el lugar especial que le corresponde en el cosmos o su relación con el destino y con el mundo de las cosas, su existencia como ser que sabe que ha de morir y, su actitud en todos los encuentros, ordinarios y extraordinarios con el misterio que componen la trama de su vida. Y en esa antropología no entra la Totalidad del hombre tal y como la describe Martín Buber.

Y tal parece como si Kant no hubiera querido plantear realmente la cuestión, que filosofando consideró como fundamental. Por su parte Heidegger, a esta extraña contradicción, la explica por el carácter indeterminado de la cuestión, ya que por el modo de preguntar por el hombre, es lo que se habrá hecho problemático. Y en las tres primeras preguntas de Kant, se trata de la “finitud del hombre”— ¿Qué puedo saber?, implica un no poder, por tanto una limitación —¿Qué debo hacer? Supone algo con lo que no se ha cumplido todavía, y es también una limitación, y —¿Qué me cabe esperar?, significa que al que pregunta le está concedida una expectativa y otra le es negada, y también tenemos otra limitación. La cuarta cuestión sería, la que pregunta —por la “finitud del hombre”, pero ya no se trata de una cuestión antropológica.

Desde el comienzo de la historia, el hombre se reconoce a sí mismo como el objeto de estudio por excelencia; sin embargo parece que no se atreve a enfrentarse de lleno a este problema. Desde Kant, que señaló la necesidad de una antropología filosófica, era tratado como un asunto filosófico independiente; no obstante, para poder responder a la pregunta ¿Qué es el hombre?, según Martin Buber, debemos examinar al individuo que logra sobreponerse a la soledad sin perder, por ello, la fuerza indagadora que la propia soledad le infundió.

Todo el Ser humano es un Ser pensante, capaz de originar pensamientos propios y, todo aquello que una persona hace con sus manos; primero lo tuvo que haber creado en su cabeza y no pudo haber creado algo antes de haberlo pensado. El ser humano es producto de sus pensamientos y un Centro Pensante capaz de pensamientos originales; y es por eso que su mente puede causar la creación o formación de aquello que piensa. Goethe solía decir que “Pensar es fácil; actuar es un poco más difícil, pero actuar de acuerdo a nuestros pensamientos más virtuosos es lo más difícil de todo”. La ciencia revela y proporciona un inventario de lo que podría ser observable, que da la razón a los visionarios, ya que revela lo pobre que es la percepción natural humana, en comparación con el contenido pleno de la realidad física. Es mucho lo que hemos conseguido, pero mucho más los que podemos lograr.

Las opiniones revolucionarias de Hume, se basaban en la simple sugerencia de nuestra existencia, nuestros sentimientos y nuestra experiencia son el fundamento de todas nuestras ideas, por lo que la imaginación, no es sustituto de nuestras impresiones e instintos naturales, ya que el pensamiento más vivido, sigue siendo inferior a la sensación más débil, ya que incluso las abstracciones matemáticas, se basan en nuestra experiencia de interactuar con fenómenos naturales.

La principal dificultad en las matemáticas, es la longitud de las inferencias y el alcance del pensamiento, requisitos para la formación de cualquier conclusión. Y quizá nuestro progreso en la filosofía natural, resulte retardado principalmente por la carencia de experimentos y fenómenos adecuados, que a menudo se descubren por casualidad y ni siquiera mediante la investigación más diligente y prudente.

En un mundo lleno de incertidumbre, se vuelve primordial reconectar con tu esencia y, es indispensable enfrentar la vida con una perspectiva más autentica, para construir un futuro de compasión, empatía y armonía para reencontrarte con tu esencia divina, un viaje de autoconocimiento, como nos dice Valiere Bertschin, para conectar con tu inmenso potencial creador. Es un llamado a que te liberes de tus prejuicios y te conviertas en un ser más tolerante y encuentres la paz. Bertschin nos dice que:

No son las situaciones las que nos afectan, sino la interpretación y la importancia que les damos.
Es a ti a quien buscas, es una travesía de autoexploración, un camino de reencuentro y conexión con lo mejor de ti, y sobre todo lo que puedes llegar a ser.
Somos hijos del Universo y puedes sentir su calidez que emana al fundirme con él, y así me siento parte del universo y siento al universo entero dentro de mí, y así Yo soy parte del Todo, o más bien, Yo soy el Todo. Y el llegar a entender cómo nos hemos alineado a la transformación del universo te ayudará a enriquecer esta experiencia llamada vida.
Cuando miro, a mí alrededor, me es imposible no pensar que hay algo más grande, detrás de esta maravillosa obra de arte, que es el universo. Y saber que somos partícipes y co creadores de este fenómeno lleno de movimiento, color, forma y dimensión, cuando construimos nuestra propia realidad personal.
Todos tenemos la capacidad de desarrollar tanto el amor incondicional, como la maldad en su máxima expresión, y nada de lo que existe, incluso el ser humano, hubiera sido posible sin la ayuda de esa misteriosa energía, que de alguna manera nos mueve y nos impulsa a lograr lo que nos proponemos.
Esta energía que no podemos tocar es la fuerza motora que le da vida y movimiento de toda la materia y se encuentra dentro de cada uno de nosotros.
Millones de años antes de que surgiera la razón, estaba la emoción, y esta subyace hoy como cimiento de nuestra psiquis, y podríamos decir enfáticamente que No Somos Seres Racionales, sino más bien, Seres Emocionales que Razonan. La Emoción decide y la Razón intenta justificarla

Debes saber que todo lo que vemos en el mundo que nos rodea, es la expresión visible de una idea que se ha formado en el pensamiento. Y así también todos somos producto de nuestros pensamientos y podríamos afirmar también que toda creación está precedida por una creación mental y así también, es como eres el arquitecto de tu propio destino. Donde la conciencia se está incrementando continuamente y cada talento que cultivamos, trae a la mente el deseo de sembrar otro talento y, estamos sujetos a la urgencia de la vida, que siempre nos lleva a querer saber más, hacer más y ser más. La vida es el desempeño de funciones con propósito, y el individuo realmente vive cuando desempeña cada función al máximo de su capacidad, evitando los excesos.

La naturaleza humana es una incógnita que la ciencia en general ha investigado muy poco y, nunca están más perplejos que cuando se enfrentan con este misterio difícil de resolver sobre la naturaleza interior del hombre, rehusando a aceptar que el hombre es un ser dual, conscientes de que una vez que se acepte esto que no es ciencia, estarán forzados a dejar caer sus teorías y conclusiones finales, como todo lo construido sobre premisas falsas e incompletas.

El decir que el hombre es un “Ser Dual”, quiere decir que en él existen “Un cuerpo natural y un cuerpo espiritual”, con sentidos naturales o físicos que la fisiología los estudia y, con sentido sub naturales o espirituales, los cuales pertenecen al dominio de la psicología. Por lo tanto decimos que el hombre, además del cerebro físico, tiene un cerebro espiritual, donde el primero depende totalmente de su estructura física y desarrollo, y está completamente subordinado al segundo, ya que el “Ego Espiritual” es el que impresiona al primero, por lo que éste depende totalmente de la agudeza de los sentimientos mentales del Ego Interior y del grado de espiritualidad de sus facultades y el que pueda transferir la impresión de las escenas que percibe su cerebro, las palabras que escucha y lo que siente, al cerebro físico.

No hay belleza sin emociones y donde casi todos los expertos coinciden en que la alegría que verdaderamente importa no está en el exterior sino en el interior, donde Buda nos dice que el camino a la felicidad pasa por el desapego hacia las cosas materiales; y los filósofos estoicos ofrecían un consejo similar, basado en el sacrificio y en el control riguroso del pensamiento; donde la psicología moderna también dirige la mirada hacia el interior y sugiere que si queremos una vida feliz, debemos cambiar tanto el modo en que vemos el mundo como el lugar que ocupamos en él y, la verdadera alegría se plantea como un ejercicio de superación de la mente sobre la materia, no de la materia sobre la mente. Y no sólo por el hecho de que la gente pareciera encontrar felicidad en el mundo externo, sino que además muchos se esforzaban significativamente en hacer su entorno más agradable.

Y donde las últimas investigaciones demuestran que existe un vínculo entre el entorno y la salud mental y concluyen que las personas que trabajan en espacios abiertos y soleados, duermen mejor y son más felices; y así podemos ver que el mundo es una reserva de positividad a la que podemos recurrir en cualquier momento; y de que hay lugares que parecen transmitir cierto optimismo, y siempre nos levantan el ánimo. Y de ahí que descubrimos que encontrar la felicidad no es difícil, ya que de hecho está dentro de ti y está en todas partes, como nos señala Ingrid Fetell.

Sabemos que todos buscan la alegría en nuestro entorno, pero nos han enseñado a ignorarlo. Fetell observó que las cosas bellas presentan simetrías radiales y entendió la emoción de la alegría que siendo misteriosa y efímera, podemos acceder a ella mediante sus atributos físicos tangibles y físicos. Y se pregunta ¿Qué relación hay entre estos elementos estéticos y las emociones que sentimos?

Los últimos descubrimientos en psicología y las neurociencias, nos ayudan a entender el poder de esos lugares. Y en todo caso, las formas de la alegría trata de encontrar más felicidad justo en el lugar donde te encuentras y, lo único que necesitas es lo que ya tienes, que es la voluntad de descubrir la alegría que te rodea. Igualmente, de cómo la estética que te rodea puede transformar por completo la actitud y la conducta de las personas y también explicar porqué algunas vibran de actividad mientras otras permanecen silenciosas y vacías. De que un entorno hace que la gente se sienta ansiosa y competitiva, mientras que otros presentan sociabilidad y tolerancia. Entender que hay sitios que te hacen sentir vivo por dentro, mientras otros no.

En realidad, este mundo está vivo y repleto de oportunidades, donde el poder de la alegría reside en qué momentos insignificantes pueden desencadenar cambios gigantescos e incluso los más diminutos gestos de alegría, que con el tiempo se suman. Y sin que nos demos cuenta, al final tenemos mucho más que un puñado de personas más felices y un mundo definitivamente alegre.

A finales de los 90, Tirana capital de Albania, tras diez años de caos que siguieron a la caída del gobierno comunista, se había convertido en un paraíso para la corrupción y el crimen organizado, se dispusieron pintar los edificios de naranja en un acto desesperado de enfrentar las arcas vacías y una ciudadanía desmoralizada. Sin embargo, poco después empezaron a pasar cosas raras ya que la gente dejó de ensuciar las calles y empezó a pagar impuestos y se dice que la gente se sentía más segura, por lo que empezó a reunirse en las cafeterías. Nada había cambiado excepto de unas cuantas fachadas y sin embargo, todo era distinto ya que la ciudad estaba viva, entusiasmada y alegre.

No resulta sorprendente que equiparemos la sensación de energía con la vitalidad, ya que la energía anima la materia y es la moneda de cambio de la vida, ya que transforma la materia inerte en organismos que respiran y cuyos corazones laten con intensidad. Además de que cuanto más energía tengamos, más podremos jugar, crear, amar, lidiar, explorar, regocijarnos y relacionarnos con el mundo que nos rodea. Pero entonces ¿de dónde viene esta energía alegre?

Tendemos a pensar que la energía es algo que obtenemos a partir de lo que ingerimos; sin embargo la energía nos rodea siempre, fluye por nuestros hogares sin siquiera darnos cuenta. Es una energía que pasa tan desapercibida que nos olvidamos de ella, pero en ocasiones, esa energía afecta a nuestra energía interna, advertimos que algunos entornos ejercen un efecto estimulante y otros no y, sería sabio investigar de cómo podríamos usar ese conocimiento para atraer alegría a nuestra vida.

Y el color, es un indicador de la riqueza del entorno, una señal inconsciente no sólo de un sustento inmediato, sino de un entorno capaz de alimentarnos a largo plazo, ya que un mundo sin color parece muerto y en lo más profundo del elemento estético de la energía, encontramos una vitalidad que nos hace saber que nuestro entorno está vivo y, nos puede ayudar en nuestro desarrollo. Y también entender que nuestra relación con el color no evolucionó como un placer secundario, sino como algo significativo y clave en la vida y de las condiciones que la sustentan.

La evolución de los seres humanos no sólo dependió del cerebro físico, sino de la mente que lo utilizaba. Y en el ámbito del inconsciente, se estaba produciendo el aprendizaje en silencio y de manera invisible, donde el “Inconsciente Colectivo” es la biblioteca de la mente y, el almacén de todas las experiencias del pasado a las que podemos recurrir en nuestro tiempo presente. Por consiguiente, es importante darse cuenta de que la sombra de maldad, es una creación humana que se forjó en el Inconsciente Colectivo, por lo que odiar a un enemigo no es fallo de la naturaleza humana, ya que hemos heredado ese sentimiento de enemistad y, tenemos derecho a destruirlos.

Nos dice Chopra, que el inconsciente tiene como objetivo de que sigamos siendo inconscientes. El sentido común nos dice que el líder de una banda puede inducir a sus seguidores pasivos a cometer delitos y, la ausencia de ley y orden amplifica el efecto. Por lo que si hay figuras de autoridad que inciten a la mala conducta y prometen que no habrá castigo, la maldad se da con mayor facilidad, sobre todo si se dan factores como pobreza y analfabetismo, y, las condiciones empeoran todavía más. La sombra de la maldad nos atrapa y nos mantiene inconscientes y resurge cada vez con un poder increíble siempre que le place.

Sabemos que todos buscan la alegría en nuestro entorno, pero nos han enseñado a ignorarla. Placeres que tenían la capacidad de alegrar a todo el mundo, ya que mientras los observábamos, nos dábamos cuenta que todos tenían simetrías radiales. La alegría aún siendo tan efímera y misteriosa, podíamos acceder a ella mediante sus atributos tangibles y físicos. Pero, ¿Qué relación hay entre estos elementos estéticos y las emociones que sentimos?

Los últimos descubrimientos en Psicología y las Neurociencias, nos ayudan a entender el poder de esos lugares; y en todo caso, cómo las formas de la alegría trata de encontrar más felicidad justo en el lugar donde te encuentras y, que lo único que necesitas es lo que ya tienes, que es la voluntad de descubrir la alegría que te rodea y de cómo, la estética que te rodea, puede transformar por completo la actitud y la conducta de las personas. Y además explica porqué algunas vibran de actividad, mientras otras permanecen silenciosas y vacías. De que un entorno hace que la gente se sienta ansiosa y competitiva, mientras otras presentan sociabilidad y tolerancia. Por lo que hay que entender, de que hay sitios que te hacen sentir vivo por dentro y otras no.

En realidad, este mundo está vivo y repleto de oportunidades, donde el poder de la alegría reside en qué momentos insignificantes pueden desencadenar cambios gigantescos e incluso, donde los más diminutos gestos de alegría, con el tiempo se suman y sin que nos demos cuenta, al final tenemos mucho más que un puñado de personas más felices; tenemos un mundo definitivamente más alegre, como nos dice Fetell.

Sin embargo, vivimos en una era dominada por el afán de lucro y la preocupación por los logros económicos. Pero el crecimiento económico, aún siendo un elemento de política pública sensata, no es más que una parte y un instrumento; pero son las personas quienes importan en última instancia y los beneficios económicos constituyen solamente medios para las vidas humanas, para lograr sus fines. La mayoría de los países han entendido que el respeto a las personas requiere de una concepción más rica y compleja de las prioridades nacionales, muy superior en ese sentido a la que pueda proporcionar el PIB por sí solo.

Pero las teorías, que dominan en el diseño y la aplicación de políticas en el nuevo orden global, no han logrado alcanzar todavía la respetuosa complejidad necesaria y, lo cierto que esas teorías tienen un enorme poder pese a sus defectos. Y podemos decir que un nuevo paradigma teórico se halla actualmente en plena evolución. Un paradigma aliado, que parte de un compromiso con la igual dignidad de todos los seres humanos y que está dedicado a la consecución de vidas que estén a la altura que ha de ser igual para todos. Asimismo que sirva para remediar las principales deficiencias de los enfoques dominantes y se centre particularmente en las luchas y los esfuerzos tradicionalmente excluidos o marginados, sensibles a la complejidad y la diversidad de los objetivos que persiguen las personas. De igual manera examinar detenidamente las relaciones entre ellas y reflexionar acerca de cómo se apoyan y se complementan mutuamente.

Así mismo, por lo que dicho enfoque atrae la atención como alternativa, a los enfoques dominantes en economía y las políticas de desarrollo. Por lo que el mundo necesita de más reflexión crítica y más debate argumentativo desde el respeto y, que sea en sí misma más respetuosa con igualdad en la dignidad humana, por lo que este enfoque se ofrece como contribución al debate nacional e internacional. Y no como dogma que debemos engullir en lo integro, sino para que lo valoremos y dirijamos, lo comparemos y luego si resiste la prueba del debate argumentativo, lo adoptemos y lo pongamos en práctica.

El objetivo de la asociación, es el de posibilitar que las personas interesadas en el enfoque trasciendan ciertas separaciones significativas que están presentes en el mundo académico, tal y como está actualmente configurado. Para que se de todo esto, necesitamos ver que los economistas necesitan hablar más con los políticos, los filósofos, los científicos medioambientales y otros expertos, para que las promesas inherentes al enfoque puedan llegarse a materializar y así los profesionales del desarrollo y las políticas tienen mucho que ofrecer a quienes realizan labores intelectuales y viceversa.

El trabajo teórico debería ser sensible al mundo real, mientras que por el otro lado, los enfoques teóricos pueden ayudar a arrojar algo más de luz sobre el campo de las políticas públicas y la práctica en materia de desarrollo; donde el mundo académico necesita con urgencia ocasiones que propicien un mayor acceso tanto a los situados al inicio de sus carreras, como a los grandes teóricos ya experimentados. Ya que tanto los grandes académicos como sus colegas más jóvenes tienen que encontrarse con oportunidades más allá de sus líneas de separación, por lo que cualquiera pueda ingresar en la asociación y enviar propuestas para su reunión anual y, usar su sitio web para participar de una red de contactos con otras personas interesadas por los mismos temas.

A partir de ahora, es cuando la razón abarca con sus ideas claras y distintas, la totalidad del Ser y, cuando pueda manejar y dominar esta totalidad. Este pensamiento fundamental del racionalismo filosófico clásico, además de contribuir a fecundar y ampliar la ciencia, le infunde un contenido totalmente nuevo y le traza una nueva meta.

En la filosofía del conocimiento de Hume, encontramos que: Nuestra fuerza como científicos descansa en nuestro carácter y honestidad como seres humanos, y todas esas capacidades surgen de nuestra conexión con el universo. Y donde cada uno de nosotros tiene un modelo interno del mundo, que comparamos constantemente con nuestras percepciones y, es una representación selectiva para captar lo más esencial de la realidad y para predecir su comportamiento y, donde las discrepancias nos obligan a corregirlas, como también las matemáticas complementan nuestros instintos naturales.

Según Hume, nuestra capacidad para hacer ciencia está enraizada en nuestra relación con el universo, nuestra naturaleza como seres vivos. Y nuestros sentimientos e instintos son mucho más profundos que nuestras ideas, que nos permiten imaginar muchas cosas, pero pueden ser poco serias, estar desencaminadas o ser engañosas, pero es el mundo real lo que nos mantiene en la verdad.

Hasta ahora, sólo somos capaces de entender el mundo según la imagen clásica, pero a medida que nuestras capacidades tecnológicas aumentan, se amplían drásticamente nuestras habilidades y nuestra experiencia del mundo y con el tiempo, lo que somos. Las tecnologías Cuánticas pueden cambiar completamente la manera en que procesamos la información y que con el tiempo, pueden hacer muchas más cosas, como permitir que obtengamos una conciencia aumentada de la realidad y, de cómo funciona el mundo físico. Y cuanto más profundo sea nuestro conocimiento, nuestras representaciones del mundo se darán con una finalidad mucho mayor, donde nuestro nuevo conocimiento permitirá acercarnos más a la conciencia de todo el potencial de nuestra existencia

Nuestro objetivo será experimentar, comprender y ser una parte del desarrollo del universo, ya que somos la vanguardia de su evolución. Y donde los filósofos sólo han interpretado de diversas maneras el mundo, sin embargo, lo que importa es cambiarlo y más que nada, lo que importa, es ser el cambio, como sugería Gandhi.

Enfermamos porque nos desconectamos de nuestro cuerpo y gestionamos mal nuestras emociones y, esta falta de responsabilidad sobre lo que nos pasa según Eva Arrieta, provoca que antes de buscar las causas dentro de nosotros, le echemos la culpa a la adversidad, a otras personas o a condiciones externas, ya que vivimos en una cultura que evita el dolor a toda costa. Y por ello silenciamos todos los síntomas con medicamentos, para que no interrumpan nuestro ritmo de vida o nuestras diarias obligaciones.

Eva Arrieta nos propone viajar a los orígenes del dolor y de la enfermedad, para aprender a escuchar a nuestro cuerpo, detectar las señales de alerta y traducir qué dicen los síntomas de nosotros, lo que nos dará las pautas y consejos necesarios para transformar nuestra salud y aprender a equilibrar nuestras emociones y pensamientos.

Toda terapia resulta más efectiva si te acompaña y te ayuda a contactar de nuevo con tu interior, a que te escuches cuando te habla tu cuerpo y te quieras mejor. ¡Conócete y cúrate! Y cuando un dolor físico o emocional llama a tu puerta, no es por casualidad.
Somos energía que interactúa con otras energías y tu actitud ante la vida condiciona tu biología y tu existencia. Porque tu manera de percibir el mundo condiciona tu salud, y lo que sale de tu boca, derivado de tus pensamientos, te contaminará más que lo que entra por ella.
La dictadura casi total de la mente o (cerebro), sobre la intuición (intestino) y los sentimientos puros (corazón), impide que disfrutemos de un equilibrio armónico entre nuestros centros cerebrales. Ya que el corazón te conecta con tu esencia natural.
Conjuga los potenciales de tu corazón, de tu mente y de tu intestino --sentimientos puros, pensamientos e intuiciones-- y romperás muchas barreras en todos los ámbitos de tu vida, incluida la salud.
Enfermamos a nivel fisiológico porque, al acidificarnos, nos intoxicamos. Y ese, es nuestro gran problema de salud, de que nos acidificamos progresivamente. Para la célula, un ambiente alcalino es un entorno de crecimiento y prosperidad, mientras que un ambiente ácido, contribuirá a que se asienten el deterioro y la enfermedad. El sistema básico o, espacio intersticial de las células, es una pócima exquisita con los ingredientes exactos para toda la transmisión de información de nuestro cuerpo y se produzca correctamente.
El eje intestino-cerebro es el responsable de que las alteraciones de la microbiota intestinal, favorezca el deterioro cognitivo y la demencia.
No podemos atender un espacio corporal concreto con problemas, sin atender la influencia global del resto de los sistemas.
Nuestras reservas alcalinas no disminuyen porque envejecemos, sino que envejecemos porque las vamos perdiendo y nos acidificamos. Para desintoxicar tus tejidos, bebe bastante agua, duerme lo suficiente y mantén tu actividad y, muévete tanto como tu estado te lo permita; y cuando hayas recuperado la salud, recuerda que no hay una dieta correcta para todo el mundo, ya que cada uno tiene la suya.
El cuerpo humano está diseñado para la actividad no para el sedentarismo.
Cuando nos introducimos en un bucle mental negativo, nos acidificamos enormemente, por lo que equilibrar y armonizar tus emociones y pensamientos, será tu mejor medicina.
Cuando ingerimos alimentos muy acidificantes, aquéllos ricos en azucares y proteínas animales, lácteos y carnes, el sistema digestivo necesita más amortiguadores alcalinos, para poder neutralizarlos. Sin embargo hasta el manjar más alcalinizante, se puede convertir en un veneno ácido si mientras lo comemos, recibimos un disgusto, discutimos o nos invaden pensamientos negativos.
Uno de los venenos más extendidos en la actualidad es el azúcar refinado, de origen industrial, porque es el alimento ideal de parásitos, gusanos y bacterias patógenas intestinales y, de las células cancerígenas y favorece la acidificación y deterioro celular.
El exceso de calorías y proteínas en la alimentación, deteriora nuestro cuerpo y favorece su envejecimiento prematuro, donde la flora intestinal es indispensable para el equilibrio corporal, por lo que si la mantienes en buenas condiciones, la flora intestinal se convertirá en el guardián más poderoso y eficaz de tu cuerpo.
Lo que no expresamos con palabras, el cuerpo lo expresa con dolores; y lo más difícil de revertir los procesos dolorosos es reconocerlos, expresarlos y perdonarlos. Y todos tus dolores y enfermedades, son gritos que te lanza tu cuerpo para que cambies de actitud ante algo que te altera. Tu cuerpo es tu aliado, no tu enemigo.
Nuestra actitud ante la vida puede silenciar o activar nuestros genes, por lo que sufrirás las mismas enfermedades, si sigues los mismos comportamientos de tus ancestros y, no haces nada por cambiarlos. Y así podemos decir que las enfermedades son los intentos que la naturaleza realiza para salvar al ser humano. La sabiduría reside en conocer y aceptar los hechos tal y como son y han sido. Y una vez que comprendemos qué ha pasado, podemos poner remedios más fácilmente.
El bienestar del bebé empieza con el bienestar de sus padres. La experiencia natal es la que nos imprime la esencia de la lucha en la vida. Armonizar las conexiones del bebé con sus progenitores a través de la estabilización emocional y energética, es fundamental para su equilibrio posterior. Según perciba el bebé los primeros momentos de su existencia, su cerebro facilitará los circuitos neuronales hacia el estrés o hacia el bienestar. Ten hijos para guiarlos, darles confianza y herramientas para valerse solos hasta que puedan ser libres por completo. Cada nuevo ser es y va a ser un mundo. Y el mejor consejo que podemos dar a nuestros hijos, es nuestro ejemplo de vida.
Lo que vivimos y cómo percibimos lo que nos sucede en la vida desde los seis meses hasta más o menos los seis años de edad, determina la génesis de la mayoría de las enfermedades que padecemos en la edad adulta.
No generemos rebaños de personas sin criterio, llenas de miedo o envidias y dominadas por el afán de competitividad o la baja autoestima. Nuestra esencia se fortalece cuando puede actuar espontáneamente. Reconocerte con las virtudes y debilidades es un gran paso adelante para crecer como persona y, no someterte a la presión de tu autoexigencia. La felicidad no aparece por ser experto y competente en una materia, sino por manejar con sabiduría tu cerebro y tus emociones. Muchos de tus sufrimientos proceden de cosas que has imaginado y, que nunca se han hecho ni se harán realidad.
Mira a tus enemigos como maestros que te permiten desarrollar tu paciencia y tu tolerancia, enseñándote a mejorar. No existe una realidad, sino que cada uno tenemos nuestra realidad.
La jaula en que vivimos tiene su base en el desconocimiento de que todo y todos somos energía y, por muy cómoda que sea, no deja de ser siempre una jaula. Para cuidar, tienes que saber cuidarte. Para amar tienes que saber amarte. El estrés crónico acorta la longitud de los telómeros del ADN, que determinan el tiempo de vida de nuestras células.

Muchos odian y aborrecen de balde, sin saber el cómo ni el porqué. El diablo es quién maneja los hilos que nos mueven, nos dice Budelaire, y encontramos en lo más repugnante; cada día, al infierno descendemos un paso por tinieblas hediondas y espantosos lugares. Pero entre los chacales, las panteras, los linces, los monos y escorpiones, los buitres, las serpientes, los monstruos aulladores, rampantes, gruñidores, en una fauna horrible del vicio, uno aparece más feo, más malo, más inmundo y, es el tedio. Sin embargo:

El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente.
Son los codiciosos como la esponja, que aunque chupa toda el agua de que es capaz, ni está harta, ni se aprovecha de ella.
Toda persona tiene tres caracteres; el que exhibe, el que tiene y el que cree que tiene.
Nuestro bien y nuestro mal, no existe más que en nuestra voluntad.
La virtud se envilece cuando trata de justificarse a sí misma.
Casi nadie repara por sí mismo en el merito de otro.
La violencia es un signo de debilidad pasajera.
La verdad es la estrella sin la cual el alma humana no es más que noche.
Las verdades se convierten en dogmas desde el momento en que comienzan a ser discutidas.
Las verdades que más nos importan vienen siempre a medio decir.
Vano significa vacío. Así es la vanidad tan miserable que casi no se le puede llamar cosa peor que su nombre.
El verdadero bien se halla únicamente en la tranquilidad de la conciencia.
Raíz de todos los males es la avaricia.
El hombre odia a quién le hace sentir su propia inferioridad.
El pecado no es perjudicial porque está prohibido, sino que está prohibido porque es perjudicial.
Obra de manera que la razón de tus actos pueda servir de ley universal.
La modestia es el complemento de la sabiduría.
Cosa en verdad extraña es la facilidad con que los malvados creen que todo saldrá bien.
Las cosas nunca son tomadas realmente como son, sino por lo que parecen ser.
El buen carácter consiste en considerar todo con benevolencia y en el deseo de hacer la vida amable y dulce a todos los que viven cerca de nosotros.
En la caridad no hay excesos.
Si quieres vivir bien para ti, debes vivir para los demás.
Bien acierta quién sospecha que siempre yerra.
Nuestro deber es ser útiles, no como queremos, sino como podemos.
Es más vergonzoso desconfiar de los amigos que ser engañado por ellos.
El mejor remedio en las injurias es despreciarlas.
La gente que dio prioridad a encontrar un cónyuge compatible y a disfrutar una buena vida familiar ganó más dinero que las personas que pusieron las finanzas antes que la familia.
¿Qué sentido tiene lo que estás viviendo ahora? ¿Es tu corazón aún tierno y bondadoso?
Sin compartir no puede haber justicia, sin justicia no puede haber paz, sin paz no puede haber futuro.
El hombre es la suma de sus creencias.
Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos.
Creo en las mentes abiertas, pero no deben estar tan abiertas como para que se les caigan los sesos.
El objetivo final de todo propósito y deseo, es haber vivido una vida plena.
El desorden, el caos, la confusión, la agitación, así como el dolor y el sufrimiento, son parte del viaje, e incluso lo pueden hacer interesante en la medida en que no nos quedemos ahí atascados.

La vida te ha puesto en un callejón sin salida y no tienes adónde escapar, así que busca tu dolor y siéntelo, asimílalo y hazlo parte de ti, vive la desintegración de tu ser y siéntete un desecho, algo insignificante, como lo que realmente somos y llora y blasfema si es necesario y escucha el silencio de tu soledad y observas que estás solo en el mundo y nadie podrá hacer nada por ti y llega al fondo de tu tormento y muere en cada célula de tú cuerpo, nos dice Valiere Bertschin.

Pero durante tu calvario, que sólo una fina hebra recorra tu columna de principio a fin y que algo, un mínimo de conciencia y dignidad, quede encerrado en ese espacio y, no desesperes ya que lo importante es que llegarás. Y si combates en armonía con el universo, no puedes sino vencer. Pero ¿qué significa vencer? , pregunta Bertschin.

Donde ganar “La batalla con solo hacer sentir a tu adversario el poder del que eres dueño, el poder del universo”, y es hacer de tu enemigo un amigo. Y es contribuir a la paz del mundo y es vivir y cumplir con la voluntad de Dios, nos dice Lucas Estrella. Es tiempo de amar, comparte con los que te rodean la alegría de la vida. Siente tu corazón desnudo, embriagado por el gozo de la libertad que da el amor y, que tu corazón escuche el susurro del universo. Cortar cadenas y reafirmar los lazos, eso es liberarse de lo inútil y echar raíces para crecer en tu vida, ya que te has ido alejando poco a poco de lo importante para ti. Y eso no es bueno y nunca debes estar tan preocupado como para que esto suceda, y de ser así, vagarás errante por mundos desconocidos. Comprende que eres sólo un hombre y de que has hecho lo posible por hacer y, has sufrido lo necesario e incluso más. Te has esforzado lo necesario, e incluso más, pero ya no depende de ti, ni retroceder ni avanzar ni actuar ni dejar de hacerlo. Entrégate al destino y confía en que todo será para algo mejor. Y aunque no seas capaz de entenderlo. Siéntate, respira y entrégate.

La especie humana tiene grandes potenciales aún no desarrolladas, lo que queda patente en el abismo que hay entre nuestros más preciados valores éticos y la barbarie moral real en la que convivimos. También nuestras capacidades intelectuales las empleamos sólo en una mínima parte, como muestran las investigaciones sobre el cerebro. Por tanto, no estamos al final sino al principio de un largo proceso de convertirnos en seres verdaderamente humanos y, de hacer de nuestras prácticas de convivencia una autentica civilización global, nos dice Edgar Morin.

Para poder avanzar en la creciente complejidad de nuestro mundo y no perder de vista nuestro proyecto de futuro. Edgar Morin propone un mapa de pensamiento complejo y, su estructura multidireccional y polifacética permite captar la realidad y orientarse pese a sus cambios constantes, pero bajo la condición de aceptar que hoy ya no se puede aspirar a verdades o sistemas acabados. El pensamiento complejo, puede romper los antiguos esquemas mentales que guían nuestra visión limitada y egocéntrica del mundo y, nos permitirá desarrollar nuevas políticas globales basadas en el pleno respeto por la diversidad, para avanzar hacia una coexistencia futura nueva y finalmente humana.

Los cambios más evidentes, no son siempre los más importantes. La consciencia, al fin y al cabo, también se desarrolla a partir del ADN. No se regresa de la muerte y tampoco la especie que se extingue vuelve a nacer ni el ecosistema que se destruye vuelve a formarse. El envejecimiento saludable no es una utopía, es un objetivo que muchos podemos aspirar a conseguir. Podemos frenarlo y según lo que hagamos podemos acelerarlo. Y cuanto más vivimos, menos tiempo pasamos enfermos. Del entorno depende que los genes que hemos recibido funcionen o no. Todas las personas centenarias tienen algo que da sentido a sus vidas, a evitar preocupaciones banales y a dar valor a lo que más nos importa. En la ley de la naturaleza, todo lo que no se utiliza se pierde. A diferencia de otros órganos, el cerebro está en renovación permanente para percibir como cambia el mundo que lo rodea, aprender nuevas tareas y, generar ideas originales. Eso se llama plasticidad neuronal. No hay bienestar físico sin bienestar emocional. La sexualidad en las personar mayores es algo perfectamente normal.

CAMINOS Y EXTRAVÍOS DE LA CONCIENCIA:
Y EL SENTIDO DE LA VIDA

La primera observación que debería imponerse al hombre, cuando éste se interroga sobre la naturaleza del universo, es la primacía de ese milagro que es la inteligencia, la conciencia o la subjetividad. yY la verdad del “Pienso luego existo” de Descartes, según Frithof Schoun, enuncia la primacía del pensamiento, luego de la conciencia o la inteligencia, con respecto al mundo material que nos rodea. Por lo que no hay nada más absurdo, que hacer provenir la inteligencia de la materia, donde el salto evolutivo de la materia a la inteligencia es, desde cualquier punto de vista, la cosa más inconcebible que puede haber. Las ideas materialistas se han manifestado y propagado, desde el Siglo de las Luces sin que sea posible observar evolución alguna en el sentido de un ascenso cualitativo intelectual o moral. Si los evolucionistas tienen razón, el fenómeno humano no se explica y la vida humana no vale la pena vivirla y, a fin de cuentas, llegan a estas conclusiones, de que atribuyen al objeto, que les es inaccesible, lo absurdo del sujeto.

El término consciencia, ha adquirido significados múltiples. Algunos de los diversos significados están relacionados con la óptica del observador o usuario. Filósofos, psicólogos, biólogos o sociólogos consideran la consciencia de manera distinta y, es necesario dilucidar el significado de los términos de la mente, perspectiva y sentimiento. La mente es una manera de referirse a la producción activa y a la exhibición de imágenes que surgen de la percepción real, de la rememoración de recuerdos o de ambas. Las imágenes, son vehículos naturales del conocimiento, transportan conocimiento y, representan conocimiento, de manera explícita. La perspectiva de un organismo vivo consciente lo expresan las imágenes que fluyen dentro de su propia mente y le proporcionan sentimientos que de manera inequívoca revelan la conexión natural entre mente y cuerpo. Los sentimientos dejan que la mente sepa, automáticamente, sin que se plantee ninguna pregunta, que mente y cuerpo están juntos y que cada uno de ellos, pertenece al otro, como nos dice Antonio Damasio.

Sentir, es un componente fundamental de la consciencia y de hecho es la variedad homeostática de los sentimientos, la que contribuye a construir los fundamentos de nuestro ser. La consciencia es un estado particular de la mente, que resulta de un proceso biológico al que contribuyen múltiples acontecimientos mentales. Todos tenemos millones de pensamientos volando por nuestro cerebro diariamente y, casi todos son nuestros y, así podemos tener pensamientos aleatorios que son aparentemente inaceptables para nosotros u otros, que se alinean con cómo nos vemos a nosotros mismos. Esta es la naturaleza de los pensamientos, nos dice Denise Linn.

¿Por qué y cómo los procesos físicos del cerebro causan la experiencia consciente? El problema está relacionado con la supuesta imposibilidad de explicar cómo un dispositivo físico químico conocido como cerebro, puede generar estados mentales conscientes. Las teorías contemporáneas dejan sin respuesta una serie de interrogantes fundamentales. ¿Cuál es la diferencia entre las estructura nerviosa que puede ser la responsable de la conciencia y otra estructura, que sea responsable de los procesos inconscientes? Y según Giulio Tononi, la conciencia parece estar vinculada a la capacidad del cerebro para integrar grandes cantidades de información. La cantidad de información y el grado de integración, son registrados después del envío de un impulso magnético a través de la bóveda craneana.

Michel Jouvet, nos dice que de lo que más necesidad tenemos, es de una fuerte dosis de humildad en lo que creemos, porque para hacer ciencia es necesario el escepticismo. Son necesarias unas matemáticas nuevas, que acompañen y guíen a los exploradores de lo que sigue siendo una tierra incógnita, que es nuestro cerebro. Michel Jouvet, nos dice que la neuroergonomía, va a cambiar profundamente la manera de transmitir el conocimiento y, cómo toda revolución epistémica, será considerada primero como ridícula y después como peligrosa, antes de revelarse al fin como evidente. Nuestro sistema de enseñanza podrá entonces pasar del atiborramiento de conocimientos por la fuerza, al amor por el conocimiento.

Investigadores informáticos, biólogos, matemáticos y físicos han tratado de traducir a ecuaciones, las propiedades biológicas virtuales de un fragmento de cerebro, modelando 10,000 neuronas virtuales conectadas entre sí por 30 millones de sinapsis. Se supone que el proyecto cerebro humano, comprenderá 256 laboratorios de 24 países con un presupuesto de 1000 millones de euros durante 10 años, para modelar un cerebro humano. Estimaron que es imposible modelar el cerebro humano, porque la modelación de un haz nervioso costaría un millón de dólares y hacerlo, llevaría un año, mientras que serían necesarios 3000 años y 3000 millones de dólares para modelar únicamente una porción del cerebro del tamaño de una aceituna.

La verdad es una realidad, ya está ahí y lo que nos queda es descubrirla. Alcanzar la verdad no es una tarea nada fácil, ya que la verdad no es un concepto o una creencia, como tampoco la construimos nosotros. No es lo que decimos o pensamos lo que nos define, sino lo que hacemos y cada uno ve lo que puede, no lo que quiere y, damos por sentado que nuestra percepción del mundo físico es precisa y que el resto de las personas ven lo mismo que nosotros. Existen grandes diferencias perceptivas entre los sujetos y cada persona, tiene una especie de huella visual única e intransferible. Investigadores han observado que el problema radica en el cerebro y no en los ojos, observando que el proceso de reconocimiento de objetos, ocurre en circuitos neuronales de la corteza del lóbulo temporal inferior.

Para Sócrates, Juan de la Cruz y Nisargadatta: “La esencia de la sabiduría es la total aceptación del momento presente”, y el “Secreto de la vida”, consiste simplemente en aceptarla tal y cual es. Y para Martinez Lozano, “La sabiduría requiere alimentarse en todo momento, con lo real”, y una vez alineados brotará la acción adecuada en cada circunstancia. La frase “Lo que viene conviene” conviene para que entendamos que no somos ese Yo separado, sino la consciencia que no es afectada por nada de lo que nos suceda. Y en ese sentido “lo que viene”, viene para que aprendamos a comprender lo que somos, donde la resistencia genera sufrimiento, la resignación paraliza y la aceptación regala paz y a la vez, moviliza. Y eso requiere una consciencia abierta; significa pasar de lo erróneo y nociva “consciencia de separabilidad”, que es la creencia errada de estar separados de la vida y que es la “Fuente de todo sufrimiento”, a la “consciencia de unidad”, con todo y con todos. Somos diferentes, pero somos lo mismo y según Sócrates, “Solo hay una virtud”: y es la sabiduría. Y sólo existe un único vicio; la ignorancia.

La base de toda vida emocional sana comienza por tener unos cimientos sobre los que asentar esa vida, ese es el edificio emocional. Sin ello, no es posible madurar ni disfrutar de una vida emocional sana. La falta de emociones positivas, es una de las cosas más graves que nos puede ocurrir, llevándonos a la incapacidad de disfrutar. Y es la principal fuente de infelicidad que podamos imaginar. Por su parte la falta de compromiso nos hace muy vulnerables ante la adversidad, e impide el crecimiento personal. Las emociones positivas deben de tener una finalidad más allá del mero disfrute, nos dice Enrique Fernández y, deben ir encaminadas a unos objetivos vitales que generen compromisos para conseguir un desarrollo y maduración personal, donde el compromiso produce bienestar, da positividad y cuida la salud. Todo esto, además de dar sentido a la vida.

La experiencia humana del dolor y del sufrimiento ha sido responsable de una extraordinaria creatividad focalizada y obsesiva, responsable de la invención de todo tipo de instrumentos capaces de contrarrestar los sentimientos negativos instigadores del ciclo creativo. El bienestar y el placer conscientes, han motivado innumerables maneras de que el ser humano asegure y mejore las condiciones favorables para su vida, individual y social. Compatible con la idea de que la consciencia se introdujo en la evolución, de la mano de los sentimientos y no de cualesquier sentimiento, sino en particular de los negativos. No somos sino marionetas del dolor y del placer, ocasionalmente liberadas por nuestra creatividade

En el tejado de este edificio emocional, está el significado de dar razón de ser a la vida, porque sin las emociones, la propia vida carece de sentido y finalidad. ¿Para qué sufrir? O ¿Para qué disfrutar? Porque una vida carente de significado es una vida marchita, es una vida hueca, vacía y sin sentido y el significado es lo que nos permite vivir dentro de un rango de funcionamiento óptimo, emocional y, es lo que nos da la razón para vivir.

Sólo tienes un Yo, que es tú Yo real y, está más allá del bien y del mal. Todos tenemos un Yo y hacemos todo lo posible por defender su derecho a existir y, cualquier crisis que ataque nuestro sentido de bienestar también ataca a nuestro sentido del Yo. Y siempre que sientes que tu mundo se viene abajo, lo que realmente se está viniendo abajo es tu Yo y, la confianza en poder entender la Realidad.

El mayor logro de Jung no fue darle nombre a la sombra, ni su teoría de los arquetipos, sino demostrar que los seres humanos comparte un Yo, donde el ¿Quién soy yo? depende del: ¿Quiénes somos nosotros? Sin un Yo, nuestro cerebro recibiría el salvaje bombardeo de infinidad de imágenes sensoriales que no tendrían sentido, ya que llegamos al mundo no como receptores pasivos de datos sensoriales, sino como entusiastas creadores. y cuando reconoces tus necesidades, creencias, impulsos, deseos, sueños y temores de pronto el mundo cobra sentido. El Yo, mi y mío, existen por un sólo propósito: ofrecerte un lugar personal en el mundo, como nos ha dicho siempre Chopra.

La esencia de la lucha humana es el conflicto entre quiénes somos y quiénes queremos ser, donde la dualidad es el eje de la experiencia humana, donde el bien y el mal coexisten en todas las personas y, ejercen su influencia en todas las facetas de nuestra vida. Si vivimos dentro de un espectro limitado de cualidades, deberíamos preguntarnos por qué la mayoría no estamos totalmente satisfechos con nuestra vida tal como es ahora. ¿Por qué seguimos actuando contra nuestro sistema de valores? pregunta Deepak Chopra.

El efecto “Sombra” está en todas partes y en todos los aspectos de nuestra vida y, donde todas las vidas han sentido los efectos de ira y miedo y podríamos decir que los impulsos oscuros andan a su antojo en nuestra mente, algo que aspiramos todos, es que la mala persona que hay en nosotros y que puede arruinarlo todo, esté bajo control. Ya que todos hemos creado esa sombra que ahora nos acecha y, donde todos vivimos con los restos de ideales frustrados que una vez nos parecieron la solución perfecta.

Para millones de personas, esta guerra es muy real y abarca todos los aspectos de sus vidas. La naturaleza humana incluye un aspecto autodestructivo, donde Carl Jung planteó el arquetipo de la Sombra, al decir, que rodea al Yo y atrapados en esa neblina, nos evadimos de nuestra propia oscuridad. Y aunque hemos llegado muy lejos, no hemos evolucionado nada emocionalmente y seguimos siendo los mismos y, que no vemos que nuestros peores impulsos son autodestructivos. Y si afrontamos directamente la realidad, el lado oscuro es demasiado abrumador para soportarlo.

Después de contemplar los desastres y horrores de las noticias de la noche, nunca imaginarías que los seres humanos siempre hemos tenido el poder de encontrar la paz, la exaltación y liberarnos de la oscuridad. El secreto reside en la palabra “Conciencia”, donde la “Conciencia Superior”, es la respuesta y la única duradera para el aspecto oscuro de la naturaleza humana, ya que para ello se requiere un análisis mucho más profundo, ya que si lo abordamos de manera superficial, siempre persistirá. Y es un aspecto de la realidad tan básico para la creación que sólo el entendimiento completo puede confrontarla con éxito.

El lado oscuro de la naturaleza humana medra en la guerra, la lucha y el conflicto, por lo que estamos rodeados de actos de una violencia indescriptibles, donde las guerras y los crímenes destrozan sociedades enteras, por lo que desde hace mucho tiempo, las personas han desistido de llegar a ver el triunfo de la bondad, de la naturaleza humana. Y así fue que Sigmund Freud llego a la conclusión de que la civilización se cobraba un alto precio por su existencia.

Si Dios no existe, todo está permitido, nos dice Fiodor Dostoievski, ya que si no existe una autoridad que regule el comportamiento humano y éste es capaz de cometer cualquier tipo de delito, por la ausencia de una autoridad y de control, no habrá una sanción para aquellos que cometan delitos, porque actúan con entera libertad. ¿Debe acaso el hombre, ese hombre racional y libre, permitirse todo, porque lo que no existe, en este caso Dios, en su calidad de omnipotente, omnisciente y omnipresente, en condición de su ausencia o su nulidad?, Nos regunta Edgar Aguilar, ya que según esto, Dios no existe en la medida en que también se vuelve ineficaz e inoperante, ya que si nos vigila todo el tiempo, pero a su vez es nulo, ausente, indiferente y todo está permitido, sin que alguien nos señale, carece por tanto de sentido y de ser así, un acto velado e ilícito, pasaría a convertirse en un acto normalizado. Y habrá quienes no sólo justifican ese obrar deleznable, sino que lo complementan con un permiso ya establecido y, las incursiones bélicas parecen confirmar, en estos tiempos en que todo se ve y se trasmite en directo de forma masiva, la inexistencia de Dios y la realidad una vez más supera la ficción.

¿Qué queremos decir con la palabra Dios? Si se entiende como un ser separado, ciertamente no, pero si con ese término aludimos al fondo último de lo real, a aquello inefable que trasciende todas las formas y que constituye la mismidad ultima de todo lo que somos y, nuestra más profunda identidad, hablando ahora en clave transpersonal y no dual, la respuesta según Martínez Lozano, sólo puede ser afirmativa y es espiritual, no quién tiene unas determinadas creencias o cumple unas normas concretas, sino quién comprende y vive. Eso que somos en profundidad, quien vive, no en estado mental, sino en estado de presencia.

Las emociones son respuestas bioquímicas del organismo a los estímulos del entorno y de la mente. Una emoción siempre es una señal de nuestro organismo que revela necesidades básicas, donde detrás de cada emoción siempre hay una necesidad que la impulsa y tienen el propósito de guiarnos hacia el camino de nuestro óptimo proceso evolutivo. Donde todos tus pensamientos y tus emociones dominantes se traducen en conductas, en acciones y en hábitos. Nuestra mente ha aprendido a reaccionar a los estímulos de cierta manera, pero siempre podemos reprogramar hacia la manifestación de nuevos conductos que sean más congruentes con nuestros objetivos y con la vida que queremos para nosotros y para nuestro entorno.

Cualquier emoción, puede ser una oportunidad de desarrollo y de trascendencia, si así lo decidimos, ya que pueden ayudarte a dar un paso más en tu progreso interno o, llevarte a otro estado de conciencia, si eliges tomar el camino que te permitirá avanzar y lo pertinente, nos dice Soledad Maurizio: es conducir la energía emocional de una manera congruente con los objetivos y necesidades más relevantes.

Los modelos mentales, se refieren al mecanismo mediante el cual el ser humano intenta explicar cómo funciona el mundo. Aporta significado y sentido a la propia existencia, cumple un propósito y satisface diversas necesidades influidos por los patrones de la cultura, la sociedad y la familia. Y donde cada persona es capaz de crear la vida que desea y sólo necesita canalizar sus emociones y convertirlas en sus mejores aliados y sobrepasar los límites que pone sobre la misma.

Reconocer las carencias propias y alinearlas de una manera adecuada y congruente para alcanzar objetivos elevados al cambiar la percepción de las circunstancias que se viven, para experimentar una nueva realidad. Lo que percibimos y la realidad que describimos dice más de nosotros, del tipo de observador que somos, que de la realidad que observamos. Se requiere trascender nuestros propios límites y, transformar la conciencia para forjar nuevas realidades. La realidad que percibimos es un reflejo de nuestra realidad interna, de nuestra naturaleza, no de las circunstancias que se nos presentan.

No se penetra en esa dimensión peculiar en la que el hombre se conoce a sí mismo como sólo él puede conocerse y, por eso no se descubre el lugar peculiar que ocupa en el universo. El hombre es comprendido desde el mundo, pero el mundo no es comprendido desde el hombre. Dios puede crearlo todo, nosotros podemos conocerlo todo y lo podemos, porque también nosotros lo llevamos todo potencialmente en nosotros. Se presenta el hombre tan autónomo y consciente de su poder, que no percibe en modo alguno la cuestión autentica. Cierto es que nos habla de la infinidad espacial y temporal del mundo, pero esta infinitud es todavía puramente pensada y no una infinidad contemplada y vivida.

La consciencia, es la capacidad de la mente que ha permitido a la especie humana desarrollar una inteligencia única, basada en el razonamiento y la creatividad, ayudándonos a entender el mundo que nos rodea. Maravilla de la evolución, que sigue siendo un misterio para científicos y filósofos y, un reto mayor para la investigación científica.

El pensamiento complejo, es un estilo de pensamiento y de acercamiento a la realidad, donde el Principio Sistémico o Organizacional, permite relacionar el conocimiento de las partes con el conocimiento del todo y viceversa. Desde el punto de vista sistémico-organizacional, el todo es más que la suma de las partes, y ese más, son los fenómenos cualitativamente nuevos a los que denominamos “Emergencias”, que son efectos organizacionales y, son producto de la disposición de las partes en el seno de la unidad sistemática, según comenta Edgar Morin. Y al igual que en un holograma, cada parte contiene prácticamente la totalidad de la información del objeto representado, en toda organización compleja, no sólo la parte está en el todo, sino también el todo está en la parte.

El pensamiento complejo reconoce a la vez la imposibilidad y la necesidad de una totalización, de una unificación y de una síntesis. La complejidad es efectivamente el tejido de eventos, acciones, interacciones, determinaciones, azares que constituyen nuestro mundo fenoménico. Y se presenta con los rasgos perturbadores de lo enredado, lo inextricable, el desorden, la ambigüedad y la incertidumbre. Existe la complejidad cuyos objetos de estudio son los sistemas complejos adaptativos, los sistemas dinámicos no lineales, sistemas con sensibilidad a las condiciones iniciales, dentro de los cuales hay que ubicar no sólo a la llamada “Teoría del Caos”, sino también a la Teoría de los Fractales y, la teoría de las Catástrofes, que en realidad no tienen nada que ver con lo que se entiende por Caos y Azar en términos filosóficos e intentan estudiar fenómenos muy difíciles de formular matemáticamente dentro de un marco determinista, para diferenciarlo del caos producto del puro azar y designa el estudio de los sistemas dinámicos que están en algún punto intermedio, entre el orden en el que nada cambia y, el estado de total desorden.

Los fenómenos de “Caos Determinista” o de “Complejidad”, se refieren a muchos sistemas que existen en la naturaleza, cuyo comportamiento va cambiando con el tiempo y aparecen cuando los sistemas se hacen extremadamente sensibles a las condiciones iniciales. De modo que alteraciones muy pequeñas en sus causas, son capaces de provocar grandes diferencias en los efectos. Y como consecuencia, no es posible de predecir con exactitud cómo se comportaran dichos sistemas más allá de cierto tiempo, por lo que parecen no seguir ninguna ley y parecen regidos por el azar.

El mundo y todo cuanto comprende, es esencialmente un símbolo. Y el ser humano es el símbolo central del estado terrenal, como nos dice Martín Lings. De ahí la importancia que tiene la comprensión del simbolismo para el hombre, pues es el camino para comprenderse a sí mismo. Y tal y como enseñan todas las doctrinas tradicionales, este mundo es el mundo de los símbolos, pues no contiene nada que no sea un símbolo. El simbolismo es lo más importante de la existencia y es a la vez, la única explicación de la existencia, siendo el reflejo o sombra de una realidad superior. Y puede decirse, que todo el tejido de la creación es una trama de eternidad y fugacidad, de infinitud y finitud, de absorción y relatividad, donde el hombre verdadero, según el Tao, es el más grande de los símbolos terrenales y es el símbolo de la suma de todos los atributos, es decir, de la naturaleza divina en su totalidad.

Para Carl Jung, los arquetipos viven en el inconsciente colectivo, entidades que se han configurado desde el origen del ser humano. Son lo que podríamos llamar simulaciones virtuales, que podemos adoptar para jugar con mayor eficacia en la vida, suponiendo que ésta es como un inmenso juego y fue Jung, quien dijo que todos nacemos originales y morimos como copias. Y según John Conway, en su “Juego de la Vida”, gobernado por reglas simples que dan lugar a un comportamiento notablemente complejo, donde se hizo claro que cualquier cosa que podamos imaginar, puede ocurrir en el Juego de la Vida. Donde los elementos del juego son muy similares al simbolismo que analizó Jung, para desarrollar su teoría de la Sincronicidad o las Casualidades Significativas; y los arquetipos que explican las distintas fases de la personalidad, por las que pasa el ser humano a lo largo de su vida.

Y eso que llamamos realidad, nos dice Joaquin de Saint. Aymour, no es sino realidad virtual. Y así lo afirma tanto la física cuántica, como también las más ancestrales filosofías orientales y donde la materia, la vida cotidiana, es el resultado de la suma de conciencias de todos los jugadores implicados. Thomas Young advirtió la naturaleza ondulatoria de la luz, lo que permitió descubrir que las partículas subatómicas se comporten a la vez como ondas y como partículas, un concepto fundamental y primordial y primordial de la física moderna, donde la probabilidad es la manifestación de poder encontrar un electrón en cierta región del espacio. Destacando que el electrón lleva asociada una función de onda que en un principio, se extiende por todo el universo. Y si retrocedemos hacia el Big Bang, el tiempo desaparece y se convierte en espacio.

Los físicos están desconcertados ya que la luz es una onda, pero también tiene un comportamiento de partícula. Y el lenguaje no sirve para dar una descripción clara y completa de dicha realidad subatómica. Y como no se puede predecir con certeza su comportamiento, la consecuencia es de que no existe una realidad sólida y profunda. Y donde la probabilidad, no es una parte más de la naturaleza, sino una propiedad fundamental de ésta.

La mecánica cuántica, es paradójica y contra intuitiva; reduce a cenizas el sentido común, pero es correcta, lo que convierte el mundo en algo muy alejado de lo que percibimos y, la realidad entendida como algo objetivo que está ahí fuera, no existe. Es una ilusión y nada es real hasta que se observa; y el hecho de que existan miles de millones de copias idénticas a nosotros mismos, es teóricamente posible en los ya aceptados universos paralelos. Y de que la sensación que tenemos del tiempo, es distinta de la que nosotros tenemos de él.

Un organismo es consciente, si se siente de algún modo ser ese organismo. Y el gran misterio reside en porqué esa chispa se enciende en algunos conjuntos de materia del universo. Al principio no hay nada y de repente, como por arte de magia en el momento indicado, surge algo; hay una experiencia que se enciende en el mundo inanimado emergiendo de la oscuridad, ¿Las leyes que rigen la materia en movimiento pueden producir esto, todo esto? ¿La materia se despierta de repente y empieza a percibir el mundo? La vida es una incertidumbre que perdura y que mientras dure, nos garantiza que estamos vivos.

En qué momento, la materia pasa a ser consciente, parece ser algo tan misterioso como en qué momento la materia y la energía, aparecen por primera vez. El misterio de la consciencia rivaliza con uno de los mayores enigmas a los que se ha enfrentado jamás el pensamiento humano; ¿Cómo es posible que pueda surgir algo de la nada? ¿Por qué determinadas configuraciones de la materia, hacen posible que se haga la luz de la consciencia?

Sabemos que el pensamiento es la herramienta de la mente y de que un hecho objetivo, no es más que un símbolo de una causa subjetiva. Y donde cada vez más en la física, se comprueba que el universo físico en el que vivimos, se parece más a un pensamiento gigantesco.

Desarrollos recientes han cimentado el papel del caos, como una idea científica fundamental. Y puede darse en la dinámica de poblaciones, obligándonos a revisar nuestra visión del ecosistema global y verlo como un mundo dinámico y siempre cambiante y, no como un equilibrio de la naturaleza estática.

El cuerpo humano es un ensamblaje de formas fractales y geometría caótica. Somos creaturas construidas a partir del caos y habitamos un mundo fractal, lo que cambia nuestro modo de ver el mundo. El caos, se da cuando un sistema determinista, es decir no aleatorio, se comporta de una forma aparentemente aleatoria y, es tan normal como el comportamiento regular o como los estados estacionarios o los ciclos periódicos. Y desde el punto de vista actual y con la ventaja que proporciona una perspectiva global, es muy fácil entender como aparece el caos y, porqué lo hace con frecuencia, según Ian Stewart.

Algunos de los más sofisticados mecanismos de la biología, como son el olfato y la fotosíntesis, no parecen explicarse sin la intervención de las leyes que rigen el mundo subatómico. Nadie pone en duda que la biología es cuántica, porque todos los seres vivos están hechos de átomos. Tal vez la vida sea una lucha constante por mantener la coherencia, en un mar de movimiento molecular. Donde se ha encontrado una conexión entre el mundo de las partículas y lo inmaterial de la psique: ¿Será algo real? Y sugiriendo que los pensamientos surgen dentro de las neuronas y no a partir de la interacción entre ellas, podríamos decir que los grandes problemas filosóficos de la ciencia en la actualidad, son la realidad cuántica y, la dualidad mente-cuerpo.

Saber que estamos atados y unidos a una fuerza creativa invisible y, de que estamos rodeados por ella y que reacciona a nuestros pensamientos y, que actúa como una ley ya que el pensamiento mismo actúa como una ley y, que los psicólogos han observado que manteniendo una confianza tranquila, paz y sentido de serenidad, podemos concebir a la consciencia universal como ya existente dentro de nosotros y, no es necesaria buscarla.

El cerebro, se beneficia de la exposición a una amplia variedad de sensaciones y que muestran una activación significativa de las regiones emocionales del cerebro ante estímulos táctiles, de sabor u olfativos. Los estudios sobre el tacto, demuestran que puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la capacidad de atención. La mayor parte del tiempo necesitamos una cantidad básica de estimulación sensorial para mantener un funcionamiento cognitivo normal y, sólo se necesitan quince minutos de privación sensorial para provocar alucinaciones y estados de ánimo negativos. La sensación es una parte fundamental de cómo entendemos el mundo. Si privamos al cerebro de información, enloquecemos poco a poco, según Ingrid Fetell.

Somos seres que tienen que construir su propia realidad. Somos seres de carencia y de necesidad y, o construimos nuestro mundo o no tenemos cómo existir, ya que si fuéramos un animal que no trabajase sin acción transformadora consciente y, que viviese como los demás animales, es decir únicamente de lo que da la naturaleza, seríamos como mucho diez millones de individuos; y si hemos llegado a más de siete mil millones de personas, es únicamente porque en vez de vivir en la naturaleza, vivimos con ella y de ella, según Cortella. Y por increíble que parezca, nuestra acción en el mundo es antinatural y, es un enfrentamiento con la naturaleza.

La naturaleza es algo que se nos opone; y en la medida en que se nos opone, la transformamos a través del trabajo y podemos hacerlo sólo para sobrevivir o también como modo de señalar nuestra presencia en el mundo. De acuerdo con Marx, hay una diferencia entre estar “libre de” y ser “libre para”; y si no estamos libres de hambre, de la falta de techo, de la falta de asistencia médica, no somos libres para otras elecciones. Marx soñó que llegaríamos a tal desarrollo tecnológico, que sería posible trabajar sólo cuatro horas y hoy en día la humanidad podría vivir de lo que producimos y, sobrarían materiales y tiempo. Pero más de lo que hace la distribución, nos dirigimos hacia la concentración; y hay tanto desperdicio, que debemos hacer cada vez más esfuerzo para mantener un modelo que si hubiese reparto de tareas, que se sustentaría perfectamente.

¿Cómo somos capaces de sentir placer y dolor, bienestar y enfermedad, felicidad y tristeza? Desde el cuerpo físico hasta la experiencia mental, se atribuye a los buenos oficios del cerebro; y la asombrosa consecuencia es que los sentimientos se sienten cómodos tanto en el cuerpo como en el cerebro: Somos animales de sentimientos que pensamos y, animales pensantes que sentimos, por lo que la naturaleza humana se beneficia de una abundancia de tipos de inteligencia explicita y no explicita y, del empleo de sentimiento y razón, cada uno de ellos o, en combinación.

El objetivo de la vida, es su propio mantenimiento, tanto tiempo como se le permita, siguiendo los dictados de la “Homeostasis”. Pero se requiere un sistema nervioso y la creación de imágenes, los componentes fundamentales de la mente y, prestar atención, que abre el camino a los sentimientos y la consciencia. Cualquier teoría que deje de lado el sistema nervioso, a la hora de explicar la existencia de la mente y la consciencia, está destinada al fracaso. Pero cualquier teoría que se base exclusivamente en el sistema nervioso para explicar mente y consciencia, también está condenada al fracaso.

John C. Eccles, se esforzó por demostrar que los acontecimientos mentales pueden producir cambios físicos. Y Margenaux afirmó que “la interacción del cerebro y la mente, es análoga al campo de las probabilidades de la mecánica cuántica, que no tiene ni energía ni masa, pero puede tener una acción efectiva sobre algunos micro-sitios. Para Eccles, ninguna solución materialista puede explicar el origen de la conciencia del hombre; y considere la unidad del Yo, a una creación espiritual sobrenatural, donde ese acontecimiento sobrenatural tuvo lugar en un momento en el que nuestros antepasados todavía eran mamíferos pre-humanos y de esa manera, se convirtieron en hombres verdaderos. Sin embargo para los neurobiólogos, se trata de problemas de fisiología y filosofía, que todavía no ha sido resuelto completamente.

Roger Penrose, se apoyó en la teoría de la individualidad de Kurt Gödel, para probar que no somos máquinas y que el funcionamiento de nuestro cerebro, no puede ni siquiera ser simulado por medio de una computadora, e intentó aplicar algunos resultados obtenidos de la mecánica cuántica al problema de la conciencia. Para él, la física clásica, no puede explicar los aspectos de la conciencia humana, por lo que esperaba que cuando dispongamos de una teoría satisfactoria de la gravitación cuántica, esta teoría nos llevará a algo verdaderamente no calculable. Para él, la respuesta se encuentra en la estructura interna de las neuronas, y por lo tanto de la estructura que es la base de la célula y sirve como sistema de regulación de sus diferentes operaciones y, cuando el nivel micro entra en contacto con el nivel macro, aparece la conciencia.

El nivel neuronal, podría no ser otra cosa que la sombra de otro nivel más profundo, donde se debe buscar el sustrato físico de la mente. Penrose, escribió que el sistema de la conciencia solamente será resuelto cuando se haya desarrollado una teoría satisfactoria de la gravitación cuántica y, pasa por alto las bases biológicas y psicológicas, que son esenciales para el conocimiento de la conciencia e ignora totalmente la anatomía y la fisiología cerebrales.

El conocimiento del mundo, se ha apoyado desde 200 años, en los datos epistemológicos del positivismo y el estructuralismo. Con David Hume y Auguste Comte, basados de que la experiencia es la única fuente del conocimiento y, donde la mente está vacía, no existe en el nacimiento y nada hay en nuestro intelecto que no haya sido recogido primero por las sensaciones: por consiguiente no existe ningún conocimiento innato del mundo. El positivismo fue sobre todo descriptivo, pero sus descripciones no fueron seguidas por teorías capaces de comprender al ser humano. El estructuralismo admite que existe un conocimiento innato de la mente y, de que la mente construye la realidad a partir de la experiencia, gracias a conceptos innatos y asimismo, de que la observación sola no es suficiente, porque el comportamiento del hombre debe estar basado en las estructuras profundas.

Según Freud, el comportamiento humano no se ve influido por los acontecimientos de los que somos conscientes, sino por estructuras profundas del inconsciente y, que no es posible descubrir objetiva ni subjetivamente. Desgraciadamente no es posible verificar sus proposiciones, razón por la que las teorías estructuralistas seguirán siendo plausibles en su intento de comprender el comportamiento hipercomplejo de los seres humanos.

Somos producto de una evolución que dio nacimiento a la mente, según la hipótesis evolucionista. Es posible construir una ciencia de la mente sobre bases biológicas, según la hipótesis evolucionista, por lo que es necesario abandonar el idealismo, el dualismo, el pansequismo, el epifenomenalismo, el empirismo y el esencialismo.

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