Globalización: Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura


Marzo de 2022

LA SENDA DE LA IGNORANCIA
Walter Ritter Ortiz


Sección de Bioclimatología, Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito interior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacan, México, D. F. email: walter@atmosfera.unam.mx

INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia, nos podemos encontrar con personas, que ya sea por sus acciones, enseñanzas o su manera de pasar por esta vida, llegan a un punto máximo y no se necesita ser alguien dotado, elegido o especial para poder llegar a estas alturas y a la perfección que muchos han logrado; ya que sólo se necesita un poco de fe y perseverancia, donde muchos se han dado cuenta de que la lucha por el poder, la supremacía en lo material y el ego innato de todos, nos ha llevado a un mundo casi ingobernable y lleno de dudas, misterios e incertidumbre.

La futilidad de las esperanzas y aspiraciones que persigue la mayoría de los hombres sin tregua, a lo largo de su vida, se manifiesta con considerable vitalidad en nuestro mundo actual. Participamos, nos dice Einstein, en la persecución que satisface el estómago, pero que no puede bastar en la vida de un ser que piensa y siente.

Einstein, consideraba que muchas de las historias de la Biblia no podían ser verdades, por lo que explica que su otra alternativa era el estudio de la naturaleza o del mundo que existe independientemente de los seres humanos. Y notó que muchos de los hombres a quienes había aprendido a estimar y admirar, habían encontrado libertad y seguridad interior en la entrega a esta actividad. Los hombres del presente y del pasado que comparten esta motivación, así como sus descubrimientos, son amigos que no se pueden perder.

En la infancia de la raza humana, se entretenía con cuentos acerca de las travesuras de los dioses, lobos y cuervos. Pero ya hemos madurado y hemos dejado atrás el mito y hemos entrado en la era de las luces y, de ahora en adelante, el Método Científico y la razón contestarán a nuestras preguntas acerca de cómo son las cosas. En la actualidad, los científicos le apuestan todo a los “Resultados Reproducibles”, que se pueden comprobar cuantas veces se quiera, independientemente de lo que alguien opine y, donde ganar no es lo más importante o el disfrute de la verdad, sino la de enfrentar ideas, ya que en el debate científico, sólo las ideas más aptas sobreviven y los conceptos endebles perecen.

No dice Débora García, decidí estudiar química porque quería entender el comportamiento del universo, el porqué de las formas, los colores, los cambios, la razón verdadera y, creía que la ciencia daría respuesta a todas estas cuestiones y que sabría al fin, porqué todo parece estar tan ordenado, porqué podemos catalogar los elementos que lo forman absolutamente todo en una simple tabla periódica, porqué unos elementos tienden a enlazarse preferentemente con otros. Y quería encontrar una explicación sólida más allá de reglas inconclusas y de tendencias sin razón aparente, de equilibrios y de situaciones inexplicables.

Creía firmemente que la ciencia contestaría a las grandes preguntas filosóficas y que las certezas que me proporcionarían, me permitirían vivir en paz, sin sentirme amenazada por las dudas. Y cuando estuviera en posesión de la verdad, explicaría la razón que subyace tras la armonía, con la tranquilidad de quién todo lo sabe. Todos los campos estaban abiertos, preparados para ser corregidos y pulidos, pues la ciencia resultó no ser absoluta, sino estar llena de cabos sueltos. Pude ver que todavía quedaba un largo camino por recorrer y, que a medida que aprendemos sobre algo, se van abriendo nuevos frentes de conocimiento y la ciencia, se va volviendo cada vez más infinita. Me fui dando cuenta de que no podría contestar a las grandes preguntas de la vida sólo con la ciencia y de que de hecho, la ciencia no pretende tratar de dar respuesta a las cuestiones vitales, ya que la ciencia ofrece los cómos pero no pretende ahondar en los porqués absolutos. Esa posible razón queda fuera de los límites de la ciencia y quizás, incluso fuera de los límites de nuestro entendimiento.

En el método científico, se observa primero un fenómeno por medio de experimentos y luego, se construye una teoría adecuada. Pero si es que existe, no es tan sencillo como nos han hecho pensar, como para que lo podamos reducir a una sola receta.

La forma en que el sentido común aborda la idea del determinismo, es decir el que todo está determinado de antemano, es por medio de la idea popular de la Causalidad. Donde siempre podemos obtener en principio una respuesta que nos ilumine y, donde todo Suceso es Causador y está determinado de antemano por los sucesos que constituyen su causa.

Exigir que las respuestas a nuestras preguntas del “Porqué” consistan efectivamente en “Condiciones Iniciales”, causas a partir de las cuales los hechos a explicar puedan ser deducidas lógicamente, si se conocen las leyes universales pertinentes. Hecho que se aleja de la teoría de la Causalidad y, que se acerca a una teoría más sofisticada. Si suponemos una Ley de la Causalidad Universal, con el fin de que todo suceso pueda en principio explicarse causalmente en el sentido de nuestra exigencia, es decir, que siempre hay causas o condiciones iniciales y leyes universales que nos permiten deducir el suceso en cuestión y, que es una suposición fuerte, según Karl Popper.

Según Karl Popper: “El que ansía tener la razón mal interpreta la ciencia, pues no es el poseer el conocimiento ni verdades irrefutables lo que hace al hombre de ciencia, sino el buscar la verdad con persistencia y actitud crítica. Jamás sostenemos nuestra hipótesis dogmáticamente, ya que nuestro método de investigación no consiste en defenderlas para demostrar cuánta razón tenemos y al contrario, tratamos de echarla por tierra. Y sostiene que para que una proposición pueda considerarse como científica, debe formularse de tal manera que si es falsa se pueda demostrar que lo es, lo que permite basar la ciencia en fundamentos más sólidos.

Podemos decir que el concepto de “Falsabilidad”, permite construir principios muy sólidos, incluso en circunstancias en las que no hemos demostrado explícitamente que el principio se cumpla. Y podemos decir como Daniel Dennet, que amamos tanto al mundo, que no queremos verlo a través de cristales demasiado empañados, de modo que a la hora de seleccionar nuestras verdades, somos muy cautelosos y donde los verdaderos filósofos, nunca dan un segundo paso, sin antes comprobar que el primero esté firmemente apoyado.

Donde tendremos que suponer que cada vez que fallemos en nuestras predicciones, nuestra teoría tendrá que dar la razón de la imprecisión de la razón, ya que el determinismo científico exige una predicción a todo suceso, con cualquier grado de precisión, siempre que se nos den condiciones iniciales precisas. Sin embargo, ¿Qué tan precisas?

El hecho de que la teoría tenga que dar la razón de la imprecisión de la predicción, debería permitirnos calcular el grado de precisión de las condiciones iniciales suficientes; sin embargo, tenemos que precavernos contra el error de creer que es válido argumentar que cada suceso tiene una causa.

Para remediar esta situación, tenemos que exigir que sea posible descubrir, antes de contrastar el resultado de nuestras predicciones, si las condiciones iniciales son suficientemente precisas o no. O, de que tenemos que poder determinar de antemano, a partir de predicciones, enunciando el grado de precisión que se exige de la predicción, junto con la teoría y, cómo tienen que ser de precisas las condiciones iniciales o los “Datos”, para permitirnos realizar esa predicción.

Hay que distinguir entre causalidad y determinismo y, de nuestro mundo de unicidad, es en el espacio y en el tiempo. Porque es de importancia crucial el distinguir entre el pasado determinado y el futuro abierto, siendo Kant quien indica que una teoría es una creación nuestra, impuesta por nuestro intelecto sobre la naturaleza. Y que de esta manera, nuestro intelecto racionaliza la naturaleza en el hecho de que hay una realidad más profunda que la descrita por la teoría, a la que no debemos considerar determinista, aunque el mundo en que vivimos no puede ser nunca conocido por completo y, de que nuestro conocimiento científico es tan solo un intento de conocerlo.

¡Viva la revolución de la información! Y avancemos hacia ese nuevo y feliz mundo de inteligencia artificial y de bancos de datos informatizados que nos dirán todo lo que necesitamos saber. Todo, excepto el ¿Porqué? y, el ¿Cuál es el sentido de la vida? Es difícil, nos dice Sam Keen, no llegar a la conclusión de que nuestra reciente historia ha sido esculpida, tanto por el mito inconsciente como por la ciencia consciente, donde las luchas mitológicas se llevan a cabo siempre en la psique humana, bajo la frágil capa de la razón y en el nombre de Dios. Diversos neo fundamentalistas han sentado y sembrado el odio y han promovido guerras santas, mientras tanto el Este y el Oeste se han preparado para una guerra apocalíptica para exterminar la vida y defender sus sagrados ismos.

El progreso científico, se mide hoy por el progreso teórico mejor que por la acumulación de datos. La ciencia contemporánea no es experiencia, sino teoría más experiencia planeada, conducida y entendida a la luz de teorías, presentando con mayor frecuencia un lenguaje matemático y, donde estos modelos matemáticos son trozos de realidad, lo que plantea multitud de problemas filosóficos, como la de su papel en el desarrollo económico, social y cultural, según nos dice Mario Bunge.

Un modelo teórico, es un sistema hipotético-deductivo concerniente a un objeto que es a su vez una representación conceptual esquemática de una cosa o de una situación real o supuestamente real y, donde cuanta más fidelidad a lo real se exige, más deberán complicarse los modelos teóricos.

Se formula luego la hipótesis central del modelo, enunciado que se traduce inmediatamente a formulas y se trata de aplicarles un cálculo matemático ya existente. Y si se quiere ir más allá, se deberá complicar este modelo, introduciendo un elemento de azar. Los modelos psicológicos, una vez que se ha comprendido de que están lejos de ser sistemáticos y coherentes, son utilizados los modelos estocásticos y lo que hay de común en todos estos modelos, es de que ignoran las diferencias de especie, así como del nivel de los procesos en cuestión. Y una vez concebido el modelo, se le describe en términos teóricos utilizando conceptos matemáticos, tratando de encuadrar el Todo, en un esquema comprensivo.

El procedimiento natural, es comenzar por el objeto modelo más simple, agregarle después una estructura simple y proseguir ese proceso de complicación hasta llegar a explicar todo aquello que se quiere. Y según Bunge, los mecanismos hipotéticos, representan las entrañas del objeto de estudio y, se deberá dar prueba de algo realista pero a la vez falible, imaginando experiencias que puedan poner en evidencia la realidad de los mecanismos imaginados.

Una hipótesis sobre mecanismos ocultos, sólo podrá considerarse como confirmada cuando satisfaga la de dar cuenta del funcionamiento observado, prever hechos nuevos más allá de los que pueden ser previstos y, estar de acuerdo con la masa de leyes conocidas, lo que permite someterlas a contrastaciones empíricas. Donde podemos proponer de un sistema dado, una gran variedad de modelos, donde la elección dependerá del objetivo del investigador. La opción está entre el conocimiento superficial y el conocimiento profundo, basado en la explicación y capacidad de prever posibles efectos inesperados.

Así es que se dan las observaciones de que la física teórica básica, se halla en un callejón sin salida y de que para cualquier progreso verdadero, se requerirá de un cambio profundo de actitud filosófica. Y es deber del filósofo recordar al científico lo que la mayor parte de sus resultados están llamados a ser “Provisionales”. Y, de que es su privilegio, la del filósofo, de especular sobre las posibles soluciones a problemas no resueltos satisfactoriamente o, ni siquiera ser advertidos por los científicos, en la medida en que el especulador proceda cognoscitiva e imaginativamente y, se muestre dispuesto a escuchar la critica científica.

El mito y las políticas de modernización, nos han llevado a habitar un mundo bajo la sombra del miedo, temerosos de que la historia termine con una explosión o un suspiro. Donde según Sam Keen, al menos el 51% de los miembros de nuestra sociedad, no son conscientes del mito que conforma su propia existencia y el consenso cultural, creado por una conspiración inconsciente que considera el mito como la “Verdad” y la forma en cómo realmente son las cosas. Es decir, que la mayoría de la sociedad está compuesta por gente que no son críticos ni reflexionan acerca de las verdades guiadoras. Y el mito obvio es casi invisible y mientras no sea necesario ningún cambio radical para sobrevivir, nuestra situación sigue siendo lo sagrado, el mito y el ritual incuestionable. Y mientras no crucemos algunas fronteras, lo más probable es que permanezcamos racionales y banales y, uno de los fundamentales objetivos deberá ser la de ayudar al individuo a perder identidad, como nos dice Keen.

Así, en un mundo turbulento, la tranquilidad y la felicidad están estrechamente relacionadas, donde las personas más exitosas son aquellas que han aprendido a manejar sus vidas de forma que minimizan el estrés y la ansiedad, maximizando el optimismo y la creatividad, más que clavarnos en los problemas. El énfasis está en encontrar soluciones y las formas de manejar y enfrentar el mundo que nos rodea. Aprender a reconocer y aprovechar tus puntos fuertes y a controlar tu reacción ante el estrés, es fundamental para proteger tu salud.

Los desafíos siempre están presentes en las diferentes etapas de nuestra vida; por eso aprender a superarlos es una necesidad universal. ¿Sabías que nuestro cerebro está cableado para que prestemos más atención a lo negativo que a lo positivo y, que un minuto alimentando un pensamiento negativo deja a tu sistema inmunitario en una situación delicada por seis horas?

Para John Gardner, un escritor debe ser un libre pensador, receloso de la autoridad, crítico de las convicciones sociales, agudo observador del mundo y a veces, bufonesco, además de poseedor de un estilo claro y conciso al escribir, mostrando principalmente, el mayor interés por las personas. Sin embargo, todos los días tenemos que soportar noticias manipuladas, tendenciosas y, claramente mal intencionadas, en boca de mercenarios que sólo ven sus intereses y la de quiénes pagan su salario y sus bonos, por su lealtad.

La mayoría de nuestras decisiones, implican información oculta y una participación mucho mayor del azar, lo que implica un desafío al tratar de identificar cuáles son los aportes relativos de las decisiones que tomamos y, qué parte es azar en el resultado de las cosas.

La información incompleta, plantea un desafío no solo en términos de toma de decisiones, sino también para derivar aprendizajes a partir de las decisiones pasadas; donde la calidad de nuestra vida es la suma de la calidad de nuestras decisiones, más el azar. Y ya que en teoría, siempre existe la respuesta correcta, si fallas no puedes achacarle tu derrota a otra explicación que no sean tus malas decisiones.

Para tomar decisiones mejores, hay que entender que la incertidumbre puede causar muchos problemas, que nuestras vidas son demasiado cortas para obtener los datos suficientes para que a partir de nuestra experiencia, nos facilitara examinar la calidad de nuestras decisiones a partir de la pequeña serie de resultados que logramos experimentar. Y donde cualquier bobo puede plantear preguntas sobre los números primos, a las que la persona más inteligente no puede responder.

Para la ciencia, la frase “No lo Sé”, no es un fracaso, sino un paso necesario hacia la sabiduría, nos dice Firestein, en su “Búsqueda de la Ignorancia”. Y es Maswell, quien dice que “La ignorancia plenamente consciente es el preludio de todo avance real en la ciencia” y, es el preludio de toda gran decisión que se haya tomado. Donde el reconocer la incertidumbre, es el primer paso para conseguir nuestro objetivo de acercarnos a la verdad objetiva.

El mundo de la realidad física, parece obedecer leyes que en realidad residen en el mundo de las formas matemáticas. Para Mario Lucio, la matemática es la reina de las ciencias y además, una de las invenciones más hermosas y misteriosas del Ser humano; y no solamente porque puede explicar el Cosmos en su conjunto, sino porque siendo una disciplina independiente de la experiencia, se ajusta misteriosamente a la realidad física. Pero, ¿Cómo puede ser que se ajuste tan fácilmente al mundo natural e incluso pueda prevenirlo?

Muchos filósofos se han maravillado de esto, pero siglos de admirables investigaciones científicas y especulaciones filosóficas, apenas han servido para desentrañar sus enigmas. Pero deberíamos estar agradecidos por ello y esperar que sigan siendo válidos en ulteriores investigaciones y que se extiendan para bien o para mal, para nuestro placer e incluso para nuestro desconcierto, a otras ramas del conocimiento.

Quizás sólo pueda establecerse un orden estable sobre la tierra, si el hombre permanece consciente de que su condición es la de un viajero; donde lo conocido y lo desconocido están en dialogo constante, donde si miras uno de ellos, obtendrás un reflejo del otro y, nada determina tanto quién llegaremos a ser, como las cosas que elegimos ignorar. Y hoy en la edad de la información, nuestro sentido de lo que somos y porqué estamos aquí, ha sido drásticamente alterado. Y donde cada punto de vista se encuentra sobre el mundo y personifica una filosofía del tiempo, que da significado al momento presente y, lo que sucede depende siempre de una metáfora que explica porqué algo que está ocurriendo en este momento y el significado de este momento, no pueden separarse.

Un aspecto importante de la actividad científica, es la construcción de una visión del universo; donde cada generación contribuye de una manera u otra a corregir y cambiar esta visión actual de la física moderna, que explica cómo los bloques de construcción básicos de la materia, interaccionan y se organizan por medio de cuatro fuerzas fundamentales: la Gravedad, la Electromagnética y la fuerza Nuclear Fuerte y Débil.

El hombre conoce muchas cosas, pero no se conoce a sí mismo, ya que somos a la vez, igual, y distintos a las otras personas y, la humildad descansa sobre la conciencia de ser miembro de la humanidad. No sabemos quiénes somos, hasta que nos oímos a nosotros mismos hablando del drama de nuestra vida, a alguien que nos escucha con una mente y un corazón abierto y donde la información negativa, también nos podrá ser de gran utilidad. Y donde el ser humano sólo se verá redimido de la vida superficial y hostil, mediante el amor sacrificado y la ternura recibidos gratuitamente.

La vida, es la fuerza de lo absoluto, lo supremo, la creadora de todas las cosas y donde la percepción humana es sólo luz que percibe luz. Y Todo es un espejo que refleja luz y crea imágenes y el mundo es una ilusión, pero lo que realmente somos, nos dice el chamán tolteca Miguel Ruiz, es puro amor, pura luz, donde nos podemos ver en todas las cosas y en cada ser humano y en cada árbol, en el agua, en la lluvia, en las nubes, en la tierra y donde la misma vida se mezcla de distintas maneras, para crear millones de manifestaciones de vida.

Hermann Hesse, uno de los escritores más representativos de Europa y, lo es porque en una época en la que el mundo ardía en guerras y sólo parecía reverenciar el dinero, Hesse ofreció un refugio en la espiritualidad y el humanismo, enriqueció la literatura y ayudó a los hombres a prolongar los horizontes de su conciencia y superar los límites de sus posibilidades: “La divinidad está en ti -escribió- no en conceptos ni en libros”.

Todos somos iguales, ya que somos imágenes de luz, donde todos soñamos, pero sin tener conciencia de ello y, seguimos sin saber lo que realmente somos. Pero percibimos millones de cosas simultáneamente, de las que utilizamos y, nuestra atención es puesta en aquello que mantenemos en el primer plano en nuestra mente, que es sólo lo que nos interesa. Así, utilizando nuestra atención, es como aprendimos a comportarnos en sociedad y, qué creer y qué no creer, así como qué es aceptable y qué no lo es; qué es bueno y qué es malo, lo bello y lo feo, así como lo correcto y lo incorrecto. Y en general, todo el conocimiento y todos los conceptos y todas las reglas sobre la manera de comportarnos en el mundo.

El 95% de las creencias que hemos almacenado en nuestra mente, no son más que mentiras. Y, si sufrimos es porque creemos en todas ellas, por lo que al ser humano le resulta normal sufrir, vivir con miedo y crear dramas emocionales. Y la sociedad misma es un lugar muy difícil de vivir al estar gobernada por el miedo y el sufrimiento. Que es lo que vemos por todas partes del mundo entero. Vemos cólera, venganza, adicciones, violencia y una tremenda injusticia. Y aunque el sueño personal varía, en conjunto podemos decir que es una pesadilla. Y si consideramos además que el infierno es un estado mental de ánimo, podemos decir que nos rodea por todas partes y de que no nos pueden condenar al infierno, porque ya estamos en él.

La amistad y el amor, por más grotesco y endeble que pueda parecer a los ojos contemporáneos, fueron dos conceptos culturales del neoplatonismo. Y en Leonardo, abundan las dualidades y que en su pintura, trató de reconciliar esos opuestos, donde elementos de alquimia están presentes, porque “Razón y Profundidad”, cohabitan en el aparato genésico primordial del mundo, como lo comenta Gabriel Bernal.

Leonardo, puso de manifiesto su interés por las deformidades del alma y el cuerpo y, estaba convencido de que el movimiento interior se reflejaba en el movimiento exterior del cuerpo y, la cara era como una huella dactilar que definía no sólo al individuo, sino situaciones particulares y emblemáticas, donde para contemplar no queda más remedio que imaginar, disponer los elementos de este escenario mental, de ese teatro de los acontecimientos donde todo se calcula y nada se deja al azar. Y suponía que con el paso del tiempo, que se hacía notar de manera implacable en la naturaleza del rostro, tenía que haber un resabio de sabiduría y, de ciencia oculta. Para Leonardo, las Espirales son las que recrean el movimiento del agua y del tiempo, donde el tiempo y las constelaciones parecen recurrir a estas formas geométricas, para hacer constar la naturaleza de su movimiento perpetuo, donde lo que va, regresa, dando pie a la constancia de un movimiento sin finalidad aparente.

Una persona es un ser complejo compuesto por millones de olores, gustos, recuerdos y, esperanzas individuales; donde según Joseph Campbell, siempre que los hombres han buscado algo sólido en que fundamentar su vida, han elegido no los hechos de los que en el mundo abundan, sino los mitos de una imaginación inmemorial y, cuando ignoramos los ritos, que marcan nuestro paso de una etapa de la vida a otra, nos sentimos sin nombre y vacíos, ya que cada persona es muchas personas; una multitud hecha en una persona, donde la unidad de la persona es tan real o irreal, como la unidad de una corporación. Y si estamos enajenados, deshonrados, frustrados o aburridos, es debido a lo que no ha ocurrido, debido a las potencialidades no explotadas. Y, de que se nos define, más por las posibilidades ignoradas, que por las realizadas, según, afirma Sam Keen.

Cada uno de nosotros alberga la gama entera de las posibilidades humanas, donde cada YO, es un Nosotros. Y en el corazón de la originalidad del individuo, está lo UNIVERSAL. Donde un individuo se hace más fuerte conforme descubre las contradicciones de su psique. Pero si en su mente pone frases como: “Yo no soy”, “Yo no puedo”, “Yo no deseo”, dicha energía no llegará a ti, por cerrar la vía donde esta energía puede llegar hacia ti.

A pesar de que nadie controla totalmente la dirección de su vida, sí tiene el poder de influir hasta cierto punto en la vida propia o en la de quienes le rodean, nos dice Jocelyne Cooke.

Roger Penrose, percibe no sólo un simple misterio, sino tres. Identifica tres “mundos distintos”: el mundo de nuestra percepción consciente; el mundo físico; y el mundo platónico de las formas matemáticas. Donde el primero, alberga nuestras imágenes mentales así como de nuestra percepción de la música, olores de la comida o del miedo. El segundo mundo, es lo que llamamos Realidad Física. El mundo platónico de las formas matemáticas, posee para Penrose, una calidad real comparable a los mundos físicos y mentales.

La Biblia comienza con la premisa fundamental de que Dios, el Espíritu Creativo Universal, está presente en todas partes y, se encuentra dentro del mismo hombre. Y expone la idea de que el hombre fue creado libre, con la posibilidad de una expansión ilimitada y lo dejó solo para que se descubriera a sí mismo; a lo que Ernst Kolmes nos dice, que en una mano tenemos la evolución de la vida individual, bajo la dirección de la divina providencia, la cual conduce a la armonía. Y, en contraste, tenemos la libertad de vivir bajo la dirección del sentimiento falso de estar separados de Dios, lo cual conduce al desastre y al caos.

El mundo de la realidad física, parece obedecer, según Mario Livio, a leyes que en realidad residen en el mundo de las formas matemáticas; y no cabe duda de que en realidad no hay tres mundos, sino uno solo, cuya verdadera naturaleza actualmente somos incapaces siquiera de entrever.

La función de Densidad de una Distribución Normal o de Gauss, que describe la probabilidad de que encontremos valores de nuestra variable, en un determinado conjunto que aparece de manera natural en el estudio del comportamiento de los fenómenos reales, consiste en que: “La suma de los cuadrados de las diferencias entre lo observado y las cantidades calculadas, debe ser mínimo”. Para Bacheler, el tratamiento matemático del movimiento browniano, conocido como “Paseo o Camino Aleatorio” la pregunta que permite responder es la de: ¿Qué probabilidad hay de que el valor de un objeto o artículo determinado, siga siendo de un valor determinado tras un periodo dado de tiempo?

Una Escala Logarítmica, es una forma válida de disponer y comparar números y después de familiarizarnos con nociones como dimensión, auto semejanza y continuidad, nos hallamos en condiciones de sumergirnos en el mundo de los “Fractales”, en toda su riqueza. Donde reglas de formación muy sencillas, pueden generar estructuras enormemente complejas; donde este principio rige gran cantidad de fenómenos naturales, la geometría fractal ofrece analogías y modelos que tal vez nos permitirían descubrir en el futuro por fin, una especie de ley universal del Cosmos. Esta ley, en el caso de existir, deberá incorporar en su seno un viejo enemigo: El Caos. Donde Nassim Taleb, asegura que si estuviéramos en un mundo en el que se pueda representar gráficamente al AZAR, las cosas también las veríamos fáciles, puesto que existe todo un campo creado para ello, denominado Econometría o Análisis de Series de Tiempo. Donde se introducirían los datos en sus programas informáticos y ofrecería un diagnóstico que te diría si merece la pena ese historial informativo o, si merece la pena aplicar alguna Estrategia dada o conocida. Y veríamos que las conclusiones que se extraen del análisis de información pasada, puede en ocasiones ser relevante.

La mayoría de los ejecutivos en la actualidad saben pensar en forma Deductiva, es decir que saben definir muy bien un problema y luego buscar y evaluar sus diversas soluciones; sin embargo para aplicar la informática, es necesario pensar de forma Inductiva.

Empresarios, ejecutivos y gerentes crearon y dirigieron empresas que correspondieron a la demanda siempre creciente de productos y servicios para un mercado masivo, fijando las normas de desempeño para el resto del mundo. Y es Michael Hammer, quien nos dice que llegó la hora de descartarlos totalmente y adoptar nuevos principios, abandonando dichos procedimientos organizacionales y operativos que se usan en la actualidad y crear otros totalmente nuevos.

Serán empresas diseñadas específicamente en el mundo de hoy y de mañana, no instituciones de una época anterior que ya no tiene vigencia, las cuales se fundaron sobre la base del descubrimiento de Adam Smith, de la libre empresa; y que dividía el trabajo en sus formas más simples y básicas. Sin embargo, estamos entrando en una era en que las empresas se deberán construir sobre la base de reunificar las tareas en procesos coherentes.

No se trata de arreglar nada, sino arrancar de cero, reinventándose a sí mismas, dejando de lado gran parte de lo que se ha tenido por sabido y, olvidarse de cómo se realizaba el trabajo en la época del mercado masivo. Y decidir cómo se puede mejorar dejando de tener importancia las viejas formas de organización y lo que importa, es cómo organizar el trabajo dadas las exigencias de los mercados actuales y el potencial de las actuales tecnologías.

En el universo de datos que se producen, es fácil no dar un trato adecuado a muchísimas piezas de información. Y más todavía cuando se trata de procesos, en los que el factor humano en la recolección, sistematización y análisis de la información es insustituible y, cuando existen antecedentes, motivos e ideas que alimentan una hipótesis, sin importar que tan macabra sea y, que lo potencial se ve como posible y lo posible se ve como probable, aunque no sea comprobable, nos dice Fernando Montiel.

La capacidad ampliada de recolección, almacenamiento y rescate de la información que representó el avance científico-tecnológico, pareciera no haber servido de nada, ya que la memoria de los usuarios parece seguir siendo corta y, la voluntad de recordar o conocer, limitada. En todo caso, nos dice Montiel, con todos los medios de información que se tienen, ¿Cómo es posible practicar todavía una ceguera selectiva? La pregunta una vez más se desvanece en el aire.

Donde verdades obvias, son suplantadas por una cosa y, pensarlas como incrustadas mentiras, donde primero se presenta como algo sospechoso, luego como probable y por último, como obra de magia, que se convierte como culpable incuestionable. Ante fenómenos de alta complejidad, el maniqueísmo es siempre una salida fácil y en tiempos de guerra, la primera víctima es la verdad misma, nos dice Winston Churchill. Un hecho semejante al que vivimos en la actualidad.

Una de las funciones que cumplen los sistemas de propaganda es la de cancelar el análisis lógico. Y tanto la historia que ha pasado, como el futuro que está por venir, son ambos importantes, para descubrir la verdad.

¿Qué importa la vida de la gente, si para bien o para mal, la gente va viviendo, simplemente, la vida que tiene? Si deseamos vivir en paz, con nuestros prójimos tenemos que amansar nuestra ira y desarrollar la mansedumbre: El necio al punto descubre su cólera, el sensato sabe disimular su afrenta. Quién se humilla ante los hombres, se vuelve glorioso ante Dios, nos dice Malba Tahan. Y agrega H. P. Blavatsky, que la tendencia de la civilización moderna es una reacción hacia el animalismo, un desarrollo de esas cualidades que conducen al ser humano al éxito en la vida, como un animal en la lucha por la existencia.

Un materialismo, en la manera de comportarse y de actuar: brutalidad, hipocresía y sobre todo, egoísmo, que incluye también los frutos de un escepticismo en todo, excepto en las cosas materiales. Y tal escepticismo, ha crecido enormemente en el siglo pasado, conduciendo a algunos a la creencia ciega del materialismo. La esencia de la teosofía, es la armonía perfecta, el equilibrio de sus cualidades y aspiraciones y su supremacía sobre las pasiones terrestres y animales. Sus aspectos axiales son la bondad, la ausencia de todo resentimiento o egoísmo, la caridad, la buena voluntad para todos los seres y la justicia perfecta, para todas las personas y para uno mismo. Tomando elementos importantes de la ciencia, lleva la evolución de todo el cosmos a un plano espiritual, para enseñarnos un bien común, una misma raíz de la cual todo el universo proviene y, un conocimiento que nos ayudará a trascender más allá del tiempo.

Para Tony Nader, el propósito de la vida es la expansión de la felicidad, por lo que la vida es dicha y el sufrimiento no es necesario. Pero podemos preguntarnos: ¿Será la codicia o una fuerza natural de evolución, lo que nos empuja hacia una mayor satisfacción? Y ¿Podríamos superar nuestros instintos básicos y elevarnos por encima del dolor y del sufrimiento y abrazar el sacrificio por un bien superior?

La plenitud, la integridad, la paz imperturbable, el amor incondicional, la compasión ilimitada, la justicia infalible y la perfección inquebrantable, parecen ideales que no pertenecen a nuestra suerte humana normal. Para Maharishi Yogi, “La Conciencia Pura”, es una reserva infinita de creatividad e inteligencia y, es el último nivel unificado de ser que es el verdadero YO de todo y de todos”. Aquí es donde se experimenta paz, felicidad y libertad de limitaciones.

EL ORDEN MANIFIESTO

La mayoría de los hombres no tienen conocimientos de la naturaleza o del funcionamiento de la consciencia humana y por lo tanto, no tienen ningún conocimiento de lo que es posible para ellos o no lo es. Los hombres alternan entre la sensación de que poseen algún tipo de poder omnipotente y, la sensación de que no tiene ninguna opción, ningún control, que el contenido de la consciencia es innato y predeterminado, que son víctimas del misterio impenetrable, prisioneros de un enemigo incognoscible, autómatas, indefensos movidos por emociones inexplicables, según A. Rand.

Si uno acepta la supremacía de la razón y la aplica consistentemente, la supremacía de la razón, fue, es y será la principal preocupación y la esencia del “Objetivismo”; lo que no es un atributo instintivo del hombre, sino su atributo fundamental.

Sueño y vigilia se han entrelazado en un viejo tema, la de “El soñador soñado”, en un cuento chino de Chuang Tzu, quién dice que: “Soñó que era mariposa y al despertar, no supo si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que estaba soñando ser un hombre”. Los sueños siguen siendo parte importante de lo que somos; así para Freud, disimulan verdades secretas; y para Carl Jung, son símbolos de aspectos profundos de nuestra personalidad.

El tema es muy sugerente, porque viene a plantearnos, nada menos, lo ambiguo de lo que entendemos por “Realidad” y, lo frágil y sutil de las fronteras que separan la imaginación del delirio, donde un pequeño y sencillo cambio de perspectiva de la conciencia, originado por un sueño, nos puede hacer dudar de nuestra identidad y del entorno de la vida ordinaria. Así, Calderón de la Barca se pregunta: ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. Yo sueño que estoy aquí detrás, prisionero cargado y, soñé que en otro estado más lisonjero me vi. Y el mayor bien es pequeño, que toda la vida es un sueño y los sueños, sueños son. Y esa conciencia de que cualquier aspecto de la realidad tiene la apariencia inconsistente, efímera, fácilmente mudable de los sueños y, de cómo se adquiere la conciencia de que toda realidad es tan evanescente como los sueños.

La obra de Calderón, viene a decirnos que todo en este mundo es sólo sombra, apariencia y en definitiva, sueño. Y que el único “Despertar” posible, tiene que darnos acceso a otro espacio diferente de la vigilia de esta vida, a la “vigilia de la vida verdadera”. Y el mensaje inmediato sería de que todo en esta vida terrena es pasajero, fugaz, sin sustancia y, cumplamos con la ley de la naturaleza o si se quiere de Dios, que es lo mismo.

La obra de Calderón de la Barca, tiene una profundidad de reflexión simplemente humana, que puede alcanzar a cualquiera, que sin ideas preconcebidas, se pregunte por el sentido de su presencia en este mundo; por el misterio de la vida consciente, por la rareza del puro existir y sea en ocasiones, capaz de intuir en todas las cosas, el aire de los sueños.

La filosofía, estudia la naturaleza fundamental de la existencia del hombre y de la relación del hombre con la existencia y, trata de aquellos aspectos del universo que tienen que ver con todo lo que existe. La filosofía es una necesidad para un ser racional y es el fundamento de la ciencia, la organizadora de la mente y la integradora del conocimiento y, la programadora del subconsciente y la selectora de sus valores.

El hombre necesita la filosofía, la necesita por la naturaleza esencial del hombre. Y para un fin práctico y para poder pensar, actuar y vivir y según la filosofía del “Objetivismo”, es el factor fundamental de la vida humana, ya que es la fuerza básica que moldea la mente y el carácter de los hombres y es el destino de las naciones, moldeando para bien o para mal, según el tipo de filosofía aceptada.

La opción del hombre es que la filosofía, de que si ésta va a ser consciente, explicita, lógica y por lo tanto, práctica o, si va a ser al azar, no identificada, contradictoria y por lo tanto, letal. Por lo que si el hombre necesita de la filosofía, necesita una que sea la “Verdad” y, que esté de acuerdo con la realidad. Donde la poderosa influencia de la filosofía, identificaría las raíces filosóficas de algunas de las tendencias más peligrosas y mostraría que es posible revertir una tendencia cultural y, que todo el mundo puede y debería involucrarse.

Ayn Rand, nos dice que la filosofía es una disciplina que aborda las cuestiones más importantes de la vida humana, como la de cómo queremos que sea el mundo en el que vivimos y, cómo podemos distinguir el conocimiento del engaño; y qué es bueno y qué es malo. La distinción entre el egoísmo racional y el ego caprichoso y, cómo las ideas abstractas tienen consecuencias profundas en la vida real.

En el “Objetivismo”, se concreta la original visión del hombre como “Un ser heroico, con su propia felicidad como el propósito moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble y, con la razón como su único absoluto”. Legado influyente entre conservadores, cuestionando el eje misticismo-altruismo-colectivismo y, sustituyéndolo por una filosofía basada en la razón-egoísmo-capitalismo.

Una de las cosas más peligrosas que un hombre puede hacer, es cederle su autonomía moral, a los demás; donde la batalla de los filósofos es una batalla por la mente del hombre y, si no entiendes sus teorías, eres vulnerable a lo peor de ellas. La política no es la causa, sino la consecuencia última de las ideas filosóficas.

La necesidad de la filosofía es para que podamos lidiar con problemas concretos, específicos de la vida real y para que puedas vivir en la Tierra. Pero, ¿Es la razón competente para percibir la realidad o, posee el hombre alguna otra facultad cognitiva superior a la razón? ¿Puede el hombre llegar a tener certeza o está condenado a la duda perpetúa?

Cualquier fenómeno natural que ocurra sin la participación del hombre, es conocido como “Metafísica” y, no podría haber ocurrido de forma diferente o haber dejado de ocurrir. En cambio, cualquier fenómeno que tenga que ver de la acción humana, muy bien podría haber sido diferente. Por lo que el hombre debe obedecer a la naturaleza, estudiando causas y potencialidades posibles y luego, tratar de comandar la naturaleza, utilizando los mejores controles posibles.

Los sistemas filosóficos basados en la primacía de la conciencia, es decir, de que la naturaleza es cualquier cosa que el hombre quiere que sea, nos llevan a la posición de que el hombre no posee identidad, que es infinitamente flexible, maleable, utilizable y deseable, según Ayn Rand. Y no es suficiente demostrar que algo “es”, uno también debe demostrar que “tuvo que ser” y, como no hay nada que tuvo que ser, nada es cierto y todo vale.

La técnica para menoscabar la mente humana, consiste en considerar lo hecho por el hombre como si fuera lo metafísicamente dado, atribuyéndole a la naturaleza los conceptos que se refieren sólo a la falta de conocimiento, como la “Casualidad” o la ·Contingencia”.

La noción de “Realidad”, no es tan sólida e independiente como se cree. La palabra “Realismo” en filosofía, es de múltiple uso. Y según Locke: “La realidad en mucha parte es algo que nosotros suponemos”. Y según Hume: “Pensar una cosa y pensarla como existente es uno y lo mismo”. Y según J. Hessen: “Es la tendencia mental hacia los hechos reales, dado el reconocimiento objetivo de la realidad en sí, independiente del pensamiento.

En la Edad Media, se llamó “Realistas” a los pensadores que consideran reales a los propios conceptos “Universales”, en contraposición a los filósofos “Nominalistas”, para quienes los pensamientos son construcciones lingüísticas, es decir “Sólo Palabras”. Se trató de conciliar las direcciones opuestas del “Realismo-Nominalismo”, con la tesis del “Conceptualismo”, conforme a la cual, los “Universales”, sólo representan Contenidos Mentales.

Para Kant, hay un “Realismo Trascendente y un Realismo Empírico”. El Trascendente, acepta que el espacio y el tiempo y las Categorías, corresponden a las Cosas, tal y como son en sí, es decir, independientes de todo pensamiento; por lo que Conocer es salir de la Conciencia, Copiar las Cosas. En oposición, Kant admite un Idealismo Crítico, la espacialidad, la temporalidad y las categorías de substancia y causalidad, que da título de leyes a las representaciones de los fenómenos y, no como elementos intrínsecos de ellos. Donde tales leyes de las propias cosas, sólo se dan en el acto de las representaciones en la experiencia.

El a-priori kantiano, no cree que el conocer, se reduzca a una percepción directa de las cosas, sino que precisa hacer un análisis de lo observado y consecuentemente, de su crítica, con miras de distinguir lo subjetivo de lo objetivo; pero no concibe las categorías como leyes generales, forjadas por el pensamiento para comprender lo real, sino a manera de caracteres reales de las cosas mismas.

El Realismo Crítico, es una filosofía trascendente, que reconoce que el Ser supera los límites de la experiencia, ya que tiene una realidad en sí, absoluta y fuera del tiempo y del espacio, que precisa buscar fuera de sí, trascendiendo lo subjetivo. Y de esta suerte, el realismo crítico, al explicar el conocimiento de lo real, admite la razón de Ser de la Metafísica y, de una Metafísica más refinada que la tradicional conocida.

Según Heidegger, el escándalo de la filosofía no reside en que hasta ahora no se haya aún dado una prueba del mundo externo, sino en que sigue esperando e intentando esa prueba. Y es L. Feuerbach, quien nos dice: “Lo real es su realidad… es lo real en cuanto objeto de los sentidos, es lo sensorial. Verdad, realidad y sensorialidad, son idénticos. Sólo una esencia sensorial… es su Ser real”.

En esta línea y censurada por B. Russel, con su Atomismo Lógico, que lleva a un pluralismo desligado de los datos sensoriales, declarando Sntayana que no son una misma cosa los datos sensoriales y las cosas mismas. Con la mira de superar toda suerte de Idealismo, pero de espaldas al Realismo Ingenuo, Kotarbinski lanza su Reísmo, pero que es en el fondo un Reísmo sin realidad y, no se puede omitir la concepción Crítico-Realista de Heisenberg y otros, según la cual no es dable objetivar la descripción físico-cuántica de la naturaleza.

Para Thomas Kuhn: Si se considera la historia, como algo más que un depósito de anécdotas o cronología, puede producirse una transformación decisiva en la imagen que tenemos actualmente de la ciencia. Alegando que cuando se incluye en la historia de la ciencia tanto lo que salió bien como lo que salió mal, se ve que la ciencia no es una lista de datos, fórmulas y teorías, sino una manera de interpretar la naturaleza; una estrategia para obtener conocimiento del mundo natural.

Para entender cabalmente las cosas, hay que estudiar su gestación, sobre todo cuando las cosas son manifestaciones que siempre tienen una historia que se remonta hasta tiempos remotos. Y así y además de entender mejor cómo se relacionan las ideas más importantes que hemos tenido como humanos, nos evitaremos cometer el error de creer en conceptos ya añejos sin probar.

Todos los grandes hombres, poseían la seriedad del trabajador eficiente que aprende a armar las partes antes de aventurarse a formar un todo grandioso y, se dieron tiempo para ello, porque disfrutaban más de hacer bien las pequeñas cosas secundarias, que del efecto de un conjunto deslumbrante. ¿Existe una fuerza interior que hace que todos los seres vivos crezcan y se transformen?

Las creencias religiosas y las científicas difieren en que las primeras se aceptan con fe y humildad, mientras que la ciencia, se somete primero a prueba. A la ciencia le ha resultado muy fértil la hipótesis de que nuestro planeta y nosotros mismos, no ocupamos un lugar especial, ni en el espacio ni en el tiempo, ni en el orden de la creación y lo que nos sucede a nosotros, puede sucederle a todo el mundo.

Cuando no podíamos explicar racionalmente los movimientos del cielo y los acontecimientos de la Tierra, la astrología era algo muy natural a utilizar. Así, la inundación del río Nilo, sucedía en la época del año en que se empieza a ver la estrella Sirio, cuando el Sol se aleja y se deja ver, lo que es simple coincidencia, mientras que la posición del Sol, cambia con las estaciones y es una verdadera relación de causa-efecto, como nos dice Sergio de Regules.

Estudiar el cielo, era fundamental para saber cuándo sembrar o cosechar, pero hoy la astronomía nos permite entender desde las mareas y el movimiento de la Tierra, hasta la rotación de las estrellas. Los científicos, como los religiosos, también creen a veces en cosas que, estrictamente, no están demostradas, pero quizá la diferencia es que aunque los científicos estemos seguros de que estamos seguros, persisten siempre en el fondo de nuestro corazón una inquietud, una tenue sombra, una silueta difusa, pero inconfundible de la duda.

Cada nuevo adelanto, no debe ser considerado como una refutación de lo que se conocía anteriormente, sino como una ampliación y un enriquecimiento, de suerte que en general, el trabajo antiguo conserva su valor dentro de su propio medio. Y si es cierto que se ha probado que había errores en ciertos trabajos, debido a datos inexactos o a razonamientos imperfectos o debido a hipótesis no confirmadas, haremos bien en recordar que ni siquiera todas las ideas de un gran físico, pueden resistir la prueba y, que muchas deben ser sometidas a prueba antes de que se llegue a comprobar una de ellas.

El éxito de la mecánica newtoniana, según R. E. Peierls, nos condujo a un panorama optimista de que todo el comportamiento material podría ser reducido, finalmente, a las leyes de la mecánica. Otra experiencia general es la de que surgen nuevos problemas y dificultades a medida que aumenta nuestro conocimiento mediante la solución de algunos problemas, donde la magnitud de los problemas no resueltos, parece a veces enorme y otras muy pequeña y en otras ocasiones, los nuevos descubrimientos, que no encuadraban en ningún modelo conocido, tuvieron una rápida sucesión. Y en otras ocasiones, parecía como si estuviéramos muy cerca del conocimiento completo de las leyes de la física.

Cuando se aclararon las leyes mecánicas y electromagnéticas, algunos creyeron que las leyes de la física estaban completas y, solo más tarde se comprendió que las leyes básicas eran responsables de toda esta variedad de manifestaciones. Y en consecuencia, también hubo un momento en que pareció que el problema de las leyes básicas era sencillo y que casi se había llegado a una comprensión completa. Se tenía conciencia de que el cuadro no estaba completo hasta que se pudiera entender el núcleo del átomo.

A partir de entonces, la física básica que parecía estar casi completa, nuevamente ha tomado un giro hacia un campo con más preguntas que respuestas. Y cualquier especulación de lo que vendrá después, será solamente una conjetura extravagante, nos dice Peierls. Y posiblemente, algún día completaremos nuestro conocimiento sobre las leyes básicas de la física, de tal manera que la física se convierta en un tema consumado basado en principios conocidos, en el sentido en que la mecánica newtoniana, según se aplica a objetos de la vida diaria, es en la actualidad un tema terminado. Pero también pudiera ser que esta consumación final, quedara siempre fuera de nuestro alcance y que, a pesar de lo que pudiéramos avanzar mediante nuestros recursos, ingenio y curiosidad, cada nuevo conocimiento nos revelara nuevos problemas insospechados.

Aunque, algún día encontráramos que nuestro conocimiento de las leyes básicas respecto a la materia inanimada ya estaba completa, esto no significaría que hubiéramos “Explicado” toda la naturaleza inanimada y, todo lo que habríamos hecho sería mostrar que todos los fenómenos complejos de nuestra experiencia, derivan de algunas sencillas leyes básicas. ¿Pero cómo explicar las leyes mismas?

Cuando parecía que las únicas leyes básicas eran las de la mecánica, se podía tener la ilusión de que estas leyes eran evidentes en sí mismas, aunque en realidad la facilidad con que nuestra mente las acepta, tiene como único origen el hecho de que estamos acostumbrados a utilizar en el comportamiento de objetos materiales, en la vida diaria.

La primera pregunta que nuestra curiosidad nos lanza, empieza con un ¿Por qué? Y a medida que profundizamos, queda al final sin contestación y no podría ser de otra manera, porque lo que pretendemos es demostrar que todas las explicaciones de los fenómenos naturales, consisten en reducirlas a algunas leyes básicas. Y, el pedir una explicación, significaría que habría que reducirlas a algunas otras leyes.

Si alguna vez llegáramos a completar nuestros conocimientos sobre las leyes de la física, entonces cualquiera que lo deseara podría probar que no habría posibilidad alguna de que éstas fueran diferentes de lo que son.

La evolución de la Tierra, el ir y venir de las eras glaciales, la configuración de los continentes en nuestro planeta, el porqué de la circulación de los océanos, siguiendo una pauta concreta, el dónde y cuándo se desarrollaron las formas de vida primitivas, el modo en que se formaron moléculas y organismos cada vez más complejos, cómo evolucionó el sexo, porqué los árboles y las flores teniendo la forma que tienen, porqué son verdes las hojas, porqué algunos animales se distribuyen por la Tierra como lo hacen, de qué modo las grandes catástrofes han dado origen a mitos muy extendidos, de qué manera se desarrolló e hizo importante la precisión, porqué y cómo surge la propia ciencia, para culminar en la humanidad y las muy distintas civilizaciones que habitan el planeta.

El intercambio de información entre el hombre y la naturaleza y, entre los mismos hombres, puede llevarse a cabo dentro de cierta tolerancia. Y en segundo lugar, también se usa esa palabra de forma apasionada respecto al mundo real, donde toda información y todo conocimiento entre seres humanos sólo puede ser intercambiado dentro de un marco de tolerancia; y eso es cierto tanto si el intercambio es en esencia como cualquier forma de pensamiento que aspire a constituir un dogma.

Para Bronowski, podemos decir que hay dos partes en el dilema del ser humano: una, es que “El fin justifica los medios”; filosofía que deliberadamente hace oídos sordos ante el sufrimiento y que se ha convertido en el monstruo que hay detrás de la máquina de guerra. La otra, es la traición al espíritu humano; la afirmación del dogma que cierra la mente y transforma a una nación, a una civilización, en un regimiento de fantasmas, fantasmas obedientes, donde la ciencia deshumanizará a la gente y la transformará en números.

Cuando la gente cree firmemente que es poseedora del conocimiento absoluto, sin ponerlo a prueba a través de la realidad, así es como se comportan. Esto es lo que hacen los hombres cuando aspiran a tener un conocimiento propio de los dioses. La ciencia es una forma muy humana de conocimiento, donde estamos siempre en el umbral de lo conocido, siempre sentimos que hemos de ir tras lo que se puede esperar. Y donde cada juicio hecho en la ciencia, está erigido en el límite del error y, es personal, ya que la ciencia es un tributo a lo que podemos saber a pesar de que somos falibles. Tenemos que curarnos nosotros mismos de esa ansia de conocimiento absoluto y de poder. Tenemos que reducir la distancia entre el orden y la toma de decisiones y al final, estar en contacto con las personas.

Peter Watson, concluye que las convergencias de las ciencias que nos ayudan a explicar la mayor y única historia que hay, que es la gran historia de la humanidad, donde lo cierto según Watson, es que todavía no hemos develado un orden último y quizá, no lo consigamos nunca. Pero el orden que ha emergido, es bastante impresionante. Y actualmente, el orden, en particular el orden espontáneo, constituye hoy uno de los grandes intereses de la ciencia, comenzando a invadir y explicarlos y hacer que progresen, trayendo orden a la filosofía, la moralidad, la historia, la cultura en general e incluso en la política, con lo que podemos decir que ninguna otra forma de conocimiento posee la coherencia y el orden que se ha dado, en la convergencia de las ciencias.

Para Somerville, la divina trascendencia del poder de Dios, la experimentaban con mayor plenitud quiénes comprendían el lenguaje de las matemáticas. Y para Mary Fairfax: “Las fórmulas emblemáticas de la omniciencia, resumen en unos pocos símbolos, las leyes inmutables del universo”. Este instrumento tiene su origen en la constitución primitiva de nuestra mente y descansa sobre unos pocos axiomas fundamentales que eternamente han existido en él y que implantó en el pecho del hombre cuando lo creó. Y desde el principio, Mary Fairfax estaba interesada en cómo reducir la manifiesta diversidad del mundo a aquellos pocos axiomas fundamentales.

El deseo de una visión que lo abarcase todo, incluso de un orden cósmico, se remonta al menos hasta Aristóteles, quién especificaba una jerarquía que partía de la nada y atravesaba el mundo inanimado para llegar al reino de las plantas pasando por los animales, hasta llegar a los seres humanos.

La Ilustración, se aferró a la idea de la unidad de todo el conocimiento, que Descartes veía como un sistema de verdades interconectadas que con el tiempo se podrían abstraer en las matemáticas. Donde a Condorcet, se le considera pionero en la aplicación de las matemáticas a las ciencias sociales y Schelling, proponía una unidad cósmica de todas las cosas, pero consideraba que quedaba fuera del alcance del hombre. Y Playfair, declaraba que su meta era hacer un compendio de las verdades elementales de la filosofía natural y, ordenarlas de acuerdo con sus dependencias mutuas. Y dentro de la filosofía natural, colocaba a la dinámica, la mecánica, la estadística, la hidrodinámica, astronomía, óptica, electricidad y magnetismo, considerando la gravitación como el único principio que impregna toda la naturaleza.

Ahora podemos ver que el progreso en la ciencia moderna es notorio por su tendencia a simplificar las leyes de la naturaleza y a unir ramas separadas mediante principios generales. Y en algunos casos, se ha podido encontrar una identidad donde se creía que no había nada en común. Y Somerville, presenta a las matemáticas como la más prometedora fuente de unidad, señalando analogías que se justifican y que con el tiempo, se observe de que en todo existe un lazo de unión. Y así, acabar por incluir todos los aspectos de la naturaleza en sus fórmulas y todo esto encaja en la forma de pensar de Somerville, que decía que la “Coherencia es Poder”.

El orden espontáneo, está siendo explorado por físicos, químicos, biólogos y matemáticos y se ha encontrado, nos dice Watson, en las partículas elementales, en las moléculas, en los sistemas complejos, en los seres vivos, en el cerebro, en las matemáticas e incluso en el tráfico. Con la Convergencia de las ciencias, ha sido un salto cualitativo en nuestro conocimiento, que tendrá consecuencias impresionantes. Y sin exagerar, la historia más fundamental que se pueda imaginar, sin pasar por alto el hecho de que el modo en que las ciencias se entrelazan, puede ofrecer el orden emergente en la naturaleza, aunque al menos por ahora, tenemos un misterio sobre el significado último que podría tener este orden.

En la realidad, según Anand Dilvar, no existen los problemas, sólo existen situaciones con las que tenemos que lidiar, bien resolviéndolas o bien aceptándolas; por lo que una situación se convierte en un problema cuando nos resistimos a ella, cuando nos desagrada, nos molesta, cuando la juzgamos inoportuna, inadecuada, inconveniente o incluso inaceptable. Y tal es la necesidad de buscar un sentimiento de identidad en la historia, que gustosos aceptamos lo que sea. Atributos sobre los que no tenemos muchos méritos que digamos.

Una página en blanco, según Sergio de Regules, no siempre es una página muda, para quién la sabe leer, ya que puede contener los mensajes más elocuentes y donde incluso la información negativa también es elocuente, pero no hay que confundirla con la ausencia de información, ya que puede decir muchas cosas, pero para que las diga, tiene que haber una página en blanco.
Maswell, dedujo sus ecuaciones, cuya forma general eran ondas eléctricas y magnéticas, que se desplazan a la velocidad de la luz y, las dedujo de manera puramente teórica. Sin embargo, a Albert Michelson se le recuerda más por lo que no pudo medir, que por lo que sí. Einstein, dedujo que el éter no existe y, de que la luz siempre se desplaza a la misma velocidad y, sobre esas bases, construyó la teoría pilar de la física moderna, sin la cual el mundo contemporáneo no sería posible y, que ha transformado por completo el concepto de espacio y tiempo. Heisenberg, al construir su física atómica, vio que tenía que inventar unas tablas de números, dispuestos en renglones y columnas y cuyo producto no era conmutativo, una aplicación física de una teoría matemática desarrollada en total independencia de la física, setenta años atrás y de la que Heisenberg, no tenía ni la menor idea de su existencia.

Una de las consecuencias del principio de incertidumbre, es que altera nuestra perspectiva sobre la Ley de la Causalidad, donde por Ley, de la Causalidad nos referimos generalmente a la afirmación de que las Leyes Físicas determinan completamente el comportamiento de un sistema físico, siempre que se conozcan en un momento particular, todos los datos pertinentes.

La Teoría Cuántica, no refuta la afirmación de que podríamos determinar el comportamiento de nuestros átomos o de otros sistemas mecánicos en todo momento, si obtuviéramos toda la información pertinente para determinar un instante particular; pero demuestra que carece de todo significado, porque esta suposición jamás se puede realizar, nunca podremos conocer el estado del sistema con mayor exactitud que la que permite el “Principio de Incertidumbre” de Heisenberg.

Esto no significa que en la teoría cuántica, las leyes de la física hayan venido a ser ni menos ciertas ni menos absolutas, sino solamente que la información a la que se refieren las leyes, tiene una naturaleza diferente. En algunos casos, ellas todavía permiten que algunas observaciones sobre partículas individuales, sean pronosticadas con exactitud, ya que este es el caso cuando se trata de una ley de conservación.

En principio, las leyes de la teoría cuántica rigen para todos los objetos, por muy grandes o pesados que sean; pero las correcciones a la mecánica de Newton carecen de importancia, cuando se trata de objetos grandes. De ahí que nos vemos obligados a sostener la idea de que las ondas sólo determinan la probabilidad y, por lo tanto, la difusión, no significa que el electrón se ha difundido, sino simplemente que nuestro conocimiento de su paradero se ha hecho más incierto. Y esto no es sorprendente ya que necesariamente hubo cierta incertidumbre en su posición y velocidad iniciales.

La Ley de la Gravitación Universal, proporciona una explicación unificada de dos fenómenos dispares, como la de girar la luna alrededor de la Tierra y, la de caer una manzana. Disímbolos en apariencia, sin embargo son la expresión de una ley física, que en esencia nos dice que “todas las cosas con masa se atraen”. Donde el movimiento de la luna, se puede interpretar como una caída hacia la Tierra y de que al mismo tiempo que cae, avanza la Tierra y retira su superficie otro tanto, y así la luna sigue cayendo hacia la Tierra, sin jamás alcanzarla.

Otro ejemplo de “Unidad en la Multiplicidad”, nos la da Sergio de Regules, en la química que reduce la inmensa variedad de sustancias a combinaciones de sólo un centenar de elementos químicos, que sólo difieren en el número de partículas que los componen. Y todas las cosas que podemos ver, tocar, oler y probar, están hechas de electrones y quarks; es decir que de la pluralidad se da la unidad o en este caso, “de lo Complejo a lo Simple”. Concluimos, nos dice de Regules, que al fin hemos descubierto “La Unidad en la Diversidad de las cosas de la naturaleza”, pero que en el camino, no han faltado los tropiezos y las salidas en falso y, de que el Cosmos, con su variedad derivada de la unidad, es el máximo de la elegancia.

Al final, resultó que las leyes de Newton son una aproximación excelente cuando las velocidades de los cuerpos no son demasiado grandes y, los campos gravitacionales no son demasiado intensos. De otra forma, el movimiento se describe mejor con las teorías de la Relatividad. Y la conclusión es que si usted busca verdades absolutas y eternas, no mire en las ciencias y mire mejor en las matemáticas, como nos dice de Regules.

La Fuerza de Gravedad que actúa sobre los objetos, es proporcional a la masa, de modo que bajo su influencia todo objeto cae con la misma aceleración, una simple Ley General de la Naturaleza que parece contradecir el sentido común, es exactamente proporcional a la Masa. Un caso especial de la atracción general entre masas, es la atracción que mantiene a la Tierra y demás planetas girando alrededor del Sol y, como cuerpos sujetos a escasa fricción, es por lo que pueden retener su velocidad durante millones de años, por lo que un radio y una fuerza de atracción dada, siempre existe una velocidad para la cual un movimiento estable es posible. Todo esto implica una confirmación muy amplia de la ley del inverso del cuadrado.

Sobre otras leyes análogas a la consecuencia de las leyes de Newton, es la conocida como “Ley de la Conservación de la Cantidad de Movimiento”, dada por el producto de la Masa por su Velocidad. Así también, siempre que nos limitemos a consideraciones puramente mecánicas, “La Ley de Conservación de la Energía” solamente es válida en algunos casos muy especiales y raramente en algún problema práctico real de máquinas o seres vivientes, como fuentes de energía mecánica y las fricciones y otras resistencias que consumen energía mecánica.

Se sabe que los matemáticos todavía no se ponen de acuerdo sobre si las matemáticas son un invento humano o existen independientemente de nosotros, en una especie de mundo platónico de las ideas. Así también, Einstein vio la necesidad de una geometría para espacios curvos en vez de la geometría euclidiana, que se aplica en espacios planos; geometría que ya existía y que fue descubierta por Reimann, quien la había inventado como una extensión euclidiana, sin pensar por un instante de su posible uso en la física.

Es decir, que las matemáticas son capaces de describir el mundo físico, incluso para situaciones muy abstractas, encontrando en ellas explicaciones racionales de los fenómenos naturales. Es el misterio más grande del universo, según Einstein. Y la aproximación a la realidad debe ser sencilla, directa y espontánea. Pero además, la manifestación de este reino es la actividad eterna de las ideas correctas, la ley, el orden, la verdad y la belleza. Y sobre la espiritualidad, nos dice Ernest Holmes, es el reconocimiento personal del universo como una presencia viviente del bien, la verdad, la belleza, la paz, el poder y el amor. Y a esto deben agregarse la felicidad, la alegría, el entusiasmo y la armonía universal, que como el gran ritmo de la vida, fluye a través de todo.

La Tierra está girando alrededor del Sol a una velocidad de unos 30 km/seg. Y estamos a unos 650,000 km. de distancia de donde estábamos el año pasado. Y esto pasa de ser una inconveniencia menor a ser un problema importante, porque el período orbital de la Tierra controla las estaciones. Después de cada año, el año del calendario se aleja un cuarto de día de las estaciones y, después de cuatro años, el verano se desplazaría un día más tarde. Así mismo y en menos de cuatrocientos años, el equivalente a la duración de una civilización, las estaciones se habrían desplazado tres meses y en el caso después de ochocientos años, el verano y el invierno se habrían cambiado de lugar el uno por el otro.

De alguna manera, necesitábamos dejar de tener el mismo número de días cada año, pero sin tener que utilizar una fracción del día, nos dice Matt Parker. Necesitábamos vincular un año con la órbita terrestre, sin romper el vínculo entre la duración de un día y la rotación de la Tierra.

Resulta curioso, pero las estaciones no encajan perfectamente con el año orbital. El calendario juliano, es demasiado corto en comparación con la órbita terrestre, pero demasiado largo, en comparación con las estaciones.

El movimiento de la inclinación de la Tierra, nos da 20 minutos y 24.43 segundos extra por órbita y por lo tanto, el auténtico año sideral basado en la órbita, es más largo que el calendario juliano; pero el año tropical basado en las estaciones, es más corto y lo es porque las estaciones dependen de la inclinación de la Tierra respecto al Sol y no de la posición real de la Tierra.

Según Ernst Holmes, vivimos en un universo gobernado sólo por la armonía y, que el uso correcto de las ideas, consiste en hacer cumplir su ley. Basándose en la idea de que existe una energía infinita que debe incluir todo lo que existe, con lo que estamos lidiando con la realidad más intensa que la mente humana jamás haya concebido, sólo el conocimiento consciente da el control consciente de las leyes de la naturaleza. Y el avance en cualquier ciencia, siempre corresponde al uso consciente que se dé a las leyes de la naturaleza y, no puede haber avance en la ciencia sin ese uso consciente de las leyes naturales.

Del mundo mental en el que vivimos, se desprenden las manifestaciones de todo lo que sentimos, vemos y tocamos y las cosas bellas y buenas. Así como podemos eliminar todos los elementos mentales que nos hacen daño y, lo verdaderamente importante es tener en cuenta la presencia casi divina y la belleza insuperable de la energía natural en todas las cosas de la naturaleza y, que lo plasmamos en nuestra mente y se manifiesta a través de todos los días de nuestra vida y existencia.

Y si comienzas a ver que no es tan difícil lograr todo lo que deseas, verás también que no es tan complicado llegar a la completa comunión con todo el universo y, en tus manos está el lograr superarte como ser humano y como persona. Para Emmet Fox: “Hay una cosa que significa más que todas las otras cosas puestas juntas, y ésta, es nuestra búsqueda de Dios como una energía universal y la comprensión de su naturaleza, ya que de lo contrario estaríamos negando nuestra propia existencia. Y si de verdad sientes que dicha presencia está en todo lo que ves, tocas, respiras y escuchas, estarás dando un enorme paso en alcanzar la verdad, como nos señala A. Garibay.

El éxito, no es un secreto, es un sistema. Y para que funcione adecuadamente, debemos hacer lo correcto día a día sin descanso alguno. Pero lo más importante es entender que una energía universal está presente en cada uno de nosotros y en cada una de las cosas que nos rodean. Si sientes dicha presencia en todo lo que ves, tocas, respiras y escuchas, estarás en el camino correcto. Y en cambio cuando veas con ojos materialistas, fácilmente veras miedos y problemas y fuera de armonía, en todo lo que nos rodea. Cuando vemos con ojos materialistas, violencia, caos, muerte, hambre y pobreza, estaremos reflejando en nuestra mente y en nuestro mundo sólo sentimientos negativos.

El mundo en el que vivimos es un mundo material y por eso es que tenemos tantas dificultades y problemas, pero saber que estamos en un mundo mental, te abrirá las puertas de la felicidad y amor y entenderemos que todo lo que vemos y sentimos, sólo son una manifestación creada por la mente y donde para muchos, el poder de la mente es tan desconocida que no creen que con ella podamos cambiar cualquier situación.

Las crisis, las guerras y los problemas que el mundo está viviendo, son el resultado de que los hombres tienen en su mundo, sentimientos negativos; pero si logramos que las personas comiencen a pensar en amar, en armonía, equilibrio y respeto tanto entre los hombres como entre las naciones, lograremos tener un mundo tranquilo y digno de vivir en él, según Annaka Harris y Antonio Garibay.

Y nos dicen, que tal vez la conciencia esté contenida en la propia materia, como una propiedad fundamental del universo y, aunque esto pueda sonar a locura, veremos que en realidad no es una pregunta tan descabellada, ya que si no podemos determinar lo que distingue a los átomos del universo, que son conscientes de los que no lo son y, cuando reconocemos que la física no dice nada acerca de la naturaleza intrínseca de las entidades de las que habla y que la única cosa que sabemos, es que algunas cosas materiales tienen experiencias, el imperativo teórico de erigir una visión que sea simple y unificada y que a su vez se ajuste a los datos que conocemos, nos conduce directamente hacia el Pampsiquismo.

Si consideramos que nuestra propia experiencia de la conciencia no nos supone desempeñar un papel activo, de repente descubrimos que es mucho más fácil imaginar que otros sistemas puedan contar con ella y, que debemos considerar la posibilidad de que toda la materia esté, en cierto modo, imbuida de conciencia.

El Pampsiquismo moderno, ofrece una visión de la realidad completamente distinta de la que ofrecían los antiguos seguidores del pampsiquismo y, libre de cualquier connotación religiosa. La visión moderna, según Annaka Harris, considera y plantea que la conciencia es intrínseca a todas las formas de procesamiento de información y, que la consciencia podría formar parte de las fuerzas y campos fundamentales de la física, como la gravedad, electromagnetismo o las fuerzas nucleares fuertes y débiles. Y ya se centre en determinados tipos de información o se aplique a toda la materia del universo, está fundamentada en el conocimiento científico y se encuentra en consonancia con el fisicalismo y el razonamiento científico.

Sadeq Hedayat, nos dice que ha descubierto en sí mismo la llave de la armonía y esta armonía, no es otra cosa que una forma de lucidez o de conciencia. Narra que: Yo estaba profunda e indisolublemente unido al mundo y al ritmo de los seres y de la naturaleza. Ningún sueño me parecía opuesto al orden natural. En aquel instante, yo participaba de la gravitación de la tierra y de los cielos, del crecimiento de los vegetales y de los movimientos de los seres animados, donde el pasado y el futuro, lo cercano y lo alejado, se habían integrado a mi vida emotiva. Donde todo obedece a los ritmos de una integración del todo en el todo y, nada escapa a la percepción de la mirada, porque nada podría escapar a las percepciones más inteligentes.

Una de nuestras proposiciones, nos dice Ernst Holmes, es que Dios es Todo lo que existe y lo incluye todo, toda posibilidad y toda acción, porque es la esencia y sustancia invisible de todas las formas. Y ya sea que la vida exista en un estado objetivo o subjetivo, visible o invisible, todo es energía y espíritu consciente. Y esa energía o espíritu o inteligencia superior, junto con lo que hace, constituye el universo entero, incluyendo el hombre, por lo que Ernst Holmes, considera que el poder de Dios existe dentro de nosotros. Y esta filosofía afirma que vivimos en un mundo mental y que las cosas pueden ser reducidas a pensamientos y, ésta es la base sobre la cual toda práctica científica debe establecerse. Y cuando eres capaz de fijar esta premisa en tu propio pensamiento, te encuentras equipado de inmediato con un instrumento con el cual puedes cambiar tu entorno.

Aprendemos que sólo existe un cuerpo, el cuerpo de las ideas correctas, como una unidad perfecta y armoniosa y de que el mal que ata al hombre, no es una cosa ni un principio en sí mismo y, con certeza, no es una persona, sino meramente, un sistema falso de pensamiento. Y hasta ahora, la ciencia, la revelación y la filosofía no han podido llegar a una conclusión que pudiera afectar esta proposición. Y día tras día, las ciencias físicas comprueban cada vez más que el universo físico en el que vivimos, se parece más a un pensamiento gigantesco que a cualquier otra cosa.

El desarrollo de la conciencia en el universo, tiene implicaciones profundas que mucha gente relaciona con la existencia y naturaleza misma del cosmos. Ahora, si el universo físico o el cosmos en su totalidad, es más parecido a un pensamiento gigantesco, podemos deducir que nuestro mundo inmediato es una parte de ese pensamiento.

Los hallazgos de Carl Jung, cambian radicalmente nuestra comprensión del ser humano y las dinámicas de su relación con los demás. Y han pasado inadvertidos para la mayoría de las personas, en particular su estudio sobre los tipos psicológicos, también entendidos como tipos de personalidad. El sueño de Carl Jung, de una humanidad mejor constituida por individuos que puedan trascender más allá del circulo interminable de conflictos de los unos contra los otros, de una humanidad sin guerras, de seres más exitosos y felices, que dicho de manera muy general, cada energía representa una forma de ser y de actuar en el mundo, pero también revela características propias, aspectos de lo que somos, los cuales podemos usar cotidianamente o bien tener relegados.

Conforme vayamos describiendo las personalidades con cuatro colores, como lo hace Jocelyne Cooke, tendremos una representación de cómo somos y porqué somos así. Clasifica las personalidades de energía de color azul, aquéllos con la energía de la reflexión y con la necesidad fundamental de Entender y, que sólo se encuentran tranquilas y satisfechas hasta que puedan entender todo. Y que para responder a los requerimientos de la realidad, primeramente pensar y entender, antes de proceder a la acción.

La persona con mucha energía azul, es formal y guarda cierta distancia con los demás, prefiere relacionarse con pocas personas y no se siente cómodo con las multitudes, ya que necesita espacio para pensar. Es predominantemente racional, porque quiere asegurarse de tomar las mejores decisiones, presentando evidencias y las bases que lo llevaron a establecer sus conclusiones. Es cuidadoso y pone mucha atención a los detalles, molestándole que las cosas se definan vagamente, prefiriendo la claridad y de modo específico. Y, por eso prefiere representaciones auxiliándose de números y necesita algún sentido de orden que puede ser un orden convencional propio.

Una intención no se centra en un evento específico en el futuro, sino que nos permite disfrutar todo el proceso de momento en momento. Una intención nos sirve de guía para tomar decisiones y para decidir cómo lidiar con las situaciones que se nos presentan. Y podemos decir que cuanto más feliz es una persona, más bien le ha hecho al mundo.

Hace miles de años, el ser aceptado por el grupo al que pertenecemos, era cuestión de vida o muerte y, determinaba si sobrevivías o no. En esta época, ya nadie se muere por la opinión que tengan los otros de ti y, el error de buscar satisfacción en las cosas, se hace evidente ya que en ellas mismas viene implícito su potencial de causar sufrimiento, ya que las cosas se acaban, se rompen, se descomponen, se pierden, son robadas o pasan de moda.

Esta constante insatisfacción, es la forma en la que la naturaleza mantiene a los seres vivos buscando sustento, comodidad y reproducción todo el tiempo. El conjunto de circunstancias que te rodean en un momento determinado, es tu situación de vida. En el dinero, encontramos un falso sentimiento de identidad ya que nos ofrece un falso sentimiento de seguridad y control, pero nuestras relaciones y la forma en la que te lleves con los demás, es también parte de tu situación de vida. Y, son el aspecto más importante en nuestra vida, donde una situación se convierte en un problema cuando nos resistimos a ella, cuando nos desagrada, nos molesta, cuando la consideramos inadecuada, inconveniente o inaceptable.

Y, donde creer que somos lo que nos pasó, tiene varios inconvenientes, porque es una alternativa muy limitada de vivir, como apunta Dilvar. Intentar hablar de lo que no tiene forma, es una paradoja, ya que las palabras pertenecen al mundo de las formas y todo aquello que no puede ser descrito, vemos y le damos importancia a las cosas sin considerar un momento el espacio que permite que éstas existan, olvidando que lo mundano y lo divino, lo tangible e intangible, lo carnal y lo espiritual son inseparables. Y este parloteo mental, es un filtro que nos impide hacer contacto directo y profundo con la realidad.

Las teorías científicas son efímeras, porque se construyen a partir de observaciones y las observaciones pueden ser inexactas por deficiencia de los instrumentos o predisposición del observador a recoger ciertas cosas y pasar por alto otras. Las matemáticas en cambio, tratan los objetos abstractos y buscan la coherencia interna sin preocuparse por la relación con la realidad externa y, donde los teoremas, como los diamantes son para siempre.

No hay razón para sufrir, la única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida, encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz, es porque tú decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento.

Las preguntas que han fascinado e intrigado durante mucho tiempo a filósofos y científicos y, que cubren campos tan diversos como son : El propósito de la vida y de que es la conciencia, de si hay orden o caos en el universo, el determinismo y la elección y de cómo crear y sacar lo mejor de la vida, la de cumplir los deseos y crear paz y armonía entre los pueblos y las naciones.

El conocimiento surge de la misma unidad esencial de la verdad de la que parten todas las tradiciones sagradas del mundo; donde resulta más preciso describirlo como una manera de vivir, que se distingue por su fácil acceso a la felicidad y el amor.

La mitología griega tiene un componente de significado alquímico y, otros han interpretado el Génesis, desde ese mismo punto de vista. Sin embargo, en China la alquimia parece dedicarse menos a la búsqueda de oro y más a la del elixir de la vida, la longevidad e incluso la inmortalidad. El segundo gran maestre de la logia londinense, John T. Desaguhers, un seguidor de Isaac Newton, también dedicó muchos años al estudio sobre la alquimia. El simbolismo de la masonería también está plagado de símbolos alquímicos.

Y la escuela de Jung, concibe la alquimia como una especie precursora de la psicología, existiendo paralelismos evidentes con la práctica meditativa, lo cual sugiere que son términos alquímicos y, que pueden ser descripciones de estados subjetivos de conciencia más que el tipo de operaciones químicas que podrían realizarse en un laboratorio.

En tanto que los filósofos idealistas les fascinaba aquello que conecta la mente y la materia y al igual que otros, concebían esta sutil relación en función de lo que Paracelso denominaba la “Dimensión Vegetal”, la cual pareciera no poder medirse o incluso la de ser indetectable, por cualquier instrumento científico y, que según una antigua tradición, habían seguido muchos de los grandes genios de la historia y se podían manipular.

A Bacón y a Newton, les interesaba tanto la experiencia personal directa como la experimentación científica y, trataron de encontrar leyes universales para dar sentido al mundo observado del modo más objetivo posible. Y el resultado fue una ciencia de la verdadera esencia de la Alquimia, una forma evolucionada de la conciencia, que implicaba no una simple riqueza mundana, sino la forma en que funciona coherentemente el mundo y, donde podemos detectar la acción y el funcionamiento de las leyes más profundas bajo la superficie de las cosas.

Sin embargo, narraciones sobre Pitágoras y Newton, sugieren que mediante estados alterados de conciencia, podían descubrir nuevos aspectos del mundo, ver su funcionamiento interno y entender patrones que tal vez son demasiado complejos o demasiado grandes como para que la mente humana los asimile en su estado de conciencia habitual, regido por el sentido común.

Al adquirir un conocimiento sobre su propia fisiología oculta, el alquimista era capaz de obtener cierto grado de control sobre su cuerpo. Sin embargo, a nivel más realista, también podían realizar avances científicos de tipo práctico, como nos dice Jonathan Black. En estados de conciencia alterados, vieron el mundo exterior con una claridad sobrenatural y, por lo tanto, para ellos todo el conocimiento está contenido dentro de nosotros mismos, si aprendemos a interpretarlo. Los adeptos hindúes percibieron la evolución de las especies y la función de la glándula pineal.

Cada hebra de ADN de doble cadena, con tan sólo diez moléculas, contiene toda la información genética necesaria para la comprensión de un individuo. Estos miles de millones de caracteres, tienen patrones relacionales muy complejos y una estructura profunda posible de interpretar. Y fue Francis Crick, quien lo descifró dando lugar a la medicina genética moderna. Y sostenía que la compleja estructura del ADN, no podía haberse originado por casualidad, llegando a estos conocimientos en estados de conciencia alterados. Diferenciando el cosmos interno del externo y, entendiendo el mundo material y su modo de operar, lo cual demostró que la ciencia funcionaba y producía resultados fiables que podían comprobarse, así como beneficios tangibles y trascendentales.

EL ASCENSO DEL HOMBRE

El carbono, el hidrogeno y el oxigeno, son los elementos predominantes en la materia viva. El 90% de lo que somos, está hecho de carbono, hidrogeno, oxigeno y nitrógeno, que junto con el calcio, fosforo, sodio, cloro, potasio, magnesio y azufre, forman el 99.9% de la materia viva. Y 0.1% son oligoelementos, como el zinc y aluminio y en mayor proporción somos agua, que se compone de oxigeno e hidrógeno.

El hombre es una criatura singular, donde su paradoja es la que lo capacita para encajar en cualquier medio ambiente. Su imaginación, su razón, sus motivos y tenacidad, hacen que no tenga porqué aceptar su medio ambiente, sino que lo capacita para cambiarlo. Y sus descubrimientos, se vuelven cada vez más sutiles e influyentes a medida que consigue combinar sus talentos, de formas cada vez más complejas y profundas, donde los grandes descubrimientos de las diferentes épocas, expresan en su evolución, una conjunción más rica e intrincada de las facultades humanas. Y en cada época, hay un punto de inflexión, una nueva forma de ver y reivindicar la coherencia del mundo, donde cada cultura intenta congelar su momento visionario; pero lo que llama poderosamente nuestra atención son las continuidades, pensamientos que aparecen o reaparecen de una civilización a otra, como nos dice Jacob Bronowski.

Darwin, observó en su viaje en el Beagle, que todas las aves, mariposas, cangrejos y arañas que atrapaba eran muy poco comunes, por lo que no sólo tendría que dedicar muchas horas a estudiar todo lo que veía y, tomar copiosos apuntes, sino que además tendría que hallar la forma de organizar todo esa información y catalogar todos esos especímenes, dar algún orden a sus observaciones. Éstos eran seres vivos, y no vagas nociones libres según Robert Greene, por lo que la idea de que toda la vida hubiera sido creada de una vez y para siempre, parecía totalmente ilógica. Y más todavía, ¿Cómo habían podido extinguirse tantas especies? ¿La vida en el planeta podía hallarse acaso en un constante estado de flujo y desarrollo? En vez de reliquias para confirmar la historia de la Biblia, Darwin encontraba evidencias de algo inquietantemente distinto.

Las especies diferían de una isla a otra, aún si sólo las separaba una distancia de pocos kilómetros, por lo que cada creatura se había adaptado a los alimentos y predadores que halló ahí, cambiando entre tanto su forma y apariencia. Y los animales que no lograron adaptarse se extinguieron. Por lo que aquello había sido una lucha inclemente por la sobrevivencia.

Las especies relacionadas, divergen a partir de un linaje común y Darwin, estaba desconcertado del porqué de esa divergencia. Malthus, decía que la población se multiplica más rápidamente que la comida y, eso es cierto. Entonces deben competir para sobrevivir, por lo tanto, la naturaleza actúa como una fuerza selectiva, matando a los débiles y creando especies nuevas a partir de los supervivientes que mejor se adapten a su medio ambiente.

Observamos que cada paisaje del mundo está lleno de adaptaciones; bellas y exactas, gracias a las cuales, los animales se dice encajan a la perfección en su medio ambiente. Esos mismos dones con los que la naturaleza dotó al hombre y, a medida que asciende, va descubriendo lo que va creando y descubriendo en la plenitud de sus dones. Y lo que ha creado mientras asciende, son monumentos de cada una de las etapas en su comprensión de la naturaleza y de sí mismo. Sin embargo, es justo hacer una distinción de cuáles son las cualidades que lo convierten en alguien diferente.

El ser humano es único, no porque haga ciencia o porque crea obras de arte, sino por la maravillosa plasticidad de su mente. Su imaginación, su razón, su emotividad y su tenacidad, lo sitúan en una clase diferente de evolución, no biológica, sino cultural. Hace 50 millones de años en que se data la aparición del hombre en la Sabana Africana, permite presentar la historia de la mente humana, de sus ideas científicas, para dar cuenta de qué es lo que hace que el hombre haya pasado de ser un homínido, a ser capaz de manejar la simbología del lenguaje y de las matemáticas, el arte, la geometría, la poesía y la ciencia.

La historia de la ciencia, nos dice Bronowski, pasa necesariamente por la historia de la evolución del hombre: Las ventajas de la mano prensil, el desarrollo del cerebro, la vida sedentaria; pero también pasa por la historia de los descubrimientos científicos en sus aspectos más sobresalientes de su evolución y, de cómo su centro de atención se desplaza de la física a la biología.

Si hemos de empezar a estudiar el ascenso del hombre, desde sus comienzos, hay que seguir el rastro de su evolución y así ver que hace dos millones de años, no éramos todavía seres considerados como humanos. Pero hace un millón de años, ya éramos seres humanos conocidos como Hombre Erectus, donde los cambios que se sufrió durante ese millón de años, nos condujeron hasta lo que somos en la actualidad; los que son cuantiosos, pero que parecen graduales comparados con los cambios que se dieron con anterioridad. Y es lo que Bronowski nos dice, que es el “ritmo de la vida y de la evolución biológica”. Y aunque ha sido mucho más rápida que la de cualquier otro animal, sin embargo a partir del Homo Sapiens, ha necesitado bastante menos de veinte mil años para llegar a ser el tipo de criatura que aspiramos y que logramos ser.

Donde sólo en los últimos doce mil años, se consiguió por fin despegar una civilización tal y como hoy la entendemos. Pero debió suceder algo explosivo y extraordinario en el año 10,000 a. c., y tal parece que lo hubo ya que fue cuando se presentó el final de la última glaciación y se inicia el cultivo de plantas y la domesticación de animales, lo que supuso un salto hacia delante. Y con ello también se presentó una revolución social igualmente poderosa y con ello, se dio como algo necesario. Y, reconocernos a nosotros mismos en el pasado, dirigiéndonos hacia el presente, donde al hombre le costó dos millones de años el paso de ser una pequeña criatura oscura en África Central, a ser lo que es hoy en día, el Homo Sapiens.

El Homo Sapiens, no ha sufrido grandes adaptaciones biológicas y más bien, somos una especie bastante homogénea, debido a que nos expandimos muy rápido a lo largo y ancho del mundo, donde el hombre empezó teniendo una piel oscura, pero al emigrar al norte, necesitó aprovechar toda la luz solar posible en su producción de vitamina D y por eso, la selección natural favoreció a aquéllos que tenían la piel más blanca.

Debemos recordar siempre que el verdadero contenido de la evolución tanto biológica como cultural, es la elaboración de nuevas conductas. Donde el hombre es una estructura altamente integrada, cuyas partes deben cambiar conjuntamente a medida que su conducta se modifica. Y es por esto que hemos llegado a ser lo que somos, criaturas con una evolución más rápida y conducta más rica y flexible que la de cualquier otro animal, donde el hombre presenta un mosaico de facultades, que por sí solas, después de millones de años, le han convertido en un ser creativo. Y donde evidentemente, las glaciaciones supusieron un cambio profundo en la forma de vida que nos hicieron que dependiéramos menos de las plantas y mucho más de los animales, lo que disminuyó en dos tercios el tiempo que se gasta en comer y en consecuencia, sobre la evolución del hombre que se supone fueron fundamentales.

Del mismo modo en que el sistema colonial español sentó las bases de la miseria actual del grueso de los pueblos indígenas, se han dado de hecho más crisis y más violencia con excusas ambiguas y opacas variaciones de narcoterrorismo y terrorismo nuclear. Y fue Winston Churchill, quien dijera: En tiempos de Guerra, a la verdad hay que protegerla con un guarda espalda de mentiras.

La incertidumbre rodea muchas de las circunstancias a las que las teorías aluden y, existe la debilidad en muchos de los vínculos y cadenas causales que esas visiones defienden. Y finalmente las dudas, en medio del mar de información y desinformación en el que con facilidad, a las sospechas se les trata como hechos consumados y a las opiniones particulares, fundadas o no, se les da trato de verdades inobjetables. Y se llega a una teoría completa, redonda y sin contradicciones, sobre todo lo que tiene que ver con la historia contemporánea, que implica según Fernando Montiel, dar por sentado que el grueso de la población es incapaz de escapar a la propaganda; que su capacidad para el pensamiento crítico e independiente es insuficiente y en todo caso, ¿Cuáles serían las bases que se encuentran en la raíz de esta probable incapacidad de crítica?

Hay, para quienes como Tomas Vebles, decretó que las humanidades constituyen una actividad inútil de clase parasitaria, sin valor alguno y, de no producir valor alguno. Y que están movidas sólo por la vanidad. Que las humanidades son inútiles, conservadoras y enemigas de toda innovación, en tanto que la ciencia, incluyendo la economía, son la actividad de espíritus industriosos, productivos y revolucionarios, coincidiendo con los economistas de hoy, de los organismos internacionales y de los gobiernos de muchos países, incluyendo las decisiones en materia cognitiva y cultural, manipulación mal intencionada del neoliberalismo, que delata ampliamente Manuel Pérez Rocha, fundador de la Universidad de la Ciudad de México.

Pérez Rocha, señala que una educación que privilegia el aprendizaje de memoria y recepción pasiva del saber, olvida que la educación también es desarrollo cultural y que para aprender, es necesario atender necesidades y valores morales y, a la construcción del carácter.

Mucha de la prensa crítica incurre en ciclos de desinformación, respecto a algunas tragedias, oscureciendo tanto más los esfuerzos por comprender lo que ocurrió, sus orígenes y consecuencias y, que no por ser supuestamente críticas, necesariamente son más profesionales, objetivas, veraces y confiables que su parte corporativa, como ya nos había señalado Fernando Montiel.

Por coyuntural y fugaz, el presente es el delgado tronco de un árbol que se empeña en separar el origen del destino, las raíces de los frutos y que sin embargo, a cada momento, es sublimado como historia.

Detrás de nuestras ambiciones frustradas, se ocultan muchas creencias limitantes que nos atan, nos limitan y nos convencen de que no seremos capaces de avanzar hacia lo que queremos obtener. Sin embargo, puedes ganar, aún enfrentando lo peor, pero sólo si piensas y sientes que podrás hacerlo.

Somos los jardineros que sembramos semillas en nuestro subconsciente y donde, si sembramos pensamientos destructivos cosecharemos discordia y caos, pero si sembramos pensamientos de confianza y determinación, podremos crear una nueva realidad en nuestra vida.

Una vez que entendemos el código de un lenguaje, nuestra atención queda atrapada y la energía se transfiere de una persona a otra. Y tan pronto como estamos de acuerdo con algo, nos lo creemos y eso lo llamamos “fe”. Y tener fe es creer incondicionalmente y el resultado es que nos rendimos a las creencias mediante nuestro “acuerdo” y, es a través de esta domesticación que aprendemos a vivir y a soñar. Donde fingimos ser lo que no somos, porque nos da miedo de que nos rechacen y no ser lo bastante buenos. Y al final acabamos siendo alguien que no somos.

Somos más bien un animal autodomesticado, domesticados según el sistema de creencias que nos transmitieron a través de un sistema de castigo y recompensa; donde en nuestro interior existe un juez que juzga todo lo que hacemos y dejamos de hacer, todo lo que pensamos y no pensamos, todo lo que sentimos y no sentimos. Cosa que ocurre muchas veces al día, día tras día, durante todos los años de nuestra vida. Creencias que controlan nuestra vida y aunque el Libro de la Ley esté equivocado, hace que nos sintamos seguros.

Todas estas leyes existen en nuestra mente. Creemos en ellas y nuestro juez interior lo basa todo en ellas y, es donde nuestros errores los pagamos miles de veces por el mismo error. Lo interesante es que más allá de todas las diferencias, hay algunas creencias irracionales que son comunes. Descubrir y modificar las creencias limitantes, ha sido la clave del éxito.

Hacemos que nuestro mundo tenga significado a través del coraje de nuestras preguntas y, de la profundidad de nuestras respuestas, donde una buena pregunta con frecuencia apunta hacia su propia respuesta. Y, te transformarás en lo que más piensas; tu éxito o tu fracaso en todo, pequeño o grande, dependerán de tu programación y lo que aceptas de otros y, lo que te digas cuando te hables a ti mismo.

Nuestro subconsciente es súper sensible a la sugestión y, no tiene capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso. Y son las propias expectativas de que algo suceda, lo que hace que finalmente ocurran, según Verónica y Florencia de Andrés. Y es George Lozanov, quien sostiene que utilizando el poder de la sugestión positiva, se puede acelerar el ritmo del aprendizaje de tres a diez veces y, se elimina la idea de que nuestra habilidad es limitada.

Idea alimentada por sugestiones negativas, que provienen de la cultura en la que vivimos y principalmente, de los sistemas educativos, donde se ha demostrado que la forma de pensar y de hablar, es capaz de producir cambios físicos en las personas.

¡Las palabras contienen energía, que afectan nuestra fisiología! Y, a menos que reprogramemos la mente para descubrir la belleza de los desafíos en piloto automático, sólo veremos preocupaciones y obstáculos. Esa mente, se puede entrenar formando nuevos hábitos, nuevas maneras de pensar de sentir y de actuar, donde la respiración abdominal, según Verónica y Florencia de Andrés, aumenta la secreción de Serotonina, un regulador de los estados de ánimo, ira y agresión, del sueño y del apetito y, promueven estados de calma y bienestar.

La geología, difería fundamentalmente de todas las otras ciencias y de la filosofía y, era la primer ciencia que se ocupaba de la historia de la naturaleza y no de su orden. Y es Peter Watson, quien nos dice que la idea de que la física funcionaba de acuerdo con los mismos principios en todo el mundo, representó un enorme cambio en el pensamiento, que no se le habría podido ocurrir a una mentalidad medieval.

Y fueron Hutton y William Smith, quienes observaron que por todo el planeta, las rocas de forma parecida, contenían fósiles parecidos, de las cuales muchas de ellas ya no existían, lo que implicaba que las especies aparecían, florecían y luego se extinguían en períodos larguísimos de tiempo. Y esto era importante, porque en primer lugar apoyaba la idea de que las capas sucesivas de rocas no se habían formado todas a la misma vez y, reforzaba la idea de que se habían producido numerosas creaciones y extinciones separadas, muy en contra de lo que decía la Biblia, pero aún así, nadie cuestionaba el diluvio universal.

La Biblia dice que el diluvio cubrió las cimas de las montañas a una profundidad de más de cuatro metros, lo cual, no sugería más que un suceso de evento local. Sin embargo, recientemente se han detectado tres sucesos en nuestro pasado, manifestados en las transiciones del Pleistoceno al Holoceno, que corresponde desde la Edad de Hielo hasta los tiempos Modernos, lo que revela que el mundo no experimentó una sino tres grandes extinciones, hace más o menos 14,000, 11,500 y 8,000 años. Sobre todo, la última fue especialmente catastrófica y cambio de manera drástica la vida de las personas que poblaban la Tierra. Y, de que el área más afectada fue el sureste Asiático, donde quedó anegado un continente entero, los que emigraron por todo el mundo, al norte de China y de allí al Nuevo Mundo y posiblemente, hasta Asia Menor, África y Europa. Donde indicios sugieren que la subida del nivel del mar tras la última Edad de Hielo, no fue ni lento ni uniforme sino al contrario, fueron tres evento súbitos de fusión del hielo, donde hace 8,000 años, tuvieron efectos devastadores sobre las costas tropicales que tenían extensas plataformas continentales. Cambios que se vieron acompañados de grandes terremotos, ocasionados por la transferencia del peso del hielo de los continentes a los océanos, generando grandes olas y tsunamis, por lo que la Tierra era en esos tiempos mucho más violenta que ahora. Donde registros oceanográficos de hace 20,000 y 5,000 años revelan que los niveles del mar subieron al menos 120 metros.

Hoy sabemos que las tres inundaciones catastróficas se produjeron a causa de tres ciclos astronómicos entrelazados y, cada uno de ellos distinto, pero que en todos los casos, afectaban al calor transmitido por el Sol a distintas partes de la Tierra, y los cuales se han bautizado como el Estiramiento de los 100,000 años, la Inclinación de 41,000 años y el Bamboleo de 23,000 años.

El primero, tiene su origen en la órbita de la Tierra alrededor del Sol, que es Elíptica, lo que significa que la distancia de la Tierra al Sol varía hasta 26,17 millones de kilómetros, produciendo variaciones notables en la fuerza de la gravedad. El segundo ciclo, está relacionado con la inclinación del eje de rotación de la Tierra con respecto al Sol, en un período de 41,000 años. Y esta inclinación varía entre 21.5 y 24.5 grados y afecta al desequilibrio estacional en la cantidad de calor que llega del Sol. En tercer lugar, el propio eje de la Tierra realiza una rotación cada 22,000-23,000 años, en la llamada “Precesión Axial” o de los Equinoccios.

Estos tres ciclos realizan sofisticadas variaciones que produce una infinidad de combinaciones, pero que cuando se encuentran en una “Tormenta Perfecta”, pueden provocar en la Tierra, un cambio climático súbito y drástico. Y fueron estos complejos ritmos los que desencadenaron las tres inundaciones en el viejo mundo, como afirma Watson.

Los glaciales eran enormes y pudieron tardar cientos de años en fundirse, pero al final hicieron que el nivel del mar subiese hasta trece metros. Se sabe de más de cuarenta deltas que se formaron durante esta época, que desempeñaron un papel muy importante en el desarrollo de la agricultura y, posterior nacimiento de varias civilizaciones.

Fueron las inundaciones más recientes de hace 8,000 años, las que mayor efectos tuvieron, provocando un cambio repentino en la distribución del peso sobre la Tierra, lo que debió causar grandes terremotos, aumento del volcanismo y gigantescos tsunamis que chocaron contra los continentes, que influyeron en la vida mental de la gente en la antigüedad. La mayor extensión de tierras bajas del mundo, se vio afectada y una inundación de tal magnitud habría provocado una migración a gran escala hacia el este, oeste y norte. Los grandes mitos en todo el mundo, se fundamentan en sucesos catastróficos reales que devastaron la humanidad en sus inicios y, constituyen una poderosa memoria colectiva que nos advierte de que algún día podrían producirse sucesos igual de dramáticos, como nos dice Peter Watson. Finalmente se puede decir que existen una amplia variedad de mitos que se dan tanto en el viejo mundo como en el nuevo, demasiados como para poder pensar de que se hayan concebido por casualidad.

La domesticación de plantas y animales, se produjo de manera independiente en dos áreas del mundo: el Oriente Medio y en Mesoamérica entre lo que hoy es Panamá y el norte de México. El argumento económico es de que hace 14,000-10,000 años el mundo experimentó un gran cambio climático, que fue en parte consecuencia del fin de la Edad de Hielo, que incrementó el nivel del mar y, bajo un clima más cálido, promover la expansión de los bosques, donde la reducción de los espacios abiertos fomentó la territorialidad y comenzaron a proteger sus campos y manadas de animales. Y con un clima cada vez más árido y las estaciones menos pronunciadas, lo que propicio la expansión de los cereales y el movimiento de los pueblos entre distintos ambientes. Y el hecho de sobrepoblación, empujaron a los pueblos a abandonar un modo de vida de cazador-recolector.

Mientras haya alguien, en algún lugar, que sea incentivado para inventar formas de satisfacer de mejor manera las necesidades de los otros, entonces debemos concluir que el mejoramiento de la vida humana podrá continuar. Y mientras las nuevas ideas puedan procrearse de este modo, el progreso económico humano puede continuar, donde según Matt Ridley, producir implica que el productor desea consumir y la pregunta de John Stuart Mill, ¿Porqué otra razón se ocuparía del trabajo inútil?

En los últimos diez mil años, los seres humanos se multiplicaron de menos de diez millones a siete mil millones y, aunque algunos viven en condiciones de miseria peores que en la edad de piedra, el 99 por ciento está mucho mejor alimentado, vive en lugares más cómodos, está más protegido contra las enfermedades y tiene más probabilidades de llegar a la vejez. Si deseamos la más mínima mejoría de nuestra vida, algunas de las tareas tendrán que ser hechas por alguien más, porque simplemente no hay suficiente tiempo para que hagamos todo. La prosperidad consiste en tener acceso al esfuerzo y la inventiva de los demás. La clave no está en la clásica premisa de la división del trabajo, sino en la multiplicación del talento. El futuro siempre se ha visto como una amenaza y cada vez ha demostrado ser mejor. ¿Por qué tenía que ser diferente esta vez? El futuro, contra lo que se piensa, siempre es mejor.

En 2007, el IPCC predice incrementos de temperatura promedio para el final de este siglo que van de 1.8 a 4.0 *C, sobre los niveles de 1999, donde el calentamiento tendrá distintas proporciones durante la noche, en el invierno y en regiones frías. De tal modo, que el cambio de temperaturas será más marcado en los tiempos y lugares fríos, más que en los cálidos. En 2006, Nicholas Stern, al cuantificar el costo potencial de un cambio climático para un futuro lejano, su respuesta fue que el costo sería tan alto, que valía la pena pagar casi cualquier precio que hubiera que pagar por mitigarlo ahora. Pero fue Richard Tol, quien llamó a tal reporte de alarmante, incompetente y absurdo.

El argumento de Stern, incluso en el peor de los casos, el daño causado por el cambio climático en el siglo XXII es mucho menos costoso que el daño causado actualmente por las medidas de mitigación del cambio climático. Y la pregunta será: ¿Qué tan grande debe ser el sacrificio que es razonable o realista pedir a la actual generación en los países en desarrollo, con tal de evitar la posibilidad de que el mundo desarrollado dentro de cien años, puedan no estar 9.5 veces, sino sólo 8.5 veces mejor, de lo que están hoy en día.

En los seis escenarios planteados por el IPCC, se considera que el mundo experimentará un crecimiento económico entre cuatro y 18 veces más ricos de lo que somos ahora, e incluso en el escenario más cálido, el ingreso en los países pobres subirá de mil dólares por habitante hoy en día, a 66 mil dólares en 2100.

En 2009, se decía que a la humanidad le quedaban cien meses para tomar los pasos necesarios para evitar un colapso irreparable en el clima y ecosistemas, sólo para decir después que para 2050, habrá nueve mil millones de personas, consumiendo a niveles occidentales. Las elevadas proyecciones utilizan supuestos bastante alocados, de tal modo que el calentamiento de 4*C y no digamos de 6*C, sólo ocurrirá si es acompañado de asombrosos incrementos en la prosperidad humana. Y es Martín Weitzman, quien responde que incluso si el riesgo de una catástrofe es infinitamente pequeña, el costo sería tan grande que las reglas usuales de la economía no aplicarían y, mientras haya alguna posibilidad de un gran desastre, el mundo debe tomar todas las medidas para evitarlo, situación aplicable a todos los riesgos y no sólo al climático.

Algunos glaciales de Groenlandia, se redujeron en la últimas décadas, pero incluso los estimados más altos del derretimiento, establecen que actualmente pierde su masa a una tasa de menos del 1% por siglo, por lo que dejarán de existir para el año 12,000. Y en cuanto al agua dulce, la evidencia sugiere, que si todo lo demás permanece igual, el calentamiento por sí mismo, reducirá la población por escasez de agua, puesto que habrá una mayor evaporación en los océanos y en promedio, las precipitaciones pluviales se incrementarán, ya que lo mismo sucedió en períodos más cálidos previos. Las grandes sequías ocurrieron en tiempos de enfriamiento, hace 8,000 años y hace 4,000 años, por lo que es claro que la población en riesgo por escasez de agua, para el 2,100 será menor en cualquiera de los escenarios. La volatilidad climática decrece de manera marcada, cuando la Tierra se calienta después de una glaciación y posiblemente, se den algunas inundaciones. Y en lo que se refiere a la intensidad o frecuencia de las tormentas, a nivel global la intensidad de los ciclones en 2008 fue la más baja en 30 años y la tasa de mortalidad por desastres naturales, se ha reducido desde la década de los años veintes.

¿Cómo nos pueden ayudar los medios visuales a cambiar el mundo? En las últimas décadas, se ha disparado el número de imágenes visuales con que nos encontramos y, nuestra vida se ve cada vez más invadida de pantallas. Esta transformación resulta al mismo tiempo, confusa, liberadora e inquietante, ya que observar la nueva visualidad de la cultura, no equivale a entenderla. La cantidad de imágenes generadas no tiene parangón, se recurre a la experiencia cotidiana, para ofrecernos una visión general atractiva y accesible de cómo modelan y definen nuestra vida los elementos visuales.

Si bien es cierto que Google no se inventó para que los investigadores pudieran averiguar cosas sobre la gente, sino para que nosotros pudiéramos averiguar cosas sobre el mundo, las huellas que dejamos al buscar conocimientos en internet, resultan realmente valiosas para quien quiera acercarse al conocimiento de las personas. La gente no sólo le piden datos a Google, sino que también le hace confesiones, y en la privacidad de su hogar hace indagaciones que nadie admitiría delante de otros; y sí uno se zambulle con las preguntas correctas en lo más profundo del Big Data, podrá encontrarse con una visión hasta hace poco, inaccesible de la psique humana.

El futuro va a depender de los hombres y de sus condiciones mínimas de existencia digna, que le son negadas por los intereses del capitalismo, según Pérez Rocha, donde la defensa de las humanidades exige una revisión crítica de su función en los espacios académicos, naturales y sociales, que hacen aportes sustanciales incluyendo a la economía, donde los conceptos y juicios más sólidos y útiles, los han formulado los filósofos y no los economistas.

El enfoque de competencias, privilegia el Saber Hacer como fin único de la educación y deja de lado otro objetivo esencial que es la de Saber Ser. El desconocimiento de que las humanidades nos proveen de elementos estéticos, éticos y humanos imprescindibles para seguir siendo humanidad y de que son necesidad vital de expresión y enriquecimiento personal, contribuyen a dar sentido ético, estético, social, histórico y personal a lo que somos y a lo que hacemos, que alimentan la voluntad, el carácter, la virtud y la sabiduría y dan sentido y orientación al Saber Hacer, algo que se ve no importa a economistas y banqueros.

Hacer negocios, según Mathew Stewart, es enriquecerse con dinero o bienes cuyo valor es mayor que el del trabajo realizado para obtenerlos, mediante la especulación, el abuso, el engaño o la apropiación de los recursos naturales y, quieren hacernos creer, que hacer negocios no es una acción que por sí misma impulse el desarrollo de la sociedad, ni es inocua desde el punto de vista ético o social, donde incontables negocios se hacen mediante la producción de cosas inútiles o incluso dañinas, así como por la destrucción de cosas útiles y causando estropicios a la naturaleza a los individuos y sociedad. Y la corrupción que agobia el mundo, impulsada por la ambición y el afán de posesión y poder, que anima el mundo de los negocios, como señala Pérez Rocha.

Mientras que las razones que contribuyen al comportamiento destructivo y dañino, nos dice Steven Turner, son muchas las estrategias que usan para lograr su destrucción y, son bastante claras usando herramientas como la manipulación, el engaño, la negociación, el control mental, la conducta humana y la guerra psicológica, para salirse con la suya. Y, que desde hace mucho conocemos como “Poder Maquiavélico”, que es una forma de poder oscura, destructiva y a veces hecha a expensas de muchas personas buenas que fueron arrastradas sin saber e involuntariamente a los dichos juegos de líderes falaces. Y cuanto más entendamos cómo funcionan y aceptemos el hecho de que un maquiavélico no tiene una guía moral o empatía por los que le rodean, identificar su comportamiento y protegerse de su destrucción, entendiendo sus tácticas y estrategias, para prevenir el ser arrastrados a su destrucción, al reconocer que el poder maquiavélico es una forma de poder de algunos individuos que pueden disociarse por completo de sus emociones y moral, para conseguir logros egoístas. Y en la que personas de buen corazón y almas amables, no son capaces de entender que un poder tan oscuro y retorcido siquiera pudiera existir, como ha señalado Turner.

Turner nos da a distinguir los ocho rasgos característicos del poder maquiavélico.

Rara vez expresan su verdadero YO a nadie. Tienen mucho talento para salirse con la suya y a menudo crean obras maestras de su maldad, resultado de una hábil combinación del engaño.

Ser narcisista es probablemente la razón por la que pueden desvincularse de cosas como la empatía y la compasión y probablemente nunca las hayan experimentado, por ser exageradamente prepotentes, aunque a menudo se retratan y se hacen pasar como nobles y humildes.

Creen que el fin justifica los medios, donde si el resultado es conveniente, no hay nada inaceptable para alcanzar sus resultados. Tampoco dudan en emplear a alguien para hacer su trabajo sucio.

Ven a la gente como peones en su juego y ni siquiera los ven como humanos, ya que todo es parte de su juego y su único objetivo es o ganar o mantener su poder o influencia sobre otros.

En su mayoría la gente ni siquiera se da cuenta de que está siendo manipulada, creyendo que están haciendo lo correcto.
Prefieren ser temidos que amados y no entienden lo que es el verdadero amor y dicen que quieren ser respetados y llevar a otras personas a crecer y que el temor es una señal de respeto.

Nunca muestran sus reales motivos y nunca le explicaran lo que realmente quieren conseguir. Las personas frecuentemente hacen cosas por ellos, sin comprender totalmente por qué o cómo contribuyen a su causa, y esto se da porque nunca saben exactamente cuál es la causa.

Para muchos, creer que alguien podría ser tan frío y sinvergüenza, parece poco realista y simplemente no creen que nadie pueda comportarse de forma tan inmoral. Normalmente pasan desapercibidos y nunca son expuestos por lo que realmente son, razón por la que, se necesita entender exactamente qué es lo que hacen y las tácticas que usan. Y aunque la conducta humana es bastante complicada, sin embargo podemos decir que normalmente está dirigida por estas ocho leyes, donde los humanos les motiva su necesidad de saber porqué deberían hacer algo y no cómo. Esto permite entender al individuo, lo que ganaran y porqué cambiará sus vidas y después podrán considerar cómo funciona el proceso.

Las pasiones maquiavélicas, saben cómo identificar estas características y usan estas conductas como una oportunidad de manipular a otros y a salirse con la suya. Al entender estos puntos en su conducta y, reconocerlos como puntos débiles frente a manipuladores magistrales, usted puede dirigir su vida con una mayor conciencia, según Parker, y evitar ser embaucado por un manipulador maquiavélico.

Donde las personas destacan además, por estar predispuestas a aceptar el reconocimiento, mientras evitan la responsabilidad, reconociendo la oportunidad de recibir elogios a pesar de no haber hecho nunca nada por merecerlo. Y donde el trabajo duro lo completan otros, mientras ellos se llevan el mérito. Los manipuladores prosperan aprovechándose de la gente que tiene una genuina pasión e interés en su trabajo, ofreciéndoles la oportunidad de cumplir su pasión, mientras ellos se llevan el reconocimiento.

Somos individuos dentro de una totalidad cósmica. Cada uno es una representación única, de una única mente y espíritu. Y como esta única mente y espíritu es infinita, su capacidad de individualizar no tiene límite, cada uno puede seguir siendo él mismo al tiempo que ve a Dios en el otro, nos dice Ernst Holms.

Cada hombre se vuelve una manifestación única de la totalidad, un microcosmos dentro del macrocosmos y que arraigado en el infinito, lo personifica. Donde la paradoja de los muchos y del único, se explica no con base en un Dios apartado del hombre, sino sobre la base de un Dios encarnado en el hombre. No hay nada arrogante en esto, porque sabe que si el uso de esta ley se ejerce a favor de la dualidad, el mismo debe experimentar el efecto de la dualidad, ya que mucho de lo que hemos creído hasta ahora, debe ser desechado, porque nunca podremos evitar llegar a la conclusión de que de la misma forma que juzgamos seremos juzgados.

EL DON DE LA ANTICIPACIÓN

El pensamiento más sencillo no puede ser formulado sin contener en él, bajo variados aspectos, el concepto fundamental de número. Del número, que es la base de su inteligencia y conocimiento, surge otra noción de incuestionable importancia, la noción de medida, ya que medir es comparar; sin embargo, sólo son aptas de medida, las dimensiones que admitan un elemento como base para su comparación, así como el espacio es infinito, por ello no admite término de comparación. Y, dentro de las posibilidades del hombre, el tiempo es siempre infinito y en el cálculo de la eternidad, lo efímero no puede usarse como unidad de medida, nos dice Malba Tahan.

Las matemáticas enseñan al hombre a ser humilde y reservado y, son la base de todas las artes, donde sin el auxilio de las matemáticas, las artes no pueden avanzar y todas las demás ciencias morirían. Las matemáticas son números y medidas en todo el universo y la unidad, símbolo del creador; es el principio de todo aquello que no existe, sino en virtud de las invariables proporciones y relaciones numéricas de los grandes enigmas de la vida, que pueden ser reducidas a sencillas combinaciones de elementos variables o constantes, conocidas o no, que nos permiten darles solución. Por lo que, para que podamos entender la ciencia, es preciso que tomemos como base el número.

El hecho de que no tengamos pruebas de que algo existe, no significa que no esté ahí. Hoy en día, hay en juego una fuerza poderosa e invisible que aún no se ha reconocido y esa fuerza es, la “Conciencia”, donde está formada por pensamientos y sentimientos, tanto conscientes como inconscientes y que experimentamos respecto a todo, por lo que cada uno vive dentro de su propia frecuencia energética, la cual se genera a sí misma a partir de pensamientos y sentimientos específicos.

Esta frecuencia energética es la que impregna todas las células del cuerpo y desempeña un papel relevante en su expresión física, ya sea como la salud o la enfermedad. Al mismo tiempo, se interactúa con la frecuencia de otras personas e incluso con la propia tierra, para crear la frecuencia energética colectiva del planeta, en el que existen todos los seres vivos, donde como pez en el mar, la conciencia se mueve alrededor y a través de nosotros, incidiendo en nuestra vida todos los días y, no sólo interactuamos con ella, sino al mismo tiempo la creamos de forma individual o colectiva.

Al acceder a esta energía invisible, por medio de nuestros pensamientos y luego cargarla de forma positiva o negativa en función de nuestros sentimientos, podemos influir en nuestras células para que se desarrollen de forma sana o anómala, nos dice Sadeghi. La idea de que desarrollamos nuestro cuerpo y creamos nuestro estado de salud desde la energía invisible, puede parecer extraña, hasta que nos damos cuenta de que la creación de la materia física a partir de la energía invisible, ocurre a nuestro alrededor todos los días y, de hecho, el tronco y las hojas de un árbol contienen pocos minerales esenciales del suelo y literalmente crea su cuerpo físico de la “Nada” y, más que de la nada, sino de dicha energía invisible. Y de la misma manera, también nosotros creamos nuestros cuerpos físicos, a partir de de los “Campos Invisibles de Energía” y de este modo, resulta lógico pensar que si queremos curarnos, debemos ver más allá de la materia y enfocarnos en el mundo de la energía, donde los pensamientos y emociones crearon una frecuencia negativa que se manifestó como enfermedad.

La vida tiene un gran componente aleatorio y nadie sabe a ciencia cierta qué o quién maneja el universo; pero algo está claro, quienquiera que sea el mandamás, se saltan los consejos de revisión institucional, nos dice Seth S. Davidowitz. La naturaleza experimenta con nosotros todo el tiempo, donde la mala suerte hace que la vida sea injusta.

Podemos usar la fría aleatoriedad de la naturaleza, donde ensayos aleatorizados, son el patrón de oro para detectar la causalidad. Y su uso se ha extendido a las ciencias sociales, donde el factor clave es que los experimentos realizados en el mundo digital, tienen una enorme ventaja sobre los experimentos del mundo real, donde los ensayos aleatorizados pueden ser baratos y rápidos.

Ésta, es la cuarta capacidad de los macrodatos, de que facilitan mucho los ensayos aleatorizados, con los que se pueden descubrir efectos causales y también pueden hacerse en cualquier momento y casi en cualquier lugar, con tal de que estemos en línea, ya que en la era de los macrodatos, todo el mundo es un laboratorio. Y bien mirado, el azar está en todas partes y puede usarse para entender el funcionamiento del mundo. Al interpretar hábilmente los experimentos naturales, podemos desentrañar de manera correcta los datos del mundo, con el fin de descubrir lo que de veras es útil y lo que no.

Dado que no sabemos cuándo la naturaleza decidirá realizar sus experimentos, no podemos preparar una pequeña encuesta para medir los resultados. Y necesitamos muchísimos datos existentes para sacar provecho de sus acciones, es decir, necesitamos macrodatos. Para entender esos experimentos controlados, apuntan a mejorar nuestra capacidad de decisión y nos ayudan a distinguir las actuaciones que funcionan y las que no. La inteligencia de datos, tiene la capacidad de reemplazar las corazonadas, las ideas recibidas y las correlaciones chapuceras, por cosas que de verdad funcionan causalmente.

A veces uno contesta las preguntas sin pensar y, así lo vemos en las encuestas o las entrevistas donde no sólo dependen del entrevistado o del encuestador, sino también dependen de cómo se hagan las preguntas. Ya que algunas preguntas pueden tener muchas respuestas, otras tienen pocas. Las preguntas que tienen menos respuestas, deberían ser más fáciles de contestar, pero, por lo general no lo son.

Lo esencial en la vida de un hombre, está en lo que piensa y en cómo piensa, no en lo que hace y padece. La ciencia es una obra en perpetua construcción y su avance, no es ni remotamente tan firme e inexorable como se nos da a entender en la escuela.

La verdad es que los seres humanos tampoco somos muy buenos para observar, sobretodo si pretendemos observar objetivamente. Y es Leonardo da Vinci, quien apunta que era necesario y fundamental “Saber Ver”, para captar todos los detalles de la realidad. Ya que lo que llamamos Ver, está condicionado por los hábitos y las expectativas.

El mundo es un caleidoscopio, donde la lógica la pone el hombre, según Unamuno. Y es Darwin quien agrega: ¡Qué insólito es que haya quién no vea que las observaciones deben hacerse para comprobar o desechar alguna hipótesis, si han de servir para algo! Hemos formado una verdad mediante la consulta y la concurrencia de nuestros cinco sentidos, pero quizá se requiera la de ocho o diez para percibir la verdad con certidumbre y en su esencia, según Michel de Montaigne.

La verdad es que los humanos tampoco somos muy buenos para imaginar lo nunca antes imaginado, ya que siempre terminamos con una mezcla de cosas conocidas y, lo novedoso no está en los ingredientes con los que las construimos, sino en la manera de acomodarlos en la composición.

Pero por muy objetivo que se crea el científico, siempre llega a la observación con ideas preconcebidas y, percibir la verdad con certidumbre y en su esencia y por si fuera poco, cada sentido es imperfecto en su propia especialidad y, los mismos instrumentos de observación y medición con los que extendemos nuestros sentidos, que pueden conducirnos a errar y, quizá no percibimos la naturaleza, sino que la inventamos. Y es de Régules quien nos dice que el problema de saber si la naturaleza es objetivamente ordenada o, somos nosotros los que imprimimos el orden de nuestra mente en los datos de la experiencia, no se ha resuelto desde que Kant lo sugirió.

Las regularidades que encuentran los científicos en los fenómenos que estudian y se preguntan: ¿Existen objetivamente? ¿O son sólo consecuencias de las regularidades que operan en nuestra mente? Ya que después de todo, la duda y la incertidumbre son virtudes en la ciencia.

Los sabios chinos, notaron la influencia de las energías cósmicas que fluyen en el universo del cuerpo humano, cuando la energía activa y la energía receptora fluyen a través del cuerpo humano por medio de canales definidos llamados “Meridianos” y, a diferentes niveles de intensidad, donde la fuerza de la energía que opera en las distintas regiones del cuerpo humano es la que regula el funcionamiento del mismo y, el mejoramiento de las funciones, según lo que se requiera.

En nuestra vida cotidiana, experimentamos un flujo continuo de momentos presentes, donde por el mundo y por nuestro sistema nervioso, circula información visual, auditiva y sensorial de todo tipo y, cada una con su propio ritmo. Y para sincronizar la información recibida de forma consciente, va con retraso respecto al mundo físico. Y, donde se ha demostrado que nuestro cerebro es capaz de planificar una respuesta motora compleja del cuerpo antes de que tomemos consciencia de nuestras decisiones que tomamos, por lo que existen motivos para creer que si una persona tiene acceso a nuestra actividad cerebral, puede saber lo que vamos a hacer incluso antes de que lo sepamos nosotros mismos.

Los hallazgos sobre cómo opera la toma de decisiones a nivel cerebral y, la constatación de que hay un desfase de milisegundos entre nuestra experiencia consciente o incluso nuestro pensamiento y los estímulos sensoriales, han llevado a muchos a calificar de ilusión lo que percibimos como conciencia, teniendo la impresión de que son voluntarios cuando en realidad se han iniciado antes de que lo notaras, ilusión que puede desencadenarse y manipularse de manera intencional, siendo posible, experimentar una sensación de voluntad aun y cuando no ejerzamos ningún tipo de control, nos dice Annaka Harris. Y podemos empezar a cuestionar el hecho de que la conciencia tenga un papel decisivo a la hora de determinar el comportamiento humano.

La imaginación es un telescopio en el tiempo, donde miramos hacia atrás con la experiencia vivida en el pasado y donde el arte y la ciencia son atributos únicos del hombre y fuera del alcance de lo que puede hacer un animal y, que derivan de la facultad humana de visualizar el futuro y prever lo que puede suceder y elaborar un plan para anticiparse y representar o proyectarlo al futuro.

Anticipar un futuro del modo que sólo puede hacerlo el hombre, infiriendo lo que va a pasar a partir de lo que hay en el presente y, la raíz a partir de la que parte y crece todo el conocimiento y, la habilidad de extraer conclusiones de lo que no vemos a partir de lo que sí vemos, moviendo nuestra mente a través del espacio y el tiempo.

Debemos aprender a lidiar no sólo con la suerte y la incertidumbre, sino también con la interacción entre el aprendizaje y la toma de decisiones; se trata de una decisión acerca de un futuro incierto, donde las implicaciones que tiene para tratar las decisiones como apuestas, facilita descubrir oportunidades de aprendizaje en ambientes inciertos y, permite evitar las trampas comunes y aprender de los resultados de una manera más racional y mantener las emociones fuera del proceso tanto como es posible.

Al pensar como si apostáramos, tomaremos mejores decisiones en nuestras vidas, según Annie Duke. Separando la calidad de los resultados de la calidad de las decisiones y, aprender estrategias para planear el futuro y tomar decisiones de manera menos visceral, creando grupos para mejorar nuestro proceso de toma de decisiones y trabajar con nuestros Yos del pasado y del futuro, para tomar menos decisiones regidas por la emoción.

Los errores y las emociones, son cosas inevitables, pero pensar en apuestas nos acerca a la objetividad, la precisión y la apertura de mente, movimiento que se va incrementando con el paso del tiempo, hasta provocar cambios significativos en nuestras vidas, donde hay que reconocer que hay dos cosas que determinan el resultado de nuestras vidas, que son: la calidad de las decisiones que tomamos y la suerte.

Mejorar la calidad de nuestras decisiones incrementa nuestra probabilidad de obtener buenos resultados, pero no lo garantizan. Pensar de manera más racional y tomar menos decisiones emocionales, traducido a un incremento en la probabilidad de conseguir mejores resultados, puede tener un impacto significativo de como nos va en la vida, donde los buenos resultados se acumulan y los buenos procesos se vuelven hábito y hacen posibles las futuras calibraciones y mejorías.

No debemos planear nuestro futuro sin hacer algún trabajo de revisión de los posibles futuros que podrían resultar de cualquier decisión que tomemos y, las probabilidades de que éstos ocurran. Para que tomemos mejores decisiones, necesitamos realizar un reconocimiento del futuro y, si una decisión puede ser entendida como una apuesta a un futuro particular y basada en nuestras creencias, entonces antes de plantearla, debemos considerar a detalle cómo podrían ser esos futuros posibles. Y cualquier decisión, puede tener como consecuencia una serie de resultados posibles.

A mediados de los años setenta, los periodistas escribieron historias lúgubres sobre el enfriamiento del planeta, pero ahora está de moda que escriban historias lúgubres sobre el calentamiento del planeta. Los meteorólogos no se ponen de acuerdo sobre las causas, pero es unánime de que se reducirá la productividad agrícola por el resto del siglo y, mientras más se demoren los planificadores, más difícil les será lidiar con el cambio climático, una vez que los resultados se conviertan en una funesta realidad.

Tanto en el enfriamiento como en el calentamiento, se predijo que los resultados serían desastrosos, lo cual implica que sólo la temperatura existente es perfecta. Sin embargo, el clima siempre ha variado y es una especie de narcisismo creer que sólo el clima reciente es perfecto. Y según Matt Ridley, las tres últimas decenas de cambios de temperatura, fueron relativamente lentos y son más compatibles con un modelo de baja sensibilidad por efectos de invernadero, ajeno a aquéllos con una alta sensibilidad. Y de que las nubes, por su alta reflexión solar, pueden hacer más lento el calentamiento y, tanto como el vapor de agua puede amplificarlo. Y de que ya ha habido una desaceleración en el incremento del metano, durante los últimos 20 años y, de que hubo períodos más cálidos en la historia de la Tierra, en la época Medieval y así también hace seis mil años, no se alcanzaron sin embargo, ni aceleraciones ni puntos de inflexión y que la humanidad y la naturaleza sobrevivieron durante las glaciaciones y calentamientos climáticos, mucho más rápidos que cualquiera que se prediga en este siglo, lo que nos habla sobre el género humano y su capacidad de cambio y adaptación.

En otras palabras, nos dice Ridley, las consecuencias climáticas extremas son tan poco probables y dependen de suposiciones tan alocadas, que no hacen ni siquiera un poco de mella en mi optimismo. Y después de todo, mientras más ricos sean, menos dependientes serán sus economías del clima y, más asequibles serán y más asequibles será para ellos la adaptación al cambio climático.

No sólo el calor mejoraría la producción de las tierras frías y la lluvia, la de las tierras secas, sino que en un mundo más cálido se perderán menos hábitats en manos de la agricultura y de hecho, mucha de la tierra podría regresar a su estado salvaje; con lo que la versión más rica y cálida del futuro, será la que tenga menos hambre y, arará menos tierra según cálculos de los principales miembros del IPPC.

El mundo actual está basado en las matemáticas, donde la programación informática, economía e ingeniería, todas son matemáticas con apariencias diferentes y, donde todas las clases de equivocaciones aparentemente inocuas, pueden tener consecuencias muy extrañas.

En un presente cibernético histérico, se nada a contracorriente de la euforia digital, la Sociofobia, nos dice Cesar Rendueles, que cuestiona el dogma ciberfetichista que dice que todo lo digital es oro y por el contrario, ha generado una realidad social disminuida, no aumentada. El internet no fomenta los proyectos en común y en todo caso, hace que nos importe menos su ausencia. Y tras poner en evidencia el espejismo de que la red puede solucionar los principales desafíos del vivir juntos, la “Sociofobia” hace una reevaluación crítica de diversas tradiciones políticas antagonistas y se atreve a pensar en las posibilidades del llamado de un Post Capitalismo Amigable, donde el internet puede ofrecer las bases materiales y sociales para que ocurra algo, pero quedarnos sentados a esperar que aparezca en Google para la transformación social, no ayudará mucho.

Los anti capitalistas entendieron que en realidad, los grandes dramas de nuestro tiempo, como son la desigualdad material y social, la inestabilidad económica, el racismo, son cuestiones sencillas de resolver con unos pequeños ajustes. En tanto el magnificarlos hasta convertirlos en insuperables, ha condicionado a la modernidad a no poder hacerse cargo de dilemas de mucho mayor alcance. Los revolucionarios apenas aspiraron a alimentar, educar y llevar la democracia a la totalidad de la población humana.

Hoy, los científicos sociales utilizan las metáforas de la red para explicar toda clase de relaciones, estén mediados por la tecnología digital o no. Pero lo realmente interesante es pensar cómo afecta esa transformación de la comprensión de las relaciones sociales a nuestra aspiración a vivir en un mundo más justo y menos alienado y, a lo que creemos que debemos hacer para conseguirlo. El fetichismo de las redes de comunicación, nos dice Cesar Redueles, ha impactado profundamente en nuestras expectativas políticas básicamente, las ha reducido.

Como especie, hemos aprendido a explorar y utilizar las matemáticas para hacer cosas que sobrepasan lo que nuestros cerebros pueden procesar de forma natural, ya que la cantidad de matemáticas que utilizamos es increíble y aterradora y, que nos permiten lograr objetivos que van más allá de aquello para lo que fuimos diseñados, según Matt Parker. Sin embargo, cuando estamos operando más allá de la intuición, podemos realizar las cosas más interesantes, pero también es cuando somos más vulnerables.

Todos los seres vivos nos vemos forzados a tomar decisiones de forma permanente; algunas de forma instintiva, mientras que otras, esconden toda una compleja trama de procesos mentales. La matemática resulta de fundamental importancia, no sólo por sus múltiples aplicaciones, sino por su indiscutible poder para abrir nuevas formas de entendimiento. Algunos temas son de aplicación directa a la solución de problemas y otros, presentan una forma especial de pensar y comprender el mundo, donde el interés no es tanto su resolución, como en su formulación. Donde la “Teoría de Decisiones” clásica estudia tales procesos desde una perspectiva racional, con el empleo de las matrices, los grafos y la teoría de probabilidades, que ofrecen métodos que permiten elegir una alternativa óptima con base en diferentes criterios, donde la “Teoría de Juegos” clasifica y estudia tales procesos desde una perspectiva racional.

La Teoría de Juegos, de Von Neumann, se ha convertido en algo crucial que ha permitido entender muchos problemas a partir de un nuevo enfoque, donde en algunos casos la estrategia más racional consiste en ser irracional y, ha encontrado aplicaciones en diversos campos, como son la física, la biología, economía, psicología y la política, según explican Amster y Pinasco.

Considerando que hablar de tales hallazgos no es posible sin considerar la compleja trama del pensamiento humano, comenzando por los juegos combinatorios, en el que la información no siempre está disponible y puede intervenir el azar, a partir de la distinción básica entre aquéllos que son de “Suma Cero” y aquéllos que no lo son y, que muchas veces deben de efectuarse en un ámbito de incertidumbre, encontrando innumerables aplicaciones en la vida diaria.

Quienes participan en los juegos, deben tomar decisiones de todo tipo y deben elegir una estrategia que condiciona el resultado, por lo que el análisis de las opciones, es una actividad crucial si se pretende salir victorioso, donde para lidiar con estos dilemas, se desarrolló la teoría matemática de juegos, cuyas ideas han encontrado aplicaciones y se usan en un sinfín de actividades, combinando versatilidad, rigor e ingenio para lidiar con la incertidumbre.

En los últimos diez mil años, los seres humanos se multiplicaron de menos de diez millones a casi siete mil millones. Y aunque algunos viven en condiciones de miseria, peores que los de la Edad de Piedra, el 99 por ciento, está mucho mejor alimentada, vive en lugares más cómodos, está más protegido contra enfermedades y tiene más probabilidades de llegar a la vejez, claro que hay excepciones, ya que encontramos más contaminación, más terrorismo y, quiénes pronostican que los buenos tiempos acabarán de forma desastrosa.

El futuro contra lo que se piensa, siempre será mejor. Y por primera vez en la historia de la evolución, los humanos tienen futuro, gracias al descenso alucinante de la mortalidad infantil, aunque no sólo a ello, su esperanza de vida se ha triplicado; disponen ahora de unos treinta años redundantes en términos biológicos, después de haber agotado parte de su vida sobreviviendo y perpetuando la especie.

La innovación, hoy en día es social, por encima de todo y multidisciplinar, donde la vida transcurre buscando el amor y el reconocimiento del resto del mundo. Nada se ha adquirido a mayor precio que lo poco de razón humana y de sensación de libertad, que es hoy nuestro orgullo, nos dice Nietzche.

Nos han enseñado a creer que eludir la verdad y encubrirla con mentiras blancas, es un mejor camino hacia adelante, que hablar con franqueza. No obstante, ignorar nuestros sentimientos no sólo es deshonesto, sino que negarse a honrarlos y darles voz, es el tipo más dañino de deshonestidad que existe.

Las enfermedades se asientan cuando no vivimos de manera auténtica y no nos hacemos cargo de nuestros residuos emocionales. La honestidad es algo más profundo de lo que pensamos, ya que se trata de darte el espacio para sentir en realidad tus emociones y ser fiel a ellas, lo que ha sido una de las lecciones más hermosas, dolorosas e interesantes de la vida, nos dice Gwyneth Paltrow.

Tenemos que pensar la idea de enfermedad de forma distinta y debemos replantear nuestra comprensión de todo, de porqué ocurre y cómo interactuamos con ella. Simplemente debemos encontrar una forma que vaya más allá de la cirugía y los fármacos, para no enfrentar a los asesinos crónicos que nuestros bisabuelos enfrentaron. Claro que pensar de esta manera, requiere ir en contra de muchas de nuestras ideas establecidas e institucionalizadas sobre el tema, lo que significa que debemos atrevernos a cuestionar lo incuestionable e incluso, debemos cuestionar a las “vacas sagradas” en innumerables áreas, lo que será clave para darse los grandes avances del futuro. Es un camino que debemos tomar si queremos que la humanidad progrese.

La Intuición, es la convicción interna, el conocimiento inexplicable que posee un investigador y convence de que el principio energético a la cura que busca, existe en realidad; e incluso si no hay evidencia física, por lo que se trata de la habilidad de ver lo invisible antes de que se vuelva obvio para todos los demás. Sólo una persona con un espíritu audaz, puede encontrar lo posible en lo imposible y, cambiar la forma en que experimentamos la vida, nos dice Habib Sadeghi.

La humanidad no vive estacionada, sino que por el contrario, anda siempre inquieta, infiel a sí misma, huyendo hoy de su ayer, modificando a toda hora lo mismo. De aquí, que los cambios históricos suponen el nacimiento de un tipo de hombre distinto del que había; es decir, que suponen el cambio de generaciones, donde para que algo importante cambie en el mundo es preciso que cambie el tipo de hombre. Y es preciso que aparezcan muchedumbres de creaturas con una sensibilidad vital distinta de la antigua y, homogénea entre sí. Esto es la generación, una variedad humana en el sentido riguroso que el concepto de variedad dan los naturalistas. Y donde los miembros de ella, vienen al mundo dotados de ciertos caracteres típicos, disposiciones, preferencias que les prestan una fisonomía común, diferenciándolos de la generación anterior.

Es claro que la separación de lo muerto de lo vivo, se hace en la cabeza y, lo que hay ahí es un proceso continuo vida-muerte, donde la meditación te hace sensible y puedes ver todos estos milagros; donde lo más simple me asombra y lo más simple me complace. De aquí que aquél que mira hacia afuera sueña, pero aquel que mira hacia dentro despierta, como nos dice Carl Jung.

Cuando llevas tu atención a los árboles, plantas, musgos, hongos y flores, notas una profunda paz que va más allá de la ausencia de conflictos y donde ahí, nadie compite, nadie tiene prisa, nadie se compara, nadie quiere ser lo que no es. Y, no es tampoco que no esté pasando nada, ya que miles de procesos están sucediendo en perfecta armonía, según Anand Dilvar. No existe un conjunto de circunstancias externas ni internas en el futuro, que por fin te harán sentir feliz y sofisticado. No existe un diez mejorado en el futuro, que por fin estará bien y completo.

La sensación que causan los logros en el mundo de las formas, es debido a la ‘impermanencia’ efímera, que muy comúnmente se convierte en su opuesto. El cambio que buscamos, no es externo sino interior y la felicidad y la paz no dependen de lo que pasa, se dan cuando adquirimos una serie de habilidades que nos ponen en contacto con la dicha del ser.

Todo lo que tiene forma, es impermanente, ya que o bien cambia o desaparece. Y si nuestro bienestar se basa en las circunstancias externas, la desilusión y la frustración están aseguradas y, sólo nos sentiremos satisfechos al alcanzar nuestra meta. Y eso será por un breve momento, hasta que tengamos una nueva meta para iniciar de nuevo la carrera sin fin.

El cerebro humano es un dispositivo de cálculo increíble, donde hemos evolucionado para tomar decisiones y evaluar resultados, pero somos máquinas de aproximación, según Matt Parker: ya que las matemáticas, pueden ir directamente a la respuesta correcta y pueden averiguar el punto exacto en el que las cosas pasan de estar bien a estar mal, de ser correctas a incorrectas, de ser seguras a ser desastrosas.

Permitir que las matemáticas nos lleven más allá de nuestra intuición, tiene muchos beneficios, pero también es cierto que implica algunos riesgos, de los cuales sólo somos conscientes cuando algo sale mal. Hemos evolucionado para sacar conclusiones probabilísticas apresuradas, que nos dan las mejores probabilidades de supervivencia, pero no las que nos dan los resultados más precisos, donde los falsos positivos de suponer que hay un peligro, cuando no lo hay, no suelen ser castigados con tanta severidad como cuando un humano subestima un riesgo y es devorado por una fiera. Es decir, que la presión de selección no recae sobre la precisión, donde equivocado y vivo es mejor, evolutivamente, que acertado y muerto.

La Teoría de Probabilidades, es sumamente profunda y llena de aspectos interesantes, en los que los aspectos más básicos ayudan a ofrecer un panorama general de la Teoría de Juegos. En realidad, no es tan fácil decir con precisión qué significan las probabilidades y, dónde la Teoría de Juegos ha crecido rápidamente en virtud de sus múltiples aplicaciones a los más variados campos y en particular, pero no el único, a la economía.

Charles Darwin, nos dio el primer argumento implícito de teoría de juegos en biología evolutiva, donde argumentaba que la selección natural actúa para equilibrar la proporción de sexos y así, los padres dispuestos genéticamente a producir mujeres, tienden a tener un número de nietos mayor que la media y por lo tanto, los genes de las tendencias a producir mujeres se propagan y los nacimientos de mujeres se hacen más comunes.

Por cada ciencia, debe haber una técnica o manera de probar su verdad. Donde consideramos a la ciencia como el conocimiento de leyes y principios organizados sistemáticamente y la técnica, consiste en la forma cómo utilizamos ese conocimiento; donde demasiado estudio de cualquier principio y sin usarlo conscientemente, nos llevará sólo a teorizar. Las leyes de la metafísica, nos dice Hernest Holmes, no tienen nada de sobrenatural, ya que una vez que las comprendes en su totalidad, se convierten espontáneamente en una ciencia natural.

Hubo una época cuando la teología enseñaba que existía un diablo, un infierno, un limbo, un purgatorio y un paraíso, con lo que con el tiempo, se fue creando un patrón de manifestación en el inconsciente colectivo, que influyó sobre nosotros. Se nacía con esta idea y todavía hay muchos que todavía se adhieren a estas supersticiones.

La mayor parte de nuestro pensamiento es inconsciente y, debe ser nuestro propósito descubrir cuáles son estos patrones de pensamiento; y cuándo son infelices, perversos o están llenos de miedo y cambiarlos de modo que fluya de forma natural y vital. El pensamiento es en sí mismo ley y te refleja lo que piensas. Y somos centros activos y pensantes y la suma total de todos nuestros pensamientos está atrayéndolos o repitiéndolos silenciosamente; y donde cada uno de nosotros es una fuente de vida. Y detrás de cada uno de nosotros, hay una fuerza vital que busca salida por medio de nuestros actos y pensamientos.

LA SENDA DE LA IGNORANCIA

La clave para ser personas más seguras y felices, es manejar de mejor forma la adversidad y dejar de pretender ser “positivos” todo el tiempo, afanándose en corregir nuestras delirantes expectativas sobre nosotros mismos y el mundo, nos dice Mark Manson. Y nos recuerda que los seres humanos somos falibles y limitados, ya que no todos podemos ser extraordinarios; por lo que hay ganadores y perdedores y esto no siempre es justo o es tu culpa, aconsejándonos que aceptemos y que reconozcamos nuestras limitaciones y, las aceptemos.

Según él, esto es el verdadero origen del empoderamiento. Y una vez que abracemos nuestros temores, faltas e incertidumbres y una vez que dejemos de huir y evadir y empecemos a confrontar las dolorosas verdades, podemos comenzar a encontrar el valor, la perseverancia, la honestidad, la responsabilidad, la curiosidad y el perdón que buscamos. Y a lo largo de la vida, tenemos y se nos da, una cantidad limitada de situaciones que de verdad nos importan, así que debemos elegirlos clara y sabiamente y, lo que es un manifiesto que es una bofetada para que podamos empezar a llevar vidas más satisfactorias y con los pies sobre la tierra.

Todo ser es feliz cuando cumple su destino, es decir cuando sigue la pendiente de su inclinación, de su esencial necesidad, cuando se realiza, cuando está siendo lo que en verdad es. Y según Schtegel: “Para lo que nos gusta, tenemos genio”, es decir, el don superlativo de un ser para hacer algo, tiene siempre a la par una fisonomía de supremo placer. El destino de cada cual es, a la vez, su mayor delicia.

Hoy en día, nuestra cultura se halla obsesivamente orientada a expectativas positivas, pero poco realistas, lo que sólo sirve para recordarnos lo que no somos y lo que nos falta. Sin embargo un hombre seguro de sí mismo, no necesita probar que confía en él mismo. Pero sabemos que el mundo está de manera constante metiéndote en la cabeza que el camino para una vida mejor es: más más y más, posee más, haz más. Por lo que te hallas permanentemente bombardeado, con mensajes de que todo debe importarte. ¿Por qué? Simplemente mientras más cosas te importen, los negocios ganan más, nos dice Mark Manson.

Lo anterior, origina que te vuelvas demasiado apegado a lo superficial y a lo falso y que dediques tu vida a perseguir un espejismo de felicidad y satisfacción. La clave para una buena vida, no es que te importen muchas cosas, sino que te importen menos, para que en realidad, te importe lo que es verdadero, inmediato y trascendente. Digamos que tienes un problema con el manejo de la ira. En tu ridículo enojo, te das cuenta de que estar molesto todo el tiempo te vuelve una persona superficial y desagradable y odias esto y, estas enojado contigo porque te molesta estar enojado o te sientes tan culpable por cada error que cometes, que empiezas a sentirte culpable por sentirte culpable o, de que te sientas triste y solitario, que sólo pensarlo te hace sentir aún más triste y solitario.

Es decir, que estás viviendo en el “Maldito Circulo Vicioso del Sobre Análisis”. Y aunque no lo creas, nos dice Manson, esto forma parte de la belleza de ser humano, donde muy pocos animales en la Tierra son capaces de tener pensamientos, pero los humanos nos damos el lujo de tener pensamientos acerca de nuestros pensamientos, por lo que es justo. Y aquí que reside el problema de la sociedad de hoy, a través de las maravillas de la cultura del Consumismo, que ha cultivado en las redes sociales una generación entera que cree que sentir esas experiencias negativas, como el miedo, la culpa y la ansiedad, no está bien.

El Circulo Vicioso del Sobre Análisis, se ha convertido casi en una epidemia, a lo que a muchos nos pone estresados, más neuróticos y propicia que nos despreciemos más. Donde nos sentimos mal por sentirnos mal; nos sentimos culpables, por sentirnos culpables; nos enoja estar enojados y nos pone nerviosos estar nerviosos. Por esta razón, es importante que las cosas te importen un carajo, nos dice Manson, y eso es lo que salvará el mundo. Y lo salvará cuando aceptemos que el mundo está totalmente equivocado y, está bien, porque siempre ha estado así y siempre será así.

Nuestra crisis ya no es material, es existencial, es espiritual, que tenemos tantas porquerías materiales y tantas oportunidades, que ya no distinguimos qué es lo que debe importarnos ni qué debe valernos un comino. Y como señalaba el filósofo existencialista, Albert Camus: “Nunca serás feliz, si continuas buscando en qué consiste la felicidad, y nunca vivirás si estas buscando el significado de la vida. Todo lo que vale en esta vida es ganado a través de superar la experiencia negativa asociada. Y cualquier intento de escapar a lo negativo, de evitarlo, aplastarlo o silenciarlo, sólo resulta contraproducente ya que evitar el sufrimiento es una forma de sufrimiento y evitar los problemas es un problema.

La experiencia enseña que el cuerpo es la fuente de toda información vital, que abre el camino hacia una mayor autonomía y autoconsciencia y, sólo cuando se admiten las emociones que tanto tiempo llevaban encerradas ‘en nuestro cuerpo’ y, poder sentirlas, liberándose poco a poco del pasado. Ya que los sentimientos auténticos no pueden forzarse y están ahí y no surgen siempre por algún motivo, aunque éste suela permanecer oculto a nuestra experiencia.

El cuerpo sabe de qué carece y no puede olvidar las privaciones, el agujero está ahí y espera ser llenado. No obstante, las experiencias no desaparecen con la edad, todo lo contrario. Es el cuerpo el que sabe con exactitud lo que nos falta, lo que necesitamos, lo que tuvimos que soportar y lo que provocaba en nosotros una reacción alérgica, recurriendo a las drogas, con lo que el camino a la verdad se nos cierra aún más.

Muchos consejeros predican el perdón como camino de curación y no saben que este camino es una trampa en la que ellos mismos han quedado atrapados. El empleo de una pedagogía venenosa en la infancia, limita más tarde nuestra vida y daña seriamente y, hasta aniquila la percepción de quiénes somos en realidad, de lo que sentimos y necesitamos, educa a personas conformistas que sólo pueden confiar en sus máscaras, porque de niños vivieron con el temor constante al castigo. Donde el adulto reproduce después este modelo de educación con su pareja y sus hijos.

Las emociones no son un lujo, sino un complejo recurso para la lucha por la existencia, nos dice A. Damasio. Donde para Alice Miller, el inconsciente de cada persona, no es otra cosa que su historia almacenada en su totalidad en el cuerpo, pero accesible a nuestro consciente sólo en pequeñas porciones. Y llamó “Emociones” a una reacción corporal no siempre consciente, pero a menudo vital, a los acontecimientos externos o internos. Por el contrario, la palabra “Sentimiento”, hace referencia a una percepción consciente de las emociones, de modo que la ceguera emocional es un lujo que sale caro y que la mayoría de las veces, es destructivo.
Llegando a la conclusión de que aquéllos que en su infancia han sido maltratados, sólo pueden intentar cumplir el “Cuarto Mandamiento”: honrarás a tu padre y a tu madre mediante una represión masiva y una disociación de sus verdaderas emociones, donde las personas maltratadas en su infancia, a menudo albergan durante toda su vida la esperanza de recibir al fin, el amor que nunca han experimentado. Sin embargo, es el cuerpo el que paga el precio de dicha concepción moral y constantemente, trata de no sentir lo que se prohíbe sentir y cae enfermo. Proceso que ha permanecido oculto, tras exigencias religiosas morales y con bastante frecuencia, el cuerpo reacciona con enfermedades al menosprecio constante de sus funciones vitales.

El conflicto causado entre lo que sentimos y lo que nuestro cuerpo ha registrado y, lo que desearíamos sentir para estar a la altura de las normas morales que hemos interiorizado. Este modelo de educación se reproduce con la pareja y los hijos, en el trabajo y en la política, en todos los lugares donde situado en una posición de fuerza, puede disipar su miedo de niño desconcertado. Por lo que es así que surgen los dictadores y los déspotas, que nunca fueron respetados de pequeños y que más adelante, intentarán ganarse el respeto por la fuerza, con ayuda de su poder. Y es en la política que se observa cómo la sed de poder y reconocimiento, no cesa nunca y nunca se sacia.

El cuerpo es el guardián de nuestra verdad, nos dice Alice Miller, porque lleva en su interior la experiencia de toda nuestra vida y vela porque vivamos con la verdad de nuestro organismo. Y mediante síntomas, nos fuerza a advertir de manera cognitiva esta verdad para que podamos comunicarnos armoniosamente con el niño menospreciado y humillado que hay en nosotros. Pero gracias al trabajo de investigadores del funcionamiento del cerebro, sabemos que nuestro cuerpo guarda memoria absolutamente de todo lo que ha vivido alguna vez y que gracias al trabajo terapéutico sobre nuestras emociones, ya no estamos condenados a descargarlas en nuestros hijos o en nuestro propio sentimiento. El discurso político prefiere fomentar el odio y alimentar mediante la información manipulada, el dogmatismo histórico. Y según Eduardo Punset, dentro de pocos años, las enfermedades mentales constituirán el primer factor de preocupación social, pero en lugar de introducir puntos de apoyo psicológico, se prefiere ignorar la información disponible. Así también, para perseguir prácticas de corrupción en los tribunales, mediante medidas de prevención, saneamiento e información del sistema en su conjunto, se les ridiculiza. ¿No sería más conveniente pertrechar a las generaciones futuras con las competencias necesarias para focalizar su atención, solventar conflictos, gestionar la diversidad de un mundo globalizado, sugerirles cómo afinar sus mecanismos de decisión y educar el corazón y no sólo la mente?

Al psicópata, no se le puede comprender sin analizar a un tiempo la cultura en la que se desenvuelve; y es para todos nosotros el ser humano más peligroso que existe, puesto que tiene la capacidad de arruinar la vida física y moral de las personas que se cruzan en su camino, ya que presentan poca capacidad afectiva y bajo sentido de contención. Para Larsen, los psicópatas tienen la fisiología correcta para sentir emociones, pero su capacidad para responder emocionalmente ante las situaciones, es menos intensa que la de los no psicópatas. Por ello, tenderán a sentir menos miedo o empatía que las personas no afectadas, por lo que al pensar en la posibilidad de calumniar o matar a alguien, no siente la emoción de desagrado moral que otro que tenga que vencer esas emociones de rechazo para cometer tales acciones.

En aquellos sujetos donde la vulnerabilidad o predisposición genética sea muy intensa, nos dice Vicente Garrido, es posible que ni siquiera un ambiente normal o protector, impida que el individuo actúe de forma violenta. O incluso que cometa los peores crímenes y no todos los asesinos en serie han contado con una biografía llena de abusos o abandono, de ahí que el psicópata no sienta ansiedad o miedo ante el castigo, lo que podría traducirse como una “indiferencia emocional general” que sólo se vería sacudida ante situaciones que lograran afectarlos muy poderosamente.

La psicología nueva nació por los esfuerzos de Weber, Fechner y de Wundt, primero a remolque del “positivismo” y fue por influencia de la “fenomenología” husserliána como la “Gestalt”, sometió a una experiencia sistemática los procesos de percepción, momento en que el “behaviorismo” afirmaba a la psicología, como ciencia objetiva del comportamiento. Y es evidente que las aportaciones del psicoanálisis, la Gestalt y el behaviorismo, han sido decisivos. Donde psicoanálisis y la Gestalt, han impuesto la exigencia de estudiar al hombre en su totalidad y ya no deshumanizado, nos dice F. L. Mueller.

Si profundizamos en Platón, Aristóteles, Descartes, Leibnitz, Kant y Hegel, hallamos ciertos rasgos esenciales comunes y a pesar de todas las deficiencias que presentan, encontramos en todos ellos una tendencia a la Universalidad, una orientación hacia la totalidad de los objetos de conocimiento, donde hallamos aquí un punto de vista universal o que abarca la totalidad de las cosas. Dichos sistemas presentan el carácter de la universalidad, que es una actitud intelectual, una actitud de pensamiento, donde el filósofo trata de conocer, de saber y es por esencia un espíritu de conocimiento. Y como notas esenciales de toda filosofía, presentan la orientación hacia la totalidad de los objetos y un carácter racional, cognoscitivo de esta orientación.

Los pensamientos de Sócrates, se enderezan a edificar la vida humana sobre la reflexión, sobre el saber e intenta hacer de toda acción humana una acción consciente, un saber y, trata de elevar la vida con todos sus contenidos a la conciencia filosófica. A causa de la estrechez de la conciencia sólo pocas representaciones pueden llegar a ser conscientes, las demás quedan bajo el umbral de la conciencia, donde oprimidos esperan volver a surgir, nos dice Juan Hessen.

Los sentimientos y deseos no son independientes o una facultad anímica particular y, son sólo estados variables de las representaciones en las que moran, donde las representaciones más fuertes determinan nuestro obrar. Y como la educación, puede crear tales masas de representaciones y de la formación del carácter. Existe fuera de nosotros una cantidad de entes de los que desconocemos su naturaleza propia, pero sobre todo cuyas condiciones internas y externas podemos adquirir una suma de conocimientos, que puede aumentar hasta el infinito. Y la tarea de la educación reside en formar el carácter, que en la lucha de la vida debe mantenerse inquebrantable y, no precisamente por la fuerza de la acción externa sobre la persona, sino merced a una respuesta y clara actitud moral, donde: es la idea de la libertad interior, convertida en una persona en su realidad permanente.

La “Teoría del conocimiento”, es una teoría y una explicación e interpretación filosófica del conocimiento humano. Pero antes de filosofar sobre un objeto, es menester examinar escrupulosamente ese objeto: por lo que una exacta observación y descripción del objeto, debe preceder a toda explicación e interpretación, por lo que hace falta, observar con rigor y describir con exactitud, lo que llamamos conocimiento. Ese peculiar fenómeno de conciencia, tratando de aprehender los rasgos esenciales generales del fenómeno, mediante la autorreflexión sobre lo que vivimos cuando hablamos del conocimiento, método conocido como “Fenomenología” nos dice Hessen.

Es habitual que atribuyamos la culpa de las malas decisiones a la perversidad intencionada, el egoísmo, la astucia pérfida, la megalomanía, etcétera. La estupidez es un problema feo, nos dice Giancarlo Livraghi, y son todas aquellas clases de actitudes necias y errores detestables que echan a perder tantas horas de nuestra vida cotidiana, generando no poca angustia. Pero cualquier estudio atento de la historia, al igual que la observación de los hechos actuales, nos conduce hasta una conclusión invariable y que según Livraghi, es la estupidez.

No atribuyas nunca a la malicia lo que se puede explicar adecuadamente con la estupidez, nos dice la frase conocida como “Navaja de Hanlon”. Y es Robert Heinlein, quien nos agrega de que: “No subestimes nunca el poder de la estupidez humana”. Cuando la estupidez se combina con otros factores, los resultados pueden ser devastadores y, son muy pocos los estudios que afrontan esta cuestión en profundidad y son muchas las situaciones en las que la necedad humana es origen de una serie de hechos que se combinan y complican cada vez más, hasta que descubrimos que son aspectos trágicos y, en otros casos, agravan e impiden aplicarle soluciones efectivas.

Walter Pitkin, nos dice que es difícil estudiar la estupidez, porque nadie cuenta con una definición lo suficientemente buena y de qué es. Aun así, es evidente que la estupidez existe y nos rodea con una intensidad muy grande y es superior a lo que se piensa. Y se diría que todos sabemos que somos estúpidos, pero nos resulta difícil reconocerlo. Sin embargo, jamás solventaremos el problema si nos entregamos al miedo o fingimos que no existe.

La estupidología, nos dice Livraghi, consiste, en lo esencial, en intentar comprender porqué las cosas salen mal y cómo, la estupidez humana causa la mayoría de nuestros problemas. En su concepto más básico, nos indica que si logramos comprender cómo funciona, tendremos más oportunidades de controlar sus efectos. No podemos comprendernos de verdad a nosotros mismos, sin entender la estupidez. Y si la comprendemos, nos entenderemos a nosotros mismos.

No cabe duda de que un tema de tanta importancia merece que se estudie por derecho propio. Y el hecho es que a medida que nos adentramos en la cuestión, lo hacemos por un territorio sin mapas, pero la exploración puede resultar interesante. Y cuando empecemos a comprender cómo funciona, contaremos con el alivio de estar mejor preparados para lidiar contra su poder.

La disciplina de la historia, es una colección inagotable de fallas y errores, una celebración infinita del poder de la estupidez. La tradición es una acumulación de conocimientos y experiencias útiles. Pero también es la rigidez anquilosada de los prejuicios, la superstición, las costumbres, el dogmatismo, las restricciones y la obediencia, que entorpecen el conocimiento. Y son con frecuencia, las raíces de la necesidad, donde nos vemos obligados en la vida cotidiana a elegir.

¿Por qué es peligrosa la estupidez? Entre otras razones, nos dice Giancarlo Lievraghi, por ser impredecible. Sin embargo, hay hechos que demuestran que podemos ser muy necios respecto de cosas fácilmente predecibles, aunque elegimos pasar por alto o mal interpretar los claros signos de lo que va a ocurrir. También es interesante porque no implica a ningún grupo en particular, sino a toda la humanidad o de menos, a la parte que puede acceder a los sistemas de información global.

Cuando resulta evidente que la humanidad no ha aprendido la lección y la estupidez sigue siendo dominante en nuestro mundo, la única forma de combatirla con éxito es aprender a conocerla, en un recorrido por las formas en que la estupidez aparece hoy asociada al poder, a la burocracia, a la guerra, a la tecnología, a la ciencia, etc.

La estupidez es la fuerza más destructiva de toda la evolución humana. No se puede eliminar totalmente, pero no es invencible. Y conocerla y comprenderla, es la manera más eficaz de evitar o al menos reducir sus terribles efectos. Una extraña locura se ha apoderado de las clases obreras en las naciones donde reina la civilización capitalista, nos dice Paul Lafargue: una locura que no es sino el resultado de las miserias individuales y sociales que, desde hace siglos, torturan a la triste humanidad.

Esta locura es el amor al trabajo, la pasión moribunda por el trabajo llevado hasta el agotamiento de las fuerzas vitales del individuo y su prole. Siendo hombres ciegos y de pensamiento simple, han querido ser más sabios que su Dios. Y siendo hombres débiles y despreciables, han querido rehabilitar lo que su Dios había maldecido. Y frente a su Dios, frente a las predicaciones de su moral religiosa, económica y libre pensadora, señaló las aterradoras consecuencias del trabajo en la sociedad capitalista.

Nuestra época, se dice es el siglo del trabajo, pero más bien es el siglo del dolor, de la miseria y de la corrupción, nos dice Giancarlo Livraghi. Y sin embargo, los filósofos y los economistas burgueses y los de letras burguesas, todos ellos han entonado cánticos repulsivos en honor del dios Progreso. ¿Acaso nos han causado los bien alimentados, los satisfechos miembros del séquito de los grandes señores y hoy sirvientes literarios de la burguesía, muy bien pagados, que propagan en las masas las necesidades de la economía y de la moral burguesa? Los filántropos aclaman como benefactores a los que sin trabajar se enriquecen y dan su trabajo a los pobres; y los economistas siguen repitiendo a los obreros: ¡Trabajen para aumentar la riqueza social!, trabajen, trabajen, proletarios para aumentar la riqueza social y sus miserias individuales, para que volviéndose más pobres tengan más razones para trabajar y ser miserables. Tal es la ley inexorable de la producción capitalista.

Quienes detentan el poder, nos dice Daniel Coleman, no experimentan ningún tipo de desazón al advertir el dolor de los que sufren y que estos últimos, por su parte, carezcan de todo poder. Y para salir de este callejón sin salida, es necesario tener el coraje suficiente para decir la verdad al poder. Vivimos sin pensar en las consecuencias de “Nuestro estilo de vida” para el planeta y para nuestra propia descendencia. E ignorantes de las relaciones que existen entre las decisiones que tomamos cotidianamente y los efectos que esas decisiones tienen en nuestro mundo.

No disponemos de ese tipo de información y seguimos creyendo en el engaño de creer que las pequeñas y grandes decisiones de nuestra vida, no tienen mayor trascendencia. En nuestra sociedad, tenemos dos reglas muy claras: de que no hay nada que funcione mal y, de que no había que decírselo a nadie.

La manifiesta incapacidad de la gente para experimentar el miedo, el enojo y la insubordinación, que acompañan al hecho de percibir claramente la insensatez de la humanidad, en especial respecto a tolerar la carrera armamentista con un costo que supera los diez mil millones de dólares por minuto. Mientras, cada año mueren cincuenta millones de niños por diarrea, fácilmente evitables con condiciones sanitarias elementales. Las personas parecen anestesiarse, como si el peligro fuera demasiado grande para preocuparse por él.

Sustentar la motivación de los estudiantes en la apreciación de los valores de uso de los conocimientos, según Manuel Pérez Rocha, puede contribuir significativamente a la construcción de una sociedad justa, en lo que los valores de cambio se someten a un criterio ético de los valores de uso, donde para Harry Braveuman, los intereses del capital son el motor de un acelerado y generalizado proceso de fragmentación y descalificación del trabajo para las grandes masas y, de una concentración del trabajo calificado en segmentos cada vez menores de la fuerza laboral.

Estos fenómenos, tendrían graves consecuencias, ya que el trabajo fragmentado y descalificado puede ser ejecutado por maquinas que desplazan al hombre. Para Radovan Richta, la ciencia aplicada a la técnica, a la organización y a la cualificación, reemplaza al trabajo simple, parcelario que hasta hoy constituía la base de la producción y, llegaría a ser en resumidas cuentas, la esfera decisiva de la actividad humana. Además, como consecuencia, escapa a la voluntad de los hombres, que la educación se está democratizando y con ella, toda la sociedad, de tal manera que en esta sociedad, ya no hay otro lugar para el joven que la escuela, donde sabemos que la dinámica histórica del trabajo, de la educación y del empleo, es resultado de las acciones y reacciones de múltiples factores. Y donde según Pérez Rocha, habría que empezar por someterse a juicio crítico, el planteamiento de que la ciencia y la técnica constituyen un factor autónomo y determinante de una gran variedad de aspectos sociales, económicos y políticos.

Sabiendo que el rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología en los países industrializados, ha llegado últimamente a ser factor preponderante de sus predominios políticos, económicos y culturales sobre los países menos desarrollados. Por lo que la ciencia y la tecnología están completamente interrelacionadas con otros factores y realidades, entrando a formar parte de ese complejo juego de acciones y reacciones de múltiples factores que determinan la vida real.

Para David Dickson, la tecnología tiene un papel político en la sociedad, un papel íntimamente relacionado con la distribución del poder y del control social, por lo que el desarrollo tecnológico es esencialmente un proceso político. Y lo que está llevando a una encrucijada, es la de encontrar formas sociales que den sentido a las vidas de millones de seres humanos, que son innecesarios en el aparato de producción capitalista, donde se ha visto que los formidables beneficios derivados de la aplicación de la ciencia y la técnica a la producción, no han alterado la injusta estratificación social. Y no será difícil demostrar que por el contrario, la han agravado. Y, es iluso pedir al capital que promueva una redistribución humanitaria de los beneficios. Y la escasez, es un fenómeno relativo ya que ha habido recursos para lo superfluo, el despilfarro, las guerras y para mantener costosas clases sociales y las riquezas de la superabundancia evoluciona y se distribuye, no en función de las necesidades sociales, sino en función de estructuras de poder y de los intereses del capital

Para Pérez Rocha, elevar la productividad implica introducir la ciencia y la técnica en la producción para disminuir el costo del trabajo asalariado y, su introducción en los servicios administrativos, de información y comunicaciones, están desplazando millones de seres humanos que no tienen un destino laboral.

Sabemos que es amplísimo lo que puede desarrollarse en la ciencia y la tecnología. Sin embargo, se ve que al convertirse este en capital, se buscará obtener su mayor rendimiento posible, pero el conocimientos no podrá absorber la mano de obra desplazada e independientemente del futuro que puede derivarse de esta problemática, aparece la urgente tarea de repensar una actividad tan importante como la educación. Donde hay que responder a los previsibles cambios, participando como actores conscientes y eficaces en la conducción de los cambios sociales.

No hay mayor maestría que la de dominarse a uno mismo. Cada uno de nosotros es único y, nuestra composición genética es exacta y que no ha existido nunca antes, ni se repetirá jamás. Toda tu vida es un aprendizaje, en el que aplicas tus habilidades de adquisición de conocimientos. Todo lo que te ocurre, es una enseñanza si prestas la atención debida. La creatividad que adquieres al aprender en detalle una habilidad, debe renovarse con frecuencia, forzando siempre tu mente a recuperar un estado de apertura.

Según Peter C. Brown, la investigación empírica sobre cómo aprendemos y recordamos, demuestra que la mayor parte de lo que tomamos como dogma sobre como aprender, es un esfuerzo inútil e incluso los alumnos de universidad, dependen de técnicas que están lejos de ser óptimas. Un nuevo campo de investigación que conforma una ciencia del aprendizaje, en crecimiento de estrategias muy efectivas basadas en evidencias, para reemplazar practicas menos eficaces, pero ampliamente aceptadas en la actualidad, donde si quienes aprenden extienden su estudio de un tema volviendo periódicamente a él, con el tiempo lo recuerdan mejor. Y de forma similar, si intercalan el estudio de diversos temas, aprenden mejor cada uno de ellos que si los hubiera estudiado de uno en uno y de forma secuencial. Y como resultado, el lector los recordará mejor y los utilizará con mayor eficacia. La abundante investigación ha producido estrategias y principios que pueden ponerse en práctica de forma inmediata, sin costo alguno y con grandes beneficios. Por lo que podemos decir que:

-Aprender es una destreza adquirida y las estrategias más efectivas a menudo son contrarias al sentido común.

-Los principios básicos de aprendizaje es la repetición espaciada de ideas clave y la intercalación de temas diferentes, pero relacionados.
-Las vías neuronales de aprendizaje se refuerzan cuando la memoria se recupera y lo aprendido se pone en práctica.

-El esfuerzo produce un aprendizaje más duradero y posibilita aplicaciones de él más versátiles en futuros.

-Todos somos vulnerables a los engaños que pueden secuestrar nuestro juicio sobre lo que sabemos y lo que podemos hacer y todo nuevo
aprendizaje exige una base en un aprendizaje previo.

-Cada vez que aprendes algo nuevo, el cerebro cambia.

-Los elementos que modelan las capacidades intelectuales están sorprendentemente a tu alcance y control.

-El aprendizaje es más sólido cuando importa, cuando lo abstracto se convierte en algo concreto.

-Sin conocimiento no tienes la base para las destrezas de nivel más alto, el análisis, la síntesis y la resolución creativa de problemas.

-La maestría de algo requiere tanto la posesión disponible como la comprensión conceptual sobre cómo utilizarlo.

-Uno de los mejores hábitos es auto examinarse regularmente para recalibrar su comprensión de lo que sabe y lo que no.

-Recuperar conocimientos y experiencias previas de la memoria, conectarlos con experiencias nuevas, visualizar y ensayar mentalmente aquello
que podría hacerse de otra manera la próxima vez, lleva a un aprendizaje más sólido.

-Cuanto más sólido sea el conocimiento sobre el asunto que se tiene entre manos, más matices puede aportar la creatividad al enfrentarse a un
problema nuevo.

-Cuanto más esfuerzo cognitivo se emplee para la recuperación, mayor será la retención.

-La investigación empírica nos muestra que el efecto del examen es real, que el hecho de recuperar un recuerdo cambia la memoria, haciendo que
resulte más sencillo recuperarlo de nuevo posteriormente.

-La investigación muestra que, cuando la mente debe trabajar, el aprendizaje se grava mejor.

-Incorporar el nuevo aprendizaje en la memoria a largo plazo requiere un proceso de consolidación en el que las huellas de la memoria se
refuerzan, obtienen significado y se conectan con el conocimiento previo.

-Intercalar la práctica de dos o más materias o destrezas también es una alternativa más sólida que la práctica masiva.

-los beneficios de la práctica variada en el aprendizaje cognitivo se demostraron en un reciente experimento.

-Para que nuestro aprendizaje tenga valor práctico. Debemos convertirnos en expertos a la hora de de discernir “¿Qué clase de problema es este?,
de manera que podamos seleccionar y aplicar una solución adecuada.

-El conocimiento conceptual exige la comprensión de las interrelaciones de los elementos básicos de una estructura superior.

-Las estrategias de aprendizaje que ayudan a los estudiantes a identificar y discernir los prototipos complejos pueden ayudarles a comprender los
tipos de diferencias contextuales y funcionales que se sitúan en las más altas esferas de la comprensión.

-Una forma de práctica que nos ayuda a aprender de la experiencia es la reflexión.

-Denominaremos dificultades deseables a los impedimentos que hacen más sólido el aprendizaje a corto plazo.

-El conocimiento previo es un prerrequisito para dar sentido al nuevo aprendizaje y establecer esas conexiones es una importante tarea de
consolidación.

-Cuando recodificamos y consolidamos el material nuevo de la memoria a corto plazo para pasarlo a la memoria de largo plazo, debemos anclarlo
allí de manera segura.

-Cuanto más esfuerzo hagas para recuperar un conocimiento o una destreza, más lo afianzará la práctica de recuperación.

-La reflexión puede involucrar varias actividades que conducen a un aprendizaje más sólido e incluyen recuperación, elaboración y generación.

-Las personas a las que se les enseña que el aprendizaje es un esfuerzo que a menudo implica cometer errores, acaban mostrando una mayor
propensión a afrontar desafíos más difíciles y tienden a considerar los errores no como fracasos, sino como lecciones y puntos de inflexión en el
camino hacia el dominio de algo.

-El fracaso es una señal de esfuerzo y una curva en el camino en vez de una medida de incapacidad al final del camino.

-Un compromiso sostenido para progresar en un campo determinado a través del ensayo y el error lleva a un dominio complejo y a un mayor
conocimiento de las relaciones entre las cosas.

-Las dificultades son deseables porque desencadenan los procesos de codificación y recuperación que dan soporte al aprendizaje, a la comprensión
y al recuerdo.

-La practica o el recuerdo repetido que supone esfuerzo ayuda a integrar el aprendizaje en modelos mentales.

-Aprender a ser un observador riguroso de uno mismo ayuda a no meterse en callejones sin salida, a tomar buenas decisiones, a reflexionar cómo
podría hacerlo mejor la próxima vez.

-Es una paradoja que la voluble naturaleza de nuestra memoria sea capaz de sesgar nuestras percepciones y al mismo tiempo, sea esencial para
nuestra capacidad de aprendizaje.

-La gente recuerda cosas relacionadas, pero no específicamente mencionadas.

-Otro tipo de ilusión de la memoria es causado por la sugestión, que puede darse simplemente por la manera en que se formula una pregunta.
-Incluso una gran mentira que se dice repetidas veces puede llegar a ser aceptada como verdad.

-Nuestros recuerdos son también presa de la influencia social y tienden a alinearse con los recuerdos de las personas que nos rodean.

-Espacia tus autoevaluaciones, varía tu práctica, mantén tu vista en el largo plazo. Lo bien que seas capaz de explicar un texto es una pista
excelente para juzgar la comprensión.

-Lo que te dices a ti mismo sobre tu capacidad es importante para modelar las formas en que aprendes y actúas.

Todo lo vivo se halla en estado continuo de cambio y movimiento y, en cuanto te sientas a descansar creyendo haber alcanzado el nivel que deseabas una parte de tu mente entra en una fase de deterioro y pierdes una creatividad arduamente obtenida y los demás, empiezan a sentirlo. Es un poder y una inteligencia que debe renovarse en forma permanente, de lo contrario se extingue.

Posees una fuerza interior que te guía a tu tarea en la vida, a lo que estás destinado a cumplir en el tiempo de tu existencia, donde el primer paso a la maestría siempre es interno, y saber quién eres y recuperar esa fuerza innata, entonces todo se aclarara. Aprende a vivir en el presente porque éste es el único momento que tienes. De otra manera tu vida pasará como si caminaras entre sueños y mantén tu atención en lo que está aquí y ahora. Busca la plenitud de la vida en cada momento y acepta lo que llega a ti total y completamente, de manera que lo valores, aprendas de eso y después lo dejes ir.

El presente es como debe ser, y refleja las infinitas leyes de la naturaleza, nos dice E. Lukas, que te han llevado a ese pensamiento exacto, a esa respuesta física precisa. Este momento es como es porque el universo es como es. No luches contra el infinito proyecto de las cosas; en su lugar sé uno con ellas y dedica tiempo cada día, aunque sean cinco o diez minutos por estar en silencio para reflexionar y meditar. Pregúntate; ¿Quién soy? ¿Existe un “Yo”, más allá del nombre y la forma? Aprende a apreciar una mente tranquila y entiende que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda, y debido a que una parte de esta inteligencia reside en tu interior, compartes el poder organizador del cosmos. Vivir en equilibrio y pureza es el mayor bien para ti y el universo.

Todo sufrimiento es un estímulo para el proceso de maduración y metafóricamente hablando, el hombre aprende a avanzar de lo superficial a lo profundo y allí se revelaran conocimientos que habían estado inconscientes hasta entonces, nos dice E. Lukas. Donde la persona que ha madurado en el dolor suele ser más consciente del amor que antes y más agradecida por los lujos de una vida de cuya temporalidad ya es plenamente consciente y la culpa también se puede entender como una incitación al cambio interior.

Además, la reparación actualiza el perdón, que es el acto humano más elevado de todos y donde incluso la muerte, también se puede contemplar desde distintas perspectivas, ya que en realidad, la muerte es nuestro acicate para la vida, ya que si tuviéramos un tiempo infinito, nos faltaría el motivo para obrar en el presente. Y el hecho de que no vivimos eternamente, es necesario aprovechar y hacer realidad las oportunidades de cada día, dado que el siguiente día podrían no presentarse y porque lo que se ha realizado una vez, se ha conquistado para la historia.

Una persona que fuera inmortal podría, desaprovechar todas las oportunidades y sólo teniendo en cuenta la finitud temporal de nuestra existencia es posible invitar a la responsabilidad humana a su completa plenitud, nos dice Lukas. Bajo las condiciones sociales actuales, el hombre en “Busca de sentido” sólo se frustra, ello obedece a que todas las necesidades están creadas por la sociedad de consumo, y sólo una necesidad se sustrae a ella, que es la “necesidad de sentido”, es decir, la necesidad latente en lo más profundo de la persona, de encontrar un sentido en la vida y en cada situación de la vida.

El estado de urgencia espiritual puede desembocar en una enfermedad mental, si la persona mal interpreta las señales procedentes de su fuero interno. Y si no haya ninguna respuesta sólo encuentra respuestas erróneas a sus preguntas existenciales más importantes, si no siente para qué estás en el mundo, si no relaciona ningún sentido con su existencia y si le oprime el sentimiento de indiferencia ante la pertenencia o no a este mundo. En los jóvenes se traducen en conductas extremas como las revueltas destructoras, el radicalismo y el terrorismo. La conciencia debe descubrir la opción de mayor sentido y que es lo que hay, aunque esté escondido. El individuo no sólo está capacitado para enfrentarse a sí mismo y adoptar una actitud frente a él y a los demás, sino que también puede ver mucho más allá de sí mismo e incluso pasarse por alto, porque está enfrentando algo que va más allá de su propia persona.

En este punto considero conveniente recordar a Goethe, que en su maravillosa obra del Fausto, nos dice: La razón es el principal atributo del ser humano, a través del cual se puede disminuir el poder del mal y abrir el camino para el bien y el progreso. Y hace aparecer en su Fausto como la encarnación del espíritu de la investigación científica, quién no puede ser vencido ni condenado por el demonio, precisamente por las cualidades que posee.

Fausto no puede ser un hombre común para su autor, porque aspira a conocer la verdad, y da valor tanto a la ciencia y al conocimiento racional, como a las fuerzas irracionales de la existencia. Y aspira a desarrollar todas las potencias humanas en su personalidad. En esencia Fausto es un hombre que se rebela a las leyes que rigen la existencia humana, y debido a sus capacidades de genio, está por encima de la ciencia, las costumbres, la ley, y lo sabe. Fausto cuestiona básicamente el sentido de la vida, ya que no lo ha encontrado en el terreno del conocimiento y desea buscarlo más allá de lo accesible, esto es, en el misterio, haciendo un pacto con el Diablo, para descifrar el universo y satisfacer sus aspiraciones. Con esto Fausto no rechaza a Dios sino que busca los caminos para llegar a él. Éste es un Dios que se identifica con la naturaleza y la vida, con el espíritu de la Tierra, mismo que se hace presente.

Para Goethe, ni Dios ni el Diablo son entidades externas al hombre, pues en realidad una y otra forman parte de la naturaleza humana. Y a fin de cuentas, es Fausto y no Mefisto, el responsable de sus hechos, con lo cual Goethe manifiesta que es el hombre quien guía su destino, para bien o para mal. Y sólo merece la libertad y la vida quien cada día debe saber conquistarlo. Pero dispensadme amigos, la noche está muy avanzada y es menester que por hoy hagamos punto aquí.

Los físicos ahora sugieren que todo lo que observamos en el nivel de manifestación superficial, parece provenir de un campo unificado, donde todos los objetos, minerales, vida orgánica, árboles, animales y humanos, están hechos de un campo unificado de todas las leyes de la naturaleza. En experimentos de Meditación Trascendental, junto a dos premio Nobel, Maharishi, relata: Mi mente trascendió toda experiencia sensorial y mental hacia un estado absoluto de no cambio. Era el sentido más abstracto de pura existencia en paz, pero tan palpable como cualquier experiencia sensorial, flotando en esta serenidad todo se desvaneció, pero no faltaba nada.

Lo que experimentó fue “La Conciencia Pura”, el verdadero “Ser” que es el ser de todo y de todos. Y no contaba la profundidad de la experiencia de la meditación, sino principalmente sus beneficios en la vida diaria. Con lo que nos enseñó a ser de forma simple y a mantener la mente abierta y a aprender a ver con el corazón y con los ojos, por lo que las preguntas más importantes suelen tener soluciones sencillas.


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