Abril de 2021
Memoria colectiva y carnaval en la comunidad de Totolac, TlaxcalaMaría Elizabeth Alejandrina Domínguez Ángel
Introducción
Junto a una historia escrita, se encuentra una historia viva que se perpetúa o se renueva a través del tiempo y donde es posible encontrar un gran número de esas corrientes antiguas que sólo aparentemente habían desaparecido.
La historia vivida se distingue de la historia escrita porque tiene todo lo necesario para constituir un marco vivo y natural en el que un pensamiento puede apoyarse para conservar y encontrar la imagen de su pasado. Aquí, el recuerdo es en gran medida una reconstrucción del pasado.
Con este señalamiento, la memoria colectiva, entendida como la relación entre los recuerdos propios y los de otros (Halbwachs, 1968), funciona como marco metodológico en este trabajo. Nos apoyamos de la memoria colectiva de los pobladores de Totolac, Tlaxcala, para dar cuenta de la historia viva del carnaval, narrada por los habitantes de esta colectividad, así como de los significados atribuidos a dicha tradición.
Nos dice Halbwachs (1968) que la memoria es colectiva en virtud de que sus procesos contenidos y productos son sociales, culturales y es en esa esfera social donde se inscribe y comunica, porque es en marcos temporales y espaciales que la memoria permanece, porque los recuerdos remiten a un tiempo y a un lugar, y por medio del lenguaje, marco mayor, se edifica la memoria en las sociedades.
En el mismo sentido, para Fernández Christlieb (2000) la memoria colectiva posibilita un análisis consistente y sustancial de fenómenos que aparentemente surgen de la nada o como novedades, pero que en realidad contienen un pasado, un origen al cual remitirse pero que había pasado inadvertido para el análisis social.
Acudimos a la memoria colectiva porque mientras ésta narra al grupo visto desde dentro, desde la mirada de sus actores o recuperándola y es una corriente de pensamiento continuo que se construye en la vida del propio grupo, la historia lo hace desde afuera, desde la perspectiva de los expertos.
Debemos señalar también, que a diferencia de la historia escrita, que se establece sobre hechos y eventos, la memoria se basa en el significado de las vivencias y en la tradición. Por ello, podrá advertirse en este texto que en la memoria colectiva conviven distintas versiones que los grupos sociales construyen de su pasado a través de la constante discusión y comunicación, retomando como sustento los significados de las vivencias compartidas, lo que le otorga un carácter múltiple y diverso.
El carnaval en Totolac, Tlaxcala
Al igual que en otras comunidades de Tlaxcala, el carnaval se celebra en Totolac los tres días que preceden al Miércoles de Ceniza, imprimiéndole a la tradición una carga religiosa, ya que en la definición etimológica otorgada durante la Edad Media, Carnaval significa “adiós a la carne”.
Durante la celebración, se realiza en Totolac el Remate u octava el primer o segundo domingo posterior al Carnaval. La danza carnavalesca que caracteriza a este pueblo es la de “las cintas”.
En la tradición del carnaval, espacio, tiempo, música y lenguaje funcionan como marcos de la memoria (Fernández, 1992). El tiempo de celebración cobra sentido porque se opone a la Cuaresma. Es decir, el período de excesos, se opone al de recogimiento. De igual manera, el espacio es importante en la representación del carnaval, pues se trata de un espacio sin límites. El danzante puede ejecutar sus danzas frente a la iglesia, en la plaza central, en las casas de los mayordomos y en las calles. Son los lugares cuadros que posibilitan la memoria colectiva y donde los grupos significan sus experiencias (Fernández, 1992).
Por lo que atañe a la música, las interpretaciones musicales del carnaval son reconocidas como una parte sustancial de la celebración. Halbwachs (1939) habló de la música como marco social, al plantear que el recuerdo de una palabra es distinto del recuerdo de un sonido cualquiera.
… en el hecho de que al primero corresponde siempre un modelo o un esquema exterior, fijado ya sea en los hábitos fonéticos del grupo… ya sea en forma impresa… mientras que la mayor parte de los hombres, cuando oyen sonidos que no son palabras, no los pueden comparar con modelos puramente auditivos, porque carecen de ellos (Halwachs, 1939).
Razón por la cual se tiene que desarrollar “otro lenguaje”, o marco, como el musical, que comparten los músicos para leer, ser interpretado y comprendido por determinada comunidad.
En cuanto a los trajes de carnaval, la vestimenta de los danzantes o huehues que ejecutan la danza de las “cintas” es muy llamativa. Los hombres cubren su rostro con la máscara de facciones españolas, y su cabeza, con una pañoleta de color brillante sobre la que colocan un sombrero de palma, con un ala levantada, adornado con largas y vistosas plumas de colores y pequeños espejos, de los cuales penden pañoletas de colores. Utilizan camisas blancas o a rayas, calzón blanco, adornado con listones de colores; un ceñidor colorido cruza su pecho en diagonal y rodea su cintura para sujetar su camisa y su calzón; complementan su atuendo unos sencillos huaraches de cuero. Entre los instrumentos utilizados para estas danzas encontramos la trompeta, saxofón, percusiones y en ocasiones el violín.
Las mujeres llevan como tocado en sus cabezas un pequeño sarape multicolor; además, un collar de cuentas de varios colores, una blusa de estilo otomí con bordados de color rojo y una larga y amplia falda azul o negra, circundada con líneas de brillantes colores; algunas mujeres calzan huaraches, y otras, zapatos sencillos.
Durante la danza, después de varias evoluciones, uno de los huehues o danzantes se coloca al centro para detener un gran poste de madera, del cual penden tantas cintas de colores como danzantes o huehues tiene el grupo o camada, quienes detienen su cinta del extremo. Al compás de la alegre música, las mujeres giran en sentido opuesto al de los hombres. Con sus evoluciones van entretejiendo las cintas. En la versión que ofrecen los habitantes de Totolac, la parte superior del madero representa al sol “que da su energía a las flores y a los frutos de la tierra”, representados por las cintas de colores. La danza principal de esta camada se realiza en varios tiempos: “entrada”, “cuadrillas”, “taragotas”, “la jota” y “salida”. También interpretan el “Jarabe tlaxcalteca” y otras piezas clásicas del carnaval.
Esta celebración ritual no representa solamente un recordatorio sino más que eso, es una práctica que crea y recrea la memoria del pasado. Es de vital importancia porque brinda a la comunidad cohesión e identidad, permitiéndole adquirir conciencia de su existencia.
A continuación leeremos las historias vivas que las colectividades de Totolac tienen presentes sobre el carnaval de su comunidad. A través del lenguaje oral, marco e instrumento de la memoria (Vygotsky, 1977), los habitantes construyen, mantienen y transmiten los contenidos y significados de la tradición aquí estudiada.
Tanto en Halwbachs (1950) como en Blondel (1966), así como en Vigotsky (1977) y Bartlett (1932), existe una relación entre lenguaje y memoria, toda vez que para comunicar los significados hay que recurrir al lenguaje, esa creación cultural que permite acordarnos de algo. Veamos el primer significado del carnaval, ofrecido a partir del lenguaje oral, por Cornelio Aguilar Moreno, de 40 años, danzante de Totolac.
Cornelio: Para mí el carnaval es una danza siguiendo a nuestros antepasados, los huehues. Huehue significa viejo. Además tiene relación con Jesucristo. [En el carnaval] no participa el presidente municipal ni la iglesia. El pueblo es el que se organiza para esta tradición. Lo que se baila son “las cuadrillas”, “las españolas”, “la danza del cordero o jota” y “el baile de las cintas”, tradición de Totolac. Nuestro vestuario es indefinido, lo único que coincide son las caretas españolas y se visten de acuerdo a la camada a la que pertenecen. Quienes integran las camadas son los hombres, mujeres y a veces niños. Hay 12 camadas y se dividen en los cuatro barrios. La camada está integrada de 16 a 24 parejas. Ya se comenzaron los ensayos y son de 12 semanas, a las nueve de la noche. Sólo bailan señoritas; pocas veces señoras. En el caso de los hombres no importa la edad. Yo he participado bailando durante 17 años.
Apreciamos en esta construcción, que para el danzante, el carnaval significa movimiento, danza, donde sus antepasados viejos, es decir, los huehues, asumen un papel preponderante pues son el símbolo de la sabiduría. Además, establece una relación semántica entre religión y tradición, donde el pueblo se convierte en el órgano rector de la celebración. El poder del pueblo se manifiesta entonces en los contenidos y la organización del carnaval, haciendo a un lado a la iglesia y al estado, instituciones que desde distintos ámbitos rigen la vida de los ciudadanos.
Este significado nos conduce a otro tiempo, a un tiempo prehispánico, donde las danzas tenían un sentido religioso, al ser empleadas por los antiguos tlaxcaltecas para invocar a la lluvia, para solicitar a los dioses la fertilidad de la tierra.
Con esta referencia, vinculamos las danzas carnavalescas con las danzas de distintos grupos humanos que han empleado el lenguaje del cuerpo para conectarse con la divinidad y solicitar de ella sus bondades en la producción de distintos alimentos.
El danzante habla de sus recuerdos; así es el lenguaje, y así es todo el sistema de convenciones que le son solidarias, las cuales nos permiten a cada instante reconstruir nuestro pasado. Son estas producciones culturales las que permiten el recuerdo. Halwbachs (1954) afirma:
Los hombres que viven en sociedad usan palabras de las cuales comprenden el sentido: ésta es la condición del pensamiento colectivo, y es que cada palabra que se comprende se ve acompañada de recuerdos, y no hay recuerdos a los que no podamos hacerles corresponder palabras.
Revisemos ahora dos significados más otorgados al carnaval, a partir de las historias orales de dos figuras públicas de Totolac: Alejandro Cano Figueroa, de 32 años, comandante de policía y de José Luis Jiménez, de 40 años, policía municipal de Totolac.
Alejandro y José Luis: El carnaval es una tradición bonita que caracteriza a San Juan Totolac, además de que nos identifica como católicos. Hay 15 camadas y se dividen por barrios. La camada de Santa María de las Nieves baila “la cuadrilla”, “la jota” y “el baile de los listones”. También se celebra “la horca” y se trata de una tradición que representa el ahorcamiento de Juan carnaval por tener muchas mujeres. A la hora que lo van a ahorcar, él reparte sus pertenencias a sus mujeres, “las lloronas”, que lloran en el momento en que lo ahorcan. El tiempo que dura el carnaval es de ocho días. Comienza antes del Miércoles de Ceniza y después de este día es el remate.
Óscar Morales Vázquez, de 36 años, sacerdote de la parroquia de Totolac nos ofrece la cuarta reconstrucción oral del carnaval.
Oscar: El carnaval surge de la iglesia y no es una fiesta social sino cristiana. En la Antigüedad surge del mundo mundano que concluía el miércoles de ceniza generalmente en Cuaresma, recordando que Cristo había muerto y no comiendo carne. De ahí es que se le llame Carnaval. Desde el miércoles de Ceniza comienzan las prohibiciones y penitencia. En la actualidad es una representación de burla y risa. En sus orígenes la iglesia sí tiene que ver con el Carnaval; en la actualidad, no. Es una tradición de la gente que no tiene fundamentos. Es una burla descarnada. Además, no toman en cuenta a la iglesia. Yo estoy de acuerdo con el Carnaval pero purificando los excesos, ya que luego piden bailar frente a la iglesia y para nosotros es una burla hacia Cristo. No estoy muy metido en eso del carnaval pero viene de carne. Es cuando se da fin a la carne para entrar a la Cuaresma. Lo único que yo hago para apoyar el carnaval es invitar a la gente para que venga a las fiestas que se llevan a cabo en el pueblo.
Desde la percepción del sacerdote católico, se trata de una celebración originada en la Antigüedad, en la que se recuerda la muerte de Cristo y la prohibición de comer carne. Sin embargo, los feligreses la representan como una burla dirigida a la institución, en la que exaltan la risa y el sentido social de la fiesta. Esta idea nos lleva a revisar lo que Rabelais (2002), Heers (1988) y Bajtin (1999) han escrito sobre ello. Si nos remitimos a estos autores, veremos que la risa carnavalesca funciona como opuesto al carácter oficial de la iglesia católica.
Para Rabelais (2002), el tono de “seriedad exclusiva” caracteriza la cultura medieval oficial. El contenido mismo de esta ideología: ascetismo, creencia en la providencia, el rol dirigente cumplido por categorías tales como el pecado, la redención, el sufrimiento, y el carácter mismo del régimen feudal consagrado por esta ideología: sus formas opresivas e intimidatorias, determinaron ese tono exclusivo, esa seriedad helada y pétrea. "El tono serio se impuso como la única forma capaz de expresar la verdad, el bien, y, en general todo lo que era considerado importante y estimable." El miedo, la veneración, la docilidad, etc., constituían a su vez las variantes o matices de ese tono serio. Ampliando esta idea, Bajtin (1999) expresa que
… el cristianismo primitivo (en la época antigua) ya condenaba la risa. Tertuliano, Cipriano y San Juan Crisóstomo atacaron los espectáculos antiguos, especialmente al mimo, la risa mímica y las burlas. San Juan Crisóstomo declara de pronto que las burlas y la risa no vienen de Dios, sino que son una emanación del diablo; el cristiano debe conservar una seriedad permanente, el arrepentimiento y el dolor para expiar sus pecados. Al combatir a los arrianistas, les reprocha el haber introducido en el oficio religioso elementos de mimo: canto, gesticulación y risa.
En Heers (1988) es evidente que durante la fiesta de los locos, la risa no era algo abstracto, reducido a una burla puramente denigrante contra el ritual y la jerarquía religiosa. El aspecto burlón y denigrante estaba profundamente asociado a la alegría de la renovación y el renacimiento material y corporal. Era la naturaleza "secundaria" del hombre la que reía, su aspecto "inferior" corporal y material que no podía expresarse a través de la cosmovisión y el culto oficiales.
Veamos cómo significan este aspecto material Néstor Moreno, de 45 años, integrante de la camada “Santa María de las Nieves” y Luis Aguilar Cano, de 42 años, integrante de la camada de San Juan.
Néstor: El Carnaval es la preparación de Semana Santa, una preparación de la carne. Se relaciona con la iglesia porque es el fin de la vida y dura tres días. Yo pertenezco a la camada Santa María de las Nieves, que se integra por 22 parejas. Usamos el mismo traje tradicional de San Juan Totolac cada año porque para nosotros muestra la alegría y la vistosidad. En el Remate, que es el término de la danza, cada grupo prepara comida y se lleva a cabo el desfile de carnaval el día domingo 4 de Marzo. Para nosotros, las cintas representan las 24 horas del día; las 12 parejas son los 12 meses del año; los listones aluden a los colores del arco iris; las plumas a la vistosidad; y el espejo al sol.
Luis: El Carnaval se une con Semana Santa, con los bailes paganos que se acercaban a la Cuaresma. Es una burla para los españoles e imitación de ellos. Se relaciona con la religión por el tiempo de aproximación de la Cuaresma; dura ocho días, comenzando tres días antes del miércoles de ceniza. Pertenezco a la camada de San Juan, compuesta de 19 a 20 parejas. El vestuario que utilizamos es una tradición y sirve para distinguirse de otra camada. El remate u octava es el último día del Carnaval; algunas familias invitan a bailar a las camadas frente a su casa y al terminar les dan de comer. La danza de las cintas es un seguimiento a lo que nuestros antepasados realizaban en sus danzas para su religión. El sombrero es un complemento del vestuario; el espejo representa al sol, y los listones a los colores del arco iris. Nosotros bailamos por herencia y por gusto; además recibimos invitaciones de turismo a nivel nacional. Para los gastos cada integrante pone de tres a cuatro mil pesos. Para la música se forma una comisión, se saca el presupuesto y se divide la cantidad entre los integrantes.
La percepción que Nahum Atonal Ortiz, presidente municipal auxiliar de Totolac tiene sobre la tradición del carnaval se observa en el siguiente texto.
Nahum: A la presidencia corresponde citar a todos los organizadores de las camadas y posteriormente se les apoya con tres mil pesos por camada. Se trata de un apoyo para pagar la música porque el costo es muy elevado. A los integrantes les corresponde comprar o hacer su traje. La presidencia tampoco brinda apoyo para la comida; a cada representante de camada le toca organizar. Cada camada tiene su presidente, secretario, tesorero y sus vocales. Nosotros no participamos en ningún encuentro de ésos. La presidencia lo único que hace es apoyar las fiestas de carnaval, que todo salga bien, y reunir a todas las camadas del pueblo para ponerlas al corriente de cómo se va a llevar a cabo este año el carnaval. Unos días previos al carnaval se citan a todas las camadas para que se elabore un ensayo. Ése es el trabajo de la presidencia.
Finalmente, apreciaremos la construcción que Juan Santacruz, organizador de la camada Santa María de las Nieves nos ofreció del carnaval de Totolac.
Juan: Una camada siempre debe tener un comité organizador que está conformado por un presidente, un vicepresidente, un tesorero, un secretario y diez vocales. En este caso el presidente es el señor Juan Santacruz; el vicepresidente, Benito Juárez; el tesorero, Adelina Bañuelos y el secretario, Jesús Cortés Moreno. La responsabilidad de todos nosotros es coordinar, organizar las fiestas de carnaval y precisamente te voy a decir en qué consiste todo esto. Se trata de organizar una camada que consta de 48 elementos, 24 mujeres y 24 hombres. Nosotros como organizadores tenemos la obligación de pasar a cada una de las casas de los chicos o chicas que integran la camada para entrevistarlos, y de igual manera, se les hace una invitación para conformar nuestra camada del año que se avecina. También les vamos poniendo en conocimiento la cooperación asignada para cada elemento. En nuestra camada sólo los caballeros hacen la aportación. En este año se ha fijado una cooperación de 800 pesos por cada integrante de la camada. De igual manera, nosotros como organizadores nos asignamos la comisión de 2, 500 pesos, y los vocales mil pesos. Esto se hace con el fin de reunir dinero para el costo de la música. Santa María de las Nieves es una camada de las más bonitas, es de las organizadas y de mucha formalidad: son jóvenes de mucho entusiasmo, señoritas de iguales características, todos ellos trabajando conjuntamente con nosotros. Fijamos una fecha para llevar a cabo los ensayos previos, para después salir a bailar a las casas y a los lugares donde nos hacen invitaciones. Por cierto, hoy 9 de febrero vamos a llevar a cabo el primer ensayo del que tenemos conocimiento tanto los integrantes como la comisión. Ahí empezamos a conformar las parejas y los lugares que cada uno va a ocupar el día del carnaval. De los 48 elementos que conforman la camada, dos lugares principales son de las cabeceras: cabecera uno y cabecera dos. La cabecera uno coordina llevando el ritmo de todo el baile. También tenemos cuatro costados. Ellos marcan “la entrada”; luego viene “la cuadrilla”, enseguida “las cintas” y finalizamos con “la jota”. La “jota” es bailada por una sola pareja: la que tiene más cualidades, es decir, más movimientos, más gracia. De esta manera finaliza el baile de los huehues. El carnaval inicia el domingo 25 de Febrero, día en que el presidente de camada se responsabiliza de dar el almuerzo, que consiste en algunos bocadillos tipo buffet a todos los integrantes y a la gente que nos viene a visitar. Todos los que llegan al pueblo son bien recibidos porque aquí en Totolac no se necesita invitación para que pasen a sus casas. Aquí somos muy dadivosos, ofrecemos lo que esté a nuestro alcance. De esta manera iniciamos el carnaval. El almuerzo se sirve a las nueve o diez de la mañana. De ahí partimos para bailar en las diferentes casas donde nos han invitado con anticipación. Terminamos de bailar alrededor de las ocho o nueve de la noche y nos trasladamos después a la casa del vicepresidente de camada. Él ofrece una pequeña comida a los integrantes y a toda la gente que llegue. Reiniciamos a los ocho días, es decir, el cuatro de Marzo, y de igual manera, partimos de la casa del tesorero. Ofrece a la camada un almuerzo y nos damos un lapso de tres o cuatro horas para bailar en su casa. Después, nos ubicamos en el punto céntrico para iniciar el desfile que se lleva a cabo en las principales calles de Totolac. Cada camada que desfila lleva su reina.
La presidencia invita a diferentes instituciones del pueblo para que asistan al desfile. Este año van a desfilar 12 camadas que conforman el municipio; aparte vienen las camadas invitadas. Después del desfile se reúnen todas las camadas para celebrar nuestro famoso remate de carnaval que se lleva a cabo en la plaza principal. Ahí, todas las camadas bailan al mismo tiempo. Las camadas presentan diferencias en sus bailes. Mi camada es única porque nadie hace los movimientos que nosotros hacemos. La mayoría de las camadas realizan los siguientes bailes: la jota, el baile de las cintas, el baile de las cuadrillas y el baile de la canasta. El baile de la jota consiste en que la mujer se doble hacia atrás lo más que pueda sin que el hombre la sostenga. Este es un baile de flexibilidad en el que los danzantes deben “quebrarse” lo más que puedan. La jovencita no debe apoyarse en el brazo del danzante. El baile de las cintas consiste en enredar muchos listones a un palo mientras se danza. Después hay que desenredarlos con cuidado para no equivocarse. Si queda totalmente desenredado quiere decir que la camada ejecutó bien la danza. El baile de las cuadrillas se caracteriza por ser bailado en “V”. Los integrantes hacen cruces entre parejas en forma de “V”. Este baile lleva dos cabeceras y son las personas que dirigen a los demás. En el baile de la canasta se intercalan los hombres y las mujeres. A través de un círculo los hombres deben cargar a las mujeres en un tiempo de 16 compases. Tomados de las manos, los hombres cargan a las mujeres y las sientan en el espacio que brinda la unión de sus brazos. Después, giran en círculo para formar la canasta. No todas las camadas bailan la canasta. Sólo un promedio de seis camadas lo hace. El día lunes cinco de Marzo se da por concluida la fiesta con la horca de Juan carnaval. Se acondiciona la plaza principal para hacer el simulacro del ahorcado. El personaje del ahorcado lleva el nombre de Juan carnaval en memoria de aquel Juan al que le gustaban mucho las mujeres. En esta representación los hombres se disfrazan de mujeres; procuran tener las características de una dama, y todas quieren ser la esposa de Juan carnaval. Surgen fricciones simuladas entre ellas pues se pelean por Juan carnaval. Tras las discusiones, dan la opción de que se presente el autor. Aparecen los siguientes personajes e instituciones para celebrar el juicio de Juan carnaval: los soldados, el juez y la cárcel. En este simulacro Juan carnaval es juzgado. Se le declara culpable y le dan la pena máxima, que es la horca. Antes de ser ahorcado, Juan carnaval se ve rodeado de todas sus hermosas mujeres, vestidas con sus mejores vestidos. Lo abrazan y lloran pues se niegan a aceptar que será ahorcado. Además, todas quieren quedarse con sus pertenencias, aunque éstas sean la ropa vieja que lleva puesta. Previo al ahorcamiento, tiene el privilegio de ver desfilar a cada una de sus mujeres y de bailar con ellas. Por ser muchas, no logra bailar con todas. Les deja su ropa y después es ahorcado.
Después del ahorcamiento viene el baile, y entre risas, comida y bebida, la población festeja el final del Carnaval. Muchos de los símbolos del carnaval de Totolac coinciden con los de otras comunidades, por ejemplo, los días de celebración, la prohibición de algunas instituciones para celebrarlo, la capacidad organizativa del pueblo, la participación cada vez mayor de las mujeres, el énfasis depositado en la comida, el sacrificio del danzante para participar en la fiesta, la necesidad de que los danzantes ensayen, el ahorro de los participantes y la diversidad significativa del fenómeno.
Si nos ubicamos en las estructuras profundas de esta celebración, veremos que la población de esta comunidad refiere distintos sentidos de la fiesta. El primer significado de la celebración se remite a las danzas arcaicas de los huehues. Es decir, a las danzas interpretadas por los ancianos. Destaca de manera especial la danza de las cintas porque su representación está vinculada con el tiempo y la fertilidad. Las 24 cintas simbolizan las 24 horas del día, y las 12 parejas, los 12 meses del año. El tronco de madera, incrustado en un orificio, simboliza el falo que penetra a la tierra para fecundarla. Los listones representan los colores del arco iris, y el espejo, al sol.
El segundo de los sentidos apunta a un significado religioso, al ligar al carnaval con la Cuaresma, identificándolo con el período en el que se despide a la carne. A este se agrega un tercer sentido, relacionado con la burla dirigida a los conquistadores españoles. El cuarto responde a la palabra gusto. Los participantes del carnaval encuentran sentido a la festividad porque es una tradición heredada de sus antepasados que recrean con orgullo y placer.
En Totolac, la risa opera actualmente como símbolo del carnaval. Ciertamente, en un nivel profundo, a través de la risa, los habitantes de este pueblo se burlan de lo formal, de las instituciones y de la pretendida seriedad de sus ideologías.
Ahora bien, por lo que al tiempo de carnaval se refiere, Totolac comienza la celebración tres días antes del Miércoles de Ceniza y concluye una semana después. Sin embargo, cabe hacer la aclaración, de que algunas de sus localidades, como la de Los Reyes Quiahuixtlán, prolonga sus danzas hasta la Pascua, y en ellas subraya el carácter escatológico del carnaval. Al respecto, debemos señalar que durante las danzas de Remate en Quiahuixtlán, los cuerpos grotescos de hombres disfrazados de mujeres viejas aluden a los símbolos de fertilidad y virilidad cuando representan el acto de orinar y defecar en plena representación. Por un lado, está la referencia a un mundo arcaico a punto de morir. Y por otro, el relato de un cuerpo viejo que defeca mientras muere. Siguiendo a Rabelais (2002), los excrementos están asociados a la virilidad y a la fecundidad en las figuras escatológicas más antiguas. El carácter de los excrementos, su vínculo con la resurrección y la renovación y su rol especial en la victoria contra el miedo, aparece en el carnaval claramente.
Los excrementos son la alegre materia; tienen el valor de algo intermedio entre la tierra y el cuerpo, algo que vincula a ambos elementos. Son también algo intermedio entre el cuerpo vivo y el cadáver descompuesto que se transforma en tierra fértil, en abono; durante la vida, el cuerpo devuelve a la tierra los excrementos; y los excrementos fecundan la tierra, como los cadáveres (Bajtin, 1999).
Otra particularidad del carnaval en Totolac es el performance del Ahorcado. Al igual que en otras comunidades, Totolac representa el ahorcamiento de Juan Carnaval el día de Remate. Juan Carnaval alude a Don Juan, mito universal de la literatura española, creado por Tirso de Molina (2000) en El burlador de Sevilla y convidado de piedra. La prudencia de la mujer. Aquí, Don Juan representa al seductor que es el preferido de las mujeres y termina buscando el amor sin alcanzarlo. Tiene como antecedentes históricos la leyenda de Juan de Mairena, caballero sevillano que terminó condenándose, y como antecedentes literarios El infamador de Juan de la Cueva (1949). La figura donjuanesca fue recogida en Francia por Moliére (1991), en Italia por Da Ponte y Goldoni (1985) y por Lord Byron y Shaw en Inglaterra. Mozart la universalizó con su música en 1878 y Richard Strauss le dedicó un poema sinfónico en 1889 (Pushkin, 1985).
En Totolac, el mito de Don Juan se actualiza año tras año con el performance del ahorcado. Don Juan simboliza al carnaval. Este símbolo se corporaliza en un hombre y muere. ¿Qué es lo que se elimina en el performance? Si seguimos de cerca las acusaciones hechas a Juan Carnaval, lo que observamos es la exaltación del instinto de la sexualidad, el dominio del Ello sobre el Super-yo, el dominio del Inconsciente sobre la Ley. Recuperando los planteamientos freudianos, la Ley o Super-yo está representado en el performance por las instituciones que juzgan el comportamiento de Juan Carnaval. En este caso, la cárcel, el juez y los soldados, simbolizan a los órganos represores de la sexualidad (Freud, 1967).
Entonces, ¿a qué se le da muerte? Al principio de placer. El principio de realidad se impone y desaparece el goce. Aquí, el período de inconsciencia, de alegría, de goce pleno, quedará destruido por la conciencia, aquella que conduce a la sociedad al malestar con la cultura.
BIBLIOGRAFÍA
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