Globalización: Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura


Abril de 2021

EL CAMINO DE LA AUTORREALIZACIÓN
Walter Ritter Ortiz


Sección de Bioclimatología, Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito interior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacan, México, D. F. email: walter@atmosfera.unam.mx .

INTRODUCCIÓN

Estamos definidos por lo que pensamos, sentimos o hacemos y son nuestros pensamientos y nuestras creencias la brújula que nos guía en la vida. Lo que pensamos determina lo que sentimos y lo que estamos dispuestos a hacer. Nuestra manera de ver el mundo puede ser la base de nuestro malestar o de nuestro bienestar y tenemos la posibilidad de cambiar la forma en la que observamos el estado de dicho mundo.

Los pensamientos desarrollan la personalidad. Un pensamiento sublime eleva la mente y expande el corazón. Un pensamiento bajo excita la mente y da lugar a sentimientos mórbidos y oscuros. Los que tengan control sobre sus pensamientos y palabras, aun y cuando sea solamente un tanto limitado, tendrán un rostro hermoso, calmado y sereno, una voz dulce y unos ojos brillantes y lustrosos.

Los pensamientos afectan al cuerpo, según josé F. González, y todo pensamiento, emoción o palabra produce una fuerte vibración en las células del cuerpo, dejando una profunda impresión, donde un pensamiento de amor neutraliza inmediatamente un pensamiento de odio. Un pensamiento de coraje servirá inmediatamente de poderoso antídoto contra un pensamiento de temor.

El poder del pensamiento cambia el destino. El hombre siembra un pensamiento y recoge una acción. Siembra una acción y recoge un hábito. Siembra un hábito y recoge un carácter. Siembra un carácter y obtienes un destino. Con un pensamiento y un proceder recto y fuerte, el hombre puede convertirse en el dueño de su destino.

Tú eres tu mente. Conócete a ti mismo y conocerás a tu mente. Quien conoce su mente se conoce a sí mismo.

Y según Epicteto, las personas se alteran y preocupan no por las cosas, sino por las opiniones que tienen de las cosas y según Albert Ellis, los seres humanos gozan de libre albedrío y pueden escoger mediante el pensamiento y su capacidad de decisión el comportamiento a tomar, actuando con el pensamiento, la imaginación y el comportamiento. La perspectiva de Ellis, se define como enfoque “racionalista” en contraposición del enfoque “constructivista”.

Las teorías racionalistas aceptan que existe una realidad externa, única y estable que no deja ninguna posibilidad de intervención, que permanece independiente y que hace de ella una experiencia objetiva e inamovible y así el organismo es pasivo frente al orden externo de las cosas y no actúa activamente en el proceso de conocimiento de la realidad, sino que se limita a crear una perfecta copia de ese orden ya establecido.

Para Carl Jung, el “Racionalismo” y el “Dogmatismo” son las enfermedades de nuestra época ya que pretenden tener todas las respuestas y según Patrick Drovot, el hombre no es un simple animal racional, ni su cuerpo un conjunto de órganos separados entre sí. En los ancestros de la humanidad, imperaba el “Animismo”, la creencia de que todo en la naturaleza poseía un alma. El alma sabe enriquecerse y alimentarse ante la visión de un paisaje, una puesta de sol, un niño jugando, una flor o un rostro sonriendo.

El conocimiento del mundo según el “constructivismo”, está influenciado por el punto de vista del que observa la realidad y aplica su propia interpretación y atribuye un significado personal a los eventos. El sujeto elabora y organiza de forma incesante su propia realidad. Donde el orden y la regularidad no son datos objetivos, sino el resultado de la continua interacción entre el que observa y el mundo que lo rodea. Y cada persona actúa activamente construyendo y dando sentido y significado a la realidad.

Ellis nos dice que nuestro comportamiento diario depende de la percepción que tenemos de las cosas y que los trastornos emocionales son el resultado de comportamientos y creencias irracionales, y es durante la fase del desarrollo la parte más crítica e importante de nuestra existencia y la base de nuestra vida futura, y de la cual dependerán los comportamientos y las actuaciones que tendremos en el futuro y que arrastraremos durante nuestra existencia.

Hoy en día parece absurdo que un científico ni siquiera contemple el hecho de que está interpretando el universo mediante su mente y piense que es una “Realidad”. El universo demuestra reglas de auto organización e inteligencia inherente en la creación que se puede sentar y pensar depende de ti como eliges acercarte a la naturaleza de lo manifestado. Donde el fallo más grande de la ciencia oficial es limitarse a investigar la materia para entender la conciencia. El cuerpo no tiene voluntad propia, simplemente es un vehículo donde el alma se manifiesta para enseñarnos como crecer en conciencia. El cuerpo sin la conciencia no manifiesta nada salvo la desintegración, nos dice Avi Hay.

Nuestro sistema de creencias constituye la guía interpretativa de los acontecimientos del mundo que en algunos casos pueden generar las llamadas ideas irracionales, que son la base de una interpretación incorrecta de la vida y que provoca dolor y sufrimiento.

La naturaleza es objetiva y no proyectiva, y mediante el criterio de regularidad se consideraría el hecho de que los objetos naturales, configurados por el juego de las fuerzas físicas, no presentan casi nunca estructuras geométricas simples y simetrías exactas. En cambio la estructura de un ser vivo resulta de un proceso totalmente diferente en cuanto no debe casi nada a la acción de las fuerzas externas y lo debe todo, desde su forma general a su menor detalle, a interacciones morfo genéticas internas.

La vida es mucho más grande de lo que creemos, donde causa y efecto están entre lazadas en una vasta estructura que nos impulsa a hacer mejor las cosas y a ser mejores cada día, aún en la más penosa y confusa oscuridad. Y observar la mayor de las enseñanzas que podemos obtener de una persona prudente es la forma en cómo actúa en los pequeños detalles.

Donde según Mihaly Csinszen, Cada quien es el artífice de su propia felicidad, de su calidad de vida mediante el control de su experiencia consciente, de la posibilidad que se brinda de vivir experiencias óptimas, lo que favorece la felicidad, la capacidad de concentración, la autoestima y la salud.

Si somos capaces de observarnos de verdad durante el tiempo que dura una única respiración, lo entenderemos todo. De que entre el Yo y el mundo exterior siempre hay sensaciones corporales y de que nunca reaccionamos a los acontecimientos del mundo exterior, sino que siempre reaccionamos a las sensaciones de nuestro cuerpo. Y lo cierto es que siempre reaccionamos a nuestras sensaciones corporales inmediatas y así siempre que estamos enojados nos centramos en el objeto del enfado y no en la realidad sensorial del enfado y es que el origen profundo de un sufrimiento se halla en las pautas de nuestra propia mente, con lo que el sufrimiento no es una condición objetiva en el mundo exterior, sino una reacción mental generada por nuestra propia mente.

La mente puede ser un siervo fabuloso, pero un dueño terrible y al igual que el pensamiento se acelera a medida que lo hace nuestra vida, el sentimiento se pierde y acabamos por no sentir. Y son las emociones y sentimientos, las que producen en nosotros estados de ánimo o formas de estar en el mundo. Donde pensar se realiza con el cerebro, el sentir con el cuerpo, y donde el pensamiento se acelera a medida que se acelera nuestra vida, donde la corteza o cortex del cerebro tiene una función muy importante para todos nosotros y de hecho este desarrollo propicia que seamos quienes somos. Quitémonos las gafas a través de las cuales estamos viendo el mundo con el fin de ofrecernos la posibilidad de percibirnos a nosotros mismos.

Cuando el cerebro va del pasado al futuro, de las preocupaciones a lo inconcluso, de interferencias sobre los demás a emitirlos sobre nosotros mismos, entonces no se aquieta, el pensamiento se vuelve caótico e ininteligible, dejamos de vivir y sentir el presente y nos hacemos esclavos de la mente. Pero según Piqueras la mente no es tu esencia, tu Ser, sino el Ego. La mente nos facilita aprender y comprender, el conocer nuestro cuerpo y emociones a través de la toma de conciencia y en la búsqueda de sentido se tiende a creer que no hay nada más allá de uno mismo. El crecimiento de la conciencia es el regalo más hermoso de la vida. Pero, ¿Sabes quién eres cuando no eres tú?

Vivimos en una cultura que nos enseña a promovernos, pero que da poco valor a la humildad, la compasión y la honesta auto confrontación y te encuentras todo el tiempo ocupado con la vaga sensación de que tu vida no ha alcanzado significado y sentido alguno y de que vives inconscientemente, sin amar de verdad, y sin ceñirte a los propósitos que dan valor a la vida y de manera irreflexiva juzgas a otros por sus aptitudes y no por su valor. Y constatamos que hemos nacido, con una disposición natural hacia la superficialidad y de que es fácil caer en la mediocridad autocomplaciente.

En cambio las personas prudentes alcanzan la integración interior, ya que son serenas, estables y firmes y ninguna tormenta las desvía de su curso y sin desmoronarse ante la adversidad, su mente es congruente y su corazón confiable y cuando pensamos en ellos, lo que más recordamos no son sus logros sino sus virtudes, qué vemos en quienes han vivido y aprendido de la dicha y el dolor, nos dice David Brooks.

Son personas que no necesitan probar nada al mundo, sino solo humildad, moderación, templanza, respeto y una suave autodisciplina; Que guardan silencio y son mesuradas cuando alguien intenta humillarlas, ya que no piensan en lo absoluto en sí mismas, pero actúan y se limitan a identificar lo que debe hacerse y lo hacen sin hacer mayores insinuaciones de sus distinciones y sus logros. Estas son las personas que buscamos, según Brooks. Y que han avanzado cierto trecho en la resolución del problema esencial de la vida, y que no han llevado una vida tranquila y sin conflictos sino que han luchado hasta llegar a obtener su madurez ante la vida, donde entre los sentimientos más profundos es el de la humildad.

No se gana siendo mejor que los demás en algo. Se gana siendo mejor de lo que eras, siendo confiable en momentos de prueba, firme en momentos de tentación, producto de triunfos interiores y no exteriores y solo puede ser obtenido por alguien que ha confrontado sus debilidades. En cada vida hay momentos de tribulación cimbreantes que te fortalecen o te destruyen y es en el drama y en la vida diaria que el carácter se forja. Y según Avi Hay, el sufrimiento estimula la búsqueda interior en muchos seres humanos, pero todos tenemos el anhelo de entender la vida y alcanzar la plenitud del corazón.

La cuestión más importante para la autorrealización es la identidad, donde vivir desde el alma significa dar un sentido a la vida, perder el miedo a la muerte y dedicarse a lo que realmente hemos venido a realizar a este mundo. Entender el sentido de la vida y dirigirla con conciencia y confianza. Es un paso en la autorrealización de quienes aspiran a vivir desde la plenitud del Ser.

El proceso de poder llevar una conciencia y sanar el subconsciente tiene el propósito de permitirnos vivir plenamente aquí y ahora, y atender nuestro Programa Existencial para así llegar a la trascendencia. La Autoconciencia no solo te ayuda a entender tu propia vida y tu propósito, también a relacionarte de manera más profunda con los demás.

Sin embargo, todo el mundo conoce la violencia de la que somos capaces de producir los seres humanos, y este contraste es un posible acceso a las diferentes maneras en que es posible vivir en este mundo. Hemos pasado de una cultura de humildad a otra que nos anima a vernos como el centro del universo y según Brooks, una persona modesta es dulce y gentil, mientras que las que se auto promueven es frágil y discordante, donde humildad es liberarse del deber de demostrar que eres superior en todo momento, en tanto que el egoísta tiene una ansia insaciable de demostrarlo ya que está urgido de distinción, y que según Kanheman tenemos una aptitud casi ilimitada para ignorar nuestra ignorancia y humildad significa saber que hay muchas cosas que no sabes y que gran parte de lo que crees saber está distorsionado o es incorrecto.

Las personas sabias han vencido los prejuicios y las arrogantes tendencias de nuestra naturaleza y es verte tal y como eres. Saber que no sabes y encontrar un modo de manejar la ignorancia, incertidumbre y limitaciones y así es como la humildad conduce a la sabiduría. Y el consejo es ser fieles a nosotros mismos y todo lo demás estará bien y seguir su verdad expresada coherentemente por nosotros mismos y tener el valor de seguir los turbios mensajes de un mundo tenebroso y que según Elizabeth Gilbert, Dios habita en ti igual que tú, justo igual que tú.

El comienzo de una vida que vale la pena ser vivida es la confrontación con nosotros mismos, donde las personas humildes parten de la admisión de las fallas de su naturaleza y hacen su mejor esfuerzo por magnificar lo mejor de sí y vencer lo peor, por volverse fuertes donde son débiles.

Cuando buscamos el sentido de la vida, queremos un relato que explique de que es la realidad y cuál es el papel en concreto que jugamos en el drama cósmico y que es lo que nos convierte una parte de algo más grande que nuestro Yo y que da sentido a todas mis experiencias y elecciones, nos dice Yuval Noah.

Hay que saber que las emociones negativas no solo forman parte de la vida, sino que en cierto modo contribuyen asimismo a la felicidad. Saber aceptar las emociones negativas nos permite trascenderlas y utilizarlas para crecer y realizarnos. La vida presenta altibajos y nos es imposible evadir el sufrimiento o las emociones negativas ligadas a ellos, sin embargo las emociones positivas no solo nos ayudan a ser más felices, sino que se revelan asimismo como excelentes agentes protectores del organismo, contribuyendo a preservar la salud y nos brindan la posibilidad de vivir más tiempo.

El hecho de conocer tus fortalezas, así como las actividades que te producen un estado de bienestar, te ayudará a identificar tu misión de vida o lo que constituirá para ti la bujía que hará estallar la chispa en tu existencia. Y cuando se cultiva la benevolencia, queda menos espacio para el odio y cuando aprendas a alegrarte de la felicidad de los demás, tiendes a ser menos envidioso y egoísta. El concepto de fatalidad se basa en una visión, deprimente que pretende que nuestro futuro está predeterminado y de que no somos sino meros observadores pasivos de su desarrollo.

Sin embargo sabemos que, la actividad de nuestros genes, se modulan constantemente, y que, las proteínas resultantes, están sujetas a modificaciones en respuesta, a los factores de comportamiento, y medio ambientales. Influencias “Epigenéticas” que proceden del medio ambiente, de la presencia de hormonas, del clima y de la exposición a la luz, y donde todos, estos factores pueden verse modificados por los alimentos que ingerimos, el ejercicio que practicamos, hábitos de sueño y niveles de estrés afectivo y físico que experimentamos,

La pasión representa una viva inclinación hacia la actividad que una persona valora, considera importante y en la que invierte tiempo y energía. Es una fuerte fuerza motivacional, donde la pasión obsesiva constituye el deseo que llega a controlar a la persona y la hace esclava de la actividad que le gusta. En cambio la pasión armoniosa permanece bajo control del individuo. La pasión obsesiva tenderá a limitarnos, volvernos más rígidos y restringir el desarrollo personal, en cambio, la pasión armoniosa puede dar sentido a nuestra vida y permitir que nos realicemos e incluso la de llegar a ser percibida como el objetivo de nuestra vida, según Eric Dupont.

Un relato de miles de años, explica que todos formamos parte de un ciclo eterno que incluye y conecta a todos los seres humanos y donde cada ser cumple una función en dicho ciclo, y así comprender el sentido de la vida significa comprender la función única de cada uno, y llevar una vida satisfactoria significa cumplir dicha función.

Por lo que da igual cuál sea tú camino en concreto, mientras lo sigas. Donde todo está conectado, y cada cual depende de los demás, de manera que si tan solo una hoja de hierba dejará de cumplir su misión, todo el Circulo de la Vida podría deshacerse. Si creo en la versión del relato del Circulo de la Vida, significa que poseo una identidad fija y verdadera, que determina mis deberes vitales, y comprender mi papel en el drama cósmico, y aunque luego tal vez me encuentre con muchas pruebas y tribulaciones, sin embargo me habré liberado de las dudas y la desesperanza, nos dice Noah Harari.

El proceso creativo se ha observado que posee la capacidad o el don de añadir vida a nuestra vida y se revela como un factor protector en materia de salud, porque traza una variedad de circuitos neuronales en el cerebro, estableciendo una relación entre la apertura mental y un mejor estado de salud, así como una mejor respuesta al estrés. Entre otros beneficios tendríamos una reducción del estrés, un incremento de emociones positivas, menor riesgo de depresión y mejora en el sistema inmunológico.

Donde para estimular la creatividad debes, identificar cuáles son las actividades que te gustan o que te hacen vibrar el corazón, por lo que debes rodearte de todo cuanto te estimule e inspire y ser capaz de estar en solitario para entregarte a la introspección y conectarte contigo mismo, para poder ver oportunidades en cualquier dificultad, sabiendo utilizar los fracasos para alcanzar el éxito, buscando la novedad, rodeándote de todo aquello que te conmueva y eleve el alma, estableciendo vínculos, conexiones y poder percibir similitudes y diferencias para poder crear nuevas asociaciones.

El tiempo sigue, su curso inexorable nos dice Éric Duponts, y no tenemos el menor poder sobre él, sin embargo, cuantas más experiencias óptimas vivamos, en mayor medida tendremos la impresión no solo de vivir lo mejor, sino de prolongarlo a fin de disfrutarlo más. ¿Acaso no constituye un buen plan de vida?, pregunta Dupont.

¿Y si nuestra manera de entender la vida afectara mucho más de lo que imaginamos a nuestra biología? ¿Y si nuestros pensamientos y emociones tuvieran un impacto mayor de lo que creemos en nuestro organismo? Sergi Torres nos invita a vivir más allá de lo establecido, a cuestionarnos todo lo que hemos dado por supuesto acerca de la experiencia humana y a convertirnos en apasionados exploradores del presente. Su propuesta es dejar atrás la mentalidad de supervivencia y descubrir en nosotros mismos una nueva manera de vivir.

Ser conscientes de nuestra parte más existencial, descubrir y sentir nuestro ser, conocer la realidad más allá del acontecer ordinario. Utilizar el razonamiento como herramienta de experimentación y trabajo en nuestro proceso evolutivo, consiguiendo así una incesante transformación de nuestro Ser.

El amanecer o el despertar del Ser, representa el despertar de nuestra consciencia, nuestro Yo permite que surja de nuestro interior lo que nos da vida, la razón de ser de toda nuestra existencia. Cuando la persona permite que su alma aflore, todo el ser en conjunto sufre múltiples cambios. El sentido de la vida varía completamente recuperando nuevos valores y sentimientos, donde la persona acrecienta sus sentidos y capta bajo otra visión focal todo cuanto lo rodea.

El hombre despierto capta en todo su entorno la magia y el poder y hace que la persona tenga una visión de todo y de todos muy diferente a todo acontecer de su vida. Las relaciones que mantiene con los otros seres son más auténticas, su sentido crítico adquiere otra perspectiva, entiende que el resto de los seres humanos se encuentran al igual que todos en un camino de desarrollo y evolución y las coas que con anterioridad le podían ofender y molestar las observa ahora con otro sentir y la naturaleza en conjunto, se convierte en un alimento para su espíritu.

LAS CARAS DEL SER

Los Upanishads nos dicen; ¿De qué hemos nacido? ¿Cómo vivimos y en qué nos sostenemos? Nosotros que revoloteamos en el placer y en el dolor, ¿Por quién estamos dirigidos? ¿Son el tiempo, la naturaleza, la necedad, el azar, los elementos que hay que considerar como el origen? ¿O es el alma? Helena Galiana nos dice que el alma permite al hombre captar las cualidades y percepciones esenciales de toda la existencia.

La persona que funciona y se rige desde su parte más trascendente, es un ser analítico cuyas decisiones y opciones de vida no siguen las pautas marcadas por la actual sociedad materialista, consumista y cuyo orden de valores, se encuentra claramente regido por el ego.

El hecho de que todos seamos personas creativas, aunque algunos no nos hemos enterado; nuestro trabajo es expresar lo que el universo quiere que se exprese, nos dice Allan Hunter, pues somos las únicas creaturas que pueden hacerlo y nuestra tarea es servir al universo en esta forma y el hecho es de que cuando nos damos la oportunidad de estar en el flujo creativo, todos nos volvemos más humanos, más compasivos, menos egocéntricos y más amorosos. Al mismo tiempo nos volvemos más humildes porque sentimos el poder de lo que está ocurriendo y nos sentimos parte de ello. Y cuando lo hacemos, el universo tiene una forma de cooperar con nosotros, enviándonos experiencias que enriquecen nuestra vida y que no habríamos podido tener, si nos hubiéramos quedado desempeñando un trabajo constante y seguro.

Carl Jung pensaba que lo que llamamos coincidencia eran momentos en que la energía del universo trabaja para mostrarnos el camino que se abre ante nosotros y entender que somos Cocreadores con el mundo y de que el universo nos da oportunidades y tenemos que aprovecharlas lo mejor que podamos, donde hacer planes siempre será una aventura endeble y el vivir por lo general requiere que nos desprendamos de nuestra versión de la forma en que las cosas deberían de ser, para ajustarnos a la forma en que son en realidad y aceptar las cosas como son y para aprender a estar en armonía con el destino.

Todas las cosas y personas que aparecen en nuestra vida reflejan algo que está sucediendo en nuestro interior, y donde el universo no responde a nuestras palabras, sino a nuestras emociones y a la forma en que decimos las cosas y todo lo que aparece en nuestra vida es un mensaje que tiene una enseñanza. Y que según Joseph Campbell, seguimos lo que nos parece correcto, donde los sucesos conspiran para ayudarnos, ya que las cosas pasan por una razón.

Hunter nos dice que cuando nos tomamos tiempo para ver lo extrañas y aleatorias que nuestras vidas parecen ser, nos damos cuenta de que en general y en mayor o menor grado, hemos estado siguiendo nuestro corazón y que cuando lo hacemos hay una mano que nos guía y resuelve las cosas para nosotros. En cambio las actividades compulsivas de cualquier tipo, son intentos por manejar la incertidumbre, y en términos psicológicos significa que una parte importante del crecimiento psíquico incluye enfrentar nuestros miedos y dominarlos ya que enfrentar aquello que es lo opuesto a lo que somos, nos ayudará a entender la verdadera naturaleza de lo que somos.

Aquello a lo que estamos tan apegados, lo que brinda consuelo al ego, simplemente no es importante cuando se ve desde un ángulo diferente, ya que el infierno no solo es un lugar, es también una actitud mental. Helena Galeana, nos dice que la medicina vibracional considera el cuerpo como un sistema de energía dinámica, en el que la mente y el espíritu son las verdaderas fuentes de la conciencia. Las emociones y el alma pueden influir en la enfermedad a través de las conexiones neuro hormonales existentes entre el cuerpo, la mente y el espíritu o alma.

Este nuevo modelo de medicina constituye una síntesis de lo mejor del saber atávico y de los últimos hallazgos científicos que dan lugar a un nuevo enfoque del diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad. Se basa en principios actuales acerca de la naturaleza energética de átomos y moléculas que componen el cuerpo, junto con antiguas observaciones sobre los sistemas de energía vital inherentes al Ser.

Para llegar a estar pleno y consciente a nivel espiritual según Hunter, incluye el darse cuenta de que las buenas obras no son suficientes y aceptar que tenemos la capacidad de amar de manera incondicional. Y así poder ver que descender a nuestro ser significa ante todo, encontrar las limitaciones del mundo del ego y no ceder ante el miedo cuando vemos que el mundo que se centra en el ego no satisface nuestras necesidades, reconociendo las partes anárquicas e ingobernables de nosotros mismos, aceptando que en esos impulsos existe una energía real. Lo que significa que en lugar de responder con egoísmo, activamos la compasión. La mayoría de las barreras que nos impiden hacer lo que necesitamos hacer, vienen del interior de nuestra propia mente.

Nos cuesta mucho aceptar que somos algo más que personas, algo más que unas “Máquinas Biológicas”, con fecha de lanzamiento y vencimiento. ¿Tiene lógica nacer desde la nada y pasar una vida entera sin aprender algo y desaparecer de nuevo para siempre? El sufrimiento estimula la búsqueda interior en muchos seres humanos, pero todos tenemos ese anhelo de entender la vida y alcanzar la plenitud en el corazón. La conciencia es la “energía inteligente” que constituye el universo, desde los pensamientos y las emociones hasta la materia.

No podemos ver el universo tal y como es, porque es una realidad relativa a nuestro ángulo de percepción, y debe haber algún “orden implícito” que determina la evolución del cosmos. Preguntarte sinceramente, ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? Según Avi Hay, te dirige hacia las claves de la autorrealización. La vida es un viaje muy extraño y pocos se hacen esta pregunta y no se dan cuenta de que allí está la clave de la verdadera felicidad. Y sorprende la facilidad con la que asumimos la carga de vivir una vida sin sentido, que supone una fecha de fabricación y otra de caducidad, y toda una trayectoria de acontecimientos cuyo propósito es comer, dormir y procrear para asegurar la continuidad de la especie.

Y no paramos ni un instante, para contemplar si la naturaleza de la vida es inteligente y sin ninguna posibilidad de trascender; ¿Tiene lógica nacer de la nada, pasar una vida sin aprender algo y desaparecer para siempre? El proceso de despertar, nos dice Hay, nos pone en contacto directo con la fuente inagotable de energía, amor, sabiduría y compasión que está en nuestro interior; Donde en el Despertar, pensamos que somos personas y descubrimos que somos algo más, luego pensamos que somos almas y descubrimos que somos el Ser.

Las fórmulas, los experimentos y la tecnología, simplemente afirman que hay una Inteligencia Inherente en la creación, según la cual se desarrolla el Cosmos. De que nada ni nadie desaparece del registro de la conciencia universal, porque es holográfica y hacernos conscientes de eso llenará nuestra vida de confianza, paz y plenitud. La inteligencia del Ser actúa por todo el universo y enseña humildad, sensibilidad, conciencia y amor mediante la forma humana y lo importante es encontrarse en nuestro aprendizaje actual como humanos y en la evolución integra y consciente del planeta.

Así mismo una postura altruista en las relaciones que mantenemos con los demás mejorará nuestro nivel de bienestar y tendrá incidencias positivas en nuestra salud y longevidad y según Elizabeth Midlarsky, una actividad de voluntariado y altruismo, mejora la integración social y es una distracción o reflexión de los problemas y es una amplificación del sentido de la vida, mejorando el humor relacionado con una vida físicamente activa. El comportamiento de voluntariado motivado por el deseo de mejorar el bienestar del prójimo y no por la anticipación de recompensas va asociado con un mejor sentido moral y una mayor autoestima y un efecto positivo sobre el propio bienestar personal.

Con lo que las personas mayores que ayudan y apoyan a los demás se hacen un favor a sí mismos, ¡Qué hermoso objetivo el de aspirar a participar en el advenimiento de un mundo mejor! Seamos el cambio que ansiamos ver en el mundo, nos dice Gandhi, donde brindar apoyo sería más beneficioso que recibirlo. Y cuando uno mira el aprendizaje a través del tiempo y el espacio se descubre que solo existe la experiencia como tal, y reconocer cara a cara al propio creador en uno mismo, nos dice Cesar Piqueras.

La psicología humanista no tiene solo una orientación a los aspectos negativos, sino que tienden también al desarrollo de potenciales, como el mundo afectivo, el disfrute, el conocimiento, el empoderamiento personal o la búsqueda de sentido de la vida, lo que conlleva necesariamente a una nueva orientación y un cambio en los esquemas mentales y afectivos, y de las mismas creencias que nos gobiernan.

Cesar Piqueras utiliza un modo metafórico y narra, que el ser humano es uno consigo mismo, ligado a su entorno con potenciales que no sólo describe sino que señala como lograrlos. Porque el ser humano tiene el sedimento de su propio crecimiento y evolución personal a través de una continúa danza entre luces y sombras.

Las creencias gobiernan fuerzas muy poderosas pues su función no es coincidir con la realidad, sino crear una referencia para moverse en ella, y dada su complejidad, son más un asunto de fe e integran la personalidad entera y su red de vínculos. Y según A. Huxley, la experiencia no es lo que nos sucede, sino lo que hacemos con lo que nos sucede. Es decir, que muchas veces no es aquello que ocurre, la causa de las insatisfacciones con la vida, sino más bien la importancia que le otorgamos, por lo que somos los artífices de nuestra existencia y diseñadores de nuestra vida. Y cuando cada ser contacta con su verdadera esencia, descubre un potencial ilimitado, lleno de posibilidades, prosperidad y ricas experiencias.

Con la pregunta ¿Quién eres?, se quiere saber cual es tu esencia, y quien es el ser que dentro de ti necesita ser escuchado. Y con la pregunta ¿Dónde estás?, se quiere saber en qué lugar del camino te encuentras y saber que magnitud tiene tu enamoramiento con la vida y se dice que ciertas tribus de Africa la corrección para conductas antisociales no es el castigo, sino el amor y el recuerdo de su verdadera identidad.

El destino baraja, pero somos nosotros quienes jugamos, y quien no comprende una mirada, tampoco entenderá una larga explicación, según el proverbio árabe. E l tiempo que vivimos no sirve de nada si no se toma el espacio necesario para mirar nuestro interior y al estar en contacto con tus sentimientos y tu estado interior, tendrás una mayor conciencia para vivir el presente y saber lo que necesitas en cada momento, según Piqueras.

Al identificar nuestras intenciones todos tenemos la esperanza de vivir una vida con más sentido, más inspiradora y más divertida, según Malika Chopra y el objetivo final de todo propósito y deseo es haber vivido una vida plena y donde el “Propósito” nos ayuda a crear las vidas que queremos vivir. Los propósitos son la expresión de lo que aspiramos a ser como individuos, física, emocional y espiritualmente e incluso como ciudadanos de la Madre Tierra.

El mundo físico es solo el espacio de una inteligencia más profunda y es lo invisible organizado del universo y una parte reside en tu interior con lo que compartes el poder organizador del cosmos, y vivir en armonía y en equilibrio es el mayor bien para ti y el universo. Y al igual que una semilla un Propósito es un pedazo pletórico de posibilidades y de un potencial sorprendente.

La Intención como la fuerza motora de la creación y la de vivir cada momento con integridad y de acuerdo con lo que más te importa es milenaria. Nuestras mentes tienen una poderosa influencia en nuestros cuerpos y en nuestras vidas, entonces, ¿Por qué no utilizar nuestras mentes para mejorar nuestras vidas? ¿O de contribuir al mejoramiento de la humanidad?

Adoptar pequeños cambios personales puede ser el primer paso para generar un cambio mayor en el mundo y en toda la humanidad. La verdad es que la grandeza puede ayudar a enfocarte en un propósito más grande que tú mismo. La verdad es que la grandeza puede estar escondida en las actividades diarias del trabajo y que quiere manifestarse a través de ti.

Hay personas que son felices haciendo cosas pequeñas y su objetivo es prestar toda su atención al momento presente y a cada acción e interacción con otros seres humanos y estar completamente conscientes incluso de las interacciones más pequeñas y de esa manera cambian también el mundo para bien, donde es muy poderoso solo observar y apreciar lo que te rodea, sin sentir la presión de hacer nada más.
Observar y apreciar como la Intención ocurre en el universo y preguntarnos, ¿Qué es lo que el universo quiere de mí?

La física cuántica, trae una nueva visión del mundo que puede dar valor y devolver el significado de nuestra existencia, así como ofrecer respuestas a las preguntas de quiénes somos y que significa ser humanos. Y de que aunque existe una distinción entre estar consciente o inconsciente, podemos decir que ambos son estados de conciencia, y que según la mecánica cuántica, la consciencia es el fundamento de todo ser y cualquier definición que demos de ella, será siempre insuficiente ya que la consciencia es todo lo que existe, según Amit Goswami.

Para una vida dichosa e integral, debemos asegurarnos de alcanzar lo más a menudo posible el estado de la experiencia óptima, que nos permite sentirnos plenamente comprometidos con lo que hacemos e identificamos nuestras pasiones armoniosas, dediquemos tiempo y desarrollemos la creatividad en la vida cotidiana y así experimentaremos los efectos beneficiosos tanto en el plano emocional como en el físico.

Sin olvidar que el mayor recurso de los seres humanos son los demás y el primer factor de la felicidad reside en las relaciones positivas que mantenemos con los demás, que no solo nos harán más felices, sino que mantendremos un mejor estado de salud, se viven más años y con mejor salud. Ya que incluso se ha descubierto que una simple caricia aumenta la producción de oxitocina, la hormona del amor que propicia el bienestar.

Según David Shenk; Los genes no determinan por sí solos nuestros rasgos físicos y de la personalidad. En lugar de ello, interactúan con el entorno en un proceso dinámico y permanente que modela y pule de forma continua al individuo. Donde la inteligencia es un proceso, no una cosa, es una colección de habilidades en un proceso de desarrollo dirigido por la interacción entre los genes y el entorno. Donde pocos llegan a desarrollar plenamente su auténtico potencial intelectual.

Los talentos no son dones innatos, sino el resultado de la acumulación lenta e invisible de habilidades desarrolladas desde el momento de la concepción, ya que nadie está genéticamente destinado a la grandeza y pocos están limitados por la biología para alcanzarla. El fomento de la grandeza no debe dejarse solo en manos de los genes y los progenitores, sino que toda cultura debe esforzarse por impulsar valores que saquen lo mejor de sus gentes. Donde el estilo de vida si puede alterar la herencia la herencia genética.

No hay escases de talento, sino una abundancia de talento latente. Y el problema es de nuestra incapacidad para aprovechar hasta el momento lo que ya tenemos, y la vasta mayoría no hemos accedido a lo que es nuestro potencial. Investigaciones recientes señalan que es necio el pensar que la mediocridad es algo inherente a la mayoría de nosotros o llegar a conocer nuestros límites. Nuestras habilidades son maleables y moldeables por lo que la grandeza es algo que cualquier persona puede aspirar.

El “Victimismo” es una mentalidad que nos hace sentir pequeños frente a las circunstancias y no aplicar nuestro poder para cambiar nuestra realidad. Sin embargo personajes como Mandela, Luther King y Gandhi demostraron que no hacen falta recursos económicos, clase social o poder físico para generar un cambio significativo a nivel colectivo, por lo que es el espíritu del ser humano, lo que transforma todo, cuando estas entregado a su misión.

El victimismo es un callejón sin salida, nos hace entrar en la zona de confort y culpar a los demás de nuestro propio malestar. El mundo no es un lugar hostil, sino la escuela donde podemos elegir la mejor opción para crecer y realizar nuestros anhelos más profundos. Havi Hay nos dice, mira el cielo dentro de ti, que está siempre limpio, profundo y transparente, es el Ser que tú ya eres.

La verdadera cárcel es estar en la mente sin acceso al corazón, ya que la mente por naturaleza es dual y crea el bien y el mal, lo correcto e incorrecto y siempre postula conflictos interiores y exteriores. Nuestra especie necesita equiparar su evolución mental con una madurez proporcional del corazón, que implica seriedad, dedicación y constancia.

Concentrarse en tener la información y dejar de lado la emoción es ignorar la propia vida y faltar a la última realidad del Ser, que solo se puede sentir. En cada situación difícil, pregúntate; ¿Por qué la invito a mi realidad? ¿Qué es lo que aprendo a través de ella? Y, ¿Cómo puedo tomar esa lección directamente en mi conciencia? Eso te llevará a tu programa Existencial.

No hay factores genéticos que puedan estudiarse con independencia del entorno y no existen factores ambientales que funcionen independientemente del genoma, todo emerge solo de la interacción entre el gen y el entorno. Los genes interactúan con su entorno y pueden decir cosas diferentes según con quien estén hablando, nos dice Shenk. En lugar de ser elementos terminados, los genes son más parecidos a interruptores y botones de volumen en el interior de cada célula de nuestro cuerpo. Donde cualquier estímulo del entorno puede encender o apagar esos botones e interruptores lo que crea un recorrido de desarrollo único para cada individuo.

Y en última instancia cada uno de nosotros somos un “Sistema Dinámico” una criatura en desarrollo. Los genes se expresan en estricto acuerdo con su entorno y todo lo que somos es el resultado de este proceso. Somos todos y cada uno de nosotros. La suma de nuestras proteínas según Shenk, donde los genes contienen las instrucciones para su producción y dirigen el proceso de su elaboración, y que según Bateson, el desarrollo es química, pero el producto final no puede simplemente reducirse a sus ingredientes, y en algunos casos, el mismo gen puede producir proteínas diferentes dependiendo de cómo y cuándo se active.

La medicina convencional trata solo al vehículo, a la mecánica del cuerpo, no al alma, y por eso no resuelve la ignorancia sobre nuestra verdadera identidad. Sabiendo que el cuerpo es un mapa holográfico de cualidades abstractas en la conciencia individual, podemos investigar las vivencias originales que originaron el malestar y sanaremos desde dentro. Como regla general, es mejor no tapar el malestar con medicinas, en la medida que sea posible, sino respirar por él, porque te quiere contar y hacer que tomes conciencia y que crezcas hacia la plenitud del Ser.

Un ejemplo clásico de la interacción entre los genes y el entorno, nos la da que; 1.- La temperatura de los huevos de las tortugas y los cocodrilos determina el sexo de las crías; 2.- Los saltamontes de piel amarilla jóvenes, se convierten permanentemente en saltamontes de piel negra para camuflarse, se les expone a un entorno ennegrecido. 3.- Las langostas que viven en entornos sobrepoblados desarrollan una musculatura mucho mayor que las que viven en condiciones de hacinamiento menor; donde el entorno A produce un tipo creatura, mientras que el entorno B produce otros.

Los genes, las proteínas y las señales del entorno como el comportamiento y las emociones humanas interactúan de forma constante entre sí y este proceso de interacción influye en la producción de las proteínas que determinan las funciones de las células, las cuales conforman los rasgos característicos de las especies. De esto podemos comprender que si se modifican los genes o el entorno, el comportamiento resultante puede ser radicalmente diferente.

La cuestión, por tanto, no es repartir las causas entre naturaleza y cultura, sino que hay que examinar la forma en que los genes y los entornos interactúan de manera dialéctica para dar lugar a la morfología y el comportamiento de un organismo, según Shenko. Por tanto para diferenciar lo innato de lo adquirido lo que necesitamos hacer es intentar entender de manera precisa, como lo innato y lo adquirido interactúan, lo que determina la función de cada célula y las características del organismo es que genes se activan, cuándo, en que frecuencia y en qué orden.

Debemos saber, que desde el primer momento de la concepción nuestro temperamento, inteligencia y talento, están sometidos al proceso de desarrollo, pero por sí solos. Los genes no nos hacen listos o tontos, no nos dan aptitudes ni determinan si seremos atléticos o torpes, nos dice Sheik. Las características provienen de una interacción compleja dentro de un Sistema Dinámico y todos los días, en todo sentido, estamos contribuyendo a determinar qué genes se activan y así nuestra vida, interactúa con nuestros genes, lo que desempeña un papel clave en todo; en nuestro estado de ánimo, carácter, salud, estilo de vida, vida social y laboral; en la forma en que pensamos, lo que comemos, y como dormimos.

La oposición entre lo innato y lo adquirido o entre naturaleza y cultura, carece hoy de sentido ya que no hay en realidad efectos separados porque los genes y el entorno son inseparables, y sobre todo de que “necesitamos reemplazar la oposición” entre naturaleza y crianza por la idea de “Desarrollo Dinámico”. Shenk, nos dice que el desarrollo dinámico es el nuevo paradigma para explicar el talento, el estilo de vida y el bienestar, el cual nos dice cómo los genes influyen en todo, pero al mismo tiempo determinan en realidad en muy poco, y nos obliga a repensarlo todo acerca de nosotros, de dónde venimos y a donde podemos llegar y nos promete que aunque nunca tendremos un verdadero control sobre nuestras vidas, si tenemos un enorme poder para incidir en ella.

El “Desarrollo Dinámico” explica porqué la biología humana es un crisol de muchas potencialidades y no una serie especifica de instrucciones predeterminadas para cierto tipo específico de vida, sino una capacidad predeterminada para diversas vidas posibles, donde nadie está condenado genéticamente a la mediocridad.

El Desarrollo Dinámico fue una de las grandes ideas del siglo XX y lo sigue siendo e influye en nuestra forma de vivir, de crear nuestros hijos e incluso en la de votar, según Shenk. La inteligencia es un proceso y no una cosa, ya que no es una aptitud innata, sino una colección de habilidades en un proceso de desarrollo dirigido y son pocos los que logran desarrollar plenamente su potencial intelectual.

La corteza cerebral tiene una enorme capacidad para remodelarse después de un cambio ambiental, donde su “plasticidad” es su capacidad intrínseca para convertirse con el tiempo en lo que pidamos Ser. Los reveses deben verse como oportunidades de aprendizaje más que como señales de limitaciones permanentes e inmodificables y cuanto más una persona cree que puede desarrollar sus capacidades, mayor será el éxito del que puede desarrollar sus capacidades, mayor será el éxito que disfrutará llegado el momento.

En el nuevo paradigma abrazar las influencias ambientales es también abrazar la importancia de los genes, y la inteligencia representa un conjunto de competencias en desarrollar y es un proceso dinámico difuso y continuo, y cualquier cifra que obtengamos solo hoy será válida. Pero nadie está genéticamente destinado a la grandeza y pocos están limitados por la biología para alcanzarla. A lo que Nietzche agrega que todos los grandes artistas y pensadores, son grandes trabajadores, infatigables no solo a la hora de inventar sino a la de rechazar, cribar, transformar, ordenar.

Ser sensacional en algo requiere la combinación correcta de recursos, mentalidad, estrategias, persistencia y tiempo, herramientas que están a disposición de cualquier ser humano, saludable y funcional. El verdadero don es la interacción dinámica de genes y ambiente.

Según Paul Allen, Todo lo que somos, todo lo que hemos logrado como especie, toda nuestra historia y nuestras proezas, todos los inventos y las obras de arte, todas nuestras emociones y sentimientos se gestaron como discretos impulsos eléctricos dentro de ese órgano que habita dentro de nuestra cabeza. El cerebro, con sus miles de millones de neuronas, es nuestro órgano más complejo y enigmático. Es el centro de mando de toda nuestras funciones corporales, y entre más nos adentramos en sus mecanismos operativos, más nos intriga su complejidad, resultado de millones de años de evolución. Esta maquinaria orgánica perfecta y delicada que nos ayuda a entendernos y a comprender el universo que nos rodea, que al parecer jamás dejará de sorprendernos.

LA VIDA INTEGRAL

Teilhard de Chardin contrariamente a Bergson admite que la fuerza evolutiva, opera en el universo entero, de las partículas elementales a las galaxias, de que no hay materia inerte y por lo tanto no existe ninguna distinción de esencia entre materia y vida, lo que lleva a Teilhard a una nueva definición de energía, distribuida según dos vectores, y una sería la energía ordinaria y otra sería la fuerza de ascendencia evolutiva, donde la biósfera y el hombre serían los productos de esta ascendencia evolutiva.

La idea de encontrar la antigua alianza “Animista” con la naturaleza, o definida una nueva, gracias a una teoría universal según la cual la evolución de la biósfera hasta el hombre, estaría en la continuidad de la evolución cósmica, es en realidad del progresismo científico del siglo XIX y se le encuentra en el centro del positivismo de Spencer y del materialismo dialectico.

La fuerza desconocida que opera en todo el universo para crear variedad, coherencia, especialización y orden, juega el mismo papel que la energía ascendente de Teilhard, donde la historia humana prolonga la evolución biológica, que forma parte de la evolución cósmica. Gracias a este principio único, nos dice Jacques Monod, el hombre encuentra al fin en el universo su lugar inminente y necesario, con la certidumbre del progreso al cual está siempre entregado.

Para Hegel, las leyes más generales que gobiernan el universo en su evolución son de orden Dialectico, y ya que el pensamiento procede dialécticamente, está claro que las leyes de la dialéctica gobiernan la entera naturaleza. Para hacer esto, según Monod, es efectuar la proyección “Animista” con todas sus consecuencias, comenzando por el abandono del postulado de “Objetividad”.

Donde según Engels, en su Dialéctica de la Naturaleza; 1.- El modo de existencia de la materia es el movimiento; 2.- El universo está en un estado de perpetua evolución; 3.- Todo conocimiento verdadero del universo contribuye a la inteligencia de esta evolución; 4.- La conciencia corresponde a esta interacción, donde el pensamiento consciente refleja por consecuencia el movimiento del mismo universo. 5.- El pensamiento es parte y reflejo del movimiento universal, y ya que su movimiento es dialectico, es preciso que la ley de evolución del universo sea dialéctica. Lo que explica y justifica el empleo de términos como contradicción, afirmación, negación a propósito de los fenómenos naturales; 6.- La evolución del universo es ascendente y constructiva, donde su más alta expresión es la Conciencia.

La actividad científica de una sociedad depende de la evolución de sus necesidades, donde Marx y Engels descubren en la Dialectica las leyes generales del cambio, no sólo en la sociedad y en el pensamiento humano, sino en el mundo exterior, proyectado por el pensamiento humano, lo que viene a decir que la dialéctica puede ser aplicada a problemas de “ciencia pura”, como a las relaciones sociales de la ciencia.

Es indispensable para el materialismo dialéctico que la cosa o el fenómeno en sí, llegue hasta el nivel de la conciencia sin alteración ni empobrecimiento, sin que ninguna selección haya operado entre sus propiedades. Es preciso que el mundo exterior esté literalmente presente en la conciencia y en la integridad total de sus estructuras y de su movimiento.

El materialismo dialéctico es una adición destinada a hacer del materialismo histórico una ciencia fundamentada sobre las leyes de la naturaleza. Donde las diversas ideologías hacen de un principio teleonómico inicial el motor de la evolución, sea de la biósfera sola, sea del universo entero, a la vista de la ciencia moderna todas son erróneas y esto no solo por razones de método y el abandono del postulado de objetividad.

En adelante el último designio de la ciencia será formular una teoría unificada que, fundada sobre un corto número de principios, darán cuenta de la entera realidad, comprendida la biosfera y el hombre. Teoría unificada que los dialécticos materialistas creían haber ya formulado, porque atenta a la certidumbre de que el hombre y el pensamiento humano son los productos necesarios de una ascensión cósmica.

Una teoría universal debería evidentemente contener, a la vez, a la relatividad, a la teoría cuántica, a una teoría de las partículas elementales. Y siempre que ciertas condiciones iniciales pudieran ser formuladas, contendría igualmente una cosmología que prevería la evolución general del Universo. Sabemos sin embargo que estas previsiones no podrían ser más que estadísticas. Pero no podría en ningún caso deducir de sus principios la existencia necesaria de tales objetos, de tal fenómeno particular.

De una manera general, la teoría prevería la existencia, las propiedades, las relaciones de ciertas clases de objetos o de acontecimientos, pero no podría evidentemente prever la existencia, ni los caracteres distintivos de ningún objeto, de ningún acontecimiento particular, según Desmond Monod y es Democrito quien agrega que Todo lo que existe en el Universo es fruto del azar y la necesidad.

La biósfera no contiene una clase previsible de objetos o de fenómenos sino que constituye un acontecimiento particular compatible seguramente con los primeros principios pero no deducible de estos principios y por lo tanto esencialmente imprevisible. Los humanos no percibimos del entorno solo lo que nos sirve para satisfacer nuestras necesidades básicas, sino que queremos concebirlo como un todo y por eso nos hacemos representaciones capaces de abarcarlo todo. Y en ocasiones hasta proclamamos haber descubierto la verdad última y sin duda somos las únicas criaturas que necesitan explicarse el mundo, para afrontar la vida o de tener un porqué para vivir y nos ayude a soportar la vida.

Los seres humanos se han formado sus propias ideas en cada cultura y cada época sobre el mundo, donde la capacidad de formarse representaciones del mundo y la necesidad de compartirla con los demás contribuyeron de forma decisiva a que el ser humano desarrollase un comportamiento comunicativo e ideara estrategias sumamente eficaces de supervivencia.

Pero nos preguntamos; ¿Porqué nuestras representaciones son tan imprecisas? ¿Porqué unas son conscientes mientras que otras permanecen latentes en el subconsciente? ¿Qué es la conciencia?

Descartes introduce el concepto de Conciencia al decir; “Pienso luego existo” “Como soy siempre yo el que duda, no puedo dudar, ni aun cuando sueño. O hago fantasías de este Yo”. Pero todavía nos resulta más difícil definir el “Inconsciente” y seguimos sobrevalorando las representaciones conscientes y subestimando las que desde el inconsciente determinan también nuestras vidas. Donde la conciencia es estar vivo o estar animado, pero se parte de una noción dualista que distingue por un lado el espíritu y por otro el cuerpo.

Desde un enfoque neurológico, la conciencia puede hallarse en distintos estadios de vigilia y sueño. Para Freud el inconsciente se subestima demasiado y de que era el reino de los impulsos, los sueños y sobre todo lo reprimido y que sin embargo alberga mucho más que eso y en gran medida determina nuestra forma de pensar de sentir y de obrar. Y en gran medida la subestimamos porque escapa en gran medida a nuestra representación consciente. Y en la vida cotidiana estamos seguros de que nuestro comportamiento se basa en pensamientos y acciones conscientes y meditadas, algo que en efecto puede suceder, pero a menudo no es el caso, dice R. H. Largo. Agregando que el inconsciente no es un cuarto oscuro y caótico, sino todo lo contrario de que está muy estructurado, conectado de forma multimodal y ajustado a las necesidades básicas y a los intereses del individuo. Se esfuerza sin cesar en mantener la funcionalidad en los más diversos ámbitos, como el ritmo del sueño y la vigilia, la motricidad o el comportamiento social.

En todas las culturas y todas las épocas, los humanos se han representado el mundo de la manera más compatible con sus percepciones y experiencias y cuando aparecían nuevas concepciones, adaptaban a ellas su visión del mundo. Este mismo proceso se dio en la ciencia.

La visión del mundo en el ser humano es la expresión de una cultura y una época particular y lo mismo acontece con nuestra propia vida, donde una y otra vez adaptamos nuestras ideas a las circunstancias cambiantes y las más corrientes son siempre provisionales, según R. H. Largo. Sin embargo esto no nos impide dar por definitivos nuestros conocimientos de cada momento, pues no podemos representarnos los futuros.

Pero lo que determina las posturas y actitudes no solo en los individuos, sino también en las colectividades, es la experiencia ya que la falta de experiencia puede generar ideas fantasiosas y provocar temores difusos y crear una mayor tendencia a la exclusión, cuando en el trato real es más frecuente la buena disposición y la solidaridad.

Conjurar peligros y aliviar penas que con la adquisición del sentido del tiempo y la conciencia de la propia existencia, los humanos comenzaron a preguntarse por las causas de la suerte y del infortunio, preguntándose, ¿Por qué suceden desastres naturales, y por qué los hombres y animales tienen que morir de hambre? ¿Por qué se producen epidemias que llevan a la muerte incluso a niños inocentes que han de soportar terribles sufrimientos? ¿Quién es el responsable de todos estos males?

La verdad es que ni somos el cuerpo ni estamos separados de él. De modo que, ¿Qué más podemos ser aparte de Conciencia Pura? Y que según Anam Thubten, no hay nada que descubrir como verdad suprema más allá de la pura conciencia, ya que eso es todo lo que existe y cualquier otra noción de la verdad no es más que una elaboración de ideas y conceptos. La pura conciencia no es el efecto de ninguna causa, ya que si lo fuera, no sería más que otro elemento normal con un principio y un fin, pero que está presente en cada uno de nosotros y no está limitado por el tiempo ni el espacio y está libre de todo y está presente en todo en este momento. Es el terreno de nuestro ser, lo que somos en su máximo sentido, nos dice Thubten.

No podemos describir la conciencia pura en lenguaje ordinario porque está más allá de la terminología limitadora y reside eternamente en cada uno de nosotros desde el momento en que nacemos y por eso no es el efecto de ninguna causa. Para Thubten existe una dimensión de la realidad en la que no somos nada y en la que no tenemos nada, por lo cual no hay nada que perder, lo que suena como un fracaso total ya que nuestro ego siempre está intentando ser alguien y hacer esto y aquello. Sin embargo, resulta ser la misma verdad, lo que es intrínsecamente así, y en el momento en que vemos esta verdad benéfica y extraordinaria y nos rendimos a ella, se destruyen literalmente todas las cadenas que nos atan, como la del odio, del miedo, de creencias y de las falsas ilusiones. Lo que no hacen más que atormentarnos y provocarnos incesantes luchas.

El miedo a la muerte es la madre de todas las religiones y con la adquisición del sentido del tiempo y la conciencia de la propia existencia, los humanos comenzaron a preguntarse por las causas de la suerte y del infortunio. Con el sentido del tiempo y la conciencia de la propia existencia y sobre todo, de lo que sucede en la Tierra, nuestros antepasados se preguntaron sobre cuál fue el origen de todo o quién fue el que lo creó. Una de las grandes fuerzas más poderosas de las religiones es su capacidad para proporcionar a los creyentes un refugio donde puedan hallar acogida, protección y afecto.

El inconsciente no solo prepara decisiones, también piensa y lo hace sin descanso, en silencio y a menudo tiene en cuenta innumerables factores de los que no nos hemos percatado, y es por esto que R. H. Largo nos pregunta; ¿Nos determina algo ajeno a nosotros?, ya que con frecuencia ha habido importantes descubrimientos que no fueron resultado de conclusiones racionales conscientes, sino frutos de la intuición o vislumbres del inconsciente.

El inconsciente es el fondo de nuestra creatividad en un amplio sentido, nuestro potencial creativo y se dice que las raíces del inconsciente llegan hasta los inicios de la evolución; el momento en que las creaturas pluricelulares empezaron a disponer de un sistema nervioso primitivo y se supone que la conciencia apareció cuando el cerebro alcanzó su tamaño definitivo, con las interconexiones entre las diversas zonas crearon las condiciones para la aparición de un pensamiento y una acción consciente, posiblemente hace 200,000 años.

Según R. H. Largo, la conciencia es como una pantalla sobre la que se proyectan los contenidos del inconsciente, donde lo que aparece en la pantalla no es arbitrario, sino que viene determinado por nuestras necesidades e intereses momentáneos. El subconsciente piensa y libera emociones como la ilusión y el estrés y cuanto de forma más consciente pensamos y actuamos, tanto más experimentamos una suerte de autonomía del Yo. Estamos convencidos de tener una gran libertad de elección y decisión y una voluntad propia de ser dueños de nosotros mismos. Para nuestro Yo no solo aspira a la autonomía, también y aún más a la Autorrealización de la propia individualidad de acuerdo con lo que en nuestro inconsciente hay necesidades básicas y competencias.

¿Es el sistema educativo eficiente de verdad?, nos pregunta R. H. Largo y nos dice que un sistema educativo adecuado, estaría diseñado para que pudieran desarrollarse por si mismos todas las “competencias”, pero en lugar de ello, sufren unos estímulos por lo general ilusorios. ¿Deben adquirirse solo las habilidades que la sociedad y la economía necesitan?

En la actualidad los niños deben, no tanto desarrollar sus competencias como alcanzar determinados objetivos, y se les impone un detallado plan de estudios con todo lo que tienen que aprender y que la economía aviva estos estímulos ilusorios. Sin embargo en la actualidad los jóvenes tienen sus propios sistemas de valores muy poderosos que ya no provienen del siglo XIX.

A ellos les preocupa la justicia en un mundo donde prevalecen la pobreza, el hambre y la miseria, preguntándose, ¿Porqué hay tanta injusticia y cómo hacer que el mundo sea mejor? Y por encima de todo, quieren saber qué es lo que de verdad constituye el sentido de la vida.

El sistema educativo debe ser renovado desde sus bases ya que no puede guiarse solo por las necesidades de la economía, sino basarse y fundarse en las leyes del desarrollo, las necesidades básicas y las competencias de los niños, por lo que al concluir su formación, cada joven tiene que poder decir; He sido capaz de desarrollar todas mis competencias y casi siempre he podido lograr mis objetivos. Poseo una buena autoestima y tengo autonomía y estoy contento con la perspectiva que me abre mi futura vida en la sociedad y el mundo laboral.

Donde los adultos desean utilizar sus competencias y lograr sus objetivos que los satisfagan y den sentido a su vida, algo que por diversas razones, resulta cada vez más difícil en la sociedad y el sistema económico actuales. Donde la posibilidad de un escenario de pesadilla, según R. H. Largo, se daría solo si no nos ocupamos con seriedad de la situación actual y no aceptamos el reto de transformar la sociedad y la economía para que las personas puedan satisfacer lo necesario de sus necesidades básicas y desarrollar y usar sus competencias.

Los pensamientos humanos son un problema complejo y es difícil analizar de manera científica el intrincado esplendor multidimensional de ese problema, y de sus monólogos interiores, pero el fluir de la conciencia no es un conjunto de datos ideal para someter a prueba una hipótesis y al revés, si nos centramos en parámetros fáciles de cuantificar como las reacciones personales a las palabras podemos compilar estadísticas, pero trituramos la compleja textura de la cognición para transformarla en un número único.

Donde los científicos tienen intuiciones penosamente desacertadas sobre la cantidad de sujetos que se necesitan en un estudio para poder eliminar irregularidades aleatorias y hacer generalizaciones válidas sobre una población determinada. La búsqueda de información por personas es, a su vez, información, donde el cuándo y el dónde se buscan hechos, citas, lugares, nombres, cosas o ayuda que en efecto pueden decirnos mucho más sobre los deseos, pensamientos y temores reales de lo que antes se creía.

Y eso es especialmente cierto porque la gente a veces no solo pide datos sino que también se confiesa al buscador de los datos,
donde la acción cotidiana de escribir una palabra o frase deja un pequeño rastro de verdad que, multiplicado por millones, acaba revelando realidades profundas. Los sondeos no son fiables a la hora de decirnos la verdad, según Stephens-Davidowitz.

Ponemos un énfasis excesivo en lo medible, y las búsquedas en Google nos proporcionan un retrato mucho más vivido y más exacto donde las mentiras están muy extendidas, y Google posee gran cantidad de información que los sondeos omiten y que nos pueden ayudar a entender entre muchísimas otras cosas y con frecuencia, el tamaño de un conjunto de datos está sobrevalorado. Y cuanto mayor es un efecto, menor es el número de observaciones necesarias para poder notarlo. Pero no siempre se necesitan tropecientos datos para encontrar información de importancia, lo que se necesita son los datos adecuados y más importante aún, para extraer inteligencia de los datos, hay que hacer las preguntas correctas. No puedes descargar un montón de datos y pedirles que te revelen los secretos de la naturaleza humana. Necesitamos hacernos una pregunta más elemental; ¿Por qué necesitamos datos?

Nuestra concepción misma de la inteligencia y del funcionamiento psicosensorial del ser humano está siendo reelaborada radicalmente. Para todo ser humano, existir implica tomar conciencia de su vínculo con el mundo. La distinción entre el estado de sueño y la vigilia es frágil, porosa y basta distraerse un momento para hacerla tambalear. En la realidad técnica, lo que cuenta como real, es solo aquello que se pueda racionalizar. Pero si esperamos mucho del mundo, el mundo nos frustrará, porqué el mundo puede da muy poco de sí mismo, porque tiene poco que dar.

Conocerse a sí mismo, significa ahondar para encontrar la verdad y la verdad puede no gustarnos, aunque ese conocimiento nos librará de nuestras propias cargas, ya que si uno se conoce a sí mismo, sabe que no debe tratar de obligarse sino de localizar conscientemente lo que le está pasando. Si uno desea conocerse a sí mismo debe traer a su propia conciencia como le fue en su niñez y en el proceso posterior de su vida y como el conjunto de todas esas vivencias forma lo que es ahora.

No somos lo que somos porqué sí, sino que en nosotros están presentes las fuerzas vivas de la experiencia y reconocer esas experiencias y observarlas mediante la comprensión de cómo inducen, pierden energía y nos permiten crecer como personas y principalmente nos permiten conocernos más y mejor a nosotros mismos.

Nos movemos por las expectativas, es decir, siempre estamos esperando que las cosas se produzcan de una determinada manera y si una expectativa no se cumple como lo imaginamos, sufrimos frustraciones y a través de este se produce el conflicto, donde el odio, ira y el rencor pueden moverse hacia la agresividad y la violencia externa, pero a su vez enferman a la persona y cualquier de esos sentimientos producen deterioro espiritual´

Para José Fco. González, quien logra liberarse o controlar sus expectativas a base de conocerse a sí mismo, es alguien que se habrá superado a sí mismo, y por lo tanto liberado del sufrimiento y de la frustración excesiva. Donde la mente integra todas las vivencias externas e internas para poder poco a poco ir teniendo una idea de quién es uno mismo, donde surge y nace el Yo como una forma de identificarnos con nosotros mismos.

Andrew J. Smart señala que el discurso del individualismo, el fundamentalismo de mercado y el consumismo domina nuestra sociedad en una medida tal que no podemos concebir que la sociedad pueda estar organizada de ningún otro modo. Percibimos que la sociedad que tenemos hoy es la única sociedad posible, con lo que hemos perdido la imaginación y hemos abandonado por voluntad propia la idea de la Utopía, donde el pensamiento utópico se desestima y se denigra.

Las teorías utópicas, sostenían que los miembros de la clase trabajadora revolucionaria que empezaba a despertar abrirían las puertas a una era de utopía y organizarían la sociedad en la que el trabajo sería beneficioso, una fuente de alegría y de sustento para todos por igual. El problema radica en que; “La crisis económica, es una crisis de las expectativas administrativas”, donde se está condicionando a aceptar su propia explotación como si fuera algo de lo más normal.

El poder del deseo humano de reafirmar nuestro valor, se acerca mucho a otros deseos fisiológicos, nos dice Fumio Sasaki e influye en todas las facetas de nuestro comportamiento ya que la gente que no cree en sí misma no soporta seguir viviendo en este mundo ya que para vivir en este mundo se necesita una pequeña cantidad de amor propio. Y si estamos completamente solos y no vemos a nadie ni nos conectamos con los demás no tendremos manera de afirmar nuestro valor ya que somos incapaces de soportar la soledad absoluta, y a menos que podamos vernos reflejados en la perspectiva de otra persona, nos resulta imposible reconocer nuestro propio valor. La autoestima es la base de casi todos nuestros actos. Y así nos agrada que a alguien le guste algo que hacemos y nos alegramos cuando alguien sigue nuestra obra y somos muy felices cuando alguien corresponde nuestro amor. En otras ocasiones criticamos a los demás para reafirmarnos a nosotros mismos, para demostrarnos que nuestra existencia tiene un valor, ya que como animales sociales nos resulta imposible vivir con la idea de que no valemos nada. Por lo que pensar que tienes valor no tiene nada de malo, sino que es necesario.

Compararse con los demás es inevitable, el problema es que esas comparaciones no tienen fin y si empiezas a compararte con los demás, siempre vas a encontrar a alguien mejor que tú y a pesar de que llegues a la cima, siempre habrá maneras de compararte con otras personas y sin embargo te sentirás mucho más pleno coleccionando experiencias que comprando objetos, porque las experiencias resisten las comparaciones con otras distintas y ya que tus experiencias no tienen porqué ser nada raro ni costoso para ser especiales para ti.

Haz espacio en tu vida y explora por qué medimos nuestros éxitos a través de lo que poseemos y cómo el nuevo movimiento minimalista no solo transformará tu espacio, sino que aportará verdadera felicidad a tu vida, nos dice Sasaki. Los beneficios de una vida minimalista pueden ser disfrutados por cualquier persona y, a través de este, descubrirás el potencial de felicidad verdadera que existe detrás de este nuevo estilo de vida que cada día tiene más adeptos. Donde hay dos formas de ver la vida, una como si nada fuera un milagro y la otra como si todo lo fuera.

Hoy en día el éxito se impone, no importa a qué precio, pero el éxito en realidad es un fracaso, el hombre se ha olvidado del primer objetivo, la de “Sentirse amado y amar a los demás” y por esto es que el hombre hoy en día el hombre está más triste que nunca. Ya que el mundo del hombre se ha transformado en un pequeño infierno de luchas y persecuciones terribles de unos contra otros, donde el hombre se ha perdido el respeto a sí mismo ya que solo se mueve por la fuerza devastadora del ego y de la razón.

Todos vivimos situaciones que nos generan ansiedad, presión, estrés, por eso necesitamos identificar que situaciones nos generan malestar y tratar de reducirlas a una mínima expresión. Pero si hay algo que necesitamos aprender a resolver. Para estar en paz, está la muerte, la vida es movimiento, emoción y constante comunicación, y nos dice Bernardo Stamateos, que solo se vive una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente. Y si haces lo que siempre has hecho, obtendrás lo que siempre has conseguido. Aferrarse a la ira, y guardar rencor es como beber veneno y esperar que la otra persona se muera.

En vez de usar el razonamiento y tomar la mejor decisión para enfrentar objetivamente la situación que se te está presentando usas emociones y entonces te dejas llevar por lo que tú creas que debió haber pasado si es que la situación no resultaba totalmente para su beneficio de que no le favorecía directamente. Entonces esta carga emotiva domina la mente, domina tu ser y te lleva a un estado de estrés y el estrés decididamente acaba contigo y entonces lo mejor es controlar la ansiedad quitando las emociones y viendo objetivamente las situaciones a las que te enfrentas sean buenas o sean malas, y donde a veces la salida es lo que menos te conviene o es lo que menos esperabas, pero es la realidad.

Ser objetivos y quitarle las emociones a las cosas y ver de manera frontal las situaciones y enfrentarlas y luchar porque la verdad esté por encima de todo y la objetividad sea la que rija tu vida para que el estrés y la ansiedad se quiten, porqué dejar que estos controlen tu vida seguramente te acabaran más pronto que tarde. Donde la muerte es parte de la vida, porqué además vives con ella todo el tiempo y vives preocupado por ella, pensando en ella y pasas la vida eludiéndola y no acercártele nunca.

Lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, se convierte en insomnio, en nudo en la garganta, en nostalgia, en error, en deuda, en insatisfacción, en tristeza, ya que lo que no decimos no se muere si no que nos mata. Y donde la única forma de hacer un trabajo excelente es haciendo lo que más amas. La pasión armoniosa nos impulsa a mejorar, incluso a desarrollar cierta destreza en el campo de tu actividad favorito y aparece como un camino que nos lleva a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Se trata de desarrollar nuestras capacidades al máximo para vivir plenamente y con autenticidad. Donde sí te preguntas cuales son las actividades susceptibles de despertar pasión, hay que preguntarnos; ¿Qué es lo que te estimula, te atrae y te entusiasma y qué profesión ejercerías de manera gratuita y qué es lo que siempre has soñado hacer?

Sólo el que está dispuesto a dedicarse a la disciplina de “Autoobservarse” y tratar de mejorar sus defectos puede llegar a encontrar grandes misterios dentro de sí mismo, que a la vez le ayuden a crecer como persona, donde nuestra propia transformación es posible si nos comprendemos a nosotros mismos, donde el carácter lo vamos tallando poco a poco a lo largo de nuestra vida, en función de lo que vivimos desde fuera y desde dentro de nosotros mismos.

Al ser humano no se le puede esquematizar ni simplificar, es multidimensional, y quien trate de tener la verdad absoluta tiene la mentira absoluta. El hombre no es un ser de límites, su destino está siempre abierto, siempre está en crisis y es lo que le permite ser lo que es. Y según Michael Steger para que nuestra vida tenga sentido deben tomarse en consideración tres elementos. Plantearse la pregunta ¿Por qué estoy aquí? Para identificar la misión de nuestra vida y cuál es el objetivo de la vida global y a largo plazo que te gustaría perseguir? Preguntarnos ¿Quién soy? Para conocernos bien a fin de que nuestros actos sean coherentes con lo que somos realmente, con nuestros valores profundos. Y ¿Cuáles son mis valores profundos y que es importante para mí? Ser consciente de que mi vida tiene valor y de que cuento en ella.

Según Eric Dupont, Dar sentido a la vida supone elegir conscientemente la dirección que deseamos que esta tome y dotar de intención nuestros actos y para lograrlo antes debemos identificar los valores que son realmente significativos para nosotros y conocer nuestros talentos, lo cual requiere una buena dosis de lucidez y una pizca de humildad.

EL CAMINO DE LA AUTORREALIZACIÓN

Hay tres maneras de enfrentar a la vida; los que prefieren que sean otros los que tomen parte activa en la vida y los que se quejan por todo y jamás tienen la culpa; y los que son capaces de llevar las riendas de su vida, y no hay deber que descuidemos tanto como el de ser felices y a lo que Borges nos dice; He cometido el peor de los pecados que un hombre, puede cometer, No he sido feliz, y cada obligación íntima no cumplida se convierte en una desdicha perdurable.

Kafka, solía preguntarse sobre el destino del ser humano, ¿Está todo escrito? ¿Elegimos nuestra vida libremente o somos esclavos de las circunstancias? Para Alex Rovira; Lo que crees, es lo que creas y de que nuestros prejuicios y expectativas acaban configurando nuestra realidad.

A veces el destino es como una tormenta de arena que cambia de dirección y que te atrapa y juega encima de ti, ¿Por qué? Esa tormenta eres tú, algo dentro de ti y todo lo que tienes que hacer es rendirte a ella, pisando fuerte y caminando paso a paso, y una vez haya amainado, no recordaras como la arrojaste fuera y como lograste sobrevivir, y según Allan Percy, no estarás seguro de ello y de hecho no sabrás si la tormenta realmente ha cesado, pero una cosa estará clara, que cuando salgas de la tormenta no serás el mismo que camino por dentro. Esa es la esencia de la tormenta.

Todo lo que nos pasa nos conviene y al afrontar circunstancias imprevistas nos hace crecer como personas, donde la grandeza de un hombre se mide por la grandeza y calidad de sus enemigos, nos dice Kafka, ya que para crear belleza en nuestra vida solo debemos eliminar aquello que nos sobra y cuando los malos hábitos, las ideas preconcebidas, el odio, el rencor y otros parásitos mentales estén fuera de nuestra mente, daremos forma a una existencia bella y veremos que del vacío proviene toda la creatividad. De allí la inspiración que irradian los genios, la inspiración universal que no solo nos impulsa a la imitación y así a través de la reflexión y del raciocinio se llegará a la acción correcta, en lugar de lo que es aceptable.

Pocos son los afortunados que pueden oír el canto de las sirenas y solo ellos son capaces de adentrarse en el octavo mar, que solamente puede ser surcado por los dioses y que según Kafka, es más terrible el silencio para un marino que sabe demasiado bien adónde va, ya que su rumbo se tornará previsible y puede dormirse haciendo embarrancar la nave. Tan letal resulta dejarse encantar por la fantasía como carecer totalmente de ella. Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia, interrupción prematura de un proceso ordenado, obstáculo artificial levantado alrededor de una realidad artificial. La paciencia es una virtud inteligente y pragmática que nos ahorra infinidad de conflictos.

¿Y si nuestra manera de entender la vida afectara mucho más de lo que imaginamos a nuestra biología? ¿Y si nuestros pensamientos y emociones tuvieran un impacto mayor de lo que creemos en nuestro organismo? ¿Y si todo lo que hemos dado por hecho estuviera visto del revés? ¿Y si nuestras necesidades se cubren realmente una vez reconocido nuestro ser más profundo? ¿Y si nuestra manera de vernos como personas separadas las unas de las otras fuera solo una percepción errónea de una realidad universal en la que todos somos fruto de la misma cosa? ¿Y si la enfermedad no es un acontecimiento despreciable sino un simple indicador que nos estaría dando la oportunidad de ahondar en nosotros? ¿Y si realmente el cuerpo se adaptase al modus mental en el que uno se encuentra; presencia o supervivencia? ¿Y si pudiéramos usar la vida para descubrir la forma de vivirla presenciándola en lugar de temiéndola?

En ese caso nos dice Sergi Torres y David del Rosario, observar con atención y honestidad nuestra mente puede ser clave para llegar a disfrutar de la vida en plenitud. Ellos nos invitan a vivir más allá de lo establecido, a cuestionarnos todo lo que hemos dado por supuesto acerca de la experiencia humana y a convertirnos en apasionados exploradores del presente y que nos abre a infinitas posibilidades, dejando atrás la mentalidad de supervivencia y descubrir en nosotros mismos, una nueva manera de vivir.

Si esto es así, la capacidad de elegir nuestro modus mental va a determinar no solo lo que pensamos y sentimos, sino también nuestras relaciones cognitivas con el cuerpo y por ende su biología y más interesante aún su fisiología. El cuerpo es la parte material y orgánica de la mente donde el pensamiento que nosotros tenemos de nosotros mismos como imagen corpórea. Y en el momento en que tenemos acceso a este rango de comprensión, veremos al ser humano de otra manera y completamente distinta, donde el cuerpo ocupará un lugar secundario y la conciencia será reconocida como nuestra identidad individual conectada a un rango universal de pensamientos y posibilidades.

Soy muy consciente de mi ignorancia nos dice Sergi Torres y sé que desconozco incluso cuanto llego a desconocer; la ignorancia me sitúa de nuevo en este instante y desnudo de presunciones y pretensiones y de falsas certezas intelectuales, sin embargo el misterio continúa en pie. Nada está libre de prejuicios, nos dice Allan Percy, ya que incluso las mentes más libres padecen los filtros de las ideas preconcebidas y los estereotipos, las causas son culturales, familiares y biográficas, ya que todo lo que vivimos acaba ejerciendo de filtro entre nosotros y la realidad y demasiado a menudo no valoramos los pequeños detalles y placeres que son la sal y el combustible de la felicidad.

Anhelamos la libertad, pero nos aterra disponer de ella, no somos eternos pero disponemos de días cargados de posibilidades, ya que cada amanecer es una nueva oportunidad de ser feliz y ver que la evolución es necesaria para la supervivencia del alma. El ser humano se ha liberado del vasallaje de la Edad Media, pero pierde la libertad individual al caer en el consumismo de la actual sociedad y según Justin Feinstein, el miedo nos protege ya que hace que funcione nuestro instinto de supervivencia y es una defensa que nos mantiene a salvo de las posibles agresiones del mundo que nos rodea. El miedo es nuestra esencia y probablemente sea la mejor parte de nosotros.

La discrepancia siempre y cuando sea mesurada y bien intencionada, puede llegar a remedios inesperados y solo a través de la discrepancia las personas somos capaces de cuestionarnos las cosas y explorar nuevos caminos y buscar nuevas soluciones a viejos problemas y ayuda a que los grupos crezcan intelectualmente y desarrollar su inteligencia colectiva, una inteligencia que poco tiene que ver con el coeficiente intelectual individual y mucho que ver con los intercambios comunicativos, donde ni en el contexto de un grupo, ni el de ninguna relación, deberíamos aspirar al acuerdo permanente, porque ello significaría renunciar automáticamente al crecimiento que nos aportan las distintas opiniones de las cosas y las diferentes maneras de ver un hecho, una decisión o un problema, según Allan Percy.

A menudo padecemos más por el temor a sufrir un problema que el problema en sí y cuando este llega si es que llega, nos damos cuenta de que la ausencia de complicaciones no es algo natural en la vida y según woody Allen lo mejor para la felicidad es que te gusten los problemas, porque eso es algo que nunca nos faltará y donde los especialistas en dinamitar proyectos, suelen tener un perfil bajo y no soportan que otros lleguen a donde ellos no se atreven a aventurarse.

Allan Percy nos dice que quizá no existe más que un solo pecado capital, la de la Impaciencia, ya que la impaciencia nos hace pensar en objetivos a corto plazo, lo cual nos da resultados de peor calidad y de menos duración, donde la presión que ejerce el tiempo sobre nosotros nos impide gozar del viaje que conduce a los objetivos que debería ser más placentera que la propia meta y aumenta por lo tanto nuestro número de errores y aunque parezca que tus fuerzas son insuficientes, ya que si algo está dentro de los poderes del hombre, también está dentro de tus posibilidades.

Y como antídoto contra los agobios a los que nos somete este mundo, este mundo prosaico, podemos recurrir a la belleza que se guarda en lo que nos emociona ya que quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece y al creer apasionadamente en algo que todavía no existe, lo creamos ya que lo inexistente es lo que no hemos deseado lo suficiente.


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