Globalización: Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura


Marzo de 2021

LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD
Walter Ritter Ortiz


Sección de Bioclimatología, Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito interior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacan, México, D. F. email: walter@atmosfera.unam.mx .


INTRODUCCIÓN

La física de alguna manera, es todo. Nos explica casi todo lo que sucede en el mundo y lo que ocurre en nuestro alrededor. Donde sus leyes forman la base de la química y la biología. Donde la física moderna, nos da un fascinante e impresionante y algunas veces verdaderamente extraño panorama del universo y, el lugar que ocupamos en él. Los físicos piensan que pueden explicar todo, porque todo sucede de acuerdo a las leyes de la naturaleza. La física surge a través de un proceso histórico, de una acumulación estructurada de conocimientos.

En física, la descripción completa de un sistema, requiere conocer todos sus constituyentes, las interacciones entre ellos y disponer del marco teórico adecuado que permita describir su dinámica. Para una comprensión de los fenómenos, nos dice Heisenberg, la primera condición es la introducción de conceptos adecuados. Sólo con su ayuda, podemos saber qué es lo que ha sido observado. Cuando se dan estas condiciones, se tienen todos los ingredientes necesarios para poder calcular, al menos en principio, cualquier propiedad del sistema.

Donde, el universo es una inmensa colección de partículas que se afectan las unas a las otras, de diferentes maneras. Para expresarlo matemáticamente, los físicos y los matemáticos han tenido que redefinir el concepto de “espacio”, hasta transformarlo en un objeto matemático, lo que ha permitido crear otra clase de espacios diferentes del que habitamos. Y donde uno de los misterios más profundos de nuestro universo, es el enigma de su procedencia, donde en el modelo de ”Estado Estacionario”, el universo no tuvo principio y permanecía más o menos igual todo el tiempo, porque la continua dilución de material que resulta de su expansión se compensa por la continua creación de nueva materia. Desde entonces, la cosmología ha madurado desde una búsqueda especulativa, hasta una ciencia exacta. Sin embargo, quedan muchos misterios y mucha especulación que siguen formando parte de esta empresa.

Algunos filósofos habían especulado con la idea de que el universo fuera infinito, extendiéndose indefinidamente en todas direcciones, teoría que fue rechazada por considerarla inverosímil. Pero si por el contrario, es reimaniano, es decir con curvatura positiva, entonces es finito en extensión y aún así, no tener ningún bordo o frontera y cualquiera de sus partes es igual a cualquier otra parte. A lo que dijera Max Born, que “la teoría de un espacio finito, pero sin límites”, es la idea más colosal que se ha concebido, en relación con la esencia del mundo.

Para lograr una visión global del universo, tenemos que desarrollar el marco geométrico que nos permita integrar e interpretar la enorme cantidad de observaciones que se han dado, recopilando imágenes, en tantas longitudes de onda como sea posible. Einstein, incorporó el espacio esférico de Reimann a sus trabajos, junto con la curvatura del espacio y la descripción de un espacio curvo de cuatro dimensiones.

Reimann, fue una figura clave cuyos hallazgos e invenciones cambiaron no sólo la evolución de las matemáticas, sino también nuestra concepción global del universo. Y para Einstein: “Únicamente el genio de Reimann, solitario e incomprendido, se había abierto camino hacia una nueva concepción del espacio, en la cual dicho espacio perdía toda rigidez y se reconocía como posible su participación en los fenómenos físicos.

La explicación cualitativa del mundo físico de Aristóteles, quedo reemplazada por las afirmaciones cuantitativas y exactas, en forma de ecuaciones matemáticas elementales que se convirtieron en la base de toda la física moderna. La idea de Reimann, de un espacio esférico, junto con su teoría de que tal espacio puede representar la forma real de nuestro universo, fue uno de los modos más originales y radicales de separarse de la visión del mundo que predominaba.

No existe pasatiempo más bello que abandonarse al propio pensamiento, nos dice Carlos de Orleans. La cuestión de lo Real, sigue siendo de la incumbencia de los filósofos. Los filósofos que se dedican a la crítica de los aportes de la ciencia, reprochan el hecho de la carencia de una verdadera metodología de la ciencia y, argumentan que ésta es pluralista y de que no existe regla que conserve su validez en cualquier circunstancia.

En occidente, la filosofía nació y se desarrolló como disciplina que estudia el Ser y la Esencia de las cosas. La teoría del conocimiento de Kant, según la cual no podemos saber cómo es el mundo en sí, sino sólo cómo aparece para nosotros, pero teniendo en cuenta que el conocimiento humano tiene para todos los hombres las mismas características generales. Plotino, pensaba que el mundo había surgido por emanación a partir de Dios, al que se refiere con el nombre de UNO, por considerar que es el que mejor se aviene con su naturaleza no múltiple y, de que el UNO al pensarse a sí mismo, da origen al intelecto o Inteligencia Divina, que es su imagen del Intelecto y a su vez da origen al Alma, del Mundo, que es la imagen del Intelecto y que acaba fragmentándose en multitud de almas individuales. Y es así como el mundo va emanando de imagen en imagen en un proceso de degradación en el que cada imagen resulta siempre ser más imperfecta que aquélla de la cual es copia.

Según los estoicos, existe una especie de ley universal o destino, que rige todos los acontecimientos y, nada de lo que ocurre escapa a esta ley, que para ellos se confunde con la razón universal. Zenón, estaba convencido de la racionalidad del mundo, puesto que la racionalidad es mejor que la irracionalidad y, dado que el mundo es mejor que cualquier otra cosa, hay que deducir que el mundo es racional. Spinoza, había sostenido que el mundo existe por necesidad, pero Leibniz sin embargo, afirmaba que nuestro mundo no es necesario, sino uno de los muchos mundos posibles y por eso, nuestro mundo no es perfecto, pero sí es el mejor universo posible y con ello, Leibniz intentaba justificar la existencia del mal del mundo.

Los estoicos, estaban convencidos de que todas las cosas que suceden en el universo están rigurosamente determinadas, a lo que Cicerón argumentaba que nada hay tan universal entre los humanos, como la estupidez y sin embargo, no por ello decimos que los estúpidos aciertan

De este modo, ponen en entredicho el carácter universal de la racionalidad de la ciencia, tornándose brumosa e imprecisa y, que resulta manifiesto que adolece de un déficit de explicación. Y es inútil esperar que las reflexiones que permitan los nuevos datos, puedan proporcionar por sí mismas una solución definitiva a una cuestión heterogénea. Y el hecho de que nos pregunte Étienne Klein: ¿No es urgente que se estrechen los vínculos existentes entre los saberes, el pensamiento y la sociedad? Según Carlos Guillén, la ciencia, desde el Renacimiento, se propuso una meta y varías formas para alcanzarla. La meta era el progreso, entendido como la búsqueda del bienestar común y, las formas son una serie de métodos que se han refinado con los años, hasta alcanzar la consistencia: medir, repetir, verificar y demostrar la verdad.

Se dice que la filosofía nació en Grecia, cuando algunos pensadores se preguntaron por el origen de las cosas. Y, fue Tales quien dio una respuesta racional, sobre el origen de las cosas, llamando Arché, a partir del cual todo proviene, lo que todo rige pero no es regido y lo que no necesita de nada para subsistir. Con lo que se fue instalando un tipo de abstracción, obsesionada por encontrar la unidad en la diversidad. Nos dice Darío Sztanjnszrajber, preguntándose: ¿Por qué tanta obsesión por encontrar un principio que unifique, que mancomune, que les diferencie, que agrupe y, qué se gana y qué se pierde al economizar lo múltiple y reducir lo real a principios firmes y definitivos? Y ¿por qué suponer que podríamos conocer los motivos del universo?

La pregunta por el porqué, parece que sólo puede contestarse con respuestas últimas y únicas. ¿Y por qué la pregunta por el porqué sólo parece poder responderse con respuestas últimas y únicas? Y, ¿Qué tipo de orden se esconde detrás de la unidad de lo diverso? O, ¿por qué cuánto más hallamos lo común entre los entes, nos sentimos más cerca de la verdad y, cuanto más nos perdemos en las diferencias, nos sentimos a la deriva? Nos pregunta Darío, señalando que hay como una economía del pensamiento, que en la racionalización, medición y cuantificación de ideas, se ordena mejor. ¿Pero, qué es el orden? ¿ Y, qué se gana y qué se pierde con el orden? ¿Y, con cuál orden? ¿Hay un orden natural de las cosas?

El conocimiento científico moderno, con sus criterios de prueba y sus criterios de verdad, según Darío, también es un cuento que, cuando se instala, se vuelve evidencia; se vuelve normalidad de una época y se vuelve garantía de funcionamiento. Filosóficamente hablando, puede ser cualquier cosa. ¿Tendría algún sentido seguir buscando el origen, si concluimos que no hay origen o que el origen es un punto puesto desde el presente, con el fin de calmar ciertas angustias existenciales?

Los límites entre el mito y el logos, son difusos, donde la coherencia lógica y la causalidad en el ordenamiento de las cosas, explican con una gran cuota de racionalidad el origen de todas las cosas. Por eso hablar del origen de la filosofía, según Darío, es como hablar de cualquier origen y, es hablar de aquello que desde el presente, desde cada presente, se configura como encadenamiento de sentido. Y en realidad, si tomásemos muchas de las más importantes filosofías de los últimos siglos, casi ninguna engancharía con lo que hace de Tales, el primer filósofo. ¿Pero, hay algo en común entre todos aquellos que sostienen estar haciendo filosofía?

Jaime del Palacio, nos pregunta: ¿Qué llevó al hombre a enfrentar la necesidad de convertirse en el actor de su propia vida? Si parte de un cosmos perfectamente ordenado y rígidamente jerarquizado, el hombre mismo destruyó ese cosmos y con ello, perdió la seguridad que le daba el que su propia existencia fuera indistinguible de la Naturaleza. Desde entonces, parece andar perdido, condenado a la libertad, actuando un papel u otro en busca del propósito extraviado y la salvación de sí mismo.

Donde, la verdad es una construcción social que se modifica con el paso del tiempo y la adquisición de nuevas convenciones de un contexto que permita su expresión. Pero, lo que es válido, en un momento deja de serlo en la medida que el mundo cambie. Y en la búsqueda de causalidad, los trabajos científicos modernos han tratado de establecer correlaciones entre variables, aparentemente sin conexión alguna. Las nociones aparentemente indiscutibles, llegan a perder su sentido, obligando al sentido común a declararse en quiebra y, las ideas que son evidentes, manifiestan no ser de importancia teórica alguna. Teniendo que es en lo imaginario en lo que se oculta y, que se encuentra más realidad que en lo que se muestra, naciendo precisamente de una crisis de representación.

La ciencia teórica, puede dividirse de manera un poco tosca, en dos partes: la ciencia Analítica y ciencia Sintética. La ciencia analítica, reduce los fenómenos complicados a sus partes integrantes más simples. La ciencia sintética, construye estructuras complejas a partir de sus partes más simples. La ciencia analítica funciona de arriba-abajo para encontrar las ecuaciones fundamentales. La ciencia sintética trabaja de abajo-arriba para encontrar soluciones nuevas e inesperadas. Para algunos, sólo la ciencia analítica es fundamental y para otros, la buena ciencia requiere un equilibrio entre las herramientas analíticas y las sintéticas. Y la ciencia sintética, se vuelve cada vez más creativa a medida que aumentan nuestros conocimientos. Y, fue Gödel quien habló de proposiciones indecibles, que no podían ser demostradas como verdaderas ni como falsas, por las reglas habituales de la lógica y la aritmética; lo que implica que las matemáticas puras son inagotables y de que siempre habrá otros que no pueden ser resueltos en el marco de las reglas existentes y en consecuencia, la física es también inagotable. El teorema de Gödel, implica que incluso dentro del dominio de las ecuaciones básicas de la física, nuestros conocimientos siempre serán incompletos.

La ciencia, no llega jamás al fondo de las cuestiones a las que da lugar, pues cada una de las grandes revoluciones científicas ha puesto en entredicho la representación de lo Real. Donde el campo de la ciencia ha dejado de ser “Autónoma” y, saber conocer no consiste solamente jugar con ecuaciones, también es pensar la ciencia y meditar en los conceptos que se utilizan y, crear nuevos conceptos, medir su alcance y considerar cuál es su sentido. Ser filósofo, no se improvisa y los científicos que creen filosofar en realidad se limitan a opinar. Y según Klein, haber construido un formalismo, no significa haberlo interpretado y, el hecho de haberle dado eficacia a una ciencia, no basta para agotar su contenido ya que falta extraer de ella una cultura y, de que no basta un panorama para conformar un contenido. Y son raros los espíritus capaces de beber de las dos culturas, hoy en día podríamos decir que la fecundidad intelectual y el pensamiento vivo, se cifran en el diálogo entre las ciencias y la filosofía.

La concepción popperiana de una sociedad abierta, está plenamente de acuerdo en que la pregunta por la apertura del mundo, del cosmos, del universo, descansa en último extremo en la convicción de que éste es un mundo abierto, un mundo de la libertad potencial y del desarrollo, en que tenemos posibilidades de elección; en que siempre podemos hacer nuevos proyectos que luego contradecimos y que podemos sustituir por otros mejores. Y para los griegos, el mundo debía ser un todo ordenado en el que cada ser debía cumplir una función, desarrollarla con excelencia y permanecer en ella. Y, con Alexandre Koyré, el mundo cerrado y el universo infinito se relacionan con la concepción del cosmos que hoy nos tiene sin cuidado y no comprendemos; pero para el hombre medieval, la estructura del universo físico importaba y lo interesante de las preguntas de ¿Quién soy? y ¿Dónde estoy? o ¿Qué es el hombre?, no podían responderse una sin la otra.

Que la vida humana no sea sino una sombra, un actor en el escenario, una mera representación teatral en el cual nuestros distintos personajes internos despliegan su papel de acuerdo con un libreto escrito por otro. Que el yo que mostramos no sea sino una mascarada y que el verdadero yo sea inaccesible, que nunca estemos donde somos, pero que seamos sólo actores de lo otro que no somos, son ideas que han estado ahí siempre, disponibles para quién quiera pensarlas, nos dice poéticamente, Jaime del Castillo.

Para expresar matemáticamente este universo, los físicos y los matemáticos han tenido que redefinir el concepto de ”espacio”, hasta transformarlo en un objeto matemático, lo que ha permitido crear otra clase de espacios diferentes del que habitamos. Donde el gran poder de las matemáticas consiste en que es capaz de describir objetos imposibles de imaginar y, es posible descubrir las propiedades de objetos geométricos que nadie ha visto nunca. Y lo más increíble es que muchos de estos objetos geométricos han resultado con el tiempo, tener gran relevancia a la hora de estudiar la “Realidad”; pareciera que los matemáticos son capaces con su puro raciocinio de descubrir los secretos del Universo.

Las tres geometrías posibles en el espacio, de tres dimensiones, son: la euclidea, cuya curvatura es cero; la elíptica, de curvatura positiva y la hiperbólica de curvatura negativa. Donde en la primera, tenemos el plano, la línea más corta entre dos puntos es la recta y los ángulos de un triangulo suman 180º. La elíptica, se da en una esfera donde los círculos máximos son las líneas más cortas entre dos puntos y los ángulos de un triangulo suman más de 180º. La hiperbólica, es la de una superficie de una silla de montar, donde los ángulos de un triangulo suman menos de 180º.

La experiencia es la única fuente de la verdad y, sólo ella puede enseñarnos algo nuevo; sólo ella puede darnos la certeza, donde en el contexto de una discusión filosófica, el lenguaje tiene un significado muy preciso. Y el hecho de que una hipótesis sea conveniente, no quiere decir que sea arbitraria, que son los experimentos los que determinan qué hipótesis es más conveniente que otra. Y donde un hecho es la percepción sensible de las cosas y lo demás son interpretaciones convenientes de las cosas. Así, Poincaré defendió su posición de que no existe un espacio absoluto y que sólo detectamos el movimiento relativo y de que un hecho es algo que puede probarse por un experimento directo.

Schrödinger, aclara que: Todo el pensamiento, en cuanto que tiene que ver con el mundo exterior, es activo en el espacio y en el tiempo. Si no es así, entonces fracasa en su completo objetivo. Y para Niels Bohr, todo lo que llamamos real, está hecho de cosas que no pueden ser consideradas como reales. Y la física, concierne sólo con lo que podemos decir acerca de la Naturaleza. De que no hay un mundo cuántico, sólo una descripción física abstracta y, es un error pensar que la tarea de la física concierne sólo con lo que podemos decir acerca de la Naturaleza.

Es indiscutible que el descubrimiento de la constante de Planck, ha desembocado en un pensamiento revolucionario, aportando una nueva mirada a la representación y a la explicación de los fenómenos físicos. La mecánica cuántica, es quizá la teoría física más fructífera de la historia y continua siendo la base imprescindible y fundamental de nuestra comprensión del universo. En la física cuántica, al menos en determinadas situaciones, la información es lo primario; lo que puede ser dicho, donde hemos de abandonar la separación entre información y realidad, ya que podrían ser dos caras de la misma moneda. No se puede hacer ningún enunciado sobre la realidad sin hablar de información, apunta María Díaz-Pintado.

Importantes investigadores en información cuántica, proclaman la “Información” como el concepto fundamental en la indagación científica del mundo. Anton Zeilenger, nos dice que la información establece qué puede decirse y también, qué puede ser la realidad. Donde en la concepción habitual del físico, al igual que en la vida cotidiana, la realidad existe ahí, ante nosotros, primaria; por esa realidad nos paseamos como si fuera un escenario y la información, no es más que una noción derivada, secundaria.

David Bohm, desarrolló una concepción de la realidad en la que postulaba un orden implicado, subyacente al orden desplegado que observamos y, en el que nuestros conceptos de espacio y tiempo carecen de validez, mientras que cualquier elemento del universo, contiene la totalidad de éste.

Nos dice José Rodríguez Quintero, que una de las hipótesis más sorprendentes de la ciencia actual, es la de que nuestro universo, es sólo uno de una infinitud de universos posibles. Este multiverso, adopta diferentes formas; donde una interpretación de la mecánica cuántica, postula que cada posible estado de una partícula genera una realidad propia; por su parte, la teoría M, imagina universos compactados en dimensiones superiores. Por muy extravagante que pueda parecer, la idea de multiverso da respuesta a algunos de los mayores misterios de la cosmología, según Rodríguez Quintero.

Para María Cruz Boscá, la interpretación cuántica de muchos mundos, ridiculizada en su nacimiento, ha alcanzado ya el respeto científico y, quién sabe si no acabará siendo una de las claves del futuro de la teoría cuántica.

Para Poincaré, la cuantización vino a destrozar la hipótesis básica de que los fenómenos físicos son continuos. La cuantización de las magnitudes físicas, supone abandonar la Causalidad y, aceptar que al menos a escala microscópica, los fenómenos tienen lugar de manera discontinua e imprevisible. La discontinuidad es una característica esencial de la Naturaleza y, todas las propiedades que maneje la teoría, deben ser observables, magnitudes medibles en contextos experimentales realizables.

Enrique Borja, nos dice y pregunta de que si el Big Bang fue el inicio de todo. ¿Tiene sentido hablar de lo que había antes? Esta pregunta nos enfrenta a cuestiones tradicionales asociadas a la filosofía. Por ejemplo: ¿Cómo puede Nada transformarse en Algo? Sin embargo, la revolución cuántica y otros adelantos posteriores, han dado un nuevo sentido a nociones tales como vacío o nada, por lo que es posible dar también una respuesta científica a esas cuestiones. Y esta respuesta es tan contundente como asombrosa, de que incluso en el vacío más absoluto, hay algo. Y todo apunta a que nuestro gran universo surgió del vacío y, mirar al espacio, es posiblemente contemplar la mayor expresión del vacío cuántico. Y, lo que para bajo determinadas circunstancias, lo que para un observador parece encontrarse en el vacío cuántico, para otro distinto, estará lleno de partículas, según Borja.

El “Principio de Mínima Acción”, afirma que la energía cinética de un cuerpo, tiende a decrecer lo más rápidamente posible, inspirada en la observación de que un rayo de luz, sigue el camino que minimiza el tiempo que tarda en viajar entre dos puntos. Y su filosofía está basada en la consideración de que “La Naturaleza es Económica en todas sus Acciones” y fue Leonard Euler, quién sugirió que los cuerpos tendían a perder energía potencial con la máxima velocidad posible, lo que condujo a la idea moderna de que un sistema de partículas tenderá siempre a la configuración con la menor energía potencial.

Según la visión científica tradicional, somos sólo observadores pasivos viviendo en un universo sobre el que tenemos muy poca influencia. Sin embargo, los últimos descubrimientos de la física, nos ofrecen una visión distinta; no estamos en absoluto separados del mundo que nos rodea, ni tampoco somos meros observadores pasivos de la realidad. Y para Seth Lloyd, el universo es un sistema de procesamiento de información, en el que los sistemas simples como átomos y moléculas, han de dar origen necesariamente a estructuras complejas tales como la vida y, la propia vida ha de dar origen a una complejidad todavía mayor, como los seres humanos, las sociedades y lo que sea que pudiera venir después.

La biosfera, es una de las cosas más complejas que conocemos en el Universo, que necesita una teoría de la organización que describa lo que la biosfera está haciendo, cómo se organiza, cómo se propaga el trabajo, cómo se construyen las restricciones y cómo se detectan nuevas fuentes de energía, que sin embargo en la actualidad no se tiene ninguna teoría de ello; ninguna en lo absoluto, nos dice Stuart Kauffman. Donde George Church, defiende la idea de que la vida surgió a través de la operación normal de las leyes de la física y de la química. Y, si está en lo cierto, entonces la vida puede estar muy extendida en el Cosmos.

Las condiciones favorables para la vida en la Tierra, duran ya varios miles de millones de años y, los biólogos saben que nuestra presencia aquí se puede considerar como un cúmulo de casualidades; de que la presencia de la vida es un acontecimiento raro, que no tiene nada de inevitable, sino que depende de factores aleatorios. Donde la extinción de los dinosaurios provocada por un asteroide, abrió un hábitat que pudo ser ocupado por los mamíferos. La presencia de la vida es un acontecimiento raro y depende de factores aleatorios.

El “Principio Antrópico”, por el contrario, viene a decir que el universo implica necesariamente la presencia de vida inteligente, existencia que resulta inevitable, por un ajuste muy fino de los valores de las constantes fundamentales. Y cualquier cambio de sus valores, tienen consecuencias importantes para la evolución del universo y para la vida. Y si el valor de una constante fundamental dependiera del lugar o del momento de la observación, también lo haría la ley física asociada.

¿Cuáles son las leyes que rigen la naturaleza que nos rodea? Hoy sabemos que muchas de esas leyes son sorprendentemente simples, pese a la enorme complejidad que muestran los sistemas que gobiernan. Comprender estas leyes, no sólo aumenta nuestro conocimiento, sino que nos permite avanzar en las nuevas tecnologías, donde todo se caracteriza por la compleja elegancia de la sencillez.

Las leyes de la Naturaleza nos enseñan que si esto sucede, entonces esto también sucederá. Una parte esencial de lo que nos hace humanos, es la de que tratamos de explicar y predecir el mundo que nos rodea. Pero no fue sino hasta que dejamos de culpar de todo a un montón de dioses que comenzamos a tener algunas ideas útiles a partir de nuestras explicaciones.

Todas las teorías físicas constan de dos partes, a saber: Formalismo e Interpretación. Y la mecánica cuántica, es una teoría que tiene un excelente formalismo, pero carece de una interpretación universalmente aceptada. Los conceptos son formalizados cuando se les asigna un símbolo matemático, pero en otra, los símbolos matemáticos son interpretados al asegurárseles un significado que corresponde a alguna característica del sistema físico.

El conjunto formado por los símbolos y las relaciones matemáticas que los combinan, constituye el formalismo de la teoría y los conceptos que le dan significado a todos los símbolos, son la interpretación de la misma teoría, nos dice Alberto de la Torre.

En el tránsito de la correlación a la explicación teórica, conviene distinguir entre lo que son las pautas empíricas de los datos y, lo que son los modelos de explicación teórica de los fenómenos. Donde la correlación observada no se refleja automáticamente en relaciones de causalidad, en el seno de un marco teórico de explicación de los fenómenos; ya que en ciencia, los datos no son el fin, sino su interpretación.

En física, se sigue el modelo hipotético-deductivo, no así en biología. Y el modelo mecanicista, describe el fenómeno con su composición interna, su organización dinámica y la estructura causal del mundo que le rodea y, con el que interacciona. Esta explicación puede proceder de abajo-arriba, desde una escala espacio temporal mínima de los estados conscientes, hasta la explicación de la conciencia como un todo; ascender desde niveles inferiores en que se apoyan y de los cuales emergen, los fenómenos de conciencia superiores.

Se puede proceder también de arriba-abajo, es decir desde el todo hasta los diferentes estados componentes. Y una explicación consistente de la conciencia, deberá combinar ambas estrategias, ya que las primeras remiten a los estados de conciencia y las segundas, a las bases neurales que presumiblemente las apuntalan, para ir cubriendo los diferentes grados de complejidad, que se van acumulando en el ascenso hasta la experiencia consciente, explica José Balderas. La conciencia, nos dice Balderas, tiene en la integración o unificación de la experiencia subjetiva, su carácter más convincente. Y es el llamado problema de la unión, que para resolverlo habrá que seguir procedimientos gradualmente de sistema a sistema.

Una de las cosas de la física, es que a pesar de todas las maravillas que ha descubierto, hay todavía muchas cosas que no sabemos. También hay muchas otras cosas que de alguna manera sabemos, pero que no estamos seguros de ellas, donde la mayor parte de estas cuestiones son tan debatidas y, es porque tocan importantes y fascinantes teorías sobre la historia y los orígenes del universo y nuestro lugar en él. Y es la ciencia, la progresiva aproximación del hombre al mundo de la Realidad, nos dice Max Planck.

La meta de la mecánica clásica, es determinar cómo varían con el tiempo las propiedades asociadas a todas las coordenadas e impulsos simultáneamente y, donde definimos a un sistema físico como la razón del estudio de toda teoría física, abordando la “Estructura General” de ésta: Formalismo e Interpretación. Poniendo en duda la infalibilidad de la Intuición. Estamos viviendo una época fascinante, porque un cuestionamiento filosófico básico, podría ser resuelto en un laboratorio y, estar en posibilidades de valorar virtudes con que esta teoría describe la Realidad.

Durante milenios, los seres humanos han intentado comprender el comportamiento del mundo que nos rodea. Y en un principio, se consideraba que la Naturaleza era cruel y arbitraria, exenta de normas más allá de las relativas a comer y ser comido; pero muy pronto se percibieron “Patrones de regularidad” a su alrededor y, era evidente que el mundo se rige por normas que todavía no conocemos en su totalidad y, las mencionadas reglas, estaban limitadas a una ciencia de ensayo y error, según Maswell. Y donde hoy, el mundo ordenado y continuo de Newton, ha desaparecido y ha sido sustituido por una concepción en la que el espacio ya no es continuo, porque sufre distorsiones y por tanto, la certeza absoluta respecto a las mediciones ha dejado de existir.

Y según Arturo Quirantes, se trata del nuevo mundo y, de un tiempo en el que se creía que salvo algunos aspectos, todos los fenómenos ya habían sido bien explicados; un mundo que contradice todo lo que nos dicta el sentido común. La intuición es clásica por haber sido generada en contacto con sistemas físicos clásicos, pero el estudio de sistemas relativistas o cuánticos, requiere adoptar algunos conceptos contrarios a la intuición. Y que según Heisenberg: “Donde simplemente no podemos calibrar todo tipo de variables con precisión absoluta y que nos fuerza a sustituir la certeza por la probabilidad”.

Los científicos de varias disciplinas descubrieron que sistemas relativamente simples, cuya evolución estaba determinada por leyes precisas, podían mostrar un comportamiento irregular o caótico. Entre las características de los sistemas caóticos, nos dice Alberto Pérez, están la sensibilidad a las condiciones iniciales, el conocido como Efecto Mariposa, y la aparición de estructuras fractales, fascinantes objetos matemáticos.

Lo que significa que la realidad física es incierta y depende del observador. Y de algún modo, cada vez que hacemos una observación de nuestro universo, se desdobla en tantos universos paralelos como resultados posibles deriven de ella. Donde es la conciencia, el fenómeno por el cual la misma existencia del universo se hace conocido, nos dice Penrose. Y quien parte de la premisa evidente de que todos los organismos tienen que obedecer las leyes de la física, sea clásica o cuántica.

Poincaré, estableció que si un sistema de ecuaciones diferenciales da lugar a un movimiento que está restringido a una región del espacio y, si el movimiento es tal que el volumen de una región del espacio se mantiene constante, cuando se mueve por curvas que son solución de dicho sistema, entonces casi todos los puntos de la región considerada vuelven una infinidad de veces a un punto tan cerca como se quiera, del punto del que partieron. Lo que el teorema viene a decir es que cualquier sistema que cumpla dichas condiciones, volverá, después de un tiempo suficientemente largo, pero finito, a un estado muy parecido al estado inicial. Dicho teorema de recurrencia, parece tener consecuencias sorprendentes y paradójicas. Y contradice el segundo principio de la termodinámica, según el cual cualquier sistema cerrado evoluciona irreversiblemente hacia estados de mayor entropía.

El término caos, se aplica a aquellas soluciones de ecuaciones que se comportan de forma caótica, aunque de forma detallada se revele cierta estructura visible y se dice determinista, porque las leyes que gobiernan el sistema, las ecuaciones diferenciales son bien conocidas. Y Pérez Izquierdo nos dice que el enredo homoclino, descubierto por Poincaré, es un ejemplo de caos determinista, donde las trayectorias que pasan cerca del punto de equilibrio, se comportan de manera caótica.

La Realidad, no es sólo aquello que podemos ver y, según Louis Leaky, no podemos progresar realmente sin una comprensión de “quiénes somos”. La visión que hemos tenido de nosotros mismos, nos ha servido para llegar a donde estamos; pero ha llegado la hora de abrirle la puerta a una nueva visión de nosotros mismos, una visión con más potencial.

Donde, la función de una parte de un organismo, es un subconjunto de sus consecuencias causales, lo que significa que para analizar la función de una parte de un organismo necesitamos conocer todo el organismo y su ambiente. Hay un holismo inalienable acerca de los organismos. Y para investigar el Epigenoma, la nanotecnología será, con mucha probabilidad, uno de los campos que empiecen a generar nuevas realidades en el estudio de las bases genéticas y moleculares del sistema nervioso.

El mecanismo de acuerdo, en el cual la conciencia sigue siendo uno de los mayores enigmas en la Naturaleza, cumple una función clave en la supervivencia. Pero ¿Será posible poder explicar científicamente la Realidad de lo que significa ser consciente? ¿De qué forma el cerebro origina algo tan misterioso como la experiencia de ser alguien y habitar un cuerpo? Nos pregunta José Balderas.

No se pone en duda que la conciencia venga condicionada por hechos físicos subyacentes y simplemente, se duda de que una descripción basada en hechos físicos y en consecuencia de objetivos universales, capture todos los aspectos de la conciencia. En estas circunstancias, la ciencia no puede aplicar su método.

La postura naturalista confía en que la teoría física pueda explicar el hecho de que los estados físicos desembocan en estados conscientes. Y donde se considera que la conciencia es producto de ciertos fenómenos cerebrales. ¿En qué sentido funciona la relación de causa a efecto, en estados conscientes funcionales? Algo fascinante que se plantean los seres humanos, donde el ideal supremo consiste en resolver el enigma del propio Yo.

El ser humano cambia de humor y de pensamientos, gracias a los estímulos que recibe constantemente de su entorno, a través de personas, palabras, escenas y vivencias. Pero todo esto ocurre sin que los sujetos se den cuenta con claridad, de manera consciente, de que son como un mar en constante cambio.

Para José Cruz Ramírez, la riqueza del pensamiento es el resultado de la interacción de impulsos electroquímicos conocidos como “Sinapsis”, donde de cada sinapsis, hay un efecto en la psique, en la mente y en nuestra autoconciencia. Y hay determinadas sustancias, drogas endógenas o neurotransmisores responsables de cada tipo de razonamiento, así como de cada tipo de aprendizaje. La cantidad específica de estas sustancias, determina el tipo y la calidad de nuestros pensamientos y actos de conciencia. Y cada una de estas sustancias químicas, según Cruz Ramírez, está relacionada con determinadas actitudes; carácter, comportamiento y habilidades para el desarrollo del pensamiento, donde la adrenalina interviene en varios comportamientos básicos, como el estado de ánimo, estrés, productividad intelectual y de la mente y la creatividad.

Las endorfinas, intervienen en los estados de carácter afable, introvertido y por supuesto, tienen una interrelación directa en ciertos aspectos del aprendizaje. Según Cruz Ramírez, dentro del cerebro existen tres niveles que mantienen un dialogo constante, produciendo con esto nuestra conciencia. Además, donde hay drogas endógenas que determinan nuestra actitud y conducta, carácter, personalidad, manejo del estrés y coeficiente de inteligencia emocional y racional.

Nos dice Lord Kelvin, que cuando puedes medir el sujeto sobre el que estás hablando y expresarlo en números, empiezas a saber algo al respecto, pero si no lo puedes expresar en números, el conocimiento es escaso e insatisfactorio. Max Planck, nos explica que un experimento es una pregunta que la ciencia plantea a la naturaleza y, una medida es la constatación de su respuesta. Y se aboga por establecer unidades cuyos patrones estén basados en las constantes de la naturaleza, lo que abre la vía a una mejor comprensión de las teorías físicas. G. J. Stoney, explica que Una Teoría es una Suposición que esperamos que sea cierta y una Hipótesis, es una suposición que esperamos que sea útil.

Las constantes universales de la física, reflejan nuestro conocimiento y nuestra ignorancia del universo y, muestran la validez universal de las leyes de la física; pero su existencia, según Jesús Navarro, plantea preguntas aún sin contestar: ¿Surgen de leyes de la naturaleza aún desconocidas? ¿Tomaron valores aleatorios en el Big Bang? Preguntas que nos llevan a viajar por la historia y la epistemología de la ciencia y a reflexionar sobre las teorías físicas fundamentales.

Las constantes de la naturaleza reflejan nuestro conocimiento del universo y, su propia existencia indica que en otras regiones del Cosmos, se aplican leyes similares a las que se deducen en los laboratorios terrestres. Al mismo tiempo, estas constantes también reflejan nuestra ignorancia, donde nadie ha sido capaz de explicarlas y no sabemos si son consecuencia de leyes ocultas de la naturaleza, en el que abundan las preguntas y escasean las respuestas. Y donde las constantes fundamentales no se pueden calcular a partir de otras, porque aún no se ha llegado a una comprensión profunda de sus fenómenos subyacentes.

Einstein, estaba convencido de que el universo podía ser algo complejo, pero no innecesariamente complejo. Quizá no sea adecuado hablar de causa y efecto, sino sencillamente de relaciones; pero la utilidad de la Relatividad General a la hora de describir el Universo es indiscutible, ya que ha sido sometida a todo tipo de pruebas y hasta la fecha, las ha superado todas. Y que en opinión de Einstein, la mecánica cuántica estaba incompleta, porque no proporciona una descripción completa de la Realidad.

La mecánica cuántica nos impone una forma aleatoria e indeterminada de conocer los acontecimientos, por lo que conocer cuál será nuestro futuro real es algo que no podemos sino conjeturar. En la consideración de que la ciencia no arroja respuestas a todas las preguntas del porqué: ¿Por qué motivo el universo es cómo es? Y la tarea del hombre es limitarse a descubrir el funcionamiento del Universo y no a responder los porqués.

La Relatividad dio un carácter universal a la velocidad de la luz en el vacío y la física cuántica, trajo consigo la aparición de la Constante de Planck, ignorada hasta entonces. Hay dos tipos de constantes, nos dice Einstein: Aparentes y Reales. Las Aparentes, resultan de introducir unidades arbitrarias, pero pueden ser eliminadas. Las constantes Reales, son auténticos números que Dios debió escoger arbitrariamente cuando creo este mundo.

Los parámetros fundamentales, representan la esencia misma de la naturaleza. Si se cambia su valor, cambian los fenómenos de la naturaleza. Una teoría fundamental de la naturaleza debe poder explicar estos parámetros sin dimensión. Eddington, defendía que el pensamiento puro podía lograr una descripción completa del mundo físico y, no sólo las leyes de la naturaleza, sino las constantes de la naturaleza que pueden deducirse a partir de consideraciones epistemológicas. Así, podemos tener un conocimiento a priori de las mismas y donde los experimentos y las observaciones no eran imprescindibles.

La causalidad, no llega por completo al fondo de las leyes naturales y tan solo traza tendencias o posibilidades generales. A nivel de microfísica, ya no podemos pensar en la “Causalidad” como ley absoluta, sino sólo como una tendencia o una probabilidad que prevalece. Para los pitagóricos, los números eran principios cósmicos divinos que constituían la “Estructura Básica” del Universo, y al mismo tiempo, el principio estructural básico de toda existencia.

Los matemáticos nunca niegan que los números simples poseen cualidades irracionales e individuales, pero es Poincaré quien dice que todos los enteros naturales son individuos irracionales. Lo cierto es que todas las matemáticas y su uso en física moderna, se basa en el principio de admitir la imposibilidad de realizar predicciones aisladas de acontecimientos aislados, pero con la meta de poder hacerlo, cuando se llega a muchos e innumerables acontecimientos, que es cuando se consigue una gran precisión, haciéndonos creer que la ley de los grandes números, es nuestra forma de percibir la realidad y de describirla científicamente y con precisión. Así, los métodos de cálculo de probabilidades y estadística no son más que abstracciones basadas en la idea de la serie infinita de los números naturales y, que sólo ganan precisión cuando se tiene un número infinito de casos o ejemplos.

La mayor parte de las personas creen y es una convicción emocional, que la verdad estadística es la verdad y, de que el cálculo de probabilidades o la estadística es la verdad y de que no existe otra. Y así cometemos la misma equivocación cuando pensamos que una verdad estadística es la verdad, puesto que sólo estamos manejando un concepto abstracto y no la realidad en sí misma. A través de la estadística y del cálculo de probabilidades, sólo podemos reconstruir en nuestra mente un modelo abstracto de la naturaleza y éste, no abarca toda la naturaleza, apunta von Franz y, de que sólo tenemos un conocimiento parcial útil pero sabemos que todavía existen una serie infinita de secretos e interminable número de posibilidades con las que explorar la Realidad.

La Ley de los Grandes Números, es la que rige prácticamente todos los procesos estocásticos que determinan el azar en nuestras vidas diarias. ¿Pero por qué ocurre esto? Y es sorprendente que la suma de todas las distribuciones de probabilidad, de todos y cada uno de los procesos independientes, se converge hacia una distribución normal, donde las matemáticas pueden modelar nuestro día a día.

La mecánica clásica, es determinista y rige el movimiento de planetas, satélites y proyectiles y permiten calcular con toda precisión su futura trayectoria; y eso es determinismo. Pero en mecánica cuántica, no podemos predecir con absoluta certeza la posición de una partícula, sólo dar la probabilidad de que se encuentre en determinado punto del espacio. Y no tiene sentido el concepto de trayectoria. Poincaré, encontró por su parte que había situaciones en las que no era posible dar una solución cerrada a las trayectorias de los planetas, vislumbrando el primer ejemplo de trayectoria caótica.

El caos determinista, se presenta cuando un sistema sometido a leyes o reglas perfectamente determinadas, se comporta de manera errática y aparentemente, aleatoria. Físicos y matemáticos fueron los artífices de esta tercera revolución de la ciencia, tras lo que era la Relatividad y la Mecánica Cuántica. Pero en ella, también participaron los biólogos, químicos y economistas. Donde no es necesario que un sistema dependa de un gran número de variables para que su comportamiento pueda ser caótico, pero bastan tres variables para que en el sistema el caos sea posible.

Robert May, observó que el número de individuos de una población podía variar erráticamente de una generación a otra, es decir, que se comportaban de manera caótica. Y fue Mitchell Feigenbaum, con el mismo modelo, observó que había una evolución hacia el caos, caracterizado por cantidades Universales, en el sentido de que no dependían de la forma detallada de la función matemática utilizada en el modelo. Representada gráficamente, su evolución caótica, aparece un objeto geométrico conocido como Atractor Extraño, que aparece en sistemas que disipan energía y que precisan de un aporte continuo de energía desde el exterior. La biología, la química e incluso la economía, han hallado en las matemáticas del caos, herramientas para estudiar sus propios sistemas, nos explica Alberto Pérez.

La ciencia, es simplemente un lenguaje para describir el mundo natural y nuestra relación con él y con el universo, donde La “Objetividad”, implica que el resultado de la medida de una magnitud física, sólo depende del valor que ésta tenga sobre el correspondiente sistema; porque dicho valor depende de unas circunstancias o cualidades “Reales”, que se dan en el sistema, se haga la medida, o no. Y toda medida, incorpora un ineludible error experimental, por la siempre limitada eficiencia de cualquier dispositivo experimental. Pero en todo caso, esa imprecisión es incorporable al valor medio, mediante la adecuada teoría de errores.

La “Separabilidad” asume que la Naturaleza puede ser dividida en partes separadas para su “análisis”, de forma que el conocimiento exhaustivo de esas partes proporciona el conocimiento completo del Todo, ya que sin esa división, su estudio sería inabordable. La ciencia progresa, aprendiendo también de sus errores.

Concebimos el mundo a partir de la información que éste nos proporciona desde que nacemos, pero sólo después de haberla deformado hasta configurarla según nuestra medida cultural. Y que según Jacques Lacan, la primera virtud del conocimiento, es la capacidad de enfrentarse a lo que no es evidente. Pero se reconoce que la intuición humana común acerca del mundo, no logra comprender la extrañeza de la Realidad, donde según la Relatividad, tanto la aceleración como la gravitación atrasan los relojes, de forma que uno podría envejecer un año o dos en una nave espacial y regresar a la Tierra dentro de cien años. Es una dilatación del tiempo y es, un mecanismo anti envejecimiento, en un proceso unidireccional.

La tradición realista del pensamiento clásico, ha sido lanzado por la borda, entre los que destacan especialmente, según María Cruz:

Un sistema físico material puede y debe ser descrito con precisión y exhaustivamente, en términos de un esquema conceptual de atributos físicos bien determinados, que son objetivos y deben proporcionar los mismos valores, sea cual sea, el modo de observación o medida realizada.
El principio de “Separabilidad”, donde la naturaleza puede dividirse en elementos conceptualmente distinguibles y asumibles como independientes, con el que no se puede establecer una conexión causal y que es la suma de las informaciones completas, sobre sus distintas partes.
Tenemos que recordar que lo que observamos no es la Naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de indagación, según Heisenberg, y donde Pascual Jordan nos dice que nosotros mismos producimos los resultados en la medición. La ciencia posee la esencia de lo que ahora denominamos el método experimental, donde hay una pregunta en la mente del que la formula y un método matemático para acercarnos al caos de la existencia y extraer una conclusión, que se juzga desde el modelo matemático; pero actualmente ningún experimento científico se reconoce como válido cuando sólo se ha realizado una vez.

Marcus Chown, nos dice: Empecé a apreciar lo maravilloso que es el mundo en que vivimos; por el camino, aprendí muchas cosas sorprendentes, como que:

Aunque cueste creerlo, el Universo, podría no ser más que un gigantesco holograma. Y ustedes y yo podríamos ser un holograma.
Envejecemos más despacio en la planta baja de un edificio que en la parte alta del ático.
Cada día, el cuerpo de cada uno de nosotros fabrica unos 300,000 millones de células; más que estrellas hay en nuestra galaxia.
Todos los miembros de la raza humana juntos cabrían en el volumen de un terrón de azúcar.
Somos un tercio Setas; Es decir, que compartimos un tercio de nuestro ADN con los hongos.

Con lo que podríamos decir, nos dice Lewis Thomas: Qué bien podría argumentarse que no existimos como entidades. Y Pink Floyd añade que: Hay alguien en mi cabeza y no soy Yo. Y es Marcus Chown que nos dice: Pienso que yo soy Yo; Pero no lo soy. Soy una galaxia. Mejor dicho, soy mil galaxias a la vez. Hay más células en mi cuerpo que estrellas en un millar de Vías Lácteas. Y, de toda esa infinidad de células, ni una sola sabe quién soy, ni le importa.

Todo lo que hago es el resultado de la acción coordinada de innumerables miles de millones de células. Y todo lo que hago es el resultado de la acción coordinada de ellas y, cada uno de nosotros, somos una supercolonia de células y, donde ésta es el átomo biológico y no hay más vida que la vida celular. Con indicios de su presencia de hace ya más de 3,800 millones de años, se dice que eran éstas refugio en un océano de desorden y caos y, conformaban micro universos protegidos, donde el orden y la complejidad podían crecer resguardadas; y hasta la más simple de las bacterias posee unas cuatro mil proteínas distintas, aunque algunas de ellas, se forman o se expresan sólo a intervalos intermitentes, codificadas en el ADN.

Y desde el momento en que surgieron, las células eucariotas cooperaron unas con otras, siguiendo vías cada vez más sofisticadas. Y hace unos 800 millones de años, traspasaron el umbral crítico, donde la Naturaleza, reunió colonias de eucariotas simbióticas para formar organismos pluricelulares.

Tomó a la Tierra unos 3,000 millones de años pasar del estado unicelular antes de dar el salto a los seres pluricelulares y cada uno de los 100 mil millones de células que compone un ser humano, es un mundo tan complejo, como una gran ciudad, nos dice Chown. Con todo tipo de actividades, como centrales térmicas que generan la energía de la célula y, fábricas que producen proteínas, vitales unidades de intercambio químico y sistemas complejos de transporte y un gobierno genético centralizado que mantiene el orden.

Tienen almacenes, talleres, centros administrativos y calles vibrantes de actividad y trafico. Ejércitos biológicos disciplinados, para luchar contra los invasores. Y todo esto sin que nos demos cuenta de ello; y así cada una de las cosas que hemos hecho, visto, oído, olido o saboreado, ha sido el resultado de la comunicación de nuestras células, entre sí y con el resto del mundo. Y todo esto comenzó a partir de una única célula.

No hay apenas células en nuestro cuerpo que sean permanentes y cada uno de nosotros, es más o menos una persona nueva cada siete años. Y cada uno de nosotros está obligado a fabricar unos 300,000 millones cada día. Nos protegen de enfermedades, funcionando como bacterias buenas que mantienen bajo control patógenos dañinos, encontrándose más de diez mil especies de células ajenas residentes en nuestro cuerpo.

Somos humanos en un 2.5% y podríamos decir que nacemos, siendo un 100% humanos, pero morimos siendo un 97.5% seres ajenos. Así que podríamos decir que la Tierra, ha sido un mundo esencialmente bacteriano y, que según Lewis Thomas, vivimos en una matriz danzante de virus. Y mientras van arrastrando consigo pedazos de todo ese genoma, cadenas diversas de genes, trasladando así injertos de ADN y haciendo circular la herencia genética entre unos seres vivos y otros, como si todos participáramos en una gran fiesta, según Chown.

Los humanos somos supra organismos, formados por componentes tanto humanos como microbianos, estrechamente interconectados inseparables y dependientes los unos de los otros para sobrevivir. Y, del mismo modo que el factor microbiano está conectado al resto de los microbiomas, viven en simbiosis con casi el resto de los seres vivos, nosotros también estamos ligados de forma estrecha e indisoluble a la red de vida de la tierra, con lo que este nuevo concepto, tiene claras y profundas implicaciones en nuestra forma de entender la misión que desempeñamos en la tierra y en muchos aspectos de la salud y las enfermedades.

Los beneficios que los humanos obtenemos de nuestros microbios, tienen consecuencias muy relevantes para la salud, e incluyen la digestión de ciertos componentes de la comida que ingerimos y que los intestinos no son capaces de digerir por sí mismos, nos dice Emeran Mayer. Además, la regulación del metabolismo, el tratamiento y la desintoxicación de algunos químicos peligrosos que tomamos con los alimentos. La ejercitación y la regulación del sistema inmunitario y prevenir la invasión y proliferación de patógenos peligrosos.

Las alteraciones van asociadas a una gran variedad de trastornos, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la diarrea provocada por antibióticos o el asma, y podrían incluso tener algo que ver en las alteraciones del autismo y los neurodegenerativos del cerebro, como el parkison. La diversidad y abundancia de los microbios intestinales varía a lo largo de la vida y en cada individuo. El primer período de baja diversidad, coinciden con la ventaja de vulnerabilidad a los trastornos en el neuro-desarrollo, como el autismo y la ansiedad; mientras que la última etapa de baja diversidad coincide con el desarrollo de alteraciones neurodegenerativas, como el parkinson o el alzheimer.

¿El hecho de que las células no humanas nos superen a los humanos en número, debería cambiar el concepto que tenemos del ser humano? Pregunta Emeran Mayer. La ciencia del microbioma humano está revolucionando nuestro lugar en la tierra y, ya hemos dejado de vernos como el único producto inteligente de la evolución, distinto del resto de los seres vivos del planeta.

El oxígeno que respiramos y que suministra energía para todos los procesos biológicos que se desarrollan en nuestros cuerpos, resulta esencial para mantenernos con vida. Y sólo podemos sobrevivir durante apenas unos tres minutos sin él. Todos los seres vivos son configuraciones de la materia altamente improbables en principio, pero todos hacen lo que hacen fantásticamente y, se podría extraer la conclusión de que los seres vivos fueron diseñados, sin embargo esa conclusión tan obvia es errónea, nos dice Chown.

La falsa ilusión de la existencia de un diseño en la naturaleza es tan intensa que no fue reconocido por mucho tiempo y, existía la convicción de que los seres vivos habían sido creados y puestos sobre la Tierra por un Ser Supremo. Las pruebas estaban del lado de que la asombrosa diversidad de formas de vida existentes, es consecuencia de un mecanismo puramente natural. La vida no se creó de golpe en un día por obra de un creador, sino que ha ido evolucionando gradualmente a partir de formas ancestrales más simples.

Si toda la vida desciende de un ancestro común, es evidente que todas, están emparentadas entre sí. Pero ¿Qué causa que las especies cambien a lo largo de las generaciones? La Naturaleza parece seleccionar rasgos que maximizan las probabilidades de supervivencia de un organismo en su entorno. Y con el paso del tiempo, la prevalencia de rasgos ventajosos que confieren a sus individuos una mayor capacidad de supervivencia.

Algo está vivo si es capaz de reproducirse, auto mantenerse y evolucionar. ¿Qué nos hace como somos? Somos fruto de de una compleja combinación de genética, educación, experiencias vitales y sentimientos y, pese a que no entendemos la complejidad que nos caracteriza, ésta se supone se halla en el cerebro. Y así, con las lesiones cerebrales, se tenga la incapacidad para sentir emociones, como la empatía, ira o amor, o de que una persona se convierta en otra muy diferente, por lo que se cree que es en el cerebro donde reside la personalidad que nos define.

¿Pero, cómo es posible que conceptos complejos e inmateriales estén físicamente localizados en un órgano en concreto? Si fuéramos capaces de entender en profundidad la conexión entre lo material y lo conceptual del pensamiento, podríamos crear inteligencias superiores a las naturales. Y si algo nos hace humanos, son precisamente nuestras emociones.

La emoción, es la principal fuente de los procesos conscientes, nos dice Carl Jung y, no puede haber transformación de la oscuridad en luz, ni de apatía en movimiento sin emoción. Si bien el rol de las emociones negativas parece estar claro y su origen se localiza en la amígdala cerebral, la razón de ser de las emociones positivas, no es tan evidente, ni se conoce con precisión, su localización física.

Estamos hablando de un sistema que funciona miles de veces más rápido que un ordenador y con una conectividad miles de veces superior. Al tratarse de un sistema de inteligencia colectiva, no hay un individuo que tome una decisión y guíe al resto del grupo, según Santamaría.

La nueva ciencia confirma que el cerebro, el aparato digestivo y la flora intestinal hablan entre ellos en un idioma biológico que comparten. Pero, ¿Cómo podemos escucharlos y posibilitar que se comuniquen con nosotros? Los microbios viven en contacto íntimo con los sistemas más importantes de recogida de información de nuestro cuerpo, lo que les permite oír la comunicación de cómo el cerebro se comunica con los intestinos, sus estados emocionales e influyen en dichas emociones, reforzando o incluso prolongando el estado emocional, afectando las relaciones sociales o nuestra habilidad para tomar decisiones. Y la pregunta es: ¿Es el equilibrio adecuado de microbios un requisito para la salud mental?

La estabilidad y la resiliencia contra los ataques y las alteraciones, miden la buena salud de un ecosistema, Otros factores que contribuyen a la salud, son la diversidad y la abundancia de los organismos que lo conforman. La mezcla de los microbios que componen la flora intestinal, se desequilibra y deja de ser saludable en numerosas enfermedades intestinales. La medicina Funcional, es una manera de dar tratamiento a las causas, no sólo a los factores de riesgo y de tratar todo el sistema y, no sólo los síntomas de crear salud y no sólo dar tratamientos a la enfermedad, que a menudo esta última se hace cargo de sí misma. La enfermedad desaparecerá como un efecto colateral de estar saludable. También los efectos del estrés diario en nuestra vida, están conformados por nuestros pensamientos, actitudes y conceptos y, no hay que creer todo pensamiento estúpido que se nos ocurra.

Muy en particular, hay una profunda singularidad subyacente en la segunda ley de la Termodinámica y la propia naturaleza del Big Bang, que dice que las cosas se hacen cada vez más desorganizadas con el paso del tiempo y de que su organización, se está perdiendo continuamente. Y uno de los mayores enigmas de la cosmología es, de donde procede la organización y en qué forma el Big Bang representa organización.

Lo que la segunda ley establece, es que las cosas se hacen cada vez más aleatorias a medida que pasa el tiempo y que parece expresar una inevitable y deprimente característica de la existencia cotidiana. Sin embargo, la emergenciaNos dice Robert Clarke que paradójicamente, cuanto más avanzan el hombre y la ciencia en sus conocimientos acerca del mundo, nuevas cuestiones a menudo más complejas, más oscuras, más aparentemente inextricables, vienen a sustituir a las ya resueltas. Más allá del ligero barniz de las apariencias, de lo que llamamos realidad, el universo resulta ser enormemente extraño, misterioso e inabordable. Donde el misterio que plantea el orden del mundo, la revolucionaria realidad que ha descubierto la física cuántica y los interrogantes que se mantienen aún abiertos sobre la dirección del tiempo, la aparición de la vida, el sentido de la evolución, el nacimiento del universo o algo en apariencia tan simple, como la creación de un ser vivo.

Hay que ser conscientes, en cualquier caso, de que las leyes que formulamos para explicar el mundo no son inmutables y lo que ofrecen es, como mucho, una imagen de la realidad. Y, siguen siendo teorías, hipótesis, susceptibles de ponerse en tela de juicio en todo momento. Las leyes de Newton contradecían las de Galileo y Newton, se vio refutado por Einstein y las de Einstein por la física cuántica y ésta, podría verse sustituida por una nueva física por crearse.

En la teoría de la información, la información y la entropía, se consideran las dos caras de una misma moneda, donde en definitiva, el principio de conservación de la energía se mantiene en todo momento, y con esto, el mensaje final es de que la entropía es un concepto fundamental y recurrente en muchas disciplinas.

Max Planck, creador de la física cuántica, opinaba que existe un tercer mundo, diferente del mundo real y del mundo sensible, que estudiamos en la actualidad. Este tercer mundo en gran parte matemático, sería una creación del espíritu humano, construido con un objetivo muy preciso y por lo tanto, sujeto a modificaciones a medida que avanza la ciencia. Y su propósito, sería proporcionar un conocimiento lo más completo posible del mundo real, como describir el mundo sensible.

Existen muchas variantes sutiles de la evolución teísta, pero una versión típica, descansa en las siguientes premisas:

El Universo surgió de la Nada hace aproximadamente 14,000 millones de años.
A pesar de las enormes improbabilidades, las propiedades del universo parecen haber sido afinadas con precisión para la vida.
Si bien el mecanismo del origen de la vida en la Tierra sigue siendo desconocido, una vez que la vida surgió, el proceso de la evolución y la selección natural, permitieron el desarrollo de la diversidad y la complejidad biológica sobre largos períodos de tiempo.
Una vez iniciada la evolución, no se requiere una intervención sobrenatural.
Los seres humanos son parte de este proceso y comparten un ancestro común con los simios.
Pero los seres humanos también son únicos de manera que desafían la explicación evolutiva y que apuntan hacia nuestra naturaleza espiritual.

Para Bohr, es un error pensar que el objetivo de la física es el de descubrir qué es la naturaleza sino, qué es lo que podemos decir de la naturaleza. Por lo que es preciso decir que no podemos tener acceso directo a ella, ni la de poder describirla y la única realidad que observamos, es la de nuestra experiencia, porque la ciencia no abarca más que los fenómenos que se están dando en cada momento.

Intentar explicar en palabras algo inmaterial, pero sin lo cual no tendría razón de ser todo lo existente, resulta sumamente difícil, nos dice Helena Galiana. Donde todas las culturas han dado testimonio de esa parte del hombre impalpable e inconmensurable, cuya existencia no se ha probado, pero cuya realidad siempre se ha defendido, ya sea bajo el nombre de alma u otros términos afines, que encontramos en libros sacros, filósofos, alquimistas y donde hombres de todas las épocas y distintos campos y creencias, intentaron propalar dicho pensamiento.

Y según Ken Wilber, uno de los libres pensadores más sobresalientes de nuestro tiempo, la psicología transpersonal ha redescubierto el alma y le ha otorgado una renovada importancia. Y de que el ser humano integral está compuesto por el cuerpo, las emociones, la mente, y el alma. Distinguiéndola como una de las diferentes etapas que el hombre puede desarrollar.

Wilber, defiende que la realidad está constituida por una red de niveles interrelacionados, que van desde la materia hasta el cuerpo y desde éste hasta la mente y el alma. Y a su vez, cada nivel superior envuelve o engloba las dimensiones precedentes. Y el conflicto surge cuando una parte de la ciencia no puede integrar en su nivel de pensamiento y de razón, los niveles superiores. Sin embargo, en la medida en que la ciencia empírica se adentra en los secretos más profundos del mundo físico, descubre hechos y datos que parecen exigir algún tipo de inteligencia que trascienda el dominio de lo material.

Presenta: al Ser y a la Conciencia, como una jerarquía de niveles dimensionales que se mueven desde las esferas más bajas, densas y fragmentarias, hasta las más altas, sutiles y unitarias, manteniendo la misma opinión que el hinduismo y el budismo.

Somos parte de algo, mucho más vasto que nosotros mismos y, estamos ahora en el dominio de lo Transpersonal, donde el Yo no ha desaparecido, sino que se ha expandido para ir incluyendo cada vez más elementos fundamentales, según Liz Greene. Ya que por una parte, tenemos la necesidad de construir una identidad basada en un Yo diferenciado; mientras que por la otra parte, necesitamos trascender ese apartamiento para volver a conectarnos con el Todo, con algo mayor que nosotros mismos. Ya que los problemas que se nos plantean no tienen que ver con la definición de uno mismo como individuos, sino que se originan en el miedo de fundirse con los otros y, de renunciar a la propia individualidad.

A otros, les cuesta conectarse y fundirse con los demás o reconocerse como parte de un Todo, donde desde hace miles de años, místicos y filósofos tratan de explicar este concepto de que somos el universo. Y una de las primeras cosas que como feto captamos, es este sentimiento de universalidad y de integración con la totalidad de la vida y que incluso, después de haber asumido una existencia aparte, sentimos que nuestra naturaleza más profunda y más íntima es ilimitada e infinita y, de que consciente o inconscientemente, anhelamos reintegrarnos a la totalidad perdida, según Greene. Sin embargo, hay un Yo más profundo y subyacente, que existe incluso cuando aquello que considerábamos que “éramos” nos ha sido arrebatado.

Nos dice Niels Bohr: La palabra Realidad es también una palabra, una palabra que tenemos que aprender a utilizar correctamente y es Werner Heisenberg, quien agrega que la física es un trabajo honrado y sólo después de haberlo aprendido, se tiene el derecho a filosofar sobre él. Y es Mario C. Bosca, quien nos dice que entrados en el siglo XXI, la física cuántica continua deparando incesantes descubrimientos, propiciando no sólo sorprendentes aplicaciones, sino también exigiéndonos una nueva forma de pensar y de mirar el mundo, para poder comprenderlo. Y los físicos no tienen más remedio que interrogarse en nuevos términos sobre la textura de la realidad.

El “Existencialismo”, suele declarar que el hombre es angustia y de que se da cuenta de qué es, no sólo el que elige ser, sino también un legislador, que elige al mismo tiempo a sí mismo y a la humanidad entera y, que no puede escapar al sentimiento de su total y profunda responsabilidad. Y así, el primer paso del existencialismo es poner a todo hombre en posesión de lo que es y asentar sobre él, la responsabilidad total de su existencia.

LA ALQUIMIA DE LA TIERRA

La verdad siempre prevalece y es un poder en sí mismo. Y para eso, estamos aquí para difundir el poder y el conocimiento entre los hombres. Entre nosotros está la ignorancia, que origina oscuridad y pensamientos equivocados y, los pensamientos equivocados, originan acciones equivocadas. La evolución no se puede detener, es una de las leyes naturales de la existencia y esta vida es sólo un parpadeo en la eternidad y se está acercando rápidamente el tiempo en el que el hombre, según Gonzáles Calero, deberá volverse más hacia lo espiritual y no hacia el poder de lo físico, ya que no se puede destruir nada, no se puede destruir la vida, sólo se puede quitar una de sus formas de expresión.

El mundo, no es ni mudo ni opaco, no es algo inerte sin propósito o significado. Para el hombre religioso, el cosmos “Vive” y “Habla” y la evidencia sugiere que la razón gobierna la realidad. Pero cuando estamos a punto de declarar cuerdo al universo, éste muestra su otra cara y el azar y el accidente, parecen ser más fuertes que la ley y el orden. Quizás, la suerte no sea más que estar abierto a cualquier cosa que venga y evitar la ilusión de que es la razón quien gobierna.

Para sobrevivir en el mundo, tenemos que aprender cómo y cuándo utilizar la razón o la intuición y, en el mejor de los casos, nunca hay suficiente orden en las cosas como para satisfacer nuestro apetito de armonía. Pero tampoco el caos es lo suficientemente constante, como para destruir nuestra fascinación por la razón. Y cada uno de nosotros tiene alguna forma de mantenerse en contacto con los ritmos que gobiernan el mundo. Y el objetivo es deshacernos de cualquier cosa que pueda distraer la mente y estorbar la vida de tal manera, que funcionemos sin la conciencia, según lo declarado por Howard Thruman

En cuestión de vista cósmica, todos llevamos algún tipo de gafas y todo nuestro conocimiento, nos asegura de tener calma, ya que todo ocurre como debe ocurrir; pero nada está dirigido a ti y no hay nada previsto para ti, es simplemente “el mundo” que puedes experimentarlo como quieras. Tener buen corazón no es algo que pueda enseñarse intelectualmente en un aula a estudiantes que toman notas de manera automática. Un corazón bueno y sabio, según David Brooks, se obtiene a lo largo de una vida de esfuerzos diligentes, por cavar en uno mismo y curar las heridas de la vida.

Tiene que descubrirse en lo más profundo del corazón, cuando se está listo al fin para ir a buscarlo, no antes. Cada uno de nosotros posee la capacidad de enfrentar sus debilidades y encarar sus pecados; y durante esta confrontación con nosotros mismos, forjamos nuestro carácter. La elevación moral es más probable cuando se apasiona el corazón, cuando entramos en contacto con personas que admiramos y amamos y, consciente e inconscientemente, dedicamos nuestra vida a imitar la de ellas.

Las virtudes de una oración fúnebre, según Brooks, son más profundas si fuiste bueno, valiente, honesto o leal y, de qué tipo de relaciones estableciste. Sin embargo, el sistema educativo se orienta hacia las virtudes del curriculum, más que a las de la oración fúnebre y, la mayoría tenemos estrategias más claras para alcanzar el éxito profesional que para desarrollar un carácter profundo. Según el Genesis, existen dos lados opuestos en nuestra naturaleza humana. Uno, es el lado ambicioso de nuestra naturaleza y orientado a nuestra trayectoria profesional, el del curriculum que quiere hacer, crear, producir y descubrir cosas y busca un estatus alto y la de obtener victorias. En cambio el otro, es nuestro Yo interno, que es el que quiere encarnar ciertas cualidades morales y quiere tener un carácter tranquilo, una noción serena pero sólida del bien y del mal. Y no sólo para hacer el bien, sino también para ser buenos y desear amar íntimamente, sacrificarse al servicio de los demás, vivir en obediencia a una verdad trascendente y tener un alma íntegra, que honre la creación y las propias posibilidades.

Y mientras que el primero quiere conquistar el mundo, el segundo quiere obedecer el llamado a servir el mundo. Mientras que el primero es creativo y gusta saborear sus logros, el segundo renuncia muchas veces al éxito y al prestigio materialista, en aras de un propósito sagrado. Mientras que el primero pregunta cómo funcionan las cosas, el segundo se pregunta porqué existen las cosas y para qué estamos aquí. Y, mientras que el primero quiere arriesgarse, el segundo quiere volver a sus raíces; para el primero su lema es el éxito, el segundo experimenta la vida como un drama moral y su lema es la Caridad, Amor, y Redención.

A todo esto, Soloveitchik nos dice que vivimos en esta contradicción: la del Majestuoso y la del Humilde, que no son del todo conciliables y estamos atrapados para siempre en una confrontación con nosotros mismos. Pero también llamados a desempeñar ambos personajes, debemos dominar el arte de vivir dentro de la constante tensión entre esas dos naturalezas. Y, la parte difícil de la confrontación es que viven de acuerdo con una lógica distinta, donde el primero es creador, hacedor y descubridor, que vive conforme a una lógica distinta y que es la lógica de la economía, donde el esfuerzo conduce a la recompensa, donde la practica hace al maestro y busca la maximización de la utilidad y tratar de impresionar al mundo.

Todos nuestros pensamientos, sentimientos, acciones y reacciones surgen con base en todo lo que registramos en el pasado. Y si en realidad hemos pasado tanto tiempo con nosotros mismos, por qué a la última persona que llegamos a conocer bien es a nosotros mismos. ¿Y por qué somos inexpertos al autoconocimiento? Luego, pocas veces discutimos sobre temas verdaderos como la de ¿Qué interrogantes me está haciendo la vida en este momento? ¿Es el autodescubrimiento un proceso de toda la vida?, nos pregunta David Brooks.

El cerebro humano es una maquina creativa, un objeto natural complejo, no lineal, con las siguientes características. 1.- Tiene una dependencia exponencialmente sensible a las condiciones iniciales. Donde un sistema lineal es tal, que dado un conocimiento suficiente de los valores de las variables que describen el sistema en un momento dado y, dado un conocimiento suficiente acerca del modo en que se modifican esas variables, es posible predecir con gran precisión el futuro del sistema. Y si en el sistema lineal se introduce una señal de entrada, es posible saber con exactitud cuál será la señal de salida. En los sistemas no lineales, en cambio, es imposible predecir el futuro del sistema y el motivo reside en que cambios pequeños en las condiciones iniciales del sistema, pueden amplificarse a lo largo del proceso y provocar cambios enormes en una etapa posterior y, cuanto más lejanas sean las predicciones, menor será el grado de exactitud. Y, una señal de entrada pequeña introducida en un sistema no lineal, puede causar una salida inmensa o quizás no provocar salida alguna, como se da en el clima, donde no podemos predecir trayectorias futuras con certidumbre y todo en la naturaleza sigue un proceso no-lineal.

2.- La Autoorganización es la tendencia de los sistemas no lineales a reorganizarse de tal modo que desarrollen correlaciones temporales y espaciales de largo alcance. Y así, en una colonia de hormigas, lo que se percibe es una estructura y una organización globales, pero ninguna de las hormigas es consciente de la existencia de la colonia en cuanto totalidad. Y la clave radica en que la Autoorganización, surge a partir de la dinámica interna del sistema, sin que exista una señal externa, con lo que sólo puede presentarse a partir de sistemas no lineales, con lo que a partir de la interacción de elementos simples que constituyen un sistema autoorganizado, puede surgir un comportamiento muy complejo. Y también es el motivo por el que los climas conservan una estabilidad relativa y cambia de manera muy gradual, donde un umbral no lineal es la razón por la que hasta un aumento pequeño en términos relativos, puede significar un inmenso cambio en el clima.

Los bosques también son sistemas autoorganizados. Su salud se mantiene como resultado de la interacción, compleja en extremo, entre diversos tipos de suelo, animales, insectos, plantas, hongos, árboles y el clima. Al alterar este sistema, exquisitamente equilibrado y armonioso, a través de la uniformidad y los intentos de volverlo productivo a través de la silvicultura, se ha logrado derrumbar el sistema. Los sistemas complejos existen en las proximidades del límite entre orden y desorden y esa cercanía, se denomina “Criticidad Autoorganizada” y que permite la adaptación a nuevos entornos. Al filo del Caos, los sistemas modifican con rapidez sus estructuras internas hasta que encuentran un estado estable, adaptabilidad que tiene límites que no son lineales y que al superar dicho umbral, el sistema se derrumba catastróficamente.

El Universo, parece poseer todas las propiedades necesarias para permitir que la materia acceda a estados de complejidad cada vez más avanzados y se puede pensar que si el mundo nos parece complejo, es porque no somos lo bastante inteligentes para captar su sencillez, enmascarada por una complejidad que tal vez, es sólo apariencia, según Robert Clark. Y con su pregunta de ¿Esta complejidad es profundamente inherente a la materia o existe sólo en nuestra forma de intentar comprender el mundo? ¿Y tal vez, podría parecernos complicado porque no sabemos concebir más que teorías complejas para captarlo? Y la vida, ¿Es simplemente el resultado de un proceso natural de complejidad creciente de los elementos inertes, una autoorganización? El misterio sobre este fenómeno esencial sigue siendo absoluto.

Nos dice González Calero, que a ese mundo visible y que creemos conocer, los textos Vedas lo llamaban “Velo de Maya”, queriendo decir con ello que este mundo no es sino pura ilusión, un espejismo producido por el deseo. Según ellos, el verdadero mundo sería el mundo oculto, el mundo invisible que se esconde tras este mundo aparente. Y es Arthur Schopenhauer, quien sostuvo que la realidad, tal y como aparece ante nosotros, no es la autentica realidad en sí, sino una simple representación que se produce en nuestra mente, un velo que nos hace ver espejismos. Y según lo dicho por Kant, es la de que no podemos saber cómo es el mundo en sí, ya que es incognoscible.

Todos los átomos, que componen nuestros cuerpos, salvo el hidrógeno, han sido fabricados al interior de una estrella y que según Eddington, nuestros cuerpos están constituidos por el vacío y, de que sólo el 5% de la energía del universo proviene de la materia ordinaria. Los átomos de nuestro cuerpo fueron fabricados en el interior de una estrella y viajaron por el espacio y llegaron finalmente a ser parte de la Tierra y de nosotros mismos.

La evidencia actual sugiere que el planeta permaneció estéril hasta casi 400 millones de años, momento en el que las plantas aparecieron en tierra firme, derivada de formas de vida acuáticas y donde la colisión de un asteroide pudo haber sido la única forma posible de que los dinosaurios se extinguieran y que los mamíferos lograran florecer. Y donde todos los hallazgos son consistentes con el concepto de un árbol de vida de organismos relacionados y existen evidencia de formas transicionales de reptiles a aves y de aves a mamíferos. Y si se pudiera demostrar que los sistemas biológicos complejos, elegantes e integrados, se podrían haber formado mediante un proceso gradual darwiniano, entonces el Diseño Inteligente sería refutado en los principios básicos de que no es necesario invocar causas inteligentes, cuando bastarían causas naturales indirectas.

Y así, la perspectiva de Dawkins, de que el universo que observamos tiene precisamente las propiedades que esperaríamos si al final no existiera ni diseño, ni propósito, ni bien ni mal, nada excepto ciega indiferencia inmisericorde. Y donde el análisis genético sugiere que cerca de diez mil ancestros dieron lugar a la población actual de 7,000 millones de humanos en el planeta.

Una de las pruebas de que el mundo probablemente es coherente y lógico, es que se puede describir en sus grandes líneas usando un pequeño conjunto de leyes físicas que siempre están en armonía y nunca se contradicen y, tienen validez para todo a cualquier escala, desde el átomo hasta las estrellas. A lo que Hubert Reeves nos dice, que no hay ruido, sino música. Recordando que las leyes científicas, son invenciones humanas, eficaces y cómodas para conocer y sobre todo, para predecir. Y que según Heisenberg, no existe una ciencia de la naturaleza, sólo hay una ciencia del conocimiento de la naturaleza por parte de los hombres. Y aunque el Universo parece obedecer cuatro fuerzas fundamentales que garantizan su funcionamiento armonioso, a pesar de su auténtica naturaleza, hay que reconocerlo, es un completo misterio.

Aunque ignoramos porqué existen y cuál es su naturaleza, hay que reconocer que estas fuerzas son elementos esenciales que si fueran diferentes, el mundo no sería lo que es, ni habrían podido surgir los átomos y la vida. Y la existencia de estas fuerzas, traduce la lógica del mundo y aunque nos parezca complejo, hay que reconocer que es el más sencillo posible de todos los imaginables. Estas cuatro fuerzas derivan de una sola súper fuerza, según Robert Clarke, que existía en el comienzo del mundo y fue, lo que saco del caos original para permitirle organizarse. ¿Habrá que creer a quiénes, por el contrario, afirman que esas constantes como las demás lógicas de nuestro mundo, se deben sólo a un sutil juego de azar y necesidad? ¿O del hecho de que la realidad del universo, excede a nuestra capacidad de representarlo de forma adecuada?

El desarrollo del cerebro humano es un proceso muy complejo, que se inicia durante la vida embrionaria y que continúa mucho después del nacimiento, donde el cerebro que surge del proceso de desarrollo es el instrumento a través del que éste, lo afrontará el resto de su vida. El modo en que operan nuestros circuitos nerviosos, determinan qué percibimos o no de lo que nos rodea y de qué forma lo percibimos, cómo lo juzgamos y, que estemos motivados para actuar con relación a lo que percibimos o no. Y así podemos decir que aquello que llamamos Realidad Visual, es una construcción de nuestro cerebro. Lo mismo vale para la Realidad Auditiva y para la Realidad de memoria y así podemos decir que lo que pensamos que es el mundo Real Objetivo, es una construcción de nuestro cerebro que depende de cómo funcionan nuestros circuitos nerviosos.

El cerebro, es el instrumento a través del que reconocemos los objetos y comprendemos lo que se dice, percibimos lo que nos rodea como amenazante o amigable, interesante o sin interés y el instrumento a través del que aprendemos y recordamos, decidimos y planeamos y, que se forma con la contribución esencial del ambiente que construimos en torno nuestro. Y no sólo se necesita una experiencia apropiada para que el desarrollo sea correcto, sino que para poder liderar eficazmente el desarrollo, tiene que adquirirse durante temporadas precisas de desarrollo.

Estudios recientes indican que un factor crucial en la determinación de las diferencias individuales, es el ambiente en el que una persona se desarrolla y vive. Donde la experiencia puede modificar los circuitos nerviosos, haciendo que el cerebro de la persona sea diferente de aquel que no ha tenido la misma experiencia, especialmente durante el desarrollo de la persona y, así podemos decir que “Experiencias Diferentes, cerebros diferentes”. Así también podemos decir que cada uno de nosotros, es el producto de un complejo proceso de desarrollo, cuyo resultado depende de una interacción entre las características genéticas del individuo y las experiencias a las que dicho individuo estuvo expuesto.

El ambiente en que vivimos, modela los circuitos nerviosos en formación, un proceso fundamental para el desarrollo del cerebro y la maduración de los módulos del comportamiento y de las capacidades individuales. Los estímulos sensoriales, se traducen en secuencias de activación neuronal y modifican el curso de los procesos de trascripción genética y de remodelación de las conexiones neuronales. Y la formación de los rasgos distintivos de la personalidad, según Nicoletta Berardi, agregando que cada vez cobra más importancia los estudios sobre la interacción entre genes y ambiente y los conocimientos sobre el papel de la Epigenética, en la construcción de la arquitectura cerebral, el impacto de los cuidados maternos y de los estudios ambientales enriquecidos sobre la maduración de las funciones sensoriales y cognitivas o, los efectos a largo plazo de la exposición precoz a condiciones ambientales poco indicadas.

El hecho de que se pueda optimizar el desarrollo cerebral del niño, a través de programas de enriquecimiento ambiental y en qué medida es posible hacerlo, es una cuestión de gran interés científico, con influencia directa en la pedagogía y en la sociedad donde diferentes programas han demostrado la posibilidad de reducir el riesgo de desarrollar rasgos de comportamiento esquizofrénicos y antisociales en adultos. Así también, el embrión y el feto están expuestos a través de la acción del filtro de la madre, a estímulos ambientales potencialmente beneficiosos o dañinos para el desarrollo del plano corporal y de las funciones cerebrales. Donde la exposición a desastres, además de la ansiedad y la depresión, son capaces de inducir trastornos en el crecimiento del feto, así como malformaciones somáticas y anomalías en el desarrollo del control de las emociones y de la cognición, que pueden persistir en la edad adulta. Donde el maltrato infantil constituye un factor de riesgo universal para el desarrollo de comportamientos antisociales.

Berardi, nos dice que las neurociencias han aportado pruebas suficientes sobre la capacidad del ambiente para regular finamente los procesos madurativos cerebrales, promoviendo su curso psicológico o favoreciendo su recuperación, en caso de que existan procesos patológicos al mismo tiempo. Estos estudios revelan que el ambiente llega incluso a influir en el ADN, regulando su estructura y su función, que tienen importantes aplicaciones en el ámbito pedagógico y deberían convertirse en fuente de inspiración para las políticas educativas y asistenciales. Los estímulos ambientales contienen en sí mismos, una fuerza generadora de libertad de pensamiento y de terapia de la mente y de la esfera emocional del individuo. Crear las mejores condiciones para el crecimiento y el desarrollo del niño, construidas sobre una multiplicidad de estímulos sensoriales, cognitivos, motores y sociales, que puedan asegurar el completo despliegue del potencial de cada persona, es algo inmensamente necesario y urgente.

Una determinada proporción de lo que llamamos Naturaleza Viva, es la de Aprende, y lo que acostumbra a denominarse supervivencia del más apto, estriba en parte en la capacidad de ciertas formas de vida para Aprender, donde lo que se aprende no se hereda y es la capacidad para Aprender lo que favorece la supervivencia y es hereditaria. Los seres humanos tenemos la condición innata de analizar y pensar y nuestro intelecto, se encuentra normalmente en un continuo discurso.

Los animales de todas las especies, al igual que el ser humano, se encuentran constituidos de una parte oculta a la vista humana, siendo sin embargo la fuerza y el ser que da vida y sentido a la existencia. Los seres vivos, sean plantas o animales, poseen al igual que el hombre, su parte energética y emocional. Y existen numerosas creencias y culturas que mantienen entre sus conocimientos la existencia de una parte espiritual y energética que conforma nuestra parte más sutil y que sin embargo es la autora de la vida y de todo lo existente.

Donde el brote es microscópico y el vehículo es multicelular, así la gallina es el medio con que cuenta el huevo para hacer otro huevo, según Sherrington. Y donde la mente conoce el mundo y actúa sobre él por medio del cuerpo y, es difícil sustraerse a la conclusión de que existían cuerpos antes que mentes y que las mentes sólo existen cuando hay cuerpos adecuados para ellas.

Kirlian, un científico ruso, descubrió de forma accidental que se podía fotografiar lo que resultó ser un aura, al observar una increíble muestra de colores que rodeaban la huella de la mano. Y rápidamente se percató de que cualquier organismo vivo creaba la misma impresión, dándose cuenta de que las emanaciones responden a estados emocionales y que a la vez, indicaban el estado de salud de la persona.

El descubrimiento permitió que se confirmará algo increíble, la existencia de algo más que nos conforma y que el cuerpo físico es realmente una parte visible existiendo otras cuya existencia y razón de ser desconocemos. Sabiendo que un ser humano un animal o una planta sin vida, muerto, no desprende ningún tipo de energía o aura, lo que confirma que es la energía de la que está configurada la existencia y es la que nos da la vida, según Galiana.

La vida nació y apareció con relativa rapidez, tras el nacimiento del globo terrestre y en cuanto se hubo enfriado lo suficiente. Como si el fenómeno hubiera sido ineludible en cuanto se dieron ciertas condiciones de temperatura, presión y radiación y los elementos químicos propicios, como si la vida no fuera un fenómeno sorprendente, sino una especie de necesidad. Y según Robert Clarke, como si la vida no fuera nada más que un estado excitado de la materia, igual que la materia era un estado excitado del vacío y, sin fronteras entre lo inerte y lo vivo, que proceden de la misma química y la misma física, siendo tan solo un proceso normal de autoorganización de la materia, con una complejidad creciente, dirigida y orientada de forma natural hacia un mayor orden.

La vida, parece una paradoja en la medida en que las leyes de la física afirman que un sistema cerrado no tiene más remedio que desorganizarse con el tiempo, que el desorden sustituye inevitablemente al orden y, a más velocidad cuanto más complejo es el sistema. Sin embargo, no ocurre así con los seres vivos, que por el contrario crean orden; de una célula única nace un ser muy organizado y todos los individuos de una misma especie son semejantes entre sí, y el hecho probable de que los primeros seres vivos no fueran sistemas cerrados, sino que tenía intercambios con el exterior y se crea un equilibrio que impide la desorganización.

Las plantas y los árboles han supuesto también un interesante campo de descubrimientos, que han confirmado que las plantas pueden captar de su entorno el peligro, las emociones y el afecto y, aprecian igual que el ser humano una buena música. Animales y vegetales, al igual que el hombre, son seres vivos, cuya constitución y cualidades son similares a las del ser humano y en algunos casos superiores.

¿Qué llevó al hombre a enfrentar la necesidad de convertirse en el actor de su propia vida, pregunta Jaime del Palacio. Parte de un cosmos perfectamente ordenado y rígidamente jerarquizado, el hombre mismo destruyó ese cosmos y con ello perdió la seguridad que le daba el que su propia existencia fuera indistinguible de la naturaleza. Desde entonces, el hombre parece andar perdido, condenado a buscar un propósito extraviado y de la salvación de sí mismo. Ya que podríamos no ser nada y en última instancia no tener control sobre nuestra vida. Y así, no fue la tecnología superior la que mató a la mayoría de la población americana indígena exterminada en un 95%, sino que fueron las enfermedades como la viruela y el sarampión, traídas por los europeos, las que causaron gran parte de esa mortalidad y que es por otra parte sorprendente, que los indígenas no desarrollaran ninguna enfermedad epidémica, por su parte.

Los seres humanos tenemos la posibilidad de elegir y podemos examinar una situación y considerar si vale la pena que nos enojemos o, si los demás nos aprobaran o simplemente si es adecuado reaccionar de ese modo o de otro. La corteza cerebral nos permite ser razonables y justos y jugar limpio, pero con frecuencia, a expensas de una reacción instintiva y primitiva y, que para Carl Jung lo que estimula y provoca el conocimiento o la individualidad es la dinámica constantemente cambiante entre la conciencia y el inconsciente.

Todas las personas captamos más de lo que pensamos y notamos que un paisaje, un río y toda la existencia en su conjunto, emite energía y todo es uno y está interconectado y sentimos algo especial al observar un valle, una montaña o el cauce de un río, sensación especial al notar que existen lugares y cosas que poseen una fuerza, un poder especial, que nuestro ser ha captado. Y que describe Robyn Davidson, al decir que el indescifrable poder de aquella roca me aceleró los latidos del corazón; no me esperaba algo de una belleza tan extraña y primitiva.

El alma ha sido un gran misterio, algo que se escapa a un entendimiento lógico y que según Patrick Drouot, es preciso revisar rápida y drásticamente nuestras ideas sobre el concepto de espíritu y su manera de actuar sobre la materia, siendo necesario crear grupos pluridisciplinarios de investigación sobre el espíritu, el cerebro y la conciencia. Con lo que la búsqueda del alma, se convierte en todo un reto para el hombre del siglo XXI,

Una vez iniciados los sistemas vivos, procedieron a hacerse más complejos, aumentando la diferencia entre organismo físico y organismo biológico. Esta complicación progresiva fue obra de la evolución. Habitamos un mundo de tamaños diversos, en el que el tamaño es algo relevante, donde la multiplicación permite mayor especialización de los componentes aunque la totalidad siga siendo un sistema integrado y una unidad.

Los seres humanos tenemos la condición innata de analizar y pensar, nuestro intelecto se encuentra normalmente en un continuo discurso. La filosofía de Niels Bohr, nos decía que no tenía sentido hablar sobre las propiedades objetivas de algo, porque sólo se podía obtener conocimiento acerca de ello mediante medidas subjetivas. Dichas medidas siempre impondrán restricciones a lo que podemos conocer. Born por su parte, demostró que las soluciones de la ecuación de onda no podían dar otra cosa que probabilidades; pero que no tenía nada que decir acerca de cuál era realmente la naturaleza del sistema; es decir que no nos podía dar una descripción de lo que podíamos saber sobre algo.

Su respuesta fue suponer que nada existe hasta que es medido y, el tipo de medida determinará qué es lo que vemos y la idea de que la naturaleza física del universo, depende de cómo lo observemos. Y aunque parezca disparatado, esto es lo que dice la teoría y que según Schrödinger, con esto, uno puede incluso plantear situaciones bastante ridículas, creando sin proponérselo la piedra de toque para interpretaciones futuras de la teoría cuántica, que es simplemente una teoría que describe cómo se comportan las cosas y su precisión y capacidad explicativa sorprende. Y es uno de los tres grandes pilares en los que se basa nuestra comprensión del mundo natural, junto con la teoría especial y general de la relatividad.

Donde la primera, describe un mundo en el que una partícula puede estar en varios lugares al mismo tiempo y se dice que entender su comportamiento es la base sobre la que se erige nuestra comprensión de todo lo demás. Sin embargo, el mundo está lleno de fenómenos complejos y diversos y que sin embargo todas las cosas están construidas de partículas que siguen las reglas de la teoría cuántica y que sin embargo, entre más comprendemos la naturaleza fundamental del mundo más simple, parece y de que aunque las reglas básicas del juego son sencillas, no siempre es fácil calcular sus consecuencias.

Para Noel Lapoujade, si por lógica, designamos todo proceso que no opera arbitrariamente ni azarosamente, un proceso que manifiesta o expresa una estructura interna que obedece a una concatenación que le es inherente y que sigue ciertas relaciones causales, que se comporta en el seno de una legalidad que le es propia, lo rige y lo determina, y entonces, los diversos procesos en que la imaginación participa y poseen lógica.

Si afirmamos con Freud, que Todo en la vida psíquica tiene un sentido, que todo proceso psíquico se da concatenando, aunque sea frecuentemente a una causalidad inconsciente, entonces es posible reconocer una lógica interna o quizás varias, al psiquismo humano. En rigor, sostenemos que así como la vigilia tiene su lógica y el sueño su Legalidad Onírica, los procesos imaginarios y en su extremo la fantasía, también tienen su lógica. Pero cada uno de estos ámbitos parece tener su propia lógica, una concatenación legal que le es inherente.

Freud puso de manifiesto la importancia capital de los procesos patológicos y el reconocimiento sistemático de lo inconsciente. Resulta imperativo según Leibniz, para la comprensión de los procesos Normales. La historia de la filosofía de Occidente ha sido hasta este siglo, la historia del Logos. Y desde Heraclito, los filósofos se han ocupado fundamentalmente en desarrollar algunas de las múltiples acepciones del Logos, con el pensamiento, la palabra, el espíritu, la ley, la ciencia, el conocimiento, el cambio, el Ser, la armonía y todo ello fundamentalmente por y a través de la Razón.

Ha sido la historia de la razón, pensándose a sí misma, bajo múltiples facetas y manifestaciones. Sin embargo, según Lapoujade, esta versión comienza a agrietarse y las causas son complejas y de diversos órdenes. Y en gran medida, por el surgimiento de la Postura Crítica, que se manifiesta con Bacon, Descartes, Locke y Hume y hace eclosión con Kant.

La filosofía de Kant, decreta el principio del fin del reinado de la razón, señalándose que es preciso poner coto a las alarmantes pretensiones del entendimiento. Su crítica de la razón, la obliga a permanecer en sus límites, a moderar sus impulsos y deja entreabierta la grieta por la que otra actividad pugnara por salir a la luz. El hombre conoce, no tanto en cuanto recibe Impresiones del Empirismo, ni tan solo por Guiar Metódicamente su Razón, ni por mantener su razón dentro de los límites de la experiencia posible o porque el orden de lo real es racional o viceversa: es porque el hombre no está incrustado en lo real, adherido a su medio en el mundo, sino porque el hombre transgrede a su mundo, lo inventa y lo recrea.

Nada tiene sentido en la biología, si no es a la luz de la evolución, nos dice Dobzhansky. Y que para Darwin, los seres humanos no somos ni ocupamos ninguna posición especial en el mundo vivo, somos simplemente unos animales más. Donde los genes varían gradualmente con el tiempo y el árbitro supremo de lo que es beneficioso o no para un organismo, es su “entorno”.

Cabe entonces, que nos preguntemos: ¿De verdad comprendemos este mundo, tan complejo y diversamente interconectado que hemos creado? La respuesta parece ser que NO.

Nuestro lenguaje nos engaña y nos hace creer en la existencia de dos entidades separadas llamadas mente y cuerpo. El lenguaje refleja una experiencia esquizofrénica persistente, un dualismo presente en la mayoría de las culturas civilizadas. Y que actualmente encontramos en la separación profesional de la medicina física y la psicológica. Y si fuéramos personas completamente integradas, quizás nos referiríamos a nosotros mismos como cuerpo-mentes en vez de decir que tenemos cuerpo. El despertar mental y sensorial, no son de ninguna manera mutuamente exclusivos y no podemos llegar a nuestros sentidos perdiendo nuestra mente, sino que el truco consiste en aprender a estar totalmente presente en el mundo, ya que para el hombre cuya conciencia abarca el universo, éste se convierte en su cuerpo. Y sus preguntas fundamentales son: ¿De dónde vengo; por qué hay algo en vez de nada; por qué existe la maldad en el mundo; qué pasará cuando me muera; A quién pertenezco?

Ciencia, técnica, arte, mito, magia y todas las figuras de la acción humana son fragmentos cuajados de la fuerza desbordante de la imaginación que humaniza lo real y humaniza al hombre, nos dice Lapoujade. El caso es que según Sam Keen, la psique humana es un teatro privado lleno de escenas y personajes y procede a escuchar las múltiples voces que habitan en uno, reinventar los propios mitos y así, a través de las historias y fabulaciones que cada cual se cuenta a sí mismo, localizan la proyección de quiénes somos, de dónde venimos, a dónde nos dirigimos.

LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD

Vivimos en un “Universo Participativo”, y no en uno que podamos manipular a voluntad y controlar totalmente. Y como por lo visto, estamos conectados universalmente en el nivel cuántico, a la postre nuestra interconexión implica que cambios aparentemente pequeños, ejerzan una gran influencia sobre el mundo y el universo en general.

En algunas culturas, el hombre ha sido visto como un agente interdependiente dentro de un drama macrocósmico y bajo esta óptica, la presencia del hombre se entiende como una manifestación de la misma fuerza original que dio vida a todos los soles y galaxias y, que lo que existe es parte de un juego vasto y universal de energía cósmica. Donde no existe nada que posea una existencia propiamente independiente, pues cualquier cosa, por más sencilla que sea, tiene relación directa con otras cosas y, la independencia y la individualidad son mitos creados por la mente humana.

Jorge Bárcena, nos dice que una visión contemporánea del proceso de desarrollo humano, es la derivada de la postura de la “Psicología Transpersonal”. Y toda su mirada está basada en la confianza de que la vida del hombre tiene un sentido, que nos impulsa a través del autoconocimiento, a convertirnos en dueños de nuestro propio destino y, es una guía para conducir nuestro esfuerzo de vida hacia el propósito superior de convertirnos en individuos más inclusivos y conscientes, que asumen con entereza creciente lo que somos real y potencialmente. Y nos recuerda nuestro hermanamiento con todo lo que nos rodea y que la existencia de cada uno como parte del gran esquema, tiene un sentido específico dentro de un proceso ascendente.

Si pensamos en la totalidad del Universo, como un gigantesco ordenador consciente, la conciencia es el sistema operativo, la realidad es el producto final y donde para poder cambiar nuestro mundo, debemos alterar los programas que le dan sentido a la Realidad: los sentimientos, las emociones, las oraciones y las creencias. Todos deberíamos contar con la libertad de permitir que nuestro propio orden y estructura se manifiesten naturalmente y, el hecho de estar ocupados todo el día, nos impide a sí mismo llegar a descubrir el Ser humano que podríamos ser.

Es bueno saber que los eventos de nuestra cotidianidad, ya sean de dolor o placer, son señales para ser, un aprendizaje que es la razón misma de nuestra existencia. Es resultado del empeño en contribuir a la consumación del destino humano, donde todo lo que existe, refleja las cualidades del momento en que surge.

En el universo, todo se mueve por patrones de correspondencia, nos dice Bárcena. Y en su condición esencial, la energía que constituye todo lo que existe, es una sola. Sin embargo nos movemos en una dimensión en la que la dualidad se hace presente en todo suceso, mostrándonos un esquema de expresión diversa y fragmentada. Donde las diversas parcelas de la realidad se vinculan entre sí en forma armoniosa o discordante, en función de las modalidades de energía que las constituye.

Para los chinos, el universo probablemente posea un ritmo numérico básico. Así también en la física moderna se piensa que posiblemente se podría encontrar un ritmo básico del universo, que explicaría todos los distintos fenómenos. Creían que todo era un flujo de energía y de que todo, tanto externa como internamente, era un flujo energético que sigue ciertos ritmos numéricos básicos y recurrentes, una Matrix del Cosmos, ya que vivimos con nuestra conciencia en el tiempo cíclico, pero debajo existe un tiempo eterno. Este patrón numérico siempre desempeñará una función en todos los detalles y, se creía que era el ritmo básico de la Realidad.

Los matemáticos hoy en día, presentan un axioma y a partir de ahí hacen sus construcciones. Donde los axiomas se presentan como suposiciones, pero no puede deducir que lo que se ha supuesto no pueda ser contradicho o puesto en duda o como si fuera una verdad absoluta. Gödel, utilizando axiomas básicos en matemáticas, demostró que contenían un factor irracional que no se podía erradicar. Por lo que la base principal y el verdadero significado de las matemáticas, todavía sigue siendo un problema por resolver. Y según Von Franz: No nos sorprende que en una existencia de fenómenos aislados, una parte de la naturaleza nos asombre por su irracionalidad y que no podamos analizarla por completo. Y así como hemos visto, la física proyecta todo lo que existe en el fondo de la posibilidad y de la probabilidad, por lo que en física, cuando se llega a un acontecimiento en la naturaleza, no existe una explicación completamente válida, ya que “El acontecimiento aislado siempre es irracional”.

Para Weyl: “No es de extrañar que cualquier pedacito de naturaleza que elijamos, posea un factor irracional último que no podemos ni podremos explicar jamás y lo único que podemos hacer es describirlo. Es muy sorprendente que algo que la mente humana ha creado, también contiene un aspecto de algo abismal que no se puede comprender. Y según Pauli, todos los cálculos que se basan en el concepto de probabilidades, sólo podemos enunciar una probabilidad general y, una observación real es un acontecimiento único, que no se pueden repetir infinitamente para poder conseguir una cierta probabilidad práctica.

Para los pitagóricos, los números eran “La Estructura Básica del Universo” y el “Principio estructural básico de toda existencia”, por lo que tal parece que contar, es una construcción de la mente humana, pero el número no lo es y, sólo manipulamos el derivado. Pero la fuente original que nos inspiró sigue siendo autónoma y aún pertenece en espíritu creativo del inconsciente. La Realidad, sólo es real en tanto somos conscientes de ella, por tanto la conciencia proyecta para nosotros la imagen de la Realidad en la que nos estamos moviendo.

El experimento, es un acontecimiento real aislado y los medios para calcularlo en matemáticas, se basan en el principio de la probabilidad que excluye al acontecimiento aislado y no se puede aplicar al mismo, ya que la repetición es el secreto de las probabilidades. Y por consiguiente, se justifica preguntarse si no existen otras posibilidades con otros medios, y preguntarnos: ¿Por qué todos creemos en la Ley de los Grandes Números, como si fuera un Dios? Y, de que es todo, de que es nuestra forma de percibir la Realidad y de describirla científicamente y con precisión. La mayor parte de las personas creen y es una convicción emocional, que la verdad estadística es la verdad y de que no existe otra.

Cualquier sistema que evolucione en el tiempo, siguiendo una regla determinada es un sistema dinámico. Y a pesar de dar lugar a movimientos complejos, los sistemas dinámicos muestran ciertas regularidades que pueden estudiarse a base de probar trayectorias, donde hay ciertas regiones del espacio de fases conocidas como Atractores. Y dado el tiempo suficiente, cualquier sistema dinámico acabará en la vecindad de un atractor. Un atractor será una región del espacio de fases, que puede ser un punto, un plano, un volumen e incluso formas complejas. Y un sistema dinámico es una transformación que nos lleva de un punto en el espacio de fases al siguiente y, en el caso de un punto fijo, al aplicar las transformaciones, nos conducen al mismo punto.

Donde los puntos fijos, que son atractores, coinciden con sistemas Estables, mientras que los puntos fijos que son Repulsores, nos dice Arroyo, nos indican que el sistema se halla en un punto de Equilibrio Inestable. Donde un tipo interesante de Atractor, el conocido como “Ciclo Límite”, que es un movimiento periódico y donde cualquier órbita en la vecindad del ciclo límite tenderá hacia éste. En general, los ciclos límite, sólo se dan en sistemas a los que se está suministrando energía constantemente, como es el caso de la atmósfera terrestre y, que han sido observados en toda clase de sistemas.

Nuestro vínculo cuántico, con el Cosmos, es tan profundo que los científicos han creado un vocabulario nuevo para describir lo que es la conexión. Significa realmente, donde el “Efecto Mariposa”, muestra cómo pequeños cambios pueden producir enormes transformaciones. Este fenómeno consiste esencialmente en que un pequeño cambio en una parte del mundo, puede desencadenar una gran alteración en otro lugar. Y según Andrew J. Smart, debemos reconocer lo que es universal en el ser humano, como es la “Autoorganización, la Complejidad y la No Linealidad” y que es lo que debe liberarnos.

En el estudio de los sistemas disipativos, hay que distinguir las situaciones de cerca y de lejos del equilibrio. Y dado que en un gas, su temperatura como el número de moléculas se mantienen constantes, podemos considerar que se encuentra en un estado de equilibrio estable o mejor dicho, en un punto fijo del sistema dinámico y, mientras nos mantengamos cercanos al estado de equilibrio, podemos considerar que dicho gas tendrá un comportamiento predecible. Si en cambio damos al gas una gran cantidad de energía, habremos perturbado a nuestro sistema dinámico fuera del área de influencia del atractor, que si es otro punto fijo, debemos esperar que se estabilice y no se mueva. Pero si se dirige a un ciclo límite, debemos esperar un comportamiento periódico oscilando con el tiempo de forma predecible, pero si se dirige a un atractor extraño, su comportamiento será caótico, lo que resulta en un clima que resulta impredecible para el pronóstico en lapsos de tiempo, de meses.

Las células de Bénard, son un estado ordenado del fluido y, como tal, tienen una entropía mucho menor que su convección global, donde las condiciones de no equilibrio originan la aparición de organización fenómeno conocido como Autoorganización. Y que se da en gran cantidad de sistemas, la cual resulta fundamental para entender las características de los seres vivos, que según Arroyo, parecen ser un caso extremo de Estructuras Disipativas. Pero si la cantidad de calor sigue aumentando, las células de Bénard desaparecen, para dar lugar a un comportamiento caótico, donde el flujo se vuelve completamente impredecible, lo que coincide con la presencia de Atractores Extraños, para ciertos valores de suministro energético, lo que indica que la aparición de la complejidad aparente, parece estar restringida a ciertos valores del flujo de energía.

El estudio de los Sistemas Dinámicos, se aplica a un gran número de problemas y la idea, es modelar el sistema como si fuera un punto moviéndose por un espacio abstracto, cuya evolución viene dada por una serie de normas. Los sistemas dinámicos tienen un gran rango de aplicaciones, como la de describir la transmisión de enfermedades infecciosas, según explica Eduardo Arroyo, donde usando la distribución de la población infectada como punto en el espacio de fases y, las características del virus que se va a estudiar como reglas de evolución, es posible simular las consecuencias que tendrían ciertos tratamientos preventivos en una población, donde las diferentes trayectorias mostrarían las diferentes evoluciones que podrían tener la enfermedad, de forma que se pueda seleccionar la estrategia óptima para erradicar una infección. Estos modelos pueden ser utilizados para realizar simulaciones en inteligencia artificial, donde las redes neuronales utilizadas pueden ser vistas como un sistema dinámico.

En ecología, pueden usarse para describir el comportamiento de las cadenas alimenticias de las especies y, predecir la abundancia y estudiar el efecto de introducir depredadores en un ecosistema. Analizar las trayectorias posibles del sistema, permitirá determinar el menor impacto o determinar estrategias con el fin de evitar plagas y otros problemas ambientales.

Algo más complicado que los Ciclos Límite, son los “Atractores Extraños”, donde las trayectorias tienden hacia un área que tiene una estructura Fractal y, que se caracteriza por ser similar a ella misma, en todas las escalas. Y su característica es la de tener una dimensionalidad fraccionaria y en lugar de vivir en una, dos o tres dimensiones viven dimensiones fraccionarias lo que implica que las órbitas no tienen porqué repetirse ni converger en un punto, sino la de un comportamiento no-periódico y moviéndose de forma impredecible, aunque confinado en una región del espacio de fases. Y de hecho, las estructuras vivas son en su mayor parte fractales. Y los atractores extraños, existen por todas partes, como es el caso de la meteorología, siguiendo patrones impredecibles y el hecho de que la Entropía, tienda a aumentar, significa que la energía tiende a disiparse lo más posible, lo cual es de gran importancia a la hora de comprender el comportamiento de cualquier sistema que recibe energía del exterior.

Así como nosotros tomamos la energía de lo que nos alimentamos, la atmósfera se comporta de forma similar utilizando la energía que proviene de la radiación solar. Y en general, podemos decir que existen muchos más sistemas de este tipo en Equilibrio y de que podemos decir, que su estudio es esencial para entender cómo funciona el Universo. Y de que a pesar de que resolver las ecuaciones de Hamilton para un gas, es imposible, sabemos, al menos, que el gas se comporta como un sistema Dinámico y como tal, tendrá las mismas características que un sistema dinámico. Y delimitar la región de éste, en la que las propiedades microscópicas dan lugar a las cantidades macroscópicas que observamos.

Las ecuaciones de Hamilton, no son más que una regla general para obtener la evolución del sistema en cada instante, dadas sus condiciones iniciales. Es un cierto espacio abstracto, que se conoce como Espacio de Fases y, una Norma para obtener la siguiente posición a partir de su valor inicial. Y podemos decir que prácticamente cualquier proceso que implique una evolución en el tiempo, puede ser visto como un sistema dinámico. Y en general, podemos decir que el comportamiento caótico o no de un sistema, vendrá dado tanto por las leyes que lo gobiernen como por las condiciones iniciales del movimiento. Y lo que es más sorprendente, de que podemos obtener un comportamiento caótico con un sistema simple como el conocido como “Mapa Logístico”. Lo que se puede ilustrar con un “Diagrama de Bifurcación”, donde el rango de posibles valores se vuelve enorme, señal de un comportamiento caótico.

Diferencias pequeñas en la posición inicial de los tres cuerpos, crean divergencias enormes en su posición final, dando lugar a orbitas completamente distintas. Y no había forma de predecir su comportamiento posterior, lo que se conoce como “Sensibilidad a las Condiciones Iniciales”, condición necesaria para el Caos. Y visto así, el azar no es más que la manifestación de los sistemas complejos, lo que explica el azar en términos de las leyes conocidas de la física y, que la sensibilidad a las condiciones iniciales convierte ciertos sistemas en impredecibles.

Edward Lorentz amplio el trabajo de Poincaré, dando lugar a la teoría del caos. En la actualidad, se sabe que es imposible predecir el tiempo con más de dos semanas de anticipación, sea cual sea el poder de cálculo del ordenador. Y se requiere la introducción del concepto de Sistemas Dinámicos, inspirados en las ecuaciones de Hamilton, que pueden ser aplicadas a gran número de situaciones. Y nos podemos preguntar qué sucede no ya con un sistema específico, sino con todos aquellos que se encuentran dentro del volumen en el espacio de fases, compatible con las cantidades observadas, ya que parece ilógico pensar que encontrar la evolución de lo que pueden ser miles de millones de sistemas, será más fácil que hacerlo para uno solo. Sin embargo, es aquí donde la estadística y las probabilidades hacen su entrada.

Robert Benzi ideó la noción de Resonancia Estocástica, para explicar la recurrencia del ciclo de las eras glaciales en la Tierra. Ciclo que tiene lugar cada 100,000 años entre otros, que es también, el ciclo de la Excentricidad de la órbita terrestre. Benzi, postuló que la combinación de excentricidad y perturbaciones aleatorias o estocásticas en la órbita, era lo que causaba el Ciclo Climático. La combinación de Excentricidad y el Ruido, lo llamó, “Resonancia Estocástica” para indicar que el ruido amplificaba el efecto de excentricidad. Y en el caso de la Tierra, el origen del ruido, eran los pequeños bamboleos aleatorios de la órbita excéntrica que empujaban el estado del clima hacia uno u otro extremo. La Resonancia se produce cuando el ruido y la órbita se combinan a la perfección, para generar un gran cambio que supera el Umbral, lo cual no podría en ausencia de ruido. El ruido que se origina dentro del sistema, induce orden y mejora la función cerebral, a través del mecanismo de resonancia estocástica.

En Sistemas Dinámicos No Lineales, como el cerebro, la presencia de ruido puede propiciar el comportamiento más ordenado del sistema, amplificando también señales internas o externas débiles, de modo tal que nuestros órganos sensoriales e incluso nuestra conciencia los detectan. El ruido y la resonancia estocástica, desempeñan un papel fundamental en relación con la conciencia, donde el término “resonancia estocástica” describe todo fenómeno en el que la presencia de ruido, interno o externo, en un sistema no lineal, lleva al sistema a responder mejor que si el ruido estuviera ausente. Y de hecho, si nuestros cerebros carecieran de aleatoriedad, no podrían funcionar.

La dinámica de la Autoorganización es fundamental en lo que respecta al modo en que el cerebro procesa la información, donde nuestro sistema nervioso, también es un sistema dinámico no lineal conectado con el cerebro. Y la capacidad con que cuenta el corazón para responder con flexibilidad a los cambios de actividad, es lo que previene los accidentes cerebro vasculares a los infartos. Donde la reducción de la variabilidad del ritmo cardiaco, es un buen pronosticador de falta de salud cardiaca. Y así también, algunas porciones de la red neural por defecto del cerebro, se encuentran estrechamente vinculadas a la regulación del ritmo cardiaco variable.

La certeza angulada entre otras regiones, desempeña un importante papel en la regulación del estrés que se transfiere al corazón; el ocio en cambio permite que nuestro sistema nervioso central encuentren dinámicas estables y variables y donde, el estrés reduce la variabilidad del ritmo cardiaco y un nivel bajo y continuo de ansiedad obliga al corazón a mantenerse en estado de aprestamiento, un estado que no eOckam, propuso no multiplicar los entes innecesarios, es decir, no dar por supuesta la existencia de un ente, si no es necesario para explicar los hechos. Y entre los filósofos que han asumido este principio han sido los llamados Empiristas. Pero se dice que siempre elegimos un curso de acción u otro, impulsados por la fuerza de los motivos, de manera que los motivos más fuertes son los que determinan nuestra elección.

En cambio, los místicos tienen la idea de que todo es Uno y por lo tanto, Dios está en todas las partes, y así el Maestro Eckhart nos dice que con los ojos con que vemos a Dios, son los mismos con que Él nos mira. Donde en la filosofía cristiana, al otorgar un rango prioritario a la fe, da por supuestas una serie de verdades antes de investigarlas racionalmente. La vida, según Juan de Mairena, es un objeto de conciencia inmediata, una turbia evidencia de quién lanzado desde la altura, se va diciendo en su acelerado descenso; ¡Hasta ahora voy bien! Y es Heidegger quien nos dice: Haz lo que quieras, con tal de que has tú mismo quién de verdad decide y quién asume la responsabilidad de sus actos y con esto, se renuncia al intento de justificar racionalmente nuestras decisiones y nuestros actos. Y es Bertrand Russell, uno de los filósofos que más veces ha cambiado su orientación filosófica, quien decía al respecto: No me avergüenzo en lo más mínimo de haber variado mis opiniones” ya que los científicos cambian de opinión cuando disponen de nuevos conocimientos, pero muchas personas comparan la filosofía con la teología más que con la ciencia. Cuando nadie sabe nada, no tiene ningún sentido cambiar de idea.

El problema del método inductivo, según el cual de la observación empírica se formulan leyes universales, es que este tipo de razonamiento no es concluyente, pues por muchas veces que hayamos observado un fenómeno, nunca podremos estar seguros de que en un futuro el fenómeno seguirá dándose de la misma manera. Y según Walter Benjamin, cuanto más difícil de entender parezca el pensamiento propio, más profundo resulta a los ojos del vulgo, más autoridad confiere al pensador.

Los positivistas lógicos, pensaban que la filosofía tradicional estaba cargada enunciados carentes de sentido, pues no hay manera de contrastarnos con la realidad y averiguar así, si son verdaderos o falsos. Y es Karl Popper, quien nos dice que no hay razones para confiar en la razón y, que si confiamos en ella es sólo por un acto de fe, por una decisión irracional a favor de la razón, pues si la razón se fundamenta a sí misma, estaría realizando la misma pirueta imposible. Y cualquier intento de fundamentación última de la razón caería en una regresión infinita o un circuito vicioso o en la ruptura arbitraria del proceso, postulando la existencia de algún principio no demostrable. Y es Elon Musk quien nos dice: Ahora quiero decirles algo y lo digo con la mayor y más inofensiva de las intenciones; no creo en el método. El problema radica en que en muchas grandes empresas, el método pasa a ser sustituto del pensamiento y permite tener gente que no es muy inteligente ni muy creativa.

Phillip Campbell, editor de Nature, nos dice que: Hubo un tiempo en que los los científicos que cometían fraude, eran considerados poco menos que locos. Hoy con el incremento de la competencia, las conductas inapropiadas, se han convertido en una parte inevitable de un sistema que se ha pervertido y, se dan casos frecuentes en que los propios pares abusan. Klein nos dice que la misma difusión del conocimiento entre el público, es una empresa cuya legitimidad no está sujeta a discusión, como tampoco su necesidad, por cuanto no sólo le resulta útil al hombre de la calle, sino también los científicos se benefician con ella, así algunos tratados generales han sido tan importantes para el progreso de la ciencia como los trabajos originales. Todos somos aprendices de alguien más.

LA MATRIZ DIVINA Y EL UNIVERSO CUÁNTICO

Queremos salir del universo impersonal, anónimo, donde todo se puede explicar por las leyes de causa y efecto y, las de probabilidad. Y ansiamos recobrar el primitivo sentimiento de que la naturaleza tiene alguna intención amable, incluso maternal para sus creaciones humanas. Pero, ¿Por qué negar que alguna fuerza podría ser responsable de las glorias matinales y del insaciable apetito humano por encontrar significado?

El problema real, según Sam Keen, es que estamos acostumbrados a creer que algo está o no está y nuestra experiencia, nos dice que el mundo físico es sólido, real e independiente de nosotros; pero la mecánica cuántica, dice simplemente, que esto no es así. Y creemos que reconocemos el orden, pero luego el caos hace que todo sea absurdo y así, la realidad es esquizofrénica, con orden y accidente, designio y azar y estamos envueltos en una batalla eterna.

Para Camus y Sartre, el hecho de que la vida no tenga un propósito o una finalidad, no significa que sea vana e inútil. Y el hecho de que toda proposición es una hipótesis provisional, es difícil estar seguro de si algo está sucediendo o no, ya que ¿Qué entenderíamos por suceso en un mundo así? Y lo que esto sugiere, es que vivir es diferir, aplazar un sentido final y, aunque el acto mismo de posponerlo hace que la vida sea más difícil de sobrellevar, puede que también sea lo que la pone en marcha.

Si todo es indeterminado, también debe de serlo lo que sabemos de ese todo, en cuyo caso, no podemos descartar la posibilidad de que el universo encierre una trama secreta, ya que ni siquiera la desolación puede ser absoluta en un mundo sin absolutos. Y podría entenderse que el preguntarse por el sentido de la vida es una posibilidad permanente de los seres humanos, una parte de lo que nos hace ser el tipo de criaturas que somos.

Lo que inquieta las mentes de los hombres, no son los acontecimientos, sino sus juicios sobre los acontecimientos, por lo que no pidas que las cosas ocurran como tú quisieras, sino que tú deseo sea más bien que las cosas ocurran como ocurran y tendrás paz. Y si todo está determinado, la vida puede ser aburrida, pero si el futuro está abierto a lo novedoso, el mañana es una aventura que podría salir mejor o peor que ayer. Y entonces, nuestra seguridad está en nuestra habilidad de sobrevivir en un camino abierto y que según Paul Sartre, el hombre no puede desear nada a menos que comprenda que no debe depender de nadie excepto de sí mismo; de que está solo, abandonado sobre la tierra en medio de sus infinitas responsabilidades, sin ayuda, sin ningún objetivo más que el que se fija, sin ningún otro destino más que el que se abra para sí mismo sobre la tierra. Y si no somos libres para cambiar, entonces no hay futuro del que hablar.

La mecánica cuántica, es considerada la teoría científica más fructífera jamás desarrollada, donde una teoría es una forma completamente nueva de mirar el mundo, implicando un cambio de paradigma quizá más radical que ningún otro en la historia del pensamiento, nos dice Anthony Legget.

La física cuántica, se respalda en un formalismo matemático extremadamente poderoso que resulta imposible trasponer en frases que pertenecen al lenguaje común. De aquí, según Étienne Klein, que resulta imposible trasponer en frases que pertenecen al lenguaje común. De aquí que parezca ambicioso e incluso ilícito pretender exponerla sirviéndonos únicamente de palabras y, si hacemos a un lado lo usual y lo sensible en beneficio de lo formal, la física cuántica se encuentra apenas vinculada con la literatura. Y se pregunta Klein: ¿Cómo exponer un tema que desdeña al lenguaje ordinario? Y lo peor es que rompe abiertamente con el sentido común y con las metáforas intuitivas.

La mecánica cuántica, cuenta con un formalismo que ha resultado extremadamente exitoso para predecir el comportamiento de los sistemas físicos. Pero a pesar de los serios esfuerzos hechos por los científicos, de indudable capacidad, no se ha logrado aún que todos los símbolos que aparezcan en el formalismo tengan una interpretación sin ambigüedades y, universalmente aceptada.

A pesar de su éxito, la mecánica cuántica, según Alberto de la Torre, no puede considerarse como definitivamente satisfactoria, mientras en ella no se obtenga una interpretación que permita comprender todas las partes esenciales de su formalismo. Concluyendo que seguramente estamos haciendo algo bien, pero no sabemos qué es. Schrödinger, concebía una realidad constituida por ondas, en las que las partículas se identificasen con ondas de materia y la cuantización, por la que algunas importantes magnitudes físicas habían dejado de ser continuas, para tener permitidos sólo una serie de valores discretos.

Según Brian Cox y Jeff Forshaw, la mecánica cuántica describe un mundo en el que una partícula puede estar en varios lugares al mismo tiempo y, se mueve explorando de manera simultánea, el entero universo. Donde todas las cosas están construidas de partículas, que se comportan según las reglas que nos imponen las reglas de la mecánica cuántica. Y el hecho de que no es necesaria una biblioteca infinita para explorar la naturaleza esencial de las cosas, es una de las mayores misterios que se nos presentan en nuestra vida.

Y aparentemente, en tanto más entendemos a la naturaleza fundamental del mundo, más simple parece ser. Sin embargo, aunque las reglas básicas del juego son sencillas, no siempre es fácil calcular sus consecuencias, lo que no resta importancia al hecho de que la base de todos los fenómenos, se encuentra en la mecánica cuántica. Y así, los árboles son máquinas capaces de tomar átomos y moléculas, descomponerlas y reordenadas y crear colonias cooperativas, capaces de tomar y capturar la luz del Sol y transferir esta energía al corazón de las células y, fabricar moléculas a partir del dióxido de carbono y agua en un proceso en que se emite oxigeno, formando superestructuras, con evidencias incontrovertibles de que la luz se comporta como onda y como partícula.

Una de las características de la teoría cuántica, es que en lugar de certezas, trata con probabilidades, porque ciertos aspectos de la naturaleza se rigen por las leyes del azar, lo que provocó confusión en muchos físicos, ya que los átomos son en su mayor parte espacio vacío y donde el color de la luz, está determinado por la diferencia de energía entre las orbitas de los electrones.

Para Heisenberg, el objetivo de la teoría cuántica debería ser el de predecir cosas observables directamente y, que no ha de esperarse de ella que proporcione algún tipo de representación mental satisfactoria del funcionamiento del interior del átomo, porque esto no es necesario y quizá ni siquiera sea posible.

Con esto, se dice que Heisenberg acabó con la arrogancia que se ocultaba, de que la naturaleza debería necesariamente ajustarse al sentido común. Abandonándose el prejuicio según el cual las cosas pequeñas son versiones a escala reducida de las más grandes.

La filosofía de Heisenberg, según Cox y Forshaw, no tienen nada de mágica, es sencilla y constituye el núcleo de nuestro enfoque, donde el objetivo de una teoría de la naturaleza, es hacer predicciones sobre magnitudes que puedan compararse con los resultados experimentales y, no estamos obligados a producir una teoría que guarde relación alguna con la manera en que percibimos el mundo en general.

Según Thomas Husley, la ciencia es sentido común organizado, donde muchas teorías han muerto ante un hecho desagradable. Cualquier teoría que no sea susceptible de falsación, no es una teoría científica e incluso no tiene ninguna información fiable. Una teoría establecida está respaldada por numerosas evidencias, donde los científicos se esfuerzan por desarrollar teorías que alarguen tantos fenómenos como sea posible y, tratar de describir todo lo que puede suceder en el mundo material en función de un reducido conjunto de reglas.

Las partículas no están quietas, sino que saltan de un sitio a otro, incluso en ausencia de fuerzas, pero aunque la conservación del momento tiene sentido, en mecánica cuántica la noción de fuerza no la tiene.

Aunque el cálculo de probabilidades sólo sea una abstracción y no nos dé información definida, los científicos modernos están firmemente convencidos de que a través de él, podemos explorar la verdad de la realidad exterior. Sin embargo un cierto número de ellos, con mayor influencia filosófica, se han dado cuenta de que la visión del mundo que se adquiere por el cálculo de probabilidades es un artefacto mental. Actualmente, el cálculo de probabilidades es una lista de expectativas o de resultados esperados, pero no se puede predecir con exactitud lo que pasará.

La mayoría de las personas equiparan la vida con tener un cuerpo físico y la realidad, con lo que los sentidos del cuerpo físico revelan. Para empezar, el hecho de que exista un mundo, cuando pudo muy bien no haber existido nada y, no es lo místico como sea el mundo, sino que sea el mundo. A lo que Heidegger llamó la “Pregunta del Ser”, al que no le interesaba tanto como llegaban a existir los “Entes Concretos”, sino más bien la realidad de que para empezar, hubiera “Entes” y de que estas cosas estén abiertas a nuestro entendimiento, cuando con la misma facilidad, podrían no haberlo estado.

La interpretación dualista de la mecánica cuántica, afirma que el mundo clásico, es un mundo de hechos, mientras que el mundo cuántico es un mundo de probabilidades. La mecánica cuántica, predice qué es lo que tiene más probabilidades de ocurrir, mientras que la mecánica clásica registra lo que ya ha ocurrido. Todo lo que está en el futuro es una onda y, todo lo del pasado es una partícula, ya que la mayor parte de nuestro conocimiento es del pasado. Sin embargo, no se puede evitar la sensación de que el fantástico poder de predicción de la mecánica cuántica, significa que está tocando una realidad oculta que subyace al funcionamiento del universo. Donde la Teoría de las Supercuerdas, en lugar de tres dimensiones espaciales y una temporal, lo que nos está diciendo que hasta ahora no hemos hecho más que atisbar una escasa porción de la Realidad.

Wheeler, define la materia como un campo electrodinámico de energía psíquica y Eddington, dice que hoy en día la energía ha reemplazado al concepto de sustancia en la física, y es lo que se puede medir cuantitativamente y ser descrito por el cálculo de probabilidades o al menos ser definido cuantitativamente a través del mismo.

En el nivel de las partículas, todo parece estar conectado y ser infinito. La No-Localidad, significa que hay maneras en que las cosas que parecen estar separadas y en el fondo no lo están, según Radin, hay aspectos de nosotros mismos que van mucho más allá del “Aquí y Ahora”, dentro de nuestro cuerpo físico y, lo importante es que todos lo tenemos y se entremezcla el nuestro con el de todos los demás, como un campo de energía que abarca todas las cosas; este campo energético es la red cuántica que conecta todo lo que existe en el universo.

Somos parte integral de lo que experimentamos cada día y podemos comenzar por vernos a nosotros mismos de manera distinta en nuestra vida cotidiana, donde las cosas en la naturaleza parecen compartir información a mayor velocidad que la luz y es posible que puedan estar en dos lugares al mismo tiempo. Y según John MacKenzie, la distinción entre lo que es Real y lo que es Imaginario, no puede hacerse con precisión. Y los acontecimientos concretos de la vida deben ser primero considerados como posibilidades, antes de que puedan convertirse en realidades.

Según Gregg Braden, estamos conectados no sólo con todas las cosas que vemos en el presente sino también con todo lo que ha existido en el pasado y, con todo lo que aún no ha existido, energía que está creando el cosmos, así como los seres que tienen la experiencia de estar creando. Somos “Conciencia”, y la conciencia parece ser la sustancia a partir de la cual se hace el universo, aunque aún no comprendemos cuál es exactamente nuestro papel en la creación. Y los experimentos de la física cuántica muestran claramente que la conciencia tiene un efecto directo sobre las partículas más elementales de la creación. Y, nosotros somos la fuente de la conciencia, según un proceso de un universo participativo, nos dice Wheeler, estos actos de observación-participación constituyen los materiales de construcción de los que está hecho el universo.

Y el punto central, es de que ningún fenómeno elemental es un fenómeno hasta que es observado o registrado y, si los materiales de construcción del universo están hechos de observación y participación: ¿Cuál es la sustancia que estamos creando? ¿De qué están hechos nuestros cuerpos, las plantas y el universo? ¿Tenemos realmente algún control sobre las cosas? Nos pregunta Braden.

Según Braden, hay un lugar que es el origen de todas las cosas, un lugar de energía pura que simplemente Es. En esta incubadora cuántica de la realidad, todo es posible. Y fue Max Planck, el padre de la mecánica cuántica, que sorprendió al mundo al decir que en esa Matriz, es donde tiene lugar el nacimiento de las estrellas, el ADN de la vida y todo cuanto existe. Recientes descubrimientos, nos dice Braden, han dado la evidencia de que la Matriz Divina de Planck, es algo real y es el eslabón que le faltaba a nuestro entendimiento, el puente entre la imaginación y nuestra realidad y el espejo que nos muestra lo que creamos con nuestras creencias.

La conciencia holográfica hace que un cambio en cualquier parte del sistema se convierta en un cambio en todas partes. En nuestra analogía del universo, como un ordenador consciente con sentimientos, emociones, creencias y oraciones que programan la realidad, tendría mucho sentido que tuviésemos un manual de instrucciones que señalase los pasos para crear la realidad. Nuestras claves para la creación de la realidad, sólo funcionan si cada paso del proceso es comprendido y está disponible cuando lo necesitamos. Y haz que cada cosa revele su esencia.

La Matriz Divina, no es un mero subproducto del universo ni tampoco es simplemente parte de la creación. La Matriz es la creación y es a la vez el material del que todas las cosas están hechas y, el recipiente de todo lo que ha sido creado. Y así, Joel Primack decía que el Big Bang, fue el propio espacio que estalló y ocupó todo el espacio en un nuevo tipo de energía y, al igual que el origen del universo, es el propio espacio manifestándose en forma de energía y es la Realidad en sí. Es todas las posibilidades contenidas en la esencia eterna, que conecta todas las cosas.

Y según el Rig Veda, de la India, queda claro que todas las cosas existen, porque el UNO se manifiesta como los muchos, lo informa formando distintas formas. La Matriz Divina, es el recipiente del universo, así como la esencia de todo lo que sucede en el mundo físico. Braden, señala que el mayor obstáculo para el descubrimiento de la Matriz Divina, ha sido la reticencia de la ciencia para reconocer que la Matriz está ahí. Y es ésta la que posee la llave para resolver los misterios más profundos sobre quiénes somos, así como para responder las preguntas sobre cómo funcionan las cosas en nuestro mundo.

Vladimir Poponin, comprobó experimentalmente que el ADN, la sustancia de la que estamos hechos, ejerce un efecto directo sobre la sustancia cuántica de la que está formado el universo. Y de que alguna nueva estructura de campo de energía estaba siendo estimulada; sorprendentemente similar a la Matriz que Max Planck había identificado anteriormente. Y entre las muchas conclusiones que se pueden extraer, es de que existe un tipo de energía que hasta ahora no había sido reconocida y, de que a través de esta energía, las células y el ADN influyen sobre la materia.

El experimento confirmó que ejercemos una influencia directa sobre el mundo que nos rodea; lo que viene a confirmar y demostrar la conexión entre la vida y la materia y, de que la emoción humana ejerce una influencia directa sobre el funcionamiento de las células de nuestro cuerpo, ya que cuando se toman muestras de tejidos de nuestro cuerpo, éstas continúan siendo afectadas por las emociones, tanto negativas, como positivamente. Y en cada experimento, el tiempo de respuesta era cero, es decir, era “Simultaneo”. Y los resultados eran los mismos, tanto si estaban en la misma habitación del donante como si se situaban a cientos de kilómetros, reaccionando como si aún el ADN estuviese unido de alguna manera al cuerpo del donante. Con lo que el experimento indica que:

Un tipo de energía desconocida existe, entre los tejidos vivos;
Las células y el ADN se comunican a través de este campo de energía;
La emoción humana tiene una influencia directa sobre el ADN vivo;
Parece que la distancia es irrelevante en lo que respecta a este efecto. Con lo que se documenta el efecto de las emociones humanas sobre la salud de nuestro cuerpo y nuestro sistema inmunológico.

Para John Wheeler no sólo tenemos un rol en un universo participativo, sino que desempeñamos el papel principal, donde Tú y Yo, somos parte de la ecuación. Somos parte de un universo que es una obra en construcción y somos fragmentos de un universo que se mira a sí mismo. Y si la conciencia crea, eso significa que el propio universo puede ser el resultado de esta conciencia. Y según Planck: Todo existe gracias a una “Mente Inteligente”, que él llamó la “Matriz Divina”.

En este universo, el acto de centrar nuestra conciencia, es un acto de creación en y por sí mismo. Y donde quiera que miremos, nuestra conciencia crea algo para que nosotros lo veamos. Es decir, ¡La conciencia es creadora! Y desde el punto de vista de Neville, todo lo que experimentamos, todo lo que sucede y todo lo que hacemos, es el producto de nuestra conciencia y de nada más y, de que nada puede suceder fuera del contenedor de la conciencia. Y si realmente existe un campo unificado de energía que conecta todas las cosas y, la Matriz Divina funciona tal como indican las evidencias, no puede haber ningún Ellos, ya que lo único que puede haber es, un Nosotros.

Todos estamos conectados, amigo o enemigos, de la manera más íntima imaginable, a través de un campo de conciencia que es la incubadora de nuestra Realidad, según Bradden. Y juntos creamos la alegría o el sufrimiento, la paz o la guerra, lo cual puede ser la implicación más difícil de lo que es la ciencia moderna nos está enseñando. Y nos recuerda que quizá el mayor error de nuestra cosmovisión actual, consiste en buscar causas externas para las vicisitudes de la vida, y de que según Bradden, sin duda existen causas y efectos que pueden dar lugar a los acontecimientos de cada día, pero éstos parecen emanar de un tiempo y de un lugar que no tienen nada que ver con el momento nuestro.

El mayor error del hombre consiste en creer que existen otras causas aparte de su propio estado de conciencia y, que surge de manera natural por el hecho de vivir en un universo participativo. Y saber que ¡Tenemos todo el poder que necesitamos para producir todos los cambios que queramos!. De lo que deducimos que desde la perspectiva de nuestra participación en un universo dinámico y en evolución, sólo puede haber una solución para cualquier problema: Un cambio de actitud y de conciencia, que se experimentará a sí mismo, como si su curación ya se hubiese producido. Y, William Blake considera que el hombre es “Todo Imaginación”, y de que hay una línea muy delgada entre lo que es la imaginación y la Realidad. El foco de nuestra conciencia se convierte en la realidad de nuestro mundo.

En la mecánica cuántica, el vacío tiene energía y, existen varias energías posibles, pero donde sólo la más pequeña corresponde a un estado estable y que no da lugar a ningún cambio, ya que cuando el vacío se encuentra en un estado inestable, lo más normal es que caiga a otro de menor energía y toda la energía generada acaba cambiando por completo la apariencia del universo. Se piensa, nos dice Eduardo Arroyo, que el espacio vacío está en un estado Metaestable, lo cual significa la existencia de energías menores, lo que significa que tarde o temprano, acabará decayendo al estado estable, destruyendo todo el universo conocido y, podría darse en cualquier momento. Sin embargo, tal parece que aún nos quedan al menos diez mil millones de años más.

Hay dos futuros, el futuro del deseo y el futuro del destino y, la razón humana nunca ha aprendido al separarlos. ¿Sería de esperar que las leyes de la física que nosotros observamos, hayan sido elegidas de esta manera para hacer que nuestro universo sea lo más interesante posible? Donde observamos que nuestro universo no sólo es acogedor para la vida, sino para la máxima diversidad de formas de vida. Y es Dyson quien nos pregunta: ¿Vamos a desistir por algo que ofende la autentica naturaleza de nuestros deseos originales o, es el reconocimiento de nuestras nuevas potencialidades, suficiente para cambiar aquellos deseos de servicio del futuro, que dichas potencialidades se harán realidad?

Nuestras vidas parecen funcionar así, donde cada uno de nosotros refleja para otros, distintos pedazos de la Totalidad. Y, de que podemos ser como bucles cósmicos de retroalimentación, con la misma pauta repitiéndose una y otra vez, en distintas escalas de tamaño. Fotones que han interactuado en el pasado, constituyen un todo inseparable y observan un comportamiento global que neutraliza toda tentativa de explicación en términos de partículas. La interpretación de la física cuántica, plantea interrogantes que se ubican en la vecindad de la física con la filosofía. ¿Debemos juzgar a una teoría científica sirviéndonos exclusivamente del parámetro de su eficacia o, habría que esperar que nos proporcionara alguna indicación, sobre la estructura en sí, de la Realidad?

La teoría de Supercuerdas, ha demostrado tener la amplitud necesaria para tejer todas las fuerzas de la naturaleza y toda la materia en el mismo tapiz teórico y, es una candidata excelente para convertirse en la teoría unificada de Einstein. La teoría requiere de nueve dimensiones espaciales y una dimensión temporal, lo que nos dice que hasta ahora no hemos hecho más que atisbar una escasa porción de la Realidad.

Las ecuaciones fundamentales de la física, son sencillas y bellas y tenemos buenas razones para esperar que las ecuaciones que aún están por descubrir serán incluso más sencillas y bellas; sin embargo, la reducción de otras ciencias a la física, no funcionará, según Dyson. Y de que la química, la biología y la neurobiología continuarán avanzando y haciendo nuevos descubrimientos fundamentales, con independencia de lo que suceda con la física.

El comportamiento climático se puede entender si se analiza la atmósfera como un sistema Dinámico. Y el hecho de ser estable, es porque el sistema se encuentra en un atractor que tenderá a volver al punto de equilibrio tras perturbaciones pequeñas y manteniendo patrones de comportamiento relativamente constantes. Sin embargo, cuando la perturbación es muy grande, el sistema sale de la influencia del atractor y su comportamiento se vuelve impredecible; y se moverá en el espacio de fases hasta encontrar un nuevo atractor. No sabemos cuándo volveremos a una situación de equilibrio o estabilidad ni a qué situación de estabilidad llegaremos.

En las células de Bénard, el orden emerge del caos sin intervción humana alguna y existen numerosos sistemas que exhiben dichas propiedades, no sólo en física, sino también en química o en economía. Y donde la aparición de sistemas Autoorganizados, plantea una cuestión importante, donde ciertas condiciones iniciales desbocarán en puntos fijos y otras, llegarán a ciclos límite. Donde el mismo comportamiento se repetirá una y otra vez y otras trayectorias acabarán en atractores extraños, que motivarán comportamientos imprevistos.

El estudio de los sistemas fuera del equilibrio, es esencial para entender la gran mayoría de los procesos que se dan en el universo. Su comprensión es aún incompleta, pero sus avances permiten poder esbozar sus principales características.

Cuando podamos finalmente resolver el misterio y descubramos de qué está hecho el espacio, habremos dado un gran salto en nuestra comprensión de nosotros mismos y de la relación con el mundo que nos rodea. Independientemente de quienes seamos y, de cuál pueda ser nuestro papel en el universo, todos estamos sujetos a un poder superior, donde todos bailamos al son de una música misteriosa interpretada por un gaitero invisible, según Braden.

El hecho de que los fotones y las partículas del Big Bang, hubiesen estado físicamente unidas en el pasado, es crucial, para explicar su interconexión. Esta red de energía, continúa expandiéndose a través del cosmos. Y es la esencia cuántica de todas las cosas y todos los seres, donde el primer principio afirma que todas cosas existen dentro de la Matrix Divina, la cual es holográfica, por lo que cualquier porción del campo energético posee la totalidad de éste. Y donde pasado, presente y futuro están íntimamente ligados.

Y es John Wheeler quien nos dice que “Todo debe estar basado en una idea simple y una vez la hayamos descubierto, será tan convincente, tan hermosa, que nos diremos unos a otros: Sí, no podría ser haber sido de otra manera. Y a la vez, un poeta Rumi, nos dice: ¡Qué seres tan extraños somos; sentados en el infierno, en lo más profundo de las tinieblas, tenemos miedo de nuestra propia inmortalidad!

El principio holográfico, sugiere que el universo es como un holograma que a pesar de tener tres dimensiones, en realidad toda la información necesaria para generarlo se encuentra en la superficie. El universo que vemos, nos dice Arroyo, es una ilusión, ya que la Realidad tiene menos dimensiones, lo que nos obliga a replantearnos el concepto de espacio y tiempo y dado que hay una cantidad limitada de información en el espacio y que ésta puede describirse en dos dimensiones, podría ser que lo fundamental es la información y, el espacio y el tiempo, sean consecuencias secundarias de la información.

La existencia de estados arbitrariamente complejos, demuestra que la autoorganización no es un fenómeno raro y, que no requiere de gran complejidad para darse, donde leyes sencillas pueden producir una gran complejidad. Y esto coincide con la visión del mundo, como un sistema regido por un conjunto de leyes simples que dan lugar a creaturas tan complejas como los humanos, lo que apoya a la idea de que la vida pudo haber surgido espontáneamente a partir de materia inanimada.

Visitas: 531