Globalización: Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura


Enero de 2021

LAS CRISIS: CAUSAS Y POSIBLES SOLUCIONES
Walter Ritter Ortiz, Hugo Ritter Ortíz, Rogelio Rodríguez Maldonado


Sección de Bioclimatología, Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Circuito interior s/n, Ciudad Universitaria, Deleg. Coyoacan, México, D. F. email: walter@atmosfera.unam.mx .

Hugo Ritter Ortíz
Escuela Normal Superior(ENS)

Rogelio Rodríguez Maldonado
Universidad Autónoma de Tlaxcala(UAT)

INTRODUCCIÓN

Un mundo nuevo ha empezado a emerger, al mismo tiempo que el antiguo mundo lucha por continuar. Los nuevos descubrimientos nos dan razones para reconsiderar las erróneas premisas, que han postulado una ciencia incompleta y anticuada. En el mundo en que vivimos, la pregunta clave y origen de todas las demás preguntas de interés es la de: ¿Quiénes somos? Y la manera en que la contestemos, se darán y presentarán implicaciones que incidan en nuestra vida y definan de cómo nos vemos a nosotros mismos y a los demás y, se traduce en todo lo que hacemos.

Respuestas que según Gregg Braden, laten en los principios esenciales de la misma civilización e influyen, no tan solo en lo que hacemos sino también en las creencias que tenemos y, nos justifican. Saber quiénes somos, dónde nos encontramos dentro de la civilización y la naturaleza y, conocer los errores que cometieron las civilizaciones pasadas y aprehender de ellos, es la clave para sobrevivir a las crisis que nos asedian hoy en día.

A lo largo de nuestra vida, experimentamos innumerables situaciones de miedos y pensamientos catastróficos; pérdidas dolorosas, conflictos y dificultades e incapacidad para tomar decisiones, así como para poner límites. Todos hemos vivido situaciones que nos generan malestar y crisis y, si hay algo que debemos aprender, es precisamente a resolver dichos conflictos y nuestros miedos y, donde a veces un problema complejo puede tener una solución sencilla y un problema de años, puede resolverse con una sola intervención en minutos, llegando a generarse un nuevo comienzo y un nuevo capítulo, en la historia de nuestra vida. Donde la felicidad se encuentra cuando lo que piensas lo que dices y lo que haces, está en armonía.

El estrés, es un estado descontrolado de ansiedad, provocado por el dominio de las emociones sobre la razón, cuando encuentras una situación que está fuera de tu control. El estrés mata, aniquila y domina la razón y te lleva a tomar las peores decisiones. El estado de estrés y de ansiedad que te pueda aniquilar, es provocado por el poco control que tienes de tus emociones. La vida es 10% lo que nos pasa y, 90% como reaccionamos a ello. Nadie sabe lo fuerte que eres, hasta que ser fuerte es tu única opción.

Carlos Guillén nos pregunta: ¿Lo que se observa es lo que existe? La respuesta no puede y no podrá ser categórica, ya que nuestro universo perceptual es limitado y además, de que hemos confundido el significado individual de cada observación, asumiendo que todo aquello que entra dentro de nuestro sistema perceptual, es valorado de igual manera por todos nosotros.

Las valoraciones están sometidas a amplísimos márgenes de incertidumbre y hacen ver que la evaluación, constituye un instrumento que afecta muy decisivamente a aquello que pretende medir y, que según Gil y Gúzman, la evaluación resulta ser más que la medida objetiva y precisa de unos logros, la expresión de unas expectativas en gran medida subjetivas, pero con una gran influencia.

La reducida visión analítica, se apoya en que todo concepto, vivencia, idea, suceso, etc., que no se apoya en el hecho de que no tuviera como prueba algo tangible y mensurable, para el hombre no era digno de crédito. Son múltiples los caminos que el hombre puede escoger como experimentación y fomentar su continua evolución, experimentando emociones, creencias, esperanzas, experiencias y vivencias que en conjunto, le permiten sentir múltiples situaciones que conformarán una infinitud de sensaciones y conocimientos.

La verdad según Guillen, es absoluta e independiente de nuestra opinión y, los mecanismos que rigen al universo se basan en verdades establecidas. Y la forma en las que las vamos develando, en nada influye en ellas y si las entendemos como una construcción social en constante y permanente evolución, todo adquiere un nuevo cariz. Y nos pregunta: ¿Tiene sentido pensar en la verdad como un concepto absoluto y ajeno a su percepción social?

Sabemos, nos dice Guillen, que la materia es inestable y que el universo, al que se creía inmutable, tiene una historia. La materia ya no viene definida por leyes deterministas, sino por modelos de probabilidades. Nuestro modelo físico, no es un reloj sino un caos imprevisible y, es claro que para los materialistas, las ideas son el reflejo de las cosas y que es nuestro ser social el que determina la conciencia.

Si no tuvieras la oportunidad de sentirte un ser vivo, de respirar, de convivir, de amar, de odiar, de enfrentar, no tendrías tampoco la oportunidad de terminar o de parar; es decir, que la muerte es parte del ciclo mismo de la vida y más que temer, tienes que saber siempre que como parte de un ciclo, éste terminará por lo que tienes que ser y vivir cada segundo, cada minuto, cada hora, cada año con suma intensidad; hay que vivir para contarlo, nos dice García Márquez.

Con la pasión no se juega, con la pasión se vive y deja que tus sueños sean más grandes que tus miedos y tus acciones sean más fuertes que tus palabras. Y, esfuérzate por no ser un éxito, sino más bien para ser de valor. Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años. La paz no puede mantenerse por la fuerza, solamente puede alcanzarse por medio del entendimiento.

Esta crisis es una cosa inesperada, es una fatalidad y, esta idea de que no se sabe porqué, los menos capaces sobreviven a veces a las crisis, que se ha transferido a la religión. Y esta comprobación de que algunos llegan a triunfar por casualidad, aporta la idea de la predestinación, según la cual los hombres deben soportar una suerte fijada por Dios, para toda la eternidad.

La economía es una rama auxiliar de la política y, es allí en donde se debería empezar a buscar las razones por las cuales se presentan las crisis y se entra a un túnel con final incierto; donde los niveles tecnológicos, la competitividad y el tamaño del mercado, son elementos centrales a la hora de evaluar los niveles reales de prosperidad individual, en tiempos en que los bloques regionales han pasado a reemplazar en muchos sentidos, a la antigua visión de los Estados por separado. Los comerciantes y los burgueses, han sostenido una competencia en la que hay vencedores y vencidos y muy frecuentemente, los más vivaces, los más inteligentes, son vencidos por la competencia, por una crisis que sobreviene y los abate.

En un principio nadie era dueño de nada; la tierra era un don de la naturaleza o de Dios. Después todo el mundo estaba lleno de propiedades privadas; ¿Cómo habían llegado a hacerse de los bienes de la naturaleza? ¿Era el resultado inevitable de que una banda de matones se adueñara de todo lo que pudiera? Pregunta Tim Harford y si es así, entonces la civilización estaba fundada en el robo violento. Todos somos dueños de nuestro trabajo y si mezclamos este trabajo con la tierra que nos da la naturaleza, entonces habremos aunado algo que sin duda nos pertenece con algo que no pertenece a nadie y que al trabajar la tierra, llegamos a poseerla.

Las economías se fundamentan en la propiedad privada, en el hecho legal de que la mayoría de las cosas tienen un dueño y se basan en la idea de que la propiedad privada es algo bueno y da a las personas un incentivo para mejorar e invertir en lo que es suyo. Y que con Ronald Reagan y Margaret Thatcher, las ideas de Hayeck regresaron como un vendaval a la que muchos países se subieron al neoliberalismo.

Y no hace falta señalar que estos capitalistas poseen mil medios para falsear el juego a su favor, mediante la manipulación del crédito y el fructuoso juego de las monedas. Cuentan con la superioridad de la información, de la inteligencia y de la cultura; teniendo a su disposición los monopolios o el poder suficiente para anular la competencia y gracias a la masa de los capitales, pueden los capitalistas preservar sus privilegios y reservarse los grandes negocios.

José María Ridau, nos dice que si la caída del Muro de Berlín anunciaba el fracaso de la utopía comunista, la crisis financiera que estallaba en 2007 empobrecía a millones de ciudadanos al tiempo que certificaba el derrumbe de la revolución conservadora propiciada por Ronald Reagan y Margaret Thatcher; una revolución que desmantelaba el estado de bienestar y dejaba a los mercados sin control estatal y que debilitaba a la labor de las instituciones internacionales cada vez más ineficaces ante los conflictos, denunciando los mitos del mesianismo político al que nos hallamos sometidos frente a supuestos ideales económicos, como la austeridad a ultranza, el equilibrio fiscal y la desregulación de los mercados. Y todos ellos de devastadoras consecuencias y que reivindica una actitud intelectual que no se escuda en falsas especulaciones ante el sufrimiento y la miseria del ser humano, arrastrado por el torbellino de la historia.

Según Jorge Zicolillo, en el mundo internacional están aquéllos que conducen los eventos y aquéllos que reaccionan a los eventos y en el centro del sistema financiero global, está la oligarquía financiera representada por el grupo Bilderberg. Y la idea que deriva detrás de cada una de las reuniones de Bilderberg, es la creación una red de cárteles más poderosos que cualquier nación, destinada a controlar las necesidades vitales de la humanidad, donde sus recomendaciones funcionan como una hoja de ruta para las políticas económicas que exige el FMI y el Banco Mundial y, que tienen como propósito imponer como sentido común según el cual el mundo debe ser gobernado por una supranacional capaz de alumbrar el camino correcto a los seres humanos.

De lo que se trata, según sus líderes, es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos, por la soberanía de una elite de técnicos y de financieros mundiales. Que planea desestabilizaciones y golpes de estado y organiza golpes de mercado. Esta sociedad será dominada por una elite de personas que no dudarán en realizar sus objetivos mediante técnicas que influirán en el comportamiento del pueblo y, controlarán y vigilarán a la sociedad hasta el punto de establecer una vigilancia permanente sobre cada persona en el planeta.

Noam Chomsky, en un análisis incisivo y concienzudo de la presente situación internacional, argumenta que Estados Unidos, por medio de su política predominantemente militarista y su ilimitada devoción por mantener un imperio de escala mundial, está arriesgándose a una catástrofe que destrozaría los bienes comunes del planeta, recurriendo desde la expansión de su programa de asesinatos, hasta la amenaza de una guerra mundial nuclear. Y, de cómo las elites de Estados Unidos han ido aislándose cada vez más ante cualquier restricción que la democracia pretenda imponer a su poder, mientras que la mayor parte de la población es empujada a la apatía y desviada hacia el consumismo o el odio al vulnerable y, a las corporaciones y a los ricos se les permite cada vez más, hacer lo que se les plazca.

Se trata aquí, de juegos tan ajenos al común de los mortales que podríamos decir que “Hay tantos caminos para la ambición de los individuos como existen sociedades”. El mercader de altos vuelos, no se limita a una sola actividad; será comerciante pero nunca de un solo ramo, sino que según las ocasiones, pasa automáticamente de la especialización a la no especialización y a partir de ese momento, cualquier buen negocio pasará a ser de su competencia.

Juan Carlos Castillón, en su historia de las conspiraciones, nos dice que han sido muchos los que han creído ver una mano oculta en todo lo que pasa en el mundo; donde Augustin Barried, denunció la presencia de sectas iluministas y logias masónicas y hasta los ataques actuales contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras entidades internacionales, como los Bilderberg o la Comisión Trilateral, la mano oculta ha podido cambiar de propietario, pero el plan que le es atribuido, apenas ha cambiado desde hace dos siglos. August Stark, hace remontar la conspiración, desde los filósofos griegos hasta los Iluminati de Baviera. Donde el plan busca el poder y no sólo la riqueza y, busca en concreto el poder sobre todo el mundo.

Jorge Zicolillo, nos dice que hoy como nunca el ciudadano común en todo el mundo se ve cautivo de las decisiones de remotas instituciones financieras y también orillado en la baja de salarios, desocupación o falta de techo. Y ve como los Estados, acuden al auxilio de los bancos en perjuicio del bienestar de la inmensa masa de contribuyentes. Las instituciones financieras y bancarias especulan con los fondos públicos y privados y obtienen beneficios escalofriantes y, que siempre se salvan o son oportunamente salvados de las grandes crisis que ellos mismos generan.

Se vive una crisis sin precedentes y, a los pesares y la incertidumbre cotidiana el ciudadano común suma la ignorancia de quiénes son los que rigen su vida y por qué. J. Zicolillo, ante los incipientes y globales movimientos de resistencia, propone una vuelta a una política que salve al individuo de ser sólo un bien de cambio de los grandes señores de la usura.

John Maynard Keynes, aboga por la intervención del Estado en la actividad económica, ya que el mercado no es perfecto y su funcionamiento tiene fallos y, es clave para combatir los dos problemas más graves de cualquier país, que son el desempleo y la inflación, Y así, Keynes se convirtió en el precursor del sistema económico mixto y del Estado del Bienestar. Donde el Estado se mostrará favorable u hostil al mundo del dinero, según lo imponga su propio equilibrio y su propia capacidad de resistencia.

Existen condiciones sociales en la base del avance del capitalismo y es, la de que exige cierta tranquilidad del orden social, así como cierta neutralidad, debilidad y complacencia del Estado. Y en lo que respecta a sus leyes, el mundo no ha cambiado, ya que sigue distribuyéndose estructuralmente entre privilegiados y no privilegiados y, existe una especie de sociedad mundial tan jerarquizada como una sociedad ordinaria, que es como su imagen agrandada y así, microcosmos y macrocosmos presentan la misma textura, donde el historiador nos dice Brandel, ve con mayor facilidad los “cómo” más que los “porqué” y, mejor las consecuencias que los orígenes de los grandes problemas.

Al amparo de los conglomerados mediáticos o asociados a ellos, grandes grupos económicos y financieros instalan sus bases en casi cualquier parte del mundo, generando un entramado en el que la producción de bienes, las finanzas y la creación de sentido, se concentran en unas pocas manos, más poderosas que cualquier gobierno electo, incluido el de Estados Unidos. Donde el Riesgo país, está determinado por las evaluaciones que hacen las calificadoras de riesgo, agencias que son meros instrumentos de las instituciones que en gran parte las financian, rebajando la calidad de la calificación de un país, para permitir que el lucro de los prestamistas sea mayor. ¿En manos de quién está el futuro de la humanidad, donde una reunión de la elite mundial puede cambiar el destino de millones de seres?

Ortíz Terán y López Pascual, nos dicen que entender “cómo y porqué” tomamos las decisiones que tomamos, ha sido un objetivo clave en muchas disciplinas y que sin duda, esto nos proporcionaría un mecanismo para prevenir las crisis; y es muy probable que ciertas decisiones financieras no se hubieran adoptado. Lamentablemente, esta posibilidad es una utopía, dado que todavía no somos capaces ni de entender ni de predecir nuestro comportamiento. El estrés, es otro de los grandes males de nuestro tiempo y sabemos o creemos reconocerlo y no ignoramos muchas de sus causas, pero únicamente si tenemos una idea precisa de lo que es en realidad, seremos capaces de prevenirlo y tratar con eficacia sus consecuencias negativas.

Emeran Mayer, nos dice que desde los primeros días de vida, las emociones han coloreado nuestros pensamientos e influido en nuestras decisiones. Las emociones moldean nuestros gustos, influyen en nuestra salud, alientan nuestros caprichos e inflaman nuestras pasiones, siendo la quinta esencia de lo que nos hace humanos. Para Gabriel Rubio, los miedos son respuestas emocionales de enorme utilidad, donde los miedos aprendidos durante la evolución surgen nuevamente en el niño, que añadido a las circunstancias ambientales, se fomenta la aparición y mantenimiento de los trastornos fóbicos.

Nuestros deseos, valores, prejuicios o afectos, influyen claramente en nuestra valoración y juicio de las cosas, así como en nuestra toma de decisiones; donde todos nos desviamos de los estándares de racionalidad y, ese es el objeto de estudio de la psicología económica, que abre el camino a nuevas formas de tomar decisiones.

Jorge Zicolillo, nos dice que jamás podría admitirse que una guerra se declara por cuestiones netamente económicas; y ningún político del mundo osaría pararse frente a las potenciales víctimas y pedirles que vayan a entregar la vida para que los accionistas de las empresas tengan mayor rentabilidad y para que los bancos puedan prestar el dinero a intereses más altos o para hacerse de rentables cuencas petrolíferas. Sin embargo, las guerras suelen estar movidas por el lucro. Así fue y así sigue siendo y en ningún caso, es eso lo que se les transmite a los pueblos y, el redoblar de tambores, dice obedecer sacrosantos ideales.

La magnitud del endeudamiento al que llegaron las potencias beligerantes de la Segunda Guerra Mundial, destrozó, como era previsible, el sistema monetario internacional. Se abandonó el patrón oro y ni siquiera los grandes beneficiarios, hacia cuyas arcas viajaba el metal, pudieron hacer uso de él, a riesgo de desatar un proceso inflacionario demoledor. Más del 75% del gasto público de los países beligerantes se dedicó a gastos militares, relegando necesidades sociales como salud, educación y justicia y, debiendo aumentar la presión tributaria porque ni aun con esos recortes, las arcas daban abasto.

Tampoco la agricultura salió indemne y las vías férreas, puentes, carreteras y puertos, en su mayoría, se convirtieron en escombros, imposibilitando el transporte de mercancías, muchas de primera necesidad. El hambre arrasó Europa y el esquema monetario pasó a ser apenas un espejismo y, la primer Gran Guerra capitalista terminó con una parte de la población del mundo y dejó en estado de colapso al propio sistema, apunta Zicolillo. Y así, Thomas Mann observa que la guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz.

La ciencia más vanguardista, confirma que todavía disponemos de maneras y medios para darle un giro a este momento de crisis y hacer de él un momento de resurgimiento y, podamos crear un mundo nuevo enraizado en la comprensión esencial de nuestras verdades más profundas. Y dado que nos encontramos ante situaciones seriamente problemáticas y, dado que no es la Tierra la que tiene estos problemas sino nosotros que vivimos en ella, estamos cerca de hacer elecciones de aquello que nos llevará al punto de inflexión de no retorno y, destruir la frágil red de la vida que nos sostiene y estemos abocados a un final desastroso.

Cuanto mejor nos conozcamos a nosotros mismos, más claras estarán las elecciones que necesitamos hacer en nuestras vidas e independientemente de los retos y elecciones. Saber quiénes somos y entender la relación que tenemos con todos los demás, así con el entorno que nos rodea, nos dará una ventaja evolutiva y todo empezará a tomar conciencia de nuestra existencia y podamos así basarnos en estas verdades en las elecciones que hagamos en nuestra vida.

Si no sabes quién eres, ni cuáles son tus fortalezas y debilidades y, si no estás dispuesto a ser vulnerable, jamás desarrollarás una relación de confianza. Uno de los errores básicos que cometen las asociaciones en la actualidad, nos dice Ukleja y Lorber, consiste en que dedican la mayor parte de su tiempo y energía a resolver problemas en el nivel organizacional, con líderes que jamás se han formulado la pregunta fundamental: ¿Quién soy y qué es lo que quiero?

¿Por qué es tan difícil responder la pregunta acerca de quiénes somos? Quizá porque la gente no se toma el tiempo suficiente para reflexionar sobre sus vidas y se encuentra demasiado ocupada haciendo, haciendo, haciendo. Debemos recordar que no somos los hacedores humanos, sino seres humanos. Y el que tengas una visión más clara acerca de quién eres y qué quieres, se convertirá en un cimiento firme para todas las decisiones y elecciones de tu vida.

Donde mucho de lo que nos gusta y nos disgusta, de lo que nos parece o no desagradable, viene determinado por cómo ha moldeado la evolución nuestro sistema nervioso. Y éste, no sólo determina lo que nos agrada, sino también lo que somos capaces de hacer; es decir, modula nuestro comportamiento. Cuando los filósofos tratan de explicar las cosas del mundo, constatan que existen cosas, objetos materiales que podemos ver y tocar, pero que también hay cosas que no vemos y que no podemos tocar, ni medir, como son las ideas y las emociones.

La ciencia sólo puede estudiar fenómenos empíricos y objetivos, confirmados por la experiencia y, descubrir las relaciones que se establecen entre sí y no nos formula teorías sobre temas especulativos, ni debemos detenernos en los aspectos subjetivos de la experiencia.

El Positivismo de Auguste Comte, en contraposición al Idealismo, se le consideraba una Síntesis de las ciencias y se basa en la observación y los datos obtenidos de la experiencia. Y hacía gala de una fe incondicional en el conocimiento científico al que se considera como el único capaz de garantizar el progreso y la mejora de la condición humana. Y así, la ciencia se convierte en la única posibilidad de explicar objetivamente la realidad en todos sus aspectos, nos afirma Hachette Fascicoli. Donde los términos “Estructuralismo y Funcionalismo”, representan la entrada oficial de la psicología, a la esfera de las ciencias y de las disciplinas objetivas observables y mensurables.

La psicología, cobró protagonismo inesperado al considerarse una herramienta capaz de desarrollar aplicaciones prácticas y era considerada como el estudio de la mente y el comportamiento del ser humano y, un área propia de la filosofía y una de sus principales áreas de indagación de ella misma. Y se lanzará a la búsqueda de las leyes que forman los elementos que sustentan los procesos conscientes, mediante la introspección y que Wilhelm Wundt, afirmaba que la experiencia humana es una Síntesis Creativa de actos reflejos y voluntarios, así como de sensaciones, imágenes, sentimientos y emociones.

Somos, nos dice Braden, seres misteriosos dominados por las posturas extremas y las contradicciones que se reflejan en nuestra forma de vivir y en las elecciones que hacemos. Nos enfrentamos a extremos y contradicciones y en presencia de la ciencia más avanzada, todavía no hemos podido responder a la pregunta de ¿Quiénes somos? Decimos que queremos paz y continuamos construyendo las armas más destructivas que hayan existido jamás.

La definición de Sartre, del hombre como un hacerse continuo y, su vehemente afirmación de la elección personal como compromiso que atañe a toda la humanidad, su impulso a la figura del “intelectual comprometido”, su negativa a que la angustia caiga en apatía, es instrumento para entender y afrontar el presente. Se le reprochaba el hecho de invitar a las personas a permanecer en un quietismo de desesperación, porque si todas las soluciones están cerradas, habría que considerar que la acción en este mundo es totalmente imposible y, desembocar finalmente en una filosofía contemplativa, lo que además, dado que la contemplación no es un lujo, nos conduce a una filosofía burguesa. Se le reprocho también que subrayara la ignominia humana y que mostrara en todas las cosas, lo sórdido, lo turbio, lo viscoso y, que desatendiera cierto número de bellezas risueñas y el lado luminoso de la naturaleza humana.

En todo caso, nos dice Sartre, entendemos por “Existencialismo” una disciplina que hace posible la vida humana y que por otro lado, declara que toda verdad y toda acción implican un medio y una subjetividad humana. Toda tentativa que no se apoya en una experiencia probada, está condenada al fracaso y, la experiencia muestra que los hombres van siempre hacia lo bajo y que se necesitan cuerpos sólidos para mantenerlos; y si no es así, tendremos la anarquía.

Lo que tienen en común los existencialistas, es considerar que “la Existencia precede a la Esencia” o si se prefiere, que hay que partir de la subjetividad. Y, no se puede suponer una persona que produjera un objeto sin saber para qué va a servir ese objeto y se puede decir, que la producción precede a la existencia y de que la voluntad sigue más o menos al entendimiento o por lo menos, lo acompaña. Y que Dios, cuando crea, sabe con precisión lo que crea.

En el ateísmo, la noción de Dios es suprimida, pero no pasa lo mismo con la idea de que “la esencia precede a la existencia”: Lo que significa que cada hombre es un ejemplo particular de un concepto universal y que con Kant, tanto el hombre del bosque, el hombre de la naturaleza, como el burgués, están sujetos a la misma definición y poseen las mismas cualidades básicas. Así también, aquí “el hombre precede a la existencia histórica” que encontramos en la naturaleza. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace.

Todo esto no es más que la manifestación de una elección más original, más espontánea que lo que se llama voluntad. Pero si verdaderamente la existencia precede a la esencia, el hombre es responsable de lo que es. Eligiendo, elijo al hombre y en consecuencia, en mi acto, he comprometido a la humanidad entera.

Anaïs Nin, nos dice que no vemos las cosas como en realidad son, sino a través de lo que somos nosotros. Existen cuestiones complejas a las que todos nos enfrentamos en la vida, pero que tú puedes hacer que tus decisiones te conduzcan hacia donde deseas ir. Nadie puede negar el papel de las elecciones que tomamos hoy en las vivencias del mañana.

Es muy difícil encontrar alguien cuya meta en la vida sea ser mediocre, sin embargo, eso es lo que pasa cuando las personas se anulan a sí mismas en un mundo dirigido por una actividad exasperante, que las obliga a jerarquizarlo todo y lo que todos necesitamos con desesperación es una forma de bajarnos del escenario, sentarnos en el palco y contemplar la escena en su totalidad o bien, para cambiar de metáfora.

Y si bien la autoconciencia y el logro de objetivos son importantes, estamos convencidos de que las experiencias y las relaciones personales y profesionales son las que verdaderamente hacen que la existencia valga la pena y, las que sin duda te ayudaran a explorar todas las facetas de la vida. Y la verdad es que nunca antes lo pensamos, ya que mi identidad ha estado adherida a lo que fui y no a la persona que soy ni seré. Y jamás dediqué tiempo a crear un plan de vida para mí mismo.

Somos lo que repetidamente hacemos, la excelencia, entonces, no es sino un hábito. Donde una de las claves del éxito consiste en rodearse de gente que puede ofrecerte una retroalimentación honesta.

Wolfgang Pauli, nos dice que la realización consciente de un conocimiento nuevo, debería ser interpretada como una correspondencia, como una aproximación congruente entre las imágenes internas preexistentes en la psique humana y los objetos externos y su comportamiento. La realidad no es tan real como se piensa, ya que nuestro cerebro no está diseñado para conocer la realidad.

El puente entre percepciones sensoriales por una parte y conceptos por otra, no se puede construir mediante lógica pura, sino que descansa, según esta concepción, sobre un orden cósmico que es independiente de nuestra elección; un orden diferente al constituido por el mundo fenomenológico y que abarca tanto lo psíquico como lo físico, tanto al sujeto como al objeto.

El lugar de los conceptos claros, es ocupado por imágenes con fuerte contenido emocional, no pensadas, sino contempladas como si estuvieran pintadas. Consideramos las imágenes primordiales preexistentes no como inalterables, sino como relativas al desarrollo del punto de vista consciente y, es precisamente la reacción de la conciencia sobre las imágenes del inconsciente, la que a juicio de Pauli, constituye la esencia del proceso de desarrollo del conocimiento humano, que han denominado “Dialéctica”.

La filosofía pretende dar una explicación a los problemas más elementales del mundo. Explicaciones que en la historia muchas veces no han sido las mismas. Pero poco a poco hemos tratado de explicar el mundo por medio de los hechos materiales, partiendo de experiencias científicas y de tal voluntad, nace la filosofía materialista, según Georges Politzar. Y fue así como nació el “Materialismo Dialectico”, al darse cuenta de que las leyes que rigen el mundo, también facilitan la explicación de la marcha de las sociedades y, de que podemos ver que las ciencias dan un gran salto hacia adelante y se rejuvenece el materialismo dialectico apoyándose en los grandes descubrimientos de la ciencia moderna, donde los problemas deben plantearse simultáneamente, en los terrenos económicos, políticos e ideológicos. Y no es posible tener una lucha económica sin al mismo tiempo no tener una lucha política sin atender una lucha ideológica. Hay que tener en cuenta para que la lucha sea eficaz, la situación económica y política.

No tenemos duda de que todos los problemas están ligados, por lo que no se puede tomar una decisión ante cualquier situación del problema sin antes tomar en consideración todos y cada uno de los aspectos del problema y, el conjunto del problema mismo. Y el que sea capaz de luchar en todos los terrenos, se estará dando al movimiento la mejor dirección y se otorgara un método de razonamiento que nos ayudará a resolver todos los problemas.

Campillo Álvarez, nos dice: El estrés crónico es una de las principales causas de muchos trastornos cognitivos y degenerativos cerebrales, como la demencia, depresión, crisis de ansiedad y es responsable de acelerar el proceso de envejecimiento. Y los cambios fisiológicos y las potentes sustancias bioactivas que se ponen en marcha en una situación de estrés crónico, pueden provocar incluso la muerte de quién la padece.

Ante situaciones de peligro o de estrés, la información que nos llega a los centros nerviosos del cerebro, como es el hipotálamo, que activan descargas hormonales y pone en marcha órganos y procesos metabólicos indispensables para garantizar la supervivencia, donde en pocos segundos, comenzará a vaciarse los depósitos de glucosa del hígado y los de grasa del tejido adiposo, para que abunden los combustibles metabólicos en la sangre.

Pero cada vez, como la situación de estrés no se acompaña de movimiento de lucha o huida, un exceso de hormonas de estrés, de glucosa y de grasa, se quedan circulando por la sangre y al final acaban pegándose a las arterias y alteran la función de algunos órganos y esto, podría provocar alguna enfermedad grave o incluso la muerte por problemas cardiovasculares.

El cerebro nos aporta ventajas extraordinarias de supervivencia, pero es también en gran medida, el responsable de muchos problemas de salud que nos ocasiona el estrés. Y es un problema de los seres humanos, que podemos vivir a diario varias situaciones ficticias de estrés, pero a las que nuestro organismo responde como si fueran reales, recreando con realismo estas situaciones de peligro, como el hecho de recordar una y otra vez los sucesos estresantes magnificándolos incluso y que es, una característica exclusiva de los seres humanos.

Y el problema es que cada vez que evocamos un suceso estresante, vivimos el acontecimiento, ponemos en marcha todas las respuestas nerviosas, metabólicas y endocrinas implicadas, como si se tratara de la situación real. Y cada vez que cuentas el suceso, vuelves a poner en marcha los mecanismos nerviosos, hormonales y cardiocirculatorios por el nuevo hecho de la evocación del suceso estresante.

Según Mark Hyman, sólo hay cinco causas de todas las enfermedades: dieta insuficiente, estrés crónico, microbios, toxinas y alérgenos y, todos influyen en nuestra ADN, activando o desactivando diferentes genes y mensajes que afectan nuestro metabolismo e interactuando con los sistemas fundamentales del organismo y cuando estos sistemas pierden su balance, se producen síntomas y enfermedades.

El estrés crónico, nos dice Mark Hyman, incrementa la producción de Cortisol, la principal hormona del estrés. El cortisol elevado, de forma crónica, provoca más cantidad de azúcar en la sangre y colesterol, depresión e incluso demencia y fomenta la acumulación de grasa en el vientre que vemos con frecuencia en pacientes que padecen diabetes. Demasiado cortisol también causa pérdida de músculo, interfiere con la hormona de la tiroides y el crecimiento y ejerce un impacto negativo en el sueño, todo lo cual promueve el aumento de peso.

Algo que resulta esencial es dormir, ya que mientras duermes, tus células se regeneran y desde las de tu cerebro hasta las de tu piel se reparan durante estas horas de descanso. No dormir puede causar problemas serios, desde la obesidad, falta de atención, ausencia de tolerancia, decremento de los reflejos, estado de depresión e incluso llevarte al suicidio. A nivel corporal, la falta de descanso y la hidratación que se realiza en el proceso de regeneración de células, se traducen en una piel marchita, sin brillo, arrugada y descolorida. Ocho o nueve horas de sueño harán la diferencia en tu estado de ánimo y en tu capacidad de trabajo. Nuestro nivel hormonal cambia hasta 24 veces en un solo día, modificaciones que se traducen en transiciones de humor, letargo, estrés, inseguridad o determinación.

La falta de sueño aumenta el apetito y las ansias de consumir azúcar. A quiénes se les privó de dos horas de sueño, aumentó el apetito y las ansias de consumir azúcar. Disfrutar de un sueño prolongado y de calidad es importante en el tratamiento de la diabetes y puede evitar el aumento de peso, diabetes y enfermedades cardiacas. Pero más importante aún es disminuir nuestros niveles de estrés.

El estrés se define como la amenaza real o imaginaria al organismo o al ego. Siempre estamos sometidos a estresantes situaciones, agudas e intermitentes. Eso es inevitable, pero el estrés agudo que va y viene no es lo que causa tus problemas de salud. Lo que ejerce un impacto sin precedentes en la diabetes y en otras tantas enfermedades crónicas, es el estrés incesante.

El Materialismo Dialéctico, quiere demostrar que entraña una concepción general, no únicamente de la sociedad sino del universo en general. Y al igual que la filosofía, que es la de que se dedica al estudio de los problemas más generales y trata de explicar el mundo, la naturaleza y el hombre.

La naturaleza es todo aquello que nos rodea y que no es producto de nuestra creación o manufactura. Engloba al universo, al tiempo y al hombre y según von Mentz, incluye todo lo vivo, los minerales y rocas, plantas, sistemas solares, galaxias y las partículas más pequeñas, donde los cambios suceden a ritmos muy distintos a los humanos. Con esto se explica la participación simultánea del ser humano, determinado por fuerzas naturales y por la evolución.

Hay diferencias entre el cambio en el mundo natural y el social por distintas razones, aunque ambos mundos pertenecen a la naturaleza. Y lejos de haber leyes fijas en la historia cultural humana o etapas necesarias e ineludibles, la diversidad del desarrollo cultural es inmensa y la dirección de la historia de los distintos pueblos múltiple, nos dice von Mentz. Y S. J. Gould afirma que: “El fracaso en encontrar un “vector de progreso” en la historia de la vida, es el dato más desconcertante del registro fósil. No hay esa historia de mejora adaptativa continua en él, sino de los linajes. En la amplia realidad, de la naturaleza como totalidad cuyos cambios ocurren en milenios, las transformaciones ocurren sin intervención humana.

Los intercambios de comercio han llevado a especializaciones y conformación de Estados, pero también ha habido regresiones y destrucción de organizaciones relativamente sencillas, donde no hay etapas necesarias, es decir, de que no existe o no se observa una finalidad en la historia. Tal vez el motivo por el cual estamos aquí, sea la de investigar porque estamos aquí.

Según Engels, el Ser es la materia y el pensamiento es el espíritu y la cuestión consiste en saber si el cerebro ha sido creado por pensamiento o si el pensamiento es un producto del cerebro y según nuestra respuesta, seremos “Idealistas o Materialistas”. Y Braden nos pregunta: ¿Vamos por el buen camino? ¿Son acertadas nuestras ideas, y estamos formulando las preguntas pertinentes? O ¿Está estancada la ciencia?

Parece que vivimos tiempos de revolución permanente, donde si combinamos factores como ciudades conectadas y en expansión y una población mayoritariamente juvenil y un clima cambiante, obtenemos una fórmula para el cambio. Además, nos dice Nicholas Mirzoeff, de que en el mundo hay gente empeñada en cambiar los sistemas que nos representan en todos los sentidos.

Aquello que los gobiernos y los economistas habían presentado como un mercado financiero global perfectamente estructurado, con el crac financiero en 2008 se derrumbo sin previo aviso, donde el sistema estaba apalancado con tanta precisión, que un número relativamente pequeño de personas, incapaz de afrontar el pago de sus hipotecas, desató una catástrofe en cascada y la propia conectividad del mercado financiero global, hizo imposible contener lo que tiempo atrás habría sido un infortunio local. La crisis mostró que hoy el mundo es uno, lo queramos o no, lo que no significa que esté al alcance de todos por igual, nos dice Mirzoeff.

Agregando que por un lado está la teoría de la globalización y por el otro, la dispar y difícil experiencia de la globalización, en la práctica y mientras nos cuentan que hoy existe un único sistema global, al menos para asuntos financieros, nuestra vida cotidiana, nos dice algo diferente. Y al final de la Guerra Fría, se formó una nueva identidad en torno a cuestiones que hizo que la gente se viese de otra manera y se confiaba menos en las certezas globales y comenzó a cuestionar la posibilidad de un futuro mejor.

La supervivencia se encuentra integrada en lo más profundo de nuestro cerebro, en un conjunto de estructuras primitivas llamado sistema límbico, cuya principal función es explicarnos mediante las emociones, qué es lo que nos resulta positivo y a qué debemos tenerle miedo, qué olor nos generará repulsión, o cuándo merece la pena estar triste y, que gracias a nuestra moderna corteza cerebral podemos decidir si le hacemos caso o no, pero que ese instrumento primario es la información básica de la que partimos, codificada poco a poco a lo largo de nuestra historia evolutiva. Y siempre que la parte instintiva y la racional forman un buen equipo y ninguno tome el mando por completo, todo se mantendrá en un relativo orden.

En ciertas cuestiones, no aprendemos de nuestra propia historia y varias investigaciones se han dedicado a analizar nuestra incapacidad de aprender de nuestras propias reacciones ante acontecimientos pasados. La gente no consigue aprender que sus reacciones emocionales a experiencias pasadas no durarán mucho tiempo y sin embargo, mantenemos la idea sesgada de que un contratiempo provocará una grave y prolongada aflicción, cuando en el pasado contratiempos parecidos no les afectaron durante mucho tiempo.

El aprender de la historia no es algo que los humanos hagamos de forma natural. La vida es injusta de forma no lineal. Una pequeña desventaja en la vida, nos dice Nassim Taleb, se puede traducir en un resultado positivo desproporcionadamente elevado o como una ausencia total de ventaja, pero con una muy pequeña ayuda del azar puede llevar a la bonanza.

Uno tiende a olvidar con gran rapidez lo que no ha reflexionado en profundidad, lo que le ha sido dictado por imitación o por las pasiones que nos rodean ya que éstas cambian y con ellas también nuestras memorias. En un momento en los políticos, son más atribuibles a un exceso de ambición que a una falta de memoria.

Y tenemos que ser fieles a nuestras opiniones, ya que de lo contrario, uno se convierte en un traidor. El problema reside en que nos cuesta mucho entender la probabilidad y por ello, seguimos creyendo que lo que sucede no es aleatorio y nos empeñamos en encontrar razones allá donde no las hay.

Tras completar el proyecto del Genoma Humano, los científicos se quedaron asombrados de que el mapa genético humano sea un 75% menor de lo que se esperaba, ya que la discrepancia a lo esperado era inmensa. Y sobre la que había, todo un sistema de creencias, lo que significaba que sólo hay trescientos genes en el ser humano que no están en el ratón. Lo que nos dice que los genes no pueden explicar qué es lo que nos hace humanos. Y ya que la diferencia no reside en el ADN, ahora hay que buscar más allá del ADN para responder a la pregunta de qué nos hace diferentes.

Y si nos fiamos del discurso de la ciencia, la teoría de la evolución empieza a ser cada vez menos una opción válida para explicar las complejidades de la vida humana y, la evolución que vemos en la naturaleza, no es aplicable a los humanos ya que está claro que los hechos no corroboran la teoría, donde un número de pruebas cada vez mayor no explican los hechos del origen humano y, no demuestran que somos el resultado de un proceso evolutivo, nos explica Braden. Y no existen pruebas que nos vinculen con restos de criaturas del pasado y es posible que el eslabón que se busca no se encuentre jamás, así como que no se ha encontrado ni un solo caso de transformación de una especie en otra.

Estas lagunas en nuestro conocimiento y el hecho de que los avances sólo mejoran conocimientos que ya teníamos basadas en adelantos que ya existían, los avances tecnológicos aunque crecen cada vez más, éstos tienen menos progresos que den claridad sobre nuestro mundo y que además, dé avances a los principios que ya entendíamos. Y no nos queda más que recordar a Niels Bohr, cuando dijo: Es el sello de cualquier verdad profunda, que su negación sea también una verdad profunda.

El mundo que hoy vivimos no es el mismo y ha cambiado más y más rápido que nunca, donde el cambio en un lugar importa hoy en todas partes. La visión es en realidad un sistema de retroalimentación y esta comprensión, es el resultado de una mezcla de ver y aprender a no ver.

La visión humana se revela hoy como ese polifacético circuito de retroalimentación, que vienen suponiendo desde hace tiempo los estudiosos de la cultura visual, donde tenemos que aprender a ver el cambiante mundo natural; es decir tomar conciencia de cómo hemos transformado el planeta en un enorme artefacto humano, considerada como la mayor obra jamás realizada y realizable y que al mismo tiempo, se ha vuelto el escenario de la agitación permanente.

Actualmente existe una nueva visión del mundo y, dicha cultura de la visión cultural se plantea cómo ver el mundo en una época de cambio dinámico y de proliferación de imágenes, lo cual abarca muchos puntos de vista diferentes. Percibimos el vertiginoso ritmo del cambio y hoy en día, nos dice Mirzoeff, son muchas más las personas que pueden ver y compartir la información, pero casi nadie puede influir en lo que se emite en ellas. Ya que el cambio no es simplemente cuantitativo sino también cualitativo.

En el Universo, funciona una ley de la “Complejidad Creciente” junto con la “Segunda ley de la Termodinámica”. Y entre estas dos leyes, no hay incompatibilidad alguna. En la práctica, un incremento de la complejidad organizativa de un sistema físico incrementa la Entropía. Así, en la evolución biológica, sólo emergen organismos más complejos después de que se hayan dado muchos procesos físicos y biológicos destructivos. Donde hasta la información de un copo de nieve crea un gasto de calor que contribuye a aumentar la Entropía del Universo.

Según Paul Davies, en el contexto del fin del Universo, la existencia de una Ley de la Complejidad Creciente tiene un profundo significado. Aunque compatible con la segunda ley de la termodinámica, la ley de la complejidad proporciona una imagen muy distinta del cambio cósmico al describir un universo en progreso, partiendo de unos inicios prácticamente sin rasgos para llegar a estados cada vez más complejos.

La existencia de una ley de la complejidad creciente tiene un significado profundo y nos dice Paul Davies, que si la complejidad organizada si no es el opuesto de la entropía, entonces la limitada capacidad de la entropía negativa del universo no tiene porqué poner límites al grado de complejidad. El precio entrópico pagado por el avance de la complejidad, puede ser puramente casual y no fundamental, como es el caso de la mera ordenación o procesado de la información.

De ser así, nuestros descendientes pueden ser capaces de alcanzar estados de complejidad organizada cada vez mayor sin esquilmar recursos, cada vez menores. Y así, aunque puedan estar limitados en la cantidad de información que procesen, puede que no tengan límite en la riqueza y en la calidad de sus actividades físicas y mentales. Y la imagen de su lucha por la supervivencia, desesperada pero no necesariamente fútil, puede animar a unos y deprimir a otros.

Aunque el campo creador proporciona una solución técnica al problema de la creación, deja muchas preguntas sin contestar. Aparte de las dificultades físicas y de observación, la teoría del estado estacionario del universo, plantea algunos problemas filosóficos donde cualquier examen del final del universo, nos enfrenta a las cuestiones sobre su finalidad; donde la perspectiva de un universo moribundo de Bertrand Russell, de la inutilidad última de la existencia, en el que además Steven Weinberg culmina con la desoladora conclusión de que “cuanto más comprensible parece el universo más sin sentido parece también tener”.

La perspectiva de vivir por siempre, en un estado de sublime equilibrio, la encontraba absolutamente carente de atractivo. Mejor morir rápidamente y acabar de una vez por todas que no tener que afrontar el aburrimiento de la vida eterna. Si la inmortalidad, nos dice Paul Davies, se limita a tener los mismos pensamientos y las mismas experiencias una y otra vez, la verdad es que parece no tener sentido. Sin embargo, si la inmortalidad se combina con el progreso, entonces podemos imaginarnos viviendo en un estado de novedad perpetua, aprendiendo o haciendo siempre cosas nuevas y emocionantes. La cuestión es ¿Para qué?

Cuando los seres humanos se embarcan en un proyecto con una finalidad, tienen en mente un objetivo concreto. Si se consigue el objetivo, el proyecto se habrá completado y entonces, cesará esa actividad. ¿Puede haber autentica finalidad en un proyecto que nunca se consiga? ¿Puede tener sentido la existencia si consiste en un viaje sin final, hacia un destino al que nunca se llega?

Si el universo tiene una finalidad y la alcanza, entonces el universo debe acabar porque su existencia continuada sería gratuita y sin sentido. A la inversa, si el universo dura eternamente, resulta difícil imaginar que el universo tenga alguna finalidad última. De modo que la muerte térmica del cosmos, puede ser el precio que hay que pagar por el éxito cósmico. Puede que lo más que podamos esperar sea que la finalidad del universo sea finalmente conocida.

LAS FUERZAS MOTRICES DE LA HISTORIA

¿Porqué las instituciones de Estados Unidos condujeron más al éxito económico que las de América Latina? La respuesta a esta pregunta se encuentra en cómo se formaron las distintas sociedades en el inicio del período colonial. Para comprender esta divergencia, debemos empezar a observar la fundación de las colonias de Norteamérica y América Latina. Los primeros españoles y también los colonos ingleses, no estaban interesados en cultivar la tierra ellos mismos, querían que lo hicieran otros por ellos y saquear sus riquezas de oro y plata.

La estrategia de colonización española fue muy efectiva. La inició Hernán Cortes en México, basándose en la observación de que la mejor forma de dominar al adversario, era capturar al líder indígena. Esta estrategia le permitió reclamar la riqueza acumulada de los líderes y coaccionar al pueblo para que le entregaran tributos y comida. El paso siguiente, consistía en establecerse como la nueva élite y, hacerse con el control de los impuestos y tributos y sobre todo de los trabajos forzados.

En el Nuevo Mundo, la encomienda adoptó una forma mucho más perniciosa: se trataba de una cesión de indígenas a un español que recibía el nombre de encomendero, donde los indígenas tenían que dar al encomendero tributos y mano de obra y a cambio, él debía convertirlos al cristianismo.

La estrategia y las instituciones de la conquista perfeccionadas en México, fueron ávidamente adoptadas en el resto del imperio español y, en ningún lugar se hizo de una forma más efectiva que en la conquista del Perú, efectuada por Pizarro. Los españoles mataron a los guardias y criados de Atahualpa y capturaron al rey, que para lograr su libertad, Atahualpa tuvo que entregar una sala con oro y plata. Y al hacerlo, los españoles incumplieron sus promesas y lo estrangularon. Y así, cuando los capturados no satisfacían las demandas, eran quemados vivos y al igual que en México, los nativos fueron divididos en encomiendas, lo que facilitaría la explotación de la mano de obra por parte de la corona española.

Empleaban a los indígenas como sustitutos de animales de carga y tras la fase inicial de codicia y saqueo de oro y plata, crearon una red de instituciones destinadas a explotar a los pueblos a tener un nivel de vida de subsistencia y extraer así toda la renta para los españoles. Y esto se logró expropiando su tierra y obligándolos a trabajar con sueldos bajos por el trabajo e imponiendo impuestos elevados y cobrando precios altos por productos que ni siquiera se compraban voluntariamente.

Estas instituciones generaban mucha riqueza para la corona española e hicieron muy ricos a los conquistadores y también convirtieron a América Latina en uno de los continentes más desiguales del mundo y socavaron gran parte de su potencial económico. Sin embargo, lo que era posible en México y Perú, no era factible en Virginia, con la única opción para lograr una colonia viable económicamente era crear instituciones que dieran incentivos a los colonos para invertir y trabajar duro, nos dicen Acemoglu y A. Robinson.

No había ninguna posibilidad de establecer una explotación para hacerse rico rápidamente, al estilo de las de México y Perú, ya que no había metales preciosos y no se podía obligar a los indígenas a que trabajaran para ellos ni que les proporcionaran comida. Y a medida que Norteamérica se desarrollaba, las élites inglesas intentaban una y otra vez establecer instituciones que restringieran fuertemente los derechos económicos y políticos para todos los habitantes de la colonia, excepto para una minoría privilegiada, igual que habían hecho los españoles. Sin embargo, una y otra vez fracasó el modelo.

Esto significa que la elección política de las instituciones es crucial para comprender porqué las políticas de algunas sociedades conducen a instituciones inclusivas que fomentan el desarrollo económico, mientras que las políticas de la amplia mayoría de las sociedades a lo largo de la historia, han conducido y todavía lo hacen, a instituciones extractivas que lo dificultan.

Las instituciones extractivas enriquecen a la élite y su riqueza, forma la base para la continuación de su dominio. Una forma más desconcertante, pero no menos real y no menos viciosa de retroalimentación negativa, perfiló el desarrollo político y económico de muchos países. Y en Estados Unidos, no obstante la guerra civil, no destruyó el poder político de la élite de plantadores ni su base económica, pero dicha élite pudo reestructurar el sistema bajo un aspecto distinto, pero, aun así, bajo su propio control político local y lograr el mismo objetivo. Las instituciones económicas extractivas implican que se puedan lograr grandes beneficios y riqueza con el mero control del poder, expropiando los activos de otros y estableciendo monopolios.

Las instituciones extractivas no solamente allanan el camino para el siguiente régimen, que será incluso más extractivo, sino que también crearán luchas internas continuas, lo que conduce a la falta de ley, al Estado fracasado y al caos político, como señalan Acemoglu y J. Robinson.

Fernand Brandel parte de la premisa de que el proceso de reconstrucción de la historia económica no es tarea exclusiva de la historiografía, sino que los problemas teóricos que surgen de los estudios concretos deben abordarse desde otros enfoques: con reflexiones acerca de la vida material y la vida económica, donde los juegos de intercambio definen el comportamiento de la economía de mercado a través de la cual se explica la interrelación dialéctica entre vida material y vida económica, mercado y capital, tiempo y espacio, a fin de estar un paso más cerca de la comprensión histórica, de la dinámica del capitalismo.

Doménico Mantuano, nos dice que después de la Segunda Guerra Mundial, frente al conglomerado europeo, Estados Unidos con su descomunal poder de fuego, se erige en una suerte de gendarme mundial al que le importaba más los buenos negocios y la superioridad de su comercio internacional y, que no excluía a la derrotada Alemania nazi. Donde medidas impopulares son imprescindibles para recuperar la confianza de banqueros y prestamistas en la nueva etapa de liberalísimo capitalista triunfante.

Informes de 2013, daban cuenta que con una cuarta parte de los doscientos cuarenta mil millones de dólares que en 2012 se embolsaron las cien personas más ricas del mundo, se podría acabar con la pobreza en el planeta y, que en los últimos veinte años, el 1% de la población mundial había incrementado en 60% su riqueza y estaba vinculada a los negocios financieros y no a los productivos, que son los que crean la verdadera riqueza y son fuentes de trabajo y distribución equitativa de los bienes.

En desmedro de esplendores que parecían eternos, habla Doménico Mantuano de que Europa afronta hoy una crisis profunda y de difícil resolución. Por sólo nombrar algunos de los países más afectados, Grecia e Italia, otrora fundadores de imperios que moldearon el Derecho, la cultura y el pensamiento de Occidente, asisten a feroces tasas de desocupación y a una importante retracción de sus economías. España, que tuvo en un tiempo un imperio donde no se ponía el sol, no queda tampoco rezagada en falta de empleos y en sus recortes a la salud y la educación entre otros y ostenta el liderazgo de suicidios, ante pagos impagables a los bancos. Paralelamente, las voces de descontento reniegan de su clase dirigente, pero también de la política como instrumento de cambio y que se tornan inocuas. Sólo la economía, la más impiadosa economía de mercado, parece reinar en esa tierra devastada y, la subordinación europea a los dictados del monetarista y centros de especulación financiera, desnuda el verdadero esqueleto por el cual el continente ha pasado de príncipe a mendigo.

Asia y América Latina, son pensadas todavía como retazos coloniales cuya única función es atender las necesidades de sus viejos amos. Y, con pavorosas descripciones políticas y económicas de ellos, donde existe siempre el caos, inmadurez política y la anarquía institucional. Sin embargo, este mundo “Emergente” ha comprendido que las políticas de austeridad no producen más que mayor austeridad y ajuste y que condujeron al abismo a buena parte de América Latina y Asia. Pero sin liderazgos y sin coraje suficiente para escapar de los inapelables preceptos económicos políticos de Milton Friedman, el futuro no parece de mucho auspicio.

Para Brandel, la economía de mercado constituye el nexo de la unión, el motor, la zona estrecha pero viva en la que surgen las incitaciones, las fuerzas vivas, las novedades, las iniciativas, las múltiples tomas de conciencia, los desarrollos e incluso el progreso. Y por encima de la enorme masa de la vida material, la economía de mercado ha tendido sus redes y mantenido vivos sus diversos entramados y fue de ordinario, por encima de la economía de mercado propiamente dicha, por donde prosperó el capitalismo.

La doctrina evolucionista, con la idea de la libre competencia llevada a cabo por el darwinismo social, se hallaba muy cerca del espíritu de la sociedad y la cultura estadounidense, del llamado “American Way of Life”. La teoría de la evolución había concebido los procesos psíquicos como herramientas para la adaptación del individuo al medio ambiente natural y social. Y el materialismo, no es ni más ni menos que la explicación científica del mundo.

La trascendencia de los grandes descubrimientos del siglo XIX, permitieron a la filosofía del materialismo lograr enormes progresos en la explicación científica del universo. Más tarde, fueron los primeros en darse cuenta de que las leyes del mundo también facilitan la explicación de la marcha de las sociedades y formularon así, la célebre teoría del materialismo histórico.

Se ha llegado a creer que los intercambios, juegan por sí solos un papel decisivo de equilibrio, que allanan los desniveles mediante la competencia y ajustan la oferta y la demanda y, consideran el mercado un dios escondido y benévolo, la “mano invisible” del mercado autorregulador y la piedra angular de la economía. Y hay en esto, según Braden, una parte de verdad y otra de mala fe, pero también de ilusión y esto sin olvidar las veces que el mercado fue invertido y falseado y arbitrariamente fijados sus precios por los monopolios; sin embargo, el mito sigue aún presente en el ámbito de la opinión pública y de las discusiones políticas actuales.

Jorge Zicolillo, nos dice que el Fondo Monetario Internacional (FMI), demostró no haber cumplido con los propósitos que en teoría motivaron su fundación. Y donde se propuso crear riqueza dejó sociedades más pobres; donde manifestó trabajar en pro de la libertLas agencias de prensa más importantes y los principales medios de comunicación de masas, determinan qué ha de saber la población y qué ha de considerar creíble. Según Estulin, las falsedades deliberadas y habituales de la información, consigue insensibilizar a la población, haciendo que la interpretación socialmente aceptada, de las relaciones causa efecto, viole la interpretación racional y sensorial de la experiencia. A lo que se suma también la introducción de material psicológico subliminal, cuyo efecto predeterminado es el de acentuar los impulsos infantiles en determinados sectores de la población y que restan énfasis a una visión racional y científica.

LEY DE LA CONEXIÓN UNIVERSAL

¿Qué es la vida? Nos pregunta María Beyer Ruiz. ¿Qué nos hace capaces de respirar, comer, dormir, sentir y morir? Definir la vida ha sido una tarea ardua, que ocupa la mente de filósofos, historiadores, antropólogos, naturalistas, humanistas, religiosos y científicos. Donde hay vida hay ADN, nos dice Beyer Ruiz, y su definición debería ser simple. Sin embargo, no lo es, ya que un organismo vivo es aquel que nace, crece, se desarrolla, se reproduce y muere. Pero esta definición se tambalea ante los virus, pues éstos, siguen muchos de estos pasos que sin embargo para muchos no son más que cápsulas conteniendo información capaz de infiltrarse en las células y alterar hasta causar un daño al organismo hospedero.

Las enfermedades genéticamente heredadas suman alrededor de 3,000 y aquejan a mucha personas. El Genoma Humano y su comprensión, serán una herramienta muy útil para la medicina del siglo XXI. Y esta lectura tiene importancia porque no hay otra manera más íntima que conocernos a través de la lectura de la “receta” a partir de la cual fuimos creados. Los seres humanos nos compartimos en un 99.99%; las distintas razas comparten prácticamente la totalidad del genoma, es decir, que somos iguales pero únicos, según Beyer Ruiz, ya que como individuos compartimos la misma esencia y, somos simplemente una variación de presentarse la vida. Y alterar el genoma de alguna especie, puede traer consecuencias desconocidas que lejos de beneficiar pueden perjudican el delicado equilibrio de la vida en nuestro planeta.

Para Emeran Mayer, las sensaciones emocionales, son la quinta esencia de lo que nos hace humanos, donde hallazgos revolucionarios sugieren que los microbios del aparato digestivo son cruciales en las complejas interacciones entre la mente, el cerebro y el aparato digestivo. Y según Mark J. Walters, casi el 75% de las nuevas enfermedades humanas descubiertas en los últimos treinta años, está presente en animales salvajes y domésticos, donde la peste negra aniquiló a casi un tercio de la población de Europa y la influenza Española por lo menos a veinte millones de personas. En 2002, aparece una nueva y aterradora enfermedad respiratoria, una neumonía mortal muy contagiosa, un agente infeccioso emparentado con el virus del resfriado común.

Tal parece que adquirimos muchas enfermedades de los animales, como la viruela de las vacas y al parecer el resfriado de los caballos, con una enorme reserva de virus que reside en los animales salvajes. Y tal parece que cuando un virus reside en los humanos y en otros animales, a diferencia del que se presenta sólo en los seres humanos, prácticamente no hay manera de erradicarlo. Se estableció que muchas enfermedades infecciosas nuevas, algunas fatales, ya tocaban la puerta y que otras ya habían ganado su acceso. Después de más de tres décadas, las enfermedades infecciosas matan a más de una de cada tres personas en el mundo.

Enfermedades que parecían en retirada, están regresando con renovada ferocidad y otras son tan resistentes a las medicinas que son virtualmente intratables. Los científicos sostienen que existe una escalada global de infecciones, que presentan dos tendencias generales: Están resurgiendo enfermedades antiguas que se creyeron controladas y que aparecen en otras regiones en el mundo, como la malaria que se incrementó en muchas regiones, la cual mata a casi dos millones de personas cada año. También algunas variantes han adquirido resistencia a la quinina, relacionándola con el cambio de clima y la degradación y deforestación de los bosques, lo cual ha dado más espacios y donde el virus del dengue puede ser fatal.

El fenómeno de las nuevas enfermedades está más generalizado de lo que parece; así el caso de la población de ranas, que ha declinado dramáticamente debido en parte a nuevas enfermedades infecciosas. Jerome Walters, nos dice que diversas plagas atacan a toda una gama de especies, como cangrejos, focas, abejas, lobos, gorilas, perros de pradera, hurones, pingüinos, caracoles, serpientes, perros salvajes, salamandras, pelicanos y canguros, amenazando con extinguir algunas de ellas. Donde desafortunadamente, nuestra comprensión tiende a basarse en piezas fragmentarias, sin una versión general y en cierto sentido, recibimos la parte menos importante del panorama, donde los informes de los medios de comunicación suelen describir batallas aislada contra nuevas enfermedades y, rara vez esclarecen el fenómeno ecológico completo del cual forman parte las nuevas afecciones. Lo cierto es que en su totalidad, es que no sólo los seres humanos y los animales son víctimas de nuevas enfermedades, sino que nosotros mismos ocasionamos o exacerbamos muchas de ellas. Y no en menos grado, por los cambios radicales que causamos al ambiente natural y que según J. Walters, estas nuevas epidemias están tan ligadas a los cambios ecológicos, que bien podemos llamarlas “Ecodermias”.

El aumento de los viajes y el comercio mundial, transmiten también con rapidez muchas enfermedades, visión que gana terreno rápidamente como de la evolución y la epidemiología, a lo que Peter Daszak, lo expresa cómo: “Muestren casi cualquier infección nueva, y yo les mostraré el cambio ambiental provocado por el hombre que la ocasionó o exacerbó”. El cambio ambiental y el comportamiento humano desde hace tiempo participan en el fenómeno de las epidemias.

Afirma W. H. McNeil, que grandes epidemias han barrido con la especie humana en varias ocasiones, desde hace 10,000 años, cuando los primeros asentamientos agrícolas y el contacto con el ganado vacuno y otras especies, dio a los microbios un puente para pasar a los seres humanos, lo que permitió la irrupción de la viruela, sarampión, lepra y otras enfermedades.

En la última parte del siglo XIX y XX, muchas sociedades disfrutaron de un notable declive de las enfermedades infecciosas, en gran medida por un estado de equilibrio, desarrollando inmunidad a muchas de estas antiguas enfermedades y que adaptaron sus modos de vida para controlarlas; pero por desgracia ese período de relativa paz, fue fugaz y tal parece que estamos entrando a una nueva fase de epidemias, engendrada por cambios sociales y ecológico ambientales, de una escala sin precedentes. Y aunque la escala del trastorno puede haber cambiado el principio biológico básico que ocasiona epidemias en tiempos de inestabilidad, no lo ha hecho.

Las especies compiten por la subsistencia y esta competencia suele ser entre presas y depredadores, pero cuando los virus y bacterias obtienen una ventaja se presentan las enfermedades y epidemias. Frente a un entorno de incertidumbre constante, la mejor posibilidad de que un organismo produzca futuras generaciones, es de que cuanta más prole produzca, mayor será la probabilidad de que algunos sobrevivan; donde la estrategia “r” de reproducción, seguida por los microbios, dispone de ilimitadas ventajas y donde enfermedades y parábolas de las consecuencias, que en parte dependen de los ciclos meteorológicos globales y de la descuidada intervención humana en los sistemas naturales, donde el conjunto ecológico de estas enfermedades es mucho mayor que la suma de sus partes. Y su significado es mucho mayor ya que juntas ofrecen atisbos de la manera cómo vivimos, en qué pensamos y de las suposiciones que adoptamos; de que vivimos por encima o separados del mundo, con sus climas, bosques y ciclos de vida y muerte. Estamos atrapados en la cadena alimenticia, comiendo y siendo comidos. Tal es una condición de la vida, donde al conservar los ecosistemas, en los cuales se basa fundamentalmente la salud, nos proponemos proteger la salud de muchas generaciones por venir.

Según la teoría de Edward Bach, las enfermedades son producidas por nuestra propia alma, como un antídoto que ayuda a corregir y a aprender una nueva lección. Y opinaba Karl Jung, que las disfunciones psicológicas debían ser entendidas como el sufrimiento del alma que todavía no había descubierto su sentido y, que la curación dependía de una experiencia profunda del espíritu.

Según Paracelso, los trastornos orgánicos tienen su origen en trastornos que afectan la vida anímica, siendo las enfermedades el resultado material de heridas infringidas al alma. Afirmó que el alma consta de tres miembros: sentimiento, razonamiento y conciencia, Siendo estas tres bases, las que a su vez proporcionan una guía de operación para la evolución de los poderes más elevados de la voluntad. Y donde todos los sufrimientos del cuerpo y del alma, tienen su origen en las flaquezas del ego, sea éste personal o colectivo, en diferentes encarnaciones del Ego.

Para Helena Galiana, intentar explicar en palabras algo inmaterial, pero sin lo cual no tendría sentido o razón de ser todo lo existente, resulta sumamente difícil. El Alma, es para el hombre occidental un término que define su lado espiritual, intangible e inmaterial. Todas las culturas y religiones han dado testimonio de esa parte del hombre, impalpable e inconmensurable, cuya existencia no se ha probado pero cuya realidad siempre se ha defendido, ya sea bajo el nombre de alma u otros términos afines. Hombres de todas las épocas y de distintos campos y ciencias, han hablado del alma, intentando todos ellos propalar su pensamiento.

La nueva física de la mecánica cuántica, manifiesta que no es posible observar la realidad sin cambiarla. Si se observa un experimento relacionado con la colisión de una determinada partícula, no sólo no se puede probar que el experimento nos daría el mismo resultado si no lo estuviéramos observando, sino que a la inversa, todo lo que se sabe, parece indicar lo contrario; el resultado no sería el mismo, puesto que el resultado obtenido está afectado por el hecho de que lo estamos observando.

Todo ello, prueba que somos parte de la naturaleza y que a su vez, podemos interferir en la misma. Wolfgang Pauli, lo expresó como que desde un centro interno, la psique parece moverse hacia fuera; en el sentido de una extroversión, hacia el mundo físico. Por lo tanto, se podría afirmar que la física cuántica sería el estudio de la estructura de la conciencia o el alma.

La implicación filosófica de la mecánica cuántica, es que todas las cosas en nuestro universo, incluyéndonos a nosotros mismos y que parecen existir independientemente, son en realidad partes de un modelo orgánico que lo abarca todo. Ken Wilber, manifestó que desde que aconteció la Revolución Cuántica, varios físicos han encontrado intrigantes paralelismos entre sus resultados y los de ciertos místicos-trascendentales, como fueron Heisenberg, Bohr, Schrödinger, Eddington, Jeans y hasta el propio Einstein, que tuvieron una visión místico-espiritual del mundo.

Para Freeman Dyson, los científicos en su búsqueda de las verdades de la naturaleza, siempre han sido rebeldes, espíritus libres que se resisten a las ataduras que la sociedad les impone y, que les guía tanto la imaginación como la razón. Y sus teorías más importantes tienen la excepcionalidad y la belleza de las grandes obras de arte. La ciencia es un mosaico de puntos de vista parciales y contradictorios; y sin embargo, hay un elemento común en esos puntos de vista, que es la rebelión contra las restricciones impuestas por la cultura dominante. Dyson, nos dice que los científicos deberían ser artistas y rebeldes, obedeciendo sus propios instintos en vez de atender las demandas sociales o seguir principios filosóficos. La poesía y la ciencia son dones concedidos a toda la humanidad.

Y para Karl Pribram, manifestó que la ciencia del cerebro tiene que ver con la conciencia de la conciencia y, ya no se puede excluir por más tiempo la parte del mundo que llamamos subjetivas. Lo que le condujeron a la conclusión de que en muchos aspectos, el cerebro humano opera como un holograma, es decir, en cada parte que conforma el todo, se encuentra la totalidad. La parte está en el todo y el todo está en cada parte, una especie de unidad en la diversidad y diversidad en la unidad. Lo que probaría que la parte tiene acceso al todo. Donde no sólo el ejercicio físico puede influir en el funcionamiento y en la estructura del cerebro y del sistema nervioso central, motor, sino también en aspectos tan importantes como la manera en que la biología y la genética pueden influir en el papel que tiene el cerebro, en la práctica de ejercicio físico. Y por supuesto, también se trata la influencia reciproca del deporte en el mantenimiento de la salud integral de la persona y asimismo, del impacto del ejercicio físico en las fases de el envejecimiento cerebral.

Según Ramón y Cajal, todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro. Y según López Farré, tenemos que recordar que entrenar el cuerpo mediante la realización de ejercicio, es también una forma de entrenar la mente. El ejercicio físico mejora y ejercita la función mental, promueve la memoria, la agilidad y la flexibilidad mental, aumenta la autoestima y reduce el estrés, además de aportar la sensación de bienestar. Y que incluso tienen una visión periférica más amplia, mayor memoria y velocidad de pensamiento.

El Metafísico, no piensa que lo que él hace está en vinculación con lo que hacen otros. Semejante actitud está aún muy extendida y, no comprendiendo que todo se encuentra en relación, no luchará contra una política de guerra, nos dice Georges Politzer y agrega que por oposición a la metafísica, la dialéctica no toma la naturaleza como un conglomerado casual de objetos y fenómenos desunidos y aislados unos de otros y sin ningún nexo de dependencia entre sí, sino como un todo articulado y único, en el cual los objetos y los fenómenos, están orgánicamente ligados unos a otros, dependen unos de otros y se condicionan los unos a los otros.

Y estima que ningún fenómeno de la naturaleza puede ser comprendido, si se le considera aisladamente, sin vínculo alguno con los fenómenos que le rodean, pues todo fenómeno, tomado de cualquier campo de la naturaleza, puede traducirse en un absurdo si se le examina sin conexión con las condiciones que le rodean, desligado de ellas. Y a la inversa, todo fenómeno puede ser perfectamente comprendido y explicado si se le examina en su conexión inseparable con los fenómenos circundantes y, condicionado por ellos.

Con lo que la primera ley de la dialéctica, es prueba de su carácter general y de que se manifiesta universalmente en la naturaleza y en la sociedad.

Las ciencias, constituyen una unidad fundamental, que refleja la unidad del universo, donde la realidad es una totalidad. Y es imposible hacer descubrimientos en la ciencia si se separa el fenómeno estudiado de las condiciones circundantes. El dialéctico está consciente de que en la sociedad como en la naturaleza, todo está relacionado. Para el Metafísico, todo es un caos de contingencias, es decir, fenómenos sin causa y casualidades absurdas y que la esencia del mundo es justamente lo absurdo. Filosofía de mucho provecho para aquéllos que se dedican a fomentar las catástrofes. Y, se decide en abstracto, sin tomar en cuenta las condiciones de lugar y tiempo.

Ni la naturaleza ni la sociedad constituyen un caos incomprensible; todos los aspectos de la realidad se relacionan mediante vínculos necesarios y recíprocos. Es necesario considerar siempre una situación, un hecho, una tarea, desde el punto de vista de las condiciones que lo originan, que lo explican y para esto, es necesario tomar en cuenta siempre lo que es posible y lo que no es posible. Sin embargo, olvidar las condiciones de la acción, es caer en el dogmatismo.

La Metafísica, presenta las crisis económicas como fenómenos superficiales y momentáneos, pero la injusticia social y las crisis, son efectos necesariamente inherentes al capitalismo y, la burguesía anhela hacerlo olvidar, porque se opone a sus intereses. Y, tratan de dividir la realidad y desfigurarla para mayor beneficio de la clase explotadora. Y también separa los acontecimientos de sus condiciones históricas. Este conocimiento de la realidad total permite ver lejos, señala Politzer.

Según Pablo Morales: Cuando nos percatamos de que todos los seres humanos son complejos, multiformes, contradictorios, en tanto que están constituidos por un conjunto de elementos diversos y opuestos, entonces se empieza a ser comprensivo y tolerante. La empatía posibilita comprender al otro en su individualidad específica, en su unicidad existencial; se puede hacer reviviendo sus vivencias con él, convirtiéndose en él, situarse desde el punto de vista del otro. Pero después, es necesario comprender porqué tiene ese punto de vista y no otro, lo que depende de su realidad existencial específica.

Sorokin, en su experiencia del valor de la vida y del poder del amor altruista creativo, mientras era condenado a la muerte, nos dice que: Cualquier cosa puede suceder, he aprendido que la vida aún la más dura, es el tesoro más bello, admirable y milagroso del mundo; de que el cumplimiento del deber es otra cosa admirable que hace feliz la vida y que la crueldad, el odio, la violencia, la injusticia, no pueden crear, nunca crearán una edad de oro mental, moral y espiritual. El único camino es el camino del amor creativo que todo lo da, un amor no proclamado, sino actuando constructivamente.

Pablo Morales, nos dice que si se tratan de descubrir las razones de la lucha y el antagonismo que crean tantos problemas y sufrimientos en individuos y grupos, encontramos que una de las principales causas es la falta de entendimiento y de que muchos actos y palabras dañinas, comúnmente atribuidas a la maldad y al deseo de lastimar o injuriar, son debidos principalmente a la falta de entendimiento. Aquello que no entendemos con naturalidad, lo despreciamos y condenamos y de esta actitud de crítica negativa, el prejuicio, el antagonismo y aun el odio, crecen rápidamente. Esto ocurre entre individuos, naciones, razas e incluso entre aquellos que profesan ser religiosos.

Para Marta Iglesias y Enrique Tunégano, mucho de lo que nos gusta y nos disgusta, de lo que nos parece o no desagradable, viene determinado por cómo ha modelado la evolución nuestro sistema nervioso. Y esto no sólo determina lo que nos agrada, sino también lo que somos capaces de hacer, es decir modula nuestro comportamiento. La investigación del comportamiento, conocido como psicología evolutiva, ha permitido detectar un vasto número de aspectos para los cuales la psicología tradicional no manejaba hipótesis sobre su motivación última. Entre ellas, encontramos los cuidados parentales, la selección de hábitat y la afiliación, entre otros temas.

Según Iglesias y Tunégano, la interacción entre genotipo y ambiente, es lo que posibilita la aparición de un fenotipo suficientemente adecuado al ambiente particular en que cada animal se desarrolla y vive, de modo que la selección natural influye en el fenotipo de cada individuo, en la medida en que sus genes influyen sobre el fenotipo. El modelado del genotipo, por parte de la selección natural, es lo que hace que los animales lleven a cabo comportamientos propios de su especie. Y el sistema nervioso característico de un ser vivo, es producto de su genotipo y, el ambiente en el que el animal ha vivido. Esto no significa que con esto el comportamiento esté completamente determinado.

Es el cambio en el genotipo o conjunto de información genética de un individuo, que se produce durante el proceso evolutivo, el que en buena medida explica que los comportamientos de especies cercanas sean diferentes. Y así, mucho de lo que nos gusta y no nos gusta, de lo que nos parece o no desagradable viene determinado por cómo ha modelado la evolución nuestro sistema nervioso. Y en general, la gente tiende a hacer lo que le gusta y con esto, el sistema nervioso hace que nos comportemos de una determinada manera y que en general, es conveniente para nuestros intereses como seres vivos. Y no sólo determina lo que nos gusta, sino también lo que somos capaces de hacer, sin olvidar que el fenotipo del sistema nervioso de cada persona, lo determinan sus genes particulares y su ambiente particular.

Pero hay maneras de actuar que llevamos a cabo todos, o casi todos. Pero para entender porqué nos comportamos como nos comportamos, hay que tratar de entender cómo se ha desarrollado evolutivamente nuestro sistema nervioso y, una vez que establezcamos como abordar un análisis evolutivo y sus límites, podríamos aplicar esta perspectiva para entender la agresión, la cooperación, la pareja, la alimentación y muchas otras facetas de la vida humana. Este tipo de análisis se ha abordado en multitud de veces, desde disciplinas como la psicología, sociobiología, etología humana y psicología evolucionista. según Iglesias y Turegano.

Nos dice Freeman Dyson, que con frecuencia la comprensión de un sistema complicado como un todo, es imposible si no se comprenden las partes que lo componen. En ocasiones, la comprensión de todo un campo de la ciencia, se adelanta súbitamente gracias al descubrimiento de una sola ecuación básica.

La comprensión de las partes constituyentes de un sistema compuesto, es imposible si no se comprende el comportamiento del sistema de manea global. Y a menudo, sucede que la comprensión de la naturaleza matemática de una ecuación, es imposible sin la comprensión en detalle de sus soluciones.

La filosofía reduccionista, que propugna de manera arbitraria que el avance de la comprensión debe producirse sólo en una dirección, y no en un contexto científico y en general. Las creencias filosóficas dogmáticas de cualquier tipo, no tienen cabida dentro de la ciencia. Y Gódel, demostró que en matemáticas, el todo es siempre mayor que la suma de las partes y, toda formulación de las matemáticas, plantea cuestiones que van más allá de los límites del formalismo y se internan en un territorio no explorado. Dyson, considera que cuando está trabajando, siente que practica un arte en vez de estar siguiendo un método. En todo caso, una vez que se ha realizado la tarea de unificación, el todo es superior a las partes.

Algunos científicos creen que la ciencia, recibe el impulso de las ciencias sociales, mientras otros piensan que la ciencia trasciende las fuerzas sociales y, son su propia lógica interna y los hechos objetivos de la naturaleza, los que la mueven. La imagen que los científicos han mostrado tradicionalmente al público, ya no es creíble. El público, tras haber descubierto que la imagen tradicional del científico como santo seglar es falsa, se ha ido al extremo opuesto e imagina que son unos demonios irresponsables que juegan con las vidas humanas. Y nos ha mostrado la imagen que el público ve cuando nos mira; sin embargo los científicos no son ni santos, ni demonios, sino seres humanos que comparten la debilidad común a los de nuestra especie.

Se les ha retratado como personas que viven por encima de realidades transitorias, corruptibles y mundanas del ámbito social. Y, a cualquier científico que se jacte de ideales exaltados se le puede poner fácilmente en ridículo presentándolo como un impostor, donde todos sabemos que no son inmunes a las influencias corruptoras del poder y del dinero y, que gran parte de su historia es una historia de luchas dirigidas a conseguir poder y dinero. Olvidando que la recompensa principal es la de vislumbrar la belleza trascendente de la naturaleza.

Se puede creer que en la ciencia, la naturaleza tiene su última palabra y que sin embargo, el reconocer el importantísimo papel de la vanagloria y la perversidad humana que se prodigan en la práctica de la ciencia, no obstante reconocer que las leyes de la naturaleza no pueden ser doblegadas ni corrompidas por el poder y el dinero.

Nos dice J. M. Zunzunegui, que es una pena que nos hayamos dejado programar para ver las pequeñas diferencias que nos dividen como humanos y no las enormes similitudes que nos hacen ser a todos los mismos. Cuánto miedo genera el simple hecho de ser la única parte de la existencia consciente de que existe y de que dejará de hacerlo y, ser el único ser sensible que nace inacabado, para completarse a lo largo de la vida, donde la guerra ya no tiene causa ni objetivo, ya que se ha convertido y es, el estado natural de la vida humana.

Todo había comenzado como una guerra por territorios y recursos, como son todas las guerras que enarbolan hermosas banderas para justificar su ambición y, que es la verdadera causa de todas las guerras y ahora sólo subsisten las armas y éstas no dejan de estallar. Asimismo, donde creyentes y fanáticos dicen estar a favor de la vida, pero han generado más muertes que todas las culturas de la humanidad, seguidores del dios del amor que tanto odio ha generado y nunca lograron superar el egoísmo. Y como todos los humanos, han olvidado su divinidad original que yace en lo más profundo de su ser.

Nunca pudieron eliminar el mal, porque siempre se lo atribuyeron a una misteriosa entidad fuera de ellos mismos. Y de que el amor nunca duda, pero el conocimiento siempre lo hace, por lo que Amor y Sabiduría fueron sus dones, pero sólo la Unión de ambos conduce de vuelta a la humanidad. Sin embargo, los maestros siempre hablan de amor y los seguidores siempre se matan entre sí, cuando el amor deja de ser una experiencia para ser un dogma. Y es así como comienza el fin, nos dice Zunzunegui.

Uno de los ejemplos más significativos de interacción, es el vínculo que une a los seres vivos a sus condiciones de existencia, a su medio. La planta, recibe oxígeno del aire, pero también le devuelve gas carbónico y vapor de agua, interacción que modifica a la vez tanto a la planta como al aire. Sirviéndose de la energía de la luz solar, la planta realiza con ayuda de los elementos químicos del suelo, una síntesis de la materia orgánica que facilitan su propio desarrollo. Y al mismo tiempo que se desarrolla, transforma también el suelo y en consecuencia, las condiciones del desarrollo ulterior de su especie.

Y en resumen, la planta sólo existe en unidad con el medio que la rodea. Esa interacción nos dice Politzer, es el punto de partida de toda teoría científica de los seres vivientes, porque es la condición inicial de su existencia. El desarrollo de los seres vivos, manifiesta las transformaciones de su medio de existencia y ahí reside el principio de la ciencia, comprendiendo que la especie viva y el medio, forman un todo indisoluble. Y que ha sabido, mediante la modificación del medio, transformar las especies.

El conjunto del organismo, está sujeto a la dependencia de las excitaciones pasadas y presentes que provienen del medio exterior y del organismo. Todos los fenómenos que se originan en el cuerpo, están subordinados a la actividad nerviosa superior que regula las diferentes funciones y, que no puede separarse de las condiciones que reinan en el medio natural y para el hombre, social.

Este gran principio de la unidad y de la interacción de los fenómenos, siempre ha sido necesario para el progreso de todas las ciencias. Y mientras el fenómeno permanece aislado de sus condiciones ambientales que le rodean, no se podrá comprender. Es imposible hacer descubrimientos en la ciencia, si se viola la primera ley de la dialéctica, si se separa el fenómeno estudiado de las condiciones circundantes.

Afirma Albert Camus, que la esencia del mundo es justamente lo absurdo. Filosofía de mucho provecho para aquellos que se dedican a fomentar catástrofes pero en cambio, el dialectico está consciente de que la sociedad como en la naturaleza, todo está relacionado. Todo depende de las condiciones de lugar y de tiempo. La dialéctica conduce a la comprensión y la explicación de los fenómenos, porque los relaciona con las condiciones históricas que los producen. Demuestra que todo se relaciona y, que ningún esfuerzo es inútil en la realización de nuestros objetivos. No confía nada al azar y considera que cada esfuerzo tiene su precio.

LEY DEL CAMBIO UNIVERSAL Y DEL DESARROLLO INCESANTE

Un rasgo que claramente nos diferencia del resto de los seres vivos, es la fascinación que nos produce la naturaleza. Fascinación que tal vez provenga de que los seres vivos fabricamos cosas que normalmente cumplen algún propósito y, que la naturaleza las ha diseñado para hacer cosas y hacerlas bien. Esta apariencia de diseño, que no atiende a un proceso consciente ni deliberado, se logra mediante el mecanismo de selección natural. Hay que tener en cuenta que las características de un ser vivo concreto, incluyendo sus adaptaciones, son el resultado de un proceso histórico, en el que intervienen muchos elementos, algunos de los cuales dependen del azar o bien, de interrelaciones tan complejas que pueden entenderse como azar.

Saber que un comportamiento lo configuró la selección natural, para incrementar nuestro éxito reproductivo de un modo determinado, nos permitirá comprender cuándo y cómo tendrá que utilizarse, que circunstancias lo promueven, que objetivo persigue y, que los miedos han sido un elemento constante en la historia de la humanidad.

El miedo, considerado irracional o exagerado, es un elemento característico de lo que llamamos Fobia, a las que se les considera trastornos de ansiedad y, que representan un reto, por una parte, porque son altamente prevalentes en la población en general y porque pocos de los afectados son atendidos por profesionales de la salud. Sabiendo que los miedos han cumplido una función fundamental para la supervivencia del individuo y la coherencia y supervivencia del grupo, estos temas nos permiten comprendernos mejor a nosotros mismos y a las personas que las sufren.

El nacimiento de la economía como ciencia, se remonta al siglo XVIII, cuando Adam Smith escribió La riqueza de las naciones. La escuela Neoclásica, del siglo XIX, afirma que para determinar el valor de los bienes, hay que fijarse en el consumidor y no en el esfuerzo que se realiza en la producción, de manera que son los aspectos psicológicos, como el deseo subjetivo, los que determinan el precio, mediante el juego de la oferta y la demanda. Y al final, de lo que se trata es de entender el comportamiento humano, para prevenir problemas económicos y buscar soluciones a los ya existentes y con este fin, un grupo de economistas empezaron a investigar el comportamiento del consumidor en los mercados, empleando modelos matemáticos.

En lugar de explicar de qué modo funcionan los mercados, se centraron en crear modelos de decisiones basados en preferencias, que es la Función de Utilidad Esperada, planteada por Bernoulli, que fue incorporada a la economía por Von Neumann y Morgensten, en la teoría de juegos y comportamiento económico, en la que se mide el beneficio o la satisfacción al adquirir un producto. Y lo que pretende esta ciencia, es crear modelos apropiados que ayuden a predecir el comportamiento humano. Donde Milton Friedman, argumenta que no es necesario que los supuestos de partida sean acertados, sino que lo importante es el poder de predicción que alcancen.

Para Herbert Simon, este procedimiento tiene decisiones parcialmente racionales debido a nuestras limitaciones cognitivas y a la falta de información. Elena Ortíz y Joaquin López, nos dicen que la idea se basa en que las personas tienen una racionalidad limitada a consecuencia de lo cual, las decisiones reales que se toman son diferentes de las decisiones económicamente ideales. Donde los individuos no buscan la alternativa óptima, sino aquélla que sea lo bastante buena o adecuada para poder conformarse con ella. Y donde la manera en que se nos plantea la situación, va a condicionar nuestra respuesta.

Engels, señala la gran idea de que el mundo no puede tomarse como un conjunto de objetos terminados, sino como un conjunto de procesos en el que las cosas que parecen estables, al igual que sus reflejos mentales en nuestras cabezas, los conceptos pasan por una serie ininterrumpida de cambios, por un proceso de génesis y caducidad, a través de los cuales, pese a todo su aparente carácter fortuito y a todos los retrocesos momentáneos, se acaba imponiendo siempre una trayectoria progresiva.

La sociedad capitalista, no debe ser tomada como un “complejo de cosas acabadas”, sino, por el contrario, también debe estudiarse como un complejo de procesos. La sociedad capitalista cree que con su aparición, la sociedad ha cesado de evolucionar y permanecer en adelante Inmutable.

La dialéctica no considera las cosas como objetos inmutables, sino en Movimiento. Y para ella, nada está acabado y es siempre el fin de un proceso y el comienzo de otro proceso. Siempre en vías de transformación y de desarrollo y, nada está definitivamente acabado y habrá un continuo desarrollo.

Si examinamos los cambios, comprobaremos que éstos se producen indefinidamente, que no son continuos. De suerte que llegue un momento en que en lugar de pequeños cambios, el cambio se realiza mediante un salto brusco. Y de tiempo en tiempo, ocurren cambios bruscos y catastróficos.

Para el metafísico, nos dice Politzer, la sociedad no cambia ni puede cambiar, porque manifiesta un plan divino eterno un orden social que ha sido dispuesto por Dios. La propiedad privada es sagrada e intocable y Dios es la providencia de los propietarios, el fiador de la libre empresa y, es menester que los insubordinados, los extraviados retornen a la ley común, puesto que el capitalismo es eterno. Donde el hombre por su parte, es lo que fue y lo que siempre será. Con su naturaleza invariable y con sus imperfecciones irremediables y expuesta a todos los extravíos. De que el hombre está hecho así y de que no podrá cambiar jamás, lo que justifica la opresión de la mayoría, la miseria de los humildes, la guerra y, donde la sociedad se repite indefinidamente, puesto que el hombre continúa siendo el mismo. De que la Revolución Francesa, sucedió por accidente, sin comprender que las revoluciones constituyen verdaderas necesidades y de que los cambios son continuos pero, al acumularse, se producen cambios bruscos.

El estrés es un mecanismo fisiológico que cuando se pone en marcha a su debido tiempo y con la intensidad precisa, no sólo no causa daño, sino que casi siempre permite al organismo superar situaciones críticas, mantener su capacidad de reproducción o salvar su vida.

¿Por qué el estrés en lugar de salvarnos de una dificultad, de un peligro que nos amenaza, se convierte en un problema para la salud? ¿Por qué esta compleja interacción de nervios, músculos, hormonas, órganos y sistemas que constituyen el estrés, puede desencadenar irritabilidad, insomnio, dolores de cabeza, taquicardia, diabetes, demencia, cáncer o infarto de miocardio?

Los estímulos capaces de desencadenar una respuesta de estrés, son muy variados y sus efectos dependen del momento anímico en que se encuentre y en todo lo que representa una amenaza ya sea real o imaginaria. Lo que una persona considera estresante depende de muchos factores, como son la personalidad, capacidad de resolver problemas, actitud general ante la vida y de sistemas de apoyo social y familiar.

Según Pere Estupinyá, la supervivencia se encuentra integrada en lo más profundo de nuestro cerebro, en un conjunto de estructuras primitivas llamado límbico, cuya principal función es explicarnos mediante las emociones, que nos resulta positivo, a que debemos tenerle miedo, qué olor nos generará repulsión o cuando lo merece.

Cuando una planta sufre una sequía, pierde hojas y frutos para ahorrar agua y sólo mantiene las funciones mínimas para sobrevivir. Y con la presencia de las hambrunas, se pone en marcha una respuesta de estrés que inhibe la reproducción hasta que se presenten mejores condiciones. Pero el problema surge cuando esta respuesta de estrés es excesiva, desproporcionada o se reitera de manera constante.

El Genoma Humano, es como un libro al que se van añadiendo continuamente más párrafos, con una cadencia de miles de años. Y dentro de la especie humana, la casi totalidad del genoma es idéntico en todos los individuos, incluso entre razas y población aún muy alejadas. Y el 99.9% son exactamente los mismos en todos los seres humanos y así también, todos los seres vivos que habitan la Tierra comparten muchos genes entre sí. Y cuando esta estructura genética compartida, interacciona con las condiciones especiales de la vida y del ambiente, ocasiona el desarrollo de las características anatómicas, fisiológicas y psicológicas que compartimos todos los seres humanos.

Donde la enfermedad, es un proceso que traduce la falta de adaptación del organismo a los más variados estímulos y, las reacciones que sobreviven en este estado, deben conceptuarse como expresión de la tendencia del cuerpo vivo a adaptarse a las nuevas condiciones a que se encuentra accidentalmente sometido.

A lo largo de la vida, nos dice Jared Diamond, la mayoría de nosotros pasará alguna vez, o varias veces, por un momento de inestabilidad o crisis y seremos capaces de solucionarlo o no, mediante algunos cambios personales. De forma similar, los países también pasan por crisis nacionales que, de un modo análogo, pueden resolverse o no con éxito, poniendo en marcha algunos cambios. Y en lo relativo de las crisis personales, tenemos a nuestro alcance un amplio cuerpo de investigaciones y de información que han desarrollado los psicólogos.

En el Reino Unido, el país estaba atravesando una crisis nacional en los años cincuenta. El país era líder mundial en ciencia, tenía una rica historia cultural distintiva y orgullosa y aún podía recrearse en el recuerdo de haber poseído la mayor flota del mundo, la mayor riqueza y el imperio más extenso de la historia. Pero en la década de los cincuenta, el país se estaba desangrando económicamente y estaba perdiendo su imperio y su poder y, debía hacer frente tanto a sus diferencias de clase como a la reciente llegada de oleadas de inmigrantes, donde las cosas llegaron a un punto álgido cuando el país mando al desagüe los últimos acorazados que le quedaban, vivió sus primeros disturbios raciales y, se vio obligado a empezar a conceder la independencia a sus colonias y la humillante pérdida de su capacidad para actuar autónomamente, como potencia mundial.

Aquellos golpes intensificaron el debate sobre la identidad y el papel del Reino Unido entre el pueblo y los políticos. Y hoy en día, el país es un mosaico de su nueva identidad y de la antigua. Ha renunciado a su imperio y se ha convertido en una sociedad multiétnica y, para reducir las diferencias de clase, ha desarrollado un modelo de estado de bienestar y un sistema de educación pública gratuita de gran calidad. No recuperó nunca su dominio mundial, ni naval, ni económico y sin embargo sigue teniendo un evidente conflicto en lo que representa su papel en Europa, pero sigue siendo uno de los países más ricos del planeta y sigue destacando entre los lideres mundiales en ciencia y en tecnología.

En los once años que Margaret Thatcher estuvo al frente del poder británico, la convirtieron en la sepulturera del Estado de Bienestar y no solamente en Inglaterra. Y que la gran mayoría de los lideres europeos reverenciaban y que resucitó el mito del Imperio Británico, aunque en realidad sólo es un apéndice de Estados Unidos y sólo fue una ideología que legitimó las desigualdades, deterioró la educación y la sanidad y según Doménico Mantuano, destruyó el arraigado sentido de solidaridad y de orgullo cívico de los británicos.

La vieja Europa, aquella que dominara el mundo con su determinante producto interno bruto y la riqueza extraída de sus colonias, había virtualmente desaparecido y, Washington no tardó en comprender que sus riquezas y su pujante producción industrial pronto caerían en una letal sobreproducción si Europa era incapaz de consumir lo que necesitaba, sin olvidar las negras consecuencias del Tratado de Versalles de la Primera Guerra Mundial.

Doménico Mantuano, nos dice que en desmedro de esplendores que parecían eternos, Europa afronta hoy una crisis profunda y de difícil resolución. Grecia y Italia fundadores de imperios que moldearon el Derecho, la cultura y el pensamiento de Occidente, asisten a feroces tasas de desocupación y a una importante retracción de sus economías. España, que tuvo en un tiempo un imperio donde no se ponía el sol, no queda rezagada con su tasa de desempleo y recortes a la salud y educación entre otros y, ostenta el liderazgo de suicidios por embargo de viviendas que, ante hipotecas impagables realizan los bancos.

Las voces de descontento reniegan de su clase dirigente pero también de la política como instrumento de cambio y, que se tornan inocuas. Sólo la más impiadosa economía de mercado, parece reinar en esa tierra devastada y subordinada a los dictados del monetarismo y a los centros de especulación financiera.

Se piensa que la “creatividad” implica combinar dos cosas ordinarias de una forma completamente novedosa, recordando que es menos probable que las ideas germinen bajo presión y que se unan cuando menos las esperas. No tiene sentido decirnos lo que queremos oír, pensando en la cantidad de horas de nuestra vida que pasamos poniéndonos máscaras para saludar al mundo. Y de hecho, la mayoría de nosotros tiene hasta diez identidades sociales diferentes y discretamente independientes, identidades donde el estudio concluye que con frecuencia estamos en conflicto y, lo más sorprendente, nos dice Martin Linstrom, es que la mentalidad ética, la honestidad, sociabilidad e incluso nivel de implicación social del hombre, cambian con la personalidad.

Se puede estar entrenado para el disimulo o, el engaño abierto, mientras que simultáneamente, encuentras la deshonestidad repelente.

El papel de cualquiera que intente extraer sentido de los pocos datos obtenidos y entender no sólo a una de las personalidades, sino a todas ellas, en su totalidad. En los pequeños datos obtenidos, yace la mayor evidencia de quiénes somos y de lo que deseamos, incluso reconocer que todos estamos expuestos a un número igual de oportunidades. Y es más un problema de reconocer las oportunidades cuando están enfrente de nosotros y sobre todo de ponerlas en acción y, la capacidad para detectar opciones y posibilidades, viene no sólo con la edad y la experiencia, sino también cuando abrimos nuestra mente para convertirnos en observadores.

Pero ¿Qué pasa con el sesgo de las muestras, donde miembros de una población están desigualmente representados? ¿Cómo puede alguien encontrar respuestas o una solución integral? Y si lo hace, ¿Existe alguna garantía de que tus conclusiones representarán con precisión a un todo mayor?

Cuando tomamos una decisión compleja de manera irrevocable, tendemos luego a ver los aspectos que la refuerzan en lugar de los que la contradicen. Y cuanto más experto eres en un determinado asunto, más te cuesta aceptar algo que contradiga los pilares de tus creencias. Muchos investigadores en finanzas conductuales, nos dice Linstrom, intentan comprender cómo gente tan preparada comete errores sistemáticos de manera tan frecuente, poniendo de manifiesto el papel que el pánico, los rumores o las ventas precipitadas, juegan en las crisis económicas a gran escala.

La expresión “Los mercados se rigen por sentimientos”, hace referencia a las decisiones irracionales que a menudo toman los líderes, los inversores o los directivos, con acceso a la mejor información objetiva posible.

El problema según Estupenyá, es el de los cuatro pasos que necesitamos para tomar una decisión que es: La de percibir la situación. La de imaginar posibles formas de actuar. La de calcular cuál es la mejor. Y, la de realizar la acción. Los economistas clásicos consideran que la tercera, es la forma más relevante, sin embargo, los psicólogos que trabajan en economía conductual, están demostrando que la primera forma de actuar, es decir la manera en que percibes la situación intuitivamente, tiene un peso descomunal.

La idea de que somos seres racionales, que usamos nuestra coherencia para tomar decisiones que maximicen los beneficios, está cada vez más en entredicho. Y tanto expertos como neófitos, compartimos unos principios irracionales que nos inducen a cometer errores de los más absurdos, por lo que a veces fiarte de la intuición y no de la razón no es en absoluto tan malo, sin olvidar que el cerebro suele engañarnos en la manera como percibimos el mundo. Y lo más interesante, es de que esos engaños no son del todo aleatorios, con lo que podemos decir que: “Somos irracionales predecibles”, y de que hay una serie de maneras de equivocarnos que se repiten continuamente y de manera sistemática. Pero en teoría, si somos conscientes de ellas, deberíamos poder evitarlas.

Nuestra vida está llena de negociaciones en las que conocer estratagemas para anclar la mente del otro, puede ofrecer una gran ventaja. El cerebro también nos engaña, cuando tras de conocer a alguien que te ha gustado y te hacen una serie de preguntas, responderás con gran optimismo incluso en los aspectos de los que no tengas dato alguno. Plantear un discurso moral antes de solicitarte hacer una determinada tarea, puede condicionar tu decisión, incluso inhibir conductas deshonestas.

A pesar de que habitan la Tierra, 7,000 millones de personas, sólo existen 500 ó 1,000 personalidades únicas en el mundo para reconocer los grados de conectividad que alinean a los humanos, quiénes en última instancia pueden dividirse por cuatro criterios que son: el Clima, formas de Gobierno, Religión, y Tradición, según Lindstrom. El Clima, influye en el medio ambiente y refleja e influye en el comportamiento. La forma de gobierno, se refiere al poder del gobierno vigente y la pregunta es ¿Qué tan libres son? La Religión, se refiere a la influencia de las creencias y cuán dominante o irrelevantes en una persona es o influye en su toma de decisiones. La Tradición, junto con las anteriores y dividido por las diferencias de clase, raza, color de piel y género, se observa que los humanos son lo mismo, no importa donde vivan.

El efecto gratis es algo que tampoco gestionamos de manera demasiado coherente. Nos hartamos en los bufé, porque el precio es fijo y ahorramos centavos en el supermercado, pero gastamos un dineral en el restaurante, con lo que podemos decir que el inconsciente no entiende de cantidades ni proporciones. Repetimos una misma forma de patrón de decisiones ilógicas una y otra vez, sin darnos cuenta sobre todo de su manera bastante predecible.

Con esta posibilidad de predecir errores sistemáticos irracionales, es lo que intentan utilizar los expertos para manipular nuestra voluntad y, la clave está en aprender a identificar las lagunas de nuestro cerebro e intentar corregirlas, aunque a veces pensar mucho y tener amplia libertad donde elegir no sea lo más preferible.

Los enemigos abundan y, no es cuestión de paranoia; estamos rodeados por creaturas que, por un motivo u otro, quieren perjudicarnos, nos dice Michael J. Behe. Las amenazas de agresión pueden venir en todas las formas y tamaños. Y, como la mayoría de la gente se resiste a morir, toma medidas para defenderse. Las amenazas de agresión pueden venir en todas las formas y tamaños, así que las defensas tienen que ser versátiles. La amenaza de mayor escala es la guerra entre naciones. Las grandes amenazas como la guerra son importantes, pero también pueden matarnos otros tipos de agresión.

Podemos hablar de una carrera armamentista, donde el equipo de los bandos enfrentados es cada vez más sofisticado. Podemos decir que la vida es una lucha en la que sobreviven las personas o países que poseen las mejores defensas. Sin embargo, en la vida cotidiana, más personas son atacadas por asaltantes y por disturbios en el vecindario que por grupos exóticos o países extranjeros.

Los humanos y los grandes animales no constituyen las únicas amenazas para una persona. Las bacterias, los virus, los hongos, a veces nos atacan, pero nuestro cuerpo posee una variedad de sistemas defensivos para enfrentar ataques microscópicos. Nuestro sistema de defensa interno es vertiginosamente complicado y, como un ejército moderno, tiene una variedad de armamentos y aunque las defensas del cuerpo todavía constituyen un campo de investigación activo, se conocen ya muchos detalles de ciertos aspectos.

Cuando un invasor microscópico franquea las defensas exteriores del cuerpo, el sistema inmunológico entra en acción automáticamente; donde es preciso distinguir los virus del tejido conjuntivo. Los anticuerpos le permiten distinguir un invasor extranjero del cuerpo mismo. Pero aunque un sistema complejo funcione, es un fracaso si el nivel de desempeño no es satisfactorio.

El problema del origen de la diversidad de anticuerpos, está relacionado con el requerimiento de una función mínima. Pero aunque se han dado grandes pasos para comprender el funcionamiento del sistema inmunológico, aún ignoramos cómo llegó a existir. En la diabetes juvenil, se producen anticuerpos contra las células del páncreas, provocando su destrucción. El infortunado ya no puede fabricar insulina y, habitualmente muere, a menos que se le suministre insulina de modo artificial.

Aún ignoramos cómo el cuerpo adquiere tolerancia a sus propios tejidos, pero sea cual fuere el mecanismo, sabemos una cosa: un sistema de auto tolerancia tuvo que estar presente desde el comienzo del sistema inmunológico. Diversidad, reconocimiento, destrucción, tolerancia, son todos estos elementos y que más, interactúan entre sí y, donde quiera que miremos, nos dice Behe, la explicación gradualista del sistema inmunológico se topa con requerimientos múltiples y, entrelazados.

Ansiamos comprender cómo llegó a existir este magnífico mecanismo, pero la complejidad del sistema condena las explicaciones darwinianas a la frustración. Michel Behe, explica e ilumina acerca de uno de los problemas más desconcertantes en biología: el origen de la complejidad de la vida en este planeta. Y escoge una respuesta que se aparta de la ciencia, donde la creación de la vida en la Tierra, es obra de un ente dotado de inteligencia.

Muchos científicos, preferirían continuar la búsqueda de una respuesta al interior de la ciencia. No obstante, quienes más saben de evolución, de biología celular y de bioquímica permanecen en completo silencio, respecto del origen de la vida. Todos invocan la evolución. Verdaderamente nadie la explica, pero según Behe, cree que sabemos ya lo suficiente del funcionamiento de la célula y de sus componentes como para seguir pretendiendo que el origen de la vida se explica por el desarrollo gradual, a través de la selección natural, actuando sobre la variación. Su tesis es que la vida, en el nivel de los sistemas complejos como los de las celulares, sólo pueden ser obra de un diseño inteligente; argumento fuertemente rebatido por el mundo científico.

PREDICCIONES DE CORTO PLAZO Y PROYECCIONES DE LARGO PLAZO

Para Mijael Gorbachov, la crisis no vino de la nada. La codicia y la irresponsabilidad de algunos pocos nos afectarán a todos y ningún país, ningún sector de la economía, podrán escapar a la crisis, ya que el modelo económico se está cayendo a pedazos y que se basa en acrecentar las ganancias aboliendo toda clase de regulaciones, cuya intención era proteger los intereses de la sociedad en su conjunto.
El crecimiento económico ha beneficiado de manera desproporcionada a los sectores más ricos de la sociedad y los estándares de vida de la clase media se han estancado; la brecha entre ricos y pobres se ha ampliando, incluso en los países más desarrollados. El papel del Estado y de la sociedad civil han sido disminuidos y los seres humanos ya no son vistos como ciudadanos, sino como consumidores de servicios del gobierno.

El resultado es una mezcla explosiva de darwinismo social, donde la sobrevivencia del más fuerte y la filosofía de “Después de nosotros, el diluvio”. La sociedad se ha convertido en algo bastante primitivo y se basa totalmente en el lucro, en el consumismo y en la ganancia personal e incluso Milton Friedman ha señalado que el hombre era algo más que un “homo económicus” y que la vida de la sociedad no puede confinarse al interés económico.

Es necesario pensar en un modelo que pueda reemplazar al actual, donde el cambio tiene que ser evolutivo y no puede basarse totalmente en el lucro y en el consumismo, donde sin un componente moral, cualquier sistema está condenado al fracaso.

En la actualidad, las campañas presidenciales en los Estados Unidos están predominantemente financiadas por los intereses de la clase adinerada y donde, entre las consideradas grandes democracias, es la que muestra mayores desigualdades y donde los tres personajes más ricos suman un patrimonio neto de los 130 millones de estadounidenses más pobres. Y lamentablemente, el problema se está agravando. Su gobierno en todos los niveles está cada vez más influenciados por los ricos y esto los lleva a aprobar determinadas leyes que favorecen a las personas ricas, lo que a su vez hace más probable que los candidatos apoyados por los ricos vuelvan a ganar las siguientes elecciones y aprueben nuevas leyes favorables a los ricos, lo que a su vez, lleva a que los gobiernos estén cada vez más influenciados. Y la fe de la viabilidad de pasar de los harapos a la riqueza es un mito, nos dice Jared Diamond.

Para Diamond, la cruel realidad es de que a la gente no sólo la motiva las consideraciones morales, sino también el interés propio. Donde muchos norteamericanos ricos deberían mostrarse más preocupados por la desigualdad si fueran conscientes de que además de tratarse de una cuestión moral abstracta, es algo que los afecta personalmente. Y así el 29 de abril de 1992, en algunos distritos de los Ángeles donde viven las minorías pobres, estallaron disturbios incontrolados, con saqueos y asesinatos. La policía se vio ampliamente superada en número y todo lo que pudo hacer para proteger a los barrios adinerados fue poner tiras de plástico amarillo, indicando el cierre de las principales calles. Fueron disturbios raciales, motivados por la discriminación que provoca la desigualdad económica y por una sucesión de desesperación.

Podemos estar seguros de que en el futuro se producirán más disturbios y en ese momento, muchos ricos conocerán en carne propia la respuesta a la pregunta de: ¿Supone algún perjuicio para los estadounidenses ricos vivir rodeados de pobres? Es la pregunta que hace Jared Diamond, y la respuesta de algunos ricos y poderosos a los enormes problemas de la sociedad, en un intento de resolver dicho problema, no es sino el escapar de ellos transformando silos de misiles subterráneos abandonados en lujosos bunkers para su propia protección, con costos elevadísimos.

Estados Unidos está perdiendo su antigua ventaja competitiva, que se basaba en la existencia de una población activa con una buena formación, así como en la ciencia y la tecnología. La inversión pública en educación ha ido disminuyendo, la financiación estatal de la educación superior ha crecido a un ritmo proporcional de solamente una vigésima quinta parte del ritmo proporcional del que ha crecido la inversión en las prisiones, hasta el punto de que Estados Unidos hay una docena de estados que gastan más en su sistema de prisiones que en su sistema de educación superior. Esto supone un peligro, porque la economía depende enormemente de los sectores de la ciencia y la tecnología.

Nos dice Emeran Mayer: Ahora que empezamos a entender esta maravillosa complejidad de la conectividad universal, en la cual nosotros, los humanos, representamos una ínfima porción, estoy convencido de que veremos el mundo y nuestra propia salud con ojos diferentes, lo que hará que dejemos de tratar enfermedades para conseguir una salud óptima.

Nos permitirá que dejemos de gastar millones tratando el cáncer con terapias bélicas y de tierra quemada o en lidiar con los efectos secundarios de la degeneración cognitiva con costosas medidas a largo plazo, lo que nos hará pasar de ser recipientes pasivos cada vez mayor de medicamentos, a aceptar la responsabilidad para el funcionamiento óptimo de nuestro eje cerebro-aparato digestivo, convirtiéndonos en ingenieros de sistemas ecológicos con el conocimiento, el poder y la motivación de llevar las interacciones entre el aparato digestivo, la flora intestinal y el cerebro a funcionar de la forma más efectiva, con el objetivo de conseguir una salud óptima.

Para Mayer, en los últimos cuarenta años algo fundamental ha fallado en nuestra salud, y el viejo modelo medico ya no sabe explicar ni aporta ninguna solución a los nuevos problemas. Lo que sucede, que ya no puede explicarse sencillamente con tal órgano o tal gen, empezamos a darnos cuenta de que los mecanismos complejos que regulan y permiten que nuestro cuerpo como nuestro cerebro se adapten con rapidez a los cambios del entorno, también reciben el impacto del cambio en estilo de vida.

Y estos mecanismos no operan de forma autónoma, sino que son partes de un todo, que regulan la ingesta de comida, el metabolismo y la masa corporal, el sistema inmunológico y el desarrollo y la salud del cerebro. Empezamos a entender que gracias a la microbioma, conformada por innumerables genes, son uno de los sistemas más importantes.

Dice P. F. Drucker que no es difícil predecir el futuro, lo que sucede es que no tiene objeto. Muchos futurólogos tienen un alto porcentaje de aciertos, con la forma en que se miden a sí mismos y con la que se los suele medir y, hacen un buen trabajo pronosticando algunas cosas, pero los cambios fundamentales que se producen, pese a que nadie los predijo ni podía predecirlos, son siempre mucho más importantes. Ya no se trata de predecir el futuro, sino de lo que podemos y debemos hacer para construir un mejor futuro. Y para actuar de forma eficaz, tenemos que tomar en cuenta el presente, explotando los cambios que ya se han producido.

¿Qué ha sucedido en el mundo, que pone en duda o convierte en inservibles las supuestas reglas y prácticas que han funcionado durante años y que se han dado automáticamente por buenas? Debemos analiza los cambios de mayor importancia ocurridos en este siglo de transformaciones sociales, en el cual gobernar ha sido a la vez un gran éxito y el más absoluto fracaso. Y si hoy tenemos la certeza de algo, es que en el futuro se harán las cosas diferentes de las que como hoy se hacen.

Para Drucker, en la época post capitalista, la realidad es que las empresas multinacionales se están convirtiendo rápidamente en una especie en peligro de extinción. Antes, solían crecer desde las raíces o por adquisición, pero hoy las empresas crecen mediante alianzas, con todo tipo de asociaciones peligrosas y agrupación de empresas que por cierto, casi nadie entiende. Este nuevo tipo de crecimiento desasosiega al director tradicional, que cree que debe ser dueño de las fuentes y de los mercados.

Si le economía mundial se está desplazando de modelo de mundo a un modelo del saber ¿Por qué no tendría que ser la educación la que determinara quién consigue cada puesto de trabajo? Y por extraño que parezca, el mayor efecto que acecha a una economía del saber es que llegue a convertirse en una meritocracia de mandarines.

La Dialéctica demuestra que: Todo se relaciona y por lo tanto, ningún esfuerzo es inútil para la realización de un objetivo. Donde los conocimientos Total, permiten ver lejos. Asimismo, un fenómeno natural o social es inexplicable si se le aísla de sus condiciones, como la burguesía que engaña a los trabajadores y separa los acontecimientos históricos.

El Segundo Principio de la Dialéctica, es de que Todo se Transforma o, Ley del Cambio Universal y del Desarrollo Incesante. La Dialéctica no se atiene a la apariencia, examina las cosas en su movimiento, aún y cuando la vista no alcance a percibirlo; pero en la vida diaria podríamos hallar miles de ejemplos demostrándonos de que todo es movimiento y de que todo se transforma. Y, de que el universo a pesar de las apariencias no se repite. Y el hecho de que se diga de que No hay Nada Nuevo bajo el sol, de que Siempre Habrá Ricos y Pobres, de que la Guerra es Eterna, podemos decir que nada es más engañoso ni más peligroso que esta pretendida sabiduría, y lo que conduce es a la pasividad y a la impotencia resignada. En cambio, sabemos y podemos observar de que el cambio es una condición inherente a toda cosa y de que el cambio es universal y, el desarrollo es incesante.

La Dialéctica no considera la naturaleza como algo estático e inmóvil, estancado e inmutable, sino como algo sujeto a constante movimiento y a cambio permanente; como algo que se renueva y se desarrolla incesantemente y donde hay siempre algo que nace y se desarrolla y algo que muere y caduca. La Metodología Dialéctica, exige que los fenómenos se estudien no sólo desde el punto de vista de sus relaciones mutuas y de su mutuo condicionamiento, sino también de su desarrollo, desde el punto de vista de su nacimiento y de su muerte.

Todo es movimiento y lo real, que es Unidad, es también Movimiento. Y éste no es un aspecto secundario de la realidad: La Realidad, es Movimiento y Proceso, tanto en la Naturaleza como en la Sociedad. Según Politzer: El Movimiento concebido como un atributo de la materia, abarca todos y cada uno de los cambios y procesos que se operan en el universo, desde el simple desplazamiento de lugar hasta el pensamiento.

Un auto que ha recorrido mil kilómetros, no será el mismo que cuando inició su recorrido. Igualmente ocurre con la Naturaleza. El Movimiento posee aspectos muy diversos y transformaciones de las propiedades de las cosas, donde la materia podrá ser indestructible pero, cambia de forma y sus transformaciones, no son otra cosa que las transformaciones del movimiento, que es la forma de existencia de la materia. Con lo que podemos decir que la materia es movimiento y el movimiento es materia. Donde la energía o cantidad de movimiento, se conserva, aunque tomando una forma nueva y, que pueden ser muy variadas. No basta decir que el Universo se desplaza, es necesario decir además que se transforma y que lejos de repetirse, el universo es cambio, contribuyendo a una continua evolución, que constituye su propia evolución y cambio. Y la misma materia viva, igualmente se encuentra en un proceso de continua evolución, donde las especies se han transformado y continúan transformándose, a consecuencia de la interacción entre ellas y el medio. Por eso mismo, la especie humana no puede escapar a esta gran ley del desarrollo evolutivo, presente en la Naturaleza.

La naturaleza toda, universo físico y naturaleza viva, es Movimiento. Donde el movimiento es el modo de existencia de la materia, jamás ni en parte alguna ha existido ni puede existir materia sin movimiento y, en movimiento en el espacio absoluto, en una u otra forma de movimiento o en varios a la vez… Materia sin movimiento es tan inconcebible como movimiento sin materia.

En la práctica, todo buen investigador es dialéctico, precisamente porque no puede comprender la realidad si no la toma en su movimiento. Y, donde el físico y el biólogo son presa de una contradicción entre su práctica y su concepción del mundo, mientras su práctica es dialéctica. Su concepción del mundo en su conjunto, ha continuado siendo metafísica y, sólo el materialismo dialéctico supera esta contradicción, porque ofrece al científico una concepción objetiva del universo, de la naturaleza y de la sociedad como totalidad en movimiento. Y por eso mismo, le permite situar su práctica o su especialidad en un conjunto en el cual todo se relaciona.

Y de hecho, no solamente el cambio es inherente a la realidad social y a la de la naturaleza, sino que las sociedades evolucionan mucho más rápido que el universo físico. Desde la desaparición de la comuna primitiva, se han sucedido cuatro tipos de sociedad: la sociedad esclavista, la sociedad feudal, la sociedad capitalista y la sociedad socialista. Y en cuanto al egoísmo pretendidamente original, apareció con la división de las sociedades en clases. El culto del Yo, es un producto de la burguesía reinante, que hace de la sociedad una selva; llegar, cueste lo que cueste, mediante la astucia o la violencia, fincando su dicha sobre la desdicha de los débiles.

Y como toda realidad, la realidad humana es dialéctica, que surgió de la animalidad y, ha logrado elevarse mediante una lucha milenaria contra la naturaleza. Lo que hay de mejor en el hombre no es un don de los dioses, sino una conquista de la historia humana, conquista que la burguesía degenerada pone en peligro todos los días. Y que según Emmanuel Bloch, la bomba atómica tiene para sí el lugar de la razón; y el dólar, ocupa el lugar de la ciencia.

La idea del cambio, el sentido de lo nuevo, es precisamente lo que le falta al metafísico. Es eso, en cambio, lo que realmente constituye y en todas las circunstancias, la superioridad del dialectico, que es una ciencia que se basa en el cambio y se enriquece mediante la experiencia. En cambio, el metafísico es indiferente a lo que cambia y a su alrededor, todo se transforma pero él cierra los ojos. Y en cuanto a la burguesía, se basa en apreciaciones semejantes, sueña en su supervivencia y oculta que toda realidad se transforma.

La realidad es cambiante y la dialéctica no analiza el proceso de desarrollo de los fenómenos, como un simple proceso de crecimiento, sino como un proceso en que pasa de los cambios cuantitativos insignificantes y ocultos, a los cambios manifiestos, a los cambios radicales, en que éstos se producen no de modo gradual, sino repentinos y súbitamente. Y no de modo casual sino de acuerdo con las leyes, como resultado de la acumulación de una serie de cambios cuantitativos inadvertidos y graduales. Y es que los cambios cuantitativos insignificantes, conducen a los cambios cualitativos radicales.

Nos dice Dyson, que el problema es conciliar la existencia del mal en nuestro mundo, con la de un creador omnipotente y no del todo malévolo. Que nuestro universo es una de sus primeras creaciones imperfectas y que los males que detectamos en nuestro entorno, son fallos de los cuales el creador aprenderá cómo hacer mejor su trabajo la próxima vez. Y que en última instancia, la totalidad de nuestro universo, a pesar de su majestuosidad y belleza, es un experimento fallido.

Es un hecho científico que nuestro universo está extrañamente bien dispuesto para acoger el crecimiento de la vida y la inteligencia y, que muchos detalles de las leyes de la física y de la química parecen conspirar para hacer que nuestro universo sea favorable a la vida. Nuestra forma de vida fue capaz de adaptarse al universo en que se originó, en el que no podría adaptarse una forma de vida, antes de que tuviera tiempo de hacer surgir estrellas y planetas. Y al parecer, nuestro universo está finamente ajustado, para que la vida tenga tiempo para formarse. Problema filosófico que se plantea a la hora de tratar de explicar porqué el universo es tan acogedor para la vida. Y no es casualidad que criaturas como nosotros, vivan en un universo que tiene leyes finamente ajustadas al desarrollo de la vida y la inteligencia.

LECCIONES PARA EL FUTURO

La Fe, es la creencia basada en la autoridad y de una forma u otra, las autoridades influyen en nuestras opiniones; y la información que recibimos de esta manera, nos lleva con frecuencia a tener creencias que no ponemos seriamente en tela de juicio, nos dice Roger Penrose; donde de una forma u otra, las autoridades influyen en nuestras opiniones y la información que recibimos de esta manera nos lleva con frecuencia a tener creencias que no ponemos seriamente en tela de juicio.

En muchos casos, tales influencias sobre nuestro comportamiento son una mera cuestión de cultura, pero es posible que sean sólo nuestros buenos modales lo que nos lleva a adaptarnos a esas influencias para evitar fricciones innecesarias. Pero el asunto es más serio cuando se trata de nuestro interés por lo que es realmente verdad. Y de hecho, uno de los ideales de la ciencia, es que no deberíamos aceptar nada sólo en función de la confianza y que nuestras creencias deberían, al menos cada cierto tiempo, ser sometidas a la prueba de las realidades del mundo.

Según Penrose, a menudo puede suceder que lo único que tengamos a nuestra disposición, sean: nuestra razón, capacidad de juicio, objetividad y sentido común. Pero no debemos menospreciar estas cualidades y en consonancia con ellas, es racional suponer que las afirmaciones de la ciencia, probablemente no sean el resultado de una densa trama de falsedades.

Así pues, la Fe que tenemos en esta autoridad científica, no es una Fe ciega y, siempre debemos estar abiertos a la posibilidad de un cambio inesperado, en los puntos de vista que expresa la autoridad científica. Más aún, no debería sorprendernos que algunos puntos de vista científicos puedan ser objeto de una intensa controversia. Ya hemos sido testigos de varios cambios significativos en las creencias científicas que, al menos en parte, han reemplazado a las que hasta entonces se habían mantenido con igual firmeza. Sin embargo, estos cambios sólo se han producido tras lidiar con la resistencia de quiénes mantenían los puntos de vista antiguos y normalmente, sólo cuando la nueva evidencia observacional que los respaldaba, era contundente.

Los argumentos críticos que buscan establecer que las modas, la fe y la fantasía están en efecto ejerciendo una influencia indebida sobre el progreso de la ciencia fundamental, deben basarse en una medida significativa y en verdaderas objeciones técnicas y no en meras preferencias emocionales, lo cual nos obligará a utilizar cierta cantidad de matemáticas.

No cabe duda de que la propia naturaleza no tiene mucho interés en los caprichos efímeros de las modas humanas; ni tampoco la ciencia debería entenderse como una fe, pues sus dogmas están sometidos a un escrutinio continuo y sujetos a los rigores del examen experimental y, que se abandonan en el mismo momento en que surge un conflicto convincente con la realidad de la naturaleza tal y como la descubrimos.

En cambio, en la fantasía es donde no se considera esencial que se preste demasiada consideración a los requisitos de coherencia con la observación, a la lógica estricta o siquiera al mero sentido común y, si puede demostrar que una teoría científica propuesta está demasiado influida por los dictados de las modas, por el seguimiento incondicional de una fe sin base experimental o, por las tentaciones románticas de la fantasía, entonces es nuestro deber poner de manifiesto dichas influencias y mantener alejado de éstas, a quién esté expuesto a ellas.

Y en buena medida, las investigaciones son meramente exploratorias, ya que se entiende que estos trabajos pueden permitir ganar experiencia, pero que esto resultará a la larga en beneficio para el descubrimiento de mejores teorías que concuerden mejor con el funcionamiento real del universo que conocemos.

La carrera profesional de un investigador, se valora en gran medida por el factor de impacto de las revistas científicas en las que logra publicar sus trabajos, un índice que marca el prestigio de cada publicación y la repercusión de los artículos que en ella aparecen. Esto conduce a pensar que cuanto mayor sea ese factor de una revista, más certeros y fiables son los artículos en ella publicados. Y según Estupinyá, las investigaciones aparecidas en publicaciones de gran impacto, tienen más posibilidades de ser erróneas que otras similares publicadas en revistas de categoría inferior.

Si un estudio está bien hecho y presenta resultados espectaculares, puede terminar en Science o Nature, pero si otro parecido obtiene resultados negativos o menos contundentes, aunque esté mucho mejor realizado y por tanto se aproxime más a la realidad, termina publicado en revistas de menor calidad. Sin embargo, se ha comprobado que los jueces conservadores sienten más temor a las novedades, que los liberales. Y el estudio más preciso, quedará relegado a una revista más discreta y, lo que puede estar sistemáticamente distorsionado. Y resulta que estudios más citados de revistas médicas de mayor impacto, fueron rebatidos al poco tiempo por investigaciones más rigurosas, lo que da qué pensar, nos dice Estupinyá.

En la medida que más insisten, es en dar preferencia a la calidad del estudio frente a los resultados obtenidos. La rigurosidad metodológica, el tamaño de la muestra o el diseño de los experimentos, deben ser un criterio mucho más importante que los resultados presentados, con lo que importa que no es el estudio más llamativo, sino el más completo y exhaustivo.

Investigaciones de Barry Scwartz, han concluido que pasarse de exigente en las elecciones que hacemos, genera infelicidad y tener muchas opciones puede ser peor que disponer de pocas. Que cuanto más esfuerzo inviertas en una decisión, más exigente te volverás con ella y, lo peor de todo, sentirás más arrepentimiento en caso de que no cumpla tus expectativas. Tener muchas opciones para elegir, no siempre es positivo. Incrementar las opciones disponibles puede no generar libertad, sino parálisis. Y el dogma de maximizar el bienestar en base de maximizar la libertad, es erróneo. El tener algunas opciones es mejor que ninguna, pero muchas en la mayoría de los casos, es peor que algunas. Así que cuando una decisión no es crucial, deberíamos esforzarnos en limitar nuestras opciones. Y, no fastidies ofreciendo planes alternativos si no estás seguro de que son excelentes.

Nadie nos ha preparado para lidiar con el miedo. La felicidad tiene otra faceta desconocida que es la ausencia de miedo. Nadie nos ha enseñado a distinguir entre ansiedad, que es la que nos pone en estado de alerta para competir o superar un desafío y, el miedo que corroe e interrumpe todo tipo de respuesta. La belleza de la ciencia, consiste en intentar en todos los casos comprobar mediante la experimentación y la prueba las tesis sugeridas y, cambiar de opinión cuando alguien demuestre lo contrario.

La innovación hoy en día, es social por encima de todo y Multidisciplinar. Donde resulta que la manada sigue siendo esencial en la vida de los individuos, donde según William James, que la vida transcurre buscando el amor y el reconocimiento del resto del mundo, donde las personas no quieren cambiar de opinión ni que los maten, que lo consideran una traición no sólo a las tradiciones, sino a su misma condición humana. En cambio, la naturaleza nos enseña que hasta ella cambia su estructura mediante las transiciones y transformaciones.

La economía Conductual, se señala con frecuencia, según Escalante Gonzalbo, como uno de los campos más activos, originales y más prometedores de la teoría económica. Y se supone que ha contribuido a corregir algunos de los defectos más notorios de los modelos de la economía neoclásica. Además, es o se supone que tendría que ser una especie de puente tendido hacia otras disciplinas, en particular la psicología y sociología. Agregando que las ciencias sociales deberían formar parte de nuestra cultura básica, porque de eso depende, en mucho, la calidad de la vida pública.

A finales de la década de 1990 y principios del siglo XXI, la neurociencia, la psicología y la economía, unieron fuerzas para crear un nuevo campo de estudio dedicado a la toma de decisiones económicas. Los caminos que ha abierto esta nueva ciencia y, de cómo las variables biológicas pueden ayudarnos a comprender el comportamiento económico y de qué manera un método neuro científico, es útil para verificar y perfeccionar los modelos teóricos económicos.

Sabemos que las personas comunes critican y destruyen, pero las personas fuera de lo común opinan y construyen; de que las personas comunes se centran en el error, las personas fuera de lo común se centran en la solución y, que las comunes sueñan y se duermen en cambio las personas fuera de lo común, sueñan y actúan, en tanto que las personas comunes es una de miles, la fuera de lo común es una entre miles. Enrique Villareal, nos dice que las personas que piensan en pequeño, piensan negativamente y se concentran en lo que no tienen; pero las que piensan en grande, por el contrario piensan en soluciones, en cómos, en aciertos, en lo que tienen para lograr lo que quieren. Cambia tus pensamientos y cambiarás al mundo.

Para Freeman Dyson, la ciencia es una actividad humana y que el mejor modo de comprenderla es comprender a los individuos humanos que la practican. La ciencia es una forma de arte y no un método filosófico. Los grandes avances, suelen ser el resultado de la utilización de nuevas herramientas y no tanto del desarrollo de nuevas doctrinas. La ciencia se desarrolla mejor cuando utiliza libremente todos los instrumentos que tiene a la mano, sin estar constreñida por ideas preconcebidas que establezcan lo que tiene que ser y, porqué la imaginación de la naturaleza es más rica que la nuestra. Donde Samuel Gompers, nos dice:

¿Qué queremos los trabajadores?
Queremos más escuelas y menos cárceles,
Más libros y menos armas,
Más aprendizaje y menos vicio,
Más ocio y menos codicia,
Más justicia y menos venganza,
Queremos más oportunidades de cultivar lo mejor de
Nuestra naturaleza.

Y agrega G. H. Hardy: “Se dice que una ciencia es útil si su desarrollo tiende a acentuar las desigualdades existentes en la distribución de la riqueza o si promueve de una forma más directa la destrucción de la vida humana”. Y Dyson piensa que muchas de las tecnologías que actualmente están ganando posiciones y a mayor velocidad, están sustituyendo a los trabajadores por máquinas en las fabricas y las oficinas, haciendo más ricos a los accionistas y más pobres a los trabajadores, y tienden en realidad a acentuar las desigualdades existentes en la distribución de la riqueza.

Sin embargo, incluso cuando se trata de alguna tecnología que haya alcanzado el mayor de los éxitos, siempre acecha en el fondo una cuestión ética: si merece la pena, o no, realizar la tarea para la que esa tecnología ha sido diseñada.

El fracaso de la ciencia, durante las últimas décadas, en cuanto a producir ventajas para los pobres, se debe a dos factores que funcionan de manera combinada: los científicos puros se han alejado más que nunca de las necesidades materiales de la humanidad y, las ciencias aplicadas se encuentran cada vez más vinculadas al beneficio inmediato. Y si la tecnología sigue su curso como lo están haciendo actualmente, ignorando las necesidades de los pobres y proporcionando abundantes beneficios a los ricos, antes o después los desfavorecidos se rebelarán contra la tiranía de la tecnología y recurrirán a remedios irracionales y violentos; en el futuro, como en el pasado, la rebelión de los pobres puede llegar a empobrecer a ricos y pobres por igual.

La brecha sólo puede reducirse recurriendo a la ética, la cual puede ser una fuerza más poderosa que la política y la economía. Y, no basta con que las victorias de la ética, pongan fin a las locuras tecnológicas. Necesitamos triunfos éticos de un tipo diferente, para utilizar el poder de la tecnología de manera positiva en la consecución de la justicia social.

El abandono de millones de personas al desempleo y a la indigencia, es una profanación a la tierra, aún peor que cualquier tipo de explotación. Esa misma fuerza debería ser capaz de fomentar un desarrollo tecnológico que satisfaga las necesidades de las personas desfavorecidas a un precio que éstas puedan permitirse pagar. Y ésta es la gran tarea que tiene por delante la tecnología en el próximo siglo, ya que el libre mercado no producirá por sí mismo una tecnología que sea favorable para los pobres; solo una tecnología guiada de manera positiva por la ética podrá conseguirlo.

Cuando la Segunda Guerra terminó con los ataques nucleares a Hiroshima y Nagasaki, Wiener se sintió ultrajado, ya que desde su punto de vista, el gobierno había cometido un crimen contra la humanidad y, los científicos que habían creado la bomba eran culpables de haber permitido al gobierno que utilizara sus conocimientos y su talento para fines malvados. Vio en los ataques nucleares un ejemplo evidente de los desastres que podían derivarse de la ciencia y la tecnología, cuando los científicos trabajaban en secreto para las autoridades militares y los complejos industriales.

Wiener, temía que la tecnología de las computadoras y maquinaria automática pudiera conducir a desastres aún mayores si seguía en manos de organizaciones militares e industriales que llevaban sus planes en secreto. Decidió que debía dar un viraje desde el máximo secretísimo a otra de máxima publicidad y llamar la atención a todo el mundo sobre las posibilidades y peligros de los nuevos avances. Escribía sobre el bien que podía hacer si se utilizaba de manera inteligente para hacer ricas a las sociedades pobres y hacer posible, que los países pobres dieran el salto desde una economía agrícola a una industrial, sin tener que soportar los horrores de la industrialización del siglo XIX. Abogó por la fundación de institutos técnicos autóctonos, donde su Cibernética era una teoría de la confusión, que permitía a la gente encontrar un modo óptimo de manejarse en un mundo lleno de agentes poco conocidos y sucesos impredecibles.

Escalante Gonzalbo, nos dice que nos hemos acostumbrado a pensar que la economía es oscura y hermética, complicadísima y sólo para expertos. No lo es o, no tendría porqué serlo. Es difícil, sin duda, pero no más que cualquiera otra ciencia y, como todas, puede explicarse de modo que la entienda cualquiera. La economía conductual, se señala con frecuencia como uno de los campos más activos, originales, más prometedora de la teoría económica y, se supone que ha contribuido a corregir algunos de los defectos más notorios de los modelos de la economía neoclásica. Además, dice Gonzalbo, que es o se supone que tendría que ser, una especie de puente tendido hacia otras disciplinas, en particular la psicología, pero también la sociología, donde las ciencias sociales deberían formar parte de nuestra cultura básica, porque de eso depende, en mucho, la calidad de la vida pública.

Para Thomas Piketty, el aumento de las desigualdades generadas por un capitalismo ávido y sin control, es el gran tema, preguntándose: ¿Por qué un grupo de ricos herederos debería disponer de unos ingresos vedados a los que sólo cuentan con su fuerza de trabajo y sus talentos? Sacudiendo así con sus propuestas el mundo del análisis y el pensamiento económico y social. A partir de una base de datos monumental y en constante actualización y tomando distancia de las posiciones tradicionales, tanto de derecha como de izquierda, Piketty muestra que la desigualdad se ha intensificado durante las últimas tres décadas a causa de diferentes reformas impositivas que aliviaron las cargas tributarias sobre los sectores más ricos de la sociedad. Analiza las brechas en la apropiación del excedente entre capitalistas y trabajadores, diferencias y inequidad en el mundo.

El mensaje central es que, más allá de principios abstractos de justicia social, es necesario REDISTRIBUIR mejor, porque la desigualdad es un obstáculo para el desarrollo de los países y las sociedades. Para eso, no basta mirar quién paga o, cuán moderada o ambiciosa resulta en sus alcances una política redistributiva, hay que considerar también su incidencia en el conjunto del sistema económico y, discutir ventajas y desventajas de cada medida. Así, Piketty evalúa la eficacia de los gastos sociales en salud y educación, los aportes patronales y las cargas sociales, los sistemas de retiro, la fijación de un salario mínimo, el rol de los sindicatos, el abismo salarial entre directivos y trabajadores, el acceso al crédito y el impulso keynesiano de la demanda y avanza con ideas novedosas para entender cómo se gestan las inequidades e igualmente elegir las mejores herramientas de redistribución de la riqueza.

Rüdiger Safranski, nos pregunta: ¿Hasta qué punto el individuo puede dejarse absorber por la globalización? Cada día somos testigos de alguna nueva amenaza medioambiental o catástrofe bélica; el capitalismo desregularizado desplaza dinero, empresas y trabajadores entre países, mientras las nuevas tecnologías nos ponen en contacto, en tiempo real, con el último rincón del planeta, pero crean nuevas dependencias y acrecientan la fragilidad del sistema global. La globalización nos obliga a una vertiginosa transformación de nuestra forma de pensar y vivir. También Safranski defiende la necesidad de un sujeto autónomo y moralmente responsable de sus actos, pero que a menudo se ve superado por las exigencias de un todo: social, económico y simbólico, que amenaza con devorarlo. Así, los individuos deben crear su espacio vital para evitar ser monopolizados por el avance de la globalización. Sin embargo, el desarrollo de formas alternativas de un ethos global, sólo puede tener éxito si no se olvida la otra gran tarea de la humanidad: remodelarse a sí misma.

El siglo XXI, nos dice René Bartillac, los medios de comunicación como vanguardia de las corporaciones, es el de la tenencia de la riqueza global en pocas manos y el de la diversificación con que el capital concentrado busca reproducirse. Esa omnipresencia pone en tela de juicio valores como el derecho a la información veraz y, cuestiona la posibilidad de una verdadera democracia. Si los medios de comunicación, en virtud de sus intereses de grupo, pueden eliminar, corregir o recortar la información que le acercan al ciudadano. ¿Cómo considerar la Libertad de Información? Si un influyente medio tiene como socio mayoritario un conglomerado empresarial, ¿será ecuánime su información o favorecerá sus intereses corporativos? ¿no sería ingenuo esperar objetividad de su parte? Donde golpes de estado, campañas de desprestigio, son nuestro pan de cada día, muchos de estos medios según Bartillac, se han ganado el ya generalizado mote de “Prensa Canalla”.

Según Acemoglu y Robinson, hoy en día, los países fracasan, porque sus instituciones económicas extractivas no crean los incentivos necesarios para que la gente ahorre, invierta e innove y, se les apoya para consolidar el poder de quienes se benefician de la extracción. Donde las instituciones políticas y económicas extractivas, siempre están en el origen de este fracaso, que en muchos casos adopta la forma de falta de actividad económica suficiente, porque los políticos están encantados de extraer recursos o de aplastar cualquier tipo de actividad económica independiente, que los amenace a ellos y a las élites económicas.

El estrés, es otro de los grandes males de nuestro tiempo, nos dice Campillo Alvarez, ya que sabemos o al menos creemos reconocerlo y no ignoramos muchas de sus causas. Pero ¿qué conocemos de los procesos biológicos asociados a él? Sabemos de los diferentes tipos de estrés y los mecanismos de respuesta que genera en el cuerpo y, cómo se transmiten, es lo que constituye uno de los objetivos. Y únicamente si tenemos una idea precisa de lo que es en realidad, seremos capaces de prevenirlo y tratar con eficacia sus consecuencias negativas. Y que la ayuda de la medicina darwiniana, que estudia las enfermedades desde el punto de vista de la evolución biológica, Campillo Alvarez se ha ocupado de estudiarla y ante la cual, nadie debe permanecer ajeno, sin olvidar estrategias para combatir esta gran plaga de nuestro tiempo. La insatisfacción permanente es otra trampa. El querer siempre un poquito más, en el caso del maximizador extremo, llega a ser traumático y nunca se sentirán satisfechos ya que les costará disfrutar de sus logros y enseguida empezarán a pensar patológicamente en los siguientes retos y, en llegar más lejos todavía, con propensión a la depresión.

A la mayoría de los médicos convencionales, nos dice Mark Hyman, se les enseña que el paciente está enfermo o no lo está y no hay áreas grises, práctica de la medicina que es totalmente errónea, porque ignora una de las leyes fundamentales de la fisiología, la biología y las enfermedades, que es el concepto del ciclo continuo: que dice que existe un tránsito continuo de la salud óptima al desfase oculto, a la disfunción grave y a la enfermedad. Estos desfases se pueden remediar con un tratamiento apropiado, que no se enfoque en la enfermedad sino en el equilibrio del sistema y, elimine los factores que alteran o dañan el funcionamiento del organismo al tiempo que aporta cosas que lo mejoren, lo optimicen y lo normalicen.

Todos los fenómenos que vemos en la diabetes son resultado de lo mismo, como son los desfases en los siete sistemas claves del organismo que forman la red o conexión de la biología. La comprensión de esta red, es la base de la medicina funcional, un método de tratamiento enraizado en un campo científico totalmente nuevo, conocido como Biología Sistémica. Y cuyo propósito es entender cómo los sistemas del organismo están interconectados, en vez de simplemente analizar órganos y partes del cuerpo separados que al parecer no tienen relación entre sí; y la perspectiva de la organización de la medicina por órganos y enfermedades y síntomas es defectuosa y que coloca a la medicina moderna en una situación de crisis. Por otra parte, la medicina funcional implementa lo mejor de la ciencia actual y el pensamiento sistémico.

La medicina funcional, nos dice Mark Hyman, es una nueva y revolucionaria forma de comprender las causas subyacentes u ocultas de cómo interactúan nuestros genes, nuestro medio ambiente y estilo de vida, para determinar la salud o la enfermedad. Donde queremos responder a la pregunta: ¿por qué? Y no sólo: ¿Cuál es el medicamento adecuado para esta enfermedad? La pregunta no es: ¿Qué enfermedad padeces?, sino ¿Qué sistema o sistemas de tu organismo están desequilibrados? El propósito es comprender qué perturba el funcionamiento normal de estos sistemas y cómo podemos crear un funcionamiento óptimo. Donde se está interesado en identificar cómo los sistemas particulares de los organismos están o no, funcionando; y luego, cómo podemos hacerlos recuperar el equilibrio, dándole tratamiento al sistema en su totalidad y, no al síntoma.

Para curarnos de la diabetes o vencer cualquiera de las demás enfermedades crónicas que podemos padecer, es preciso volver a equilibrar los siete sistemas fundamentales, en los siguientes pasos.

1.- Estimula tu nutrición-
2.- Regula tus hormonas-
3.- Reduce la inflamación-
4.- Mejora tu digestión–
5.- Maximiza la desintoxicación–
6.- Perfecciona el metabolismo energético–
7.- Tranquiliza tu mente.

Las causas son:

1.- La comida chatarra, la comida rápida y la comida procesada industrialmente son adictivas-
2.- La influencia de los grandes fabricantes de productos agrícolas incrementa la obesidad en el mundo –
3.- La mercadotecnia amoral y manipuladora de los alimentos influye en los hábitos de comer-
4.- Las familias han dejado de comer juntas alimentos cocinados en casa-
5.- Abundancia de toxinas medioambientales.

Estos alimentos son biológicamente adictivos y estimulan el consumo el consumo excesivo de calorías- donde el excedente de los cultivos en Estados Unidos se vende barato a los países pobres, lo cual destruye la economía agrícola locales y saca de circulación a los agricultores, creando desempleo y haciendo que las naciones en vías de desarrollo dependan de alimentos de maíz importado. Los gobiernos ejercen muy poco control sobre las prácticas de mercadeo de los grandes fabricantes de alimentos y otorga licencias para el uso de espacios en la radio y la televisión pero no las vigila.

La hora de la comida familiar ha desaparecido en gran medida a la proliferación de la comida rápida y no sabe cocinar con otro aparato que no sea el horno de microondas. Las toxinas ambientales contribuyen al aumento de peso, obesidad y diabetes y no sólo tenemos que preocuparnos por lo que comemos sino además por la abundancia de plásticos, metales y contaminantes que, según se ha demostrado, envenenan y desaceleran nuestro metabolismo y causan el aumento de peso.

Para cambiar, nos dice Hyman, es necesario crear opciones más sanas para todos, enfocándonos en medidas especificas personales y políticas, así como comunitarias, para transformar nuestro panorama alimenticio.

Los efectos del estrés están conformados por nuestros pensamientos, actitudes y conceptos, que podemos cambiar, lo que pensamos y creemos y como resultado, podemos reducir el impacto del estrés diario en nuestras vidas.

La conexión cuerpo-mente está lejos de ser un mito, es un hecho biológico y una clave esencial para entender lo que atañe a la salud del conjunto del cuerpo humano. Mientras que la medicina continúa viendo el sistema digestivo como si fuera en gran medida independiente del cerebro, sabemos que ambos están conectados entre sí, lo que quedaría con la idea de un eje cerebro-aparato digestivo. Concepto según el cual, el sistema digestivo es mucho más delicado, complejo e importante de lo que hasta ahora ni siquiera sospechábamos, donde estudios recientes sugieren interacciones con los microbios de los intestinos que pueden influir en las emociones básicas, respuesta al dolor y las relaciones sociales e incluso en muchas de las decisiones que tomamos.

El aparato digestivo cuenta con su propio sistema nervioso y que a menudo se denomina el segundo cerebro, nos dice Mayer, formado por más de cien millones de neuronas situadas la mayoría en la médula espinal. Y donde hay más células inmunitarias, viviendo en los intestinos que circulando por la sangre o en la médula ósea y, es capaz de identificar y destruir determinadas especies de bacterias peligrosas, donde sabe reconocer la ínfima cantidad de bacterias potencialmente letales en un océano de microbios benignos que viven en los intestinos, lo que conocemos como flora intestinal. Y de hecho sabemos que el sistema digestivo refleja todas y cada una de las emociones que se dan en el cerebro, afectando a otros órganos, creando una respuesta coordinada para cada una de nuestras emociones, donde el cerebro está ligado al aparato digestivo como ningún otro órgano, con conexiones mucho más extensas. Donde tendemos a hospedar el mismo conjunto de microbios de especies clave durante largor períodos, estabilidad básica para nuestra salud y bienestar y, nos asegura que los microbios benignos pueden restablecer con rapidez el equilibrio, después de un cambio causado por el estrés.

Todos hemos experimentado en algún momento la conexión entre mente e intestino, por lo que hoy podemos demostrar científicamente este dialogo y apreciar el impacto y la complejidad de la comunicación entre cerebro, intestino y Microbioma. Y según Mayer, con una dieta simple podemos conseguir el equilibrio deseado y ser más positivos, mejorar nuestro sistema inmune, disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades.

La Epigenética, es sin duda uno de los descubrimientos más importantes de los últimos años en el campo de la biología, vista como una práctica cotidiana para obtener un equilibrio físico y mental saludable. Jöel de Rosnay, nos dice que somos un macro organismo compuesto por miles de millones de células humanas y también de miles de millones de células bacterianas, los que constituyen nuestro Microbioma, que no sólo producen vitaminas y aumentan nuestras defensas inmunológicas, sino que nos protegen frente a otros microbios peligrosos. El Microbioma es un verdadero órgano que puede llegar a pesar hasta cinco kilos, que segrega hormonas, vitaminas, interviene en algunos trastornos cerebrales y estimula la inmunidad. Permite luchar contra otros virus o bacterias oportunistas, susceptibles de colonizar nuestro interior y son los que han evolucionado junto con nosotros y con ellos, formamos un superorganismo; y lo que comemos determina el equilibrio y lo que ha permitido confirmar la influencia de los alimentos en la prevención y en el tratamiento de las enfermedades.

La contaminación del aire, del agua o del suelo, los productos químicos farmacológicos que tienen efectos negativos en los organismos vivos, son ecotóxicos, y es esencial conocer sus consecuencias; por ejemplo el glisofato, se encuentra en los herbicidas de la multinacional Monsanto, es un caso de estudio dramático, acusado de envenenar plantas, animales, incluidas las abejas y humanos y se sospecha que provoca cáncer y malformaciones graves en recién nacidos.

Al estimular el sistema inmunológico del organismo, es decir, su capacidad de defenderse contra una infección o una enfermedad , los adyuvantes juegan un papel esencial en las vacunas y mientras que el fosfato cálcico es un producto antiguo muy extendido pero inofensivo, otras sustancias nuevas como el tiolato de mercurio, el tiomersal o timerosal, el hidróxido de aluminio y el escualeno son consideradas peligrosas.

Descubiertos recientemente, pero omnipresentes en nuestro entorno, los disruptores son sospechosos de provocar epimutaciones. Utilizados como antioxidantes en alimentos grasos, se encuentran en los productos fitofarmacéuticos, como los pesticidas y en los productos biocidas, como desinfectantes domésticos, insecticidas y diversos plaguicidas. Se encuentran también en productos coeméticos, pinturas, muebles, ropa, alimentos, papel, juguetes de plástico y en productos de alimentos, como margarina, cereales, carnes, sopas, conservas y alimentos deshidratados. Y en particular, el bisfenol, que se encuentra en muchos productos de uso diario. Donde se han constatado un incremento del número de cánceres hormonodependientes de mama y de próstata, en malformaciones, diabetes obesidad y autismo.

Es importante recordar que es uno mismo quién decide cómo reaccionar, cómo sentir a través de la razón. Nada de lo que suceda externamente puede determinar cómo nos vamos a sentir. Somos seres emocionales que piensan, pero es la razón la que debe administrar las emociones en pos de un objetivo en común. El temor fundamental al que nos enfrentamos, es el miedo y cuando el ego se ve amenazado, el miedo entra a la defensa, pero en la mayor parte de las veces, es un pésimo consejero, nos hace comportarnos de manera errática o nos paraliza completamente, con posibilidad de paranoia y sentir que eres frágil ante una fuerza destructiva que te persigue.

El miedo viene de adentro, de una inseguridad constante y una autoestima deteriorada, que lejos de estimular a la persona y empeñarse para hacer las cosas bien y mejor y que muchas veces pueden llegar a tener un efecto contrario, no importa como lo veas y que tan cierto sea lo que produce tu temor, no hay angustia ni estrés que lo valga.

Quejarte puede ser una forma de ventilar tus pensamientos o emociones, pero hacer de eso una costumbre, determinará por marginarte y ponerte en situaciones comprometedoras. La seguridad tiene mucho que ver con tu autoconocimiento, pues mides si puedes lograr una meta y, hacer lo que te propones, que dependen de un nivel de tu hormona llamada ”Serotonina”, que inhibe tu ansiedad, al mismo tiempo que te hace sentir más confiado, sociable, calmado y hasta feliz. Sin embargo, cuando tienes esta hormona alta, te vuelves agresivo, menos tolerante y no muy colaborativo con los demás y con esta baja, te sientes desinteresado y apático, te inhibes y te quita el ímpetu, las ganas de hacer cosas e incluso comienzas a dudar de ti. Resulta curioso como esta hormona catalogada como masculina, estimule el estrógeno y la progesterona, haciendo que la mujer recupere la capacidad física, mental y emocional que la hace sentirse joven, según Lucy Lara. Quien agrega que:

El Estrógeno, por su parte, hace que evites los conflictos, te vuelve solidaria, cooperativa y te mantiene lejos de riesgos, pero si hay una reducción, tendrás disminución del libido, además de irritabilidad y depresión. Cuando está ausente la progesterona, te empiezas a deprimir, te falta el sueño y sientes que no le encuentras sentido a la vida. La Melatónina, estimula el sueño, el descanso y la restauración celular y mental. Y un alza de oxitocina, te hace confiar más en las personas, disminuye el estrés, te vuelve cariñoso, sientes que eres capaz de todo, adquieres seguridad y reduce tus rencores e incluso baja tu presión arterial.

Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender; no es mirarse el uno al otro, es mirar juntos en la misma dirección. Aprendemos a amar, no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.

Para Freeman Dyson, los científicos siempre han sido rebeldes, espíritus libres que se resisten a los ataques que la sociedad les impone. En su búsqueda de las verdades de la naturaleza, les guía tanto la imaginación como la razón y sus teorías más importantes, tienen la excepcionalidad y la belleza de las grandes obras de arte.

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