Diciembre de 2020
Elecciones dibujan Brasil pos-BolsonaroEmir Sader
Las elecciones municipales en Brasil apuntan hacia lo que puede ser el país en el pos-Bolsonaro. En condiciones de pandemia, con cuarentena, sin comicios y grandes movilizaciones, con una campaña más corta, el gran derrotado fue Bolsonaro.
Al comienzo Bolsonaro dijo que no participaría de la campana, pero finalmente hizo campaña para 9 candidatos a alcalde y a muchos más a concejales, especialmente para su hijo. Este se ha reelegido, pero ninguno de los otros, además de que, cuando Bolsonaro manifestó el apoyo a un candidato, éste ha perdido gran cantidad de votos.
Bolsonaro intentaba entrar en São Paulo, por la importancia que tiene en el país. Apoyó a un periodista de TV muy conocido, favorito para ganar, pero que se desplomó al cuarto puesto. Rio de Janeiro era la única ciudad con un alcalde evangélico, que ha concurrido a la reelección con el apoyo de Bolsonaro, logra llegar a la segunda vuelta, pero con ínfimas posibilidades de victoria. En las dos ciudades más importantes, Bolsonaro ha sufrido sus más duras derrotas, pero el panorama general ha sido muy negativo para él.
Analistas dicen que el discurso de Bolsonaro se ha agotado, que después de estas elecciones, sumada a la derrota de Trump, el presidente de Brasil pasa a estar muy aislado políticamente. Hay que recordar que él salió del partido que lo había elegido, los candidatos vinculados a él se dividen entre dos partidos, lo que disminuye todavía más su fuerza. Su incapacidad de agregar, presente en su gobierno, está presente aún más en la política, lo cual perjudica mucho su más grande objetivo, la reelección.
¿Si Bolsonaro pierde, quien gana? Todos los que se oponen a él. Pero, en ese gran abanico están las fuerzas de la derecha tradicional, como el MDB, el PSDB y el DEM, que han mantenido su fuerza, mucho más en las ciudades medianas y pequeñas que en las más grandes. Pero el análisis sobre partidos no da mucha cuenta de que, en la gran mayoría de los casos, el voto en las ciudades tiene que ver con el desempeño de los alcaldes que buscan la reelección.
La izquierda tuvo un desempeño bastante mejor que hace cuatro años, cuando, en el auge de las ofensiva de la derecha, que llevó al golpe en contra de Dilma Rousseff, en particular el PT sufrió las más grandes pérdidas de su historia. Desde esta perspectiva, la izquierda se ha recuperado mucho de aquellas pérdidas.
La izquierda llega a la segunda vuelta en ciudades importantes, como Porto Alegre, Recife, Belem, pero su mejor desempeño fue en São Paulo, donde el candidato del PSOL, Guilhemer Boulos, llega a la segunda vuelta, aunque en una disputa muy difícil. En Porto Alegre Manuela DÁvila, del PC do B, disputa una segunda vuelta difícil. Los que tienen más posibilidades de salir victoriosos, son Edmilson Rodrigues, del PSOL, en Belem, y Marilia Arraes, del PT, en Recife.
El PT ha recuperado gran parte de lo que había perdido en 2016, demuestra su vigor, sobre todo por ser el único partido de izquierda realmente nacional, con gran capilaridad por todo el territorio. Pero todavía no llega a recuperarse en las grandes ciudades, salvo el caso de Recife, la gran ciudad nordestina. La ausencia de la presencia física de Lula – por la cuarentena – en las campañas electorales del PT, ha sido un factor que ha perjudicado al partido.
¿En qué medida el escenario electoral para las elecciones presidenciales ha sufrido cambios a partir de las elecciones municipales en Brasil? El que más pierde es Bolsonaro, que revela mucha debilidad en todo el país, así como por el fortalecimiento de partidos de la derecha tradicional, que retomarán con más fuerza la búsqueda de una alternativa de centro-derecha a Bolsonaro.
El PT muestra su capacidad de recuperación y la presencia nacional del partido, aunque con desempeños malos en ciudades importantes, como São Paulo y Belo Horizonte. Pero nada afecta la fuerza del partido, con la más grande bancada en el Congreso Nacional, con varios gobernadores muy importantes, en provincias del nordeste, como Bahía y Ceará, entre otras. Pero, sobre todo, por su más grande diferencial – la presencia muy activa de Lula, el único gran líder político nacional. Se mantiene la presencia hegemónica nacional del PT en la izquierda, con la misma perspectiva de antes de las elecciones – con Lula candidato a presidente de Brasil en 2022 o con Fernando Haddad, si Lula no decide candidatearse.
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