Febrero de 2020
Otro Golpe al Abya Yala: Las verdaderas razones del Golpe en BoliviaEl Último Cóndor Americano
Bolivia ha sido víctima de un Golpe de Estado multidimensional, una conspiración organizada cuidadosamente por funcionarios de la embajada de Estados Unidos, los Comités Cívicos, las Fuerzas Armadas, la iglesia evangélica, la Policía, los medios de comunicación, así como otros actores de la derecha, tanto dentro como fuera del país. Bajo el pretexto de una “protesta pacífica” o “transición democrática” se orquestaron las acciones que visiblemente comenzaron con los cabildos realizados en la ciudad de Santa Cruz y La Paz, previo a las elecciones.
En ambos casos, la derecha y los Comités Cívicos declararon de antemano que no reconocerían los resultados electorales en caso de que el partido oficialista, el Movimiento al Socialismo-Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), resultara ganador, pues aseguraban que esta fuerza política iba a cometer fraude para lograr el triunfo.
Las
manifestaciones violentas, actos vandálicos y discriminatorios cometidos por la oposición contra seguidores del MAS-IPSP y los indígenas, devinieron en un Golpe de Estado, consumado el 10 de noviembre cuando el presidente Evo Morales se vio obligado a renunciar por las agresiones y amenazas a dirigentes y sus familiares y la sugerencia del General de las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con los medios de comunicación y redes sociales alineados con las fuerzas golpistas, no se trataba de un Golpe de Estado sino de la reacción de todo un pueblo descontento por el fraude, la corrupta gestión del gobierno y en especial de su líder Evo Morales Ayma, que pretendía perpetuarse en el poder violando la constitución y la voluntad popular.
Sin embargo, bien valdría la pena analizar el trasfondo de esta situación, respondiendo a un grupo de interrogantes para arrojar luz sobre este hecho.
¿Por qué un golpe de Estado en Bolivia? ¿Cuáles son las verdaderas razones de este golpe? ¿Cuáles son los actores implicados? ¿Qué pretenden hacer con Bolivia?
El quinquenio 2000-2005 fue decisivo para la política boliviana. En este contexto, los movimientos sociales de indígenas, pueblos originarios, campesinos y vendedores ambulantes, protagonizaron una serie de protestas en oposición a la privatización de los recursos naturales.
De esta manera lograron, mediante la Guerra del Agua en el año 2000, la expulsión de la Trasnacional Bechtel, que había firmado un contrato con Hugo Banzer, presidente de Bolivia, en ese período, para privatizar el servicio de suministro de agua en Cochabamba.
Una situación muy similar fue la Guerra del Gas que tuvo lugar en el año 2003, cuando las protestas populares rechazaron la comercialización de este recurso natural a través de Chile con destino a Estados Unidos. Los manifestantes en la Ciudad del Alto fueron reprimidos violentamente por el ejército que disparó sobre ellos, perpetrando una masacre conocida como Octubre Negro.
Este hecho provocó que el pueblo exigiera la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada que finalmente huyó a los Estados Unidos, sucediéndole en el cargo su vicepresidente Carlos Mesa, que a su vez renunció en el 2005.Seguidamente un gobierno de transición encabezado por Eduardo Rodríguez Veltzé, convocó a nuevas elecciones.
La contienda electoral tuvo lugar el 18 de diciembre de 2005,
resultando ganador con el 54% de los votos Evo Morales Ayma. En este punto vale llamar la atención sobre tres elementos .Primero, la élite gobernante fue desplazada del gobierno por el primer presidente indígena en la historia de Bolivia.
Para la historia racializada del país, fue como si el cielo se hubiera caído, como si los acerados desprecios de inferiorización escalonada con los que la sociedad colonial ordenó el mundo a partir de los colores de piel y apellidos, se convirtieran en polvo ante la insolencia de un campesino entrando al Palacio de Gobierno (Lineras, 2011).
Un segundo elemento para nuestro análisis es la naturaleza del nuevo sujeto político de este proceso:
el Movimiento Indígena Originario Campesino (MIOC), que en sustitución de la debilitada clase obrera convirtió todas sus protestas en propuestas pasando de bloque insurgente al bloque en el gobierno y más tarde en el poder.
La irrupción del MIOC, responde además al descrédito de los partidos políticos tradicionales, eso explica la creación del MAS-IPSP, que aunque se presentó como partido político en las elecciones conserva un comportamiento sui generis muy cercano a la dinámica de los movimientos sociales.
Por último es necesario hablar de
la Agenda de Octubre: el pliego petitorio de los Movimientos Sociales durante la Guerra del Gas que se convirtió en Agenda de Gobierno. En cumplimiento de esas demandas el gobierno de Evo Morales comenzó un proceso de cambio partiendo de la nacionalización de los recursos naturales, redistribuyendo la riqueza en bonos dirigidos a los sectores más vulnerables y necesitados de la población.
Logró además la aprobación de una nueva Constitución que dio paso al nacimiento del Estado Plurinacional de Bolivia, dando participación a los pueblos indígenas y originarios, reconociendo la existencia de 36 etnias y estableciendo el respeto a su cultura y a su cosmovisión.
Por otra parte
los resultados económicos fueron exitosos. Bolivia pasó de ser el segundo país más pobre en la región a convertirse en el que más crece por 6 años consecutivos. La pobreza extrema bajó de 38% a 15,2%. Como resultado de esta bonanza económica, se incrementó la clase media con sectores indígenas y campesinos.
En términos de
política exterior, el proceso de cambio se destacó por su actividad en los organismos internacionales en defensa de la soberanía, la integración y la autodeterminación de los pueblos. Bolivia no fue más subordinado a Estados Unidos, de hecho es el único país que ha expulsado de su territorio nacional, las principales instituciones estadounidenses, entiéndase el embajador, la DEA y la USAID.
Mencionados estos elementos estamos en condiciones de desentrañar las verdaderas causas del golpe de Estado en Bolivia.
La élite blanca, racista nunca perdonó que un indígena cocalero llegara a la presidencia, posesionando además a otros indígenas en cargos de decisión y como si fuera poco les arrancara el control de los recursos naturales.
He aquí las
dos verdaderas causas del Golpe: la discriminación racial y la disputa por el control de los recursos naturales de Bolivia.
El litio y los actores extra regionales
Los recursos naturales
En el tablero de la geopolítica mundial los recursos naturales, ocupan una posición importante y son fuentes de conflictos. Por esa razón, todos los países portadores de estas riquezas que implementan proyectos nacionales descolonizadores y soberanos son
identificados por Estados Unidos como gobiernos violadores de los derechos humanos.
Este claramente es el caso del Estado Plurinacional de Bolivia, uno de los territorios con mayor biodiversidad del planeta; distribuida en importantes espacios geográficos como la Cordillera de los Andes, el Altiplano, la Amazonía, El Pantanal, el Chaco, el Lago Titicaca. Posee además, petróleo, oro, plata, agua, madera, así como una importante reserva de gas.
Destaca entre estas riquezas el Salar de Uyuni, el mayor yacimiento de litio del mundo que alberga el 70% de las reservas del planeta. Estas condiciones sitúan al país en el camino de consolidarse como un importante actor en el mercado mundial del llamado oro blanco.
Este mineral estratégico es indispensable para la fabricación de baterías para celulares, computadoras, carros eléctricos. Los yacimientos en el país andino, se encuentra en su gran mayoría a un poco más de 3600 metros sobre el nivel del mar en el departamento de Potosí.
El litio boliviano tiene como característica fundamental que está mezclado con otros minerales y está sometido a una temporada de tres meses de lluvia cada año. Por esta razón se requiere experticia y una considerable inversión de capital para su explotación.
Con este objetivo la empresa alemana Acys Systems, fue seleccionada para el proyecto de procesamiento de la salmuera residual. Este contrato se convirtió en la justificación del conflicto iniciado por los integrantes del Comité Cívico de Potosí, especialmente su presidente Marcos Pumari, en el mes de octubre del presente año, acusando al gobierno de hacer un contrato con carácter entreguista.
La realidad es que el proyecto era 100% de explotación estatal, Yacimientos de Litio bolivianos (YLB) sería el socio mayoritario. Esta empresa le vendería a Acys Systems la salmuera y ellos en territorio boliviano la procesarían para obtener productos de alto nivel que exportarían a Europa.
Es decir, los bolivianos obtendrían el saldo de la venta del producto, se crearían nuevos empleos bajo la dirección de un ejecutivo también boliviano, se quedarían con las patentes, transferencia tecnológica y por último los productos finales tendrían un mercado seguro para su comercialización.
Por otra parte el permanente crecimiento de la economía boliviana acompañado de la estabilidad política y social durante el gobierno de Evo Morales hacían aún más atractivo el país para la inversión extranjera. Las nuevas relaciones comerciales se producían bajo el control estatal y los principios de soberanía, ofreciendo excelentes resultados. Un ejemplo de ello es la alianza estratégica entre Bolivia y China como parte de la iniciativa de la Franja y la Ruta, para llevar a cabo el proyecto del corredor bioceánico.
Este país asiático además tiene inversiones en recursos hidráulicos, litio y tecnología. Por su parte Rusia ha invertido alrededor de 500 millones de dólares en hidrocarburos, litio, así como en la industria alimentaria y la defensa. En el 2016 Gazprom y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) firmaron un acuerdo sobre la exploración conjunta de fuentes petroleras.
Sin lugar a dudas, la diversificación de las relaciones comerciales bolivianas en especial con Rusia y China, unido a la decisión de la activa participación de las empresas estatales en la explotación de los recursos naturales, contribuyen al quebrantamiento de la hegemonía de Estados Unidos en la región. O al menos así lo percibe esta nación, de ahí que sean ellos quienes estén financiando y hasta asesorando este golpe de estado.
La discriminación racial
Pese a los esfuerzos gubernamentales por eliminar este flagelo de la sociedad, no fue posible su erradicación. El racismo opera en la subjetividad y la representación social de los individuos y es consecuencia de la colonización interna.
El odio y desprecio al indio fue por muchos años una práctica en Bolivia.
Analicemos el tema desde el punto de vista simbólico. No es casual que los golpistas entraran al Palacio Presidencial con la Biblia, el rosario y la bandera tricolor boliviana. Cumpliendo la promesa hecha ante el cabildo de Santa Cruz de hacer que Dios regresara al Palacio fue un mensaje claro, arrollador, colonialista.
Nótese además que todas las concentraciones de los cabildos de la oposición en Santa Cruz, se realizaban a los pies de la estatua de Cristo. Los discursos de sus líderes demuestran además un fundamentalismo religioso que divulga el temor a Dios y la necesidad de participar en esta cruzada para que triunfe el bien sobre el mal, o lo que es lo mismo que se vayan los herejes, los de la cosmovisión diferente, los indígenas.
En adición a ello los militares eliminaron de sus uniformes la Whipala y en la Plaza Murilo fue quemado este símbolo nacional. La derecha anunciaba claramente sus intenciones de retomar el poder a partir de la exclusión del otro, como en los viejos tiempos.
El irrespeto a los símbolos de los pueblos originarios es una prueba del carácter racista de las fuerzas golpistas.
Otro ejemplo lo constituye la agresión física a las mujeres de Pollera en Santa Cruz y en su grado más extremo la situación con la Alcaldesa de Vinto en Cochabamba,
Patricia Arce que fue obligada a caminar descalza, le arrojaron pintura, la ofendieron, humillaron, maltrataron y le cortaron el cabello, solo por ser miembro del MAS-IPSP, por ser mujer, por ser indígena.
La derecha y las clases medias tradicionales de piel blanca pero de raíces notablemente indígenas no le perdonaron a Evo tener que relacionarse con la clase media emergente de los sectores sociales que anteriormente se sumían en la pobreza. Ese odio racial fue utilizado hábilmente por los autores del golpe, dividiendo al pueblo e incitándolo a la violencia.
¿Quiénes son los protagonistas del Golpe?
Este golpe de Estado perpetrado en Bolivia forma parte de
un plan integral que Estados Unidos ha puesto en práctica en América Latina para recuperar su hegemonía. Tiene diversas facetas y múltiples actores.
La secuencia de este proceso así como los nombres y tareas de cada uno de los participantes fue develado por un sitio web “Behind the back door”, apenas 12 días antes de las elecciones.
Esta fuente reveló la participación de los funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Bolivia, la derecha, los medios de comunicación, la iglesia evangélica, entre otros que abordaremos a continuación.
El macho Camacho
Luis Fernando Camacho Vaca es un abogado, empresario y político boliviano que presidió el Comité Cívico de Santa Cruz durante el año 2019. Él ha sido la cara visible del golpe, que convocó al pueblo de su ciudad a desconocer la victoria del MAS-IPSP y que llevó al Palacio Presidencial una carta para que el presidente firmara su renuncia.
Camacho procede de una de las familias más ricas de Santa Cruz, dueña de la empresa Sergas que capitalizaba el monopolio de conexiones de gas antes de la llegada al gobierno de Evo Morales. Cuando joven fue vicepresidente de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), una organización considerada el brazo duro del Comité Cívico de Santa Cruz, con una clara tendencia violenta y prácticas fascistas.
Estos jóvenes participaron activamente en el intento separatista de la Media Luna en el 2008 y repitieron las agresiones físicas a los indígenas en el 2019 durante el paro cívico de la Ciudad después de las elecciones.
Luis Fernando es miembro de la Logia Caballeros del Oriente y utiliza la fe y el amor a Dios como elemento fundamental de su discurso con características mesiánicas. Se encuentra en la lista de nombres de implicados en los Panamá Papers. Comenzó alentando las protestas en su departamento, y se convirtió en una pieza clave del Golpe de Estado.
Algunos audios y videos filtrados muestran a Camacho explicando a los medios de comunicación como desinformar y crear opiniones para ocultar la naturaleza de los acontecimientos bajo el pretexto de proceso de recuperación de la democracia. Sorpresivamente abandona su responsabilidad frente al Comité Cívico de Santa Cruz para postularse a la presidencia del país, dejando al descubierto su verdadero objetivo y ambición de acaparar el poder.
Carlos Mesa Gisbert
Mesa es un periodista y escritor. Fue vicepresidente de Bolivia durante el gobierno de Sánchez de Lozada y luego de que este escapara a Estados Unidos en el contexto de la Guerra del Gas en el 2003 asumió la presidencia y renunció en el 2005.
Existen pruebas que lo vinculan a hechos de corrupción, se ha demostrado que recibió una gran suma de dinero para postularse como vicepresidente junto con Sánchez de Lozada. En el 2014 fue nombrado por Evo Morales vocero de la Demanda Marítima de Bolivia ante la Corte Internacional.
En 2019 se presentó como candidato a presidente y quedó en segundo lugar frente al Partido Comunidad Ciudadana. Su actuación fue clave en el desarrollo de las protestas después de las elecciones.
El día 20 de octubre a partir de los resultados parciales anunciados y desconociendo el voto rural que aún no se había contabilizado alentó a sus seguidores a protestar contra el presunto fraude del MAS que le haría ganar en la primera vuelta. Es uno de los responsables de la ola de violencia desatada en el país desde entonces.
Waldo Albarracín
Rector de la Universidad Mayor de San Andrés. Fue uno de los oradores más notables del Cabildo de Santa Cruz y de la Paz, previo a las elecciones del 2019. Incitó a la violencia y al desconocimiento de los resultados de las elecciones. Participó activamente en la Campaña Internacional de la Derecha buscando apoyo para inhabilitar la candidatura de Evo Morales. Ha utilizado a los estudiantes de la Universidad y a la propia institución para hacer política de oposición al gobierno.
Williams Kaliman Romero
Excomandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Bolivianas. Formó parte del Curso de Comando y Estado Mayor en la Escuela de Las Américas en el 2003.Ha pasado a la historia como el General que le sugirió a Evo Morales que renunciara, consumando así el golpe de Estado.
Vladimir Yuri Calderón Mariscal
Comandante General d
Vladimir Yuri Calderón Mariscale la Policía Boliviana. Mantiene estrecho vínculo con la Escuela de las Américas. En 2018, fue Presidente de Agregados Policiales de América Latina en Estados Unidos. Se replegó y amotinó con sus hombres durante las protestas violentas de la derecha después del 20 de octubre del 2019.
Jorge Tuto Quiroga
Fue vicepresidente y luego presidente de Bolivia en el 2001.Fue presidente del Partido de Derecha Acción Democrática Nacionalista. Podemos considerarlo como el responsable de Relaciones Internacionales del Golpe, pues se encargó de hacer giras internacionales tratando de invalidar a Evo Morales como candidato y buscando legitimidad para las acciones de la oposición. Actualmente fue nombrado por la Presidenta autoproclamada como Representante de Derechos Humanos del gobierno de Transición.
Otros actores
Medios de Comunicación
Mención especial merecen los medios de comunicación y redes sociales, Su labor desinformativa en alianza con las fuerzas golpistas se ha centrado en negar la existencia de un Golpe, imponiendo la idea de transición democrática. Han ocultado los actos vandálicos y los crímenes del gobierno de facto de la senadora Añez. Importante destacar el rol de las redes sociales en especial Twitter, en la convocatoria para las movilizaciones de la derecha, así como el hecho de la creación de 100 000 cuentas falsas, de supuestos seguidores de Camacho y Añez.
La OEA
Esta organización con su bien ganada reputación de apoyar en el pasado golpes de estado y medidas de opresión contra los pueblos,
fue una aliada fundamental para las fuerzas golpistas. Puede decirse que la publicación de un informe preliminar sobre la auditoria a las elecciones antes de la fecha acordada, fue el catalizador que en pocas horas ayudó a consumar el golpe.
La iglesia evangélica
Las iglesias evangélicas cada vez más vinculadas a la política son instrumentos funcionales al imperialismo, reciben financiamiento de los círculos más conservadores, simpatizantes de sus posiciones machistas, patriarcales y xenófobas. En el caso de Bolivia sirvieron además de vehículo para entrar al país el financiamiento para el Golpe.
Desde el exterior
No podemos ignorar la participación de personajes de la historia boliviana que viven en Estados Unidos. En este caso se encuentra el expresidente Sánchez de Lozada, responsable de la masacre de Octubre Negro en el 2003. Sanchez Berzain quien dirigió varios ministerios bajo el gobierno de Sánchez de Lozada, director del Instituto Interamericano por la Democracia.
Después de las elecciones tuvo un papel activo en los medios de comunicación involucrando al Embajador cubano en Bolivia Carlos Rafael Zamora, como supuesto jefe de operaciones y responsable de los disturbios, sembrando así el odio por los cubanos dentro de la sociedad boliviana.
Jeanine Añez: La autoproclamada
Como colofón de esta lista de protagonistas del Golpe de estado hemos dejado a Jeanine Añez, abogada, presentadora de televisión y senadora por la alianza opositora Unidad Demócrata. Tras la renuncia de Evo Morales, García Lineras, Adriana Salvatierra y el Diputado Borda, se autoproclama Presidenta de Bolivia.
Según sus declaraciones su misión era pacificar el país y convocar a nuevas elecciones. Sin embargo Añez ha aprobado un decreto que exime de responsabilidad penal a las fuerzas de seguridad en el desarrollo de sus funciones de pacificación, en otras palabras, ha dado luz verde a los militares para reprimir al pueblo violentamente.
En menos de un mes ya era responsable de la muerte de alrededor de 30 personas.
¿Qué pretenden hacer en Bolivia?
Las medidas del gobierno de la autoproclamada Añez nos dan todas las pistas necesarias para responder esta interrogante. El principal objetivo según la derecha golpista es “pacificar y democratizar el país”, bajo ese pretexto lo que están haciendo realmente es
un continuo y acelerado desmontaje del proceso de cambio.
Este mal llamado gobierno de transición, tiene rasgos dictatoriales y una tendencia fascista, baste analizar la llegada de Jeanine Añez al gobierno, que ocurre sin aprobación de la Asamblea Legislativa Plurinacional, a la que le sabotearon la posibilidad de reunirse, seguros de que por la vía legal hubiera sido casi imposible su nombramiento si tenemos en cuenta que el MAS-IPSP tiene dos tercios en ambas cámaras.
Hasta el acto de posesión tuvo una elevada carga simbólica, la banda presidencial le fue colocada a Jeanine Añez por uno de los militares golpistas y todos los asistentes dentro de Palacio eran blancos, tal y como ella expresara: ”al fin Dios regresó al Palacio”. Entonces “en el nombre de Dios” la primera medida adoptada fue sacar a los militares a las calles para “acabar con el vandalismo de los masistas”, criminalizando la protesta de los simpatizantes de Evo Morales.
Los mismos policías y militares que consintieron los destrozos y la violencia de la derecha días antes, ahora reprimen con armas el legítimo reclamo de los ciudadanos, en su mayoría indígenas, originarios, campesinos y como si fuera poco lo hacen protegidos por el decreto 4078, firmado por Añez que exime a las fuerzas de seguridad de responsabilidad penal.
Supuestamente las funciones de este gobierno de transición, debían limitarse a lograr la paz en el país, un acuerdo entre las fuerzas políticas, la convocatoria de nuevas elecciones y para ello la selección de nuevas autoridades electorales.
Sin embargo, se ha excedido peligrosamente en sus funciones. Un ejemplo de ello, fue el nombramiento de un nuevo y controvertido gabinete. No debe asombrarnos que entre los nuevos ministros no encontremos ningún indígena y mucho menos un militante del MAS-IPSP pero si muchos oscuros personajes.
En este caso se encuentra Arturo Murillo, ministro de Gobierno quien abiertamente declaró que harían una cacería de autoridades del gobierno anterior culpándoles de provocar el caos en las calles. Por su parte la recién nombrada Canciller Karen Longaric, inmediatamente cesó en sus funciones al 80% de los embajadores bolivianos, rompió relaciones con Venezuela y se desmarcó del ALBA-TCP, al mismo tiempo que anunció que se valora la posibilidad de alejarse de UNASUR.
La ministra de Comunicaciones Roxana Lizarraga, amenazó a los periodistas tanto nacionales como internacionales con ser procesados ante la ley por el contenido de sus informaciones, limitando así con estas presiones que se divulgue la verdadera situación que vive el país.
Desde el punto de vista económico, las empresas estatales estratégicas ya están siendo cuestionadas y de seguro serán sometidas a auditorias que las declaren deficitarias para allanar el camino a la privatización.
El gobierno de Jeanine Añez está preparando el terreno para el retorno de las élites políticas que en el pasado sumieron al país en la pobreza.
Conclusiones
El Golpe de Estado en Bolivia ha dejado claro
la disputa entre dos proyectos de país: el popular indígena originario campesino y el neoliberal. Los métodos utilizados para usurpar el poder al legítimo gobierno de Evo Morales Ayma han sido disímiles. Se ha sostenido una persecución política a los miembros del MAS-IPSP, con especial ensañamiento en sus principales líderes, que quieren someter a procesos judiciales, con el objetivo de descabezar la organización.
Han sembrado
el terror en la población satanizando las obras del proceso de cambio, criminalizando la protesta. De igual forma ahora se encuentran enfrascados en un proceso de investigación de objetivos económicos que sin lugar a dudas van camino a la privatización. En pocas palabras, se viven tiempos de dictadura en el Estado Plurinacional de Bolivia, se le ha dado un duro golpe al Abya Yala.
Sin embargo, aún no se puede decir la última palabra sobre este proceso. El MAS-IPSP tiene ante sí el gigante desafío de aunar fuerzas y reinventarse para enfrentar a la derecha que seguramente enferma de ambición volverá a dividirse.
Son tiempos de apelar al acumulado de los aciertos del gobierno de los más humildes y evitar que el país pierda los logros obtenidos durante 14 años de gobierno.
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