Globalización: Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura


Octubre de 2019

Sobre el Neoindianismo - Diferencias fundamentales entre indianismo antiguo y el (neo) indianismo
Pablo Velásquez Mamani


Antecedentes y variantes del indianismo katarismo



El 25 de agosto de 2019 fallece uno de los forjadores del katarismo, Genaro Flores, junto a él van dejando esta vida muchos representantes del indianismo y del katarismo históricos, como:

Luciano Tapia, Marco Marín, Samuel Coronel.



Esto asunto de existencia ha puesto en cuestión si el indianismo y el katarismo han logrado renovarse en ideas y personajes. El presente artículo tiene por objeto responder a esta duda.



Si bien es cierto que el indianismo y el katarismo lograron ser reconocidos en algunos círculos intelectuales y sociales, todavía no se logra comprender su intención a largo plazo y, por lo general, se desemboca en interpretaciones antojadizas. Por lo mismo, se confunde entre indianismo antiguo y el (neo) indianismo. Es decir, existe una nueva generación de indianistas-kataristas, tanto en personajes como en ideas.



Aquí por falta de espacio, no nos vamos a ocupar de su proceso histórico formativo, sino de las ideas centrales que plantean.



La nueva generación del indianismo-katarismo, no sólo que se ha diferenciado de su antigua versión sin negarla, sino que la ha criticado y ha propuesto otros horizontes ideológicos.
Estos son el indianismo-katarismo y el nacionalismo Aymara, denominados aquí como el (neo)indianismo.



De las 3 vertientes, el nacionalismo Aymara es la novísima política.



Sin embargo, también existen otras dos variedades de discurso en el indianismo contemporáneo pero que no proponen nada nuevo, aunque sus defensores sean de una nueva generación. Allí se pueden identificar tres grupos. Cabe mencionarlas para un análisis histórico posterior.



Los primeros, han seguido la línea del conservadurismo indianista y una interpretación arcaizante. Optan por la repetición llana de las “sagradas palabras” de los verdaderos indianistas” antiguos.



Los segundos, asumieron las características del indio “popular” y “negativo” como potencial. “Sucio”, “ignorante”, “carente de modales”, etc.: “lo áspero”, se convierte en su nicho exclusivo. Así como el prejuicio sobre el indio, ahora sus características también pasan a ser positivas.



Los terceros, son aquellos que viven del discurso indianista, pero lo niegan. Todos sus discursos se emiten a partir del indianismo en diferentes espacios. Se habla de una corriente que se detesta porque se tiene algún rédito económico o social. Resulta irónico, escuchar exposiciones sobre el indianismo y su historia de sus detractores.



Diferencias fundamentales



Se puede establecer una lista grande de estas diferencias entre el indianismo clásico y el neo-indianismo. Tan solo una diferencia podría desarrollarse y discutirse ampliamente. Aquí haremos un breve resumen, sin lograr agotar el tema.



Contexto y referencia



El primer grupo de diferencias se refiere al contexto de emisión de discurso.



El indianismo clásico (quizá sobre todo el katarismo) se emite desde el mundo rural y con una perspectiva local: el indio-campesino. En cambio, el neo-indianismo pretende una perspectiva global y cosmopolita y desde el mundo urbano: el “aymara moderno”.



Por otro lado, los indianistas antiguos remiten su motivo político a la experiencia local. Es casi norma oír testimonios personales sobre el sufrimiento de la colonización y el racismo. El neo-indianismo busca su explicación no únicamente en la experiencia, sino en causas estructurales. Explicación que proviene de su educación formal y global. Por tanto, el primer círculo social, es la universidad y la academia, ya no la calle o el mercado. Ya no se trata de la disputa de la calle, sino la intelectual.



Visión y objetivo



Convencionalmente el viejo indianismo evoca la liberación como propósito político, mas sin comprender y otorgarle su significado. El neo-indianismo sigue la liberación en sentido amplio (significado). Esto repercute en la aspiración perseguida.



El primer indianismo tiene una visión popular, el pueblo, las masas, las mayorías. Aunque no se las desprecie, el nuevo indianismo prefiere una visión elitista, selectiva, aristocrática.

La interpretación del problema estructural antiguamente solía centrarse en la raza: colonialismo externo, colonialismo interno y raza y clase. Sin romper con estos preceptos, el marco interpretativo de neo-indianismo se orienta por la “raza-nación” complejizándola con nuevos elementos, el precariado, la economía informal, la burguesía aymara emergente y la clase media aymara.



Otro asunto importante es la consideración del poder. La versión longeva tenía por misión llegar al poder por las armas o por vía democrática. Los nuevos indianistas además persiguen la disputa, ejercicio y reproducción del poder.



Geo-política



El objetivo político de los precursores del indianismo se hizo a partir de la teoría de las Dos Bolivias, y aunque la teoría siga vigente, los propósitos se dividían en dos. Aquellos que pretendían la destrucción de Bolivia y un secesionismo local; y los que buscaban la unidad de las dos bolivias en una sola.



En cambio, el neo indianismo, en consonancia con el katarismo liberal, pretende la “apropiación e imposición” en Bolivia para la construcción del Estado Aymara. Ergo, resolver el gran problema estructural político-social-económico del ser nacional.



En tanto, al contenido de la nación y el Estado, anteriormente sólo se buscaba la reproducción de elementos culturales. El neo-indianismo busca y apoya la creación de producción cultural nacional nueva. La mirada está en el “presente y futuro”, sin negar la interpretación “pasado-presente”.



Sujeto político



Antes, el indianismo tenía como sujeto teórico y concreto al indio. En cambio ahora, el neo-indianismo se refiere al Aymara. Primacía del Estado Aymara, no tanto, la generalidad ideal Tawantinsuyu o Abya Yala.



Este nuevo sujeto no busca el reconocimiento, la reivindicación, sino la “disputa” del poder por el Aymara. Este poder se está construyendo desde dos orígenes: los qamiris e intelectuales.



Aunque por ahora, estos dos grupos nos están unidos, el nacionalismo Aymara buscan su unidad para formar el Estado Aymara.



Otra característica diferenciadora es el ámbito de disputa del poder. Otrora se veía como única alternativa, dentro de la democracia, la formación de un partido político. Ahora el nuevo indianista quiere un movimiento en sentido amplio. El espacio de lucha es multilateral: intelectual, moral, político, estético, económico, etc.



En este pequeño resumen, todos los conceptos y nuevas propuestas son complejas, sin embargo, responden a la pregunta planteada al inicio.



Sí existe un neo-indianismo, diferente del indianismo inicial; y lo más importante, éste interpreta y gestiona un necesario “renacimiento e ilustra-ción” Aymara.



* Pablo Velásquez Mamani estudió Filosofía y es parte del MINKA–NA.



PUKARA Cultura sociedad y política de los pueblos originarios. Periódico Mensual Octubre 2019 Qollasuyu Bolivia Año 12 Número 158. P. 8.


http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-158.pdf



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