Agosto de 2019
A cuentagotas nos caen encima las consecuencias nefastas de la carta firmada con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y nos seguirán cayendo hasta que se cumplan todas las imposiciones firmadas. Cada 3 meses el FMI revisa si se ha cumplido lo acordado en el calendario preestablecido: eso es la condición para que desembolse el dinero acordado hasta llegar a los 11’000 millones del préstamos solicitado.
La mayor consecuencia negativa es el desaceleramiento de la economía que no llegará este año al 1% de crecimiento anual y puede ser que más adelante sea negativo, o sea, dicho de otra manera, entramos en recesión. Eso pasa en todos los países donde ha intervenido el FMI. El caso actual más desastroso es el de Argentina, como también lo fue el de Grecia en Europa. Mientras países como Islandia, Portugal e Indonesia que se negaron a firmar cartas de intención con el FMI salen adelante con una economía en crecimiento. Hay que saber que el FMI es la mayor institución internacional al servicio del neoliberalismo que, en palabra del papa Juan Pablo 2, “hace a los ricos más ricos a costa de pobres más pobres”.
Eso es lo que está pasando en nuestro país: aumento de la pobreza, del desempleo, de los despidos masivos, de la canasta básicas, de los servicios de luz, agua y teléfono, de la gasolina… ¿Por qué el FMI no nos ayuda a repatriar los 36’000 millones que tienen principalmente los empresarios en los paraísos fiscales, donde estaría involucrado el mismo presidente?
He aquí los 13 puntos más relevantes de la carta del FMI tal como los resumió el historiador ecuatoriano, Juan J. Paz y Miño Cepeda, coordinador del Taller de Historia Económica:
1. La “transición histórica para modernizar la economía”.
2. Propósitos altruistas que “requerirán de un esfuerzo de la ciudadanía” y favorecerán “un crecimiento liderado por el sector privado”.
3. Aplausos por los avances logrados por el Consejo Transitorio de Participación Ciudadana.
4. La deuda externa por debajo de 40% del presupuesto.
5. Reducción del déficit en el sector público quitando los subsidios a los combustibles, despidiendo a trabajadores públicos, fusionando ministerios…
6. La reforma del sistema tributario permitiendo la libre circulación nacional e internacional de dinero, la ampliación de la base impositiva.
7. Las privatizaciones “otorgadas a socios privados”.
8. La reforma del Banco Central con un “directorio independiente”.
9. Una “reforma laboral urgente” que revise los derechos de los trabajadores.
10. Una mayor restricción a créditos.
11. La promoción del emprendimiento mediante una ley de Fomento Productivo. 12. La atención a los más vulnerables en asociación con empresas y bancos privados.
13. El libre mercado, en particular mediante la unión con la Alianza del Pacífico que lidera Estados Unidos.
El mismo historiador destaca las conclusiones a las que se llega:
1. El mercado y la empresa privada son los ejes del desarrollo, lo que contradice principios económicos y sociales de la Constitución.
2. Se subordina el papel del Estado frente a los dictados de las empresas privadas que serán las mayores beneficiadas.
3. Decrecerá la economía y crecerá el desempleo.
Conclusión: Volvemos a la década del ’90 que terminó con el feriado bancario y la dolarización que echaron fuera del país a 3 millones de ecuatorianos. Bien se dijo: “Lo peor está por venir”.
Estamos en una lucha parecida a la del perro con el tigre. Pero no por eso hay que dejar de luchar. He aquí varios caminos que están marcha: un mayor conocimiento de lo que está pasando, la conciencia de que no se trata de crisis sino del resultado de un plan neoliberal, unas nuevas organizaciones que se basan en la ciudadanía porque hemos sido traicionados: ¡nos gobiernan los que rechazamos en las urnas! Se están promoviendo reclamos organizados por los atropellos a nuestros derechos; están también la resistencia combativa mediante acciones colectivas no violentas, el regreso a una alimentación sana y a la medicina natural, la promoción de nuevos liderazgos que fomenten una economía solidaria, el compartir de decisiones que nos gobiernan y la creatividad frente a las necesidades del momento. Volvamos a la comparación del tigre, imagen del FMI: Es cierto que el tigre se va a comer el perro que lo persigue, pero los perros organizados hacen retroceder al mismo tigre. Si nos pasan tantas desgracias es porque nos falta conciencia, organización, decisión y fe. Sí, fe, porque el profeta Daniel predice que el pueblo de los pobres terminará derrumbado a todos los imperios. Confirmemos este camino: así adelantaremos la derrota de los tigres que nos dominan.