Julio de 2019
Dedicado a mi hija Natalia, actualmente alta ejecutiva de una importante institución francesa.
El cronista peruano español Inca Garcilaso de la Vega en su libro Comentarios Reales inició la creencia de que el quechua era el idioma original del Cusco y de los Incas. Posteriormente, desde los años 60 del siglo pasado, el lingüista e historiador peruano Raúl Porras Barrenechea manifestó que era muy frágil la tesis del “quechuismo primitivo” en la región del Cusco y postuló más bien la tesis del “aimarismo histórico y lingüístico” dominante en toda la región de los Andes centro-sureño, incluyendo a la región del Cusco.
El aimara llegó al Cusco desde mucho antes del surgimiento de los reyes Incas proveniente de la región donde dominó anteriormente el imperio Wari durante los siglos VIII al X de nuestra era. Cuando surgieron los Incas en el pequeño curacazgo del Cusco, el idioma dominante en la región era el aimara. El idioma oficial de los primeros 10 Incas –sobre 12- era el aimara. El Tahuantinsuyu, es decir, el gran imperio creado por los Incas, tenía como idioma oficial el aimara.
Rodolfo Cerrón-Palomino, otro gran lingüista peruano, prosiguió con el estudio de la historia y de la extensión de los idiomas aimara, el quechua y el puquina, este último el idioma originario de Tiwanacu que las familias Incas lo hablaban y lo conservaban como su “lengua particular”. Cerrón-Palomino, en base a las técnicas modernas de la lingüística tales como la “onomástica” y la “toponimia”, así como en base al estudio pormenorizado de los cronistas españoles, logró establecer los grandes hitos de la historia y de la extensión de los idiomas mencionados en toda la región del Tahuantinsuyo, es decir, en partes de lo que es el Perú actualmente, en el Ecuador, en partes de Bolivia, de Chile y de Argentina.
¿Y cómo y por qué se produjo la mudanza del aimara al quechua? Esta historia comenzó con el reinado del gran Inca Pachacutec, 9º Inca, el año 1438. Cuando los Chancas fueron derrotados al tratar de conquistar el Cusco, Pachacutec apareció no sólo como el vencedor de estos invasores sino también, de manera inesperada, como el nuevo señor de las inmensas tierras y poblaciones gobernadas antes por los reyes chancas. Esta situación inesperada significó para Pachacutec enfrentarse a una nueva situación no solo territorial, social y económica, sino también lingüística. En el inmenso territorio gobernado por los señores chanca se hablaba sobre todo el quechua.
Desde entonces los señores del Cusco debieron comenzar a aprender a hablar el quechua. La antigua región chanca se convirtió en una parte del nuevo Tahuantinsuyu y una parte de ella adoptó el nombre de Chinchaysuyo. A los pocos años, Pachacutec comenzó a gobernar ese enorme territorio, pero también a efectuar traslados de grandes grupos de población a diferentes lugares del llamado en adelante “imperio·”. De este modo, unos años después y durante los 33 años de su reinado, la población de habla quechua del Chinchaysuyo comenzó a ser desplazada como “mitimae o “mitmaquna” a colonizar nuevas tierras en diversos lugares, tales como el valle de Cochabamba y otros.
El hijo de Pachacutec, el Inca Tupac Yupanqui, el rey “conquistador”, -1441, 1493- aceleró el traslado de poblaciones del Chinchaysuyo a otros lugares más alejados tanto en el norte del imperio, el Ecuador, como en el sur, a Oruro, Sucre y Potosí en Bolivia y al norte de Argentina y de Chile.
En las condiciones de la gran extensión del idioma quechua y del asentamiento de poblaciones quechuas en grandes porciones del territorio imperial, el nuevo Inca, Huayna Capac (1493-1525) decidió denominar al quechua como la lengua oficial del imperio. El idioma quechua se convirtió, por consiguiente, en el idioma oficial del imperio hasta la llegada de los europeos. La variedad del quechua original que hablaban los Incas desde entonces proviene del Chinchaysuyo.
Mientras la extensión del aimara retrocedió en la región del Cusco desde el tiempo de los últimos Incas, se extendió a otros lugares tales como al altiplano boliviano desde el siglo XII sobre todo desde el colapso del imperio Tiwanacu.
En el imperio Tiwanacu el idioma dominante era el puquina, su idioma oficial, y su sede o capital era la ciudad de Tiwanacu, en el altiplano de La Paz. El imperio Tiwanacu tuvo una gran extensión territorial que abarcaba la parte occidental de Bolivia, el sur del Perú y el norte de Argentina y de Chile. Tiwanacu como pequeño Estado organizado existió desde el siglo Iº (a.C).1 Como Estado ya desarrollado y como Imperio existió desde el siglo IV hasta el final del siglo XIº.2
Según Cerrón-Palomino la nobleza derrotada de Tiwanacu huyó de su sede y posteriormente se estableció en el Cusco, donde el idioma dominante era el aimara. Los primeros incas Manco Capac y Mama Ocllo (nombres de origen puquina), y los demás incas y sus familias hablaban el idioma puquina entre ellos. A este idioma se lo llamó el idioma “secreto” o “particular” de los Incas. Al cabo de algunos años de presencia en el Cusco la nueva elite cusqueña aprendió a hablar el aimara pero no olvidó su idioma original, el puquina. Algunos estudiosos pensaban que el idioma llamado “particular” de los incas era el aimara, pero esto no tendría sentido puesto que no sería un idioma “particular” o “secreto” ya que todos lo hablaban.
Cerrón-Palomino estudió las características de este idioma, actualmente desaparecido, así como su importancia lingüística y su expansión territorial. El estudio se basó, como se mencionó, en el análisis minucioso de los cronistas, en la “toponimia” (significa en los nombres de los lugares, de las montañas, de los ríos...) y en la onomástica (nombres de los curacas, de los jefes de ayllus, y de diferentes autoridades). Actualmente se conocen solamente alrededor de 300 palabras del idioma puquina.
Algunos ejemplos de nombres puquina son Titicaca (el lago), Inti (sol), Antis (los Andes, por donde sale el sol), Achacachi (cerco grande), Jancapata (nombre de la plaza del Cusco), Vilcanota (cordillera en Bolivia); nombres de autoridades como Manco, Capac, (nombres de nobles Incas), Wiracocha (nombre del dios creador). Asimismo, son palabras de origen puquina aquellas que contienen el sonido paya, baya, laque, raque, mora, cachi, etc. Es sorprendente saber que el nombre de Andes” proviene del puquina. Los tiwanacus llamaban “antis” a las poblaciones que habitaban detrás de la gigante cordillera que dividía las regiones altas de las regiones bajas y tropicales.
Es también sorprendente que nuestros “grandes intelectuales” e historiadores, sobre todo de las universidades autónomas como la Universidad Mayor Autónoma de San Andrés (UMSA) en particular, muchos de ellos beneficiarios de grandes premios por su larga trayectoria intelectual, ignoren totalmente estos importantes temas de la historia de Bolivia.
El gran arqueólogo boliviano, Carlos Ponce Sanginés, actualmente ignorado e incluso denostado por las universidades autónomas, llegó, sin embargo a determinar en los años ochenta y noventa del siglo pasado, muchos aspectos del idioma de Tiwanacu. El estableció, por ejemplo, que el lago Titicaca se llamaba “Lago Poquina”, y la Isla del Sol “Isla Titicaca”.
1 Carlos Ponce Sanginés, Los Jefes de Estado de Tiwanacu, Ed. Cima, 2007, La Paz.
2 Id.
PUKARA Cultura sociedad y política de los pueblos originarios. Periódico Mensual Julio 2019 Qollasuyu Bolivia Año 12 Número 155. Pp. 6-7.