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AS POLÍTICAS DE INNOVACIÓNWerner Bonefeld
Este tema se ve algo "extraño" y hasta bizarro. ¿Qué se puede entender por 'innovación', y bajo qué suerte de condiciones puede pensarse de algo como 'innovador' en política? ¿Qué tiene que ver la política con la 'innovación', y al contrario, la 'innovación ' con la política?
Desde mediados de los 70s, desde hace 25 años, nuevas y siempre nuevas agendas de investigación han ido organizando términos como la sociedad de riesgo, el posmodernismo, el capitalismo desorganizado, el posindustrialismo, el Post-Fordismo y la globalización. Las Ciencias Sociales han demostrado tener una capacidad innovativa que corta el aliento. Los proponentes de estos nuevos conceptos y agendas de investigación sostienen que éstas se requieren para proporcionar una comprensión adecuada de los cambios contemporáneos. Pero además, habría que descubrir que al mismo tiempo que la "nueva izquierda" parecía estar desesperada por abandonar su herencia marxista, el mundo capitalista re-descunría sus raíces liberales. Digo que 'redescubría' no porque esas raíces hubieran sido abandonadas, sino porque especialmente entre los años 1950s y 1960s, el liberalismo se había presentado como Keynesianismo. El Keynesianismo no venía a ser una teoría y una práctica que se propusiera como "tercer camino" entre el laissez-faire y el socialismo. La importancia del Keynesianismo fue su planteamiento ideológico de un capitalismo reformado y domado que ofrecía salvación en nombre de la democracia y de la ciudadanía. El re-descubrimiento del liberalismo durante los 70s no fué un re-descubrimiento como tal, sino que entrañó un regreso a principios básicos sin la cobertura ideológica ofrecida por el Keynesianismo. En conclusión, mientras la nueva izquierda trataba de dejar atrás sus raíces marxistas, el mundo capitalista sin ninguna vergüenza y sin causar sorpresas, retornaba a sus raíces, celebrando los aciertos de Adam Smith y proclamando que su teoría sobre la mano invisible proporcionaba una solución a la crisis capitalista.
En otras palabras, mientras la derecha política se proyecta hacia atrás para encontrar su salvación en el futuro, la nueva izquierda abandonó el principio crítico de Smith . abandonó a Marx y reemplazó la crítica de Smith por términos y perspectivas teóricas que parecían indicar que el capitalismo ya no era el capitalismo.
El mundo de la nueva izquierda aparece como el mundo post-industrial, como el mundo post-moderno, como el mundo post.clases; en otras palabras, como un mundo que está más allá de los confines de la economía política. Algunos podrían responder que este punto de vista pudiera justificarse en términos de post-industrialismo,etc. , y que recientes teorías de la globalización y del post-Fordismo plantean cuestiones que pertenecen firmemente a la tradición de la economía política, incluyendo la crítica de la economía política del propio Marx. Estas respuestas, en apariencia bien fundadas, sin embargo son engañosas. En este artículo se sostendrá que las recientes teorías de la globalización y del post Fordismo están firmemente embebidas en la agenda y proyecto del neoliberalismo, y que además están muy bien amarradas en torno a principios neo-liberales. Por supuesto, a la nueva izquierda no le agrada la desembozada operación de las fuerzas del mercado propuesta por el neo-liberalismo. Pero que a uno le guste o no algo, no es más que una cuestión estética.
Entonces, el argumento es que aún las propuestas del tipo de las de la economía política, que lanza la nueva izquierda, están teñidas por el abandono de la 'política', esto es, fundamentalmente, por el abandono de la noción de 'totalidad', una noción tan crucial no solamente para Marx sino también para Adam Smith. Mientras la derecha política siempre se ha sentido feliz en ridiculizar al marxismo por su pensamiento totalizador, ella de hecho nunca olvidó de 'totalizar': el mercado es todo y está en todo, y la totalidad y todo se deriva del mercado en si. En los hechos, el liberalismo ha tenido siempre una gran confianza en el poder del mercado, una confianza tan grande que abandonó el estudio de los constituyentes sociales del mercado, al proclamar que éste era gobernado por una mano invisible. La confianza en lo invisible como un poder efectivo, eficiente y justo, y de alguna suerte todopoderoso, ha permanecido intangible desde el principio de las relaciones sociales capitalistas. Marx, y toda una tradición basada en sus escritos, propuso una crítica a los principios invisibles.
Esta crítica, como sostendré, ha sido abandonada por las teorías de la globalización. De esta manera, las investigaciones del tipo de la economía política que ha realizado la nueva izquierda, han llegado a ser parte y parcela de la adoración neo.liberal de los principios invisibles. Aunque a la nueva izquierda no le 'guste' la mano golpeadora del invisible, se ve forzada a aceptarla ya que la aceptación del 'mercado' entraña que la astucia de la razón es conductora, nada menos que de los propios proyectos de lo invisible.
Daré una leve reseña del desarrollo de la 'izquierda' desde los 60s. Sigue de allí una introducción a las concepciones teóricas contemporáneas sobre la 'innovación'. La conclusión resume todo eso y termina reafirmando el significado de Las Políticas de Innovación.
Una pequeña guía de la izquierda post-1960
Durante los 60s, el marxismo pareció rejuvenecerse. A mediados de los 70s aparecieron resquebrajaduras cuando antiguos seguidores de los estudios marxistas demostraron ser seguidores de modas. En los 60s el marxismo estaba en onda, era fácil ser marxista, pero a mediados de los 70s ya no fue así. Aparecieron nuevos 'ismos', tales como el post-industrialismo, los primeros brotes del posmodernismo, y estudios dedicados a abordar la crisis del estado de bienestar. Estos ya no reclamaban para sí el mismo rigor del análisis marxista.
La crisis de la reproducción capitalista, al mostrarse, por ejemplo, como la crisis del estado y de la visión social.demócrata, parecía demandar una aproximación más 'realista' que tomaba la forma de un estudio académico valorativamente neutro (como en el caso de Offe y de otros de los llamados teóricos críticos de la segunda generación ). Otros se dedicaban a las 'nuevas formas' de lucha enfatizando lo 'marginal' como esencial al ir más allá del capitalismo sin siquiera haber tocado las relaciones de explotación. Este estudio, llamado post industrialismo o post-materialismo, enfatizó la ecología y los estilos de vida como el centro de la preocupación política. Se proclamó el adiós a la clase obrera y al Marxismo-- que si continuó se mostró como estructuralismo-- una forma de pensamiento donde toda la práctica social se redujo a ser una agencia cuya existencia viva se dice que es ser capaz de reproducir las estructuras capitalistas de dominación( !). Así, el importante estudio de Aglietta sobre la acumulación que da lugar al crecimiento de la industria asociada con la Regulation School (1) y su noción de transición del Fordismo al post-Fordismo, se interesó solamente en los mecanismos requeridos para asegurar la reproducción capitalista. El estudio fue publicado originalmente en francés en 1974. La fecha es importante. La mayoría de los comentaristas están de acuerdo en que la quiebra del sistema de Breton Woods entre 1971 y 1973 tuvo profundas consecuencias para la estabilidad política, y que la crisis del petróleo de 1974 aceleró y enfatizó la ya existente profunda crisis de sobreacumulación capitalista a escala mundial. La fecha del estudio de Aglietta es pues significativa.
En pocas palabras, en tanto los post-industrialistas y los post-materialistas daban su despedida a la clase obrera, trabajos inspirados en el marxismo sobre la economía política, tales como el de Aglietta, enfatizaban los requerimientos que debían observarse para regular la acumulación de cuerpos humanos en nombre de la autoexpansión capitalista.
Aquellos para quienes la renovación de la crítica marxista en los 60s había sido sólo un ejercicio de acuerdo con la moda, experimentaron los 70s como una década particularmente pesada. Los veranos calientes del 77 en Italia y Alemania, mostraron el peligro envuelto en un proyecto marxista continuo iluminado e iluminador.
Algunos sufrieron la pérdida de empleos públicos, y hasta prisión, mientras otros se vieron obligados a firmar declaraciones expresando su lealtad a los principios básicos de la sociedad y del estado. La cacería de brujas contra los intelectuales y estudiosos de la izquierda tuvo un profundo efecto sobre el clima intelectual y precipitó un 'cambio de valores', que condujo a una mayor dominancia de las ideas e interpretaciones liberales.
La llegada al poder de partidos neo-conservadores, y el vuelco monetarista de los partidos socialistas en el gobierno, agudizó la creencia de que era mejor reemplazar la crítica marxista rigurosa por una estrategia elusiva: se trataba de eludir las consecuencias ciertas de las políticas neo-liberales. Más aún, la maduración, especialmente en Alemania, del movimiento Verde en un exitoso partido Verde, renovó el conflicto en torno a las luchas extra-institucionales e institucionales. Cuando los Verdes fueron exitosamente institucionalizados, los antiguos 'radicales' vinieron a transformarse en parlamentarios renacidos , dotados de responsabilidad frente a la democracia parlamentaria. Habermas, que sólo una década atrás se había cubierto de lodo por sus denuncias a la izquierda estudiantil, a la que llamó 'fascismo de izquierda', podía ahora abogar por una política de patriotismo constitucional sin riesgo de oposición.
También los partidos Eurocomunistas llegaron a sumergirse, o más bien a reafirmar su integración en el sistema político. Sea a través de gobiernos de coalición (como en Francia) o en términos de una política de compromiso histórico (como en Italia; aunque nunca formalizada después del asesinato de Aldo Moro). El Zeitgeist de los 80s fue fundamentalmente diferente al de los 60s. Y ya, hacia fines de los 70s, Althusser proclamaba que el Marxismo estaba en crisis. Para él, esta crisis era, por supuesto, una crisis del marxismo estructuralista. Aunque uno no debería preocuparse por esta crisis, era indicativa, sin embargo,de un profundo cambio en el clima intelectual de la izquierda. Poulantzas se suicidó, y el propio Althusser 'optó' por la muerte mental; literalmente, se volvió loco.
Contra este telón de fondo, la nuevas políticas del post-modernismo, el post industrialismo y el post.materialismo, asi como la versión liberal del feminismo, ganaron paulatinamente mayor credibilidad como áreas de investigación académica. La crítica totalizante del marxismo, su énfasis en la mercancía como un fetichismo y su crítica de las categorías económicas, se volvieron contra él. La totalidad fue criticada como llevando hacia el totalitarismo, la critica del fetichismo llegó a ser criticada como apoyando la productividad por la productividad; la crítica de las categorías económicas fue criticada como economicismo marxista. Y lo más chocante de todo, la crítica de Marx a la teoría del valor trabajo de Ricardo, fue acusada de apoyar un punto de vista productivista en donde solamente el trabajo industrial masculino tendría valor social (!) . Por supuesto, Marx apoyaba este punto de vista. Y porque las relaciones sociales capitalistas constituyen las prácticas humanas precisamente de esta manera productivista. Sin embargo, este apoyo no implica aceptación. Ya que la reducción del 'trabajo' a ser sólo un factor de la producción capitalista, fue criticada por Marx in toto. Aun una mirada superficial a sus escritos dejan esto claro.
Sin embargo, su crítica de la economía política se volvió contra Marx, y el argumento que se siguió fue que Marx no fue un crítico de la economía política, sino que más bien ofreció un diferente tipo de economía, una economía que proyecta la constitución de una república de obreros, una república del trabajo. A la luz de los escritos de Marx, esta vulgarización confunde la reducción bajo el capitalismo, del trabajo a máquinas humanas, con la crítica de Marx a la perversión del trabajo bajo el capitalismo. De este modo, la 'nueva izquierda' de la post -cualquier cosa se traba en una denuncia del marxismo, algo que antes hacían los enemigos del marxismo: la burguesía y las clases 'intelectuales' charlatanas. La 'nueva izquierda' se proclama ahora a favor de la emancipación de las 'minorías', incluso de los animales y de las plantas. Las políticas de identidad y su foco en 'los estilos de vida', tan enfatizados en los 90s, tienen sus raíces en los 70s. Su legado es el de suscribir nociones individualistas de auto.determinación y de autonomía del ser, una demanda que cuadra bien con las ideas de la derecha neo-liberal. Por supuesto, que debe apoyarse que los individuos se autodeterminen. Sin embargo, en una sociedad en donde se expande 'la riqueza' imponiendo la pobreza sobre los que carecen de propiedad, la autodeterminación del individuo puede avanzar sólo en base a la competitividad individual.
En su conjunto, la nueva izquierda marxista posterior a los 60s, se proclamaba a favor del socialismo sin comprometerse con ningún esbozo que indicara a qué se parecería una sociedad como ésa. Su mayor preocupación era criticar dando nueva vida a la crítica a la economía política de de Marx. Los bosquejos del futuro eran pocos y muy divergentes entre ellos. Sin embargo, el apoyo al socialismo no era codeterminus con el apoyo al "socialismo realmente existente" del bloque del Este. La nueva izquierda marxista post 1960 fue, si fue algo, un crítico más riguroso del socialismo existente que los críticos conservadores. Su fuente de inspiración era R.Luxemburgo, no Lenin.
Sin embargo, la caída del Muro de Berlín en 1989, fue considerada por muchos como que ya no había más alternativas que el capitalismo. Se asume asi, que la izquierda post-1969s viniera a ver al socialismo realmente existente en el Este como su utopía . Uno no se sorprendería que en adelante, el fin de la historia y el fin del socialismo fueran proclamados por proponentes del capitalismo. Estas proclamas son, por decirlo, su profesión y su negocio, y uno se sorprendería si ellos no estuvieran llamando por el fin de la historia.
Sin embargo, la proclama de la muerte del socialismo, y la suscripción del espectro del capitalismo, han sido en conjunto más vigorosamente alegados por aquéllos que se decían pertenecer a la izquierda. Offe, para mencionar a un autor, siente que su posición de los 70s ha sido reivindicada: no hay alternativas a la democracia liberal y no hay alternativas frente al sistema de producción centrado en el mercado. (2) Hirsch llama a poner fin a la 'crítica negativa' porque ha quedado sobrepasada, por el momento al menos, y los tiempos dificiles demandan, como él los ve, propuestas políticas positivas tales como la renovación de los valores liberal-democráticos frente al capitalismo globalizado. (3)
Dicho en pocas palabras, el colapso del socialismo real fue visto como codeterminus con el fin del socialismo, como si la izquierda socialista post los 1960s fuera una izquierda socialista realmente existente, y como que esta izquierda estuviera implicando una asociación. El colapso del socialismo real no fue visto como una oportunidad para liberar a Marx, sino más bien como un modo de sepultarlo, y no sólo a él sino junto a él, a toda la tradición anti-Leninista asociada con la crítica negativa. En suma, la caída del Muro de Berlin hizo posible formalizar lo que ya había ocurrido hacía tiempo, esto es el abandono de la crítica negativa por parte de la nueva 'izquierda'. La caída del Muro, entonces, permitió a la nueva 'izquierda' liberarse de Marx.
Riesgo y temas relacionados
De acuerdo a Beck, ya no vivimos en una sociedad de clases sino en una sociedad de riesgo.(4). El viejo antagonismo de clases entre el capital y el trabajo, basado en la acumulación y la explotación, se ve como habiendo creado algo así como un juego de suma positiva con eso de que al aumentar la riqueza de las naciones permite a todos obtener una tajada mayor del pastel. Esta situación, arguye Beck, ya no se alcanza a dar porque ahora vivimos en una sociedad post-clases. Así la sociedad del pastel creciente, es reemplazada por un juego de suma negativa que se caracterizaría por algo llamado "el auto-daño colectivo". Todos son así 'dañados', el riesgo amenaza a todos de la misma manera, y pareciera no haber escapatoria. De allí, la idea de Beck sobre la unidad entre el atacante y la víctima. Si algunos miembros de la sociedad tienen ventajas sobre otros, estas son sólo de grado: el problema más bien es el de encontrar la manera de reducir las desventajas, en vez de escaparle al daño. Algunos son capaces de reducir desventajas cargándoselas a otros, pero aún asi la congruencia entre el atacante y la víctima se sostiene. Así, en Beck, no existe ningún punto socio político de ventaja desde el cual se pudiera alcanzar un lugar privilegiado desde donde iniciar una suerte de 'terapia causal'. Esto, se arguye, sólo es posible en sociedades clasistas. Pero en nuestra sociedad, en nuestra sociedad de riesgo, nada se puede hacer: todos están dañados, y nadie, ningún grupo es capaz de efectuar una política que provea de una solución al 'riesgo'. El riesgo, entonces, está institucionalizado, es irresisteible y ha llegado para quedarse. De esto, Beck concluye que no existe ningún conocimiento teórico confiable con respecto a qué suerte de acción o de inacción pudiera arrojar una pesada carga de riesgo sobre alguien, ni para determinar en qué horizonte temporal el riesgo pudiera imponerse sobre el inocente o sobre el feo. El grado del riesgo no puede ser investigado. El único conocimiento que se tiene es que está ahí- Todas las conexiones quedan así 'homogenizadas, ya que todas han llegado a ser conexiones de 'angustia' !
La noción de que nuestra sociedad es una sociedad sin clases no es nueva, en realidad es tan vieja como el capitalismo, y que nuestra sociedad está en riesgo, que es una sociedad de riesgo, tampoco es nueva. Spengler hizio de eso el punto de partida para una diatriba desagradable. Pero también, otros intelectuales de la izquierda como Offe e Hirsch, a la vez que apoyan el punto de vista de Beck en relación al riesgo, no lo acompañan todo el camino. Para Offe, el socialismo como una fórmula estructural para un orden social plenamente emancipado es operacionalmente una fórmula vacía, y ha existido por algún tiempo. La caída de la muralla de Berlín ha reivindicado los valores democráticos y la izquierda, frente al riesgo y de las soluciones neoliberales a la crisis del estado de bienestar, se siente empujada a demandar garantías de mínimos sociales y económicos en vez de demandar los máximos: se le pide a la izquierda que establezca una estrategia elusiva a fin de asegurar salarios mínimos y derechos sociales básicos. Sin embargo, el criterio elusivo es difícil de determinar: otra vez, como en la tesis de la sociedad de riesgos de Beck, la teoría no provee un conocimiento respecto a qué acciones se requieren y en beneficio de quien se demandarán estas acciones. El criterio elusivo sólo puede definirse caso por caso, y aplicarse de acuerdo a las opciones evasivas por medio de procedimientos e instituciones apropiados.
Así, Offe arguye en contra de sus viejos 'padres teóricos': contra la tradición asociada con Adorno y Horkheimer, y sostiene que la izquierda no debe pretender lograr ciertos objetivos concretos finales; rechaza a Adorno y a la teoría crítica como irracional porque este tipo de teorización se ve que bloquea todo camino hacia una teoría sobre la moralidad racional, y renuncia al reclamo racional por la revolución, ya que es destructivo para la creación de una moralidad racional. La razón debe usarse para logros alcanzables y no para minar la democracia liberal. Teóricamente, Offe y Beck se han juntado para destruir cualquier noción de teoría como fuerza totalizante interesada en el modo de existencia de las relaciones esenciales, esto es de la relaciones entre los humanos, y de los humanos con la naturaleza. Por supuesto, Offe aparece menos decidido que Beck ya que al menos alega a favor de una racionalidad moral. Sin embargo, Offe alega su defensa sin ninguna investigación teórica con respecto a la constitución social e histórica de la 'racionalidad moral'. La construye de un modo apriorístico y la asume como una norma categórica. De este modo, Offe reintroduce la totalización por la puerta trasera al elevar la 'racionalidad moral' a la calidad de obligación normativa universalmente aplicable. Es como si formas tan hermosas como la igualdad, la libertad, la fraternidad, los derechos ciudadanos, etc., existieran fuera de un contexto social, esto es como normas de explotación y de dominio.
La contribución de Hirsch al abandono de la crítica negativa por la 'nueva' izquierda, se basa en la noción de que la sociedad capitalista existe en y por medio de una pluralidad de antagonismos, como el racismo, el sexismo, el conflicto salarial, las luchas ecológicas,etc. Estas luchas individualizan a las socieddaes y las hacen menos capaces para resistir las fuerzas de la globalización. También arguye que en el presente no hay alternativas frente al capitalismo, y que la izquierda debe aceptar esto a fin de evitar las consecuencias de las políticas neo-liberales de la globalización. Estas consecuencias son retratadas con referencia a la noción de Beck de una sociedad de riesgo, que Hirsch exhibe en términos de una política de apartheid social global. En Hirsch, el único sujeto realmente existente es el 'capital'. Las relaciones sociales están demasiado fragmentadas y vinculadas antagonísticamente unas con otras, minando cualquier alternativa viable. Dentro del marco establecido por el capital. Así, también en Hirsch nos encontramos con la reintroducción de la totalidad. En Hirsch es el 'capital' como un ubergreifendes Subjekt, el sujeto universal, omniabarcante y autónomo. Una vez más el capital se percibe como una categoría universal constituída por poderes internos de sí mismo. Opuesta al capital está la nada, o talvés, una pluralidad de intereses sociales distintos, de grupos sociales, y de conflictos sociales.
En resumen, desde mediados de los 70s, la teorización marxista ha experimentado, en lo que concierne a la corriente medular de la izquierda, importantes y significativos cambios. Se trate de la sociedad riesgo, de la moralidad racional, del capital como sujeto --todas rechazan la noción de que en orden a determinar la existencia social uno debe negar la independencia de lo particular a fin de verlo como una unidad distinta en si. Al mismo tiempo, como se rechaza la crítica negativa, todo lo de 'arriba' reintroduce la 'totalidad' arguyéndola en términos de 'riesgo universal'. 'racionalidad moral universal, o como 'sujeto capitalista universal'. Ninguno provee un análisis de sus 'categorías universales' en términos de su constitución histórica o social. Todos presumen la existencia de sus universales de manera a priori. Como a priori, su 'existencia' y 'poder' deriva de principios que están más allá del juicio crítico. Y pareciera como que estos principios emergieran desde espacios invisibles.
Todo lo arriba expuesto, cualquiera que sea su forma específica, se basa en tres desarrollos mutuamente dependientes:
- Todos declaran haber descubierto nuevos y significativos desarrollos que ya no se pueden analizar dentro de la tradición teórica marxista. La teoría marxista aparece, en lo peor, sobrepasada por sucesos y ha quedado fuera de época, o , en el mejor de los casos,, necesitada de una revisión substancial para acomodar en el análisis lo que se supone nuevo . Mirando esto de más cerca, se ve que los cargos contra la tradición teórica marxista no son nuevos, y que al contrario, tienen atrás una larga tradición de 'rechazos' asociados en el pasado con el pensamiento liberal. Es algo vieja también la declaración de que los desarrollos han sobrepasado la visión teórica del marxismo. Y qué puede ser tan nuevo en esta sociedad de riesgo: los obreros siempre han enfrentado el riesgo de accidentes en el trabajo, de desempleo, de cortes salariales,etc. Y el capitalista: por supuesto, para él la bancarrota siempre fue un riesgo posible. Sin duda la explotación, de alguna manera, se marca sobre el capitalista individual a través de la cmpetencia. Fracasar en imponer 'riesgos' al obrero puede significar 'riesgos' para el capitalista.
- Todas las aproximaciones de las nueva izquierda desde mediados de los 70s dependen de un rechazo a la crítica negativa marxista como un modo de determinar fenómenos diferentes como momentos distintos en la unidad. Este rechazo va de la mano con la adopción de un punto de vista valorativo neutral. Así, la crítica negativa es deshechada por su 'negatividad', y por tanto, por su aparente irracionalidad. Todavía más, el rechazo de la crítica negativa es coderetminus con el rechazo del punto de vista marxista sobre la totalidad. A cambio, las aproximaciones de la 'nueva' izquierda se especializan en 'instancias' particulares de donde deducen juicios generales sobre el mundo. Su metodología organizadora consiste en una epistemología inductiva, conexiones causales y perspectiva de investigación valoraticvamente neutra, como si esa perspectiva ya no estuviera cargada de valor, y de un modo bastante enfático. En otras palabras, su metodología organizadora, y sus nociones importadas desde la puerta trasera sobre la totalidad, se siente a aus anchas con el tipo de teoría social popularizada por Parsons.
3) Todas las aproximaciones de la nueva izquierda desde 1970 se proponen haber desarrollado una altenativa a la crítica negativa del marxismo,una alternativa que está firmemente establecida en los parámetros epistemológicos y las limitaciones de la teoría económica (vulgar). La teoría económica, al mesnos desde la revolución marginalista de comienzos del siglo, ya no mira a establecer lo 'económico' como una ciencia, como en el caso de Smith y de sus contemporáneos. Más bien la economía empieza por fundarse a si misma sobre la presunción de ciertas variables económicas. Éstas son interpretadas como elementos individuales en una ecuación matemática. A diferencia de la noción de Marx de que todo se consituye en dependencia recíproca, y en momentos mutuamente penetrantes de una totalidad dialéctica, la economía trata cada caso separadamente y lleva estos casos individuales para trasportarlos hacia una ecuación creando relaciones propias de modelos. Asi, todo y cada cosa se reduce a cantidades , y todo y cada cosa se relaciona con cada una de otras de un modo externo, causal, en un juego de sumas.
Me parece que las modernas teorías de la nueva 'izquierda' hace justo eso. El rechazo del reclamo del marxismo por una totalidad dialéctica , encuentra su otra cara en el tratamiento de las relaciones sociales como: relaciones de naturaleza, relaciones de,de,de, y así. La nueva izquierda apoya las políticas de identidad, de 'estilo de vida', de indiferencia posmodernista a la resistencia, ya que sólo hay significados vacíos; a la sociedad de riesgo donde cada quien es víctima,etc., dependiendo de nociones sobre circunstancias individuales y casos, casos que se traen a relacionarse unos con otros, como si cada uno pudiera existir independientemente de los otros, y como si las relaciones sociales como un todo no fueran más que la suma de los casos individuales. En otras palabras, los reclamos teóricos de la teoría social de la nueva 'izquierda' son los de la teoría económica marginalista y los de su compañero social y político, el pensamiento positivista. ¿Es este un juicio demasiado duro? Posiblemente. Aún así, el marginalismo depende de universales, como el mercado, el capital, etc. Depende de presunciones. La teoría de la nueva izquierda pareciera depender también de presunciones y de universales: apoya al capital como un sujeto universal. O a la moral racional como una norma universal valorativamente neutra que produce riesgos. Todo esto, capital, moralidad racional, y catástrofe universal se dan como presupuestos: la constitución de su 'existencia' no se cuestiona. Tanto el pensamiento del marginalismo como el de la nueva 'izquierda' dependen de separar 'génesis' de 'existencia', esta separación, de acuerdo a Horkheimer (5) es el punto ciego del pensamiento dogmático. El dogmatismo, se siente como Pedro en su casa con aproximaciones en donde se rechaza comprender el mundo social en que vivimos como un mundo constituído a partir de prácticas sociales, a pesar de lo pervertidas que estas prácticas puedan ser. Se da aquí una gran ironía: la nueva 'izquierda' que lucho tanto para parecer respetable , liberándose de toda sospecha de asociación con la crítica negativa, termina en donde creyó dejar al Marxismo: en el campo del dogmatismo.
Conclusión
Este artículo partió con la noción de una política de innovación. ¿Es apropiada esta noción? Me gustaría pensar que lo es, y supongo que he alegado larga y esforzadamente en su favor. ¿Pero, es que no será a pesar de todo una noción inapropiada ? No dejaría de tener sentido argüir que hay algo más fundamental envuelto en esto, algo que la noción de una política de innovación trata de ocultar?
He sostenido que las políticas de innovación derivan de la abdicación de la izquierda a la crítica negativa, a favor de nuevos y siempre nuevos conceptos que se basan en la tradición teórica del positivismo. Sigue el argumento, que de este modo la izquierda ha perdido su 'hogar' teórico y ha diseñado su concepción de acuerdo a la agenda de su 'enemigo' teórico. Es verdad que hay diferencias entre el neoliberalismo y el proyecto de Offe sobre la racionalidad moral. Pero estas diferencias son distintas sólo como variaciones sobre un mismo tema. De este mod.o,las políticas de innovación podrían entenderse sólo como una crisis de la teoría, una crisis que contiene e informa, como expresión teórica, la crisis que asalta a las relaciones sociales capitalistas deds fines de los 1960s.
Sin embargo, una crisis de la teoría ha de ser algo más que justamente una reflexión de 'una crisis económica y social'. Hay opciones que se pudieron tomar, y que se tomaron. De modo que, las políticas de innovación conducen hacia algo más, a algo que ocultan tras de si. Este algo, creo, puede establecerse mejor mediante dos temáticas interrelacionadas.
La primera es la moda. No puede dudarse que la teoría social, especialmente aquella de la suerte de la nueva izquierda, es conducuida por la moda. La invención de una nueva agenda de investigación, la propuesta de nuevos temas de investigación,etc., es altamente lucrativa en términos de financiamiento externo de investigación, repuutación, vemnta de libros y otras cosas. La innovación produce un nombre, y no solo un nombre. Provee a las ciencias sociales de 'significación'. Legitima a las ciencias sociales como una actividad social valiosa, y le da 'respetabilidad' académica. De esta manera, entonces, la nueva manifestación constructiva del pensamiento de la nueva 'izquierda' viene a asumir el papel de sirviente social:ancilla constitutionis
El segundo tema es el de la mercantilización: la naturaleza tan sensible a la moda de mucho de la teoría social, deja a un lado los reclamos teóricos de comprender, entender,conceptualizar y critical la existencia social. La noción de la Ilustracioón, 'duda de todo', su convocatoria de la crítica social como una crítica destructiva (6), ha sido reemplazada por la servidumbre a la industria académica (en analogía a la 'industria cultural' de la crítica de Adorno). La teoría social de la 'izquierda' es desede este punto de vista, una expresión teórica del Zeitgeist, una moda teórica del Zeitgeist que busca reforzar y explotar. El Zeitgeist no proporciona buena teoría pero si teoría con un mercado para toda categoría de lectores cuyos puntos de vista y 'Angst' la teoría no quiere afectar.. eso no sólo dañaría las perspectivas de venta sino que incluso originaría 'riesgo'. Por eso, sostendría que en una gran extensión la teoría de la izquierda ha optado por el camino del éxito mercantil. Seguramente, los desarrollos del mercado se conectan con politicas monetarias. .
Hasta aquí he sostenido que, para mí, una buena parte del marxismo de los 60s demostró ser sólo moda cuando se enfrentó con el clima político de los 70s. La conexión entre teoría-producción, tema-producción , Zeitgeist y perspectivas de venta, es vital. La afectada en todo esto es la 'teoría' y en seguida, la comprensión de la práctica social: en reste sentido pienso que somos testigos de una profunda crisis de la teoría.
NOTAS
- Aglietta,Michel 1974. Accumulation et régulation du capitalism en longue période.L'example des Etates-Unis(1870).Paris:Insee,English transA Theory of Capitalist Regulation:The US Experience.London:New Left Books,1979.
- Offe,Claus 1996, Modernity and the State.Cambridge:Polity
- Hirsch,J.(1995). Der bationale Wettbewerbsstaat, Berlin; id-edition
- Beck, Ulrich 1992, Risk Society:Towards a New Modenity. London, Sage.
- Horkheimer,Max 1947, The Eclipse of Reason,New York: Oxford University Press